Fic Brittana&Faberry: "Buenos Negocios" (Final) Capítulo 60: Buenos Negocios

maldita seaa mil veces la francesa!!! la odioooooooooo!!! estoy haciendo raje sabes??? peroooooooooooo debo decir que mi parte favorita fue QUINN!!!!!!!!!!! ya la extrañabaaaaaaaa!!es una loquilla y me hace reir!!! me encantaaaaaaa!! peroo que le habra pasado?????
Ay sami samiii..... la francesa esta logrando su objetivo
es todo lo que dire snif snif
otro buen capitulo hice coraje pero estuvo buenoo...

¡¡Quinn es lo maximo!!!

noooooo pq pq no puede ser, pq lo bueno no puede durar!

ohh esto se puso ibteresante definitiva cam es un personaje d lo peor pro lo malo k logro su objetivo y eso esta retemal pro espero k no sea peor aunk lo dudo xk esa actitud d sami me preocupa pro bno a leer la sig actuqlizacion saludos mar :) muy bna aunk me dolio x lo k le hicieron a sami

Hola Mar!!

Dios que capitulo!!!! me he quedado literalmente boquiabierta creo que ni en sueños imaginaba que esto se avecinaba mira que tengo que reconocerle a Camille que aunque sea una manipuladora, es muy inteligente sobre todo después de leer el mensaje que le mando a Britt :0

Jajajaja Fabray Fabray jaja pobrecita de Quinnie xD muero por saber que le sucedio que todos la regañan o se enojan con la pobre :S jajaja que culpa tiene???

No le hagas caso a Ali mi acento no es nada fuera de lo común xD jaja es que está loquita entiendela naaa no es cierto jaja rectificare y dire que no lo escucho bien xD jaja

Enserio planeas entrar a lo de presentadora?? wuuaw yo lo haría pero naa que pena jaja además el carisma y yo no estamos relacionados -.-... Algo asi como Mar y el Lemmon.. Ahora entiendes lo drastico que es el asunto? jaja

Por cierto tengo que decirlo ame el comentario de Ali jajaja las fotos estan increible.. no se hasta me hizo pensar wuaw hace mucho que no veo chicas pesadas! y fue raro la se >.<

No estamos leyendo Mar, esperare tu actualización más ansiosamente de lo normal, porque oh vamos necesito saber que todo estará bien o al menos tener una señal de eso jaja.

Te mando saludos!

Pd: suerte con tu trabajo de literatura.. te entiendo con eso de los promedios ahorita me siento a full con la escuela :/

Genialosaaa!

perdón la demora en comentar :c pero he vuelto por estos lados
como es posible que cada vez me caiga peor esa francesa te lo he dicho varias veces, pero no me voy a cansar de hacerlo que se devuelva a su país pronto por favooor! :c
Como le hace eso a la pobre de Sammi :( la esta confundiendo :c y Britt no deberia haber borrado el mensaje
Estoy segura que van a salir de esta! Y espero que sea lo antes posible, no seas malaaa :(
Genial genial y genial que hayas recibido esa noticia! :D de verdad que muuuchas felicidades genialosa!

Nos leemos pronto!
Besoos (:

El resto de los días de la semana transcurrieron con una anormalidad completamente sorpresiva y desconcertante, Brittany estaba siendo profesionalmente ignorada por Samanta, nunca la había visto de esa manera, nunca la había tratado tan mal, de ser la pequeña más dulce, cariñosa, atenta y detallista pasó a ser distante, fría y callada. Santana notó esto al instante, y por más de que intentaba indagar cual era la causa de su actitud, la pequeña no decía nada al respecto, de hecho, Sami todos los días llegaba más temprano al colegio y en un lugar lejano del parque de la escuela, en el lugar donde estaban los columpios viejos y oxidados se reunía a hablar aunque sea unos minutos con Camille, unos valiosos minutos para ella que cada día estaba más que conforme con lo que estaba logrando, no tenía en cuenta la confusión y el dolor de Sami, para nada, a ella solamente le interesaba su descabellado plan de venganza contra Santana.


Pero los problemas entre la familia López Pierce no eran los únicos que se estaban llevando a cabo. Rachel estaba completamente exasperada al saber que era sábado y que aún no había visto ni siquiera un mechón de cabello de Quinn, solamente esta le hablaba por teléfono y cada vez que Rachel le insinuaba un encuentro, ya sea una cena o un almuerzo, ella se inventaba cualquier cosa : “No amor, hoy no creo que pueda… estoy ocupada” “Hoy salí a jugar golf con mi papá, lo siento” “Me encantaría cariño, pero tengo dolor terrible de músculos y no puedo ni caminar, lo siento”. Lo siento, lo siento y más lo siento era lo que recibía Rachel, no podía gastar sus energías en Quinn, entre sus asuntos en la universidad, en la empresa y las cosas pendientes no le quedaba ni tiempo ni energía para plantarse en la puerta de su departamento a esperarla y exigirle una merecida explicación, así que resignada, esperó a sábado por su ansiada explicación.

Pero lo que Rachel ignoraba, es que Quinn solamente había sido víctima de un mal tratamiento de cabello por culpa de Maribel y de Judy en su día de Spa, que aparte de cambiar su cabello de color, lo maltrató de tal manera que tuvo que cortárselo más que la vez en la que Sami y Charlie le jugaron una de sus “inocentes” bromas. Todos los días se los había pasado encerrada en la peluquería buscando recuperar su cabello rubio, hasta que después de unos días lo logró estabilizar un poco, pasó de “pasto para vacas” a “melena ligeramente marañada pero controlable”, era algo tonto estar acomplejada, pero no era para menos. Cuando se lo contó a Santana, esta rió hasta más no poder, y para colaborarle a su ya baja autoestima bombardeada por complejos le dijo: “Pareces un chico, Fabray” y Carlos ayudó un poco diciéndole: “Que linda Quinn, pareces un león” por lo tanto Quinn había optado por evitar al público hasta que su cabello estuviera apto para unas extensiones.

Siendo ya las 11 de la mañana del caluroso sábado, Brittany se encontraba en el centro de la hermosa y movida Manhattan, precisamente visitando a su prima en el hermoso y lujoso Park Avennue South, Brittany entró al edificio después de que Hanna bajó por ella. La rubia más baja recibió el pequeño detalle que Brittany había llevado el cual solo eran unas cuantas frutas, sabía cuánto le gustaban a Hanna así que no perdió oportunidad de llevarlas y así no llegar con las manos vacías. Al subir al hermoso departamento se encontró con que este no era como ella no recordaba, habían nuevos muebles, nuevos colores de pinturas, pero siempre era el mismo ambiente, música de fondo y una que otra cosa mal puesta que Emily no tardaba en arreglar, sin duda se sabía quién era la que se preocupaba por la limpieza del hogar.

Emily: Oh, ¡Hola Britt! –Saludó alegremente-

Brittany: Hola Emily –Respondió de igual manera- ¿Cómo estás? –Añadió casual-

Emily: Recogiendo el desastre de Hanna –Respondió dirigiéndole una mirada de reproche a la rubia que solo le envió un beso al aire-

Hanna: No es un desastre, desayuné en la mesita y apenas moví las cosas pero para Emily eso es fin de mundo –Dijo restándole importancia a las palabras de su esposa- Vamos Britt, siéntate ¿Quieres algo? ¿Agua, jugo, vino, café, leche? –Preguntó enumerando con sus dedos-

Brittany: Un vaso de agua estará bien –Respondió riendo un poco ante la particular atención de Hanna-

Emily: ¿Por qué no trajiste a tu esposa y a tu pequeña Brittany? Nos hubiera encantado recibirlas a todas –Dijo alegremente, sentándose a un lado de la rubia en el mueble de gran tamaño-

Brittany: Pues… Santana se fue a casa de sus padres y se llevó a Samanta con ella –Contestó un poco triste al recordar a Sami-

Emily: ¿Están peleadas o algo así? –Preguntó con una ceja alzada-

Brittany: ¡No! –Respondió inmediatamente, algo exaltada- Es solo que… algo extraño le está pasando a Samanta –Añadió bajando su mirada-

Hanna: ¿Samanta es tu pequeña? –Preguntó llegando con un vaso de agua fría entre sus manos-

Brittany como respuesta solamente asintió y recibió el vaso de agua que le dio Hanna, ella dio unos cuantos sorbos y después lo dejó encima de la mesa de diseño frente a ella, Hanna se acomodó en un mueble frente a ellas teniendo una buena visión tanto de Brittany como de Emily.

