Aprendiendo sobre el amor!!... Capítulo 36

me acabo de leer todos los capitulos, donde estaba yo que no habia visto este fic, es increiblemente bueno, a parte de que es uno de los pocos que me ha llegado, esa escena de brittany en la azotea de la escuela en verdad me conmovio, ese par de ancianos padres de britt y rachel deberian colgarlos por sus viejas y poco utiles partes un mes en un desierto plagado de buitres hambrientos!!!! bien hasta pronto.

Ame el capitulo! Danos Brittana.....! :) No empieces con Quinn y Britt eh!!!

Yeeeeeeeeeeeeeeeeei *-* Siempre esperando tu pronta actualizacion.

Saludos :)

holap,....

nueva lectora!!!!
me encanta tu fic!!!!
me divierte como se manejan el los diferentes territorios de cada una,.. ver quien consigue algo primero si britt o san!!!
a ver como termina la noche!!!! y si va a pasar algo o no???

nos vemos!!

Atte; LU!!!

orale!!!! otro otro otro otro otro

Holaaaa a todas mis lectoras ando de pasada no tengo mucho tiempo vengo a dejarles el nuevo cap..... Gracias por todos sus comentarios y tranquilas que Quinn y Brittany solo son amigas (Por ahora) jejeje como les he dicho publicare dependiendo de las respuestas y opiniones que reciba... Las quiero feliz fin un kiss

Capítulo 8

Narra Brittany

Hoy eran de esos días en donde sabía que nada me hacía sentir tímida y creo que la señorita Santana se había dado cuenta, sabía que por mi parte estaba hablando de mas pero es que no me podía controlar.
—Descuide – dije después de haberle afirmado que sabía que ella me quería besar.
— Solo me gusta jugar.
—Con esas cosas no se juegan, ni tampoco con… con… con lo de ayer – levanté la vista y noté como la señorita Santana tenía la vista hacía el suelo y sonreí.
—También me disculpo por eso, no quería hacerla sentir incómoda es solo que… es solo que a veces me cuesta controlarme.
— ¿Controlarte? – Preguntó dudosa.
— ¿A qué te refieres con controlarse?
—A todo lo que implica esa palabra… no controlo lo que puedo decir, lo que puedo pensar, mis actos, mi vida – había obtenido su atención – y realmente ayer… ayer no controlé nada de eso.
— ¿Enserio te molesto que Jason me viera como un pedazo de carne?
—Obvio que me molestó porque aunque usted no lo crea, las chicas con las que tengo sexo no son un pedazo de carne. No me acuesto con todas las que me mueven el culo porque le podría jurar que son muchas. Me gustan las especiales.
— ¿Especiales?
—Si – dije cruzando mis piernas – para muchas solo soy un experimento y a esas ni un beso, pero me gusta saber lo que puedo llegar a producir con una mirada – la miré directamente a los ojos – con una palabra, un roce, una conversación. Me gustan las chicas que realmente prestan atención a mis movimientos, porque yo también lo hago con ellas.
—Vaya, eres muy buena con las palabras.
—Solo en estas ocasiones señorita Santana.
— ¿Y qué ocasión es esta? – sonreí.
—En donde usted se siente pequeña a mi lado y tiene la necesidad de salir corriendo de acá desde que se sentó pero la intrigo tanto que se le hace imposible levantar su lindo trasero e irse – noté como había quedado en shock – descuide, como usted se siente en estos momentos me siento yo los días de la semana. Somos reyes de nuestro hábitat y el colegio nunca será el mío.
—Entonces tú serás así conmigo cada vez que no estemos en el colegio.
—No solo con usted, puede ser con cualquiera – ella dejó escapar una leve carcajada irónica – lo siento, le dije que no me controlaba.
—No tienes porque controlarte conmigo.
—Brittany – era mi padre – Lo siento ¿estás ocupada? – miré a Santana
—Algo – respondí sin dejar de mirarla
– ¿Qué pasa?
—Es hora de irnos – miré mi celular y ya eran las dos de la mañana ¿Cómo había pasado tan rápido la hora? – te espero en el jardín, no te demores.
—No lo haré – me levanté de la mesa y noté que nos habíamos tomado la botella de vino – lo siento, me tengo que ir me hubiera gustado quedarme.
—Supongo que nos vemos en el instituto.
—Sí, también supongo lo mismo – me acerqué a ella y me despedí con un beso en su rostro – adiós señorita Santana – voltee y caminé hasta la puerta.
— ¡BRITTANY! – Gritó – recuerda que el instituto es mi hábitat – sonreí y solo le guiñé un ojo.

