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One-Shot: (Fabrevans) "Love like ours can never die"
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Fedee Horan
Bianca_Blaknna
fabrevanslove
Julexy♥Ge's
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One-Shot: (Fabrevans) "Love like ours can never die"
¡Hola! La verdad es que esa es la primera vez que hago un one- shot y no sé si lo hago bien. Esta idea de hacer este one-shot nació una noche cuando paseaba con el amor de mi vida *.* por un bulevar de mi ciudad. Quien narra la primera parte de la historia (lo que está ne color rosa) se me ocurrió cuando veía la película “spirit” (al final les explico el porqué) Estoy consciente de que al principio no entenderán muy bien la trama, pero luego después, al leer la mitad sabrán comprender y relacionarlo con el principio. Este relato es sobre mi pareja favorita de Glee: FABREVANS. Repito, es mi primer one -shot (sean piadosos conmigo xD) espero recibir críticas constructivas.
Bajo la luz de media luna y en el sosiego de la noche, una pareja de jóvenes muy enamorados paseaban por un bulevar muy poco transitado de la ciudad de los Ángeles, California. Con sus manos entrelazadas demostraban que no querían estar lejos el uno del otro. Las farolas alumbraban en medio de la penumbra de la noche, sus sombras mostraban sus muy bien definidas siluetas y les seguían por doquier a su paso juguetón. Una inquieta ventisca acompañada de una imperceptible brisa acariciaba sus rostros. La muchacha sonreía al sentir como el viento la envolvía en suaves toques y le hacía que sus rubios y suaves cabellos flotaran en el aire. El muchacho la observaba complacido al ver a su amada sonreír divertida. El la haló a su lado y torneo su brazo por la muy bien definida cintura de la muchacha. La joven que sonreía de manera picara, recostó su cabeza en el pecho del joven sin dejar de caminar. Llegaron hasta un sitio, al lado derecho de la calle, era un pequeño malecón mucho más alumbrado, era toda un área inmensa llena de césped y un camino angosto adoquinado que conducía a una fuente, daba la vuelta alrededor de unos árboles y llegaba a un angosto caudaloso rio. Había también una hilera sin fin de arboles, dos faroles juntos eran los que brindaban su resplandor. Dos robles frondosos se encontraban a una distancia de 5 metros el uno del otro, en el medio había una fuente con algo de agua, en la cual se reflejaba la media luna, los jóvenes juntaron sus cuerpos para fundirse en un beso que parecía no tener fin, sus corazones palpitando de manera irregular, una vez más, se encontraban cerca… En la lobreguez de la noche su idilio florecía. Entre susurros del vientos ayudado por las hojas de los arboles, se alcanzaba a escuchar cómo se prometían amor eterno, un amor que no solo quedaba en vida, sino aun, más allá de ella. Aquella muchacha con lagrimas retenidas en sus ojos, No teníamos certeza de que si eran lagrimas de felicidad o de tristeza, pero lagrimas habían allí, le preguntaba insistentemente al joven si ese sería su lugar especial, aquel lugar donde irían muy seguido, un lugar el cual sea testigo de su amor, un lugar el cual guarde anécdotas para narrarle a los hijos y a los hijos de sus hijos.
-Amor, hoy cumplimos 4 años de novios, parece increíble de que estemos tanto tiempo juntos... quiero que este sea nuestro sitio especial. Algún día que estemos casados y sea nuestro aniversario quisiera que en lugar de flores, cenas románticas o cualquier otra cosa que cualquier mujer anhele tener en su aniversario, solo desearía venir aquí- a ella se le iluminaban los ojos al mirar minuciosamente aquel lugar lleno de gracia.
-lo que tu desees, Cariño, este sitio será nuestro lugar de amor, aquí vendremos todos los años en nuestro aniversario y en días que estemos felices, tristes o enojados, vendremos aquí.
(1 años después) Noviembre 19 del 2013.
Una bella limusina paraba justo frente al bulevar. Un muchacho de cabellos rubio, de traje elegante y de zapatos relucientes, bajaba presuroso, daba la vuelta y abría la puerta del otro lado de la limusina. Una rubia bella, vestida de novia, intentaba bajar del auto con su pomposo vestido.
Caminaron tomados de la mano, fueron a su sitio especial, pasearon unos minutos por el malecón. Luego se sentaron en el crecido césped… ambos miraban sus anillos ante la luz de la luna, en sus rostros dibujados una inmensa felicidad y sus ojos llenos de ilusiones. Su sueño se había hecho realidad, eran ellos ya casados… Volvían a jurarse amor eterno una vez más.
(Dos años más tarde) Enero 28 del 2015.
Aquellos mismos jóvenes, ya no jugueteando como antes, pero si con el mismo amor e ilusión en la mirada, caminaban a paso más lento por aquel bulevar, la mujer ya estaba en estado avanzado de gestación y, por ello, se le impedía moverse con la misma agilidad de antes. Él riendo, la tomó en brazos y la llevo a su lugarcito especial.
(Dos años después) Agosto 1 de 2017.
Esta vez ya no eran solamente dos las personas que acudían al lugar especial, había alguien más, un pequeño niño rubio, el cual era la alegría de sus padres. Su mamá y su papa lo llevaban tomado de la mano a lo que el niño daba saltos, se veían felices. Llegaron al centro de los dos robles, se sentaron abrazados en el césped mientras el niño de dos años lanzaba monedas al estanque, sus padres se hacían demostraciones de afecto, eran los mismos de siempre, el amor en ellos no se había terminado, es más, parecía que con el pasar de los años su amor iba en creciente aumento.
(3 AÑOS después) Mayo 1 del 2020.
Aquella misma pareja se hacían presentes hasta el lugar, que para ellos, era sagrado y que habían prometido ir cada vez que les sea posible, pero esta vez llevaban cestas listas para un picnic. Sin embargo, había algo diferente en ellos, ya no había ese brillo en sus miradas, ya poco se hablaban. Ella sonreía forzosamente. El masticaba con desgano, algo había cambiado en ellos. De repente, ella se acercó a él y le habló. Él la ignoró por un largo tiempo, a las constantes llamadas de atención que la rubia hacia su esposo, finalmente, el decidió hablar y, no quedando satisfecho con solo hablar, rompió a gritar. Ella hacia fuerza para no llorar, Aparentemente, él le hacía reclamos, mas ella solo se limitaba a contemplarlo y comenzó a responder con palabras blandas. Su marido seguía gritando, haciendo que ella se exasperara y le refutara. Aquella mujer no soportó más que se puso derecha, tomó su bolso y se echo a correr. El esposo al ver la reacción de su esposa, trató de detenerla vociferando su nombre, mas ella no miró atrás, ¿tan herida iba que hasta olvidó que era su amado quien pronunciaba su nombre repetitivamente? Sea cual sea el motivo, ella poca importancia le daba a sus llamados. El hombre rubio al percatarse que había sido en vano procurar retenerla, optó por desquitarse con el viento dando puñetazos al aire como tratando de golpearle, no sabiendo que era inútil, sus brazos simplemente golpeaban a la nada y terminaba agotado. Miró con indiferencia aquellos robles que por años habían sido testigos de su amor infinito, corrió a uno de ellos y le propinó varios golpes. Reaccionó, y detuvo la desencadena golpiza que le daba a tan inocente e impotente viejo roble. El muchacho se dejó caer pesadamente sobre sus rodillas, había lágrimas desbordándose de sus ojos como un rio en lluvia de invierno. Triste escena, tanta nostalgia envolvente, los arboles había caído también en gemidos, sus ramas aparentaban desquebrajarse, quejándose a su modo… el hombre miró a los arboles y corrió a abrazarlos, pues eran su único consuelo en ese momento.
(6 meses después) Noviembre 19
Aquel mismo rubio iba con su hijo de 5 años a lanzar rocas a aquella fuente ¿enojados? quien sabe, solo se podía observar sus miradas tristes, vacías, su brillo había desaparecido. ¿Qué les ocurría? Solo el tiempo lo diría.
Muchos años después.
Un hombre anciano era empujado en su silla de ruedas por un hombre apuesto en sobremanera. Aquel sujeto robusto parecía conocer muy bien el camino. Llegaron, pues, a la fuente que estaba en medio de los dos únicos viejos robles que había en ese lugar, ya que eran los únicos diferentes de entre ficus podados. Ambos, o sea, de padre e hijo, se mantuvieron en silencio. Luego el anciano empezó hablarle a su hijo. Miro al vacio y con lágrimas en sus ojos habló. De pronto un viento solano y una brisa chocaba sus decaídos y agobiados rostros.
Esta historia de amor que no parecía tener final, en algún momento lo tuvo, o eso parecía a la vista de las personas, mas nosotros sabemos que un amor verdadero es tan fuerte que ni pleitos, rencillas, ni contiendas, ni enfermedades y hasta la misma muerte no podrían separarlo. Y como dicen por ahí: El verdadero amor es como los espíritus: todos hablan de ellos, pero pocos los han visto. Nosotros fuimos privilegiados al ser testigos de que el verdadero amor existe y lo aseveramos. Esos jóvenes rubios nos enseñaron que le verdadero amor rompe barreas y limites. Aquellos jóvenes fueron tan amplios al compartir con nosotros su amor desmedido y puro.
Att
Los robles.
En la ciudad de Lima, Ohio, existían una pareja de jóvenes enamorados. Su amor era bien visto ante los ojos de muchos y odiado por otros envidiosos desdichados que sin amor, quizá, habían quedado.
