[Klaine]Someone's work of art Capitulo 3 parte 1. 16/2

Sumario: Kurt trabaja en una galería de arte en Dublín., todos los jueves hay una nueva colección y siempre hay una joven pareja encabezando la fila. Un día el aparece solo, y esto puede ser el comienzo de una bonita amistad.
Fic basado en las canciones: Someone's Work of Art (By Sixteen citys) Live in Dublin (bruce springsteen) Summer Rain (Matthew Morrison) Horchata ( Vampire Weekend) You are a tourist (Death Cab for Cutie) 42 y Lost (Coldplay) Little Numbers (BOY) All the right moves (one republic) Life is life (Opus) y por ahora ahí queda
You
Eran las ocho de la mañana de un jueves, Kurt Hummel sabía que hoy sería un día como cualquier otro, empezaría el día tomándose un café con su compañera y jefa Rachel, después organizarían la colección de arte de esta semana, abrirían las puertas a las diez, primero llegarían el grupo de asiáticos con sus cámaras de fotos y arrasarían con la tienda de regalo, después los turistas aburridos, cerrarían de 2 a 3 e irían al café de al lado a tomarse algo mientras leían alguna revista, luego volverían y se encontrarían a la pareja de siempre sentada en un banco fuera, ellos entrarían y ella le explicaría a su novio cada cuadro con detenimiento, unas horas después se largarían y la galería cerraría.
Así que Kurt se levantó dispuesto a seguir su plan, era una mañana fría y lluviosa en Dublín, para variar, el suelo empedrado de las calles se veía mas grisáceo que nunca, los pequeños comercios de la calle principal empezaban a abrir sus puertas procurando no ser devorados por los Penney’s, los tradicionales Carrol’s y los grandes almacenes y cafeterías como Starbucks o McDonals.
Los artistas ambulantes extendían sus alfombras por el asfalto mientras colocaban sus sombreros o gorras donde pudiesen ser vistos y preparaban sus voces, instrumentos, juguetes, o cachivaches para conquistar al publico urbano o a los grupos de turistas universitarios que acababan fascinados por cualquier cosa.
La magia flotaba por las calles y el aire olía a hierba recién cortada para cualquiera nuevo en la ciudad pero Kurt Hummel estaba demasiado anonadado por la rutina de todos los días. Sabía que debía disfrutar de los detalles pero los detalles se acaban volviendo monótonos y aburridos.
Llegó a la galería, Rachel estaba allí como siempre, con una sonrisa en su cara que significaba lo mismo de siempre “Hey Kurt, hola, que tal, todo igual que siempre, la vida es un asco” o algo así. Se sentaron a tomarse un Capuchino, un pequeño capricho que como todo, acababa siendo un deber, un ritual olvidado y sin gracia.
- Que día mas triste hace hoy – Dijo Rachel mientras miraba por la ventana.
La gente dice que cuando se agotan los temas de conversación siempre queda hablar del tiempo. Cuando el café intacto de Kurt de quedo frío era hora de abrir la galería, la nueva colección basada en un proyecto universitario de una ciudad española había llegado esta semana a punto. Se puso manos a la obra mientras colocaba las piezas por la habitación. Esta vez los cuadros eran bonitos, últimamente Rachel solía coger las colecciones más baratas y eso no le gustaba demasiado a Kurt, eran aburridas.
Se sentó a leer un libro mientras muy de vez en cuando miraba a la gente en la colección. Cuando uno llevaba tiempo acababa acostumbrándose a las caras. Una mujer mayor iba todos los lunes y siempre preguntaba por todo. A veces un par de trabajadores del café de al lado pasaban a darse una vuelta. Una chica joven iba a veces solo a comprar posavasos y replicas de los cuadros a la tienda, y una pareja iba cada jueves. Kurt y Rachel siempre miraban entusiasmados a la joven pareja. Con las narices rojas del frío iban de la mano, ella le explicaba los detalles del cuadro mientras el a veces se sentaba en uno de los numerosos bancos de la galería y anotaba cosas en un cuaderno, después siempre se iban tras comprar algo en la tienda para “agradecer”
Rachel decía que su sueño era acabar en una relación como esa, Kurt simplemente sonreía pensando en que había cosas demasiado perfectas para ser reales.
Mientras se dormía en sus pensamientos la sala se vacío, hora de comer.
- Oye Kurt, Finn me ha llamado, quiere que le vea en St. Stephens Green, así que vas a tener que ir a tomar tu almuerzo solo – Dijo Rachel apurada mientras se pintaba los labios rápidamente y se atusaba el pelo - ¿No te importa cierto?
Kurt suspiró.
- Claro que no, pásatelo bien, saluda a Finn de mi parte – Dijo amablemente mientras cogía su cartera y se dirigía hacia a cafetería Salamanca, una de las alternativas a el “lunch pack” hortera que solían llevar los irlandeses para el trabajo.
