One-Shot. Klaine + Sam. Rumors.

Hola! Bueno este es un One-Shot que tengo desde hace un tiempo en mi computadora y quise compartirlo con ustedes. Es acerca del supuesto rumor que había de que Kurt y Quinn estaban enganhando a sus novios con Sam en el capitulo 2x19 y quise hacer una pequenha historia Klaine en el medio de ese enredo ya que me pareció que no hubiese estado de mas y hubiese estado divertido de cierto modo. Espero que les guste :)
Advertencia: Es un poco largo pero trate de hacerlo dinámico por lo mismo.


Sam POV
¿Por qué aquí? No pudo ser otro lugar sino aquí. Dalton. Cuando llamaron a pedir una pizza y entregarla a Dalton lo primero que pensé fue: “Por favor, que no me manden a mi”. Pero ¡sorpresa! Yo era el único repartidor que quedaba. Pero la pizza no era para cualquier lugar de Dalton, o no, la habían ordenado los Walblers, donde se encontraba Blaine, el novio de Kurt, mi amigo y compañero de coro.
Camine por los pasillos sorprendiéndome por lo lujoso y grande que era ese lugar, tal vez el doble de McKinley. No entendí por qué Kurt decía que prefería McKinley. Si, supongo que sus amigos tenían algo que ver.
Toque la gran puerta de donde ensayaban los Walblers, según lo que me dijeron en la entrada. Escuchaba que discutían por lo cual no escucharon cuando llame. Toque de nuevo y esta vez me asome, escuche el golpe de un… ¿mazo?
- Entrega de pizza a nombre de Wes… - trate de leer el papel que tenia el nombre del recibidor.
- Soy yo – se acercó a mi un chico con rasgos asiático, el mismo que había dado el golpe con el mazo, o eso supuse porque lo tenia en su mano.
Entre al salón. Todos volvieron a hablar, algunos discutían animadamente y otros parecían criticar el comentario del otro. Di una mirada rápida al salón y allí estaba Blaine, de espaldas a mi sentado en uno de los sillones mirándome con sorpresa. Levanto una mano en señal de saludo y yo le di una corta sonrisa.
- Tres pizzas. Una hawaiana, dos vegetarianas. Son veintidós dólares – le dije al chico, Wes, mientras le entregaba las pizzas a otro chico que se levanto a buscarlas.
- Quédate con el cambio – me dijo. Sé que sonara feo, pero eso fue música para mis oídos.
- Gracias – dije con una ligera sonrisa.
Sentí una mano en mi hombro. Era Blaine. Wes fue hasta un escritorio, tomo el mazo (se tomaban en serio su trabajo) y lo golpeo contra la mesa para darle orden al lugar.
- ¡Sam! – Saludo Blaine - ¿Me recuerdas? Soy Blaine, el novio de Kurt. Nos presento en la fiesta de Rachel – extendió su mano. La tome amistosamente.
- Si, te recuerdo – solté su mano.
- No sabía que repartías pizzas. Es extraño, nunca te había visto – se cruzo de brazos aun sonriente – y siempre llamamos a esta pizzería.
- Comencé a trabajar hace un par de semanas. Tal vez sea por eso – dije con indiferencia. El asintió. ¡Dios de verdad ese chico no dejaba de sonreír! Me estaba sintiendo incomodo.
- Bueno, nos vemos Blaine.
- Claro – me voltee -. Saludos a los demás. Besos a Kurt – me sonroje ligeramente. No era homofóbico ni nada, de hecho una vez defendí a Kurt de Karosfky pero no me acostumbraba al hecho de Kurt y Blaine mantenían su relación como cualquier pareja… heterosexual.
- Claro – dije.
Abrí la puerta y camine hasta la camioneta. Suspire una vez dentro. Esos abrazos y besos no llegarían. No hasta que pudiera decirle a alguien la situación con mi familia.

Kurt POV
No podía imaginarme una mejor manera de como pasar un sábado por la tarde que en casa de Blaine.
Estábamos acostados boca abajo mirando un concierto de Christina Aguilera en su laptop. Cantábamos las canciones que nos sabíamos, que eran la mayoría, y tratábamos de llegar a las notas altas que daba Christina. A Blaine le costaba un poco mas que a mi.
