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[Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
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Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
jaajaja me muero de la intriga por la foto y el plan de Britt!!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Jajajaja que amiga es Britt, la mejor y con la loca de Kitty cuidado jajaja
Haber como sigue el plan....
Haber como sigue el plan....
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,...
ahi dios san miedo cuando se juntan las dos!!!
mmmm noche productiva para britt y su vendetta para jesse!!!
a ver como termina todo???
nos vemos!!!
Hola lu, jajajajaajaj dices tu¿? jajajaajajajaj xD jajajajajaja. JAjajajajajaajajajajajajaja si que lo fue y fue lo mejor! se lo merecia! ajajajajajaj. Esperemos y bn xD jaja. Saludos =D
monica.santander escribió:jaajaja me muero de la intriga por la foto y el plan de Britt!!!
Saludos
Hola, y no eres la unica, pero aquí dejo otro cap para saber sobre eso y más!... espero ajajja. Saludos =D
JVM escribió:Jajajaja que amiga es Britt, la mejor y con la loca de Kitty cuidado jajaja
Haber como sigue el plan....
Hola, si que si! esas son las q valen! JAajajaj ella tmbn! y como te defenderían, no¿? jajajaja. Aquí otro cap para saberlo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: De Mis Sueños I (Adaptada) Cap 25
Capitulo 25
—Me podrías explicar qué es esto—me pregunta Santana desde el marco de la puerta.
Yo levanto la cabeza y observo el papel que sostiene entre manos.
—Creo que es una foto—respondo con toda la seriedad que soy capaz antes de mirar hacia la pantalla de la computadora.
Con pequeños pasos se acerca hasta mi escritorio y me llama suavemente.
—Britt-Britt.
—Sí.
—Tendrías la amabilidad de mirarme un momento por favor—aparto la vista de la PC y la miro—Ya sé que es una foto, muy explícita por cierto—dice mirándola nuevamente y yo trato de reprimir una sonrisa—, Como te estás haciendo la obtusa voy a reformular mi pregunta. ¿Qué hace la foto de lo que parece ser un transexual metiéndoselo por el culo al hijo del alcalde en el piso del archivero?
No aguanto más y antes de que termine la frase estallo de la risa.
Puede que se me haya caído una después de haber fotocopiado más de dos cientos ejemplares antes de haberlas distribuido con la ayuda de Perla y sus amigas del medio por toda la ciudad el domingo en la noche, también he dejado por accidente algunas copias en una que otra de las líneas de autobuses y trenes, de manera que la foto se ha esparcido más rápido que la pólvora.
Claro está, después de haberle hecho uno que otros arreglitos.
Kitty como siempre quiso dramatizar la situación y le agregó un título para hacerla más llamativa: A Jesse St.James II le gusta que lo maltraten y le dejen el culo como un colador.
Como siempre digo: en pueblo chico infierno grande y nada mejor que el boca a boca para hacer correr un rumor.
Esta mañana cuando venía para el trabajo no me podía creer lo rápido que se difundió la noticia pero ni usando el mismo Facebook que está de moda lo hubiera hecho con tanta rapidez.
—Me imagino que ese era el asunto tan importante que tenías que resolver el sábado por la noche.
Recupero un poco la compostura y dejo de reírme.
—Lo siento, no debí usar la impresora del trabajo para algo personal.
—Eso es lo de menos, lo que me preocupa es cómo pueda afectarte la bromita esta.
—Tranquila, fui muy cuidadosa y además la foto habla por sí sola, no se ha hecho público nada que no fuera verdad.
Santana me mira con los ojos iluminados y una sonrisa de pillo se dibuja en sus labios.
—¿Qué?
—Me encanta la forma como proteges a los tuyos, pareces una tigresa defendiendo sus crías. Vas a ser una excelente mamá.
—Ay no, no. No me hables de niños por favor que me entra el pánico.
De pronto Santana se pone seria y tuerce el gesto.
—¿No te gusta los niños?
¡Oh padre!
¿Y a qué viene esa pregunta?
—Claro que me gustan. ¡Me encantan! Cuando no son míos—respondo con una sonrisa en forma de broma pero a ella parece no hacerle gracia el chiste porque permanece serio.
—Nunca hemos hablado de niños.
—San hay muchas cosas de las que no hablamos y créeme cuando te digo que el tema de niños no encabeza la lista de primordiales—digo en tono seco.
—Tienes razón—dice fingiendo una sonrisa—Te dejo para que sigas con lo tuyo. Ha se me olvida, me llamaron de la clínica y dijeron que hubo no sé que problema y te estarán llamando.
El ambiente se vuelve pesado.
Hemos estado tan bien estos últimos días y no quiero que nada pueda cambiar eso.
—San espera—la llamo mientras me levanto de la silla y camino hasta donde ella está. Levanto mis manos, rodeo su cuello con mis brazos y le hablo suavemente—Esta bien, gracias por la información y estaré atenta. No es un reclamo, ya sé que cuando llegué a tu vida la compartías con otra persona y que no tengo derecho a hacer preguntas. Es solo que llegará un momento en el que nos tendremos que sentar a hablar de lo nuestro—hago una pequeña pausa y la miro directamente a los ojos—Tú sabes que... —te quiero quise decir pero nuevamente las palabras se quedaron atrapadas en mi garganta—, Me encantas y adoro estar contigo pero también espero que estés consciente que no podemos seguir así por siempre.
—Lo sé—dice al mismo tiempo que rodea mi cintura con sus brazos y acorta un poco más la distancia entre nuestros cuerpos. Toma un hondo suspiro antes de añadir—Pero te equivocas en una cosa, tienes todo el derecho a saber y pronto lo harás.
Busco sus labios y con mucha suavidad los atrapo con los míos. Durante unos segundos saboreo la dulzura y la frescura de su boca.
Santana rompe el beso y su mirada está llena de dulzura.
—Al medio día casi no comiste nada así que te invito a cenar esta noche. Tienes que cuidar tu alimentación—desliza sus manos más para abajo de la cintura y me aprieta ligeramente el trasero—No vaya a hacer que pierdas esas curvas que tanto me enloquecen.
—Uuiii eso sí sería un problema, ya que podría dejar de gustarte—digo juguetona.
Santana hace como si pensara mis palabras y luego se inclina hasta quedar cerca de mi rostro.
—Que me dejes de gustar—me come la boca con un beso salvaje—Eso sería imposible—añade al terminar el beso.
Es mitad de semana y al salir del trabajo me reúno con las muchachas en el Loft.
—Aún no puedo creer que no me hayas dicho nada de lo que pensaban hacer.
—Últimamente las cosas entre tú y Hanna no están de lo mejor que digamos, solo quise evitarte otro problema más.
—Pero se lo contaste a Kitty—me reprocha mientras se cruza de brazos y se finge molesta.
—Ya sabes cómo es, cuando tiene algo en mente no hay quién le gane por cabeza dura. Así que no me dejó más remedio que contárselo todo.
Emily mira a Kitty y esta se encoge de hombros. Como diciendo: así soy ¿qué le vamos a hacer?
—Yo todavía no puedo creer que hayan hecho eso por mí chicas, después de lo mal que me porte con ustedes—dice Rachel con la voz llena de arrepentimiento mientras deja su taza sobre la mesa y se gira hacia mí—Sobre todo contigo Britt. Creo que nunca me voy a cansar de pedirte disculpas por haberte llamado zorra—Rachel me mira con sus ojos marrones llenos de pesar y dolor.
¿Cómo podría yo permanecer molesta con ella?
La quiero tanto que eso sería imposible.
—Ya te dije que todo está bien. Lo mejor es no hablar más del tema—replico con dulzura.
—Yo sé pero me pasé Britt, nunca debí decirlo. Estaba molesta porque Jesse me ignoraba todo el tiempo y pagué contigo la frustración que llevaba acumulando.
—Eso ya es agua pasada—digo tratando de quitarle hierro al asunto mientras envuelvo mis manos alrededor de la taza con chocolate caliente.
—Lo importante aquí es que se tiene bien merecido todo lo que le pase a partir de ahora—interviene Kitty—Yo siempre dije que tantos aires de grandeza solo trataban de ocultar algo pero nunca imaginé ni en mi mundo más perverso que lo encontrarías en la cama con otro. ¡Qué fuerte!
—¡Fuertísimo!—concuerda Emily al mismo tiempo que niega con la cabeza.
—Imagínate mi cara cuando llegué a su departamento y lo encontré desnudo abrazado con el que supuestamente era su casi primo.
—¡Yo se lo hubiera mochado! —dice Kitty.
—Bueno yo no supe hacer nada más que salir corriendo de ahí.
—Pobrecito, me imagino que después de esta humillación se terminaran mudando para algún retirado en el fondo de África.
—¡¿Pobrecito?!—clama Rachel—, Por mí ese desgraciado se puede mudar al mismísimo infierno.
—Muy bien, ¡así se habla! Que se pudra en el infierno por mentiroso y traidor.
Yo las observo hablar y me siento feliz de que estemos todas juntas nuevamente. Puede que en un futuro me sienta mal por lo que le hicimos a Jesse pero ahora mismo me encanta saber que es el hazme reír de toda la ciudad.
No por el hecho de ser gay, más bien por cómo hizo las cosas.
Mira que usar a Rachel de tapadera durante casi dos años obligándola a convertirse en la novia perfecta mientras que de noche él se la pasaba haciendo sus porquerías por ahí.
Eso es mucho con demasiado.
—Bueno ya cambiando de tema, pronto será tu cumple Britt y tenemos que ir pensando que vamos a hacer.
—Bueno yo hago lo que ustedes quieran—digo con cierta dejadez en la voz.
Emily introduce un poco más de azúcar a su taza y mueve el contenido antes de añadir:
—No suenas muy animada que digamos.
—Lo siento chicas estoy un poco cansada, estamos trabajando para una empresa belga que quiere construir un complejo hotelero en la Florida y hemos tenido tanto trabajo que me la paso muerta, así que no estoy muy de ánimos para fiestas.
—Te creo porque no tienes muy buena cara que digamos—dice Emily.
—No estoy durmiendo mucho últimamente.
—Bueno, entonces sencillamente podemos salir a cenar—propone Rachel.
—Por mí perfecto.
Kitty y Emily hacen un fugaz intercambio de miradas y de repente un pensamiento pasa por mi cabeza.
—Y nada de fiestas sorpresas —las prevengo con aire amenazador.
—Está bien. Nos tendremos que conformar con ir a cenar—dice Kitty resignada.
Diez días más tarde seguimos consumidos en el plan de negocios de SAMED Construction para la creación del proyecto inmobiliario.
Estamos teniendo problemas para conseguir los permisos de construcción y eso tiene a Santana súper estresado, al límite, que la noto irritante.
Al menos que sea yo, como últimamente estoy que todo me molesta. Es que ni yo misma me aguanto.
Ha de ser por la falta de sueño.
El jueves por la noche a pesar de haberles dicho que no quería una fiesta sorpresa, las chicas igual hicieron de las suyas y se las ingeniaron para organizarme algo en el Loft, refunfuñé y maldije varias veces pero a ellas no les importó.
Ambas alegaron que no se podía llamar a eso una fiesta ya que solo se trataba de una cena sorpresa.
Invitaron a mi hermano quien trajo a mi cuñada, también estuvieron mi madrina, la hermana de Rachel con su marido y otras personas cercanas a mí, un total de quince personas, entre ellos Marley y Santana.
Al principio estaba un poco triste porque es la primera vez en veinte y cuatro años que mi mamá está ausente en uno de mis cumpleaños y la extraño mucho.
A pesar que no estaba muy partidaria por celebrarlo debo admitir que la noche estuvo muy amena e íntima como me gusta.
Me la pasé muy bien aunque casi colapsé cuando al presentar a Santana con Mike, mi hermano, sorprendido con lo joven que era mi jefa le dijo: “cuidado con seducir a mi calabazita”. Pese que se lo dijo en broma Santana casi se atragantó con su whisky y yo no sabía dónde meterme.
A final de la noche que transcurrió entre risas, buen humor y sin ningún percance, Santana me llevó a un lugar apartado y me entregó un sobre, cuando lo abrí le brinqué encima y me lo comí a besos al descubrir mi regalo.
Yo levanto la cabeza y observo el papel que sostiene entre manos.
—Creo que es una foto—respondo con toda la seriedad que soy capaz antes de mirar hacia la pantalla de la computadora.
Con pequeños pasos se acerca hasta mi escritorio y me llama suavemente.
—Britt-Britt.
—Sí.
—Tendrías la amabilidad de mirarme un momento por favor—aparto la vista de la PC y la miro—Ya sé que es una foto, muy explícita por cierto—dice mirándola nuevamente y yo trato de reprimir una sonrisa—, Como te estás haciendo la obtusa voy a reformular mi pregunta. ¿Qué hace la foto de lo que parece ser un transexual metiéndoselo por el culo al hijo del alcalde en el piso del archivero?
No aguanto más y antes de que termine la frase estallo de la risa.
Puede que se me haya caído una después de haber fotocopiado más de dos cientos ejemplares antes de haberlas distribuido con la ayuda de Perla y sus amigas del medio por toda la ciudad el domingo en la noche, también he dejado por accidente algunas copias en una que otra de las líneas de autobuses y trenes, de manera que la foto se ha esparcido más rápido que la pólvora.
Claro está, después de haberle hecho uno que otros arreglitos.
Kitty como siempre quiso dramatizar la situación y le agregó un título para hacerla más llamativa: A Jesse St.James II le gusta que lo maltraten y le dejen el culo como un colador.
Como siempre digo: en pueblo chico infierno grande y nada mejor que el boca a boca para hacer correr un rumor.
Esta mañana cuando venía para el trabajo no me podía creer lo rápido que se difundió la noticia pero ni usando el mismo Facebook que está de moda lo hubiera hecho con tanta rapidez.
—Me imagino que ese era el asunto tan importante que tenías que resolver el sábado por la noche.
Recupero un poco la compostura y dejo de reírme.
—Lo siento, no debí usar la impresora del trabajo para algo personal.
—Eso es lo de menos, lo que me preocupa es cómo pueda afectarte la bromita esta.
—Tranquila, fui muy cuidadosa y además la foto habla por sí sola, no se ha hecho público nada que no fuera verdad.
