Fic Brittana&Faberry: "Buenos Negocios" (Final) Capítulo 60: Buenos Negocios

Por otro lado, en una habitación del segundo piso de la vistosa Mansión Berry, se encontraba aquella simpática morena, no se encontraba para nada bien, había pasado todo el día tirada en su cama con mareos tremendos y las nauseas incontrolables ¿La razón? Todo era simplemente los efectos secundarios de la tremenda ingesta de alcohol del día anterior, su televisión se encontraba encendida y la luz de esta era lo único que iluminaba la habitación, ella se encontraba boca abajo, con los ojos cerrados, solamente escuchando la información de los inútiles comerciales.

Su padre subió rápidamente por las escaleras, se le veía muy entusiasmado por algo, sin previo aviso abrió la puerta de la habitación de su hija, la vio y emitió una mueca de desagrado, él sabía acerca de la borrachera de su hija porque después de la fiesta él fue el que se la bancó entera con sus descabellados e incoherentes comentarios.

Leroy: ¡Rachel cariño! ¿Adivina quién nos ha invitado a cenar? –Preguntó recordando aquella noticia que lo hacía feliz-

Rachel: Papá, no sé si te has dado cuenta pero no quiero jugar a las adivinanzas ahora –Dijo sin deshacer su cómoda pose-

Leroy: Vamos Rach, no seas aguafiestas y arréglate muy bien porque saldremos a cenar –Comentó encendiendo la luz de la habitación y levantando la sábana que cubría a la morena-

Rachel: Papi hoy no, si quieres anda tu solo con el señor Pierce –Respondió aferrando una almohada encima de su cabeza-

Leroy: ¿Quién te dijo que cenaríamos con Ryan? Vamos a cenar con Quinn –Dijo con aquel entusiasmo “Berry”-

Rachel abrió los ojos y de un salto se sentó en la cama, su seño se encontraba completamente fruncido al igual que sus labios, no le agradaba para nada la descabellada idea de salir a cenar con aquella mujer a la cual ella había estado evitando.

Rachel: Con más razón, no –Dijo con firmeza-

Leroy: Vamos Rachel no seas amargada, Ryan irá con nosotros por favor. Ella ya hizo la reservación en tu restaurante favorito –Rogó el señor Berry para que su hija aceptara-

Rachel entrecerró los ojos, no sabía si aceptar o no, no le gustaba rechazar las invitaciones de su padre para nada, el estaba insistiendo y eso era algo extraño, ella rechazaba a esa mujer ante todo pero lo único que le había gustado era que por más pesada que fuera, había formado una amistad con su padre, hablaban, bromeaban y hasta cenaban muchas veces, todo eso lo hacían siempre y cuando Rachel no estuviera cerca, le gustaba ver a su padre sonreír y ser amigo de alguien pero por más que lo intentaba no tragaba a Quinn, a aquella rubia creída e insinuante que no aceptaba un no por respuesta.

Rachel: ¿Dices que el señor Pierce irá? –Preguntó dudando aún-

Leroy: Si, estaremos los cuatro. Britt no irá por obvias razones, entonces qué me dices

¿Irás? –Insistió sonriente-

Rachel: De acuerdo, empezaré a arreglarme –Desistió con resignación-

Su padre sonrió victorioso y salió de la habitación de la chica. Rachel por otro lado empezó a arreglarse con paciencia y tranquilidad, no le gustaba para nada ser presionada, después de una ducha a fondo se acercó a su closet y optó por un lindo vestido gris con unos tacones negros, ni tan elegante, ni tan deslumbrante, algo apropiado para una cena con alguien que no te interesa para nada sin dejar la estética de lado. Rato después se encontró con su padre en el living de su casa, el vestía un lindo traje como era de costumbre, sin más que decir, tomó su pequeño bolso y en compañía de su padre salió con rumbo hacia aquel restaurante.

Llegaron a la entrada de aquel bonito y elegante restaurant vegetariano, la morena entró enganchada del brazo de su padre, intercambiaron unas palabras con uno de los meseros y entraron, con paso calmado se dirigían a la mesa y allí se encontraron al señor Ryan Pierce en compañía de Quinn, que lucía deslumbrante con un hermoso vestido negro hasta donde alcanzó a ver Rachel quien se quedó algo estática al verla, la detalló, vio que su hermoso cabello rubio estaba más corto que la última vez, se repetía una y mil veces en su cabeza la misma palabra “Hermosa” pero era algo que ella no se podía permitir, sabía que todo eso era una fachada así que armó su barrera de frialdad y saludó.

Rachel:

-Buena noches señor Ryan, buenas noches señorita Fabray –Saludé con cortesía-

Ryan: Buenas noches Rachel, que linda estas –Contestó el señor Pierce sonriente para después hacer su saludo habitual con mi padre-

Quinn: Hola Rachel, te ves muy hermosa –Me saludó ella una vez que me encontré a pocos pasos de distancia-

-Gracias Quinn, tú te ves muy bien –Respondí con la sonrisa más cortes y fingida de mi vida-

Quinn: Ven, vamos a sentarnos –Y en un inesperado movimiento me tomó de la mano y me dirigió a la silla ubicada a su lado-

Nos encontrábamos todos sentados, Quinn, mi padre y Ryan hablaban entre ellos, bromeaban y reían pero yo me encontraba en silencio, no quería omitir ningún comentario, ella estaba a mi lado, a muy pocos centímetros pero nada salía de mis labios, meditaba y trataba de razonar que es exactamente lo que siento por ella ¿La odio? ¿Me gusta? No lo sé, simplemente no lo sé porque siempre la evito, poniendo los puntos sobre la mesa es una mujer muy hermosa, creo que lo único que me desagrada de ella es aquella actitud que siempre logra sacar a flote, pero fuera de eso, hay que aceptar que es una mujer muy pero muy hermosa.

-… ¿Verdad que sí Rachel? –Dice mi padre, creo que tiene un rato soltando palabras al aire-

-Disculpa ¿Qué? –Le preguntó con confundida-

Leroy: Dije que te gusta cantar mucho –Reitera sonriente-

Quinn: Debes hacerlo muy bien –Viene con la primera insinuación de la noche-

Ryan: Muy bien, ella y Brittany siempre tuvieron ese amor por las artes y todo eso –

-Completó el padre de Brittany para ahorrarme mi respuesta-

Justo en ese momento se acercó el mesero, me dispuse a ordenar en silencio, no tenía entusiasmo de nada así que la primera ensalada en el menú fue mi elección, luego de eso mi padre y Ryan establecieron una de sus conversaciones extrañas acerca de deporte, yo me limito a apoyar mi cabeza en mis nudillos en clara señal de aburrimiento.

Han pasado unos cuantos minutos y yo sigo en esta cómoda pose, hasta que de repente siento como una fría mano toca mi rodilla desnuda, me sobresalto un poco y me acomodo de manera en la que pueda ver de quién es esa mano, no me sorprendo en nada al ver la mano de Quinn, suelto un bufido y con un disimulado tirón la aparto.
Ella toma un sorbo de agua y de nuevo lanza su segundo intento, vuelve a posicionar su mano en mi rodilla y nadie la puede ver, solo yo la puedo sentir y me está incomodando mucho, voy a apartarla nuevamente para que nadie logre ver este espectáculo pero ella es más rápida, empieza con leves caricias en mi pierna subiendo poco a poco y logro ver cuál es su objetivo, quiere seducirme pero no le va a quedar nada fácil por mucho que lo intente.

Leroy: … ¿No se ha comunicado contigo Rachel? –Me pregunta mi padre impidiendo que aparte la mano de Quinn-

-¿Quién? –Pregunto nuevamente ausente de todo-

Leroy: Hoy estas ausente Rachel, pues Brittany ¿No te ha llamado ni nada? –Me pregunta nuevamente-

-Pues no, me extraña que no me haya dicho nada p pe pero no tardará en hacerlo –Titubeo mientras hablo al sentir que su mano sube-

La veo de reojo y puedo notar como esta sonriendo, es una completa descarada ¿Cómo se le ocurre hacer semejante cosa en público? Que degenerada es. En ese preciso momento llega el mesero con los platos pero ella sigue acariciando descaradamente mis piernas, mis manos se escurren debajo del mantel y las retiro bruscamente, la asesino con la mirada y me dispongo a comer mi ensalada en paz y en silencio. Todos comen en silencio, a veces sueltan comentarios al aire como “Que buena esta la comida” o “Es un muy buen restaurant” pero ninguno proviene de mis labios, yo como en silencio.

Termino mi plato casi al mismo tiempo que ella, mi padre y Ryan se demoran un poco más por sus charlas mientras comen, la veo y leo sus intenciones, va a jugar conmigo nuevamente y efectivamente vuelvo a sentir su mano en mis piernas, en ese momento no planeo seguirla y me levanto con una vaga excusa funcional.

