(FF KLAINE) El beso eterno, Capítulo 1

Prefacio

Ha pasado tanto tiempo... de vez en cuando olvido el comienzo, lo que fui... y me hundo en un letargo de sensaciones y placer puro, la macabra danza del instinto, solo quiero sentir el sabor de recuerdos que no me pertenecen, el golpe del éxtasis que me enloquece, y el intenso orgasmo al saborear la última gota, llenándome de amor... de vida. Me olvido de principios que aprendí alguna vez y los remordimientos tan solo son retazos de un pasado que ya no existe... no para mi.

Pero también hay otras veces... donde si recuerdo aquello que fui, y mi letargo de placer se vuelve culpa, y me doy cuenta que el paraíso que me prometieron es el infierno... lo he perdido todo, subí al cielo, la felicidad era intensa... pero solo sirvió para que el golpe al caer fuera mil veces peor. A veces esa última gota... ese orgasmo exquisito, solo me otorga una soledad infinita, y veo recuerdos robados, una alegría inmensa de vivir que no puedo devolver, y cada cierto tiempo... miro los ojos de mi presa, solo para recordarlo a él... mi condena, veo ese brillo de pureza, esa ingenuidad que solo él podía tener, veo el recuerdo... mi recuerdo... veo mi dolor, y veo un segundo mi alegría, porque lo he encontrado... pero en mi trance de locura, solo lo he encontrado para arrebatarlo de mi lado una vez más... un suspiro y desaparece.

Necesito encontrarlo, sé que está en algún lugar esperándome... no será como antes, eso jamás, él no será el mismo, pero será él de una forma u otra, lo siento. Por eso debo dejar de actuar por instinto, debo volver a lo que alguna vez fui... debo encontrarlo... amarlo, aunque sea una vez más.

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Un nuevo amanecer llegaba y Kurt estaba decidido, se armó con el brazalete de piedraluna, se vistió con su mejor traje, su teoría era que los años hacían que el gusto por la moda aumentara día con día, no entendía como había personas con tan mal gusto, debería ser penado por la ley. Hace un tiempo había estado barajando la idea, y ya era un hecho... la matrícula estaba lista, y con el tiempo había obtenido unos muy interesantes poderes de persuación, así que no hubo problema con identificaciones o papeles que claramente no tenía... dudaba que alguien se creyera que su identificación databa de 1545.
-El primer día del resto de tu vida- se dijo a sí mismo con una expresión de clara determinación. En unas horas más, el instituto McKinley le daría la bienvenidaa un muy emocionado Kurt, y junto con eso una serie de acontecimientos que ni con toda su experiencia se hubiese imaginado.

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NdA: bueno aquí la primera parte de mi fic, es tan solo una introducción, espero les guste... sé que es un tanto diferente a lo que se ve por aquí normalmente, pero quien arriesga no gana dicen por ahí. Espero con ansias sus comentarios, si les gusta pronto estaré subiendo el primer cap. un saludo a todos y gracias por leer :)

me gusto la introduccion actualiza pronto

Dios estos temas me encanta gracias por escribir coloca el primer cap pronto esta super.

OMG!!!! me encanto el prefacio en definicion ya estoy enamorada d esta historia y apenas comienza jajajaja en fin espero q pronto coloques la continuacion d esto amo las historias q tengan q ver con vampiros :3
Saludos!!!

Yaaaaa quiero mas mas mas!! me encantan los vampirooooooooooooos y esto se ve interesanteeee!!!

muy buena tu introducción. Actualiza pronto.

wo0o0ow espero tu actualizacion!

wo0o0ow espero tu actualizacion!

Capítulo 1

Era un día inusualmente frío, el verano al parecer estaba cansado, aunque Kurt no podía sentirlo como cualquiera, lo sentía de una forma más íntima. Por fin había llegado al instituto, hace tanto que no veía la luz del día, se sentía extraño… como un cosquilleo por toda su piel, no podía saber si era por el clima que jugaba a tono con su fría piel, o por el hecho de sentir que estaba tan cerca de aquel al que buscaba. Nada más salir a la luz le bastó para sentir un hambre intensa como nunca antes, tanta calidez a su alrededor…. Veía esa vida rebosante en cada nuevo rostro, la sed le carcomía, sabía que si elegía a cualquier chico, le bastaría un mirada… una caricia, y aquella pobre e ingenua vida se ofrecería sola a sus brazos... como disfrutaba aquello.
Hace mucho mucho tiempo, tanto que a veces parecía un sueño, había renegado de lo que era, nunca pidió serlo, y aquella tormentosa noche le agobiaría eternamente, no solamente había perdido su humanidad, sino que había arrebatado sádicamente la vida que más amaba… él. Por ello seguía buscándolo, si él mismo había vivido por tanto tiempo, no tenía razones para no creer que alguien podía renacer otra vez. Pero cada vez que creía encontrarle, ya era demasiado tarde… el cuerpo inerte que yacía en sus brazo no era quien buscaba.