- Desearía poder ir a uno de sus conciertos – dijo Blaine al finalizar el concierto -. Pagaría lo que sea para verla en vivo.
- Igual yo. Tal vez algún día podamos ir juntos – me senté en la cama sobre mis piernas. Blaine apago la laptop -. Claro, si algún día viene a Ohio. Algo muy remoto – Se levanto y guardo la laptop en una gaveta de su mesa de noche – porque Ohio no tiene buenas instalaciones para conciertos y una artista como ella debe tener exigencias, las cuales no será capaces de cumplir uno de nuestros... – a este punto Blaine ya estaba sentado a mi lado. Me tomo una mano y la otra la coloco en mi cuello callándome con un beso, el cual correspondí.
- No tienes idea de cuanto te he extrañado – me dijo aun cerca de mis labios. Le di un beso rápido en la nariz y el unió nuestras frentes.
- Yo también – dije dándole un apretón a su mano, la cual aun tenía la suya entrelazada.
- Dalton no es lo mismo sin ti – me reí bajo.
- Dalton estaba bien antes de yo llegar – le di un beso corto en los labios -. ¿Cómo están Blaine y los bips? –Bromee -. Disculpa, los Walblers.
Nos reímos antes de separarnos aunque dejamos nuestras manos entrelazadas.
- Esta semana ha sido… ligera – dijo mirando nuestras manos -. La semana que viene no haremos nada elaborado. Wes quiere elegir las canciones de las Locales antes de graduarse – nos reimos –. Oh, casi lo olvido – levanto su mirada hacia mi. ¡Dios, como me encantan esos ojos! -. Sam estuvo en Dalton hace dos días.
Me sorprendí.
- ¿Sam? ¿El teñido?
- Si, el teñido – Se rio por mi referencia -. Fue a entregar una pizza que ordenamos.
- ¿Es repartidor?
- ¿No lo sabias? – me miro con sorpresa. Yo negué con la cabeza - ¿Ni siquiera te dijo que fue a Dalton?
- La verdad no he hablado con el en días. Tal vez se le olvido. Hemos estado ocupados con la tarea que nos dejo el señor Shue. Además, el baile esta cerca, acaba de terminar con Santana, más la escuela y ahora trabaja, debe estar bajo presión – dije. Aunque en mi mente no existía un Sam que trabajara como repartidor.
- Supongo que si – murmuro Blaine -. Bueno, como tu novio y no actual competencia – sonreímos -, debería ayudarte con esa tarea que te dejo el Señor Shue.
- Sera una oportunidad para cantar con mi compañero de duetos favorito – le dije.
- ¿Cantaras con Rachel? – me dijo actuando sorprendido.
Me reí por su ocurrencia.
- Sabes que hablo de ti.
- Lo se – se encogió de hombros -. Pero me gusta escucharte decirlo – me dio un ligero beso en los labios. Con eso nos pusimos a trabajar en la canción que iba a cantar. Aunque aun tenía a Sam en mi mente. Es que simplemente no me podía imaginar a Sam, con su imagen de chico adinerado trabajando como pizzero, debía tener algún problema. Hablaría con el al día siguiente. Por ahora solo quería concentrarme en como sonaban la voz de mi novio y la mía combinadas mientras cantábamos.
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Caminaba por los pasillos de McKinley después de librarme de Santana por un rato ya que estaba empeñada en que ella y Karofsky debían acompañarme a donde sea que fuera. Incluso Karofsky tuvo que acompañarme al baño una vez por lo cual tuve que usar uno de los cubículos en vez de la manera común. Pero a la final ¿Qué es común para Kurt Hummel?
Tuve suerte de conseguir a Sam en su casillero sacando sus libros, pero la mayoría se le cayeron. Acelere el paso y me agache para ayudarlo. Me miro y le di una ligera sonrisa. Le entregue sus libros.
- Gracias, Kurt – nos levantamos del suelo y guardo los libros en el casillero.
- ¿Cómo has estado, Sam? – pregunte para romper el hielo. La verdad no sabia por donde comenzar.
