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You're the one for me. Capitulo 2: Slushies.
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rekanchi
klaineforever
Mary Alexander
Carito_Gleek
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Página 1 de 1.
You're the one for me. Capitulo 1: Te lo dije.
Hola a todos!!, sé que tenía otro fic. Si soy sincera no sé si lo continue...Porque inicié con este. Que me tiene muy entusiasmada. Así que se los presento. Espero les guste :)
Capitulo 1: Te lo dije.
Sí. Era un hecho. Kurt Hummel estaba en McKinley…o eso al menos le dijo el director al entregarle el cronograma de sus clases. Las revisó con cuidado, no queriendo equivocarse en su primer día. Le tocaba español, bueno, Kurt adoraba toda clase de idiomas, así que se sintió feliz de que su primera clase fuera algo que le agradara.
Hace años que había vivido en Lima con su padre, había estado en otro colegios, pero…bueno, por ser como era tuvo que cambiarse variadas ocasiones. Por temor, él estaba consciente de que esta quizás no sería la excepción, pero trataría de durar aunque fuera lo que más pudiera. Su padre había tenido un ataque al corazón hace poco, y la verdad es que no quería causarle más problemas, ni menos estresarlo. Así que haría su mejor esfuerzo.
Caminó con cuidado buscando el lugar de su nuevo casillero, daba pasos sin mucha seguridad, vio unas porristas, una chica con un cuerno de unicornio amarrado a su frente, caminando con otra chica morena del brazo. Vio unos cuántos jugadores de fútbol con grandes y abultados trajes verlo con odio. O al menos eso pensó, pero no. No quería creerlo.
Llegó finalmente a su casillero, lo abrió y comenzó a colocar unos cuántos papeles para decorarlo un poco antes de entrar, dejó su bolso dentro, pegó un espejo, y unas cuántas fotos de Wicked, West Side Story, Patty Lupone…
-¡¿Te gusta Wicked?!-escuchó de pronto a su lado.
Kurt miró de dónde provenía la voz, y tuvo que bajar la mirada un poco al darse cuenta que era una chica algo baja, morena, de cabello castaño, y sobretodo una gran sonrisa…
-Sí…- dijo Kurt pestañeando extrañado.
-¡Vaya!, ¡Creo que podremos llevarnos bien!. Soy Rachel Berry.- dijo la joven extendiendo su mano hacia Kurt. El joven la estrechó sonriendo algo nervioso.- ¡La mayoría de las personas aquí no aprecian la buena música de los musicales!.- continuó por explicarle la chica.- ¡No lo comprendo, cómo es que no aprecian todos los sentimientos y la vida y…oh, creo que no sé tu nombre.- dijo al ver la cara de Kurt, algo extrañada.
-Ahh…soy Kurt. Kurt Hummel.- dijo Kurt arreglando ligeramente su cabello.
El timbre sonó de la nada. Debían ir a clases.
-Tengo clase de español.- dijo Kurt cerrando su casillero sin antes sacar su estuche y cuaderno.
-Yo igual. Si quieres puedo llevarte.- dijo Rachel al ver que Kurt miraba el pequeño mapa de la escuela con el ceño fruncido.- Sé dónde queda el salón.- Acto seguido, Rachel guió a Kurt por el pasillo lleno de estudiantes de McKinley, antes de que él pudiera oponerse.
Kurt se sorprendió de que Will Schuester fuera un hombre tan joven para ser profesor, y no pudo evitar sorprenderse aún más cuando Rachel le contó que dirigía el club Glee del colegio. Fue él mismo, quién le sugirió a Rachel presentarle por lo menos a los chicos de dicho club, para que se fuera “adaptando” a esta escuela.
-Bien.- dijo Rachel al salir del salón con Kurt.- Esa morena que vez allá con el chico rubio, es Mercedes, él es Sam.
-Él es…
-No, no es gay.- dijo Rachel interrumpiéndolo.
-Ah.-dijo Kurt sin evitar mostrar un dejo de decepción.
-La del cuerno de unicornio en Brittany, y la joven al lado es Santana.
- Oh…-dijo Kurt asintiendo, no entendía por qué Rachel fue “obligada” a decirle los nombres del resto, pero si así podía conocer algunos alumnos de McKinley, la escucharía.
- La pareja asiática. Mike y Tina. El de silla de ruedas es Artie, el de mohicano Noah Puckerman, pero le decimos Puck…y él es mi novio Finn.- dijo suspirando al verlo.
Kurt lo miró, era un chico alto, más alto que él, y eso que se consideraba alguien de gran altura.
-Hola Rachel.- dijo Finn acercándose dándole un beso en la mejilla. – Oh..Hola…
-Kurt.- dijo el joven sonriendo.
-Soy Finn Hudson.- respondió el joven devolviéndole la sonrisa.- ¿Qué hacen?- agregó viendo a Rachel.