-Discúlpenme, voy al tocador –Digo con cortesía haciendo mi silla hacia atrás para poder irme de ese lugar aunque sea unos pocos segundos-

Quinn: Genial, te acompaño –Suelta ella de repente arruinando mi plan-

No puedo objetar, se vería demasiado sospechoso si digo que de repente se me quitaron las ganas de ir al baño, así que sin otra salida asiento y tomo la delantera, dando pasos cortos y rápidos me acerco hasta el solitario pasillo ciego donde se encuentras los baños, derecha mujeres, izquierda hombres como de costumbre, entro en el baño de damas e inmediatamente entro en uno, cierro la puerta con seguro y empiezo a respirar como nunca, la verdad que nunca había estado en una situación similar a esta, no sé qué hacer, ella está afuera supongo esperando que salga, como un león esperando pacientemente a su presa, oigo como la puerta del baño se abre y se cierra ¿Ella se fue? Me quedo unos segundos en silencio y no logro oír nada –Una buena señal- pienso y me dispongo a salir.

Apenas salgo me encuentro con que ella efectivamente no está, suelto un audible suspiro de alivio, esa sensación de paz me invade pero rápidamente desaparece al oír su hermosa pero a la vez tormentosa voz.

Quinn: ¿Creías que te habías deshecho de mí tan pronto? –Pregunta a mis espaldas saliendo de uno de los baños, ella se estaba escondiendo y caí como un tonta-

-Oye Quinn, de verdad no se qué planeas pero no estoy de humor para tus arranques lujuriosos ¿Sí? Así que… -Me callo al ver que se encuentra detrás de mí, muy cerca-

Allí estamos, podemos ser vistas en cualquier momento en el que una mujer entre por aquella puerta, pero eso no la detiene en lo absoluto, siento su respiración en mi hombro, sus manos rodean mi cintura y me aferran a ella y yo desgraciadamente no tengo la voluntad para pararla.

Quinn: Eres muy hermosa Rachel Berry –Susurra a mi oído-

-Quinn –Es lo único que sale de mis labios, estoy paralizada, no puedo, no sé cómo reaccionar-

Quinn: Te voy a besar Rachel –Dijo para después darme la vuelta y acercarse hasta que quedé apoyada en el lavabo-

-No lo hagas Quinn –Le ruego, le imploro con la vista clavada en sus labios rosados-

Quinn: Sí, lo voy a hacer –Y efectivamente, me besa-

La primera frase que viene a mi mente es “Rachel, te has vuelto completamente loca” pero sencillamente lo ignoro, no puedo parar de mover mis labios, siguen el perfecto y lento ritmo que ella ha establecido, siento su lengua rozar mis labios pidiendo entrada y no dudo en acceder, la mía y la de ella se unen con una sincronía excepcional, pero no sé si para mi bendición o mi maldición el aire nos empieza a faltar, nos separamos lentamente con nuestras respiraciones agitadas, en ese momento caigo en cuenta de lo que acabo de hacer, me besó y correspondí, mal, muy mal Rachel. Debido a mi mala acción no sé cómo reaccionar, al ver que una sonrisa se dibuja en sus perfectos labios, un enorme calor sube por mis mejillas, me molesto pero me sonrojo, no me entiendo así que con brusquedad me separo y como un acto reflejo le estampo una bofetada.

Ella se endereza y me mira, sus ojos son como dagas que se clavan en los míos, está molesta, está desconcertada, lo sé, lo puedo leer en su mirada, mis ojos ya no pueden sostenerle la mirada a los suyos, así que me voy, salgo de ese baño rápidamente ¿Qué carajos acaba de pasar? No lo sé, y no quiero pensar en eso esta noche. Me siento en la mesa donde se encuentran mi padre y el señor Ryan, ellos ignoran que yo he llegado primero y Quinn se atrasa, y me imagino, la cachetada que le he propinado fue algo fuerte y su mejilla debe estar ardiendo. Ella llega y se sienta nuevamente, no la veo pero mi padre se encarga de decirme las condiciones de su mejilla sin necesidad de que tenga que voltear a verla.

Leroy: Quinn cariño ¿Te ha pasado algo en la mejilla? Esta ardiendo en rojo –Pregunta mi padre entrecerrando los ojos-

Quinn: No Leroy, creo que me ha picado un mosquito, me vi en el baño y ya la tenía así –Respondió ella con aquella vaga excusa, me provocó algo de gracia pero no era el momento de reír-

Ryan: Vaya mosquito Quinn –Agregó Ryan inocentemente cosa que no resistí y empecé a reír-

Leroy: ¿Qué es tan gracioso? –Preguntó mi padre algo confundido, no había emitido una palabra en toda la cena pero ahora de la nada estaba riendo, algo sospechoso sin duda-

-Nada papá, no es nada es solo que, recordé algo gracioso, eso es todo –Expliqué entre pausas para controlar mi risa, la cara de Quinn era simplemente un poema-

Y ya íbamos por el postre, todo transcurría igual con la única diferencia de que yo estaba hablando algo más, pero solo era con el señor Ryan o con mi padre, estaba ignorando profesionalmente a Quinn, y ella al parecer estaba haciendo lo mismo conmigo y la verdad es que no la culpo y hasta se lo agradezco.

Al culminar esta tormentosa cena llega el momento en que todos nos tenemos que despedir, no sé porque presiento que va a ser sumamente incómodo despedirme de Quinn después de lo que pasó en el baño, mi padre y Ryan se despiden de ella con suma cortesía y como es de su costumbre se adelantan un poco hablando de sus cosas, me dejan a mí con ella, ambas estamos en silencio caminando hasta su auto que a su vez se encuentra al lado del de mi padre, mi padre y Ryan se alejan porque se dirigen al auto de Ryan y yo sigo atrás con ella caminando a mi lado.

Se acaba el camino, llegamos y estamos entre su auto y el de mi padre, ella se posiciona frente a mí, yo la veo pero ella ve hacia ambos lados como supervisando quien se encontraba alrededor, al notar que el estacionamiento se encuentra desierto y que mi padre y Ryan se encuentras lejos de nosotras me mira y sonríe, su reacción me extraña y me asusta al mismo tiempo, es una mujer totalmente bipolar, se empieza a acercar a mí y en un rápido movimiento captura mis mejillas en sus manos y se lanza a mis labios a besarme nuevamente, me dejó realmente sorprendida, confirmo que Quinn Fabray está loca de atar.

-¿Qué te pasa Quinn? –Digo después de que la alejo de mis labios, molesta y sorprendida-

Quinn: Anda, vuélveme a cachetear –Dice ella mientras se acerca a mí y como en bandeja de plata me pone su mejilla que no dudo en abofetear-

Se gira hacia mí y me vuelve a besar, su cuerpo lo pega al mío sin dejar ningún espacio entre nosotras, llega a acorralarme entre el auto de mi padre y su cuerpo y yo no lo puedo creer, la empujo nuevamente y veo una sonrisa burlona pegada a sus labios.

-¡Estás loca! –Le digo furiosa para volverla a cachetear-

Y como si esto se tratara de un círculo vicioso me vuelve a besar ¡Joder! Ahora la empujo un poco cansada de ese jodido juego, ella sigue con su sonrisa y yo con el seño fruncido le pido una explicación con mi mirada, pero en vista de que sigue sonriendo como una idiota se la pido.

-¿A qué carajos estás jugando? –Le pregunto realmente molesta-

Quinn: Cada vez que me cachetees te voy a besar, así que podemos seguir en esto toda la noche –Me dijo sonriente y a disposición de seguir, pero como un milagro llegó mi padre-

Leroy: ¿Quinn? Creí que ya te habías ido –Dijo mi padre extrañado pero sonriente-

Quinn: No Leroy, me entretuve con Rachel –Respondió sonriente-

Leroy: Me alegra que se lleven bien chicas –Continuó inocentemente con aquel jueguito cínico-

-Pero Quinn ya se iba ¿Verdad que sí? –Dije buscando correrla de ahí disimuladamente-

Quinn: Claro, ha sido una maravillosa cena Leroy, espero que se repita –Dijo sonriente abriendo la puerta de su auto-

Leroy: Cuando quieras cariño, nos vemos el lunes –Dijo mi padre como una despedida que honestamente me preocupo ¿Lunes?-

Quinn: Claro que sí, Adiós Rachel nos vemos el lunes –Dijo ella para después arrancar en su auto sin darme oportunidad de decir nada-

-¿Lunes? –Le pregunté a mi padre-

Leroy: Sí, va a llevar unos presupuestos –Respondió con tranquilidad-

-Pero ¿Presupuestos de qué? –Indagué algo estresada-

Leroy: Rachel tranquila, no se va a acabar el mundo por unos presupuestos, sube al auto –Me ordenó cortando la conversación-

A regañadientes me subí al auto, estaba completamente sorprendida ante la actitud de Quinn, sin duda una palabra que la definía era loca, también la podía definir como esquizofrénica, acosadora, degenerada y una innumerable cantidad más. Quinn para mí es un completo detonante ¿Qué detona en mí? Muchas cosas, pero definitivamente no se cuales son, me gusta, me confunde, me enoja, me desespera y no sé qué significa.