Santana me mira con los ojos iluminados y una sonrisa de pillo se dibuja en sus labios.
—¿Qué?
—Me encanta la forma como proteges a los tuyos, pareces una tigresa defendiendo sus crías. Vas a ser una excelente mamá.
—Ay no, no. No me hables de niños por favor que me entra el pánico.
De pronto Santana se pone seria y tuerce el gesto.
—¿No te gusta los niños?
¡Oh padre!
¿Y a qué viene esa pregunta?
—Claro que me gustan. ¡Me encantan! Cuando no son míos—respondo con una sonrisa en forma de broma pero a ella parece no hacerle gracia el chiste porque permanece serio.
—Nunca hemos hablado de niños.
—San hay muchas cosas de las que no hablamos y créeme cuando te digo que el tema de niños no encabeza la lista de primordiales—digo en tono seco.
—Tienes razón—dice fingiendo una sonrisa—Te dejo para que sigas con lo tuyo. Ha se me olvida, me llamaron de la clínica y dijeron que hubo no sé que problema y te estarán llamando.
El ambiente se vuelve pesado.
Hemos estado tan bien estos últimos días y no quiero que nada pueda cambiar eso.
—San espera—la llamo mientras me levanto de la silla y camino hasta donde ella está. Levanto mis manos, rodeo su cuello con mis brazos y le hablo suavemente—Esta bien, gracias por la información y estaré atenta. No es un reclamo, ya sé que cuando llegué a tu vida la compartías con otra persona y que no tengo derecho a hacer preguntas. Es solo que llegará un momento en el que nos tendremos que sentar a hablar de lo nuestro—hago una pequeña pausa y la miro directamente a los ojos—Tú sabes que... —te quiero quise decir pero nuevamente las palabras se quedaron atrapadas en mi garganta—, Me encantas y adoro estar contigo pero también espero que estés consciente que no podemos seguir así por siempre.
—Lo sé—dice al mismo tiempo que rodea mi cintura con sus brazos y acorta un poco más la distancia entre nuestros cuerpos. Toma un hondo suspiro antes de añadir—Pero te equivocas en una cosa, tienes todo el derecho a saber y pronto lo harás.
Busco sus labios y con mucha suavidad los atrapo con los míos. Durante unos segundos saboreo la dulzura y la frescura de su boca.
Santana rompe el beso y su mirada está llena de dulzura.
—Al medio día casi no comiste nada así que te invito a cenar esta noche. Tienes que cuidar tu alimentación—desliza sus manos más para abajo de la cintura y me aprieta ligeramente el trasero—No vaya a hacer que pierdas esas curvas que tanto me enloquecen.
—Uuiii eso sí sería un problema, ya que podría dejar de gustarte—digo juguetona.
Santana hace como si pensara mis palabras y luego se inclina hasta quedar cerca de mi rostro.
—Que me dejes de gustar—me come la boca con un beso salvaje—Eso sería imposible—añade al terminar el beso.
Es mitad de semana y al salir del trabajo me reúno con las muchachas en el Loft.
—Aún no puedo creer que no me hayas dicho nada de lo que pensaban hacer.
—Últimamente las cosas entre tú y Hanna no están de lo mejor que digamos, solo quise evitarte otro problema más.
—Pero se lo contaste a Kitty—me reprocha mientras se cruza de brazos y se finge molesta.
—Ya sabes cómo es, cuando tiene algo en mente no hay quién le gane por cabeza dura. Así que no me dejó más remedio que contárselo todo.
Emily mira a Kitty y esta se encoge de hombros. Como diciendo: así soy ¿qué le vamos a hacer?
—Yo todavía no puedo creer que hayan hecho eso por mí chicas, después de lo mal que me porte con ustedes—dice Rachel con la voz llena de arrepentimiento mientras deja su taza sobre la mesa y se gira hacia mí—Sobre todo contigo Britt. Creo que nunca me voy a cansar de pedirte disculpas por haberte llamado zorra—Rachel me mira con sus ojos marrones llenos de pesar y dolor.
¿Cómo podría yo permanecer molesta con ella?
La quiero tanto que eso sería imposible.
—Ya te dije que todo está bien. Lo mejor es no hablar más del tema—replico con dulzura.
—Yo sé pero me pasé Britt, nunca debí decirlo. Estaba molesta porque Jesse me ignoraba todo el tiempo y pagué contigo la frustración que llevaba acumulando.
—Eso ya es agua pasada—digo tratando de quitarle hierro al asunto mientras envuelvo mis manos alrededor de la taza con chocolate caliente.
—Lo importante aquí es que se tiene bien merecido todo lo que le pase a partir de ahora—interviene Kitty—Yo siempre dije que tantos aires de grandeza solo trataban de ocultar algo pero nunca imaginé ni en mi mundo más perverso que lo encontrarías en la cama con otro. ¡Qué fuerte!
—¡Fuertísimo!—concuerda Emily al mismo tiempo que niega con la cabeza.
—Imagínate mi cara cuando llegué a su departamento y lo encontré desnudo abrazado con el que supuestamente era su casi primo.
—¡Yo se lo hubiera mochado! —dice Kitty.
—Bueno yo no supe hacer nada más que salir corriendo de ahí.
—Pobrecito, me imagino que después de esta humillación se terminaran mudando para algún retirado en el fondo de África.
—¡¿Pobrecito?!—clama Rachel—, Por mí ese desgraciado se puede mudar al mismísimo infierno.
—Muy bien, ¡así se habla! Que se pudra en el infierno por mentiroso y traidor.
Yo las observo hablar y me siento feliz de que estemos todas juntas nuevamente. Puede que en un futuro me sienta mal por lo que le hicimos a Jesse pero ahora mismo me encanta saber que es el hazme reír de toda la ciudad.
No por el hecho de ser gay, más bien por cómo hizo las cosas.
Mira que usar a Rachel de tapadera durante casi dos años obligándola a convertirse en la novia perfecta mientras que de noche él se la pasaba haciendo sus porquerías por ahí.
Eso es mucho con demasiado.
—Bueno ya cambiando de tema, pronto será tu cumple Britt y tenemos que ir pensando que vamos a hacer.
—Bueno yo hago lo que ustedes quieran—digo con cierta dejadez en la voz.
Emily introduce un poco más de azúcar a su taza y mueve el contenido antes de añadir:
—No suenas muy animada que digamos.
—Lo siento chicas estoy un poco cansada, estamos trabajando para una empresa belga que quiere construir un complejo hotelero en la Florida y hemos tenido tanto trabajo que me la paso muerta, así que no estoy muy de ánimos para fiestas.
—Te creo porque no tienes muy buena cara que digamos—dice Emily.
—No estoy durmiendo mucho últimamente.
—Bueno, entonces sencillamente podemos salir a cenar—propone Rachel.
—Por mí perfecto.
Kitty y Emily hacen un fugaz intercambio de miradas y de repente un pensamiento pasa por mi cabeza.
—Y nada de fiestas sorpresas —las prevengo con aire amenazador.
—Está bien. Nos tendremos que conformar con ir a cenar—dice Kitty resignada.
Diez días más tarde seguimos consumidos en el plan de negocios de SAMED Construction para la creación del proyecto inmobiliario.
Estamos teniendo problemas para conseguir los permisos de construcción y eso tiene a Santana súper estresado, al límite, que la noto irritante.
Al menos que sea yo, como últimamente estoy que todo me molesta. Es que ni yo misma me aguanto.
Ha de ser por la falta de sueño.
El jueves por la noche a pesar de haberles dicho que no quería una fiesta sorpresa, las chicas igual hicieron de las suyas y se las ingeniaron para organizarme algo en el Loft, refunfuñé y maldije varias veces pero a ellas no les importó.
Ambas alegaron que no se podía llamar a eso una fiesta ya que solo se trataba de una cena sorpresa.
Invitaron a mi hermano quien trajo a mi cuñada, también estuvieron mi madrina, la hermana de Rachel con su marido y otras personas cercanas a mí, un total de quince personas, entre ellos Marley y Santana.
Al principio estaba un poco triste porque es la primera vez en veinte y cuatro años que mi mamá está ausente en uno de mis cumpleaños y la extraño mucho.
A pesar que no estaba muy partidaria por celebrarlo debo admitir que la noche estuvo muy amena e íntima como me gusta.
Me la pasé muy bien aunque casi colapsé cuando al presentar a Santana con Mike, mi hermano, sorprendido con lo joven que era mi jefa le dijo: “cuidado con seducir a mi calabazita”. Pese que se lo dijo en broma Santana casi se atragantó con su whisky y yo no sabía dónde meterme.
A final de la noche que transcurrió entre risas, buen humor y sin ningún percance, Santana me llevó a un lugar apartado y me entregó un sobre, cuando lo abrí le brinqué encima y me lo comí a besos al descubrir mi regalo.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
noooo por Dios, que sera ese regalo????? la venganza estuvo increible, es lo menos que se merecia esa rata de jessi!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
hola morra,..
curiosidad latente,.. medico,.. cansancio????,... patitas????
bueno se reunieron el clan de las cuatro de nuevo,..
san conociendo a la familia política jajaja,...
que tanto tiene ese sobre??? ek acta de defunción de la barbie seria un excelentísimo regalo!!! jajajajjajajaja ( so sorry me salio la maldad latente)
nos vemos!!!
curiosidad latente,.. medico,.. cansancio????,... patitas????
bueno se reunieron el clan de las cuatro de nuevo,..
san conociendo a la familia política jajaja,...
que tanto tiene ese sobre??? ek acta de defunción de la barbie seria un excelentísimo regalo!!! jajajajjajajaja ( so sorry me salio la maldad latente)
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Jajaja la vida lea dará una graaaaaannnn sorpresa.... Primero hablando de hijos, un error con el doctor y por los síntomas es bb es camino... Aunque todo se volverá un caos con Elaine de por medio
Y pues mientras haber cual fue el regalo de San!
Y pues mientras haber cual fue el regalo de San!
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
micky morales escribió:noooo por Dios, que sera ese regalo????? la venganza estuvo increible, es lo menos que se merecia esa rata de jessi!!!!
Hola, algo muy interesante espero XD ajjajajaja. SI!!!! ajajajajaja mejor no meterse con ellas jajajajajaaj. SI!!! SAludos =D
3:) escribió:hola morra,..
curiosidad latente,.. medico,.. cansancio????,... patitas????
bueno se reunieron el clan de las cuatro de nuevo,..
san conociendo a la familia política jajaja,...
que tanto tiene ese sobre??? ek acta de defunción de la barbie seria un excelentísimo regalo!!! jajajajjajajaja ( so sorry me salio la maldad latente)
nos vemos!!!
Hola lu, si que si ajajajajaja. Sip... sip,mucho trabajo...=O dices tu¿? sería lindo igual xD jajajaajaj. SI! como siempre debió ser ajajajajaj. JAjaajajaja eso es bueno jajaajjaaj. Nadie lo sabe... Jajajajaajajajaj si q lo sería ajajajajajaja. AJajajja suele pasar ajajajaja. Saludos =D
JVM escribió:Jajaja la vida lea dará una graaaaaannnn sorpresa.... Primero hablando de hijos, un error con el doctor y por los síntomas es bb es camino... Aunque todo se volverá un caos con Elaine de por medio
Y pues mientras haber cual fue el regalo de San!
Hola, a quien¿? todos¿? =O dices tu¿? podría ser... además sería lindo un bb brittana jajajaajja. =O ni lo digas q llega ¬¬ Esperemos q sea algo lindo! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: De Mis Sueños I (Adaptada) Cap 26
Capitulo 26
Al día siguiente a las diez de la noche en el vuelo LH0276 estábamos aterrizando en el aeropuerto Di Milano Linate donde un carro en alquiler nos esperaba.
Estaba tan frita que apenas toqué el asiento del vehículo me quedé dormida. Me despertaron las caricias de Santana avisándome que habíamos llegado al hotel.
Adormilada mientras Santana me ayudaba a salir del carro y me conducía tomada de la mano al interior del lugar, pude escuchar cuando la recepcionista le dio la bienvenida al hotel Spadari Al Duomo y le entregaba las llaves de una habitación deluxe con vista a la ciudad.
Lo último que recuerdo fue cuando Santana me quitaba la ropa y me metía a la cama.
—Te quiero
Siento un suave roce sobre la mejilla que trata de arrancarme de mi sueño profundo.
Refunfuño y no quiero abrir los ojos, de manera que me giro hacia el otro lado y tiro del edredón hasta cubrirme por completo.
Alguien trata de sacarme de mi escondite y trato de ignorarlo hasta que escucho la dulce voz de Santana susurrarme al oído.
—Hora de levantarse dormilona, te dejaría descansar más tiempo pero no vinimos hasta Milán para que te pases todo el día en la cama.
De mala gana abro los ojos y la luz que inunda la habitación me hace cerrarlos nuevamente.
—¿Qué hora es?
—Casi medio día.
Abro los ojos de golpe y me encuentro a Santana observándome con esos ojitos que tanto adoro, gloriosamente recién duchada con solo una toalla.
¡Qué vista!
Podría levantarme todos los días con esta imagen.
Su pelo negro mojado completamente alborotado y esa sonrisa pícara que hace que aprecie esos labios carnosos que solo invitan a ser besados cada vez que los veo.
Aparto la mirada de mi diosa personal y me enfoco en la claridad que entra por el balcón mostrando la ciudad.
¿Cuánto tiempo he dormido?
Cielos no recuerdo haber estado tan cansada en mi vida.
Me incorporo y me siento en la gran cama matrimonial. Mientras Santana se levanta y camina hasta la mesa más cercana, me fijo en la espaciosa habitación decorada con muebles modernos, pintada de azul con el techo en blanco.
Al lado de la puerta de entrada hay un espectacular escritorio en madera y en frente de la cama un enorme sofá de tres piezas en blanco, encima de este cuelga una obra de arte contemporánea.
Santana toma una bandeja en las manos y de regreso a la cama la pone sobre mis piernas.
—Es hora de desayunar.
Miro la bandeja que está repleta de frutas, jugo de naranja natural, huevos, croissant, bacon y café italiano. Solo de verla se me revuelve el estómago.
—¿A caso piensas invitar a un batallón a desayunar y no me los has contado?—pregunto con una sonrisita tratando de ocultar mi desagrado.