Su amor floreció en los pasillos de la escuela William Mckinley, lugar donde ambos estudiaban. Ella una popular porrista. El un agraciado mariscal de campo, cliché o no, su amor era real, tan real, que ni las adversidades ni los conflictos que se desencadenaron en la secundaria no pudieron separarlos. Su amor llegó lejos, mucho más lejos de las aulas de Mckinley. Decidieron ir a estudiar juntos a la prestigiosa universidad UCLA En los Ángeles, California. Allá su amor se intensifico. A un año de su graduación, decidieron ir a un bulevar que llevaba a un pequeño malecon de la ciudad de los Ángeles. El lugar era quieto, muy poco concurrido. Ambos parecían disfrutar la amena compañía del uno al otro, sus miradas intercambiadas y sonrisas juguetonas de tortolos enamorados bastaban, no eran necesarias las palabras, solo una sonrisa... Un silencio muy ameno, un lenguaje no verbal que decía mucho más que las mismas palabras.
Encontraron un espacio angosto entre dos viejos robles y una antigua fuente, el sitio les parecía perfecto para detenerse, empezaron a darse demostraciones de cariño.
-Amor, hoy cumplimos 4 años de novios, parece increíble de que estemos tanto tiempo juntos... quiero que este sea nuestro sitio especial. Algún día que estemos casados y sea nuestro aniversario quisiera que en lugar de flores, cenas románticas o cualquier otra cosa que cualquier mujer anhele tener en su aniversario, solo desearía venir aquí- a ella se le iluminaban los ojos al mirar minuciosamente aquel lugar lleno de gracia.
-lo que tu desees, Cariño, este sitio será nuestro lugar de amor, aquí vendremos todos los años en nuestro aniversario y en días que estemos felices, tristes o enojados, vendremos aquí- Te amo ¿lo sabías?-dijo el rubio besando en los tibios y dulces labios de su amada.
-claro que lo sé. Los hechos dicen más que las palabras. Pero déjame informarte que yo te re amo mucho más que tu ¿lo sabías?- dijo con aires de superioridad.
-Bueno, si dices que tú me amas mucho mas... Eh… tomo tu frase: “Los hechos dicen más que las palabras”. Mira-el muchacho indico con su dedo las copas de los arboles.
-¿qué es? Yo no veo nada-la muchacha hacia mucho esfuerzo para tratar de divisar lo que su novio había señalado. Mientras, el joven aprovechaba la distracción de ella para adoptar otra postura y sacar de su bolsillo una caja que dentro de contenía una sortija con un precioso diamante.
-¡Oh mi Dios! ¿No me digas que…? -sonrojada empezó abanicarse con una mano mientras el chico sostenía de su otra.
-Supe que eras la indicada desde que vi en la secundaría a esa carismática rubiecita capitana de las porristas, me flechó y vi venir este momento.
-¡Santo cielo!-decía muy nerviosa.
-Quinn Fabray, te elegí a ti porque:
Eres la razón de mí sonreír
Eres la razón por la cual día tras día anhelo vivir
Eres la razón de mí respirar
Eres la razón por la cual perdido ya no estoy.
Eres la razón por la cual mi corazón palpita.
Eres la razón por la cual solo no estoy
Eres la razón por la que ya no siento frio en invierno.
Eres la razón por la que el viento nos acaricia en este momento
Eres la razón por la cual pierdo mi tiempo- ella le dio un ligero golpe con su puño en el estomago y enarcó sus cejas- solo bromeaba-dijo divertido.
Eres la razón por la cual estoy aquí, en este lugar, arrodillado y con un aro en la mano.
Eres la razón de mí existir. Eres mi todo, y anhelo poder pasar el resto de mi vida junto a ti amándote, envejeciendo juntos.
Quinn Fabray, me concederías el honor de ser mi Esposa-ella abrió la boca de lo muy sorprendida que se encontraba- No prometo que no lloraras a mi lado, pero si puedes estar segura que haré hasta lo imposible para hacerte sonreír. Tu sonrisa es la que me enamoró y, por ello, querré verla todos los días. -la chica dejó caer las lagrimas de felicidad que había reprimido durante un momento… develó sus blancos dientes en una tímida sonrisa -Aceptarías antes de que me sienta estúpido y se me agoten las palabras-esas últimas palabras expresadas por el desesperado rubio hicieron que ambos dibujaran una sonrisa boba en sus rostros.
La muchacha, con sus mejillas humedecidas por las lágrimas que descendían de sus verdes ojos, se acercó un poco tímida al joven, lo tomó por sus mofletes y le dejó un beso con antelación a su respuesta.
Cuando finalmente el beso culminó, y pudo recuperar el aliento de ese beso inesperado, el muchacho preguntó:
-¿eso es un sí?-indagó nervioso.
-en el idioma que quieras: si, sim, Ja, Oui, Tak,Vai, yes, Oo- Volvieron a fundirse en un beso apasionado.
-me has hecho tan feliz-pronunció el muchacho de labios carnosos mientras colocaba el anillo a su prometida.
- quiero que nuestro amor sea como el mar, que tenga principio, pero nunca final-expresó ella llena de ilusiones en sus brillante ojos verdes.
Esperaron a graduarse para luego empezar con los preparativos de su boda. Sus familiares y amigos gustosos de que se unieran en sagrado matrimonio, dese Ohio llegaron a los Ángeles a celebrar con ellos y a desearles una vida de casados llena de felicidad.
Antes de ir al aeropuerto para irse a su luna de miel a las Bahamas, tuvieron la necesidad de ir a conversar bajo los viejos robles, y así, hacer sus planes del futuro bajo sus amigos los robles. Por otro lado, también querían desesperadamente ir a buscar sosiego unos instantes en su lugar predilecto, ya que el ruido de la fiesta, las personas, la música y todo lo que implica una boda, los había dejado un poco aturdidos.
Al cabo de unos años, finalmente, la pareja decidió que era tiempo de que su familia aumentara. Ella concibió, pero su embarazo no transcurrió tan normal como se lo esperaba, era riesgoso, puesto que había sufrido principio de aborto en varias ocasiones y, por ello, tenía que mantenerse en reposo por mucho tiempo, no debía caminar, por lo menos, hasta esperar que pasen los primeros meses donde el riesgo de pérdida era más probable. Debido a aquella situación riesgosa, los jóvenes dejaron de ir a su único lugar favorito.
En el octavo mes de embarazo, cuando ya era menos el riesgo de pérdida, ellos fueron a su sitio favorito.
Cuando su bebé llegó al mundo, su alegría aumentó, se sentían completos, felices. Por un tiempo se dedicaron de lleno a su bebé que hasta se olvidaron por completo de los robles, no tenían tiempo para ellos.
Cuando su hijo creció, decidieron que debían llevarlo a que conozca su paraje especial, era necesario que el niño se ambiente con ese sitio. El niño se encariño tanto, pues era un espacio muy amplio para jugar, prefería estar allí que en un parque como cualquier niño de su edad… su mayor atracción era ir a la fuente y arrojar monedas. Sus padres le habían enseñado a que por cada moneda que arrojase debía pedir un deseo.
Aconteció un día, que preparándose la familia para desayunar, Una nefasta noticia reciente había opacado la alegría del jefe de hogar. Quien se imaginaría que la intranquilidad visitara a esa familia que parecía ser más solida que una roca.
Quinn preparaba el desayuno para su esposo e hijo para luego enviarlos al trabajo y escuela respectivamente. Mientras ponía los wafles en cada uno de los platos que estaban sobre la mesa sintió la extraña sensación de que alguien la observaba, Levantó su cabeza y se chocó con los rojos ojos de su esposo.
-Cariño, ¿qué tienes? Preguntó la mujer desesperada arrojando por los aires el cucharon que tenía en mano, corrió al lado de Sam. Su hijo de apenas 4 años no hacía nada más que comer.
-¿Cuando me ibas a platicar sobre esto?-inquirió el rubio con un sobre en mano y con lágrimas retenidas que amenazaban salir.
-mi amor, sigue comiendo que papi y yo iremos a conversar entre adultos ¿sí?-dijo ella un poco nerviosa. Besó la cabeza de su sonriente hijo y salió del comedor para que su esposo la siguiera.
Ella corrió algo desesperada hacia el balcón, posicionó ambas manos sobre la baranda y dio un largo y muy hondo suspiro. Sam aparecía a su lado como un reflejo fantasmal. Quinn lo miró e intentó dibujar su sonrisa de "solución a todo" pero no funciono, su esposo no le correspondía la sonrisa como antes. él estaba triste, melancólico, su rostro se había tornado en aflicción.
-No dejes que el pánico te domine... siempre hay una salida, siempre. Para todo hay una razón, nunca lo olvides.- ella puso su delicada y blanca mano sobre las mejillas mojadas de lagrimas de su esposo-Una vez dijiste que yo era la razón de tu existir Y que era la razón por la que anhelabas vivir.
Ahora quiero que veas a ese niño que está ahí dentro- señaló al pequeño Joseph quien comía su desayuno balanceándose de un lado al otro en su silla- tu hijo, nuestro hijo… quiero que desde ahora en adelante el sea la razón por la cual quieres vivir di tras día y luchar sea cual sea la adversidad, Recuerda que, el amor de tu hijo y hacia tu hijo, es eso lo que te hará despertar cada día, te dará aliento esperanzas y fuerzas para afrontar todos los obstáculos y retos que se te presenten en la vida. Y al final agradecerás a Dios por ese amor que te acompaño cuando más lo necesitabas.