Tal vez fue producto de mi imaginación pero creí notar que se tensaba.
- Bien. ¿Tu como has estado, Kurt? – respondió.
- Bien. Aceptando el hecho de que no puedo ir solo al baño sin que Santana se alarme porque no la tengo cerca, o a Karofsky.
Se rio con mi broma. Decidí llegar al grano.
- El sábado estuve en casa de Blaine – pareció tensarse de nuevo -. Me dijo que trabajas repartiendo pizzas.
- Si, bueno, no es la gran cosa – Se encogió de hombros. Estaba ojeando un libro, tal vez para evitar mirarme -. Por cierto, te manda besos.
Me sonroje mucho y mire al suelo. Luego la cara de Blaine vino a mi cabeza y cuando estaba a punto de perderme en sus ojos volví a la realidad. Carraspee.
- Es por eso que estoy… preocupado – dije -. Sé que no somos los mejores amigos pero se algunas cosas de ti, y ser repartidor de pizzas no esta en tu lista de cosas por hacer. ¿Hay algo mal?
Pareció dudar al principio. Me miro. Su mirada era triste.
- No es porque quiera es que tengo que hacerlo. Prométeme que no le dirás a ninguno de los chicos lo que te voy a decir – me dijo casi en un susurro -. Aun no estoy listo para que los demás sepan. Y esta no ha sido una situación fácil ni para mi, ni para mis padres, sobretodo mis hermanos.
- Espera – lo interrumpí -, quieres decir que tu… – le hice una seña con la cara dando entender que ya había captado lo que quería decir.
- Si – me afirmo -. No ha sido fácil y mucho menos tener que vivir en un Motel.
- ¿Quieres decir que te echaron de tu casa? – volví a interrumpir.
Me miro como si no hubiese entendido.
- ¿Quiénes? – pregunto.
-Tus padres – afirme -. Te echaron de casa cuando les dijiste que eres gay y con eso vinieron las circunstancias obvias de que no tienes dinero así que conseguiste un trabajo entregando pizzas. ¿Es eso lo que me ibas a decir, no?
Sam se rio. Tal vez mas de lo que lo había escuchado en toda la semana o toda la vida.
- Kurt, no soy gay – me dijo. Dejo pasar varios estudiantes antes de volver a hablar. El pasillo no estaba muy lleno, pero aun así había gente cerca que nos podía escuchar si nos esforzábamos.
- Pero dijiste que es una situación difícil para ti, tus padres y tus hermanos especialmente. Además, estas viviendo en un motel…
- Eso no quiere decir que sea homosexual.
- Claro, lo siento. Supongo que me deje llevar. Sigo pensando que soy el único chico abiertamente gay en la escuela – por lo menos hasta que Karofsky salga – supongo que me ilusione por un momento.
- Supongo que es otra razón por la que eres especial – me dijo y clavo su mirada en su casillero -. Claro, acabo de decir que no soy gay y hago un comentario como ese.
Nos reímos.
- No, lo que ocurre es que – comenzó mientras volvía a mirarme a mi y sus libros alternamente -, mi papa perdió su trabajo hace unos meses. Comenzaron a acumularse deudas hasta que el banco nos quito la casa y nos mudamos todos – hizo énfasis en la ultima palabra – a un motel. La mayoría de las tardes me quedo con mis hermanos mientras mis padres salen a buscar trabajo, pero no consiguen nada. Tuvimos que vender muchas de nuestras cosas. Ropa, cosas personales – se me hizo un nudo en la garganta -.Por lo menos tenemos un televisor, así mis hermanos se distraen un poco.
Cerró su casillero con dos libros en la mano.
- Lo siento mucho, Sam. Y prometo que no diré nada, si es que no quieres que los chicos se enteren.
- Gracias, Kurt – dijo con una ligera sonrisa.
- Sabes, tengo ropa que ya no uso que te podría quedar bien. Si estas interesado, claro – se quedo mirando mi ropa de ese día -. No será tan diferente a la que usas normalmente – agregue pensando en una chaqueta que le gustaría. Tenia mucha ropa de todos modos Sam necesitaba mas esa ropa que yo.
