Recuerdos de tinta [Fan-Fiction] [Nuevo Capitulo]

-espera… ¿ QUE ESE MARICÓN DE MIERDA TE HIZO QUE? –fueron las únicas palabras que dije después de ese largo y silencioso trayecto donde tenía que recoger a mi hermana, y solo fue cuando llegue a la casa en todo el camino me hervía la sangre, no se si era por des concentrarme con el libro o por los increíbles moretones que tenía mi hermana-

-Finn perdóname no quería que mamá o papá sepan de esto nunca lo quise, lo amaba y el me amaba, pero de vez en cuando se emborrachaba y yo lo dejaba pasar los golpes que me daba, por que se que los hombres tienen su temperamento… y su espacio –Quinn era muy inocente en todo sentido o eso era lo que quería dejar ver a los demás, era aun joven, para ser más exactos era dos años menor que yo, convirtiéndola en la consentida de madre y padre-

Siempre era la que más protección tenia entre todos nosotros, la cuidábamos más que anda pero siempre era distinta a mí, ella era rubia como el trigo con el cabello lizo y las puntas rizadas y tenia los rasgos muy delicados y femeninos demasiadamente femenino, no solo en eso era distinto a mí, yo, un grandote literalmente, era muy molestado en la secundaria y aun ahora por mi estatura se burlan de mi,  mi piel no era muy igual a la de ella, era un poco… gris por así decirlo, la de ella era demasiadamente blanca parecía una fina porcelana china y mis ojos eran distintos, los míos eran oscuros, cafés, parecían chocolate los de ella eran azules, demasiadamente azules, parecían agua marina y era muy pulida todo en ella era perfecta, tal vez si no fuésemos familia y nos hubiésemos conocido por casualidad con ella tal vez hubiese sido mi pareja, claro que todos piensan que somos adoptados a lo mejor si sea así.

-¿Temperamento? ¿ESPACIO? ¡ESA NO ES UNA EXCUSA…. ERES UNA MUJER!  -apreté mis puños, estaba a punto de darle una cachetada,  podía ser mi hermana pero lo que trataba de decirme era muy estúpido- ve y báñate, instálate y ve y come algo… -deje caerme sobre la silla que estaba frente al ordenador entrando al archivo de mi libro.

Escuche como Quinn se levantaba del sofá y tiraba todo a su alrededor enojada como si yo tuviese la culpa, ella lo tenía solo quería escudarse, nunca me gusto sus novios o relaciones, todos eran el típico chico malo que montaba en motocicleta, fumaba o tenia tatuajes o en los peores de los casos consumía alguna sustancia, eso confirma mi teoría que todas las flores tienen espinas y ella no era la única excepción
.
-Solo prométeme que no le harás daño… -coloco su mano sobre la mía apretándola como si fuese lo único que la aferrara a mi- yo se que al aun me ama…

-Quinn… basta –dije apartando la mano bruscamente-  solo vete…

-pero… no quiero… ya sabes

-¡dije que te fueras! –Grite golpeando con furia la mesa, que hasta reboto el ordenador- déjame solo –logre tranquilizarme pero comenzaron a llenarme los ojos de lagrimas, veía a Renata en ella.

Quinn quedo muda, no sabía que decir al igual que yo note como gemía y sentí que una lagrima cai en mi mano, no todos tenemos buenos momentos en la vida, ella debe saberlo siempre habrá derrotas pero siempre habrá más victorias.

-Ahora –trague saliva volviéndome  a centrarme en lo que escribía- si me disculpas, tengo que continuar esto –mire a su cara sonriéndola con los ojos hinchados, rojos de tanto  cansancio y de tanto llorar- un libro no se escribe solo

-iré a comer algo,  al rato hablamos –dijo ella tímidamente, saliendo pitada del lugar como alma que llevo el diablo-
____________________________________________________________________________
-Puck contesta… contesta…. Demonios ¡contesta! –repetía mientras comenzaba a caminar de un lado a otro de la habitación, era raro que no contestase, siempre lo hacía y nunca me hacia esperar, comenzó a preocuparme ya era la quinta vez que trataba de contactarme con el en el día pero no podía- tal vez esta ocupado durmiendo… deja de preocuparte tanto Quinn es un hombre ¿no?