Hanna: ¿Pasó algo malo con ella, Susan? –Preguntó inclinándose un poco hacia adelante, pareciendo curiosa-

Brittany: En realidad no lo sé… su primer día de escuela cuando la llevamos, todo estaba bien y… cuando nos vimos en la noche ella estuvo muy callada y así ha estado el resto de la semana, pero es solamente conmigo, porque aún juega con Lord T –Explicó un poco cabizbaja mientras jugaba con sus pulgares-

Emily: Por lo que nos has contado es pequeña… ¿No le habrás dicho algo que le molestó? –Preguntó atenta-

Brittany: No lo creo… Y cada vez que intento preguntarle algo se va, es como que… como si me odiara –Completó esa frase algo temerosa-

Hanna: Ow cariño, eso debe tener una explicación –La consoló con una sonrisa afable- ¿Sabes? A Emily y a mí nos encantaría tener un hijo –Añadió sonriendo con ilusión-

Brittany corrigió su postura e inmediatamente sonrió, su pequeño momento de tristeza quedó ignorado apenas escuchó esas palabras, giró su rostro y vio como Emily sonreía igual que Hanna y eso la emocionó de sobremanera, sin duda era un gran paso para ellas y estaba orgullosa de que se sintieran listas para eso.

Brittany: ¡Eso es genial! –Exclamó emocionada-

Emily: Aún estamos planeándolo, no es nada seguro pero… nos hace mucha ilusión –Comentó sonriente-

Brittany: Vaya chicas, me siento orgullosa de ustedes –Dijo sonriente-

Después de eso las chicas se quedaron conversando entre ellas, de planes, proyectos, anécdotas graciosas por parte de Hanna y las historias verdaderas y coherentes por parte de Emily, estaban entretenidas en eso, y Brittany lograba distraerse de lo que estaba pasando con Sami y con todo el asunto del mensaje de Camille que a pesar de haberlo borrado, y que esta no le daba señales de vida, no se lo sacaba de la mente.
Mientras tanto en la mansión de los padres de Santana se encontraba está sentada en el jardín, observando cómo Samanta hablaba con tranquilidad mientras jugaba con Charlotte. Santana notaba algo diferente en Sami, pero por más de que pensara no podía dar con ese detalle que faltaba en ella. Estaba sumergida en sus pensamientos, tanto que no se dio cuenta de que el travieso, alegre y chistoso Carlos se acercaba a ella, moviéndose “sigilosamente” en puntillas. Carlos se acercaba a Santana pero esta no estaba pendiente a pesar de que el moreno hacía ruido con cada pisada porque el césped crujía bajo sus pies. Se acercó a un costado de Santana y tragándose una risa fue acercando su boca al oído de la aún distraída Santana.

Carlos: ¡BOO! –Gritó sobresaltando a Santana, haciendo que diera un respingo-

Santana: Pero que… ¡¿TE HAS VUELTO LOCO?! –Gritó molesta al ver que el moreno junto a ella reía sin parar-

Carlos: Debiste ver tu cara –Articuló entre risas-

Santana: No se si no lo has notado “Boo” pero estoy pensando en cosas importantes. Así que si me disculpas… te puedes ir –Dijo con semblante serio, volviendo su mirada a Sami-

Carlos: Ahora como me corres, no me iré –Reprochó entrecerrando los ojos, plantándose en su sitio como un niño-

Santana: No me explico cómo fuiste el espermatozoide más rápido –Dijo negando con la cabeza-

Carlos: ¡RETRACTATE! –Gritó con drama, llevándose una de sus manos al corazón-

Santana: Carlos, en serio… –Dijo viéndolo con seriedad-

Carlos: Bien, bien… estaré aquí pero me quedaré tranquilo –Se rindió alzando sus manos desde su lugar-

Después de unos segundos de silencio, Santana agradeció y nuevamente volvió su atención a las pequeñas jugando a poca distancia, seguía buscando esa pieza faltante en la expresión de su hija, pero no se explicaba porque no podía dar con la misma, por más de que pensara y pensara, solamente veía a Samanta extrañamente vacía. ¡Eso era! Su pequeña estaba vacía, sonreía sin ganas, jugaba sin ánimos y no estaba como antes. Cuando iba a empezar a buscar las posibles causas del vacío de Sami, escuchó que Carlos emitía un molesto “Pop” de sus labios, volteó y efectivamente, el veía a las niñas con sus brazos a cada lado de él, y pareciendo un reflejo, el apretaba sus labios y ¡Pop! Los soltaba de golpe emitiendo ese sonido.

Santana: Carlos… Carli… ¿Te podrías quedar tranquilo? –Preguntó frunciendo el ceño-

Carlos: ¿Más? No sé si has notado que me quedé callado hace rato –Respondió inocente-

Santana: Olvídalo –Dijo después de suspirar y negar con los ojos cerrados- … Carlos… ¿No has notado algo extraño en Samanta? –Preguntó al cabo de unos segundos-

Carlos: ¿Algo extraño?... Se específica –Demandó pensativo-

Santana: Ya sabes… en su manera de ser, en el trato con las personas –Explicó haciendo ademanes-

Carlos: Vaya, pues ahora que lo mencionas… Ha estado más callada de lo normal estos días, y cuando le pregunto por Brittany sencillamente se cruza de brazos y se molesta –Respondió encogiéndose de hombros- ¿Qué le hizo Brittany? ¿Le quitó el remedo de Lucifer? –Preguntó divertido-

Santana: Primero me botan a mí que a ese gato –Respondió inmediatamente negando con la cabeza- Pero… ahora que lo mencionas, estos días se los ha agarrado contra Brittany y no sé porqué –Dijo pensativa-

Carlos: ¿Has intentado hablar con ella? –Preguntó nuevamente alzando sus cejas-

Santana: Sí, pero nunca me dice nada… pero de hoy no pasa, debo saber que le sucede a Sami –Aseguró con los ojos entrecerrados-

Simultáneamente, en un departamento de Manhattan, no muy lejos del centro se encontraba una rubia al pie de su ventana viendo hacia abajo como siempre, le gustaba ver el ajetreo de la ciudad, siempre lo hacía y de una extraña manera se sentía relajada y distraída. Con una taza de café en sus manos y su pijama extremadamente holgada estaba apoyada en el frío alféizar de su ventanal, cuando de pronto su calma fue interrumpida por el lejano sonido de su teléfono. Se irguió, tallando sus ojos y apartando su flequillo que le daba comezón caminó hasta su habitación tomando el aparato ubicado encima de una pequeña mesa al lado de su cama, apenas vio el nombre de la pantalla su corazón se aceleró y alzo sus cejas en señal de sorpresa, el nombre de Rachel parpadeaba una y otra vez en la pantalla del objeto y ella no sabía qué hacer, no le gustaba mentirle pero tampoco quería que la viera en su fase de “León-Chico-Quinn”

Quinn: Hola hermosa –Saludó dulcemente pero con los ojos entrecerrados, esperando con cierto temor las palabras de Rachel-

Rachel: Hola Quinnie –Respondió de igual manera, pero Quinn había aprendido a conocerla y sabía que estaba intentando ocultar su tono inquisidor-

Quinn: ¿Cómo estás? ¿Ya desayunaste? –Preguntó buscando ocultar su nerviosismo, en lo que no era precisamente la mejor-

Rachel: Sí cariño, hace mucho rato… –Respondió tranquila- ¿Sabes? He pensado mucho en ti y tenemos muchos días sin vernos –Insinuó nuevamente-

Quinn: Pues… –No tenía nada en mente, y por suerte Rachel la interrumpió-

Rachel: Te extraño Quinnie –Musitó dulcemente haciendo que Quinn no supiera que decir-

Quinn: Ay Rach… yo… es que… –Balbuceaba caminando de un lado a otro-

Rachel: ¿Me vas a poner otra excusa para no vernos? Lucy Quinn Fabray dime la verdad ¿Hay otra? –Preguntó con dramatismo-

Quinn: ¡¿Otra?! ¡NO! ¡Rach! Nunca habría nadie más… Yo estoy contigo y solo tengo ojos para ti –Dijo con seguridad, pero estaba segura de que eso no sería suficiente-

Rachel: Quinn, estoy pensando que me estás ocultando algo –Dijo inquisidora, asechando en busca de la verdad-

Quinn: ¿Yo? ¿Ocultándote algo? ¡Ja! Eso no tiene sentido –Contestó negando con la cabeza, pasando su mano por su cabello-