- Gracias, amigo – me dijo sonriendo.
- Nos vemos al rato.
Sam se dio la vuelta y justo ahí llego Azimio y le tiro un Slushie en la cara a Sam. Tal vez tendría que buscar la franela que tenia en mi casillero.
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Fui al motel donde vivía Sam. La verdad era una habitación muy pequeña como para que vivieran cinco personas, pero la situación debía ser muy grave. Le entregue la ropa y luego su hermanita comenzó a jugar conmigo. Sam insistió en que podía irme si quería pero decidí quedarme, esos niños necesitaban un poco de alegría.
Tuve que decirle a Blaine que estaría ocupado así que ese día en la tarde no estaría con el. Pero sabía que lo entendería. No había tenido tiempo de hablarle acerca de la situación por la que estaba pasando Sam. No sabia por que quería contarle, aunque de todos modos, ya sabía que Sam entregaba pizzas.
Sam me conto que Quinn estaba enterada de su situación económica y que la mayoría de los días iba a jugar con su hermanita. Además, me dijo que tuvo que empeñar su guitarra. Me sentí muy mal por el. Quinn y yo quedamos en que cada vez que uno no pudiera ir a visitarlo iría el otro. De hecho, lo hacíamos más bien por sus hermanos.
Sam me acompaño hasta la puerta. Era de noche. Creo que me había quedado más tiempo del que yo creía. Coloque una mano en su hombro.
- Cuídate – le dije.
- Gracias, amigo.
Camine hasta mi auto con paso acelerado. Había una camioneta en todo el frente del motel. No era común que secuestraran el Ohio pero de todos modos acelere el paso, dejando a mi amigo con sus hermanos dentro. Tal vez al día siguiente volvería.

Blaine POV
Había un ruido muy molesto en mi habitación y estaba deseando que se callara. Sabia que era de noche pero no sabia exactamente que hora era. Wes me arrojo su almohada encima de mi cara haciendo que me despertara más de lo que ya estaba.
- ¿Qué? – pregunte con fastidio frotándome los ojos.
-¡Tu celular me esta volviendo loco! Hazme el favor de atenderlo – Y se dio vuelta sobre si mismo quedando de espaldas a mi en la cama de al lado.
¡Ah! Ese era el ruido. Conteste mi celular al darme cuenta de que era Rachel. Debía ser muy importante lo que tenía que decirme ya que eran más de las doce de la noche según el reloj de mi mesa de noche.
- Hola – Fue todo lo que pude decir antes de que Rachel comenzara a hablar de esa manera característica acelerada de ella, que necesitaba una gran concentración de mi parte.
- ¡Blaine! ¿Como estas con Kurt? – la pregunta me tomo por sorpresa.
- Eh, estamos bien, Rachel. Gracias por preguntar – dije con duda ya que no sabía a que se refería con esa pregunta.
- ¿Ah, si? ¿Sabes que hizo Kurt hoy? Porque hoy no salieron juntos, ¿verdad? – me dijo Rachel.
- No hoy no salimos – ya me estaba asustando -. Me dijo que estaba ocupado. No le pregunte a donde iba – dije recordando mi conversación con Kurt esa misma tarde.
- ¡Oh, Blaine! Lo siento tanto.
- Rachel ¿quieres llegar al punto? – le roge ya que estaba comenzando a preocuparme mucho.
- ¡Si, Rachel! ¡Llega al punto! – escuche que gritaba Wes desde su cama sin poder conciliar el sueño por mi culpa.
- Blaine… - se tomo su tiempo para decir lo siguiente – Finn y yo espiamos a Sam en un motel en donde estaría esta noche, porque creíamos que allí estaría Quinn con el. Pero cuando la puerta de la habitación se abrió vimos que estábamos equivocados – suspiro y me dejo en suspenso otro rato -, fue Kurt quien salió de la habitación con Sam – sentí una punzada de dolor en el pecho al escuchar eso -. Blaine lo siento mucho – continúo Rachel -. Entiendo como te sientes. Me sentí igual cuando descubrí que Finn y Santana estuvieron… juntos y mintió acerca de eso.