—Es para ti—responde seria—, No creas que no me di cuenta que no comiste nada en todo el día de ayer. Estoy preocupada, no has estado comiendo mucho últimamente y si sigues así iremos a ver un doctor.
—Mira que eres exagerada. Me tuvo que haber dado algo cuando fuimos a la clínica a practicarnos los exámenes.
Creo que se pone pálida y corre la mirada.
—Puede pero de aquí no sales hasta que no desayunes como debes.
Quito la bandeja de mis piernas y la pongo en la cama. Me arrastro hasta donde está ella y enredo mis brazos alrededor de su cuello.
—Bueno te cuento que yo no tendría nada en contra de quedarnos encerrados aquí todo el día—comento socarrona cerca de su boca antes de robarle un beso.
Santana responde a mi beso, poco a poco se va tornando más febril y me pone una mano en la nuca y la otra en mi cintura. Me sigue besando mientras me recuesta en la cama.
Por un momento creo que he ganado.
—No me tientes porque te tomaría la palabra sin pensarlo pero igual tendrías que comer—dice al romper el beso e incorporándose de golpe.
Definitivamente mi gozo es un poso.
Vuelve a colocar la bandeja encima de mí, toma una fresa y me la lleva a la boca.
—Abre—su tono es dulce pero firme.
Sé que cuando se pone en ese plan, discutir con ella es imposible, por lo que a pesar de no tener hambre, abro la boca y dejo que me alimente.
—¿De verdad me vas a hacer comer todo esto?—pregunto horrorizada con la fresa en la boca.
Ella toma un pedazo de pan y le pone un poco de mantequilla de queso.
—No, solo lo suficiente—responde tendiéndome el pan.
Pongo los ojos en blanco y lo tomo de mala manera.
Diez minutos más tarde he comido un poco de todo y no me cabe nada más.
—¿He comido lo suficiente para la señora?
—Perfecto—responde con una sonrisa de satisfacción en los labios ignorando mi tono irónico. Recoge la bandeja a medio terminar y la deja en la mesita de noche luego regresa y tira de mi pie haciéndome caer de espaldas al colchón y gritar por la sorpresa—Ahora deja darte los buenos días como te mereces.
Me río y me retuerzo bajo su cuerpo mientras me agarra las dos manos y las clava en la cama sobre mi cabeza, sin perder ni un segundo me besa fuerte.
Veinte minutos después estoy bajo la ducha, Santana entra en el cuarto de baño y me observa detenidamente.
Su mirada hace que mi libido se active nuevamente.
No bien me he recuperado de su primer asalto cuando cruza los pasos que nos separan, desliza sus manos por mi cuerpo mojado y me devora los labios con hambre.
—Por Dios Britt no me canso de ti. Necesito hacerte el amor a cada hora del puto día—susurra cerca de mis labios mientras el agua tibia sigue cayendo sobre nosotras dos.
Sus palabras están llenas de pasión y encienden mi piel.
—Yo también te deseo a cada hora del día. Soy tuya. Solo tuya—digo entre beso y beso. La empujo contra los azulejos y recorro su cuerpo lascivamente con los ojos.
Adoro cada parte de ella.
Bajo mis ojos hasta su cintura donde su totalmente depilado y más que húmedo sexo me espera.
Me fascina saber que yo la pongo en ese estado. Que siempre esté preparada para mí.
Me acerco y rodeo su clítoris suavemente con mis dedos y empiezo a acariciarlo lento.
Un gemido escapa de su garganta. La miro y tiene los ojos cerrados, disfrutando de mis caricias
Llevo mis labios a su cuello y dejo besos mojados desde ahí hasta sus pechos. Me acerco a su pezón y le paso la lengua a su alrededor mientras que masajeo con mis dedos su sexo a un ritmo constante, firme y siento cómo se va humedeciendo más aún.
—Joder Britt-Britt.
Su gemido hace que aumente el ritmo de mis caricias al mismo tiempo que ella busca mis labios y me come la boca con fuerza.
Salvaje.
Ancla sus manos en mi trasero y me levanta en volada, yo rodeo mis manos alrededor de su cuello y sin dejar de besarla, aprisiono su cintura con mis piernas.
Santana se mueve y nos acomoda de una forma que nuestros sexos se rocen.
«¡Dios!».
Se mueve despacio y la sensación es deliciosa.
Separa sus labios de los míos y pega su frente a la mía mientras se mueve en mi lentamente.
—Soy adicta a ti—jadea casi sin aliento cerca de mi boca—Estar así, es como estar en el jodido paraíso.
Sus palabras se cuelan hondo en mí. Me llenan de calidez.
No porque estoy poseída por la lujuria en estos momentos más bien porque estoy segura y sé que ya no hay vuelta atrás.
Pase lo que pase siempre seré suya y aunque me muera de miedo por dentro de que un día esto pueda acabar, en este momento tan especial mientras esos ojos me penetran llenos de pasión, de dulzura, decido no guardar nada más.
—Te quiero—digo con todo el amor que soy capaz mirándola fijamente a los ojos sin titubear.
Santana cierra los ojos saboreando mis palabras. Veo como su cuerpo se estremece.
—Llevo tanto tiempo queriendo escucharte decir eso—susurra con los ojos aún cerrados y cuando los abre la resolución y la calidez que veo en ellos me deja sin habla—Yo te amé incluso antes de conocerte—dice y luego posee mis labios.
Es una respuesta un tanto extraña pero aun así mi corazón se inunda de alegría al saber que soy correspondida y una luz de esperanza se instala en mi pecho, puede que lo nuestro sí tenga futuro.
El beso sigue siendo arrebatador.
Pasional.
Una mezcla entre lo dulce y lo salvaje hace que esté en mi paraíso terrenal nuevamente.
Santana acelera sus movimientos y yo también.
Jadeo. Me acaloro.
—¿Te vas a correr?
—Unju—es todo lo que logro decir.
Estoy envuelta en una nube de lujuria, hasta he perdido el sentido del habla.
—Espérame. Quiero que lo hagamos juntas esta vez.
El vaivén de sus caderas se hace más brutal, más despiadado. No puedo más.
¡No creo que aguante más!
—Ahora —jadea.
Yo me corro bajo su orden con su nombre en mis labios mientras siento que se corre también.
Santana va frenando sus embistes y yo dejo caer la cabeza hacia atrás contra el mosaico del baño.
Estoy exhausta.
—Mírame—me pide. Extasiada acato su orden de inmediato—Te amo y ahora que sé que tú también me quieres, sin miedo te digo que tú y yo es para siempre. ¿Se puede estar más feliz en la vida?
«No lo creo».
Bañada, cambiada y en una nube de felicidad de la mano de mi mujer salgo por las puertas del hotel, dispuesta a recorrer las calles de Milán.
Como era de esperarse lo primero que fuimos a visitar fue la majestuosa catedral gótica que está situada a tan solo tres minutos de nuestro actual alojamiento.
Al entrar en el Duomo pasamos por el frente de cientos de velas encendidas. Cuando le pregunté a Santana qué significaba, me respondió que por cada vela encendida podía pedir un deseo, de manera que sin dudarlo tomé cinco euros de mi cartera, compré unas cuantas y pese que encendí varias siempre pedí el mismo deseo: Que lo mío con Santana terminara bien.
El recorrido nos tomó casi dos horas.
Como la cola para subir en ascensor estaba bastante larga, no subimos a la terraza a pesar de ser muy recomendada por sus espectaculares vistas.
Estaba demasiado perezosa como para subir los ciento cuarenta y ocho escalones que nos separaban para acceder a ella.
A la salida Santana me preguntó qué lugar quería conocer, aunque no estaba muy por visitar monumentos históricos y esa clase de cosas, a ella le hacía mucha ilusión servirme de guía así que la complací y dejé que me arrastrara por los diferentes lugares: desde la plaza della Scala al Castillo Sforzesco donde entramos al museo de arte histórico y pudimos apreciar la última obra no terminada de Miguel Ángel hasta la Galleria Vittorio Emmanuel II donde me hizo mucha gracia caminar sobre el testículo del toro en forma de mosaico debajo de la cúpula.
Por más que le dije que me parecía ridícula la idea, ella insistió en que era símbolo de suerte.
De regreso, como el hotel estaba situado en pleno centro de Milán y todo nos quedaba relativamente cerca fuimos a cenar a un pequeño restaurante.
Nada muy ostentoso pero muy íntimo y de lo más romántico.
El domingo como nos íbamos ese día, nos levantamos temprano.
No podía venir a la segunda capital de la moda y no recorrer las boutiques de las firmas más importantes.
Yo no me lo hubiera perdonado y Kitty me hubiera asesinado.
Nos fuimos al famoso cuadrilátero de la moda donde se respira la mágica atmósfera de grandes diseñadores: desde Armani, Versace, Louis Vuitton, Channel, Prada y Gucci entre otros, es como para volverse loca y gastar hasta el último centavo de la tarjeta.
Quise resistirme pero me fue imposible, así que hice algunas locuras.
Santana quiso pagar ella pero no se lo permití. Demasiado había hecho ya con costear este viaje.
Al regresar al hotel tres mil euros más pobre, no podía estar más feliz.
El viaje aunque corto fue de ensueño y se posiciona como primero en la lista de todos los momentos vividos con Santana.
El amor de mi vida.
El lunes primero de febrero de regreso al trabajo.
Santana se pasa toda la mañana encerrado en su oficina trabajando sobre la cuenta de SAMED.
El miércoles por la mañana llego de lo más feliz, hasta que Santana me comenta que tiene que viajar a Florida para supervisar personalmente el estudio de los terrenos y hacer algunas averiguaciones sobre los permisos de construcción, ya que el abogado que contratamos para que se encargara de todo eso, según sus propias palabras “Es un completo incompetente”.
Entiendo que es una cuenta muy importante de manera que la apoyo. Le digo que se vaya tranquila que yo me encargo de la oficina
El viernes por la mañana la acompaño hasta el aeropuerto donde nos despedimos con apasionados besos y palabras de amor.
Santana me prometió que en cuanto regresara de su viaje, hablaríamos sobre todo lo que necesito saber y que respondería a todas mis preguntas sin rodeo.
También me dijo que muchas cosas cambiarían en nuestras vidas. Al principio me asusté hasta que me dijo que no pensaba dejarme nunca.
Cuando su avión despegó ya la extrañaba y un presentimiento se instaló en mi pecho.
Como si algo malo fuera a pasar pero lo ignoré y regresé al trabajo para cumplir con lo prometido.
Hacer que todo funcione hasta su regreso.
Estaba tan frita que apenas toqué el asiento del vehículo me quedé dormida. Me despertaron las caricias de Santana avisándome que habíamos llegado al hotel.
Adormilada mientras Santana me ayudaba a salir del carro y me conducía tomada de la mano al interior del lugar, pude escuchar cuando la recepcionista le dio la bienvenida al hotel Spadari Al Duomo y le entregaba las llaves de una habitación deluxe con vista a la ciudad.
Lo último que recuerdo fue cuando Santana me quitaba la ropa y me metía a la cama.
—Te quiero
Siento un suave roce sobre la mejilla que trata de arrancarme de mi sueño profundo.
Refunfuño y no quiero abrir los ojos, de manera que me giro hacia el otro lado y tiro del edredón hasta cubrirme por completo.
Alguien trata de sacarme de mi escondite y trato de ignorarlo hasta que escucho la dulce voz de Santana susurrarme al oído.
—Hora de levantarse dormilona, te dejaría descansar más tiempo pero no vinimos hasta Milán para que te pases todo el día en la cama.
De mala gana abro los ojos y la luz que inunda la habitación me hace cerrarlos nuevamente.
—¿Qué hora es?
—Casi medio día.
Abro los ojos de golpe y me encuentro a Santana observándome con esos ojitos que tanto adoro, gloriosamente recién duchada con solo una toalla.
¡Qué vista!
Podría levantarme todos los días con esta imagen.
Su pelo negro mojado completamente alborotado y esa sonrisa pícara que hace que aprecie esos labios carnosos que solo invitan a ser besados cada vez que los veo.
Aparto la mirada de mi diosa personal y me enfoco en la claridad que entra por el balcón mostrando la ciudad.
¿Cuánto tiempo he dormido?
Cielos no recuerdo haber estado tan cansada en mi vida.
Me incorporo y me siento en la gran cama matrimonial. Mientras Santana se levanta y camina hasta la mesa más cercana, me fijo en la espaciosa habitación decorada con muebles modernos, pintada de azul con el techo en blanco.
Al lado de la puerta de entrada hay un espectacular escritorio en madera y en frente de la cama un enorme sofá de tres piezas en blanco, encima de este cuelga una obra de arte contemporánea.
Santana toma una bandeja en las manos y de regreso a la cama la pone sobre mis piernas.
—Es hora de desayunar.
Miro la bandeja que está repleta de frutas, jugo de naranja natural, huevos, croissant, bacon y café italiano. Solo de verla se me revuelve el estómago.
—¿A caso piensas invitar a un batallón a desayunar y no me los has contado?—pregunto con una sonrisita tratando de ocultar mi desagrado.
—Es para ti—responde seria—, No creas que no me di cuenta que no comiste nada en todo el día de ayer. Estoy preocupada, no has estado comiendo mucho últimamente y si sigues así iremos a ver un doctor.
—Mira que eres exagerada. Me tuvo que haber dado algo cuando fuimos a la clínica a practicarnos los exámenes.
Creo que se pone pálida y corre la mirada.
—Puede pero de aquí no sales hasta que no desayunes como debes.
Quito la bandeja de mis piernas y la pongo en la cama. Me arrastro hasta donde está ella y enredo mis brazos alrededor de su cuello.
—Bueno te cuento que yo no tendría nada en contra de quedarnos encerrados aquí todo el día—comento socarrona cerca de su boca antes de robarle un beso.
Santana responde a mi beso, poco a poco se va tornando más febril y me pone una mano en la nuca y la otra en mi cintura. Me sigue besando mientras me recuesta en la cama.
Por un momento creo que he ganado.
—No me tientes porque te tomaría la palabra sin pensarlo pero igual tendrías que comer—dice al romper el beso e incorporándose de golpe.
Definitivamente mi gozo es un poso.
Vuelve a colocar la bandeja encima de mí, toma una fresa y me la lleva a la boca.