Narra Santana

Había estado todo el fin de semana pensando en Brittany, me acordaba de lo del bar hasta la fiesta de mi tío, nunca antes la había visto tan segura de ella misma, de sus oportunidades. Yo creía que era la típica chica tímida que le ha tenido una vida muy difícil y se refugia en cosas como el boxeo y en sexo pero no, Brittany era diferente.
—Buenos días señorita Santana – me saludaban los alumnos y yo les respondía. Tenía que sacarme a Brittany de la cabeza y lo frustrante que es no poder conocerla más de lo que ella me deja.
Entré al salón y me di cuenta que todos habían llegado, incluso ella.
—Buenos días – salude entrando y todos saludaron juntos.
— ¿Cómo lo pasaron en su fin de semana largo?
—Estuvo genial – dijo Tina y le sonreí.
—Me parece… bueno les contaré de que se tratará su nota final.
— ¿Nota final? – preguntó Kitty.
—Si… la nota final es la que decide si pasan o no el ramo y se trata de lo que tienen sobre sus mesas.
—Esto son diarios – dijo una de mis alumnas.
— ¿Qué haremos con un diario? – preguntó Mike.
— ¿Qué se hace un diario idiota? – se burló Brittany.
— ¿Qué se hace con un diario señorita Pierce? Sería tan amable de explicarnos.
—Escribir – respondió sin mirarme, volvía a ser esa chica tímida que tanto me intrigaba. La que me tenía la cabeza vuelta loca.
— ¿Qué cosas?
— ¿Vivencias? – respondió insegura.
—Me está preguntando o me lo está afirmando señorita Pierce – ella se quedó callada.
– Bueno, quiero que escriban lo que quieran.
—Eso… eso es muy fácil. Así cualquiera pasa el año – algunos rieron.
—No… escribirán lo que les pida, lo que desee saber. Escribirán algunas tareas, informes, ensayos…. Aparte de sus vidas que es lo que más importa, también quiero que ahí estén todas las tareas que le mande. Si están todas las cuales yo tendré contabilizada pasaran el curso. Antes no.
—Ok… esto ya no me agrada – dijo Puck y todos rieron.
El resto de las clases simplemente fueron materia, preguntas, materia y más pregunta. Algunos alumnos decían chistes y otros hablaban… Brittany no me miró ni un momento pero no importaba, estaba trabajando para dejara de que esa chica se metiera en mi cabeza y me hiciera pasar malos ratos.
Durante uno de los receso me vino a ver Quinn – que haces acá – le pregunté abrazándola.
—Creí que sería buena idea venir a hablar con mi mejor amiga, así aprovechamos de almorzar juntas.
—Me parece perfecto, solo te voy a pedir algo.
— ¿Dime?
—No saludes ni a Brittany, Tina, Marley y Kitty
— ¿Por qué?
—Ni los alumnos y ni los profesores puedes saber que tengo algún tipo de relación con ellas fuera de los horarios de clases. Me traería problemas.
—Oh… descuida, ahora vamos a almorzar que muero de hambre.
Camine con ella hasta la salida mientras me hablaba de que Sandra estaba en la joyería planeando su campaña de promoción y esas cosas.
— ¿Cómo te fue ayer con el papá de Brittany?
—Muy bien, me ofreció trabajo como modelo.
— ¿Qué? – dije sorprendida.
—Lo sé, aun no me lo creo… mi diseñador favorito me pidió que modelara para él.
—Eso es una muy buena oportunidad ¿Qué le dijiste?
—Que lo tenía que pensar.
— ¿Qué?
—Eso…
— ¿Y qué mierda se supone que tienes que pensar? Es tu trabajo soñado pedazo de idiota.
—SI lo sé pedazo de mierda – sonreí – solo quería hacerme de rogar, ya sabes. Que no noté que estoy muy desesperada ni muy feliz.
—Que tonta eres Quinn, pero se que te llamara.
—Ojalá y así sea.
—Así será Quinn.
—Hey – dijo mientras nos acercábamos a la salida.
— ¿Esa no es Brittany? – seguí la mirada de Quinn hasta donde Brittany venía saliendo de una sala con su cabello desordenado, sus labios hinchados y rojo y con una sonrisa idiota. Atrás de ella venía la chica que había estado en el bar, creo que se llamaba Shay y estaba completamente aturdida. Su cabello estaba completamente desordenado, su ropa mal puesta y me di cuenta que su respiración estaba muy irregular.
— Woow ojitos no pierde el tiempo, ni siquiera en el colegio – mientras nos acercábamos hacía ella noté que Brittany nos miró después de arreglarse la ropa, me sonrió pero solo pase de largo… por alguna maldita extraña razón que desconozco me sentía enojada, llena de rabia hacía Brittany y no entendía que me estaba pasando.
— ¿De segura estas bien Santana?
—Si – interrumpí la frase de Quinn – solo… solo comamos, necesito comida antes de que me desmaye por las calles, solo vamos a almorzar por favor – me quería sacar la imagen de Brittany con Shay de mi cabeza a toda costa.

holap,...

va a ser muy divertido verlas cada una es su habitad dominándose una a la otra jajajaja
quizás sola quizás san sienta celos por que britt se meta con otras chavas???
a ver como lo llevan,.

nos vemos!!!

Es raro pero seria genial que ya se dieran un beso y despues Britt se siguiera comportando como una loquilla xD! jejejeje

santana esta celosa!!!!! britt es toda una badass, hasta pronto!