Mientras se acomodaba con una ensalada de pasta en uno de los sofás que miraban en dirección a la galería vio a la pareja de todos los días llegar. La chica, que siempre solía ir arreglada, hoy vestía unos vaqueros y una sudadera, el pelo despeinado en una coleta y una maleta de la mano. El chico y ella estaban discutiendo, Kurt deseaba salir y meter oreja, por fin un cotilleo o algo interesante para salir un par de segundos de la rutina. Pensó que quizás fuese un poco triste disfrutar de la desgracia de un desconocido pero no tenía nada que hacer. Unos segundos después cuando la chica se fue ¿cabreada? Y su pareja o expareja o lo que fuese se sentó en el banco Kurt decidió que había perdido su gracia. Pago su comida y salió hacia la galería, se sentó detrás de la caja registradora de la tienda esperando que el joven entrase, pero no entró. Kurt hecho un vistazo por la ventana y decidió que no iba a perder un cliente así que salió.
- Hay exposición nueva – Dijo desde la puerta al joven, que se encontraba sentado en el banco con la mirada perdida - ¿No entras?
- No entendería nada – Dijo el chico.
Kurt dudó.
- Seguro que hay mas chicas, no te angusties por eso – Dijo.
El chico levanto la mirada y sonrió desilusionadamente. Mientras negaba con la cabeza.
Se levantó del banco y se fue dejando a Kurt sin un cliente menos y sin diversión.
Tres horas después Rachel volvió con una gran sonrisa en su cara.
- ¿Qué tal todo Kurt?
- Igual que siempre, bueno, luego te cuento.
Rachel sonrío
- ¿Y esa sonrisa?
- Finn me ha besado – Dijo saltando
Kurt esbozó una sonrisa automática, su amiga llevaba mucho tiempo detrás de ese chico y el realmente se alegraba.
- Enhorabuena – Dijo corriendo a abrazar a su amiga.
- Y bueno que me tenías que decir.
Kurt sonrió.
- Que tu pareja favorita ha roto esta mañana.
- ¿Rosschel? ¿Chair? ¿Yo y Finn? – Dijo confundida – La ultima es imposible
- No, rosschel lleva extinto mucho tiempo, Chair es demasiado extraño, es imposible que “Finnchel” acabase cuando no había empezado. Recuerdas los tortolitos de los jueves por la tarde
- Sí, que raro que no estén por aquí.
- Han roto. Ella ha roto con el o algo.
Rachel resopló.
- Pobre chica – Dijo tristemente
- Pobre chico, tenías que ver que cara tenía cuando salí a ver que le pasaba
Rachel miró extrañada a Kurt
- ¿Saliste a hablar con el? – Dijo
Kurt asintió y le contó a su amiga que el chico no quería entrar porque no “entendería” los cuadros.
- Que mal, hemos perdido a nuestros mejores clientes. Ojala vuelvan
- No creo, ella llevaba maleta
Rachel río.
- Me recuerda mucho a Rosschel definitivamente
Kurt la miro divertido
- Obsesionada.
Después de la breve conversación se vieron obligados a limpiar, ordenar y recoger. Después de cerrar la galería, a las siete, decidieron que quizás les diese tiempo a ir a parque de St Stephens Green que estaba prácticamente allí al lado. Era un lugar agradable, la pareja de amigos entraron cruzando las altas verjas que apuntaban al cielo ya oscuro de Febrero. El suelo de ladrillos rojo estaba lleno de envoltorios y latas de refrescos y algunas parejas se encontraban en las mesas de picnic conversando. Kurt y Rachel caminaron y se sentaron en la orilla de una pequeña charca con cisnes.
- Es relajante – Dijo ella.
- ¿Recuerdas la primera vez que vine aquí?
Rachel recordó, ella se había mudado a Dublín dos años atrás, antes vivía en Nueva York con Kurt. Cuando Kurt accedió a mudarse con su amiga a Dublín hace poco mas de un año Rachel se emocionó. Nada más Kurt salió del avión, plena noche, Rachel le quiso enseñar este parque, cuando la policía, haciendo un simple rastreo, vio a los dos chicos en la orilla del lago riéndose les puso una multa por estar teniendo sexo en un ligar publico, cuando Kurt les intento explicar que no estaban teniendo sexo porque era su mejor amiga y el era gay, ni estaban borrachos los policías les llamaron raritos por estar a las cinco de la madrugada en un parque haciendo algo inofensivo.
Ese recuerdo nunca saldría de sus mentes.
- Ey Kurt – Dijo Rachel sacándolo de sus pensamientos
Kurt dio un respingo y miró hacia todas partes
- ¿Qué pasa?
Rachel se giro para comprobar que lo que pasaba seguía pasando
- Te acuerdas el Ross de nuestra historia – Dijo Rachel
Sin saber porque Kurt milagrosamente entendió que era el chico del museo al que se refería su amiga Rachel.
Miro a todas partes hasta que lo halló sentado junto a un árbol revisando un cuaderno. El cuaderno que siempre llevaba encima. Kurt sabía perfectamente cual era, era una libreta pequeña azul marina con rayas granates y blancas al estilo navy las hojas eran gruesas y siempre había algo que caía de dentro.
El chico agarró unas cuantas hojas y las partió a la mitad tirandolas al viento.
Rachel aguantó una exclamación.
- Pobre chico. – Dijo tristemente
Las hojas volaron en su dirección