—Abre—su tono es dulce pero firme.
Sé que cuando se pone en ese plan, discutir con ella es imposible, por lo que a pesar de no tener hambre, abro la boca y dejo que me alimente.
—¿De verdad me vas a hacer comer todo esto?—pregunto horrorizada con la fresa en la boca.
Ella toma un pedazo de pan y le pone un poco de mantequilla de queso.
—No, solo lo suficiente—responde tendiéndome el pan.
Pongo los ojos en blanco y lo tomo de mala manera.
Diez minutos más tarde he comido un poco de todo y no me cabe nada más.
—¿He comido lo suficiente para la señora?
—Perfecto—responde con una sonrisa de satisfacción en los labios ignorando mi tono irónico. Recoge la bandeja a medio terminar y la deja en la mesita de noche luego regresa y tira de mi pie haciéndome caer de espaldas al colchón y gritar por la sorpresa—Ahora deja darte los buenos días como te mereces.
Me río y me retuerzo bajo su cuerpo mientras me agarra las dos manos y las clava en la cama sobre mi cabeza, sin perder ni un segundo me besa fuerte.
Veinte minutos después estoy bajo la ducha, Santana entra en el cuarto de baño y me observa detenidamente.
Su mirada hace que mi libido se active nuevamente.
No bien me he recuperado de su primer asalto cuando cruza los pasos que nos separan, desliza sus manos por mi cuerpo mojado y me devora los labios con hambre.
—Por Dios Britt no me canso de ti. Necesito hacerte el amor a cada hora del puto día—susurra cerca de mis labios mientras el agua tibia sigue cayendo sobre nosotras dos.
Sus palabras están llenas de pasión y encienden mi piel.
—Yo también te deseo a cada hora del día. Soy tuya. Solo tuya—digo entre beso y beso. La empujo contra los azulejos y recorro su cuerpo lascivamente con los ojos.
Adoro cada parte de ella.
Bajo mis ojos hasta su cintura donde su totalmente depilado y más que húmedo sexo me espera.
Me fascina saber que yo la pongo en ese estado. Que siempre esté preparada para mí.
Me acerco y rodeo su clítoris suavemente con mis dedos y empiezo a acariciarlo lento.
Un gemido escapa de su garganta. La miro y tiene los ojos cerrados, disfrutando de mis caricias
Llevo mis labios a su cuello y dejo besos mojados desde ahí hasta sus pechos. Me acerco a su pezón y le paso la lengua a su alrededor mientras que masajeo con mis dedos su sexo a un ritmo constante, firme y siento cómo se va humedeciendo más aún.
—Joder Britt-Britt.
Su gemido hace que aumente el ritmo de mis caricias al mismo tiempo que ella busca mis labios y me come la boca con fuerza.
Salvaje.
Ancla sus manos en mi trasero y me levanta en volada, yo rodeo mis manos alrededor de su cuello y sin dejar de besarla, aprisiono su cintura con mis piernas.
Santana se mueve y nos acomoda de una forma que nuestros sexos se rocen.
«¡Dios!».
Se mueve despacio y la sensación es deliciosa.
Separa sus labios de los míos y pega su frente a la mía mientras se mueve en mi lentamente.
—Soy adicta a ti—jadea casi sin aliento cerca de mi boca—Estar así, es como estar en el jodido paraíso.
Sus palabras se cuelan hondo en mí. Me llenan de calidez.
No porque estoy poseída por la lujuria en estos momentos más bien porque estoy segura y sé que ya no hay vuelta atrás.
Pase lo que pase siempre seré suya y aunque me muera de miedo por dentro de que un día esto pueda acabar, en este momento tan especial mientras esos ojos me penetran llenos de pasión, de dulzura, decido no guardar nada más.
—Te quiero—digo con todo el amor que soy capaz mirándola fijamente a los ojos sin titubear.
Santana cierra los ojos saboreando mis palabras. Veo como su cuerpo se estremece.
—Llevo tanto tiempo queriendo escucharte decir eso—susurra con los ojos aún cerrados y cuando los abre la resolución y la calidez que veo en ellos me deja sin habla—Yo te amé incluso antes de conocerte—dice y luego posee mis labios.
Es una respuesta un tanto extraña pero aun así mi corazón se inunda de alegría al saber que soy correspondida y una luz de esperanza se instala en mi pecho, puede que lo nuestro sí tenga futuro.
El beso sigue siendo arrebatador.
Pasional.
Una mezcla entre lo dulce y lo salvaje hace que esté en mi paraíso terrenal nuevamente.
Santana acelera sus movimientos y yo también.
Jadeo. Me acaloro.
—¿Te vas a correr?
—Unju—es todo lo que logro decir.
Estoy envuelta en una nube de lujuria, hasta he perdido el sentido del habla.
—Espérame. Quiero que lo hagamos juntas esta vez.
El vaivén de sus caderas se hace más brutal, más despiadado. No puedo más.
¡No creo que aguante más!
—Ahora —jadea.
Yo me corro bajo su orden con su nombre en mis labios mientras siento que se corre también.
Santana va frenando sus embistes y yo dejo caer la cabeza hacia atrás contra el mosaico del baño.
Estoy exhausta.
—Mírame—me pide. Extasiada acato su orden de inmediato—Te amo y ahora que sé que tú también me quieres, sin miedo te digo que tú y yo es para siempre. ¿Se puede estar más feliz en la vida?
«No lo creo».
Bañada, cambiada y en una nube de felicidad de la mano de mi mujer salgo por las puertas del hotel, dispuesta a recorrer las calles de Milán.
Como era de esperarse lo primero que fuimos a visitar fue la majestuosa catedral gótica que está situada a tan solo tres minutos de nuestro actual alojamiento.
Al entrar en el Duomo pasamos por el frente de cientos de velas encendidas. Cuando le pregunté a Santana qué significaba, me respondió que por cada vela encendida podía pedir un deseo, de manera que sin dudarlo tomé cinco euros de mi cartera, compré unas cuantas y pese que encendí varias siempre pedí el mismo deseo: Que lo mío con Santana terminara bien.
El recorrido nos tomó casi dos horas.
Como la cola para subir en ascensor estaba bastante larga, no subimos a la terraza a pesar de ser muy recomendada por sus espectaculares vistas.
Estaba demasiado perezosa como para subir los ciento cuarenta y ocho escalones que nos separaban para acceder a ella.
A la salida Santana me preguntó qué lugar quería conocer, aunque no estaba muy por visitar monumentos históricos y esa clase de cosas, a ella le hacía mucha ilusión servirme de guía así que la complací y dejé que me arrastrara por los diferentes lugares: desde la plaza della Scala al Castillo Sforzesco donde entramos al museo de arte histórico y pudimos apreciar la última obra no terminada de Miguel Ángel hasta la Galleria Vittorio Emmanuel II donde me hizo mucha gracia caminar sobre el testículo del toro en forma de mosaico debajo de la cúpula.
Por más que le dije que me parecía ridícula la idea, ella insistió en que era símbolo de suerte.
De regreso, como el hotel estaba situado en pleno centro de Milán y todo nos quedaba relativamente cerca fuimos a cenar a un pequeño restaurante.
Nada muy ostentoso pero muy íntimo y de lo más romántico.
El domingo como nos íbamos ese día, nos levantamos temprano.
No podía venir a la segunda capital de la moda y no recorrer las boutiques de las firmas más importantes.
Yo no me lo hubiera perdonado y Kitty me hubiera asesinado.
Nos fuimos al famoso cuadrilátero de la moda donde se respira la mágica atmósfera de grandes diseñadores: desde Armani, Versace, Louis Vuitton, Channel, Prada y Gucci entre otros, es como para volverse loca y gastar hasta el último centavo de la tarjeta.
Quise resistirme pero me fue imposible, así que hice algunas locuras.
Santana quiso pagar ella pero no se lo permití. Demasiado había hecho ya con costear este viaje.
Al regresar al hotel tres mil euros más pobre, no podía estar más feliz.
El viaje aunque corto fue de ensueño y se posiciona como primero en la lista de todos los momentos vividos con Santana.
El amor de mi vida.
El lunes primero de febrero de regreso al trabajo.
Santana se pasa toda la mañana encerrado en su oficina trabajando sobre la cuenta de SAMED.
El miércoles por la mañana llego de lo más feliz, hasta que Santana me comenta que tiene que viajar a Florida para supervisar personalmente el estudio de los terrenos y hacer algunas averiguaciones sobre los permisos de construcción, ya que el abogado que contratamos para que se encargara de todo eso, según sus propias palabras “Es un completo incompetente”.
Entiendo que es una cuenta muy importante de manera que la apoyo. Le digo que se vaya tranquila que yo me encargo de la oficina
El viernes por la mañana la acompaño hasta el aeropuerto donde nos despedimos con apasionados besos y palabras de amor.
Santana me prometió que en cuanto regresara de su viaje, hablaríamos sobre todo lo que necesito saber y que respondería a todas mis preguntas sin rodeo.
También me dijo que muchas cosas cambiarían en nuestras vidas. Al principio me asusté hasta que me dijo que no pensaba dejarme nunca.
Cuando su avión despegó ya la extrañaba y un presentimiento se instaló en mi pecho.
Como si algo malo fuera a pasar pero lo ignoré y regresé al trabajo para cumplir con lo prometido.
Hacer que todo funcione hasta su regreso.
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Algo va a pasar, lo se!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
hola morra,...
milano milano milano... muy buen regalo de cumple y mas ir a comprar ropa jajajaj
mmmmmmmmmmmmm,... premonición!!! nunca es bueno y mas si los tiene britt!!!
ya me hace que san dilato mucho lo que le tenga que contar a britt,.. a ver como va!!
nos vemos!!!
milano milano milano... muy buen regalo de cumple y mas ir a comprar ropa jajajaj
mmmmmmmmmmmmm,... premonición!!! nunca es bueno y mas si los tiene britt!!!
ya me hace que san dilato mucho lo que le tenga que contar a britt,.. a ver como va!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Mmmmm NO ME GUSTA el presentimiento de Britt!!
Saludos
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
El presentimiento de Britt, las palabras de San .... Todo muy raro
Y pues haber que se viene..... :s
Y pues haber que se viene..... :s
JVM- - Mensajes : 1170
Fecha de inscripción : 20/11/2015
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
micky morales escribió:Algo va a pasar, lo se!!!!
Hola, ufff y son de esos presentimientos que no son buenos, no¿? jajajaja..., esperemos y no tener razón. Saludos =D
3:) escribió:hola morra,...
milano milano milano... muy buen regalo de cumple y mas ir a comprar ropa jajajaj
mmmmmmmmmmmmm,... premonición!!! nunca es bueno y mas si los tiene britt!!!
ya me hace que san dilato mucho lo que le tenga que contar a britt,.. a ver como va!!
nos vemos!!!
Hola lu, jajajajajajajaajajaaj dices tu¿? jajajajaajajajajaj, pero si es bueno ajjajaja. Ufff no, no cuando son q algo ira mal =/ Mmmm si, y no se xq lo hace y lo hace más sospechoso aun ¬¬ Saludos =D
monica.santander escribió:Mmmmm NO ME GUSTA el presentimiento de Britt!!
Saludos
Hola, jajajaaj se me vino altiro la voz de san XD jajajaj. Pero volviendo al tema, a mi tmpoco =/ Saludos =D
JVM escribió:El presentimiento de Britt, las palabras de San .... Todo muy raro
Y pues haber que se viene..... :s
Hola, si que lo es ¬¬ y no es bueno la vrdd =/ Eso mismo espero resolver o q nos diga mas con este cap! SAludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: De Mis Sueños I (Adaptada) Cap 27
Capitulo 27
—Te ves fatal
—Lo sé, estoy hecha un asco—digo pasándome las manos por la cara y frotándome los ojos.
—¿Y cuando regresa Santana?—me pregunta Kitty.
—Bueno si todo sale como lo previsto la semana que viene.
—Espero que en cuanto llegue te tomes unos días porque tienes una pinta que para qué te cuento.
Tomo un sorbo de mi té de camomila y la miro con mis pestañas largas por encima de la taza.
—No me mires así. ¿Te has visto? Pareces un zombi.
Pongo la taza sobre la mesa.
—Ay Kitty estoy agotadísima, a penas llego a la casa me desplomo en la cama pero no hay forma. No logro conciliar el sueño.
—¿Y por qué no vas al médico?
—No veo para qué.
—A lo mejor has agarrado algún virus.
—Es lo que pensé cuando fuimos con San, pero no. Lo que yo tengo se llama estrés y no necesito que ningún médico me lo diga.
—Eso explicaría por qué estás tan cansada pero no tu falta de apetito y te recuerdo que estás comiendo poco, mucho antes de que Santana se fuera de viaje.
—Tienes razón—digo resignada—, Puede que vaya pero será después que regrese San porque ahora mismo no tengo tiempo para nada. A penas he sacado unos minutos para venir a almorzar contigo—miro mi reloj de mano—Y ya se me hizo tarde—me levanto rápidamente y busco mi portamonedas.
—Bueno, lo que es comer conmigo deja mucho que decir. Solo te comiste una hoja de tu ensalada.
—Tengo una conferencia telefónica en media hora.
—Deja. Ya pago yo—propone cuando voy a sacar un billete de diez euros—, Pero tienes que coger las cosas con calma mujer, a ese ritmo te va a dar un infarto antes de los veinte y cinco.
Le dedico media sonrisa y luego me acerco a ella y le doy un enorme beso en la mejilla.
—Gracias—le digo antes de dirigirme hacia la puerta.
Una vez en la calle, cierro todos los botones de mi abrigo largo en algodón. Me acomodo el cuello para cubrirme la garganta y entro las manos en los bolsillos para protegerlas del frío.
Lo último que necesito es resfriarme.
Ha pasado una semana desde la partida de Santana y pese que hablamos prácticamente a diario la extraño mucho.
Su ausencia en la oficina hace que el trabajo sea cada día más difícil. No sé cómo hace parecer tan fácil dirigir una empresa, cuando en realidad entre sus clientes, los míos, las reuniones, etc...
Es un verdadero dolor de cabeza.
Quince minutos más tarde llego a la oficina, paso por enfrente del mostrador en forma de curva donde se sienta Mercedes.
—Ya puedes irte a comer.
