Fic- Iclemyer - Cap 3 La Huida

Notas De La Autora: Hola a todos, hacia un tiempo que quería escribir este fic y bueno hoy me decidí a empezarlo...

el titulo obviamente no lo invente yo es pura y exclusivamente de Darren Criss yo solo lo tome prestado para contar esta historia.

en resumen esta historia contara las vidas de Darren y Chris (obviamente al principio por separado) y su lucha contra todas las injusticias que suceden en el mundo real a jóvenes que solo quieren seguir sus sueños.

espero que les agrade esta propuesta... si les agrada lo continuo! así que no duden en dejar sus comentarios y criticas constructivas!!

nos leemos!!

Iclemyer

Capitulo 1

Nunca Seré Un Superhéroe

Darren estaba seguro de que lo lograría, había pasado muchísimo tiempo escribiendo esa historieta y ahora la tomaban para una obra en su colegio.

Se sentía el muchacho más afortunado de todos y podríamos decir que estaba sobre una nube sintiéndose el mejor escritor de 14 años que existía en la faz de la tierra.
Su profesor de teatro realmente había quedado sorprendido por lo buenas que eran las narraciones que había realizado el joven y sin más dubitaciones le informo que utilizarían su historieta para representarla como una obra en “La Semana De Las Artes”.

En cuanto el hombre menciono eso Darren había quedado impresionado, “La Semana De Las Artes” era un gran evento que se realizaba en su escuela, en el cual se realizaban exposiciones de todo tipo de arte, ya fuera obras de teatro, Pinturas, danzas, canciones, todas representadas por los alumnos de la escuela. Pero no todos podían tener la dicha de participar, pues seleccionaban a los mejores para esta muestra, ya que solían pasar por allí algunos críticos de arte y la escuela necesitaba tener una buena crítica y no que la mandara al caño.

Por esto era la felicidad del moreno, ya se sentía todo un escritor por haber logrado que su historieta llegara a “la cima”. Pero había otro asunto dentro de todo esto, las audiciones para la obra “Iclemyer” ya habían empezado, y el moreno quería conseguir el papel protagónico a toda costa.

Muchos pensarían que siendo él, el escritor de la obra tendría el derecho de elegir a sus protagonistas, pero no fue así, en cuanto su profesor le quito su historieta de las manos, no volvió a hablar sobre el tema con el muchacho. Por esto mismo Darren se encontraba haciendo la fila para las audiciones de su personaje, el superhéroe más valiente, vivaz y fuerte de todo el mundo, alguien que no temía enfrentarse al mal a pesar de su corta edad y su pequeña estatura, si ese era Iclemyer, el mejor superhéroe que Darren había podido imaginar, y que extrañamente tenía muchas similitudes con el mismo.

Al fin había llegado su turno, el muchacho de risos negros se posiciono en medio del escenario y comenzó a decir sus líneas perfectamente, se las sabía de memoria obviamente, pues él las había escrito, se encontraba representando exactamente a su personaje, tal y como él lo había creado, tal y como él lo había imaginado, perfecto.

-lo siento Darren- interrumpió el profesor su interpretación- realmente no eres lo que necesito, pero te llamare si sobra algún papel.

El moreno enarco una ceja, ¿le estaba hablando en serio? Eso era ridículo, era SU superhéroe, no había otro que pudiera representarlo mejor. Darren suspiro al notar que su profesor iba en serio, bajo la cabeza y se alejo lentamente del escenario.
No podía creerlo, había esperado tanto tiempo ese momento, el momento en que pudiera brillar sobre el escenario, ese momento en que el representaría al protagonista, al héroe que todos querían y que salvaba al mundo al final del día, ese al que nadie rechazaría jamás, al que todos admirarían.

Pero sus esperanzas habían sido rotas, ya no se sentía con ánimos de hacer nada, sentía que jamás podría interpretar ningún papel en ninguna obra, si ni siquiera había podido representar bien al personaje de su propia historieta que el mismo había creado.