12 de Diciembre
Colección sobre la música:
Charlie me ha dicho que la música y el arte van de la mano.
Estamos observando un cuadro en el que aparece una chica joven con unos auriculares pequeños en sus orejas. Tiene la cabeza gacha y una sonrisa en su cara.
Charlie dice que el cuadro es precioso, y perfecto. No veo que sea tan “genial”.
Dice que es asombroso los trazos del pincel, no creo que ella pueda ver más allá de allí. No creo que vea que esa sonrisa no es de felicidad por que le gusta la canción como dijo. Creo que es una sonrisa triste, pero nunca lo entendería, siempre dice que pienso demasiado con el corazón. Y aunque la quiera y mucho a veces pienso que es un poco Hipócrita e idiota. Nunca se lo voy a decir esta claro

- ¿Has leído esto Rach? – Dijo Kurt al terminar de leer eso
Su amiga cogió el papel y empezó a leerlo.
- Así que la chica se llamaba Charlie – Dijo
Kurt la tapo la boca con su mano
- No hables tan alto, nos puede oír
- Lo siento – Dijo susurrando
- No parecía irles muy bien
- Yo que pensaba que la chica era lista – Dijo Rachel. Miraron ambos otra vez al chico que estaba tirando las hojas usadas de su libreta a la papelera
- Parece interesado en el arte, quizás deberíamos decirle que puede pasarse por la exposición y que si necesita saber algo…
- Nosotros se lo explicamos. Claro, no quiero perder un cliente.
Ambos se levantaron y anduvieron hacia el chico.
- Hola – Dijo Rachel dándole unos toques en el hombro
- ¿Hola? ¿Necesitáis algo? – Dijo extrañado, estaba claro que el sabía quienes eran la pareja de amigos pero no estaba seguro de que querían
- Me dijiste que no entenderías los cuadros sin tu novia. Podríamos explicártelos – Dijo Kurt amablemente
El chico sonrío
- Muchas gracias, no os molestéis seguiré pasándome por allí de vez en cuando
- Eso espero – Dijo Rachel – La colección de esta semana es de las mejores que hemos tenido
- He leído sobre ella, habla sobre la juventud ¿Cierto?
- Muy cierto – Respondió la chica satisfecha.
- Siento inmiscuirme en asuntos personales pero prácticamente te he visto romper con tu novia – Dijo Kurt en un tono que no era ni siquiera parecido a delicado - ¿Qué a pasado?
- Parecíais felices – Dijo Rachel para si misma
El chico sonrío
- No la aguantaba más
Rachel río
- Eso parecía en la hoja – Dijo Kurt a su amiga
- Bueno, os prometo visitar la exposición pero ahora me debo de ir dijo el chico.
- Genial – Dijo Rachel – Soy Rach y el es Kurt por cierto
- Anderson – Dijo el chico – Blaine Anderson
Sonrió mientras se iba
La pareja de amigos se miraron confundidos y boquiabiertos
- Que chispa – Dijo Rachel
Al menos Kurt sabía que el día no había sido tan aburrido y monótono.

Aww. Gracias a todos por sus perfectas reviews. Os traigo capitulo nuevo:)
Para escribir este capitulo me base en las siguientes canciones: Another Love Affair y The muse (darren Criss) Give me all your lovin (Madonna) Do it like a dude (Jessie J) Billie Jean (Cover por Chris Cornell) LoveShack (Glee) Better Then I know Myself (Adam Lambert) Summer Rain (Mathew morrison) I miss you (Blink 182) American Pie (Don McLean)
Los lugares de este capitulo y el anterior, son reales, estan en dublin:) Y yo he estado.

