Aprendiendo sobre el amor!!... Capítulo 36

Me gusto mucho este capituloo!!! San cuidando de Britt cuando esta enferma me parece muy tierno, dios como quiero que se arreglen las cosas definitivamente pero gracias a esto tambien se estan abriendo mas la una con la otra.
espero con ancias el proximo capitulo

que bellas, me encanta la sinceridad de santana, hasta pronto!

Me encanto el capítulo, San cuidando de britt mientras que esta enferma, esperó que la cosas vayan bien entre ellas, esperare con ansias el próximo capítulo

Capítulo 24

Narra Santana

Terminé de hacer las palomitas de maíz y me dirigí nuevamente hacía la cabaña de Brittany, cuando entré estaba solo con una camiseta que le llegaba hasta las rodillas y el cabello mojado.
—No sueñes que dejaré que te acuestes con el cabello húmedo – dejé los refrescos y las palomitas en una mesa pequeña que estaba en la habitación
—Siéntate en la cama, te secaré el cabello pero primero tómate esto – le pase las pastillas que me dijo la enfermera que le diera
—Buena niña –besé su mejilla, malditos impulsos.
—Aún me siento mal – dijo sentándose por fin y dejándome hacer mi trabajo
—No sé cómo no me di cuenta de que trotaba hacía un lago.
—Era de noche, suele pasar.
—No debería haber salido.
—Lo sabemos – acaricié su cabello, desenredé sus puntas y comencé a peinarla.
—Tienes el cabello suave.
— ¿Qué película veremos?
—Traje musicales y unas de deporte que creo que te puedan gustar, como haces deporte.
—Gracias – dijo de la nada.
— ¿Porque?
—Por venir a cuidarme, no era tu responsabilidad.
—Sí lo era, soy tu profesora el venir acá fue mi idea por ende si era mi responsabilidad.
—Podría haberme quedado con la enfermera pero tú decidiste quedarte…
—Eres más que una alumna – se hizo silencio en todo el cuarto – deberías saberlo.
—Se siente bien – dijo después de un rato.
— ¿Qué se siente bien?
—Tenerte a ti acá, después de lo de ayer yo creí que…
—Es mejor que no hablemos de eso – la detuve de inmediato.
—No aguantaría hablarlo sin llorar – ella volteo y quedó frente a mí
— ¿Qué? ¿Qué tengo?
—Tenemos que hablar.
—No ahora, ahora estás mal y la enfermera debe estar por llegar – ella frunció el ceño
—Anda a ponerte cómoda en cama, pondré la película y me acostaré a tu lado.
— ¿En serio?
—Obvio, no te dejaré sola Brittany – ella me quedó mirando y como si nos hubiéramos conocido de toda la vida supe que en ese momento me quería besar, sonreí y besé su frente.
—Ve acostarte, voy en un minuto – noté su cara de frustración pero me hizo caso. Se acostó y me dirigí a la televisión cuando se abrió la puerta.
—Volví — era la enfermera
— ¿Cómo está?
—Mejor traté de bajarle la fiebre como pude.
—Muy bien la voy a inyectar.
— ¡ODIO LAS AGUJAS! – gritó desde la cama.
— ¿cómo puedes odiarlas si tienes tatuajes?
—Eso es una cosa diferente, en serio las odio
—OK – me acerqué a ella y me senté a su lado
—Solo durara un segundo, mañana te sentirás mejor ya verás.
—No me gustan señorita Santana en serio que no.
—Tu profesora tiene razón no durara nada, anda date vuelta – Brittany volteó y la enfermera le bajo el pijama hasta las rodillas junto con su ropa interior y noté como se tensó.
—Toma mi mano, todo estará bien Brittany – no quise mirar la aguja solo me preocupé en hacer que ella se olvidara de todo. Noté como apretó mi mano y se la llevo a sus labios, la recorrió con pequeños besos y por poco me la quiebra cuando la pincharon
—Viste no era para tanto – comenzó a soltar mi mano de a poco.
—Oh se me olvidaba – dijo al enfermera antes de salir
—Llamó el director y dijo que tuvieron un problema con el bus así que se quedarán en un hotel hoy.
— ¿No llegarán?
—No, así que sería mejor que se quedará con Brittany. Puede que le suba la fiebre dentro de un rato lo cual es normal porque necesita expulsar lo que le hace mal de alguna forma.
—Sí, dormiré en la cama de al lado. Gracias por todo cualquier cosa la llamo.
—Descuide, ya sabe dónde encontrarme.
Caminé hacía la puerta y la cerré con llave y cuando me voltee para ir a acostarme con ella y ver la película noté que Brittany se había quedado completamente dormida y en la misma posición a como la habían inyectado. Sonreí cuando suspiró de cansancio así que decidí guardar las cosas que había hecho para nosotras hasta mañana porque estaba segura que con todo el sudor que había votado amanecería con hambre.
Había decidido dormir en le otra cama pero entonces ella despertó de la nada.
— ¿Por qué no duermes conmigo? – La quedé mirando
—No haremos nada, solo quiero que estés cuando me baje la fiebre y me de frío – sonreí
—Lamento arruinar la noche sé que habías preparado cosas deliciosas.
—Descuida – la interrumpí – mañana podrás probarlas – caminé hacía su cama y me acosté.
— ¿Por qué encima?
—Te puede dar frío pero también calor, ahora duérmete Brittany.
—Bueno – me acomodé mirando hacía el techo y sentí como se acercaba a mi cuerpo, me abrazó por la cintura y acomodó su cabeza en mi cuello
—Buenas noches – besé su frente.
—Buenas noches.

