|
Estreno Glee 5x17
"Opening Night" en:
"Opening Night" en:
Últimos temas
Los posteadores más activos de la semana
No hay usuarios |
Publicidad
FanFic: Fix you. | Segundo Capítulo
5 participantes
Página 1 de 1.
FanFic: Fix you. | Segundo Capítulo
Hola a todos, primero quiero agradecer todo el apoyo que está recibiendo mi otro fic Landslide. Siempre he estado fascinada por Faberry, pero ahora amo este ship, tanto que quiero compartir esta historia de la cual llevo seis capítulos, espero que sea de su agrado.
Título: Fix you
Descripción: Finn ha jugado con fuego. El ha herido a dos personas a las que ama con todo su ser, pero ellas no están dispuestas a perdonarlo bajo ninguna circunstancia. ¿Pero a dónde nos lleva todo esto? Bueno, Quinn y Rachel se vuelven amigas, pero.... ¿Podrían ser algo más?
La melodía de Fix you se repetía en su cabeza, y los recuerdos que le traía, hacía que las lágrimas resbalaran por su rostro. Estaba en su balcón y podía mirar como las gruesas gotas de lluvia caían, tal cual como sus lágrimas. Seguía llorando porque no lo podía creer, con una fuerza de voluntad increíble, sacó su i-pod y le dio play a Fix You.
Al escuchar la canción, el dolor en su corazón aumentaba. Murmuró when you’re too in love to let it go, y ahora no solo caían lágrimas, estaba hiperventilando y estaba a punto de comenzar a gritar’ ¿por qué?’, pero recordó que sus padres estaban en la primera planta.
Negó varias veces con la cabeza. Sacó los auriculares de sus oídos y apagó su i-pod, limpió las lágrimas que caían por su rostro y trató de controlar su respiración. No podía derrumbarse de esa manera, tenía que ser fuerte; aunque jamás había sido fuerte.
Sintió que alguien tocaba su puerta, pero no podía responder, su voz delataría que estuvo llorando y luego sus padres harían un millón de preguntas, que no se vería en la capacidad de responder.
-Cariño, han llegado tus tías, ¿serías tan amable de bajar a saludar?- preguntó su padre.
Tenía que responder, no le quedaba otra. Respiró profundamente y con la mejor voz que pudo dijo:
-Papá, no me siento bien la verdad, preferiría quedarme un rato más aquí. Bajo luego.-
-Como quieras.- dijo la persona al otro lado de la puerta.
Suspiró y se dijo que se iba a permitir llorar. Necesitaba sacar todo esa tristeza de su cuerpo, realmente necesitaba sentirse vulnerable. Se recostó en su cama y se puso los auriculares de nuevo, prendió el i-pod y escuchó su lista de reproducción llamada “triste”.
---
Quinn Fabray corría por los pasillos de Mckingley. Tenía los ojos rojos de llorar tanto.
A pesar que ya era algo tarde, quedaban algunos alumnos en la escuela, que la miraban con la duda pintada en sus rostros. La perfecta Quinn Fabray iba llorando por los pasillos del colegio, eso era algo de lo que seguramente todos se iban a enterar para el lunes.
Realmente, en ese preciso momento, no le importaban las miradas. Llegó a su locker y sacó pañitos para limpiar su rostro. Se miró en el espejo y sintió pena por ella misma, era un completo desastre. Sacó un cepillo que guardaba en su locker y se comenzó a peinar, sacó un poco de maquillaje y terminó de arreglarse. Sonrió, sonrisa que se vio reflejada en el espejo, pero no le gustaban esos ojos rojos.
-Quinn Fabray no va a volver a derramar lágrimas por nadie.- se dijo a ella misma, mirando en el espejo a la muchacha determinada que en realidad era.- Tengo que ser fuerte.- terminó y cerró su locker.
Título: Fix you
Descripción: Finn ha jugado con fuego. El ha herido a dos personas a las que ama con todo su ser, pero ellas no están dispuestas a perdonarlo bajo ninguna circunstancia. ¿Pero a dónde nos lleva todo esto? Bueno, Quinn y Rachel se vuelven amigas, pero.... ¿Podrían ser algo más?
Prólogo
La melodía de Fix you se repetía en su cabeza, y los recuerdos que le traía, hacía que las lágrimas resbalaran por su rostro. Estaba en su balcón y podía mirar como las gruesas gotas de lluvia caían, tal cual como sus lágrimas. Seguía llorando porque no lo podía creer, con una fuerza de voluntad increíble, sacó su i-pod y le dio play a Fix You.
Al escuchar la canción, el dolor en su corazón aumentaba. Murmuró when you’re too in love to let it go, y ahora no solo caían lágrimas, estaba hiperventilando y estaba a punto de comenzar a gritar’ ¿por qué?’, pero recordó que sus padres estaban en la primera planta.
Negó varias veces con la cabeza. Sacó los auriculares de sus oídos y apagó su i-pod, limpió las lágrimas que caían por su rostro y trató de controlar su respiración. No podía derrumbarse de esa manera, tenía que ser fuerte; aunque jamás había sido fuerte.
Sintió que alguien tocaba su puerta, pero no podía responder, su voz delataría que estuvo llorando y luego sus padres harían un millón de preguntas, que no se vería en la capacidad de responder.
-Cariño, han llegado tus tías, ¿serías tan amable de bajar a saludar?- preguntó su padre.
Tenía que responder, no le quedaba otra. Respiró profundamente y con la mejor voz que pudo dijo:
-Papá, no me siento bien la verdad, preferiría quedarme un rato más aquí. Bajo luego.-
-Como quieras.- dijo la persona al otro lado de la puerta.
Suspiró y se dijo que se iba a permitir llorar. Necesitaba sacar todo esa tristeza de su cuerpo, realmente necesitaba sentirse vulnerable. Se recostó en su cama y se puso los auriculares de nuevo, prendió el i-pod y escuchó su lista de reproducción llamada “triste”.
---
Quinn Fabray corría por los pasillos de Mckingley. Tenía los ojos rojos de llorar tanto.
A pesar que ya era algo tarde, quedaban algunos alumnos en la escuela, que la miraban con la duda pintada en sus rostros. La perfecta Quinn Fabray iba llorando por los pasillos del colegio, eso era algo de lo que seguramente todos se iban a enterar para el lunes.
Realmente, en ese preciso momento, no le importaban las miradas. Llegó a su locker y sacó pañitos para limpiar su rostro. Se miró en el espejo y sintió pena por ella misma, era un completo desastre. Sacó un cepillo que guardaba en su locker y se comenzó a peinar, sacó un poco de maquillaje y terminó de arreglarse. Sonrió, sonrisa que se vio reflejada en el espejo, pero no le gustaban esos ojos rojos.
