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[Resuelto]BRITTANA: La Clausula. Cap. 13
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Re: [Resuelto]BRITTANA: La Clausula. Cap. 13
Britt quiere mas y va a ir por más!!!!
Un limite ya lo pasaron, la familia!!! Ya ahí consecuencias ahí!,
Que tanto sufrió britt??? Y que tanto puede lastimar la san???
Un limite ya lo pasaron, la familia!!! Ya ahí consecuencias ahí!,
Que tanto sufrió britt??? Y que tanto puede lastimar la san???
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 32
Re: [Resuelto]BRITTANA: La Clausula. Cap. 13
TRECE
DEBO CASTIGARTE, SANNY
Brittany conducía con rapidez por las calles del barrio residencial con la intención de llegar cuanto antes a casa. Trago saliva con dificultad cuando sintió que la inundaban los nervios. Realmente quería saber qué le sucedía a Santana. La observó de soslayo, reprimiendo las ganas de frenar el coche para rogarle que la besara como en el salón. «Uff», pensó en sus adentros cuando recordó el suave tacto de sus labios. Brittany decidió que no quería pasar todo el maldito día en un tenso silencio, así que decidió iniciar la conversación.
—No estuvo mal —tanteó ella.
Santana la observó con taimado gesto y de modo absurdo, provocando que ella sonriera con gracia.
—¿Qué te ocurre? —le preguntó, mientras esperaba a que el enorme portalón de su casa se abriera.
—No me gusta mentirle a tus padres, Brittany. Ellos están eufóricos con la noticia de que tengas una novia. Se ven felices e ilusionados. Si llegan a saber que todo es un farsa, les romperíamos el corazón y...
—Cláusula número uno. ¿Lo recuerdas no, Sanny? —dijo, antes de apagar el motor del coche.
Santana frunció el ceño con fuerza sin dejar de negar con la cabeza. Estaba colérica con Brittany, porque no la comprendía, y enfadada consigo misma por lo que había hecho. ¡Ella no estaba preparada para esto! —No sé si podré seguir con el contrato —confesó, antes de salir del auto y caminar hacia el interior de la casa con los brazos cruzados.
Brittany quedó estática en el asiento sin dejar de observar un punto fijo mientras procesaba aquella información. ¿Sería capaz Santana de romper el contrato, ahora que había conocido a sus padres? Brittany, como si fuera impulsada por un resorte, se puso de pie y comenzó a perseguirla con pasos firmes y seguros. Santana subió a la segunda planta con la intención de encerrarse en la habitación de invitados cuando Brittany, inesperadamente, la agarró con fuerza. Sus manos la sujetaron entre el calor de su cuerpo y el frío de la pared mientras sus ojos color la escrutaban. El pecho de Santana subía y bajaba visiblemente, sintiendo un ardor entre sus piernas cuando la lengua de Brittany humedeció sus perfectos y carnosos labios. El león había cazado a su presa y estaba más que claro que su intención era devorarla.
—No. No vas a romper el contrato, Sanny —ordenó con voz cavernosa.
—¿Crees que no soy capaz? ¿Piensas que el dinero lo es todo para mí? — inquirió sin dejar de gritar como loca—. Esto se supone que es un sencillo trabajo donde tengo que ejercer mis malas dotes de actriz. ¡Pero la culpa es toda tuya, porque me tienes jodidamente confundida, Brittany! —prorrumpió en exclamaciones sin dejar de observarla con fiereza.
Los labios de Brittany se curvaron ligeramente en un amago de sonrisa.
—Tú si que me confundes, pequeña Sanny —respondió diáfana—. Trato de entender tus enojos y tus cambios de humor, pero no lo consigo.
—He conllevado con buen humor que mi contrato constara de siete cláusulas. He aceptado humillaciones de ciertos socios tuyos. He mentido a tu familia y, peor aún, a la mía —dijo con rabia. Sus ojos casi escupían fuego sin dejar de fulminar a la culpable que la volvía literalmente loca—. Pero no voy a permitir que juegues conmigo. Dices que te confundo, ¿cierto? Pues déjame aclararte, amor mío, que ayer a la noche tú también me has confundido. ¿Qué es lo que quieres exactamente de mí, Brittany?