Colgué el celular y cogi un emparedado que había preparado esta mañana, era de pavo con tomate, lechuga, queso y mayonesa, una perfecta combinación, el celular sonó, era Puck dude en contestarle, hare que se enoje y marque varias veces.

Llego a buzón de mensaje y lo que decía, mejor en el tono que lo hacía me preocupo mucho.

>> Quinn puede que aun sigas dormida, o duchándote y haciendo el ridículo al no contestarme pero es urgente –se escucho como tragaba saliva con dificultad y no podía hablar bien seguro estaba corriendo- es aun más extraño que Kurt no te haya llamado, resulta que… -no le pude escuchar lo que decía ya que comenzó a escucharse sonido de autos- mierda… ¿sabes? Estas haciendo mal al no estar acá, nos citó a todo en el Bar “Le Miserable” dice que es urgente –se detiene a tomar aire profundamente alcance a estuchar como iba y venia su respiración- el mismo que mato a alter, asesino a dos conocidos de él y un amigo, las ultimas personas que hablaron con Rachel antes que fueras a verle esa misma noche, mira estoy preocupado por ti y por ella cualquiera de las dos puede morir, incluso, las dos pueden morir, te veo en 30 minutos en la esquina superior de dónde vives, Rachel esta con migo, órdenes del jefe… >>

-ok esto ya me está asustando –termine el emparedado recogiéndome el cabello en una coleta alta.

¿Por qué yo sería la próxima? Solo hable una vez con ella y no fue nada prometedora la charla más bien la consolé unos minutos y me quede dormida en el sofá, todos estábamos exhaustos anoche, solo podría pasar en lo que me venía, tal vez me violaría, y me haría cubitos de sushi y disfrutaría torturándome para luego echarme a un rio muerta, no era tan difícil podía pasar desapercibido mi muerte y pasarían tal vez una semana o menos para notar mi larga ausencia.

Llegue faltando diez minutos para que esa media hora terminara, comenzaba a nevar, no me gustaba mucho la nieve, era muy fría y me impedía salir y ver la ciudad o pasar la noche en el bar con mis amigos y creo que esto será para larga, o eso lo dicen  las noticias, tenía que aprovechar la vista de las casa, faros, calles y arboles escarchados y cubiertos por una fina capa de nieve y hielo,.

-¡PUCK! –grite al chico que venía corriendo con Rachel, agite mis brazos para que me viera hacia mucho frio no podía destaparme si no juro que moriría congelada-
-Quinn… -dijo Puck con falta de aire parecía más como si el viento pronunciase mi nombre- movámonos, está haciendo frio  y no tenemos mucho tiempo –me jalo de la muñeca hacia un taxi-

-hola… también me gusto verte a ti y a Rachel, en especial al tipo que no me contesto las llamadas para ver si murrio y fue descuartizado –logre soltarme de él deteniendo un taxi para darle permiso a que Rachel entrara y se sintiera cómoda, yo la acompañe a su lado y Puck se hacía en el copiloto-

Los primero cincos minutos del trayecto fueron en silencio no hallaba tema de conversación y por lo visto nadie quería una, recosté mi cabeza en al cálida ventana, era curioso como por fuera todo era tan frio y silencioso, y se transformaba cuando entrabas a un lugar, era curioso.

-Psst –por un momento pensé que era un mosquito que revoloteaba en mi odio descubierto, pero era Rachel que comenzaba a tocarme tratando de llamar la atención, la pudo captar, me acomode en el asiento y me acerque a ella que me quería decir algo en el oído- ustedes… ya saben….