Él hombre se dio vuelta y se fue a su trabajo sin despedirse, dejando muy afligida a su esposa.
Pasaron muchos días en los que el hombre parecía estar enojado con su mujer. Ella le hacía ocasión de conversa, mas él la ignoraba o simplemente le daba una contestación fría, tajante y de muy mala manera. A ella parecía no afectarle, a todo le seguía respondiendo con el simple gesto de una sonrisa.
Un día, cansada de la actitud poco apropiada de su esposo para con ella, decidió que era tiempo de ir a su lugar favorito, hacía varios años en los que no lo visitaban, sería una excelente idea ir y tratar de solucionar las cosas allá. Faltaba una semana para su aniversario, decidió darle una sorpresa a su esposo y antelar su fecha especial. Planeo todo y mediante engaños logró llevarlo y hacer un picnic en su paraje predilecto. Llegaron y desembarcaron todo del auto, el lugar había cambiado algo, los arboles estaban ligeramente más viejos.
-Nosotros tampoco somos los mismos- pensó Quinn al ver que el lugar ya no parecía el mismo.
-me engañaste, dijiste que iríamos a la escuela de Joseph-protestó con algo de alteración en su tono de voz.
-no tenia alternativa, de otra manera, no hubieras accedido a venir- respondió con algo de burla. Sam solo se limito a dar un hondo respiro y rodar sus ojos.
Coloraron el mantel cuadriculado en el césped y lo extendieron, se sentaron uno en cada extremo a degustar las variedades de bocadillos que la rubia había llevado. Quinn miraba detenidamente a Sam tratando de llamar su atención, mientras este, parecía evadir su mirada, más se concentraba en untarle mermelada a una galleta.
-¡Hey, oye rubio! No te hagas el disimulado, contigo hablo-ella se acerco a él y lo tomó por el mentón haciendo que sus miradas se crucen y, de esta manera, evitar que no la esquive mas- sabes que te amo, cierto? Y si no lo sabes o no lo recuerdas Je vous aime, Ich liebe Sie, Ik liefheb jullie, I love you, Io vi amo, Eu o amo... Te amo en varios idiomas.
Tú has sido mi más grande amor y siempre lo serás- El muchacho se mantenía estático- está bien Sam, ya párale, no sé qué te he hecho para que estés tan furioso conmigo- lo soltó y volvió algo incomoda a su sitio.
-que no estoy furioso contigo-Un grito ensordecedor dejo escapar en aquella hora haciendo que una bandada de aves que posaban en las ramas de los robles alborotadas volaran despavoridas.
-¿Me gritas porque adelanté nuestro aniversario? ¿es eso acaso?-con voz endeble cuestionó la rubia.
-No, estoy molesto y grito porque mueres y no puedo hacer nada para evitarlo, me siento impotente- cerraba y apretaba su puño con mucha fuerza-¡Maldita sea!, Quinn ¿por qué diantres no me habías dicho lo del sobre?-con aspereza reclamó.
-¡ahh! o sea, por lo del sobre estas molesto.
-Veo que todo lo tomas a calma, y no haces algo al respecto.
- y que se supone quieres que haga? Vamos, dímelo. ¿Acaso yo pedí esa enfermedad, Sam? No. Si mi enfermedad es escusa para irme de esta tierra, pues yo no puedo hacer más que aceptar los designios de Dios. Estoy enferma, acéptalo- con voz calmada dijo.
-¿Pero por qué? Tú no puedes dejarme, yo sin ti no podría estar.
-claro que puedes… pudiste vivir sin mi antes de conocerme- se mostraba positiva tratando de animar a su esposo tal y como lo hacía en su adolescencia, cuando eran los partidos importantes, ella siempre lo animaba con sus palabras y porras- Nunca estarás solo, lo prometo.
-no lo soportaré, moriré... –giraba su cabeza como sin inferir lo que su esposa expresaba, empezaba a parecerse a una persona desquiciada- ¡Me suicidaré!
-¿cómo puedes decir tremenda barbaridad? yo desearía que dios me preste más vida y tu vienes con una insolencia e irrespeto a la vida. La vida es valiosa, no tienes porque desperdiciarla de esa manera… además de que la vida es prestada, tu no puedes decidir en ponerle fin a tu vida. Debes ser fuerte por Joseph, el te necesitará. Ella empezó a desesperarse por las palabras expresadas por su marido.
-No soportaré que me dejes-gritaba con furia el rubio.
-¿sigues con eso?, en lugar de ayudarme mas hundes... Yo no soy quien tiene el control de mi vida-con esas palabras ella mejor decidió correr, alejarse e ir a meditar, desahogarse en otro lugar, no quería que su lugar de amor sea espectador de la aparente pelea.
Sam se quedó enfurecido, no con ella, sino con su enfermedad haciéndose un sinnúmero de preguntas que por más que intentaba no le encontraba respuesta ¿Por qué la gente mala no moría? ¿Por qué justo a él le tocaba perder a su joven esposa? Empezó a llamarla a voces, pero ella jamás regresó. Se empezó a desquitar con el viento, le daba golpes que no servían de nada, pues lo enfurecía más porque a la nada golpeaba. De pronto, se aproximó a uno de los robles y con gritos de furia lo empezó a golpear, pensando que de esa manera todo cambiaría; pero no, ya nada volvió a ser como antes… terminó dándose por vencido y abrazando a sus amigos arboles.
Al cabo de unos meses, Quinn se encontraba en el hospital, ya en etapa final de su terrible enfermedad. Sintiéndose decaída, pero su sonrisa jamás se borraba, parecía querer trasmitirles el mensaje a sus familiares de que siempre la recuerden sonriente, como una mujer que luchó hasta el final, pero que no por una tonta enfermedad dejó de hacer lo que mas amaba que era brindarle un sonrisa a cualquiera y de esa manera alegrarles el día.
-amor, aunque tu salud empeora, tu semblante no decae. Tu sonrisa intacta hace que yo tenga valor y no me quiebre y llore ante ti.
-¡cariño! Caída, pero nunca derribada, eso siempre recuérdalo. Sabes Sam, anoche soñé con nuestro lugar y lo vi hermoso-Sam la miraba atento- había cambiado mucho- Finalmente parecía que Sam estaba aceptado que su joven esposa pronto lo dejaría.
-¡si, querida! y ¿que mas venia en tu sueño?-muy atento le preguntaba.
-me encontré con una dulce niña, la cual me pregunto qué era lo que yo hacía ahí y yo le dije estas palabras: Estoy aquí porque este es mi hogar. Estos robles que ves aquí, saben mucho de mí y de mi esposo.
-ahhh y que te dijo la niña?-inquirió ansioso por saber más- ¿yo estaba en tu sueño?
-que desesperado eres-rió- Si, tú estabas en mi sueño, pero a lo lejos divirtiéndote con un niño. La niña me preguntó mi nombre y el de mi esposo y le respondí: mi nombre es Quinn Fabray y mi esposo es Sam Evans y no necesito hablarte más de mi vida, porque este lugar puede contártelo todo acerca de nuestro amor. Dije contenta. La niñita parecía interesada en saber más acerca de nosotros y volvió a formularme otra pregunta.
- ¿qué es el amor para ti? yo le respondí:
- tengo dos grandes conceptos: El amor es una bellísima flor, pero hay que tener el coraje de ir a recogerla al borde de un precipicio. El amor es un instante, que perdura para siempre. Le sonreí a la pequeñita y ella me supo decir que yo le recordaba a su madre. Me desperté feliz ¿sabes por qué?
-no tengo ni la más mínima idea, dímelo- El rubio disimuladamente limpiaba sus lagrimas.
-porqué ese es el lugar donde quiero esparzas mis cenizas el día que muera, y así, estar en contacto contigo, ese seguirá siendo nuestro sitio especial, tu podrás visitarme siempre-su voz cada vez se apagaba mas.
-lo que tu digas, tesoro- Sam no hizo más que apoyar su cabeza sobre el vientre de su esposa para luego romper a llorar como un niño.
- Si nada es eterno o perfecto nuestro amor puede serlo, porque nunca te dejaré de amar aunque esté lejos de ti- Decía ella con voz endeble y dulce. Sam seguía llorando, parecía no encontrar consuelo. Se empezó a escuchar el Te amo repetidamente de su esposa, mientras le acariciaba por la espalda, aunque cada vez menos audibles. Cuando finalmente Sam dejó de llorar, levantó su cabeza e intentó quitarse de su espalda el, ya para entonces, rígido y frio brazo de su amada. El cáncer había ganado la batalla, las tantas quimios a las que había sido sometida, simplemente provocaron que se infartara. Momento nefasto vivió el joven rubio, la mujer que había amado en sobremanera yacía en una camilla, ya sin vida… Cabe informar que su sonrisa no se borró ni el momento de su muerte.
Las caricias son muy fáciles y no demuestran nada; la única verdadera prueba de amor que puede darse al otro, es la de sufrir en su lugar.
Los deseos de la difunta fueron cumplidos, una ceremonia cristiana se efectuó al pie de los robles.
Empezó el treno (canto fúnebre) interminable que a su tonada producía un nostálgico sentimiento.
