Aprendiendo sobre el amor!!... Capítulo 36

Ya quieeo seguir leyendo
Saludos y ojala el papa de britt sufra

holap....

odio al HDP,.. del padre de britt,...
a ver cuanto dura "no va a pasar nada" de san a britt, sabiendo que para britt es su amor platónico???

nos vemos!!!

Yo creo que la historia bien en tiempo porque apenas van 10 capitulos, a mi me encanta como se va desarrollando.

Espero tu actualización.

esta entretenida tu historia
actualiza pronto ok
saludos

Lo prometido es deuda aquí un nuevo cap, gracias por sus comentarios se les quiere

Capítulo 11

Narra Brittany

Desperté cuando comencé a sentir oleadas de aire caliente en mi cuello, abrí los ojos lentamente y entonces sentí un leve peso sobre mi cuerpo y abrí los ojos lentamente, incliné mi cabeza hacía la izquierda y entonces me di cuenta de que tenía a Santana encima de mí. Tenía su pierna sobre las mías y la camisón ancho que se había colocado la noche anterior ya no tapaba parte de su piel… se veía hermoso durmiendo, sus facciones estaban relajadas y sus labios entreabiertos.
— ¿Cómo es que puedes ser tan guapa? – dije en forma de queja y lentamente acerqué la única mano libre que tenía ya que la otra estaba debajo del cuerpo de Santana hacía su pierna desnuda, mientras me acercaba noté como mi corazón comenzó a latir con más fuerza de lo normal acompañado de unos temblores que me ponían nerviosa. Cuando llegué a su piel comencé a acariciarla de abajo hacia arriba, en círculos y lentamente.
¡Era tan suave! ¿Todo su cuerpo será así? Dios Brittany tienes que dejar de pensar en la piel de tu profesora, no está bien.
— ¿Divertida Pierce? – saqué la mano a la velocidad de la luz y de los nervios aproveché de sacar mi brazo que estaba debajo de ella.
— ¡Auch! Eres una bruta.
—Yo… este… yo… — miré hacia abajo y entonces me di cuenta que mientras la miraba, la acariciaba no me había percatado del dolor que tenía mi cuerpo pero apenas me alejé de ella todos los dolores aparecieron – lo siento – dije mirándola.
—Descuida, la culpa fue mía en la noche tuviste algo de fiebre y temblabas mucho así que decidí acercarme a ti y no sé en qué momento pasó que me quede dormida ni como mi pierna llegó hasta tu cuerpo. Prácticamente dormimos abrazadas – sonreí.
— ¿Por qué me acariciabas?
—Bueno… desperté y sentí… bueno… aire caliente en el cuello – me toqué el lado en donde lo había sentido.
— Volteé a mirar y era usted quien estaba durmiendo y me di cuenta de toda la escena y entonces…. Entonces noté su pierna que estaba a la vista y creo que simplemente no me controlé… — volví a mirar hacia abajo.
— ¿No te controlaste?
—No – no podía mirarla.
— Ya sabe, usted es guapa….
—Pero soy tu profesora – nos quedamos mirando.
—Te dije que entre nosotras no pasaría nada, no importa lo que hagas ni lo que intentes mi ética profesional está sobre tus deseos.
—No es deseo… solo la encuentro guapa no es que quiera llevármela a la cama.
—Cuando llegaste el primer día dijiste que podías hacer que me corriera con solo besarte – sentí como el color de mi cara cambiaba, esto era vergonzoso.
—También si había disfrutado mirar tu cuerpo cuando…
—Ya… ok, entendí — dije tratando de colocarme de pie y nuevamente sentí ese maldito dolor recorrer cada centímetro de mi cuerpo.
—Mierda – me tomé el costado izquierdo
—Brittany ¿estás bien? – En cuestión de segundos la señorita Santana estaba frente a mí.
— ¿Estás bien?
—Esto duele mucho, es horrible.
—Creo que es hora de tu medicina – me le quede mirando.
— ¿Qué? ¿Por qué… porqué me miras así?
