Gleek Latino
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 Primer15
Image hosted by servimg.com

Image hosted by servimg.com
Image hosted by servimg.com
Estreno Glee 5x17
"Opening Night" en:
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 Coment10
Últimos temas
» Ayudenme a encontrarlos
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyLun Mar 14, 2022 3:20 pm por Laidy T

» Busco fanfic brittana
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyLun Feb 28, 2022 10:01 pm por lana66

» Busco fanfic
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptySáb Nov 21, 2020 2:14 pm por LaChicken

» [Resuelto]Brittana: (Adaptación) El Oscuro Juego de SATANÁS... (Gp Santana) Cap. 7 Cont. Cap. 8
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyJue Sep 17, 2020 12:07 am por gaby1604

» [Resuelto]FanFic Brittana: La Esposa del Vecino (Adaptada) Epílogo
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyMar Sep 08, 2020 9:19 am por Isabella28

» Brittana: Destino o Accidente (GP Santana) Actualizado 17-07-2017
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyDom Sep 06, 2020 10:27 am por Isabella28

» [Resuelto]Mándame al Infierno pero Besame (adaptación) Gp Santana Cap. 18 y Epilogo
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyVie Sep 04, 2020 12:54 am por gaby1604

» Fic Brittana----Más aya de lo normal----(segunda parte)
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyMar Ago 25, 2020 7:50 pm por atrizz1

» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyLun Ago 03, 2020 5:10 pm por marthagr81@yahoo.es

» Que pasó con Naya?
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyMiér Jul 22, 2020 6:54 pm por marthagr81@yahoo.es

» [Resuelto]FanFic Brittana: Medianoche V (Adaptada) Cap 31
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyJue Jul 16, 2020 7:16 am por marthagr81@yahoo.es

» No abandonen
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyMiér Jun 17, 2020 3:17 pm por Faith2303

» FanFic Brittana: " Glimpse " Epilogo
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyVie Abr 17, 2020 12:26 am por Faith2303

» FanFic Brittana: Pídeme lo que Quieras 4: Y Yo te lo Daré (Adaptada) Epílogo
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyLun Ene 20, 2020 1:47 pm por thalia danyeli

» Brittana, cafe para dos- Capitulo 16
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyDom Oct 06, 2019 8:40 am por mystic

» brittana. amor y hierro capitulo 10
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyMiér Sep 25, 2019 9:29 am por mystic

» holaaa,he vuelto
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyJue Ago 08, 2019 4:33 am por monica.santander

» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyMiér Mayo 08, 2019 9:25 pm por 23l1

» [Resuelto]FanFic Brittana: Comportamiento (Adaptada) Epílogo
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyMiér Abr 10, 2019 9:29 pm por 23l1

» [Resuelto]FanFic Brittana: Justicia V (Adaptada) Epílogo
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 EmptyLun Abr 08, 2019 8:29 pm por 23l1

[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 Encues10
Sondeo

Musical Favorito Glee 5x15 Bash

[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 Topeba1011%[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 Topeba10 11% [ 4 ]
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 Topeba1019%[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 Topeba10 19% [ 7 ]
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 Topeba1011%[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 Topeba10 11% [ 4 ]
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 Topeba1024%[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 Topeba10 24% [ 9 ]
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 Topeba1027%[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 Topeba10 27% [ 10 ]
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 Topeba108%[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 Topeba10 8% [ 3 ]

Votos Totales : 37

Image hosted by servimg.com
[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 Gleeka10
Los posteadores más activos de la semana
No hay usuarios

Disclaimer
Image hosted by servimg.com
·Nombre: Gleek Latino
·Creación: 13 Nov 2009
·Host: Foroactivo
·Versión: GS5
Glee
Image hosted by servimg.com
Publicidad

[Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

+17
minerva ortiz
micky morales
paulitahope
LilianaM.
Susii
AndreaDaru
ant0ne
Daniela Gutierrez
Dani(:
AngySalas
Sanny25
Elita
JanethValenciaaf
Jane0_o
monica.santander
3:)
marycielo12
21 participantes

Página 2 de 6. Precedente  1, 2, 3, 4, 5, 6  Siguiente

Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Sanny25 Mar Mar 10, 2015 3:38 pm

Hermosooo capituloooooo!!!!!
Ya quiero saber el misterio que oculta Brittany,espero que sea buenooo
Sanny25
Sanny25
---
---

Femenino Mensajes : 580
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Edad : 26
Go Cheerios!

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por 3:) Mar Mar 10, 2015 8:15 pm

holap,....

los misterios dan mucha curiosidad,.. y lo prohibido atrae!!!! a ver como le afecta esa combinación a san!!!
a ver si todo esos rumores son de verdad????,...

nos vemos!!!!
3:)
3:)
-*-*-*
-*-*-*

Femenino Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 32
Club Naya/Santana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Daniela Gutierrez Miér Mar 11, 2015 12:19 am

Hola, Lectora nueva
Muy bonita historia y si la amistad de Quinn y San es genial
Saludos, hasta la próxima actu
Daniela Gutierrez
Daniela Gutierrez
*****
*****

Femenino Mensajes : 281
Fecha de inscripción : 03/07/2014
Edad : 26
Club Brittana Samuel


Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por ant0ne Miér Mar 11, 2015 1:26 pm

me encanta !! síguela pliss [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 1206646864 [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 2145353087
ant0ne
ant0ne
*
*

Mensajes : 19
Fecha de inscripción : 14/09/2014

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por AndreaDaru Miér Mar 11, 2015 6:48 pm

Me encanta!!! vaya encuentro, y el misterio de brittany uiui, atrae!
AndreaDaru
AndreaDaru
---
---

Femenino Mensajes : 511
Fecha de inscripción : 20/02/2012
Edad : 30
Club Brittana

Volver arriba Ir abajo

Activo [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 6

Mensaje por marycielo12 Vie Mar 13, 2015 2:39 am

CAPITULO 6

Lunes 27 de agosto del 2012, 5:25 p.m.


Mis pulmones están ardiendo; mi cuerpo se adormeció en el camino de regreso a la calle Aspen. Mi respiración ha cambiado desde una controlada inhalada y exhalada hacia unos jadeos incontrolables y espasmódicos. Esta era la razón por la cual, es recibida para propulsarme hacia adelante, dejándome completamente enfocada en mi siguiente paso y nada más.

Mi siguiente paso.

Nada más.

Nunca antes había corrido tan lejos. Usualmente paro cuando sé que alcancé mi marca de los dos kilómetros y medio, un par de cuadras hacia atrás, pero no lo hice esta vez. A pesar de la familiar desesperación a la que mi cuerpo es sometido, parece que sigo sin poder cerrar mi mente del todo. Continúo corriendo con la esperanza de que voy a llegar a ese punto, pero está tomando más tiempo de lo habitual. La única cosa que me hace decidir detenerme de seguir, es el hecho de que todavía debo cubrir la misma cantidad de pasos para ir a casa, y estoy casi sin agua.

Me detengo al borde de una entrada de vehículos y me apoyo contra el buzón de correo, abriendo la tapa de mi botella de agua. Me quito el sudor de la frente con el dorso de mi brazo y llevo la botella hacia mis labios, arreglándomelas para conseguir cerca de cuatro gotas en mi boca antes de que se quede vacía. Ya me he tragado una botella completa de agua con este calor de Texas. En silencio, me regaño a mí misma por decidir saltearme mi carrera matutina. Soy una cobarde en el calor.

Temiendo por mi hidratación, decido caminar el trayecto de regreso en lugar de correr. No creo que empujarme a mí misma hacia el punto esfuerzo físico, haga muy feliz a Maribel. Le pone lo suficientemente nerviosa que esté corriendo por mi cuenta así.

Estoy comenzando a caminar cuando escucho una voz familiar hablar detrás de mí.

—Oye, tú.

Como si mi corazón no estuviese latiendo lo suficientemente rápido, lentamente me giro para ver a Brittany parada detrás de mí, sonriendo, hoyuelos apareciendo en la esquina de su boca. Su cabello esta húmedo de sudor y es obvio que ha estado corriendo también.

Parpadeo dos veces, medio creyendo que es un espejismo atraído por el cansancio. Mis instintos me están diciendo que corra y grite, pero mi cuerpo quiere rodear sus relucientes y sudorosos brazos.

Mi cuerpo es un maldito traidor.

Afortunadamente, no me he recuperado del tramo que acabo de hacer, así que ella no será capaz de decirme que mi errática respiración sólo se debe a verla otra vez.

—Hola —saludo sin aliento. Hago lo mejor que puedo por mantener mi mirada en su rostro, pero parece que no puedo detener a mis ojos de las gotas cayendo en su cuello. En lugar de eso, miro hacia abajo, a mis pies, con el fin de eludir el hecho de que no está usando nada más que pantalones cortos, zapatillas y un top de correr. La forma en que su pantalón cuelga de su cintura es razón suficiente para que olvide cada cosa negativa que he aprendido de ella hoy.

— ¿Corres? —pregunta, apoyando su codo en el buzón de correo.

Asiento. —Usualmente en las mañanas. Olvidé cómo de calurosa son las tardes. —Intento levantar mi mirada hacia ella, alzando una mano sobre mis ojos, para protegerme del sol que está brillando sobre su cabeza como un halo.

Que irónico.

Se acerca y me estremezo antes de darme cuenta de que sólo me está ofreciéndome su botella de agua. La forma en que sus labios se fruncieron juntos en un intento por no sonreír, hizo obvio que ella podía ver cuán nerviosa me encontraba a su alrededor.

—Bebe esto. —Empuja la botella medio vacía hacia mí—. Luces exhausta.

Normalmente no tomaría el agua de extraños. Especialmente no tomaría el agua de personas que sé que son malas noticias, pero estoy sedienta. Tan malditamente sedienta.

Tomo  la botella de sus manos e inclino la cabeza hacia atrás, dando tres grandes tragos. Estoy desesperada por beber el resto, pero no puedo agotar su suministro también. —Gracias —digo devolviéndosela. Me limpio la boca con la mano y miro detrás de mí, hacia la acera—. Bueno, tengo otros cuatro kilómetros de regreso, será mejor que empiece.

—Cerca de cuatro —dice, moviendo sus ojos hacia mi estómago. Presiona sus labios en la botella sin limpiar los bordes, manteniendo sus ojos fijos en mí, mientras inclina su cabeza hacia atrás y se traga el resto del agua. No puedo detenerme de mirar sus labios mientras éstos cubren la abertura de la botella que mis labios acaban de tocar. Prácticamente nos estamos besando.

Niego con la cabeza. —¿Huh? —No estoy segura si dijo algo en voz alta o no. Estoy un poco preocupada mirando las gotas de sudor cayendo en su pecho.

—Dije que es más que cuatro kilómetros. Vives en Conroe, eso está cerca de tres kilómetros más lejos. Eso sería una carrera de 8 kilómetros de ida y de vuelta. —Lo dice como si estuviese impresionada.

La miro curiosamente. —¿Sabes en qué calle vivo?

—Sí.

No entra en detalles. Mantengo mi mirada fija en ella y permanezco en silencio, esperando por algún tipo de explicación.

Ella puede ver que no estoy satisfecha con el “sí”, así que suspira. — Santana Marie Lopez, nació el 28 de septiembre. Calle Conroe al 1455. Un metro, sesenta y cinco centímetros. Donante.

Doy un paso atrás, de repente viendo mi muy próximo asesinato desarrollarse frente a mis ojos, en manos de una acechadora de ensueño. ¿Me pregunto si debería dejar de cubrir mi visión del sol para así obtener un mejor vistazo de ella, en caso de que tenga que correr? Podría necesitar relatar sus características al dibujante.

—Tu identificación —explica cuando ve la mezcla de terror y confusión en mi rostro—. Me mostraste tu identificación más temprano. En la tienda.

De alguna manera, esa explicación no alivia mi aprensión. —La miraste por dos segundos.

Se encoge de hombres. —Tengo una buena memoria.

—Acechas —digo inexpresiva.

Ríe. — ¿Yo acecho? Tú eres quién está parada frente a mí casa. — Señala encima de su hombro, hacia la casa detrás de ella.

¿Su casa? Diablos ¿cuáles son las posibilidades?

Se endereza y golpea sus dedos contra las letras frente al buzón de correo.

Los Pierces.

Puedo sentir la sangre corriendo hacia mis mejillas, pero eso no importa. Después de una carrera a mitad de la tarde con el calor de Texas, y con un limitado suministro de agua, estoy segura de que mi cuerpo entero estaba teñido de rojo. Intento no mirar hacia su casa, pero la curiosidad es mi debilidad. Es una casa modesta, no muy llamativa. Encaja bien con el barrio de ingresos-medio en el que estamos. Al igual que el auto que está en su camino de entrada. Me pregunto si ¿es ese su auto? Puedo deducir por su conversación con cuál-es-su-cara de la tienda de comestibles que ella es de mi edad, así que sé que tiene que vivir con sus padres. Pero ¿cómo es que no la he visto antes? ¿Cómo no podría saber que vivo a menos de ocho kilómetros de la única persona en la existencia, quien puede convertirme en una bola de frustración sofocada?