---

La mañana se despertó más soleada que de costumbre, Kurt se sintio feliz cuando los finos rayos de luz se colaron traviesos por la ventana y acariciaron su cara como un amante acaricia a su amada. Sonrío mientras abría sus ojos azul infinito y bostezaba, camino decidido por la ciudad oliendo el perfume de la vida. Era uno de sus días felices, cada vez había menos pero cada vez eran mejores, más esperados y anelados. Sin darse cuenta sus pies estaban corriendo y saltando en vez de deslizandose tormpemente en su ruta habitual. Esa mañana sustituyó su café habitual por un zumo de naranja, fresco y dulce a la vez que ácido, algo normal como un capricho, algo como el en estos días.
- Y esta semana toca de nuevo una colección barata – Dijo Rachel con un gesto de disgusto fingido.
Kurt sonrió, sí, hoy podría ser un día como cualquier otro, pero sabía que Rachel no podía estar enfadada con la vida. Todo la iba bien, estaba con el chico de sus sueños, Finn, y hacía sol, cosa que pasaba muy de poco en poco en esa ciudad de duendes e historias de hadas, de artistas fustrados y gente encasillada, de lluvia, de suelos húmedos, de cafés frios, de cielos grises y de vidas aburridas.
Kurt entró en la galería y hizo lo de siempre, se sentó en un puff gris que prácticamente algún día acabaría amoldandose a su figura, y alcanzó su libro.

Los gritos, los ecos y el ruido subterráneo del chapoteo del agua de las duchas sobre las baldosas llenaban el vestuario. Las muchachas habían estado jugando a voleibol durante la primera hora, y había algo apremiante en su ligero sudor matutino. Se estiraban y retorcían bajo el agua caliente, chillando, lanzando agua y pasándose de mano en mano las barras de jabón blanco.
Carrie se hallaba en medio de ellas, impasible, una rana entre los cisnes. Era una muchacha fornida, con granos en el cuello, la espalda y las nalgas. Su cabello mojado no parecía tener color alguno: se pegaba a su rostro con una obstinación empapada y abatida.

Estaba allí parada, con la cabeza ligeramente inclinada, dejando que el agua se precipitara sobre su cuerpo y cayera al suelo. Parecía la típica cabeza de turco, el perpetuo blanco de las bromas, la chica capaz de tragarse las historias más increíbles, el objeto de todas las malas jugadas. Y realmente lo era.
De manera desesperada desearía que la «Escuela Secundaria Ewen» tuviese duchas individuales -y por lo tanto privadas- como escuelas de Andover y Bosford. Porque se quedaban mirándola... Ellas siempre se quedaban mirándola