— ¿Por qué me cuida? Podría llevarme a casa y yo allá me las arreglaría.
—Estas sola.
—Siempre lo he estado – nos quedamos en silencio y sus ojos recorrían cada centímetro de mi rostro.
—Entonces… — tomó mis manos y las entrelazó con las suyas.
—Quiero que ya no estés sola.
—Se terminará aburriendo de mí, como lo hacen todas.
—Todas las que eliges mal – acarició mi rostro y cerré los ojos levemente, su tacto era tranquilizador y a la misma vez agobiante. No podía dejar de pensar en cómo sería tocarla completamente aunque fuera una vez, una maldita vez.
— ¿Tus amigos también te dejan sola?
—Las amigos son la mejor decisión que pude tomar, los dejé en mi vida y fue por una razón.
— ¿Cuál? – seguía acariciando mi rostro y yo me estaba volviendo loca.
—Creo que debería dejar de hacer eso señorita Santana – ella miró su mano y de ahí me quedo mirando.
—No creo que quieras que deje de hacerlo.
—También debería dejar de coquetear conmigo porque terminará perdiendo.
— ¿Perdiendo?
—Sí, terminará en mi cama aunque no quiera – noté que nuevamente tenía el poder de esta situación.
— Y lo que le dije la primera vez que llegue es cierto, podría hacer que se corriera con solo un beso, con solo acariciarla, puedo hacer hasta que se masturbe pensando en mí porque podría jurar que todo lo que le estoy diciendo en este momento le trae más que un efecto allá abajo – bajé la vista.
— ¿O me equivoco? Si algún día cumple mi fantasía señorita Santana – ahora era yo quien volvía a acariciar sus piernas lentamente, torturándola.
— Será porque usted me lo pida ¡oh! Espere… no me lo va a pedir, me lo va a rogar – sentí como su respiración se aceleraba.
— ¿Eso responde a su pregunta de si quiero o no quiero que saqué su mano de mi piel?
—Creo que iré por tus medicinas – se levantó y desapareció por la puerta principal del cuarto y me dejo con una sonrisa muy satisfactoria, porque si hay algo en lo que nunca falló es en darme cuenta cuando tengo la atención de alguien y la señorita Santana por muy perfecta que sea y se vea una persona que cumple las reglas no le va a durar mucho y de eso estaba segura.
Aproveché que la señorita Santana no estaba e intenté sacar mi sudadera y cambiármela ya que estaba húmeda por la transpiración que boté por la noche anterior pero los dolores musculares eran insoportables.
— Mierda – dije solo con un brazo afuera.
— ¿Te puedo ayudar? – Levante la cabeza y Santana estaba frente a mí con una bandeja con cosas para desayunar – no podrás sola Brittany.
—Creo que si, necesito algo de ayuda con esto – Santana comenzó a acercarse y con cuidado y con una lentitud que me estaba volviendo loca comenzó a sacar mi prenda y quedé solo en top y el short de seda.
—Tengo que curar esas heridas – su vista estaba pegada en mi abdomen.
— ¿Le gusta verdad? – Elevó su rostro y se quedó mirando.
— No hay nada de malo si lo dice, muchas personas me lo dicen y sé que es verdad yo misma estoy enamorada de mi abdomen – ella sonrió.
—Si te soy sincera llama mucho la atención – nos quedamos mirando – pero ahora es mejor que te acuestes y me dejes limpiar la herida.
Hice caso y me quede en la cama con los ojos cerrados mientras que mi profesora que me traía completamente loca y no entendía por qué se encargaba de sanar mi malestar.
— Listo – dijo después de unos minutos – ponte otra prenda para que podamos tomar desayuno – le hice caso y me senté en la cama.
— Vez que tranquilita así como niña buena te vez mas linda – sonreí y dejó la bandeja entre nosotras.
— ¿Comerá conmigo?
—Obvio, muero de hambre.
—Es idea mía o usted ama comer.
—Amo comer – sonreí.