Me aclaro la garganta. —Bueno, gracias por el agua. —No puedo pensar en nada que quieras más, que escapar de esta situación vergonzosa. Le doy un rápido saludo con la mano y comienzo a alejarme a zancadas.

—Espera un segundo —grita detrás de mí. No reduzco la velocidad, así que me pasa y se gira, trotando hacia atrás contra el sol—. Déjame llenar tu agua. —Se acerca y toma la botella de agua en mi mano izquierda, rozando la suya contra mi estómago en el proceso.

Me congelo de nuevo.

—Enseguida vuelvo —dice, corriendo hacia su casa.

Estoy perpleja. Ese es un acto de amabilidad completamente contradictorio. ¿Otro efecto secundario del trastorno de personalidad doble tal vez? Ella probablemente sea una mutación. Como Hulk. O Jejyll y Hyde. Me pregunto si Susan es su persona agradable, y Brittany es la temible. Brittany es definitivamente la que vi antes, en la tienda de comestibles. Pienso que me gusta Susan mucho más.

Me siento incomoda esperando, así que camino de vuelta hacia su calle, deteniéndome cada pocos segundos para echar un vistazo al camino que conduce de regreso a mi casa. No tengo idea de qué hacer. Siento como que cualquier decisión que tome a este punto, será una para el lado tonto de la escala.

¿Debería quedarme?

¿Debería correr?

¿Debería ocultarme en los arbustos antes de que vuelva afuera con esposas y un cuchillo?

Antes de que tenga la oportunidad de correr, su puerta se oscila abierta y sale con una botella llena de agua. Esta vez el sol está detrás de mí, así que no tengo que luchar tan duro para verla. Esa no es una cosa buena, al menos desde que todo lo que quiero hacer es mirarla.

¡Ugh! Absolutamente odio la lujuria.

La. Odio.

Cada fibra en mi ser sabe que ella no es una buena persona, sin embargo mi cuerpo no parece captar esa mierda del todo.

Me tiende la botella y rápidamente doy otro trago. Odio el calor de Texas tal y como es, pero junto con Brittany Susan Pierce, se siente como si estuviera de pie en los abismos del Infierno.

—Así que… ¿Antes? ¿En la tienda? —dice, con una pausa nerviosa—. Si te hice sentir incomoda, lo siento.

Mis pulmones me están pidiendo aire, pero de alguna manera encuentro la forma de responder—No me hiciste sentir incómoda.

Más o menos como que me intimidaste.

Estrecha sus ojos hacia mí por unos pocos segundos, estudiándome. Hoy he descubierto que no me gusta ser estudiada… me gusta pasar desapercibida. —No intentaba seducirte, tampoco —dice—. Sólo pensé que eras alguien más.

—Está bien. —Fuerzo una sonrisa, pero no está bien. ¿Por qué de repente soy consumida por la decepción de que no estaba intentando seducirme? Debería estar feliz.

—No es que no quisiera seducirte —agrega con una sonrisa—. Simplemente no lo hacía en ese momento particularmente.

Oh, gracias Jesús. Su aclaración me hace sonreír, a pesar de todos mis esfuerzos por no hacerlo.

— ¿Quieres que corra contigo? —pregunta, señalando con su cabeza hacia el camino detrás de mí.

Sí, por favor.

—No, está bien.

Asiente. —Bueno, iba por ese camino de todas formas. Corro dos veces al día y aún tengo un par de… —Deja de hablar a mitad de frase y da un rápido paso hacia mí. Toma mi barbilla e inclina mi cabeza hacia atrás—. ¿Quién te hizo eso? —La misma dureza que vi en sus ojos en la tienda regresa junto con su ceño fruncido—. Tu ojo no estaba así antes.

Empujo mi barbilla, tomándomelo como una broma. —Fue un accidente. Nunca interrumpas la siesta de una adolescente.

No sonríe. En su lugar, da un paso más cerca y me da una mirada dura, luego roza su pulgar por debajo de mi ojo. —Se lo dirías a alguien, ¿verdad? ¿Si alguien te hizo eso?

Quiero responder. En serio lo hago. Sólo que no puedo. Está tocando mi rostro.  Su mano está en mi mejilla. No puedo pensar, no puedo hablar, no puedo respirar. La intensidad que emana su existencia absorbe el aire de mis pulmones y la fuerza de mis rodillas.

Asiento sin convicción y frunce el ceño, luego quita sus manos.  

—Voy corriendo contigo —dice sin dudarlo. Coloca sus manos en mis hombros y me gira en la dirección opuesta, dándome un leve empujón. Deja caer una zancada junto a mí y corremos en silencio.

Quiero hablar con ella. Quiero preguntarle acerca de sus años en el reformatorio, por qué abandonó la escuela, por qué tiene ese tatuaje… pero estoy demasiado asustada de hallar las respuestas. Sin mencionar que estoy completamente sin aliento. Así que en su lugar, corremos en un completo silencio todo el camino de regreso hasta mi casa.

Cuando estamos cerca de mi calle, ambas disminuimos la velocidad para caminar. No tengo idea de cómo terminar esto. Nunca nadie corrió conmigo, así que no estoy segura de qué etiqueta corresponde cuando dos corredores se separan. Me giro y le doy un rápido saludo con la mano. — ¿Supongo que te veo después?

—Absolutamente —dice, mirándome.

Le sonrío incomoda y me alejo. ¿Absolutamente? Le doy vueltas a las palabras en mi mente mientras me dirijo hacia la acera. ¿Qué quiere decir con eso? No trató de obtener mi número, a pesar de no saber que no tengo uno. No preguntó si quiero correr con ella de nuevo. Pero dijo “absolutamente” como si estuviese segura; y en cierto modo, espero que lo esté.

—Santana, espera. —La forma en que su voz envuelve mi nombre me hace desear que la única palabra en su vocabulario sea Santana. Me giro y ruego que este por venir con otra frase seductora. Me enamoraría totalmente de eso ahora.

— ¿Me haces un favor?

Lo que sea. Haría lo que sea que me pidas, siempre y cuando estés usando ese top.

— ¿Sip?

Me lanza su botella de agua. La atrapo y miro hacia abajo, a la botella vacía, sintiéndome culpable de que yo no haya pensado en ofrecerle recargarla por mí misma. La agito en el aire y asiento, luego troto escaleras arriba y entro a la casa. Maribel está cargando el lavavajillas cuando corro dentro de la cocina. Tan pronto como la puerta del frente se cierra detrás de mí, jadeo por el aire que mis pulmones han estado pidiendo.

—Mi Dios, Santana. Luces como si estuvieses a punto de perder el conocimiento. Siéntate.
—Toma la botella de mi mano y me obliga a sentarme. Dejo que la rellene mientras respiro por la nariz y exhalo por la boca.  Se da la vuelta, me la entrega, y le pongo la tapa, luego me pongo de pie y corro fuera, hacia ella.

—Gracias —dice.  Me paro y veo como presiona por completo esos mismos labios para abrir la botella de agua.

Prácticamente nos estamos besando de nuevo.

No puedo distinguir entre el efecto de la carrera de ocho-kilómetros que acabo de tener y el efecto que Brittany está teniendo en mí. Ambas me hacen sentir como que estoy a punto de desmayarme por la falta de oxígeno. Brittany cierra la tapa de su botella de agua y sus ojos recorren mi cuerpo, haciendo una pausa en mi torso desnudo demasiado tiempo antes de que llegue a mis ojos. — ¿Corres en pistas?

Cubro mi estómago con el brazo izquierdo y sujeto mis manos en mi cintura. —No. Estoy pensando en intentarlo, sin embargo.

—Deberías. Apenas estás sin aliento y acabas de correr cerca de ocho kilómetros —dice—. ¿Eres de último año?

No tiene idea de cuánto esfuerzo de mi parte me está tomando no caer en el pavimento y resollar por la falta de aire. Nunca había corrido esta distancia de un tirón, y está tomando todo de mí disimular que no fue un gran problema. Aparentemente está funcionando.

— ¿No deberías saber ya que estoy en último año? Estás aflojando con tus habilidades de acecho.

Cuando sus hoyuelos hacen una reaparición, quiero chocar los cinco conmigo misma.

—Bueno, haces un poco difícil el acecharte —dice—. Ni si quiera pude encontrarte en Facebook.

Acaba de admitir que me estuvo buscando en Facebook. Estuve con ella menos de dos horas, así que el hecho de que haya ido directamente a casa y me haya buscado en Facebook es un poco halagador. Una sonrisa involuntaria aparece en mi rostro, y quiero golpear esta patética escusa de una chica que se ha apoderado de mi normalmente indiferente personalidad.

—No estoy en Facebook. No tengo acceso a internet —explico.

Entrecierra los ojos y sonríe como si no creyese lo que le estoy diciendo. Empuja los cabellos de su frente. — ¿Qué hay de tu teléfono? ¿No puedes obtener internet en tu teléfono?

—No hay teléfono. Mi mama no es fan de la tecnología moderna. No hay TV, tampoco.

—Mierda —ríe—. ¿Hablas enserio? ¿Qué haces para divertirte?

Le sonrío de regreso y me encojo de hombros. —Corro.

Brittany me estudia nuevamente, arrojando su atención brevemente a mi estómago. Desde ahora voy a pensar dos veces antes de decidir usar un sostén deportivo en el exterior.

—Bueno, en ese caso, ¿de casualidad no sabrías a qué hora se despierta cierta persona para sus carreras matutinas, no? —Echa un vistazo hacia mí y no puedo ver a la persona que Quinn describió del todo. Lo único que veo es una chica, coqueteando con una chica, con un casi-nervioso y adorable brillo en sus ojos.

—No sé si tú quisieras levantarte tan temprano —digo. La forma en la que me está mirando, junto con el calor de Texas, está súbitamente haciendo que mi visión se torne borrosa, así que inhalo una profunda bocanada de aire, queriendo parecer cualquier cosa menos agotada y nerviosa en estos momentos.

Inclina su cabeza hacia la mía y estrecha sus ojos. —No tienes idea cómo de mal me gustaría levantarme tan temprano. —Me muestra su hoyuelo acompañado de una sonrisa, y me desmayo.

No… literalmente. Me desmayo.

Y basada por el dolor en mi hombro y la suciedad y grava incrustada en mi rostro, no fue una hermosa y elegante caída. Perdí el conocimiento y golpeé el pavimento antes de que ella tenga la oportunidad de atraparme. Muy diferente a los héroes en los libros.

Estoy recostada en el sofá, presumiblemente dónde ella me dejó después de traerme dentro. Maribel está de pie junto a mí con un vaso de agua, y Brittany se encuentra detrás de ella, observando el resultado del momento más embarazoso de mi vida.

—Santana, bebe un poco de agua —dice Maribel, levantando la parte de atrás de mi cuello, presionándome hacia el vaso. Tomo un sorbo, luego inclino la cabeza hacia la almohada y cierro mis ojos con la esperanza de, más que nada, desmayarme nuevamente.

—Te voy a conseguir un paño frío —dice Maribel. Abro mis ojos, esperanzada de que Brittany haya decidido escaparse una vez que Maribel deje la habitación, pero continúa aquí. Y está más cerca ahora. Se arrodilla en el suelo a mi lado, y extiende su mano hacia mi cabello, quitando lo que asumo era suciedad o grava.

— ¿Estás segura de que te encuentras bien? Fue una caída bastante desagradable. —Sus ojos están llenos de preocupación y limpia algo de mi mejilla con su pulgar, luego descansa su mano en el sofá junto a mí.

—Oh, Dios —digo, cubriéndome los ojos con mi brazo—. Lo siento mucho. Eso ha sido tan vergonzoso.

Brittany toma mi muñeca y me quita el brazo del rostro. —Shh. —La preocupación en sus ojos se alivia, y una sonrisa juguetona se hace cargo de sus facciones—. Como que lo disfruté.

Maribel hace su camino de regreso hacia la sala de estar. —Aquí está tu paño, cariño. ¿Quieres algo para el dolor? ¿Tienes nauseas? —En lugar de darme el trapo a mí, se lo tiende a Brittany y camina hacia la cocina—. Tendría que tener un poco de Calendula o raíz de Burdock.

Genial. Si ya no estuviera lo suficientemente avergonzada, ella está a punto de hacerlo incluso peor obligándome a tragar sus infusiones hechas en casa frente a ella.

—Estoy bien, mamá. Nada duele.

Gentilmente, Brittany coloca el paño sobre mi mejilla y la limpia. — Podrías no estar adolorida ahora, pero lo estarás —dice, demasiado despacio para que Maribel pueda oírlo. Deja de examinar mi mejilla y cierra los ojos conmigo—. Deberías tomar algo, por si acaso.

No sé porque la sugerencia suena más atractiva saliendo de su boca, que la de Maribel, pero asiento. Y trago. Y contengo la respiración. Y aprieto mis muslos juntos. Y hago un intento por sentarme porque yo, tumbada en el sofá, con ella cerniéndose sobre mí, está a punto de hacer que me desmaye de nuevo.

