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{FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
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{FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
Notas del autor:
- Bueno, que puedo decir. Les presento mi fanfic Klaine. Adoro a la pareja compuesta por Blaine y Kurt y sobretodo me encanta todo lo que no hemos visto de ellos. Las escenas cortadas y todo lo que podemos imaginarnos de klaine juntos.
- El primer capítulo es algo lento. Porque amo los detalles y quería introducir a Blaine y su mundo. Su forma de ser y un poco de su historia, la que seguiré contando a través de todo el fanfic.
- Es una historia en tercera persona. Blaine es el protagonista. Pero desde el momento en que se conocerán con Kurt, entonces ambos serán los constantes de la historia.
- Espero les guste mi visión. Amo los detalles, así que aveces me vuelvo lenta y describo hasta la hormiga que esta caminando en la esquina xD
- Pero el siguiente capítulo ya es más rápido.
Sin más les presento:
- Bueno, que puedo decir. Les presento mi fanfic Klaine. Adoro a la pareja compuesta por Blaine y Kurt y sobretodo me encanta todo lo que no hemos visto de ellos. Las escenas cortadas y todo lo que podemos imaginarnos de klaine juntos.
- El primer capítulo es algo lento. Porque amo los detalles y quería introducir a Blaine y su mundo. Su forma de ser y un poco de su historia, la que seguiré contando a través de todo el fanfic.
- Es una historia en tercera persona. Blaine es el protagonista. Pero desde el momento en que se conocerán con Kurt, entonces ambos serán los constantes de la historia.
- Espero les guste mi visión. Amo los detalles, así que aveces me vuelvo lenta y describo hasta la hormiga que esta caminando en la esquina xD
- Pero el siguiente capítulo ya es más rápido.
Sin más les presento:
1. BLAINE, LOS WARBLERS Y EL ESPÍA
Querido diario:
Este fin de semana ha sido horrible.
Horrible.
Pero ya es lunes y en menos de una hora comenzarán las clases, por lo que podré sin lugar a dudas dejar todas mis penas atrás.
¿En que habré estado pensando cuando decidí que pasar el fin de semana con mis padres sería una buena idea? Porque después de cinco minutos de haber llegado, estaba queriendo escapar de regreso a Dalton.
¡Rayos!
El viernes, mientras mi mayordomo (que ese día hacía las veces de chofer) y yo volvíamos a casa en el auto (ya que me había ido a buscar al internado de mi colegio, pese a que le pedí que por favor no lo hiciera) tuve una sensación muy extraña. Cuando llegamos a la entrada de nuestro condominio y el gran portón doble de fierro negro comenzó a abrirse para dejar entrar el auto y permitirnos el paso por los terrenos de nuestra residencia, pensé de repente: «Mamá y papá me están esperando en casa. De seguro mamá debe estar en la cocina intentando preparar alguna comida que aprendió en su club de señoras de alta sociedad y papá debe estar leyendo el último ejemplar de arqueología (su materia favorita) de su autor favorito Frederic Engel, que adquirió en su última visita a Suiza. Deben de haberme echado mucho de menos».
Lo sé. Que gran estúpido.
E incluso cuando entré a la casa tras saltar los escalones de mármol y abrí la puerta con mi llave y sentí el vacío y el silencio que me indicaban que ellos no se encontraban en casa, seguí pensando que ellos estaban en algún lugar de nuestra enorme mansión, y más aún, que me habían echado de menos.
El único sonido que se escuchó entonces en el vestíbulo de la entrada fue el estruendo del choque que mis maletas ocasionaron cuando mi mayordomo las depositó en el suelo.
En ese preciso instante desee volver a Dalton.
Justo entonces, mi mayordomo se ubicó detrás de mí, lanzó un enorme suspiro y me dijo con voz apenada: « ¿Qué desea para comer joven, Anderson?».
Me volteé a mirarlo rápidamente para encontrarme con su mirada bonachona y que a su vez escondía un poco de incomodidad… ¿acaso sentía pena por mí? ¿Acaso mi mayordomo sabía que yo esperaba “ingenuamente” encontrarme con mis padres, que de seguro se encontraban en algún viaje de negocios o tomándose algunas vacaciones laborales olvidándose completamente de mí? ¿Acaso mi mayordomo sabía que quería ponerme a llorar en ese mismo momento?
Nunca me he sentido tan total y completamente perdido.
Casa. Estoy en casa. ¿Por qué suena eso como una mentira?
Mi nombre es Blaine Anderson, estoy cursando el penúltimo año en la vida de un estudiante antes de entrar a la Universidad. El próximo año yo podría ser Senior, aunque he tenido varias inasistencias que me podrían hacer repetir mi curso actual. Ojalá eso no suceda. Quiero graduarme lo más pronto y partir lejos de aquí.
Nací en Los Ángeles, California. Pero hace más de tres años que vivimos aquí, a las afueras de Lima, en Ohio. Vivo en una zona en dónde todas las familias son condenadamente “perfectas”
[s]¡JA! Condenadamente hipócritas diría yo.[/s]
Como sea.
Nos mudamos acá por varias razones. Y no pienso mencionar ninguna. No aún. Porque no lo he superado. Así que… esa historia tendrá que esperar.
En todo caso, adoro vivir dónde vivo ahora. Y no, no me refiero a esta inmensa mansión a las afuera de Lima, sino que me refiero al internado de la academia a la cual pertenezco. Se llama Academia Dalton. ¡Y es increíble!
La Academia Dalton es una escuela de alto prestigio académico a la cual solo asisten hombres. Tiene dentro de sus propiedades un internado para quienes viven lejos de casa. Yo no vivo lejos de casa, a los más nos separan dos horas y media a velocidad normal en un automóvil. Pero, no puedo vivir acá. Vengo de visitas de vez en cuando. Mi padre es arqueólogo, viaja mucho. Antes fue profesor de universidad, hoy es condenadamente conocido, o por lo menos dentro de su rubro que es la arqueología. Escribe tesis, ensayos y da charlas y exposiciones alrededor de todo el mundo. Mi madre lo acompaña a todos lados. Es muy poca la cantidad de tiempo que ellos están en casa. Entonces me inscribieron en el internado de Dalton por mi seguridad. Y la verdad, aunque al principio la idea no me gustó para nada. Ahora es diferente. Pues en Dalton están mis amigos, somos como una especie de familia. Dalton es mi hogar.
En este colegio nadie me discrimina ya que son todos muy civilizados, abiertos de mente, con mucho sentido de la fraternidad y además tienen un reglamento que no tolera el abuso y por eso en Dalton me siento muy cómodo.
¿Qué por qué menciono que en Dalton no discriminan?
Bueno, porque soy gay. Sip. Gay.
Y sé lo que significa que te discriminen por ser diferente. Conozco el desprecio y la crueldad de los adolescentes para con quién es diferente. A mi me tocó vivir una mala experiencia.
Pero aquí estoy. Sin duda lo que no te mata te hace más fuerte. Y además, entré en Dalton, dónde a nadie le importa si soy gay o no. Y en dónde tengo amigos verdaderos que me valoran tal cual soy.
Dalton es definitivamente mi hogar.
Ah, pero esto no es todo. En Dalton soy parte de algo más grande. Los Warblers, el prestigioso coro del colegio. ¡Somos como estrellas de Rock! Participamos en competencias de coro a nivel intercolegial. Pero este año vamos por con todo porque queremos llegar más lejos: ¡Las Nacionales! Y tal vez no nos cueste tanto trabajo. Somos realmente increíbles. Nos diferenciamos del resto de coros común y corriente porque nosotros interpretamos todas nuestras canciones a capella, y la música de acompañamiento la conseguimos haciendo juegos de voces, beat box y usando el sonido de nuestros coordinados pasos de baile. Somos geniales. Y últimamente he conseguido todos los solos del grupo. Y espero ganar el próximo solo. Así seré la voz principal el día de las seccionales. La primera etapa clasificatoria antes de las regionales. Nuestro ticket a New York y a las nacionales.
Dalton es lo mejor. Los Warblers son lo mejor. Y no sé por qué quise ir a casa este fin de semana, si sabía que era muy poco probable que ellos, mis padres se encontrasen allá.
No, mentira. La verdad… es que si sé el porque de querer ir a casa.
Extraño a mis padres.
Y eso me duele.
Porque pese a que en Dalton no me falta nada. Ni apoyo, ni cariño. Ni techo, ni comida, ni nada de nada. En Dalton no puedo encontrar la sabiduría de mi padre, ni los mimos de mi madre, ni las bromas de Cooper mi hermano mayor. En Dalton no existe ese lazo invisible que te aferra a tu familia y que es más fuerte que la misma sangre que nos une.
Extraño a mi verdadera familia. Y aunque a mi papá aún le cuesta asimilar que soy homosexual, y a mi mamá le cuesta reconocer que le apena un poco mi condición. Ellos no son malas personas, ni son crueles, ni malos padres. Al contrario… pero que les ha costado, les ha costado.
Estoy hecho un lío.
Supongo que lo mejor ahora es darle tiempo al tiempo.
Blaine Anderson dejó de escribir. Contempló fijamente la última plana que había escrito en su diario y suspiró aliviado. Había expresado en aquella última página todas las emociones que había experimentado este el último fin de semana. Haber escrito todo aquello, lo había liberado de una pequeña carga que le aprisionaba sobre su pecho. Meneó la cabeza y cerró el libro repentinamente. Tampoco es que quería seguir dándole vueltas al asunto.
Guardó cuidadosamente su diario entre los libros y materiales de estudio de su escritorio y se puso de pie.
Observó con detenimiento todo a su alrededor y sonrió tranquilo. El fin de semana había quedado atrás. Ahora se encontraba nuevamente en Dalton. En su habitación dentro del internado y estaba por comenzar una nueva semana de clases. Fijó la vista en su cama y con esta el cobertor que aún tenía la mancha de pintura de su último trabajo de arte que terminó en una guerra campal con dos compañeros de curso con quienes le había tocado trabajar en aquella ocasión. La alfombra a los pies de su cama no lo había pasado mejor. Esta tenía quemaduras de cigarrillo de cuando Thad y él habían querido aprender a fumar a escondidas. El gran ventanal de su cuarto
Estaba en su verdadero hogar.
Camino tranquilamente hacia el espejo victoriano de cuerpo entero que descansaba sobre la pared de su habitación y se contempló uno momentos. El reflejo de si mismo fue alentador. Sonrió pasándose una mano por su cabello. Blaine Anderson, tenía una desordenada cabellera castaña oscura y un par de ojos hazel que le hacían juego. Una permanente sonrisa sincera en el rostro y un brillo en su mirada que hacían creer a cualquiera que el chico era ingenuo e inofensivo. Debajo de la camisa del uniforme de su colegio se encontraba escondido un cuerpo trabajado. Abdominales y un par de brazos y piernas musculosas reflejo de su buen estado físico, alimentación saludable y de su afinidad al deporte. Sin embargo Blaine era de estatura un poco por debajo de la media, algo que el mismo no soportaba, pero que podía compensar con su personalidad avasalladora que hacia que nadie notara lo bajito que era.
Dueño de un espíritu joven y muy enérgico. Blaine se había ganado la admiración y el cariño de muchos. Su naturaleza curiosa y voluntad impetuosa hacían que él muchas veces se metiera en problemas. Blaine pensaban muy poco las cosas antes de hacerlas y mucho menos razonaba las consecuencias de sus actos. Él simplemente hacía lo que sentía. Esta forma de ser tan impulsiva que él poseía terminaba por completar una personalidad positiva, inquieta, y muy soñadora.
«Es hora de comenzar el día. Quiero ver a los chicos», pensó. Tomó del perchero que se ubicaba al lado de su espejo, el blazer que colgaba cuidadosamente en la pared. Lo tomó y se lo colocó esmeradamente para que no se arrugara. El ritual matutino de contemplarse y vestirse resultó relajante. Finalmente tomó de la misma percha la corbata con los colores distintivos de su institución académica. Una corbata con ribetes azules y rojos que apretó alrededor del cuello de su camisa. El uniforme lo hacía ver muy atractivo. Pero lo que más le gustaba es que con ese uniforme se sentía parte de algo más. «Nada mal», pensó, y el espejo mostró un muchacho con una sonrisa inescrutable. Ese pesar con el que se había levantado aquella mañana se había desvanecido, olvidado.
— ¿Blaine? ¿Estás despierto? ¿Alcanzamos un café antes de la primera clase? —La voz sonó desde afuera de la habitación.
Blaine volvió a pasar su mano acomodándose el gel de peinar con el cual había puesto bajo control su desordenada cabellera llena de rizos. Luego cogió su mochila y se dirigió hacia la salida. Abrió la puerta.
Afuera en el pasillo un muchacho alto y delgado que vestía el mismo uniforme que Blaine se encontraba apoyado desinteresadamente contra la pared, con los audífonos del iPod puestos y con la mano en los bolsillos, mientras su mochila descansaba en el suelo. Sonrió en cuanto Blaine salió de su habitación.
— ¡Muy buenos días! — Exclamó sonriendo abiertamente mientras se quitaba los audífonos de los oídos y apagaba su reproductor.
Blaine le devolvió el saludo con la misma energía y sonriendo tal y cual como su amigo. — Buenos días para ti también, Thad.
Thad guiñó uno de sus ojos color marrón oscuro en señal de complicidad. Se separó de la pared y levantó su mochila del suelo. Le dio un par de palmaditas a Blaine en la espalda y comenzó a caminar en compañía de este.
Blaine le echó una mirada en silencio a su amigo y sonrió para sus adentros. Siempre era bueno caminar en compañía de Thad e ir juntos por el primer café de la mañana. Era una buena forma de comenzar el día.
— ¿Qué miras tanto? — Preguntó Thad ante la atenta mirada de Blaine.
Blaine sacudió la cabeza y respondió sinceramente mientras se encogía de hombros. — Que puedo decir, siempre es bueno verte. —Confesó.
— Oh, Anderson. — Comentó Thad con voz melosa. — No flirtees conmigo. No eres mi tipo, ya te lo he dicho mil veces antes — Bromeó chocando su hombro con el hombro de Blaine. Era una broma que podía hacerle a Blaine porque entre ellos había mucha confianza.
Thad Harwood era compañero de su clase y su mejor amigo. También era el nieto del Director de la Academia Dalton. Blaine, adoraba su amistad con Thad por múltiples razones, una de las cuales era porque le recordaba a su hermano mayor, Cooper. Pero más importante era porque Thad era muy maduro para su edad, lo que lo hacía un chico muy sobre protector con sus amigos. Daba buenos consejos y tenía mucho sentido de la responsabilidad, cosa que al mismo Blaine le hacía falta. Era la contra parte de Blaine. Su cable a tierra. Por eso congeniaban muy bien. Porque Thad hacía que Blaine sentara cabeza, que pensara las cosas antes de hacerlas y le enseñó a ser cuidadoso con las decisiones que tomaba. Mientras que Blaine hacía que Thad se soltara de vez en cuando, que se relajara y disfrutara un poco más del día sin pensar tanto en el futuro. Y por último, era el primer y mejor amigo heterosexual que Blaine había tenido nunca.
— ¿Cómo estuvo tu fin de semana, Blaine? — Preguntó Thad con cuidado.
Blaine se encogió de hombros, más no respondió. Un pequeño movimiento de cuerpo que fue muy claro para Thad. Ya se conocían tanto que a veces entre ellos no hacían falta las palabras para entenderse.
— ¿Y el tuyo? — Preguntó Blaine, cambiando de tema.
Thad hizo una pequeña mueca con los labios, debatiéndose entre seguir preguntándole a Blaine acerca de su fin de semana o simplemente seguirle la corriente y cambiar el tema. — Pues…
— Si quieres luego hablamos de ello, sabes que siempre te cuento mis cosas. — volvió a hablar Blaine. — Pero en serio… ¿Cómo la pasaste este fin de semana?
Thad suspiró. Eso lo tranquilizó un poco. Tal vez luego hablarían seriamente. No había razón para comenzar a abrumar a Blaine con preguntas personales. Sonrió. — Nos quedamos con Wes y David analizando el posible repertorio para las seccionales.
Blaine se detuvo en seco ante el efecto de las palabras de su amigo. Sorprendido y nervioso, habló — ¿Ya-ya decidieron quién será el solista?
— Nop. Aún no… — contestó Thad como si nada — Aunque hiciste una excelente audición… y para mi eres el mejor exponente de los Warblers, pero ya sabes que Wes se toma su trabajo con mucha seriedad. Así que como siempre… la decisión tardará un poco.
El corazón de Blaine se había acelerado a tal manera que pensó podría tratarse de taquicardia. Amaba eso. Cantar. A tal extremo que en cada audición para los Warblers daba siempre lo mejor de si. Y aunque los Warblers eran un grupo muy unido, dónde lo importante era destacar todos juntos y no uno solo. De vez en cuando el grupo decidía que un solista, el mejor del grupo los representara en las competencias. Y Blaine había ganado las últimas audiciones, y sinceramente también quería ganar esta audición. Esa era otra característica de Blaine, no era un chico para nada competitivo, pero era muy orgulloso y tenía un ego un poco más alto que su propia estatura. Le gustaba ser el mejor.
— ¡Hey, Anderson! ¿Qué tienes? ¿Por qué te quedas ahí parado?
Cuando Blaine dejó de imaginar que estaba cantando en medio de un gigantesco escenario coreado por los Warblers y que todo el mundo los aplaudía y ovacionaba de pie volvió a poner atención en Thad que lo miraba inescrupulosamente.
— Oh. Yo… lo siento.
— Deja de soñar despierto, Blaine. Me desespera cuando haces eso. Siempre lo haces cuando te estoy hablando y termino sintiendo que sería mejor conversar con una puerta.
Blaine soltó una gran carcajada ante el último comentario de Thad. Era cierto. Tenía una terrible tendencia a soñar despierto. Lo que lo desconcentraba de cualquier cosas que estuviese haciendo. Incluso durante clases dónde siempre lo terminaban regañando enfrente de todos por contestar cualquier cosa cuando el profesor lo sorprendía distraído y le hacía una pregunta para avergonzarlo.
— Llegamos al comedor.
Blaine se sorprendió nuevamente cuando Thad le dijo eso. Era cierto ya habían hecho todo el recorrido desde los dormitorios, habían bajado la escalera grande en forma de caracol y habían atravesado el vestíbulo para al final llegar a la cafetería y él ni siquiera se había dado cuenta.
— Cielos. De veras que soy distraído.
Thad rió alegremente. Y posó una mano en el hombro de Blaine. — Distraído es decir poco, amigo. Es decir poco.
Entraron los dos al comedor. Que definitivamente no era un comedor común y corriente claro está. Se trataba de un lujoso y espacioso salón que recordaba mucho a un Restaurante. Estaba lleno de mesas redondas y juegos de sillas que combinaban perfectamente. El lugar era completamente alfombrado y la decoración era la misma que se podría encontrar en cualquier otro lugar del colegio. Cuadros y pinturas. Lámparas en las esquinas y pequeños esquineros con uno que otro adorno sobre ellos.
Blaine caminó entre las mesas para ir a sentarse a la misma que siempre ocupaba con Thad. Mientras que Thad fue a hacer el pedido de lo que iban a tomar a la barra de la cafetería que conectaba el comedor con la cocina de Dalton.
En cuanto Blaine dio un vistazo a todo el comedor se dio cuenta de que casi todo el mundo estaba allí esa mañana. Nick y Jeff que iban un curso más abajo que él y que también pertenecían a los Warblers estaban sentados dos mesas más allá, leyendo como siempre la última edición de su revista de video juegos favorita. En la fila de la barra, Blaine pudo reconocer a Wes, el presidente de los Warblers que se había acercado hasta el lugar de Thad para contarle algo, al parecer confidencial. « ¿Tendrá que ver con las audiciones?» Pensó Blaine para sus adentros. Eso tenía que averiguarlo pronto.
— ¿A quién espías en la fila? — Interrumpió de pronto una voz a la espalda de Blaine, quién se sobresaltó del susto. Se volteó y reconoció a su amigo sonriendo pícaramente. Sus dientes blancos eran contraste con su tostada piel.
— ¡Cielos! Que susto me diste, David. — Dijo Blaine llevándose una mano al pecho. Estaba tan concentrado mirando a Thad y a Wes que no había visto a su moreno amigo acercarse a su mesa. — No vuelvas a darme un susto así.