Narra Santana

Me estaba volviendo loca si es que ya no lo estoy pero si sigo así estoy segura que ella se encargará de volverme loca. Como es posible que pueda decirme todas esas cosas sin una gota de pudor cuando con cada palabra que me dice todo mi ser tiembla por dentro, tengo ganas de seguirle su maldito juego, pero no estaría bien. Soy su profesora ella es mi alumna, la vería todos los días y esto nos terminaría volviendo loca a las dos.
— ¿Qué pasa? – preguntó preocupada.
—Nada solo pensaba
— ¿En mí verdad? – es increíble el ego que tiene.
—En realidad, quería saber más de ti – ella se me quedo mirando.
—Creo que ya sabe lo que tiene que saber.
—No, hay algo que no sé Brittany.
— ¿Qué?
— ¿Por qué terminaste en un hospital psiquiátrico? ¿Y qué relación tienes con Rachel Berry?
—Si respondo eso, usted respondería una de mis preguntas.
—Solo una y la que quieras – terminó de comer y me quedo mirando.
—Yo ya le conté porque llegué ahí ¿se acuerda verdad? – Ella asintió – solo pasaron 12 horas desde que encontré a mi madre en su cuarto y cuando mi padre decidió encerrarme en esa mierda, según él era por mi bien pero… — sentí como su voz se quebraba – no creo que haya sido buena idea, me sentí completamente abandonada. El prohibió las visitas de mis amigas y a él se le olvido que tenía una hija. Esa maldita experiencia hizo que me diera cuenta que el amor, esa palabra que la gente ocupaba para describir cosas hermosas no existían.
— ¿Por qué dices eso?
—El amor… el amor a mí me decepcionó, me abandonó, me traicionó y me mintió
—Existen diferentes tipos de amor.
—Entonces ponga en su análisis de mi personalidad que no creo en ningún tipo de amor y es por eso que no me comprometo con nadie amorosamente.
—Pero dejas entrar a gente a tu vida.
—A gente que sé que vale la pena.
—Me dejaste entrar en tu vida Brittany.
—Porque sé que vales la pena – nuestras miradas chocaron y tuve el impulso de querer abrazarla —Rachel es mi amiga, si no existiera Tina ni Marley ella sería mi mejor amiga. Después de ellas Rachel es la persona en la que más confió en la vida así que no tienes porqué ponerte celosa – reí y a la misma vez sentí nuevamente ese nerviosismo que intentaba ocultar.
— ¿Celosa?
—No es de ella de quien deberías tener celos señorita Santana.
— ¿Por qué tendría que estar celosa de las chicas que se te acerquen?
—Porque te gusto y terminarás por estar conmigo.
—No juegues conmigo Pierce, soy tu profesora.
—Lo sé y no crea que hago esto por tener buenas notas porque…
—Se que no te interesan las notas, me ha quedado claro.
—Eso no quiere decir que vaya a perder el año, tengo sueños. Quiero salir de esta ciudad, conocer lugares y olvidarme de todo.
—Nunca tendrás una pareja estable entonces.
—No está en mis planes, pero me gusta sentirme acompañada a veces, aunque no duerma con ellas en el momento del sexo realmente trato de conectarme con esas chicas.
—Eso… eso es tierno – ella sonrió – creo que me toca responder tu pregunta o me equivoco.
— ¿Por qué tiene miedo de lo que puede llegar a sentir por mi?
—No tengo miedo porque sé que no pasará, no me enamoro Brittany.
—El chico del otro día ¿terminó en tu cama?
—Si — ¿Por qué estaba teniendo esta conversación con una alumna?
— ¿Te llevaste a alguna chica a la cama esa noche?
—No – quedé sorprendida.
—Aunque no niego que después de nuestro encuentro en el callejón debo admitir que me costó dormir – tragué saliva – pero por lo visto tu si pudiste saciarte un poco ¿no?
—No sé que pasa contigo pero es extraña esta relación profesora – alumna que tenemos ¿no lo crees?
— ¿Por qué? – preguntó sacando la bandeja que estaba al medio de nosotras.
—Nunca me había pasado esto, sé que tu no te aburrirás hasta tenerme en tu cama.
—Yo no haré nada, dije que usted me rogaría y así será.
—Pero comenzaras a torturarme ¿verdad?
— ¿Cómo haría eso? – sonrío de lado y creo que en este preciso momento esa sonrisa de Brittany sería mi muerte.
—Sacándome celos.
—Ahora resulta que la señorita Santana si tiene celos ¿Por qué me miente señorita? – me quede completamente callada y entonces me di cuenta de que Brittany estaba solo a centímetros de mi y que la misma mano que me acarició en la mañana estaba en la misma pierna.
— Eres suave, cuando la acaricié en la mañana me di cuenta de que su piel era increíblemente suave y no es por ser coqueta con usted pero…
—Deja de tratarme de usted por favor – cuando Brittany me trataba de usted tan seria y con esa voz rasposa todo mi ser respondía y odiaba sentirme vulnerable ante una persona.
—Su piel es la mas suave que he tocado – nos quedamos mirando sin pestañear hasta que sonó el timbre del departamento.
— ¿Va a ir a abrir? – dios sus labios eran tan apetecibles… que me está pasando.
—Yo… si… — salí de la cama y bajé con la bandeja en los brazos, la dejé en la cocina y me dirigí a la puerta.
— ¿Tu? ¿Qué haces acá?
—Tenemos que hablar…

Pff espero que.boca trucha no sea el que haya interrumpido a mis chicas en esa conversación taaan importante jeje saludos!! Espero el siguiente cap se me hizo muy corto este jejeje besos, chao!

me encanta este fic, espero tu pronta actualizacion!!!!

Hay dios muero por leer ese cap donde san caiga a los brazos de britt

uuhhh,... y ahora quien fue el idiot@ que arruino el momento,...
me encanta como tortura birtt a san jajajaja

nos vemos!!!

Quien sera???
Espero leerte pronto!!!!

mmm no se si soy yo o el cap 12 solo contiene fotografias???

El capitulo 12 son fotos no entiendo

No sos solo vos yo también veo solamente fotografías!!

y donde esta el capitulo?

Y el capitulo, igual no lo puedo ver.