Cuando ve mi esfuerzo por sentarme, toma mi codo y me ayuda. Maribel camina de regreso hacia la sala de estar y me da un pequeño vaso con jugo de naranja. Sus infusiones son tan amargas, que tengo que tomarlas con jugo para evitar que lo escupa de regreso. Lo tomo de su mano y me lo trago tan rápido como nunca antes he tomado uno, luego inmediatamente le doy el vaso. Sólo quiero que ella regrese a la cocina.

—Lo siento —dice, extendiendo su mano hacia Brittany—. Soy Maribel Lopez

Brittany se para y sacude su mano en respuesta. —Brittany Susan Pierce. Mis amigos me llaman Britt.

Estoy celosa de que ella haya conseguido tocar su mano. Quiero tomar un número y ponerme en la fila.

— ¿Ustedes se conocen? —pregunta ella.

Ella baja la mirada hacia mí en el mismo momento que miro hacia arriba, hacia ella. Sus labios apenas se curvan en una sonrisa, pero lo noto. — No lo hacemos, en realidad —dice, mirándola de regreso—. Lugar correcto en el momento correcto, creo.

—Bueno, gracias por ayudarla. No sé por qué se desmayó. Nunca se desmaya. —Baja la mirada hacia mí—. ¿Has comido algo hoy?

—Un poco de pollo para el almuerzo —digo, no admitiendo los Snickers que tuve antes de mi carrera—. La comida de la Cafetería apesta.

Rueda sus ojos y arroja sus manos en el aire. — ¿Por qué fuiste a correr sin comer primero?

Me encojo de hombros. —Lo olvidé. Usualmente no corro en las tardes.

Camina hacia la cocina con el vaso y suspira audiblemente. —No quiero que corras más, Santana. ¿Qué habría pasado si hubieses estado por tu cuenta? Corres demasiado, de todas maneras.

Tiene que estar bromeando. No hay manera de que pueda parar de correr.

—Escucha —dice Brittany, viendo como el resto de los colores son drenados de mi cara. Mira en dirección a la cocina, hacia Maribel—. Vivo sobre Ricker, y corro por aquí todos los días a la tarde. —Ella está mintiendo. Tendría que haberme dado cuenta—. Si te sientes más cómoda, estaría feliz de correr con ella las siguientes semanas o durante las mañanas. Usualmente corro en mi trayecto hacia la escuela, pero no es un gran problema. Tú sabes, para estar seguras de que esto no vuelva a pasar nuevamente.

Ah. La bombilla se encendió. No es extraño que esos abdominales luzcan familiares.

Maribel regresa a la sala y me mira, luego se vuelve hacia ella. Ella sabe cuánto disfruto mis carreras solitarias, pero puedo ver en sus ojos que se sentiría más cómoda si corro acompañada.

—Estoy bien con eso —dice, mirándome nuevamente—. Si Santana piensa que es una buena idea.

SÍ. Sí lo hago. Pero sólo si mi nueva acompañante está con un top para correr.

—Está bien. —Me paro, y cuando lo hago, puedo sentir el mareo resurgiendo. Supongo que mi rostro se puso pálido, porque Brittany tenía sus manos sobre mis hombros en menos de un segundo, bajándome hacia el sofá.

—Tranquila —dice. Levanta la mirada hacia Maribel—. ¿No tienes ninguna galleta que pueda comer? Eso tendría que ayudar.

Maribel va la cocina y Brittany baja la mirada hacia mí, sus ojos totalmente preocupados nuevamente. — ¿Estás segura de que estás bien? —Acaricia mi mejilla con su pulgar.

Me estremezco.

Una sonrisa diabólica aparece en su rostro cuando ve mi intento de cubrir la piel de gallina en mis brazos. Mira detrás de mí, hacia Maribel en la cocina, luego centra su mirada en la mía.

—¿A qué hora debería acecharte mañana? —susurra.

—¿Seis y media? —respiro, mirándola sin poder hacer nada.

—Seis y media suena bien.

—Brittany, tú no tienes que hacer esto.

Sus hipnotizantes ojos azules estudian mi rostro durante unos tranquilos segundos, y no puedo dejar de ver su igualmente hipnotizante boca mientras habla. —Sé que no tengo que hacer esto, Santana. Hago lo que quiero. —Se inclina hacia mi oído y disminuye su voz a un susurro—. Y quiero correr contigo. —Se aparta y me estudia. Debido a todo el caos desfilando a través de mi cabeza y estómago, fallo en reunir una respuesta.

Maribel está de regreso con unas galletitas. —Come —dice, colocándolas en mi mano.

Brittany se para y le dice adiós a Maribel, luego se gira hacia mí. — Cuídate. ¿Te veo en la mañana?

Asiento y la observo mientras se gira para irse. No puedo apartar los ojos de la puerta del frente después de que se cierra a sus espaldas. Lo estoy perdiendo. He perdido completamente cualquier tipo de control de mí misma. ¿Así que esto es lo que Quinn ama? ¿Esta lujuria?

La odio. Absoluta y positivamente odio este hermoso y mágico sentimiento.

—Ella fue tan agradable —dice Maribel—. Y es muy linda. —Gira su cabeza hacia mí—. ¿No la conocías?

Me encojo de hombros. —Sé de ella —digo. Y eso es todo lo que digo. Si ella supiera qué clase de inútil muchacha acaba de asignar como mi “acompañante de carreras”, se pondría histérica. Entre menos sepa acerca de Brittany Pierce, mejor será para todos.









------------------------------------------------------------------


Bueno chic@s un nuevo capitulo para ustedes!

Gracias por sus comentarios, en serio. Me encantaría responderles a cada uno pero no sé bien como se hace, lo siento soy como la mamá de Santana jajaja. Como les dije esta historia no me pertenece. Les mando un saludo muy grande y muchos besitos
.



Si les gustó el capítulo, comenten y subiré dos capítulos mañana  [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 918367557  [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 1202786940  








-
marycielo12
marycielo12
*
*

Femenino Mensajes : 35
Fecha de inscripción : 03/02/2015
Edad : 29
Club Brittana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por 3:) Vie Mar 13, 2015 1:43 pm

holap,...

buen momento apareció britt para ayudar a san,..
a ver como avanza la relación entre ellas ahora que van a empezar a correr!!!
el comentario de maribel a serca de britt???

nos vemos!!!
3:)
3:)
-*-*-*
-*-*-*

Femenino Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 32
Club Naya/Santana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por AndreaDaru Vie Mar 13, 2015 2:40 pm

Uy ahora van a correr juntas y en top.. jajajaja
quiero ver como sigue avanzando esa nueva "amistad" y a ver que dira quinn al respecto.
Y a ver que es lo que le paso a Brittany en el pasado..
AndreaDaru
AndreaDaru
---
---

Femenino Mensajes : 511
Fecha de inscripción : 20/02/2012
Edad : 30
Club Brittana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Sanny25 Vie Mar 13, 2015 6:25 pm

Hermosoo capituloooooooooooooooooo!!!!!!!!!! Estuvo genial, tengo el presentimiento que ya se conocian, algo de su pasado
me encantaa esta pareja
Sanny25
Sanny25
---
---

Femenino Mensajes : 580
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Edad : 26
Go Cheerios!

Volver arriba Ir abajo

Activo [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 7

Mensaje por marycielo12 Dom Mar 15, 2015 11:49 pm

CAPITULO 7
Lunes, 27 de agosto del 2012, 7:10 p.m.


¿Qué demonios le ha pasado a tu cara? – Tom suelta mi barbilla y pasa junto a mí hasta el refrigerador.

Tom ha sido una constante en la vida de Maribel alrededor de un año y medio ahora. Él cena con nosotras unas pocas noches a la semana, y desde que esta noche es la cena de despedida de Quinn, nos está honrando con su presencia. Por mucho que le guste darle a Quinn momentos difíciles, sé que va a echarla de menos también.

—Le pateé el culo a la carretera hoy —respondo.

Él se ríe. —Así que eso es lo que le pasó a la carretera.

Quinn agarra una rebanada de pan y abre el tarro de Nutella. Agarro mi plato y lo lleno con la última invención vegana de Maribel. La cocina de Maribel es un gusto adquirido, uno que Quinn todavía no ha adquirido después de cuatro años. Tom, por el otro lado, es la encarnación del gemelo de Maribel, así que a él no le molesta la cocina. Esta noche el menú consiste en algo que no puedo siquiera pronunciar, pero es completamente libre de productos animales, como siempre lo es. Maribel no me obliga a comer comida vegana, a menos que este en casa, normalmente como lo que quiero.

Todo lo que Quinn come es sólo comida para complementar su plato principal de Nutella. Esta noche ella está tomando un sándwich de queso y Nutella. No sé si alguna vez podría adquirir el gusto por eso.

—Así que, ¿cuándo te vas a instalar? —le pregunto a Tom. Él y Maribel han estado discutiendo el siguiente paso, pero nunca parecen superar el obstáculo de la estricta regla anti tecnología de ella. Bueno, Tom no puede superarlo. No es un cambio que será escalado alguna vez por Maribel.

—Cuando tu madre salga de su cueva y consiga ESPN —dice Tom.

No discuten sobre eso. Creo que su arreglo está bien para los dos, por lo que ninguno de ellos tiene prisa por sacrificar sus puntos de vista opuestos acerca de la tecnología moderna.

—Santana se desmayó en el camino de entrada hoy —dice Maribel, cambiando de tema—. Una adorable mujer-niña la llevó dentro.

Me río. —Chica, mamá. Por favor, sólo di chica.

Quinn me mira desde el otro lado de la mesa y se me ocurre que no le he contado acerca de mi carrera de ésta tarde. Tampoco le he hablado de mi primer día de escuela. Ha sido un día muy activo hoy. Me pregunto, ¿a quién voy a contarle mis cosas después de que se vaya mañana? El sólo pensamiento de ella estando al otro lado del mundo en dos días me llena de pavor. Espero que Kurt pueda ocupar los zapatos de Quinn. Bueno, a él probablemente le encantaría llenar sus zapatos. Literalmente. Pero estoy esperando que lo haga en el sentido figurado.

— ¿Estás bien? —pregunta Tom—. Debe de haber sido una buena caída para conseguir ese ojo morado.

Toco mi ojo y hago una mueca. Había olvidado completamente el ojo negro. —Esto no es de cuando me he desmayado. Quinn me dio un codazo. Dos veces.

Esperé que al menos uno de ellos le preguntara a Quinn por qué me atacó, pero no lo hicieron. Esto sólo demuestra lo mucho que la quieren. No les importaría siquiera si me diera una paliza, dirían que probablemente me la merecía.

— ¿Y eso no te molesta, tener un nombre raro? —le pregunta Tom—. Nunca entenderé eso. Es como cuando un padre llama a su hijo como uno de los días de la semana. —Se detiene con el tenedor en mitad del aire y mira a Maribel—. Cuando tengamos un bebé, no le haremos eso. Cualquier cosa que puedas encontrar en un calendario está fuera de los límites.

Maribel le mira con una pétrea y fría expresión. Si tuviera que adivinar por su reacción, ésta es la primera vez que Tom ha mencionado bebés. Si tuviera que adivinar basándome en la mirada en su rostro, los bebés no son algo que ella esté anticipando en su futuro. Nunca.

Tom centra su atención de nuevo en Quinn. — ¿No es tu nombre real Lucy o algo así? No entiendo por qué escogiste Quinn. Es posiblemente el peor nombre que podías haber elegido.

—Voy a aceptar tus insultos como lo que son —dice Quinn—. Sólo tu forma de esconder la devastación por mi ausencia inminente.

Tom se ríe. —Esconderé mis insultos donde tú quieras. Habrá más por venir cuando vuelvas dentro de seis meses.

Después de que Tom y Quinn se marchan, ayudo a Maribel en la cocina con los platos. Desde el segundo en el que Tom había sacado el tema de los bebés, ella ha estado inusualmente callada.

— ¿Por qué eso te ha afectado tanto? —le pregunto, entregándole el plato para limpiarlo.

— ¿Qué?

—Su comentario sobre tener un bebé contigo. Estás en los treinta. La gente tiene bebés con tu edad todo el tiempo.

— ¿Fue tan evidente?

—Lo fue para mí.

Agarra otro plato para limpiarlo, luego deja escapar un suspiro. — Amo a Tom. Pero también amo como estamos tú y yo solas. Me gusta nuestro arreglo y no sé si estoy lista para cambiarlo, mucho menos meter a otro bebé en escena. Pero Tom está tan decidido a seguir adelante.

Cierro el agua y me seco las manos con un trapo. —Tendré dieciocho en unas pocas semanas, mamá. Tanto como quieres que nuestro arreglo se quede igual… no lo hará. Me marcharé a la universidad después del próximo semestre y tú estarás viviendo aquí sola. No estaría de más considerar al menos la idea de permitirle instalarse.

Me sonríe, pero es una sonrisa dolorida como siempre lo es cuando saco el tema de la universidad. —He estado considerando la idea, Santana. Créeme. Sólo que es un paso enorme que no puede ser deshecho una vez que se ha tomado.