Darren se sentó en su pupitre de la clase de Filosofía que aun no había comenzado, se miraba las uñas distraído en busca de algo que lo entretuviera lo suficiente como para olvidarse del mal momento que había pasado, pero nada lo distraía, eso era en lo único que podía pensar y muchas palabras se le cruzaban por su mente hiriéndolo en lo más interno de sus ser.

“Incapaz, estúpido, ¿creíste que podrías hacerlo? ¿Por qué te creías bueno? Eres un imbécil, jamás lograras nada…”

Darren aparto esos pensamientos lo más rápido que pudo de su mente, tenía que pensar en positivo, no podía ser negativo toda su vida, ¿no había logrado obtener el papel? Que mas daba, la vida continuaba ¿se daría por vencido por haber fracasado? Jamás, no abandonaría la actuación por nada en el mundo, era lo que lo mantenía con vida.

-Criss-un Hombre mayor, lo observaba seriamente parado junto a su pupitre, su cabello cortó canoso peinado con un poco de gel y su semblante serio marcando su cara de arrugas. El hombre apoyo una mano en el pupitre del alumno- ¿algún pensamiento filosófico que pueda aportar a la clase?

Darren no se había dado cuenta en que momento había comenzado la clase, ni en que momento el profesor había llegado junto a él, ni siquiera tenía idea de cuantas veces el hombre había pronunciado su nombre antes de que el reaccionara y volviera al mundo real.

El moreno observo a su profesor seriamente, muchas cosas habían paso por su cabeza para decir como pensamiento filosófico como: ¿de dónde venimos? ¿Cómo se creó el universo? ¿Qué habrá más allá de la muerte? Pienso luego existo, solo sé que no sé nada, Entre otras, pero ninguna le pareció acertada en ese momento, eran frases demasiado gastadas ya, repetidas una y otra veces a través de los años.

De repente su mente se ilumino por una extraña luz, le sonrió al hombre que aun se encontraba junto a él esperando una respuesta y pronuncio las palabra volviendo a ponerse serio.

-Nunca seré un superhéroe.

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En un lugar muy alejado de allí, Chris se encontraba perturbado, siempre había sido uno de los mejores alumnos de todo el colegio, y además estaba dentro del club de teatro, del de coro, del de danza y estaba inscripto en las olimpiadas de química y matemática. Por esto no podía creer que no se lo permitieran, había hablado con cada uno de sus profesores, con los directivos y hasta con los de la junta estudiantil y aun así nada, no lo dejaban hacerlo.

¿Que mal podía hacerle al mundo eso? El sentía con toda su alma que debía hacerlo, que debía demostrarle al mundo lo que podía hacer, su talento, demostrarles quien era él, después de todo si le tiraban slushies luego no sería nada nuevo y se sentiría más libre por haber hecho lo que quería.

Observo su reloj pulsera, aun faltaban 30 minutos para que su clase acabara y fuera libre otra vez, lejos de los estúpidos que le hacían padecer cada día de clases y lejos de las estúpidas clases que lo hacían padecer cada día de su vida. Realmente a Chris le gustaba aprender y ser el mejor en todo, pero ese día no se sentía con ánimos, pues había hablado con la junta estudiantil, su última esperanza para realizar la interpretación de su vida, y se habían negado a darle permiso para que interpretara aquella canción.

El hecho era que Chris quería cantar frente a todo el colegio la famosa canción “defying Gravity” del musical Wicked, que por cierto era su musical favorito, pero le habían rechazado su petición alegando a que es canción era interpretada por una mujer.

Chris no había podido hacer más que eso, e indignarse completamente con todos los representantes del colegio, pues el suponía que estos debían alentar a sus alumnos y no encerrarlos en una jaula para que mantuvieran la mente cerrada y no pudieran pensar más que en cuentas de matemática.