—Qué bueno porque tengo un hambre—me dice al mismo tiempo que se levanta de su silla.
—¿Qué noticias hubo durante mi ausencia?
—Bueno no muchas, te he dejado todo anotado encima de tu escritorio dice mientras se pone su abrigo.
Yo asiento y doy un paso para continuar mi camino.
—¡Ah! Por cierto ha llamado la señorita Elaine.
Escuchar ese nombre hace que se me hiele la sangre.
Me detengo en seco y me giro hacia ella.
—¿Qué... qué quería? —pregunto tartamudeando.
—Quería saber si yo tenía los datos del hotel de la señorita Santana.
—¿Y qué le dijiste?
—Bueno se lo he pasado.
Me muerdo el interior de la mejilla para evitar decirle dos cosas mal dichas. Ella no tiene la culpa de mi molestia, ni de mis repentinos celos. Después de todo solo le facilitó las informaciones del hotel donde se encuentra su jefa a su prometida.
Tengo que decirme eso, al menos dos veces para no llamarla bruta, estúpida e incompetente.
Asiento de mala gana y me dirijo hacia mi oficina. Al entrar trato de no dar un portazo.
¿Y ahora qué querrá Elaine?
Tenía mucho tiempo que no llamaba ni se presentaba por aquí.
Me desplomo en mi silla y ese sexto sentido que tenemos todas las mujeres me advierte que algo malo va a pasar.
Respiro y trato de ignorarlo.
Los días van pasando y lo que tenía que ser un viaje de una semana, se ha extendido a dos.
Las llamadas de Santana son cada día menos frecuentes. Estoy muerta de miedo. Sigo con esa opresión en el pecho que no me deja respirar y que me dice que está ocurriendo algo.
El miércoles me paso por el coffee-Blog a saludar a Bree.
Me invita a tomar un té y me dice lo mismo que todos los que me han visto en estos últimos días: “que estoy muy delgada”.
No me atrevo a decirle que llevo días sin probar bocado como es debido. A parte de una fruta al día o una lonja de pan por aquí o un té por allá, no como nada.
Es que nada me pasa.
Mientras estamos hablando le pregunto si ha tenido noticias de Santana y me responde que hace días no habla con ella. Lo último que supo es que Elaine estaba en Miami.
Yo trato de no perder la confianza en Santana, en lo nuestro. Ella me dijo que la esperara que todo cambiaría entre nosotras.
Y es lo que pienso hacer.
El viernes es el caos total en el trabajo y ya no doy para más.
Entre el dolor de cabeza, la falta de sueño y el cansancio acumulado, siento que en cualquier minuto me voy a caer.
Como mi médico de cabecera está en Holanda y cuando salgo del trabajo es tan tarde que no llego a tiempo para verla, bajo el ojo crítico de Rachel que ha venido a verme de sorpresa al trabajo tomo la tarjeta de la clínica que fuimos con Santana y llamo y pido con el primer médico generalista que esté cerca de la oficina y pido una cita.
La secretaria me da una para el martes por la tarde.
Ese fin de semana me quedé en casa de Kitty para evitar que mi hermano me viera en el estado crítico en el que me encuentro.
Últimamente lo he evitado por miedo a que me agobie más de lo que estoy y para que no se preocupe más de lo que debería. Solo necesito que Santana regrese y reposarme un poco.
Durante esos dos días Santana tampoco me llamó.
El lunes le pido a Mercedes que cancele mis citas para la tarde y salgo del trabajo mucho más temprano de lo habitual.
En camino a mi casa llamo a mi mamá. Hace tanto que no hablamos que me parece una eternidad. Lo primero que hace es acusarme de ser una mala hija, una desconsiderada por tenerla tanto tiempo descuidada, sin una llamada.
No rebato sus argumentos, me tengo merecido cada reproche.
Me informa que el doctor ha confirmado que la abuela tiene comienzo de Alzheimer. Es lento pero progresivo.
Eso me causó una enorme tristeza.
Adoro a mi abuela y me dolerá mucho ver que en algún momento de su vida, no logrará reconocerme.
Aprovecho la llamada y de paso hablo un rato con ella, al principio confunde mi nombre con el de su hermana muerta pero no se lo tomo en cuenta. Ella nunca ha sido buena reteniendo nombres.
Termino la llamada prometiéndole a mi mamá que llamaré más a menudo y desde que tenga la oportunidad iré a verlas.
El martes por la tarde llego al consultorio del médico y me atiende el doctor Figgins.
Un doctor mayor de unos sesenta y tantos años de edad.
—Buenas tardes señorita Pierce.
—Buenas tardes.
—Dígame, ¿en qué puedo ayudarla?
Me acomodo en la silla un poco agobiada. Nunca me han gustado los médicos.
—Bueno yo vine hace algunas semanas a practicarme unos exámenes y desde ese tiempo que no me he sentido bien. No estoy comiendo como de costumbre por lo que he perdido peso, tengo temblores en todo el cuerpo pero sobre todo en las manos, no estoy durmiendo bien en las noches y siempre estoy cansada.
El doctor me escucha atentamente al mismo tiempo que toma apuntes en una hoja de papel.
—Espere un momento, voy a pedir su ficha—dice mientras toma el teléfono—¿Dona?...Podrías conseguirme ola ficha clínica de la señorita Pierce y traérmela, por favor…Gracias—corta la llamada y me mira—¿Cuándo empezaron los síntomas?
—Vine como hace tres meses. La falta de sueño hace como dos meses. Y los temblores comenzaron hace poco pero me di cuenta que estoy perdiendo peso como hace tres meses, cuando vine.
El doctor levanta la vista y me observa a través de sus lentes de vista.
—¡¿Tres meses?! ¿Y se puede saber por qué ha esperado tanto tiempo para venir a consulta?
—Verá, empecé un nuevo trabajo hace seis meses y he estado bajo mucha presión y pensé que los síntomas desaparecerían con el tiempo, así que no le di mucha importancia.
—¿Y qué la ha hecho cambiar de opinión?
—Bueno, últimamente tengo mucha taquicardia, siento que me cuesta respirar.
El doctor vuelve a tomar notas.
—Todos los síntomas que me acaba de describir, efectivamente pueden como usted misma dijo ser causados por una situación de estrés pero me preocupa un poco lo de la taquicardia—hace una pausa y me mira—Por lo que le voy a mandar a hacer unas pruebas para estar más seguro.
Yo asiento.
—Pero antes le voy a hacer unas preguntas de rigor.
—De acuerdo.
Me hace todo tipo de preguntas sobre mi: edad, peso, antecedentes médicos Lo veo a notar todo en su ordenador
—Toma algún anticonceptivo.
—Sí, la píldora.
—¿Cree usted que pueda estar embarazada?
—¡No!—respondo rápidamente con toda seguridad del mundo—Verá, mi pareja actual es una mujer así que es imposible que pueda estarlo.
—Está bien pero le haremos la prueba igualmente para estar seguros.
Asiento nuevamente mientras él anota algo en su recetario.
—Tome, quiero que se haga un hemograma completo, dígale Dona, a la secretaria, que le explique cómo llegar al laboratorio. Lo he prescrito con carácter de urgente, en cuanto estén listos, me lo harán llegar.
Salgo del consultorio pensando en lo que me ha preguntado el médico: Embarazada… ¡imposible! con esa seguridad bajo al laboratorio a hacerme las pruebas que él me ha indicado.
Media hora más tarde, estoy sentada en la sala de espera, cuando la secretaria me informa que puedo pasar.
Al entrar en el consultorio encuentro al Dr Figgins hablando por teléfono mientras que revisa unos papeles. Me hace una señal con la mano para que tome asiento.
—Sí, como te he explicado. Me gustaría que vinieras a mi consultorio le dice a su interlocutor y luego hace una pausa—No estoy seguro pero tendríamos que hacer más pruebas, solo le he hecho un hemograma.
Esa respuesta llama mi atención.
¿Más pruebas?
¿Estarán hablando de mí?
No puede ser que esté enferma, aunque últimamente he descuidado mi salud.
¿Pero por qué tendrían que hacer más pruebas?
¿Acaso tendré algo grave?
Me empieza a entrar el pánico.
Si el doctor no termina de hablar pronto con su colega me va a dar un patatús aquí mismo.
Finalmente el médico termina su conversación telefónica y me dice:
—Señorita Pierce , he recibido su analítica y tengo que serle sincero; los resultados no son muy alentadores.
—¿Qué quiere decir?—pregunto tratando de mantener una calma que no tengo.
Hace semanas la perdí.
—Primeramente, tengo que informarle que está usted embarazada. Según su expediente de la clínica, la sometieron a un tratamiento para quedar embarazada de la señorita… Santana López, su prometida.
Es la segunda vez desde que conocí a Santana que mi mundo se detiene.
¡Embarazada!
¡No!
¡Tratamiento!
Imposible...
¡No puede ser!
¡Santana lo sabia!
¡¿Un bebé?!
Es que eso no puede ser posible.
Siento que el corazón se me va a salir del pecho, me sudan las manos, me mareo.
«¿Qué voy a hacer yo con un bebé?».
¿Cómo pudo pasar esto?
¿Me engaño?
Mi pánico se intensifica.
¿Cómo ha podido hacerme esto?
¡Embarazarme a traición!
Padre santo Santana, ¿por qué me hizo esto dirá?
Un niño en estos momentos.
¡No por Dios!
No, no es lo mejor, no en nuestra situación que está cada día más complicada.
Se me va formando un nudo en la garganta y lágrimas se acumulan en mis ojos.
—No entiendo doctor… yo , yo vine hacerme un examen rutinario ambas vinimos a eso—tartamudeo.
—Esto que voy a decirle es muy delicado y entendería si usted o la señorita López intentan alguna represaría, pero pediría que entendiera la situación… Las enfermeras que las atendieron ese día eran una estudiantes en práctica y como dijeron que usted era la prometida de la señorita López y ella tiene sus óvulos aquí pensaron que los exámenes eran para someterse a una inseminación con sus óvulos y poder tener un bebé. Como le repito es un gran error y si quieren alguna demanda la entiendo, pero también le pido que cualquiera puede cometer una equivocación y que ya se han tomado las medidas con las enfermeras…, Pero hay algo más que debe saber… puede que tu problema de tiroides haya hizo el responsable que no sintiera los primeros síntomas del embarazo.
« ¿Problema de tiroides?».
—También que me preocupa tu embarazo porque has salido con unas alteraciones muy elevadas en la TSH, T4 y T3.
Lo miro con cara de no entender nada y el parece darse cuenta porque inmediatamente me explica:
—La elevación en esas hormonas, refiere a un aumento de la función de la glándula tiroides, lo que indica que tienes un hipertiroidismo... No quiero alarmarte porque la endocrinología no es mi especialidad por eso le he pedido a un colega que venga a ver tus análisis y pueda evaluarte para determinar qué tan grave es y cómo puede afectar esto tu embarazo—hace una pequeña pausa y me mira detenidamente y luego añade—Tienes que estar tranquila, sé que son dos noticias un poco violentas pero en tu estado es mejor no alterarse.
“No alterarme” es muy fácil de decir pero dudo mucho que en estos momentos sea algo que pueda hacer.
—¿Quieres algo de tomar?
Niego con la cabeza porque si hablo empezaré a llorar.
En ese momento tocan la puerta y abre un señor vestido con una bata blanca, parece tener unos 45 años de edad, de alto.
—¿Puedo pasar? —pregunta asomando la cabeza por la puerta
—Te estábamos esperando—le informa el doctor Figgins mientras que el otro médico terminar de entrar.
—Will, ella es la paciente de la cual te comenté, Brittany te presento al Dr. Schuester, es el endocrinólogo—nos presenta en el mismo momento que el doctor Schuester se acerca al escritorio.
—Buenas tardes doctor...—trato de recordar su apellido pero me quedo en blanco.
Desde hace un instante mi cerebro no procesa mucho que digamos.
—Buenas tardes—me saluda primero y después se gira hacia el doctor Figgins—¿Me has dicho que tiene un trastorno metabólico?
—Aquí tienes su analítica—le dice en el momento que le entrega mis exámenes.
El doctor Schuester observa los resultados durante unos instantes y luego los devuelve al escritorio. Camina y se sitúa detrás de mí.
—Voy a palparte el cuello y quiero que tragues cuando te lo diga—me pide y luego pone sus manos en mi cuello y comienza a auscultar—Traga—me pide y yo obedezco inmediatamente—¿Te duele o sientes alguna molestia al tragar?
Niego con la cabeza.
—Tengo que hacerte más pruebas pero creo que puedes tener un bocio multinodular. Voy a necesitar que te hagan una sonografía de tiroides y también necesitamos que te vea un obstetra para que hagan una sonografía abdominal y así determinar el tiempo de embarazo—me informa, antes de dirigirse a su colega y preguntarle—Sería bueno que la viera un cardiólogo para que le haga un eco, ¿no te parece?
El doctor Figgins asiente.
—Brittany, un hipertiroidismo durante el embarazo es poco frecuente porque las personas que padecen de ese trastorno, por lo general siguen un tratamiento durante un tiempo para estar compensadas antes de embarazarse, como desconocías tu estado y estás muy descompensada, estamos hablando de un embarazo de alto riesgo.
El sigue con su explicación pero yo ya no lo escucho. Lo único que ha retenido mi mente es: “Embarazo” y “alto riesgo”
—Lo sé, estoy hecha un asco—digo pasándome las manos por la cara y frotándome los ojos.
—¿Y cuando regresa Santana?—me pregunta Kitty.
—Bueno si todo sale como lo previsto la semana que viene.
—Espero que en cuanto llegue te tomes unos días porque tienes una pinta que para qué te cuento.
Tomo un sorbo de mi té de camomila y la miro con mis pestañas largas por encima de la taza.
—No me mires así. ¿Te has visto? Pareces un zombi.
Pongo la taza sobre la mesa.
—Ay Kitty estoy agotadísima, a penas llego a la casa me desplomo en la cama pero no hay forma. No logro conciliar el sueño.
—¿Y por qué no vas al médico?
—No veo para qué.
—A lo mejor has agarrado algún virus.
—Es lo que pensé cuando fuimos con San, pero no. Lo que yo tengo se llama estrés y no necesito que ningún médico me lo diga.