Rachel: Bien, si no me ocultas nada no tendrás problema en que vaya a tu departamento ¿O sí? –Preguntó insistente-

Quinn: ¿Venir? No creo que sea completamente necesario… O sea… es algo radical –Dijo mientras la sangre abandonaba su rostro-

Rachel: Nos vemos más tarde Quinnie –Se despidió dulcemente, sonó un beso y colgó-


Quinn: ¿Rachel? ¿Rach..? ¡Espera! Creo que… Joder, me colgó –Habló sola con el ceño fruncido-

Soltó el teléfono encima de uno de los muebles de la sala, ella se sentó en el piso con sus labios ligeramente fruncidos, estaba molesta ¿Ahora qué haría? Ella sabía que no podía ocultarle nada a Rachel ¡Por Dios! Es algo inevitable que se enterara de algo como eso, pero aún así quería ocultarlo ¿Pero cómo? Descabelladas ideas le pasaron por la cabeza pero no, nada se lo tragaría y al final la terminaría descubriendo. Pasó sus manos por su corto cabello, antes hacía lo que quisiera con él, se ataba coletas, se hacía una trenza mal hecha, pero ¿Qué podía hacer con el cabello más arriba de los hombros? Nada, ni siquiera le daba calor, pero una de las ventajas que había descubierto en esos días era que no se tenía que esmerar mucho en peinarse.

Ya siendo un poco más del mediodía, en la Mansión de los López ya habían almorzado, Brittany aún no llegaba, ella seguía en el departamento de su prima Hanna y de Emily dónde seguían hablando de temas sin importancia, de hecho, con compañía así le hacían recordar a Brittany lo joven que era aún y que a pesar de ya estar casada y de tener a una pequeña como hija, tenía mucho por delante, apenas entraba a su adultez y ya tenía muchas responsabilidades, las cuales eran olvidadas mientras estaba entre compañía joven. Santana se encontraba sentada en uno de los muebles de la mansión, ojeaba de lejos la enorme estantería de libros cuando de pronto vio que Sami pasaba con una bufanda en sus manos, vio la oportunidad de hablar con la niña servida en bandeja de plata, se incorporó en el mueble corrigiendo su postura y llamó a Sami:

Santana: ¡Sami! –Exclamó en tono pasivo-

Samanta: Mami ¿Has visto a Charlotte? Quiero esconderle la bufanda pero que no la encuentre –Dijo acercándose a ella-

Santana: Cariño, ven aquí, escondes eso después –Dijo indicándole a Sami que se acercara con sus dedos-

Samanta: ¿Estoy en problemas? –Preguntó inocentemente- Mami te juro que el broche en mi bolso no me lo dio Johnny –Se excusó rápidamente-

Santana: No te iba a hablar de eso pero… mantente alejada de ese Johnny –Dijo con los ojos entrecerrados, cargando a Sami y sentándola en sus piernas-

Samanta: ¿De qué quieres hablar? –Preguntó volteando a todos lados, buscando un escondite para la bufanda en sus manos-

Santana: Cariño… Britt, ¿Britt te dijo algo que te molestó? –Preguntó curiosa buscando la mirada de la pequeña-

Samanta en ese instante subió la mirada, se quedó unos segundos contemplando la mirada de Santana y pensaba en si decirle lo que pensaba o no; bajó la mirada y se removió un poco en las piernas de su madre quien esperaba ansiosa una respuesta, buscando tiempo Samanta empezó a empujar la bufanda doblada entre los cojines esponjosos del mueble.

Santana: Vamos cariño, Britt está muy triste, las has ignorado varios días –Dijo meciéndola un poco-

Samanta: … ¿Tú quieres mucho a mi mami… a Brittany? –Preguntó autocorrigiéndose inmediatamente-

Santana: ¿Brittany? ¿Desde cuándo le dices así? –Preguntó con el ceño fruncido-

Samanta: Mami, solo respóndeme –Demandó volviendo su mirada a Santana-

Santana: Pues… claro, yo amo a tu mami y te amo a ti, eso lo sabes –Contestó algo confundida ante las palabras de la pequeña-

Samanta: Y si… un día llegas a descubrir que ella… miente –Insinuó bajando la mirada-

Samanta se tensó ante las palabras de la pequeña, su ceño se frunció mucho más de lo que estaba y sus manos se aferraron a la ropa de Sami quien no le prestaba atención a esos movimientos, ella solo estaba concentrada en los ojos de su madre que reflejaban una confusión abrumadora.

Santana: Samanta, eso que estás diciendo no tiene sentido –Espetó con seriedad-

Samanta: Pues para mí lo tiene –Susurró con su mirada baja-

Santana: ¿Qué dijiste? –Preguntó alzándole la mirada a la pequeña con una de sus manos-

Samanta: ¿Qué harías si ella miente? Tú no puedes saberlo, todos mienten, como pinocho… Solo que no a todos nos crece la nariz y por eso no sabemos cuando dicen una mentira –Explicó frunciendo su ceño-

Santana: Sami… Estoy por pensar que… –Calló al instante temiendo la verdad- Samanta ¿Alguien ha estado hablando contigo? –Preguntó inmediatamente con su semblante serio y rígido-

Samanta guardó silencio mientras su mirada se defendía ante la de su madre, sabía que no le podía mentir a Santana, tampoco quería hacerlo, en su mente estaba acatar todas las ideas –que más bien parecían órdenes- que le había dado Camille, quería deshacerse de Brittany porque según ella, era una mentirosa que terminaría hiriéndolas a ambas y se darían cuenta el día en el que se fuera de la mansión.

Santana: Respóndeme Samanta –Insistió aferrando su agarre-

Samanta tomó aire por unos segundos que a Santana se le hicieron completamente interminables, sus ojos verdes estaban incrustados en la castaña mirada de Santana que emanaba pura curiosidad y que más que nada pedía una respuesta a gritos, pero en el momento en el que Sami abrió sus labios para emitir una respuesta se escuchó la alegre voz de Carlos que venía del recibidor.

Carlos: ¡Brittany, hermosa! ¡Ya llegaste! –Exclamó alegremente-

En ese momento Samanta frunció el ceño y desvió la mirada hacia la entrada de la sala que conectaba con el recibidor, se veía molesta y en ese instante Santana lo notó, frunció el ceño en señal de confusión y tomó el mentón de Sami entre sus dedos obligándola a verla a los ojos nuevamente, aquellos hermosos ojos verdes que amenazaban las lágrimas.

Santana: Samanta –La presionó nuevamente con su dura mirada-

En ese momento Brittany irrumpió en la habitación junto a él alegre Carlos, Sami en ese instante se removió incómoda en las piernas de Santana, esta seguía viéndola a los ojos buscando que le diera una respuesta, pero aquella ansiada respuesta nunca llegó, lo que obtuvo fue que Samanta se deshizo de su agarre con unos ligeros pero definidos movimientos, se levantó de las piernas y cuando estuvo de pie en el suelo volteó a ver a Brittany y a su tío Carlos, luego vio a Santana y suspiró.

Samanta: No le digas a Charlie de la bufanda –Masculló entre dientes y a continuación abandonó la habitación-

Apenas salió de la habitación dando grandes y pronunciadas zancadas, Brittany y Carlos voltearon a verla y la siguieron con la mirada hasta que desapareció por el enorme portón. Brittany al instante se sintió mal, un escalofrío traspasó la piel de su brazo al sentir la chispeante y molesta presencia de Sami pasar a su lado, bajó su mirada triste y hasta avergonzada de que Carlos haya presenciado aquel acto de rechazo, mientras Santana solamente se quedó en el mueble atónita por la actitud de su pequeña.

Carlos: ¡Wow! Creo que alguien sigue molesta –Comentó viendo por donde se había retirado Samanta-

Brittany: ¿Te dijo porqué está molesta conmigo? –Preguntó refiriéndose a Santana, con su labio inferior asomándose un poco-

Santana: … No, pero lo averiguaré Brittany –Respondió poniéndose de pie y negando con la cabeza-

Santana al ver la expresión cabizbaja de Brittany se sintió mal, lo peor que podía pasar en cualquiera de sus días, y lo único que podía hacer su día gris, era ver la triste expresión de Brittany, sintió una punzada en su corazón y se fue acercando a ella, pero antes de que pudiera hacer algo Carlos abrazó a Brittany de manera juguetona, meciéndola de un lado a otro y haciendo que esta riera al leer las intenciones de Carlos.