Chris suspiro, mientras escribía distraídamente con su lapicera el pupitre en el que se encontraba sentado.

-Colfer- dijo indignada su profesora al ver que el muchacho había garabateado en la mesa “defying Gravity”- baja ya de tu nube, eso solo lo pueden hacer los superhéroes.

La anciana rio mientras se acomodaba los lentes, Chris hizo una mueca. En ese instante sonó el timbre que indicaba el término de clase. El castaño recogió sus cosas y las coloco dentro de su mochila, pero cuando estaba a punto de irse sintió que alguien lo sostenía del brazo.

-un momento Colfer-dijo la anciana- está castigado, no puedes escribir el pupitre solo porque te encuentres abrumado.

El muchacho la observo con confusión, pero luego solo tomo el papel que indicaba la hora y el lugar de su castigo. La profesora le sonrió y este le devolvió la sonrisa forzadamente, dedicándole grosería en su mente.

-lo lamento muchacho, pero no todos podemos hacer los que se nos dé la gana, no tenemos el control del mundo, lamento que no te hayan dejado hacer esa interpretación-por un momento el castaño se pregunto cómo era que su profesora estaba al tanto de su situación, pero luego recordó que las noticias volaban en la secundaria.

-está bien no se preocupe, sé que no puedo desafiar la gravedad-dijo algo molesto el castaño- solo intento demostrar que hay algo mas en mi que el alumno aplicado que todos odian.

Chris no entendía porque rayos le daba explicaciones a su profesora, pero era así aunque pareciera demasiado extraño.

-no tienes que caerle bien al todo el mundo-aclaro la mujer-nunca podrás complacer a todo el mundo.

La mujer palmeo la espalda del castaño y se retiro. Chris se quedo dubitativo unos segundos, presiono el papel de su castigo con la mano derecha y lo arrojo al cesto de basura.

-tiene razón – susurro – nunca podre complacerlos a todos, nunca seré un superhéroe.

me gusto mucho la historia y pobre darren no pudo obtener el papel ,
-tiene razón – susurro – nunca podre complacerlos a todos
esta frase me gusto mucho ya que es verdad (:

Hola chic@s perdon por haber tardado tanto en actualizar lo que pasa es que paso un tornado por aca e hizo desastres asi que no tuve internet hasta ahora.... mil perdones!!!!
aca les dejo el cap 2!!!
espero sus comentarios!!