-¿si somos hermanos? –le devolví el susurro era lo suficientemente sigiloso que creo que no lo pudo escuchar muy bien, pero parece que lo entendió ya que devuelta negó energéticamente con la cabeza- ¿amigos con derechos a roce? –ella seguía negando y tratando de no reírse-

-… pareja… -después de eso se armo un silencio en todo el auto creo que ni se escuchaba la radio, haberes hay esos momentos que hasta el policía de tránsito escucha lo que uno dice y este era el indicado, ya que grito literalmente la palabra por que los sonidos de los pitidos de los taxis impidieron que pudiera hablar bajito, Puck no podía aguantar la risa  y a mí solo me quedo sonrojarme-

-ya quisiera yo –dijo Puck y siguió ese silencio hasta que mi celular sonó- ¿es Kurt? Acaba de mandarme un texto

-si es el silencio… si señor… ya vamos para… ¿Qué? –me aleje un poco del auricular haciéndole una seña al del taxi para que encendiera la radio- hablamos ahora… Oh dios mío…

Escuche como las sirenas de las ambulancias se acercaban cada vez mas donde estábamos y una  choco contra un taxi por detrás por suerte no había nadie solo el piloto a si que solo tendría heridas menores.

-Puck por favor súbele a la radio… -al igual que antes todo quedo en silencio incluso fuera del auto y comenzaron a venir más ambulancias-

>> Informamos hoy a las afueras de la ciudad de NY –decía la voz de la periodista que podía escuchar a través de la radio- que el cadáver de dos chicos y  de un tercer chico además de una chica que aun siguen con vida confesaron que fueron torturados y violados por el mismo asesino que cometió el delito de la muerte del empresario Walter Mitin y de sus personas más cercanos, pero en este caso las victimas no tenían ninguna relación con los anteriores asesinatos, tal vez o eso supone medicina  forense que los asesinatos que se cometieron hace nos más de un par de minutos, indican que fue un arreglo de cuentas, nadie sabe que hay en la cabeza de un asesino si no otro asesino…>>

-Nos bajamos aquí –dijo Puck abriendo la puerta del copiloto-

-pero no estamos muy lejos del bar, esperemos a que cambie el semáforo –guarde mis cosas lo mas rápido posible igual como dijo puck nos teníamos que bajar, con el clima que hay y lo que sucedió con la ambulancia se demorara el doble de tempo-

-me importa una mierda –dijo puck entre dientes abriendo la puerta trasera- salgan chicas, no es muy lejos –volvió al conductor dejando unos billetes era mas de lo que decía el taxímetro- Quédese con el cambio –grito mientras se alejaba y corrimos al bar-

Por fin pude respirar tranquilamente y poder relajarme, le pedí al mesero una cerveza para que me calentara la carne y la sangre, tome un largo sorbo y mire al fondo al pequeño escenario donde Rachel subió energética y agarro el micrófono comenzando a cantar una melodía lenta, parecía soul su voz era envolvente y calmante se notaba el dolor, alegría y amor en cada palabra y entonación que hacía en especial acompañado por un violinista y un pianista que por casualidad estaban esa noche tocando.

Suena Young and Beautiful  By Lana del Rey


-es tan hermosa –Dijo Puck acompañándome con otra cerveza, podíamos por fin estar normales como siempre y por fin podía saber por qué el no pudo hablar con migo en el transcurso de anoche y hoy en la tarde-

-enserio lo siento no era mi intención tratarte así hace una hora me tenias preocupada –mire a mi alrededor y vi que Kurt estaba disfrutando de la música con su pareja Blaine Anderson, aun me sorprendo al saber que Kurt es gay- ¿Qué paso con sus hijos? –di un largo sorbo a la cerveza sintiendo como su atrapante sabor calentaba mi garganta-