— ¿Y si es un paso que no quieres deshacer, sin embargo? ¿Y si es un paso que sólo te da ganas de dar otro paso, y otro más, hasta que estés en plena carrera?

Se ríe. —Eso es exactamente lo que me da miedo.

Limpio el mostrador y escurro el trapo en el fregadero. —A veces no te entiendo.

—Y yo no te entiendo, tampoco —dice, empujando mi hombro—. Nunca en la vida voy a entender porque querías tanto ir a la escuela pública. Sé que dijiste que fue divertido, pero cuéntame cómo te sientes realmente.

Me encojo de hombros. —Estuvo bien —miento. Mi obstinación gana cada vez. No hay forma de que le diga lo mucho que odié la escuela hoy, a pesar del hecho de que ella nunca diría “ya te lo dije”.

Se seca las manos y me sonríe. —Me alegro de oírlo. Ahora quizás cuando te pregunte de nuevo mañana me dirás la verdad.



Saco el libro que Kurt me dio de mi mochila y me tumbo en la cama. He leído dos páginas cuando Quinn se arrastra por mi ventana.

—Escuela primero, luego regalo —dice. Se estira en la cama a mi lado y dejo el libro sobre mi mesilla de noche.

—La escuela es una mierda. Gracias a ti y a tu incapacidad para decirle no a los chicos, yo he heredado tu terrible reputación. Sin embargo, por intervención divina, he sido rescatada por Kurt, el gay mormón adoptado que no puede cantar o actuar, pero le encanta leer y es mi más mejor amigo de todo el mundo.

Quinn hace pucheros. — ¿Ni siquiera he salido por la puerta y ya me has remplazado? Malvada. Y para que conste, no tengo una incapacidad para decirle que no a los chicos. Tengo una incapacidad para entender las ramificaciones morales de las relaciones sexuales prematrimoniales. Montones y montones de sexo prematrimonial.

Coloca una caja en mi regazo. Una caja sin envolver.

—Sé lo que estás pensando —dice—. Y deberías saber que la falta de envoltura no refleja lo que siento por ti. Sólo soy vaga.

Recojo la caja y la agito. —Eres la única que se marcha, ya sabes. Yo debería ser la que te diera un regalo.

—Sí, deberías. Pero apestas dando regalos y no espero que cambies por consideración a mí.

Tiene razón. Soy una donante de regalos horrible, pero mayormente porque odio mucho recibir regalos. Es casi tan embarazoso como la gente llorando. Le doy la vuelta a la caja y encuentro la solapa, la doblo y la abro. Saco el papel de seda y un teléfono móvil cae en mi mano.

—Quinn —digo—. Sabes que no puedo…

—Cállate. No hay forma de que me vaya al otro lado del mundo sin un medio para comunicarme contigo. Ni siquiera tienes una dirección de correo electrónico.

—Lo sé, pero no puedo… No tengo un trabajo. No puedo pagar por esto. Y Maribel…

—Tranquilízate. Es un teléfono de prepago. He puesto sólo minutos suficientes en él para que podamos escribirnos la una a la otra una vez al día mientras estoy fuera. No puedo pagar las llamadas internacionales, así que no has tenido suerte ahí. Y para continuar con los crueles y retorcidos valores de tu madre, la maldita cosa ni siquiera tiene internet. Sólo los mensajes de texto.

Coge el teléfono y lo enciende, luego introduce su número. —Si al final consigues un novio o novia caliente mientras estoy fuera, siempre puedes añadir minutos extras. Pero si él o ella usa cualquiera de los míos le voy a cortar las pelotas o las tetas.

Me tiende de vuelta el teléfono y pulso el botón de inicio. La información de su número de contacto destaca como Tu muy, muy más mejor amiga en todo el mundo.

Apesto recibiendo regalos y realmente apesto con las despedidas. Dejo el teléfono de nuevo en la caja y me agacho para coger mi mochila y levantarla. Saco los libros y los dejo en el suelo, entonces me giro y tiro mi mochila sobre ella y miro como todos los billetes de un dólar caen sobre su regazo.

—Hay treinta y siete dólares ahí —digo—. Debe durarte hasta que regreses. Feliz día de intercambio.

Recoge un puñado de dólares y los arroja al aire, entonces vuelve a caer sobre la cama. — ¿Sólo un día en la escuela pública y las zorras ya han hecho llover de tu taquilla? —se ríe—. Impresionante.

Coloco la tarjeta de despedida que le he escrito contra su pecho, luego inclino la cabeza sobre su hombro. — ¿Crees que es impresionante? Deberías haberme visto trabajar el paseo en la cafetería.

Coge la tarjeta y pasa los dedos sobre ella, sonriendo. No la abre porque sabe que no me gusta cuando las cosas se ponen emocionalmente incómodas. Apoya la tarjeta de nuevo contra su pecho y apoya su cabeza en mi hombro.

—Eres una puta —dice en voz baja, tratando de contener las lágrimas porque ambas somos demasiado tercas como para llorar.

—Eso es lo que he oído.












-----------------------------------------------------------

Hola chic@s, otro capítulo más!

Amo este capítulo porque es tan Quinntana! ¿Ya les dije que en esta historia amo la amistad de Quin y Santana? ajajaja. Gracias, gracias y muchas gracias por sus comentarios, cuando suba el otro capítulo responderé sus comentarios. Les mando muchos saludos y besitos. [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 918367557 [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 918367557






Si les gustó el capítulo, comenten! . Tengo otra historia en mente, así que en estos días tal vez suba la sinopsis.










-
marycielo12
marycielo12
*
*

Femenino Mensajes : 35
Fecha de inscripción : 03/02/2015
Edad : 29
Club Brittana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por 3:) Lun Mar 16, 2015 1:45 pm

holap,....

mmmm san con un hermanito??? jajajaj
es raro que san no le aya contado todavía a quinn que se vio con britt??? a ver que hace cuando se entre!!!

nos vemos!!!
3:)
3:)
-*-*-*
-*-*-*

Femenino Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 32
Club Naya/Santana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Sanny25 Mar Mar 17, 2015 12:11 pm

Hermosa la relacion  entre Quin y San como mejores amigas son las mejores
Sanny25
Sanny25
---
---

Femenino Mensajes : 580
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Edad : 26
Go Cheerios!

Volver arriba Ir abajo

Activo [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 8

Mensaje por marycielo12 Miér Mar 18, 2015 12:55 am

CAPITULO 8


Martes, 28 de agosto del 2012, 6:15 a.m.


La alarma suena y al instante debato soltarme correr hoy hasta que recuerdo quién me está esperando afuera. Me visto más rápido de lo que me he vestido desde el primer día desde que comencé a vestirme, luego miro por la ventana. Hay una tarjeta pegada al interior de mi ventana con la palabra “puta” escrita por Quinn. Sonrío y tiro la tarjeta por la ventana, luego arreglo la cama antes de salir.

Está sentada en la acera estirando sus piernas. Veo su espalda, lo cual es bueno, de lo contrario podría haber visto mi ceño tan pronto como me di cuenta de que está usando un polo. Me escucha y se da vuelta para mirarme.

—Hola tú. —Sonríe y se levanta. Me doy cuenta de que cuando lo hace, su polo ya está empapado. Corrió hasta aquí. Corrió más de tres kilómetros hasta aquí, y está a punto de correr más de cuatro kilómetros conmigo; entonces va a estar corriendo a casa más de tres kilómetros. En serio no entiendo por qué está pasando por todo este problema. O por qué se lo estoy permitiendo—. ¿Necesitas estirar primero? —pregunta.

—Ya lo hice.

Extiende su mano y toca mi mejilla con el pulgar. —No se ve tan mal —dice—. ¿Te duele?

Niego con la cabeza. ¿Realmente espera que vocalice una respuesta cuando sus dedos están tocando mi cara? Es bastante difícil hablar y contener la respiración al mismo tiempo.

Quita su mano y sonríe. —Bien. ¿Estás lista?

Dejo escapar un suspiro. —Sí.

Y corremos. Corremos lado a lado por un rato hasta que el camino se estrecha y se pone un paso detrás de mí, lo que me hace estar muy consciente de mí misma. Normalmente me pierdo cuando corro, pero esta vez, estoy muy consciente de cada cosa, de mi pelo, de lo largo de mis shorts, de cada gota de sudor que se arrastra por mi espalda. Estoy aliviada una vez que el camino se ensancha y vuelve a caminar junto a mí.

—Puedes probar entrar al equipo. —Su voz es firme y no suena como si ya hubiese corrido seis kilómetros esta mañana—. Tienes más resistencia que la mayoría de los chicos del equipo del año pasado.

—No sé si lo quiero —digo, poco atractivamente sin aliento—. Realmente no conozco a nadie en la escuela. Tenía un proyecto para probar, pero la mayor parte de la escuela son… quiero decir… No quiero estar con ellos por largos períodos de tiempo bajo el disfraz de un equipo.

—Sólo has estado en la escuela pública por un día. Dale tiempo. No se puede esperar ser educado en casa toda tu vida, luego caminar el primer día con un montón de nuevos amigos.

Me detengo en seco. Da unos pasos más antes de darse cuenta que ya no estoy a su lado.

Cuando se da vuelta y me ve parada en la acera, se acerca y me agarra los hombros. — ¿Estás bien? ¿Estás mareada?

Niego con la cabeza y quito sus manos de mis hombros. —Estoy bien —digo con una cantidad muy audible de molestia en mi respuesta.

Ladea su cabeza. —¿Dije algo malo?

Comienzo a caminar en dirección a mi casa, así que me sigue. —Un poco —digo, cortando mi mirada hacia ella—. Estaba casi bromeando sobre acosarme ayer, pero admitiste que me buscaste en Facebook después de conocerme. Luego insististe en correr conmigo, incluso cuando está fuera de tu camino. Ahora ¿de alguna manera sabes cuánto tiempo estuve en la escuela pública? ¿Y que soy educada en casa? No voy a mentir, es un poco desconcertante.

Esperé por una explicación, pero en cambio sólo entrecierra los ojos y me mira. Ambas estamos caminando, pero sigue en silencio mirándome hasta la vuelta de la esquina.

Cuando finalmente va a hablar, sus palabras se adelantan con un profundo suspiro. —He preguntado por ahí —dice finalmente—. He vivido aquí desde que tengo diez, así que tengo un montón de amigos. Tenía curiosidad por ti.

La miro por algunos pasos, luego mi mirada cae a la acera. De repente no puedo mirarla, preguntándome qué más sus “amigos” le han contado de mí. Sé que los rumores han estado dando vueltas desde que Quinn y yo nos hicimos mejores amigas, pero es la primera vez que me siento remotamente a la defensiva o avergonzada. El hecho de que ella corre a su manera sólo puede significar una cosa. Oyó los rumores, y probablemente está esperando que sean verdad.

Puede decir que estoy incómoda, así que me agarra el codo y me detiene. —Santana. —Estamos cara a cara, pero mantengo mis ojos fijos en el concreto. En realidad estoy usando más que un sostén deportivo hoy, pero cruzo los brazos sobre mi camiseta de todos modos y me abrazo. No hay nada que mostrar que necesite cubrirse, pero de alguna manera me siento realmente desnuda en este momento—. Creo que hemos empezado con el pie equivocado ayer en la tienda —dice—. Y la conversación sobre acosar, te lo juro, era una broma. No quiero que te sientas incómoda a mí alrededor. ¿Te hace sentir mejor saber más sobre mí? Pregúntame algo y te lo diré. Lo que sea.

Realmente espero que esté siendo honesta porque ya puedo decir que no es el tipo de chica en el que una persona tiene un simple enamoramiento. Es el tipo de chica del que te enamoras fuerte, y la idea me aterra. De verdad no quiero enamorarme fuerte de alguien en absoluto, especialmente de alguien que sólo está haciendo un esfuerzo porque cree que soy fácil. Tampoco quiero enamorarme de alguien que ya se ha calificado a sí misma como sin esperanza. Pero estoy curiosa. Demasiado curiosa.

— ¿Si te pregunto algo, serás honesta?

Inclina su cabeza. —Eso es todo lo que siempre seré.

La forma en que baja la voz cuando habla hace que mi cabeza gire por un segundo, y estoy asustada de que si sigue haciendo eso, me desmayaré nuevamente. Por suerte, da un paso atrás y espera por mi respuesta. Quiero preguntarle sobre su pasado. Quiero saber por qué la enviaron lejos y por qué lo hizo, por qué Quinn no confía en ella. Pero otra vez, no estoy segura de que quiera saber la verdad.

— ¿Por qué dejaste la escuela?

Suspira como si esa fuera una de las preguntas que tenía la esperanza de esquivar.

Comienza a caminar de nuevo y soy yo la que la sigue esta vez.

—Técnicamente, no la he abandonado todavía.

—Bueno, obviamente no has estado más de año. Yo diría que la dejaste.

Se vuelve hacia mí y se ve atormentada, como si quisiera decirme algo. Abre su boca, y luego la cierra de nuevo después de vacilar. Odio que no pueda leerla. La mayoría de la gente es fácil de leer. Son simples. Brittany es todo lo contrario, es confusa y complicada.

