One Shot {#} Desperate

''¿Por qué?..'' Simplemente aquella pregunta se repetía la cabeza de una morena. Su nombre era Rachel Berry y, no era exactamente cualquier nombre; Era la joven proeza musical, quien en tan solo algunos años más se convertiría en una gran estrella.. Lo que ella había estado deseando desde que tenía uso de razón.- Esta chica era la futura señora Hudson, y solo quedaban un par de minutos para que aquello se volviera realidad, para que legítimamente sean marido y mujer. Pero un sonido la sacó de sus pensamientos. Finn se acercó a ella a pesar de que las demás chicas intentaron sacarlo de ahí por la típica historia de que debían verse hasta que estuviesen en el altar, pero no, ya era demasiado tarde y debían casarse si o si.-
- Es ahora o nunca.. - Dijo un nervioso y un tanto ansioso Finn, que notó que su chica estaba con las manos ocupadas, mandando un mensaje de texto o algo así. Este tan solo movía los dedos por consecuencia de lo nervioso que se encontraba.
- P-pero Quinn.. No podemos comenzar sin ella Finn - Dijo arrugando la nariz mientras clickeaba enviar, solo había escrito un ''Apúrate''.

En otro lugar se encontraba Quinn Fabray en el automóvil, conduciendo a alta velocidad ya que estaba muy apurada. La chica que en estos últimos tiempos se había convertido en la mejor amiga de Berry y, algo más, y esta última nombrada estaba apunto de casarse y aunque no estuviese de acuerdo con la idea solo quería lo mejor para Rachel.. La quería demasiado como para dejar que su anhelo fuera arrebatado tan solo por la envidia y celos de Fabray, aunque nunca le había dicho el porqué preciso. Tan solo le decía siempre lo mismo, que acabaría con su futuro si se casa con alguien tan mediocre y probablemente su futuro no sea el mejor, que además se concentrara en lo que realmente deseaba que era brillar, como se lo merecía.- Pero todo cambiaría en segundos, un simple accidente podía echar todo a perder en este instante.. Reincorporada en las Cheerios, que lastimoso.-
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Justamente había una razón por la cual Q' no había llegado al lugar, había sufrido un horrible accidente automovilístico y todos supieron ello cuando estaban a punto de llegar al altar para comenzar la ceremonia. Rachel mantuvo una mano en su frente y caminó hasta el Sr. Schue, que fue quien había recibido la llamaba de la madre de Quinn.
- ¿Quinn qué?, no pudo haber sido ella.. - Dijo Rachel totalmente desecha, mirando a su profesor suplicante, como si desease que lo que había sucedido fuera una mentira. Pero lamentablemente era la verdad, y el profesor negando con la cabeza puso una mano en el hombro de Rachel mirándole con tristeza.
- Lo lamento Rachel.. Por todos - Dijo mirando a cada uno de los chicos que estaban ahí tan tristes como Berry pero, esta última estaba mucho peor.
- Tenemos que ir a verla, ahora! - Exclamó la castaña mordiéndose el labio inferior, notando la mirada de muchos de sus compañeros.. Pero Hudson la miró un poco triste por el hecho de que su matrimonio se arruinara por aquello.-
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Y todos los chicos además de los padres estaban completamente preocupados por la rubia, por lo que se fueron inmediatamente hasta el hospital en el que se suponía estaba Fabray. El doctor se les acercó y la primera en quedarse adelante de todos fue Rachel, cosa que confundió un poco a Finn, que estaba sintiendo algo de ¿celos?.
- ¿Como está Quinn? - Preguntó una exhausta Rachel, la verdad había corrido por los pasillos del hospital para poder hablar con el doctor y con las ganas de ver a Quinn, su amiga. El doctor suspiró con pesadez y mantuvo una mano limpiandose el sudor, y con la otra sujetaba unos papeles.
- La verdad no es nada demasiado grave, pueden preocuparse.. Pero lamentablemente no puede sentir las piernas - Dijo con una mueca de tristeza y cierta lástima, mirando a cada joven presente y a los adultos también.