- Si, pero ustedes no eran novios en ese momento – sentí que mi voz se quebró. No podía ser verdad. Kurt me lo había dicho, el creía que era igual de sexy que un bebe pingüino, aunque no sabia lo equivocado que estaba -. Kurt no me engañaría, Rachel – dije mas para creérmelo yo mismo.
- Blaine, eso fue lo que nosotros creíamos también, pero al parecer estábamos equivocados – susurro -. Escucha, mañana ciertos chicos del New Directions vamos a ir a Lima Bean a encontrar una solución a este asunto. Finn no puede estar tranquilo con Quinn si Sam esta alrededor de ellos, al igual tu con Kurt. Mañana Finn y yo volveremos al motel, creemos que Kurt puede volver a ir – sentir la punzada de dolor de nuevo -, si no tal vez vaya Quinn. Te mantendré informado.
- Bueno. Gracias, Rachel – a este punto mi voz era menos que un susurro.
- De nada, Blaine. Buenas no… ummm… Estamos hablando – colgué mi celular y vi la foto de Kurt que tenia en mi fondo de pantalla y sentí que mis ojos se llenaban de lagrimas. Por favor que no sea verdad, pensé.
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Esa tarde Sam había vuelto a Dalton a repartir pizzas. Esta vez quise detallarlo un poco más. Se teñía, ya eso me lo había dicho Kurt. Por lo que podía ver era muy atlético. ¡Por supuesto Blaine esta en el equipo de Football! Cuidaba mucho su apariencia. Tal vez demasiado para ser heterosexual… O bisexual, ya que al perecer esta teniendo una aventura con Quinn y… Kurt. ¡Dios como me dolía pensar eso! Y lo otro que me llamo mucho la atención, ¡era mas alto que yo! Tal vez hasta más alto que Kurt.
Desvié mi mirada a otra parte ya que Sam se acercaba a mí. Los chicos, mientras, no se daban cuenta de esto, estaban más concentrados en la pizza.
- ¡Ey, Blaine! – saludo animado, demasiado.
- Sam, ¿Qué tal todo? – le pregunte tratando de parecer amigable.
- Bueno, el trabajo ha estado bien. Por las noches es mejor, aunque a veces estoy ocupado con otras… cosas.
Se me revolvió el estomago. ¿Cómo podía decirme eso en mi cara? Solo le faltaba decirme: ‘’Tengo una aventura con Kurt’’ o ‘’Tu novio es genial en la cama’’ porque estaba seguro de que lo seria. Me obligue a pensar en otra cosa.
- Que bueno – le di una pequeña sonrisa -. ¿Cómo esta Kurt? – quise probar su reacción. No cambio ni un poco.
- Hoy canto una canción increíble de la tarea que nos asignaron en el Club Glee – menciono como de pasada.
- Lo se. Yo lo ayude a practicar… en mi casa – le dije, pareció como si marcara mi territorio, aunque en realidad así lo era.
- Claro – carraspeo -. Bueno, debo volver al trabajo. Nos vemos, Blaine.
- Nos vemos – me despedí mientras el salía por la puerta.
- ¡Blaine, te vas a quedar sin pizza! – se me acerco Wes con un trozo de pizza vegetariana sobre una servilleta para que la comiera.
- No tengo hambre – susurre.
- Es tu favorita – susurro mi amigo.
Yo aun miraba la puerta por donde había salido Sam como si la solución a mis problemas pudiera aparecer por allí.
- Él no te engaña, Blaine – me dijo al darse cuenta de que ya no estaba en este mundo. Tuve que contarle a Wes lo que me dijo Rachel, principalmente por ser mi amigo y luego porque escucho mi conversación con ella, o por lo menos la parte en la que yo hablaba.
- ¿Cómo estas tan seguro? – susurre. Pude sentir que mis ojos se llenaban de lágrimas de nuevo. Las retuve. No me gustaba que me vieran llorar.
- Porque él hubiese estado esperándote incluso hasta ahora – se encogió de hombros, como para hacerlo obvio -. Porque después de la serenata que le dimos a Jeremiah en GAP, el no dejo de quererte y tampoco se rindió.
Lo que me dijo Wes me trajo a la realidad.