-Ah, le estoy mostrando la escuela a Kurt, y también diciéndole el nombre de los miembros del club Glee.
-Espero que te guste McKinley, Kurt.- dijo el chico rodeando a Rachel por lo hombros.
-Lo espero también…
Y entonces el pasillo quedó en silencio, Kurt no entendió por qué, Rachel de la nada se aferró al brazo de Finn, éste la colocó detrás de sí de manera protectora. El joven ojiazul dirigió la vista a dónde todos miraban. Un joven de chaqueta negra, una polera gris y pantalones ajustados. Se acercaba. Kurt no era de esas personas de juzgar por la apariencia, se había sorprendido mucho antes con tan sólo hacerlo, y no cometería errores. No en su nuevo colegio.
Cuando pasó por al lado de ellos, notó un ligero olor a cigarro, pudo ver que tenía las orejas con unos cuántos piercings, su cabello estaba teñido de verde por ciertos lados, no completamente, era una extraña mezcla. Sus ojos eran mieles, e intrigantes para Kurt. No sintió miedo a pesar de que todo el resto parecía tenerlo. ¿Qué era raro?, es decir, estaba claro que su vestimenta es fuera de lo común al igual que su pelo, pero…
Qué.
Era.
Raro.
El joven paró en seco enfrente de ellos, aún no se volteaba.
-Qué quieres, Anderson.-dijo Finn con voz dura, muy diferente a la que Kurt había escuchado al ser saludado por él.
-No te he hablado siquiera, Hudson.- contestó el joven entredientes. Posó la mirada en él.- Tampoco le haré algo a tu novia si eso quieres saber.- dijo con los ojos entrecerrados en un gesto de desinterés. Y ese joven fijó la vista en Kurt.
El joven de piel blanca, casi tan blanca como el papel, ladeó la cabeza en busca de alguna señal que demostrase algo negativo en el otro joven. No entendía por qué se peleaban o eran tan cortantes entre sí.
-¿Nuevo?.- dijo alzando una ceja.
-Ss…
-Kurt no hables con este…-dijo Finn dando un paso adelante.- No es necesario que te arriesgues.
-¿Arriegarse, Hudson? ¿En serio?.- dijo el joven de cabello ondulado enfrentado a Finn.- Por lo que sé, él es nuevo, y quiero conversar con él.
-No es necesario que lo hagas, ya sabes que nadie se atreve siquiera a mirarte aquí.
Y era cierto, Kurt vigiló el pasillo con algo de disimulo, todos los estudiantes murmuraban mirando la escena de reojo, escondiéndose detrás de sus carpetas o sus libros.
-Con que chismoso.- dijo joven colocando las manos en sus bolsillos.- No sabía que te gustaba oir los rumores, Finny.- dijo sonriendo irónicamente.
Kurt solo miraba la escena serio, la verdad es que no sabía qué decir o hacer.
-No sabía que a los nuevos le asignaban un chaperón.- dijo de pronto sacando a Kurt de sus pensamientos. El joven se había acercado al ojiazul y sonreía maliciosamente.- Ah, claro. Como no haberme dado cuenta.- dijo bajando la vista.
-¿Qué cosa?.- dijo Kurt frunciendo el ceño.
-De tu condición, supongo.
Kurt se puso rojo como un tomate, por favor, no aquí, no frente a todo el colegio, por favor, por favor , por favor…
-Cállate.- dijo Finn dándose cuenta de la incomodidad del joven.
El chico solo hizo una mueca y alzó sus hombros.
-¿Acaso es mentira?- y nuevamente dio otro paso acercándose a Kurt.- Diles cariño.
-No te me acerques.- dijo Kurt sacando fuerzas de la nada, porque, o sea él estaba dentro de su burbuja personal; trató de empujar al joven, pero éste le tomó las muñecas con fuerza antes de siquiera tocarlo.
-Hago lo que quiero, dulzura.- dijo apretándolas una vez más. Y Kurt notó que sus dedos eran callosos, probablemente provocados por una guitarra. No por golpes, como quizá el resto podía creer de él…
-Eso te hará muy hombre supongo- resopló Kurt algo enfadado. El resto de los estudiantes soltaron unas vagas risitas.
El joven sonrió alzando sus cejas.
-Sabes jugar, cariño…Pero te advierto una cosa.- dijo el joven y lo aprisionó contra el frio casillero.- Yo también sé jugar.
Finn sacó al joven de encima de Kurt de un manotazo. El joven empuñó sus manos dispuesto a pegarle de vuelta, pero el timbre sonó nuevamente y los profesores saldrían a los pasillos directo a otros salones y podrían verlos. Eso al joven rebelde no le importaba, pero a Finn sí. Y algo que sí hacía, era respetar a su oponente.
-Dejemos esto aquí- dijo caminando en dirección a las escaleras. Rachel suspiró sonoramente.