Sorpresa doble cap el dia de hoy

Capítulo 9

Narra Santana

Habían pasado dos semanas desde que estaba en el instituto y habían pasado muchas cosas, una de esas era que trataba de no tener contacto alguno con Brittany y sus amigas. No quería ser mal educada pero había venido hasta acá para trabajar y poder seguir cumpliendo mis sueños no para hacerme amigas de mis alumnas. Tina fue la primera en darse cuenta pero no dijo nada, Marley y Kitty solo me miraban raro y noté más de una vez que Marley intentaba hablarme o poner algún tema de conversación el cual yo desviaba hacía la materia que estábamos mirando en clases y bueno… Brittany, ella sigue siendo la misma de siempre. La he vuelvo a ver salir de cuartos de limpieza o salas desocupadas con su amiga, novia o lo que sea que fuera Shay… al principio me molestaba que a lo mejor Brittany sintiera que era lo único que podía ofrecerle a alguien o peor aún que ella creyera que era para lo único que sirviera por ende también decidí salirme de ahí. Dejé que siguieran sus vidas y nuestra relación era netamente profesora y alumna.
— ¿Qué haremos hoy? – Pregunto Quinn sentándose a mi lado – la idiota de Mercedes se fue a la joyería.
—No sé, estaría todo el día en mi cama mirando el techo y durmiendo.
— ¿Qué te pasa? Te he visto hace días muy seria.
—No es nada – tenía miedo de contarle.
—No me mientas.
—Es solo que… no sé si podré hacer que esos chicos vean la vida de otro modo, no sé si podré hacerles creer que la vida tiene matices.
— ¿Por qué te tiene tan preocupada eso?
—Por Brittany y sus amigas.
— ¿La ojitos? – cada vez que Quinn lo decía yo sonreía, era muy tierno de su parte llamarla así.
—Si… ya vez que el director le volvió a regañar por encontrarla teniendo sexo con su compañera en otra sala.
—Esa niña no pierde el tiempo.
—Bueno, como sea… el punto es que creo que tiene un problema.
— ¿Con el sexo? Oh no Santana… esa niña no tiene ni un problema con el sexo, no tiene nada de malo tener una vida sexual activa.
—Quinn – la callé elevando la voz un poco – no hablo del sexo, todo el mundo tiene sexo.
— ¿Entonces?
—Entonces hablo de que a lo mejor ella lo hace como una forma de escapar de los problemas y eso está mal porque algún día ella se enamorara y no podrá escapar de eso.
—No creo que se enamore – dijo mirándome – es como verte a ti a su edad, es igual – me quede en silencio – solo que… creo que guarda varios secretos sabes.
— ¿Quién guarda secretos? – Mercedes había entrado con bolsas de comida.
—Brittany – dije mirándola.
— ¿Qué paso con ella ahora? – sacó su abrigo y se sentó a mi lado.
—Nada, solo siento que está haciendo las cosas mal.
— ¿Por qué? – preguntó abrazándome.
—Por tener sexo, Santana cree que el hecho de que tenga sexo desenfrenado con compañeritas que ocupan faldas cortas y pequeños tops que dejan entre ver sus pechos está mal – Mercedes y yo miramos a Quinn – lo siento pero si te pones a pensar la ojitos está bastante presión.
— ¿presión? – pregunté cono algo de risa.
—Ósea si yo estuviera con compañeros que están re buenos y que se me entregan en bandeja de plata sería igual o peor que ella – con Mercedes simplemente nos reímos.
—Vi a Sam hoy – dijo Mercedes después de un tiempo – andaba en el centro comercial y pasó a verme a la joyería, preguntó por ti.
—Oh – dije mirándola,
— ¿Cómo está?
—Dijo que bien, que trataba de seguir su vida de la mejor forma.
—Me parece perfecto que ese pene chico ya no esté más entre nosotras – dijo Quinn levantándose.
— ¿Quién quiere un coctel de tragos hechos DJ este fin de semana? – Mercedes y yo asentimos al mismo tiempo. Nos quedamos mirando como Quinn preparaba los tragos y era realmente buena en eso, aparte de ser una genial modelo se manejaba como barman. En ese momento tocaron el timbre.
—Yo voy, acabas de llegar Mercedes y debes estar cansada – me arreglé el vestido y caminé hacía la puerta.
– Hola – en ese momento sentí como un bulto se aferró de mi cuello y dejó caer todo su peso.
— ¿Quién? ¿Quién eres? – susurré en su oído pero no hacía falta una respuesta, con tan solo sentir su perfume sabía quién era.
—Yo… yo… — entonces se desmayó.
— ¡OJITOS!
— ¡BRITTANY! – en cuestión de segundo tenía a Quinn y Mercedes ayudándome a ingresarla…. Brittany estaba vestida con uno de sus pantalones anchos, un suéter de color plomo cubierto de sangre. Corrí el gorro del suéter hacía atrás y entonces noté que su cara estaba cubierta por moretones y sangre.
– ¡Dios! ¿Quién le hizo esto? – dijo Mercedes mirándola.
—Tenemos que llevarla al médico.
—No – dijo Brittany y comenzó a toser – yo… no… — noté como se tomaba el costado de su cuerpo.
—Voy abrir el suéter Brittany – sus ojos que ya no eran azules y no tenían el brillo correspondiente me miro directamente a los ojos. Pude notar tristeza, decepción, ella me pedía ayuda con solo mirarme.
—Creo que deberíamos llevarla a tu cuarto antes que todo – dejé que Quinn se encargara de todo, no podía verla así y Mercedes se dio cuenta.
— ¿Cómo estás?
—Creo que… nunca antes me había enfrentado a esto – Mercedes me abrazó – solo tiene 19 años y mira como está.
—No necesita que la juzgues.
—No lo hago – dije mirándola.
– Pero necesito saber que paso.