-ellos están ahora mismo muy lejos –Puck dio un sorbo igual a la botella sin quitar sus ojos en Rachel-  una hermana de Rachel, la llame para que los recogieran deben estar en Connecticut si no estoy mal, tranquila estarán bien –no había nada más calmante que un chico como Puck te dé una sonrisa después de eso-

-por qué no vas y le pides una cita… el día es joven vaquero –reímos los dos juntos y le di una palmada en la espalda- hablo enserio ahora mismo necesita más ayuda que nunca –vi como el giraba lentamente su rostro hacia mí y me miraba con cara de “demonios tienes razón!” pero a la vez tenia pesar y miedo que le pase algo a ella su rostro era un rompecabezas-
____________________________________________________________________________
-Mierda… -susurre el café que tenia se me había regado sobre el pantalón y el timbre sonó y escuche como unos piecitos bajaban a toda velocidad de las escaleras hacia la puerta.

-yo abro –dijo Quinn medio pasando a mi lado-

Aguarde unos segundos mientras secaba mi entrepierna con un trapo, ya creía saber quién era, la puerta de un momento a otro se abrió mejor, se escucho como chocaba contra la pared, sea quien sea estaba cabreado y escuche como mi hermana gritaba de dolor, rápidamente agarre mi pistola que siempre guardaba de seguridad y me la escondí en el pantalón.

-¡HEY! –grite y aparte el chico de mi hermana era su ex novio y estaba enojado con ella-
-te dije que no te fueras a chillarle con tu hermano el marica que no supera a su esposa apuesto que no se a cogido a ninguna desde entonces –trataba de hacerme enojar pero solo hacia que me riera, que insultos tan patéticos ¿acaso mi hermana sale con un crio de prepa?-

-para tu información remiendo de universitario, respeto a los muertos no como otros que le pegan a las mujeres y se hacen llamar hombres –lo empuje hacia una pared controlando cada movimiento de él, al más mínimo sabría que había hecho- espero que sepas donde está la puerta –dije entre dientes sacando el arma que había en mi pantalón-

Pero rápidamente por un descuido encesto un golpe en mi entrepierna dejándome casi en el suelo, se aparto de mí sacando un cuchillo.

-me encantaría matar a este gay no debería haber nacido y no tuvo que haberme interrumpido en enseñar modales a una dama –comenzó a reír lentamente mientras se acercaba a mi hermana con el cuchillo apretando su empuñadura-

Con las pocas fuerzas que tuve me levante apuntándole con el arma, no podían arrestarme, tengo el carnet que me autoriza el uso de armas para defensa personal y aunque no me hubiese agredido estaba amenazando con un cuchillo a alguien que amo.

-baja ese cuchillo y nadie saldrá herido –mis manos temblaban pero mi mente estaba segura en  lo que hacía-

-haber dispara si eres hombre –agarro a mi hermana cortándola un poco en el brazo-
No dude ni tres segundo y solo dispare fijándome que mi hermana no estuviese herida, deje al chico en el suelo muerto… ¡MUERTO! No podía creer que había matado a un hombre, la sangre y el solo hecho de tener un cadáver frente a mi comenzó a darme vueltas la cabeza, la bala no había salido de su cuerpo y las sirenas de las policías no empezaron a demorarse en sonar.

-Tranquilo… Tranquilo... respira… –decía la para médico de piel morena si mal no recuerdo su nombre era Mercedez la conocí unos días atrás ya que se mudo cerca de mi casa, era muy hermosa y amable siempre hablaba suave y trataba de ser muy buena gente con todos- hay alguien que quiere hablar con tigo… -y ahí vienen los problemas-

-señor, puede explicarme que sucedió acá –el policía se paro frente a mi cruzándose de brazos no quería dejar de parecer fuerte o alguien que le puedes decir “hay amigo ayúdame con esto”

-perdón señor, tengo derecho de portar la arma –saque el carnet de mi pantalón y se lo mostré, estaba preparado para esto- y pues agredió a mi hermana y a mí me pateo en las costillas, no sabía que más hacer