El instituto lo recibió de una manera fervorosa, no hubo chico ni chica que no lo mirara… como no hacerlo, con esa altura envidiable y una manera de caminar que denotaba una seguridad intrínseca, ojos profundos como el mar, llenos de misterios… y ese rostro fino, de una piel tan tersa y blanca como un papel inmaculado… y había algo más, algo que nadie habría podido explicar, una atracción casi magnética, todo ese perfecto ser invitaba a que te acercaras, te atraía como una telaraña… como un depredador a su presa. Kurt sabía lo que provocaba con cada paso en su improvisado público, y le encantaba! Si hubiese estado con más ánimo habría bailado en ese torrente de sensaciones que le llegaban de todas partes, era irresistible, pero ahora no podía enfocarse en esas sensaciones, o se perdería… el hambre lo mataba, y si no hacía algo el terror tomaría su papel principal.

- La hora del lobo en piel de oveja ha llegado – se dijo a si mismo con un claro tono de impaciencia en su voz.

Y ahí estaba… pequeño, frágil e inocente, como él mismo solía ser hace tanto… la pureza le desbordaba con cada paso, su primera presa en McKinley. No es que fuese al instituto para alimentarse de niños, pero de algo debía sobrevivir allí, y la luz no ayudaba mucho.

Se acercó lentamente, soltando suspiros alrededor con cada paso, había algo que emanaba de su mismo ser, como un veneno con sabor a miel que no se podía resistir… cada vez más cerca… podía sentir el latido, la calidez desbordante de ese frágil cuerpo… un poco más… la sangre bombeante en el circuito perfecto de la vida… aquí vamos…

- Hola, disculpa… soy nuevo aquí me puedes llevar al lavabo de chicos? – preguntó ansioso, con el más inocente y despistado de sus tonos, miró al chico a los ojos “ no es él” y lo hizo suyo con la mirada, ya no había escapatoria.

- Cla… claro, te guiaré… - el tartamudeo… siempre pasaba, era tan gracioso como se ponían nerviosos con el solo hecho de tenerle cerca, el pobre chico era adorable, que pena el final… lo siguió pacientemente, pasaron por pasillos inundados de gente, matones de toda clase, nerds por doquier… las porristas con sus para-nada-atrevidos trajes y el resto… todo un manjar de instituto. Los lavabos estaban más lejos de lo que imaginó, el andar se hizo eterno… pero había llegado el momento… lavabos vacíos… no habría que eliminar testigos, debía ser rápido.

- aquí llegamos… que tengas un buen primer día, este… tu nombre? – Dijo ya más tranquilo el chico, aunque aun embrujado por su presencia.

- Kurt Hummel, un gusto… - estiró la mano para estrechársela, a lo que el chico accedió, acto seguido lo acercó a su cuerpo en un milisegundo… como el aleteo de una mariposa - no te vayas pequeño, quiero darte un regalo – le dijo en un susurro al oído, el chico sucumbió a sus brazos, y un pequeño gemido brotó de sus labios cuando Kurt mordió los suyos soltando un pequeño hilo de sangre… se relamió excitado… ya no soportaba más – perdóname precioso… - luego de saborear un poco más el lastimado labio inferior del chico, bajó lentamente a su cuello y clavó los afilados colmillos en su piel sonrosada. Exquisito… las sensaciones, la unión, sentía el placer de su presa, sentía su propio placer… sentía esa vida volviéndose parte de su mismo cuerpo, succionó con avidez… sentía el ardor de su corazón apagándose… no… solo un poco más… el elixir de la vida, un segundo y todo se vino de golpe, su cuerpo estremecido sintió el orgasmo puro al son de un corazón inerte… magnífico… los niños siempre le daban una satisfacción mayor, tenían tanta energía que otorgarle. Ahora podía seguir su camino.

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Llevé el pequeño cuerpo a las afueras del instituto y le di sepultura digna, nunca he dejado a mis presas a su suerte, ahora solo me quedaba eliminar recuerdos, ningún vivo sufriría una muerte causada por mí. Él no era mi amado… necesito encontrarlo, al menos ahora podré acostumbrarme a esta nueva vida, el pequeño era intenso, nadie correrá peligro en al menos dos días.