Hola a todas discúlpenme el cap no se ve por un problema de edición pero ahora ya lo solucione.. Disfruten y disculpen :/

Capítulo 12

Narra Santana

— ¿Puedo pasar? O quieres que hablemos acá afuera – Sam me recorrió con la mirada.
— Porque por lo que veo no estás en condiciones –mierda era verdad, estaba en pijama.
—Está bien pasa pero solo serán unos minutos.
—Descuida no te quitaré más que eso – cuando Sam pasó por mi lado noté el olor a alcohol ¿había estado tomando?
—Extrañaba el olor a este departamento sabes – lo quede mirando.
— ¿Estás sola? – miró las escaleras.
— ¿Qué quieres? ¿Se te quedo algo de ropa? – el volteo a verme
—No, solo… te extrañaba ya sabes – se sentó en uno de los sofá.
— ¿Me extrañabas? Te fuiste solo hace unos días.
—Si lo sé pero bueno – dijo mirando todo el lugar.
—Creo que si estás sola podríamos aprovechar.
— ¿Aprovechar? Sam porque no me dices a que vienes.
— ¿A qué crees tú?
—No tengo la más remota idea pero si no te sirvo de ayuda creo que es mejor que te vayas.
—No me iré sin antes hablar.
—Entonces hazlo de una puta vez, tengo trabajo que hacer sabes.
— ¿Por qué dejaste que Quinn me tratara como lo hizo?
—Usted dos siempre se han llevado mal y no soy tu novia para ir defendiéndote delante de todo el mundo.
— ¿Por qué no quieres ser mi novia? –me le quedé mirando, creo que sabía a dónde íbamos.
—Porque no te amo
—Pero te gusto
—No lo suficiente como para tenerte como pareja, de hecho – hice una pausa – no creo que esté nunca en pareja.
—Eres una puta sabes – se levantó del sofá.
—Sé que trajiste a un chico a la casa el otro día ¿te acostaste con él verdad? – Elevé una ceja
— ¡Contesta! – me gritó.
—Creo que deberías irte, dúchate y duerme un rato estas, muy ebrio.
—No, no me iré ¿dime que tiene el que no tenga yo? Llevo esperándote años Santana, años.
—No soy novia de ese tipo, solo fue sexo como también lo era contigo.
—Santana yo te quiero, me encantas porque no podemos…
— ¡PORQUE NO ME ENAMORO SAM, NO ME INTERESAN LAS PERSONAS DE FORMA SENTIMENTAL. MI CORAZÓN NO LO PONGO EN LA CAMA Y APARTE ERES PÉSIMO EN LA CAMA, NI SIQUIERA PODÍA TENER UN ORGASMO CONTIGO ¿CONTENTO? ¿ERA ESO LO QUE QUERÍAS ESCUCHAR? – el no dijo nada, noté como una lágrima cayó por su mejilla derecha y de un momento a otro su expresión de dolor era rabia, odio.
— Cálmate Sam, no vayas hacer algo de lo que después te puedas arrepentir.
— ¿Qué no te hacía llegar a un orgasmo? – Comenzó a acercarse peligrosamente
— ¿Qué no era bueno en la cama? – Entonces me alejé hasta que choqué con la puerta del departamento.
—Bueno entonces te enseñaré como lo hago.
Sam se acercó a mí y me acorralo contra la pared, sentí como sus manos subieron a mi cuello y apretó con brutalidad, comenzó a besar mis labios a la fuerza y sentí cómo mordió en un momento, sus manos bajaron a mi trasero y sentí el sabor a sangre en mis labios.
—Mierda— dije susurrando y apunto de ponerme a llorar
—Sam sueltamente – dije tratando de alejarlo.
—No, no lo haré San serás mía.
—Sam así no por favor, así no – entonces comencé a llorar.
—Dios como me gustan tus piernas – sus manos se aferraron a mis piernas y comenzó a subirlas hasta llegar a mi muslo.
— ¡SAM SUELTAME!
—TE DIJE QUE NO – entonces sentí como su palma chocó con mi rostro y cuando iba por la segunda él se detuvo, abrí los ojos y noté que Brittany lo tenía sostenido.
—Creí haber escuchado que la señorita te dijo que no quería – Sam trataba de zafar de su agarre pero no podía
—Pídele disculpa – el estúpido me quedo mirando y yo tenía mi mano en el labio, el muy idiota me había sacado sangre.
—No lo haré – dijo mirando a Brittany
—Y a todo esto ¿tu quien mierda eres? – Brittany se quedó en silencio y simplemente me miraba — Oh… lo que faltaba ¿ahora te follas a chicas? – Sam me quedó mirando