Su ceniza fue esparcida una parte sobre la fuente, otra a la rivera del rio y otra sobre el césped de aquel lugar. El viento travieso hacia lo suyo, soplaba con fuerza y elevaba los restos de cenizas hasta las copas de los arboles. Día triste y deprimente se vivió, la nostalgia se podía oler en el aire, un llanto sin consuelo de un hombre y un pequeño niño era el único audible sonido que envolvía a los presentes.
Desde ese día Sam y Joseph acudían todas las tardes a visitar a Quinn, con lagrimas en sus ojos pedían que ellas les hablase, pero, aparentemente, era inútil ya que ella nunca volvió darles ni una pequeña palabra.
Un día llegaron y enojados empezaron a lanzar piedras con furia a la fuente, porque habían estado por muchos años esperando que ella les dijera un te amo o escuchar una simple risa.
Con el pasar de los años ambos dejaron de asistir al lugar donde habían quedado las cenizas de Quinn porque se sentían nostálgicos y decepcionados de que Quinn jamás les diera una señal.
Siguieron con su vida, Joseph se casó, formó un hogar. Sam no se volvió a casar, paso el resto de su vida solo. Cuando llegó a su vejez decidió irse a vivir a un asilo para no serle de carga a su empresario e importante hijo.
Un día Joseph decidió dejar de lado su trabajo para ir por su padre y pasar un tiempo en su compañía.
-bueno, Sam Evans ¿hasta cuándo estaremos enojados con mamá? Es cierto que no responde, pero no por eso debemos enojarnos-Joseph hacia una sorpresiva aparición en la puerta de la habitación del anciano Sam.
-¿Que te hace pensar que estoy enojado con ella?- decía Sam con su mirada perdida hacia el marco de la ventana de su habitación.
-el que no vayas a visitarla… ¡Rayos! Hasta yo dejé de hacerlo- se lamentaba Joseph.
-no he ido porque el recordar que en ese lugar pasamos parte de nuestra vida y saber que ella ya no está me hace daño, me trae melancolía- se le humedecieron sus ojos.
-eso quedó atrás… hoy iremos a ese lugar y mamá nos responderá- Su hijo estaba muy seguro delo que decía, estaba optimista.
Así fue, Joseph hizo los papeleos correspondientes y sacó a su padre por unas horas para dar un recorrido. Llegaron al lugar, Joseph bajó a su padre del auto y empezó a empujarlo en su silla de ruedas.
-querida, aquí estamos, somos Sam y tu hijo Joseph que te extrañamos muchísimo. Tal vez ya no me reconozcas, pues estoy muy viejo y tengo canas, pero eso no me quita lo buen mozo- Sam se giró y consiguió sacarle una sonrisa a su hijo -tu sacaste la misma sonrisa de tu madre, acabo de darme cuenta- dijo al ver a su hijo sonreír de la misma manera que su amada cuando aun gozaba de vida- Linda, te tengo buenas noticias… Ya somos abuelos, tenemos una hermosa nieta, se parece a ti- Sam seguía hablándole al aire-Mi amor, Casi se me acaba la fe, casi se me escapa el amor, casi se me quiebra la inocencia, se me agotaba toda la fuerza para luchar un día más, casi me rendí... hasta que pensé en ti.
Querida, su tono de voz fue más quebrado- aquí empezamos… y aquí terminamos, hay simetría en eso- intentó forzosamente dibujar una sonrisa.
De pronto se desencadenó una fuerte ventisca que azotó sus rostros suavemente, intentaban abrir los ojos, pero no podían, el viento era mucho más fuerte que sus parpados.
-¡Papá! Mamá siempre nos respondió por medio del viento y nunca nos dimos cuenta- Gritaba Joseph en medio de la ventisca -ella siempre estuvo aquí -Joseph calló de rodillas y empezó llorar como nunca lo había hecho al igual que su padre.
- es verdad hijo, tu madre nunca nos dejó, nosotros si por un tiempo, pero ella no; por medio del viento nos sonreía.
Muchos años después....
Una pareja de esposos y dos niños caminaban por un bulevar de la ciudad de los Ángeles tomados de la mano, llegaron hasta un pequeño malecón y avanzaron hasta donde un camino adoquinado los condujo. Se pararon justo en medio de dos frondosos robles para recibir algo de sombra. Notaron unos asientos que había allí, ambos padres decidieron sentarse y dejar que sus hijos se diviertan un rato. Los dos niños empezaron a revolotear por el lugar y a jugar a las escondidillas tras los arboles, sus padres divertidos observaban como jugaban, sus risas juguetonas le daban vida al lugar. De repente, el niño rubio empezó a llamar a voces a su hermana, ya que llevaba un largo rato buscándola y no la hallaba. La niñita rubia salió de en medio de uno de los árboles y tímidamente se acercó a su madre y curiosamente le hizo una extraña pregunta.
-¡Mamá!- la niña se sentó en el regazo de su madre quien la abrazaba muy fuerte.
-Dime, tesoro-con voz dulce su madre inquirió a la vez que le tocaba la punta de la pequeña nariz con su dedo. Sonriente la niña preguntó:
-¿Quiénes son Quinn Fabray y Sam Evans?
-¿Por… por qué lo preguntas?- a su rubia madre se le vidriaron y humedecieron instantemente los ojos. De pronto su mirada se llenó de expectativas.
- Escuché un susurro acompañado del movimiento de las ramas de esos viejos arboles que me decían: El amor es una bellísima flor, pero hay que tener el coraje de ir a recogerla al borde de un precipicio. El amor es un instante, que perdura para siempre… Quinn Fabray y Sam Evans sinónimo de amor verdadero y eterno- su llorosa madre la abrazó y le besó la frente- mamá en el físico tú tienes algo de esa tal Quinn y Sam.
-Analía hijita, esos... esos fueron mis abuelos.
Creo que estuvo algo largo xD y eso que le quité algunas partes.
Sé que parecerá raro que unos robles hayan narrado parte de la historia, pero sabemos que en el mundo de los relatos ficticios todo es posible. Como les dije al principio, lo de la idea de quien narraría en parte el one-shot nació a raíz de ver la película “spirit” bueno, en esa película el que narra a lo largo de la historia es un caballo jijij y yo pensé: si un caballo narró esa historia, un roble también puede jeje (ultimamente me he obsesionado con los arboles)
Le juro que no fue fácil para mí escribir esta historia, ya que amo mucho a mis rubios, y bueno, matarlos fue muy duro y cruel.
Lloré como no tienen idea, este one-shot fue escrito con lágrimas, lo juro.
Dedicado a todos los fans verdaderos de esta extraordinaria pareja que, aunque ya no estén juntos, nosotros la seguimos recordando y amando.
Mis queridos Fabrevenses, no se desanimen… y recuerden que Fabrevans es sinónimo de Esperanza.
Gracias de antemano por sus comentarios. ¡Fabrevans no a muerto!
Besos, Juls.
One-Shot: Love like ours can never die.
Desde la madera de un roble.
Bajo la luz de media luna y en el sosiego de la noche, una pareja de jóvenes muy enamorados paseaban por un bulevar muy poco transitado de la ciudad de los Ángeles, California. Con sus manos entrelazadas demostraban que no querían estar lejos el uno del otro. Las farolas alumbraban en medio de la penumbra de la noche, sus sombras mostraban sus muy bien definidas siluetas y les seguían por doquier a su paso juguetón. Una inquieta ventisca acompañada de una imperceptible brisa acariciaba sus rostros. La muchacha sonreía al sentir como el viento la envolvía en suaves toques y le hacía que sus rubios y suaves cabellos flotaran en el aire. El muchacho la observaba complacido al ver a su amada sonreír divertida. El la haló a su lado y torneo su brazo por la muy bien definida cintura de la muchacha. La joven que sonreía de manera picara, recostó su cabeza en el pecho del joven sin dejar de caminar. Llegaron hasta un sitio, al lado derecho de la calle, era un pequeño malecón mucho más alumbrado, era toda un área inmensa llena de césped y un camino angosto adoquinado que conducía a una fuente, daba la vuelta alrededor de unos árboles y llegaba a un angosto caudaloso rio. Había también una hilera sin fin de arboles, dos faroles juntos eran los que brindaban su resplandor. Dos robles frondosos se encontraban a una distancia de 5 metros el uno del otro, en el medio había una fuente con algo de agua, en la cual se reflejaba la media luna, los jóvenes juntaron sus cuerpos para fundirse en un beso que parecía no tener fin, sus corazones palpitando de manera irregular, una vez más, se encontraban cerca… En la lobreguez de la noche su idilio florecía. Entre susurros del vientos ayudado por las hojas de los arboles, se alcanzaba a escuchar cómo se prometían amor eterno, un amor que no solo quedaba en vida, sino aun, más allá de ella. Aquella muchacha con lagrimas retenidas en sus ojos, No teníamos certeza de que si eran lagrimas de felicidad o de tristeza, pero lagrimas habían allí, le preguntaba insistentemente al joven si ese sería su lugar especial, aquel lugar donde irían muy seguido, un lugar el cual sea testigo de su amor, un lugar el cual guarde anécdotas para narrarle a los hijos y a los hijos de sus hijos.
-Amor, hoy cumplimos 4 años de novios, parece increíble de que estemos tanto tiempo juntos... quiero que este sea nuestro sitio especial. Algún día que estemos casados y sea nuestro aniversario quisiera que en lugar de flores, cenas románticas o cualquier otra cosa que cualquier mujer anhele tener en su aniversario, solo desearía venir aquí- a ella se le iluminaban los ojos al mirar minuciosamente aquel lugar lleno de gracia.