—Me acabo de mudar a casa hace unos días —dice—. Mi mamá y yo tuvimos bastante el año pasado, así que me mudé con mi papá a Austin por un tiempo. He ido a la escuela allí, pero sentí que era la hora de volver a casa. Así que aquí estoy.

El hecho de que no mencionó su paso por la prisión me hace preguntarme de su capacidad de ser comunicativa. Entiendo que probablemente no es algo de lo que quiera hablar, pero no debe pretender que siempre va a ser honesta cuando está haciendo todo lo contrario.

—Nada de esto explica por qué decidiste dejarla, en lugar de simplemente transferirte de nuevo.

Se encoge de hombros. —No lo sé. Para ser honesta, sigo tratando de decidir lo que quiero hacer. Ha sido un año bastante jodido. Sin mencionar que odio esta escuela. Estoy cansada de la mierda y algunas veces creo que es más fácil dejarlo.

Dejo de caminar y giro hacia ella. —Es una excusa de mierda.

Levanta una ceja. — ¿Es una mierda que odie la escuela secundaria?

—No. Es una mierda que estés dejando que un mal año determine tu destino por el resto de tu vida. Estás a nueve meses de la graduación, ¿y lo dejas? Es sólo… es estúpido.

Se ríe. —Bueno, cuando lo pones tan elocuentemente.

—Ríete todo lo que quieras. Dejar la escuela es sólo ceder. Estás demostrando a todos que alguna vez dudaste que estuvieras en lo correcto. —Bajo la mirada y veo el tatuaje en su brazo—. ¿Vas a abandonar y mostrarle al mundo lo imposible que eres? Qué manera de pegarte a “ellos”.

Sigue mi mirada hacia su tatuaje y se queda mirando por un momento, moviendo su mandíbula delante y detrás. Realmente no quería irme por la tangente, pero saltarse la educación es un tema delicado conmigo. Culpo a Maribel por todos esos años diciéndome que soy la única considerada responsable de cómo mi vida resulte.

Brittany quita la mirada del tatuaje que ambas estamos mirando, mira hacia atrás y señala con la cabeza hacia mi casa. —Ya estás aquí —dice con toda naturalidad. Se aleja de mí sin siquiera una sonrisa o un adiós.

Me quedo en la acera y veo como desaparece al doblar la esquina sin mirar a mi dirección.

Y ahí estaba yo, pensando que en realidad tuve una conversación con una de sus personalidades hoy. Es mucho para eso.










------------------------------------------------------------------------------

Otro capítulo chic@s!!!  [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 2145353087  [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 2145353087

Gracias por sus comentarios.








-
marycielo12
marycielo12
*
*

Femenino Mensajes : 35
Fecha de inscripción : 03/02/2015
Edad : 29
Club Brittana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Sanny25 Miér Mar 18, 2015 5:35 pm

Me dejo sin palabras este capitulo, en realidad no entendi muchooo
Sanny25
Sanny25
---
---

Femenino Mensajes : 580
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Edad : 26
Go Cheerios!

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por 3:) Miér Mar 18, 2015 5:39 pm

holap,...

entre preguntas,... no saco nada san,..
a ver a donde fue britt!!!!
como sigue la relación???

nos vemos!!!
3:)
3:)
-*-*-*
-*-*-*

Femenino Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 32
Club Naya/Santana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por 3:) Miér Mar 18, 2015 5:40 pm

holap,...

entre preguntas,... no saco nada san,..
a ver a donde fue britt!!!!
como sigue la relación???

nos vemos!!!
3:)
3:)
-*-*-*
-*-*-*

Femenino Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 32
Club Naya/Santana

Volver arriba Ir abajo

Activo [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 9

Mensaje por marycielo12 Lun Mar 23, 2015 11:53 am

CAPITULO 9

Martes, 28 de agosto del 2012, 7:55 a.m.


Entro en el primer período y Kurt está sentado en el fondo de la sala en toda su gloria rosa. Cómo no me di cuenta de esos zapatos rosas fuertes y del chico con el que estaba antes de almorzar ayer y perturbara mi mente.

—Hola, guapo —le digo mientras me deslizo hacia un asiento vacío a su lado. Tomo la taza de café de sus manos y le doy un sorbo. Él me deja, porque no me conoce lo suficiente todavía para oponerse. O tal vez me deja porque sabe las consecuencias de interceptar a una autoproclamada adicta a la cafeína.

—Aprendí mucho de ti anoche —dice—. Es una pena que tu madre no te permita tener Internet. Es un lugar increíble para descubrir datos sobre ti que ni siquiera conocías.

Me río.

—¿Quiero saber? —Inclino mi cabeza hacia atrás y acabo con su café, luego le devuelvo la taza. Mira hacia abajo a la taza vacía y la coloca de nuevo en mi escritorio.

—Bueno —dice—. De acuerdo con alguna investigación en Facebook, tenías a alguien llamada Daniel Wesley durante la noche del viernes y dio lugar a un susto de embarazo. El sábado tuviste relaciones sexuales con alguien llamado Sam y luego lo echaste. Ayer... — Tamborilea con los dedos en la barbilla—. Ayer fuiste vista corriendo con una tipa llamada Brittany Susan Pierce después de la escuela. Eso me preocupa un poco, ya que, se rumorea... que no le gustan los mormones.

A veces estoy agradecida que no tener acceso a Internet como los demás.

—Vamos a ver —le digo, corriendo a través de la lista de rumores—. Ni siquiera sé quién es Daniel Wesley. El sábado, Sam sí vino a mi casa, pero no llegó a nada antes de que pateara fuera su borracho trasero. Y sí, yo estaba corriendo con una tipa llamada Brittany ayer, pero no tengo ni idea de quién es. Sólo corremos a la misma hora y no vive lejos de mí, así que...

Inmediatamente me siento culpable por restar importancia a la carrera con Brittany. Aún no logro comprenderla y no estoy segura de estar lista para que alguien se infiltre con Kurt y conmigo en la vieja alianza de las veinte horas.

—Si te hace sentir mejor, me enteré por una chica llamada Hanna que soy un producto del dinero viejo y soy inmensamente rico —dice.

Me río. —Bien. Entonces no tendrás un problema en traerme café todas las mañanas.
La puerta del salón se abre y los dos miramos hacia arriba, mientras que Brittany entra vestida con una blusa blanca y jeans oscuros, el pelo recién lavado por nuestra carrera esta mañana. Tan pronto como la veo, el virus estomacal/ardientes destellos/mariposas, vuelven.

—Mierda —murmuro. Brittany camina hacia el escritorio del señor Mulligan y pone un papel sobre él, luego camina hacia el fondo del salón jugando con su teléfono todo el tiempo. Se sienta en el pupitre directamente frente a Kurt y ni siquiera me nota. Baja el volumen a su teléfono y lo pone en el bolsillo.

Estoy en estado de shock de que se presentó incluso como para hablar con ella. ¿De alguna manera cambié su opinión acerca de volver a inscribirse? ¿Estoy contenta con el hecho de que quizá yo haya cambiado su opinión? Porque de cierto modo no siento nada más que pena.

El Sr. Mulligan entra y pone sus cosas en el escritorio, a continuación, se vuelve hacia la pizarra y escribe su nombre, seguido de la fecha. No estoy segura de si honestamente cree que olvidamos quién era desde ayer, o si simplemente quiere recordarnos que piensa que somos ignorantes.

—Susan —dice, aún frente a la pizarra. Se da vuelta y mira a Brittany— . Bienvenida de nuevo, aunque sea un día tarde. ¿Supongo que no nos darás ningún problema este semestre?

Mi boca se cae ante su directa observación tan condescendiente. Si este es el tipo de mierda que Brittany tiene que soportar cuando está aquí, no me extraña que no quisiera volver. Al menos yo la tengo de otros estudiantes. No importa quién es el estudiante, los maestros nunca deben ser condescendientes. Esa debería ser la primera regla en el manual del profesor. La segunda regla debe ser que a los profesores no se les permita escribir sus nombres en las pizarras más allá del tercer grado.

Brittany se mueve en su asiento y responde a la observación del Sr. Mulligan, con una mordida en la misma medida.

— ¿Supongo que no va a decir nada que me incite a darle problemas este semestre, Sr. Mulligan?

Bueno, lo de "dar mierda" es obviamente una calle de dos vías. Tal vez mi lección siguiente, más allá de hablar con ella de volver a la escuela, debe ser para que le enseñara el significado del respeto a la autoridad.

El Sr. Mulligan mete la barbilla y mira a Brittany sobre la montura de sus gafas.

—Susan. ¿Por qué no vienes a la parte delantera del salón y te presentas con tus compañeros de clase? Estoy seguro de que hay algunas caras nuevas desde que nos dejaste el año pasado.

Brittany no se opone, lo que estoy segura que es exactamente lo que el Sr. Mulligan esperaba que hiciera. En cambio, prácticamente salta de su silla y camina rápidamente hacia el frente del salón. Su repentino estallido de energía hace que el Sr. Mulligan dé un paso atrás rápidamente.

Brittany se da vuelta para enfrentarse a la clase, sin una onza de duda o inseguridad sobre ella.

—Un gusto —dice Brittany, cortando sus ojos hacia el Sr. Mulligan—. Soy Brittany Susan Pierce. La gente me llama Brittany. —Aparta la mirada del Sr. Mulligan hacia la clase—. He sido una estudiante aquí desde primer año con la excepción de un semestre y medio sabático. Y de acuerdo con el Sr. Mulligan, me gusta incitar problemas, por lo que esta clase debería ser divertida.

Varios de los estudiantes rieron con este comentario, pero yo no logré encontrar el humor en él. Ya he estado dudando de ella a base de todo lo que he escuchado, ahora está mostrando su verdadera cara por la forma en que ha estado actuando. Brittany abre la boca para continuar con su presentación, pero estalla en una sonrisa tan pronto como me ve en la parte trasera de la sala. Me guiña un ojo y de inmediato quiero meterme debajo del pupitre y ocultarme. Le doy una rápida sonrisa con los labios apretados y luego miro hacia abajo tan pronto como los demás estudiantes comienzan a darse la vuelta en sus asientos para ver a quién está mirando.

Una hora y media atrás, se alejó de mí de una mala manera. Ahora me sonreía como si acabara de ver a su mejor amiga por primera vez en años.

Sip. Ella tiene problemas.

Kurt se inclina sobre su pupitre.

— ¿Qué demonios fue eso? —susurra.

—Te lo diré en el almuerzo —le digo.

— ¿Esa es toda la sabiduría que desea impartirnos hoy? —pregunta el Sr. Mulligan a Brittany.

Brittany asiente, y luego regresa a su asiento, nunca retira su mirada de la mía. Se sienta y gira el cuello hacia mí. El Sr. Mulligan comienza su conferencia y todos vuelven su atención a la parte delantera de la sala. Todos, menos Brittany. Echo un vistazo a mi libro y lo abro en el capítulo actual, con la esperanza de que hará lo mismo. Cuando alzo la vista, sigue mirándome.

— ¿Qué? —digo sin emitir sonido, sacudiendo las manos en el aire.

Entorna los ojos y me mira en silencio por un momento. —Nada —dice finalmente. Se da la vuelta en su asiento y abre el libro delante de ella.

Kurt da golpecitos con el lápiz en mis nudillos y me mira con curiosidad, luego vuelve su atención a su libro. Si está esperando una explicación sobre lo que acaba de suceder, va a estar decepcionado cuando sea incapaz de darle una. Yo ni siquiera sé lo que pasó.

Robo varias miradas en la dirección de Brittany durante la conferencia, pero no se da la vuelta otra vez en todo el período. Cuando suena la campana, Kurt salta de su asiento y tamborilea con los dedos sobre mi escritorio.

—Yo. Tú. Almuerzo —dice, levantando la ceja.

Sale del salón y vuelvo la mirada a Brittany, está mirando a la puerta del aula que Kurt acaba de dejar con una dura mirada en sus ojos.

Agarro mis cosas y salgo por la puerta antes de que Brittany tenga la oportunidad de entablar una conversación. Me alegro de que decidiera volver a inscribirse, pero estoy perturbada por la forma en que me miró como si fuéramos mejores amigas. Realmente no quiero que Kurt, o cualquier otra persona, piense que estoy bien con las cosas que hace Brittany. Prefiero no asociarme a ella, pero tengo la sensación de que eso va a ser un problema.

Voy a mi casillero y cambio mis libros, agarrando el de inglés. Me pregunto si Hanna/Haila realmente me reconoció en la clase de hoy.

Probablemente no, eso fue hace veinticuatro horas. Dudo que tenga suficientes células cerebrales para recordar información de hace mucho tiempo.

—Oye, tú.

Cierro los ojos con fuerza, no quería dar la vuelta para verla de pie en toda su hermosa gloria.

—Viniste.

Ajusto los libros en mi casillero, luego doy la vuelta y me enfrento a ella. Sonríe y se inclina hacia arriba contra el casillero junto al mío.

—Limpia te ves muy bien —dice, mirándome de arriba abajo—. A pesar de que la versión sudorosa no es tan mala tampoco.