Santana estaba realmente enojada mientras cada vena de su cuello se hinchaba. Brittany la observó con conmoción, casi absorta por aquella reacción totalmente inesperada de ella.
—¡Contéstame! —la urgió.
Santana apoyó la mano en su pecho y la empujó hacia atrás para abrir la puerta de su habitación, pero Brittany la besó con desenfreno. Ella sintió cómo el enojo se desvanecía con encantamiento. ¡Brittany era una bruja que sabía cómo hechizarla!
—Si rompes el contrato, Sanny, volverás arrastrándote antes de que me dé tiempo a recordarte.
Plas. Brittany sintió cómo su cara ardía, no por el dolor físico, sino por la ira y vergüenza que la invadían. Santana no pudo reprimir abofetearla cuando intuyó su sarcasmo en la voz, hartándose de que aquella despiadada jugara así con ella... ¡con sus sentimientos!
—Está claro que le tira los tejos a todo lo que tiene pulso, señorita Pierce —le habló con tono irónico—. No puedo permitirle que sea una cifra más para usted. ¡No soy su perrita faldera!
Antes de que la mano de Santana llegara a tocar el pomo de la puerta, Brittany, sin ocultar el deseo de poseerla, la agarró de la nuca y la besó con tanto poderío que ella no pudo mantener el equilibrio. La besó y la besó con vehemencia sin darle un mínimo de tiempo para recuperar el aliento.
«Maldita sea el sabor de tus labios, Brittany Pierce», pensó la morena mientras Brittany, sin esfuerzo alguno, la cargó por la cintura. Santana trató de abofetear su voz interior para que se sometiera, pero era inevitable luchar contra sus sentimientos. ¡Lo que sentía por Brittany Pierce era una atracción demasiado fuerte! Brittany caminó hacia su habitación, aún con ella en brazos, para lanzarla hacia el colchón de su enorme cama. Santana, con la respiración agitada, observó cómo Brittany retiraba su camiseta por la cabeza con una lentitud torturante para ella. Ambas se observaron mientras chispas de deseo saltaban en el ambiente. La oscura y lasciva mirada de Sanny la analizó de arriba abajo mientras los labios de Brittany acabaron curvándose en una sonrisa codiciosa
. —Debo castigarte, Sanny —siseó, incorporándose a cuatro patas sobre el frágil cuerpo de ella.
Santana cerró los ojos, maravillándose con el olor de Brittany y la suavidad de su piel, mientras las yemas de sus dedos jugaban con la piel situada, justamente, debajo del ombligo.
—¿Por qué? —inquirió con voz temblorosa.
Estaba completamente fuera de sí. Su cordura había desaparecido, siendo reemplazada por lujuria y deseo. Brittany tragó saliva, sintiendo la sequedad en su boca al ver las mejillas sonrojadas de Santana y su cabello completamente alborotado. ¡Era condenadamente hermosa! ¡Una diosa del mismísimo panteón! Con su robusta mano le surcó la impecable curva de la espalda mientras sus cuerpos se encajaban como un perfecto puzzle.
—Has roto la cláusula número dos, amor —le respondió sin dejar de besarle el cuello, la nariz, los párpados...
Santana ahogó un gemido en su boca cuando Brittany le desabrochó los primeros botones de su camisa de seda. Ella tragó saliva, sintiendo el corazón martillar su pecho.
—Brittany, Brittany... —chasqueó la lengua mientras su mirada parecía pérdida y nublada por el deseo carnal
—. La acompañante se compromete a guardar respeto verbal a la señorita Brittany Pierce —dijo ella, memorizando el párrafo de la cláusula número dos—. Verbal... —repitió la palabra clave con suavidad en su oído, produciendo que Brittany gruñiera como una famélica animal —. Legalmente no merezco ser castigada por haberte pegado y...