-el policía suspiro y me estrecho la mano- dígame Blaine –volvió a tomar su actitud de “chico malo” y prosiguió- bueno menos mal reaccionaste rápido, tarde o temprano iba a morir, el es un traficante de drogas, su hermana –señalo a Quinn sonriendo- me comento que era su pareja, menos ella no termino como las otras- ¿Qué quería decir con “las otras”? ¿Las otras parejas de Jack?, esperó que mi hermana no se haya estado drogando- bueno… estaremos hablando mi pareja y yo, bueno mi pareja es un gran admirador suyo hablaremos esta semana, que tenga un buen día… -el dio media vuelta y me recosté contra un costado de la ambulancia-

-toma... –Era mi hermana entregándome una taza llena de café- es tu favorito –hizo algo de presión en la herida recién cubierta-

Sonreí agarrando la taza mirando hacia arriba, no sé si era hacia el cielo si es que había, solo quería ver como las primeras partículas de nieve caían al suelo y comenzaba el invierno, abrace a mi hermana y pensaba, que tal vez, Renata estaba velando por ambos, o no era el momento de que muriera otro ser querido

FIN SEGUNDO EPISODIO

El intenso sonido del timbre imaginario en mi cabeza no me dejaba concentrarme en la comida, ¡Dios! ¿Por qué Kurt le dio por visitarnos precisamente hoy?, a duras penas es muy raro recibir llamada alguna de el preguntándonos como estábamos, llevo creo que unos dos años desde que no lo veo, bueno, el a estado viajando alrededor del mundo, aun no sé cómo no ha muerto o como consigue con tanta facilidad el dinero para realizar tantos viajes, pero me entere que hace unos cuatro meses decidió sentarse en la ciudad y tomar clases de actuación desde que tengo uso de memoria (que fue desde los doce años que lo conocí) siempre ha sido su sueño, pero no quiero que venga, no, solo no –trago saliva con dificultad y dejo a un lado los trastos que estaba lavando-  eso significa muchos sentimientos devuelta y no se si alguno de los dos quiera tocar ese tema, seguro el tema de conversación esta noche será “Oh mi amor Kurtie me conto que ustedes dos eran muy tiernos de pequeños y se daban muchos besitos en el colegio y fuera de él y que lo alzabas en tus hombros y jugaban hasta la tarde…” espero que este  equivocado o hoy Kurt y yo tendremos que arreglar cuentas y eso es lo que menos quiero claro que… -suena el timbre de la puerta y una voz afeminada  llama a través de la misma, era Kurt-… mierda creo que algo de música me relajara si eso creo…

*Comienza a sonar On My Way By Lea Michele*


Me recuerda tanto a mi difunta esposa… tan solo pensar en su latente recuerdo me marea la cabeza aun no supero aquel incidente que me aparto para siempre de mi amada.

-¡Quinn!... –grite lo suficiente para que se escuchara en el segundo piso de la casa-… Ven amor que está kurt en la puerta –Espera… ¿amor? Eso son muy raro viniendo de mi-

Alcance a escuchar un “Ya bajo” que venían desde las escaleras, pero conociendo a la despistada de mi hermana un “Ya voy” es un “espera me bañe, me peino la mata en la cabeza, me coloco mi ropa y me hecho perfume… ¡Ah! Y voy a tu habitación y reviso a ver si eres de esos psicóticos que aún tiene recuerdo de Renata.. .quien sabe su ropa interior o algo como ese tal Ned Flanders de Los Simpson…” –abro de golpe la puerta del horno para ver si el pavo ya estaba listo, aun le hace falta un poco-  no creo que piense que soy así, de hecho ni lo soy todo lo de ella lo regale a la caridad, ropa, libros, pinturas de todo, le fascinaba pintar era muy exitosa incluso me acuerdo del retrato que le hizo a Lea Michele unos siete meses antes de su muerte y también a otros artistas, era muy famosa también como estilista, ahora que me acuerdo es raro que Lea no me llame, solemos estar  siempre en contacto, se volvió muy amiga mía desde entonces –suena más seguido el timbre-