Ella también se ve muy bien limpia, pero no voy a decirle eso.

— ¿Estás aquí para acecharme o realmente volviste a inscribirte?

Sonríe con picardía y tamborilea con los dedos sobre el casillero.

—Ambas.

Realmente tengo que cortarla con las bromas de acecho. Sería gracioso si no creyera que fuera realmente capaz.

Miro a mi alrededor en el pasillo que se va limpiando.

—Bueno, tengo que ir a clase —le digo—. Bienvenida de nuevo.

Entorna los ojos, casi como si pudiera sentir mi malestar.

—Estás siendo rara.

Ruedo mis ojos en su evaluación. ¿Cómo puede saber que lo estoy siendo? Ni siquiera me conoce. Miro hacia mi casillero y trato de ocultar los verdaderos pensamientos sobre por qué estoy siendo "rara". Pensamientos como, ¿por qué su pasado no me asusta más de lo que hace con los demás? ¿Por qué tiene un temperamento tan malo que tuvo que hacer lo que le hizo a esa pobre chica el año pasado? ¿Por qué quiere salir de su camino para correr conmigo? ¿Por qué estaba preguntando por mí? En lugar de admitir verbalmente las preguntas dentro de mi cabeza, me encojo de hombros.

—Estoy sorprendida de verte aquí.

Se inclina con el hombro contra el casillero junto al mío y niega con la cabeza.

—Nop. Es otra cosa. ¿Qué está mal?

Suspiro y me apoyo en mi casillero.

— ¿Quieres que sea honesta?

—Eso es todo lo que quiero que seas.

Pongo mis labios en una línea apretada y asiento.

—Está bien —le digo. Giro mi hombro contra el casillero y la enfrento—. No quiero darte una idea equivocada. Tú coqueteas y dices cosas como que tienes intenciones conmigo que yo no estoy dispuesta a corresponder. Y tú eres... —Hago una pausa, buscando la palabra correcta.

— ¿Soy qué? —dice, mirándome fijamente.

—Tú eres... intensa. Demasiado intensa. Y malhumorada. Y un poco intimidante. Y está esta otra cosa —le digo, sin decirlo—. Es sólo que no quiero que te des la idea equivocada.

— ¿Qué otra cosa? —dice como si supiera exactamente a qué otra cosa me refiero, pero me retaba a decirlo.

Dejo escapar un suspiro y presiono la espalda contra el casillero, mirando hacia mis pies.

—Tú sabes —le digo, porque no quería evocar su pasado más de lo que ella probablemente lo hace.

Brittany se pone delante de mí y coloca su mano en el casillero al lado de mi cabeza, y luego se inclina hacia mí. Levanto la vista hacia ella y está mirándome, a menos de quince centímetros de mi cara.

—No lo sé, porque estás bordeando cualquier asunto que sea que tengas conmigo como si tuvieras demasiado miedo de decirlo. Sólo tienes que decirlo.

Mirándola en este momento, sintiéndome atrapada como me siento, el mismo pánico regresa a mi pecho, el mismo que salió de allí después de nuestro primer encuentro.

—Me enteré de lo que hiciste —le digo abruptamente—. Conozco a la chica a la que golpeaste. Sé que te enviaron a un reformatorio. Sé que en los dos días que te conozco, me has asustado como el infierno por lo menos tres veces. Y ya que estamos siendo sinceras, sé que también has estado preguntando por mí, entonces probablemente has oído hablar de mi reputación, que es más que probable que sea la única razón por la que tú estás haciendo un esfuerzo, incluso conmigo. Odio decepcionarte, pero no me voy a acostar contigo. No quiero que pienses que puede ocurrir nada entre nosotras, además de lo que ya está sucediendo. Corremos juntas. Eso es todo.

Tenía la mandíbula tensa, pero su expresión no cambió nunca. Baja el brazo y da un paso atrás, lo que me permitió espacio para respirar de nuevo.

No entiendo por qué cada vez que pone un pie dentro de mi espacio personal, me quita todo el aliento. Sobre todo no entiendo por qué me gusta esa sensación.

Aprieto los libros contra el pecho y comienzo a pasarla cuando un brazo gira alrededor de mi cintura y me aparta de Brittany. Miro a mi lado para ver a Sam mirando a Brittany de arriba abajo, apretando su agarre alrededor de mi cintura.

— Brittany —dice Sam con frialdad—. No sabía que vendrías nuevamente.

Brittany ni siquiera reconoce a Sam. Sigue mirándome durante unos segundos, sólo aparta su mirada de la mía para mirar hacia abajo a la mano de Sam que se agarra a mi cintura. Asiente un poco y sonríe, como si hubiera llegado a algún tipo de realización, entonces me mira.

—Bueno, estoy de vuelta —dice sin rodeos, sin mirar directamente a Sam.

¿Qué demonios es esto? ¿De dónde vino Sam y por qué tiene su brazo alrededor de mí como si me estuviera reclamando?

Brittany aparta sus ojos de los míos y se da vuelta para irse, pero se detiene abruptamente. Gira y me mira.

—Las pruebas de pista son el jueves después de la escuela —dice—. Ve.

Luego se va.

Lástima que Sam no.

— ¿Estas ocupada este sábado? —me dice Sam al oído, tirando de mí.

Lo empujo y me alejo de él. —Detente —le digo, irritada—. Creo que fui bastante clara la semana pasada.

Cierro mi casillero y me alejo, preguntándome cómo demonios he escapado del drama toda mi vida, pero tengo suficiente para un libro completo sólo con los últimos dos días.

*****


Kurt toma asiento frente a mí y me desliza un refresco.

—No tenían café, pero encontré cafeína.

Sonrío.

—Gracias mejorsísimo amigo en todo mundo entero.

—No me lo agradezcas, lo compré con malas intenciones. Lo estoy usando para sobornarte y obtener las cosas oscuras de tu vida amorosa.

Me río y abro la soda.

—Bueno, te quedarás decepcionado, porque mi vida amorosa no existe.

Abre su propio refresco y sonríe.

—Oh, lo dudo. No de la manera en que la chica mala te ha estado mirando desde allá. —Ladea la cabeza hacia la derecha.

Brittany está tres mesas lejos, mirándome fijamente. Está sentada con varias chicas del equipo de fútbol, que parecen muy contentas con tenerla de vuelta. Le están dando palmaditas en la espalda y hablando a su alrededor, nunca dándose cuenta de que ella no es parte de la conversación.

Toma un trago de agua, manteniendo sus ojos en los míos. Pone su vaso sobre la mesa un poco demasiado con fuerza, inclina su cabeza hacia la derecha mientras se pone de pie. Miro a la derecha y veo la salida de la cafetería. Está caminando hacia ella, esperando que la siga.

— ¿Eh? —digo, más para mí que para Kurt.

—Sí. ¿Eh? Ve a ver qué diablos quiere. Luego regresas para decirme.

Tomo otro trago de mi refresco y lo pongo sobre la mesa.

—Sí, señor.

Mi cuerpo se pone de pie para seguir a Brittany, pero dejo mi corazón en la mesa. Estoy bastante segura de que saltó de mi pecho tan pronto como me indicó que la siguiera. Puedo poner buena cara para Kurt todo lo que quiera, pero maldita sea si no puedo tener un poco de control sobre mis propios órganos.

Brittany está a varios metros delante de mí y cuando abre las puertas, estas se balancean cerrándose detrás de ella. Pongo mi mano en las puertas de vaivén cuando llegan y dudo un momento antes de empujar hacia fuera en el pasillo. Creo que prefiero estar dirigiéndome a detención en estos momentos en lugar de hablar con ella. Mi estómago está atado en tantos nudos que podría hacer que un boy scout me envidiara.

Miro a ambos lados, pero no la veo. Me tomó unos pasos llegar al borde de los casilleros, y luego girar en la esquina. Su espalda se apoya en uno de ellos y la rodilla está doblada, con el pie apoyado en el casillero detrás de ella. Sus brazos están cruzados sobre el pecho y está mirándome directamente. El color azul celeste de sus ojos no es aún lo suficientemente amable para ocultar la ira detrás de ellos.

— ¿Estás saliendo con Sam?

Ruedo los ojos y camino a las taquillas frente a ella, recostándome en ellas. Realmente estoy cansada de sus cambios de humor y acabo de conocer a la chica.

— ¿Es importante? —Estoy curiosa sobre cuán de su incumbencia es ese asunto. Hace esa pausa silenciosa que he notado que viene antes de todo lo que dice.

—Es un idiota.

—A veces tú lo eres también —le digo rápidamente, sin necesitar tanto tiempo como ella para dar una respuesta.

—No es bueno para ti.

Dejo escapar una risa exasperada.

— ¿Y tú lo eres? —pregunto, devolviéndole su observación. Si estuviéramos llevando la cuenta, yo diría que es dos y cero en mi favor.

Deja caer los brazos y se da la vuelta para hacer frente a los casilleros, alcanzando a uno de ellos con una palma de la mano. El sonido de piel contra el metal resuena en el pasillo y va directamente a mi estómago.

—No me cuentes en esto —dice, girándose—. Estoy hablando de Sam, no de mí. No deberías estar con él. No tienes ni idea de qué tipo de persona es.

Me río. No porque ella es divertida... sino porque está siendo seria. ¿Esta chica que ni siquiera conozco está seriamente tratando de decirme con quién debo y no debo salir? Giro mi cabeza contra el casillero en una ola de derrota.

—Dos días, Brittany. Te he conocido por dos días. —Pateo los casilleros detrás de mí y camino hacia ella—. En estos dos días, he visto cinco partes diferentes de ti, y sólo una de ellas ha sido atractiva. El hecho de que piensas que tienes derecho a expresar tu opinión, incluso de mí o de mis decisiones, es absurdo. Es ridículo.

Brittany trabaja su mandíbula hacia atrás y adelante y me mira, con los brazos bien doblados sobre el pecho. Da un paso desafiante hacia mí. Sus ojos son tan duros y fríos, que estoy empezando a pensar que se trata de una sexta parte lo que estoy viendo. Una incluso más enojada, un lado más posesivo.

—No me cae bien. ¿Y cuando veo este tipo de cosas? —Pone su mano en mi cara y pasa suavemente el dedo por debajo de la contusión importante en mi ojo—. ¿Y entonces lo veo rodeándote con su brazo? Perdóname si me pongo un poco ridícula.

Sus dedos se arrastran por mi mejilla, dejándome sin aliento. Es una lucha por mantener los ojos abiertos y no apoyarme en dirección a su palma, pero me mantengo en mi resolución. Estoy construyendo una inmunidad a esta muchacha. O... al menos lo estoy intentando. Esa es mi nueva meta, de todos modos.

Doy un paso lejos de ella hasta que su mano ya no toca mi cara. Dobla los dedos en un puño y baja la mano a su lado.

— ¿Crees que debería mantenerme alejada de Sam porque tienes miedo de que tiene cierto temperamento? —Inclino mi cabeza hacia un lado y entrecierro los ojos hacia ella—. Un poco hipócrita, ¿no te parece?

Después de unos segundos de estudiarme, deja escapar un suspiro corto con una apenas notable rodada de ojos. Mira hacia otro lado y niega con la cabeza, agarrando la parte de atrás de su cuello. Permanece en esta posición, mirando a mi lado opuesto durante varios segundos. Cuando se da la vuelta despacio, no me mira a los ojos. Cruza los brazos sobre el pecho y mira al suelo.

—Te pegó —dice sin ninguna inflexión en la voz. Mantiene su cabeza hacia el suelo, pero me mira a través de sus pestañas—. ¿Alguna vez te había pegado?

Aquí va otra vez, me induce a la sumisión por un cambio sencillo en el comportamiento.

—No —digo en voz baja—. Y no. Te lo dije... fue un accidente.

Nos miramos la una a la otra en completo silencio hasta que la segunda campana para el almuerzo suena y el pasillo se llena de estudiantes. Soy la primera en romper la mirada. Camino de vuelta a la cafetería sin mirarla.








-----------------------------------------------------

Otro capítulo para ustedes, chic@s!!
Espero que les guste mucho y comenten [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 2145353087 [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 2145353087








-
marycielo12
marycielo12
*
*

Femenino Mensajes : 35
Fecha de inscripción : 03/02/2015
Edad : 29
Club Brittana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por 3:) Lun Mar 23, 2015 1:57 pm

holap,...

el comportamiento es raro,..
espero que sam no le toque ni un pelo a san por que se me hace que britt lo mata,...
a ver como lo llevan las dos en el scohol!!!???

nos vemos!!!
3:)
3:)
-*-*-*
-*-*-*

Femenino Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 32
Club Naya/Santana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Susii Lun Mar 23, 2015 4:58 pm

Me encanta la adaptacion!! Actualiza mas seguido porfis:ccc Sam es un tarado sksbjdvs yo lo odio en glee y lo odio en los fic akdbdjb Saludooos<3
Susii
Susii
********-*-
********-*-

Femenino Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 25
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Sanny25 Lun Mar 23, 2015 7:12 pm

Holaaa

Britt si que parece realmente Bipolar, dios que cambios de humores tan raros, pero estaba celosa de Sam?? Dioss siempre voy a odiar a ese tonto
Sanny25
Sanny25
---
---

Femenino Mensajes : 580
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Edad : 26
Go Cheerios!