La frase quedó ahogada en sus labios, bajo un beso vehemente. Enrroscaron sus lenguas cuando el mundo para ellas desapareció en ese preciso momento. Brittany la besó con ardor mientras ella cedía a sus encantos sin importarle absolutamente nada. Ella observó la expresión lasciva de su «novia», el gesto de éxtasis, su mirada lujuriosa...
—Joder, Sanny —refunfuñó con voz cavernícola para romperle, literalemente, la camisa. Varios botones salieron disparados para terminar en el suelo mientras el desnudo pecho de Santana permanecía vulnerable ante la mirada impúdica de Brittany. Ella, aún arrodillada encima suya, retiró su cinturón y se desabrochó lentamente los primeros botones del vaquero. De repente, sus cejas se elevaron con clara señal de incertidumbre cuando ella la imitó. Santana, con dedos temblorosos, baja la cremallera de sus tejanos, esperando a que la magnate tomara la iniciativa. Ahora mismo, la femenidad de Brittany estaba a punto de explotar y lo único que tenía en mente era perderse entre las piernas de su «novia». Volvió a besarla, arrancándole un quejido ahogado, mientras mordía y rozaba la piel tierna de sus labios, sintiendo un dolor placentero. Santana estiró su cuerpo a lo largo del colchón mientras Brittany le acariciaba la piel con la punta de su lengua. Ella sintió una húmeda trayectoria desde su clavícula hasta el ombligo, donde Brittany detuvo sus intenciones para alzar la cabeza y regalarle una sonrisa picarona.
—¿Entonces no debo castigarte, pequeña Sanny? —inquirió de nuevo, volviéndola completamente loca.
Brittany despojó con cierta rudeza cualquier tela que cubriese el cuerpo de Santana. Sabía a la perfección que la morena se acomplejaba de sus hermosas curvas que provocarían más de un accidente a cualquiera. Ella era bella con unos kilos demás y la mirada de Brittany no podía mentir aquella verídica evidencia.
—Eres demasiado tentadora, Sanny. Necesito probarte, ahora mismo.
Los ojos de Santana se agrandaron cuando, inesperadamente, la cabeza de Brittany se incorporó perfectamente entre sus piernas. Ella jadeó, jalando los extremos del cabello de Brittany, cuando ésta saboreó su montículo ardiente. Brittany se relamió los labios con nervios cuando volvió a incorporarse encima de ella, dispuesta a dar un paso más allá. Tenía los ojos tan dilatados y nublados por el deseo, que casi no pudo evitar la torpeza. ¡Lo que sentía por ella era una clara señal intrínseca de deseo!
Santana dejó que el placer invadiera sus cinco sentidos aquella noche de tormenta. Ambas disfrutaron mutuamente sin dejar de explorar cada rincón de sus cuerpos, olvidándose por completo de los asuntos legales y las culpabilidades. Brittany había arrinconado el miedo en una esquina de su cerebro, dejando que sus sentimientos se abrieran paso por todo su cuerpo, deleitándose en un mar pasional. ¡No podía ocultar más la atracción que tenía hacia ella! Desde el primer momento que la vio, supo que la deseaba pero ahora... ¡ahora lo que Brittany sentía por ella era más que un simple deseo! Quería ser la dueña de su sonrisa y la culpable de sus risas. Quería despertarse cada mañana abrazada a ella y acostarse cada noche después de hacerle el amor.