- ¿Desde cuando eres tan sentimental? – le dije medio en broma.
- No lo se. Creo que Marissa me ha provocado eso – nos reímos.
Me volvió a ofrecer el trozo de pizza para que comiera. Lo tome con ambas manos y le di un mordisco.
- Lo que sea que este pasando con Kurt, lo descubriremos. Si me necesitas, estoy a tu lado.
- Gracias, hermano – dije.
Aunque no quisiera tendría que hablar con Kurt. No había hablado con el esa mañana y en la tarde cuando me dijo para salir le dije que estaría ocupado con los Walblers y que tenia mucha tarea que hacer, aunque lo ultimo fuese completamente mentira. Tenía miedo de que me dijera que ya no estaba interesado en mí.
Antes de que Kurt y yo comenzáramos a salir me dijo que tuvo un enamoramiento en Finn, lo que me pareció espeluznante, claro en ese momento no eran hermanastros. Además, me dijo que tuvo un pequeño interés en Sam. ¿Y si ese interés se hizo algo mas en el poco tiempo que tuvo de vuelta en McKinley? No quería saber la respuesta, pero tenia que saberlo antes de volverme completamente loco. Mas de lo que Kurt me tenia por vía normal.
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Tenía un nudo en la garganta que sentía que crecía con cada minuto que esperaba a Kurt. Habíamos quedado con encontrarnos en Lima Bean después de la práctica de los Walblers y el de Nuevas Direcciones.
Cinco minutos después Kurt entro por la puerta principal del establecimiento. Hermoso como siempre. Con la gracia de siempre. Perfecto como siempre. Se sentó con una sonrisa frente a mí. Yo había pedido el café de ambos, me agradeció por eso. Tomo mi mano que estaba sobre la mesa y le dio una pequeña caricia con su pulgar.
- Te he extrañado – me dijo.
- Yo igual – le dije. Aun sentía el peso sobre mis hombros, las mariposas en mi estomago y los nervios. Sobretodo nervios.
- ¿Cómo están los Walblers? – pregunto.
Mejor que yo, eso es seguro, quise decir. Blaine, por favor, vuelve a la normalidad, me dije.
- En una semana tendremos una presentación en Dalton frente a los alumnos. Estamos haciendo un número de los Rolling Stones – le dije, mientras él tomaba un trago de su café.
- Extraño esas presentaciones que terminan en aplausos todo el tiempo. En McKinley no es muy común ver eso – se rio -. ¿Te dije que en navidad a los chicos les lanzaron un zapato? – se rio. Yo no me pude unir mucho - ¿Estas bien? – me pregunto -. Ni siquiera has tocado tu café.
Era verdad. Tenía un nudo en la garganta y estaba afectándome a mí y a mi canto, y Wes lo noto. Kurt esperaba mi respuesta.
- Estoy bien – mentira -. Algo cansado – verdad.
Le di un ligero apretón a nuestras manos todavía unidas.
- Debes estarlo. Obteniendo tantos solos y sin tener a un suplente – dijo en broma -. Agotador.
- Oh, vamos. Tú tuviste un solo esta semana, ¿no? Me dijeron que estuviste increíble.
- ¿Quién te dijo? – pregunto.
- Sam – volvió el nudo en mi garganta -. Fue a entregar pizzas a los Walblers de nuevo y hable con el un rato.
- Sam – dijo en un susurro y miro al piso. Su mirada estaba lejana. Por alguna razón, soltó mi mano y poso ambas en el vaso -. Me siento mal por el.
- ¿Mal? – pregunte -. ¿Por qué?
Me miro sorprendido.
- ¿No te hablo de la situación con su familia? – me pregunto.
- No hemos tocado ese tema – le dije con interés.
Suspiro y comenzó a hablar.