-Quinn Fabray no va a volver a derramar lágrimas por nadie.- se dijo a ella misma, mirando en el espejo a la muchacha determinada que en realidad era.- Tengo que ser fuerte.- terminó y cerró su locker.
Última edición por Dressa. el Mar Dic 20, 2011 8:43 pm, editado 2 veces
Dressa.** - Mensajes : 83
Fecha de inscripción : 04/10/2011
Edad : 30
Re: FanFic: Fix you. | Segundo Capítulo
Como te dije yo detesto Faberry :P (no me gustan para nada las parejas inventadas) PERO tu fic esta muy interesante, con esa forma de narrar que solo tu tienes, espero mas de este fic ah que prometeeeeeeeeee!.
PD:Gracias por darme una razón mas para odiar a Finn .
PD:Gracias por darme una razón mas para odiar a Finn .
I ♥ Harry Shum Jr-*- - Mensajes : 2831
Fecha de inscripción : 17/05/2011
Edad : 35
Re: FanFic: Fix you. | Segundo Capítulo
Living with a broken heart
-Dicen que estuvo llorando, dicen muchas cosas y de hecho hay muchas hipótesis.- decía Mercedes a Kurt, Tina y Mike. Los chismes habían corrido como pólvora, casi todos en la escuela sabían que el viernes en la tarde Quinn Fabray había estado llorando.
-No lo sé.- dijo Kurt mientras cerraba su locker.- Mercedes, sabes que aquí nadie tiene nada que hacer y anda inventando cosas y además no me gusta el chisme.- Mercedes miró incrédula a su amigo, si había algo que a Kurt Hummel le gustaba era eso el chisme, siempre era el primero en enterarse de las cosas.
-Bueno, bueno, no es tan descabellado. – intervino por primera vez Tina, quién estaba tomada de la mano de Mike. – Quinn es la reina del drama, no sería raro que ande llorando por los corredores.- terminó de decir Tina.
- Unos dicen que está embarazada…de nuevo.- susurró Mercedes. Kurt y Tina abrieron mucho los ojos.
-No, la verdad no lo creo. Chicos, dejémoslo ahí, la gente le encanta inventar chismes y además tengo clases. – dijo por primera vez Mike, quién no había dicho nada durante toda la conversación.
Tina asintió y entrelazó su mano con la de Mike, sonriéndole. Mercedes y Kurt se dieron una mirada cómplice, que decía claramente que hablarían del tema más tarde.
-¿Han visto a Rachel? – dijo una voz de pronto.
-¿Finn? – preguntaron Tina y Kurt al mismo tiempo.
Finn se veía demacrado, se notaba que había estado corriendo, estaba un poco agitado. Buscaba con la mirada por todos lados a quizá Rachel.
-¿La han visto? – volvió a preguntar.
-No.- respondió Kurt, que ahora pensaba que la ausencia de Rachel era extraña. Mercedes y Tina se miraron entre sí, Finn tenía que haberse vuelto loco. ¿Por qué estaba tan preocupado por Rachel?
-Pero… hay rumores sobre Quinn.- intervino Mike, viendo que la situación era bastante extraña.
-¿Quinn?- preguntó y se notaba la misma preocupación que había mostrado anteriormente por Rachel. - ¿Dónde está Quinn?
- No sabemos.- dijo Mercedes acercándose a Finn.- Finn, ¿Quieres calmarte?
-¿Calmarme? Claro. Pero necesito encontrar a Rachel…Quinn, sí Quinn.- terminó Finn y se fue, dejando a Kurt, Mercedes, Tina y Mike sorprendidos.
---
Rachel Berry caminaba por el pasillo con la cabeza gacha, tenía la sensación que todos la miraban y se reían de ella, tal y como siempre había sido. Pero, los corredores estaban vacíos, es que la muchacha había llegado una hora tarde.
Su padre la había tratado de despertar temprano, pero ella solo se había hecho la dormida. La verdad es que, en todo el fin de semana no había parado de llorar. Y no se sentía con ánimos de nada y mucho menos de ver a Finn.
Tenía clase de español y sintió un dolor muy fuerte al recordar que esa clase la tenía con Finn, no, de ninguna manera entraría a esa clase y se encontraría con Finn, ni que estuviera loca.
Llegó a su locker y lo primero que vio fue la foto de Finn que tenía, recordó que no le había dado tiempo de sacarlo el viernes. Sacó la foto y la arrugó, la alisó un poco y comenzó a llorar, luego la volvió a arrugar y le escupió encima. Dejó su mochila y cerró su locker, no iría a ninguna de sus clases y estaba pensando si iría al Club Glee.
---
Quinn estaba sentada en el patio donde solía practicar todas las tardes las rutinas de la entrenadora Sue. Sonrió con tristeza. Extrañaba aquella época en la que fue una porrista, tenía un status en el colegio; ahora no era nadie, absolutamente nadie.
-Todo por meterme con el bueno para nada de Puck.- murmuró la rubia.
Después de dar a Beth a la mamá de Rachel, se arrepintió. Recordaba muy bien lo miserable que fue por aquel tiempo. Lloraba todas las noches y recordaba muy bien que su madre siempre subía a su habitación con un vaso de leche y la trataba de consolar. Era miserable en ese tiempo y volvía a ser miserable ahora.
-¿Tú también lloras? – la rubia se sobresaltó al escuchar una voz. Estaba totalmente segura que estaba sola y tampoco sabía que estaba llorando.
- No estoy llorando.- dijo la rubia arrastrando las palabras y limpiando algunas lágrimas que caían de su rostro.
No hubo respuesta y por un momento pensó que había imaginado esa voz. No era posible que estuviera volviéndose loca.
-Sí tú lo dices.- escuchó a la voz responder.
Quinn volteó para ver con quién hablaba y grande fue su sorpresa. Sentada a unos cuantos metros de ella, estaba Rachel Berry, la persona con la que menos esperaba encontrarse o simplemente mantener una conversación.
-¿Qué haces hablándome? – volteó a ver a la morena directo a los ojos, con toda la rabia que pudo.- No me hables y no estuve llorando. Puedes quedarte con Finn, no me sirve para nada, es igual o peor que Puck- terminó de decir la rubia mientras se paraba dispuesta a no hablar nunca más con Rachel Berry.
Rachel la tomó del brazo y no la dejo seguir con su camino.