-¡QUINN! –gro un poco mi cara a mi derecha mirando sobre mi hombro hacia las escaleras vi como unos pies con medias de gatitos se asomaban y se movían rápido hacia el baño- ¡Si no bajas ya no te hago Panqueques! –no recibí respuesta solo escuche como azotaba la puerta del baño, seguro esta apresurada por ver a Kurt- ¡QUINN LUCY FABRAY HUDSON! ¡TE ORDENO QUE BAJES YA Y HABRÁS LA PUERTA JOVENCITA!... –mire hacia el mesón había un olor muy penetrante como de carne antes de estar rostizada- mierd… el pavo –apresure a sacar la comida del horno antes de que se estropeara-

Escuche como la puerta de la casa se habría como por arte de magia, esta chica es rapidísima, parece un gato en un abrir  y cerrar de ojos estaba organizada, peinada y vestida frente al portón de la casa.

-esa es mi chica –sonreí de lado mirando a Kurt entrar, ahora que está aquí adentro me da ganar de llorar aun siento muchas cosas por el pero no soy capaz de negarlo ni de aceptarlo-

-¡Pasen! –Ordeno Quinn haciendo un gesto hacia la sala de estar- Siéntanse como en casa.

Blaine que apenas conocí hace dos días sonreía y se comportaba como un niño de unos diez años que acaba de encontrar una mina de oro, sonreía y preguntaba a Quinn sobre todos los objetos extraños y únicos que tenia de decorativa, ser amigo de Kurt y ser escritor trae muchas ventajas, Quinn, bueno es Quinn estará  encantada de responderle todas sus inquietudes a Blaine, en cambio Kurt solo sonreía mirando hacia arriba hacia la abertura  que daba una vista del corredor de arriba (además de una completa vista del primer piso de la casa), de la habitación de Quinn, el baño, el estudio y un cuarto que uso como mi cuarto privado, para ser más preciso miraba esa habitación que estaba abierta, no debería estarlo, por ahora no quería que nadie supiera que había en esa habitación personal, subí lo más rápido que pude y cerré la puerta sin llave igual ellos iban a estar abajo en la sala  y comedor y tal vez en el cuarto de invitados si Kurt decide quedarse a vivir acá, él siempre sabe que este hogar es como su hogar.

-Bueno… -Dije acercándome donde estaban ellos mientras restregaba mis húmedas manos contra un trapo seco- bienvenidos a nuestro humilde hogar –sonreí tontamente igual no tenía ganas, creo que hasta me está tomando esfuerzo sonreír-

-¿Humilde? Esto parece un castillo –dijo Blaine alargando los brazos hacia los lados como una cruz refiriéndose que era inmensa la casa- tranquilo solo bromeaba

-descuida igual no me molesto tu comentario de hecho –mire a Kurt que solo me miraba fijamente mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, tal vez si estuviésemos en otra situación sin Quinn y sin Blaine en el medio, tendría la misma expresión llorosa que el- hmmm ¿son pareja? –no estaba preguntándole a nadie en concreto-

-no… Kurt solo es un amigo, nos conocimos hace unos cuatro meses, la verdad yo estoy comprometido con mi novio Gilbert, no pudo venir hoy, está de viaje visitando unos familiares en Canadá, dijo que lo sentía mucho –sonreía Blaine mientras hablaba no sé si estaba diciendo la verdad, pueda que me esté mintiendo y halla peleado con él o algo similar, quien sabe- esto… si quieren pasen a la sala y vean una película, elijan la que quiera hoy son nuestros invitados

Quinn y Blaine asintieron felizmente, por otro lado Kurt solo miro al suelo cruzándose de brazos moviendo una bola de papel con la punta de su zapato  y asintiendo con la cabeza, algo le pasaba siempre es así cuando algo le perturba tenía que hacer algo rápido.

