One Shot: Jessie's Girl

Jessie's Girl

¿Cuánto tiempo puede aguantar una persona guardando un secreto? ¿Cuánto tiempo puede una persona ocultar quien realmente es? ¿Cuánto daño puede causar a una persona no ser sincera consigo misma? Y… ¿cuánto dolor puede causar un amor no correspondido?

La sangre estaba por todo el baño, había enormes charcos de ella. Le gustaba ver su sangre, de alguna manera la hacía sentirse mejor, sabía que aunque la gente no lo entendiera, cortarse las venas, le daba un placer y se sentía bien consigo misma. Quizá había perdido la cabeza, pero no había nada que no haya hecho ya en su vida.

Sonrió y se miró en el espejo. Su cabello estaba hecho un desastre y su inmaculada blusa blanca estaba manchada con sangre, típico, esto siempre pasaba. Abrió la gaveta donde solía guardar sus camisetas y se puso una limpia, la blusa la puso en una bolsa negra y la tiró al basurero.

El ya muy familiar adormecimiento se hizo presente en su brazo izquierdo. Tomó una gasa de su botiquín personal, se la puso y luego envolvió su mano en una venda. Nunca hacía cortes muy profundos porque sabía que se moriría, y aún tenía la esperanza de vivir por ella.

-¡Quinn! – escuchó que la llamaron desde la primera planta.

-¡Voy! – gritó en respuesta.

Guardó su botiquín y se miró una vez más en el espejo. Se acomodó el cabello con sus manos, se puso un gancho para sujetar algunos cabellos que se le caían en la cara. Jaló la tirita de su brassier y se echó agua en la cara. Miró la venda y se aseguró que estuviera bien ajustada. Después de eso bajó al primer piso.
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-¿Creíste que no me iba a dar cuenta? – la rubia tenía su mano vendada escondida y lágrimas en su rostro. – Quinn, respóndeme.- exigió la otra muchacha.

-¡Santana basta! -

-No, Quinn te estás lastimando, eso no está bien.- Santana bajó un poco la voz y acomodó su falda.- Uno de estos días me voy a dar con la sorpresa que estás muerta y me voy a sentir culpable.- murmuró la latina.

-No es tu culpa, mi asquerosa existencia.- Quinn se llevó un cigarrillo a la boca y se encogió de hombros.

-¡Quinn! – gritó Santana y algunos muchachos voltearon a verla.- Maldita sea, me importas, eres mi amiga.- Santana tomó a Quinn de la mano y la llevó a un lugar más alejado.- ¿Por qué estás haciendo esto? – preguntó Santana.

-Porque yo me doy asco.- murmuró Quinn y se puso el cigarro en la mano. La latina fue más rápida y le quito el cigarro. - ¡Santana no es tu problema! – Quinn tomó el bolso del pasto y se lo acomodó en su hombro.

-No voy a ver cómo te matas poco a poco.- esta vez Quinn pudo mirar las lágrimas en el rostro de Santana.

-Es que no entiendes nada, nadie entiende nada.- Quinn hizo un gesto de frustración con los brazos, pero se encogió de dolor. La latina la miró asustada.- No es nada, pasa todo el tiempo.- Quinn se encogió de hombros y comenzó a caminar, dejando sola a la porrista.

Santana se quedó con la boca abierta. Fue más rápida y corrió detrás de Quinn.

-¿Cuánto tiempo vienes haciendo esta mierda? – preguntó Santana. Quinn volteó a verla, con cara de enojo.

-Santana, déjame sola.- Santana se quedó parada, sin moverse.- Si tanto te preocupo te diré lo que pasa. No soy estúpida, no me voy a matar, sé cómo hacer cortes no tan profundos.- Quinn se acomodó el cabello en una cola de caballo.- ¿Feliz? – Santana negó.

-¿Si no quieres matarte, porqué lo haces? – La latina tenía una cara de frustración.- Quinn, mierda, me asustas.-

Quinn se quedó callada. No quería admitir ante Santana que tenía alguien por quién vivir. No quería admitir que tenía la pequeña ilusión, de que ella la quería también, que algún día iba a dejar a su novio e iría por la rubia. Serían felices por siempre. Pero Quinn sabía que no existía el “felices por siempre”

-¡Chicas!- una muy aguda voz dijo. A Quinn casi se le sale el corazón del pecho.- ¡Hoy tenemos práctica a las cuatro para las regionales! – Santana fulminó con la mirada a Rachel.