Narra Quinn

Ojitos sí que pesaba y no me sorprendía tenía un cuerpo cubierto de fibra y con muy buena masa muscular, sabía que ella podía defenderse así que no podía entender quien la había dejado de esta forma.
—Llegamos ojitos – la dejé sobre la cama – espérame no te muevas.
— ¿En serio? – Noté una leve sonrisa en su rostro.
– A penas puedo respirar ¿Dónde crees que saldré corriendo Quinn?
—Buen punto – ella río y entonces comenzó a toser – hey – me acerqué a ayudarla – cálmate estoy acá – dejé que se apoyara en mis piernas mientras acariciaba su cabello, noté que estaba sedoso por ende saqué como conclusión que no había estado en su casa durante un tiempo.
— ¿Cómo estás?
—Cansada, con dolor, con hambre y… y mis ojos no dejan de llorar – noté como se aferró a mi cintura y entonces entró San con Mercedes.
— ¿Cómo está?
—Cansada – dije saliéndome de su agarre y la acomodé en la cama – necesitamos sacarle esa ropa y bañarla.
— ¿Qué? – preguntó Santana
—Descuida lo haré yo, no tengo problema.
—Creo que debería llamar a sus amigas – dijo San.
— ¡NO! –Gritó Brittany tratando de levantarse – no… usted… no puede llamarlas.
—Hey cálmate – dije acercándome a ella.
— ¿Por qué no quieres que le avisemos?
—Porque se volverían locas – dijo mirando sus manos – ellas… ellas sabrían quien me hizo esto con solo mirarme y Tina este fin de semana tenía que visita a su abuela a quien ve una vez al año y las otras dos – noté como se tomaba el costado derecho – las otras dos están con sus familias en un paseo familiar y juntas. No quiero molestar… tampoco a ustedes vine porque no sabía a dónde mas ir y porque bueno – noté como miro a San – usted me dijo que estaría para mí siempre que la necesitara – hubo silencio – porque… ¿es verdad no? – Miré a San quien tenía los ojos cubierto de lágrimas – usted… no es como esa gente que me ha mentido y abandonado ¿verdad?
—No Brittany, no soy como ellos – Brittany sonrió y volvió a acomodarse en la cama
—Brittany tenemos que sacarte la ropa para ver los golpes –Britt tenía los ojos cerrados – tomaré eso como un sí. Iré por tijeras, Mercedes acompáñame – sabía que esas dos necesitaban tiempo a sola.

Narra Santana

Me acerqué a ella lentamente, cuando llegué me senté a su lado.
— ¿Cómo estoy? – preguntó sonriendo.
—Te ves muy mal.
— ¿Aun soy guapa? – sonreí.
—Te sacaré el suéter y los pantalones ¿bueno? – ella asintió. Saqué las zapatillas, los calcetines y subí mis manos hasta el botón del pantalón y entonces comencé a temblar. Tomé aire y lo solté; desabroché el botón y bajé el cierre, mis manos se fueron al dobladillo del pantalón y comencé a bajarlo lentamente y entonces quedé impresionada.
—Brittany… — dije mirando los enormes moretones en sus piernas.
— ¿Quién te hizo esto? – la miré y entonces me di cuenta que hablaba sola, ella se había dormido.
Después de sacar su pantalón y dejarla en ropa interior comencé con el suéter y para mi sorpresa ella solo traía un top deportivo. A pesar de su torso cubierto de moretones se me fue casi imposible no notar lo trabajado de su cuerpo y lo bien cuidado que lo tenía, también noté los tatuajes en sus caderas y su espalda que no sé porque cuando la vi pelear no había visto.
—Llegamos – dijo Mercedes con un botiquín de primeros auxilios y Quinn con algunas vendas y parches – tiene un cuerpo increíble dijo mirándola y me dieron ganas de taparla para que nadie más la mirara, solo yo.
—Voy a preparar la tina – dijo Quinn y se metió al baño.
—Brittany – dije mirándola y acariciando su cabello – Hey, Brittany – ella abrió sus ojos lentamente.
— Hola pequeña – le sonreí.
—Hace… hace frío – llevé mi mano a su frente.
—Tienes algo de fiebre sabes, tienes que esperar. Te meteremos a la tina y…
— ¿Te bañarás conmigo? – sonreí y Mercedes también.
— ¿Qué? Claro que no, Quinn te lavara.
—Oh… ¿por qué usted no señorita Santana?
—No creo que quieras que tu profesora te vea desnuda Brittany.
— ¿Estoy desnuda?
—No, tienes tu ropa interior puesta – seguí acariciando su rostro.
—Me gustan sus ojos señorita Santana – sonreí y noté la mirada fija en Mercedes.
— Me gusta… ¡Aush! – dijo tocándose nuevamente el costado derecho de su cuerpo donde se encontraba el moretón más grande de todos – me gusta su sonrisa y que trate de ayudar a las personas. Sé que estaba enojada conmigo señorita.
—No lo estaba Brittany y es mejor que no hables mucho.
—Se que cree que no tengo arreglo y que solo sé tener sexo con gente pero no es así.
—Sé que no es así.
—Dios me gusta verla caminar por los pasillos del instituto – creo que la fiebre hacía que Santana hablara incoherencia tras incoherencia.
— Me gusta su risa y cuando muerte su lengua para sonreír.
—Basta – susurré.
— ¿Alguna vez han hecho que tenga un orgasmo con tan solo un beso? – todo mi cuerpo reaccionó y me ruboricé.
—Brittany es mejor que te calles.
—Yo podría sabe, podría hacer muchas cosas para que usted sintiera el verdadero placer que se merece señorita Santana. Tiene un cuerpo increíble.
—Cállate Pierce – no quería ni siquiera mirar a Mercedes porque sé que ella estaba igual o más en shock que yo.
— ¿Alguna vez tuvo un amor platónico?
— ¿Amor platónico?
—Si…
—Sí, creo que sí.
—Bueno usted para mí es eso – mi corazón comenzó a latir con fuerza.
— Nunca había deseado tanto a alguien como a usted.
—Listo, la ducha está lista – gracias Quinn justo a tiempo
— ¿La bañas tú?
—No Quinn, creo que es mejor que Santana y yo vayamos a cocinar para Brittany ¿te podrías encargar?
—Claro, con gusto aparte la ojitos tiene un cuerpo espectacular – entonces una oleada de celos recorrió mi cuerpo.
—Creo… creo que lo haré yo – dije levantándome – anda con Mercedes a cocinar y las llamo para que me ayuden a sacarla de la ducha ¿bueno? Y así curamos sus heridas después – Mercedes solo me miró.
—Bueno, vamos Mercedes – Quinn desapareció del cuarto y tenía a Mercedes mirándome.
—Es mejor que no digas nada.
—Créeme que ni siquiera sé qué decir, avísanos cuando termines.
—Lo haré – dije mirando a Brittany quien seguía acostada
—Créeme que lo haré.