—Eso explicaría por qué estás tan cansada pero no tu falta de apetito y te recuerdo que estás comiendo poco, mucho antes de que Santana se fuera de viaje.
—Tienes razón—digo resignada—, Puede que vaya pero será después que regrese San porque ahora mismo no tengo tiempo para nada. A penas he sacado unos minutos para venir a almorzar contigo—miro mi reloj de mano—Y ya se me hizo tarde—me levanto rápidamente y busco mi portamonedas.
—Bueno, lo que es comer conmigo deja mucho que decir. Solo te comiste una hoja de tu ensalada.
—Tengo una conferencia telefónica en media hora.
—Deja. Ya pago yo—propone cuando voy a sacar un billete de diez euros—, Pero tienes que coger las cosas con calma mujer, a ese ritmo te va a dar un infarto antes de los veinte y cinco.
Le dedico media sonrisa y luego me acerco a ella y le doy un enorme beso en la mejilla.
—Gracias—le digo antes de dirigirme hacia la puerta.
Una vez en la calle, cierro todos los botones de mi abrigo largo en algodón. Me acomodo el cuello para cubrirme la garganta y entro las manos en los bolsillos para protegerlas del frío.
Lo último que necesito es resfriarme.
Ha pasado una semana desde la partida de Santana y pese que hablamos prácticamente a diario la extraño mucho.
Su ausencia en la oficina hace que el trabajo sea cada día más difícil. No sé cómo hace parecer tan fácil dirigir una empresa, cuando en realidad entre sus clientes, los míos, las reuniones, etc...
Es un verdadero dolor de cabeza.
Quince minutos más tarde llego a la oficina, paso por enfrente del mostrador en forma de curva donde se sienta Mercedes.
—Ya puedes irte a comer.
—Qué bueno porque tengo un hambre—me dice al mismo tiempo que se levanta de su silla.
—¿Qué noticias hubo durante mi ausencia?
—Bueno no muchas, te he dejado todo anotado encima de tu escritorio dice mientras se pone su abrigo.
Yo asiento y doy un paso para continuar mi camino.
—¡Ah! Por cierto ha llamado la señorita Elaine.
Escuchar ese nombre hace que se me hiele la sangre.
Me detengo en seco y me giro hacia ella.
—¿Qué... qué quería? —pregunto tartamudeando.
—Quería saber si yo tenía los datos del hotel de la señorita Santana.
—¿Y qué le dijiste?
—Bueno se lo he pasado.
Me muerdo el interior de la mejilla para evitar decirle dos cosas mal dichas. Ella no tiene la culpa de mi molestia, ni de mis repentinos celos. Después de todo solo le facilitó las informaciones del hotel donde se encuentra su jefa a su prometida.
Tengo que decirme eso, al menos dos veces para no llamarla bruta, estúpida e incompetente.
Asiento de mala gana y me dirijo hacia mi oficina. Al entrar trato de no dar un portazo.
¿Y ahora qué querrá Elaine?
Tenía mucho tiempo que no llamaba ni se presentaba por aquí.
Me desplomo en mi silla y ese sexto sentido que tenemos todas las mujeres me advierte que algo malo va a pasar.
Respiro y trato de ignorarlo.
Los días van pasando y lo que tenía que ser un viaje de una semana, se ha extendido a dos.
Las llamadas de Santana son cada día menos frecuentes. Estoy muerta de miedo. Sigo con esa opresión en el pecho que no me deja respirar y que me dice que está ocurriendo algo.
El miércoles me paso por el coffee-Blog a saludar a Bree.
Me invita a tomar un té y me dice lo mismo que todos los que me han visto en estos últimos días: “que estoy muy delgada”.
No me atrevo a decirle que llevo días sin probar bocado como es debido. A parte de una fruta al día o una lonja de pan por aquí o un té por allá, no como nada.
Es que nada me pasa.
Mientras estamos hablando le pregunto si ha tenido noticias de Santana y me responde que hace días no habla con ella. Lo último que supo es que Elaine estaba en Miami.
Yo trato de no perder la confianza en Santana, en lo nuestro. Ella me dijo que la esperara que todo cambiaría entre nosotras.
Y es lo que pienso hacer.
El viernes es el caos total en el trabajo y ya no doy para más.
Entre el dolor de cabeza, la falta de sueño y el cansancio acumulado, siento que en cualquier minuto me voy a caer.
Como mi médico de cabecera está en Holanda y cuando salgo del trabajo es tan tarde que no llego a tiempo para verla, bajo el ojo crítico de Rachel que ha venido a verme de sorpresa al trabajo tomo la tarjeta de la clínica que fuimos con Santana y llamo y pido con el primer médico generalista que esté cerca de la oficina y pido una cita.
La secretaria me da una para el martes por la tarde.
Ese fin de semana me quedé en casa de Kitty para evitar que mi hermano me viera en el estado crítico en el que me encuentro.
Últimamente lo he evitado por miedo a que me agobie más de lo que estoy y para que no se preocupe más de lo que debería. Solo necesito que Santana regrese y reposarme un poco.
Durante esos dos días Santana tampoco me llamó.
El lunes le pido a Mercedes que cancele mis citas para la tarde y salgo del trabajo mucho más temprano de lo habitual.
En camino a mi casa llamo a mi mamá. Hace tanto que no hablamos que me parece una eternidad. Lo primero que hace es acusarme de ser una mala hija, una desconsiderada por tenerla tanto tiempo descuidada, sin una llamada.
No rebato sus argumentos, me tengo merecido cada reproche.
Me informa que el doctor ha confirmado que la abuela tiene comienzo de Alzheimer. Es lento pero progresivo.
Eso me causó una enorme tristeza.
Adoro a mi abuela y me dolerá mucho ver que en algún momento de su vida, no logrará reconocerme.
Aprovecho la llamada y de paso hablo un rato con ella, al principio confunde mi nombre con el de su hermana muerta pero no se lo tomo en cuenta. Ella nunca ha sido buena reteniendo nombres.
Termino la llamada prometiéndole a mi mamá que llamaré más a menudo y desde que tenga la oportunidad iré a verlas.
El martes por la tarde llego al consultorio del médico y me atiende el doctor Figgins.
Un doctor mayor de unos sesenta y tantos años de edad.
—Buenas tardes señorita Pierce.
—Buenas tardes.
—Dígame, ¿en qué puedo ayudarla?
Me acomodo en la silla un poco agobiada. Nunca me han gustado los médicos.
—Bueno yo vine hace algunas semanas a practicarme unos exámenes y desde ese tiempo que no me he sentido bien. No estoy comiendo como de costumbre por lo que he perdido peso, tengo temblores en todo el cuerpo pero sobre todo en las manos, no estoy durmiendo bien en las noches y siempre estoy cansada.
El doctor me escucha atentamente al mismo tiempo que toma apuntes en una hoja de papel.
—Espere un momento, voy a pedir su ficha—dice mientras toma el teléfono—¿Dona?...Podrías conseguirme ola ficha clínica de la señorita Pierce y traérmela, por favor…Gracias—corta la llamada y me mira—¿Cuándo empezaron los síntomas?
—Vine como hace tres meses. La falta de sueño hace como dos meses. Y los temblores comenzaron hace poco pero me di cuenta que estoy perdiendo peso como hace tres meses, cuando vine.
El doctor levanta la vista y me observa a través de sus lentes de vista.
—¡¿Tres meses?! ¿Y se puede saber por qué ha esperado tanto tiempo para venir a consulta?
—Verá, empecé un nuevo trabajo hace seis meses y he estado bajo mucha presión y pensé que los síntomas desaparecerían con el tiempo, así que no le di mucha importancia.
—¿Y qué la ha hecho cambiar de opinión?
—Bueno, últimamente tengo mucha taquicardia, siento que me cuesta respirar.
El doctor vuelve a tomar notas.
—Todos los síntomas que me acaba de describir, efectivamente pueden como usted misma dijo ser causados por una situación de estrés pero me preocupa un poco lo de la taquicardia—hace una pausa y me mira—Por lo que le voy a mandar a hacer unas pruebas para estar más seguro.
Yo asiento.
—Pero antes le voy a hacer unas preguntas de rigor.
—De acuerdo.
Me hace todo tipo de preguntas sobre mi: edad, peso, antecedentes médicos Lo veo a notar todo en su ordenador
—Toma algún anticonceptivo.
—Sí, la píldora.
—¿Cree usted que pueda estar embarazada?
—¡No!—respondo rápidamente con toda seguridad del mundo—Verá, mi pareja actual es una mujer así que es imposible que pueda estarlo.
—Está bien pero le haremos la prueba igualmente para estar seguros.
Asiento nuevamente mientras él anota algo en su recetario.
—Tome, quiero que se haga un hemograma completo, dígale Dona, a la secretaria, que le explique cómo llegar al laboratorio. Lo he prescrito con carácter de urgente, en cuanto estén listos, me lo harán llegar.
Salgo del consultorio pensando en lo que me ha preguntado el médico: Embarazada… ¡imposible! con esa seguridad bajo al laboratorio a hacerme las pruebas que él me ha indicado.
Media hora más tarde, estoy sentada en la sala de espera, cuando la secretaria me informa que puedo pasar.
Al entrar en el consultorio encuentro al Dr Figgins hablando por teléfono mientras que revisa unos papeles. Me hace una señal con la mano para que tome asiento.
—Sí, como te he explicado. Me gustaría que vinieras a mi consultorio le dice a su interlocutor y luego hace una pausa—No estoy seguro pero tendríamos que hacer más pruebas, solo le he hecho un hemograma.
Esa respuesta llama mi atención.
¿Más pruebas?
¿Estarán hablando de mí?
No puede ser que esté enferma, aunque últimamente he descuidado mi salud.
¿Pero por qué tendrían que hacer más pruebas?
¿Acaso tendré algo grave?
Me empieza a entrar el pánico.
Si el doctor no termina de hablar pronto con su colega me va a dar un patatús aquí mismo.
Finalmente el médico termina su conversación telefónica y me dice:
—Señorita Pierce , he recibido su analítica y tengo que serle sincero; los resultados no son muy alentadores.
—¿Qué quiere decir?—pregunto tratando de mantener una calma que no tengo.
Hace semanas la perdí.
—Primeramente, tengo que informarle que está usted embarazada. Según su expediente de la clínica, la sometieron a un tratamiento para quedar embarazada de la señorita… Santana López, su prometida.
Es la segunda vez desde que conocí a Santana que mi mundo se detiene.
¡Embarazada!
¡No!
¡Tratamiento!
Imposible...
¡No puede ser!
¡Santana lo sabia!
¡¿Un bebé?!
Es que eso no puede ser posible.
Siento que el corazón se me va a salir del pecho, me sudan las manos, me mareo.
«¿Qué voy a hacer yo con un bebé?».
¿Cómo pudo pasar esto?
¿Me engaño?
Mi pánico se intensifica.
¿Cómo ha podido hacerme esto?
¡Embarazarme a traición!
Padre santo Santana, ¿por qué me hizo esto dirá?
Un niño en estos momentos.
¡No por Dios!
No, no es lo mejor, no en nuestra situación que está cada día más complicada.
Se me va formando un nudo en la garganta y lágrimas se acumulan en mis ojos.
—No entiendo doctor… yo , yo vine hacerme un examen rutinario ambas vinimos a eso—tartamudeo.
—Esto que voy a decirle es muy delicado y entendería si usted o la señorita López intentan alguna represaría, pero pediría que entendiera la situación… Las enfermeras que las atendieron ese día eran una estudiantes en práctica y como dijeron que usted era la prometida de la señorita López y ella tiene sus óvulos aquí pensaron que los exámenes eran para someterse a una inseminación con sus óvulos y poder tener un bebé. Como le repito es un gran error y si quieren alguna demanda la entiendo, pero también le pido que cualquiera puede cometer una equivocación y que ya se han tomado las medidas con las enfermeras…, Pero hay algo más que debe saber… puede que tu problema de tiroides haya hizo el responsable que no sintiera los primeros síntomas del embarazo.
« ¿Problema de tiroides?».
—También que me preocupa tu embarazo porque has salido con unas alteraciones muy elevadas en la TSH, T4 y T3.
Lo miro con cara de no entender nada y el parece darse cuenta porque inmediatamente me explica:
—La elevación en esas hormonas, refiere a un aumento de la función de la glándula tiroides, lo que indica que tienes un hipertiroidismo... No quiero alarmarte porque la endocrinología no es mi especialidad por eso le he pedido a un colega que venga a ver tus análisis y pueda evaluarte para determinar qué tan grave es y cómo puede afectar esto tu embarazo—hace una pequeña pausa y me mira detenidamente y luego añade—Tienes que estar tranquila, sé que son dos noticias un poco violentas pero en tu estado es mejor no alterarse.
“No alterarme” es muy fácil de decir pero dudo mucho que en estos momentos sea algo que pueda hacer.
—¿Quieres algo de tomar?
Niego con la cabeza porque si hablo empezaré a llorar.
En ese momento tocan la puerta y abre un señor vestido con una bata blanca, parece tener unos 45 años de edad, de alto.
—¿Puedo pasar? —pregunta asomando la cabeza por la puerta
—Te estábamos esperando—le informa el doctor Figgins mientras que el otro médico terminar de entrar.
—Will, ella es la paciente de la cual te comenté, Brittany te presento al Dr. Schuester, es el endocrinólogo—nos presenta en el mismo momento que el doctor Schuester se acerca al escritorio.
—Buenas tardes doctor...—trato de recordar su apellido pero me quedo en blanco.
Desde hace un instante mi cerebro no procesa mucho que digamos.
—Buenas tardes—me saluda primero y después se gira hacia el doctor Figgins—¿Me has dicho que tiene un trastorno metabólico?
—Aquí tienes su analítica—le dice en el momento que le entrega mis exámenes.
El doctor Schuester observa los resultados durante unos instantes y luego los devuelve al escritorio. Camina y se sitúa detrás de mí.
—Voy a palparte el cuello y quiero que tragues cuando te lo diga—me pide y luego pone sus manos en mi cuello y comienza a auscultar—Traga—me pide y yo obedezco inmediatamente—¿Te duele o sientes alguna molestia al tragar?
Niego con la cabeza.