Volver arriba Ir abajo

Activo [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 10

Mensaje por marycielo12 Dom Mar 29, 2015 2:08 am

CAPITULO 10
Miércoles, 29 de agosto del 2012, 6:15 a.m.


He estado corriendo desde hace casi tres años. No recuerdo qué lo inició o qué hizo tan agradable que lograra hacerme tan disciplinada. Creo que mucho de esto tiene que ver con lo frustrantemente protegida que soy. Trato de mantener una actitud positiva al respecto, pero es difícil ver las interacciones y relaciones que tienen los otros estudiantes en la escuela, y de las que yo no soy parte. No tener acceso a internet no habría sido un gran problema en la escuela secundaria de hace unos años, pero ahora es más o menos un suicidio social. No es que me importe lo que piensen.

No voy a negarlo, he tenido la imperiosa necesidad de buscar a Brittany en línea. En el pasado, cuando tuve estos impulsos por saber más acerca de las personas, Quinn y yo sólo los investigaríamos en su casa. Pero Quinn está en un vuelo transatlántico sobre el océano Atlántico en este momento, así que no puedo preguntarle. En cambio, me siento en mi cama y me pregunto. Me pregunto si es realmente tan mala como su reputación la hace parecer. Me pregunto si tiene el mismo efecto sobre las otras chicas como lo tiene sobre mí. Me pregunto quiénes son sus padres, si tiene hermanos, si está saliendo con alguien. Me pregunto por qué parece tan decidida a estar enojada conmigo todo el tiempo si nos acabamos de conocer. ¿Siempre está así de enojada? ¿Siempre es tan encantadora cuando no está ocupada en estar enojada? Odio que sea de un modo o de otro, y nunca un punto medio. Sería bueno ver un lado relajado y tranquilo de ella. Me pregunto si tiene incluso un punto medio. Me pregunto... porque eso es todo lo que puedo hacer. En silencio, me pregunto sobre la chica sin esperanza que de alguna manera se hundió en mis pensamientos y no se quiere ir.

Me obligo a salir de mi trance y termino de ponerme las zapatillas. Al menos nuestra pelea de ayer en el pasillo quedó sin resolver. Ella no va a correr conmigo hoy a causa de eso, y estoy muy aliviada al respecto. Necesito tiempo de tranquilidad para mí, más que cualquier otra cosa. No sé por qué, sin embargo, simplemente me la paso preguntándome.

Sobre ella.

Abro la ventana del dormitorio y me arrastro fuera. Es más oscuro de lo normal para esta hora de la mañana. Levanto la mirada y veo que el cielo está nublado, un indicador perfecto de mi estado de ánimo. Tomo la dirección de las nubes, entonces miro al cielo, a la izquierda, curiosa por saber si tengo suficiente tiempo para correr antes de que comience a llover.

— ¿Siempre trepas por la ventana o lo acabas de hacer con la esperanza de evitarme?

Giro en torno al sonido de su voz. Ella está de pie en el borde de la acera, vestida con pantalones cortos y zapatillas de deporte. Hoy solo con un top.

Maldita sea.

—Si estuviera tratando de evitarte, sólo me hubiera quedado en la cama. —Camino hacia ella con confianza, esperando poder ocultar el hecho de que verla está causando que mi cuerpo entero sea un completo caos.

Una pequeña parte de mí se siente decepcionada de que se presentara, pero la mayor parte de mí está estúpidamente, patéticamente feliz. Camino por delante de ella y caigo sobre la acera para estirar. Abro mis piernas hacia afuera, delante de mí, y me inclino hacia adelante, agarrando mis zapatillas. Entierro la cabeza en mis rodillas, en parte por el estiramiento del músculo, pero sobre todo para no tener que mirarla.

—No estaba segura de si vendrías. —Desciende y reclama un lugar en la acera en frente de mí.

Me levanto y la miro. — ¿Por qué no habría de hacerlo? Yo no soy la que tiene problemas. Además, ninguna de nosotras es dueña de la carretera. —Prácticamente le espeto. Ni siquiera estoy segura de por qué.

Hace otra vez esa cosa de mirarme y pensar, donde su intensa mirada de alguna manera me deja sin respuestas. Se está convirtiendo en una costumbre suya, y casi quiero darle un nombre. Es como si me abrazara con los ojos en silencio mientras piensa, a propósito sin darse cuenta de su expresión. Nunca he conocido a nadie que piense tanto en sus propias respuestas. La forma en que deja las cosas en remojo mientras prepara su contestación, es como si las palabras fueran limitadas y sólo quisiera utilizar las que son absolutamente necesarias.

Detengo mi estiramiento y me enfrento a ella, poco dispuesta a ceder en esta confrontación visual. No voy a dejar que realice sus trucos mentales de Jedi en mí, no importa lo mucho que me gustaría poder actuar en ella. Es completamente ilegible y aún más impredecible. Me hace enojar.

Estira las piernas hacia fuera delante de mí. —Dame tus manos. Tengo que estirar, también.

Está sentada con las manos en frente de mí como si estuviéramos a punto de jugar a las palmaditas. Si alguien pasara conduciendo ahora, ya podía imaginar los rumores. Sólo pensar en ello me hace reír. Pongo mis manos en las palmas de sus manos extendidas y me tira hacia ella durante varios segundos. Cuando la tensión se alivia, vuelvo hacia atrás mientras ella se extiende hacia delante, sólo que no mira hacia abajo. Mantiene sus ojos fijos en mí, con aquella mirada debilitante mientras se estira.

—Para que conste —dice—, yo no fui la que tuvo problemas ayer.

Tiro más fuerte, más por malicia que por el deseo de ayudarla a estirar. — ¿Estás insinuando que soy yo la que tiene el problema?

— ¿No es así?

—Acláralo —le digo—. No me gusta lo vago.

Se ríe, pero es una risa irritable. —Santana, si hay una cosa que debes saber acerca de mí, es que yo no lo hago vago. Te dije que sólo voy a ser honesta contigo y, para mí, la vaguedad es lo mismo que la falta de honradez. —Saca las manos hacia delante y se echa hacia atrás.

—Es una respuesta muy vaga la que me acabas de dar —señalo.

—Nunca me hiciste una pregunta. Te lo he dicho antes, si quieres saber algo, pregunta. Crees que me conoces, pero nunca me has preguntado nada.

—Yo no te conozco.

Se ríe de nuevo y niega con la cabeza, luego suelta mis manos.

—Olvídalo. —Se pone de pie y comienza a caminar.

—Espera. —Me levanto del concreto y la sigo. Si alguien tiene el derecho de estar enojada aquí, soy yo—. ¿Qué dije? No te conozco. ¿Por qué te vas toda enojada conmigo otra vez?

Se detiene y se da vuelta para caminar, entonces toma un par de pasos hacia mí. —Supuse que después de pasar tiempo contigo en los últimos días, obtendría una reacción ligeramente diferente de parte de ti en la escuela. Te he dado un montón de oportunidades para preguntarme lo que quieras, pero por alguna razón, quieres creer todo lo que oyes, a pesar del hecho de que nunca has oído nada de eso de mí. Y viniendo de alguien con sus propios rumores, pensé que serías un poco menos crítica.

¿Mis propios rumores? Si cree que va a ganar puntos por tener algo en común conmigo, está terriblemente equivocada.

— ¿Así que de eso se trata? ¿Pensaste que la nueva chica cachonda sería comprensiva con la idiota matona de mormones gays?

Gime y pasa las manos por su cabello, frustrada. —No hagas eso, Santana.

— ¿No hacer qué? ¿Llamarte idiota matona de mormones gays? Bien. Vamos a practicar esta política de honestidad tuya. ¿Golpeaste o no golpeaste tan mal a esa estudiante, el año pasado, que pasaste un año en detención juvenil?

Pone sus manos en sus caderas y niega con la cabeza, luego me mira con lo que parece ser decepción en su expresión. —Cuando te dije que no hicieras eso, no me refería a que no me insultes. Me refería a que no te insultes a ti misma. —Da un paso hacia adelante, cerrando la brecha entre nosotras—. Y sí. Golpeé su trasero a una pulgada de su vida, y si la hija de puta estuviera de pie delante de mí en este momento, me gustaría hacerlo de nuevo.

Sus ojos se llenan de ira pura y estoy demasiado asustada para siquiera preguntarle por qué o de qué se trata. Pudo haber dicho que sería honesta... pero sus respuestas me aterrorizaban más que las preguntas. Doy un paso hacia atrás al mismo tiempo que ella lo hace. Las dos estamos tranquilas y me pregunto cómo pudimos incluso llegar a este punto.

—No quiero correr contigo hoy —le digo.

—No tengo ganas de correr contigo, tampoco.

Y con eso, las dos giramos en direcciones opuestas. Ella hacia su casa, yo hacia mi ventana. Ni siquiera tengo ganas de correr sola.

Subo de nuevo por mi ventana justo cuando la lluvia comienza a verter desde el cielo, y por un segundo, me siento mal porque ella todavía tiene que correr a su casa. Pero sólo por un segundo, porque el karma es una perra, y Brittany es, sin duda, con lo que ella está tomando represalias en estos momentos. Cierro la ventana y camino hasta mi cama. Mi corazón late tan rápido como si hubiera corrido los cuatro kilómetros. Excepto que está corriendo porque estoy tan increíblemente molesta.

Conocí a la chica hace un par de días. Sin embargo, nunca he discutido con nadie más en toda mi vida. Podía sumar todas las peleas que Quinn y yo hemos tenido en los últimos cuatro años, y no comenzaría a compararse con las últimas cuarenta y ocho horas con Brittany. Ni siquiera sé por qué se preocupa. Supongo que después de esta mañana, probablemente no lo hará más.

Tomo el sobre encima de mi mesa de noche, y lo abro. Saco fuera la carta de Quinn y me echo hacia atrás en mi almohada para leerla, sólo con la esperanza de escapar del caos en mi cabeza.


Santana:

Con suerte, para el momento en que estés leyendo esto (porque sé que no lo leerás de inmediato) voy a estar locamente enamorada de un novio italiano caliente y no pensaré en ti en absoluto.

Pero sé que no es el caso, porque voy a estar pensando en ti todo el tiempo. Voy a pensar en todas las noches que nos alojamos con nuestros helados y nuestras películas y nuestros chicos. Pero sobre todo, voy a estar pensando en ti, y todas las razones por las que te quiero.

Sólo por nombrar algunas: me encanta la forma en que apestas para las despedidas y los sentimientos y emociones, porque yo también lo hago. Me encanta cómo siempre comes del lado de fresa y vainilla del helado porque sabes lo mucho que me encanta el chocolate, a pesar de que tú también lo amas. Me encanta como no eres extraña o incómoda, a pesar del hecho de que has sido severamente cortada de la socialización al punto de hacer del Amish una moda.

Pero sobre todo, me encanta que no me juzgues. Que en los últimos cuatro años, nunca me has preguntado ni una sola vez acerca de mis decisiones (tan pobres como pueden ser), o sobre los chicos con los que he estado, o el hecho de que no creo en el compromiso. Diría que es simple para ti no juzgarme, porque eres una puta sucia, igual que yo. Pero las dos sabemos que no lo eres. Así que gracias por ser una amiga que no juzga. Gracias por nunca ser condescendiente o tratarme como si fueras mejor que yo (a pesar de que las dos sabemos que lo eres).

Por mucho que me pueda reír de las cosas que la gente dice acerca de nosotras a nuestras espaldas, me mata que digan esas cosas de ti, también. Por eso, lo siento. Pero no demasiado, porque sé que si te dieran la opción de ser mi mejor amiga cachonda o ser la chica con la buena reputación, enviarías a la mierda a todos los chicos del mundo. Porque me amas tanto. Y yo te dejo, porque también te amo mucho.

Y una cosa más que me gusta de ti, y entonces me callo porque estoy sólo a unos metros de distancia escribiendo esta carta ahora mismo, y es muy difícil no salir por mi ventana y abrazarte fuerte.

Amo tu indiferencia. Como realmente no te importa una mierda lo que la gente piense. Me encanta como te centras en tu futuro y todo el mundo puede besarte el culo. Amé cómo, cuando te dije que me iba a Italia, después de hablar sobre inscribirte en mi escuela, sólo sonreíste y te encogiste de hombros a pesar de tener que separarte de tu mejor amiga. Te dejé colgada por seguir mi sueño, y eso ni siquiera te comió. Ni siquiera me diste mierda al respecto.

Amé como (el último, lo juro) cuando vimos The Forces of Nature y Sandra Bullock se va, y yo estaba gritándole a la TV por ese horrible final, simplemente te encogiste de hombros y dijiste—Es real, Quinn. No puedes enfadarte con un final real. Algunos de ellos son feos. Son los falsos felices para siempre los que deberían enojarte.