Santana: ¿Lo haces a propósito? –Preguntó cruzándose de brazos-

Carlos: Sí… siempre es a propósito enana –Respondió risueño separándose de Brittany y besando la frente de Santana para después retirarse-

Brittany: … ¿Ahora sí me abrazarás? –Preguntó al cabo de unos segundos-

Santana: Cada vez que pueda cariño –Respondió sonriendo para después arropar a la rubia en un cálido abrazo-

La tarde llegaba a medida que las horas pasaban y el sol abandonaba su posición, en la bella Manhattan Quinn se encontraba en su departamento, aún tenía puesta su pijama, veía televisión tranquilamente, después de esperar varias horas Rachel no había aparecido y bajó la guardia. Su cuerpo estaba extendido a plenitud a lo largo del sofá frente a la TV y ella hacía zapping, presionando una y otra y otra vez el botón del control remoto, el timbre de su departamento sonó y echó una ojeada al reloj de su teléfono “Justo a tiempo” pensó mientras se ponía de pie, ella estaba esperando una pizza porque no había almorzado y simplemente le había provocado. Se puso de pie y aún con sus pies descalzos y fue en busca de efectivo, después de que lo consiguió se acercó hasta la puerta y tranquilamente la abrió encontrándose con lo que menos esperaba, el chico de la pizza estaba ahí, pero acompañado por Rachel quien le daba unos billetes y recibía la pizza, pero al escuchar la puerta volteó y sus ojos se abrieron al ver a la rubia en la puerta.

Quinn: ¡Joder! –Se quejó ahogando un grito y cerrando la puerta de un golpe-

Rachel: ¡QUINN! ¡QUINN TE EXIJO QUE ME ABRAS LA PUERTA Y ME DES UNA EXPLICACIÓN! –Gritaba dándole golpes seguidos a la puerta-

Quinn: ¡Quinn no está! –Fingió otra voz haciendo gala una vez más de sus pésimos dotes de actriz-

Rachel: ¡¿Cuántos años tienes?! ¡¿Cinco?! ¡Sé que estas ahí! –Exclamó nuevamente-

Quinn suspiró y cerró sus ojos sabiendo que Rachel no desistiría, o le abría la puerta o sería vetada del edificio por los vecinos que odian el escándalo, resignada se dio la vuelta y apoyó su mano en la perilla de la puerta, en un rápido movimiento la giró y de un tirón abrió la puerta encontrándose con Rachel con sus postura ofensiva, con su bolso y la pizza en sus manos.

Quinn: ¿Me das mi pizza? Tengo hambre –Dijo señalando la pequeña caja en las manos de la morena-

Rachel: La pagué yo y técnicamente es mía –Contestó examinando a Quinn con la mirada- ¿Me vas a dejar pasar o en serio hay otra? –Preguntó haciendo reír a Quinn, quien negó con la cabeza y dejó pasar a la morena-

Quinn cerró la puerta detrás de Rachel y esta se acercó hasta la cocina, pasando con la confianza que ya se había ganado, dejó su bolso encima de una de las mesas de diseño se instaló en la cocina, Quinn ya no tenía nada que hacer, pero estaba desconcertada ¿No lo había notado? Quizás perder más de 10 centímetros de cabello era lo más natural para Rachel, tan natural que ni siquiera lo notó. Quinn caminó hasta la cocina donde Rachel tarareaba alegremente sirviéndole una rebanada de pizza a su rubia, Quinn se acercó aún aturdida a Rachel, se puso detrás de ella y dudó un poco en tocarla pero al final lo hizo, rodeó delicadamente la cintura de la castaña entre sus brazos y la acercó a ella percibiendo su aroma. Rachel se volteó a ella e inesperadamente besó sus labios delicadamente, Quinn correspondió el beso pero cuando menos lo esperaba Rachel se separó y la vio a los ojos unos segundos y de repente ¡Saz! La abofeteó.

Quinn: ¡Auch! –Se quejó llevando una de sus manos a su mejilla golpeada-

Rachel: Eso es por ignorarme por casi una semana –Dijo suavemente, tomando el mentón de Quinn-

Quinn: ¿Eso es todo? ¿No me dirás más nada? –Preguntó con una ceja alzada-

Rachel: Sí… Te ves hermosa –Dijo sonriente hundiendo sus manos entre el cabello de Quinn-

Quinn rió ante las palabras de Rachel, después de tantas cosas, excusas e incoherencias, a la única que le gustó el cambio de look de ella –Aparte de Judy- fue a Rachel. Después de unas rebanadas de pizza frente a la televisión acompañadas de la trágica historia de su cabello esa semana, Quinn se encontraba sentada en el piso y Rachel encima del mueble rodeando con sus piernas el torso de Quinn, tenía sus manos hundidas en el rubio cabello de su chica, su rubio cabello había perdido su aroma habitual por tanta cosa, pero eso no evitaba que Rachel fijara toda su atención en este, despeinándolo una y otra vez, haciendo indeleble la sonrisa de Quinn.

Quinn: A mi mamá le gustó… dijo que le recordaba cuando era una niña –Comentó acariciando las piernas de Rachel delicadamente, que caían por sus hombros-

Rachel: A mí también me gusta –Dijo despeinándole el cabello nuevamente-

Quinn: ¿Te divierte jugar con mi cabello? –Preguntó riendo, echando su cabeza hacia atrás para ver los ojos de Rachel-

Rachel: Sí, te hacer ver salvaje –Respondió divertida-

Quinn: ¿Salvaje? –Preguntó a punto de iniciar un juego que la divertiría- ¡¿Cómo un león?! –Preguntó nuevamente en tono juguetón, tomando las piernas de Rachel y echándola hacia atrás- ¡Ven aquí, el rey quiere jugar! –Añadió gateando detrás de Rachel que buscaba huir-

Rachel: ¡No! –Exclamó entre risas, pero Quinn la atrapó y su cabeza quedó apoyada en el respaldo del brazo del enorme sillón y Quinn encima de Rachel y esta veía esos hermosos ojos hipnóticos-

Quinn: ¿Estás desafiando al rey? –Preguntó metiendo lentamente sus manos debajo de la blusa de Rachel-

Rachel: Quinn, conozco esos ojos, por favor no lo hagas… NO –Rogó lentamente-

Muy tarde, Quinn empezó a repartir cosquillas por todo el abdomen de la morena y esta solamente reía y se retorcía entre las piernas de Quinn, rogaba que parara pero esta la ignoraba, le gustaba la risa de Rachel y mucho más si ella era la causante.

Quinn: ¡Raawr! ¡Nunca desafíes al rey! –Repetía mientras no cesaba los movimientos de sus dedos-

Rachel: ¡Quinn! ¡NO! ¡Q, Por favor! –Le rogaba entre risas-

El ritmo de los movimientos de Quinn fue cesando poco a poco y hubo un momento en que solamente se quedaron viéndose a los ojos en silencio, sus respiraciones ligeramente agitadas y a tan corta distancia que sus alientos chocaban con sus labios mutuamente.

Quinn: ¿Rachel? –La llamó con una leve sonrisa en los labios-

Rachel: ¿Huh? –Contestó inhalando aire rápidamente-

Quinn: Te amo –Dijo sonriente y después juntó sus labios con los de su chica, colisionándose en un dulce y romántico beso-


Bien :3 Somebody says Faberry? xDD ¿No aman a Quinn? Ay yo sí :3 ella es taan linda :3 ¿Quien aparte de mí quiere una? Okno xDD
Bien chicas, me voe, no se si notaron que el capítulo está más largo.. :3 es porque creo que me ausentaré este fin de semana porque hay fiesta y.. bueno.. xDD

Espero sus hermosos comentarios como siempre chicas :3 Que les vaya bien! Comportense y comenten Besos! :3

me encanto el cap!!!
yo definitivamente amo a Quinn.. en tu fic es tan dulce, tierna, inocente (a veces).. y sin dudas AAAMOOOO a Rachel jajajaj =D

pobre la pequeña Sami... espero q Britt la acorrale en la habitacion y no la deje salir hasta q le explique pq esta enojada con ella.. =)

muchas gracias por actualizar, espero el prox cap..

Saludos y besos!

-Dai

Hola que tal, que inoportuno fue carlos casi sami le dice la verdad a san, pero creo que esta se dio cuenta de algo o no??
Faberry me encantan!!
Saludos y nos leemos pronto,eso espero!!

aaaaaaaaaaaaaaaaawwwwwwwwwwwwwwww me encanto la escena de rach y quinn osn tan dulces muy tiernas, y pobre mi sami ojala hable con san y se aclaren opronto las cosas por que mi britt esta sufriendo mucho besitos!!!