— ¿Ella si te hace llegar al orgasmo verdad? ¡Dime!
—SI!!!! LO GRITÉ EN SU CARA BRITTANY FOLLA MIL VECES MEJOR QUE TU Y TU ESTÚPIDO PENE CHICO AHORA VETE DE MI CASA SAM – Sam me miró y de ahí miró a Brittany.
— ¿Te vas o te saco? – habló Brittany.
—Púdrete San, púdrete – salió de mi departamento golpeando la puerta y entonces me di cuenta de que Brittany se desplomó en el piso y corrí hacía ella.
— ¿Brittany, estás bien? – coloqué un cojín debajo de su cabeza y acaricié su rostro.
—Sí, es solo que entre bajar la escalera casi corriendo y sostenerlo  con toda mi fuerza para que no te hiciera más daño gasté lo poco y nada de energía que tenía – comenzó a levantarse de apoco hasta que quedó sentada
— ¿Quién era él? – Me quede callada.
— Bueno, si quiere me puede contar.
—Es un idiota con el que me acostaba, él era como Shay para ti
—Oh… ¿el que se repetía el plato? – Sonreí y asentí – es lindo, su sonrisa es linda.
—Gracias – dije mirando a Brittany – si no hubieras llegado yo no sé…
—Hubiera llegado igual – nos quedamos mirando
—Mientras… si yo… cuando yo esté cerca – volvía a comportarse nerviosa mente y ahí era cuando mi corazón se derretía y las ganas de lanzarme sobre ella eran incontrolables
— Nada le va a pasar señorita Santana, usted me ha ayudado mucho y es lo mínimo que puedo hacer por usted – no decía nada simplemente la miraba, era el ser más hermoso y puro que había conocido
— Le sangra el labio – me toqué el labio y me di cuenta
—No, no se toque con las manos puede agarrarse alguna infección. Déjeme hacer algo – Brittany se colocó de rodillas frente a mí y comenzó a sacar su camiseta lentamente, mi vista bajó a sus abdominales y casi como un reflejo que no pude frenar mis manos llegaron a su abdomen y lo acaricié lentamente, era tan suave aunque tengo que admitir que los moretones en su abdomen no me dejaban apreciar de todo la vista
— ¿Qué pasa? – dijo después de que quedo solo en un top frente a mí.
— ¿Por qué me mientes? – dije acariciando las líneas que habían entre abdominales.
— ¿Por qué…. Porque lo dice? – entonces noté que mis caricias tenían un efecto en ella, elevé la vista y choqué con mirada.
—Tina, Marley y Kitty están en los Angeles ¿Por qué no quieres llamarlas? – Ella frunció el ceño. —Debes esforzarte si me quieres mentir, me sé los patrones de mentiras.
—No quería preocuparlas – Brittany dobló su Camiseta y acercó su mano hasta mi labios – la voy a limpiar – saqué mi mano de su abdomen y ella me detuvo.
— Me… me gusta, se siente bien – sonreí y volví a acariciarla mientras ella limpiaba la sangre e mi labio – Si hubiera llamado a las chicas o a Rachel ellas hubieran llamado a la policía de inmediato y bueno, no es la idea.
— ¿Por qué lo defiendes?
—No lo defiendo, simplemente quería tranquilidad y acá… bueno,  no es que la tranquilidad me la de su departamento.
—Explícate – saqué mi mano de su piel y puedo jurar que la escuché gruñir ¿era posible que fuera tan tierna?
—Usted – dijo de la nada y alejando su mano de mi labio – usted me da tranquilidad – tragué saliva y todo mi cuerpo comenzó a temblar, mi piel se erizaba y sentí como los latidos de mi corazón aumentaban.
—Es raro porque nunca me ha pasado, pero desde que llego al instituto mi vida ha cambiado un poco. A usted no le importo regañarme delante de todos los compañeros, otros profesores ni siquiera les hubiera importado por el hecho de ser hija de quien ya sabe. Usted… usted me hace sentir normal, normalidad que nunca antes he tenido.
—¿Nunca?
—Usted me conoce un poco señorita Santana– noté como sus manos se acercaron a mis piernas y comenzó a acariciarlas de la misma forma que lo hizo esta mañana.
—Usted sabe que nada de lo que he