Narra Brittany

—FUE HORRIBLE CREÍ QUE ÍBAMOS A MORIR – sentí como cerraron la puerta con todas sus fuerzas y salté de la cama
—Lo siento – eran las chicas – traté de abrir los ojos de a poco, miré hacía la cama y noté que Santana aún no se despertaba
— ¿Qué hace ella acá? – murmuró Tina.
—Nada, me cuidó. Ayer me inyectaron pero creo que ahora me siento mejor – respondí sin dejar de mirarla, se veía hermosa.
— ¿Qué ese esto? – preguntó Marley acercándose a la bandeja con comida.
—Cosas que trajo anoche y que no pudimos comer porque me quedé dormida del cansancio.
— ¿Puedo sacar? – preguntó con una sonrisa idiota.
—No, las hizo para mí así que no saques nada.
—Descuida – sentí su voz, volví a mirar hacía la cama
—Buenos días –me miró rápidamente pero su mirada se desvió hacía las chicas ¿Qué le pasaba?
—Creo que me iré a dar una ducha, la necesito.
— ¿Tan mal dormiste? – le preguntó Kitty y sonrío.
—No – se acomodó el cabello, la ropa, se colocó sus zapatos y salió de la cabaña sin mirarme.
— ¿Qué le paso? – preguntó Tina
—No tengo idea – me levanté y fui hacía el baño, me desnudé y me metí a la ducha. Deje que el agua cayera por mi cuerpo relajándolo por completo. Recordé lo hermoso que fue dormir a su lado, sentir que me cuidaba, que se despertaba cada cierto tiempo para ver si estaba bien, para cambiarme la ropa completamente empapada por el sudor. A pesar de nuestra discusión Santana se había comportado de una manera increíble y se lo tenía que agradecer.
Salí de la ducha y me coloqué el traje de baño, un short y una camisa encima, salí del baño y las chicas me quedaron mirando.
— ¿Dónde crees que iras? – preguntó Marley.
—Necesito hablar con Santy.
—Ayer te estabas muriendo en esa cama.
—Bueno pero me inyectaron y me siento mejor, enserio necesito hablar con ella –miré a las chicas — Marley puedes sacar lo que quieras de la bandeja.
—O.m.g muchas gracias.
—Eso es jugar sucio – dijo Kitty.
—Lo sé pero enserio necesito hablar con ella
Salí de la cabaña y caminé por la playa, la busqué por todos lados pero no estaba, noté que su cabaña estaba cerrada y tampoco veía a Quinn por ni un lado hasta que la vi cerca de una roca con Ryder
— ¡Quinn! – grité y ella me quedo mirando, noté que le susurró algo al tipo y caminó hacía donde estaba yo.
— ¿Qué paso? espero que sea importante porque estaba a punto de que me invitara a salir por 3 vez – sonreí.
— ¿Dónde está Santana?
—Oh, no lo sé. Entró a la cabaña, se duchó y salió pero no sé dónde.
—Eres pésima mintiendo ¿Dónde está?
—No le digas que te dije.
—Lo sabrá de todas formas, solo dime.
—En un lago, te vas por ese camino y en menos de 10 minutos estás ahí.
—Gracias – besé su mejilla y decidí ir trotando, noté que mi marcha no era del todo simétrica y debe ser por la misma fiebre que tuve el día anterior.
Mientras más trotaba menos veía el lago y me estaba empezando a desesperar ya que la paciencia no era lo mío, cuando había decidido gritar su nombre vi el lago y el lugar era hermoso… el lago estaba rodeado de flores y pasto muy fino, desde donde estaba parada el pasto daba la impresión que era una alfombra de las costosas del mundo. Comencé a buscar a Santana por los lados pero no la encontraba
— ¿Dónde estás? – volví a buscarla con la mirada entonces me di cuenta que desde la profundidad del lago apareció Santana, llevaba su traje de baño negro y nadó hasta donde terminaba la cascada para quedarse quieta en ese sitio y disfrutar de como el agua caía por todo su cuerpo.
Decir que el cuerpo de Santana era perfecto ya es repetitivo y lo sé, pero entonces no sabría cómo mas describirlo. Tenía las curvas perfectas, el color de piel perfecto, las proporciones perfecta. Todo de ella era perfecto… decidí bajar por el lado contrario y cuando llegué a una orilla en donde era completamente invisible para ella comencé a sacarme la ropa sé que esto era peligroso porque hace menos de 12 horas estuve con fiebre altísima pero necesitaba hablar con ella y si le gritaba sabía que no saldría.
Me zambullí por las aguas transparentes del lago la cual estaba heladísima y me dirigí hacía donde estaba Santana… mientras recorrió los metros para llegar a ella me di cuenta de que debajo de este lago habían mucha especies de peces pequeños que tenían diferentes colores y formas, eran hermosos… antes de llegar salí a tomar aire y volví a introducirme en el lago… me di cuenta que había llegado cuando noté sus piernas así que decidí tomarla por sorpresa. Mis manos se fueron a sus tobillos y la recorrí hasta llegar a la parte baja de sus muslos, salí del agua y me di cuenta que se asustó, la atraje hacía mi cuerpo desde su espalda y ella colocó sus manos a la altura de mis hombros.
— ¿Qué… que estás haciendo acá? Deberías estar descansado no estar nadando con solo un traje de bajo podrías enfermar y eso me enfermaría a mí porque odio saber que te sientes mal.
— ¿Sabes que es lo que me haces sentir mal? – pregunté mirando a sus labios mientras el agua que caía por la cascada la cual no era fría si no, más bien tibia caía por nuestro cuerpo.
— ¿Qué? – noté que temblaba y no precisamente de frío.
—No dejar de pensar en ti – ella solo me miraba.
—Extrañarte hasta cuando te tengo cerca, he pasado 12 horas sin darte un beso y es peor que una tortura china – sonrió.
—Somos dos seres humanos que nunca dejaron que las otras personas se enamoraran de ellas y si lo hacían las alejaban porque no querían ser dañadas… soñé mucho tiempo en encontrar a alguien como yo, que sea solo compañera de un buen sexo, buenas fiestas y creí que lo había encontrado con Shay pero tu… — acaricié sus mejillas húmedas
—Tú me volviste a la vida y estoy siendo horriblemente cursi como nunca antes porque es lo que tú me haces sentir y a lo mejor ahora quieres salir corriendo porque no estás preparada para que alguien te diga estas cosas pero… — tomé su rostro con mis dos manos
—Yo tampoco estoy preparada para sentirlas pero debes creerme cuando te digo que eres más que una compañera de sexo en estos momentos ¿Qué somos? No losé pero me gusta, me gusta estar contigo y es lo que importa.
Santana no duró ni un segundo separada de mí después de esas palabras, abrazó mi cuello con sus brazos y me abrazó. Mis brazos abrazaron sus caderas y besé su hombro.
—Tenía mucho miedo – dijo volviendo a mirarme
—De que no quisieras nunca más nada conmigo.
—Eso es imposible – acaricié sus labios – aunque hay otra cosa que no me gusta.
— ¿Qué?
—Que no me des mi beso de buenos días – me acerqué a ella, la acorralé contra una roca y la besé.
Siempre que escuchaba o veía esas películas románticas donde la protagonista decía que había encontrado “su beso perfecto” yo me reía, lo encontraba ridículo pero ahora, este preciso momento puedo decir que ese beso inmerso en este lugar hermoso se había convertido en mi beso perfecto y con la chica perfecta.