-Suéltame.- dijo la rubia.
-Quinn, no tenemos que tratarnos así. No fue la culpa de ninguna.- susurró la morena con algo de miedo a la posible reacción de la rubia.
-¿Es todo?- preguntó fríamente soltándose del agarre de la morena. Volteó a verla directamente a los ojos.- ¿Ahora vamos a hacer amigas porqué sí? Yo no tengo razones para hablarte. Ni una sola. Las cosas siguen igual Rachel, no nos hicimos amigas o algo por el estilo.- terminó la rubia.
Rachel, se quedo anonada. Pensaba que esto que les había hecho Finn a ambas las podría unir, aunque sea para hablarse. Se había equivocado, Quinn era la misma de siempre, arrogante y no iba a llegar a nada.
La morena sonrió. Estaba segura que ella iba a ser una estrella de Broodway y Quinn se iba a quedar en Ohio con Beth y apenas iba tener que comer. Volvió a sonreír.
---
Con todo la fuerza del mundo Rachel Berry entró al salón de coro. Tomó aire y saludó al Sr. Shue.
-Buenos días Sr. Shue.- saludó la morena con la mejor de sus sonrisas.
Si algo había aprendido de Quinn era no derrumbarse y seguir adelante. Pasó los ojos por todo el salón y vio a cada uno de los chicos que tanto quería. Divisó a Finn. Le sonrío y ella simplemente lo ignoró.
-Buenas tardes querrás decir Rachel.- la morena puso una cara de sorpresa y le echo un vistazo a su reloj. Eran las doce, lo cual significaba que había perdido cuatro horas de clase.
-oh.- exclamó Rachel. Caminó hasta sentarse al lado de Santana. A todos les sorprendió. Santana la miró muy extrañada.- Buenas tardes a todos.- dijo la morena.
Se podía notar la tensión entre Rachel y Finn. Era algo que definitivamente todos se daban cuenta. La morena sentada al lado de Santana, se dio cuenta que la latina y Tina la estaban mirando con la duda pintada en sus rostros. Rachel sacudió la cabeza, indicando que no quería hablar de ello.
El solo hecho de pensar que Santana López quería hablar con ella la asustaba lo suficiente, la asustaba más que Quinn y sus cambios de humor cuando estuvo embarazada. ¿Qué podrían hablar ella y la latina? Santana solo hablaría con Rachel para asesinarla. Quizá Santana había cambiado, la morena lo podía notar.
-Bueno, como todos saben nos tenemos que preparar para las nacionales.- Rachel no tenía idea si es que el Sr. Shue había estado hablando anteriormente o recién estaba hablando, ella estaba perdida en sus pensamientos.
Todo era tan extraño. Tenía a Finn en sus pensamientos y el daño que le hizo, Quinn también estaba en su mente y Santana.
-He estado pensando que podría hacer un solo de Beyoncé. Me han dicho que me parezco mucho a ella.- dijo Mercedes con superioridad. Santana la miró con mucho odio.
-Remedo de Beyoncé dirás.- le dijo Santana a Mercedes.- He pensado que podría cantar Back to black, todos sabemos que lo hice muy bien. Y canto mejor que la enana.- ok, Santana no había cambiado pensó Rachel.
Santana sonrió con autosuficiencia y tomó a Brittany de la mano, a Rachel no se le pasó de percibido. Estaba notando pequeñas cosas extrañas entre las dos mejores amigas.
-Santana acaba de insultarte Rachel.- escuchó que alguien dijo. Vio a quién le pertenecía esa voz, era Finn. – Este es el momento en que peleas con ella por un solo.- terminó Finn.
¿Con qué derecho le hablaba? Rachel aguantó las ganas de llorar.
-Cállate pechos de bebé.- respondió primero Santana.- Por otro lado tiene razón, ¿Enana que te pasa? – preguntó Santana mirando a Rachel.
Todos la estaban mirando, hasta el Sr. Shue. La morena se sintió un poco nerviosa; era cierto que le gustaba ser el centro de atención, pero no de esta manera.
-¿Dónde está Quinn? – preguntó Rachel sorprendiendo a todos.
-No lo sé Rachel, eso es lo que iba a preguntarles.- respondió el Sr. Shue.
-Estará poniendo carteles para poder ganar como reina, pero todos sabemos que no lo hará. Yo y Dave ganaremos. – intervino Santana.- No puedo dejar de sentir pena por ella, tratar de que el pechos de bebé sea el rey….- la latina no pudo terminar lo que iba a decir porque Rachel la calló.
-BASTA SANTANA.- gritó a todo pulmón la morena, que hizo asustar hasta a la mismísima Santana.- Yo y supongo que todos aquí estamos cansados de tu actitud.- dijo Rachel mirando desafiante a la latina.
- La enana sigue enamorada del pechos de bebé, que tierno y la rubia zorra no lo sabe.- dijo Santana riéndose. El Sr. Shue se acercó a las muchachas.
-Santana, esta vez fuiste muy lejos. Retira lo dicho.- dijo el Sr. Shue muy molesto.
-No lo haré.- dijo fríamente la latina.
-Para ya, Rachel tiene razón, lo único que haces es envenenarnos a todos. Tú y tu maldita actitud.- dijo Artie.
-Santana, deja de insultar a todos.- dijo Rachel. – No es nada amable de tu parte.- trató con más cuidado Rachel.
-¿Y es amable querer al novio de tu archienemiga? – atacó la latina.
- ¡Quinn no es mi enemiga! – gritó Rachel. Lo que nadie sabía era que cierta rubia estaba escuchando toda la discusión desde la puerta.- Y mentir sobre quién eres realmente, ¿Eso si está bien? – preguntó la morena mirando a Brittany. Todos miraron extrañados a Rachel, pero Santana no tuvo que hacer preguntas, lo entendió muy bien.
La latina salió corriendo del salón de coro y Rachel creyó ver lágrimas cayendo por su rostro.
-¡Santana espera! – gritaba Brittany tratando de alcanzar a la latina.
-¿Rachel que quisiste decir?- preguntó Tina.- Nadie había hecho sentir a Santana de esa manera antes.- dijo la muchacha sorprendida.
-Eso no importa, todos tenemos que prepararnos para ganar las nacionales. ¿No es así Sr. Shue?- todos miraron sorprendidos a Quinn, estaba parada en la puerta, nadie sabía desde cuándo había estado ahí. La rubia miró a Rachel y le sonrió, y también miró a Finn, solamente lo miró desafiante.
-Quinn tiene razón. Todos a practicar.- ordenó el Sr. Shue.