Capitulo 2
La Importancia De Saber Su Nombre
Darren se encontraba perdido en sus pensamientos, la obra ya había finalizado, había salido perfectamente. A cada una de las personas que había concurrido a verla le había encantado, la historia, la puesta en escena, los actores, la iluminación, en fin a todos les había encantado la obra, a todos menos a Darren.
Él podía ver mas allá de ella, lo mal que el actor principal había interpretado a Iclemyer, lo torpes que eran los bandidos cuando en su historieta eran los villanos más inteligentes y vivaces de todos… Lo vulnerable que era la chica, cuando en su historieta era sagaz, vanidosa y muy valiente. Realmente el no podía reconocer a sus propios personajes, los cuales habían cambiado por completo.
Pero nadie había podido ver aquello, habían destruido su obra de arte, la habían arruinado por completo, y lo que era aun peor a todos les había encantado.
Sus padres lo felicitaron por su obra al igual que muchas otras personas que allí se encontraban. Pero Darren no escuchaba los elogios de la gente, aun estaba aturdido ¿es que nadie había visto que esa obra había sido un desastre? ¿Un sinfín de cosas repetidas y plagiadas de las películas? Definitivamente esa no era su obra, o tal vez si lo era, pero la habían modificado de tal manera que habían logrado arruinarla por completo.
El moreno se levanto completamente enfadado de su asiento ignorando a las personas que aun le hablaban entretenidamente de lo “genial” que les había parecido su obra.
Se dirigió al baño y se encerró en una de las casetillas intentando aclarar sus ideas, no podía creer que todos fueran tan ciegos para no ver que esa obra había sido un fiasco.
De repente oyó una voz, era la de un muchacho fina y estridente. Por el mismo tono podía notarse que se estaba quejando de algo, Darren pego su oreja a la puertecita de la casilla y se quedo en silencio para oír lo que el muchacho decía.
-¿que rayos fue eso?-decía la vos que parecía indignada- en serio, ¿Cómo pudo gustarles esa burrada? era un plagio del hombre araña, sacando que el superhéroe no tiraba tela de araña de sus manos, realmente no puedo entenderlo.
Darren salió del baño en ese instante y se apoyo contra la pared junto al lavabo donde el muchacho que hablaba se estaba lavando las manos, este no noto su presencia.
El chico era castaño, de estatura media y algo rechoncho, hablaba con una niña rubia de ojos claros al igual que el castaño. La niña trago nerviosamente al ver a Darren junto a ellos.
-a mí también me pareció un asco-comento Darren con una sonrisa de lado. El castaño volteo para contestarle, cuando noto quien era.
-pero…. Tú la escribiste-susurro el chico, sus ojos azules brillaban confundidos y perplejos.
-claro-contesto Darren animadamente- pero han hecho un desastre, le cambiaron tantas cosas que ya ni se parece a lo que era mi historieta original- El moreno suspiro resignado -Bueno, por suerte no soy el único que no está ciego y vio el fraude que fue eso.
Darren levanto su mano en el aire y el ojiazul cerró los ojos con fuerza instantáneamente.
-choca los cinco-le susurro el moreno. El castaño abrió los ojos riendo torpemente.
-oh, claro-levanto su mano y la choco con la del muchacho de ojos avellana.
-bueno nos veremos pronto… castaño, rubia- Darren se retiro del baño a paso relajado. Al menos ya sabía que no era el único cuerdo ahí y eso lo relajaba bastante.
Agradecía mucho que no había ningún critico aquel día porque estaba seguro de que si veían eso y creían que él lo había escrito así, lo vetarían de por vida como escritor y Darren no tenia dentro de sus planes a futuro abandonar la escritura, era algo que realmente le agradaba, y si no le permitían actuar, entonces escribiría.
Por otro lado también agradecía la presencia de chico castaño, que lo había aliviado de algún modo. Darren había notado que era tan solo un niño, pero pudo darse cuenta en ese instante que ese chico sabia de lo que hablaba.
Por un momento el moreno pensó en que quería volver a cruzarse algún día con ese chico para saber de él. Luego muy dentro de él pudo saber que se encontrarían de alguna manera en un futuro cercano de una forma que aun no podría imaginarse.


Chris se encontraba recostado en su cama pensado.
Hacia más de 4 horas que habían regresado de ver la obra en la que había actuado su primo, y a pesar de que la obra había sido terrible, Chris pensaba que no remplazaría ese día por nada.
Se había encontrado en el baño con un muchacho obviamente mayor que él, con hermosos ojos avellana y risos negros locamente alborotados, era perfecto. Y no solo eso, había sido amable con él, cosa que nunca sucedía.
-es mucho mayor que tu-decía su hermana mientras revotaba levemente sobre la cama.
-no mucho-aseguro el castaño aun perdido en sus ensoñaciones.
-tenía como catorce o quince-replico su hermana sentándose junto a él.
-no es mucha diferencia.
-¡si lo es! Tu solo tienes 11- el castaño no contesto, la niña rubia lo miro con preocupación, podía tener solo 7 años, pero entendía muy bien a su hermano- ¿le dirás a papa y mama?
-estás loca-susurro Chris mientras suspiraba- sabes que este es nuestro secreto, no puedes decirle a nadie que me gustan los niños, me quemarían en una hoguera o me internarían lejos de aquí… ¿quieres que eso pase?
Chris le hablaba con calma a su hermanita menor, ella era la única que sabía su secreto y con la única que podía hablar sobre ello.
-no, no lo hare-contesto la niña en apenas un susurro, luego se acerco a su hermano y lo rodeo con sus bracitos- no quiero que te alejen de mi…. Te amo Chris.
-y yo a ti- el castaño beso tiernamente los cabellos de su hermana.
-seguro que también le gustaste a ese chico-Chris sonrió ante las palabras de la niña.
-seguramente-contesto el castaño en forma de burla- soy un matador cuando se trata de chicos.