*Comienza a sonar Plainsong by The Cure*


Agarre el hombro de kurt antes que se diera media vuelta hacia la sala de estar- vamos a mi habitación, hablemos un poco, llevamos tiempo sin hablar ¿no? –levante su cara colocando una mano en su mentón y levantando su rostro, estaba algo mejor no se veían lágrimas, eso era algo bueno.

Subimos las escaleras en silencio sin tratar de llamar la atención de Quinn y Blaine, atravesamos el corredor del piso superior hacia el fondo, pero aún podía notar que Blaine nos seguía con sus ojos, abrí la puerta invitando que Kurt se sentará en la cama para hablar

-Oye… -Blaine hablo lo suficiente alto para que pudiésemos escucharle, hablaba con Quinn seguro- ¿Qué pasa con ellos dos? Los veo muy misteriosos…. –escuche como alguien se sentaba en el sofá, debía ser Blaine, todos estábamos cansados hacia mucho frio y cansaba a cualquiera.

-hmmm pues… ellos se conocen desde pequeños, creo que a los ocho o nueve años desde entonces han sido muy buenos amigos, bueno más que amigos diría yo… -por quien hablaba y su tono era Quinn y comenzó a irritarme que contara lo que creo que va a contar, era lo más seguro.

-¿Más que amigos? –preguntaba Blaine curioso, se notaba la inquietud en su forma apresurada de hablar-

-si… a los catorce comenzaron a salir, unos cuatro meses después comenzaron a ser novios y creo… que acabaron su relación hace unos tres años, después que Finn conoció a Renata y de que kurt comenzara a viajar por el mundo, no me sorprendería que algo volviese a suceder, me alegraría por ambos la verdad, sé que aún se aman… -se escuchó el click del control del televisor- pero bueno, ven coloque Frozen… ¿te gusta? Es del año pasado…

-Si me gusta bastante –dijo Blaine-

No supe bien si siguieron hablando o que paso después ya que Quinn le subió casi todo el volumen a la televisión, una buena estrategia, quería que tuviera una charla o algo con kurt y no quería que nuestro “invitado” escuchase, me acerque a kurt colocándole mi chaqueta que tenía puesta por el frio, estaba temblando desde que llego no sé si por nervios o por qué pero lo hacía, me senté frente a él en la cama mirándolo fijamente, no me miraba solo agachaba la cabeza y comenzaba a llorar en silencio como si lamentara algo o estuviese triste porque le me vaya a decir

-Kurt yo… -dije acercándome más a él.

Estire mis brazos hacia el abrazándolo y acercándolo más hacia mi pecho mis latidos de mi corazón se intensificaban al sentir el contacto con él, estaba frio y liviano y dejaba de temblar,  siempre se sentía seguro con migo y eso me alegraba, era el mismo kurt de siempre y Quinn tenía razón, no importa lo que pase será el mismo circulo, terminaremos juntos.

Se acercó a mi oído susurrándome- Finn… ¿Qué haces?

No respondía ni quería hacerlo, solo seguía abrazado a él con mi cabeza posada sobre su hombro mientras movía mi mano de arriba hacia abajo su espalda para que se tranquilizara

-sabes… siempre que estabas triste te hacia esto y dejabas de llorar –mi voz se quebraba, mis lágrimas comenzaron a manchar el saco de kurt, gemí y trate de seguir no parecer alguien débil- ¿y te acuerdas que te prometí que siempre estaría hay con tigo? –me aleje de él mirándole- pues quiero cumplir esa promesa y que siempre estés aquí con migo