OMFG y lo dejas ahi le dijo todo britt a san hay dios ya quiero el cap donde se acuestan mis brittana quien le hizo daño a mi britt-britt sube otro

Fue el basta...o de su "padre" verdad?? joder! Pero que piensa ese tipejo!! que bueno que britt fue con san a pesar de la situación, britt ya le dijo a san que es su amor platónico espero haya brittana pronto y el responsable de herir a britt pague pronto saludos!!! Bye

JAJAJAJA WTF!' Supongo que le pegó su papá a Brittany y ahora esta delirando.
Espero actualices pronto, saludos. :)

Seguro que fue el desagradable de su padre!!!!!
Volve pronto por favor!!
Saludos

NOOOOOOOcomo pdes dejarlo ahi, morireeeeee!!!!!!

holap,...

a pesar de la fiebre fue una buena declaración de amor platónico!!!,... morí de risa con la situación!!!
espero que no aya sido el bastardo HDP de su padre,..si se le podría decir padre,...
actualiza prontooooooooooooooooo,...

nos vemos!!!

ACTUALIZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

actualizaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
plissssssssssssssssssssss

Ya volví disculpen la demora de verdad estoy mal por que no pude actualizar estas semanas, lo que paso es que se me daño el portátil y no tenia como actualizar.. Pero ya la repararon y ya puedo actualizar seguido pero todo depende de sus comentarios jeje :)

Gracias a todas por los comentarios ando solo para dejarles cap y sorry por no poder responder cada uno de ellos...

NOTA: necesito que me digan ¿como va el fic? si lo ven muy lento o va muy rapido y si esta interesante o no, su opinión es vital para mi...