-lo que tu desees, Cariño, este sitio será nuestro lugar de amor, aquí vendremos todos los años en nuestro aniversario y en días que estemos felices, tristes o enojados, vendremos aquí.
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(1 años después) Noviembre 19 del 2013.
Una bella limusina paraba justo frente al bulevar. Un muchacho de cabellos rubio, de traje elegante y de zapatos relucientes, bajaba presuroso, daba la vuelta y abría la puerta del otro lado de la limusina. Una rubia bella, vestida de novia, intentaba bajar del auto con su pomposo vestido.
Caminaron tomados de la mano, fueron a su sitio especial, pasearon unos minutos por el malecón. Luego se sentaron en el crecido césped… ambos miraban sus anillos ante la luz de la luna, en sus rostros dibujados una inmensa felicidad y sus ojos llenos de ilusiones. Su sueño se había hecho realidad, eran ellos ya casados… Volvían a jurarse amor eterno una vez más.
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(Dos años más tarde) Enero 28 del 2015.
Aquellos mismos jóvenes, ya no jugueteando como antes, pero si con el mismo amor e ilusión en la mirada, caminaban a paso más lento por aquel bulevar, la mujer ya estaba en estado avanzado de gestación y, por ello, se le impedía moverse con la misma agilidad de antes. Él riendo, la tomó en brazos y la llevo a su lugarcito especial.
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(Dos años después) Agosto 1 de 2017.
Esta vez ya no eran solamente dos las personas que acudían al lugar especial, había alguien más, un pequeño niño rubio, el cual era la alegría de sus padres. Su mamá y su papa lo llevaban tomado de la mano a lo que el niño daba saltos, se veían felices. Llegaron al centro de los dos robles, se sentaron abrazados en el césped mientras el niño de dos años lanzaba monedas al estanque, sus padres se hacían demostraciones de afecto, eran los mismos de siempre, el amor en ellos no se había terminado, es más, parecía que con el pasar de los años su amor iba en creciente aumento.
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(3 AÑOS después) Mayo 1 del 2020.
Aquella misma pareja se hacían presentes hasta el lugar, que para ellos, era sagrado y que habían prometido ir cada vez que les sea posible, pero esta vez llevaban cestas listas para un picnic. Sin embargo, había algo diferente en ellos, ya no había ese brillo en sus miradas, ya poco se hablaban. Ella sonreía forzosamente. El masticaba con desgano, algo había cambiado en ellos. De repente, ella se acercó a él y le habló. Él la ignoró por un largo tiempo, a las constantes llamadas de atención que la rubia hacia su esposo, finalmente, el decidió hablar y, no quedando satisfecho con solo hablar, rompió a gritar. Ella hacia fuerza para no llorar, Aparentemente, él le hacía reclamos, mas ella solo se limitaba a contemplarlo y comenzó a responder con palabras blandas. Su marido seguía gritando, haciendo que ella se exasperara y le refutara. Aquella mujer no soportó más que se puso derecha, tomó su bolso y se echo a correr. El esposo al ver la reacción de su esposa, trató de detenerla vociferando su nombre, mas ella no miró atrás, ¿tan herida iba que hasta olvidó que era su amado quien pronunciaba su nombre repetitivamente? Sea cual sea el motivo, ella poca importancia le daba a sus llamados. El hombre rubio al percatarse que había sido en vano procurar retenerla, optó por desquitarse con el viento dando puñetazos al aire como tratando de golpearle, no sabiendo que era inútil, sus brazos simplemente golpeaban a la nada y terminaba agotado. Miró con indiferencia aquellos robles que por años habían sido testigos de su amor infinito, corrió a uno de ellos y le propinó varios golpes. Reaccionó, y detuvo la desencadena golpiza que le daba a tan inocente e impotente viejo roble. El muchacho se dejó caer pesadamente sobre sus rodillas, había lágrimas desbordándose de sus ojos como un rio en lluvia de invierno. Triste escena, tanta nostalgia envolvente, los arboles había caído también en gemidos, sus ramas aparentaban desquebrajarse, quejándose a su modo… el hombre miró a los arboles y corrió a abrazarlos, pues eran su único consuelo en ese momento.
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(6 meses después) Noviembre 19
Aquel mismo rubio iba con su hijo de 5 años a lanzar rocas a aquella fuente ¿enojados? quien sabe, solo se podía observar sus miradas tristes, vacías, su brillo había desaparecido. ¿Qué les ocurría? Solo el tiempo lo diría.
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Muchos años después.
Un hombre anciano era empujado en su silla de ruedas por un hombre apuesto en sobremanera. Aquel sujeto robusto parecía conocer muy bien el camino. Llegaron, pues, a la fuente que estaba en medio de los dos únicos viejos robles que había en ese lugar, ya que eran los únicos diferentes de entre ficus podados. Ambos, o sea, de padre e hijo, se mantuvieron en silencio. Luego el anciano empezó hablarle a su hijo. Miro al vacio y con lágrimas en sus ojos habló. De pronto un viento solano y una brisa chocaba sus decaídos y agobiados rostros.
Esta historia de amor que no parecía tener final, en algún momento lo tuvo, o eso parecía a la vista de las personas, mas nosotros sabemos que un amor verdadero es tan fuerte que ni pleitos, rencillas, ni contiendas, ni enfermedades y hasta la misma muerte no podrían separarlo. Y como dicen por ahí: El verdadero amor es como los espíritus: todos hablan de ellos, pero pocos los han visto. Nosotros fuimos privilegiados al ser testigos de que el verdadero amor existe y lo aseveramos. Esos jóvenes rubios nos enseñaron que le verdadero amor rompe barreas y limites. Aquellos jóvenes fueron tan amplios al compartir con nosotros su amor desmedido y puro.
Att
Los robles.
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En la ciudad de Lima, Ohio, existían una pareja de jóvenes enamorados. Su amor era bien visto ante los ojos de muchos y odiado por otros envidiosos desdichados que sin amor, quizá, habían quedado.
Su amor floreció en los pasillos de la escuela William Mckinley, lugar donde ambos estudiaban. Ella una popular porrista. El un agraciado mariscal de campo, cliché o no, su amor era real, tan real, que ni las adversidades ni los conflictos que se desencadenaron en la secundaria no pudieron separarlos. Su amor llegó lejos, mucho más lejos de las aulas de Mckinley. Decidieron ir a estudiar juntos a la prestigiosa universidad UCLA En los Ángeles, California. Allá su amor se intensifico. A un año de su graduación, decidieron ir a un bulevar que llevaba a un pequeño malecon de la ciudad de los Ángeles. El lugar era quieto, muy poco concurrido. Ambos parecían disfrutar la amena compañía del uno al otro, sus miradas intercambiadas y sonrisas juguetonas de tortolos enamorados bastaban, no eran necesarias las palabras, solo una sonrisa... Un silencio muy ameno, un lenguaje no verbal que decía mucho más que las mismas palabras.
Encontraron un espacio angosto entre dos viejos robles y una antigua fuente, el sitio les parecía perfecto para detenerse, empezaron a darse demostraciones de cariño.
-Amor, hoy cumplimos 4 años de novios, parece increíble de que estemos tanto tiempo juntos... quiero que este sea nuestro sitio especial. Algún día que estemos casados y sea nuestro aniversario quisiera que en lugar de flores, cenas románticas o cualquier otra cosa que cualquier mujer anhele tener en su aniversario, solo desearía venir aquí- a ella se le iluminaban los ojos al mirar minuciosamente aquel lugar lleno de gracia.
-lo que tu desees, Cariño, este sitio será nuestro lugar de amor, aquí vendremos todos los años en nuestro aniversario y en días que estemos felices, tristes o enojados, vendremos aquí- Te amo ¿lo sabías?-dijo el rubio besando en los tibios y dulces labios de su amada.
-claro que lo sé. Los hechos dicen más que las palabras. Pero déjame informarte que yo te re amo mucho más que tu ¿lo sabías?- dijo con aires de superioridad.
-Bueno, si dices que tú me amas mucho mas... Eh… tomo tu frase: “Los hechos dicen más que las palabras”. Mira-el muchacho indico con su dedo las copas de los arboles.
-¿qué es? Yo no veo nada-la muchacha hacia mucho esfuerzo para tratar de divisar lo que su novio había señalado. Mientras, el joven aprovechaba la distracción de ella para adoptar otra postura y sacar de su bolsillo una caja que dentro de contenía una sortija con un precioso diamante.
-¡Oh mi Dios! ¿No me digas que…? -sonrojada empezó abanicarse con una mano mientras el chico sostenía de su otra.
-Supe que eras la indicada desde que vi en la secundaría a esa carismática rubiecita capitana de las porristas, me flechó y vi venir este momento.
-¡Santo cielo!-decía muy nerviosa.
-Quinn Fabray, te elegí a ti porque:
Eres la razón de mí sonreír
Eres la razón por la cual día tras día anhelo vivir
Eres la razón de mí respirar
Eres la razón por la cual perdido ya no estoy.
Eres la razón por la cual mi corazón palpita.
Eres la razón por la cual solo no estoy
Eres la razón por la que ya no siento frio en invierno.
Eres la razón por la que el viento nos acaricia en este momento
Eres la razón por la cual pierdo mi tiempo- ella le dio un ligero golpe con su puño en el estomago y enarcó sus cejas- solo bromeaba-dijo divertido.