---
La comida del Mckinley no era la mejor, en realidad la comida de ningún colegio de Ohio lo era. Eran cosas grasosas y jamás tenían sabor, es por eso que la rubia prefería traer su propia comida.
Le resultaba muy raro por qué razón había cubierto la mentira de Santana. Ella sabía muy bien que la latina la insultaba y hablaba a sus espaldas. Pero se acordaba muy bien que conocía a Santana desde que tenían diez años y además la latina guardó el secreto de su embarazo por tres meses. Quizá se lo debía.
Ahora quería saber porque estaba dejando de odiar a Rachel, aunque si lo pensaba bien jamás había odiado realmente a Rachel, solo se había acostumbrado a ese hecho. Ambas sabían que las cosas debían ser así.
-Así que… sabes lo de Santana.- escuchó que alguien le decía. Escuchó que jalaban una silla para sentarse a su lado.
-¿Quién no lo sabe? – la rubia soltó una risita irónica.- Ella es la única que no quiere ver que su mentira se está acabando.- dijo Quinn mirando a Rachel a los ojos.
-Sí, pero no entiendo porque lo hiciste. No es como si ella fuese una buena persona contigo. – murmuró Rachel.
- Se lo debía. Ella no dijo nada cuando se enteró lo de mi embarazo. – dijo Quinn agitando su jugo.
-¿Ella lo supo primero? – preguntó una sorprendida Rachel.
Quinn no respondió. El silencio rondó entre ellas como dos minutos, pero no era una situación incómoda.
-Lo siento.- se disculpó Rachel.
-No te disculpes.- dijo Quinn.- nadie realmente sabe muchas cosas sobre mí. Santana se enteró por casualidad.- la rubia se encogió de hombros.
Rachel solo le sonrió.
-Bueno, me voy, tengo que pensar que hacer para las nacionales.- se disculpó Rachel, levantándose de la silla.
La morena se sentía bien. Había hecho lo correcto con Santana y con Quinn. Ahora no era como que se odiasen.
-Rachel.- la morena se quedó parada en medio del comedor, sintió muchas miradas en ella. – Sería un honor que cantaras conmigo una canción en Glee.- dijo la rubia sonriendo.
Rachel asintió sorprendida y le devolvió la sonrisa.
Dressa.** - Mensajes : 83
Fecha de inscripción : 04/10/2011
Edad : 30
Re: FanFic: Fix you. | Segundo Capítulo
Si! un fic Faberry <3 es mi otp imaginaria me gusta mucho todavía no se muy bien que ha hecho Finn pero se que me va a caer mal :P Espero leer el próximo :)
shegleek- -
Mensajes : 1344
Fecha de inscripción : 02/07/2011
Edad : 28
Re: FanFic: Fix you. | Segundo Capítulo
Lo han leído muchas personas y eso me hace feliz xD pero no sean tímidos comenten, así me entero que cosas pueden faltar en el fic. En fin, capítulo dos :D
Finn Hudson estaba sentando en el balcón de su habitación con su teléfono en las manos, pensando si llamar o simplemente dejar un texto a Quinn sería malo o bueno.
Lo que sabía es que nada de lo que había hecho era bueno. Quería de alguna manera arreglar las cosas, si es que aún podía. Es que toda esta situación era muy difícil para él; sabía que para Rachel o Quinn esto no era fácil, pero lo que ellas no sabían era que él también estaba pasando momentos terribles. No era fácil darte cuenta que estás enamorado de dos personas.
Guardó su teléfono en el bolsillo de su pantalón, tenía el presentimiento que era una mala idea. Lo sabía porque cuando miró a Rachel y Quinn en el club Glee ninguna de las dos lo miraron, pasaron de él. Escuchó ruido proveniente del primer piso.
-¡Finn! – escuchó que su hermano lo llamaba.
No quería hablar con nadie. No tenía cabeza para hablar con alguien, ni siquiera con Kurt, que últimamente había estado apoyándolo bastante.
-Finn, ¿quisieras bajar? Estamos cenando y además compré unas cosas para ti.- escuchó que Kurt decía desde la puerta de su habitación.
-No tengo ganas de nada.
-¿Es por lo de Rachel y Quinn?
-¿Qué?- dijo un asustado y sorprendido Finn.
-No sé qué pasó entre ustedes tres. Pero ninguna se notaba bien hoy.- terminó de decir Kurt. Quería saber que pasaba entre los tres, tenía curiosidad, pero por otro lado quería ayudar a su hermano.
- Yo tampoco sé que pasa.- murmuró Finn.
--
La lluvia caía fuerte en la calle, la rubia estaba empapada de pies a cabeza. No tenía carro desde hacía hace dos semanas, su padre se lo había llevado a “arreglarlo”, aunque ella sabía que en realidad lo había hecho por molestarla. A pesar que había pasado un año y medio, seguía sin poder perdonarle su embarazo.
-¿Por qué estoy aquí? – preguntó la rubia a la morena que tenía en frente. Estaban en el carro de la morena, y a decir verdad Quinn se sentía un poco intimidada.
-Porque quiero saber porque no dijiste nada.- dijo en un murmuro la morena, al parecer con temor a que la escucharan. – Tenías todo para destruirme en ese preciso momento, estaban todos presentes.- Quinn se acomodó mejor en su asiento y se quitó la bufanda negra que llevaba puesta.
-¿De veras me crees tan mala persona? – preguntó en un susurro la rubia. La morena alzó una de sus cejas en signo de que no le creía nada.- Está bien, a veces puedo ser un poco vengativa. Pero yo te debía un favor.- dijo la rubia con una sonrisa en el rostro.
-Cierto, no dije nada cuándo me enteré que estabas embarazada. – dijo Santana mirando directamente a la rubia.- ¿No dirás nada? Por favor.- rogó Santana.
Quinn se sorprendió viendo a Santana López rogándole algo. La latina se debería sentir muy asustada, en cierta forma la rubia la entendía. Ella había tratado de esconder su embarazo lo más que pudo, hasta que su vientre la delató. Santana la había ayudado.
-No. No diré nada, dilo cuando te sientas lista.- susurró la rubia tomada de la mano de la latina, la pudo ver llorando en silencio.- Solo quiero que me ayudes con Finn.- dijo con determinación Quinn.
-¿Qué pasa con él? ¿Quieres que desaparezca a la enana? – preguntó entre risas Santana.
-Rachel es una víctima como yo.- Santana la miró con los ojos muy abiertos.- Te lo contaré cuando esté lista, no ahora.- terminó de decir la rubia.