¡CARLOOOOOOOOOOOOS "EL INOPORTUNO" LE DICEEEEN! Inoportuno y tonto así lo adorooo♥ ¿en serio crees que él será el futuro padre de Dieguin? No sé, a mí me encantaría :$ pero entonces no podría casarse con Sammy porque sería algo así como... mmmmh... ¿incesto? no lo sé, la verdad.

Camille es un asco de persona. Pero bueno, eso es más que obvio, y quédense tranquilos todos y todas porque haré de su muerte un tráaagico accidente jiji :) ALGÚN DÍA... Algún día.

Y discúlpame, pero no entendí eso de etapa cumbre, pero no te molestes en explicarme, porque igual si te diste a entender y me dio gracia C: ¿me explico? espero que sí :S

¡Yo espero que te vaya muuuuuy bien y los maestros te llenen de dieces las boletas! ¿Me has oído? JAJAJAJAJAJA yo regañando personas para que saquen dieces... Creo que soy la menos indicada n.ñ ¡pero te lo digo por tu bien! ¡me preocupa tu futuro, señorita!

No sé tú, pero yo quiero un Carlos y una Rachel combinados para que me hagan de comer, me hagan bromas, me hagan reír y encima me digan que les gusta mi corte de cabello, que es más que obvio que es horrible... ¡Por favor! ¡las Faberry son taaaaaaaan lindas! Me las como en un taco al pastor *-*

Y bueno... Me alegro que al menos a una persona le den risa mis comentarios, porque siempre que trato de ser un poquito graciosa nadie se ríe de mis realmente graciosos argumentos, ni siquiera por simple cortesía :( a mis amigos les encanta restregarme en la cara que no soy para nada graciosa. Es frustrante :( Y es gracioso, porque a mí me dan risa varios comentarios de tu fic, como por ejemplo:

Carlos♥:¿Qué le hizo Brittany? ¿Le quitó el remedo de Lucifer?

Santana: Primero me botan a mí que a ese gato

Es gracioso porque es verdad... Pero bueno, creo que me paso escribiendo. A mí tu fic me hace quedarme despierta a las tres de la mañana porque no puedo dejarlo. Es algo que simplemente no quiero hacer y espero que tú tampoco lo hagas, porque serías la culpable de una segura depresión.

ESPERO TU PRÓXIMA ACTUALIZACIÓN... BESOS LLENOS DE COSAS QUE AMEEEEEES :D

aww quinn es muy tierna, me encanta, que mal lo de sami, es muy injusta con britt, pero bueno la sfaberry alegraron el capitulo.. besos , cuidate.

Quinn tierna es increíble de verdad jajajaja y lo de este encerrada en su apartamento me dio risa pobre de verdad que la trazumaron por lo de su pelo pero no contó con que cuando se quiere a alguien de cualquier manera la ve bien y eso es lo que rachel hizo para ella quinn estaba igual de hermosa me encanto el capítulo ya hacia falta un poco de faberry.
Ahora brittany me da tanta cosita se siente mal por el rechazo de sami pero ya Santana esta cerca supongo de descubrir todo y así sami podrá dejar de actuar mal con britt.
Por cierto no has escrito nada de karley y me pregunto como la llevan ellas

hello mar a yo tambien kiero a lion d quinn jeje la amo jeje pro bno uy ya san sospecha muy bn x ella x pokito y se sabe la verdad las madres tiene un sexto sentido ojala k pronto seolucione vanos a ser campalla todosencontrasde cami jeje pro bno muy bno cap me gusto mas d lion se nota no? uy k emliy y hanna un bebe uy k bn pro bno disfruta la fiesta y nos leemos pronto jejeje me encanto :)

que fastidio! ya es hora de que samy hable con santana!

awww genial, las Faberry fueron lo mejor del cap, y Q, amé a Quinnie jajajaj --> Quinn no está XD.. q loquilla.... lion Quinnie n.n
u.u.. Sami, no me gusta su actitud para nada... jeje Carlos es super...
las Brittana n.n...San es tann tierna
espero tu prox actu
XOXO

Hola hola!!
Bueno crei que ya habia comentado pero veo que no para empezar la amistad de britt con hanna y emily me gusta.... la llamada de las Faberry fue genial pobre quinn!!! pero vamos es quinn... a ella todo le queda bien!! sabes una cosa...?? carlos es adorable y demasiado guapo y sexy peroooooooooooo..... lo odie un poquito cuando interrumpio justo cuando sami le diria la verdad a santana!!!! me dieron ganas de ahorcarlo como homero a bart!!! Espero pronto se aclare todo y santana descubra la verdad!!!
Mi parte favorita definitivamente:

Rachel: ¡QUINN! ¡QUINN TE EXIJO QUE ME ABRAS LA PUERTA Y ME DES UNA EXPLICACIÓN! –Gritaba dándole golpes seguidos a la puerta-

Quinn: ¡Quinn no está! –Fingió otra voz haciendo gala una vez más de sus pésimos dotes de actriz-

Rachel: ¡¿Cuántos años tienes?! ¡¿Cinco?! ¡Sé que estas ahí! –Exclamó nuevamente-

Bueno ya sabes de sobra que adorooooooooooo y amo a quinn en tu fic!! es simple y sencillamente genial!!

Saluditos que estes bien!!!

La noche cayó en la hermosa ciudad, revistiendo la fachada de los edificios y rascacielos de hermosas y vistosas luces capaces de llamar la atención de los muchos peatones que caminaban de un lado a otro. En un barrio humilde, en una de las casas, se encontraba una castaña en la sala de su acogedor hogar, el otoño estaba haciendo su entrada y se estaba haciendo notar puesto a que todas las noches se empezaban a tornar un poco más frías de lo común, había pescado un resfriado y se encontraba tumbada a lo largo de su mueble frente a la televisión, su sorbía una y otra vez sus fluidos nasales y se aferraba una gruesa cobija que reposaba encima de su cuerpo “El peor resfriado de su vida” así Marley catalogó su malestar mientras no desviaba la atención de la pantalla de TV.

Estando su madre trabajando en el restaurant, ella no tenía otra opción más que atenderse a sí misma hasta donde podía, tenía hambre, sí y mucha, pero más fuerte era el malestar que la ataba al cómodo mueble de la sala, así que resignada a distraer a su estomago viendo “Sala de emergencias” –Un curioso programa para una persona resfriada- se quedó allí, con sus ojos llorosos a causa del malestar y el dolor de cabeza más fuerte del mundo. A continuación su teléfono empezó a sonar, inmediatamente pensó en su madre “Seguramente se vino temprano” se dijo a sí misma, tanteó con sus manos alrededor de su cuerpo y cuando encontró el aparato lo contestó sin ver de quien se trataba:

Marley: ¿Hola? –Saludó desganada con su voz nasal-

-¿Marley? –Preguntó la otra voz que se le hacía ya tan familiar, sonrió y pasó el dorso de su mano por su nariz-

Marley: Hey Kitty –Exclamó tratando de sonar alegre- ¿Cómo estás? –Preguntó atentamente-

Kitty: Bien, pero no te pregunto lo mismo porque me temo la respuesta –Dijo sonando sonriente- Tienes una velocidad sorprendente para resfriarte –Añadió sin dejar de sonar animada, hasta un poco pícara-

Marley: Ya lo creo –Comentó aferrando la cobija entre sus dedos-

Kitty: ¿Estás de humor para una sorpresa? –Preguntó de un momento a otro-

Marley: Creo que la necesito, aunque no creo que la sorpresa, sea cual sea, este de humor para mí –Respondió después de amortiguar un estornudo con un pañuelo-

Kitty: Está de humor para ti, créeme –Aseguró de una manera que hizo a Marley sonreír con los ojos entrecerrados-

Marley: De acuerdo... ¿Qué tramas? –Preguntó sonriente y el timbre de su casa llamó su atención de inmediato-

Kitty: Creo que debes abrir –Dijo en tono de sugerencia y después finalizó la llamada-


Marley alejó su teléfono y sorprendida intercaló la mirada entre el aparato en sus manos y el pasillo pequeño que llevaba a la puerta de entrada ¡Vaya sorpresa! se auto examinó y vio que en las condiciones que se encontraban no eran las mejores, ni siquiera rozaban los límites de la decencia, su pijama blanca de pantalones anchos y suéter de gatitos no era precisamente lo más adecuado para atender una visita, mucho menos si esa visita era una sorpresa y menos que menos cuando esa visita sorpresa te gusta. El timbre insistió nuevamente y a ella no le quedó otro remedio, con todo su pesar calzó sus pies en las pantuflas a juego y se puso de pie, caminando hasta la puerta con su fiel y usado pañuelo entre una de sus manos.

