Rojo... (One-Shot Klaine)

por -=*::YoungGirl::*=- Jue Nov 22, 2012 5:56 pm

Rojo

¿Cómo puede haber tanta belleza en el color rojo?

Simboliza la fuerza de la vida y el amor. Está pintado en los pétalos color de rosa y los corazones, las bayas y los labios. Es vibrante, brillante y audaz. Incluso cuando se atenúa, se desvanece, y se seca, incluso cuando parece mediocre después de años, el
color sigue siendo un recuerdo.

Pero Kurt piensa que es más bonito cuando gotea por la parte interna de las muñecas. Él piensa que es espectacular cuando llega el azulejo del piso del baño. Él piensa que es más bello que las primeras flores de primavera.

Nadie más lo ve, nadie lo siente, nadie más lo sabe.

Él grita por dentro.

—Te echamos de menos en el ensayo de los Warblers ayer — saluda a Blaine en la mañana.

Kurt tira de las mangas de su chaqueta impulsivamente, a pesar de que su camisa de uniforme blanco cubre sus brazos completamente. ¿Desde cuando Blaine habla con él?

—Lo siento. Yo ... tenía cosas que hacer—, se disculpa sin realmente disculparse.

—Bueno,— dice Blaine con una sonrisa ignorante, dándole palmaditas en la espalda de Kurt —no te la pierdas hoy. El consejo no ve con buenos ojos a las personas que se saltan—.

—No lo estaba saltando,— dice Kurt, quitando la mano de Blaine de su espalda. —Yo estaba ocupado.—

Blaine frunce el ceño cuando Kurt se aleja de él. Kurt sabe que está actuando extraño, apagado, incluso. Por lo general goza de toques amistosos de Blaine, pero no hoy, no últimamente. Porque todo es una mentira y sus sonrisas son falsas y Kurt no tiene la fuerza para aguantar más.

—Ocupado haciendo qué?— Blaine se pregunta.

Kurt le da un pequeño encogimiento de hombros, rozando a Blaine al caminar a su próxima clase. No le debo nada a Blaine. Él no tiene que explicarle ni una sola cosa.

Puesto que no son amigos.

En realidad no.

Kurt no es tan ciego que no puede ver eso. Blaine lo trajo aquí, se aseguró de que estaba lejos de los matones en la escuela McKinley, y ahora ya está. Hoy fue la primera vez que había hablado con Blaine fuera de ensayo de los Warbles en dos semanas, e incluso cuando estaban en el ensayo, Blaine nunca le habló únicamente a él. Siempre estaba abordando el grupo o su sección de un número de baile, pero nunca hablaba con él. No le había dado a Kurt una palmada amistosa en la espalda en dos semanas.

Kurt no tenía amigos en Dalton en absoluto.

Claro, él no estaba siendo ridiculizado. Sí, él no estaba siendo empujado contra los casilleros. Sí, de vez en cuando la gente le sonreía o lo saludaba.

Pero nadie se detuvo a hablar con él.

Nadie se detenía a preguntar cómo fue su día. Nadie se detenía para contar historias tontas sobre los maestros extravagantes. Durante el almuerzo, se sentaba con un grupo de los Warblers, un grupo que incluía a Blaine, pero no incluyó a Kurt en sus conversaciones.

No tenía a nadie con quien reír.

No tenía a nadie con quien caminar en el pasillo.

Él no tenía ni siquiera un compañero de cuarto, estaba atrapado en una habitación individual ya que fue transferido en medio de un semestre. No es que él quería un compañero de habitación, pero un poco de contacto humano adicional haría maravillas para su estado mental en estos momentos.

Y su estado mental era absolutamente horrible.

Kurt había dejado de planchar sus camisas.

Si eso no demostraba que algo no iba bien, entonces nada lo hacía.

Por otra parte, aquí nadie siquiera se daba cuenta de este hecho, a excepción de quizá Blaine que lo conoció durante un tiempo antes de que él transfirió, porque ninguno de ellos sabía absolutamente nada acerca de Kurt. Lo único que sabía era que había sido acosado en su antigua escuela por ser gay. Bueno, también sabía que tenía un ingenio mordaz, sarcástico acerca de él, gracias a su introducción en los Warblers y los chistes torpes que había hecho.

Pero eso fue todo.

Entonces estaba solo.

Las paredes de la Academia Dalton eran grandes, muy bien decoradas, y las ventanas permitían que se filtren los rayos del sol de otoño.