Me diverti a mil escribiendo este capítulo espero que les guste! espero sus comentarios como siempree! Hasta mañana chicas y feliz san valentin por adelantado! jaja

:3 Me encantó jajaja Rach y Quinn son unas loquillas xD Okya' *-* Byee :B

jajaja me encanto, amo a Quinn y Rachel son geniales en especial Quinn...

Wow me acabo de leer el fic y.... LO AMOOOOOOO esta buenisimo me encanta la historia esta muy interesante, yo no me molestaria nada en casarme con esa latina sexy ufff britt esta ciega la verdad! Mira que desaprovechar la noche de bodas con semejante MUJER cerca eso es casi una aberracion me intriga saber quien es esa persona por la cual san fue capaz de hacer eso *.* espero que pronto muestren señales de que por lo menos se están empezando a gustar por otro lado que risa con las faberry jajajja esas dos si que son tal para cual, mori de risa con los besos y las cachetadas, Dios pero que cabezota es Rach que se deje llevar de una vez y deje de tratar de la patada a mi ojiverde que bien que se muere pork quinn la pervierta con sus encantos quien en su sano juicio se resiste o no sucumbe a esa perfecta sonrisa y esa mirada verde que hipnotiza? Rachel Berry? Jo por favor :>.<: ya vimos que no la detesta tanto como dice jajajajaj quiero ver hasta donde le llega la resistencia... Estoy emocionada por la Luna de Miel de las chicas por Dios por lo menos un besitooo a britt que no sea mala que bien que se dejo tocar la noche de bodas y ni tan borracha estaba, me encanta san toda "caballerosa" y algo Machista? jajajja no se como se le dice en ese caso a una mujer, no dejar a britt vestirse con ropa sexy es un PECADO MORTAL...

En fin.. he quedado fascinada con este fic de verdad que si, espero ansiosa otra actualizacion!

PD: Me encanta el nuevo mote de Sam, "Boca Cancla" casi mori de risa cuando leí eso!

ola aki me tienes de nuevo jeje si menzo cel k no nos deja comentar jeje pero minimo podemos leer bn

eso de quiin y rach jej puro masokismo te beso y me pegas jeje pero algo me dice k poco a poco va caer rach ooohhhh k se van a paris britt y san eso va estar intersante pork iran donde estar el amor!!! aflor del piel jeje va ser bueno pork britt no ira de buena gana jej ya lo kiero ver

ya sabes aki me tendras leyendo jeje

me encanto esto algo me dice k cambiara las cosas entre ellas dos en ese viaje espero k para bien

y mis brittana????????!!! ah ya se se estan preparando para su viajecito jejee, buenoooo confieso que si me he divertido con este cap pero sabes, me pasa algo bien raro esa actitud arrogante de quinn no me agrada en ella, no lo se hasta me llega a caer mal, de hecho esa actitud solo me encanta verlo en santana o brittany ahi si hasta las adoro jajajaja bueno como sea solo queria decirlo, espero el siguiente cap aparezcan las brittana plis plis!!

Antes que nada te debo una disculpa lamento no haber comentado el anterior capitulo, en estos dias ando algo ocupada.......pero bueno, aprovechando el tiempo libre que tenia me puse al dia con tu fic.........jajajajaja lo siento pero no puedo controlar la risa y carcajadas de solo imaginar como asusto San a aquellos tipos del centro comercial, o la actitud de Quinn para Rachel (bien que se resiste, pero como que ya empieza a sentir algo). Jejejeje pues ya somos dos que sienten que correr tras una pelota de baloncesto no es nada agradable, o pasara el dia de San Valentin frente a una tv (en mi caso con el plan de una maraton de peliculas de comedia, y aprovechando parte de la noche para desarrollar un par de ideas que tuve repentinamente para mi fic)...........espero ansiosamente el dichoso viaje de las chicas a Paris jejejeje

Saludos, hasta la proxima actualizacion

wowwwwwwww

realmente me sorprendiste con este capitulo mira que ponerse Quinn a juguetear con la piernas de Rachel.... jajajajjaja

lo del baño estuvo mucho mejor o dios casi me da un infarto....

escribes muy bien ya kiero otro capitulo

Estoy de vuelta genialosaaa!

Me extrañaste? na broma jaja me perdí un capitulo :c pero lo importante es que estoy de nuevo por aquí :D
Sobre los capítulos esa Quinn esta realmente locaa, pero igual no voy a negar que fue entretenido todo lo que hizo vistee que te dije que al final Rachel iba a terminar cayendo frente a los encantos de la rubia, pero es que es Quiiinn estoy igual cuando hablo de San y que quiero ser Britt, pero naa prefiero a Saaan *-* <3 jajaj
Ojala que Brittany se vaya con Santana a Paris, quien sabe que podria pasar ahí jajaja

Espero no perderme mas capítulos! aunque ahora será un poco mas difícil meterme porque en dos días mas me voy de vacacionees :D pero igual estaré pendiente si actualizaste para poder comentarte los genialosos capítulos.

Cuidatee y Besoos!

Lunes:


Brittany:

Era de mañana, ya es nuestro segundo día en París, una hermosa ciudad sin lugar a dudas, aunque la única desventaja es que no la he podido aprovechar a plenitud por una poderosa razón, no se hablar francés, Santana sí y vaya que lo habla bien, pero yo no así que por temor a perderme y de no poder regresar no he podido salir de aquí. Aprovecho parís desde el hermoso balcón de mi habitación, Y sí, Santana y yo dormimos en habitaciones separadas, una de mis condiciones para venir. Las luces son completamente vistosas, deleito mis ojos con la fría y romántica mañana francesa, veo a lo lejos la hermosa torre Eiffel, el vaivén de las personas, el elegante murmullo de la ciudad, justo en ese instante algo interrumpe mis pensamientos, Santana ha llegado a mi habitación.

Santana: Buenos días Brittany ¿Cómo has pasado la noche? –Pregunta sonriente-

-Bien, ¿Y tú? –Respondo casual-

Santana: Bien, me encanta parís –Dice con una sonrisa-

-Bien por ti –Digo sonriente para después volverle a prestar atención a la hermosa vista-

Oigo como ella suelta un suspiro, claramente ha malinterpretado mi comentario como algo irónico pero no me esmero por arreglar aquella situación, simplemente sigo apreciando con admiración cada una de las calles que están al alcance de mi visión.

Santana: Me preguntaba si querías venir a desayunar conmigo –Pregunta ya a mi lado, se apoya en la baranda imitando mi posición-

-Si claro –Respondo sonriente y algo entusiasmada-

Santana: Bien, apenas este lista te busco ¿Sí? –Me dice sonriente, claramente le ha gustado que acepte su propuesta-

-Si –Digo para después asentir y dirigirme rápidamente a la ducha-

Ella se ríe y niega con la cabeza, claramente le ha gustado mi reacción y no es para menos, nunca había venido a París, francamente creí que nunca vendría, y estar aquí definitivamente es una oportunidad genial. Al cabo de unos 20 minutos me encuentro completamente lista, opto por ropa ligera debido a que es un hermoso día soleado, mientras guardo mis cosas oigo como la puerta de mi habitación se vuelve a abrir y efectivamente es ella, se apoya en la pared, la miro y puedo ver que tiene una sonrisa en su rostro, curiosamente eso solo pasa cuando vamos a salir, termino de guardar las cosas y ella habla al fin.

Santana: Bien ahora vámonos, espero que tengas mucha hambre –Me dice con aquella sonrisa-

No respondo, solo sonrío con cortesía y salimos juntas de la habitación y del enorme y elegante hotel –De su cadena cabe destacar- Caminamos unas cuantas cuadras y ella me señala un lindo restaurant como esos de televisión, hay algunas mesas afuera, adentro tiene una fachada bastante elegante con diseños en madera, un hermoso lugar, sin duda uno de los mejores que he pisado y que pisaré. Ella habla fluidamente con uno de los meseros y no tomo mucho tiempo en averiguar que ordenó por mí cosa que no me molesta debido a que si lo fuera dejado por mi cuenta probablemente le fuera pedido ayuda.