Cuando llegó a la puerta trató de hacer algo pero era imposible, hacía frío afuera y sabía que Kitty se encontraba ya semi-congelada detrás de esa puerta, así que tratando de ocultar su feo conjunto para dormir, abrió la puerta, y ahí estaba ella, vistiendo sus hermosos pantalones ajustados, unas sencillas converses y un suéter tejido con modelo a rayas muy lindo, sus labios estaban levemente rosados y se movía ansiosa de un lado a otro buscando algo de calor con una caja de pizza en sus manos, Marley inmediatamente sonrió, alzó una de sus manos y apartó el cabello que se interponía en sus ojos ante aquel espectáculo visual.

Kitty: Sorpresa –Dijo alegremente con una sonrisa-

Marley: Pasa antes de que te congeles –Ordenó haciéndose a un lado y Kitty inmediatamente entró-

Kitty: Si hubiese traído un helado estuviéramos en verano y se fuera derretido –Comentó haciendo reír a Marley, quien se cruzó de brazos intentando ocultar el sonriente gato de su pijama-

Marley: Probablemente, pero ya esa cena debe tener la temperatura apropiada así que anda, vamos a servirla antes de que se enfríe más –Dijo señalando hacia la cocina con su cabeza, Kitty caminó delante muy obediente y ella la siguió con alivio-

De camino por el corto pasillo a la cocina Marley no despegó sus brazos cruzados de la blusa de su pijama, se odiaba a sí misma por exteriorizar ese terrible malestar y escoger el trágico conjunto de gatos sonrientes, que irónicamente no mejoraban su humor. Kitty, con confianza sacó algunos platos de uno de los gabinetes, no era la primera ni la segunda vez que estaba en la casa de las Rose dispuesta a cenar con Marley. La castaña veía como Kitty se movía con confianza por todo el perímetro de la cocina pero no encontraba lo que parecía estar buscando, el rebanador.

Marley: ¿Necesitas ayuda? –Preguntó sonriendo un poco-

Kitty: Oh no, yo puedo encontrar el rebanador sin ayuda –Respondió revisando gaveta por gaveta-

Marley esperó unos cuantos segundos pero la respuesta de Kitty sonó después más a una mentira puesto a que no conseguía nada y no lo iba a hacer, la gaveta con el rebanador la había abierto entre las primeras pero por lo visto estaba tan despistada que no lo notó. Cuando terminó con todas las gavetas, puso sus brazos en sus caderas y frunció un poco sus labios, estaba pensando detenidamente, y segundos después empezó nuevamente con el recorrido de las gavetas. Marley rió en voz baja y Kitty sonrió al escuchar su risa opacada por la congestión nasal, Marley se acercó a Kitty lentamente y se posicionó a sus espaldas, se acercó y estaba más cerca de lo que necesitaba, intentó aspirar el aroma peculiar de la rubia ante ella pero no pudo hacerlo debido a su congestión, frunció su ceño e inconscientemente se acercó más a Kitty y tomó sus manos, la rubia se quedó muy quieta, estaba tan entretenida que no sintió a Marley tan cerca.

Kitty: Creo que tu mamá movió el rebanador –Dijo girando de a poco su cabeza, con aire dudoso-

Kitty al girar su rostro se encontró con que Marley efectivamente estaba muy cerca, tan cerca como ambas lo deseaban, los labios de Kitty estaban a poca distancia de los de Marley y esta se inclinó un poco más para abrir la gaveta correcta, y sin problemas sacó el rebanador. Sonrió con sorna y después se alejó un poco de Kitty y balanceó en artefacto entre sus dedos con una sonrisa burlona, pero Kitty no sonrió por eso, sonrió porque encontró a Marley tremendamente adorable con su nariz colorada.

Marley: ¿Movió el rebanador? –Preguntó alzando una ceja-

Kitty: No es justo, tu vives aquí –Se defendió girándose por completo, quedando frente a frente-

Marley: No es una excusa brillante pero tienes algo de razón –Dijo pensativa-

Estando tan cerca, Kitty no pudo evitar ver más allá del rebanador en las manos de Marley, sus ojos verdes se deslizaron por el rostro sonriente de Marley, luego descendieron a su cuerpo y las comisuras de sus labios se elevaron al encontrarse con el simpático gato sonriéndole alegremente.

Kitty: Que lindo –Sonrió señalando la pijama de Marley-

Marley: Ay Kitty por Dios… se honesta conmigo, este gato no es nada lindo –Dijo negando con la cabeza mientras sonreía apenada con las mejillas sonrojadas-

Kitty: ¿Y si no lo decía por el gato? –Preguntó mientras una coqueta sonrisa se asomaba en sus labios-

Y allí estaba uno de esos momentos que de repente empezaron a ser terriblemente comunes entre ellas, siempre pasaba lo mismo, en el cine, en el restaurant, en el café y ahora en su casa: Kitty coqueteaba abiertamente con Marley esperando a que esta le correspondiera de alguna manera, pero esta siempre tocaba las nubes y volvía de golpe, cambiando de tema lo cual confundía a la rubia, no sabía si podría ser correspondida o si solo tal vez, Marley necesitaba comentarios un poco más directos, si acaso era posible.

Marley: ¿Qué… qué quieres tomar? –Desvió el tema como siempre, pero por una razón, no hizo ninguna distancia entre ella y Kitty-

Kitty suspiró y cerró los ojos, sintió como su corazón empezaba a acelerarse, sabía de alguna manera porque Marley se mostraba cohibida, aún no superaba su primer encuentro, nunca lo habían hablado, siempre lo ignoraban como si aquel encuentro fogoso dentro de su auto nunca hubiese existido y eso lograba estresarla. Con sus ojos aún cerrados se irguió y se acercó más a la castaña quien la observaba atentamente con sus brillantes ojos azules, la tomó de los hombros delicadamente y unió sus frentes, la respiración de Marley se cortó inmediatamente.

Kitty: ¿Seguirá siendo así? –Preguntó aún con sus ojos cerrados-

Marley: K Kitty, te puedo contagiar –Musitó nerviosamente-

Kitty: Los resfriados no han matado a nadie Marley –Dijo tranquilamente, separándose un poco y abriendo sus ojos- Sabemos muchas cosas… amores, desamores, Quinn, Rachel, padres… Pero aún no sabemos que hay detrás de esa noche… ¿Porqué siempre la evitas? –Preguntó alzando sus cejas-

Y la hora de la verdad pateó la puerta haciendo una entrada dramática, Marley aspiró mucho aire, no sabía que responderle, siempre había evitado ese tema, de hecho, pensó que si no lo hablaban desaparecería justo como si nunca hubiese existido, pero no, Kitty insistía y merecía saber lo que ella pensaba de esa noche, al igual que Marley necesitaba oír a la rubia.

Marley: Siempre significó algo para mí Kitty… desde que ocurrió… pero simplemente yo no soy así y… con el trato entre nosotras descubrí que tú tampoco, no somos de sexo y ya… siempre tiene que haber algo más –Explicó nerviosamente, evitando la mirada de Kitty-

Kitty: Esa noche… para ti… ¿Hubo algo más? –Preguntó nerviosamente-

Marley: Si te digo que sí, sería mentirte… Apenas nos conocíamos y estábamos más que borradas –Respondió con razón-

Kitty: ¿Si se da nuevamente la oportunidad lo harías? ¿Probarías que se siente, sobria? –Preguntó nuevamente-

Marley no tuvo voz para responder, sintió que todo el aliento abandonaba su cuerpo y solamente asintió con timidez, sus mejillas se tiñeron de un leve tono rojizo, alzó la mirada y se encontró la mirada dulce y tranquila de Kitty, se veía serena y aliviada, le dio un abrazo a Marley y después le besó tímidamente la mejilla. De un momento a otro se separó de ella y se abocó a su tarea anterior, destapó la pizza y se puso a rebanarla y a servirla pacientemente, tarareando.

Marley: ¿Qué haces? –Preguntó sonriente al ver la actitud de Kitty-

Kitty: Sirviendo la cena, a los resfriados también les da hambre –Bromeó tranquilamente-

Marley sonrió y negó con la cabeza, Kitty siempre la hacía sonreír y siempre lograba alivianar momentos de tensión entre ellas, se había vuelto una experta después de iniciarlas ella misma con sus comentarios de doble filo. Después de servirse la cena, terminaron descalzas en el mueble de la sala viendo cualquier programa de televisión solamente hablando y bromeando, les gustaba pasar momentos juntas, pero a pesar de las bromas y de todo lo demás, ellas sabían que siempre estaba presente algo más.