Pero Kurt se sentía pequeño, casi como si fuera un jirón de una persona, más pequeñas que las partículas de polvo en el aire.

¿Te has sentido solo en un lugar lleno de gente?

Se sentaba al lado de Blaine en el almuerzo de la tarde, aunque había una gran cantidad de espacio entre los dos y Kurt come su ensalada en silencio.

Estruendosa carcajada llena sus oídos como Trevor le dice al grupo una broma.

Kurt sonríe débilmente.

Se siente tan insensible, como si cada centímetro de su piel, cada pedacito de hueso, cada fibra nerviosa la habían rociado con anestesia local. La única parte de sí mismo que puede sentir son sus pies, arrastrándose pesadamente al suelo mientras se movía a través del día, se acerca a sus clases, baile sin energía en los ensayos, y tropieza de nuevo hasta su dormitorio.

Cierra la puerta.

Su pulso se acelera.

Kurt patea los zapatos y tira su chaqueta sobre la cama. Él rasga los confines de los botones de la camisa blanca y lanza apresuradamente las cosas, sin importarle dónde caen y luego se encierra en su pequeño cuarto de baño.

Echando un vistazo en el espejo, Kurt absorbe su apariencia cansada. Se ve un poco pálido, pero aparte de eso, él todavía se ve igual que él, igual que Kurt. Tal vez él ve el moretón de los círculos oscuros bajo los ojos, pero con la crema adecuada, las marcas pueden desaparecer con bastante rapidez.

Él lagrimea sus ojos con su reflexión y alcanza el estuche de maquillaje pequeño negro que iba a ser su gracia salvadora. Saca un única hoja del cuchillo y se sienta en el azulejo.

Él está emocionado.

No debería estar tan emocionado.

El metal se desliza sin esfuerzo contra la carne, rojo florece donde se desliza.

El mundo está caliente. Y lo puede sentir.

Una semana más tarde, Kurt comienza a entrar en pánico. La piel de sus antebrazos se cubre en rojo, rayas delgadas en líneas paralelas. Casi de una manera hermosa, pero se está quedando sin espacio. Ya ha comenzado el corte contra la base de las palmas y las marcas son notables.

Lo curioso era que nadie parecía darse cuenta.

Lamentablemente, la idea no es tan sorprendente para él.

Está sentado en su cama, en el interior de su dormitorio pequeño, mirando fijamente la pared blanca.

Piensa en su cuerpo, piensa acerca de los lugares que nadie iba a ver.

Él quisiera que alguien pudiera ver.

Un golpe suena sordamente contra la puerta.

Sus ojos se mueven más, esta nervioso y un poco confundido. Saca las mangas de la camisa hacia abajo sobre sus antebrazos y se acerca a contestar.

Blaine está torpemente de pie cuando Kurt abre la puerta, arrastrando los pies hacia atrás y adelante. Él no está todavía en uniforme como Kurt, él está usando un par de
pantalones de chándal y sudadera con capucha gris de Dalton.

—¿Sí?— Kurt le pide con impaciencia.

Observa los dientes delanteros de Blaine mordiendo el labio inferior.

—¿He hecho algo mal?— Blaine se pregunta después de un tenso silencio.

—¿Qué podrías haber hecho mal?—

Porque esa es la cuestión, ¿no es así? La vida de Blaine no gira alrededor de Kurt. El no esta obligado de ninguna manera a ser amigo de Kurt. ¿Cómo podía haber hecho algo mal cuando no existía nada entre ellos, que incluso podría estar mal? No merecía la atención de Blaine de todos modos. Él no era alguien especial. Él no tenía mérito. No tenía ni rima, sin ninguna razón.

—Sólo ... no has estado hablando conmigo, de verdad— dice Blaine, arañazos en la parte posterior de su cuello, evitando los ojos de Kurt.

—No has estado hablando a mí tampoco— señala Kurt. La verdad es la verdad.

—Porque pensé que estabas enojado conmigo—.

—No estoy enojado contigo. ¿Por qué iba a estar enojado contigo?—

—Estamos hablando en círculos — Blaine se ríe suavemente.

—Tal vez por eso no hablamos—.

Los ojos de Blaine finalmente se encuentran con los suyos. Kurt está de pie con los brazos cruzados, como si él pudiera mantener a raya a Blaine con sólo su postura.

—Eres diferente—, dice Blaine lentamente.

—O tal vez simplemente nunca me conociste—.