Mañana actualizo según vea sus respuestas.. BYE






Narra Santana

Como pude la lleve hasta el baño y la senté en el tasa, me agaché hasta quedar de su tamaño.
— ¿Cómo te sientes? – acaricié su rostro.
—Mal, me duele todo el cuerpo es peor que una mala resaca.
— ¿Aún estas mareada? – Asintió con su rostro – tienes que decirme quien te dejó así Brittany, tienes que hacerlo.
—Lo haré – dijo tratando de abrir sus ojos que por la hinchazón le costaba más de lo normal – pero solo quiero estar en el agua la necesito.
—Ok, te voy a sacar la ropa – levanté sus brazos con cuidado y le saqué su top. Traté de no mirar pero era imposible con semejante cuerpo frente a mis ojos.
— Ahora iré por tus bragas ¿bueno? – ella asintió con su rostro. Me agaché hasta sus caderas y las baje lentamente. Brittany era hermosa, completamente hermosa.
— Listo – dije mirándola.
— ¿Te vas a meter conmigo? – volteo para mirarme y quedamos solo a centímetros.
—No, no tendría porqué
—Bueno – la agarré con delicadeza por sus caderas y la coloqué en la bañera.
—Solo relájate – acaricié su rostro mientras ella cerraba los ojos y se dejaba llevar.
— ¿Estas mejor? – ella no respondió, sabía que no estaba bien y lo único que quería era que se pusiera bien.
—Tengo una pelea en dos días – de repente era como si hubiera recuperado algo de sus sentidos.
—Tengo que estar bien para esa pelea – tomó mi mano, volteo su rostro y me quedó mirando.
—No puedes ir a pelear en estas condiciones.
—Lo sé – dijo sonriéndome – pero… pero es importante.
—No lo harás Brittany, no dejaré que lo hagas.
— ¿Qué? ¿Por qué no dejará que lo haga señorita Santana? – ok,  había comenzado con su “señorita” que me hacía volar la cabeza.
—Me dijiste que tu padre estaba de viaje ¿verdad? – Asintió con el rostro y una leve sonrisa – entonces te quedarás acá.
— ¿Qué?
—Eso… te quedarás acá.
—Pero… no quiero ser molestia.
—Brittany, hay una razón por la que terminaste en mi departamento después de la paliza que te dieron y no te dejaré que te vayas, no así.
—Disculpe la molestia señorita – agarró mi mano y le sonreí.
—No es una molestia, solo quiero que te pongas bien.
—Creo… creo que no hubiera podido elegir mejor lugar para caer – nos quedamos mirando y noté que opaco de sus ojos color azul volvía y se hacían más brillantes.
— Tus ojos me gustan mucho – dije sin pensar y ella no me dejaba de mirar.
—Lo sé, también es lo que más me gusta de mí.
—Déjame lavarte.
— ¿Qué?
—Déjame lavarte, tienes el pelo con tierra y algunos manchones.
—Pero… yo… yo puedo.
—Te mueves un centímetro y te quejas Brittany, deja de ser tan obstinada y deja que te ayude.
—Ok… — y ahí estaba nuevamente esa Brittany tímida, la que se ruborizaba y se le aceleraba la respiración.
Enjaboné su espalda, hombros, brazos y estómago delicadamente para que los moretones no le dolieran.
—Te vas a poner bien Brittany – dije limpiando su rostro que había quedado con pequeñas gotas de shampo.
—Ojitos, Santana la comida está lista – entró Quinn
— ¿Cómo estás? – preguntó acercándose.
—Realmente me siento muy mareada, necesito dormir – me miró y yo sonreí.
— Sinceramente creo que no podré bajar las escaleras para ir a comer Quinn, lo siento.
—Descuida te lo subiré ¿tu bajas con nosotras a comer?
—Si – dije mirando a mi mejor amiga – cualquier cosa que necesites me llamas.
— ¿La llamo?
—Sí, dejé mi número en tu celular… me registré por Santana y a decir verdad encontré raro que yo fuera tu única Santana.
—Ya vez, es una persona especial señorita Santana — ¿Qué tenía esta chica que podía lograr hacerme sonreír con tan solo una mirada? ¿Qué me ponía tan incómoda por el hecho de estar a su lado? ¿Qué tenía que la hacía tan atrayente?
—Ok, te sacaré del agua ¿bueno? Te voy a tratar de levantar – coloqué mis manos en sus caderas y la levanté lentamente, no quería que sintiera más dolor.
— ¿Todo bien Brittany? – mire su rostro, ella estaba cansada.
Quinn me ayudó a colocarle un top negro y un short de seda para que pudiera dormir tranquila, apenas la acostamos cerró los  ojos y no supimos más de ella, le dije que sería mejor que comiera después.
— ¿Qué haremos con ella?  — dijo Mercedes.
—Se quedará acá esta noche – dije mirándolas – no la podemos dejar sola.
—Aún no consigo entender como alguien que sabe defenderse por el deporte que práctica quedó así de mal – explicó Mercedes.
—Yo tampoco, pero bueno iré a la farmacia si despierta díganle que fui a comprar.
—Ve tranquila – dijo Quinn – yo cuido a la ojitos.

Narra Brittany

Desperté con un dolor de cabeza horrible, todo a mí al rededor me daba vueltas y el sudor se hacía presente en mi cuerpo. Noté que estaba solo con un top y un short de seda que claramente no era mío.
— ¿Dónde estoy? – dije tratando de levantarme entonces el dolor que sentí me hizo recordar el porqué de ese  dolor…

Flashback

—Papá suéltame – dije tratando de sacar sus enormes brazos fuera de mi cuerpo pero era imposible.
— ¿Te crees mejor que yo verdad? Pues te digo que no idiota, no lo eres.
—Papá estás ebrio, por favor…
—Lucy ¿Por qué me dejaste? — ¿Qué? ¿El creía que era mi madre?
—Yo te amaba, siempre te amé. Siempre creía que hacía las cosas bien contigo sabes – comenzó a acariciar mi rostro.
—Creí que estaríamos juntos por mucho tiempo más pero tú… tú rompiste esa promesa cuando…
— ¡CÁLLATE! – Lo empujé con todas mis fuerzas – no te atrevas de hablar de mi madre – él sonreía – no sé cómo osas hablar de ella, siendo que por tu culpa ella hizo lo que hizo.
— ¿Qué?
—Eso… ella me dejó porque tú la maltratabas, no te soportaba y créeme que me hubiera encantado saber en ese entonces que te era infiel, porque te lo merecías.