El fin de semana sirvió para recuperar un poco de la estabilidad perdida en toda la semana, el lunes inevitablemente volvió a llegar, el otoño haciéndose cada vez más presente, las temperaturas bajando y los árboles perdiendo su follaje colorido, siendo reemplazados por colores cálidos y tremendamente tranquilizadores llegando a los límites de lo hipnótico. Las personas en la ciudad empezaban a transitar abrigados, faltaba muy poco para el invierno así que dentro de muy poco el frío se volvería mucho más inclemente. Un sol que perdía calidez estaba asomado en la ciudad de Nueva York, a penas saliendo puesto a que empezaban las horas de la mañana pero ya muchas personas iban de un lado a otro y eso no era una excepción para la mansión López-Pierce, donde ya muchas empleadas realizaban su rutina de las mañanas, al igual que Santana, Brittany y la pequeña Sami.

Estaban ya reunidas alrededor del mesón de la cocina desayunando tranquilamente en silencio antes de salir, pero de pronto, el teléfono de Santana empezó a sonar, lo ignoró a la primera, a la segunda, pero ya a la tercera tenía que ser algo urgente, se excusó y caminó hacia las puertas cristal que daban hacia el jardín, dejando a Brittany y a Sami solas en la mesa, sumidas en un silencio denso. Sami tomaba su cereal como si Brittany no estuviera allí, justo a su lado, y eso la hería de sobremanera, ya eran muchos días y por más de que intentaba decirle algo siempre obtenía lo mismo: nada. Se debatió muchas veces en decir algo de Lord Tubbinton para buscar conversación, pero cuando iba a abrir la boca, Santana llegó muy apurada, tomando de su café rápidamente y mordiendo sus tostadas, intentando fallidamente de acabárselas rápidamente.

Brittany: ¿Pasó algo San? –Preguntó alzando una de sus cejas-

Santana: Lo siento cariño, no podré llevarlas hoy, mi papá me llamó diciéndome que ya está en la empresa por lo de la reunión con tu padre, quiere ver todo el mismo y necesito llegar –Explicó tomando sus cosas y unas cuantas servilletas-

Sami: ¿Y quién me va a llevar a mí? –Preguntó dirigiendo sus ojos a su apresurada madre-

Santana: Tu mami Britt te puede llevar sin problemas, cariño –Respondió rápidamente-

Brittany vio el mal gesto que hizo Samanta y le cayó muy pesado, apartó un poco su plato de cereal e iba a emitir una réplica, cuando Santana la interrumpió besando sus labios de manera breve y después besó la frente de la pequeña Sami, tomó su bolso entre sus manos y salió a grandes zancadas.

Santana: ¡Nos vemos más tarde! ¡Las amo! –Exclamó antes de salir por completo de la habitación-

Sami chasqueó su lengua y volvió a centrar su atención en su plato de cereal, le dio unas cuantas probadas más bajo la atenta mirada de Brittany y después se bajó de su asiento.

Sami: Voy a buscar mis cosas y nos vamos, no quiero llegar tarde –Dijo en tono neutro-
“Vaya” pensó Brittany pasa sí misma, “Muchos días sin hablarme y lo primero que me dice es como si estuviera diciéndoselo a su peor enemiga” completó internamente con algo de tristeza, oyó el tintineo de los platos y vio como las de servicio retiraban hábilmente los trastos sucios de encima de la mesa, sin otra opción se puso de pie y fue por sus cosas “Después de todo se hace tarde para mí también” pensó nuevamente encogiéndose de hombros, mientras introducía todo lo necesario en su D&G.

A los pocos minutos Sami bajó de las escaleras con su mochila colgada a sus espaldas, con su nuevo e impenetrable semblante serio, Brittany no entendía como se podía sentir herida por una niña, se sentía denigrante la manera en la que Samanta la estaba tratando, molestarse era una cosa, pero eso que Samanta estaba haciendo sobrepasaba los límites de cualquier rabieta que hubiese tenido antes.

Brittany: ¿Lista, cariño? –Preguntó dulcemente-

Sami: Sí, vamos rápido –Respondió caminando con rumbo a la puerta-

Allí estaba esa incómoda sensación de un golpe en el estomago, se sentía de esa manera cada vez que Sami le contestaba mal o que la ignoraba, porque a una semana entera de estar con esa actitud, Brittany había logrado saber que solo era con ella o cuando ella estaba cerca, de resto, Sami seguía siendo la misma dulzura humana con todos, incluyendo a Santana y a Lord T. De camino a la puerta el obeso minino caminaba por la misma área con rumbo a su tazón de agua, Sami se agachó un poco y le pasó sus manos varias veces, rió un poco y después le lanzó un cariñoso beso al animal que maulló y siguió su camino perezosamente, “Sí, solamente es conmigo” se dijo internamente Brittany, caminando hasta el estacionamiento.

Una vez en el estacionamiento ellas caminaron hasta el auto de Brittany, después de que se subieron y aseguraron sus cinturones de seguridad emprendieron camino hacia la primaria de Samanta. Al cabo de unos minutos de viaje, Brittany entendió como es que Sami se parecía tanto a Santana, las dos cuando estaban de mal humor expedían una tensión tan tangible que ocasionaba escalofríos, los minutos restantes de caminos se le hicieron largos a Brittany, pero cuando por fin llegó, Sami inmediatamente se bajó del auto, tan deprisa que ni siquiera dijo adiós. Brittany se quedó allí, no pudo poner el auto en marcha, simplemente tenía que esperar a que el nudo de su garganta desapareciera porque el rechazo de Sami le ocasionaba unas tremendas ganas de llorar, y lamentablemente no podía ocultárselo a ella misma, clavó su cabeza en el volante y una que otra lágrima se resbaló por sus mejillas. Lloró en silencio unos cuantos instantes y luego de que se sintió un poco mejor alzó la mirada, retiró sus lágrimas y respiró varias veces buscando alivianar los sollozos, iba a poner el auto en marcha nuevamente cuando frente a ella pasó aquella indeseable mujer con su paso lento y elegante, abrió sus ojos completamente sorprendida y como si de un reflejo se tratase, se quitó el cinturón de seguridad y salió de su auto, la siguió rápidamente dando grandes y pronunciadas zancadas y a los pocos metros la alcanzó.

Brittany: ¡Hey, tú! –Llamó su atención con su seño fruncido-

La castaña extranjera volteó al escuchar aquella voz que se oía un poco más ronca de lo que recordaba, entrecerró sus ojos y volvió su atención a aquella rubia; sus ojos azules estaban algo rojos al igual que su nariz, “Lloró” pensó para sí misma tragándose una sonrisa de satisfacción, le sostuvo la mirada con descaro e hizo un ligero gesto con su cabeza a señal de saludo.

Camille: Brittany –Saludó con cortesía-

Brittany sintió como la rabia le llenó el pecho, sus puños se apretaron fuertemente y presionó sus labios en una severa línea recta, estaba molesta, muy molesta, la sola presencia de aquella mujer la hacía enfermar.

Brittany: ¿Qué haces aquí? –Preguntó cruzándose de brazos- ¿Vienes a hacerte cargo de alguien para abandonarlo? –Añadió con astucia-

Camille: No, sorpresivamente me vengo a ocupar de lo que es mío, Brittany –Respondió tranquilamente- ¿O es que no se nota? –Agregó ladeando su cabeza-

Esas palabras fueron como una bofetada para Brittany, sin duda le dieron un buen batacazo, sus ojos se abrieron con sorpresa y hasta su mandíbula cedió un poco entreabriendo sus delgados labios. La red que estaba sosteniendo todos los cabos sueltos hizo “Whack” y se rompió, todos los retazos se fueron acomodando con aquellas palabras de Camille “Ahora todo tiene sentido” se dijo a sí misma mientras su cuerpo se tensaba aún más. Negó con la cabeza mientras su mirada se volvió a enganchar con los ojos verdes de la victoriosa extranjera frente a ella.

Brittany: Fuiste tú, desgraciada –Dijo apenas en susurro, estaba muy sorprendida-

Camille: Mucho cuidado con lo que dices niñita –Exclamó extendiendo la palma de su mano frente a Brittany-

Brittany: No puedo creerlo… eres la persona más… es que… –Balbuceaba, no encontraba palabras para todo lo que tenía que decir-

Camille: ¿Astuta, inteligente, audaz? –Preguntó mientras en sus labios se curvaba una sonrisa maliciosa-

Brittany: Perra –Finiquitó el asunto con su seño fruncido-

Camille: Calla pequeña, no quiero cerrarte la boca frente a la escuela de mi hija –Dijo en todo de advertencia, asintiendo lentamente-

Brittany: ¿Tu hija? –Preguntó incrédula para después soltar una risa irónica- ¡Tu hija! ... Oye, no sé quién te crees Carmine, pero Sami es más hija mía que tuya… y que vengas a envenenarla en mi contra me parece una historia muy interesante para los tribunales –Agregó con astucia-

Camille: ¿Tribunales? Oh no pequeña, no lo creo –Dijo tranquilamente negando con la cabeza- La que puede salir perdiendo es otra –Añadió frunciendo levemente sus labios-

Brittany: Tienes todas las de perder –Espetó seriamente-

Camille: No puedo perder Brittany… Piénsalo, Samanta está de mi lado y podría decir muchas cosas que no serían del todo ciertas, soy su madre biológica aquí y en china, y si la tuve una vez, puedo volver a tenerla ¿No lo crees? –Preguntó cruzando sus brazos-

A Brittany se le secó la boca, la sola idea de que Santana se quedara sin Sami era completamente aterradora, ¡Tétrica! Santana no sabe vivir sin Samanta, la ama más que a nada en el mundo y ella lo sabe, pero está claro que la mujer frente a ella no lo sabe, ella solo quiere joder y lo está logrando.

Brittany: No puedes arrebatarle la custodia de Samanta a Santana, ella es su madre y la ha tenido desde que te fuiste –Dijo seriamente-

Camille: Brittany… inocente Brittany… Yo tengo muchas movidas y una de ellas podría ser quedarme con Samanta puesto a que no puedo tener a Santana –Musitó ladeando su cabeza-

Brittany: ¡No la quieres como yo! –Exclamó desesperada- ¡A ninguna de las dos! –Añadió alzando sus manos-

Camille: ¿Quién dice que no puedo hacerlo? –Preguntó con una sonrisa ladeada-

Brittany: ¡Yo lo digo, Carmine! ¡Tú no eres capaz de amar a nadie! –Exclamó nuevamente, se estaba alterando y ver a esa mujer completamente impasible la exasperaba mucho más- No te conozco y lo sé… ¿Por qué no nos puedes dejar en paz y marcharte? –Preguntó molesta aún-

Camille: Primero que nada… es “Camille” no “Carmine” y Nada es fácil Brittany –Respondió tranquilamente- Verás… para mí y para muchos, la vida es un negocio… Y yo siempre estoy dispuesta a negociar –Dijo entrelazando sus dedos-

Brittany: ¿A qué te refieres? –Preguntó frunciendo su seño, confundida-

Camille: ¿Quieres hablar de negocios conmigo? –Preguntó un poco más interesada- Porque esa es la única manera en la que podríamos llegar a un fin –Completó tranquilamente-

Brittany giró hacia todos lados mientas respiraba profundamente, quería darle una buena tunda a esa condenada loca de acento feo y decirle que si volvía a aparecerse por la vida de alguna de ellas la mataría, estaba ardiendo en rabia pero no podía perder la compostura, estaba frente al colegio de su pequeña y eso no se vería nada bien en la reunión de padres y maestros. Estaba dispuesta a todo con tal de obtener lo de antes: Sami y Santana tranquilas, sin malas caras y sin mediaciones, solamente ellas tres felices, y si tenía que negociar por eso con aquella psicópata lo haría.

Brittany: Bien… 1:00pm en mi oficina, ya sabes dónde queda así que no creo que te pierdas –Dijo fríamente-

Camille: Estaré ahí pequeña –Estableció asintiendo seriamente-

Brittany: Pero por favor, desiste de hablar con Samanta, aunque sea hoy porque… –Se calló al instante en que una amenaza iba a salir de sus labios-

Camille: De acuerdo, bien… Después de todo es un negocio y los respeto –Dijo asintiendo lentamente, despejando sus ojos verdes burlones- ¿No vas al jardín de niños o algo así? –Preguntó viendo su reloj-

Brittany presionó sus labios, ¡Condenada universidad! Si no fuese por ella se llevaría a Camille a hablar a donde sea, pero la tentación de lanzarla por un precipicio sería demasiada así que respiró profundo, cerró sus ojos e intentó relajarse, vio su reloj y tendría que conducir mucho más rápido y cometer algunas infracciones para llegar a tiempo pero por lo menos finiquitaría algo con aquella loca para que se quedara en paz.
Brittany: Nos vemos… Pero me preocupas, creo que debes devolverte al geriátrico antes de que se den cuenta de que no estás –Contraatacó ladeando su cabeza, imitándola para molestarla-

Camille solamente alzó una de sus cejas y después de sostenerle la mirada unos segundos más a Brittany musitó un simple “Adeu” y se fue hacia un auto de clase media que la esperaba del otro lado de la cera, Brittany respiró varias veces con los ojos cerrados y caminó hacia su auto, aún estaba molesta y presentía que se volvería a sentir así en el momento en el que tuviese que hacerle frente a la desagradable extranjera, le dio un patada a una de sus llantas y después de introdujo al auto, hizo gruñir al motor, derrapó las llantas y emprendió camino a la universidad rápidamente.


Ok, creo que no debí dejarlo ahí xDD pero tranquilas chicas, trataré de no tardarme mucho así que... Espero sus comentarios de odio hacia Camille y de aliento hacia Britt ¿Bien? Nos leemos prontoo!
Muchos besos! y Que les vaya super bien! :3
Feliz mitad de semana! xDD

maldita loca desquiciada que mierda hdp! ojala los negocios te vayan mal y te mueras sola y desolada!! pobre britt pero ahora que entiende como va la onda ya deberia hablar con san y dejarse de joder una pareja es de dos no de uno! besos

ashhhhhhhh como britt no le dio una buena bofetada alli mismo la hubiera noqueado a esa francesa desgraciada, ya me esta colmando la paciencia jajajaja son bromas, pero igual se pasa esta loca y obsesionada ojala no salga con una burrada al momento de querer negociar con britt y sino pues que britt le ponga un alto, estoy contigo britt tu la sostienes y yo la golpeo para que se vaya y las deje en paz.
Hasta luego XD.

Holi C:
¿Me preguntas en qué estabas pensando cuándo me planteaste la idea de que Carli fuera el papi de mi Dieguin? Pues no sé en qué estabas pensando tú, pero podría contarte unas cuantas cosillas que estaba pensando yo... jijiji (perv mode: on) Aunque yo misma me reventé mi hermosa burbujita... ¿POR QUÉ NO PUEDO TENER TODO LO QUE QUIERO? :C Me voy a un rinconcito a ahogar mis penas U_U

Mira, querida escritora venezolana, lo resumiré:
TACO AL PASTOR = UNA GRASOSA EXQUISITEZ CREADA POR LOS DIOSES TAQUEROS MEXICANOS CON EL OBJETIVO DE CURAR TODAS MIS PENAS EXISTENTES Físicas y sentimentales (Léase la letra en cursiva con el tono bajito de los anuncios comerciales)

:O ME OFENDES, claro que no es completamente por "Buenos negocios"! No sé por qué razón me caes muy bien y ahora me preocupas un poquitín jiji creo que es por tu manera de escribir C: en parte podría deberse a eso... Y me temo que debo de ahorrarme detalles sobre mi desempeño académico. Considero de muuuy mal gusto andar contando por ahí mis extraordinarias proezas estudiantiles ;) eisino!

Y pues bueno, ésta mexicana graciosa amante de los tacos al pastor se despide con su pijama de fresitas y su cabello envuelto en una cebolla mal hecha, pues tiene necesidades fisiológicas (NECESITO DORMIR) que atender, pero no me voy sin antes escribirte lo mucho que me encanta tu historia y que se me hizo cortita la actualización:( pero supongo que así es cuando algo te encanta! y gracias por animarte a escribir éste fic! Te juro que me enamoro más en cada capítulo *-* besooooos y cuídate :) ! Nos estamos leyendo.

ya se lo que va a pasar la estupida de camille va a Hablar con Britt esta va a aceptar el trato y obvio no le va a decir nada a San. Seguramente el trato ava a ser que ella se aleje de las chicas. Recordemos que en su escritorio todavia tiene los papeles de divorcio que le dio su padre al principio de la historia!
saludos y espero que me haya equivocado