vivido es normal – su vista subió hasta la mía y era oficial, estaba a sus pies.
—No deje que un tipo como el vuelva a tocar sus piernas.
—¿Qué… que? – me costaba gesticular palabra.
—Que no deje que Sam vuelva a tocarla, ni menos sus piernas.
—¿Solo el?
—Sería estúpido que le pidiera que no deje que nadie toqué sus piernas porque en el sexo pasa – su mano subió hasta mi muslo y me estremecí.
—Pero… sus piernas me gustan mucho señorita Santana, demasiado.
—Son… son solo piernas Brittany.
—Las mas suave que he tocado – nos quedamos mirando.
—Me iré mañana temprano.
—Lo sé.
—Gracias por cuidarme – soltó  mis piernas y agarró una de mis manos en las suyas y la llevó a su boca.
—Muchas gracias – besó mis nudillos y por primera vez sentí la textura de sus labios sobre mi piel, cerré los ojos y me sentía completamente vulnerable ante ella.
—No es justo – dije abriendo los ojos – no es justo que seas un amor de persona, que me den ganas de lanzarme encima de ti y no soltarte y después de la nada te transformes en Pierce sexy con mirada matadora y cuerpo perfecto y sigas teniendo el mismo efecto en mí – ella sonrió de lado.
—Y esa maldita sonrisa me volverá loca – dije acercándome a ella.
—Si te soy sincera no sé cuanto aguante estar lejos de ti porque tu cuerpo es como un maldito imán para el mío.
—¿Por qué lucharía por estar lejos de mí si yo no le he pedido eso? – la quede mirando – también quiero lanzarme encima de usted – sentí como comenzamos a acercarnos mutuamente, sentí el golpe de su respiración en mi rostro, sus manos sobre mis piernas y sus labios cada vez mas cerca.
—Esto esta mal, está muy mal, está pésimo.
—¿Por qué? – si había algo que me ponía a mil era que me hablaran mientras lo hacíamos o estábamos por hacerlo.
—Soy tu profesora cómo se supone que te mire después de esto, me volveré loca en el instituto Brittany.
—¿Te cuento un secreto? – Nuestras narices se rozaban.
— Ya me tienes completamente loca.
—¡SANTANA LLEGUÉ, MERCEDES DIJO QUE SALDRÍA A COMER CON UN SOCIO Y YO…! – apenas Quinn entró junto con Brittany la quedamos mirando desde el suelo.
—Díganme que no estaban follando en mi alfombra india – miré a Brittany y ella sonrió.
— ¡ESTOY ESPERANDO SANTANA!
—No, no estábamos follando – respondió Brittany.
—Me caí porque me falta energía y no me podía parar así que Santana me estaba haciendo compañía ¿verdad? – la mire en shock.
—Si, es verdad.
—¿Qué te paso en el labio? – pregunto Quinn.
—Bueno… — deje escapar un suspiro .
—Fue Sam – Quinn dejo caer las cosas al suelo y me quedo mirando.
—Descuida, Brittany le dio su merecido.
—¿Lo golpeaste verdad? Porque si hubiera estado yo acá San soy capaz de dejarle el pene mas chico de lo que ya lo tiene.
—Descuida – me levanté – no paso nada ¿harás el almuerzo?
—Si – dijo caminando hacía la cocina.
Camine con Brittany hasta la habitación del segundo piso y me quedo mirando.
—No me mires así por favor Brittany – estábamos a metros de distancia – lo que paso allá abajo no…
—No puede ser, si lo sé solo… solo eres un amor platónico demasiado raro – sonreí.
—Bueno si te deja tranquila eres la única alumna platónica que he tenido – ella sonrió.
—Osea que quiere ¿verdad?
—¿Quiero que?
—Un… un beso — ¿Quería solo el beso? qué hubiera pasado si Quinn no hubiera llegado.
—¡CHICAS PUEDEN BAJAR, ME SIENTO SOLA! – era Quinn.
—Creo que lo tendremos que descubrir mas adelante, ahora bajemos. Cambia tu camiseta, saca lo que quieras y bajas ¿bueno?
—El instituto será una tortura – dijo caminando hacía el baño.
—¿Qué harás Pierce? – ella sonrió nuevamente hacía el lado volviéndome loca.
—Creo que lo tendremos que descubrir más adelante ¿no? – Perfecto, Brittany Pierce estaba jugando mi juego y no sabía si me gustaba.