Eliminar sus pesadillas y cuidarla hasta el último día de su vida. El día de la entrevista supo que sus destinos estaban entrelazados, y así fue como inició el contrato. Ese mismo día, el corazón de Brittany volvió a latir... ¡a recobrar vida! Cuando sus cuerpos sudorosos llegaron al clímax, Brittany la acunó entre sus brazos por un buen rato, aún cobijadas por el ardiente fuego de su propio amor. Su respiración estaba completamente agitada y usó todo el poder de su mente para centrarse y pensar antes de hablar. Tragó saliva con fuerza, deseando que Santana iniciara la conversación. Quería saber, ansiadamente, lo que ella pensaba en ese preciso momento, pero unos gemidos la alarmaron. Brittany la separó unos centímetros para observarla, y lo que vio en sus ojos oscuros la conmovió hasta tal punto de que su corazón se le apretó en un puño. Brittany negó con la cabeza, le acarició la mejilla y con el dedo pulgar le secó las lágrimas que recorrían sin desenfreno por sus sonrojadas mejillas.
—¿Te arrepientes? —preguntó con voz entrecortada, sintiendo un nudo en el estómago.
Deseaba escuchar de su propia boca que había disfrutado como ella lo hizo, ¡o incluso más! Quería que ella le respondiera que lo había hecho con el corazón. Los ojos cristalinos de Santana no dejaron de escrutar las facciones de Brittany sin dejar de cuestionarse por qué lo había hecho. ¿Por qué se había abierto sentimental y físicamente a Brittany Pierce, la misma chica que la había contratado como una mera acompañante de negocios? Brittany acercó sus labios a los femeninos para besarla con dulzura, con el deseo de arrebatarle el dolor y la tristeza.
—Me gustas, Santana —respondió diáfana. Santana abrió los ojos con sorpresa sin dejar de mordisquearse el labio inferior. Sintió una sequedad en la boca mientras su corazón martilleaba con tanta fuerza que parecía que le iba a estallar en mil pedazos. Ella abrió la boca para decir algo y luego cerró los ojos y sacudió la cabeza como si se rehusara a expresarle lo que sentía. Brittany frunció el ceño con fuerza, nerviosa por el silencio inusual de la morena. Ella siempre tenía algo que decirle. ¡Siempre!
—Sanny... —murmuró con voz ronca mientras su mirada transmitía desasosiego.
—Lo que siento por ti me asusta —le confesó con voz inaudible—. Esto está mal. Yo no soy así.
¡Y tenía razón! Santana nunca se había sentido tan emocionada y, al mismo tiempo, excitada por nadie. Había disfrutado con el contacto carnal de Brittany y, sin lugar a dudas, había sido la mejor experiencia de su vida. Brittany tragó saliva con fuerza, absorta por su respuesta. La asustaba, ¡cierto!, pero eso la llevaba a aceptar que se había enamorado de Brittany.
—Santana —dijo con tono adusto—. Lo que ocurrió ahora, lo que hicimos...
—Arderemos en el infierno por ello —dijo con voz insegura mientras se humedecía los labios.
Brittany inspiró con fuerza y apoyó la cabeza en su frente.
—Entonces déjame volver a pecar las veces que quiera, Sanny. El cuerpo de Brittany volvió a abalanzarse sobre ella cuando un gemido le atenazó la garganta. Subió sus manos por el cabello lacio para agarrarlo con pasión y besarla con una excitación impasible. Ambas volvieron a entrar en un torbellino de pasión durante toda la noche, hasta que lograron conciliar el sueño, exhaustas con el ejercicio.
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 42
Re: [Resuelto]BRITTANA: La Clausula. Cap. 13
Ahora que ira a pasar, seguiran como perro y gato o estableceran una tregua???? pq es obvio que se gustan!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]BRITTANA: La Clausula. Cap. 13
Lo que hicieron ya no tiene vuelta atras, ahora solo les queda asumir en voz alta que se aman.
Isabella28****** - Mensajes : 378
Fecha de inscripción : 12/10/2017
Re: [Resuelto]BRITTANA: La Clausula. Cap. 13
Follón follón... Ahora a ver si hablan y aclaran de una ves lo que sienten??? O lo ponen en tratativas por lo menos!!!
Lo hecho,.... Hecho esta ahora a asumirlo aunque no creo Jajaja
Lo hecho,.... Hecho esta ahora a asumirlo aunque no creo Jajaja
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 32
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