Fin del flashback

Eso era lo último que recordaba, después supongo que comenzó a golpearme como un idiota sin tomar precaución alguna y terminé acá y no tengo idea donde estoy.
—Woow despertaste – esa voz… yo la conocía – dormiste toda la tarde Brittany, son las 12 de la noche.
— ¿Qué? – Dije frotándome los ojos.
— ¿Cómo dormí tanto?
—No sé, supongo que estabas agotada – miré a la señorita Santana
— ¿Qué pasa?
—Esta es su casa ¿verdad?
—Si – ella frunció el ceño — ¿no te acuerdas de nada?
—Solo… solo de que cuando desperté me vine de inmediato para acá, después de eso nada.
— ¿Nada? ¿Enserio? – la miré raro.
— ¿Dije algo? Si dije algo que la incomodó señorita Santana yo enserio… — ella colocó uno de sus dedos sobre mis labios.
—No dijiste nada malo, creo que solo fue causa de la fiebre.
—Si usted me dijera de que se trata estoy segura que podría responder si es o no acusa de la fiebre – nos estábamos mirando ¿Qué le había dicho?
— ¿Tienes hambre? – cambió el tema de la nada.
—Mucha – dije agarrándome la barriga.
—Ok, iré a buscarte de cenar, te tomarás esas pastillas que te traje y seguirás durmiendo ¿bueno?
— ¿Este es su cuarto?
—Si – dijo mirándome casi sin pestañear.
— ¿Dónde dormirá? – ella miró la cama y después a mí.
—Creo… que lo hablaremos después, buscaré tu comida.
Me quede sola en ese cuarto y comencé a mirar por todos lados, era un cuarto lindo, de un color alegre y tenía lo justo y necesario
— ¿Qué pasa ojitos? – Era Quinn con Mercedes.
— ¿Cómo estás? – pregunto sentándose.
—Creo que nunca antes había estado tan mal.
— ¿Nunca antes?  — Preguntó Mercedes.
—Ósea que la persona que te hizo esto ya te lo había hecho antes ¿verdad? – No quise responder, pero para ellas ya era obvio.
—Quien fue Britt, dinos.
—Eso ya no importa – dije mirándolas – ni siquiera puedo pensar con los dolores que tengo – dije tocándome el abdomen – me siento horrible.
—Ya vez que dormir después de comer te hará mejor.
—Listo acá está – La señorita Santana había llegado y me colocó la bandeja encima, comencé a comer sin mirar a nadie. No quería más preguntas, no quería nada. Solo dormir y tratar de no despertar… después de unos minutos Mercedes y Quinn salieron del cuarto y fueron a descansar y yo me quedé con la señorita Santana.
—Si quiere… si quiere yo puedo dormir en el sofá de al lado, no tengo problema
—No hables estupideces – dijo acariciando mi rostro y yo como estúpida no podía dejar de mirarla – dormiremos las dos acá – tragué saliva – quiero estar cerca por si te sube la fiebre o te duele alguna otra cosa
— ¿Me va a cuidar? – ella sonrió.
—Sí, puedes tomarlo así… ahora me colocaré la pijama ¿bueno?
—Me encantaría voltear y no mirarla – mentía, quería mirarla – pero no puedo ni moverme.
—Descuida ¿tenemos lo mismo después de todo no?
Mientras estaba sentada en la cama noté como Santana me dio la espalda y comenzó a bajarse los pantalones lentamente. La prenda cayó a una velocidad tan lenta que era torturante. Noté que sus bragas eran pequeñas pero tapaban lo justo y necesario, se colocó un short de seda blanco y comenzó a sacar su camisa por sobre los hombros, cuando lo hizo noté que tenía un tatuaje enorme en la espalda. Era una especie de laberinto… no sé cómo lo hice pero cuando me di cuenta ya estaba parada atrás de ella observando ese tatuaje.
—Woow – dije en su oído y ella saltó, volteo y la agarré de sus caderas para que no se cayera.
—Dios Brittany casi me matas – dijo a centímetros de mi rostro.
— ¿Qué…. Que pasa?
—Tiene un tatuaje – ella sonrió
— ¿De qué trata? ¿Qué significa?
— ¿Enserio quieres saber?
—Claro que quiero – aún no sacaba las manos de sus caderas y a ella parecía no molestarle. Volteó y acomodó su cabello.
—Es un laberinto… me lo hice en unas de las tantas islas raras que existen en el caribe y había una leyenda con respecto a este tatuaje.
— ¿Cuál es? – coloqué delicadamente las yemas de mis dedos sobre la tinta y noté como su piel se erizó.
—Bueno… se dice… se dice que…  — estaba tartamudeando, me encantaba – se dice que la persona que logre descifrar el laberinto es la persona con la que debería estar para siempre – mis manos seguían acariciándolo y entonces llegué a la parte posterior de su cuello y comencé a masajear lentamente, mis dedos vagaban por cada centímetro de la piel de Santana como si la conocieran de toda la vida. Escuché como Santana dejó escapar un leve gemido y todo mi cuerpo reaccionó.
—Oh mierda – dijo agarrándose de las puntas del mueble que tenía delante de ella, acerqué mis labios a su espalda semidesnuda y dejé un tierno beso.
—Todo lo que le dije en mi estado delirante era cierto – mis uñas comenzaron a jugar con el broche de su top.
— Sé que cree que no me acuerdo, pero lo hago – volví a dejar otro beso sobre sus hombros.
—Usted señorita Santana me cautiva, hace que me cuestione tantas cosas, vuelve mi vida incómoda y ahora que tiene un tatuaje las cosas se vuelven aún más interesante ¿sabe por qué? – noté como todo su cuerpo emanaba calor.
—Porque…. ¿Por qué Brittany? ¡OH! – dejó escapar otro sonido de su interior
—Porque los tatuajes suelen guardar secretos, suelen guardar una parte de la vida de la persona a la que teme o a la que quiere recordar por siempre – entonces ella volteo y quedamos de frente, mis ojos vagaban por sus ojos, cejas, mejillas y labios. Quería aprender cada detalle de sus facciones.
—Sé que le dije que era una especie de amor platónico y eso para usted no tiene relevancia alguna, porque de seguro cree que soy la típica alumna lesbiana que quiere cumplir el sueño de acostarse con su profesora sexy pero créame que…
— ¿Te quieres acostar conmigo? – Preguntó sin tapujo alguno – porque yo no tengo relaciones con mis alumnos ni muchos menos con alumnas. Realmente me alaga que me encuentre guapa y tenga esos…. Mmm … ¿Sueños? Conmigo pero entre tú y yo no pasará nada.
— ¿Por qué?
—Por qué no me gustan las chicas mentirosas
— ¿En qué le mentí? – era agotante estar tan cerca de ella y no poder tocarla, ni besarla porque dios sabe que me moría por hacerlo.
—Tú no fumas y tampoco bebes.
— ¿Qué?
—Eso, el día del bar pediste tragos pero solo bebías si es que a eso se le puede llamar beber, unos cuantos sorbos y cuando prendías un cigarro dejabas que se consumiera ¿porque hiciste eso?
—Yo… yo creí que…
— ¿Qué no me daría cuenta? Me doy cuenta de todo Brittany.
— ¿De todo? – pregunté desafiante.
—Si
—Entonces lo sabe ¿verdad?
— ¿Qué cosa?
—La respuesta a la pregunta que me hizo – noté sus mejillas ruborizarse y movió la cabeza de un lado a otro
—Es mejor que durmamos – pasó por mi lado y se colocó un camisón enorme sobre su top — ¿Qué esperas para venir a acostarte Brittany?
—Yo… ¿no le molesta dormir conmigo después de lo que le dije?
—No dijiste nada, solo que me encontrabas guapa y que tenías el mismo sueño de todos. Follar con tu profesora ¿Qué me tiene que sorprender?
—No… yo no…
—Ven a dormir Brittany, estoy cansada – agaché la cabeza y caminé hasta la cama, me acosté lentamente y dejé escapar un suspiro
— ¿Por qué me mentiste con lo del trago y el cigarro?
—Quería llamar su atención de alguna forma.
— ¿Y yo soy la que no se da cuenta de las cosas? – volteo su rostro para mirarme y yo hice lo mismo.
— ¿Qué cosa?
—Tú tienes mi atención hace mucho Brittany, eres una chica increíble y eso no pasa desapercibido.
—Entonces… ¿una alumna más? – ella se quedó en silencio durante algunos segundos.
—Lo siento pero yo no soy como esas chicas a las que te llevas a la cama y ya, eres mi alumna y eso está por sobre muchas cosas.
— ¿Qué cosas?
—No pasará nada entre tú y yo Brittany, nada.
— ¿Quién me duchó? – Ella se quedó en silencio, apagó la lámpara de su lado – espero que haya disfrutado la vista – dije para después voltearme lentamente sin rozar mis moretones ¿Qué estaba haciendo? Ni siquiera sabía si lo que sentía por la profesora era atracción del momento o solo el maldito hecho de llevarme a una más a la cama. Ella se había comportado de manera increíble conmigo, me había ayudado y yo solo hacía que el momento fuera más incómodo y ella no se lo merecía.
—Descuida, la disfruté. Buenas noches Brittany.
—Buenas noches señorita Santana – tenía una estúpida sonrisa de lado a lado junto con una confusión que crecía y crecía.

Hay dios vas muy bien aunque estaria genial un poco (bastante) de acercamiento entre ellas jejeje esta genial actualiza pronto o danos maraton

Nos vemos mañana con otro capitulo, saludos!

Por dios!! Como me encanto este capitulo, me encanta que Quin le diga Ojitos a britt me da mucha gracia, dios el padre de britt es un maldito h de ..... dios que bronca

espero con ancias la conti

Seguii asiii !!!!

Sabía que el idiot.. ese la había golpeado vaya, las brittana van por buen camino. La verdad este fic es bueno así que espero el cap de mañana con ansiaS

Es un maldito su papa! Pero ojala le de una paliza algun dia ella a el! Y bueno un acercamiento mas Brittana ojala se den aunque sea un beso en el siguiente capitulo :)

ese condenado viejo deberia ser colgado por las orejas en un cementerio!!!!!! espero tu pronta actualizacion!!!!!!