Eres la razón por la cual estoy aquí, en este lugar, arrodillado y con un aro en la mano.
Eres la razón de mí existir. Eres mi todo, y anhelo poder pasar el resto de mi vida junto a ti amándote, envejeciendo juntos.
Quinn Fabray, me concederías el honor de ser mi Esposa-ella abrió la boca de lo muy sorprendida que se encontraba- No prometo que no lloraras a mi lado, pero si puedes estar segura que haré hasta lo imposible para hacerte sonreír. Tu sonrisa es la que me enamoró y, por ello, querré verla todos los días. -la chica dejó caer las lagrimas de felicidad que había reprimido durante un momento… develó sus blancos dientes en una tímida sonrisa -Aceptarías antes de que me sienta estúpido y se me agoten las palabras-esas últimas palabras expresadas por el desesperado rubio hicieron que ambos dibujaran una sonrisa boba en sus rostros.
La muchacha, con sus mejillas humedecidas por las lágrimas que descendían de sus verdes ojos, se acercó un poco tímida al joven, lo tomó por sus mofletes y le dejó un beso con antelación a su respuesta.
Cuando finalmente el beso culminó, y pudo recuperar el aliento de ese beso inesperado, el muchacho preguntó:
-¿eso es un sí?-indagó nervioso.
-en el idioma que quieras: si, sim, Ja, Oui, Tak,Vai, yes, Oo- Volvieron a fundirse en un beso apasionado.
-me has hecho tan feliz-pronunció el muchacho de labios carnosos mientras colocaba el anillo a su prometida.
- quiero que nuestro amor sea como el mar, que tenga principio, pero nunca final-expresó ella llena de ilusiones en sus brillante ojos verdes.
Esperaron a graduarse para luego empezar con los preparativos de su boda. Sus familiares y amigos gustosos de que se unieran en sagrado matrimonio, dese Ohio llegaron a los Ángeles a celebrar con ellos y a desearles una vida de casados llena de felicidad.
Antes de ir al aeropuerto para irse a su luna de miel a las Bahamas, tuvieron la necesidad de ir a conversar bajo los viejos robles, y así, hacer sus planes del futuro bajo sus amigos los robles. Por otro lado, también querían desesperadamente ir a buscar sosiego unos instantes en su lugar predilecto, ya que el ruido de la fiesta, las personas, la música y todo lo que implica una boda, los había dejado un poco aturdidos.
Al cabo de unos años, finalmente, la pareja decidió que era tiempo de que su familia aumentara. Ella concibió, pero su embarazo no transcurrió tan normal como se lo esperaba, era riesgoso, puesto que había sufrido principio de aborto en varias ocasiones y, por ello, tenía que mantenerse en reposo por mucho tiempo, no debía caminar, por lo menos, hasta esperar que pasen los primeros meses donde el riesgo de pérdida era más probable. Debido a aquella situación riesgosa, los jóvenes dejaron de ir a su único lugar favorito.
En el octavo mes de embarazo, cuando ya era menos el riesgo de pérdida, ellos fueron a su sitio favorito.
Cuando su bebé llegó al mundo, su alegría aumentó, se sentían completos, felices. Por un tiempo se dedicaron de lleno a su bebé que hasta se olvidaron por completo de los robles, no tenían tiempo para ellos.
Cuando su hijo creció, decidieron que debían llevarlo a que conozca su paraje especial, era necesario que el niño se ambiente con ese sitio. El niño se encariño tanto, pues era un espacio muy amplio para jugar, prefería estar allí que en un parque como cualquier niño de su edad… su mayor atracción era ir a la fuente y arrojar monedas. Sus padres le habían enseñado a que por cada moneda que arrojase debía pedir un deseo.
Aconteció un día, que preparándose la familia para desayunar, Una nefasta noticia reciente había opacado la alegría del jefe de hogar. Quien se imaginaría que la intranquilidad visitara a esa familia que parecía ser más solida que una roca.
Quinn preparaba el desayuno para su esposo e hijo para luego enviarlos al trabajo y escuela respectivamente. Mientras ponía los wafles en cada uno de los platos que estaban sobre la mesa sintió la extraña sensación de que alguien la observaba, Levantó su cabeza y se chocó con los rojos ojos de su esposo.
-Cariño, ¿qué tienes? Preguntó la mujer desesperada arrojando por los aires el cucharon que tenía en mano, corrió al lado de Sam. Su hijo de apenas 4 años no hacía nada más que comer.
-¿Cuando me ibas a platicar sobre esto?-inquirió el rubio con un sobre en mano y con lágrimas retenidas que amenazaban salir.
-mi amor, sigue comiendo que papi y yo iremos a conversar entre adultos ¿sí?-dijo ella un poco nerviosa. Besó la cabeza de su sonriente hijo y salió del comedor para que su esposo la siguiera.
Ella corrió algo desesperada hacia el balcón, posicionó ambas manos sobre la baranda y dio un largo y muy hondo suspiro. Sam aparecía a su lado como un reflejo fantasmal. Quinn lo miró e intentó dibujar su sonrisa de "solución a todo" pero no funciono, su esposo no le correspondía la sonrisa como antes. él estaba triste, melancólico, su rostro se había tornado en aflicción.
-No dejes que el pánico te domine... siempre hay una salida, siempre. Para todo hay una razón, nunca lo olvides.- ella puso su delicada y blanca mano sobre las mejillas mojadas de lagrimas de su esposo-Una vez dijiste que yo era la razón de tu existir Y que era la razón por la que anhelabas vivir.
Ahora quiero que veas a ese niño que está ahí dentro- señaló al pequeño Joseph quien comía su desayuno balanceándose de un lado al otro en su silla- tu hijo, nuestro hijo… quiero que desde ahora en adelante el sea la razón por la cual quieres vivir di tras día y luchar sea cual sea la adversidad, Recuerda que, el amor de tu hijo y hacia tu hijo, es eso lo que te hará despertar cada día, te dará aliento esperanzas y fuerzas para afrontar todos los obstáculos y retos que se te presenten en la vida. Y al final agradecerás a Dios por ese amor que te acompaño cuando más lo necesitabas.
Él hombre se dio vuelta y se fue a su trabajo sin despedirse, dejando muy afligida a su esposa.
Pasaron muchos días en los que el hombre parecía estar enojado con su mujer. Ella le hacía ocasión de conversa, mas él la ignoraba o simplemente le daba una contestación fría, tajante y de muy mala manera. A ella parecía no afectarle, a todo le seguía respondiendo con el simple gesto de una sonrisa.
Un día, cansada de la actitud poco apropiada de su esposo para con ella, decidió que era tiempo de ir a su lugar favorito, hacía varios años en los que no lo visitaban, sería una excelente idea ir y tratar de solucionar las cosas allá. Faltaba una semana para su aniversario, decidió darle una sorpresa a su esposo y antelar su fecha especial. Planeo todo y mediante engaños logró llevarlo y hacer un picnic en su paraje predilecto. Llegaron y desembarcaron todo del auto, el lugar había cambiado algo, los arboles estaban ligeramente más viejos.
-Nosotros tampoco somos los mismos- pensó Quinn al ver que el lugar ya no parecía el mismo.
-me engañaste, dijiste que iríamos a la escuela de Joseph-protestó con algo de alteración en su tono de voz.
-no tenia alternativa, de otra manera, no hubieras accedido a venir- respondió con algo de burla. Sam solo se limito a dar un hondo respiro y rodar sus ojos.
Coloraron el mantel cuadriculado en el césped y lo extendieron, se sentaron uno en cada extremo a degustar las variedades de bocadillos que la rubia había llevado. Quinn miraba detenidamente a Sam tratando de llamar su atención, mientras este, parecía evadir su mirada, más se concentraba en untarle mermelada a una galleta.
-¡Hey, oye rubio! No te hagas el disimulado, contigo hablo-ella se acerco a él y lo tomó por el mentón haciendo que sus miradas se crucen y, de esta manera, evitar que no la esquive mas- sabes que te amo, cierto? Y si no lo sabes o no lo recuerdas Je vous aime, Ich liebe Sie, Ik liefheb jullie, I love you, Io vi amo, Eu o amo... Te amo en varios idiomas.
Tú has sido mi más grande amor y siempre lo serás- El muchacho se mantenía estático- está bien Sam, ya párale, no sé qué te he hecho para que estés tan furioso conmigo- lo soltó y volvió algo incomoda a su sitio.
-que no estoy furioso contigo-Un grito ensordecedor dejo escapar en aquella hora haciendo que una bandada de aves que posaban en las ramas de los robles alborotadas volaran despavoridas.
-¿Me gritas porque adelanté nuestro aniversario? ¿es eso acaso?-con voz endeble cuestionó la rubia.
-No, estoy molesto y grito porque mueres y no puedo hacer nada para evitarlo, me siento impotente- cerraba y apretaba su puño con mucha fuerza-¡Maldita sea!, Quinn ¿por qué diantres no me habías dicho lo del sobre?-con aspereza reclamó.
-¡ahh! o sea, por lo del sobre estas molesto.
-Veo que todo lo tomas a calma, y no haces algo al respecto.
- y que se supone quieres que haga? Vamos, dímelo. ¿Acaso yo pedí esa enfermedad, Sam? No. Si mi enfermedad es escusa para irme de esta tierra, pues yo no puedo hacer más que aceptar los designios de Dios. Estoy enferma, acéptalo- con voz calmada dijo.