-Primero, deja de gritar en mi oído.- Rachel se alejó de Santana.- Y segundo. ¿Qué caso tiene practicar, si igual perderemos? – Santana se encogió de hombros y volvió a concentrarse en su rubia amiga.

-Santana, ¿Por qué dices eso?

-Porque, querida Rachel. Tú le estás dando toda la información a tu querido noviecito.- dijo Quinn con la mejor voz de odio que pudo. Aunque era algo difícil, porque le estaba hablando a la razón de todo.

-No porque Jessie sea mi novio, significa que él sabe todo lo que New Directions hace, señorita perfecta.- Quinn se sintió incómoda. Aunque sabía que se merecía el odio de Rachel.

- Está bien enana, estaremos ahí.- Santana se encogió de hombros y Rachel se fue.

- Es tan irritante, no sé cómo puedo seguir en el club con ella rondando.- Quinn trató de cambiar de tema.

-Quinn, ¿Acaso…- Santana miró a todos lados.- ¿Acaso te gusta Rachel? –

Quinn sintió que un balde de agua fría le caía en el cuerpo. ¿Qué demonios? ¿Había sido demasiado obvia? ¿Cómo Santana había sido capaz de darse cuenta? Las lágrimas comenzaron a bañar su rostro. La rubia murmuró un sí.

-¡Rayos! – Dijo Santana.- ¿Es por ella… que te haces eso en las manos? – preguntó la latina frunciendo el ceño.

-Ella tiene a Jessie, y yo no tengo nada.- respondió la rubia.

-Pero… Tú estuviste embarazada. –Santana pasó sus manos por su cabeza y luego las colocó en su cintura.

- Cuando tratas de ser alguien que no eres, haces de todo.- Quinn se encogió de hombros.

-Pero Quinn, no sabes si Rachel siente lo mismo.- Santana le dijo.

-Rachel, es la chica más heterosexual de esta escuela.- Quinn sacó su chompa de su bolso y comenzó a caminar con la latina a su lado.

- No siempre eres lo que aparentas. – Santana le guiñó un ojo.- Una vez cuando Rachel se emborrachó me contó que se sentía atraída por las chicas…- Quinn abrió mucho los ojos.- Quiero decir, es algo así como… bisexual. – Quinn se quedó parada donde estaba en estado de shock. – Sí de verdad quieres a la enana, demuéstraselo con una canción, es lo mejor que puedes hacer.-
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Todos estaban en el auditorio. Algunos estaban sentados en las butacas conversando, otros estaban en el escenario bailando y algunos estaban cantando. Otros más infantiles, estaban jugando a las escondidas. Se notaba que el Sr. Shue aún no hacia acto de presencia.

Quinn se sentó en la butaca de la primera fila y tomó una bocanada de aire. Miró a Rachel y Jessie sentados a cinco butacas de ella, tomados de las manos y el muchacho con la sonrisa más grande del mundo. Pero Rachel no sonreía, solo miraba al escenario con la mirada vacía.

¿Era Rachel feliz? Y si realmente lo era, ¿Quién era Quinn para destruir la felicidad del ser a quién más amaba? Aunque, la felicidad de Rachel, significaba, la miseria de Quinn. La rubia tenía un presentimiento que Santana averiguaría que seguía haciéndose daño y aunque no era responsabilidad de Rachel, Santana le iba echar toda la culpa a la morena.

Jessie besó a Rachel. Quinn sintió un dolor intenso en su corazón, se limpió el rostro, habían empezado a caer lágrimas de su rostro. Rachel miró a Quinn y la rubia a ella, sintió miles de mariposas en su estómago. Rachel le dio una cansada sonrisa, a la cual Quinn respondió.

Se sintió tan bien por primera vez, no haberla hecho sentir mal. Quizá era más fácil si decía sus sentimientos y dejaba de pretender que odiaba al ser que amaba como a nadie en el mundo.

Era ahora o nunca. Quinn tenía que decirle a Rachel todo lo que sentía, no podía seguir viviendo como lo hacía, ni siquiera se podía llamar a vida a lo que estaba haciendo Quinn. La rubia se levantó de la butaca, captando la atención de Rachel.

Subió al escenario y cogió el micro que estaba en el medio. Los chicos de la banda, la miraron extrañados.

Tenían claras instrucciones de esperar al profesor de coro y luego empezar el ensayo con todos los presentes.