Nunca olvidaré eso, porque tenías razón. Y sé que no estabas tratando de darme una lección, pero lo hiciste. No todo va a ir a mi manera y no todo el mundo tiene un felices para siempre. La vida es real y a veces es fea, y sólo hay que aprender a sobrellevar la situación. Lo voy a aceptar con una dosis de tu indiferencia, y seguir adelante.

Así que, de todos modos. Basta de hablar de eso. Sólo quiero que sepas que voy a extrañarte, y tu nuevo mejor amigo en el mundo de la escuela mejor que dé marcha atrás cuando llegue a casa en seis meses. Espero que te des cuenta de lo increíble que eres, pero en caso de que no lo hagas, voy a enviarte un mensaje de texto todos los días para recordártelo. Prepárate para ser bombardeada por los próximos seis meses con un sinfín de textos molestos de nada sino afirmaciones positivas acerca de Santana.

Te quiero,
Quinn.



Doblo la carta y sonrío, pero no lloro. Ella no hubiera esperado que llorara, no importa lo mucho que me hizo querer hacerlo. Llego a la mesita de noche y tomo del cajón el teléfono celular que me dio. Ya tengo dos mensajes de texto perdidos.

¿Te he dicho últimamente lo maravillosa que eres? Te echo de menos.

Es el segundo día, será mejor que me contestes. Tengo que contarte acerca de Lorenzo. Además, eres asquerosamente inteligente.

Sonrío y le contesto. Me toma alrededor de cinco intentos antes de conseguirlo. ¿Tengo casi dieciocho años y este es el primer mensaje de texto que he enviado? Esto tiene que ser uno para el Guinness.

Me puedo acostumbrar a estas afirmaciones positivas diarias. Asegúrate de recordarme lo hermosa que soy, y cómo tengo el gusto más impecable en la música, y cómo soy la corredora más rápida del mundo. (Sólo algunas ideas para empezar.) Yo también te extraño. Y no puedo esperar para saber de Lorenzo, puta.
marycielo12
marycielo12
*
*

Femenino Mensajes : 35
Fecha de inscripción : 03/02/2015
Edad : 29
Club Brittana

Volver arriba Ir abajo

Activo [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 11

Mensaje por marycielo12 Dom Mar 29, 2015 2:30 am

CAPITULO 11
Viernes, 31 de agosto del 2012, 11:20 a.m.


Los siguientes días de escuela son iguales a los dos primeros. Llenos de drama. Mi casillero parece haberse convertido en el eje de notas y cartas desagradables, ninguna de las cuales he visto ser puestas dentro o sobre el casillero. En realidad no entiendo lo que gana la gente haciendo cosas como esta si no tienen el valor de reclamarlas. Como la nota de esta mañana. Todo lo que ponía era Puta.

¿En serio? ¿Cuál es la creatividad en eso? ¿No podían respaldarlo con una historia interesante? ¿Tal vez un par de detalles de mi indiscreción? Si tengo que leer esta mierda todos los días, lo menos que pueden hacer es hacerlo interesante. Si me fuera a rebajar a dejar una nota en el casillero de alguien, al menos tendría la cortesía de entretener a quien quiera que la leyera en el proceso. Escribiría algo interesante como: Te vi en la cama con mi novio anoche. Realmente no aprecio el aceite de masaje en mis pepinos. Puta.

Me río y se siente raro, reír tan alto por mis propios pensamientos. Miro alrededor y no queda nadie en el pasillo excepto yo. En lugar de arrancar las notas como probablemente debería hacer, saco mi bolígrafo y las hago un poco más creativas. Muchas gracias, transeúnte.

*****


Kurt pone su bandeja frente a la mía. Hemos estado obteniendo nuestras propias bandejas, ya que él cree que lo único que quiero es ensalada. Me sonríe como si tuviera un secreto que sabe que quiero. Si no es nada más que un rumor, voy a pasar.

— ¿Cómo fueron las pruebas para el atletismo ayer? —pregunta.

Me encojo de hombros. —No fui.

—Seh, lo sé.

— ¿Entonces por qué preguntas?

Se ríe. —Porque me gusta aclarar las cosas contigo antes de creerlas. ¿Por qué no fuiste?

Me encojo de hombros nuevamente.

— ¿Qué hay con ese encogimiento de hombros? ¿Tienes un tic nervioso?

Me encojo otra vez. —No siento ganas de ser parte de un equipo con nadie de aquí. Ha perdido su atractivo.

Arruga el ceño. —Primero que todo, el atletismo es uno de los deportes más individuales a los que te puedes unir. Segundo, pensé que habías dicho que las actividades extracurriculares eran la razón por la que estabas aquí.

—No sé por qué estoy aquí —digo—. Tal vez necesito ser testigo de una buena dosis de naturaleza humana en su peor momento antes de entrar al mundo real. Será menos chocante.

Me señala con un tallo de apio y levanta una ceja. —Eso es cierto. Una introducción gradual a los peligros de la sociedad ayudarán a soportar el golpe. No podemos liberarte sola en la jungla cuando has sido malcriada en un zoológico toda tu vida.

—Bonita analogía.

Me hace un guiño y muerde el apio. —Hablando de analogía. ¿Qué es lo que pasa con tu casillero? Estaba cubierto en analogías sexuales y metáforas hoy.

Río. — ¿Te gusta? Me llevó un tiempo, pero me estaba sintiendo creativa.

Asiente. —Especialmente me gustó la que dice: Eres una puta, te tiraste a Kurt el mormón.

Sacudo la cabeza. —Ahora esa no puedo reclamarla. Era un original. Pero son divertidos ¿no crees? ¿Ahora que se han ensuciado?

—Bueno —dice—. Eran divertidos. Ya no lo son. Vi a Brittany arrancándolas ahora mismo.

Levanto rápidamente la vista hacia él mientras sonríe diabólicamente otra vez. Supongo que éste es el secreto que tenía problemas guardando.

—Eso es raro. —Estoy curiosa por saber por qué Brittany se molestaría en hacer tal cosa. No hemos estado corriendo desde la última vez que hablamos. De hecho, ni siquiera interactuamos. Se sienta al otro lado del salón en el primer turno y no la veo el resto del día además del almuerzo. Aun entonces, se sienta en el otro lado de la cafetería con sus amigos. Pensé que, después de un punto muerto, nos esquivaríamos mutuamente, pero supongo que estaba equivocada.

— ¿Puedo preguntarte algo? —dice Kurt.

Me encojo de hombros sólo para irritarlo.

— ¿Los rumores sobre ella son ciertos? ¿Sobre su temperamento? ¿Y su hermana?

Trato de parecer desconcertada por su comentario, pero es la primera vez que escucho algo sobre una hermana. —No lo sé. Todo lo que sé es que he pasado bastante tiempo con ella para saber que me asusta lo suficiente para no querer pasar mucho más.

Realmente quiero preguntarle sobre el comentario de la hermana, pero no puedo evitar situaciones donde mi testarudez mete su fea cabeza. Por alguna razón, sondear información sobre Brittany Pierce es una de esas situaciones.

—Oye —dice una voz detrás de mí. Inmediatamente sé que no es Brittany, porque soy indiferente a esta voz. Al tiempo que me doy vuelta, Sam balancea su pierna sobre la banca junto a la mía y se sienta—. ¿Estás ocupada después de clases?

Meto el apio en una burbuja en la salsa y lo muerdo. — Probablemente.

Sam sacude la cabeza. —Esa no es una respuesta suficientemente buena. Nos encontraremos después del último turno.

Se levanta y se va antes de que pueda objetar algo. Kurt me sonríe con satisfacción.

Y sólo me encojo de hombros.

*****


No tengo idea de qué quiere hablar Sam conmigo, pero si está pensando en venir mañana por la noche, necesita una lobotomía. Estoy más que lista este año para alejar a los chicos. Especialmente si significa no tener a Quinn para comer helado después de que ellos se van a casa. El helado era la única cosa atrayente de besuquearse con los chicos.

Al menos él es fiel a su forma. Está esperando en mi coche, recostado por el lado de la puerta del conductor cuando llego al estacionamiento.

—Hola princesa —dice. No sé si es el sonido de su voz o el hecho de que acaba de darme un sobrenombre, pero sus palabras hacen que me encoja. Camino hacia él y me apoyo sobre el coche vecino.

—No me llames princesa de nuevo. Jamás.

Se ríe y se desliza frente a mí, agarrando mi cintura en sus manos. —Está bien. ¿Qué tal hermosa?

— ¿Qué tal si sólo me llamas Santana?

— ¿Por qué tienes que estar tan enojada todo el tiempo? —Alcanza mi rostro y sostiene mis mejillas en sus manos, entonces me besa. Tristemente, lo dejo. En gran parte porque siento que se lo ha ganado por soportarme el mes entero. Aunque no se merece muchos favores devueltos, así que quito la cara después de unos segundos.

— ¿Qué quieres?

Desliza su brazo alrededor de mi cintura. —A ti. —Comienza a besarme el cuello, lo empujo y se echa hacia atrás—. ¿Qué?

— ¿No lees las pistas? Te dije que no iba a dormir contigo. No intento jugar o que me persigas como hacen las chicas torcidas. Quieres más y yo no quiero, así que pienso que necesitamos aceptar que estamos en un punto muerto y seguir adelante.

Me mira fijamente, suspira y tira de mí hacia él, abrazándome. —No necesito más Santana. Está bien del modo que es. No presionaré otra vez. Sólo me gusta ir a tu casa y quiero ir mañana por la noche. —Intenta darme esa sonrisa que hace bajar bragas—. Ahora deja de estar enojada conmigo y ven aquí. —Tira de mi rostro hacia el suyo y me besa nuevamente.

Tan irritada y enojada como estoy, no puedo evitar sentirme aliviada de que, tan pronto como sus labios encuentran los míos, la irritación amaina, gracias al entumecimiento que se apodera. Sólo por esa razón, dejo que continúe besándome. Me recuesta sobre el coche y recorre mi cabello con sus manos, besa mi mandíbula y luego mi cuello. Apoyo la cabeza en el auto y levanto la muñeca para ver la hora. Maribel sale del pueblo por trabajo, así que necesito ir a la tienda de abarrotes y comprar azúcar que me dure todo el fin de semana. No sé cuánto tiempo planea tocarme, pero el helado comienza a sonar tentador ahora mismo. Ruedo los ojos y dejo caer el brazo. De pronto, el ritmo cardíaco se me triplica, el estómago comienza a dar vueltas y tengo todos esos sentimientos que se supone que una chica tenga cuando los labios de un chico sexy están sobre ella. Sólo que no tengo esa reacción por el chico cuyos labios están sobre mí. Estoy reaccionando a la chica sexy que me mira fijamente desde el otro lado del estacionamiento.

Brittany está de pie junto a su coche con el codo sobre el marco de la puerta, observándonos. Inmediatamente empujo a Sam, me doy media vuelta y entro en mi coche.

—Así que, ¿mañana por la noche? —pregunta.

Enciendo el coche y lo miro. —No. Hemos terminado.

Cierro la puerta y retrocedo en el estacionamiento, insegura de si estoy enojada, avergonzada o encaprichada. ¿Cómo es que me hace eso? ¿Cómo demonios incita este tipo de sentimientos en mí desde el otro lado del aparcamiento? Creo que necesito una intervención.










--------------------------------------------------------
Hola chic@s,


Discúlpenme por haberme demorado en subir capítulos, pero hace ya semanas que se ha malogrado mi laptop y he tenido que adaptar nuevamente capítulo por capítulo... comprendan jajaja. Y bueno estuve dos días en el hospital porque estuve mal y todo se me junto pero voy a actualizar lo más pronto posible, se los prometo.

Muchas gracias por cada uno de sus comentarios.


Si les gustó el capítulo, comenten y mañana subo otro capítulo chicos.  [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30 - Página 2 2013958314




-
marycielo12
marycielo12
*
*

Femenino Mensajes : 35
Fecha de inscripción : 03/02/2015
Edad : 29
Club Brittana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por 3:) Dom Mar 29, 2015 1:28 pm

holap,...

mmm san va de mal en peor,...
neta britt le da muchas oportunidades para que san le pueda preguntar aunque sea algo,... pero siempre lo desperdicia,...
por suerte dejo a ese imbécil!!!,... a ver como van las cosas entre ellas ahora después del beso!!!

nos vemos!!!
3:)
3:)
-*-*-*
-*-*-*

Femenino Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 32
Club Naya/Santana

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Sanny25 Dom Mar 29, 2015 5:14 pm

Holaaa
Hermana de Britt?? No entiendo que esta pasando aca y porque Britt actua asi
Sanny25
Sanny25
---
---

Femenino Mensajes : 580
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Edad : 26
Go Cheerios!

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Susii Dom Mar 29, 2015 9:58 pm

Que bueno que dejo a Sam :33 fdhhs yo quiero mas brittana!!*-* Saludooos<3
Susii
Susii
********-*-
********-*-

Femenino Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 25
El mundo de Brittany

Volver arriba Ir abajo

Activo Re: [Adaptación] Fanfic Brittana: Sin Esperanza Capítulo 29 y 30

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Página 2 de 6. Precedente  1, 2, 3, 4, 5, 6  Siguiente

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.