—Te conozco lo suficiente para saber que has dejado de reír.—

—Tal vez no tengo nada de qué reírme.—

—¿Por qué estás tan malhumorado?— Pregunta Blaine, el dolor evidente en sus ojos.

Oh, si supieras.

Si tan sólo vieras más allá de las paredes decoradas con buen gusto.

—Sólo tienes que ir de nuevo a sus amigos, Blaine — Kurt suspira profundamente, levantando su brazo para cerrar la puerta en la cara de Blaine.

—Tú eres mi amigo,— dice Blaine con fuerza, rompiendo su mano para evitar que la puerta se cierre. —Y estoy preocupado por ti.—

—No tienes nada de qué preocuparte— Kurt le dice rotundamente.

Mira, mira, mira, lo que no estás viendo

Abre tus bonitos ojos y mírame.

—Creo que sí— dice Blaine y casi suena como que hay una advertencia en sus palabras. —Deberías dejarme entrar—

—¿Y por qué habría de hacerlo?—

—Porque algo está mal y no creo que vayas a decírmelo mientras estoy de pie en tu puerta.—

—¿Qué te hace pensar que te habría dicho algo en absoluto?—

—Deja de tratar de ser una especie de enigma y muévete— dice Blaine, forzando su camino más allá de Kurt dentro de la habitación.

Eres tan ciego.

Kurt cierra la puerta.

Gira en torno a Blaine para mirarlo.

—Tu ropa está en el suelo— afirma.

—Que buen detective—

—Tu nunca dejas la ropa en el suelo.—

—Resuelve el caso—.

— ¿Por qué estás actuando así?— Blaine exige saber, las manos que van a descansar sobre sus caderas.

Kurt se desprecia por encontrar el otro niño tan adorable, tan guapo, incluso en pantalones de chándal y una sudadera con capucha.

Niega con la cabeza.

Se niega a dejar que sus pensamientos se desvíen de allí. Esto es territorio decididamente peligroso, una parte de su mente que él no reconocería porque sentimientos como estos equivalen a nada.

—No voy a actuar como cualquier cosa— dice rotundamente.

—Solías - sonreír tanto cuando utilizabas chistes que nadie parecía entender pero me – me solías contar sobre todas las revistas de moda y que solías ser muy compulsivo acerca de no dejar que la ropa toque el suelo... —

—La gente cambia,— Kurt se encoge de hombros, tirando de las mangas de la camisa de nuevo.

¿Por qué no te das cuenta?

Me gustaría que pudieras ver.

Yo quiero mostrarte.

—No tan drásticamente en solo un mes— dice Blaine.

No puedo mostrarte.

—Y para ser - para ser honesto—, Blaine continúa, —cuando nos conocimos y cuando empezamos a pasar el rato, yo... Yo como que tenía la sensación de que estabas... que tal vez tú estabas en algo conmigo—

—Pues te has equivocado, ¿verdad?— Kurt habla, su voz carente de incluso una pizca de emoción.

Lo estaba. Lo estoy. Me gustaría que me sostuvieras.

Blaine arquea las cejas y su mirada dura se tambalea.

—Sí,— Blaine admite en voz baja. —Creo - Creo que lo estaba—.

—No todo el mundo se enamora al instante, ya sabes— Kurt escarba en él.

—Yo- — Blaine sacude la cabeza y Kurt piensa que puede ver un brillo tenue en la formación de humedad en sus ojos. — -eso no es lo que quise decir.—

—Puedes irte ahora. Tengo cosas que hacer.—

—¿Cómo qué?— Blaine se pregunta voz como gravilla. — Como sentarte aquí solo, como lo haces todas las noches? E ignorar a todo el mundo?—

—Ellos me ignoran!— Kurt se rompe.

¿Por qué gritas?

—... ¿Es eso lo que sucede?— Blaine susurra. —¿Te ... te sientes solo?—

—Por favor, vete—, Kurt pide.

Sus brazos pican.

Yo no quiero que me veas así.

Quiero que lo veas todo.

—Kurt— dice Blaine, extendiendo una mano hacia él.

Es la mano que necesita.

—Háblame—, suplica Blaine. —Déjame entrar—

—Por favor, déjame en paz.—

No te vayas. No te vayas.

Por favor, no te vayas.

Kurt siente como si se fuera a colapsar.

—No creo que debería— Blaine niega con la cabeza, dejando que su mano descanse suavemente sobre Kurt, los brazos cruzados.

—No,— dice Kurt bruscamente, alejándose de la mano que tan desesperadamente quiere mantener.