Santana: ¿Qué te parece? –Me pregunta con una sonrisa una vez que tomamos asiento en el interior del restaurant-

-Es muy hermoso todo –Respondo sonriente, estaba muy entusiasmada-

Seguimos conversando de cosas sin importancia, ella me dice que tiene todo el día planeado cosa que me gusta, nunca pensé que aquella mujer que me había obligado a casarme con ella se mostrara tan atenta, tengo que aceptar que es un punto a favor. Llega nuestro desayuno, unos apetecibles croissants acompañados por dos tazas de café, en silencio comemos nuestro desayuno, a terminar ella paga y salimos del hermoso restaurant, caminamos por muchas calles, todas las observo con atención y admiración, son enormes, vistosas, llamativas, en fin ¡Es parís! Ella para un taxi, nos subimos en él y el viaje se torna en silencio, no es que no quiera hablar con ella, es solo que mi atención se fija en aquellos hermosos y grandes edificios. Llegamos a un lugar repleto de personas, ella paga y suelta una palabra que es una de las pocas que logro entender Merci/Gracias.

Santana: ¿Logras reconocer este lugar? –Pregunta ella con una sonrisa en su rostro, mientras yo medito mi respuesta-

-¡Dios santo! ¿Este es el famoso Museo de Louvre? –Pregunto perpleja-

Santana: Touche, Mon petit –Dice ella con una sonrisa, no sé lo que dijo pero a juzgar por su expresión, fue un piropo-

Negué con la cabeza mientras la veía con los ojos entrecerrados, ella soltó una adorable risa y sin más empezamos a pasar nuestro día en una de las ciudades más hermosas del mundo, París. Caminamos por todo el hermoso museo, visitamos la tienda de regalos de este y compré muchos con mi tarjeta de crédito pensando en Rachel, en el señor Leroy, en mi papá, mi nana y el nuevo miembro de mi vida Lord Tubbintong. Ella sonreía al verme comprar y yo inconscientemente empezaba a corresponder su encantadora sonrisa, se nos hizo algo tarde estando en el museo, después de salir de allí tomamos otro taxi y partimos en dirección a una de las maravillas del mundo “La torre Eiffel” llegamos a aquella majestuosa obra y después de rodearla, hacer un intento en vano de subirla y hablar de la arquitectura francesa el sol empezó a bajar.

La noche empezaba a caer y Santana y yo seguíamos dando vueltas por aquellas calles, por alguna extraña razón no me quería alejar de aquella hermosa torre, el atardecer en parís se estaba tornando frío así que debíamos partir al hotel, caminábamos en silencio en la espera de un taxi nuevamente pero Santana paró rápidamente frente al oscuro pero recurrido Rio Sena.

Santana: Oye Brittany ¿Alguna vez has paseado en góndola? –Me preguntó con la vista fija en el río Sena-

-¿Eso no solo se hace en Venecia? –Le pregunto algo confundida-

Santana: Mira allá –Dice ella para rodearme por los hombros y señalarme a la distancia varios pequeños botes agrupados, góndolas- ¿Quieres que demos un paseo?

En ese momento mi sonrisa crece, debe creer que soy un poco niña pero no es para menos, si tuviera una lista de cosas por hacer, hoy hubiera tachado varias actividades que creía imposibles, no lo pensé mucho y asentí, ambas con una sonrisa y la mínima cantidad de bolsas que nos acompañaban llegamos hasta las pequeñas góndolas, algunas paseaban ya lentamente en el río con parejas en ellas. Santana intercambió algunas palabras con uno de los hombres con atuendos peculiares y nos subimos a una de estas, era sin duda una de las cosas más emocionantes que había hecho, ella estaba a mi lado y yo observaba con mis grandes ojos las luces reflejadas en el agua. Nuestro paseo transcurrió en silencio, era algo sumamente relajante pero eso no quitaba lo romántico, en vista de que nuestra relación carecía de romance no hablamos nada durante el pequeño paseo. Al culminar este Santana le pasó unos billetes al hombre y este agradeció, luego de eso emprendimos nuevamente la busca de un taxi, al encontrarlo rápidamente llegamos al hotel.

Subimos hasta mi habitación y en el piso dejamos las bolsas de la tienda de regalos, caí en uno de los muebles ubicados en una esquina del balcón de la habitación y ella a los pocos segundos se sentó a mi lado, estábamos en silencio nuevamente, algo habitual entre nosotras pero me vi en la obligación de romperlo.

-Gracias –Dije mientras le dirigía una mirada-

Ella se volteó y me vio a los ojos, era un lindo momento, el primero. Una sonrisa se formó en sus labios y como se estaba haciendo de costumbre la correspondí.

Santana: Me alegra que te haya gustado. ¿Sabes? Había venido varias veces pero nunca había podido disfrutar la ciudad –Me confesó aún viéndome a los ojos-

-¿En serio? Pues creo que no hace falta que te diga que es la primera vez que vengo –Dije riendo un poco-

Nos quedamos en silencio unos segundos luego de mi comentario, estábamos viendo la ciudad que se veía mucho más hermosa de noche, diversas luces de colores adornaban el paisaje y el clima era bastante acogedor.

Santana: Supongo que debes estar cansada, me voy y te dejo descansar –Dijo ella de pronto poniéndose de pie-

-Claro, te acompaño a la puerta –Dije poniéndome de pie junto a ella-

Caminamos lentamente hasta la puerta de la habitación pero algo detuvo nuestro paso, nos detuvimos frente a la puerta, ella la abrió y cuando iba a salir de la habitación la detuve.

-Santana –La llamé, ella se detuvo y se giró a verme-

Estábamos ahí, de pie una frente a otra, algo estaba ejerciendo fuerza dentro de mí, implorándome que no la dejara ir “Tranquila. Planeo que me lo des por voluntad propia, no te obligaré a nada” esas palabras suyas dichas el día de nuestra boda resonaron en mi cabeza, y creo que por obra de mi voluntad en un delicado acercamiento me lancé directamente a sus labios.

La sobriedad en mí me estaba haciendo sentirlos a plenitud, no se comparaban en nada con la primera vez, en ese momento al solo sentir sus apetecibles y hermosos labios en los míos era algo simplemente épico, ella no se resistió en ningún momento, siempre me siguió y lo agradecí, pero las cosas empezaban a tomar intensidad, mi voluntad me pedía más y más y ya me estaba simplemente dejando llevar, nuestras lenguas entraron en el juego y en ese instante sentí sus manos tomar delicadamente las mías, gentilmente las rodeó en su cuello y ella se abrazó a mi cintura pero el teléfono de la habitación comenzó a sonar, con lentitud nos separamos, ella frunció el seño claramente confundida y hasta un poco molesta, yo me encogí de hombros y ella se dirigió a contestar el teléfono por obvias razones, la veía mientras hablaba por teléfono, vi como la expresión de su cara se tensó, empezó a hablar un poco más alto y deduje que lo que sea que le estaban diciendo no era nada bueno, me acerque un poco más a ella haciendo un intento en vano por entender pero ella colgó, suspiró fuertemente y se sentó al borde de la cama, sus manos estaban cubriendo su rostro, no sé que sentía pero no se veía bien así que me acerqué a ella y me senté a su lado.

-¿Pasa algo malo? –Le pregunté con timidez-

Ella seguía con las manos en su rostro, no quería responder cosa que me desconcertaba, me tomó unos segundos escuchar sus sollozos, estaba llorando, definitivamente no era nada bueno lo que sea que le hayan dicho por teléfono, en silencio trataba de quitar las manos de su rostro y de un momento a otro ella se abrazó a mí, quede sorprendida, no habíamos tenido contacto de este tipo, pero correspondí su abrazo mientras le acariciaba la espalda, no sé si fue por el beso o por qué en el transcurso de día a conocí mejor pero me ablandó la manera en la que estaba llorando, no se sentía nada bien verla llorar, la consolé en silencio hasta que ella se fue calmando y pudo hablar

Santana: Brittany, necesitamos v vo volver –Dijo ella tratando de batallar con sus sollozos-

-Pero ¿Qué pasó? ¿Todo está bien? –Le pregunté quitando las pequeñas lágrimas de sus mejillas-

Santana: No, te explico después ¿Sí? Ahora tenemos que encontrar un vuelo de regreso a Nueva York, es una emergencia –Dijo reponiéndose de repente, tomando el teléfono nuevamente-

Mientras ella hablaba por teléfono yo me encargue en silencio de acomodar mis maletas y las de ella, se veía realmente tensa gritando en francés a través de la línea, quería ayudar de alguna manera así que acomodar las maletas y nuestras cosas era lo que estaba a mi alcance, ella colgó un poco más calmada mientras yo acercaba nuestras maletas a la puerta de la habitación.