Solo sonreía, se acercó a mi tumbándome sobre la cama, seco mis lágrimas su mano temblaba nerviosa, la sujete lentamente para que tuviera calma y me limpie mis mejillas sonrojadas, me senté apoyándome en mis codos estando lo suficientemente cerca de él, solo nos apartaba unos cinco centímetros para que nuestros labios se juntaran,  no sabíamos que hacer tal vez podríamos estar en esta pose toda la tarde hasta la comida mirándonos fijamente, escuchando nuestros  latidos ir y venir, el dio el primer paso, se dejó caer sobre mi pecho tumbándonos los dos de nuevo sobre la cama, alzo la mirada tímidamente pensando si me hizo algún dañe, solté un pequeño suspiro y..

-no pasa nada –hable lentamente, la verdad que si hizo algo, hizo suficiente presión para sacarme el aire-

-mira, no quiero saber que yo seré el remplazo de Renata… -dijo con seriedad e indiferencia
.
Agache la mirada no podía ser un día peor, en especial que el piense que será el reemplazo de Renata, apreté mis puños, la rabia aumentaba, comenzaba a sudar y solo quería golpearle, lo aparte dejándolo al lado mío.

-¡Cállate! No quiero que pienses eso… no… no… ¡NO! –grite y golpe con toda la fuerza la pared, sentí como algo se escurría sobre mis nudillos, la adrenalina no me dejaba sentir dolor- no quiero que alguien piense eso, todos me miran con pesar, hablan a mis espaldas, escuche una vez a una señora decirme que solo era un psicótico que se resguardaba al recuerdo de ella, que nunca madure y que nunca lo hare, y ahora que quiero volver a estar con tigo me sales con esto –mis lágrimas volvieron a escurrir por mi mejilla- si me necesitas estaré abajo con Quinn y Blaine –me levante sin mirarlo a los ojos, pero podía hacerme una imagen mental, estaría con los ojos abiertos preocupados por el ataque de ira que tuve-

Pase la manga de mi buzo sobre mis nudillos limpiando los rastros de sangre, abrí lentamente el pomo de la puerta secándome las mejillas, ya no quería hablar con él, con nadie.

-Espera… -dijo el caminando hacia mí y agarrándome de los hombros- solo era una broma –hecho una corta carcajada- siempre te las crees –coloco su mano sobre  la mía y me jalo a la cama.

-no quiero que te comportes como un marica mis sentimientos son sinceros y siempre lo han sido hacia ti.

Coloco mis manos en la parte de atrás de su cuello impulsando su cabeza hacia la mía, juntamos nuestras frentes, no estábamos seguro que pasaría después, sonreí y moje mis labios con mi lengua, me impulse hacia el frente besándole, sus labios se sentían suaves y parecían una almohada, y el olía bien, como a pio con limón, pase su mano sobre su cabeza desorganizando el cabello, el bajo sus manos lentamente recorriéndome todo hasta llegar a mi cintura y posándose en ella, aferrándose más a mí, todo paso tan rápido, me eche para atrás cobre la cama, bajando mis manos hacia su trasero.

-FInn… -dijo el apartándose de mi un poco- sube esas manos ahora mismo, aun no tienes ese derecho –dijo con una sonrisa y subió lentamente una mano mía a su pecho, debajo de su camisa- siempre provocas esto –sus latidos eran muy rápidos y fuertes parece que su corazón fuese a salir de su pecho a la fuerza.

-Kurt… yo

El volvió a besarme apretando su cuerpo contra mí, hace bastante no sentía este calor que me penetraba hasta lo huesos, seguíamos besándonos haciendo pequeñas pausas para respirar.

-creo que ya es suficiente –dijo el sentándose sobre mis piernas acariciando donde me lastime- ¿Qué me ibas a decir?

-kurt… yo te amo y nunca serás el remplazo de ella porque tú eres especial y siempre estarás en mi memoria

Selle el momento besándolo por última vez en ese momento apretándolo a mi como si tuviera temor que él también se alejara de pro vida de mí.