Mientras recorría el filo cortante de las paginas con la yema de sus dedos no se dio cuenta del trascurso de las horas. Hasta que escuchó una tos a sus espaldas. Kurt metió el dedo en el libro y se giró para ver quien había “osado” interrumpir su lectura, que hablando de Kurt era una cosa sagrada como si se tratase de ir a misa para un catolico o de ir a un concierto de lady Gaga para un “little monster”, dos cosas que también Kurt era.
- Hola Kurt – escuchó decir su nombre en los labios de aquel chico tan familiar, su cerebro siempre listo reconoció su voz al instante y la relacionó con aquel “cliente” fiel, que no le había fallado esta semana. Aun así el oirle hablar fue repentino, como si derepente esa barrera tan cotidiana que hay entre el visitante y el organizador se rompiese, commo se rompe un vaso frágil, o una relación frágil como en el caso de el chico, y como se rompe es barrera que se desconoce el grosor, uno nunca escucha esa cercania, es indicio de posible comienzo de amistad, de boca de un desconocido. Así que Kurt, como buen ciudadano, buena persona y feliz de que hoy fuese uno de sus días felices se giro y sonrió sin importarle como seguía la historia de aquel libro, porque eso no era real pero esta persona sí, porque ese libro estaría siempre allí pero esta persona no.
- Hola… - Dijo, estaba tan perdido en sus pensamientos que no recordó el nombre del chico. – Anderson
Tras el la puerta se abrió.
- Hola Kurt, hola ¿Blaine? – Dijo Rachel salvando a Kurt.
La chica dejo su chaqueta marrón sobre el perchero dejando ver un vestido amarillo corto debajo de el.
- ¿A dónde vas tan arreglada? – Dijo Kurt girandose para observar de pies a cabeza a su amiga mientras Blaine desaparecía de su lado para entrar en la exposición
Rachel se sonrojó de tobillos a orejas.
- Finn – Dijo timidamente sonriendo
Kurt sonrió porque sabía la respuesta.
Después volvió la vista a su libro pero había algo en su interior que no le permitió leer una pagina de seguido. Si no fuese más persistente estaría bailando y saltando por la superficie brillante del suelo que parecía tan delicada y deliciosa como un Suflé recién orneado. Tampoco podía dejar de levantar la vista y observar la cara de Blaine mientras se detenía a mirar los cuadros, los gestos de su boca al respirar y las arrugas que hacían sus ojos cuando parpadeaba y entrecerraba los ojos para buscar algo.
No se dio cuenta cuando pasó media hora y el seguía analizando al chico, inocentemente, como si se tratase de una obra de arte que se veía necesitado a descifrar.
El chico se giró y Kurt no pudo ser lo suficiente agil para fingir que no le estaba observando, pero no paso nada incomodo, simplemente sonrió y saludo con la mano, como dos niños pequeños que se encuentran en el parque. Los ojos de Blaine corrieron como relámpago hacia cualquier otra cosa al ver que Kurt no le respondía, con un pequeño mohin distraido Kurt decidió centrarse en su lectura, aunque era imposible con tanta actividad a su alrededor. Con un gesto forzadamente agresivo cerró el libro si ni siquiera marcar la pagina. Cerró los ojos y se recostó hacia atrás con un largo suspiro, después de ese dramatico momento se levanto y llamó a Rachel.
- Ey chica, vente a tomar algo, no soporto estar un minuto mas encerrado aquí.
Rachel le miro extrañado mientras arrugaba la nariz.
- No puedo, me tengo que ocupar de un montón de cosas, vender en la tienda, prepararme, atender a la gente, limpiar y intentar no parecer extresadamente emocionada, o emocionadamente extresada o algo – Dijo su amiga atropellando las palabras entre sí.
Kurt cogió su abrigo y se despidió.
- Me tocará ir solo
Dijo con tono exagerado inentandola convencerla, pero su objetivo cayó en otros oídos.
- Yo iba a ir para allá, ¿vamos juntos? – Dijo el chico que parecía estar siempre allí mientras por su propia iniciativa abría la puerta a Kurt y le ofrecía paso de forma que para Kurt fuese completamente negarse y volver atrás con su libro y su cómodo y calido asiento que le daba felicidad, y no nerviosismo como aquel desconocido o conocido o lo que fuese que acababa de entrar rápidamente en su esfera, en su esfera y en la de Rachel, en su mundo conocido.
Sin saber como, se vio sentado en una silla del café Salamanca, una alternativa más original al café matutino.
No hubo conversación como esperaba, lo que hizo esa caña inusual algo más cómodo e incomodo a la vez que lo que se suponía que debía ser. Kurt no sabía donde mirar, ni que hacer. No estaba acostumbrado a este tipo de cosas.
-Pediré otra – Dijo Blaine levantándose y acercándose a la barra como si estuviese flotando, ágilmente.
Cuando volvió Kurt estaba con la vista perdida en el aire que había entre el y la realidad de fuera del bar.