Santana: Bien, salimos en una hora, tenemos tiempo de llegar al aeropuerto, hacer el registro y abordar, ya llamé un taxi y tenemos que bajar en veinte minutos ¿Estas lista? –Dijo ella caminando de un lado a otro de la habitación-

-Sí, todo está en, orden… Santana ¿Quieres tranquilizarte? –Le pregunté un poco estresada, extrañamente me estaba transmitiendo su estrés-

Santana: No Brittany, la verdad es que no puedo Por qué ¿Sabes? ¡Tengo muy mala suerte! Dime ¿A quién le interrumpen su luna de miel eh? ¡A NADIE! –Gritaba contestándose ella misma caminando de un lado a otro aún-

-Pero… -Me volvió a interrumpir-

Santana: ¡Nada Brittany! ¡Siempre tiene que pasar algo! ¡Y TODO A MÍ! –Seguía gritando-

-¡YA, NO GRITES! –Grité saliéndome de mis casillas, ella detuvo su paso y me vio sorprendida- Lo siento es que no parabas de gritar y… -Me interrumpió-

Santana: No, no yo lo siento, discúlpame es solo que estoy muy estresada, es que yo no sabía que ella estaba enferma, la última vez que la vi todo estaba bien –Me explicaba acercándose a mí-

-¿Quién está enferma? ¿Tu mamá está bien? –Le pregunté preocupada-

Santana: No, es… Supongo que en algún momento te vas a enterar –Dijo con cierto nerviosismo-

-¿De qué estás hablando Santana? –Le pregunté con los ojos entrecerrados temiendo su respuesta-

Santana: Brittany… Es… yo… es que –Titubeaba sin parar cosa que me estaba poniendo nerviosa-

-¡Habla ya! –Exclamé zarandeándola un poco-

Santana: ¡Tengo una hija! –Respondió dejándome completamente en shock-




Nueva York:


Rachel:

Daban las dos de la tarde, yo acababa de llegar a la oficina porque Emma ya me había dado el aviso de que Quinn ya se había ido, desde lo que pasó el sábado deduje que tenía que evitarla a toda costa. Hacía un rato que me encontraba encerrada en mi oficina haciendo mi trabajo y el de Brittany, nada complicado, solo ver unos balances así que estaría hasta tarde viendo miles de papeles rellenos de números sin poder escapar. Pasaban los segundos, los minutos, y hasta las horas y aún seguía con un bolígrafo en la mano, revisando, escribiendo y hasta firmando un rascacielos completo de carpetas con el sello de P&B en la cubierta, alguien toco a mi puerta y con un simple “Pase” la persona que se encontraba detrás entró.

Emma: Señorita Berry hoy salgo temprano y no va a quedar nadie allá afuera ¿Estará bien? –Me preguntó Emma desde la puerta-

-Claro que sí Emma, tranquila, supongo que puedo lidiar con mis propias llamadas –Respondí brindándole una cortés sonrisa-

Emma: Esta bien señorita, nos vemos mañana –Dijo ella despidiéndose con una sonrisa-

Yo seguí en mi labor apenas Emma cerró la puerta, mi cuerpo se empezaba a resentir así que decidí hacer una pequeña pausa para ver la hora, el reloj de la laptop marcaba las 4:08 pm aún tenía mucho tiempo para seguir así que me levanté a caminar un poco, me dirigía hacia la máquina de café del piso, por una extraña razón me apeteció uno, camine hasta llegar a la sala de la máquina de café, el lugar se encontraba vacío, solo habían algunas personas de recursos humanos, entre ellas la dulce Marley, una chica tierna que hacía las pasantías desde hace unos cuantos meses.

-Hola Marley –Saludé sonriente mientras me acercaba a la máquina y tomaba un vaso-

Marley: Rachel ¿Cómo estás? –Dijo ella con una sonrisa-

-Bien, trabajando ya sabes –Respondí presionando unos cuantos botones de la máquina para seleccionar mi café-

Marley: Me imagino que se te hace pesado con eso de que Brittany no está –Me dijo ofreciéndome unos pequeños sobres de azúcar-

-No tienes idea, me tardaré una eternidad –Dije riendo un poco- ¿Y qué haces por aquí?

Marley: La máquina de abajo se quedó sin café y si quiero resistir una hora más, créeme que una taza no será suficiente –Bromeó Marley con su característica sonrisa-

-Pues sí, no es nada fácil –Respondí tomando un sorbo de café-

Marley: ¿Te acompaño a tu oficina? –Me preguntó sonriente-

-Claro –Acepté su petición sonriente-

Caminamos lentamente por los pasillos del edificio, a lo lejos pude ver como la puerta de mi oficina se cerraba cosa que me extrañó mucho, habían dos opciones, Ryan o mi papá, creí que ambos se encontraban en sus oficinas y que no me necesitarían para nada, pero como Emma no estaba, lo más probable era que me fueran a buscar a mi oficina. Marley se despidió de mí y se dirigió al ascensor que se encontraba en el mismo pasillo, yo entré a mi oficina y me encontré con lo peor que pudieron ver mis ojos en esos momentos, ahí estaba ella, apoyada en mi escritorio, ahí estaba Quinn.

-¿Qué haces aquí? –Le pregunté sin cerrar la puerta-

Quinn: ¿Qué, no puedo venir a tu oficina? –Preguntó con aquella sonrisa coqueta-

-Quinn ¿Qué es lo que quieres de mí? –Pregunté con desgano, cerrando mis ojos con fastidio-

Quinn: Tu sabes que es lo que quiero Rachel –Dijo acercándose lentamente-

-Joder Quinn, voy a llamar a seguridad –La amenacé con seriedad buscando amedrentarla pero no funcionó-

Quinn: ¿Vas a gritar? –Preguntó mientras seguía acercándose con paso lento-

-Es en serio Quinn, voy a llamar a seguridad –Dije como pude tremendamente nerviosa-

Quinn: ¿Quieres que te dé un motivo para gritar? –Preguntó a pocos pasos de mí-

-Eres una pervertida Quinn, déjame en paz –Dije quitándome de la puerta para que no me acorralara, pero en cuanto vi lo que hizo, supe que cometí un gran error-

Ella se rió con ganas al ver que caí como una tonta en su trampa, cerró la puerta con seguro y yo no tenía a donde ir, estaba temblando del puro nerviosismo, parece que un sismo de una tremenda magnitud se estaba llevando a cabo dentro de mí, Quinn continuó con su jueguito y yo corría por toda la oficina evitándola, era un espectáculo algo patético, pero sabía que si dejaba de correr de ella mi voluntad se quebraría y terminaría haciendo algo de lo que probablemente me arrepentiría.

-¡Quinn! ¿¡Te quieres comportar como una mujer seria y dejar de corretearme?! –Pregunté deteniendo mi carrera y dejando el café encima del escritorio-

Quinn: Yo no te estoy correteando Rachel, tú eres la que está corriendo sin ninguna razón –Respondió ella divertida con la situación sin parar de acercarse a mí-

-Vaya que tienes una buena condición física ¿No te cansas? –Le pregunté algo agitada-

Quinn: No, nunca me cansaría de ti –Dijo con su clásico acento coqueto-

-Quinn, hagamos esto por las buenas, tú solo quieres sexo, entonces por favor te pido que lo busques en otro lado ¡No me interesas! –Le dije con la máxima cortesía que pude-

Quinn: Tu no me entiendes Rachel, yo te quiero es a ti, y cuando me propongo algo lo obtengo sí o sí ¿Me entiendes? –Dijo bastante cerca de mí-

-Ay Quinn, a mi no me vengas con esas cuestiones de ego y de… -No pude continuar hablando porque me interrumpió con un beso-

Y de nuevo mi voluntad se encontraba en la cuerda floja, al borde de un abismo, besarla aceleraba mi corazón a una velocidad impresionante, simplemente estaba encantada con la sensación de sus labios sobre los míos, no me quería detener, no me podía detener y ella al parecer tampoco, me apoyó contra el escritorio sin dejar de besarme y yo correspondía, correspondía gustosa pero tenía que reaccionar, ella solo me quería utilizar y de ninguna manera se lo iba a permitir.

-¡No Quinn No! No puedes besarme cada vez que se te dé la gana, yo soy una mujer con sentimientos y con dignidad ¡Respétame! –Le dije alejándome lo suficiente de ella-

De pronto empezó a sonar su teléfono, por lo que pude ver fue un mensaje de texto porque solo vio a pantalla de este, abrió los ojos y su sonrisa se borró de pronto.

Quinn: Mientras me sigas correspondiendo, ten por seguro que no te voy a dejar en paz. Serás mía Rachel –Dijo ella para después darme un beso fugaz y retirarse de la oficina-

Al quedar sola quedé en shock, estaba completamente molesta conmigo misma, maldije muchas veces a todas las cosas que se encontraban a mí alrededor, molesta conmigo misma, por lo que empezaba a provocar dentro de mí, definitivamente Quinn me estaba empezando a gustar y eso me ponía a arder en rabia, odiaba a sensación que dejaba en mi cuando se iba, odiaba pensar en la cantidad de personas a las cuales ella les rezaría el mismo cuento que me dice a mí ¡Odio que me guste! ¿Me gusta? Ay no...