no se si lo he escrito antes pero me encantan, son tan lindas! en fin...... hasta pronto.

Que lindas!!! que bueno que britt se dio valor para decir las cosas y que san también lo hiciera me encanta la historia!! Actualiza pronto porfis saludines

ame el capitulo!!!!
me encanta cuando son jodida mente cursis las dos!!!!
sube otro si puedes!!!

nos vemos!!

Me encantooo!!! Son muy lindas juntas!! Que bien que ya tuvieron el valor de decir lo que sienten, pero que pasara desde ahora?? Me parecio realmente tierno San cuidando de Britt

Continualo por favorrr

Feliz Año nuevo para vos también espero se te cumplan todos tus deseos!!!
Hermosos capitulos!!!
Saludos

Genial capítulo como siempre, me ha encantadoo!!! son super tiernas, me encanta la relación que tienen y la escena de el lago...
Espero que no tardes mucho en actualizar, saludos y hasta la próxima!!

Excelente capitulo me encanto, me encanta todo, espero que actualices pronto

Hola a todos gracias por sus comentarios estoy full de trabajo vine a subir un nuevo cap      

Capítulo 25

Narra Santana

Después de nuestra hermosa reconciliación decimos que era mejor que el último día de este viaje Brittany lo pasara con sus amigas y yo me comporte como la profesora que se supone que soy y así todo sería más fácil.
Solo le pedí que se cuidara y que cada vez que sintiera que la fiebre suba se fuera acostar, que tomará sus medicamentos a la hora y bebiera mucho líquido.
Llegamos el día domingo a las 6 de la tarde a la ciudad, me hubiera encantado haberme podido despedir de ella pero el director apenas me bajé del auto caminó conmigo hacía las oficina para llenar unos papeles, cuando salí de ese trámite le mande un mensaje pidiéndole disculpa. Que me hubiera encantado haber podido despedirme de ella pero que el día de mañana ya nos volveríamos a ver…
Brittany me respondió de inmediato, dijo que me entendía y que ya nos haríamos el tiempo para terminar de hablar las cosas y pasar más tiempo juntas.
Era viernes y Brittany no había venido a clases en toda la semana, cuando faltó el día lunes le pregunté a Tina directamente si sabía algo y me dijo que la gripe había vuelvo y que estaba en cama, que sus criadas la estaban cuidado y que no quería que nadie la fuera a ver porque el doctor había dicho que tenía un virus muy fuerte a causa de un mal tratamiento, yo sabía que no era el tratamiento y que lo que la había hecho empeorar había sido meterse al lago después de un noche hirviendo en fiebre…
Le dije toda la semana que iría a verla pero nunca podía, siempre salían cosas a última hora y al final siempre terminaba disculpándome yo.
Hoy era viernes y quería mandarle un mensaje diciendo que iría a verla pero sabía que no me creería así que dejé que las cosas fluyera, hice mis clases, asistí a las reuniones, tomé café, revisé pruebas, me encargué de hacer formularios, de leer algunos diarios que me  habían traído pero aunque hiciera todas esas cosas Brittany siempre estaba en mi mente, era frustrante.