- Kurt, despierta… - Dijo Blaine pitando con los dedos por delante de su cara. Kurt parpadeo y oculto una especie de sonrisa.
- Lo siento.
Blaine se sentó mientras buscaba en sus bolsillos dinero.
- Yo invito – Dijo.
Cuando alargó su mano para colocar el dinero sobre la mesa y su manga se deslizó hasta que se pudo ver un pequeño reloj Kurt se dio cuenta que pieza había perdido del puzle, Era antes de mediodía, y Blaine siempre aparecía por la tarde.
- Es por la mañana – Dijo sin pensar y sin darse cuenta de que podía sonar realmente raro.
Blaine alzo la mirada y se quedo parado antes de mostrar una pequeña risa
- Lo sé. – Contestó Blaine aún risueño – Desde que deje a Charlie tengo más tiempo y me he apuntado a clases por la tarde
- ¿Y porque no por la mañana? – Dijo Kurt escéptico, que era la única manera de la que podía estar mientras trataba de volver a lo normal que antes odiaba. Esta situación era realmente ridiculo.
- Las mañanas son para disfrutarlas, además las tardes son más tranquilas para estudiar, hay menos gente.
Y a partir de allí surgió una inútil conversación que solo sirvió para romper la tensión y relajar el ambiente entre los dos desconocidos/conocidos. Después de estar hablando durante lo que parecieron dos minutos pero fueron bastante más, los dos jóvenes salieron y Kurt se vio obligado a volver a la galería de arte con su nuevo amigo o le que fuese.
Rachel estaba en la caja taconeando de puro nerviosismo y Blaine estaba dispuesto a marcharse después de comprar algo en la caja.
Kurt se sentó de nuevo en el puff de nuevo y agarró en libro de la mesilla para descubrir que con su gesto repentino y exageredo de esta mañana ahora estaba perdido en el libro y no le apetecía buscar por donde iba, de nuevo se vio obligado a encontrar algo de entretenimiento. Se levantó y empezó a descartar posibilidades, Rachel estaba demasiado nerviosa para mantener una conversación, Blaine estaba deambulando y ya había estado suficiente con el por hoy. La puerta al almacen estaba abierta y este estaba casi vacío. Entro sigilosamente y pus la música.
Empezo a descalzarme y dejo los zapatos a la puerta mientras se agachaba para tocarse la punta de los pies. Después de ese y unos cuantos estiramientos empezo a deslizarse sobre sus pies mientras giraba impulsado por las estanterias. Siempre le había gustado bailar, aunque no solia hacerlo, era como un pequeño oasis en medio de un desierto no tan caluroso. Como un trozo de chocolate entre el agridulce Mouse de limón. Era un placer entre lo cotidiano, como el zumo, como el arte, como quizás, aunque no lo pensase, Blaine.
Mientras Kurt decidido volaba entre cajas y cosas viejas y cosas nuevas la puerta se abrió un poco, un chico alto y corpulento entró divertido y empezó a hacer movimientos intentando imitar a Kurt. Kurt al girarse se hubiese sonrojado pero conocía al chaval lo suficiente para que eso le diese vergüenza.
- Finn – Grito y literalmente salio corriendo para darle un abrazo, al fin y al cabo, era una especie de hermano.- ¿Buscabas algo?
Finn sonrió y saco su móvil para buscar algo, le enseño un numero en la pantalla
- ¿Sabes quien es?
Kurt le miró confundido y negó con la cabeza
- ¡Sue!
Kurt miro a su hermanastro confundido mientras trataba de acordarse hasta que una chispa salto en su cerebro.
- ¿Sue Sylvester-Sylvester? ¿La exdirectora de nuestra residencia? – Dijo acordandose de los años que paso en la universidad, oh, dulce juventud.
Finn asintió.
- Hemos quedado el próximo jueves con ella, en mi oficina, dice que tiene el teléfono de gente de nuestra promoción, imaginate, reencontrarnos con Sam, o con Puck, o incluso con alguna de las chicas.
Kurt sonrió.
- Eso es genial – Dijo contentisimo.
Finn sonrió.
- Y ahora si me disculpas, tengo que irme con mi novia. – Dijo saliendo por la puerta, Kurt también le siguió y vio como la linda pareja se agarrabá del brazo y salía. Kurt se volvió a sentar en su puff ignorando que no estaba solo.
- Bonitos calcetines – Dijo Blaine a sus espaldas.
Kurt se puso rojo y se giró al darse cuenta de que estaba descalzo.
- ¿Sigues aquí?
Blaine asintió.
- ¿No tenias clases por la tarde?
Dijo Kurt suspicaz.
Blaine se encogió de hombros.
- ¿de que ira la exposición del jueves que viene?
- Sorpresa – Dijo Kurt calzandose
- Pues no vengo – Blaine sabia como sobornar a alguien
- Medioambiente – Dijo Kurt con un tono cansado, no estaba para juegos.
Blaine reprimió un gesto de disgusto.
- ¿Harias de guía? – Ofrecio Blaine
- Lo que quieras ,ahora, si no te importa… - Dijo Kurt – Es hora de cerrar.
Antes de que la puerta se cerrase en las narices de Blaine el chico metió un pie.
-Un placer conocerte Kurt.
Kurt supiro mientras apartaba el pie del moreno.
- Lo mismo digo Anderson.