—Tengo que hacerte más pruebas pero creo que puedes tener un bocio multinodular. Voy a necesitar que te hagan una sonografía de tiroides y también necesitamos que te vea un obstetra para que hagan una sonografía abdominal y así determinar el tiempo de embarazo—me informa, antes de dirigirse a su colega y preguntarle—Sería bueno que la viera un cardiólogo para que le haga un eco, ¿no te parece?
El doctor Figgins asiente.
—Brittany, un hipertiroidismo durante el embarazo es poco frecuente porque las personas que padecen de ese trastorno, por lo general siguen un tratamiento durante un tiempo para estar compensadas antes de embarazarse, como desconocías tu estado y estás muy descompensada, estamos hablando de un embarazo de alto riesgo.
El sigue con su explicación pero yo ya no lo escucho. Lo único que ha retenido mi mente es: “Embarazo” y “alto riesgo”
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
hola morra...
definitivamente demasiado tarde para todo!!! san tardo demasiado!!!! que suerte la de la practicante jajaja
espero que no aya que elegir entre el feto o el bocio,.. espero que no sea tan complicado el transcurso del embarazo!!!
ahora santana le toca decidir,.. es toda la vida que soñó con britt,... o la barbie!!! y se me hace que no va a ser birtt por ahora!!!
nos vemos!!!
definitivamente demasiado tarde para todo!!! san tardo demasiado!!!! que suerte la de la practicante jajaja
espero que no aya que elegir entre el feto o el bocio,.. espero que no sea tan complicado el transcurso del embarazo!!!
ahora santana le toca decidir,.. es toda la vida que soñó con britt,... o la barbie!!! y se me hace que no va a ser birtt por ahora!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
En las historias, en algunas cuando leo que la protagonista está embarazada, de inmediato quiero que siga su embarazo y claro no creo ser la única. Espero que salga bien, aunque puede ser que Britt quiera desaparecer y tratar de tener un embarazo tranquilo lejos de toda esa situacion con San que no termina de entender(espero que no pase sin que San aclare todo su rollo) Brittany la tiene muy difícil su embarazo ahora de alto riesgo, esta encargada de la empresa y Santana que no se comunica con ella como debe y eso sin contar que su familia no sabe que está con su jefa que de paso esta comprometida por el momento.
Me alargue??? Jajajjaj
Me alargue??? Jajajjaj
Tati.94******* - Mensajes : 442
Fecha de inscripción : 08/12/2016
Edad : 30
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
ok fue un error pero donde esta santana, como va a enfrentar esto brittany practicamente sola????
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra...
definitivamente demasiado tarde para todo!!! san tardo demasiado!!!! que suerte la de la practicante jajaja
espero que no aya que elegir entre el feto o el bocio,.. espero que no sea tan complicado el transcurso del embarazo!!!
ahora santana le toca decidir,.. es toda la vida que soñó con britt,... o la barbie!!! y se me hace que no va a ser birtt por ahora!!!
nos vemos!!!
Hola lu, si que lo es y fue =/ Si q lo hizo :@ JAjaajajajajaj dices tu¿? jajajajajaa o es por el que piden q no tengan represalias con ella¿? o xq hizo un bb brittana¿? jajajajaja. =O esk es este estado es tan difícil, pero espero q sea lo mejor para britt =/ Espero lo mismo la vrdd... kiero el bb brittana =/ Lo q tuvo que haber hecho desde un principio ¬¬ Eso mismo, dice britt, pero no hace nada por tenerla bn ¬¬ Lo peor q para mi tampoco =/ SAludos =D
Tati.94 escribió:En las historias, en algunas cuando leo que la protagonista está embarazada, de inmediato quiero que siga su embarazo y claro no creo ser la única. Espero que salga bien, aunque puede ser que Britt quiera desaparecer y tratar de tener un embarazo tranquilo lejos de toda esa situacion con San que no termina de entender(espero que no pase sin que San aclare todo su rollo) Brittany la tiene muy difícil su embarazo ahora de alto riesgo, esta encargada de la empresa y Santana que no se comunica con ella como debe y eso sin contar que su familia no sabe que está con su jefa que de paso esta comprometida por el momento.
Me alargue??? Jajajjaj
Hola, no, no lo eres xq yo tmbn ajajajajaj. Y yo tmbn =/ Ufff no kiero que pase eso, pero sería lo mas razonable la vrdd =/ xq si kiere tener a su bb va a tener q tener mucha paz... y con san ai no sera posible =/ Si ahora lo tenia difícil, el bb y la complicación del embarazo, le agregamos la gran "ayuda" de san :@ Jajajaa no, para eso son lo comentarios y me gusta q opinen asik todo bn... perdida jaajaj. Saludos =D
micky morales escribió:ok fue un error pero donde esta santana, como va a enfrentar esto brittany practicamente sola????
Hola, esa es la gran pregunta ¬¬ Espero y no piense q esta sola, xq estan sus hermanas, xq eso son kitty, rach y em. Y sin contar con su Mike y un poco más lejos su mamá y abuela! Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
FanFic Brittana: De Mis Sueños I (Adaptada) Cap 28 - Último
Capitulo 28 - Último
«¡¿Embarazada!? ¡Aborto!.. ¡Dios santo! Esto no puede estar pasando».
Es demasiada información, no puedo pensar nada con claridad por lo que le digo al médico que iré a ver a mi ginecólogo a la mañana siguiente.
También le digo que yo hablare con Santana y veremos que hacer.
Estoy tan asustada.
¿Por qué tuvo que pasar algo así?
Y ahora que Santana no está aquí.
Sé que el que juega con fuego, tiene riesgo de quemarse.
¿Pero por qué ahora?
¡Mi mamá!
Cielo santo, ¿qué va a decir mami cuando se entere que estoy esperando un hijo de una mujer comprometida?
Necesito que Santana esté aquí conmigo.
Salgo del consultorio del médico hecha un manojo de nervios. Tengo que decírselo antes de ver al ginecólogo; esto es una decisión de ambas.
Sea como sea que haya quedado embarazada, es algo de ambas. Yo no estoy a favor del aborto pero si como dijo el médico es un embarazo de alto riesgo, tengo también que pensar en mí.
Tomo el autobús y mientras estoy sentada en la parte trasera para tener más privacidad decido llamarla. Marco varias veces el número pero no me contesta.
Media hora después estoy en la oficina, tengo muchas cosas que hacer pero no logro concentrarme en ninguna.
Necesito hablar con alguien, esta angustia me está matando. Podría llamar a una de las chicas pero entiendo que Santana debe ser el primero en saberla.
A las cuatro tengo un dolor de cabeza inaguantable por lo que decido irme a casa.
Estoy recogiendo mis cojas cuando suena el teléfono.
—¡Aló!
—¡Hola!—me dice una voz que conozco muy bien.
—San, te he estado llamando toda la tarde, necesitaba hablar contigo.—el nudo en la garganta que sentí hace un rato regresa.
—Te noto angustiada, ¿Qué te pasa?—me pregunta alarmada.
Sé que tengo que decírselo pero ¿cómo dices algo así por teléfono?
Las palabras no me salen y en vez de contarle todo lo que quería decirle desde que salí por la puerta del consultorio del doctor empiezo a llorar.
—¡Hey Britt-Britt! No llores. Cuéntame qué te pasa. Supe que te sentías mal, por eso te estoy llamando. ¿Fuiste al doctor?
—Sí, pero no es nada. Soy una tonta no me hagas caso. Es solo que te extraño tanto. ¿Cuándo regresas?
—Dentro de una semana—hace una pausa antes de decir—Tengo algo que contarte pero no quisiera hablarlo por teléfono
—De acuerdo. Yo también tengo algo que contarte pero ya lo hablaremos cuando regreses.
—Te extraño—otra vez hace una pausa pero esta es más larga, tanto que por un momento creo que se corto la comunicación—Te amo, nunca lo olvides.
—Yo también te amo.
—Te tengo que dejar. Hablamos luego, si quieres hablar y no respondo el teléfono envíame un correo y te llamaré tan pronto como pueda ¿Estamos?
—Estamos.
—Bye, cuídate mucho—dice antes de colgar.
Aunque quiera decir que la llamada me tranquilizó, no puedo. Tengo un mal presentimiento.
Siento que algo malo va a ocurrir.
Puede que sean las hormonas del embarazo o tal vez instinto femenino; pero sé que algo horrible va a pasar.
En el transcurso de los días, mi angustia no hace más que crecer, tengo una opresión en el pecho que no me deja tranquila.
No fui a ver el ginecólogo como le había prometido al endocrinólogo que haría, tampoco he cuidado mi alimentación y estoy cada día más delgada.
Intento comer pero nada me pasa, no porque tenga náuseas, ni nada por el estilo; sino por lo ansiosa que estoy.
Andaban unos rumores que decían que Santana se había casado, cuando hablamos por teléfono a mediado de semana se lo pregunté y me dijo que no era cierto.
Aunque lo negó, el malestar no se me quitó.
Desde entonces, no como, no duermo, no vivo. Solo espero que ella llegue para que aclaremos todo.
Gracias a Dios el día tan esperado llegó, Santana regresó a noche de viaje, así que la estoy esperando.
Necesito que me abrase y me diga que todo: el bebé, nosotras... Va a salir bien.
Estoy terminando una llamada cuando escucho un alboroto en la recepción; me asomo por la puerta y la veo.
No sé si porque llevo un mes sin verla, o si es el bronceado pero está más bella que nunca.
Quiero correr, tirarme en sus brazos y perderme en ese aroma que tanto me gusta y me llena de calma, pero de nuevo me invade y me frena ese sentimiento que me dice que algo no está bien y me acerco muy lentamente hasta llegar a ella.
—Hola, bienvenida.
—Gracias.
Me mira con cara de preocupación y sé que es por mi apariencia, ella abre la boca para agregar algo más cuando de pronto Mercedes le dice:
—Felicidades, por su matrimonio jefa.
Me quedo congelada, no puedo dar un paso más. La observo esperando que la contradiga.
Que le diga que es mentira.
Que todo es un error.
—Gracias—le responde mientras sus ojos se posan en mí y mi mundo se viene abajo—, Fue algo de último momento.
No sé si se lo dice a ella o si me lo dice a mí. Lo único que tengo claro es que me mintió.
La miro pero no la veo, tengo la mirada nublada, me pican los ojos por las lágrimas retenidas, lágrimas que quieren caer pero que retengo con toda las fuerzas que me quedan.
No quiero llorar, no delante de la secretaria y mucho menos delante de ella.
«Me engañó, me mintió».
Jugó conmigo todo este tiempo.
¿Cómo pude ser tan estúpida?
¡Dios!
¿Cómo me dejé embaucar y enredar en todo esto?
—Podemos hablar un momento en mi oficina Brittany, necesito que me pongas al día de todo lo que pasó durante mi ausencia—me pide con ojos suplicantes.
—Creo que Mercedes puede ponerte al día con todo lo que ha pasado, si te queda alguna inquietud, me dejas saber y la revisamos juntas—consigo decir, sin que se me note la amargura y la tristeza tan grande que siento.
Mi tono es tan neutro que hasta yo misma me sorprendo.
Segundos después me dirijo hacia mi oficina y cierro con seguro. Sé que vendrá a verme para tratar de explicarse, pero también sé que en estos momentos no quiero verla, no quiero escucharla.
Estoy muy dolida, me siento humillada y burlada.
Necesito pensar.
A los pocos segundos de entrar en la oficina siento la manilla de la puerta moverse, parece que se da cuenta que está cerrada con llave y no insiste, cosa que agradezco porque en este instante, no sé si pueda mantener la calma y no montar un espectáculo.
Me siento en la silla e intento ordenar mis pensamientos.
«Se casó»
Nunca le exigí que la dejara pero en el fondo de mi corazón pensé que nunca daría ese paso, que terminaría escogiéndome a mí.
«¡Pero no lo hizo, tonta!»
¿Desde cuándo los casados dejan a sus parejas para irse con sus amantes?
¡Nunca!
Pero no estaban casadas, aunque ahora sí lo están y eso lo cambia todo.
Estoy hecha un lío. No logro coordinar un pensamiento coherente.
Siento que el corazón se me está partiendo en dos, que me sacaron el alma del cuerpo, las lágrimas siguen amenazando con caer, pero por más increíble que parezca las sigo reteniendo aunque se me están acabando las fuerzas y no creo que aguante mucho más.
Tomo mi bolso, mi abrigo y salgo sin despedirme de nadie. Mientras camino hacia la parada de bus las primeras lágrimas comienzan a caer, cuando llego, agradezco a mi virgencita de encontrarla vacía.
Pierdo todas las fuerzas que me quedaban y me tumbo en el banco más cercano, me doblo sobre mí misma, hundo la cara en mis manos y me quiebro.
Siento una presencia en frente de mí, así que trato se secarme las lágrimas con las manos. Subo lentamente la mirada hacia la persona que está delante de mí y me encuentro con una mirada triste, llena de culpabilidad, llena de preocupación y diría que hasta de arrepentimiento. Me toma por los brazos, levantándome y atrayéndome hacia ella y me dice:
—Si quieres llorar no te contengas. Pero hazlo en mi presencia, porque yo soy la culpable de tus lágrimas por lo tanto, quiero ser yo quien te consuele.
¿Pero es que no se da cuenta que me acaba de destrozar la vida?
Cuando me abraza, la dejo hacer y me permito llorar en sus brazos, pero lloro de verdad; lloro porque se casó, lloro porque me mintió, lloro por mi enfermedad, lloro por el embarazo, lloro por lo que pudo haber sido pero ya no será, lloro por la clase de persona en la que me he convertido, lloro porque tengo el corazón destrozado y no es cualquier llanto, es un llanto desgarrador, uno que sale de lo más profundo.
Lloro hasta que me duelen los ojos y la garganta y ya no me quedan fuerzas.
Cuando estoy un poco más tranquila, me separo de ella pero no la miro. En cambio siento que ella no me quita los ojos de encima.
Nos quedamos en absoluto silencio hasta que llega mi autobús, me monto sin mirar atrás. Por la forma en que me mira el chofer, sé que he de tener una pinta horrible pero no me importa.
A lo mejor piense que se me murió una persona querida. No iría muy desencaminado.
Acabo de perder al amor de mi vida.
Mientras el bus se pone en marcha, me doy cuenta que no siento nada, es como si estuviera muerta por dentro.