-¿Pero por qué? Tú no puedes dejarme, yo sin ti no podría estar.
-claro que puedes… pudiste vivir sin mi antes de conocerme- se mostraba positiva tratando de animar a su esposo tal y como lo hacía en su adolescencia, cuando eran los partidos importantes, ella siempre lo animaba con sus palabras y porras- Nunca estarás solo, lo prometo.
-no lo soportaré, moriré... –giraba su cabeza como sin inferir lo que su esposa expresaba, empezaba a parecerse a una persona desquiciada- ¡Me suicidaré!
-¿cómo puedes decir tremenda barbaridad? yo desearía que dios me preste más vida y tu vienes con una insolencia e irrespeto a la vida. La vida es valiosa, no tienes porque desperdiciarla de esa manera… además de que la vida es prestada, tu no puedes decidir en ponerle fin a tu vida. Debes ser fuerte por Joseph, el te necesitará. Ella empezó a desesperarse por las palabras expresadas por su marido.
-No soportaré que me dejes-gritaba con furia el rubio.
-¿sigues con eso?, en lugar de ayudarme mas hundes... Yo no soy quien tiene el control de mi vida-con esas palabras ella mejor decidió correr, alejarse e ir a meditar, desahogarse en otro lugar, no quería que su lugar de amor sea espectador de la aparente pelea.
Sam se quedó enfurecido, no con ella, sino con su enfermedad haciéndose un sinnúmero de preguntas que por más que intentaba no le encontraba respuesta ¿Por qué la gente mala no moría? ¿Por qué justo a él le tocaba perder a su joven esposa? Empezó a llamarla a voces, pero ella jamás regresó. Se empezó a desquitar con el viento, le daba golpes que no servían de nada, pues lo enfurecía más porque a la nada golpeaba. De pronto, se aproximó a uno de los robles y con gritos de furia lo empezó a golpear, pensando que de esa manera todo cambiaría; pero no, ya nada volvió a ser como antes… terminó dándose por vencido y abrazando a sus amigos arboles.
Al cabo de unos meses, Quinn se encontraba en el hospital, ya en etapa final de su terrible enfermedad. Sintiéndose decaída, pero su sonrisa jamás se borraba, parecía querer trasmitirles el mensaje a sus familiares de que siempre la recuerden sonriente, como una mujer que luchó hasta el final, pero que no por una tonta enfermedad dejó de hacer lo que mas amaba que era brindarle un sonrisa a cualquiera y de esa manera alegrarles el día.
-amor, aunque tu salud empeora, tu semblante no decae. Tu sonrisa intacta hace que yo tenga valor y no me quiebre y llore ante ti.
-¡cariño! Caída, pero nunca derribada, eso siempre recuérdalo. Sabes Sam, anoche soñé con nuestro lugar y lo vi hermoso-Sam la miraba atento- había cambiado mucho- Finalmente parecía que Sam estaba aceptado que su joven esposa pronto lo dejaría.
-¡si, querida! y ¿que mas venia en tu sueño?-muy atento le preguntaba.
-me encontré con una dulce niña, la cual me pregunto qué era lo que yo hacía ahí y yo le dije estas palabras: Estoy aquí porque este es mi hogar. Estos robles que ves aquí, saben mucho de mí y de mi esposo.
-ahhh y que te dijo la niña?-inquirió ansioso por saber más- ¿yo estaba en tu sueño?
-que desesperado eres-rió- Si, tú estabas en mi sueño, pero a lo lejos divirtiéndote con un niño. La niña me preguntó mi nombre y el de mi esposo y le respondí: mi nombre es Quinn Fabray y mi esposo es Sam Evans y no necesito hablarte más de mi vida, porque este lugar puede contártelo todo acerca de nuestro amor. Dije contenta. La niñita parecía interesada en saber más acerca de nosotros y volvió a formularme otra pregunta.
- ¿qué es el amor para ti? yo le respondí:
- tengo dos grandes conceptos: El amor es una bellísima flor, pero hay que tener el coraje de ir a recogerla al borde de un precipicio. El amor es un instante, que perdura para siempre. Le sonreí a la pequeñita y ella me supo decir que yo le recordaba a su madre. Me desperté feliz ¿sabes por qué?
-no tengo ni la más mínima idea, dímelo- El rubio disimuladamente limpiaba sus lagrimas.
-porqué ese es el lugar donde quiero esparzas mis cenizas el día que muera, y así, estar en contacto contigo, ese seguirá siendo nuestro sitio especial, tu podrás visitarme siempre-su voz cada vez se apagaba mas.
-lo que tu digas, tesoro- Sam no hizo más que apoyar su cabeza sobre el vientre de su esposa para luego romper a llorar como un niño.
- Si nada es eterno o perfecto nuestro amor puede serlo, porque nunca te dejaré de amar aunque esté lejos de ti- Decía ella con voz endeble y dulce. Sam seguía llorando, parecía no encontrar consuelo. Se empezó a escuchar el Te amo repetidamente de su esposa, mientras le acariciaba por la espalda, aunque cada vez menos audibles. Cuando finalmente Sam dejó de llorar, levantó su cabeza e intentó quitarse de su espalda el, ya para entonces, rígido y frio brazo de su amada. El cáncer había ganado la batalla, las tantas quimios a las que había sido sometida, simplemente provocaron que se infartara. Momento nefasto vivió el joven rubio, la mujer que había amado en sobremanera yacía en una camilla, ya sin vida… Cabe informar que su sonrisa no se borró ni el momento de su muerte.
Las caricias son muy fáciles y no demuestran nada; la única verdadera prueba de amor que puede darse al otro, es la de sufrir en su lugar.
Los deseos de la difunta fueron cumplidos, una ceremonia cristiana se efectuó al pie de los robles.
Empezó el treno (canto fúnebre) interminable que a su tonada producía un nostálgico sentimiento.
Su ceniza fue esparcida una parte sobre la fuente, otra a la rivera del rio y otra sobre el césped de aquel lugar. El viento travieso hacia lo suyo, soplaba con fuerza y elevaba los restos de cenizas hasta las copas de los arboles. Día triste y deprimente se vivió, la nostalgia se podía oler en el aire, un llanto sin consuelo de un hombre y un pequeño niño era el único audible sonido que envolvía a los presentes.
Desde ese día Sam y Joseph acudían todas las tardes a visitar a Quinn, con lagrimas en sus ojos pedían que ellas les hablase, pero, aparentemente, era inútil ya que ella nunca volvió darles ni una pequeña palabra.
Un día llegaron y enojados empezaron a lanzar piedras con furia a la fuente, porque habían estado por muchos años esperando que ella les dijera un te amo o escuchar una simple risa.
Con el pasar de los años ambos dejaron de asistir al lugar donde habían quedado las cenizas de Quinn porque se sentían nostálgicos y decepcionados de que Quinn jamás les diera una señal.
Siguieron con su vida, Joseph se casó, formó un hogar. Sam no se volvió a casar, paso el resto de su vida solo. Cuando llegó a su vejez decidió irse a vivir a un asilo para no serle de carga a su empresario e importante hijo.
Un día Joseph decidió dejar de lado su trabajo para ir por su padre y pasar un tiempo en su compañía.
-bueno, Sam Evans ¿hasta cuándo estaremos enojados con mamá? Es cierto que no responde, pero no por eso debemos enojarnos-Joseph hacia una sorpresiva aparición en la puerta de la habitación del anciano Sam.
-¿Que te hace pensar que estoy enojado con ella?- decía Sam con su mirada perdida hacia el marco de la ventana de su habitación.
-el que no vayas a visitarla… ¡Rayos! Hasta yo dejé de hacerlo- se lamentaba Joseph.
-no he ido porque el recordar que en ese lugar pasamos parte de nuestra vida y saber que ella ya no está me hace daño, me trae melancolía- se le humedecieron sus ojos.
-eso quedó atrás… hoy iremos a ese lugar y mamá nos responderá- Su hijo estaba muy seguro delo que decía, estaba optimista.
Así fue, Joseph hizo los papeleos correspondientes y sacó a su padre por unas horas para dar un recorrido. Llegaron al lugar, Joseph bajó a su padre del auto y empezó a empujarlo en su silla de ruedas.
-querida, aquí estamos, somos Sam y tu hijo Joseph que te extrañamos muchísimo. Tal vez ya no me reconozcas, pues estoy muy viejo y tengo canas, pero eso no me quita lo buen mozo- Sam se giró y consiguió sacarle una sonrisa a su hijo -tu sacaste la misma sonrisa de tu madre, acabo de darme cuenta- dijo al ver a su hijo sonreír de la misma manera que su amada cuando aun gozaba de vida- Linda, te tengo buenas noticias… Ya somos abuelos, tenemos una hermosa nieta, se parece a ti- Sam seguía hablándole al aire-Mi amor, Casi se me acaba la fe, casi se me escapa el amor, casi se me quiebra la inocencia, se me agotaba toda la fuerza para luchar un día más, casi me rendí... hasta que pensé en ti.
Querida, su tono de voz fue más quebrado- aquí empezamos… y aquí terminamos, hay simetría en eso- intentó forzosamente dibujar una sonrisa.
De pronto se desencadenó una fuerte ventisca que azotó sus rostros suavemente, intentaban abrir los ojos, pero no podían, el viento era mucho más fuerte que sus parpados.