—Deja de hacer esto—, dice Blaine, cerrando la brecha de espacio entre ellos.

Se envuelve en un abrazo con Kurt, a pesar de las protestas iniciales.

Kurt quiere llorar. Tendría que llorar. Es tan maravilloso aquí, tan seguro, tan especial, tan encantador.

Pero no es tan bonito como el rojo que gotea por su muñeca y golpea el suelo de baldosas.

Empuja a Blaine lejos.

—No, por favor, no— dice Kurt entrecortadamente. Sus manos están temblando y él las sostiene frente a su pecho. —No hagas esto—.

—Kurt, algo está mal—

—Estoy bien. No es necesario -..que te preocupes por mí—

—Nunca he visto a nadie tan triste sin antes llorar— Blaine le dice en voz baja.

Oh dios.

—Sólo ... sólo vete. Por favor. Déjame en paz—.

—Parece que estás solo— señala Blaine. —Incluso cuando estoy aquí contigo—.

—Necesito que te vayas— dice Kurt de nuevo.

Él está arañando sus brazos. No lo puedo evitar. No puede evitarlo. Lo necesita.

—Kurt ... ¿Qué le hiciste a tus manos?—

Abre los ojos, cariño.

Vas a ver todo lo que nunca quisiste.

—Me caí— dice Kurt inmediatamente, cruzándose de brazos otra vez presa del pánico.

—Es- — traga Blaine. Él mira aterrorizado. —No parece eso —

—Blaine, por favor vete!—

—Yo no voy a ninguna parte—

Quédate conmigo.

Kurt se vuelve y trata de correr a su cuarto de baño, pero Blaine lo agarra por la cintura.

—Kurt, dejar de luchar conmigo!—

—Por favor— Kurt pide entrecortadamente. —Por favor, por favor, por favor —

—Ya basta— Blaine calla, directamente en su oído. —Ya basta—.

Kurt se derrumba.

Caen al suelo junto. Con un brazo, el agarre de Blaine sigue siendo fuerte, pero con la otra curiosea uno de los brazos de Kurt lejos de su cuerpo.

Él tira de la manga.

—Kurt...—

—Lo siento— dice Kurt, su cuerpo ya inerte. Él se da en los brazos de Blaine y se disuelve en las lágrimas frente a la cálida piel de su cuello. —Lo siento—

—No-no lo sientas— susurra Blaine, el pulgar cepillado suavemente sobre las líneas rojas descoloridas en los brazos de Kurt. —Vas a estar bien—

—No, no— grita Kurt —No tiene sentido para mí—

—No creo eso— dice Blaine en el cabello de Kurt, presionando un tierno beso en la parte superior de su cabeza. —Te refieres a mí más de lo que crees—

Tu solías ser ciego.

Pero ahora si ves.

Una hora más tarde, Kurt sale del baño, el pelo mojado y vestido con pijama.

Se siente demasiado frío.

—Ven aquí — dice Blaine desde su posición en la cama de Kurt. —Apaga la luz—.

Kurt camina con dificultad, mueve de un tirón hacia apagado en el interruptor de la luz antes de meterse en la cama. Blaine tira hacia abajo las mantas y se instalan juntos, frente a frente. Blaine mueve tentativamente un brazo alrededor de la cintura de Kurt.

Esta mas cálido aquí.

La habitación es muy oscura, pero Kurt todavía puede distinguir el brillo en los ojos tristes de Blaine.

—¿Esto está mejor?— Pregunta Blaine, acariciando espalda de Kurt en círculos perezosos a través de su camisa.

—Sí— dice Kurt en la oscuridad.

—Está bien— dice Blaine, dejando que sus ojos se cierren.

Kurt parpadea. —¿No vas ... ¿no vas a hacerme hablar de ello?—

Los ojos de Blaine se abren una vez más. —No. No debería haber venido a ti como lo hice antes. Hablarás cuando estés listo para hablar—

El aliento de Kurt se estremece. Él se acerca, metiendo la cabeza bajo la barbilla de Blaine, sus brazos se acurrucan entre sus cuerpos.

Blaine se aferra con más fuerza.

—Te extrañé— Kurt admite débilmente.

—Yo también te extrañé, Kurt.—

Besa su frente.

—Lamento que te sientas solo— susurra Blaine.

—No es tu culpa—

—En parte es culpa mía,— Blaine reconoce. —Yo era la única persona que te conocía aquí y tu - empezaste ... a recluirte y cerrarte en ti mismo y pensé que había hecho algo mal, pensé que me acerque muy fuerte así que - me evitaste porque no debería haber hecho eso —

—No lo sabía, sin embargo—

—Debería haber prestado más atención—.