- El papa de Sam no tiene trabajo – comenzó - . Sus padres llevan semanas saliendo a la calle en busca de uno, pero, no consiguen nada. Él consiguió trabajo de repartidor por las tardes y a veces en las noches, aunque en las noches debe quedarse con sus hermanos – tomo una pausa y luego siguió -. Les quitaron su casa. Ahora viven en un motel, en una habitación que es en realidad para dos personas. Hace un par de días fui al motel a ver a Sam y a darle ropa que ya no usaba. Me quede hasta la noche porque su hermanita quería jugar conmigo – Kurt sonrió recordando el momento -. Quinn y yo nos turnamos para visitar a Sam y cuidar a sus hermanos. El aun no quiere decirle a los chicos lo que le esta pasando. Quinn sabe porque ella y Sam van a la misma iglesia. Y yo me entere porque me dijiste que llevo una pizza a Dalton y me dio curiosidad. No tuvo más alternativa que decirme. Así que si Rachel te llama para preguntarte si sabes por que Sam actúa tan extraño últimamente no le digas que lo sabes – asentí recordando que Rachel me llamo la noche anterior, igualmente a las doce, para decirme que esta vez encontraron a Quinn saliendo del motel -. Tuvo que empeñar su guitarra y además de eso se esta alejando del Club Glee. Quinn dice que es bueno que no se haya alejado de Dios y yo no sé que mas. Supongo que para ellos eso es importante – se encogió de hombros.
Comencé a unir las cosas y me sentí como un idiota. Luego rabia, seguida de ganas de matar a Rachel.
- No tenia idea – fue lo único que pude decir -. Es decir que, ¿por eso estuviste ocupado? Digo, ¿por eso fuiste a ese motel con Sam? – dije mas pensando en voz alta que preguntando.
- ¿Que otra razón tendría? – dijo Kurt casi alarmado.
- Ninguna, ninguna – dije un poco más eléctrico -. Así que, cambiando de tema. No hemos hablado de los preparativos de Nuevas Direcciones con las Nacionales. ¿Alguna idea de canciones hasta ahora? ¿Interpretaran canciones originales? – se sorprendió un poco por mi cambio de humor pero aun así me respondió volviéndose nuestra conversación mas placentera que cuando llegamos.
Estuvimos alrededor de dos horas en Lima Bean, ya era tarde y ambos teníamos que conducir mucho. Lo acompañe hasta su carro para despedirme, pero solo hasta el fin de semana… dos días y lo vería de nuevo.
Tomo mi cara entre mis manos y unió nuestros labios en un beso. Tardamos más de lo normal, especialmente si estábamos en la calle, aunque no había nadie alrededor.
- Te extrañaba – susurro.
- Me iré por un mes a ver que pasa – dije en broma.
Kurt abrió mucho los ojos y me agarro ambos brazos, parecía por acto reflejo. Yo me reí.
- Me tienes loco – susurre. Coloque mi mano en su cuello y acerque sus labios a los míos de nuevo.
- Nos vemos el sábado en mi casa. Carol y papa quieren que vayas a cenar y antes de la cena podemos pasar por el centro comercial – me dijo una vez dentro de su camioneta.
- De acuerdo – y emprendió su camino a casa. Me despedí con la mano.
Una vez dentro de mi auto recibí una llamada. Rachel. Iba a disfrutar esta llamada.
- ¡Hola, Rachel! ¿Cómo estas? – conteste de inmediato, quitándole el seguro a mi auto.
- Hola, Blaine – se oía vacilante -. Yo estoy bien. Por lo que oigo tú también. ¿Hablaste con Kurt? – pregunto.
- Lo hice. Todo fue un malentendido – dije aunque sabia que ella no se quedaría así.
- Blaine, Finn y yo vimos a Kurt saliendo del cuarto del motel. No lo imaginamos - insistió -. Lo mismo con Quinn…
- Claro, claro – la corte -. Mira, Rachel, no sé que será lo que pasa entre Sam, Kurt y Quinn, pero estoy seguro de algo: Kurt no me engañaría – Iba a decir algo pero la corte -. Escucha, Rachel, estoy cansado y debo manejar hasta Dalton, que es una larga distancia desde donde estoy. Hablamos después.
Corte la llamada y emprendí mi camino a Dalton. La mayor parte del camino estuve riéndome por lo tonto que había sido, por creerle a Rachel y de imaginarme la cara que Finn y Rachel pondrían al enterarse de la verdad.

Me encanto<3 fue como los inicios de Blam! & Blaine siendo celoso desde tiempos inmemorables:3