-¡Papá! Mamá siempre nos respondió por medio del viento y nunca nos dimos cuenta- Gritaba Joseph en medio de la ventisca -ella siempre estuvo aquí -Joseph calló de rodillas y empezó llorar como nunca lo había hecho al igual que su padre.
- es verdad hijo, tu madre nunca nos dejó, nosotros si por un tiempo, pero ella no; por medio del viento nos sonreía.
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Muchos años después....
Una pareja de esposos y dos niños caminaban por un bulevar de la ciudad de los Ángeles tomados de la mano, llegaron hasta un pequeño malecón y avanzaron hasta donde un camino adoquinado los condujo. Se pararon justo en medio de dos frondosos robles para recibir algo de sombra. Notaron unos asientos que había allí, ambos padres decidieron sentarse y dejar que sus hijos se diviertan un rato. Los dos niños empezaron a revolotear por el lugar y a jugar a las escondidillas tras los arboles, sus padres divertidos observaban como jugaban, sus risas juguetonas le daban vida al lugar. De repente, el niño rubio empezó a llamar a voces a su hermana, ya que llevaba un largo rato buscándola y no la hallaba. La niñita rubia salió de en medio de uno de los árboles y tímidamente se acercó a su madre y curiosamente le hizo una extraña pregunta.
-¡Mamá!- la niña se sentó en el regazo de su madre quien la abrazaba muy fuerte.
-Dime, tesoro-con voz dulce su madre inquirió a la vez que le tocaba la punta de la pequeña nariz con su dedo. Sonriente la niña preguntó:
-¿Quiénes son Quinn Fabray y Sam Evans?
-¿Por… por qué lo preguntas?- a su rubia madre se le vidriaron y humedecieron instantemente los ojos. De pronto su mirada se llenó de expectativas.
- Escuché un susurro acompañado del movimiento de las ramas de esos viejos arboles que me decían: El amor es una bellísima flor, pero hay que tener el coraje de ir a recogerla al borde de un precipicio. El amor es un instante, que perdura para siempre… Quinn Fabray y Sam Evans sinónimo de amor verdadero y eterno- su llorosa madre la abrazó y le besó la frente- mamá en el físico tú tienes algo de esa tal Quinn y Sam.
-Analía hijita, esos... esos fueron mis abuelos.
The End
Creo que estuvo algo largo xD y eso que le quité algunas partes.
Sé que parecerá raro que unos robles hayan narrado parte de la historia, pero sabemos que en el mundo de los relatos ficticios todo es posible. Como les dije al principio, lo de la idea de quien narraría en parte el one-shot nació a raíz de ver la película “spirit” bueno, en esa película el que narra a lo largo de la historia es un caballo jijij y yo pensé: si un caballo narró esa historia, un roble también puede jeje (ultimamente me he obsesionado con los arboles)
Le juro que no fue fácil para mí escribir esta historia, ya que amo mucho a mis rubios, y bueno, matarlos fue muy duro y cruel.
Lloré como no tienen idea, este one-shot fue escrito con lágrimas, lo juro.
Dedicado a todos los fans verdaderos de esta extraordinaria pareja que, aunque ya no estén juntos, nosotros la seguimos recordando y amando.
Mis queridos Fabrevenses, no se desanimen… y recuerden que Fabrevans es sinónimo de Esperanza.
Gracias de antemano por sus comentarios. ¡Fabrevans no a muerto!
Besos, Juls.
Julexy♥Ge's-*-* -
Mensajes : 3190
Fecha de inscripción : 10/03/2010
Re: One-Shot: (Fabrevans) "Love like ours can never die"
Julexy querida te amooo
esta hermoso Julss si
fabrevans es sinonimo de amor verdadero
tienen una chispa magica
por que me la mataste u.u
la niñita era beth??
lo ame tu shot es lo mejor
esta hermoso Julss si
fabrevans es sinonimo de amor verdadero
tienen una chispa magica
por que me la mataste u.u
la niñita era beth??
lo ame tu shot es lo mejor
fabrevanslove- ---
- Mensajes : 540
Fecha de inscripción : 12/06/2011
Edad : 35
Re: One-Shot: (Fabrevans) "Love like ours can never die"
Hay miercole me hizo llorar pobreeesss , mori con l ode fueron mis abuelos , estoy derramando lagrimas como loca
Bianca_Blaknna-*- - Mensajes : 2116
Fecha de inscripción : 03/09/2011
Edad : 25
Re: One-Shot: (Fabrevans) "Love like ours can never die"
que bonito, y triste, hubo meomentos en los que quería llorar, pero no lo hice, ya que estoy con mis padres y mis tios, que se reirian de mi extremada sensibilidad, me ha gustado mucho...
XOXO
XOXO
Fedee Horan- - Mensajes : 1367
Fecha de inscripción : 26/03/2011
Edad : 27
Re: One-Shot: (Fabrevans) "Love like ours can never die"
WOW!!!! tu em quieres matar de depre!!! fue tan hermoso!!!! siempre matas a alguien eres algo sadica!!! jajajaj dios encima te inspiraste en spirit esa pelicula es muy trizte!!!! aunq lgo graciosa!!! ame lo de los robles dios fue tan bueno!!! espero que hagas mas!!!! eres tan buena q te besaria!!! ese amor fue tan tierno y lindo q me hizo llorar!!!
Besos
Maluu
Besos
Maluu
Maluukiita Love- - Mensajes : 1107
Fecha de inscripción : 24/11/2011
Edad : 29
Re: One-Shot: (Fabrevans) "Love like ours can never die"
Asjsdfjlsdhfdjlsñjflañ JULEEEEN! Me tienes llorando! ;__;
Ayyyy me encanto! Los robles narrando la historia de Fabrevans, ese detalle me mata xD
Me encanto, en serio, sabes que me encanta como escribes!
Te leo en otro fic, sister! :)
PD: Fabrevans isn't dead, right? :D
Ayyyy me encanto! Los robles narrando la historia de Fabrevans, ese detalle me mata xD
Me encanto, en serio, sabes que me encanta como escribes!
Te leo en otro fic, sister! :)
PD: Fabrevans isn't dead, right? :D
AnaGleek*-*- -
Mensajes : 2618
Fecha de inscripción : 30/12/2010
Edad : 29
Re: One-Shot: (Fabrevans) "Love like ours can never die"
OMG Sister estoy llorando *-*
Lo ame completamente!! Fabrevans Sinonimo a Amor eterno!!
Los robles narrando Todo fue tan Lindo :3 xD
Fue tan romantico en serio ...
Sam es un romantico a Su manera....x3
Pobre Quinn X_X
Me mato lo de la Niñita .. Fue tan Awwwwww!!
Me encanto Sis!!! en serio Amo como Escribes(:
PD: No hay que perder la esperanza Fabrevans lmL!
Lo ame completamente!! Fabrevans Sinonimo a Amor eterno!!
Los robles narrando Todo fue tan Lindo :3 xD
Fue tan romantico en serio ...
Sam es un romantico a Su manera....x3
Pobre Quinn X_X
Me mato lo de la Niñita .. Fue tan Awwwwww!!
Me encanto Sis!!! en serio Amo como Escribes(:
PD: No hay que perder la esperanza Fabrevans lmL!
'Ms Yazz Berry D' Groff-*- -
Mensajes : 2914
Fecha de inscripción : 17/01/2011
Edad : 27
Re: One-Shot: (Fabrevans) "Love like ours can never die"
lkajldklkajskldajklsd Julen ... llevo días leyéndolo, pero nunca me atrevo a acabarlo porque, no lo sé, siempre se me forma un nudo al terminar la narración de los Robles :'(
Fue perfecto , dolorosamente perfecto (en el mejor de todos los sentidos sister ♥) . Quinn murió pero nunca dejó a Sam, ni a su hijo a pesar de que ellos pensaban que ella se había ido para siempre.
No tengo palabras, más que alabarte sister *-* , Sam y Quinn siempre se amaron y esos robles fueron testigos de todo lo sucedido.
Dios!!!!! Nunca había amado tanto a unos árboles Y____________Y
Las palabras de Quinn antes de morir, su sueño y la niña, fue demasiado hermoso
"Las caricias son muy fáciles y no demuestran nada; la única verdadera prueba de amor que puede darse al otro, es la de sufrir en su lugar."
lkjalsdkjalksdlkjaslkd hermoso :'(
Sister, gracias por recordarme que Fabrevans es esperanza y a pesar de todo, ellos siempre serán perfectos el uno para el otro *-*
Gracias por este One-Shot Julen ♥
Fue perfecto , dolorosamente perfecto (en el mejor de todos los sentidos sister ♥) . Quinn murió pero nunca dejó a Sam, ni a su hijo a pesar de que ellos pensaban que ella se había ido para siempre.
No tengo palabras, más que alabarte sister *-* , Sam y Quinn siempre se amaron y esos robles fueron testigos de todo lo sucedido.
Dios!!!!! Nunca había amado tanto a unos árboles Y____________Y
Las palabras de Quinn antes de morir, su sueño y la niña, fue demasiado hermoso
"Las caricias son muy fáciles y no demuestran nada; la única verdadera prueba de amor que puede darse al otro, es la de sufrir en su lugar."
lkjalsdkjalksdlkjaslkd hermoso :'(
Sister, gracias por recordarme que Fabrevans es esperanza y a pesar de todo, ellos siempre serán perfectos el uno para el otro *-*
Gracias por este One-Shot Julen ♥
mayito1996- Gleek Nayaholic
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