Sam es un malditoo!!! No lo soporto como la golpea a San y ademas la queria violar sin carpa, gracias a dios que Brittany bajo y la defendio, que cosa rara que pasa entre las dos.
Ambas se atraen pero no entiendo muy bien que es lo que siente cada una por la otra. Me encanta que San le descrubra todos las mentiras a Brittany es una genia total

Muy buen capitulooo!! Espero con ancias la continuacionnn

Odio a sam!!! pero como se le ocurre intentar abusar de Santana!!! Menos mal que britt estaba ahí para impedirlo vaya vaya, juegos entre las brittana, serán muy interesantes sin duda saludos!! Actualiza pronto porfis!!

Hay dios esto se pone muy bueno odio a sam bien por britt ya quiero brittana really

Juegos previos jajajja Ok veremos que pasa
Actualiza pronto

Esos peligrosos acercamientos jajaja!!!!! Cuanto mas podrán aguantar???
Me sumo a la comunidad "odio a Sam"
Saludos

Capítulo 13

Narra Santana

Estuvimos toda la tarde hablando de cosas estúpidas con Quinn y Brittany no dejaba de reírse de todas sus locuras. Yo había escuchado estas mismas historias infinitas veces pero ahora había algo especial, existía Brittany y su maldita sonrisa ¿Por qué era tan linda?
—No puedo creer que estuviéramos toda la tarde hablando de mí – dijo Quinn sirviéndose otra copa de vino.
—Bueno tú no eres aburrida así que eso es importante.
—Ósea que no te aburró – Brittany volvió a sonreír.
—Es increíble cómo puedes ser la chica ruda a veces y a la misma vez tan tierna, te sonrojas por todo.
—Bueno, digamos que es parte de mi vida – noté que se tocó la frente.
— ¿Qué te pasa? – pregunté preocupada.
—Nada, solo creo que me volvió a dar fiebre.
—Eso te pasa por salir en la forma que lo hiciste solo con una camiseta encima Brittany, podría haber sido peor.
—Solo es un resfriado señorita Santana.
—Bueno pero…
—Ok basta Santana – dijo Quinn – que se vaya a dormir y ya.
— ¿No les molestaría?
—Claro que no idiota – dijo Quinn abrazándola.
—Espero que mañana te quedes al desayuno.
—No sé, depende a qué hora despiertes porque la señorita Santana me dijo que cuando no tenías trabajo ni nada importante que hacer dormías demasiado – Quinn sonrió.
—Me iré a la cama – me miró directamente a los ojos y mi mente comenzó a trabajar “me iré a la cama” ¿Qué quería decir con eso? ¿Quería que la acompañara? STOP SANTANA.
Me quede mirando como subía las escaleras hasta que desapareció.
—Ahora es hora que me expliques que paso con Sam – Quinn logró sacarme de mi zona de confort.
—Nada el idiota supo que traje a un chico el otro día y vino a cobrarme sentimientos.
— ¿Broma?
—Ojalá lo fuera, de ahí logró estresarme más de lo normal y le dije que nunca me gustó tener sexo con él, que no siempre llegaba al orgasmo y que bueno, tenía el pene chico.
—OH MI DIOS SANTANA LOPEZ– Quinn se agarraba la panza de tanto reír.
—ES LO MEJOR QUE HAZ DICHO EN TU VIDA – seguía riéndose y fue inevitable no reírme con ella.
—Después de eso se volvió como loco, se acercó a mí y trató de… de tener sexo conmigo a la fuerza – la risa de Quinn desapareció de inmediato.
—Grité fuerte y no sé en qué momento Brittany llegó y lo sostuvo de sus muñecas, esa chica tiene mucha fuerza el idiota de Sam no podía ni moverse. De ahí… bueno… el creyó que ahora me acostaba con chicas y me tenía tan estresada que…
—Que le dijiste que Brittany lo hacía mejor que él y que te estabas acostando con ella – la quede mirando.
—Soy tu mejor amiga Santana y no sé cómo te has aguantado de tocarla si hasta has dormido con ella.
— ¡QUINN!
—No creas que soy tonta, he visto cómo te preocupas por ella, como la miras, las ganas que tienes de ir a acostarte a su lado en estos momentos ¿o me equivoco?
—Quinn…
—Lo has hecho antes, has tenido amoríos con estudiantes.
—Lo sé pero es diferente, todo es diferente ahora.
— ¿Porque? ¿Por qué es una chica?
—Súmale que nunca me he acostado con una, no sabré que mierda hacer.
— ¡Ja! Algo me dice que la ojitos no es de las que se deja manipular, si no la que lleva el ritmo en ese asunto.
— ¿De qué hablan? – Mercedes había llegado.
—De nada que Santana le tiene ganas a la ojitos.
—Oh ¿ya lo asumió?
— ¿Qué? Tú también.
— ¿Qué cosa? – dijo Mercedes sentándose a nuestro lado.
—Viste se te nota Santana.
—Eso es mentira.
—Sigo sin entender que haces acá cuando podrías estar con ella allá arriba – dijo Quinn.
—Quinn tiene razón ¿me sirves una copa? La necesito – habló Mercedes.
—El problema es que… es que sé que si la tengo solo será una vez – no podía creer lo que acababa de decir.
— ¿Y qué tiene de malo eso? Será una vez bien disfrutada – dijo Mercedes guiñándome un ojo.
— ¿Y si me gusta? ¿Y si quiero más? ¿Y si no quiero que sea solo una cuestión de una vez? – Las dos me quedaron mirando en estado de shock
— ¿Qué? ¿Por qué me miran así?
— ¿Escuchaste lo que acabas de decir? – dijo Mercedes
—No puedo creerlo – dijo Quinn.
—Ok, iré a ver cómo está Brittany – me levanté lo más rápido que pude antes de que estas dos estúpidas siguieran haciéndome preguntas.
Abrí la puerta lentamente y me acerqué a la cama, me senté a su lado y toqué su frente.
—Se te bajó la fiebre – dije despacio.
—Lo sé, me siento mejor – abrió sus ojos los cuales iluminaron el cuarto.
— ¿Te vas a acostar? – dijo colocando una de sus manos en una de mis piernas y dejé escapar una leve risa.
— ¿De qué te ríes? – preguntó Brittany.
— ¿Tanto te gustan mis piernas? – pregunté mientras acariciaba su cabello.
—No son tus piernas – la quedé mirando.
—Es la sensación de tu piel con la mía.