esta interesant el FF me gusta =) y las canciones en las que te inspiras para escribir son geniales y pues bueno espero la actualizacion Salu2!!

Hayyy lumaaa , tu fic esta muy bueno , subi rapido porque me hs dejado con ganas de seguir leyendo te matare si no subes!

Para escribir este capitulo me he basado en las canciones
1. Someone’s Work of art – Sixteen Cities
2. Houdini – Foster the people
3. Cough syrup – Young the Giant
4. Hands – L.A.
5. Run Run Run – Phoenix
Y practicamente cualquier cosa de Bon Iver y toda la coleccion indie de la radio de Spotify.
Gracias por las reviews chicos/as. Me animais a seguir escribiendo. Y lo siento mucho por tardar en subir capitulo ya que sin querer lo borre tras escribirlo como dos veces.
También especiales gracias a Gione por animarme a seguir escribiendo y ser tan buen amigo y a Bianca por darme consejos sobre la continuación de la historia.

---

Capitulo 3 parte 1.
Jueves 16 de Diciembre

La mañana estaba brillante, aunque el cielo estaba gris como el acero, las gotas de agua de la lluvia torrencial que había caído en algún momento de la noche brillaban en la superficie de la calle como si fuesen diamantes entre el barro. Diamantes inexistentes.
Kurt andaba apurado por las calles, sabia que Rachel ya se habría ido, las diminutas perlas transparentes y húmedas que saltaban de los charcos con el contacto de los pies del joven parecían felices, son solo gotas, pensó Kurt, gotas que se transportan de charco en charco, de zapato a zapato, humedeciendo superficie que tocan.
Kurt esquivo el café Salamanca en vez de sentarse a tomarse algo, hoy no había tiempo.
Desde que su desierto frío encontró un oasis calido en su interior todo lo que giraba en torno a la rutina de Kurt se había vuelto extraño.
Tras pasar por varios bares hasta llegar a la galería su estomago rugió de hambre pero decidió que era prescindible.
No había nadie.
Eso hizo que Kurt se sintiese solo, aunque es no variaba.
Siempre había tenido amigos, pero había algún hueco sin completar. Siempre lo había habido, ese hueco que hace que todo funcione sin parecer raro.
Finalmente ese algo se había puesto en funcionamiento de repente, y Kurt estaba re viviendo una adolescencia que nunca había tenido.
El reloj giraba sus agujas solo y rápidamente, lo que antes era invierno ahora era un feliz verano, las derechas y izquierdas se unían en una nueva dirección que apuntaba hacia más allá del cielo.
Kurt temía que eso terminase algún día, pero también temía mucho más que ese oasis apareciese del todo y no se quedase en el espejismo, tenía miedo de su salvación.
Mientras estaba perdido en sus pensamientos las tormentas se desataron.
En plural
Primero fue la lluvia, los truenos, relámpagos, el olor a humedad.
Tres toques a la puerta despertaron a Kurt de su ensoñación
Sabía que ahora llegaba el hombre que con una sonrisa podía parar la lluvia.
En efecto la figura de Blaine, empapada, se recorto en la puerta. Kurt le dejo entrar aunque la entrada acabase encharcada.

- Has venido en vano – dijo Kurt – No hay nueva colección

Blaine sonrío mientras se rascaba la nuca.
- Oh – Exclamo – bueno, eres mi amigo, tomemos algo ¿no?

El corazón y mente de Kurt se contrajo de una manera peculiar al oír “amigos” una amplia sonrisa apareció en su rostro. La segunda tormenta acababa de empezar. La maquinaria oxidada de la vida de Kurt se puso en funcionamiento.

- Vamos, la maquina de cafés es horrible, se donde ponen cosas muy ricas – Dijo Kurt lanzándole a su nuevo ¿amigo? Un paraguas.
El puzzle estaba completo, sabía que ya no dudaría de Blaine.

Ambos caminaron hasta la cafetería O’neils que se encontraba cerca de la galería.

- Menos mal – Exhalo Blaine con gesto de satisfacción
Kurt le miro extrañado

- No me creerás, llevo como 3 años aquí en Dublín, y aun no había entrado en ningún Pub.

Kurt alzó las cejas, detalles, información.

- Eso inquiere muchas preguntas – Dijo recatadamente
Blaine sonrío de forma habitual.

- Americano, san Francisco, ella era de aquí pero se empeñaba a llevarme a mcDonals, KFC y Starbucks. – dijo riendo – He tenido suerte.

Kurt suspiró ahora el necesitaba proporcionar su información

- Yo probé la Guinness el día que llegue, engañado por Rachel. Desde entonces veo duendes en todas partes – Dijo de forma cómica.

- Rachel… - Dijo Blaine alzando los ojos buscando en su memoria
- La chica bajita – Dijo Kurt tajante, y ciertamente alagado al darse cuenta de que Blaine debía poner mas atención en el que en su amiga.

Blaine sonrió.
- Supongo que cuando ¡Rachel! – Dijo enfatizando el nombre para demostrar que se quedaría con el – te preguntara cuando digas mi nombre y tu responderás “El tipo Bajito” ¿Cierto?

Kurt se puso colorado, no sabía si eso le había dolido

- Lo siento
Blaine hizo un gesto para quitarle la importancia lo que relajó a Kurt.
- Comparada con su novio si que soy el tipo bajito, comparado contigo sigo siendo el tipo bajito, y con ella, si lleva tacones seré bajito. Así que no me molesta – Dijo Blaine sonriendo.
Era increíble como eso era algo inherente en el.
La sonrisa nunca la perdía.
Kurt no sabía mucho de Blaine salvo eso, incluso en días así de oscuros el aportaba un poco de luz a la ciudad.

- Comparados con Finnosaurio todos somos enanitos – Dijo Kurt riendo. – es desagradable tenerlo de hermano, da miedo que entre en casa y rompa el techo o algo
Blaine soltó una carcajada enorme
- No os parecéis mucho para ser hermanos
- Hermanastros – Dijo Kurt

Nueva información para Blaine, supuso eso, pensó Kurt. Estaba en paz
La tormenta de fuera acababa de cesar, la gente corría terminando lo que la lluvia había interrumpido.
Aunque la otra llovizna, fresca, suave, agradable, seguía entre los dos chicos.

- Y cuanto tiempo llevas aquí – Dijo Blaine en un intento de seguir una conversación sin darse cuenta de la aversión de Kurt por la información.
- Un año escaso – Dijo Kurt, obligado a continuar – Soy de Nueva York. Aunque estudié aquí. Bueno, no exactamente aquí sino en el norte por un intercambio de la escuela o algo así. ¿Y que hace alguien como tú en un sitio como este? – Dijo contraatacando

Blaine le dedico una pequeña sonrisa.
- ya te dije, vine aquí por mi novia. – Dijo sonriente de nuevo. Nada le podía derribar
- Exnovia – Corrigió Kurt
- Ex Novia – Afirmo Blaine – Aunque ahora podría volver a San Francisco, no tengo nada que me una a esta ciudad. Llevo tiempo pensándolo

Kurt ahogo una exclamación, extrañamente de algún modo eso le afectaba. Su mente se retorcía, no quería que Blaine se fuese.