Darren golpeaba inconscientemente la lapicera contra su pupitre, se encontraba completamente perdido en sus pensamientos.
Se encontraba ya cursando el último año de secundaria y no tenía ni la menor idea de que era lo que iba a estudiar cuando terminara. Había tantas cosas que quería hacer… quería ser escritor, quería triunfar en Broadway, quería grabar un disco… demasiadas cosas, y sabía muy bien que tendría que dar de baja muchos de sus sueños para cumplir alguno en especifico.
Sonó el timbre del cambio de hora y todos se levantaron rápidamente sin prestar atención a las últimas palabras del profesor, aunque la realidad era que Darren no lo había escuchado en ningún momento. Mientras caminaba por el pasillo hasta su siguiente clase, hablo el director por el altoparlante anunciándoles a todos que debían reunirse en el gimnasio.
Al llegar, el moreno pudo notar varios carteles que anunciaban que ese mismo día era el “día del teatro”.
-estudiantes-hablo el director por el micrófono en frente de la multitud que intentaba acomodarse en las tribunas del gimnasio. Darren de sentó en una de las más cercanas para poder tener una apreciación mejor de lo que se iba a presentar en instantes- hoy nos visita una escuela vecina que nos presentara una adaptación de la obra “Despertar de primavera”. Disfrútenla.
El telón que dividía al gimnasio en dos, puesto especialmente para la ocasión, se abrió para dejar a la vista a los actores sentados en pupitres escolares. Un muchacho de alrededor de unos 14 años empezó la escena diciendo un par de diálogos y así desencadenando una coreografía.
Darren se detuvo a observar a aquel muchacho, le resultaba suma y extrañamente familiar, pero no lograba descifrar de donde era que lo conocía. Pero no fue solo eso lo que llamo la atención del moreno, sino la pasión que el muchacho ponía en cada palabra, en cada interpretación, en cada coreografía. Entonces Darren puedo saber que era lo que quería para su futuro, su pecho pudo llenarse en ese momento de un millón de emociones, muchas se las transmitía aquel muchacho y su interpretación del personaje en la obra y otras producidas por el jubilo del saber, de haberse dado cuenta que era lo que quería hacer con su vida cuando terminara la secundaria.
El moreno no sabía que pensar, un muchacho notablemente menor que él lo había inspirado, le había “iluminado” su camino. Darren quería agradecérselo, pero ¿de que forma? No podía ir y decirle –oye gracias por inspirarme a ser actor-
La obra finalizo y los alumnos fueron retirándose de la escuela a toda prisa. Darren quería encontrarse con el muchacho, hablarle, saber su nombre. Pero en cuanto se acercó hacia los chicos que habían actuado, sintió una decepción y una frustración inmensa cuando le comentaron que el muchacho había tenido que marcharse. Pero por lo menos pudo obtener su nombre: Christopher Colfer.

El primer capitulo lo ame como no tienes una idea
el segundo capitulo fue genial aunque no pense que se fuesen a encontrar tan rapido

Capitulo 3


Chris estaba totalmente aturdido, no tenía idea como había llegado al hospital ni tampoco recordaba cuando había comenzado a llorar. Lo último que su mente recordaba era haber finalizado la obra y luego estar corriendo junto a la camilla de la ambulancia que llevaba a su hermana mientras el cuerpo de esta no paraba de temblar.