Narra Quinn

—Quinn no es buena idea, sal de ahí Santana se va a enojar – murmullaba Mercedes para que la ojitos y Santana no nos escucharan.
—Es de mala educación escuchar conversaciones detrás de una puerta.
—Ok – dije mirándola.
—Santana nuestra amiga, la cero amor, la nunca me voy a enamorar, está sintiendo algo por esa chica yo lo sé, tú lo sabes todo el mundo lo sabes menos ella – Mercedes sonrió.
—Tenemos que hacer algo para que se dé cuenta.
— ¿Y si no quiere darse cuenta?
—Bueno, no me importa haré que se dé cuenta igual.
Volví a colocar mis oídos a la puerta y está vez Mercedes hizo lo mismo, elevé mi ceja
— ¿Qué? No me mires así, tu eres la que cree que esa chica puede cambiar a nuestra amiga.
—No lo creo, estoy segura ahora cállate Mercedes.

Santana: ¿Sensación?
Brittany: Si, es raro pero… pero cuando te tocó siento que siempre es una nueva sensación y cada una es diferente a la otra.
Santana: Si esa es tu forma de conquistarme estas muy mal Pierce.
Brittany: No la quiero conquistar ¿se le olvida lo que dije? – hubo silencio, maldita sea ¿Qué le había dicho la ojitos a Santana y porque ni Mercedes ni yo sabíamos?
— ¿O necesita que se lo recuerde?
Santana: Que tal si me lo recuerdas – que hija de puta, está coqueteando con su alumna descaradamente.
Brittany: Le dije que no tenía necesidad de coquetear con usted aunque me gusta hacerlo porque puedo ver su reacción y es muy chistosa, pero también le dije por qué ¿enserio no lo recuerda?
Santana: Recuérdamelo – QUE HIJA DE PUTA
Brittany: Le dije que usted me terminaría rogando para que yo la hiciera mía, que me rogaría por estar en mi cama y eso va a pasar.
Santana: Para que eso pase primero tendría que besarte y si no me gustan tus besos…
Brittany: Entonces la primera vez que la bese haré que se corra y así querrá más de mí – OH DIOS OH DIOS NO PUEDO ESTAR ESCUCHANDO ESTO, ES PARA MAYAROES DE 18 AÑOS
— ¿Me quiere besar señorita Santana?
Santana: ¿Me quiere besar usted señorita Pierce?
Brittany: Si, pero esperaré. Soy paciente aunque no lo cree, si pasará ahora no sería mi mejor versión y necesito dormir así que porque mejor no se cambia la ropa, se coloca su pijama y se viene a acurrucar conmigo. Es nuestra última noche juntas.
Santana: ¿Quieres que nuestra última noche la pasemos abrazadas en una cama?
Brittany: ¿Qué más querría?
Santana: No quieres… no quieres… bueno, tú ya lo sabes.
Brittany: No es un pedazo de carne señorita Santana pero como ya le dije esta no es mi mejor versión y de querer… Dios sabe que quiero pero no así.
Santana: ¿No así? A que te refieres.
Brittany: Así, tan rápido… no quiero…no quiero que pase y a la misma vez sí.
Santana: ¿Qué? ¿Por qué?
Brittany: Tengo miedo de que si pase necesite más y más de usted y eso va contra mis reglas.
Santana: Y contra las mías, pero nos pasa lo mismo. También tengo miedo de eso.
Brittany: Entonces si nos pasa lo mismo a lo mejor podríamos hacer que no fuera solo cosa de una vez
Santana: Para eso tienes a Shay ¿O me equivoco? – La morena estaba celosa, la conocía
Brittany: Si no le molesta compartirme – que hija de puta más grande.
Santana: Si a ti no te molesta compartirme tampoco quizás, solo quizás podríamos llegar a un acuerdo.
Brittany: Acuerdo que hablaremos otro día estoy cansada y necesito que me hagas cariño – escuché como Santana reía.
Santana: Iré al baño a colocarme pijama, voy y vuelvo

Cuando sentí que la puerta del baño se cerró Mercedes y yo nos alejamos de la puerta y volvimos a bajar, sé que las dos estábamos en shock por lo que habíamos escuchado.
—Creo que…. – empezó Mercedes – es que no lo creo.
—Yo tampoco pero a la morena le gusta la ojitos – terminé su frase.

jajajjajaa no pueden ser mas chusmas!!!!
Saludos

Hay dios espero y eso de compartir sea broma quiero que ellas esten juntas ya sube otro anda plisss