- ¡Me dejarías de lado! – Fingió Kurt
- ¡Nunca! – Siguió Blaine con la broma
Ambos rompieron en carcajadas, la gente que andaba por el café les miro dos veces antes de alarmarse pero a ellos no les importaba
Kurt se sentía vivo.
Blaine no se sentía solo.

- Me caes bien Anderson – Dijo Kurt – Si te vas te echaré de menos.
Blaine se sonrojo lo que hizo que el interior de Kurt se contrajese suavemente para indicarle que había algo en el que necesitaba como el aire, aunque Kurt prefería ignorarlo todo. Los sentimientos no eran lo que Kurt estaba acostumbrado.

Y menos si aparecían de repente y por alguien que simplemente no debería por que era todo muy extraño.

Pero aun así, Kurt prefería ignorar la punta del iceberg aun sabiendo y conociendo la montaña bajo el mar que era el verdadero problema.

El teléfono de Kurt sonó estridente

-Tengo que cogerlo – Se escuso Kurt mientras rebuscaba en los bolsillos de su vaquero en móvil. - ¿Diga?
- Por fin porcelana – Dijo una voz familiar, que le devolvió a sus años de juventud. - ¿Cómo que no estas aquí?

Kurt se mordió el labio se le había olvidado, había quedado con Finn y Sue en Dundrum, por eso Rachel no estaba.
Cuando colgó el teléfono Blaine le miraba interrogado

- ¿Pasa algo?
- Había quedado con una de mis profesoras de la universidad pero no me e presentado. – Dijo Kurt mientras miraba el reloj. Las 11 y cuarto, aun tenía tiempo – Aunque creo que aun me da tiempo.

Blaine bajo la cabeza y esbozo una sonrisa triste.

Kurt entendió, estaba solo de nuevo.

- Vente – Le dijo
Blaine alzo la mirada y le brillaron los ojos de la alegría.

Una media hora de despues entraban en el L.U.A.S el tren de alta velocidad que conectaba Dublín con pequeños pueblos de alrededor

- No se como, pero siempre acabo perdido en Dun Drum – Dijo Kurt refiriéndose al enorme centro comercial a las afueras de Dublín.

Blaine río.
- Te ayudaría pero solo he estado allí un par de veces y me e perdido

Kurt alzo las cejas y sonrió. El tren freno en la primera parada mientras un par de personas bajaban.
Kurt y Blaine estaban entre ellas.
En esta parte de la comarca no había llovido, estaba todo seco.
Kurt y Blaine se adentraron en el enorme bloque que constituía el centro comercial.
Finn trabajaba en una agencia de viajes en la segunda planta así que decidieron buscar, después de correr por los encerados pasillos y subir y bajar escaleras la encontraron, cansados y divertidos por las carreras que habían hecho por todo el recinto.

Finn estaba sentado en su escritorio gris mientras conversaba con una mujer rubia, de pelo corto que no había cambiado en absoluto desde que Kurt la vio por ultima vez.

- Sue – Dijo al entrar, agarrando de la mano de Blaine y tirando de el.

La aludida y Finn se dieron la vuelta.

- Porcelana – Dijo Sue – Y veo que vienes acompañado de…
No pudo hablar más, fue Blaine el que termino la frase

- ¿Señora Sylvester?
Sue abrió la boca y Finn y Kurt se miraron confusos.
¿Por qué Blaine conocía a su exprofesora?

- Veo que te va muy bien sin Charlie, no te has quedado solo – Dijo Sue fríamente – Aún.

Y así la llovizna acabo en tormenta

estuvo bueno el capi.... Ahora! de donde blaine y sue se conoceran? o.O espero capi ^^

AVISO A MIS LECTORES/AS

Bueno, lectoras y lectores, que son pocos pero fieles :)
Gracias por leer este fic, se practicamente llevo pocos capitulos pero ...
Tengo que decirles que no creo que tenga ultimamente mucho tiempo de pasar por el foro pero si seguis interesados en mi historia la voy a seguir publicando NO AQUí si no en FanFiction Asi que si quereis seguir leyendo el fic pasad por allí.
Un millon de Klisses y gracias por vuestros comentarios! Subire la seguna parte del capitulo 3 mañana.
Spoiler: No va a pasar nada muy importante en la hisotria pero simplemente untilize lo de Sue para que pasase algo... hahaha :)