Chris no recordaba haber llamado a sus padres, pero sabía que lo había hecho porque de otra manera ellos no habrían llegado al hospital y no se habrían enterado de aquella situación.

Por un momento pudo parar de llorar y detuvo un instante sus sollozos, fueron tal vez un par de segundos pero los suficientes para que Chris recordara aquellos ojos, el chico de la tribuna, lo conocía era…

Su mente bajo a la tierra por el llamado de la vos de su madre que lo zarandeaba levemente para que respondiera.

-Chris hijo ¿te encuentras bien?- su madre acaricio tiernamente la mejilla pálida del castaño.

-debe estar en shock-anuncio el hombre que se encontraba detrás de la mujer castaña, era su padre.

Chris levanto la mirada para fijar la mirada en su padre dedicándoles una expresión interrogativa.

-¿que sucedió?-dijo al fin el castaño en apenas un suspiro.

-Hannah sufrió otro ataque epiléptico grave, pero no te preocupes ya está mejor- Chris asintió, asimilando lentamente lo que había sucedido. Nunca se había encontrado solo tras uno de los ataques de su hermana y realmente se había asustado mucho. La mujer tomo su rostro con ambas manos y lo inspecciono lentamente- será mejor que vayas a casa y tomes un baño caliente, no te veo nada bien.

Realmente Chris se sentía con nauseas y bastante desorbitado. No había pasado un buen momento y deseaba olvidar la desesperación en ese mismo instante.

-te llevare a casa- se ofreció su padre.

Chris asintió y se levanto tambaleante del asiento blanco de la sala de espera.



Al llegar a su casa se dio una larga ducha con agua caliente y luego se recostó en la cama, pensativo.

Si había algo que realmente odiaba era que a su hermana le sucedieran esos ataques, Chris hubiese preferido que se burlaran más de él o lo tirar más veces por día al contenedor de basura que, que su hermana tuviera que sufrir aquellos ataques.

El castaño intento apartar aquellos pensamientos y se centro en aquellos ojos avellana del gimnasio. Chris tembló por un instante sintiendo como un escalofrió le recorría el cuerpo de solo pensar en aquel muchacho.

-diablos-susurro para sí mismo- no puede estar pasándome esto con alguien que ni siquiera conozco.

El castaño sabía muy bien que ese muchacho era mayor que él, Chris apenas el siguiente año empezaría la secundaria y él creía muy probable que aquel desconocido estuviera a punto de terminar sus estudios básicos.

Por un momento se maldijo por tener tan solo 14 años, maldijo al mundo por rechazarlo, maldijo a cada persona por no aceptarlo y finalmente se volvió a maldecir a sí mismo por no tener agallas para volver a aquel colegio a buscar a aquel muchacho.




Darren se encontraba en medio de una crisis nerviosa, acabada de dar su último examen de ingreso para la universidad de artes dramáticas. Estaba esperando sus resultados en un salón repleto de jóvenes y no tan jóvenes que esperaban el mismo resultado que el.

El moreno con el fin de que la espera no se hiciera tan ardua comenzó a prestar atención a los tics nerviosos de sus compañeros. Una rubia de ojos celestes, se mordía las uñas sin notarlo, en cuanto llegaba a la carne de su dedo cambiaba de uña. Un castaño de ojos ámbar se enredaba y desenredaba la larga melena de cabello cada 3 segundos. La muchacha de pelo rizado…

A Darren le interrumpió el pensamiento la mujer canosa que entro en el salón, lo miro a todos despectivamente y pego una lista contra la puerta por donde había entrado, luego se retiro.

Todos en la sala inclusive Darren corrieron precipitadamente hasta el papel con la esperanza de ver sus nombres escrito en el.

En la habitación había más de 100 personas que habían llegado en busca de un lugar en aquella universidad, pero de todos ellos solo 30 tendrían la suerte de estudiar allí.