- Jessie’s Girl.- dijo la rubia a los muchachos, mirándolos con una mirada desafiante, llena de rabia. Ellos asintieron. Brittany, Santana y Mercedes bajaron del escenario al ver a la rubia parada en el escenario.
Y la canción empezó.

Desde el escenario podía ver todas las caras de sorpresa de todos sus amigos. La cara de Finn era un poema, jamás se imaginó ver a su ex novia cantándole a Rachel con tanta determinación.

Jessie tenía los ojos abiertos como platos y miraba a Rachel en busca de una explicación, quizá era una especie de broma que Quinn y Rachel le estaban jugando. Pero Rachel estaba tan sorprendida como Jessie, aunque había una diferencia. Rachel tenía un extraño brillo en los ojos.


Cantó Quinn con determinación. En ningún momento dejó de mirar a Rachel, hasta le llegó a sonreír. Bajó del escenario y se acercó a Jessie, diciéndole casi muy cera: I wish that I had Jessie’s Girl.

Santana desde su butaca sonreía. Al final, Quinn había tomado su consejo en cuenta, y por la expresión de la enana, Santana sabía que su rubia amiga no tenía nada que perder. Quién tenía que perder era Jessie St. James.

La canción estaba a punto de terminar. Quinn se sentó al lado de Rachel y le cantó: And I look in the mirror all the time, wondering what she don’t see in me.

- I wish I had Jessie’s girl.- terminó Quinn, más como una oración, que como algo cantado. Miró a Rachel a los ojos, como pidiéndole que diga algo, que haga algo. La rubia acababa de decirle todo en una canción.

-Maldita lesbiana. – dijo Jessie. A Quinn le importó muy poco, ella estaba perdida en la mirada de Rachel. La morena se paró de la butaca y abrazó a Quinn. Jessie, al igual que el resto del grupo, se quedó anonado ante la actitud de Rachel.

-¿Es lo que sientes? – preguntó Rachel en le oído de Quinn, sin dejar de abrazarla.

-Sí, creo que debió ser algo más romántico, pero sí, es lo que siento.- dijo Quinn en el cuello de la morena. Rachel pudo sentir las lágrimas de Quinn en su cuello.

-Hubiera sido más fácil si me lo hubieses dicho desde el principio.- ambas muchachas se separaron.- Así, no hubiera tenido que tener un novio tan tonto.- Rachel le sonrió a Quinn.

-¿Rachel? – Preguntó Jessie.- No me digas que eres una maldita lesbiana también.- se podía notar la furia en el muchacho. Hizo a un lado a Rachel y se acercó a Quinn.- Eres un ser repugnante.- y le dio una bofetada.

-¡Déjala! – gritó Rachel.- ¿Quinn, estás bien? – Quinn asintió.

-Rachel, di algo…

-Te quiero Quinn Fabray.- la morena se encogió de hombros y en el rostro de la rubia apareció la sonrisa más hermosa que haya visto Rachel Berry.- Solo que… tenía miedo de decirte lo que sentía.- Quinn asintió.

Todo esto hubiera sido más fácil, si hubiera hecho caso a Santana desde un principio.

-Yo también te quiero, Rach.- Quinn se acercó a Rachel y la besó. Rachel sonrió.

!wow¡ me gusto muchísimo tu si sabes hacer fanfics me gusto la parte en que
quinn se acerca a rachel y la besa me gusto mucho

Wow tu historia es omo muy WOW, en este omento no encuentro otra palabra... Quinn cortandose?
Eso fue algo totalmente nuevo, pero de eso se trata la originalidad no? xD
Jesse, maldito Jesse Que tienes en contra de la lesbianas!!? Son personas comunes y corrientes... (Perdon que me dequicie, es que me gusta mucho la pareja Brittana, y como San es lesbi, ahhh, yo me entiendo xD)
Esribes genial, aunque segura que ya lo sabes xD
Sin mas, espero ver otra de tus creaciones pronto :)
Beesos juuly ;)

Tu One - Shot esta super intenso mira que en ninguna historia había leído que l gran Quinn Fabray estuviera en depresión, pero tiene de todo, porque también hay odio, amor, rencor, todo simplemente perfecto.

awww ame tu one-shot amo a mis queridas Faberry's, no me queria imaginar a Quinn cortandose es muy fuerte.

Ame que cantara Jessie's Girl *_* amo esa cancion

Que bueno que Rach sintiera lo mismo.

Odie a Jesse aunque lo amo.

Espero que hagas mas historias.

Chau saludos!!