- Pero sanará, ¿no? - Volvió a preguntar la castaña con ambas manos en el pecho.
- Probablemente.. Pero será un arduo trabajo - Asintió el doctor intentando animar a la chica, Rachel solo soltó un suspiro y mantuvo su mirada fija en el suelo unos segundos, para volver a mirar al doctor dando un paso para poder mirarlo aún más de cerca.
- Puedo pasar a verla señor..? - Esta ves su voz sonaba bastante tranquila aunque, se notaba que la chica muchas veces intimidante y molesta estaba dolida, demasiado.. No se perdona que probablemente la culpa la tuvo ella, más aún teniendo en cuenta la conversación que tuvieron aquella mañana, en el instituto.
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Flash-Back

La rubia estaba mirándole con los ojos llorosos pero con una expresión llena de ira mientras la castaña miraba al suelo, llorando.
- Arruinarás tu vida, tu futuro.. Rachel - Dijo esta vez acercándosele para poder tomar una de sus manos, y la otra fue hasta su mentón para alzarle la vista.
- Pero lo amo.. - Dijo frunciendo los labios, y aquellas palabras hicieron que Quinn comenzara a llorar nuevamente, como hace unos minutos hacía.
- ¿Y porqué se supone que me trajiste acá? - Dijo soltándole, ahora cruzándose de brazos mientras miraba a otro lado, ofendida.
- Porque quería volver a decirte que fueses a la boda.. Quinn, eres importante para mi, mucho.. Y necesito que asistas y bueno, no te obligaré a cantar algo - Musitó suspirando acercándose un poco más a la rubia, haciéndole sonreír por lo último.
- ¿Eres feliz con él? - Preguntó mirándole bastante destruida por dentro, intentando claro, no mostrarse así.. Siempre debía ser la fuerte Quinn Fabray.
- Yo.. Soy feliz con.. - No pudo continuar la frase, Fabray se había lanzado a sus labios para no poder escuchar aquella oración completa. Aquel beso fue lento, demasiado para el gusto de ambas pero el problema fue que ninguna de las dos sabía si seguir o no con el acto, ya que la morena se casaría ese día luego de las Regionales, y la rubia tan solo quería disfrutar de los labios de la chica que le había robado el corazón, ningún hombre más entraría en su vida y ella solo quería a Rachel.
- Lo lamento.. Yo, no se que hice solo.. Aghh maldita sea - Exclamó Quinn antes de salir de aquel lugar dejando a una confundida Rachel, con la mano justo en su boca. Cerró los ojos y recordó lo que había sentido besar a aquella rubia que hizo que su corazón comenzara a latir con desesperación.-

Fin del Flash-Back
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Y así estuvieron pasando los días, todos los chicos más cercanos de Quinn o más bien dicho, los chicos del Club Glee iban seguido a ver como estaba o tan solo como seguía, su madre pasaba las tardes llorando por su hija que aún seguía en coma inducido y no sabía como terminaría todo esto, y Rachel estaba casi igual o peor que su madre pero una tarde, cuando la morocha estaba sentada mirando fijamente a Quinn con sus dos manos jugando con una de las de ella escuchó un pequeño ruidito por parte de la rubia, sonrió ampliamente al notar que estaba despertando.
- Qué sucedió? - Preguntó la rubia intentando sentarse pero rápidamente sintió un fuerte dolor que recorrió todo su cuerpo, por lo que volvió a quedarse recostada y llevó una mano a su frente.
- Estás en el hospital Quinny, sufriste un accidente pero.. No te preocupes, estarás mejor - Dijo Rachel mientras depositaba un pequeño beso en la mano izquierda de Quinn, la cual tenía sujeta con fuerza.
- Ya lo recuerdo.. - Musitó cerrando los ojos. Todo había sucedido el día de la boda de la morena que tenía en frente, volviendo a abrir los ojos ladeó el rostro un poco confundida - Y, ¿que tal estuvo la boda? - Le preguntó con una sonrisa fingida.