—Yo no te culpo—

—Bueno, no debes culparte a ti mismo— dice Blaine suavemente. —Debido a que eso sólo hace que te lastimes—

—Lo siento—

—Está bien— dice Blaine, tirando de Kurt más cerca. —Vas a estar bien—

—Por favor no me dejes otra vez—

—No lo haré—

Kurt odia que sonar tan manso. Odia admitir que básicamente necesita a Blaine allí, pero no puede detener que las palabras se salgan. No debe ser así, no se le debe hablar en absoluto.

Pero Blaine es tan cálido y sus brazos son sorprendentemente fuertes y todo está bien aquí.

No puede dejar de presionar los labios contra el cuello de Blaine. No puede detener las palabras que vienen después.

—Tienes razón— Kurt confiesa.

—¿Sobre qué?— Blaine le pregunta como él presiona su mejilla contra la parte superior de la cabeza de Kurt.

—En cuanto a que me gustabas—Kurt le dice. —Yo todavía lo hago. Me gustas mucho—

El silencio de Blaine durante unos segundos son los segundos más angustiosos de la vida de Kurt.

—Bien— dice Blaine finalmente —Porque me gustas mucho también.—

—¿En serio?—

—Sí,— dice Blaine. —Es... realmente me dolió cuando dejamos de hablar. No quiero que vuelva a suceder—

—Yo tampoco—

—Quiero - Quiero estar contigo— susurra Blaine. —Pero quiero que hagas amigos aquí. No quiero que me tengas solo a mi—

Kurt traga pánico grueso en su garganta.

—Te voy a ayudar— promete Blaine. —No tienes que hacer nada solo—

—... Está bien— Kurt finalmente cede.

— ¿Puedo... puedo ver tus brazos?—

Kurt se tensa inmediatamente. Ahora que Blaine sabe, ahora que ha visto, esto debe ser una tarea simple. Esta debe ser la parte fácil.

Pero por alguna razón, parece que es la más difícil.

Porque de repente le da vergüenza.

—Yo no... sólo... por favor?— Pregunta Blaine.

Kurt asiente con la cabeza temblorosa y pone un poco de espacio entre sus cuerpos.

Saca las mangas.

Es aún muy oscuro, pero sus ojos se han adaptado y la luz de la luna se filtraba por la ventana.

Blaine tiene uno de los brazos de Kurt tiernamente en sus manos, como si la piel y los huesos fueran creaciones frágiles, y la carne estropeada fuese arruinada con la mirada.

—No son demasiado profundas— susurra Blaine, acariciando los dedos sobre las pequeñas líneas delgadas. —Si las tratamos bien, no habría siquiera cicatrices—

Y luego levanta el brazo de Kurt en sus labios, presionando besos dulces y suaves a cada centímetro de la carne rota, para cada pulgada de color rojo, y la respiración de Kurt se detiene durante unos segundos rápidos.

En ese momento, Kurt piensa que la vista de rojo, el color de la misma en la piel en el azulejo de suelo de su cuarto de baño no es nada comparado a la vista de la luna pálida en el rostro hermoso de Blaine.

Él observa con fascinación, con sorpresa cuando Blaine hace lo mismo con el otro brazo antes de tirar de él una vez más cerca. Su dominio sobre Kurt es muy fuerte, protector, y notablemente diferente de lo que era antes.

—Estoy aquí— dice Blaine y fue entonces cuando Kurt se aferra a Blaine tan ferozmente—Todo va a estar bien—

Kurt respira hondo, aliviado.

Hay esperanza para ti, cariño.

La esperanza está en todas partes.

Se esconde en grietas, debajo de los párpados cerrados, bajo las piedras del río.

La esperanza es sutil y a veces está atada a los venenos.

No los bebas, cariño, no los bebas.

Encuéntrala en otra parte.

La esperanza es todo, la esperanza es donde se duerme y se sueña.

Ladrillo a ladrillo, que han construido una pared.

Pero la esperanza sutil la rompe.

Y verás, en ese lugar lleno de gente, donde te sientes tan solo.

La esperanza está en todas partes.

Hay esperanza para ti, cariño.

Esta es una traducción de Beatifulwhatsyourhurry.
Link del orginal: http://www.scarvesandcoffee.net/viewstory.php?sid=42&chapter=1

Gracias por leer :D