Tadaaaam! ¿Y? :D Ok, creo que me pase cortando las Brittanas D: pero tranquilas emmm ahora si les suelto el anuncio... !No actualizare hasta el LUNES! Lo siento chicas pero tengo muchas cosas que hacer .__. y mucho que escribir tambien D: así que no me odien T__T Espero sus adorables comentarios :3

JA! sabia que san tenia una HIJA... me lo sospechaba, ya quiero saber de quien es o como es que tiene una nena... me encanta el jueguito que se traen las faberry y por fin britt dio el primer paso y la beso ella fue tan lindo awww como me encantan este fic.......un momento... QUE NO ACTUALIZARAS HASTA EL LUNES??? Dios! morir de intriga

Bueno hasta el lunes entonces, estare esperando mas que ansiosa

que desesperacion cuando una se engancha a un fic y tiene que esperar una eternidad para saber como continua!!!!!!

Genialosaa ya estoy aquí, mira que he dejado de hacer las maletas por estar comentándote jajaj

nunca pensé que San tuviera una hijaaaa! cuando hablaba de ella, pensé no sé, pero una hija nunca D: y esa Britt se hace la que no quiere, pero puro que quiere jajaja.

Me encantan las Faberry, o sea es que esa Quinn no va a dejar de insistir nunca parece, pero Rachel de a poco va cediendo.

No vamos a pelear nunca :D porque pensé que iba a tener que pelear contigo por el amor de San, pero eres tan buena que me dejaste el camino libre y tu te quedas con Quinn :D jajaja

Espero tu actualización el lunes entonces (:
Besoos Genialosa!

pufffff haver como se toma Britt lo de que Santana tenga una hija. Ahora que las cosas empezaban a ir bien entre ellas

uhhh.........la noticias de una hija de San me tomo desprevenida, awww.....me encanta la faceta de San como mama (esa precocupacion y devocion que demuestra es tan adorable)......¿como se tomara esta noticia Britt?.........jejejeje, Quinn no pierde el tiempo y Rach aunque se resista bien que le corresponde Esperare ansiosamente el siguiente capitulo

Saludos, hasta la proxima actualizacion
*Estos dias ando algo ocupada.......pero considero que actualizare mi fic el dia lunes, gracias por preguntar

O_O San tiene una hija? Oseeeeeaaa intui un poco, pero no pense que iba a ser tan rapido enterarme! jejejejejejje. Pero que justo que cuando las cosas van bien con Britt y fue ella quien la beso. ^^. Ahora se tiene que ir de Paris! (amo Paris, es tan romantico. awwwww me encanta) Pero Uhhhh que bronca que las interrumpieran en el mejor momento! jejeje Pero bueno, espero que Britt la apoye! Y lo de las cachetadas y el beso de las Faberry me mate de la risa! Re masoquista la chica! jejejejejejeje

Besote.

Ey hola!!!
Me tope con tu fic hace una hora, debo decirte que me llamo mucho la atención la foto que tienes como portada del fic, por eso decidí leerlo.
La verdad es que esta buenísimo no encuentro bien las palabras para expresarte lo mucho que me ha gustado, en verdad me alegro de que lo hayas empezado y oficialmente quiero que sepas que tienes una nueva fiel lectora jaja me presento un poco me llamo Andrea y espero gustosamente poder seguirte leyendo.
Saludos y besos.... hasta la próxima actu.!!!!

santana kon hija...

Holaaaa! No me acuerdo si ya había leido este fic.. y si lo leí me perdí muchos caps! JAJAJA Hola soy nueva vieja lectora (?
Geniales los capitulos.. me quedé super asombrada con lo de que San tiene una hija :| Osea WTF :|
Me gusta de que como que Britt va aceptando y va aflojando con el tema de que están casadas.. me gusta muchisimo tu fic..
Rach haciendose la dificil es lo más!
Espero la actuuu! besos!

Al paso de las horas Santana y Brittany llegaban de su vuelo, viajaron en asientos separados en la primera clase debido a la manera tan precipitada en la que Santana había reservado los puestos no pudo exigir, así que se conformó con lo primero que encontró, después de todo era una emergencia. Para Brittany esto fue lo más ventajoso que le pudo haber pasado, desde que Santana le confesó en aquel cuarto de hotel que tenía una hija Brittany no le dirigió más la palabra, ahora entendía todo, su odio a los gatos, la preocupación, y sobretodo entendió porque había tomado la decisión de seguirle el juego a sus padres, ahora entendía porque Santana accedió a aquella orden que le habían dado sus padres de casarse, ya tenía la respuesta de muchas cosas.

Al llegar al aeropuerto a Santana se le notaba algo tensa, incluso más tensa que en parís, al recibir sus maletas Brittany caminaba en silencio a un lado de Santana, se dirigieron hasta una de las camionetas de Santana donde uno de los choferes las ayudó con sus maletas, iban directamente al hospital a llevar a Santana y luego Brittany se iría a la Mansión a descansar, o por lo menos eso pensaba la morena.


Brittany:

Llegamos al hospital, el chofer lo estaba rodeando para llegar a la entrada de emergencias, cuando estacionó me dispuse a bajar para acompañar a Santana, no me agradaba para nada la idea de que me ocultara cosas, y mucho menos si esas cosas son tan importantes como un hijo, pero eso no me convertía en una insensible. Santana bajó por una puerta, se le notaba bastante angustiada, mientras yo me baje por la otra, el chofer arrancó al momento y yo empecé a caminar al lado de Santana que al darse cuenta de mi presencia de sobresaltó un poco.

Santana: ¿Qué haces? Tienes que ir a casa a descansar –Me dijo ella deteniendo su paso de golpe-

-Santana estoy bien… Yo, siento haber reaccionado mal… es solo que no me gusta que me oculten cosas, yo quiero conocer a tu hija… claro, si tu quieres –Le expliqué con bastante timidez-

Ella sonrió apenas terminé de explicarle mi punto de vista, se acercó a mí y me arropó en un abrazo.

Santana: Claro que quiero que conozcas a mi hija, después de todo estamos casadas y de cierta manera sería tuya también ¿No? –Me explicó sin romper nuestro abrazo-

-Gracias por confiar en mí, sé que no debe ser fácil –Le dije rompiendo nuestro abrazo-

Santana: Tranquila, muchas gracias a ti por apoyarme, me pongo muy nerviosa cada vez que se enferma –Dijo mientras empezábamos a caminar-

Caminamos una al lado de la otra, ella intercambió unas palabras con una señora detrás de un enorme escritorio, por lo que pude ver eran algo frecuentes las visitas de Santana a este hospital porque la señora la saludó con bastante afecto y le dijo un número “236” Santana asintió, me tomó de la mano –Un gesto que nunca había existido entre nosotras- y caminamos por varios pasillos hasta llegar a una puerta con el número 236, ella no me soltó en ningún momento, se frenó justo antes de entrar a la habitación, la note nerviosa, estaba asustada, temía por la salud de su hija cosa que me dio mucha ternura, apreté su mano para que supiera que no estaba sola, ella me regaló una sonrisa, tomó mucho aire y abrió la puerta.

-¡MAMI! –Gritó la niña en la camilla apenas vio a Santana-

Santana: ¡Sami! Mami esta aquí preciosa ¿Cómo estás? –Dijo lanzándose a la camilla a abrazar y besar a la pequeña niña-

Era una niña muy hermosa, su cabello oscuro, liso y largo semejante al de Santana, su piel era blanca, cosa que me extrañó bastante y sus ojos eran verdes, una niña muy linda que sin duda alguna amaba a su madre. Yo seguía en la puerta, me percaté de la presencia de la mamá de Santana, ella veía con ternura aquella escena y yo estaba en la puerta, me sentía algo fuera de lugar, no sabía si quedarme ahí o cerrar la puerta e irme de ahí, cuando me decidí por la segunda opción, la niña de la camilla detuvo mi paso.

-Mami ¿Quién es ella? –Le preguntó la pequeña a Santana-

Santana se giró hacia mí y yo estaba estática en la puerta, siendo realistas lo más probable era que la niña me odiara, yo no sabía de su existencia y por lo que puedo ver ella tampoco sabía de la mía, somos dos víctimas de Santana, solo espero con todo mi corazón que no me odie, nunca tuve talento en compenetrarme con los niños, mi padre a veces dice que nunca deje de ser una pero a veces los niños no se llevan entre sí. Santana le susurró algo a la niña al oído y al instante a la niña se le dibujo una enorme sonrisa en el rostro, yo seguía en la misma posición solo que ahora alternaba la mirada entre la señora López, Santana y la niña.