- Bien.. Y ya tenemos dos hijos desde que estuviste acá - Dijo como una mala broma, por lo que la rubia solo alzó ambas cejas, realmente no entendía su humor, por lo que solo arrugó la nariz, no podía darle un codazo o algo así, le dolía todo.
- Uh, ¿y son felices por siempre? - Preguntó de forma sarcástica rodando los ojos.
- A decir verdad no, no nos casamos.. Todo fue tan rápido - Dijo alzando la mirada, mirando hacia la ventana - Nos avisaron que estabas en el hospital, y yo solo quise venir a saber como estabas.. Estaba tan destruida, y la culpa - Admitió cerrando sus ojos y agachando la mirada.
- No es tu culpa Rach, tan solo soy una conductora algo distraída - Susurró divirtiendo a la castaña, sacándole una sonrisa.
- ¿No te estoy molestando o si? - Preguntó dándose cuenta de la situación, pensaba que probablemente era una molestia luego de la última vez que habían discutido.
- Para nada Rach.. Me mejoras el día - Le dijo humedeciéndose un poco los labios, sonrojándose al mismo tiempo, por suerte volvía a tener un color normal.
- Discúlpame por todo.. Realmente no se porqué no lo vi antes - Dijo acercándose un poco a ella, mientras le acariciaba su mano.
- ¿De qué hablas? - Frunciendo el ceño preguntó confundida hasta que sintió los cálidos labios de aquella morena que estaba junto a ella en la habitación sobre los suyos. La rubia no hizo demasiado, ya que se sentía congelada y Rachel, tan solo presionaba contra los labios de chica, por ahora se conformaba con eso.
- Eso.. - Dijo con una sonrisa infantil, cerrando los ojos sonrojada imaginando que ahora Quinn sería la que se burlaría de ella por todo.
- Al fin aceptas que somos la una para la otra y que, nunca deberías haber hecho todo ese arreglo del casamiento para negar lo inevitable - Le dijo a modo de broma por lo que la chica con complejos de diva soltó una carcajada mirándole. Llevó la mano de Quinn a sus labios y depositó pequeños besitos en ella mientras le sonreía.
- Digamos que, solo quiero aceptar que quizá tengas razón.. Pero a la vez diré que no quiero a otra persona en este instante que no seas tú, Lucy Quinn Fabray - Le dijo con serenidad entrelazando sus dedos con los de ella.
- Preferirías en un futuro cercano ser la señora Fabray-Berry? - Preguntó sorprendida.
- No.. Preferiría Berry-Fabray - Dijo ganándose ahora un golpecito por parte de su rubia, pero, en segundo ambas se miraban con ternura y amor - Aunque realmente me gusta eso de Faberry, en el instituto deberán aprenderlo - Dijo antes de acercarse nuevamente a los labios de su aparentemente novia para besarle con dulzura y mucho amor, aquel beso que siempre desearon darse.. Que fue perfecto.
- Y, ¿los demás? - Preguntó refiriéndose a Finn o, a los demás chicos que aún debían escuchar la noticia de que ahora ellas estaban juntas.
- Cuando vuelvas a McKinley, me llevarás en esa silla de ruedas y todo el mundo notará la nueva pareja del Instituto, les guste o no - Dijo con aire soñador.
- Y te besaré con locura para que el idiota de Hudson sepa que su ex-novia ya está con alguien mucho mejor que él - Le dijo asintiendo.
- Y nos iremos a N.Y., estudiaremos ahí y.. - Murmuró pero fue interrumpida por las palabras de Quinn.
- Estaremos la una con la otra, sin más preocupaciones.. Amándonos, convirtiéndonos en profesionales - Dijo con una sonrisa ladeando la cabeza, acariciando con dulzura la mano de Rachel.
- Estaremos juntas hasta el más allá - Finalizó la diva para así mismo, terminar aquella tarde de visita que se había convertido en algo mucho mejor. En una confesión por parte de ambas y el comienzo de algo nuevo, Faberry.. Y una demostración que el amor realmente lo puede todo, no importando las dificultades, el amor verdadero triunfará y no será solo por un tiempo, si no que por siempre.-