Solo cuando el bus se ha alejado lo suficiente, miro hacia atrás y la veo, sigue en el mismo lugar, en la misma posición que lo dejé y con los ojos clavados en el autobús.
Es demasiada información, no puedo pensar nada con claridad por lo que le digo al médico que iré a ver a mi ginecólogo a la mañana siguiente.
También le digo que yo hablare con Santana y veremos que hacer.
Estoy tan asustada.
¿Por qué tuvo que pasar algo así?
Y ahora que Santana no está aquí.
Sé que el que juega con fuego, tiene riesgo de quemarse.
¿Pero por qué ahora?
¡Mi mamá!
Cielo santo, ¿qué va a decir mami cuando se entere que estoy esperando un hijo de una mujer comprometida?
Necesito que Santana esté aquí conmigo.
Salgo del consultorio del médico hecha un manojo de nervios. Tengo que decírselo antes de ver al ginecólogo; esto es una decisión de ambas.
Sea como sea que haya quedado embarazada, es algo de ambas. Yo no estoy a favor del aborto pero si como dijo el médico es un embarazo de alto riesgo, tengo también que pensar en mí.
Tomo el autobús y mientras estoy sentada en la parte trasera para tener más privacidad decido llamarla. Marco varias veces el número pero no me contesta.
Media hora después estoy en la oficina, tengo muchas cosas que hacer pero no logro concentrarme en ninguna.
Necesito hablar con alguien, esta angustia me está matando. Podría llamar a una de las chicas pero entiendo que Santana debe ser el primero en saberla.
A las cuatro tengo un dolor de cabeza inaguantable por lo que decido irme a casa.
Estoy recogiendo mis cojas cuando suena el teléfono.
—¡Aló!
—¡Hola!—me dice una voz que conozco muy bien.
—San, te he estado llamando toda la tarde, necesitaba hablar contigo.—el nudo en la garganta que sentí hace un rato regresa.
—Te noto angustiada, ¿Qué te pasa?—me pregunta alarmada.
Sé que tengo que decírselo pero ¿cómo dices algo así por teléfono?
Las palabras no me salen y en vez de contarle todo lo que quería decirle desde que salí por la puerta del consultorio del doctor empiezo a llorar.
—¡Hey Britt-Britt! No llores. Cuéntame qué te pasa. Supe que te sentías mal, por eso te estoy llamando. ¿Fuiste al doctor?
—Sí, pero no es nada. Soy una tonta no me hagas caso. Es solo que te extraño tanto. ¿Cuándo regresas?
—Dentro de una semana—hace una pausa antes de decir—Tengo algo que contarte pero no quisiera hablarlo por teléfono
—De acuerdo. Yo también tengo algo que contarte pero ya lo hablaremos cuando regreses.
—Te extraño—otra vez hace una pausa pero esta es más larga, tanto que por un momento creo que se corto la comunicación—Te amo, nunca lo olvides.
—Yo también te amo.
—Te tengo que dejar. Hablamos luego, si quieres hablar y no respondo el teléfono envíame un correo y te llamaré tan pronto como pueda ¿Estamos?
—Estamos.
—Bye, cuídate mucho—dice antes de colgar.
Aunque quiera decir que la llamada me tranquilizó, no puedo. Tengo un mal presentimiento.
Siento que algo malo va a ocurrir.
Puede que sean las hormonas del embarazo o tal vez instinto femenino; pero sé que algo horrible va a pasar.
En el transcurso de los días, mi angustia no hace más que crecer, tengo una opresión en el pecho que no me deja tranquila.
No fui a ver el ginecólogo como le había prometido al endocrinólogo que haría, tampoco he cuidado mi alimentación y estoy cada día más delgada.
Intento comer pero nada me pasa, no porque tenga náuseas, ni nada por el estilo; sino por lo ansiosa que estoy.
Andaban unos rumores que decían que Santana se había casado, cuando hablamos por teléfono a mediado de semana se lo pregunté y me dijo que no era cierto.
Aunque lo negó, el malestar no se me quitó.
Desde entonces, no como, no duermo, no vivo. Solo espero que ella llegue para que aclaremos todo.
Gracias a Dios el día tan esperado llegó, Santana regresó a noche de viaje, así que la estoy esperando.
Necesito que me abrase y me diga que todo: el bebé, nosotras... Va a salir bien.
Estoy terminando una llamada cuando escucho un alboroto en la recepción; me asomo por la puerta y la veo.
No sé si porque llevo un mes sin verla, o si es el bronceado pero está más bella que nunca.
Quiero correr, tirarme en sus brazos y perderme en ese aroma que tanto me gusta y me llena de calma, pero de nuevo me invade y me frena ese sentimiento que me dice que algo no está bien y me acerco muy lentamente hasta llegar a ella.
—Hola, bienvenida.
—Gracias.
Me mira con cara de preocupación y sé que es por mi apariencia, ella abre la boca para agregar algo más cuando de pronto Mercedes le dice:
—Felicidades, por su matrimonio jefa.
Me quedo congelada, no puedo dar un paso más. La observo esperando que la contradiga.
Que le diga que es mentira.
Que todo es un error.
—Gracias—le responde mientras sus ojos se posan en mí y mi mundo se viene abajo—, Fue algo de último momento.
No sé si se lo dice a ella o si me lo dice a mí. Lo único que tengo claro es que me mintió.
La miro pero no la veo, tengo la mirada nublada, me pican los ojos por las lágrimas retenidas, lágrimas que quieren caer pero que retengo con toda las fuerzas que me quedan.
No quiero llorar, no delante de la secretaria y mucho menos delante de ella.
«Me engañó, me mintió».
Jugó conmigo todo este tiempo.
¿Cómo pude ser tan estúpida?
¡Dios!
¿Cómo me dejé embaucar y enredar en todo esto?
—Podemos hablar un momento en mi oficina Brittany, necesito que me pongas al día de todo lo que pasó durante mi ausencia—me pide con ojos suplicantes.
—Creo que Mercedes puede ponerte al día con todo lo que ha pasado, si te queda alguna inquietud, me dejas saber y la revisamos juntas—consigo decir, sin que se me note la amargura y la tristeza tan grande que siento.
Mi tono es tan neutro que hasta yo misma me sorprendo.
Segundos después me dirijo hacia mi oficina y cierro con seguro. Sé que vendrá a verme para tratar de explicarse, pero también sé que en estos momentos no quiero verla, no quiero escucharla.
Estoy muy dolida, me siento humillada y burlada.
Necesito pensar.
A los pocos segundos de entrar en la oficina siento la manilla de la puerta moverse, parece que se da cuenta que está cerrada con llave y no insiste, cosa que agradezco porque en este instante, no sé si pueda mantener la calma y no montar un espectáculo.
Me siento en la silla e intento ordenar mis pensamientos.
«Se casó»
Nunca le exigí que la dejara pero en el fondo de mi corazón pensé que nunca daría ese paso, que terminaría escogiéndome a mí.
«¡Pero no lo hizo, tonta!»
¿Desde cuándo los casados dejan a sus parejas para irse con sus amantes?
¡Nunca!
Pero no estaban casadas, aunque ahora sí lo están y eso lo cambia todo.
Estoy hecha un lío. No logro coordinar un pensamiento coherente.
Siento que el corazón se me está partiendo en dos, que me sacaron el alma del cuerpo, las lágrimas siguen amenazando con caer, pero por más increíble que parezca las sigo reteniendo aunque se me están acabando las fuerzas y no creo que aguante mucho más.
Tomo mi bolso, mi abrigo y salgo sin despedirme de nadie. Mientras camino hacia la parada de bus las primeras lágrimas comienzan a caer, cuando llego, agradezco a mi virgencita de encontrarla vacía.
Pierdo todas las fuerzas que me quedaban y me tumbo en el banco más cercano, me doblo sobre mí misma, hundo la cara en mis manos y me quiebro.
Siento una presencia en frente de mí, así que trato se secarme las lágrimas con las manos. Subo lentamente la mirada hacia la persona que está delante de mí y me encuentro con una mirada triste, llena de culpabilidad, llena de preocupación y diría que hasta de arrepentimiento. Me toma por los brazos, levantándome y atrayéndome hacia ella y me dice:
—Si quieres llorar no te contengas. Pero hazlo en mi presencia, porque yo soy la culpable de tus lágrimas por lo tanto, quiero ser yo quien te consuele.
¿Pero es que no se da cuenta que me acaba de destrozar la vida?
Cuando me abraza, la dejo hacer y me permito llorar en sus brazos, pero lloro de verdad; lloro porque se casó, lloro porque me mintió, lloro por mi enfermedad, lloro por el embarazo, lloro por lo que pudo haber sido pero ya no será, lloro por la clase de persona en la que me he convertido, lloro porque tengo el corazón destrozado y no es cualquier llanto, es un llanto desgarrador, uno que sale de lo más profundo.
Lloro hasta que me duelen los ojos y la garganta y ya no me quedan fuerzas.
Cuando estoy un poco más tranquila, me separo de ella pero no la miro. En cambio siento que ella no me quita los ojos de encima.
Nos quedamos en absoluto silencio hasta que llega mi autobús, me monto sin mirar atrás. Por la forma en que me mira el chofer, sé que he de tener una pinta horrible pero no me importa.
A lo mejor piense que se me murió una persona querida. No iría muy desencaminado.
Acabo de perder al amor de mi vida.
Mientras el bus se pone en marcha, me doy cuenta que no siento nada, es como si estuviera muerta por dentro.
Solo cuando el bus se ha alejado lo suficiente, miro hacia atrás y la veo, sigue en el mismo lugar, en la misma posición que lo dejé y con los ojos clavados en el autobús.
Continuará…
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Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
Hola, como se dieron cuenta si cambio el nombre del foro xD pero no pasa nada, solo es el nombre SIGAN! publicando, leyendo y comentando. Solo cambien "gleeklatino.com" por "gleelatino.forosactivos.net"
Pero, como les digo SIGAN! comentando, publicando y leyendo! Saludos =D
Pd: Se sacan las historias del foro y las publican en otras partes. Por MI parte y MIS adaptaciones, cópienlas si quieren, pero al menos NOMBREN AL FORO! Minino en agradecimiento a las personas del foro. SI NO NOMBRAN AL FORO, AL MENOS, VOY A ELIMINAR MIS ADAPTACIONES!
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
hola morra,...
LA CA GO!!!! LA QUIERO MATAR JODER,.. ESPERO QUE AYA SIDO DE VIDA O MUERTE ESE MUGRE CASAMIENTO!!!!
a ver como sobrevive britt a todo esto,.. aunque estaría bueno que se vaya lejos!!! ahora es ella, el bebe y/o la enfermedad!!!
definitivamente no merece saber absolutamente nada santana,..
nos vemos!!!
LA CA GO!!!! LA QUIERO MATAR JODER,.. ESPERO QUE AYA SIDO DE VIDA O MUERTE ESE MUGRE CASAMIENTO!!!!
a ver como sobrevive britt a todo esto,.. aunque estaría bueno que se vaya lejos!!! ahora es ella, el bebe y/o la enfermedad!!!
definitivamente no merece saber absolutamente nada santana,..
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Me partió el corazón este cap. A menos que el matrimonio ese sea falso, de repente se pueda ver alguna esperanza para San. Yo que Britt, renuncio a su mugre empresa y que se joda San... Al menos por un tiempo jajaj.
Perdida noooo... Es que en mi pais la cosa no esta muy bien y las conexiones a internet estan malísimas
Perdida noooo... Es que en mi pais la cosa no esta muy bien y las conexiones a internet estan malísimas
Tati.94******* - Mensajes : 442
Fecha de inscripción : 08/12/2016
Edad : 30
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
Pobre pobre de verdad Britt!!
Que deje a Santana y se ocupe de Ella y su bebe!!
Saludos
Que deje a Santana y se ocupe de Ella y su bebe!!
Saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
me he quedado sin palabras, mugre casamiento de m.... y mugre y desgraciada de santana, britt renuncia y largate de ahi para siempre!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: [Resuelto]FanFic Brittana: De Mis Sueños II (Adaptada) Epílogo
3:) escribió:hola morra,...
LA CA GO!!!! LA QUIERO MATAR JODER,.. ESPERO QUE AYA SIDO DE VIDA O MUERTE ESE MUGRE CASAMIENTO!!!!
a ver como sobrevive britt a todo esto,.. aunque estaría bueno que se vaya lejos!!! ahora es ella, el bebe y/o la enfermedad!!!
definitivamente no merece saber absolutamente nada santana,..
nos vemos!!!
Hola lu, :@ no se que decir para ayudar a san la vrdd¬¬ es una cobarde y mentirosa ¬¬ Esperemos y lo logre, después de lo que le esta pasando =/ La vrdd esk si, ahora tiene q pensar en ella y su bb, como bn dices. No, nada de nada... ni k sepa del bb ¬¬ Saludos =D
Tati.94 escribió:Me partió el corazón este cap. A menos que el matrimonio ese sea falso, de repente se pueda ver alguna esperanza para San. Yo que Britt, renuncio a su mugre empresa y que se joda San... Al menos por un tiempo jajaj.
Perdida noooo... Es que en mi pais la cosa no esta muy bien y las conexiones a internet estan malísimas
Hola, si =/ Espero q alla algo, xq lo q hizo... no se puede perdonar la vrdd ¬¬ Y yo tmbn te apoyo en eso ¬¬ JAajajajajajaj dices tu¿? xD jajajaja. Saludos =D
Pd: =o lo siento =/
monica.santander escribió:Pobre pobre de verdad Britt!!
Que deje a Santana y se ocupe de Ella y su bebe!!
Saludos
Hola, si que si =/ intento ayudar con palabras a san..., pero no se puede ¬¬ Eso mismo pienso y kiero para ella =/ Saludos =D
micky morales escribió:me he quedado sin palabras, mugre casamiento de m.... y mugre y desgraciada de santana, britt renuncia y largate de ahi para siempre!!!!!
Hola, eso es lo minimo q merece san la vrdd :@ no tiene como defenderse o defenderla, no¿? ¬¬ Eso mismo, eso mismo. Saludos =D
23l1-*-*-* - Mensajes : 5832
Fecha de inscripción : 12/08/2013
Página 6 de 13. • 1, 2, 3 ... 5, 6, 7 ... 11, 12, 13
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