Darren remo entre la gente hasta llegar al papel, nunca había tenido suerte en esas cosas, era un hecho que desde lo sucedido con su historieta Iclemyer no había tenido suerte en lo que respectaba al teatro. El moreno fijo sus ojos en la lista en busca de su nombre…

Nora Grey

Clare Lena Fortune

Damián Gabriel Cipriano

Darren maldijo al que había escrito aquella lista por no haberla ordenado
alfabéticamente. Continúo leyendo.

Samanta Clarisa Fray

Michael Norman

Tomas Albert Thompson

Christopher Frank Potter

Darren Everett Criss
…..
Darren dio un respingo al notar su nombre en la lista, dio un salto y pego un grito de felicidad.

Darren no se dio cuenta en que momento se había abrazado con dos chicos más que también habían quedado y habían comenzado a saltar en modo de festejo.

Minutos después de felicitar a sus compañeros Darren noto a la rubia come uñas llorando desconsoladamente en los banquillos junto a entre 50 y 60 personas que lloraban juntas alrededor de esta.

El moreno decidió largarse de ahí, tomo un apunte de la lista de horarios y se alejo lo más rápidamente posible temiendo a que todos notaran su felicidad y se volvieran contra él.

Criss caminaba por la calle dando brincos de felicidad cuando noto la presencia del “Christopher Colfer” dentro de un negocio de lentes. El moreno entro al local observando disimuladamente al castaño que se encontraba acompañado de una pequeña chica rubia.

Darren pudo notar como Christopher le dedicaba una mirada sorprendida y soltó al piso los lentes rojos de sol que sostenía entre las manos. El moreno quiso acercarse al castaño pero el muchacho tomo a la niña de la mano y huyo despavorido del lugar.

Darren se quedo anonado observando al castaño corriendo lejos.

-¿ah robado algo?- le pregunto la mujer que atendía. El moreno rápidamente negó.

-creo que solo tenía prisa- Darren se agacho al notar los anteojos rojo de sol tirados en el piso, que minutos antes había tenido el castaño entre sus manos, los levanto y los observo detenidamente. Luego de unos segundos se acerco a la caja.

-me los llevo-anuncio el moreno sacando dinero de su bolsillo y pangándole a la mujer.

pensó Darren luego de ponérselos y rio para sí mismo.

Chris tenía la respiración agitada, sabía que era un idiota, pero no podía parar de correr, había huido del muchacho de ojos avellana.

Llegaron a su casa, agotados y con las piernas adoloridas.

-conozco a ese chico-señalo su hermana intentando recuperar el aliento- ¿Quién era? ¿Y porque huimos?

-no lo conoces, es un muchacho que vi en la escuela que fui a hacer la obra.
-parecía que quería acercarse a hablar contigo-señalo la niña.

-te ha parecido, es imposible-aunque Chris también había creído que se estaba acercando a ellos.

-no, estoy segura de que tenía intenciones de hablar contigo-afirmo la niña. Chris guardo silencio no quería continuar esa conversación- ¿te gusta, verdad?

Chris bufó y entro la casa.

-¿Qué?-grito su hermana yendo tras el- no puedes negarlo ¿verdad?

Chris sabía que su hermana tenía razón, pero al no poder negarlo simplemente se negaba a admitirlo. Era cierto le gustaba ese muchacho, sus ojos brillantes y dulces, sus risos alborotados negros y su tés tostada lo volvían loco. Chris suspiro, realmente necesitaba hablar con alguien sobre ese muchacho, ya no era un niño y necesitaba hablar de sus sentimientos con una persona de su edad y no con una niña de 10 años. Porque a pesar de que adoraba que su hermana lo aceptara y lo escuchara siempre, Chris necesitaba hablar de esas cosas con alguien que pudiera entenderlo completamente.

Owww como sufre Chris por lo ataques de su hermana .-.
La felicidad de Darren es como hay no se...oro puro para el corazon
Chris es un nervioso, y Darren es un tierno por comprar esos lentesc: