Fanfic HeYa: MI NOVIA, ÉL Y YO

Holas chicas, bueno he tenido esta historia por algún tiempo y creo que es momento de publicarla, hoy no fui a la universidad ya que cogí un resfriado (y tampoco quería ir xD) Así que aproveché para escribir un poco más y subirlo :D Espero que les guste, cualquier recomendación será bien recibida, espero sus comentarios :D

MI NOVIA, ÉL Y YO

Capítulo 1


En realidad, no tengo mucho que decir sobre mí o mi aburrida vida. Vivo en uno de los edificios más altos en medio de la ciudad, exactamente en el piso catorce. Tengo una camioneta moderna, mucha libertad a mis veintiún años y ya sólo me falta uno para terminar la universidad. Mis padres viven en San Francisco desde hace 2 años cuando papá consiguió un mejor empleo en una clínica privada. Comparto piso con mi novia, Heather, ella es mayor que yo por menos de un año, es bailarina y profesora de ballet, estudia Periodismo y a la vez tiene un empleo como asistente de publicidad. Honestamente, no sé cómo lo hace.
Nos conocimos hace dos años en la escuela de drama, yo necesitaba un pasatiempo con el que distraerme y conocer caras nuevas, cuando vi el anuncio del inicio de clases no lo dudé ni un instante. El día de las audiciones estaba tan nerviosa, cuando mi visión se llenó de ella. En tan solo un segundo captó mi atención por completo, recogió su hermosa cabellera rubia y realizó una serie de ejercicios de pre-calentamiento. Mis nervios cesaron casi de inmediato y mi mente solo se fijó en aquella muchacha. Cada uno de sus deslizamientos, sus gestos, sus manos, una chica realmente talentosa; es alguien que se toma en serio este asunto, pensé, cuando de pronto un sonido me sacó de mi concentración. Ella se había golpeado tan fuerte la rodilla que había empezado a sangrar, muchos de los aspirantes se habían reunido a su alrededor, me acerqué para ver que sucedía cuando vi que uno de los encargados la tenía en brazos y la dirigía a enfermería. Al parecer solo había sido superficial. Llegó mi turno de mostrar si tenía talento, a los tres días recibí mi invitación para unirme a la escuela.
Una semana después presentaron a una nueva estudiante, Heather Morris, sí la misma que viste y calza. Al cabo de una semana ya éramos muy buenas amigas. Nadie ahí era amigo de nadie, nadie tenía tiempo para nadie, todos estaban concentrados en lo suyo, Heather pasaba los ratos libres conmigo pero también estaba concentrada en lo suyo, y yo por alguna razón que después comprendí empecé a concentrar mi mente en Heather.
Fue durante mi fiesta de cumpleaños cuando finalmente descubrí lo que sentía por ella. Tenía más alcohol en la sangre que glóbulos rojos y apenas podía mantenerme en pie. “¿Cómo es que te has puesto tan ebria?” – me preguntó riendo mientras me ayudaba a llegar a mi habitación. Todo me daba vueltas, incluso más cuando ya estaba recostada en la cama; “todos se están yendo ya, debo irme” – me dijo, acariciando mi mano y soltándola delicadamente. “No, por favor, quédate esta noche, siento que voy a morir, aquí y ahora” – mi voz sonaba a ruego infantil, y en realidad me sentía fatal no quería quedarme sola. Después de algunos minutos, accedió. “Heather, sabes, eres una gran amiga y te quiero” dije como pude, forzando las palabras a salir de mi boca, ella sólo sonrió con timidez, “querida, has bebido más que todos tus amigos juntos” replicó sin dejar de sonreír. ¿Querida? Esa palabra empezó a sonar en mi mente una y otra vez, empecé a sentirme algo sofocada, le indiqué que se acostara también en la cama y no se negó, observé su rostro, era demasiado bella, simplemente demasiado, sus preciosos ojos verdes, estaba perdida en ellos, no pude escuchar nada de lo que me estaba diciendo, sólo veía sus labios moverse pero era como si estuviese en algún tipo de estupor. ¿Por qué me ha llamado querida? Seguía pensando, “Naya, Naya, oye ¿Naya? ¿Estás bien?” empecé a escuchar por fin, “quieres que te prepare un café o algo realmente te ves mal” aquí estaba nuevamente su voz, su hermosa y pausada voz, ¡demonios!, qué me está pasando con esta chica, pensé, salió. Sentí asco por mis propios pensamientos, hasta que empecé a oír el coro de “you oughta know” mi canción favorita, pero dónde, de dónde provenía la música. “Naya, ¿no vas a contestar tu celular?” la voz de Heather a lo lejos, seguramente desde la cocina, claro ¡mi celular!, tuve que buscarlo entre un montón de ropa y accesorios.
“¿Si?”
“Wow, por como te oyes, creo que has sobrepasado tus propios límites señorita Rivera”
“¿Quién habla? ¿Mamá?”
“¡Oye! Soy tu mejor amiga, putita” – Rió.
“¿Dianna?”
“¿Quién más?” – Sonó ofendida. “Verdad, debes estar a tope… sólo quería disculparme, no puedo ir a NY hasta el próximo mes lo siento tanto S”
“Sí, bueno lo entiendo, eh Charlie, tengo que… debo colgar ¿ok?” – dije en voz muy baja. Dianna rió a carcajadas.
“Oh, tu rito de cumpleaños, cierto, y dime, cómo es él, ¿moreno, alto, musculoso?” – Y sí, siempre terminaba con algún tipo desconocido en mi cama el día de mi cumpleaños, ¿y? era divertido. Eso era antes, ya no más.
“No hay ningún él, estoy cambiando D, la gente cambia, ahora debo colgar”
“¿Con cuántas de azúcar Nay?” – Heather abrió la puerta de pronto. Le indiqué la cantidad con mis dedos.
“¿Estás con una chica?” se escuchó al otro lado de la línea.
“Lo siento, sigue conversando.” Heather salió, pero antes otra vez volví encandilada a ver su hermosa sonrisa.
“¿Una chica Naya? Naya juega para mi equipo, debí saberlo, esa obsesión tuya con Jen Aniston no es normal” La voz burlona de Dianna, comenzó a reír nuevamente, ¿es qué acaso yo era su payaso?
“¿Qué? ¿Qué dices?, adiós Dianna” colgué un poco enojada. Jugar para su equipo, por supuesto que no, pensé, me he acostado con muchos tíos, aunque últimamente dado mis sueños y mis pensamientos poco inocentes con HeMo pensaba en la posibilidad de jugar en todo el campo, tal vez, pero no, en ese momento no debía ni siquiera considerarlo.
Heather apareció con mi café y luego de un rato me quedé dormida. Cuando desperté ccomo al medio día tenía un dolor de cabeza increíble. Me duché y volví a la habitación, podría jurar que mientras me vestía ella me espiaba bajo las sábanas fingiendo estar dormida, o era lo que yo quería creer. Tenía curiosidad por saber si en realidad estaba dormida o no así que dije su nombre un par de veces, y le pedí en voz baja si podría ayudarme con el cierre del vestido, si lo decía muy fuerte y realmente estaba dormida iba a despertarla y eso hubiese sido horrible, se veía tan hermosa durmiendo. Y efectivamente, estaba despierta, se restregó los ojos, hizo un bostezo y se acercó a mí. Sentí cerca su respiración, de pronto sus manos me estaban tocando con suavidad y sentí un calor recorrer todo mi cuerpo, Dianna Agron definitivamente estoy en tu equipo me dije, giré rápidamente y la besé, estaba esperando un empujón o un golpe, al menos que se apartara pero no lo hizo, al menos no en ese momento. Profundicé el beso y comencé a sentir sus manos deslizándose y me gustó aún más, me coloqué sobre ella cuando ya estábamos en la cama y dejé sus labios por un momento para ir a su cuello y empezar a bajar lentamente alentada por unos pequeños gemidos suyos, “no puedo creer que haya esperando tanto para hacerlo, esto es genial” susurré. De pronto de apartó de mí bruscamente. “No, no, no Naya, esto está mal” repitió una gran cantidad de veces, se notaba realmente alterada “¿No beso bien?” “no, besas genial, digo… no, bueno sí, esto está mal Naya, debo irme, olvida esto ¿ok?” salió y me dejó ahí, confundida, a medio vestir y con ganas.
Pero ese no era mi fin, si yo quiero algo voy por ello. Casi no me habló durante las clases de teatro, aunque hice mi mayor esfuerzo. Cada vez que iniciaba un tema parecía llegar a su fin rápidamente y luego aquel silencio incómodo. Pasaron dos semanas hasta que decidí sacar el tema, pero no cara a cara eso hubiese sido un suicidio, sino que tuve la gran idea de enviarle un mensaje de texto.
“Últimamente estamos muy distanciadas, y yo… te extraño mucho Heather, pensé que éramos amigas, qué sucede? Fue desde… tú sabes. Dime qué te pasa, tanto te molestó… eso. Naya”
Esperé unos minutos, una hora, dos horas, tres horas, cuatro horas, es qué jamás pensaba responder. Apagué el celular y horas después lo volví a encender, maldije unas 100 veces, a ella, a mí por haber sido tan estúpida, a mi compañía de teléfonos móviles, a Dianna y todo su “equipo”, en fin maldije a medio mundo hasta que por fin, el sonidito de los mensajes de texto. Cogí mi celular muy nerviosa
“No sé de qué hablas, y sí somos amigas…”
¿Qué? Todo esto por un mensaje como ese, pensé. Sabes qué Heather, vete al infierno, si no te importo está bien, no voy a seguir así por ti.
Estuve entre enojada y triste un par de horas hasta que cogí mis llaves y salí volando de mi casa, cogí el auto y me dirigí rápidamente a la casa de Heather, debía arreglar esto cuanto antes, recuperar mi dignidad y recuperar a mi amiga, aunque en realidad no estaba segura de lo que estaba haciendo.

Capítulo 2


Me importó muy poco que afuera estuviese lloviendo como si en el cielo hubiesen abierto una ducha. Toqué un par de veces el timbre y nadie respondía, volví a tocar y el resultado fue el mismo. Me sentí fatal, había desgarrado cada trocito de mi orgullo, me senté en el escalón medio del pórtico y empecé a llorar disimuladamente, traté de pensar en otras cosas y quería volver a mi auto pero no tenía fuerzas para nada excepto seguir lamentándome, afortunadamente con el tiempo que hacía y lo tarde que era nadie pasó por ahí, eso hubiese sido el fin.
“¿Naya? Qué rayos haces ahí, ¡te vas a enfermar!” – Me quedé sin palabras. Heather me colocó bajo su paraguas y sacó sus llaves rápidamente para luego pedirme que pasara.
“¿Se puede saber en qué demonios estabas pensando? ¿Quieres morir de neumonía acaso? Estás loca Naya” – No estaba enojada, se notaba más preocupada, su voz era suave y firme a la vez. Me llevó a su habitación y me prestó algo de ropa. ”Voy a prepararte un té caliente, tú cámbiate de ropa muchachita loca” – sonrió un poco y salió de su habitación. Todo era rosado, una habitación muy acogedora, era la primera vez que estaba allí, sabía su dirección porque la había llevado en mi auto después de clases un par de veces.
“Bueno, ahora dime” – Todo parecía tan normal, parecía mi antigua amiga Heather de siempre, ahora cuestionándome en el comedor de su casa - “¿Vas a contarme o no?”
“¿Contarte qué?”
“Te encuentro en la puerta de mi casa, bajo la lluvia, a las 12:30 de la noche… No todos los días encuentro a una chica en la puerta de mi casa, bajo la lluvia, a las 12:30 de la noche, algo debe de ocurrir.”
“Heather, yo… lo que pasó hace unas semanas…” Mi voz empezó a temblar, ni el frío de afuera me había puesto así, ¡Dios!
“Ya te dije que no sé de qué hablas Naya…” – Se levantó incómoda para coger una taza.
“De verdad tienes que ser así de infantil” dije a la larga luego de un silencio tan incómodo.
“Infantil, ¿yo soy la infantil?” – Empezó a gritarme, nunca había visto a Heather así, me miró fijamente y por un momento me asusté – “Eres tú la que se está portando como una niñita de secundaria que cuando se pone ebria quiere experimentar con su amiga, ya deja ese jueguito Naya” – ¿Jueguito? Pero de qué juego estaba hablando.
“Heather… yo…”
“No voy a pasar otra vez por esto Naya” – Me interrumpió - “No me van a lastimar, no otra vez” – Dijo tajante, subió las escaleras hacía su habitación y me dejó aún más perpleja que la vez anterior.
“¿Puedo pasar?”
“¡NO!” “Ya, está bien, pasa…” – Dijo luego de esos segundos, estaba de espaldas a la puerta, pero aún así pude notar que se estaba limpiando las lágrimas con la manga del pijama. Me acerqué poco a poco hasta sentarme en la orilla de la cama, justo de espaldas a ella.
“Heather, lo siento mucho, siento si dije o hice algo que te molestara, estoy muy arrepentida” – Y de verdad, me dolía, escuché como sollozaba casi se me rompe el corazón.
“No te disculpes Naya, nada de esto es culpa tuya, soy yo… está todo bien”
“¿No es mi intención molestarte HeMo, pero por qué dijiste que otra vez?” – suspiró.
“Naya, sé que en este momento sientes que te gusto pero debes saber que eso se te va a pasar muy pronto, yo te entiendo perfectamente, lo sentirás por un tiempo luego te darás cuenta que eres heterosexual, conocerás un hombre te enamorarás de él, te casarás y tendrán hijos y todo esto pasará al olvido, yo pasaré al olvido” - Volteó a verme por un segundo para luego desviar la mirada. “Tienes 19 es normal que quieras experimentar, pero no conmigo Naya”
“Yo no quiero experimentar contigo Heather, cuando te besé fue porque quería hacerlo, porque cada vez que te veo siento que mi día está completo, en realidad creo que estoy enamorándome de ti si no es que ya lo estoy, cada vez que te veo yo…”
“Naya, no es así, no es lo que realmente sientes”
“Sí, sí es lo que siento Heather” – llevé su mano lentamente hacía mi corazón – “sientes, está acelerado, es lo que me pasa cuando estás cerca de ti, y cuando no estoy contigo lo único que puedo hacer es pensarte y pensarte, ha empeorado desde que nos besamos… mejor dicho te besé, y me rechazaste, por un momento pensé que también querías besarme tanto como yo a ti y que sentías lo mismo, Heather dime que estaba equivocada, dímelo y te dejo en paz”
“Naya, yo no… ¡demonios! ok también me gust…” esa era la señal, la callé con un beso de pronto y estuvimos así por largos minutos, no quise hacer nada estúpido para no arruinar el momento, mantuve mis manos dónde tenían que estar, fui muy suave y no me sobrepasé ni un poquito. Al final separamos nuestros labios y coloqué mi frente con la suya, no podía dejar de sonreír.
“Te amo Heather” – Lo sé, fue muy rápido, pero se me salió, sus besos provocaban un efecto increíble en mí.
“Naya…” – Se apartó un poco de mí.
“No tienes que decir que me amas sino lo sientes, no te preocupes” - le sonreí. No había prisa, iba a conquistarla poco a poco, esa chica me volvía loca, se merecía todo lo mejor de mí y no iba a arruinarlo con comportamientos inmaduros. “Te amo demasiado Heather Morris y no me arrepiento de decirlo”. Me sonrió como sólo ella sabía hacerlo y luego me besó, estuvimos abrazadas hasta que nos quedamos dormidas, tuve los sueños más dulces esa noche, qué más podía pedir, tenía a la mujer perfecta junto a mí y nada podría separarnos. Estaba demasiado feliz, debía llamar a Dianna, tenía que contarle que ahora llevaba puesta la camiseta de su selección y no pensaba quitármela por nada.
Al día siguiente Heather y yo pasamos por mi casa ya que necesitaba algo de ropa de mi talla, y luego fuimos de compras, mi deporte favorito – aunque digan que no es un deporte, para mí sí lo es. La gente nos miraba ya que íbamos de la mano pero poco me importó, fuimos a comer y pasamos el resto del día juntas, sólo ella y yo, fue maravilloso. La llevé a su casa y me despidió con un tierno beso, de los mejores que me habían dado en mi vida. Por un momento tuve el impulso de pedirle pasar la noche en su casa pero me pareció muy acelerado, Heather era importante para mí, todo debía ser perfecto, absolutamente todo tenía un gran significado.
Al volver a mi departamento revisé la contestadora, Dianna había dejado unos 15 mensajes pidiéndome que le devolviera la llama. Claro, mi celular estaba muerto desde esa mañana y cómo iba a recargarle la batería si estaba en casa de Heather. Marqué el número de mi Charlie tan rápido como pude, tenía que contarle todo lo sucedido y lo feliz que estaba, seguramente ella se pondría feliz por mí también, y coloqué como nota mental: debía recordarle que ahora yo tenía novia y ella no, aunque no éramos oficialmente novias pero eso pasaría muy pronto.
“¿Dianna no sabes lo que me pasó?”
“¡Me voy a Europa!”
“¡¿¡¿Qué?!?!”
“¡ME VOY A FRANCIA NAYA, PARIS FRANCIA!” – Ok, ¿de qué iba todo eso? – “Mi vuelo sale en 3 horas, estoy muy emocionada Nay, por fin siento que mi vida tiene una razón de ser”
“Pero y por qué te vas, a qué te vas Di” – Estaba triste, es decir, estaba feliz porque Dianna iba a cumplir sus sueños pero triste porque iba a dejarme, ya era suficiente con que nos viésemos cada 4 meses y eso, a veces dejando más tiempo, pero al menos nos veíamos, mi mejor amiga de toda la vida me iba a dejar.
“Alguien vio mis pinturas y quiere que vaya cuanto antes a Paris, está interesado en colocarlas en una galería muy famosa, no recuerdo bien el nombre; espero recordar lo que Madame… Madame no sé qué nos enseñó de francés en la preparatoria, ¡no es increíble Naya!, ¡por fin tanto esfuerzo ha valido la pena! Me lo merezco, di que me lo merezco!”
“¡Claro que te lo mereces tonta!, estoy tan feliz por ti Charlie”
“Lo sé Nay Nay, debo ir al aeropuerto ahora, te llamaré cuando esté allá ¿ok?”
“Ok”- colgué. Mi vida había vuelto a la vida y muerto el mismo día y en menos de 24 horas. Una mujer llegaba a completar mi vida, y otra se iba, aunque sabía que no era para siempre. Con tal noticia olvidé contarle lo de Heather. Esa noche no me llamó ya que su madre no dejó de acapararla, y no la culpo. Al día siguiente cuando ya había llegado a su destino lo hizo, fue cuando le conté lo de Heather y yo, no estaba tan sorprendida y estaba muy feliz por nosotras.
“Lo sabía, lo sabía Naya, se nota que soy una buena influencia en ti, cuando regrese a los Estados Unidos me debes una noche de locura y pasión y tal vez pueda enseñarte algunos trucos, mínimo, por todos los años que te di como amiga” – ¿trucos?
“Sí, claro que sí Charlie, eres mi mejor amiga ¿no?, obviamente tienes que ser la primera” – reí.
“¿La primera? ¿Tú y ella no lo habéis hecho aún?” - Bueno, ahí estaba la pregunta incómoda.
“Prefiero esperar… no quiero apresurarme”
“Pues te estás perdiendo del mejor sexo del mundo Nay, debe de ser muy especial para que tú quieras ir así de lento, precisamente tú” – empezó a burlarse de mí nuevamente, muy común en ella. Me quedé callada y empecé a sonrojarme, afortunadamente nadie podía verme. “Tengo que desempacar Naya, hablamos luego ¿ok? ¡Y háganlo ya por favor!” – rió y yo también lo hice, aunque mi amiga era un poco inoportuna y sus comentarios siempre estaban fuera de lugar la adoraba, siempre lo hacía con la mejor de las intenciones.
Diez meses después Heather y yo lo hicimos por primera vez en el sillón de su casa, ya era oficialmente mi novia. Estábamos practicando para una puesta en escena, yo haría de Julieta y ella estaba haciendo de Romeo para ayudarme a practicar. No pudimos evitarlo, los diálogos eran demasiado románticos. Poco a poco la escena del beso se convirtió en un acto entero, no podíamos dejar de decir nuestras líneas sin tocarnos la una a la otra, no podíamos controlar nuestras manos ni nuestros lábios. El ambiente se fue poniendo muy caliente y terminamos quitándonos absolutamente toda la ropa prenda por prenda, sus manos estaban por todas partes hasta que ambas ya no pudimos más y llegamos a un punto máximo varias veces. Dianna tenía razón, fue el mejor sexo de mi vida entera. Y amaba a Heather, definitivamente la amaba. Entrelazamos nuestros dedos y estuvimos abrazadas en silencio tratando de calmar nuestros latidos, dándonos pequeños besos en aquel sillón que había sido testigo de nuestro amor. Ninguna de las 2 estaba avergonzada pero nos mirábamos dulcemente y de vez en cuando soltábamos risillas tímidas.
“Te amo Naya” – dijo de pronto, era la primera vez que me lo decía. Sonreí y la besé apasionadamente, no podía dejar de besarla. “Y… Naya, ¿quieres ser mi prometida?” – Me preguntó al apartar sus labios de los míos por unos segundos.
“Por supuesto” – casi grité para después besarla. Estaba demasiado feliz. Me aparté para tomar aire por un segundo y hacer una pregunta más “¿Quieres mudarte conmigo?” – Hubo un silencio por un momento, Heather me miró seria por un momento.
“Creí que jamás lo preguntarías” – sonrió.
“Te amo Heather, te amo más que todo en el mundo” – volvimos a besarnos. Ese día fue demasiado, nuestra primera vez, me dijo que me amaba, me pidió ser su prometida, y decidió mudarse conmigo. Me sentí como la persona más afortunada y feliz del mundo. Jamás olvidaría ese día.
Y así fue como Heather y yo nos conocimos y terminamos viviendo juntas, no todo ha sido felicidad absoluta claro, hemos discutido muchas veces pero siempre hemos conseguido solucionarlo, sólo discusiones suaves por supuesto.
Al menos hasta hace unos 6 meses, que fue cuando Heather le dijo a sus padres que era gay y que vivía y estaba comprometida conmigo, a ellos la noticia no los alegró en absoluto, todo lo contrario decidieron quitarle la casa definitivamente, eso no importó mucho ya que ni la usaba porque vivía conmigo, pero también decidieron detener los depósitos de dinero para sus estudios. Le ofrecí dinero pero no lo aceptó, Heather es demasiado orgullosa, casi tanto como yo si no es que más. Gracias a algunos de sus contactos consiguió un empleo en una agencia de publicidad como asistente, pero abandonó la escuela de drama, consiguió otro empleo como profesora de ballet para niñas en una escuela de danza y continuó con la universidad. Y como pueden entender, poco a poco comenzaron los problemas y empeoraron.

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Espero sus comentarios y espero que les guste, cualquier duda o recomendación, aquí estoy, ;D

Me gusta tu fic, síguelo que acá tenes una nueva lectora fiel!.Siento que se viene un hombre entre las Heya y muero(?

me gusta bastante tu fic... mis heyas conociéndose de otro modo totalmente distinto...

a ver estaba leyendo y 10 meses... esta mal escrito o algo... es que demorarse 10 meses para la primera vez es mucho... la escribiste mal (sorry por la pregunta... pero me impacto 10 meses de abstinencia no me lo creo)... es raro que me haya fijado tanto en esa linea XD...

a bueno ahora si... por el titulo uno piensa que va a venir un hombre entremedio (NO ME GUSTA) ademas si es así... seria feo ya que a heather parece que ya le hicieron una de esas... al menos que sea heath la que se meta con uno pero no es lo menos recta que existe...

ah problemas... drama es triste pero uf... veamos que pasa...

*besotes* hasta la actu

esta muy bien el fic, haver como van a ser los problemas para ellas

me ha encantado tu fic en especial tu forma de escribir*-* , no se pero se me hace.... cautivante? no me gusta q las heya vayan a pelear hasta hora me ha encantado , ya quiero el siguiente, besos!!!!

Me gusto Tu Fic mucho...

pero la Pregunta del Millon ¿Quien es ese Hombre que se mete entre la vida de Nuestras queridas Naya y Hearther?

Bueno continualo...!!!!!!!!!!!

Gracias por sus coments *-* lo son todo, y pues me encanta el drama chicas qué se puede hacer xD Y sí bueno 10 meses también me parece mucho, pero tiene una explicación y ya verán más adelante y el título lo dice todo... un hombre! Pero es un hombre que les va a encantar (yo lo amo) Estaré actualizando pronto :)

Y Gracias por tu comentario Daniela1220! n_n Kisses!

Antes de querer asesinarme deben saber que soy una total y completa Brittana y HeYa Shipper, sólo para que no me envíen golpes virtuales! :D Y aquí va.

Capítulo 3


Cuando Heather consiguió ese empleo de asistente salimos a celebrar como era debido. Fuimos a un nightclub en el centro de NY. Heather ama bailar y yo amo bailar con ella, sus movimientos son perfectos y tenerla cerca tomada de la cintura al ritmo de la música es una de las cosas que me lleva al infinito. Regresamos a casa de madrugada, después de una sesión de besos y algunas copas más Heather prometió darme el anillo de compromiso muy pronto y dijo que era una de las razones por las que necesitaba el dinero. Le dije que no era necesario pero insistió, y también añadió que una de sus motivaciones para querer ganar su propio dinero era para poder independizarnos y por qué no, casarnos algún día. Y tenía razón, todo el dinero que tengo lo recibo de mis padres, este departamento es de mis padres, prácticamente todo es de mis padres. Ellos aún no saben que vivo con Heather y mucho menos que es mi prometida, prácticamente nunca los veo y no sé cómo reaccionarían. Viajo a San Francisco a verlos cada cierto tiempo, cada millón de años para ser exactos. Creo que a papá no le molestaría pero mamá, no sé, y a Nickayla, bueno a Nickayla creo que no le importaría. Así que estábamos estancadas, totalmente estancadas.
“Naya, no quiero que esto termine… “me dijo mientras me abrazaba con suavidad.
“Estaría tan perdida sin ti… Todo saldrá bien, ya pensaremos en algo.” Besé su frente y me acurruqué aún más entre sus brazos. Tenía que salir todo bien, nos teníamos la una a la otra qué más nos podría faltar, pensé, no faltaría nada.
Heather iba a la universidad por las mañanas, y a su empleo por las tardes. Llegaba muy cansada y generalmente súper tarde. Se levantaba e iba antes que yo y se dormía también antes que yo, muchas veces mientras la besaba e intentaba desvestirla. Los sábados y domingos eran nuestros, a veces no teníamos muchas ganas de ir a ningún sitio y sólo descansar así que nos quedábamos en el sillón tumbadas mirando alguna de nuestras películas favoritas, aunque generalmente no las mirábamos y terminábamos creando nuestra propia película no apta para menores.
Hace unos meses se dio cuenta que ese solo empleo no le alcanzaba para mucho, más que para pagar sus estudios y a veces no podía cubrir ni los pasajes, pensé en darle mi auto pero no sabía conducir y no era algo que le interesase. Fue cuando consiguió ese empleo de profesora de ballet los sábados y parte del domingo. Ese fue el motivo de que nos fuéramos distanciando poco a poco, cada vez más. Cada vez que quiero estar con ella, simplemente no está. Es como si viviese totalmente sola, sé que tengo a alguien pero ese alguien nunca está. Se ha perdido todos nuestras cenas de aniversario y mi día de San Valentín se resume en helado con chispas de chocolate, sé que eso no es lo más relevante pero ¿acaso no es lo más importante que estemos juntas?, yo creía que sí.
El pasado domingo tuvimos una de las peores discusiones, yo solo quería pasar un momento con ella, sólo quería besarla tenerla cerca y decirle que la amaba pero ella me hizo a un lado, intenté volver a acercarme pero no, estaba muy concentrada en un artículo que debía presentar ese día antes de las 8, fuera de horario porque no pudo hacerlo antes y le habían dado una segunda oportunidad. Mi acerqué una tercera vez llevándole un poco de café esta vez, la tomé del cuello y deposité suaves besos en él pero la estúpida taza de café volteó y cayó sobre su portatil haciendo que esta se apague inmediatamente. Heather comenzó a gritarme y yo no sabía cómo defenderme, había sido un error pero tampoco era para tanto, ¿o sí? Era sólo un estúpido artículo más, qué importaba. “Demonios Heather, no te alteres. Puedes coger la mía si quieres” “¿Te parece que en la tuya tengo el trabajo completo? Carajo Naya, vengo trabajando en esto desde la madrugada, qué se supone que haré ahora, ¿qué?” estaba enojada pero a la vez pude ver que soltaba unas lágrimas “Amor, lo lamento tanto…” casi rogué “Solo déjame sola, ¿ok?” “Heather yo…” “Ya has arruinado lo suficiente ¿no crees?” “Heather…” “No te bastó con causar que mis padres me odiaran” dijo sin pensar, eso me dolió, ¿acaso se estaba arrepintiendo de lo nuestro? Me quedé seria por unos momentos y ella no dijo nada más, ni me sostuvo la mirada un solo segundo, salí de ahí directo a mi cuarto y cerré la puerta tras de mí. Gracias al silencio de aquel décimo cuarto piso oí como tomaba las llaves y colocaba el broche de su bolso, salió del apartamento azotando la puerta de la misma forma dramática que yo. Simplemente se fue. Seguí encerrada en la habitación, traté por todos los medios de no llorar pero me fue imposible, y así entre lágrimas me quedé dormida.
“Heather, estoy muy preocupada por ti podrías por favor devolverme la llamada o al menos quiero saber si estás bien, por favor llámame” – fue mi noveno mensaje en la casilla de voz la noche del lunes, no sabía dónde estaba, ni qué estaba haciendo, ya debía haber vuelto del trabajo y ya debería estar en casa no tenía derecho a preocuparme así, estaba a punto del colapso hasta que oí unas llaves en la cerradura de la puerta principal. Me miró, se dirigió hacia el sofá en el que estaba también sentada yo, me miró por unos segundos y luego se sentó a mi lado. Llevaba la misma ropa del día anterior, su rostro indicaba que no había dormido toda la noche, sus ojos que había llorado tanto como yo. Dijo en una voz muy baja casi inaudible “lo siento”, giré a verla, aún ella no me miraba, después de un rato también dije que lo sentía casi en el mismo tono, acercó suavemente su mano a la mía y la sostuvo por unos minutos. No fue necesaria ninguna explicación, ambas sabíamos lo que habíamos hecho, ambas nos habíamos perdonado, se inclinó para besarme pero por alguna razón me resistí, no era mi intención solo no pude. Besó mi frente y se marchó a ducharse y cambiarse de ropa, algo se había roto.
Heather ha estado trabajando duro en lo que restó de la semana, no hemos discutido desde entonces pero ha estado bastante fría conmigo, y yo no he hecho nada para cambiar eso. Casi no tengo con quién hablar, en realidad sí, mis amigas de la universidad pero, no es lo mismo, y a ellas no las traigo a casa, tampoco saben que vivo con una mujer no hay necesidad de ir divulgándolo por ahí. Así que casi no tengo con quién hablar sobre mis problemas ni como me siento por todo esto. Al menos tengo que admitir que he invertido todas mis fuerzas en estudiar para no pensar en ello, saco las mejores notas en la universidad y en los últimos seis meses he avanzado tan bien que es probable que me gradúe como arquitecto en solo un año más aunque tal vez necesite un poco más de tiempo para completar uno que otro crédito restante.
Y así ha ido mi vida, complicada y aburrida, en especial desde que abandoné el curso de drama. ¿Me pregunto si Heather estará pensando en mí?
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Son las 10, Heather ya se ha ido, es sábado y estoy a tope de aburrimiento lo único que queda por hacer es recoger la correspondencia a ver si mis padres me han enviado algo, o alguien en este mundo se ha acordado de mí. Pero no, sólo las compañías de servicios me recuerdan.
“¡Hey chicos, chicos! ¡Tranquilos! ¡Parad muchachos!”, ¿Quién es ese?, dos perros bonitos me lamen la mano.
“¿Niños, qué os he dicho sobre molestar a las mujeres hermosas?” – ¿por qué rayos le estoy sonriendo?
“A casa, a casa a cuidar a vuestro bebé” – ¿vive al lado mío, cómo es que nunca lo había notado? ¿Y cómo es que tiene 2 perros grandes y jamás lo había notado tampoco? No soy sorda, creo.
“¿Bebé?” - por qué no puedo para de sonreírle.
“Sí, ella la que está mordiéndole la oreja a él se llama Lila y él es Semental”
“Qué nombre tan… original”
“Es broma, se llama Ringo, acaban de tener 1 cachorrito… Te gustaría verlo”
“No… creo que debería volver ahí dentro” digo señalando mi apartamento.
“Está bien… nueva vecina… las chicas bonitas siempre tienen la razón” – ¿Está intentando ligarme o son ideas mías?. “Soy Leonardo Di Caprio, tú eres…”
“Soy Christina Aguilera” ¬¬
“Pues cada día estás más hermosa Christina”
“¿OK?”- Río con sarcasmo, es como Dianna pero en género masculino, se le ve bien aliñado y muy cuidadoso con su forma de vestir, apuesto que es gay. Mejor regreso a mi apartamento. Me despido de espaldas con un movimiento de manos, el gracioso no me iba a entretener más ahí.
“Gran Gustin”
“¿Disculpa?” – me detengo
“Mi nombre es Grant, ¿el tuyo?”
“Naya” digo después de unos segundos, fuerzo una sonrisa y cierro la puerta con delicadeza para no parecer grosera, mientras, observo cómo me mira sonriente.
Bueno, el tipo con los perros ha sido un cambio en mi rutina, era un comienzo. El timbre suena, desearía tanto que fuese Heather pero es obvio que no es ella, sería un milagro divino.
“Sabes cuándo te vi me quedé pensando en, por qué no me invita a tomar un café o algo ya que mi alacena está vacía y el supermercado que da lejos, me acabo de mudar de Inglaterra y no tengo auto, no tengo amigos… ¿no te sobra un poco de café para un hermano inglés?” – ¿Es que acaso nunca se calla? Ruedo los ojos y sonrío, qué remedio.
“Pasa” digo mientras me dirijo a la cocina.
“¿Y a qué te dedicas?”
“Estudio… arquitectura”
“Interesante, debes ser muy buena en eso” - Asiento lentamente y con humildad, humildad siempre, pero es verdad soy muy buena. - “¿Vives con alguien más verdad?”
“¿Eres algún tipo de asesino en serie o algo así?”
Ríe, tiene una hermosa sonrisa, no como mi Heather pero es lindo, bueno hay muchos chicos lindos en el mundo.
“En Inglaterra era modelo de ropa interior masculina pero acá en EUA no lo he decidido aún… tal vez, podría tomar ese empleo tendría que ver cuánto es la paga, estoy algo corto de dinero para ser honesto” - Qué de mal gusto, aunque me dio risa. Su sonrisa coqueta otra vez.
“¿Por qué preguntas si vivo con alguien?”
Tal vez nos ha visto a Heather y a mí besándonos cerca a las escaleras en el elevador o algo, aunque eso es imposible, se acaba de mudar y HeMo y yo ya no tenemos tiempo ni para eso.
“Esos cuadros son muy de tu estilo, uhmm incluso esta alfombra, el color de las paredes… pero esos jarrones y los cojines, definitivamente no, es como la combinación de dos mundos diferentes pero a la vez se complementan, ¿vives con tu mejor amiga?”
¿Mi estilo? ¡Pero si apenas sabe mi nombre!
“Eres un stalker o algún tipo de raro, acabas de huir de un psiquiátrico ¿verdad?” – y no lo digo con ánimos de ofender. Sólo ríe.
“Estudié psicología en Holanda, antes de mudarme a Ingaterra y ser modelo de ¡Ropa interior masculina!” Eso lo dijo con mucho énfasis y en tono de burla moviendo las manos.
“Se acabó el café, creo que ya deberías irte” – Mierda, Holanda, eso me recuerda a Heather. Me mira sonriendo, es una máquina de sonrisas. No me siento muy bien.
“¿No quieres ver a Sparky?”
“¿Perdón?”
“El cachorrito” – Pone unos ojos bonitos, es como un niño a veces. Qué infantil. “No aceptaré un no por respuesta” – Giro los ojos, muy a mi estilo.
“Está bien… Antes debes saber que llevo un arma bajo mi ropa interior”
“Eso es muy sexy” – dice, pone cara de inocente.
“¡Cállate!” – Intento fallido de seriedad, en realidad logra hacerme reír. Qué tipo más extraño. Pero es agradable.

Bueno sigo aquí resfriada y sin poder ir a la universidad y lo único que me distrae es escribir así que creo que actualizaré rápido :)

Capítulo 4


No puedo creer lo que he hecho, jamás me creí capaz de cometer una estupidez como ésta, jamás. En los meses que lo conozco él ha sido muy amable conmigo, me ha ayudado, me regaló a Sparky que ha sido mi compañía durante estos momento difíciles. A veces salimos juntos a correr o a pasear a los perros juntos, se había convertido en un gran amigo, mi mejor amigo.
Pero hace unos días nos besamos, comenzó como sólo eso pero luego empezamos a tocarnos y comencé a sentir cosas extrañas, pero Heather, amo a Heather y no podía hacerle eso, detuve todo y salí de su apartamento tan rápido como pude. Pero ahora, estoy desnuda en su cama rodeada por sus brazos mientras él duerme, me siento asqueada, miserable deseo tanto salir corriendo de aquí. Me odio a mí misma, y si Heather se entera va matarme, pero ella jamás puede enterarse de esto, aquí no ha pasado nada, si lo llega a saber la lastimaría mucho. Jamás fue mi intención, jamás quise hacer algo como esto, jamás. Pero está hecho y no sé cómo demonios volver el tiempo atrás, quiero borrar estas últimas 2 horas y no se puede. Deseo morir.
Regreso a mi apartamento luego de vestirme, aunque realmente ni me vestí sólo me puse lo necesario para poder regresar. Grant sigue dormido, no quiero volver a verlo nunca más, nunca. Aunque él no sabe que estoy con Heather, aquí la única culpable soy yo, por eso me odio, maldita sea. Me meto a la ducha y dejo que el agua corra sobre mí y se vaya confundiendo con mis lágrimas. Necesito sentirme limpia, necesito sentir que merezco a Heather. Después de una hora salgo envuelta en la toalla y me pongo el pijama, ni siquiera voy a secarme el cabello, es como si de pronto hubiesen tomado todas mis fuerzas. Me acuesto en la cama, soy como un niño al que acaban de castigar, no dejo de mirar hacía la pared. Escucho la cerradura de nuevo y a alguien guardando las llaves. Heather abre la puerta y se acuesta a mi lado tomándome por la cintura. Por favor Heather no me toques, no soy digna de ti, deseo tanto llorar y pedirle perdón pero no quiero lastimarla. No puedo soportar más y comienzo a llorar disimuladamente aún mirando la pared.
“Bebé, lo siento demasiado… Por favor no llores. No quise, lo siento Naya.”
Se acerca más a mí y comienza a acariciarme el cabello, nota que está mojado y se detiene, me acaricia suavemente para luego levantarse e ir por una toalla. Te amo Heather por favor no me dejes nunca. Soy una imbécil.
“Se me hizo imposible, traté pero no pude.” – Se me acerca y empieza a secar mis lágrimas, no puedo si quiera mirarla a los ojos, trato por todos los medios de evitar su mirada pero eventualmente chocan, sus ojos verdes me miran cariñosamente y no me siento digna de ellos. Me sienta y empieza a secarme el cabello delicadamente.
“Vi la cena que preparaste se ve deliciosa” – Me sonríe – “Naya no hay forma de explicar lo mal que me siento. Es tu cumpleaños y debí ser yo la que se encargue de todo, y te prometí la tarde contigo pero el tonto de mi jefe no me dio el permiso dice que ya bastante hace con dejarme salir en días de exámenes” – Intenta buscar mi mirada pero yo solo lloro más y quiero que me deje sola ahí, te amo Heather pero soy una imbécil. “Por favor Naya… por favor mírame, di que me perdonas, por favor” me abraza. Siento su cuerpo cerca y de pronto empiezo a calmarme, Heather es todo lo que necesito, sólo a Heather, sólo a ella. Grant es un muchacho idiota más, eso jamás debió pasar. No puedo perder al amor de mi vida por una estupidez. “Sé que estás dolida y que te fallo constantemente y hoy ya fue demasiado pero por favor di que me perdonas, por favor” me da muchos besos en la mejilla y me toma de las manos “por favor mi vida, Naya…” – parece que está a punto de llorar. Trago saliva y veo sus ojos, jamás quiero ver esos ojos llorar, jamás. Suspiro, me siento como una niña. Me acerco y toco sus labios, poco a poco comenzamos a besarnos, no es un beso profundo es un beso de amor. Realmente me duelen los ojos.
“Puedo calentarte la comida…” – digo al separarme un poco de sus labios.
“Eso suena fantástico” – me muestra una amplia sonrisa. “Pero no, yo te voy a consentir, quédate aquí” –me acomoda la almohada para que me siente– “pondré la comida en el horno y traeré algunas cosas que compré de camino… voy a ser tu esclava” – dice antes de salir y guiñar.
Suspiro, he acabado de llorar. No fue una venganza, lo juro no lo fue. La esperé desde temprano como había prometido pero jamás llegó, me sentía fatal y empecé a recordar mi primer cumpleaños desde que la conocía, cuando a la mañana siguiente nos besamos por primera vez. Todas las discusiones, como solía ser antes y como era ahora. Grant vino a buscarme con una botella de vodka pero tenía toda una cena romántica preparada para Heather y no sabía cómo ni quería explicar eso. Así que no lo hice pasar sino que fui a su apartamento, en ese momento necesitaba compañía, alguien que evitara que yo salte por la ventana desde el piso catorce si es que en algún momento lo se me cruzaba por la mente. Comenzamos a beber y él no dejó de mimarme hasta que olvidé que esperaba a Heather y sólo me dediqué a besarlo, no sabía a nada, no sabía a dulce como los labios de Heather. Grant mantuvo sus manos donde tenían que estar pero poco a poco empecé a guiarlo no sé por qué, y no dudó en seguirme. Terminamos en su habitación y ahora estoy metida en este embrollo. No vuelvas a llorar Naya, por favor no.
“Amor, ¿qué pasa? Nay verte llorar me mata” –Heather se asoma por la puerta de pronto y coloca las bandejas sobre el velador y se apresura a venir a mi lado y abrazarme, últimamente soy exageradamente llorona, no sé qué me pasa. Y lo peor es que no sé cómo controlarlo. “Naya…” – me da pequeños y suaves besos sobre los labios, me abraza y me acaricia la espalda, siempre me he sentido muy segura entre sus brazos.
“Estoy bien, no te preocupes… estoy bien” –digo sin soltarla. No quiero deprimirla, entre ella y yo todo parece bien ahora, no quiero que nada lo arruine.
Se separa de mí con delicadeza y me muestra todo lo que preparó. Me da de comer en la boca, ahora sí me siento un bebé, pero me gusta. Se sienta a mi lado sobre la cama y encendemos la TV a un volumen muy, muy bajo como para no distraernos. Creo que pensaba contarme algo sobre su trabajo pero se detuvo, creo que fue muy considerado de su parte. De raro en rato nos besamos, quiero vivir así para siempre Heather.
“Ahora lo más importante” –dice sacudiéndose las manos – “Cierra los ojos…” –sale de la habitación sin dejar de mirarme con una sonrisa muy amplia y dulce.
“OK, tienes los ojos cerrados ¿verdad?”
“Sí… ¿Qué planeas Heather?”
“Ciérralos sino no vale”
“Vale, vale, están cerrados”
“Ahora ábrelos”
“Dios mío” – brilla tanto que creo que va a dejarme ciega.
“Naya Rivera, te casarías conmigo” – Me abalanzo sobre ella. “Supongo que eso es un sí”. - Toma mi mano y coloca el anillo. “Te lo prometí ¿no?”
“Debe haberte costado una fortuna”
“Bueno, llevo ahorrando algún tiempo… quiero todo lo mejo para ti Naya”
La entiendo, y el anillo me encanta pero… en realidad es demasiado caro, no me importaría vivir en un cuarto de un metro cuadrado y vender toda mi ropa siempre en cuando podría estar toda mi vida con ella. Aunque lo de la ropa… Definitivamente Heather me importa más que todo lo demás. Mañana debía aclarar todo con Grant.
“Te amo Heather…” – sí la amo con todas mis fuerzas, es más la fuente de mis fuerzas es este amor. Lo de hace unas horas no fue más que una idiotez.
“Y yo a ti mi Naya… Sabes mañana seré tu esclava todo el día, ¿qué te gustaría hacer?”
“¿Cómo? ¿No vas a trabajar mañana?”
“Hoy no conseguí librarme pero Corcoran es más flexible que Figgins, ella si accedió así que mañana no enseño, me quedo contigo y haré todo lo que tú quieras” – Heather y sus tonos sensuales, me enloquece. Estoy muy feliz de tenerla todo el día de mañana. Heather me besa y seguido quiere quitarme la ropa pero aún no me siento lista, no sé por qué no puedo, la evito disimuladamente y le digo que estoy cansada, ¿es que esto es un círculo vicioso o qué? Me mira extrañada ya que siempre soy yo la quiere, pero me entiende y tan solo me abraza, tengo mucho sueño y siento que debo callar a mi conciencia de una vez. ¿Pero cómo?
Son casi las 2 y Heather ya está dormida abrazándome, yo aún no puedo, de pronto vuelvo a sentir angustia, culpa, odio por mi cuerpo. “You oughta know” empieza a sonar. Maldita sea, es Grant, le cuelgo, vuelve a llamar y vuelvo a colgarle. Es increíble sigue timbrando, no quiero despertar a Heather por ningún motivo cuelgo inmediatamente. Llega un mensaje de texto.
#Naya, sé que te molesto ya que debes estar dormida pero necesito decirte esto o yo no podré dormir. Te amo Naya, desde la primera vez que te vi tu rostro y escuché tu voz; aún no sé cuál es la razón de tus tristezas pero estoy dispuesto a cuidarte, escucharte y estar contigo siempre, es lo que más deseo, tenía miedo de decírtelo pero después de lo de ayer una luz volvió a brillar y ahora sé que sientes lo mismo por mí, soy muy afortunado al haber conocido una mujer tan perfecta como tú… Te amo Naya y no sé cómo explicarlo#
¿Está loco? ¡Estoy en serios problemas! Apago el móvil lo más rápido posible, tierra trágame.

Capítulo 5

Son las 10 de la mañana, Heather ya está en la ducha y yo estoy maquillándome, vamos a ir de compras o a dónde nos apetezca, creo que me siento mejor. Aún sigo pensando en cómo voy a solucionar todo este asunto pero me siento más esperanzada que anoche.
“Heather, voy a dejar a Sparky en casa de Jayma y regreso”
Ok, lo más rápido posible, ascensor, correr, no puedo topármelo, no ahora. Casa de Jayma, es tan linda, siempre dispuesta a ayudarme y Spark la adora. Aunque a veces es un poco extraña, no puedo quedarme mucho tiempo debo volver con Heather antes de que termine de vestirse, sonrío por esos pensamientos, eh parece que todo está volviendo a la normalidad. Edificio, ascensor, llaves, puerta. ¡Listo!
“¡Ya estoy de vuelta!” – digo al cerrar la puerta y veo a Heather en la sala aún en bata con la secadora de cabello a máxima potencia. Creo que no me escuchó. Voltea a verme.
“cielo… ya llegaste” – Heather apaga la secadora, se acerca y me besa, sé que lo digo muchas veces pero la amo, todo y cada parte de ella, todo. “Vinieron a buscarte” – dice separándose de mí. De pronto entro en pánico, creo que estoy en shock. “Un tal… ¿Grant? Estás bien, te ves pálida, ¿sucede algo?” – Rayos ¡Naya di algo!
“¿Y saliste vestida así?”
“¿Celosa?”
“Ese hermoso cuerpo solo lo puedo ver yo ¿ok?”
Paso por su lado para ir a la cocina pero antes le robo un beso. Necesito un poco de agua y me siento hipócrita.
“Y quién es, Naya” – oigo desde la sala.
“¿No te dijo qué quería?”
“No, sólo me preguntó por ti y luego se fue, parece un tipo agradable”
“Pues, eso no lo sé apenas lo conozco. Es nuestro nuevo vecino…”
“¿Ah sí?”
“Sí… bueno cambiemos de tema, ¿a dónde iremos Heather”
Me acerco nuevamente a ella y la observo mientras se maquilla, rodeo sus cintura con mis manos por la espalda y la beso. Es preciosa con o sin maquillaje. Siempre es preciosa.
“Por ahí, ya verás…”
---
Heather terminó de vestirse hace unos minutos así que ya nos vamos, sólo está buscando su bolso y listo nos iremos, me siento un poco nerviosa, ¿qué si aparece justo ahora? y qué si se le ocurre decir algo. Tengo miedo, pero debo controlarme.
“Listo cariño, podemos irnos”
Me toma de la mano y me lleva hacía el ascensor. Presiona el botón pero debe estar en el primer piso ya que se demora una eternidad en subir, estoy ansiosa, quiero salir de aquí cuando antes y la puerta aún no se abre. Me sonríe y coloca sus manos alrededor de mi cuello y me besa apasionadamente, no quiero que este momento acabe pero tampoco me lo quiero topar.
“Te amo, te amo, te amo Naya” – me dice separándose unos milímetros de mis labios, lo suficiente para decirlo y luego volver a besarme. La puerta se abre y Heather me mete en el ascensor sin soltarme, no pienso abrir los ojos, estoy en el paraíso. Somos demasiado demostrativas.
“¿Naya?” – Oigo una voz conocida. Heather se separa de mí y se acomoda la ropa como quién quiere guardar la compostura, sonríe. No suelta mi mano. ¡Rayos! La voz era la de un hombre en el ascensor. ¡Mierda!
“Pero si eres tú” – Dice Heather señalándolo.
“Sí… hola Naya. Adiós”
Me observa fijamente y luego voltea para salir, está serio. Mi corazón está a mil, aprieto más la mano de mi novia. Se cierra la puerta y volvemos a lo nuestro, tal y como estábamos antes de que la puerta se abriera. Yo no puedo dejar de pensar en Grant y en sus ojos antes de salir, es decir amo a Heather, con toda mi alma y nos vamos a casar, pero Grant ha sido un gran amigo cuando más lo necesite, me siento fatal por haberlo lastimado, debí decir la verdad desde que nos conocimos pero tenía miedo que la única persona que me estaba ayudando en ese momento se estuviese alejando de mí. Lo siento mucho Grant, creo que le debo una explicación. Mientras Heather no se entere todo estará bien.
…
Heather y yo pasamos un gran momento juntas, fuimos de compras sin comprar nada ya que luego sería complicado andar cargando las bolsas, paseamos por toda la ciudad y viajamos en el subterráneo y en metro, siempre voy en mi auto así que no tenía idea de lo que se sentía, comimos lo que quisimos y visitamos algunos museos, Heather realmente ama eso. Luego fuimos a Broadway a ver Chicago por vez número mil, están en cambio de temporada así que los protagonistas son otros actores; las dos amamos ese musical, nunca nos cansamos de verlo, nos sabemos todas las canciones, incluso me atrevería a decir que Heather se sabe el guión completo y las coreografías. Y luego llegamos aquí, Heather quería entrar a un restaurant muy lujoso pero no me pareció. No me agrada mucho que gaste el dinero así en cosas tan triviales, no es necesario. Lo que más me importa es que estemos juntas. Mejor comemos pizza y la pasamos bien. Aparte hemos estado fuera de casa desde temprano no vamos vestidas de manera adecuada.
“Debí poner el anillo en una copa de champagne… hubiese sido más especial” – dice cuando se da cuenta que yo lo observo atentamente, es realmente hermoso.
“Todos mis momentos contigo son especiales HeMo” – Estira su mano y toma la mía.
…
No quiero soltarla, la tengo contra la puerta del departamento y con la mano que me sobra intento encontrar las llaves en mi bolso. Ella me acerca más contra sí tomándome de la cintura y siento los latidos de su corazón ir al mismo ritmo que los míos. Intento abrir la puerta pero demoro y estoy ansiosa por llegar dentro y tocar con mis labios cada centímetro de su piel. Heather profundiza el beso haciendo imposible que tenga el pulso suficiente para girar la llave. ¡Lo hice! Nos metemos dentro y empiezo por quitarle la blusa, algo que había estado deseando toda la noche hacer, mientras ella posa sus manos en mi cadera y empieza a acariciarme, sube cuidadosamente sus manos y las desliza por debajo de mi camiseta, siento sus dedos hasta que se detiene y quita el broche de mi bra. “He extrañado tanto esto” Se dirige a mi cuello y poco a poco va bajando, terminamos de quitarnos todas las prendas y la guío hacia la habitación. Esta noche ella es totalmente mía y yo soy suya, nada más importa.
…
Es lunes, ayer Heather y yo pasamos lindos momentos juntas antes de que fueses a enseñar, es como si hubiésemos comenzado de nuevo, algo ha cambiado. ¿Tal vez sea el anillo? Como sea, debo hablar con Grant y aclarar las cosas de una vez, aunque creo que ya no hay mucho que aclarar, ayer en el ascensor le quedó bastante claro. Debo disculparme.
…
Toco el timbre, Lila y Ringo empiezan a ladrar hasta que Grant por fin abre la puerta, por lo que veo se acaba de levantar porque aún está en pijamas, en realidad sólo unos shorts cortos. Se limpia los ojos hasta que nota que soy yo.
“¿Necesitas algo?”- Su frialdad me asusta.
“Yo, solo quería… necesito explicarte y… disculparme pero creo que no es un buen momento, si quieres regreso después…” – mi voz tiembla. Se queda en silencio por unos segundos hasta que con un gesto me indica que pase.
“Grant yo…”
“Voy a ponerme algo de ropa”
“Grant yo sólo quería…disculparme y explicarte…” – Grant sale de su habitación por fin.
“¡Sí, eso lo dijiste hace unos minutos!” – Levanta la voz.
“No tienes que ser tan rudo.”
“¿Y vas a empezar por las disculpas o por la explicación?, tengo una entrevista en unas horas no tengo todo el tiempo”
“Creo que debería irme…” – Me levanto de la silla y me dirijo hacía la puerta pero me detiene.
“¿Eso es todo? Te voy a dar opciones y tú eliges por dónde empezar, ¿te vas a disculpar por haberte acostado conmigo y luego dejarme tirado, por hacer que te diga mis sentimientos y luego besar a una mujer en frente mío, o por no haberme dicho que eras gay y dejar que me enamore de ti?¿Tanto me odias Naya? ¿Es que no me aprecias ni un poquito, ni siquiera como amigo?”
“Las cosas no sucedieron así Grant…”
“¿Entonces cómo? El viernes querías estar conmigo y el sábado te besas con esa mujer”
“Ya, lo sé, estuvo mal, pero ya deja de decirle ESA, no es ESA mujer, es mi novia y mi futura esposa…”- Grant estaba visiblemente incómodo y empezó a pasear la mirada por todo el salón con tal de no toparse con la mía.
“¿se van a casar?, demonios, recién veo ese estúpido anillo, ¿será porque es la primera vez que lo llevas en frente mío? Es que esperaste hasta que me acostara contigo para decírmelo, ¿qué clase de monstruo eres Naya? Yo te veía como una buena chica. ¿Y qué hay con ella cómo pudiste hacerle eso?”
“Yo amo la amo Grant, hemos pasado algunos momentos difíciles pero la amo…”
“Eres gay… No puedo creerlo aún Naya eres gay y yo me enamoré de ti como un imbécil, me siento un completo imbécil, ¿podrías por favor dejarme solo?, por favor”
“Grant… ¿podrías no mencionar nada de lo que pasó ni esto? – se lo pedí casi como un ruego. Lo último que quería era que Heather se enterara. Es decir, creo en eso de la confianza y todo pero estoy segura que si se lo digo solo voy a lograr lastimarla, mejor no.
“Naya vete, no quiero volver a verte, por un estúpido contrato firmado no puedo largarme de aquí en este mismo instante pero cuando pueda lo haré y no quiero volver a saber de ti o tu novia o tu vida nunca más, no te quiero cerca…”
Todo está hecho, lamento haberlo lastimado y haber perdido un amigo como él, soy consciente que soy la única culpable pero no puedo repararlo. Pueden llamarme la mayor egoísta del mundo pero ahora solo me importa la felicidad de Heather y la mía junto a ella, porque no existe otra manera.

Me lei todos los capis de corrido!! me encanta tu fic!! :) ese Grant... espero que no se lo tome tan mal xD creo que ya fue muy tarde para eso... hahaha!!

Sigue asi ^^ espero tu proximo capitulo!! ;) Besos!!

O_O... esta fue fuerte... pf el chico era grant... me dio pena... es que todo es tan complicado... osea va naya se sentía toda sola... y se mete con el vecino toda borracha... no digo que estuvo bien... pero uf...
naya le tiene que contar a heath porque estoy segura que si no lo hace va a ser peor...
oh DRAMA...

*besotes* hasta la actu... escribes genial

omfg! q sucedio? Naya como te enrrollaste con tu vecino!ahora como se lo va a decir a Heather sin discutir, cunato drama , me encanta! aunque me ongo paranoica , ya espero tu actu a ver con q me sorprendes, besos!!!

dioa actualizas tan rapido
que me perdi tantos capitulos!!!
tecnicamente no tiene porque entererse Heather!!!
pero....Grant esta lastimado!!!
NOOOOO

Hola chic@s no tuve mucho tiempo durante el día así que no pude escribir mucho, aquí algo cortito que pude hacer antes de irme a dormir Zzzz. Espero les guste! :)


Capítulo 6

¡Es increíble! ¡Dianna vuelve a New York! ¡Estoy realmente emocionada! Heather y yo vamos relativamente bien, no hemos discutido desde hace 3 semanas que fue el día de mi cumpleaños pero aún seguimos sin vernos mucho. Grant, bueno Grant es historia pasada. La realidad es que sigo sintiéndome tan sola y lo estoy, incluso aún más ahora sin él, no debí arruinarlo así pero como dije, es el pasado no debo pensar en ello. Sólo espero las noches para poder ver a mi novia aunque sea por unas horas, desearía no tener que dormir así podríamos pasar más tiempo juntas despiertas. Ayer alguien me llamó de madrugada y no suelo contestar pero por alguna razón lo hice y era ella, y claro en Europa ya era muy temprano. Dianna regresa a Estados Unidos y piensa quedarse, no solo eso sino que ¡viene directamente a Nueva York! Siento que algo está por cambiar, y creo que es para bien.
“Llego a las 2:30, al JFK, no llegues tarde o me voy a vivir con alguien más”
“¡Oh, genial, llegaré tarde!”
“Naya, eso me dolió. Jaja Debo colgar, te veo ahí ¿vale?”
Son las 2:30 y aún no llega el vuelo de Paris, Dianna es así, le encanta crear expectativa.
“¡Oye tú!”
“Disculpe, ¿la conozco?” – digo sobreactuando, algo que se me da muy bien.
“Jaja, ven aquí tonta, ¡dame un abrazo! Te he extrañado tanto, tanto, tanto, tanto Nay”
“Y yo a ti Charlie…” – Casi empiezo a llorar entre sus brazos, oh no, otra vez las lágrimas, estoy muy sensible últimamente… como muy sensible, en superlativo. Aunque no he visto a mi amiga en años, es natural.
“¿Y bueno, dónde está la futura señora Rivera?, ¿no vino contigo?” –me dice separándose de mí, bruscamente.
“Eh, no… está un poco ocupada últimamente” –digo.
“¿Y dónde está bebé Rivera? A él sí lo trajiste, obviamente”
“Bebé Rivera está en el estacionamiento y con el tanque lleno sweety, ¿tus maletas?”
“Voy por ellas y nos vamos a ¡casa Rivera!” – río, adoro a Dianna.
…
Estamos en casa, solía haber una tranquilidad increíble y un silencio fúnebre por las tardes, pero ahora estoy bebiendo coñac mientras oigo a Madonna y veo como Dianna baila algún tipo de danza inventada por ella.
“¿Qué estás haciendo? ¡Estás ebria!” -Digo riendo sin poder parar.
“Claro que no, mira puedo pararme en un pie, ¿ves que puedo? ¿Ves?”
“¡Eso no es poder!” – Veo el reloj y ya casi son 10:30, Heather está por llegar, quiero tanto que se conozcan. Mi mejor amiga de toda la vida y mi futura esposa se van a ver por primera vez, vaya sí es un momento para recordar. Estoy muy ansiosa por ello.
“Hazlo tú, vamos hazlo” – dice Dianna mientras intenta levantarme de mi cómodo asiento –“¡dale!”
La cerradura suena y Dianna empieza a calmarse un poco. Por fin mi Heather llegó, mi corazón está acelerado.
“¡¿Tú?¡” – dice Heather interrogante, mirando fijamente a Dianna.
“¿¡Tú!? ¿Qué haces aquí...?” – Dianna está muy pálida, qué les sucede, tal parece que se conocen. Silencio total.
“Heather, Dianna; Dianna, Heather” – Ya las presenté, aunque aquí sucede algo extraño.
“¿Ella es tu mejor amiga, la que estaba en Paris?”
“Sí… no entiendo, ¿Uds. ya se conocen?
“No, es… la primera vez que la veo. Naya debo ir a casa de una amiga a hacer un informe sí, te veo mañana” – coge su bolso nuevamente y se va igual de rápido como llegó. Qué mal, ni siquiera me dio un beso. Dianna sigue pálida.
“¿Estás bien?” – empiezo a preocuparme.
“Sí… creo que estoy ebria, ¿vámonos ya a dormir? – Está muy seria. En fin, la fiesta se acabó incluso antes de que comenzara. Y yo no me siento yo últimamente, algo malo está a punto de suceder, lo siento, sólo lo siento…

hijole!!!!
asi que Dianna es la que le "rompio" el corazon a Heather???
o algo asiii....o la que la metio en el mundo les?????
....
naya sensible???
no me digas que esta embarazada???
nooo??!!

eh... mmm... problemas... que no me lo esperaba... estoy verdaderamente confundida... no entiendo...
mmm... y si también pensé naya sensible... no me digas que esta embarazada...
uff que dramática saliste para los fics tu... es increíble... salen de un embrollo y están en a otro...

*besotes* hasta la actu

Britt ya conocia a Quinn... mmm... sospechoso... ¿porque se fue asi britt? ¬¬" que estan ocultando esas dos... xD deemaciadas preguntas... hahaha!!
Bueno hasta a la actualización!! ^^
Besos!! :D

seguilo por favor! me muero si naya esta embarazada y dianna y heather se conocen de un pasado un poco oscuro o algo asi

que ni se atrevan acerle daño
otra vez a HEMO....

me muero............. :'(