— ¿Qué haces acá? – me preguntó Mercedes saliendo de su cuarto y sirviéndose un vaso de jugo.
—Nada, revisando pruebas, fichas, proyectos. Una mierda
—Creí que estarías con Brittany.
—Si yo también – nos quedamos en silencio.
— ¿Por qué no estás con ella entonces?
—Por que traté de verla toda la semana pero era como si el destino se hubiera puesto de acuerdo para cagarnos la vida. Le dije todos los días que iría y siempre ocurría algo.
—Pero ahora puedes ir – la quede mirando.
— ¿Tú crees?
—Mercedes eso es una idea increíble – había aparecido Quinn
—Tienes que ir a verla.
—Lo sé pero ¿si no me quiere recibir?
—Claro que lo hará – dijo Quinn robándole el vaso a Mercedes y bebiendo de él
—Deberías llevarle algo para comer de seguro solo se alimenta con sopa de pollo – todas reímos — ¿Lista para la fiesta? – le preguntó a Mercedes.
—Sí, tengo que ir a ducharme ya tengo la ropa lista.
—Me parece, también me iré a duchar – Quinn me quedo mirando
—Te invitaríamos pero sé que terminaras yendo donde la ojitos, mándale saludos de mi parte.
—De la mía también – me quede mirando como las dos subieron las escaleras, miré todos los papeles, cuadernos, afiches, proyectos que tenía sobre la mesa y suspiré.
—A la mierda – me levanté, me coloqué un abrigo delgado y salí en dirección a su casa.

Narra Brittany

Las chicas se habían ido hace un rato y la verdad era que no tenía ganas de ver a nadie excepto que fuera Santana pero ella no llamo y tampoco esperé que lo hiciera. Por mi cabeza pasaron muchos pensamientos y ni uno de ellos fue lindo, a lo mejor ella se había olvidado de mí y yo tenía que empezar a acostumbrarme a estar sin ella.
Después de estar una semana muriendo en fiebre y comiendo solo sopa de pollo le había dado el fin de semana libre a mis sirvientas, al principio no querían irse pero las convencí. Ellas necesitan pasar tiempo con su familia, no es culpa de ellas que yo no tengo ni un maldito perro que me ladre… cuando bajé a lavar los platos que había ensuciado sonó el timbre, caminé hasta la puerta y abría.
— ¿Tu?
—Woow que recibimiento – Santana paso por mi lado con bolsas en las manos.
— ¿Qué paso? ¿Qué haces acá?
—Vine a verte – elevé una ceja
— ¿Por qué me miras así?
—Se supone que vendrías lunes, martes, miércoles o jueves pero no viniste y te estuve esperando todos esos días.
—Lo sé pero no es culpa mía, el director siempre tenía algo nuevo que hacer conmigo ¿enserio crees que no quería venir a verte?
—No… yo… no lo sé – miré hacía el suelo
— Solo creí que te volverías a alejar y… y eso me daba miedo.
—Te dije que no volvería a hacerlo ¿me crees o no?
—Claro que te creo pero… ¡Dios Santana! No estoy acostumbrada a confiar en la gente ni mucho menos cuando estamos en una “relación” – hice énfasis en las comillas
—No sé cómo se hace.
— ¿Qué hubiera pasado si no hubiera venido hoy? – Nos quedamos mirando fijamente
—Anda dilo, no me iré de todas formas si la respuesta no me gusta.
—Probablemente hubiera salido a buscar a alguna chica para pasar la noche – le hable mirándola a los ojos.
—Pero no podrías ni follártela – sonreí.
—Probablemente – dije acercándome a ella.
—Y sé la respuesta Pierce.
— ¿Sí? ¿Cuál señorita Santana?
—Porque cuando hubieras llegado a la cama con esa niñita te  hubieras acordado de mis caricias – acarició mis mejillas.
—De mis besos – acarició mis labios.
—De cómo hice que te corrieras sobre ese escritorio y de cómo me rogabas…
—Para – dije abrazándola
—Necesitas parar – su aroma era perfecto.
— ¿Por qué?
—No quiero pensar en tener que compartir la cama con otra chica si esa chica no eres tu – por algún motivo estaba siendo muy sincera, me alejé y la quedé mirando a los ojos. Santana tenía una enorme sonrisa
— ¿Qué trajiste en la bolsas?
—Cosas para hacerte la cena – la mire sorprendida
— ¿Por qué me miras así? Le diré a tu gente de la cocina que me quedare con ella durante una hora.
—No están, les dije que se tomaran el fin de semana libre.
— ¿Por qué hiciste eso? Estas enferma Brittany.
—Estoy mejor, no he tenido fiebre desde el jueves pero preferí quedarme a descansar.
—Igualmente no deberías estar sola – tomé su mano
— ¿Qué?
—No estoy sola – la miré directamente a sus ojos
—Ya… no me siento sola, no más – me volví a lanzar a sus brazos y esta vez ella me recibió con los suyos abiertos, era increíble la sensación que lograba en mí con tan solo abrazarme y acariciar mi cabello
—Hueles increíble – dije dejando un pequeño beso en su cuello.
—Tú también hueles increíble – nos separamos
— ¿Dónde puedo dejar mi abrigo?
—Ven
Dejamos las bolsas sobre el mueble de la cocina y subimos al segundo piso, me di cuenta de que nunca antes había traído a una chica acá, ni mucho menos me detenía a perder el tiempo en explicarle algunas cosas de las cosas que teníamos pero con Santana era todo tan diferente y me encantaba.
—Y este es mi cuarto – dije abriendo la puerta y a ella se le abrieron los ojos de par en par
— ¿Qué? ¿Qué pasa?
—Es hermosa – dijo mirando cada detalle
—Es muy tú.
—Es obvio Santy, es mía – me miró y sonrió.
— ¿Por qué tienes esa cuerda colgando del techo y que cae justo sobre tu cama? – me miró raro.
—Oh… bueno… ¿te acuerdas de lo que conté en el campamento?
— ¿Lo de tu papá?
—Si – dije acercándome y sentándome en la cama
—La primera vez que me golpeo quedé inconsciente durante mucho tiempo y no me podía mover aunque diera el 110% de mí, después de que me acostumbre a sus golpes decidí colocar esto – toqué la cuerda – me ayuda a poder sentarme en la cama después de cada golpiza.
—Eso… eso es horrible Brittany – entrelazó sus dedos con los míos
—No quiero que vuelvas a pasar nunca más por eso.
—No volverá a pasar, por lo menos no en un mes o más porque no sé en qué parte del mundo se encuentre en estos momentos.
—Pero volverá, se volverá loco y te golpeará.
—No dejaré que me toqué un pelo – dije mirándola – te lo juro.
—Nadie puede tocarte de esa forma – acaricié mi rostro, mi cuello
—Nadie ¿bueno?  — Me tenía completamente hipnotizada con sus caricias
— ¿Qué? ¿Qué tengo? ¿Por qué me miras así?
— ¿Te puedo pedir algo? – me acerqué a ella, agarré su rostro con mis manos y besé sus labios delicadamente.
—Obvio, dime – ella sonrió devolviéndome el beso.
— ¿Crees que la cena podría esperar?
— ¿Por qué? ¿Te sientes mal?
—No, de hecho es otra cosa.
— ¿Qué?
—Quiero hacer el amor contigo – todo mi cuerpo tembló cuando dije esa palabra, era primera vez que lo decía
—Quiero hacerte mía – ella sonrió.
—Dijiste que lo harías solo si te rogaba.
—Rogarás – sentí como la confianza se hacía presente nuevamente en mi cuerpo
—Rogarás para  que siga y hasta para que pare – sus mejillas se ruborizaron.
—Eres tan  jodidamente caliente – dijo agarrándome de las caderas y colocándome encima de ella —Tu cuerpo se hizo a mi medida Pierce, te acariciaría hasta quedarme sin tacto – sonreí y besé sus labios.
—Bueno señorita Santana tiene dos opciones.
— ¿Cuáles? – Sentí como sus manos se fueron a mí trasero y lo apretó con todas sus fuerzas y gemí
—Me encantan esos sonidos que haces – comenzó a besar mi cuello.
—Quitarme toda esta ropa para después yo quitarte la tuya, recorrer cada rincón de tu cuerpo y poder apoderarme de tu sexo de todas las formas posibles o bajar a cocinarme.
—A la mierda Pierce – después de eso terminé en la cama y ella encima de mí
—Quiero ser tuya, la comida puede esperar – sonreí, agarré sus caderas y ahora yo tenía el control —Créeme que me encantó ser tu sumisa el otro día pero eso no volverá a pasar hasta que yo recorra cada centímetro de tu cuerpo y me sienta completamente satisfecha con el placer que te hice sentir.
—Deja de hablar – dijo agarrando mi rostro y acercándome a ella
—Bésame y hazme el amor – sonreí y la besé. Sería una tarde muy larga, muy larga.

Quee capitulooo!!!! Por favorrr seguilo rapidoo, dios esto cada vez se pone mas caliente, dios mioo

Que feo eso de la cuerda en la cama de Britt!!!!
Espero que el padre no la vuelva a golpear mas.
Saludos

pobre britt llegar a ese extremo de la cuerda fue horrible pero menos mal que ahorita esta con san y tal parece que esa noche larga será muy wanky muero por leerla jajaja porfaaa no demores en subir el siguiente Chao! Saludos

espero que el miserable del padre de britt pierda la memoria y vaya a dar a timbuctu, ahora a esperar su larrrrrrrga noche!!!!!

holap,...

mm seria mucho pedir que en algún momento cuando el padre de britt vuelva o yo que se explote el avión???,.. ok no pero que e pase algo!!!
me encanta verlas juntas,.. y el juego de sumisas que tienen una por la otra!!!

nos vemos!!!

No puedoo esperar a leer el proximoo capitulooo :'(

Estaria bien si en algun momento Britt le parta la cara a su padre, se que no es bueno pero el lo merece! Y bueno haz pensado en darnos un maraton? digo ya sabes que tus lectoras no tienen llenadera :)

Holaaaa ando de pasada pero leí todos sus comentarios gracias por seguir la historia y estar pendiente cuando actualizo :).... Disfruten el cap :$


Narra Brittany

Sentí como mi corazón se aceleraba lentamente mediante el tiempo pasaba, mis manos no podían mantenerse quieta de su cuerpo y trataba de recorrer y abarcar lo que más podía de su piel. En mis manos nunca antes acariciaron piel tan suave, nunca antes sentía todo mi cuerpo descontrolado por otro cuerpo.
Suelo ser muy rápida para estos momentos, suelo sacarme la ropa, excitar un poco a la chica y de ahí a lo mío pero con Santana, con ella era todo completamente diferente.
Quería demorarme lo que más podía en despojarla de cada prenda porque sabía y era consciente de que cuando la tuviera completamente desnuda y a mi merced me volvería loca, no escucharía razón alguna… la tenía debajo de mi cuerpo, sus manos acariciaban mis hombros y seguían hasta mi espalda, sus piernas abrazaban mis caderas y bajaban lentamente acariciando mi trasero. Su respiración ya había comenzado a tornarse rara, su cuerpo comenzó a calentarse y yo estaba sintiendo tantas emociones que no sabía cómo expresarlas.
—Mierda – exclamé colocando mi frente junto a la de ella.
— ¿Qué… que pasa? – dijo lamiéndose los labios.
—Aún ni siquiera estamos desnudas y siento que ya me estoy muriendo – ella llevó sus manos a los costados de mi rostro y me acercó a ella.
—No tengas miedo – dijo acariciado con sus pulgares mis mejillas
—Créeme que así como tú lo deseas yo lo deseo también – sonreí
—No te imaginas cuanto así que sigue con tus caricias – besó mis labios lentamente – que me encanta.
Deje sus labios por algunos segundos y bajé hasta su cuello, acaricié su piel con la punta de mi nariz y apreté sus caderas, después comencé a dejar un pequeño recorrido de besos por todo su cuello turnándolo con leves mordidas que la hacían temblar debajo de mi cuerpo… mis manos bajaron hasta su blusa y comencé a desabotonar botón por botón mientras mis labios se apoderaban de los de ella. Santana no dejaba de acariciar mi cuello, mi rostro, jugaba con mi cabello y a veces por la excitación me lo jalaba despacio pero a la vez sexy.
Corrí la tela de su blusa lentamente hasta que sentí que estaba tocando su piel, cuando rocé su piel con las yemas de mi dedos noté como todo su cuerpo se erizó y ella dejó escapar un leve gemido. Mis dedos subían y bajaban por su estómago analizando cada rincón de este, mi mirada vagaba entre sus pechos y su abdomen. Santana era perfecta y de eso no había duda… comencé a bajar hasta que mi boca quedó frente a sus abdominales y comencé a besarlos y morderlos lenta y delicadamente haciendo que Santana se retorciera de placer en la cama, me di cuenta que sus caderas se elevaron y sonreí.
— ¡Oh Dios! – dijo mirando al techo, sus manos se apoderaron de mi camiseta y la lanzó lejos
—Te necesito, quiero que estemos en la misma sintonía – subí desesperadamente a sus labios y la despojé de su blusa, mis manos arañaban sus abdominales mientras que su uñas se enterraban en mi espalda… volví a descender por su cuello hasta que llegué a su ropa interior superior, el broche estaba por anterior así que con un movimiento esté se abrió. La miré directamente a sus ojos y ella sonrió lo cual lo tomé como una aprobación… corrí la prenda hasta que pude notar sus dos pechos firmes y frente a mí, mis manos los anhelaban, mi boca lo deseaban.
— ¿Qué esperas? – dijo en un tono desesperante.
—Voy a recorrer cada maldito centímetro de tu cuerpo y me tomaré todo el tiempo que sea necesario – ella sonrió y me dirigí a sus pechos, eran suaves. Estaban hecho a la perfección… comencé a acariciarlos y a colocarlos sensibles mientras no dejaba de besar el cuello de Santy, me di cuenta que su respiración cada vez era más desigual y que había comenzado a aferrarse de las sábanas. Mis besos continuaron bajando hasta llegar a sus pechos en donde me tomé mi tiempo para seguir torturándola. Pasaba mi lengua lentamente por encima de ellos y cada vez que rozaba uno de sus pezones ella temblaba por completo
—Creo que están listos – dije mirándola directamente a los ojos y noté sus pupilas completamente dilatas, su cara estaba roja y su cabello desordenado.
Me llevé un pecho a la boca mientras que el otro lo estimulaba con mi mano. Todo el cuerpo de Santy se arqueó a mi merced y la sensación de estar mirando como su cara se transformaba mientras el placer iba subiendo era única. Santana se aferraba a las sábanas, se tapaba el rostro, se mordía el labio inferior, se tapaba el rostro con un cojín. Era excitante y a la vez desesperante… comencé a sentir que mi corazón se aceleraba y mi cabeza no paraba de pensar en querer hacerla sentir la mujer más querida y amada de este planeta, quería que sintiera todo el placer que puedo ofrecerle y que se diera cuenta que nadie, absolutamente nadie se lo daría. Por el solo hecho de que nadie la quería como yo y sí, en ese preciso momento que le estaba haciendo el amor me di cuenta de que la quería. Que ella se había transformado en la primera mujer que había derrumbado todas mis barreras y me hacía feliz… tuve el impulso de querer decírselo ahí mismo pero me contuve, no quería estropear el momento porque yo mejor que nadie sabía que Santana y yo nunca tendríamos una relación seria. Después de todo eso era lo que nos juntó, a ninguna de las dos nos gustaba el compromiso, pero nadie me había dicho que el corazón no escucha razón y se manda por sí solo.
Cerré los ojos con fuerzas y mordí uno de sus pechos, ella gimió y llevé mis dos manos hacía el cierre de su falda. Lo bajé lentamente y la lancé a un lado de la cama, Santana me agarró nuevamente el rostro y nos besamos, esta vez el beso no era como todos los otros. Este no era solo pasión ni deseo, había sentimiento involucrado, había… había amor o por lo menos eso quería creer… sus manos temblorosas bajaron mi short y por fin las dos habíamos quedado a sola una prenda de la felicidad, a solo una prenda de hacerla mía completamente… interrumpí el beso para dirigirme hasta su oído izquierdo, dejé caer mi peso sobre ella con cuidado y cuando nuestros pechos se juntaron gemí en su oído lo que provocó que Santana volviera a enterrar sus uñas en mi espalda
—Eres hermosa – dije succionando el lóbulo de su oído
—Dime que no es un sueño – comencé a moverme encima de ella a tal punto que el roce de nuestros sexos se volvía casi insoportable.
—Dime que eres real – mis manos vagaban por los costados de su cuerpo, era increíble como ella sabían exactamente a donde ir, era como si nos hubiéramos conocido de toda la vida, como si hubieran acariciado el cuerpo de Santy desde toda la vida… mientras la seguía besando, mordiendo su labio inferior mis manos llegaron hasta el dobladillo de la última prenda que nos separaba para estar en completa sintonía, cuando iba a comenzar a subir nuevamente por sus caderas ella detuvo mi mano.
—No… no sigas torturándome – apenas podía hablar, amaba el efecto que tenía en ella
—Yo…
— ¿Qué pasa? – dije besando sus pechos.
—Mmmm…. Ohhh…. – llevó sus manos a su cabello.
— ¿Qué quieres?
—No… no seas así – mis manos comenzaron a bajar la última prenda y como noté que Santana no estaba en condiciones para despojarme de la mía, hice el trabajo por ella. Volví a acomodarme sobre su cuerpo y creí que iba a morir en ese mismo momento, el contacto se hizo insoportable, creí que llegaría al orgasmo en ese mismo instante
—Dios, estas muy húmeda – dijo cerca de mis labios.
—Creo que puedo decir lo mismo de ti – dije jalando su labio inferior.
—Es increíble – besé nuevamente su cuello.
—Oh Dios… Brittany… Brittany…. Mmm – escuchar mi nombre salir de su boca con ese tono tan provocador me puso a mil
—Yo… yo… no voy a aguantar – comencé a moverme encima de ella
—¡¡¡NO!!! NO HAGAS ESO… OHHH…. MMM…
—Dime que quieres – dije succionando el lóbulo de su oído.
—Lo quiero todo – dijo afirmándose de mi espalda.
— ¿Qué es todo? – Continuaba con el maldito movimiento que me estaba matando
—Tu solo necesitas decirme la palabra y te juro que te llevaré a l cielo – Santana agarró mi rostro e hizo que nos miráramos.
—Nunca he rogado por sexo, nunca nadie me ha puesto como me tienes tú, nunca he deseado tanto a alguien como a ti, así que por favor y sí, te estoy rogando porque si no lo hago me volveré loca – solo nos mirábamos
—Hazme el amor, ahora, en este preciso momento antes de que me vuelva loca.
Solo eso necesitaba, esa palabra que lo cambiaría todo “hacer el amor”

Narra Santana

Después de rogarle por placer Brittany me regaló una sonrisa, me besó en los labios y sentí como su mano comenzó a bajar por la parte interna de mi muslo hasta llegar a mi centro, comencé a respirar rápido porque aunque no era virgen y si, había tenido sexo con hombres muchas veces durante mi vida nunca antes había tenido sexo con una chica y no sabía en sí como me iba a sentir, sabía que no me iba a doler… Brittany me miraba con preocupación y era jodidamente adorable, de repente toda la lujuria comenzó a calmarse y algo en mí comenzó a alterarse.
—Si… si te sientes incómoda solo dilo ¿bueno? — ¿Por qué estaba tan preocupada?
— ¿Bueno?
—Sí, solo hazlo Brittany por favor – nuevamente rogando ¿Qué te sucede Santana?
Brittany dejó caer su cuerpo encima del mío y comenzó a besarme lentamente, era un beso lleno de amor, de ternura, de dedicación. Mis manos se aferraron a su rostro sin dejar de besarla y entonces sentí como el placer comenzó a subir por todo mi cuerpo, Brittany comenzó a envestirme lentamente y a la misma vez se comenzó a mover encima de mi cuerpo. Era tan delicada, me trataba como si fuera el ser más hermoso del planeta y me encantaba, todo lo que tenía que ver con ella me encantaba
—Trata de seguir mi ritmo – dijo cortando el beso para después volver a besarme. Nuestros movimientos se sincronizaron y ella sonrió
—Prepárate – abrí los ojos y ella me dejó de besar para bajar hasta mis pechos y entonces me envistió con toda sus fuerzas y grité como no había gritado nunca en mi vida, me aferré de las sábanas y me dejé llevar. Noté que Brittany trataba de encontrar un punto en el cual volver a golpear y lo hizo. Cuando lo encontró todo mi cuerpo comenzó a reaccionar ante ese estímulo, todo me daba vueltas, quería más.
—OH DIOS…. MMM… BRITTANY…. BRITTANY – grité con los ojos cerrados.
—Déjate llevar Santy, sé que puedes – seguía estimulando mis pechos y envistiéndome como si su vida dependiera de ello. Comenzó a bajar y besó todo mi torso desnudo, arquee la espalda de placer mientras que la habitación se llenaba de mis gemidos, de erotismo y del sudor que comenzaba a emanar de nuestros cuerpos. Me aferré de su espalda cuando creí que llegaría al orgasmo pero entonces ella bajó la velocidad, de ahí volvió a subirla y nuevamente sentí que mi mundo daba vueltas pero ella entonces volvió a bajar la velocidad.
—Brittany… Brittany… mierda – no podía hablar, quería golpearla por hacerme pasar por esto pero era jodidamente increíble y excitante. Sentí como Brittany volvió a subir a mi boca y nos quedamos mirando mientras seguía moviéndose encima de mi cuerpo y envistiéndome, sus ojos vagaban por cada centímetro de mi rostro y yo no podía dejar de notar su mirada. Sus ojos color azul mar brillaban como nunca, podría jurar que tenían una leve capa de lágrimas sobre ellos.
—BRITT… BRITT… Fuck…. BRITTANY – me besó tragándose mi gemido y seguía moviéndose, sentí como todo mi cuerpo comenzó a tensarse, como mis piernas comenzaron a flaquear.
—Mírame – susurró en mi oído
—Quiero que me mires Santana – como pude enderecé mi cuello y la vi directamente a los ojos, mi cuerpo terminó por tensarse y sentí cómo mis paredes se cerraron entorno a Brittany.
—Déjate llevar bebe, déjate llevar – no era necesario que lo dijera, me aferré a su cuello y exploté, comencé a temblar debajo del cuerpo de Brittany y ella comenzó con tiernos besos en mi clavícula —Ya está – dijo volviendo a besar el mismo lugar. Nada se comparaba con esto, lo que acabábamos de hacer era conexión pura. Nos quedamos en esa condición hasta que mi cuerpo volvió a reaccionar. Besé su mejilla derecha y besé su cuello… Brittany se alejó lentamente de mí para mirarme.
—Hola – dijo sonriendo y secado el sudor de mi frente.
—Hola – acaricié su espalda sudada.
—Te quiero – solo fueron dos palabras que lograron derrumbar mi mundo en segundos, lograron que mi corazón comenzara a latir rápido y que me quedara en shock. Brittany acomodó su cuerpo sobre el mío, colocó su cabeza en mi pecho mientras que acariciaba mi estómago mientras que yo no podía dejar de pensar en lo que había dicho, se supone que somos una relación sin compromisos, que no sentíamos mucho la una por la otra más que una estúpida atracción ¿Por qué lo había dicho?
—Lo siento – dijo después de unos minutos y sentí como su cuerpo se movía a mi lado, se levantó de la cama con su cuerpo desnudo, se colocó una bata y caminó hasta la puerta.
—Iré… iré… iré por ahí – quería decirle que se quedara, acabábamos de tener relaciones y no quería estar sola, pero se supone que estaba acostumbrada a estarlo, se supone que no me gustaba compartir cama con los amantes que llevaba a mi cama ¿Qué estaba pasando?… Brittany me miró por última vez y se fue del cuarto.
—Brittany… — dije en voz alta, si hubiera podido levantarme e irme en ese momento lo hubiera hecho pero me dolía cada músculo de mi cuerpo que se me era imposible moverme. Me acosté sin dejar de mirar el techo, las lágrimas se hicieron presentes y como no tenía recuerdo de haberlo hecho anteriormente me quedé dormida llorando por alguien que me importaba sentimentalmente por primera vez.

No tengo palabras este capitulo,realmente Hot,ya se involucraron los sentimiento espero que San no se aleje de Britt por ese te quiero.
Excelente capitulooo

fue en verdad muy "caliente" ahora a esperar que pasa con santana pq de britt ya es un hecho que esta enamorada, hasta pronto!

Wanky :) me encanto el capítulo en serio muy caliente, espero que San no se aleje de Britt por haberle dicho que la quiere

me encanto!!!!!!!!!!!!
saben las dos que su relación es mas que encuentros de sexo y la primera en dar el paso fue britt,.. a ver que pasa ahora??? espero que san no se aleje,...

nos vemos!!!