Santana: Brittany ven aquí –Me llamó Santana parándose de la camilla de la nena que seguía sonriente-

-Me acerqué con temor a un lado de la camilla, la niña me detallaba tomándose su tiempo, imagino que estaba analizándome-

Santana: Mira Brittany, ella es Samanta, Samanta, ella es Brittany –Dijo con una sonrisa, dando algunos pasos para atrás hacia donde se encontraba su madre-

Samanta: ¿Tú eres mi nueva mami? –Me preguntó la nena con aquella sonrisa en su rostro-

-Supongo que… ¿Sí? –Dije como pude bastante nerviosa-

Y con una velocidad impresionante se arrodilló en la camilla y me abrazó, fue un lindo abrazo, me hizo sentir muy bien, no pensé que me fuera a recibir de esa manera, creí que me iba a correr gritándome que era una usurpadora, pero espantó toda duda existente en mí con ese lindo abrazo que correspondí al momento.

Sami: Eres muy bonita ¿Cómo te fuiste a fijar en mi mamá? –Me preguntó la sonriente niña sentándose de nuevo en su camilla-

Santana: ¡Oye! –Protestó a lo lejos y yo reí, me relajé y me senté a un lado de ella-

-Es una larga historia y no te quiero aburrir, mejor dime ¿Cómo estás? –Le pregunté buscando olvidar ese tema, no tenía la energía mentar para crear una historia en estos momentos-

Sami: Ay mami esto es una tortura, mira mis brazos –Me mostró sus pequeños brazos llenos de moretones y agujas-

Maribel: Esta mañana sufrió un ataque de asma, no tenía su inhalador así que tuvimos que correr a traerla –Explicó la madre de Santana-

Sami: Pero estoy bien ahora, muy bien como para salir ¿Me puedo ir mami? –Preguntó refiriéndose a mí, yo sonreí porque apenas y me conocía y ya con una entera confianza me llamaba “mami”-

-Aún no puedes salir nena, esperemos a mañana porque si te sacamos los doctores se van a molestar –Le expliqué sonriente-

Santana: ¿Y ahora como tienes nueva mami me olvidas? –Preguntó desde un mueble, se le veía cansada pero no quitaba su sonrisa-

Sami: ¡No mami! Es solo que esta mami es nueva, tu siempre me has tenido y tienes que aprender a compartir ¿Verdad abuelita? –Argumentó con toda la razón buscando apoyo en su abuela-

Maribel: Claro que sí Sami, aunque a tu mamá Santana nunca le gustó compartir –Dijo la señora Maribel sentándose a un lado de su hija-

Sami: Pues va a aprender abuelita… Ahora dime Mami Sanny ¿Por qué te buscaste una mami tan diferente a ti? –Preguntó jugando con sus manitas-

Santana: ¿Acaso tu mami no puede tener buenos gustos? –Preguntó Santana riendo desde el mueble provocando que me sonrojara un poco-

Sami: Es más bonita que la tía Quinn –Dijo la niña jugando con un mechón de mi cabello-

Santana: Que no te escuche diciendo eso, sabes cómo es de celosa –Comentó riendo- Por cierto ¿Dónde está Quinn?

Maribel: Se fue hace poco, ella estuvo aquí en la tarde apenas le dije que Samanta estaba enferma –Explicó la señora Maribel-

Santana: Luego hablaré con ella ¿Dónde está el doctor? –Preguntó poniéndose de pie nuevamente, recuperando su energía-

Maribel: Debe estar allá afuera ¿Lo voy a buscar? –Preguntó imitando la acción de Santana-

Santana: No mami, ya has hecho demasiado, mejor anda a casa a descansar ¿Sí? –Dijo Santana acariciando el cabello de su madre, una escena muy tierna-

Maribel: No, de ninguna manera Tana, Sami es mi nieta, yo la traje y de aquí no me voy –Dicho eso se plantó en el mueble de la habitación, ahora ya entendía en carácter de Santana-

Sami: ¿Parecen hermanas verdad? –Me susurró haciéndome reír un poco-

Después de que Santana y el doctor le explicaran el cuadro clínico de la hermosa Samanta a la señora Maribel, sin protestar se fue con la única condición de que apenas saliéramos la fuéramos a visitar a su casa, Santana no opuso resistencia alguna y la señora Maribel se fue. Santana hablaba con el médico mientras yo conocía a la pequeña Samanta, me contó que tenía ocho años de edad, que vivía solamente con su “Mami Sanny” en la enorme mansión, que en la escuela le va muy bien pero que odia a su maestra y que le agrada que sea su nueva mami porque ya le hacía falta una.

Sami: … Y entonces la tía Quinn y mi mami Sanny me dijeron que dentro de poco iba a tener una nueva mami, pero le pregunté a mi mami Sanny que cuando te conoció y la tía Quinn me dijo que me lo diría cuando cumpliera 18 –Relataba pacientemente la pequeña Sami mientras la miraba asombrada, para su edad era alguien muy inteligente-

-¿Y planeas esperar 10 años para saber cómo nos conocimos tu mami y yo? –Le pregunté riendo un poco-

Sami: Por supuesto que no mami, estoy planeando algo pero necesito ayuda… ¿Tú me vas a ayudar? –Me pregunta entusiasmada-

-¿No es mejor preguntarme a mí como nos conocimos tu mami y yo? –Le pregunté sonriente aunque estaba corriendo el riesgo de ser víctima de sus preguntas-

Sami: No mami, es más divertido molestar a la tía Quinn –Respondió muy segura y reímos las dos, sin duda nos íbamos a llevar muy bien-

Al parecer Santana había terminado de hablar con el doctor porque de un momento a otro se nos unió con una sonrisa cansada, esa misma sonrisa que llevaba pegada a sus labios desde hace mucho rato y no era para menos.

Santana: ¿A ver qué es tan gracioso? –Preguntó apoyándose del otro costado de la camilla-

Sami: No te lo podemos decir ¿Verdad mami Britt? –Preguntó buscando apoyo en mí con aquel dulce apodo que me había puesto hace pocos segundos-

Santana: ¡Vaya! Así que ahora no me quieres –Sentenció con un falso pero hermoso puchero-

Sami: Mentira mami ¡Ven! –Extendió sus pequeños brazos y Santana la abrazó fuertemente, entre ellas había una hermosa relación de madre e hija y se hacía notar en sus escenas-

Apreciaba aquella escena en silencio con una sonrisa en mis labios, me generaba una tremenda ternura las dos personas frente a mí, se separaron y siguieron rieron, inconscientemente se me escapó un bostezo que no paso desapercibido por Santana.

Santana: Te ves cansada ¿Estás segura que no quieres ir a casa? –Preguntó con cierta preocupación-

-No, estoy bien –Respondí con seguridad sonriendo a pesar de que tengo que aceptar, el sueño estaba librando una batalla conmigo en ese momento y creo que va a ganar-

Estuvimos unos segundos más hablando y riendo las tres, me sentí muy cómoda al compartir con Sami y con Santana, no había silencios de relleno ni nada como eso. Una enfermera llegó y dijo que era hora del tratamiento de Samanta, le inyectó algo en la solución y ella después de librar una batalla en vano con el sueño se quedó profundamente dormida, mire a Santana y ella observaba a su hija con una sonrisa en su rostro, el amor hacia su hija estaba implícito y ese amor era un detalle que simplemente me encantaba en ella, ver su faceta de madre me hacía verla de otra manera, esta Santana me gustaba y mucho.

Me encontraba de pie con Santana en el extremo inferior de la cama viendo como la hermosa Sami dormía, escuche que ella bostezó muy bajo para no molestar a su hermosa hija y luego se dio la vuelta, la seguí con la mirada y veía como alternaba la mirada entre el mueble y yo, el mueble se veía algo incómodo y mucho más para dos personas, casi podía leer en su mirada una interrogante que también rondaba en mi cabeza ¿Cómo haríamos para dormir ahí las dos? Antes de que pensara algo más ella habló.

Santana: Entonces… ¿Compartiremos el sofá? –Preguntó llevándose una mano a la nuca-

-Duerme tu, yo ni siquiera estoy cansada –Dije restándole importancia al asunto-

Santana: ¿Tan malo es dormir conmigo? –Preguntó de nuevo con una sonrisa ladeada-

-No, no lo malinterpretes es solo que no quiero incomodarte –Respondí sincera pero algo apenada-

Santana: Vamos Brittany, las dos cabemos ahí –Dijo ella señalando el mueble-

-De acuerdo, pero tienes que prometerme que dormirás –Le impuse para después acomodarnos en el mueble-

Debido a la timidez que aún existía entre ambas nos acomodamos en las posiciones más incómodas que pudimos encontrar, estábamos completamente sentadas, una al lado de la otra en silencio, y así estuvimos unos segundos, aquellos segundos los pasé en un pequeño estado de preocupación, me preocupaba Santana, ya llevaba mucho rato viéndola cansada y en serio quería que durmiera aunque sea un poco, pero ella al parecer era terca hasta con el sueño, la veía cabecear y parpadear con fuerza librando una batalla con el sueño pero empezó a perder, sus ojos se cerraban lentamente y poco a poco sus extremidades perdían rigidez, con sumo cuidado la abracé de lado y la halé hacia mí y ella profundamente dormida se acomodó encima de mí.

En silencio la veía dormir, y era inevitable sentir un hormigueo en mi caja torácica, su respiración lenta y relajante me estaba arrullando poco a poco pero aún así no dejaba de pensar en las cosas que venían a mi mente cuando estaba con ella, mi actitud estaba cambiando radicalmente, ahora disfrutaba sus sonrisas, me encantaba escucharla reír, ver su rostro y percibir el aroma que desprendía su cabello o el de su cuerpo y recapitulando mis acciones, la besé, la besé porque mi cuerpo se lanzó hacia ella dejando la razón en un lugar donde no era escuchada y lo que me empezaba a preocupar, es que ese beso me encantó.

No sé cuánto tiempo había pasado pero la silenciosa y fría habitación del hospital ya no se encontraba tan silenciosa, escuchaba claramente el vaivén de varias personas, despertando poco a poco mis extremidades se empezaron a resentir, estaba acostada completamente en el sillón en el que me había dormido sentada, poco a poco fui abriendo los ojos y tratando de sacudirme el sueño me moví pero fue en vano, cerré los ojos unos minutos más para tratar de reunir un poco de energía para levantarme y ahí sentí como una pequeñas manos tomaban mis mejillas, si, Samanta me estaba despertando.

Sami: ¿Mami? ¿Mami Britt? ¿Mami, estas teniendo una pesadilla? –Preguntaba ella mientras movía mi cabeza de un lado a otro aún sosteniéndome por las mejillas, no pude evitar sonreír, definitivamente nunca me habían despertado así-

Lentamente abrí los ojos y mi cuerpo fue sintiendo todo, sentí como en realidad Samanta estaba encima de mí para lograr despertarme, aún seguía con la pequeña bata de hospital, tenía el cabello algo revuelto y ahora en lugar de una aguja había una compresa en el dorso de su pequeña mano, sus grandes ojos verdes me observaban con atención y yo apenas me estaba despertando tratando de poner mis pensamientos en orden, me senté con ella aún encima de mí.

Sami: Buenos días mami –Saludó sonriente para después abrazarme por el cuello-

-Buenos días pequeña –Dije sonriendo y correspondiendo su gesto-

Sami: ¿Estabas teniendo una pesadilla mami? –Me preguntó pasando una de sus pequeñas manos por mi revuelta cabellera-

-No ¿Por qué preguntas? –Le respondo sosteniéndola-

Sami: Es que estabas moviéndote mucho, por eso te desperté –Explicó sonriente-

-Gracias por despertarme… Oye ¿Dónde está tu mami? –Le pregunté al encontrarme con Santana en ninguna parte-

Sami: Esta en el baño, ella se despertó cuando el doctor entró a decirme que me podía ir –Dijo con mucho entusiasmo-

-¡Bien! Entonces cuando te mejores podremos salir a jugar con Lord… -Fui interrumpida por Santana-

Santana: ¡Samanta, te dije que no la despertaras! Lo siento, es que el doctor vino a darle el alta y está muy feliz –Se excusó mientras la alzaba en brazos con algo de esfuerzo-

-No me despertó tranquila –Mentí un poco, le guiñé un ojo a Sami y ella se rió-

Santana: Cuanta complicidad –Comentó entrecerrando los ojos, iba a decir algo más pero entró una rubia que después de reconocerla supe que era la acosadora de Rachel-

Sami: ¡Tía Quinn! –Gritó claramente emocionada extendiendo sus brazos hacia la acosadora-

Quinn: ¡Sami! –Exclamó partiendo directamente hacia la niña, la cargó y reían juntas compartiendo un abrazo, la acosadora no era tan mala después de todo-

Santana: Estoy muy bien Fabray gracias por preguntar ¿Y tú? –Soltó de repente con mucho sarcasmo-

Quinn: Tu mamá es la mata de los celos –Le dijo a Sami- ¿Cómo has estado San? ¡Oh! Hola Brittany –Exclamó al percatarse de mi presencia-

-Hola –La saludé con una sonrisa-

Santana: ¿No deberías estar en tu trabajo? –Le preguntó sonriente yendo a abrazar a la acosadora-

Quinn: ¿Te vengo a llevar a tu casa y te quejas? Que grosera eres –Respondió ella sin bajar a Sami-

En ese momento me levanté para dirigirme hacia el baño, necesitaba lavarme la cara para tratar de despertar y juntar la energía suficiente para llegar a una cama y tirarme a dormir. Después de lavarme la cara, acomodar un poco mi cabello y tratar de estirar mi ropa arrugada, salí del baño, vi a la acosadora hablando con Sami y Santana sentada en el mueble donde habíamos dormido. La acosadora y Sami se metieron al baño porque Sami se iba a vestir para poder irnos del hospital así que quedamos Santana y yo solas en la pequeña habitación, ella estaba sentada en el mueble y yo estaba de pie con ambas manos en los bolsillos traseros de mi pantalón.

Santana: ¿Cómo dormiste? –Preguntó de repente-

-Bien… ¿Tú descansaste algo? –Dije sin deshacerme de mi pose-

Santana: Más de lo que crees –Dijo con una sonrisa, sonreí para ella y con timidez me senté a su lado- ¿Sabes? Es la mejor noche que he pasado en este hospital -Continuó sin apartar su mirada de la mía-

Sonreí como tarada después de que dijo eso, y allí estaba esa sensación nuevamente, quería volver a besarla y no puse resistencia, me empecé a acercar lentamente a ella con la vista fija en sus labios pero la puerta del baño se abrió de golpe, nos separamos y vimos hacia la puerta y salió la acosadora con Sami riendo, me sonroje un poco al imaginar que casi nos ven, ella cubrió su rostro y maldijo en silencio a lo que yo reí.

Quinn: Bien, estamos listas ¿Nos vamos? –Preguntó sonriente-

Santana: Me las pagaras Fabray –Dijo severamente mientras se ponía de pie-

Quinn: Pero… ¿Y ahora que hice? –Preguntó inocente y yo no pude contener mi risa-

Sami: ¿De qué te ríes mami Britt? –Preguntó otra inocente con la misma expresión de la acosadora-

-De nada –Respondí risueña para después salir de ahí-

Salimos de ahí y la acosadora nos llevó directo a la mansión de Santana, ella y yo estábamos realmente agotadas, a pesar de que habíamos dormido solo un poco en el hospital no habíamos podido descansar a plenitud, llegué a la habitación que había ocupado el primer día en el que llegué aquí, rápidamente me duché, me cambie, comí algo y subí a dormir, estaba en automático en aquellos momentos así que no dije casi nada.

Los días de la semana transcurrían y yo cada día me llevaba mejor con Samanta, las dos jugábamos con Lord Tubbintong, en la piscina, en la sala y en cualquier otro sitio de la mansión, ya se estaba mejorando de su severa gripe así que tenía que cumplir con una promesa que le hice, ir a comer helados juntas. Santana seguía durmiendo en una habitación distinta a la mía pero nadie sabía de esto, ni siquiera la pequeña Samanta, era un pequeño secreto que guardábamos bajo siete llaves, cuando estábamos juntas la tensión donde sea aumentaba, todo los días me levantaba temprano para verla antes de que se fuera a trabajar, me estaba empezando a gustar todo de ella y cada día que pasaba lo sabía ocultar menos. Pero algo hacía falta, quería recuperar mi vida, quería empezar a ir a la empresa, necesitaba mi celular que estaba olvidado en casa para comunicarme con mis amigos, necesitaba frecuentar el estudio de baile y necesitaba a mi mejor amiga conmigo, mi padre, todos los detalles que había dejado atrás desde que me casé con Santana.


Ahí el capitulo, espero que les guste! Hasta el miercolees! :D

Me mataste con tanta ternura! Son re tiernas todas! La nena con tanta confianza hacia Britt.

Y la rubia cada vez sintiendo cosas por Santy, espero que todo eso de la familia el baile y Rach no les haga ninguna clase de distancia :)

Esperaré con ansias el siguiente cap! Besos!

aaaaaaaawwwww que tierno cap!!! me encantó la hijita de santana :3 y al fin britt empieza a sentir algo por santana YEEEEEEE

me encanta tu fic!!

Hasta la prox actuuuu :3

Quedo mas que genial me gusto pero quiero que se acerquen más Samanta me encanto hahahahaha actualiza pronto