— Lo siento. Pero es que siempre estás tan distraído que suele ser divertido asustarte. ¿Qué haces? — Preguntó David, sentándose a la misma mesa que Blaine. El moreno llevaba un vaso de café entre sus manos.
— Lo de siempre. Vine con Thad por un café. — Blaine se encogió de hombros. Y sin pensarlo dos veces y como si fuera lo más normal del mundo le quitó a David su café para tomar un poco de el. — Lo siento, es que Thad se está demorando con el pedido.
— Adelante… se supone que los Warblers lo compartimos todo… tooooodo.
Blaine se atoró con el sorbo del café de David que se había llevado a la boca. — Dios santo, David… deja de hablar en doble sentido.
David largó a reír. Y Blaine negó en señal de negación.
David Thompson era así simplemente. El terrible del grupo. Era del mismo curso de Blaine y se caracterizaba por tener siempre un muy buen humor, alguna broma inteligente en los labios y mucho doble sentido. Aún así era un alumno destacado dentro de la academia. Un atleta imparable y un excelente y mejor bailarín. Bastante cercano a Blaine, más no eran mejores amigos. El mejor amigo de David era Wes, y siempre andaban juntos de un lado para otro.
— ¿Interrumpimos algo? — Preguntó de pronto Thad que llegó a la mesa con el pedido. Tendiéndole a Blaine su tan esperado café. Wes también se había acercado a la mesa.
— Ya sabes. — Contestó Blaine con naturalidad — David y su sentido del humor. Buenos días, Wes. — Agregó.
— Buenos días, Blaine — Contestó Wes de manera cordial. Sentándose a la mesa junto a Blaine y a David. Thad hizo lo mismo.
Como aún quedaba tiempo considerable antes de marcharse a clase los cuatro muchachos se sumergieron en una apacible conversación. Pues no era primera vez que eso sucedía. Los cuatro simpatizaban muy bien y era frecuente verlos compartiendo pese a que eran de diferentes cursos. Además los cuatro eran miembros de los Warblers, por lo que tenían mucho en común. Es más de pronto Blaine se vio a si mismo sentado junto a los tres integrantes del consejo de los Warblers: Wes, David y Thad.
El consejo de los Warblers era el que tenía la capacidad de decidir sobre todos los asuntos que involucraban al coro, como las fechas de las prácticas, la selección de canciones para las competencias, la elección de los solistas, hasta incluso autorizar presentaciones fuera del colegio si la situación así lo ameritase. Además ellos estaban a cargo de mantener el grupo en orden, pues ellos, los Warblers no contaban con un director o un profesor a cargo como el resto de los coros colegiales. Sin embargo, con Wes como presidente del consejo no hacía falta.
Wesley Montgomery, mayormente conocido como Wes era un estudiante Senior de la academia Dalton y actual miembro activo de los Warblers. El estaba a cargo de liderar las decisiones del consejo del coro. Presidente indiscutible. Era distinguido por poseer una personalidad muy estricta, serena y demandante. Podía hacer marchar todo a la perfección y siempre se hacía escuchar. Caracterizado por tomar buenas decisiones y ser muy imparcial, todo el mundo confiaba en él y lo respetaba. De muy pocos amigos, mayormente solía estar en compañía de David. Sin embargo era muy agradable una vez lograbas conocerlo profundamente y tenía tanto sentido del humor como su mejor amigo.
Blaine suspiró. Suspirar era un aspecto natural y distintivo de Blaine que significaba lo a gusto que se encontraba consigo mismo. En este momento había suspirado por lo cómodo y feliz que se encontraba compartiendo con sus compañeros una charla matutina. Thad sonrió porque al oír el suspiro de su amigo comprendió que Blaine ya se sentía mucho mejor después de aquel fin de semana en su casa.
En eso repentinamente Wes se levantó de su silla para pararse sobre la misma. Blaine, David y Thad lo miraron sorprendidos por la súbita decisión de encaramarse en la silla. Muchos estudiantes voltearon a ver al muchacho de rasgos asiáticos. Cuando Wes vio que la mayoría tenía sus ojos puestos en él, puso sus manos alrededor de sus labios para disponerse a hablar en voz alta y gritó:
— ¡NO SE PIERDAN LA ACTUACION DE LOS WARBLERS ESTA TARDE! ¡INTERRUMPIREMOS LAS CLASES! ¡SERÁ EN LOS BIENES COMUNES DEL ALTO NIVEL!
Y aunque pararse y ponerse a gritar en medio de una sala llena de estudiantes podría avergonzar a cualquiera. Todos quienes alcanzaron a oír a Wes comenzaron a aplaudir y a vitorear. Los alumnos de la academia Dalton admiraban a los Warblers y cada vez que los chicos intervenían en cualquier lugar de la escuela con alguna presentación, todo el mundo se divertía y lo pasaba bien. No por nada los Warblers eran como estrellas de Rock.
Una vez que Wes se dio cuenta de que su mensaje había sido bien recibido. Se sentó con una sonrisa triunfante nuevamente en la mesa.
— Tu si que sabes como llamar la atención. — Dijo Blaine de forma orgullosa.
Wes solo se limitó a contestar con un guiño de ojo.
— ¡Estos chicos podrían ser nuestros "groupies"! — comentó David con picardía.
— David ¿tu sabes que los groupies son en el sentido estricto de la palabra, personas que busca intimidad emocional y sexual con un músico famoso u otra celebridad? — Verdad preguntó Thad con una ceja enarcada.
— ¿En serio? — Preguntó David abriendo los ojos como dos enormes platos. — Okay... ahora entiendo porque aveces me dicen que debo evitar hablar tanto.
Wes, Thad y Blaine largaron una sonora carcajada.
Después de una mañana interesante junto a sus compañeros, los Warblers. Y tras asistir a todas las clases correspondientes de la mañana, Blaine se hallaba sentado en el escritorio de su habitación. Se había saltado la hora de la comida porque no se encontraba con mucho apetito, y apenas había pedido otro café para beberlo mientras estudiaba. Pero la verdad es que apenas si se podía concentrar. Blaine se sentía incómodo y levemente resentido y aunque el día había comenzado súper bien a su parecer y tras haber sido sincero consigo mismo a través de su diario de vida y luego de sentir que todos los líos se habían disipado de su cabeza. Volvió a caer en una leve depresión. Esto sucedió al término de su última clase de la mañana, cuando el profesor de historia los había hecho formar grupos para una próxima evaluación. Uno de los muchachos con quién había hecho acuerdo para trabajar y mientras discutían el tema a tratar en la exposición comentó lo muy feliz que había sido ese fin de semana. Blaine le preguntó el por qué de su felicidad y su compañero le comentó que junto a su padre asistido a la final de los juegos de hockey intercolegial. Que había sido un fin de semana de padre e hijo y que se lo había pasado súper bien. Blaine se limitó a sonreír en ese momento. Pero la verdad es que no pudo no compararse con su compañero de clase y darse cuenta de que él, no corría con la misma suerte. Había estado solo todo el fin de semana, y encontraba muy lejana la idea de poder pasar aunque sea una hora de padre e hijo. Eso, lo había vuelto a deprimir.
Sentado entonces en la soledad de su cuarto, Blaine simulaba disfrutar el cappuccino recién hecho que había pasado a pedir al comedor a modo de almuerzo. Lo miraba, lo removía y lo seguía mirando, sabiendo que no se lo iba a beber y que posiblemente terminaría arrojándolo por la cañería. El día había perdido su encanto. Estaba triste y ni siquiera sentía la necesidad de alimentarse. Ni incluso la crema que se alzaba y escurría por el borde del mug le parecía apetitosa.
Abrió y cerró los ojos un par de veces. Luchando con una lágrima que insistía escapar de su mirada. Justo a tiempo y antes de echarse a llorar, su teléfono celular comenzó a sonar.
Cuando Blaine lo sacó de su bolsillo y le echó un vistazo a la pantalla, se dio cuenta de que se aproximaba la hora de la intervención de los Warblers. Había dejado una alarma por si acaso se olvidaba de la presentación y sino hubiera sido por la efectividad de su aparato telefónico, probablemente se hubiese terminado por olvidar de la performance de los Warblers. Por lo menos la idea de saber que el tendría el honor de ser la voz principal de la canción lo entusiasmó un poco y le hizo nuevamente dejar atrás sus penas por unos momentos.
Tomó su mochila y se dirigió a la salida de su cuarto. Se detuvo en seco para contemplar su cama unos segundos. Y se dio cuenta de que incluso en Dalton aún estaba solo. Todos los dormitorios del internado del colegio eran piezas comunes para dos o tres personas. Y él se encontraba solo en una inmensa habitación para dos. Desvió su mirada hacia la otra cama. Completamente vacía y sin ocupar. No era extraño. Los cuartos se iban ocupando según iban llegando alumnos nuevos. Y muchos otros se iban vaciando a medida que los alumnos viejos se iban graduando por lo que quedaban habitaciones completamente vacías que llenar. Lo más probable es que a ningún alumno nuevo le gustase la idea de llegar a un cuarto que ya tuviese a alguien viviendo en el, por lo que probablemente elegían los cuartos vacios.
Era eso o era que Blaine se sentía demasiado deprimido como para pensar otra cosa más positiva.
Sacudió su cabeza para alejar de forma definitiva cualquier pesimismo de su interior y contó hasta diez. Tomó una fuerte bocanada de aire para llenar sus pulmones y se obligó a si mismo a ser un poco más objetivo. Salió de su cuarto pensando en nada más que en la performance de los Warblers.
Caminando por los pasillos que conectaban los cuartos del internado con las aulas de Dalton se encontró con dos muchachos de primero que cuchicheaban entre ellos. Cuando vieron a Blaine acercarse lo saludaron amistosamente y Blaine les devolvió el saludo de forma cortes. Cuando Blaine se dispuso a doblar por el siguiente pasillo que lo llevaría a la escalera de caracol uno de los dos muchachos lo llamó:
— Hey… Hem… ¿Blaine?
Blaine se detuvo inmediatamente y se volteó para ver que quería el muchacho. Retrocedió para quedar a una distancia prudente y poder ver para que fuera que lo llamaban — Sip. ¿Les sucede algo chicos? — Preguntó Blaine con voz animosa.
— Este… — Los dos muchachos intercambiaron una mirada nerviosa. — ¿Es cierto que están espiando a los Warblers? ¿Tan feroz es la competencia entre coros que mandan a espías?
Blaine parpadeó dos veces antes de poder asimilar las preguntas. Los rostros de los muchachos reflejaban una emoción y entusiasmo que solo es comparable con la de los lectores fanáticos de historias detectivescas que están a punto de descubrir quién fue el asesino. Y antes de que Blaine pudiera siquiera contestar, los dos muchachos siguieron hablando como si nada.
— ¡Eso suena tan emocionante! ¿Saben de qué coro es? Alguien dijo que lo había logrado distinguir y que parecía un chico del coro de McKinley.
— Aunque también hay rumores de que se trata de una chica del Carmel High vestida de hombre…
—…Y estaba todo vestido de negro y usaba un sombrero para esconder su rostro.
—… y si lo encuentran antes de que cumpla su cometido podría matar a alguien…
—…O secuestrar a quién lo descubra.
Blaine volvió a parpadear ¿Matar? ¿Secuestrar? Era necesario comprender que estaba ocurriendo. Se cruzó de brazos y los interrumpió — Okay, Okay chicos ¿De que demonios están hablando?
Y antes de que los muchachos siguieran disparatando con sus teorías acerca del espía, asesino y secuestrador uno de ellos se calmó un poco para explicarle a Blaine la situación:
— Esto sucedió en la última hora de clases antes del almuerzo… vieron estacionarse un auto, un Cadillac Escalade a las afuera de la entrada principal. Había un muchacho dentro. No vestía uniforme… lo vieron desde la ventana del salón de matemáticas de los de segundo grado. Dicen que el chico se había cambiado de ropa o algo así… y que tenía el rostro familiar, pero no llevaba uniforme. Alguien dijo a verlo visto antes en alguna competencia de coros o eso entendí. Y el rumor se disparó cuando alguien dijo que era un muchacho de la competencia. Y que se trataba de un espía… pero nadie lo ha visto y el auto sigue a fuera. Y parece que no se trata de un alumno de Dalton porque…
—… porque no lleva uniforme. — Concluyó Blaine que había puesto total atención al relato.
— Si, exacto. ¿Tú crees que se trate de un espía, Blaine?
Blaine tragó saliva antes de contestar. Y aunque sabía que los rumores en Dalton jamás eran ciertos porque cada quién contaba lo que quería contar y las cosas perdían totalmente el sentido y la credibilidad. Era cierto que a veces las competencias se volvían un poco turbias. Eso lo sabía porque Dalton tenía muchos problemas con los chicos de Adrenalina Vocal, un coro muy, pero muy competitivo. La idea de un espía no era del todo ridícula, aunque si lo era la idea del secuestro y de la posible muerte de alguien.
— ¡Wow! — Exclamó Blaine por fin después de tanto escuchar y procesar. —Vamos chicos, no se emocionen… a lo mejor si se trata de algún alumno nuevo o… miren. Ahora mismo iré con los Warblers, se supone que intervendremos los bienes comunes del alto nivel, tal vez ellos sepan algo más. ¿Por qué no van a vernos cantar y así salen de sus dudas? — Concluyó con simpatía.
— ¡Claro! — Exclamaron los muchachos de primero totalmente entusiasmados.
Acordaron entonces dejar los rumores a un lado. Los muchachos irían a ver el show de los Warblers y Blaine se les adelantaría porque debía conversar con su grupo para saber de una buena vez si aquello de los espías era cierto o no. Divertido, Blaine se apuró en retomar su camino para llegar a tiempo con los Warblers pero antes de alejarse por completo logró escuchar mientras doblaba por el pasillo…
— A lo mejor podríamos grabar la presentación… tal vez el espía esté en los vienes comunes…
— Y podríamos llamar a la policía o a la televisión…
— ¡Podríamos hacernos famosos por descubrir al asesino de cantantes de coro!
Blaine prosiguió su camino decidido a alejarse lo más posible de ese par de niños de primero. Porque si ese par de niños estaba en lo cierto, entonces el mundo se había terminado por volver loco.
Tomó por fin la escalera blanca de caracol que lo llevaría a la primera planta dónde se encontraban los bienes comunes y en dónde debían de estar ya reunidos la mayoría de los Warblers. Apuró el paso y saltó de dos en dos los últimos peldaños. A su alrededor todos los alumnos llevaban un ritmo veloz, ya sabía la mayoría acerca de la performance de los Warblers y todos iban en la misma dirección. Eso sacó una sonrisa del rostro de Blaine, que no había tenido en las últimas horas algo por lo que sonreír, a excepción del par de alumnos de primero y sus teorías graciosas detectivescas.
— Disculpa…
Blaine estaba por llegar a la planta baja cuando una voz suave llamó su atención a los pies de las escaleras de caracol y pensando en que se estaban dirigiendo a él, se volteó.
Entonces lo vio por primera vez.
A su vista un muchacho de apariencia frágil estaba bajando las escaleras para detenerse y mirarle directamente a los ojos. Blaine sonrió casi al instante abrumado por una inesperada fascinación. El joven llevaba una pequeña sonrisa que se extendía desde sus finos labios hasta las comisuras de los mismos. El resplandor de la luz proveniente de los rayos del sol –que de la nada surgió- iluminó su pálida tez color marfil. El muchacho volvió a hablar.
— ¿Puedo hacerte una pregunta? Soy nuevo aquí.
Al instante Blaine cayó en la cuenta de la chaqueta azul sin escudo de Dalton y la corbata roja sin los ribetes azules. Pero antes de sacar sus propias conclusiones o acordarse siquiera de que andaba un espía por los aposentos del colegio. Blaine sonrió amablemente y le ofreció su mano presentándose: — Mi nombre es Blaine.
— Kurt — Respondió el chico nuevo.
Ambos se estrecharon de manos. Y Blaine sintió un escalofrío inminente que lo movió de pies a cabeza, algo que supo disimular muy bien con una sonrisa mientras Kurt volvía a hablar.
— Así que… — dijo Kurt retomando la conversación y llamando la atención de Blaine. — ¿Podrías decirme que sucede exactamente?
— ¡Los Warblers! — contestó Blaine al instante, emocionado e incrédulo al mismo tiempo. ¿Cómo Kurt no iba a saber que se trataba de los Warblers? Prosiguió — De vez en cuando ellos ofrecen una función improvisada en los bienes comunes del alto nivel, y suelen detener las actividades de la escuela por un rato.
Al parecer la explicación tuvo mucho sentido para Kurt. Pues todos los demás estudiantes seguían bajando por la escalera de caracol para salir por una gran puerta en el fondo del vestíbulo. El chico nuevo volvió a mirar a Blaine como confundido — Espera… — Dijo Kurt como sorprendido. — ¿Entonces el coro es como popular aquí?
— ¡Los Warblers son como estrellas de rock!— Contestó Blaine con una exclamación. Acto seguido pudo ver como a Kurt se le desencajaba el semblante. Como si aquello de ser estrellas de Rock hubiese sido algo de otro mundo. Algo poco creíble.
El muchacho había llamado por completo la atención de Blaine, y algo extraño, un impulso diferente a los que Blaine jamás había sentido lo hizo hacer el gesto que sin saber le cambiaría la vida en trescientos sesenta grados. Tomó la mano de Kurt y agregó.
— Ven, conozco un atajo.
Para fortuna de Blaine, el muchacho no se resistió y se dejó llevar.
Para fortuna de Blaine, correr junto a él, junto a Kurt por los pasillos de Dalton era solo comienzo.
Este fin de semana ha sido horrible.
Horrible.
Pero ya es lunes y en menos de una hora comenzarán las clases, por lo que podré sin lugar a dudas dejar todas mis penas atrás.
¿En que habré estado pensando cuando decidí que pasar el fin de semana con mis padres sería una buena idea? Porque después de cinco minutos de haber llegado, estaba queriendo escapar de regreso a Dalton.
¡Rayos!
El viernes, mientras mi mayordomo (que ese día hacía las veces de chofer) y yo volvíamos a casa en el auto (ya que me había ido a buscar al internado de mi colegio, pese a que le pedí que por favor no lo hiciera) tuve una sensación muy extraña. Cuando llegamos a la entrada de nuestro condominio y el gran portón doble de fierro negro comenzó a abrirse para dejar entrar el auto y permitirnos el paso por los terrenos de nuestra residencia, pensé de repente: «Mamá y papá me están esperando en casa. De seguro mamá debe estar en la cocina intentando preparar alguna comida que aprendió en su club de señoras de alta sociedad y papá debe estar leyendo el último ejemplar de arqueología (su materia favorita) de su autor favorito Frederic Engel, que adquirió en su última visita a Suiza. Deben de haberme echado mucho de menos».
Lo sé. Que gran estúpido.
E incluso cuando entré a la casa tras saltar los escalones de mármol y abrí la puerta con mi llave y sentí el vacío y el silencio que me indicaban que ellos no se encontraban en casa, seguí pensando que ellos estaban en algún lugar de nuestra enorme mansión, y más aún, que me habían echado de menos.
El único sonido que se escuchó entonces en el vestíbulo de la entrada fue el estruendo del choque que mis maletas ocasionaron cuando mi mayordomo las depositó en el suelo.
En ese preciso instante desee volver a Dalton.
Justo entonces, mi mayordomo se ubicó detrás de mí, lanzó un enorme suspiro y me dijo con voz apenada: « ¿Qué desea para comer joven, Anderson?».
Me volteé a mirarlo rápidamente para encontrarme con su mirada bonachona y que a su vez escondía un poco de incomodidad… ¿acaso sentía pena por mí? ¿Acaso mi mayordomo sabía que yo esperaba “ingenuamente” encontrarme con mis padres, que de seguro se encontraban en algún viaje de negocios o tomándose algunas vacaciones laborales olvidándose completamente de mí? ¿Acaso mi mayordomo sabía que quería ponerme a llorar en ese mismo momento?
Nunca me he sentido tan total y completamente perdido.
Casa. Estoy en casa. ¿Por qué suena eso como una mentira?
Mi nombre es Blaine Anderson, estoy cursando el penúltimo año en la vida de un estudiante antes de entrar a la Universidad. El próximo año yo podría ser Senior, aunque he tenido varias inasistencias que me podrían hacer repetir mi curso actual. Ojalá eso no suceda. Quiero graduarme lo más pronto y partir lejos de aquí.
Nací en Los Ángeles, California. Pero hace más de tres años que vivimos aquí, a las afueras de Lima, en Ohio. Vivo en una zona en dónde todas las familias son condenadamente “perfectas”
[s]¡JA! Condenadamente hipócritas diría yo.[/s]
Como sea.
Nos mudamos acá por varias razones. Y no pienso mencionar ninguna. No aún. Porque no lo he superado. Así que… esa historia tendrá que esperar.
En todo caso, adoro vivir dónde vivo ahora. Y no, no me refiero a esta inmensa mansión a las afuera de Lima, sino que me refiero al internado de la academia a la cual pertenezco. Se llama Academia Dalton. ¡Y es increíble!
La Academia Dalton es una escuela de alto prestigio académico a la cual solo asisten hombres. Tiene dentro de sus propiedades un internado para quienes viven lejos de casa. Yo no vivo lejos de casa, a los más nos separan dos horas y media a velocidad normal en un automóvil. Pero, no puedo vivir acá. Vengo de visitas de vez en cuando. Mi padre es arqueólogo, viaja mucho. Antes fue profesor de universidad, hoy es condenadamente conocido, o por lo menos dentro de su rubro que es la arqueología. Escribe tesis, ensayos y da charlas y exposiciones alrededor de todo el mundo. Mi madre lo acompaña a todos lados. Es muy poca la cantidad de tiempo que ellos están en casa. Entonces me inscribieron en el internado de Dalton por mi seguridad. Y la verdad, aunque al principio la idea no me gustó para nada. Ahora es diferente. Pues en Dalton están mis amigos, somos como una especie de familia. Dalton es mi hogar.
En este colegio nadie me discrimina ya que son todos muy civilizados, abiertos de mente, con mucho sentido de la fraternidad y además tienen un reglamento que no tolera el abuso y por eso en Dalton me siento muy cómodo.
¿Qué por qué menciono que en Dalton no discriminan?
Bueno, porque soy gay. Sip. Gay.
Y sé lo que significa que te discriminen por ser diferente. Conozco el desprecio y la crueldad de los adolescentes para con quién es diferente. A mi me tocó vivir una mala experiencia.
Pero aquí estoy. Sin duda lo que no te mata te hace más fuerte. Y además, entré en Dalton, dónde a nadie le importa si soy gay o no. Y en dónde tengo amigos verdaderos que me valoran tal cual soy.
Dalton es definitivamente mi hogar.
Ah, pero esto no es todo. En Dalton soy parte de algo más grande. Los Warblers, el prestigioso coro del colegio. ¡Somos como estrellas de Rock! Participamos en competencias de coro a nivel intercolegial. Pero este año vamos por con todo porque queremos llegar más lejos: ¡Las Nacionales! Y tal vez no nos cueste tanto trabajo. Somos realmente increíbles. Nos diferenciamos del resto de coros común y corriente porque nosotros interpretamos todas nuestras canciones a capella, y la música de acompañamiento la conseguimos haciendo juegos de voces, beat box y usando el sonido de nuestros coordinados pasos de baile. Somos geniales. Y últimamente he conseguido todos los solos del grupo. Y espero ganar el próximo solo. Así seré la voz principal el día de las seccionales. La primera etapa clasificatoria antes de las regionales. Nuestro ticket a New York y a las nacionales.
Dalton es lo mejor. Los Warblers son lo mejor. Y no sé por qué quise ir a casa este fin de semana, si sabía que era muy poco probable que ellos, mis padres se encontrasen allá.
No, mentira. La verdad… es que si sé el porque de querer ir a casa.
Extraño a mis padres.
Y eso me duele.
Porque pese a que en Dalton no me falta nada. Ni apoyo, ni cariño. Ni techo, ni comida, ni nada de nada. En Dalton no puedo encontrar la sabiduría de mi padre, ni los mimos de mi madre, ni las bromas de Cooper mi hermano mayor. En Dalton no existe ese lazo invisible que te aferra a tu familia y que es más fuerte que la misma sangre que nos une.
Extraño a mi verdadera familia. Y aunque a mi papá aún le cuesta asimilar que soy homosexual, y a mi mamá le cuesta reconocer que le apena un poco mi condición. Ellos no son malas personas, ni son crueles, ni malos padres. Al contrario… pero que les ha costado, les ha costado.
Estoy hecho un lío.
Supongo que lo mejor ahora es darle tiempo al tiempo.
Blaine Anderson dejó de escribir. Contempló fijamente la última plana que había escrito en su diario y suspiró aliviado. Había expresado en aquella última página todas las emociones que había experimentado este el último fin de semana. Haber escrito todo aquello, lo había liberado de una pequeña carga que le aprisionaba sobre su pecho. Meneó la cabeza y cerró el libro repentinamente. Tampoco es que quería seguir dándole vueltas al asunto.
Guardó cuidadosamente su diario entre los libros y materiales de estudio de su escritorio y se puso de pie.
Observó con detenimiento todo a su alrededor y sonrió tranquilo. El fin de semana había quedado atrás. Ahora se encontraba nuevamente en Dalton. En su habitación dentro del internado y estaba por comenzar una nueva semana de clases. Fijó la vista en su cama y con esta el cobertor que aún tenía la mancha de pintura de su último trabajo de arte que terminó en una guerra campal con dos compañeros de curso con quienes le había tocado trabajar en aquella ocasión. La alfombra a los pies de su cama no lo había pasado mejor. Esta tenía quemaduras de cigarrillo de cuando Thad y él habían querido aprender a fumar a escondidas. El gran ventanal de su cuarto
Estaba en su verdadero hogar.
Camino tranquilamente hacia el espejo victoriano de cuerpo entero que descansaba sobre la pared de su habitación y se contempló uno momentos. El reflejo de si mismo fue alentador. Sonrió pasándose una mano por su cabello. Blaine Anderson, tenía una desordenada cabellera castaña oscura y un par de ojos hazel que le hacían juego. Una permanente sonrisa sincera en el rostro y un brillo en su mirada que hacían creer a cualquiera que el chico era ingenuo e inofensivo. Debajo de la camisa del uniforme de su colegio se encontraba escondido un cuerpo trabajado. Abdominales y un par de brazos y piernas musculosas reflejo de su buen estado físico, alimentación saludable y de su afinidad al deporte. Sin embargo Blaine era de estatura un poco por debajo de la media, algo que el mismo no soportaba, pero que podía compensar con su personalidad avasalladora que hacia que nadie notara lo bajito que era.
Dueño de un espíritu joven y muy enérgico. Blaine se había ganado la admiración y el cariño de muchos. Su naturaleza curiosa y voluntad impetuosa hacían que él muchas veces se metiera en problemas. Blaine pensaban muy poco las cosas antes de hacerlas y mucho menos razonaba las consecuencias de sus actos. Él simplemente hacía lo que sentía. Esta forma de ser tan impulsiva que él poseía terminaba por completar una personalidad positiva, inquieta, y muy soñadora.
«Es hora de comenzar el día. Quiero ver a los chicos», pensó. Tomó del perchero que se ubicaba al lado de su espejo, el blazer que colgaba cuidadosamente en la pared. Lo tomó y se lo colocó esmeradamente para que no se arrugara. El ritual matutino de contemplarse y vestirse resultó relajante. Finalmente tomó de la misma percha la corbata con los colores distintivos de su institución académica. Una corbata con ribetes azules y rojos que apretó alrededor del cuello de su camisa. El uniforme lo hacía ver muy atractivo. Pero lo que más le gustaba es que con ese uniforme se sentía parte de algo más. «Nada mal», pensó, y el espejo mostró un muchacho con una sonrisa inescrutable. Ese pesar con el que se había levantado aquella mañana se había desvanecido, olvidado.
— ¿Blaine? ¿Estás despierto? ¿Alcanzamos un café antes de la primera clase? —La voz sonó desde afuera de la habitación.
Blaine volvió a pasar su mano acomodándose el gel de peinar con el cual había puesto bajo control su desordenada cabellera llena de rizos. Luego cogió su mochila y se dirigió hacia la salida. Abrió la puerta.
Afuera en el pasillo un muchacho alto y delgado que vestía el mismo uniforme que Blaine se encontraba apoyado desinteresadamente contra la pared, con los audífonos del iPod puestos y con la mano en los bolsillos, mientras su mochila descansaba en el suelo. Sonrió en cuanto Blaine salió de su habitación.
— ¡Muy buenos días! — Exclamó sonriendo abiertamente mientras se quitaba los audífonos de los oídos y apagaba su reproductor.
Blaine le devolvió el saludo con la misma energía y sonriendo tal y cual como su amigo. — Buenos días para ti también, Thad.
Thad guiñó uno de sus ojos color marrón oscuro en señal de complicidad. Se separó de la pared y levantó su mochila del suelo. Le dio un par de palmaditas a Blaine en la espalda y comenzó a caminar en compañía de este.
Blaine le echó una mirada en silencio a su amigo y sonrió para sus adentros. Siempre era bueno caminar en compañía de Thad e ir juntos por el primer café de la mañana. Era una buena forma de comenzar el día.
— ¿Qué miras tanto? — Preguntó Thad ante la atenta mirada de Blaine.
Blaine sacudió la cabeza y respondió sinceramente mientras se encogía de hombros. — Que puedo decir, siempre es bueno verte. —Confesó.
— Oh, Anderson. — Comentó Thad con voz melosa. — No flirtees conmigo. No eres mi tipo, ya te lo he dicho mil veces antes — Bromeó chocando su hombro con el hombro de Blaine. Era una broma que podía hacerle a Blaine porque entre ellos había mucha confianza.
Thad Harwood era compañero de su clase y su mejor amigo. También era el nieto del Director de la Academia Dalton. Blaine, adoraba su amistad con Thad por múltiples razones, una de las cuales era porque le recordaba a su hermano mayor, Cooper. Pero más importante era porque Thad era muy maduro para su edad, lo que lo hacía un chico muy sobre protector con sus amigos. Daba buenos consejos y tenía mucho sentido de la responsabilidad, cosa que al mismo Blaine le hacía falta. Era la contra parte de Blaine. Su cable a tierra. Por eso congeniaban muy bien. Porque Thad hacía que Blaine sentara cabeza, que pensara las cosas antes de hacerlas y le enseñó a ser cuidadoso con las decisiones que tomaba. Mientras que Blaine hacía que Thad se soltara de vez en cuando, que se relajara y disfrutara un poco más del día sin pensar tanto en el futuro. Y por último, era el primer y mejor amigo heterosexual que Blaine había tenido nunca.
— ¿Cómo estuvo tu fin de semana, Blaine? — Preguntó Thad con cuidado.
Blaine se encogió de hombros, más no respondió. Un pequeño movimiento de cuerpo que fue muy claro para Thad. Ya se conocían tanto que a veces entre ellos no hacían falta las palabras para entenderse.
— ¿Y el tuyo? — Preguntó Blaine, cambiando de tema.
Thad hizo una pequeña mueca con los labios, debatiéndose entre seguir preguntándole a Blaine acerca de su fin de semana o simplemente seguirle la corriente y cambiar el tema. — Pues…
— Si quieres luego hablamos de ello, sabes que siempre te cuento mis cosas. — volvió a hablar Blaine. — Pero en serio… ¿Cómo la pasaste este fin de semana?
Thad suspiró. Eso lo tranquilizó un poco. Tal vez luego hablarían seriamente. No había razón para comenzar a abrumar a Blaine con preguntas personales. Sonrió. — Nos quedamos con Wes y David analizando el posible repertorio para las seccionales.
Blaine se detuvo en seco ante el efecto de las palabras de su amigo. Sorprendido y nervioso, habló — ¿Ya-ya decidieron quién será el solista?
— Nop. Aún no… — contestó Thad como si nada — Aunque hiciste una excelente audición… y para mi eres el mejor exponente de los Warblers, pero ya sabes que Wes se toma su trabajo con mucha seriedad. Así que como siempre… la decisión tardará un poco.
El corazón de Blaine se había acelerado a tal manera que pensó podría tratarse de taquicardia. Amaba eso. Cantar. A tal extremo que en cada audición para los Warblers daba siempre lo mejor de si. Y aunque los Warblers eran un grupo muy unido, dónde lo importante era destacar todos juntos y no uno solo. De vez en cuando el grupo decidía que un solista, el mejor del grupo los representara en las competencias. Y Blaine había ganado las últimas audiciones, y sinceramente también quería ganar esta audición. Esa era otra característica de Blaine, no era un chico para nada competitivo, pero era muy orgulloso y tenía un ego un poco más alto que su propia estatura. Le gustaba ser el mejor.
— ¡Hey, Anderson! ¿Qué tienes? ¿Por qué te quedas ahí parado?
Cuando Blaine dejó de imaginar que estaba cantando en medio de un gigantesco escenario coreado por los Warblers y que todo el mundo los aplaudía y ovacionaba de pie volvió a poner atención en Thad que lo miraba inescrupulosamente.
— Oh. Yo… lo siento.
— Deja de soñar despierto, Blaine. Me desespera cuando haces eso. Siempre lo haces cuando te estoy hablando y termino sintiendo que sería mejor conversar con una puerta.
Blaine soltó una gran carcajada ante el último comentario de Thad. Era cierto. Tenía una terrible tendencia a soñar despierto. Lo que lo desconcentraba de cualquier cosas que estuviese haciendo. Incluso durante clases dónde siempre lo terminaban regañando enfrente de todos por contestar cualquier cosa cuando el profesor lo sorprendía distraído y le hacía una pregunta para avergonzarlo.
— Llegamos al comedor.
Blaine se sorprendió nuevamente cuando Thad le dijo eso. Era cierto ya habían hecho todo el recorrido desde los dormitorios, habían bajado la escalera grande en forma de caracol y habían atravesado el vestíbulo para al final llegar a la cafetería y él ni siquiera se había dado cuenta.
— Cielos. De veras que soy distraído.
Thad rió alegremente. Y posó una mano en el hombro de Blaine. — Distraído es decir poco, amigo. Es decir poco.
Entraron los dos al comedor. Que definitivamente no era un comedor común y corriente claro está. Se trataba de un lujoso y espacioso salón que recordaba mucho a un Restaurante. Estaba lleno de mesas redondas y juegos de sillas que combinaban perfectamente. El lugar era completamente alfombrado y la decoración era la misma que se podría encontrar en cualquier otro lugar del colegio. Cuadros y pinturas. Lámparas en las esquinas y pequeños esquineros con uno que otro adorno sobre ellos.
Blaine caminó entre las mesas para ir a sentarse a la misma que siempre ocupaba con Thad. Mientras que Thad fue a hacer el pedido de lo que iban a tomar a la barra de la cafetería que conectaba el comedor con la cocina de Dalton.
En cuanto Blaine dio un vistazo a todo el comedor se dio cuenta de que casi todo el mundo estaba allí esa mañana. Nick y Jeff que iban un curso más abajo que él y que también pertenecían a los Warblers estaban sentados dos mesas más allá, leyendo como siempre la última edición de su revista de video juegos favorita. En la fila de la barra, Blaine pudo reconocer a Wes, el presidente de los Warblers que se había acercado hasta el lugar de Thad para contarle algo, al parecer confidencial. « ¿Tendrá que ver con las audiciones?» Pensó Blaine para sus adentros. Eso tenía que averiguarlo pronto.
— ¿A quién espías en la fila? — Interrumpió de pronto una voz a la espalda de Blaine, quién se sobresaltó del susto. Se volteó y reconoció a su amigo sonriendo pícaramente. Sus dientes blancos eran contraste con su tostada piel.
— ¡Cielos! Que susto me diste, David. — Dijo Blaine llevándose una mano al pecho. Estaba tan concentrado mirando a Thad y a Wes que no había visto a su moreno amigo acercarse a su mesa. — No vuelvas a darme un susto así.
— Lo siento. Pero es que siempre estás tan distraído que suele ser divertido asustarte. ¿Qué haces? — Preguntó David, sentándose a la misma mesa que Blaine. El moreno llevaba un vaso de café entre sus manos.
— Lo de siempre. Vine con Thad por un café. — Blaine se encogió de hombros. Y sin pensarlo dos veces y como si fuera lo más normal del mundo le quitó a David su café para tomar un poco de el. — Lo siento, es que Thad se está demorando con el pedido.
— Adelante… se supone que los Warblers lo compartimos todo… tooooodo.
Blaine se atoró con el sorbo del café de David que se había llevado a la boca. — Dios santo, David… deja de hablar en doble sentido.
David largó a reír. Y Blaine negó en señal de negación.
David Thompson era así simplemente. El terrible del grupo. Era del mismo curso de Blaine y se caracterizaba por tener siempre un muy buen humor, alguna broma inteligente en los labios y mucho doble sentido. Aún así era un alumno destacado dentro de la academia. Un atleta imparable y un excelente y mejor bailarín. Bastante cercano a Blaine, más no eran mejores amigos. El mejor amigo de David era Wes, y siempre andaban juntos de un lado para otro.
— ¿Interrumpimos algo? — Preguntó de pronto Thad que llegó a la mesa con el pedido. Tendiéndole a Blaine su tan esperado café. Wes también se había acercado a la mesa.
— Ya sabes. — Contestó Blaine con naturalidad — David y su sentido del humor. Buenos días, Wes. — Agregó.
— Buenos días, Blaine — Contestó Wes de manera cordial. Sentándose a la mesa junto a Blaine y a David. Thad hizo lo mismo.
Como aún quedaba tiempo considerable antes de marcharse a clase los cuatro muchachos se sumergieron en una apacible conversación. Pues no era primera vez que eso sucedía. Los cuatro simpatizaban muy bien y era frecuente verlos compartiendo pese a que eran de diferentes cursos. Además los cuatro eran miembros de los Warblers, por lo que tenían mucho en común. Es más de pronto Blaine se vio a si mismo sentado junto a los tres integrantes del consejo de los Warblers: Wes, David y Thad.
El consejo de los Warblers era el que tenía la capacidad de decidir sobre todos los asuntos que involucraban al coro, como las fechas de las prácticas, la selección de canciones para las competencias, la elección de los solistas, hasta incluso autorizar presentaciones fuera del colegio si la situación así lo ameritase. Además ellos estaban a cargo de mantener el grupo en orden, pues ellos, los Warblers no contaban con un director o un profesor a cargo como el resto de los coros colegiales. Sin embargo, con Wes como presidente del consejo no hacía falta.
Wesley Montgomery, mayormente conocido como Wes era un estudiante Senior de la academia Dalton y actual miembro activo de los Warblers. El estaba a cargo de liderar las decisiones del consejo del coro. Presidente indiscutible. Era distinguido por poseer una personalidad muy estricta, serena y demandante. Podía hacer marchar todo a la perfección y siempre se hacía escuchar. Caracterizado por tomar buenas decisiones y ser muy imparcial, todo el mundo confiaba en él y lo respetaba. De muy pocos amigos, mayormente solía estar en compañía de David. Sin embargo era muy agradable una vez lograbas conocerlo profundamente y tenía tanto sentido del humor como su mejor amigo.
Blaine suspiró. Suspirar era un aspecto natural y distintivo de Blaine que significaba lo a gusto que se encontraba consigo mismo. En este momento había suspirado por lo cómodo y feliz que se encontraba compartiendo con sus compañeros una charla matutina. Thad sonrió porque al oír el suspiro de su amigo comprendió que Blaine ya se sentía mucho mejor después de aquel fin de semana en su casa.
En eso repentinamente Wes se levantó de su silla para pararse sobre la misma. Blaine, David y Thad lo miraron sorprendidos por la súbita decisión de encaramarse en la silla. Muchos estudiantes voltearon a ver al muchacho de rasgos asiáticos. Cuando Wes vio que la mayoría tenía sus ojos puestos en él, puso sus manos alrededor de sus labios para disponerse a hablar en voz alta y gritó:
— ¡NO SE PIERDAN LA ACTUACION DE LOS WARBLERS ESTA TARDE! ¡INTERRUMPIREMOS LAS CLASES! ¡SERÁ EN LOS BIENES COMUNES DEL ALTO NIVEL!
Y aunque pararse y ponerse a gritar en medio de una sala llena de estudiantes podría avergonzar a cualquiera. Todos quienes alcanzaron a oír a Wes comenzaron a aplaudir y a vitorear. Los alumnos de la academia Dalton admiraban a los Warblers y cada vez que los chicos intervenían en cualquier lugar de la escuela con alguna presentación, todo el mundo se divertía y lo pasaba bien. No por nada los Warblers eran como estrellas de Rock.
Una vez que Wes se dio cuenta de que su mensaje había sido bien recibido. Se sentó con una sonrisa triunfante nuevamente en la mesa.
— Tu si que sabes como llamar la atención. — Dijo Blaine de forma orgullosa.
Wes solo se limitó a contestar con un guiño de ojo.
— ¡Estos chicos podrían ser nuestros "groupies"! — comentó David con picardía.
— David ¿tu sabes que los groupies son en el sentido estricto de la palabra, personas que busca intimidad emocional y sexual con un músico famoso u otra celebridad? — Verdad preguntó Thad con una ceja enarcada.
— ¿En serio? — Preguntó David abriendo los ojos como dos enormes platos. — Okay... ahora entiendo porque aveces me dicen que debo evitar hablar tanto.
Wes, Thad y Blaine largaron una sonora carcajada.
♫ ♫ ♫
Después de una mañana interesante junto a sus compañeros, los Warblers. Y tras asistir a todas las clases correspondientes de la mañana, Blaine se hallaba sentado en el escritorio de su habitación. Se había saltado la hora de la comida porque no se encontraba con mucho apetito, y apenas había pedido otro café para beberlo mientras estudiaba. Pero la verdad es que apenas si se podía concentrar. Blaine se sentía incómodo y levemente resentido y aunque el día había comenzado súper bien a su parecer y tras haber sido sincero consigo mismo a través de su diario de vida y luego de sentir que todos los líos se habían disipado de su cabeza. Volvió a caer en una leve depresión. Esto sucedió al término de su última clase de la mañana, cuando el profesor de historia los había hecho formar grupos para una próxima evaluación. Uno de los muchachos con quién había hecho acuerdo para trabajar y mientras discutían el tema a tratar en la exposición comentó lo muy feliz que había sido ese fin de semana. Blaine le preguntó el por qué de su felicidad y su compañero le comentó que junto a su padre asistido a la final de los juegos de hockey intercolegial. Que había sido un fin de semana de padre e hijo y que se lo había pasado súper bien. Blaine se limitó a sonreír en ese momento. Pero la verdad es que no pudo no compararse con su compañero de clase y darse cuenta de que él, no corría con la misma suerte. Había estado solo todo el fin de semana, y encontraba muy lejana la idea de poder pasar aunque sea una hora de padre e hijo. Eso, lo había vuelto a deprimir.
Sentado entonces en la soledad de su cuarto, Blaine simulaba disfrutar el cappuccino recién hecho que había pasado a pedir al comedor a modo de almuerzo. Lo miraba, lo removía y lo seguía mirando, sabiendo que no se lo iba a beber y que posiblemente terminaría arrojándolo por la cañería. El día había perdido su encanto. Estaba triste y ni siquiera sentía la necesidad de alimentarse. Ni incluso la crema que se alzaba y escurría por el borde del mug le parecía apetitosa.
Abrió y cerró los ojos un par de veces. Luchando con una lágrima que insistía escapar de su mirada. Justo a tiempo y antes de echarse a llorar, su teléfono celular comenzó a sonar.
Cuando Blaine lo sacó de su bolsillo y le echó un vistazo a la pantalla, se dio cuenta de que se aproximaba la hora de la intervención de los Warblers. Había dejado una alarma por si acaso se olvidaba de la presentación y sino hubiera sido por la efectividad de su aparato telefónico, probablemente se hubiese terminado por olvidar de la performance de los Warblers. Por lo menos la idea de saber que el tendría el honor de ser la voz principal de la canción lo entusiasmó un poco y le hizo nuevamente dejar atrás sus penas por unos momentos.
Tomó su mochila y se dirigió a la salida de su cuarto. Se detuvo en seco para contemplar su cama unos segundos. Y se dio cuenta de que incluso en Dalton aún estaba solo. Todos los dormitorios del internado del colegio eran piezas comunes para dos o tres personas. Y él se encontraba solo en una inmensa habitación para dos. Desvió su mirada hacia la otra cama. Completamente vacía y sin ocupar. No era extraño. Los cuartos se iban ocupando según iban llegando alumnos nuevos. Y muchos otros se iban vaciando a medida que los alumnos viejos se iban graduando por lo que quedaban habitaciones completamente vacías que llenar. Lo más probable es que a ningún alumno nuevo le gustase la idea de llegar a un cuarto que ya tuviese a alguien viviendo en el, por lo que probablemente elegían los cuartos vacios.
Era eso o era que Blaine se sentía demasiado deprimido como para pensar otra cosa más positiva.
Sacudió su cabeza para alejar de forma definitiva cualquier pesimismo de su interior y contó hasta diez. Tomó una fuerte bocanada de aire para llenar sus pulmones y se obligó a si mismo a ser un poco más objetivo. Salió de su cuarto pensando en nada más que en la performance de los Warblers.
Caminando por los pasillos que conectaban los cuartos del internado con las aulas de Dalton se encontró con dos muchachos de primero que cuchicheaban entre ellos. Cuando vieron a Blaine acercarse lo saludaron amistosamente y Blaine les devolvió el saludo de forma cortes. Cuando Blaine se dispuso a doblar por el siguiente pasillo que lo llevaría a la escalera de caracol uno de los dos muchachos lo llamó:
— Hey… Hem… ¿Blaine?
Blaine se detuvo inmediatamente y se volteó para ver que quería el muchacho. Retrocedió para quedar a una distancia prudente y poder ver para que fuera que lo llamaban — Sip. ¿Les sucede algo chicos? — Preguntó Blaine con voz animosa.
— Este… — Los dos muchachos intercambiaron una mirada nerviosa. — ¿Es cierto que están espiando a los Warblers? ¿Tan feroz es la competencia entre coros que mandan a espías?
Blaine parpadeó dos veces antes de poder asimilar las preguntas. Los rostros de los muchachos reflejaban una emoción y entusiasmo que solo es comparable con la de los lectores fanáticos de historias detectivescas que están a punto de descubrir quién fue el asesino. Y antes de que Blaine pudiera siquiera contestar, los dos muchachos siguieron hablando como si nada.
— ¡Eso suena tan emocionante! ¿Saben de qué coro es? Alguien dijo que lo había logrado distinguir y que parecía un chico del coro de McKinley.
— Aunque también hay rumores de que se trata de una chica del Carmel High vestida de hombre…
—…Y estaba todo vestido de negro y usaba un sombrero para esconder su rostro.
—… y si lo encuentran antes de que cumpla su cometido podría matar a alguien…
—…O secuestrar a quién lo descubra.
Blaine volvió a parpadear ¿Matar? ¿Secuestrar? Era necesario comprender que estaba ocurriendo. Se cruzó de brazos y los interrumpió — Okay, Okay chicos ¿De que demonios están hablando?
Y antes de que los muchachos siguieran disparatando con sus teorías acerca del espía, asesino y secuestrador uno de ellos se calmó un poco para explicarle a Blaine la situación:
— Esto sucedió en la última hora de clases antes del almuerzo… vieron estacionarse un auto, un Cadillac Escalade a las afuera de la entrada principal. Había un muchacho dentro. No vestía uniforme… lo vieron desde la ventana del salón de matemáticas de los de segundo grado. Dicen que el chico se había cambiado de ropa o algo así… y que tenía el rostro familiar, pero no llevaba uniforme. Alguien dijo a verlo visto antes en alguna competencia de coros o eso entendí. Y el rumor se disparó cuando alguien dijo que era un muchacho de la competencia. Y que se trataba de un espía… pero nadie lo ha visto y el auto sigue a fuera. Y parece que no se trata de un alumno de Dalton porque…
—… porque no lleva uniforme. — Concluyó Blaine que había puesto total atención al relato.
— Si, exacto. ¿Tú crees que se trate de un espía, Blaine?
Blaine tragó saliva antes de contestar. Y aunque sabía que los rumores en Dalton jamás eran ciertos porque cada quién contaba lo que quería contar y las cosas perdían totalmente el sentido y la credibilidad. Era cierto que a veces las competencias se volvían un poco turbias. Eso lo sabía porque Dalton tenía muchos problemas con los chicos de Adrenalina Vocal, un coro muy, pero muy competitivo. La idea de un espía no era del todo ridícula, aunque si lo era la idea del secuestro y de la posible muerte de alguien.
— ¡Wow! — Exclamó Blaine por fin después de tanto escuchar y procesar. —Vamos chicos, no se emocionen… a lo mejor si se trata de algún alumno nuevo o… miren. Ahora mismo iré con los Warblers, se supone que intervendremos los bienes comunes del alto nivel, tal vez ellos sepan algo más. ¿Por qué no van a vernos cantar y así salen de sus dudas? — Concluyó con simpatía.
— ¡Claro! — Exclamaron los muchachos de primero totalmente entusiasmados.
Acordaron entonces dejar los rumores a un lado. Los muchachos irían a ver el show de los Warblers y Blaine se les adelantaría porque debía conversar con su grupo para saber de una buena vez si aquello de los espías era cierto o no. Divertido, Blaine se apuró en retomar su camino para llegar a tiempo con los Warblers pero antes de alejarse por completo logró escuchar mientras doblaba por el pasillo…
— A lo mejor podríamos grabar la presentación… tal vez el espía esté en los vienes comunes…
— Y podríamos llamar a la policía o a la televisión…
— ¡Podríamos hacernos famosos por descubrir al asesino de cantantes de coro!
Blaine prosiguió su camino decidido a alejarse lo más posible de ese par de niños de primero. Porque si ese par de niños estaba en lo cierto, entonces el mundo se había terminado por volver loco.
Tomó por fin la escalera blanca de caracol que lo llevaría a la primera planta dónde se encontraban los bienes comunes y en dónde debían de estar ya reunidos la mayoría de los Warblers. Apuró el paso y saltó de dos en dos los últimos peldaños. A su alrededor todos los alumnos llevaban un ritmo veloz, ya sabía la mayoría acerca de la performance de los Warblers y todos iban en la misma dirección. Eso sacó una sonrisa del rostro de Blaine, que no había tenido en las últimas horas algo por lo que sonreír, a excepción del par de alumnos de primero y sus teorías graciosas detectivescas.
— Disculpa…
Blaine estaba por llegar a la planta baja cuando una voz suave llamó su atención a los pies de las escaleras de caracol y pensando en que se estaban dirigiendo a él, se volteó.
Entonces lo vio por primera vez.
A su vista un muchacho de apariencia frágil estaba bajando las escaleras para detenerse y mirarle directamente a los ojos. Blaine sonrió casi al instante abrumado por una inesperada fascinación. El joven llevaba una pequeña sonrisa que se extendía desde sus finos labios hasta las comisuras de los mismos. El resplandor de la luz proveniente de los rayos del sol –que de la nada surgió- iluminó su pálida tez color marfil. El muchacho volvió a hablar.
— ¿Puedo hacerte una pregunta? Soy nuevo aquí.
Al instante Blaine cayó en la cuenta de la chaqueta azul sin escudo de Dalton y la corbata roja sin los ribetes azules. Pero antes de sacar sus propias conclusiones o acordarse siquiera de que andaba un espía por los aposentos del colegio. Blaine sonrió amablemente y le ofreció su mano presentándose: — Mi nombre es Blaine.
— Kurt — Respondió el chico nuevo.
Ambos se estrecharon de manos. Y Blaine sintió un escalofrío inminente que lo movió de pies a cabeza, algo que supo disimular muy bien con una sonrisa mientras Kurt volvía a hablar.
— Así que… — dijo Kurt retomando la conversación y llamando la atención de Blaine. — ¿Podrías decirme que sucede exactamente?
— ¡Los Warblers! — contestó Blaine al instante, emocionado e incrédulo al mismo tiempo. ¿Cómo Kurt no iba a saber que se trataba de los Warblers? Prosiguió — De vez en cuando ellos ofrecen una función improvisada en los bienes comunes del alto nivel, y suelen detener las actividades de la escuela por un rato.
Al parecer la explicación tuvo mucho sentido para Kurt. Pues todos los demás estudiantes seguían bajando por la escalera de caracol para salir por una gran puerta en el fondo del vestíbulo. El chico nuevo volvió a mirar a Blaine como confundido — Espera… — Dijo Kurt como sorprendido. — ¿Entonces el coro es como popular aquí?
— ¡Los Warblers son como estrellas de rock!— Contestó Blaine con una exclamación. Acto seguido pudo ver como a Kurt se le desencajaba el semblante. Como si aquello de ser estrellas de Rock hubiese sido algo de otro mundo. Algo poco creíble.
El muchacho había llamado por completo la atención de Blaine, y algo extraño, un impulso diferente a los que Blaine jamás había sentido lo hizo hacer el gesto que sin saber le cambiaría la vida en trescientos sesenta grados. Tomó la mano de Kurt y agregó.
— Ven, conozco un atajo.
Para fortuna de Blaine, el muchacho no se resistió y se dejó llevar.
Para fortuna de Blaine, correr junto a él, junto a Kurt por los pasillos de Dalton era solo comienzo.
Última edición por Bella Gleek ♥ el Sáb Feb 25, 2012 10:18 pm, editado 2 veces
Bella Gleek ♥**** - Mensajes : 195
Fecha de inscripción : 10/02/2012
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
OMG!!!!!!!!!!!!! que genial que escribís!!!! tenes un talento increíble!!! ame este fic, esta muuuy bueno :D me encanto toda la historia de Blaine y me dio mucha pena... pobresito u,u ..... me encanto todo desde el principio hasta el fin :D continúalo pronto!!! aca ya tenes una fiel lectora que ama Klaine <3 ijiji
besitos!!! espero la continuación!!! :DDD
besitos!!! espero la continuación!!! :DDD
Ro&Darren****** - Mensajes : 317
Fecha de inscripción : 29/10/2011
Edad : 29
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
wowww es super genial me encanta tu fic aqui tiene un fiel lector espero actualises pronto gracias por escribir
Kenigal********-*- - Mensajes : 1009
Fecha de inscripción : 15/12/2011
Edad : 34
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
Ro&Darren: ¿Te puedo decir Ro? Gracias por leer. Muchas gracias por dejar tu comentario. Ya empezé el segundo cap. Y la verdad voy más rápido de lo que creí. Así que actualizaré antes del domingo. Vi que tienes Fics tmb. Así que pasaré a leerte. Pero de verdad, muchas gracias por leer. Que bueno que te gustó.
Kenigal: Awwww. Gracias por dejar tu comentario. Y gracias por eso de Fiel Lector. Me encantará verte seguido por aquí. Espero nos encontremos en el foro. Besitos.
Vaya. Estoy a punto de irme a dormir y uds me hiciceron la noche. Dormiré feliz. Ya el sábado o el domingo tengo el segundo cap. Los adoro, gracias por sus comentarios.
Kenigal: Awwww. Gracias por dejar tu comentario. Y gracias por eso de Fiel Lector. Me encantará verte seguido por aquí. Espero nos encontremos en el foro. Besitos.
Vaya. Estoy a punto de irme a dormir y uds me hiciceron la noche. Dormiré feliz. Ya el sábado o el domingo tengo el segundo cap. Los adoro, gracias por sus comentarios.
Bella Gleek ♥**** - Mensajes : 195
Fecha de inscripción : 10/02/2012
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
Bonito bonito bonito bonitooo!! En serioo!! Ameeee tu forma de escribir!! LA verdad es que me gusto bastanteee!! Y simplemente un buen comienzo y originalidad en serio me gustoooo!! Y quien diría..que eso daría al comienzo de una de las historias mas lindaaaaas :3 que podrían existir x3
Ya quiero saber que pasa luego!! Espero el prox. cap.!!!! ^^
Ya quiero saber que pasa luego!! Espero el prox. cap.!!!! ^^
GLupeC.- - Mensajes : 1264
Fecha de inscripción : 08/02/2011
Edad : 28
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
AAAAhhh me encanto !! definitivamente fue increible...
A mi tambien me encanta los detalles !!! me encanto Thad y adore a Blaine
se siente solo :(
Pero llego kurt!!!!!!
Espero el prox capi pronto!!!
A mi tambien me encanta los detalles !!! me encanto Thad y adore a Blaine
se siente solo :(
Pero llego kurt!!!!!!
Espero el prox capi pronto!!!
Mary Gleek** - Mensajes : 77
Fecha de inscripción : 08/01/2012
Edad : 30
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
GlupeC: ¿De verdad es bonito? Que lindo que digas eso :')
Y tienes toda la razón. En esa escalera comenzó la historia de amor más linda de todas. Awww... Gracias por dejarme tu comentario y tus buena onda. Cariños mil. Nos vemos en el FC.
Mary Gleek: Oh. La verdad es que adoro a Thad. Es mi Warbler favorito,así que le dí más protagonismo. Sip. Blaine se siente solito y de vez en cuando está deprimido. Son las cosas que en la serie no se ven. El pasado de Blaine... pero llegó Kurt a cambiarle la vida.
Gracias por leer y por darte el tiempo de comentar.
Nos leemos por el foro.
Y tienes toda la razón. En esa escalera comenzó la historia de amor más linda de todas. Awww... Gracias por dejarme tu comentario y tus buena onda. Cariños mil. Nos vemos en el FC.
Mary Gleek: Oh. La verdad es que adoro a Thad. Es mi Warbler favorito,así que le dí más protagonismo. Sip. Blaine se siente solito y de vez en cuando está deprimido. Son las cosas que en la serie no se ven. El pasado de Blaine... pero llegó Kurt a cambiarle la vida.
Gracias por leer y por darte el tiempo de comentar.
Nos leemos por el foro.
Bella Gleek ♥**** - Mensajes : 195
Fecha de inscripción : 10/02/2012
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
Solo ES-TU-PEN-DO!!!!
Me fascino tu Fic ya quiero (necesito n.n) saber como continua
Todo Fic que involucre el primer encuentro de Klaine merece ser leido
En seri lo AME :D
Espero la actualizacion pronto ;D
Me fascino tu Fic ya quiero (necesito n.n) saber como continua
Todo Fic que involucre el primer encuentro de Klaine merece ser leido
En seri lo AME :D
Espero la actualizacion pronto ;D
Kurt_Blaine****** - Mensajes : 357
Fecha de inscripción : 09/11/2011
Edad : 28
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
Me encanto (: Fue todo muy bonito, siempre he querido saber que pasa en la mente de Blaine y la forma en la que lo describes me mata de la alegria ~ Tienes mucho talento, amo que describas todo, para asi poder sentirse mas a gusto y imaginar todo lo que pasa alrededor. Tienes una fiel lectora aqui. Nos leemos en el FC.
Anotherwinterday- ---
- Mensajes : 544
Fecha de inscripción : 22/10/2011
Edad : 27
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
Kurt_Blaine: GRA-CIAS por lo de ES-TU-PEN-DO!
Gracias por leer y por dejar tu comentario. Me animas a seguir escribiendo y escribiendo. Y sí, lo mejor es que esto es solo el principio ;)
cata-bit: Awww. Mi vida. Gracias por tus palabras. Que bueno que te gustó. A mi siempre me ha llamado la atención todo lo que ocurre en la mente de Blaine y como por ahora no tenemos mucha información del personaje... deja mucho para imaginar y crear.
Oh. Me ruborizan! :9
Nos leemos pronto. Ya termino el cap 2.!
Gracias por leer y por dejar tu comentario. Me animas a seguir escribiendo y escribiendo. Y sí, lo mejor es que esto es solo el principio ;)
cata-bit: Awww. Mi vida. Gracias por tus palabras. Que bueno que te gustó. A mi siempre me ha llamado la atención todo lo que ocurre en la mente de Blaine y como por ahora no tenemos mucha información del personaje... deja mucho para imaginar y crear.
Oh. Me ruborizan! :9
Nos leemos pronto. Ya termino el cap 2.!
Bella Gleek ♥**** - Mensajes : 195
Fecha de inscripción : 10/02/2012
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
ok ame el cap
me encanta la manera en ke escrbis como la expresion de blaine sus sentimientos ,a los amigos en especial a thad *u* y es tan creible
son como las escenas ke no aparecieron :D
PD: ME MUERO POR LEER EL PROX CAP..... porrr fa continualo pronto,si??
me encanta la manera en ke escrbis como la expresion de blaine sus sentimientos ,a los amigos en especial a thad *u* y es tan creible
son como las escenas ke no aparecieron :D
PD: ME MUERO POR LEER EL PROX CAP..... porrr fa continualo pronto,si??
clgoloDC********- - Mensajes : 748
Fecha de inscripción : 30/08/2011
Edad : 30
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
I don't know what can i say you..
DIOS MIO ESTO ES SIMPLEMENTE ESTUPENDO!!!!!!!!!!
concuerdo con Ro.. sos increible..admiro tu talento..es un don tener la capacidad de poder escribir tan bello como lo haces.. NENA..ESTO ES A LO QUE SE LE LLAMA OBRA DE ARTE!!!!... siii.!!!!!
ame el cap!!1.. triste al principio..pobre Blaine.. pero bueno!!..hey!!.ahora mi hermoso nene llego a su vida.. y dios!!.. se que esto se pondra muy bueno!!!!!
espero que lo sigas.. ya kiero leer el prox cap!!!..NOS LEEMOS!1
PD: amo a David!!!!!!!!..JAJAJAJ..por cierto.. si..soy torpe..aun no le descubri el doble sentido a .."comparten todo..toooooooooodo".. me explicias??..ajajja naa. no te moletes!! .. y lo de los "groupies"..ajajajajjaa me mato!!..ahora sii..NOS LEEMOS!
PD2:AQUI OTRA FIEL LECTORA!!!
DIOS MIO ESTO ES SIMPLEMENTE ESTUPENDO!!!!!!!!!!
concuerdo con Ro.. sos increible..admiro tu talento..es un don tener la capacidad de poder escribir tan bello como lo haces.. NENA..ESTO ES A LO QUE SE LE LLAMA OBRA DE ARTE!!!!... siii.!!!!!
ame el cap!!1.. triste al principio..pobre Blaine.. pero bueno!!..hey!!.ahora mi hermoso nene llego a su vida.. y dios!!.. se que esto se pondra muy bueno!!!!!
espero que lo sigas.. ya kiero leer el prox cap!!!..NOS LEEMOS!1
PD: amo a David!!!!!!!!..JAJAJAJ..por cierto.. si..soy torpe..aun no le descubri el doble sentido a .."comparten todo..toooooooooodo".. me explicias??..ajajja naa. no te moletes!! .. y lo de los "groupies"..ajajajajjaa me mato!!..ahora sii..NOS LEEMOS!
PD2:AQUI OTRA FIEL LECTORA!!!
Tere_100%klainelover******* - Mensajes : 490
Fecha de inscripción : 11/08/2011
Edad : 27
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
OMG esta bellísimo! tu sabes que adoro la forma en la que escribes! es simplemente maravillosa! y de verdad que muero de ganas por leer que sigue ^^ sé que sabras enfocar las cosas que no se ven en Glee y la vida de Blaine, ya que no sabes mucho.. y para nada se mi hizo lento! esta super lindo ^^
me hizo gracia los niños de primero jeje sus rumores eran muy alocados, Kurt no mata ni una mosca xD
ojala actualices pronto! :D
me hizo gracia los niños de primero jeje sus rumores eran muy alocados, Kurt no mata ni una mosca xD
ojala actualices pronto! :D
Gio♥Handrisfer- - Mensajes : 1461
Fecha de inscripción : 10/01/2011
Edad : 30
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
Me encanto tu fic! mas detalles de ese p´rimer encuentro maravilloso... das hasta una posible explicacion al Fail! con respecto al curso en el que esta Blaine jajajajaj perfecto!! actualiza pronto, quiero leer mas :)
natty2208********- - Mensajes : 622
Fecha de inscripción : 04/12/2011
Edad : 38
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
Gracias a todos por sus comentarios. A clgoloDC, Tere_100%klainelover, Gio♥Handrisfer y natty2208 a quienes no tube el tiempo de agradecerles antes. De verdad me llenan de alegría y de ganas de seguir escribiendo. Gracias por leer y por tomarse el tiempo de dejar sus lindas palabras.
Dedico este en especial a Gio♥Handrisfer a quién conocí hace mucho tiempo, y con quien soy amiga desde ese día. IKU! You Know :)
Notas del Autor: Con este cap, termino de introducir la historia. Ahora desde el tercer capítulo comienza la acción. Mi imaginación ya está maquinando, así que pronto actualizaré.
Por favor, si alguien tiene alguna recomendación o algún consejo. Me las dicen please!
Besos y abrazos!
Dedico este en especial a Gio♥Handrisfer a quién conocí hace mucho tiempo, y con quien soy amiga desde ese día. IKU! You Know :)
Notas del Autor: Con este cap, termino de introducir la historia. Ahora desde el tercer capítulo comienza la acción. Mi imaginación ya está maquinando, así que pronto actualizaré.
Por favor, si alguien tiene alguna recomendación o algún consejo. Me las dicen please!
Besos y abrazos!
2. EL NUEVO AMIGO DE BLAINE
Cuando uno hace algo que realmente le gusta se vuelve tan sencillo y natural como lo es el hecho de respirar. Para Blaine de hecho, cantar era igual o más necesario que su propia respiración.
Cuando la música comenzó a sonar dentro de la sala, Blaine se posicionó junto a los demás Warblers. Y comenzaron a cantar. Blaine en efecto se lució al ritmo y compás de una melodía juvenil, veraniega y popular. La canción había sido trabajada por todos los Warblers, se la conocían de memoria y le habían dado más vida de la que ya tenía acompañándola con una dinámica coreografía de por medio. Blaine se la estaba pasando de las mil maravillas interpretando a una de sus cantantes favoritas pero esa no era la verdadera y única razón por la cual esta vez Blaine necesitaba lucirse más que nunca como líder vocal de los Warblers y su talentosa versión de Teenage Dream.
La razón era otra.
Hace sólo un par de minutos atrás lo había conocido. A Kurt, un muchacho que decía ser alumno nuevo de la academia. A Blaine el muchacho le había simpatizado apenas con un simple intercambio de nombres. No sabía nada más de Kurt. Tanto así que sin preguntarle al muchacho, lo tomó de la mano y lo arrastró por el camino más rápido que los llevaría al lugar en dónde los Warblers se presentarían aquella tarde.
Todo había ocurrido condenadamente rápido. Aunque para Blaine pareció una eternidad. Algo había en aquel muchacho, algo había en Kurt que de pronto Blaine se había sentido como corriendo en cámara lenta. Podía escuchar los latidos acelerados de su corazón o como su sangre recorría fervientemente sus venas. Kurt tenía algo y Blaine quería estar ahí para descubrir que era.
Mientras cantaba con los Warblers Blaine tuvo el cuidado de echarle miradas furtivas a Kurt que los contemplaba como maravillado por su actuación. El muchacho debía tener la misma edad que él o quizás era mayor. Tenía una piel marfil, tersa y que expresaba un leve tinte rosa sobre las mejillas. Kurt sin lugar a dudas era más alto que Blaine y más delgado también. Su rostro se comparaba a los rostros de actores italianos que eran selectamente escogidos para interpretar personajes en películas que hablaban de la antigua Grecia. Era un rostro único, delicado. Como esculpido a mano. El resto era una cabellera castaña muy clara. Notoriamente cuidada y peinada de forma muy elegante. Kurt era un todo. Un conjunto que había terminado por cautivar a Blaine.
Cuando la canción terminó y Blaine y el resto de los Warblers quedaron en la misma y coordinada posición en la cual habían comenzado, los alumnos presentes que se deleitaron con la performance del coro de la academia irrumpieron en aplausos y alabanzas. De la misma forma lo hizo Kurt que no apartaba la vista de Blaine.
Blaine perdió el contacto visual con el chico nuevo cuando algunos Warblers fueron a abrazarlo por lo bien que les había resultado la performance. Era costumbre entre ellos felicitarse abiertamente al término de cada función. Y cuando estaba estrechando la mano de Wes, el presidente del consejo un grito invadió el lugar.
— ¡Espía!
Todos se voltearon a ver para dar con el origen de aquel grito. Un chico había gritado. Tenía una mano en la boca y con la otra apuntaba hacia una dirección en particular. Blaine reconoció a uno de los dos niños de primero que se había encontrado antes de bajar la escalera de caracol. Se irritó un poco al verlo, sobre todo porque ahora entendía que Kurt no era un alumno nuevo. Pero no dijo nada, tenía que averiguar antes que los demás si Kurt se trataba de una buena o una mala persona.
En tanto la sala enmudeció.
Y Wes fue el encargado de romper el silencio — ¿Estás seguro que viste un espía, niño? — Interrogó el Warbler al joven de primero que apuntaba hacia el umbral de la puerta dónde no había nadie. — No es nada divertido. — Agregó con voz grave y severa.
— Si, estoy seguro… y se fue corriendo apenas lo sorprendí.
— ¿Y Por qué no lo seguiste, entonces? — Gritó alguien más.
Y de pronto todos comenzaron a levantar la voz y a discutir al mismo tiempo. Los Warblers estaban bastante enfadados y si se llegaba a descubrir al espía, Blaine sabía que eso no traería nada bueno. Los demás alumnos de Dalton estaban furiosos, porque simplemente apoyaban y defendían a los Warblers y no podían soportar la idea de que alguien o algún otro colegio vinieran a robar ideas o a ver los ensayos del grupo. Blaine aprovechó el alboroto y la desconcentración y salió sigilosamente por el umbral de la puerta en dónde había dejado a Kurt.
— Esto hay que llevarlo a las autoridades — Fue todo lo que Blaine alcanzó a oír antes de salir por completo de la sala.
Ya afuera Blaine echó una rápida vista hacia ambos lados del pasillo. Pero no había señales de Kurt. Entonces se le ocurrió una gran idea. Caminó entonces por el lado del pasillo que lo llevaba hacia la ventana que tenía una vista amplia del exterior. Y lo vio. Desde su ubicación se lograba contemplar el Cadillac negro estacionado. Al parecer Kurt aún no había logrado llegar afuera. Algo que preocupó a Blaine. Se mordió el labio pensando en como lo iba a hacer Kurt para lograr escapar antes de que alguien lo atrapase. Kurt apenas conocía las instalaciones del edificio y Dalton era demasiado grande como para perder a cualquiera que no estuviese familiarizado meses con las instalaciones.
Blaine tragó saliva fuerte y rogó porque Kurt encontrase la forma de salir del edificio. Por su parte echó a correr por uno de los atajos del alto nivel que lo conectaría rápidamente con el vestíbulo de la entrada principal. Si corría rápido y si además contaba con algo de suerte, se encontraría con Kurt antes que otra persona lo hiciera. Con este pensamiento en mente, comenzó a correr a paso veloz por las sendas y pasajes que él ya se conocía de memoria.
Cuando llegó a la entrada principal sintió la completa desolación de un plan fallido. Kurt seguramente estaba perdido, porque aún no daba con la entrada principal.
— ¡Demonios! — Murmuró Blaine con algo de impaciencia. Mientras recobraba el aliento que había perdido en su carrera por llegar hasta ahí.
Sintiendo que no había más remedio, lo mejor sería contarle a los Warblers lo sucedido. Tal vez si hablaba con ellos antes conseguiría que no tratasen mal a Kurt en caso de que lo terminasen por encontrar. Estaba sacando su teléfono móvil del bolsillo cuando vio por fin a Kurt. El chico de piel marfil corría muy rápido proviniendo del ala oeste del vestíbulo. Cuando llegó a la entrada lo único que hizo fue dirigirse hacia la puerta para salir de una buena vez de aquel infierno. Blaine lo llamó:
— ¡Será mejor que te detengas ahora!
Kurt dio un respingo al sonido de la voz de Blaine. Y se quedó congelado en su lugar sin mirar hacia atrás.
Blaine se le acercó cuidadosamente y tomó la puerta para cerrarla por completo.
— ¿Realmente eres un espía, Kurt? Si es que ese es tu verdadero nombre.
Kurt levantó la vista para mirar a Blaine directamente a los ojos. Tenía un par de ojos azul grisáceos o verde agua quizá. Blaine no lo supo decidir en ese momento, aunque pudo ver mucho temor de parte de Kurt en solo una mirada.
— Hey, tranquilo… es una broma — Dijo Blaine, su intención no había sido sonar severo y dada la reacción de Kurt al parecer lo único que había conseguido era asustarlo aún más. — Si quieres te puedo ayudar a salir de aquí.
Kurt apenas sonrió confiado y Blaine tuvo que hacer un esfuerzo un poco más grande por ganarse su confianza.
— No le diré a mis compañeros nada de esto, pero tienes que decirme que estás haciendo aquí.
Kurt por fin soltó un suspiro y se animó a contestar, aunque aún había cierta reticencia de su parte. — No es lo que ustedes creen… es un mal entendido.
— Convénceme entonces. — Dijo Blaine sintiéndose muy bonachón.
Kurt lo miró de forma sorprendida. — ¿C-cómo?
Blaine sonrió amablemente y le extendió su mano a Kurt. — ¿Me invitas a tu auto?
La mandíbula de Kurt se desencajó un poco.
Blaine no podía comprenderse a si mismo en aquel instante. Se suponía que el era un Warbler y no debía intentar otra cosa que no sea atrapar al espía o delatarlo o llamar a la escuela a la que perteneciese Kurt para que lo expulsaran o algo por el estilo. Porque simplemente no era legal lo que el castaño estaba haciendo. Pero no podía, no podía desconfiar de Kurt. Había algo. No lo podía definir. Pero había algo que explicaba por si solo que Kurt se trataba de una buena persona.
— Está bien. — Dijo Kurt rompiendo el mutismo. Blaine salió de su ensimismamiento cuando sintió la mano de Kurt apretar fuertemente la suya. Ahora era él quién lo guiaba.
Salieron en silencio hacia el exterior y con cuidado bajaron la escalinata de mármol. Caminaron otro par de metros más y por fin dieron con el auto de Kurt. Un reluciente Cadillac Escalade de color negro ocupaba un gran espacio en el estacionamiento. «Con un auto así, es imposible no llamar la atención», pensó Blaine para sus adentros, mientras observaba al muchacho sacar las llaves de su bolsillo y con un sólo apretar de botones del llavero, los seguros de la camioneta se levantaron y Blaine comprendió que podía entrar en ella.
Abrió la puerta del copiloto y se sentó como si sentarse allí fuera cosa de todos los días. En silencio vio a Kurt dirigirse a la puerta del piloto y abrirla con temor. Como si caminara hacia su sentencia de muerte. Blaine comprendió que Kurt era una persona muy desconfiada. Una vez los dos adentro, cerraron sus respectivas puertas a la par.
Blaine soltó un resoplido para llamar la atención del marfileño. Levantó una ceja y preguntó.
— ¿Entonces?
Kurt también suspiró. Dándose cuenta de que Blaine no se quedaría tranquilo sino hasta sacar una respuesta convincente de toda aquella conversación.
— S-son cosas personales… pero de verdad… no soy un espía.
— ¿Y por qué arrancaste de la sala entonces? — preguntó Blaine, que creía firmemente en la inocencia de Kurt.
Kurt volvió a suspirar. Se veía nervioso. Sacó debajo de su asiento una mochila negra y se abrazó a ella. — Me asusté. Eso fue todo… D-dalton… tu colegio es genial. — Agregó mirando al vacío y cambiando de tema.
Blaine lo observó en sigilo. Tal vez abrumarlo con preguntas no era una buena idea. Kurt ya se veía lo bastante triste y asustado como para tener que darle explicaciones a alguien que acababa de conocer. Al mismo Blaine no le gustaba cuando sus amigos lo acosaban con preguntas personales, entonces no le haría lo mismo al propio Kurt.
— ¿Será que te vienes a matricular aquí? — Cuestionó Blaine rompiendo el silencio. Aquella no era una pregunta demasiado personal, además el propio Kurt lo había mencionado la primera vez que se encontraron en la escalera. — Es que… necesito entender. — Agregó dejando en claro que era necesario una respuesta.
Kurt dejó de observar al vació e intercambió una mirada con Blaine. Sonrió. — No. La verdad es que mentí… Y-yo… Déjame explicarte todo… no quiero que me juzgues. — comentó Kurt avergonzado, de pronto desvió rápidamente su mirada de Blaine, se había puesto nervioso.
Blaine se sorprendió ante aquella reacción. Le pareció una persona demasiado tierna. Tenía que darle una oportunidad, sino, cual era el sentido de estar ahí sentado hablando con él. Asintió con la cabeza — Adelante, puedes confiar en mí. No te interrumpiré hasta que termines de hablar. — guiñó un ojo y se acomodó en el asiento. — Tu auto es increíble, por cierto.
Kurt volvió a sonreír ante el cumplido y la verdad es que ahora se sentía más tranquilo. Al parecer esta vez, Blaine había terminado por ganarse su confianza. Más calmo y seguro Kurt tragó una gran bocanada de aire y comenzó a explicarle su situación:
— Soy alumno de la escuela pública McKinley… en Lima. Pertenezco al club de coro… N-New Directions…Seremos contrincantes de ustedes en las seccionales. Mis compañeros encontraron que era una buena idea que yo viniera a espiarlos. Y-yo simplemente obedecí. Porque en realidad no tenía nada mejor que hacer conmigo mismo en ese momento que perder el tiempo— Cuando Kurt mencionó esto último con un deje de angustia en la voz, Blaine pudo convencerse que su nuevo “amigo” tenía más de una razón para sentirse desorientado, más no lo interrumpió y lo dejó continuar. —Cuando investigué tu colegio en la web, para encontrar su ubicación exacta… y-yo simplemente me fasciné… la infraestructura, como vestían todos el mismo uniforme… nadie se veía diferente a nadie. Quise venir a ver tu escuela por cuestiones personales más allá de la competencia entre nuestros coros… y la verdad, cuando te encontré en la escalera y me llevaste a escucharlos cantar… ya sabes… todo se salió de control. Eso es básicamente.
— ¿Eso básicamente? — Preguntó Blaine con una divertida sonrisa en los labios. Había escuchado todo el relato de Kurt con suma atención para entenderlo todo, pero decidió bromear un rato — Porque lo que yo entendí es que “básicamente” eres un espía.
Kurt parpadeó varias veces para confirmar si acaso Blaine había dicho eso. — ¿Es-es todo lo que vas a decir? ¡Que no soy un espía! — contestó irritado… — o por lo menos no era esa mi intención.
Blaine largó a reír apretando fuertemente su estómago. La situación se le hacia muy divertida. — Okay… no eres un espía, pero si que tienes pésimo sentido del humor. ¡Estaba bromeando! Tranquilo… oye…
Kurt abrió sus labios formando una notoria “O” en señal de asombro. ¿Quién era aquel chico de ojos hazel que le hablaba con tanta confianza como si fuesen amigos de toda la vida?
— Vamos… — Prosiguió Blaine que de verdad no quería ofender a Kurt. — Te creo, y lamento que te hayas envuelto en toda esta situación si tus intenciones eran buenas. Pero ¿Sabes? Las cosas pasan por algo… y si todo este alboroto no hubiese ocurrido, tú y yo no nos encontraríamos hablando aquí y ahora. Y la verdad, es que me la estoy pasando de las mil maravillas. ¡Y tu auto! Cielos, tu auto es increíblemente cómodo. ¿Te lo había dicho?
El rostro desencajado de Kurt y su ceja elegantemente enarcada eran el fiel reflejo de que no podía dar créditos a lo que estaba viendo ni menos escuchando. Parpadeo un par de veces antes de volver a hablar dirigiéndose a Blaine. — ¿Las cosas pasan por algo? ¿Tengo que pensar entonces que encontrarme contigo fue beneficioso para mí?
— Por supuesto — Contestó Blaine a una pregunta que le había parecido de lo más obvia. — Acabas de conocer a un amigo. Eso es bueno siempre… y beneficioso también. — concluyó formando en sus labios una sonrisa sincera.
— Vaya… — Dijo Kurt sonrojándose. — ¿Pero de seguro es más beneficioso para mi que para ti nuestra inminente amistad? — Preguntó con astucia.
Blaine se encogió de hombros sin dejar de sonreír y menos dejando de apartar su vista de la de Kurt. — Eso tendremos que verlo en el transcurso de nuestra inminente amistad, como acabas de decir. — Y guiñó un ojo confiado.
Para Blaine la situación no era ni extraña ni incómoda. Desde el momento en que había visto a Kurt se sintió atraído a él como una luciérnaga a una lámpara encendida en medio del campo en una noche oscura. Y cuando a Blaine se le metía una idea en la cabeza, tenía que llevarla a cabo a como de lugar. Así de impetuoso era. No pensaba las cosas dos veces, simplemente hacía lo que sentía. Y cuando vio a Kurt había sentido la necesidad de tomarle de la mano y arrastrarlo con él hacia la sala de los Warblers y cantarle. Y cuando había escuchado lo del espía y que Kurt había arrancado, había sentido la necesidad de ir por el y cuidarle. Y cuando lo estaba escuchando hablar y contarle las razones por la cual el había hecho todo eso de ir a inmiscuirse a Dalton, entonces había decidido que quería conocerlo con más profundidad y ser amigos. Kurt le simpatizaba y no necesitaba de más razones para querer su amistad.
— Me agradas. — Confesó Blaine saliendo de su ensimismamiento. — Y tu auto también.
Kurt soltó una risita que no pudo contener. Mitad avergonzado por el cumplido y mitad divertido por el comentario acerca del auto.
— A mi también me agradas. — Declaró Kurt sintiéndose cómodo de hablar abiertamente con Blaine.
¡Toc-toc-toc!
Tanto Blaine como Kurt saltaron del susto producto del ruido que de pronto ambos escucharon provenir desde el exterior. Cuando Blaine volteó hacia su derecha, vio a David, Wes y Thad de pie fuera del auto. Thad era quién había tocado el vidrio para llamar su atención y llevaba en ese momento cara de pocos amigos. Wes por su parte se veía más sereno, de seguro estaba esperando una explicación. David en cambio… simplemente sonreía como si solo el entendiera o viera algo que nadie más podía ver.
— ¿S-son tus amigos? — Preguntó Kurt con temor. No se atrevía a hacer contacto visual con ninguno de los tres muchachos que se encontraban fuera del auto. — ¿Crees que vienen por mi? — Preguntó melodramáticamente.
— Vaya, nos encontraron… quizás ese sea el defecto de tu auto, no pasa desapercibido.
— ¡Te hice una pregunta, Blaine!
— Bueno, bueno… — Confesó el aludido, que conocía perfectamente al consejo de los Warblers. — No vienen precisamente a invitarte a una fiesta… pero tampoco es que te vayan a matar o algo por el estilo. Pero se ven serios, eso si. Bueno, Thad se ve enojado. Wes, el chico de apariencia asiática, él te dará una oportunidad antes de juzgarte, y David, el moreno… a David solo ignóralo. El no mataría ni a una mosca. Pero Thad…
— No sigas… — Dijo Kurt. — Sólo dime que podrás mantener a ese tal Thad bajo control.
Blaine rió.
¡Toc-toc-toc!
Thad había vuelto a tocar el vidrio.
— Será mejor que salgamos. — Dijo Blaine poniendo su mano en la rodilla de Kurt. — No tengas miedo. Déjame explicarles, confía en mí. — Dijo y sin esperar respuesta abrió la puerta del copiloto y salió afuera. Kurt tomó su mochila, se la colgó a la espalda e hizo lo mismo y caminó hacia el grupo, poniéndose por detrás de Blaine.
— ¿Se puede saber que demonios ocurre aquí? — Preguntó Thad con voz tan severa que hizo temblar a Kurt detrás de Blaine.
Blaine levantó sus dos manos como haciendo ademán para que su amigo Warbler se calmase. — El es Kurt chicos… y la verdad no tiene malas intenciones.
— ¿No es un espía? — Preguntó Wes tratando de sonar amable.
— N-no… no lo soy. — Se atrevió a contestar Kurt saliendo de detrás de Blaine. Pero para ese entonces ya había perdido toda la confianza que Blaine le había proporcionado. — Es un… un mal entendido.
Thad alzó una ceja desconfiado. — Si mi memoria no me falla, te hemos visto en videos de la competencia… New Directions si mal no recuerdo. — Su voz sonó con tono reprobatorio.
Kurt tragó saliva y asintió.
— ¿Y se supone que debemos confiar en un miembro de nuestro coro rival? — Prosiguió Thad sin dejar a Kurt decir nada más.
— Por favor, Thad… lo vas asustar. — Dijo Blaine defendiendo a Kurt. — De verdad que hay una explicación para todo.
Thad suspiró pesadamente. Era su naturaleza ser sobre protector con sus amigos, con los Warblers y sobre todo con Blaine. — No lo creo. — Afirmó. — Eres un espía y punto.
— ¡No! — Exclamó Kurt tan fuerte que los cuatro Warblers se sorprendieron. Pero la fuerza del grito de Kurt disminuyó en tanto sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
— ¡Hey, no, no! No llores, Kurt por favor. — Intervino Blaine poniendo una mano sobre su hombro. Era triste ver a Kurt de esa forma. A Blaine le pesó el pecho de pronto y un nudo se coló en su garganta. Miró desesperadamente a Wes y a David como buscando ayuda. Ya sabía que Thad era demasiado terco como para dar su brazo a torcer.
— Oye… Hem... ¿Kurt? Tranquilo ¿si? — Habló de pronto Wes entendiendo la mirada de Blaine. — No te vamos a hacer nada ni te estamos acusando de nada. — Y miró a Thad amenazadoramente. — ¿Verdad, Thad? ¿Ver-dad?
Thad apenas bufó y desvió su mirada.
Wes suspiró. — Ven, acompáñanos. Vamos a dentro, Kurt.
Kurt asintió confiando en las palabras de Wes. Era mejor confiar que quedarse de pie ahí bajo la atenta mirada de ese tal Thad. Se secó los ojos con la manga de su chaqueta azul y siguió al Warbler que lo había invitado adentro. Pasó entremedio de Thad y David y evitó con todas sus fuerzas mirar a Thad a los ojos. A Blaine lo dejó atrás sin más.
Cuando Wes y Kurt se alejaron lo suficiente. Blaine enfrentó a Thad.
— ¡¿Por qué fuiste un idiota con él? Dije en cuanto me bajé que Kurt no tenía malas intenciones!
Thad se sorprendió de lo enojado que Blaine se encontraba. Pero era comprensible su actitud. Conocía a Blaine perfectamente como para saber que le era demasiado fácil a su amigo encariñarse con las personas. — ¿Por qué siempre tienes que ser tan confiado, Blaine? ¿No ves que te vives metiendo en problemas por ser así?
Blaine no le respondió más lo desafió con la mirada. — Prefiero eso a perderme la mitad de la diversión de la vida por quedarme en un rincón desconfiando de todo el mundo.
— ¡Eres tan inmaduro, Blaine Anderson!
— Okay, Okay… chicos. Basta — Intervino David, colocándose entre medio de los otros dos Warblers, era mejor hacer algo al respecto antes de que las cosas terminasen por salirse de control. — No sigan o ambos terminarán por decirse cosas de las cuales se arrepentirán después.
Thad y Blaine se cruzaron de brazos y desviaron sus miradas el uno del otro.
— Así está mejor. — Finalizó David con una sonrisa triunfal. — El silencio es el mejor amigo en estos casos.
Thad fulminó a David con su mirada.
— Iré con Wes y Kurt. — Dijo Blaine ignorando a sus compañeros. — Ustedes deberían venir para salirse de todas sus dudas. — Agregó fríamente. Y comenzó a caminar hacia dentro de la academia.
— Yo no iré. — Dijo Thad a David ignorando a Blaine. — Confío en tu criterio, y en el de Wes para solucionar esto.
— Pero, Thad… — Alegó el moreno. Pero Thad ya había tomado su decisión. David suspiró. A veces Thad era tan duro como una piedra y nada ni nadie podía penetrar en él. El moreno le dio un par de palmaditas y siguió a Blaine hacia adentro.
Blaine por su parte iba hecho una furia. ¿Por qué siempre le recriminaban el hecho de querer ver las cosas buenas? Negativo no era para nada. Sólo a veces cuando sus penas eran más grandes, se volvía negativo.
Blaine tenía muchos defectos, pero jamás iba a desconfiar de alguien sin antes no conocerlo con profundidad. Y sus amigos deberían aceptar ese pequeño detalle de su personalidad. No atacarlo por aquello. Suspiró.
— Hey, Blaine. Espérame. — Gritó David por el pasillo. Corriendo hacia él. — Vamos juntos con Wes.
Blaine examinó a David quién venía solo. — ¿Y Thad? — Preguntó sin sonar demasiado interesado.
— No quiso venir.
— Porque es un idiota.
— Hey, dale créditos a Thad. Sabes que el es demasiado protector con nosotros. Simplemente lo hace para cuidarnos.
Pero Blaine no le hizo caso. — ¿Y tu piensas que yo soy demasiado confiado, David? — Lo interrogó Blaine preocupado y sospechando en que si eso era un defecto o una virtud de su personalidad.
— Blaine, todos somos diferentes. Y porque Thad y tú no sean iguales no quiere decir que lo que ustedes encuentran correcto de su forma de ser sea un defecto. Debes quererte tal cual. Sin importar lo que digan.
Blaine sonrió. — Si, pero Thad es mi amigo, no debería decirme esas cosas.
— Lo hace porque te cuida. Vamos, Thad te quiere demasiado como para querer lastimarte.
Blaine volvió a sonreír. Tal vez David tenía razón. Tal vez solo lo estaba cuidando. Ya tendrían tiempo luego de arreglar las cosas. Ahora lo importante era Kurt.
Llegaron entonces al comedor de Dalton. Blaine divisó a Wes pidiendo algo en la barra. Lo más probable es que estaba solicitando café. Y como se había saltado la hora del almuerzo la idea le pareció estupenda, porque con todo estaba a punto de morirse de hambre… Pero… ¿Y Kurt? Blaine miró y busco por todos lados en el comedor.
El chico no estaba en ninguna parte. En eso Wes llegó a su lado.
— ¡Que bueno que llegaron! Me estaba poniendo nervioso, soy pésimo consolando a la gente. — Dijo Wes como si nada cuando se encontró con Blaine y David.
— ¿Y Kurt?
— En el baño. Dijo que necesitaba cambiarse de ropas.
Blaine suspiró aliviado. Ya se había imaginado que Kurt otra vez había arrancado.
— El chico se ve buena persona. — Comentó David con mucha razón.
— Lo es. — Afirmó Blaine con seguridad. — Solo que parece perdido… aproblemado.
— Bueno, eso habrá que averiguarlo. — Concluyó Wes apuntando a Kurt que venía entrando por la puerta principal del comedor. Vestía completamente distinto. Habían desaparecido la chaqueta azul y la corbata roja. Para tomar su lugar una camisa negra con detalles color gris. Una corbata a juego y una chaqueta negra sin mangas. El vestuario le daba un aspecto más maduro y una figura más esterilizada. Llevaba su mochila negra dónde los Warbler supusieron había dejado sus otras ropas.
Blaine le sonrió apenas Kurt llegó hacia ellos.
— Vamos, busquemos un lugar más tranquilo. — Opinó Wes que sabría que pronto el comedor se llenaría de gente esperando disfrutar su descanso. — Al frente tenemos una sala de estudios, podemos conversar ahí.
Blaine, Kurt y David asintieron siguiendo a Wes fuera del comedor. Y la verdad es que la situación estaba comenzando por cansar a Blaine. Era demasiado alboroto por nada y sabía que si los chicos comenzaban a interrogar a Kurt terminarían por hacerlo sentir mal. Trató de enfocarse en encontrar las palabras correctas para poder tranquilizar a Kurt si la situación así lo requería.
En silencio. Los cuatro atravesaron el pasillo para dar con la sala de estudios que Wes había mencionado. Había un par de personas estudiando, pero lograba más calidez e intimidad que el comedor en dónde habían estado antes.
Wes escogió la mesa central de la sala que era también la más grande y los cuatro se sentaron. Para incomodidad de Kurt, los tres Warblers quedaron sentados juntos frente a él, como si tratase de un juicio o una sentencia por dictar.
Blaine tomó uno de los café que Wes había pedido y se lo dio a Kurt. — ¿Café? — ofreció amablemente.
— Gracias. — Contestó Kurt tratando de sonreír.
Blaine intentó continuar. — Este es Wes y David. — Presentó a sus amigos como correspondía. Los tres Warblers sonrieron apaciblemente para no perturbar a Kurt.
— Esto es muy civilizado. — Reconoció el chico de McKinley. — De ustedes, el invitarme un café antes de golpearme por “espiar”— Ironizó dramáticamente en lo que hubiera deseado fuese una broma.
— No vamos a golpearte. — Enfatizó Wes con un gesto de manos. — Pero eres un espía terrible…
—…Pensamos que fue algo… entrañable. — Concluyó la frase, David.
— Lo que me hace pensar que esto de espiarnos no fue la verdadera razón por la que viniste. — Agregó Blaine sonriendo como si nada. Pero tenía que decir eso, el sabía en parte las razones de Kurt. Pero los demás no, así que buscó ayudar a Kurt con ese comentario.
El resultado fue el esperado. Kurt le devolvió una sonrisa agradecida antes de curiosear. — ¿Puedo hacerles una pregunta? ¿Son todos gays?
Los tres Warblers rieron divertidos. Wes y David le cedieron la palabra a Blaine quien era el que más derecho tenía para contestar aquella pregunta.
— Uh. Uh. No. — Contestó Blaine algo nervioso. — Quiero decir yo sí, pero estos dos tienen novias.
— Esta no es una escuela Gay. — Contestó David quién podía entender hacia adónde apuntaba la pregunta de Kurt. — Tenemos una política de cero tolerancias al acoso. — explicó mientras Blaine asentía.
— Todo el mundo tiene derecho a ser tratado del mismo modo, sin importar lo que son. Es muy simple. — finalizó la frase Wes.
Tras comprender. Kurt no pudo evitar emocionarse. Blaine fue el primero en darse cuenta y les pidió a sus amigos un poco de espacio. Si confiaban en él, luego les contaría todo lo sucedido.
— ¿Nos disculparían, chicos?
Wes y David se miraron y se levantaron al mismo tiempo.
— Sí, tómatelo con calma, Kurt. — Dijo Wes a modo de despedida.
Cuando los dos Warblers se fueron, Kurt sintió la tranquilidad suficiente como para dejar caer una lágrima de su mejilla sin vergüenza alguna.
Blaine comprendió inmediatamente el gesto de Kurt y no pudo menos que sentirse identificado. Kurt le recordaba a si mismo un par de años atrás.
— Veo que tienes problemas en la escuela.
— Soy la única persona que salió del armario en mi escuela. — Replicó Kurt.
Blaine, con solo mirar la expresión sin vida de Kurt, comprendió que aquello debía tratarse de un abismo sin fondo para su nuevo amigo. Muy parecido a su propia experiencia.
— Y yo he intentado ser fuerte… — Prosiguió Kurt mientras las lágrimas caían sin cuidado. — Pero está este Neandertal cuya única misión es hacer mi vida un infierno. Y nadie parece notarlo.
El efecto de las palabras causó algo tan fuerte en Blaine que su única intención en ese momento fue querer ir y abrazar a Kurt. Pero sabía que lo que Kurt en ese momento menos necesitaba era que sintieran lástima por él.
Pensó con calma las palabras correctas para ayudarlo.
— Se como te sientes. — Dijo Blaine sorprendentemente tranquilo. — Se burlaban de mí en mi antigua escuela.
Y realmente me molestaba. Hasta presenté una queja sobre eso a la facultad. Y ellos fueron comprensivos, pero te podías dar cuenta que, a nadie le importaba realmente. Era como “si eres gay, tu vida será miserable. Lo siento, no hay nada que podamos hacer”. Así que me fui y llegué aquí. Tan simple como eso. — Finalizó sintiéndose de pronto un poco más grande, más maduro. Podía hablar de su pasado sin ningún tipo de problemas. Era como si recién Blaine entendiera que el había crecido desde su llegada a Dalton. Supo que decir después. — Entonces tienes dos opciones. Quiero decir, me encantaría decirte que te inscribas aquí, pero la matrícula en Dalton está por las nubes y sé que no es una opción para todo el mundo. O… te puedes negar a ser la víctima. El prejuicio es solo ignorancia, Kurt. Y tienes una oportunidad ahora mismo de enseñarles.
— ¿Cómo?
— Enfrentándolo. En voz alta. Yo corrí… Kurt. No me puse de pie. Dejé que me persigan los matones, me ahuyentaron. Y es algo de lo que realmente… realmente me arrepiento.
Blaine guardó silencio en ese instante. Observó a Kurt desde su asiento. Podía comprender como su nuevo amigo se debía de estar debatiendo, luchando con sus bestias interiores, sus temores y fracasos. La sala de pronto se volvió totalmente silenciosa.
Blaine sintió su pecho expandir. Como si un globo estuviese naciendo dentro de él. Se sintió feliz, orgulloso de si mismo. Analizó la situación en su mente y agradeció haber conocido a Kurt aquel día. La mañana había sido algo deprimente, sentía que no había nada que valiera la pena. Pero conoció a Kurt y comprendió que el mismo valía la pena y que él podía con sus experiencias de vida, aconsejar a otros. Y recién ahora lo había terminado de entender. Mientras le daba consejos a Kurt más confiado se sentía en que toda la pesadilla que tubo que vivir años atrás había servido de algo. Al final, lo que no te mata de hace más fuerte y sin dudas, hoy Blaine era invencible.
— Tenías razón, Blaine. — Habló Kurt de pronto.
Blaine sintió como su nombre sonaba de manera muy delicada en los labios de Kurt. — ¿De que tenía razón?
— De que las cosas pasan por algo. Sin todo esto… me hubiese perdido conocerte.
Blaine se sonrojó en ese mismo instante. El día no podía terminar mejor.
— Tengo otra pregunta. — Habló Kurt. — ¿Tu amigo Thad, sabe que en esta escuela hay una política de cero tolerancia al acoso?
Blaine sonrió. — Vaya… y yo que pensé que no tenías sentido del humor.
Ambos rieron.
— ¿Te metí en problemas con tus amigos? — Cuestionó Kurt. Porque al final de cuentas no habían tenido tiempo de explicarle nada a los demás Warblers.
Blaine negó con la cabeza. — No… pero voy a tener que decirle algunas cosas de las que hablamos… pero tranquilo, nada tuyo que sea muy personal.
Kurt sonrió abiertamente. — Si es necesario, cuéntales todo. Sobre todo a ese Thad. No me molestaría.
Blaine volvió a negar con la cabeza. — Tranquilo, ya nadie te va a juzgar. Yo lo sé. Además, Thad es mi mejor amigo aquí en Dalton y sé que al final tampoco tendré que darle explicaciones de nada, no te preocupes.
— No sé como te voy a agradecer todo esto.
Blaine se mordió el labio, manía que tenía cuando se encontraba ansioso. Lo pensó con detenimiento — Tal vez… mañana puedas agradecérmelo ¿almorzamos juntos? No tengo clases los martes por la tarde… podría ir a buscarte a tu colegio…
— ¡Yo tampoco tengo clases los martes por la tarde! — Se apresuró a decir Kurt con voz animosa. Se veía de mucho mejor humor y sus mejillas volvieron de pronto a recobrar ese leve tinte rojo sobre ellas. — Un almuerzo y podríamos salir.
— ¡Perfecto! — Exclamó Blaine, dando un pequeño respingo entusiasmado. — Es un hecho, mañana entonces. Oye Kurt…
— ¿Dime?
— ¿Amigos? — Preguntó extendiendo su mano.
Kurt lo estrechó fuertemente. — Amigos.
Concretada su amistad. Ambos guardaron un silencio mutuo. Bebiendo sus respectivos caféS y dejando que sus pensamientos inundaran sus mentes. Y si era Kurt el que ahora agradecía abiertamente haber conocido a Blaine. Blaine sería en un futuro quién tendría que agradecer por haber conocido a Kurt.
Después de todo. Esto estaba recién comenzando.
Cuando la música comenzó a sonar dentro de la sala, Blaine se posicionó junto a los demás Warblers. Y comenzaron a cantar. Blaine en efecto se lució al ritmo y compás de una melodía juvenil, veraniega y popular. La canción había sido trabajada por todos los Warblers, se la conocían de memoria y le habían dado más vida de la que ya tenía acompañándola con una dinámica coreografía de por medio. Blaine se la estaba pasando de las mil maravillas interpretando a una de sus cantantes favoritas pero esa no era la verdadera y única razón por la cual esta vez Blaine necesitaba lucirse más que nunca como líder vocal de los Warblers y su talentosa versión de Teenage Dream.
La razón era otra.
Hace sólo un par de minutos atrás lo había conocido. A Kurt, un muchacho que decía ser alumno nuevo de la academia. A Blaine el muchacho le había simpatizado apenas con un simple intercambio de nombres. No sabía nada más de Kurt. Tanto así que sin preguntarle al muchacho, lo tomó de la mano y lo arrastró por el camino más rápido que los llevaría al lugar en dónde los Warblers se presentarían aquella tarde.
Todo había ocurrido condenadamente rápido. Aunque para Blaine pareció una eternidad. Algo había en aquel muchacho, algo había en Kurt que de pronto Blaine se había sentido como corriendo en cámara lenta. Podía escuchar los latidos acelerados de su corazón o como su sangre recorría fervientemente sus venas. Kurt tenía algo y Blaine quería estar ahí para descubrir que era.
Mientras cantaba con los Warblers Blaine tuvo el cuidado de echarle miradas furtivas a Kurt que los contemplaba como maravillado por su actuación. El muchacho debía tener la misma edad que él o quizás era mayor. Tenía una piel marfil, tersa y que expresaba un leve tinte rosa sobre las mejillas. Kurt sin lugar a dudas era más alto que Blaine y más delgado también. Su rostro se comparaba a los rostros de actores italianos que eran selectamente escogidos para interpretar personajes en películas que hablaban de la antigua Grecia. Era un rostro único, delicado. Como esculpido a mano. El resto era una cabellera castaña muy clara. Notoriamente cuidada y peinada de forma muy elegante. Kurt era un todo. Un conjunto que había terminado por cautivar a Blaine.
Cuando la canción terminó y Blaine y el resto de los Warblers quedaron en la misma y coordinada posición en la cual habían comenzado, los alumnos presentes que se deleitaron con la performance del coro de la academia irrumpieron en aplausos y alabanzas. De la misma forma lo hizo Kurt que no apartaba la vista de Blaine.
Blaine perdió el contacto visual con el chico nuevo cuando algunos Warblers fueron a abrazarlo por lo bien que les había resultado la performance. Era costumbre entre ellos felicitarse abiertamente al término de cada función. Y cuando estaba estrechando la mano de Wes, el presidente del consejo un grito invadió el lugar.
— ¡Espía!
Todos se voltearon a ver para dar con el origen de aquel grito. Un chico había gritado. Tenía una mano en la boca y con la otra apuntaba hacia una dirección en particular. Blaine reconoció a uno de los dos niños de primero que se había encontrado antes de bajar la escalera de caracol. Se irritó un poco al verlo, sobre todo porque ahora entendía que Kurt no era un alumno nuevo. Pero no dijo nada, tenía que averiguar antes que los demás si Kurt se trataba de una buena o una mala persona.
En tanto la sala enmudeció.
Y Wes fue el encargado de romper el silencio — ¿Estás seguro que viste un espía, niño? — Interrogó el Warbler al joven de primero que apuntaba hacia el umbral de la puerta dónde no había nadie. — No es nada divertido. — Agregó con voz grave y severa.
— Si, estoy seguro… y se fue corriendo apenas lo sorprendí.
— ¿Y Por qué no lo seguiste, entonces? — Gritó alguien más.
Y de pronto todos comenzaron a levantar la voz y a discutir al mismo tiempo. Los Warblers estaban bastante enfadados y si se llegaba a descubrir al espía, Blaine sabía que eso no traería nada bueno. Los demás alumnos de Dalton estaban furiosos, porque simplemente apoyaban y defendían a los Warblers y no podían soportar la idea de que alguien o algún otro colegio vinieran a robar ideas o a ver los ensayos del grupo. Blaine aprovechó el alboroto y la desconcentración y salió sigilosamente por el umbral de la puerta en dónde había dejado a Kurt.
— Esto hay que llevarlo a las autoridades — Fue todo lo que Blaine alcanzó a oír antes de salir por completo de la sala.
Ya afuera Blaine echó una rápida vista hacia ambos lados del pasillo. Pero no había señales de Kurt. Entonces se le ocurrió una gran idea. Caminó entonces por el lado del pasillo que lo llevaba hacia la ventana que tenía una vista amplia del exterior. Y lo vio. Desde su ubicación se lograba contemplar el Cadillac negro estacionado. Al parecer Kurt aún no había logrado llegar afuera. Algo que preocupó a Blaine. Se mordió el labio pensando en como lo iba a hacer Kurt para lograr escapar antes de que alguien lo atrapase. Kurt apenas conocía las instalaciones del edificio y Dalton era demasiado grande como para perder a cualquiera que no estuviese familiarizado meses con las instalaciones.
Blaine tragó saliva fuerte y rogó porque Kurt encontrase la forma de salir del edificio. Por su parte echó a correr por uno de los atajos del alto nivel que lo conectaría rápidamente con el vestíbulo de la entrada principal. Si corría rápido y si además contaba con algo de suerte, se encontraría con Kurt antes que otra persona lo hiciera. Con este pensamiento en mente, comenzó a correr a paso veloz por las sendas y pasajes que él ya se conocía de memoria.
Cuando llegó a la entrada principal sintió la completa desolación de un plan fallido. Kurt seguramente estaba perdido, porque aún no daba con la entrada principal.
— ¡Demonios! — Murmuró Blaine con algo de impaciencia. Mientras recobraba el aliento que había perdido en su carrera por llegar hasta ahí.
Sintiendo que no había más remedio, lo mejor sería contarle a los Warblers lo sucedido. Tal vez si hablaba con ellos antes conseguiría que no tratasen mal a Kurt en caso de que lo terminasen por encontrar. Estaba sacando su teléfono móvil del bolsillo cuando vio por fin a Kurt. El chico de piel marfil corría muy rápido proviniendo del ala oeste del vestíbulo. Cuando llegó a la entrada lo único que hizo fue dirigirse hacia la puerta para salir de una buena vez de aquel infierno. Blaine lo llamó:
— ¡Será mejor que te detengas ahora!
Kurt dio un respingo al sonido de la voz de Blaine. Y se quedó congelado en su lugar sin mirar hacia atrás.
Blaine se le acercó cuidadosamente y tomó la puerta para cerrarla por completo.
— ¿Realmente eres un espía, Kurt? Si es que ese es tu verdadero nombre.
Kurt levantó la vista para mirar a Blaine directamente a los ojos. Tenía un par de ojos azul grisáceos o verde agua quizá. Blaine no lo supo decidir en ese momento, aunque pudo ver mucho temor de parte de Kurt en solo una mirada.
— Hey, tranquilo… es una broma — Dijo Blaine, su intención no había sido sonar severo y dada la reacción de Kurt al parecer lo único que había conseguido era asustarlo aún más. — Si quieres te puedo ayudar a salir de aquí.
Kurt apenas sonrió confiado y Blaine tuvo que hacer un esfuerzo un poco más grande por ganarse su confianza.
— No le diré a mis compañeros nada de esto, pero tienes que decirme que estás haciendo aquí.
Kurt por fin soltó un suspiro y se animó a contestar, aunque aún había cierta reticencia de su parte. — No es lo que ustedes creen… es un mal entendido.
— Convénceme entonces. — Dijo Blaine sintiéndose muy bonachón.
Kurt lo miró de forma sorprendida. — ¿C-cómo?
Blaine sonrió amablemente y le extendió su mano a Kurt. — ¿Me invitas a tu auto?
La mandíbula de Kurt se desencajó un poco.
Blaine no podía comprenderse a si mismo en aquel instante. Se suponía que el era un Warbler y no debía intentar otra cosa que no sea atrapar al espía o delatarlo o llamar a la escuela a la que perteneciese Kurt para que lo expulsaran o algo por el estilo. Porque simplemente no era legal lo que el castaño estaba haciendo. Pero no podía, no podía desconfiar de Kurt. Había algo. No lo podía definir. Pero había algo que explicaba por si solo que Kurt se trataba de una buena persona.
— Está bien. — Dijo Kurt rompiendo el mutismo. Blaine salió de su ensimismamiento cuando sintió la mano de Kurt apretar fuertemente la suya. Ahora era él quién lo guiaba.
Salieron en silencio hacia el exterior y con cuidado bajaron la escalinata de mármol. Caminaron otro par de metros más y por fin dieron con el auto de Kurt. Un reluciente Cadillac Escalade de color negro ocupaba un gran espacio en el estacionamiento. «Con un auto así, es imposible no llamar la atención», pensó Blaine para sus adentros, mientras observaba al muchacho sacar las llaves de su bolsillo y con un sólo apretar de botones del llavero, los seguros de la camioneta se levantaron y Blaine comprendió que podía entrar en ella.
Abrió la puerta del copiloto y se sentó como si sentarse allí fuera cosa de todos los días. En silencio vio a Kurt dirigirse a la puerta del piloto y abrirla con temor. Como si caminara hacia su sentencia de muerte. Blaine comprendió que Kurt era una persona muy desconfiada. Una vez los dos adentro, cerraron sus respectivas puertas a la par.
Blaine soltó un resoplido para llamar la atención del marfileño. Levantó una ceja y preguntó.
— ¿Entonces?
Kurt también suspiró. Dándose cuenta de que Blaine no se quedaría tranquilo sino hasta sacar una respuesta convincente de toda aquella conversación.
— S-son cosas personales… pero de verdad… no soy un espía.
— ¿Y por qué arrancaste de la sala entonces? — preguntó Blaine, que creía firmemente en la inocencia de Kurt.
Kurt volvió a suspirar. Se veía nervioso. Sacó debajo de su asiento una mochila negra y se abrazó a ella. — Me asusté. Eso fue todo… D-dalton… tu colegio es genial. — Agregó mirando al vacío y cambiando de tema.
Blaine lo observó en sigilo. Tal vez abrumarlo con preguntas no era una buena idea. Kurt ya se veía lo bastante triste y asustado como para tener que darle explicaciones a alguien que acababa de conocer. Al mismo Blaine no le gustaba cuando sus amigos lo acosaban con preguntas personales, entonces no le haría lo mismo al propio Kurt.
— ¿Será que te vienes a matricular aquí? — Cuestionó Blaine rompiendo el silencio. Aquella no era una pregunta demasiado personal, además el propio Kurt lo había mencionado la primera vez que se encontraron en la escalera. — Es que… necesito entender. — Agregó dejando en claro que era necesario una respuesta.
Kurt dejó de observar al vació e intercambió una mirada con Blaine. Sonrió. — No. La verdad es que mentí… Y-yo… Déjame explicarte todo… no quiero que me juzgues. — comentó Kurt avergonzado, de pronto desvió rápidamente su mirada de Blaine, se había puesto nervioso.
Blaine se sorprendió ante aquella reacción. Le pareció una persona demasiado tierna. Tenía que darle una oportunidad, sino, cual era el sentido de estar ahí sentado hablando con él. Asintió con la cabeza — Adelante, puedes confiar en mí. No te interrumpiré hasta que termines de hablar. — guiñó un ojo y se acomodó en el asiento. — Tu auto es increíble, por cierto.
Kurt volvió a sonreír ante el cumplido y la verdad es que ahora se sentía más tranquilo. Al parecer esta vez, Blaine había terminado por ganarse su confianza. Más calmo y seguro Kurt tragó una gran bocanada de aire y comenzó a explicarle su situación:
— Soy alumno de la escuela pública McKinley… en Lima. Pertenezco al club de coro… N-New Directions…Seremos contrincantes de ustedes en las seccionales. Mis compañeros encontraron que era una buena idea que yo viniera a espiarlos. Y-yo simplemente obedecí. Porque en realidad no tenía nada mejor que hacer conmigo mismo en ese momento que perder el tiempo— Cuando Kurt mencionó esto último con un deje de angustia en la voz, Blaine pudo convencerse que su nuevo “amigo” tenía más de una razón para sentirse desorientado, más no lo interrumpió y lo dejó continuar. —Cuando investigué tu colegio en la web, para encontrar su ubicación exacta… y-yo simplemente me fasciné… la infraestructura, como vestían todos el mismo uniforme… nadie se veía diferente a nadie. Quise venir a ver tu escuela por cuestiones personales más allá de la competencia entre nuestros coros… y la verdad, cuando te encontré en la escalera y me llevaste a escucharlos cantar… ya sabes… todo se salió de control. Eso es básicamente.
— ¿Eso básicamente? — Preguntó Blaine con una divertida sonrisa en los labios. Había escuchado todo el relato de Kurt con suma atención para entenderlo todo, pero decidió bromear un rato — Porque lo que yo entendí es que “básicamente” eres un espía.
Kurt parpadeó varias veces para confirmar si acaso Blaine había dicho eso. — ¿Es-es todo lo que vas a decir? ¡Que no soy un espía! — contestó irritado… — o por lo menos no era esa mi intención.
Blaine largó a reír apretando fuertemente su estómago. La situación se le hacia muy divertida. — Okay… no eres un espía, pero si que tienes pésimo sentido del humor. ¡Estaba bromeando! Tranquilo… oye…
Kurt abrió sus labios formando una notoria “O” en señal de asombro. ¿Quién era aquel chico de ojos hazel que le hablaba con tanta confianza como si fuesen amigos de toda la vida?
— Vamos… — Prosiguió Blaine que de verdad no quería ofender a Kurt. — Te creo, y lamento que te hayas envuelto en toda esta situación si tus intenciones eran buenas. Pero ¿Sabes? Las cosas pasan por algo… y si todo este alboroto no hubiese ocurrido, tú y yo no nos encontraríamos hablando aquí y ahora. Y la verdad, es que me la estoy pasando de las mil maravillas. ¡Y tu auto! Cielos, tu auto es increíblemente cómodo. ¿Te lo había dicho?
El rostro desencajado de Kurt y su ceja elegantemente enarcada eran el fiel reflejo de que no podía dar créditos a lo que estaba viendo ni menos escuchando. Parpadeo un par de veces antes de volver a hablar dirigiéndose a Blaine. — ¿Las cosas pasan por algo? ¿Tengo que pensar entonces que encontrarme contigo fue beneficioso para mí?
— Por supuesto — Contestó Blaine a una pregunta que le había parecido de lo más obvia. — Acabas de conocer a un amigo. Eso es bueno siempre… y beneficioso también. — concluyó formando en sus labios una sonrisa sincera.
— Vaya… — Dijo Kurt sonrojándose. — ¿Pero de seguro es más beneficioso para mi que para ti nuestra inminente amistad? — Preguntó con astucia.
Blaine se encogió de hombros sin dejar de sonreír y menos dejando de apartar su vista de la de Kurt. — Eso tendremos que verlo en el transcurso de nuestra inminente amistad, como acabas de decir. — Y guiñó un ojo confiado.
Para Blaine la situación no era ni extraña ni incómoda. Desde el momento en que había visto a Kurt se sintió atraído a él como una luciérnaga a una lámpara encendida en medio del campo en una noche oscura. Y cuando a Blaine se le metía una idea en la cabeza, tenía que llevarla a cabo a como de lugar. Así de impetuoso era. No pensaba las cosas dos veces, simplemente hacía lo que sentía. Y cuando vio a Kurt había sentido la necesidad de tomarle de la mano y arrastrarlo con él hacia la sala de los Warblers y cantarle. Y cuando había escuchado lo del espía y que Kurt había arrancado, había sentido la necesidad de ir por el y cuidarle. Y cuando lo estaba escuchando hablar y contarle las razones por la cual el había hecho todo eso de ir a inmiscuirse a Dalton, entonces había decidido que quería conocerlo con más profundidad y ser amigos. Kurt le simpatizaba y no necesitaba de más razones para querer su amistad.
— Me agradas. — Confesó Blaine saliendo de su ensimismamiento. — Y tu auto también.
Kurt soltó una risita que no pudo contener. Mitad avergonzado por el cumplido y mitad divertido por el comentario acerca del auto.
— A mi también me agradas. — Declaró Kurt sintiéndose cómodo de hablar abiertamente con Blaine.
¡Toc-toc-toc!
Tanto Blaine como Kurt saltaron del susto producto del ruido que de pronto ambos escucharon provenir desde el exterior. Cuando Blaine volteó hacia su derecha, vio a David, Wes y Thad de pie fuera del auto. Thad era quién había tocado el vidrio para llamar su atención y llevaba en ese momento cara de pocos amigos. Wes por su parte se veía más sereno, de seguro estaba esperando una explicación. David en cambio… simplemente sonreía como si solo el entendiera o viera algo que nadie más podía ver.
— ¿S-son tus amigos? — Preguntó Kurt con temor. No se atrevía a hacer contacto visual con ninguno de los tres muchachos que se encontraban fuera del auto. — ¿Crees que vienen por mi? — Preguntó melodramáticamente.
— Vaya, nos encontraron… quizás ese sea el defecto de tu auto, no pasa desapercibido.
— ¡Te hice una pregunta, Blaine!
— Bueno, bueno… — Confesó el aludido, que conocía perfectamente al consejo de los Warblers. — No vienen precisamente a invitarte a una fiesta… pero tampoco es que te vayan a matar o algo por el estilo. Pero se ven serios, eso si. Bueno, Thad se ve enojado. Wes, el chico de apariencia asiática, él te dará una oportunidad antes de juzgarte, y David, el moreno… a David solo ignóralo. El no mataría ni a una mosca. Pero Thad…
— No sigas… — Dijo Kurt. — Sólo dime que podrás mantener a ese tal Thad bajo control.
Blaine rió.
¡Toc-toc-toc!
Thad había vuelto a tocar el vidrio.
— Será mejor que salgamos. — Dijo Blaine poniendo su mano en la rodilla de Kurt. — No tengas miedo. Déjame explicarles, confía en mí. — Dijo y sin esperar respuesta abrió la puerta del copiloto y salió afuera. Kurt tomó su mochila, se la colgó a la espalda e hizo lo mismo y caminó hacia el grupo, poniéndose por detrás de Blaine.
— ¿Se puede saber que demonios ocurre aquí? — Preguntó Thad con voz tan severa que hizo temblar a Kurt detrás de Blaine.
Blaine levantó sus dos manos como haciendo ademán para que su amigo Warbler se calmase. — El es Kurt chicos… y la verdad no tiene malas intenciones.
— ¿No es un espía? — Preguntó Wes tratando de sonar amable.
— N-no… no lo soy. — Se atrevió a contestar Kurt saliendo de detrás de Blaine. Pero para ese entonces ya había perdido toda la confianza que Blaine le había proporcionado. — Es un… un mal entendido.
Thad alzó una ceja desconfiado. — Si mi memoria no me falla, te hemos visto en videos de la competencia… New Directions si mal no recuerdo. — Su voz sonó con tono reprobatorio.
Kurt tragó saliva y asintió.
— ¿Y se supone que debemos confiar en un miembro de nuestro coro rival? — Prosiguió Thad sin dejar a Kurt decir nada más.
— Por favor, Thad… lo vas asustar. — Dijo Blaine defendiendo a Kurt. — De verdad que hay una explicación para todo.
Thad suspiró pesadamente. Era su naturaleza ser sobre protector con sus amigos, con los Warblers y sobre todo con Blaine. — No lo creo. — Afirmó. — Eres un espía y punto.
— ¡No! — Exclamó Kurt tan fuerte que los cuatro Warblers se sorprendieron. Pero la fuerza del grito de Kurt disminuyó en tanto sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
— ¡Hey, no, no! No llores, Kurt por favor. — Intervino Blaine poniendo una mano sobre su hombro. Era triste ver a Kurt de esa forma. A Blaine le pesó el pecho de pronto y un nudo se coló en su garganta. Miró desesperadamente a Wes y a David como buscando ayuda. Ya sabía que Thad era demasiado terco como para dar su brazo a torcer.
— Oye… Hem... ¿Kurt? Tranquilo ¿si? — Habló de pronto Wes entendiendo la mirada de Blaine. — No te vamos a hacer nada ni te estamos acusando de nada. — Y miró a Thad amenazadoramente. — ¿Verdad, Thad? ¿Ver-dad?
Thad apenas bufó y desvió su mirada.
Wes suspiró. — Ven, acompáñanos. Vamos a dentro, Kurt.
Kurt asintió confiando en las palabras de Wes. Era mejor confiar que quedarse de pie ahí bajo la atenta mirada de ese tal Thad. Se secó los ojos con la manga de su chaqueta azul y siguió al Warbler que lo había invitado adentro. Pasó entremedio de Thad y David y evitó con todas sus fuerzas mirar a Thad a los ojos. A Blaine lo dejó atrás sin más.
Cuando Wes y Kurt se alejaron lo suficiente. Blaine enfrentó a Thad.
— ¡¿Por qué fuiste un idiota con él? Dije en cuanto me bajé que Kurt no tenía malas intenciones!
Thad se sorprendió de lo enojado que Blaine se encontraba. Pero era comprensible su actitud. Conocía a Blaine perfectamente como para saber que le era demasiado fácil a su amigo encariñarse con las personas. — ¿Por qué siempre tienes que ser tan confiado, Blaine? ¿No ves que te vives metiendo en problemas por ser así?
Blaine no le respondió más lo desafió con la mirada. — Prefiero eso a perderme la mitad de la diversión de la vida por quedarme en un rincón desconfiando de todo el mundo.
— ¡Eres tan inmaduro, Blaine Anderson!
— Okay, Okay… chicos. Basta — Intervino David, colocándose entre medio de los otros dos Warblers, era mejor hacer algo al respecto antes de que las cosas terminasen por salirse de control. — No sigan o ambos terminarán por decirse cosas de las cuales se arrepentirán después.
Thad y Blaine se cruzaron de brazos y desviaron sus miradas el uno del otro.
— Así está mejor. — Finalizó David con una sonrisa triunfal. — El silencio es el mejor amigo en estos casos.
Thad fulminó a David con su mirada.
— Iré con Wes y Kurt. — Dijo Blaine ignorando a sus compañeros. — Ustedes deberían venir para salirse de todas sus dudas. — Agregó fríamente. Y comenzó a caminar hacia dentro de la academia.
— Yo no iré. — Dijo Thad a David ignorando a Blaine. — Confío en tu criterio, y en el de Wes para solucionar esto.
— Pero, Thad… — Alegó el moreno. Pero Thad ya había tomado su decisión. David suspiró. A veces Thad era tan duro como una piedra y nada ni nadie podía penetrar en él. El moreno le dio un par de palmaditas y siguió a Blaine hacia adentro.
Blaine por su parte iba hecho una furia. ¿Por qué siempre le recriminaban el hecho de querer ver las cosas buenas? Negativo no era para nada. Sólo a veces cuando sus penas eran más grandes, se volvía negativo.
Blaine tenía muchos defectos, pero jamás iba a desconfiar de alguien sin antes no conocerlo con profundidad. Y sus amigos deberían aceptar ese pequeño detalle de su personalidad. No atacarlo por aquello. Suspiró.
— Hey, Blaine. Espérame. — Gritó David por el pasillo. Corriendo hacia él. — Vamos juntos con Wes.
Blaine examinó a David quién venía solo. — ¿Y Thad? — Preguntó sin sonar demasiado interesado.
— No quiso venir.
— Porque es un idiota.
— Hey, dale créditos a Thad. Sabes que el es demasiado protector con nosotros. Simplemente lo hace para cuidarnos.
Pero Blaine no le hizo caso. — ¿Y tu piensas que yo soy demasiado confiado, David? — Lo interrogó Blaine preocupado y sospechando en que si eso era un defecto o una virtud de su personalidad.
— Blaine, todos somos diferentes. Y porque Thad y tú no sean iguales no quiere decir que lo que ustedes encuentran correcto de su forma de ser sea un defecto. Debes quererte tal cual. Sin importar lo que digan.
Blaine sonrió. — Si, pero Thad es mi amigo, no debería decirme esas cosas.
— Lo hace porque te cuida. Vamos, Thad te quiere demasiado como para querer lastimarte.
Blaine volvió a sonreír. Tal vez David tenía razón. Tal vez solo lo estaba cuidando. Ya tendrían tiempo luego de arreglar las cosas. Ahora lo importante era Kurt.
Llegaron entonces al comedor de Dalton. Blaine divisó a Wes pidiendo algo en la barra. Lo más probable es que estaba solicitando café. Y como se había saltado la hora del almuerzo la idea le pareció estupenda, porque con todo estaba a punto de morirse de hambre… Pero… ¿Y Kurt? Blaine miró y busco por todos lados en el comedor.
El chico no estaba en ninguna parte. En eso Wes llegó a su lado.
— ¡Que bueno que llegaron! Me estaba poniendo nervioso, soy pésimo consolando a la gente. — Dijo Wes como si nada cuando se encontró con Blaine y David.
— ¿Y Kurt?
— En el baño. Dijo que necesitaba cambiarse de ropas.
Blaine suspiró aliviado. Ya se había imaginado que Kurt otra vez había arrancado.
— El chico se ve buena persona. — Comentó David con mucha razón.
— Lo es. — Afirmó Blaine con seguridad. — Solo que parece perdido… aproblemado.
— Bueno, eso habrá que averiguarlo. — Concluyó Wes apuntando a Kurt que venía entrando por la puerta principal del comedor. Vestía completamente distinto. Habían desaparecido la chaqueta azul y la corbata roja. Para tomar su lugar una camisa negra con detalles color gris. Una corbata a juego y una chaqueta negra sin mangas. El vestuario le daba un aspecto más maduro y una figura más esterilizada. Llevaba su mochila negra dónde los Warbler supusieron había dejado sus otras ropas.
Blaine le sonrió apenas Kurt llegó hacia ellos.
— Vamos, busquemos un lugar más tranquilo. — Opinó Wes que sabría que pronto el comedor se llenaría de gente esperando disfrutar su descanso. — Al frente tenemos una sala de estudios, podemos conversar ahí.
Blaine, Kurt y David asintieron siguiendo a Wes fuera del comedor. Y la verdad es que la situación estaba comenzando por cansar a Blaine. Era demasiado alboroto por nada y sabía que si los chicos comenzaban a interrogar a Kurt terminarían por hacerlo sentir mal. Trató de enfocarse en encontrar las palabras correctas para poder tranquilizar a Kurt si la situación así lo requería.
En silencio. Los cuatro atravesaron el pasillo para dar con la sala de estudios que Wes había mencionado. Había un par de personas estudiando, pero lograba más calidez e intimidad que el comedor en dónde habían estado antes.
Wes escogió la mesa central de la sala que era también la más grande y los cuatro se sentaron. Para incomodidad de Kurt, los tres Warblers quedaron sentados juntos frente a él, como si tratase de un juicio o una sentencia por dictar.
Blaine tomó uno de los café que Wes había pedido y se lo dio a Kurt. — ¿Café? — ofreció amablemente.
— Gracias. — Contestó Kurt tratando de sonreír.
Blaine intentó continuar. — Este es Wes y David. — Presentó a sus amigos como correspondía. Los tres Warblers sonrieron apaciblemente para no perturbar a Kurt.
— Esto es muy civilizado. — Reconoció el chico de McKinley. — De ustedes, el invitarme un café antes de golpearme por “espiar”— Ironizó dramáticamente en lo que hubiera deseado fuese una broma.
— No vamos a golpearte. — Enfatizó Wes con un gesto de manos. — Pero eres un espía terrible…
—…Pensamos que fue algo… entrañable. — Concluyó la frase, David.
— Lo que me hace pensar que esto de espiarnos no fue la verdadera razón por la que viniste. — Agregó Blaine sonriendo como si nada. Pero tenía que decir eso, el sabía en parte las razones de Kurt. Pero los demás no, así que buscó ayudar a Kurt con ese comentario.
El resultado fue el esperado. Kurt le devolvió una sonrisa agradecida antes de curiosear. — ¿Puedo hacerles una pregunta? ¿Son todos gays?
Los tres Warblers rieron divertidos. Wes y David le cedieron la palabra a Blaine quien era el que más derecho tenía para contestar aquella pregunta.
— Uh. Uh. No. — Contestó Blaine algo nervioso. — Quiero decir yo sí, pero estos dos tienen novias.
— Esta no es una escuela Gay. — Contestó David quién podía entender hacia adónde apuntaba la pregunta de Kurt. — Tenemos una política de cero tolerancias al acoso. — explicó mientras Blaine asentía.
— Todo el mundo tiene derecho a ser tratado del mismo modo, sin importar lo que son. Es muy simple. — finalizó la frase Wes.
Tras comprender. Kurt no pudo evitar emocionarse. Blaine fue el primero en darse cuenta y les pidió a sus amigos un poco de espacio. Si confiaban en él, luego les contaría todo lo sucedido.
— ¿Nos disculparían, chicos?
Wes y David se miraron y se levantaron al mismo tiempo.
— Sí, tómatelo con calma, Kurt. — Dijo Wes a modo de despedida.
Cuando los dos Warblers se fueron, Kurt sintió la tranquilidad suficiente como para dejar caer una lágrima de su mejilla sin vergüenza alguna.
Blaine comprendió inmediatamente el gesto de Kurt y no pudo menos que sentirse identificado. Kurt le recordaba a si mismo un par de años atrás.
— Veo que tienes problemas en la escuela.
— Soy la única persona que salió del armario en mi escuela. — Replicó Kurt.
Blaine, con solo mirar la expresión sin vida de Kurt, comprendió que aquello debía tratarse de un abismo sin fondo para su nuevo amigo. Muy parecido a su propia experiencia.
— Y yo he intentado ser fuerte… — Prosiguió Kurt mientras las lágrimas caían sin cuidado. — Pero está este Neandertal cuya única misión es hacer mi vida un infierno. Y nadie parece notarlo.
El efecto de las palabras causó algo tan fuerte en Blaine que su única intención en ese momento fue querer ir y abrazar a Kurt. Pero sabía que lo que Kurt en ese momento menos necesitaba era que sintieran lástima por él.
Pensó con calma las palabras correctas para ayudarlo.
— Se como te sientes. — Dijo Blaine sorprendentemente tranquilo. — Se burlaban de mí en mi antigua escuela.
Y realmente me molestaba. Hasta presenté una queja sobre eso a la facultad. Y ellos fueron comprensivos, pero te podías dar cuenta que, a nadie le importaba realmente. Era como “si eres gay, tu vida será miserable. Lo siento, no hay nada que podamos hacer”. Así que me fui y llegué aquí. Tan simple como eso. — Finalizó sintiéndose de pronto un poco más grande, más maduro. Podía hablar de su pasado sin ningún tipo de problemas. Era como si recién Blaine entendiera que el había crecido desde su llegada a Dalton. Supo que decir después. — Entonces tienes dos opciones. Quiero decir, me encantaría decirte que te inscribas aquí, pero la matrícula en Dalton está por las nubes y sé que no es una opción para todo el mundo. O… te puedes negar a ser la víctima. El prejuicio es solo ignorancia, Kurt. Y tienes una oportunidad ahora mismo de enseñarles.
— ¿Cómo?
— Enfrentándolo. En voz alta. Yo corrí… Kurt. No me puse de pie. Dejé que me persigan los matones, me ahuyentaron. Y es algo de lo que realmente… realmente me arrepiento.
Blaine guardó silencio en ese instante. Observó a Kurt desde su asiento. Podía comprender como su nuevo amigo se debía de estar debatiendo, luchando con sus bestias interiores, sus temores y fracasos. La sala de pronto se volvió totalmente silenciosa.
Blaine sintió su pecho expandir. Como si un globo estuviese naciendo dentro de él. Se sintió feliz, orgulloso de si mismo. Analizó la situación en su mente y agradeció haber conocido a Kurt aquel día. La mañana había sido algo deprimente, sentía que no había nada que valiera la pena. Pero conoció a Kurt y comprendió que el mismo valía la pena y que él podía con sus experiencias de vida, aconsejar a otros. Y recién ahora lo había terminado de entender. Mientras le daba consejos a Kurt más confiado se sentía en que toda la pesadilla que tubo que vivir años atrás había servido de algo. Al final, lo que no te mata de hace más fuerte y sin dudas, hoy Blaine era invencible.
— Tenías razón, Blaine. — Habló Kurt de pronto.
Blaine sintió como su nombre sonaba de manera muy delicada en los labios de Kurt. — ¿De que tenía razón?
— De que las cosas pasan por algo. Sin todo esto… me hubiese perdido conocerte.
Blaine se sonrojó en ese mismo instante. El día no podía terminar mejor.
— Tengo otra pregunta. — Habló Kurt. — ¿Tu amigo Thad, sabe que en esta escuela hay una política de cero tolerancia al acoso?
Blaine sonrió. — Vaya… y yo que pensé que no tenías sentido del humor.
Ambos rieron.
— ¿Te metí en problemas con tus amigos? — Cuestionó Kurt. Porque al final de cuentas no habían tenido tiempo de explicarle nada a los demás Warblers.
Blaine negó con la cabeza. — No… pero voy a tener que decirle algunas cosas de las que hablamos… pero tranquilo, nada tuyo que sea muy personal.
Kurt sonrió abiertamente. — Si es necesario, cuéntales todo. Sobre todo a ese Thad. No me molestaría.
Blaine volvió a negar con la cabeza. — Tranquilo, ya nadie te va a juzgar. Yo lo sé. Además, Thad es mi mejor amigo aquí en Dalton y sé que al final tampoco tendré que darle explicaciones de nada, no te preocupes.
— No sé como te voy a agradecer todo esto.
Blaine se mordió el labio, manía que tenía cuando se encontraba ansioso. Lo pensó con detenimiento — Tal vez… mañana puedas agradecérmelo ¿almorzamos juntos? No tengo clases los martes por la tarde… podría ir a buscarte a tu colegio…
— ¡Yo tampoco tengo clases los martes por la tarde! — Se apresuró a decir Kurt con voz animosa. Se veía de mucho mejor humor y sus mejillas volvieron de pronto a recobrar ese leve tinte rojo sobre ellas. — Un almuerzo y podríamos salir.
— ¡Perfecto! — Exclamó Blaine, dando un pequeño respingo entusiasmado. — Es un hecho, mañana entonces. Oye Kurt…
— ¿Dime?
— ¿Amigos? — Preguntó extendiendo su mano.
Kurt lo estrechó fuertemente. — Amigos.
Concretada su amistad. Ambos guardaron un silencio mutuo. Bebiendo sus respectivos caféS y dejando que sus pensamientos inundaran sus mentes. Y si era Kurt el que ahora agradecía abiertamente haber conocido a Blaine. Blaine sería en un futuro quién tendría que agradecer por haber conocido a Kurt.
Después de todo. Esto estaba recién comenzando.
Bella Gleek ♥**** - Mensajes : 195
Fecha de inscripción : 10/02/2012
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
Me encanto...lo del auto...para dar un contexto. En la serie dejan muchas cosas dando vueltas...gracias por crear un hilo... Thad muy Papa para sus cosas, Wes siempre tan sereno y David y su humor :) muchas felicitaciones y gracias por escribir! estaré pendiente a las actualizaciones.
natty2208********- - Mensajes : 622
Fecha de inscripción : 04/12/2011
Edad : 38
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
OMG fue genial!!!!!!!!!! amo ver todo lo que piensa blaine de la situacion con kurt, ver que lo quiere defender a toda costa y que sin siquiera conocerlo ya lo quiere y confia en el :B la verdad que sos muy talentosa escribiendo :D describis todo muy bien!!!! espero que continues este fic pronto porque la verdad es fantastico!!!!
besitos!!!!!!!!!!!!!!!
besitos!!!!!!!!!!!!!!!
Ro&Darren****** - Mensajes : 317
Fecha de inscripción : 29/10/2011
Edad : 29
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
Aw gracias por la dedicatoria! ^^ IKU...and yes, i know xD
esta bellisimo el capitulo :) que recuerdos :') fue tan hermoso como
se conocieron, y ahí nació todo, desde ahí sabíamos que un día
tendríamos klaine <3 y tengo fe en que eso nos dure para siempre
sigue escribiendo porque eres increíble! de verdad felicidades
esta bellisimo el capitulo :) que recuerdos :') fue tan hermoso como
se conocieron, y ahí nació todo, desde ahí sabíamos que un día
tendríamos klaine <3 y tengo fe en que eso nos dure para siempre
sigue escribiendo porque eres increíble! de verdad felicidades
Gio♥Handrisfer- - Mensajes : 1461
Fecha de inscripción : 10/01/2011
Edad : 30
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
AMAZING muy buena la verdad, ojala sigas escribiendo saludos : )
Yglee** - Mensajes : 94
Fecha de inscripción : 03/11/2011
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
Me encanto y josto hay un video de kurt y blaine sobre este fic , asi como un trailer si quieren lo pongo en el proximo comentario xd
klaine(kat)***** - Mensajes : 251
Fecha de inscripción : 10/12/2011
Edad : 29
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
Mes genial como BLAINE se arriesga para defender a KURT sin siquiera conocerlo y este siente su confianza y su amistad sincera, TAD es un poco muy protector y juzga mucho sin conocer pero la verdad es que eso el lo hace porque quiere mucho a sus amigos, me encanto el cap fu fantástico y adoro los detalles, escribe pronto, gracias por hacerlo.
Kenigal********-*- - Mensajes : 1009
Fecha de inscripción : 15/12/2011
Edad : 34
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
Primero Ya se termino el cap???
Why????? Yo quiero mas
Segundo: HIPEREXTRAORDINARIAMENTESUPERMEGAFANTASTICOYESTUPENDO :D
Realmente me enamore de tu Fic en especial ame toda la escena en la que Blaine defiende a Kurt n_n SuperMegaSweetie *W*
Amo en serio tu Fic siempre me provoca una gran sonrisa asi:
Espero que actualizes por que amo tu forma de escritura ;D
Actualiza pronto xD
Why????? Yo quiero mas
Segundo: HIPEREXTRAORDINARIAMENTESUPERMEGAFANTASTICOYESTUPENDO :D
Realmente me enamore de tu Fic en especial ame toda la escena en la que Blaine defiende a Kurt n_n SuperMegaSweetie *W*
Amo en serio tu Fic siempre me provoca una gran sonrisa asi:
Espero que actualizes por que amo tu forma de escritura ;D
Actualiza pronto xD
Kurt_Blaine****** - Mensajes : 357
Fecha de inscripción : 09/11/2011
Edad : 28
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
ok.. YO TAMBIEN AMO COMO ESCRIBES!!!!!!!!!!!!!!!.. enserio.. amo.. super hiper mega amo tu fic.. me quede sin paralbras..pero sin duda tu fic es una de mis favoritos!!... este cap.. realmente me encanto.. ya keiro saber como progresa esta amistad!!!.. espero el prox cap!!.nos leemos!!
Tere_100%klainelover******* - Mensajes : 490
Fecha de inscripción : 11/08/2011
Edad : 27
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
LO AME!!!!
Amooo tu fic, amo como escribes tienes mucho talento!!!!!!!!!
Que puedo decir de blaine y kurt , simplemente me encanta como estas desarrollando su historia!!!
HEY RYAN TE ENCONTRE UN REEMPLAZO!!!!
Espero el siguiente cap :D
Amooo tu fic, amo como escribes tienes mucho talento!!!!!!!!!
Que puedo decir de blaine y kurt , simplemente me encanta como estas desarrollando su historia!!!
HEY RYAN TE ENCONTRE UN REEMPLAZO!!!!
Espero el siguiente cap :D
Mary Gleek** - Mensajes : 77
Fecha de inscripción : 08/01/2012
Edad : 30
Re: {FanFic Klaine} "When Blaine met Kurt" - Capítulo II {Actualizado}
Wauuuu!! Esto es como leer lo que no se vio en la segunda temporada a partir del 2x06!! Es fabuloso!! como las escenas concuerdan con las situaciones!! Y me da risa la manera en como Blaine se desenvuelve tan fácil con Kurt!! :3..y Thad me molesto ¬¬ tampoco que fuera para tanto, por lo menos Kurt no parecía que estuviera mintiendo..y me dio penita porque el lo acusaba y él se sentía mal :/..tonto Thad! ¬¬
Y ya comenzo la amistad Klaine!! Wuuuu!!...es un comienzo claro..despues viene lo tierno, ls decepciones y lo mejoor :3..Ya quiero ver esos caps.!!
Espero el prox. cap.!!!! ^^
Y ya comenzo la amistad Klaine!! Wuuuu!!...es un comienzo claro..despues viene lo tierno, ls decepciones y lo mejoor :3..Ya quiero ver esos caps.!!
Espero el prox. cap.!!!! ^^
GLupeC.- - Mensajes : 1264
Fecha de inscripción : 08/02/2011
Edad : 28
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