-¿Qué es lo que puedo hacer yo? – preguntó la latina.
-No lo sé. Tú siempre sabes qué hacer cuando alguien te hace daño.- susurró la rubia.
-Veré que puedo hacer.- la latina encendió el auto.- ¿Te llevo a algún lugar?- preguntó Santana en un susurro.
-La casa de Rachel. ¿Conoces? – A pesar de sus sorpresa Santana asintió.- Es solo una cosa que estamos preparando.- le explicó Quinn, aunque sabía que no tenía que darle explicaciones.
---
Nunca quise que esto terminara así. Te quiero.
-¡No te atrevas a escribirme de nuevo! – gritaba una muy exaltada Rachel en el teléfono.- Yo no existo para ti y tú no existes para mí. Así son las cosas Finn.- susurró Rachel con lágrimas en sus ojos. La rubia que estaba sentada en su cama se sintió mal, así que tomó el teléfono de Rachel, dejando que la morena se calmara.
-¿Finn? – Preguntó primero Quinn.- Yo no sé si tú conoces la palabra vergüenza, ¿Cómo te atreves a llamar a Rachel?- la rubia hablaba más tranquila, pero con mucha rabia.- Deja de llamarla, o a mí.- cortó la comunicación.
Quinn se sentó al lado de su nueva amiga. Rachel se encontraba llorando sin consuelo y la rubia le faltaba poco para acompañarla, pero se acordó de Santana y la fortaleza que siempre mostraba y ella siempre había admirado.
La rubia abrazó por los hombros a la morena.
-Rachel, el no vale nuestras lágrimas.- le dijo Quinn a Rachel, a pesar de la fortaleza que trataba de mostrar, se le caían algunas lágrimas.
-Yo… yo creía que él iba a ser mi alguien especial.- sollozaba Rachel.
-Yo creía que él iba a estar para siempre conmigo y que él, Beth y yo íbamos a ser una familia perfecta.- confesó la rubia.
-Creíamos que era una buena persona.- se rió Rachel con tristeza.- Nos equivocamos, solo espero que conozcamos a ese alguien.- dijo la morena sonriendo. Quinn se sintió rara en ese momento, Rachel tenía una sonrisa hermosa y le gustaba verla sonreír.
---
-¿Qué le hiciste?- Finn miró quién le hablaba, era Santana López.
-¿Qué le hice a quién? - preguntó Finn sin entender una sola palabra de la que estaba diciendo la latina.
-No te hagas feto.- respondió Santana. Finn odiaba los sobrenombres que le ponía Santana.- A Rachel y Quinn.- Finn se quedó callado y Santana sonrió.- Quinn es mi amiga y cualquier cosa que le hayas hecho la vas a pagar.- susurró la latina muy cerca del muchacho.
Dejó que Santana siguiera su camino y él se quedó en medio del pasillo. Pensaba en cómo Santana se habría enterado, pero sabía con qué destruirla perfectamente.
-Aún no sales del clóset. ¿No Santana? – dijo con una enorme sonrisa.
En ese momento pasaron muchas cosas. Santana volteó a enfrentar a Finn. Finn se acercó más a la latina, quería ver su reacción; pero en ese preciso momento apareció una rubia interponiéndose entre el chico y la latina.
Solo se escuchó el ruido de la cachetada tan fuerte que le propino la pequeña rubia a Finn. Todos se quedaron mirando la escena.
-¡No te atrevas! – Gritó a todo pulmón Quinn.- No te atrevas pedazo de nada. Yo se lo dije a Santana y en todo caso con quién tienes que desquitarte es conmigo, no con ella.- dijo un poco más calmada Quinn, a su lado estaba la latina muy sorprendida y con algunas lágrimas en su rostro, lágrimas de miedo.
-Quinn, lo… lo siento.- susurró Finn.
-Santana es una buena persona.- dijo la rubia tomando de la mano a la latina.- Lo que tú nos hiciste fue asqueroso. No te acerques a nosotras, ni mucho menos a Santana.- y con eso la rubia y la latina dejaron el pasillo, para ir a su primera clase.
---
Cuando las dos personas que se pararon en medio del salón de coro juntas y tomadas de la mano, nadie lo podría creer. Todos estaban muy sorprendidos, eran personas que se tenían un odio mutuo o eso pensaron.
-No nos miren así.- rompió el silencio la morena.- No hay más disputas entre nosotras.- dijo la morena sonriente. Soltaron sus manos.
-Es increíble lo que el dolor hace.- agregó la rubia.- Pero hizo algo bueno, descubrí a una amiga y ahora Rachel y yo queremos cantar algo.- todos seguían en estado de shock.- Esta canción se llama Broken y es de Lifehouse.-
La canción era realmente lenta, perfecta para Quinn, pero Rachel tenía que hacer un poco más de esfuerzo en algunas notas. Era la canción perfecta para lo que ellas estaban sintiendo en ese preciso momento.
Finn las miraba con mucha tristeza. Sabía muy bien que esa canción era por lo que él les había hecho, cada palabra era como un cuchillo que incrustaban en su cuerpo y no pudo evitar que se le salieran algunas lágrimas.
Rachel y Quinn estaban llorando. Todos estaban mirándolas muy sorprendidos y algunos estaban mirando a Finn también, definitivamente algo había pasado entre los tres.
Cuando terminó la canción, el salón de coro se quedó en silencio. Rachel abrazó a Quinn y comenzó a llorar, la rubia la trataba de calmar pero ella se sentía igual que la morena, así que terminó llorando ella también.
-Chicas, pueden ir al baño si así lo desean.- dijo el Sr. Shue. Quinn asintió y ayudó a Rachel para salir del salón.- Una canción maravillosa por cierto.- terminó de decir el Sr. Shue.
---
El vestido que había comprado para la fiesta no le quedaba bien. Había pensado que era el vestido perfecto, pero ahora no le entraba y lo veía muy corto. Quizá ella había engordado en las últimas semanas o simplemente ya no le gustaba ese vestido.
-Me veo horrible.- dijo mirando su reflejo en el espejo.- Y no tengo con quién ir al estúpido baile.- la rubia hizo una mueca de disgusto y se sentó a lado de su amiga.
-Ve sola, como Britt.- dijo la latina mientras terminaba de pintarse las uñas.
-No puedo, no sería adecuado.- Quinn le quitó de las manos el esmalte para ver que marca era y que color era.- Y Brittany no debería ir sola, tú la debiste…-
-No lo digas.- sentenció Santana. – Quinn, no estoy lista.- la rubia asintió.
El baile era en tres días y todas las muchachas estaban muy emocionadas. Algunas por ser la reina, otras por los vestidos y el maquillaje y otras solo por las parejas con las que iban a ir. Pero, Quinn, definitivamente no tenía ganas de ir, sólo lo hacía por su mamá.
Ella había pensado en ir con Finn. En ser la reina y él su rey. Pero todo había cambiado hacia una semana.
-Voy a ir con Dave y seremos los reyes más sexys de la historia.- dijo entre risas Santana. Quinn solo asintió sonriendo. - ¿Por qué no vas con Rachel? – la rubia se sorprendió mucho ante la pregunta de latina. Santana vio su reacción.- Quinn, es tu amiga, no hay nada de malo.- susurró la latina.
-¿Sí? Y ¿por qué no vas con Britt? Es solo tu amiga.- atacó la rubia.
-Es… eso es muy diferente.- Santana había terminado de pintarse las uñas, se echó en su cama y jaló a Quinn de la mano, haciendo que la rubia cayera a su lado.- Pueden hacer citas dobles. Sam no tiene con quien ir.- dijo la latina sonriendo.
-Puede ser.- dijo entre risas la rubia, Santana le hacía cosquillas. Sintió algo húmedo en su cuello que la hizo reír aún más. Santana le había dado un beso en el cuello y se había sentido bien.
---
-¿Sam? ¿Evans? – La voz de Rachel podía ser muy chillona a veces, pensó Quinn.- Nunca he tenido una conversación propia con él. ¿No crees que sería muy extraño? – preguntó la morena. Se acomodó mejor en la silla y con la mano que le quedaba libre trató de batir la crema que tenía en el tazón.
-Rachel, no es raro. Sam es un buen tipo.- dijo la rubia mordiendo su labio inferior.- No
tenemos otra opción.- Quinn trató de hacer entrar en razón a su nueva amiga.
Habían estado hablando hacía treinta minutos en el teléfono, Quinn había estado muy sorprendida de todo lo que podía hablar con Rachel. Hasta que la rubia tocó el tema del baile, la morena se había puesto a llorar y la rubia hizo todo para consolarla, hasta que llegaron al tema de Sam y Rachel se había negado como un millón de veces.
-No sé.- Rachel dejó la cuchara con la que estaba batiendo y comió un poco de la crema que estaba haciendo.- ¿Quieres ir con él? – preguntó la morena, Quinn rodó los ojos.
-No es como si tuviéramos otra opción.- la rubia estuvo rezando para que la morena aceptase, y para que el rubio también lo hiciera.
-Está bien.- Quinn sonrió. – Estoy haciendo pastelillos, ¿Quieres que te lleve unos mañana? – le preguntó a la rubia, mientras se llevaba un dedo lleno de crema a la boca.
-¿Cocinas? Bueno, está bien.- la morena sonrió.- Rachel me gusta hablar contigo.- confesó la rubia.
-Es raro esto de ser amigas.- dijo entre risas Rachel.
-Sí, pero me gusta. Por primera vez siento que tengo una amiga de verdad.
Capítulo 2: Una amiga
Finn Hudson estaba sentando en el balcón de su habitación con su teléfono en las manos, pensando si llamar o simplemente dejar un texto a Quinn sería malo o bueno.
Lo que sabía es que nada de lo que había hecho era bueno. Quería de alguna manera arreglar las cosas, si es que aún podía. Es que toda esta situación era muy difícil para él; sabía que para Rachel o Quinn esto no era fácil, pero lo que ellas no sabían era que él también estaba pasando momentos terribles. No era fácil darte cuenta que estás enamorado de dos personas.
Guardó su teléfono en el bolsillo de su pantalón, tenía el presentimiento que era una mala idea. Lo sabía porque cuando miró a Rachel y Quinn en el club Glee ninguna de las dos lo miraron, pasaron de él. Escuchó ruido proveniente del primer piso.
-¡Finn! – escuchó que su hermano lo llamaba.
No quería hablar con nadie. No tenía cabeza para hablar con alguien, ni siquiera con Kurt, que últimamente había estado apoyándolo bastante.
-Finn, ¿quisieras bajar? Estamos cenando y además compré unas cosas para ti.- escuchó que Kurt decía desde la puerta de su habitación.
-No tengo ganas de nada.
-¿Es por lo de Rachel y Quinn?
-¿Qué?- dijo un asustado y sorprendido Finn.
-No sé qué pasó entre ustedes tres. Pero ninguna se notaba bien hoy.- terminó de decir Kurt. Quería saber que pasaba entre los tres, tenía curiosidad, pero por otro lado quería ayudar a su hermano.
- Yo tampoco sé que pasa.- murmuró Finn.
--
La lluvia caía fuerte en la calle, la rubia estaba empapada de pies a cabeza. No tenía carro desde hacía hace dos semanas, su padre se lo había llevado a “arreglarlo”, aunque ella sabía que en realidad lo había hecho por molestarla. A pesar que había pasado un año y medio, seguía sin poder perdonarle su embarazo.
-¿Por qué estoy aquí? – preguntó la rubia a la morena que tenía en frente. Estaban en el carro de la morena, y a decir verdad Quinn se sentía un poco intimidada.
-Porque quiero saber porque no dijiste nada.- dijo en un murmuro la morena, al parecer con temor a que la escucharan. – Tenías todo para destruirme en ese preciso momento, estaban todos presentes.- Quinn se acomodó mejor en su asiento y se quitó la bufanda negra que llevaba puesta.
-¿De veras me crees tan mala persona? – preguntó en un susurro la rubia. La morena alzó una de sus cejas en signo de que no le creía nada.- Está bien, a veces puedo ser un poco vengativa. Pero yo te debía un favor.- dijo la rubia con una sonrisa en el rostro.
-Cierto, no dije nada cuándo me enteré que estabas embarazada. – dijo Santana mirando directamente a la rubia.- ¿No dirás nada? Por favor.- rogó Santana.
Quinn se sorprendió viendo a Santana López rogándole algo. La latina se debería sentir muy asustada, en cierta forma la rubia la entendía. Ella había tratado de esconder su embarazo lo más que pudo, hasta que su vientre la delató. Santana la había ayudado.
-No. No diré nada, dilo cuando te sientas lista.- susurró la rubia tomada de la mano de la latina, la pudo ver llorando en silencio.- Solo quiero que me ayudes con Finn.- dijo con determinación Quinn.
-¿Qué pasa con él? ¿Quieres que desaparezca a la enana? – preguntó entre risas Santana.
-Rachel es una víctima como yo.- Santana la miró con los ojos muy abiertos.- Te lo contaré cuando esté lista, no ahora.- terminó de decir la rubia.
-¿Qué es lo que puedo hacer yo? – preguntó la latina.
-No lo sé. Tú siempre sabes qué hacer cuando alguien te hace daño.- susurró la rubia.
-Veré que puedo hacer.- la latina encendió el auto.- ¿Te llevo a algún lugar?- preguntó Santana en un susurro.
-La casa de Rachel. ¿Conoces? – A pesar de sus sorpresa Santana asintió.- Es solo una cosa que estamos preparando.- le explicó Quinn, aunque sabía que no tenía que darle explicaciones.
---
Nunca quise que esto terminara así. Te quiero.
-¡No te atrevas a escribirme de nuevo! – gritaba una muy exaltada Rachel en el teléfono.- Yo no existo para ti y tú no existes para mí. Así son las cosas Finn.- susurró Rachel con lágrimas en sus ojos. La rubia que estaba sentada en su cama se sintió mal, así que tomó el teléfono de Rachel, dejando que la morena se calmara.
-¿Finn? – Preguntó primero Quinn.- Yo no sé si tú conoces la palabra vergüenza, ¿Cómo te atreves a llamar a Rachel?- la rubia hablaba más tranquila, pero con mucha rabia.- Deja de llamarla, o a mí.- cortó la comunicación.
Quinn se sentó al lado de su nueva amiga. Rachel se encontraba llorando sin consuelo y la rubia le faltaba poco para acompañarla, pero se acordó de Santana y la fortaleza que siempre mostraba y ella siempre había admirado.
La rubia abrazó por los hombros a la morena.
-Rachel, el no vale nuestras lágrimas.- le dijo Quinn a Rachel, a pesar de la fortaleza que trataba de mostrar, se le caían algunas lágrimas.
-Yo… yo creía que él iba a ser mi alguien especial.- sollozaba Rachel.
-Yo creía que él iba a estar para siempre conmigo y que él, Beth y yo íbamos a ser una familia perfecta.- confesó la rubia.
-Creíamos que era una buena persona.- se rió Rachel con tristeza.- Nos equivocamos, solo espero que conozcamos a ese alguien.- dijo la morena sonriendo. Quinn se sintió rara en ese momento, Rachel tenía una sonrisa hermosa y le gustaba verla sonreír.
---
-¿Qué le hiciste?- Finn miró quién le hablaba, era Santana López.
-¿Qué le hice a quién? - preguntó Finn sin entender una sola palabra de la que estaba diciendo la latina.
-No te hagas feto.- respondió Santana. Finn odiaba los sobrenombres que le ponía Santana.- A Rachel y Quinn.- Finn se quedó callado y Santana sonrió.- Quinn es mi amiga y cualquier cosa que le hayas hecho la vas a pagar.- susurró la latina muy cerca del muchacho.
Dejó que Santana siguiera su camino y él se quedó en medio del pasillo. Pensaba en cómo Santana se habría enterado, pero sabía con qué destruirla perfectamente.
-Aún no sales del clóset. ¿No Santana? – dijo con una enorme sonrisa.
En ese momento pasaron muchas cosas. Santana volteó a enfrentar a Finn. Finn se acercó más a la latina, quería ver su reacción; pero en ese preciso momento apareció una rubia interponiéndose entre el chico y la latina.
Solo se escuchó el ruido de la cachetada tan fuerte que le propino la pequeña rubia a Finn. Todos se quedaron mirando la escena.
-¡No te atrevas! – Gritó a todo pulmón Quinn.- No te atrevas pedazo de nada. Yo se lo dije a Santana y en todo caso con quién tienes que desquitarte es conmigo, no con ella.- dijo un poco más calmada Quinn, a su lado estaba la latina muy sorprendida y con algunas lágrimas en su rostro, lágrimas de miedo.
-Quinn, lo… lo siento.- susurró Finn.
-Santana es una buena persona.- dijo la rubia tomando de la mano a la latina.- Lo que tú nos hiciste fue asqueroso. No te acerques a nosotras, ni mucho menos a Santana.- y con eso la rubia y la latina dejaron el pasillo, para ir a su primera clase.
---
Cuando las dos personas que se pararon en medio del salón de coro juntas y tomadas de la mano, nadie lo podría creer. Todos estaban muy sorprendidos, eran personas que se tenían un odio mutuo o eso pensaron.
-No nos miren así.- rompió el silencio la morena.- No hay más disputas entre nosotras.- dijo la morena sonriente. Soltaron sus manos.
-Es increíble lo que el dolor hace.- agregó la rubia.- Pero hizo algo bueno, descubrí a una amiga y ahora Rachel y yo queremos cantar algo.- todos seguían en estado de shock.- Esta canción se llama Broken y es de Lifehouse.-
La canción era realmente lenta, perfecta para Quinn, pero Rachel tenía que hacer un poco más de esfuerzo en algunas notas. Era la canción perfecta para lo que ellas estaban sintiendo en ese preciso momento.
Finn las miraba con mucha tristeza. Sabía muy bien que esa canción era por lo que él les había hecho, cada palabra era como un cuchillo que incrustaban en su cuerpo y no pudo evitar que se le salieran algunas lágrimas.
Rachel y Quinn estaban llorando. Todos estaban mirándolas muy sorprendidos y algunos estaban mirando a Finn también, definitivamente algo había pasado entre los tres.
Cuando terminó la canción, el salón de coro se quedó en silencio. Rachel abrazó a Quinn y comenzó a llorar, la rubia la trataba de calmar pero ella se sentía igual que la morena, así que terminó llorando ella también.
-Chicas, pueden ir al baño si así lo desean.- dijo el Sr. Shue. Quinn asintió y ayudó a Rachel para salir del salón.- Una canción maravillosa por cierto.- terminó de decir el Sr. Shue.
---
El vestido que había comprado para la fiesta no le quedaba bien. Había pensado que era el vestido perfecto, pero ahora no le entraba y lo veía muy corto. Quizá ella había engordado en las últimas semanas o simplemente ya no le gustaba ese vestido.
-Me veo horrible.- dijo mirando su reflejo en el espejo.- Y no tengo con quién ir al estúpido baile.- la rubia hizo una mueca de disgusto y se sentó a lado de su amiga.
-Ve sola, como Britt.- dijo la latina mientras terminaba de pintarse las uñas.
-No puedo, no sería adecuado.- Quinn le quitó de las manos el esmalte para ver que marca era y que color era.- Y Brittany no debería ir sola, tú la debiste…-
-No lo digas.- sentenció Santana. – Quinn, no estoy lista.- la rubia asintió.
El baile era en tres días y todas las muchachas estaban muy emocionadas. Algunas por ser la reina, otras por los vestidos y el maquillaje y otras solo por las parejas con las que iban a ir. Pero, Quinn, definitivamente no tenía ganas de ir, sólo lo hacía por su mamá.
Ella había pensado en ir con Finn. En ser la reina y él su rey. Pero todo había cambiado hacia una semana.
-Voy a ir con Dave y seremos los reyes más sexys de la historia.- dijo entre risas Santana. Quinn solo asintió sonriendo. - ¿Por qué no vas con Rachel? – la rubia se sorprendió mucho ante la pregunta de latina. Santana vio su reacción.- Quinn, es tu amiga, no hay nada de malo.- susurró la latina.
-¿Sí? Y ¿por qué no vas con Britt? Es solo tu amiga.- atacó la rubia.
-Es… eso es muy diferente.- Santana había terminado de pintarse las uñas, se echó en su cama y jaló a Quinn de la mano, haciendo que la rubia cayera a su lado.- Pueden hacer citas dobles. Sam no tiene con quien ir.- dijo la latina sonriendo.
-Puede ser.- dijo entre risas la rubia, Santana le hacía cosquillas. Sintió algo húmedo en su cuello que la hizo reír aún más. Santana le había dado un beso en el cuello y se había sentido bien.
---
-¿Sam? ¿Evans? – La voz de Rachel podía ser muy chillona a veces, pensó Quinn.- Nunca he tenido una conversación propia con él. ¿No crees que sería muy extraño? – preguntó la morena. Se acomodó mejor en la silla y con la mano que le quedaba libre trató de batir la crema que tenía en el tazón.
-Rachel, no es raro. Sam es un buen tipo.- dijo la rubia mordiendo su labio inferior.- No
tenemos otra opción.- Quinn trató de hacer entrar en razón a su nueva amiga.
Habían estado hablando hacía treinta minutos en el teléfono, Quinn había estado muy sorprendida de todo lo que podía hablar con Rachel. Hasta que la rubia tocó el tema del baile, la morena se había puesto a llorar y la rubia hizo todo para consolarla, hasta que llegaron al tema de Sam y Rachel se había negado como un millón de veces.
-No sé.- Rachel dejó la cuchara con la que estaba batiendo y comió un poco de la crema que estaba haciendo.- ¿Quieres ir con él? – preguntó la morena, Quinn rodó los ojos.
-No es como si tuviéramos otra opción.- la rubia estuvo rezando para que la morena aceptase, y para que el rubio también lo hiciera.
-Está bien.- Quinn sonrió. – Estoy haciendo pastelillos, ¿Quieres que te lleve unos mañana? – le preguntó a la rubia, mientras se llevaba un dedo lleno de crema a la boca.
-¿Cocinas? Bueno, está bien.- la morena sonrió.- Rachel me gusta hablar contigo.- confesó la rubia.
-Es raro esto de ser amigas.- dijo entre risas Rachel.
-Sí, pero me gusta. Por primera vez siento que tengo una amiga de verdad.
Dressa.** - Mensajes : 83
Fecha de inscripción : 04/10/2011
Edad : 30
Re: FanFic: Fix you. | Segundo Capítulo
Esperamos tu respuesta
Emy_Rodriguez Groff- -
Mensajes : 1446
Fecha de inscripción : 25/05/2011
Edad : 43
Re: FanFic: Fix you. | Segundo Capítulo
me encanta tu fic continualo porfa !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!11111
ceserrat********- - Mensajes : 643
Fecha de inscripción : 26/10/2011
Edad : 25
Re: FanFic: Fix you. | Segundo Capítulo
adore tu fanfic al principio me dio ganas de llorar.... pero lugo me dio curiosidad jejeje espero el proximo capitulo!!!!
Invitado- Invitado
Re: FanFic: Fix you. | Segundo Capítulo
Equipo Moderadores de Zona Fan Fics
Emy_Rodriguez Groff- -
Mensajes : 1446
Fecha de inscripción : 25/05/2011
Edad : 43
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun Mar 14, 2022 3:20 pm por Laidy T
» Busco fanfic brittana
Lun Feb 28, 2022 10:01 pm por lana66
» Busco fanfic
Sáb Nov 21, 2020 2:14 pm por LaChicken
» [Resuelto]Brittana: (Adaptación) El Oscuro Juego de SATANÁS... (Gp Santana) Cap. 7 Cont. Cap. 8
Jue Sep 17, 2020 12:07 am por gaby1604
» [Resuelto]FanFic Brittana: La Esposa del Vecino (Adaptada) Epílogo
Mar Sep 08, 2020 9:19 am por Isabella28
» Brittana: Destino o Accidente (GP Santana) Actualizado 17-07-2017
Dom Sep 06, 2020 10:27 am por Isabella28
» [Resuelto]Mándame al Infierno pero Besame (adaptación) Gp Santana Cap. 18 y Epilogo
Vie Sep 04, 2020 12:54 am por gaby1604
» Fic Brittana----Más aya de lo normal----(segunda parte)
Mar Ago 25, 2020 7:50 pm por atrizz1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Lun Ago 03, 2020 5:10 pm por marthagr81@yahoo.es
» Que pasó con Naya?
Miér Jul 22, 2020 6:54 pm por marthagr81@yahoo.es
» [Resuelto]FanFic Brittana: Medianoche V (Adaptada) Cap 31
Jue Jul 16, 2020 7:16 am por marthagr81@yahoo.es
» No abandonen
Miér Jun 17, 2020 3:17 pm por Faith2303
» FanFic Brittana: " Glimpse " Epilogo
Vie Abr 17, 2020 12:26 am por Faith2303
» FanFic Brittana: Pídeme lo que Quieras 4: Y Yo te lo Daré (Adaptada) Epílogo
Lun Ene 20, 2020 1:47 pm por thalia danyeli
» Brittana, cafe para dos- Capitulo 16
Dom Oct 06, 2019 8:40 am por mystic
» brittana. amor y hierro capitulo 10
Miér Sep 25, 2019 9:29 am por mystic
» holaaa,he vuelto
Jue Ago 08, 2019 4:33 am por monica.santander
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Miér Mayo 08, 2019 9:25 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Comportamiento (Adaptada) Epílogo
Miér Abr 10, 2019 9:29 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Justicia V (Adaptada) Epílogo
Lun Abr 08, 2019 8:29 pm por 23l1