A veces siento que me he inventado todo, y soy tan normal como cualquiera… a veces solo quisiera volver a ser aquel chico que no temía a nada, y reía tan solo por vivir… ahora temo a la soledad… y mi vida… mi vida no existe… si tan solo le encontrase a él, podría volver… con mi monstruosidad incluida pero sería más como… Kurt Hummel. No quiero volver al letargo de instinto…. No es agradable ser un animal salvaje, debo recuperarme a mi mismo, y a él… debe perdonarme… debe hacerlo.

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El día fue demasiado lento, las clases eran aburridas…. Con la cantidad de años que llevaba caminando por el mundo, sabía lo suficiente para entrar a Harvard si hubiese querido. Le buscó por todas partes, no hubo alumno que no mirase a los ojos para encontrarle y nadie apareció, la melancolía se apoderó de su cuerpo… se dejó llevar por el sentimiento, no tenía lágrimas… sin embargo su alma se sentía inundada, una tormenta interior lo atacaba sin piedad. Y si él no existía? Que tal si jamás había existido? Tal vez todo esto era una macabra pesadilla y despertaría en su pequeño hogar de New york como si nada hubiese pasado… y él tocaría a su puerta con una rosa en la mano para invitarlo a pasear… las notas comenzaron a salir tristemente

(…)Unbreak my heart… say you’ll love me again… undo this hurt you caused… (…)

Tantos años sin tenerle… la tristeza era tan inmensa que una lágrima no habría bastado, solo quería tenerle… amarlo una vez mas…

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- Demonios! Soy un maldito holgazán, primer día de clases y vas y te duermes como un cachorrito, bravo Anderson bravo! – Vociferó Blaine saltando de la cama – al menos puedo llegar a la clase de español- se vistió apresurádamente y corrió como nunca, ni siquiera se despidió de su padre.

Blaine era la clase de chico que todos amaban, no tan solo porque fuese guapo, y lo era… pero su carisma, su personalidad y una energía incalculable, hacían que no pudiese ser odiado… bueno no al menos por personas normales, el único problema en su vida era los gigantes del equipo, no se explicaba como tenían tanto tiempo libre para golpearlo cada vez que lograba caminar tranquilamente por un pasillo, ojalá hoy no lo tiraran al basurero, no tenía ganas de ensuciar su ropa tan bien cuidada. Este año pensaba unirse al coro del instituto, decían que si te unías y cantabas bien, podías volverte popular de un momento a otro, y tal vez así dejarían de atosigarlo los matones, no es que cantara tan bien… pero vamos que tenía una personalidad envidiable, y eso claramente le ayudaría un montón.

Llegó una hora antes de la clase de español, por suerte todo el mundo estaba en clase, asi que no tendría que lidiar con Karofsky y Anzimio por un buen rato… que tranquilidad se sentía, hace tiempo que no se sentía tan a gusto en el instituto, quizá podría dormir en lo que pasaba la hora… sí, excelente idea.

- Hora de buscar un aula vacía que te acoja Blaine – se dijo a si mismo emocionado.
La mayoría de los salones estaban ocupados, quizá tendría que ir a la enfermería, de pronto algo llamó su atención… un ángel… la voz de los ángeles… era como si estuviese llamándolo, era una voz hermosa, casi como cuando describen el canto de las sirenas, y como hacían que embarcaciones gigantescas naufragaran, pues ahora el sentía como naufragaba embelesado por el sonido de esa voz, quizá era un sirena… quizá moriría, pero cuan dichoso moriría… el ser con esa voz debía de ser hermoso… pero era tan intenso, no era una voz alegre… estaba triste y debía consolar esa voz… lo llamaba…

(…) don’t leave me in all this pain… don’t leave me out in the rain… bring back those nights when I held you beside me… Unbreak my heart (…)

Abrió la puerta al angel… a la sirena… y ahí estaba, hermoso como lo imaginó… no, más hermoso aún… sus miradas se encontraron como un eclipse… y todo fue real.

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NdA: Muchas gracias por los comentarios, espero les guste el primer capitulo, que genial que algunos también amen a los vampiros como yo >u<, un saludo a todo. Estaré actualizando pronto^^

WOW me encanto el comienzo adoro a los Vampiros Tambn. Espero Act. rapido

O cielos me encanta eres una escritora en potencia, la forma en que se alimento de aquel chico y luego lo enterró pareciera una mezcla entre felicidad y agonía me encanta este fic gracias por escribir.

OMG OMG!!! capi 1 lo ame definitivamente quiero q kurt me muerda ok no# lol pero la manera como relatas la historia simplemente me encanta en verdad este fic promete enamorarme mas de los vampiros (lol como si eso fuera posible)
Espero conti pronto
Saludos!!!

Actualiza pronto , estoy ansiosa por leer el proximo capitulo
Pd: Nueva lectora y me encanta como escribis

Espero que actualizes ponto.