-¡Ten cuidado, Kurt!.- gritó la chica alzando sus brazos desesperada para luego colocarlos sobre los hombros del chico y lo encaminó a su salón de clases que correspondía. Éste miró por última vez por la escalera, al igual que el joven “Anderson” como Finn lo llamó. No supo si fue su idea, o si simplemente había ocurrido, pero juró haber visto al joven pronunciar: “Kurt” en sus labios secos y rosados.
-¿Cómo se llama?- preguntó Kurt sentado en la galería del campo de futbol junto a Rachel. Ambos estaban almorzando y disfrutando de un rato agradable.
-¿Quién?- dijo Rachel mientras miraba a Finn entrenar con los demás jugadores. La entrenadora Bestie los había amenazado que si no daban 10 vueltas no tendrían el permiso para ir a comer algo.
-Ya sabes, el chico de hoy en la mañana.- soltó Kurt. Rachel se atoró con su sándwich y tuvo que beber un poco de su jugo para poder casi gritarle.
-¡Ya te dije que él no es buena gente, Kurt!
-Pero quiero saber…-dijo Kurt visualizándolo entre el resto del equipo, no llevaba sus piercings, supuso que era debido a que podía lastimarse en un descuido de ponerse mal el casco, o alguna clase de golpe.
-Ah…-suspiró Rachel resignada, parece que su nuevo amigo era muy obstinado.
-Blaine Anderson.- dijo entredientes.
-¿Por qué dices que no es buena gente?.- preguntó mordiendo un trozo de pollo de su ensalada.
-Porque simplemente no lo es, Kurt.- dijo mirándolo seria.- Apenas llegó causó graves problemas.
-¿Qué clase de problemas?.- dijo Kurt al instante, se soprendió a sí mismo al verse tan intrigado en querer saber sobre ese joven. Ese tal Blaine.
-Casi incendió el laboratorio de química…-dijo Rachel.- según Puck, lo único que recuerdan es que la maestra lo había regañado, porque no siguió las indicaciones. Blaine en un arranque de madurez..-agregó Rachel en tono irónico.- le tiró la mezcla de química al delantal de la profesora, falló y cayó sobre una matraz. Generando una semi explosión…fue un caos, la alarma de incendio, los gritos, la tos convulsiva, ojos llorosos, bebés naciendo…
-¿Bebés naciendo?.- dijo Kurt desconcertado.
-Quizá Puck agregó una que otra cosa.- dijo Rachel haciendo un gesto con su mano para luego apoyar su rostro en ella.- Han circulado un montón de rumores, Kurt…rumores que quizás no te imaginarias.
-No creo en los rumores.- dijo Kurt guardando sus cosas en un pequeño bolso para luego sacar una manzana.- Los rumores los crea la gente, generan una mala imagen de alguien, quizá no sea tan malo.
-¿Quizá no sea tan malo? ¿Kurt, de verdad piensas eso?.- dijo Rachel incrédula.-¿Acaso te parece poco la forma en que te trató en el pasillo?
Kurt reflexionó…por poco y le grita a toda la escuela que es homosexual, la verdad es que eso no le agradó, quizás Rachel tenía razón. Un sentimiento de enfado nació en el joven, era verdad, por poco y revela algo demasiado personal para él.
-Quizá tengas razón.- dijo Kurt en un susurró.
-Claro que tengo razón- dijo Rachel asintiendo.
Un silbato sonó haciendo a Kurt salir de sus pensamientos, Rachel sacudió su falda.
-Finn ya terminó, pronto vendrá acá a acompañarnos.- le explicó la joven a Kurt con una sonrisa en el rostro. Kurt no pudo evitar sonreir de vuelta; era notorio a millas que Rachel amaba a Finn muchísimo.
-No sabía que las chicas también venían a ver los entrenamientos.- escuchó Kurt de pronto. Levantó la vista buscando de dónde provenía esa voz. “…las chicas”, esa persona lo había catalogado de mujer ante el resto de los jugadores de fútbol. ¿Ups..?
-Una que se viste anticuada y otra ridícula. ¿Qué peor?.
Varios jugadores comenzaron a reírse. Kurt tuvo que ponerse de pie para ver quién lo decía….Oh.
-¡Métete en tus problemas, Blaine!- le encaró Rachel desde su lugar.
Blaine sonrió y se encaminó a la galería aún con el traje puesto.
-Uy…y sabe gritar fuerte.- dijo alzando una ceja.
-¿Me harías el favor de no gritar a los cuatro vientos mi privacidad?-dijo Kurt pasando por al frente de Rachel, quedando entre ella y Blaine.
-¿Privacidad?, pero si lo estas diciendo a gritos solo con esa ropa puesta.
-Entonces, por favor, sigue tu vida. No te metas en como me visto.
-Ah, también tu tono de voz tan soprano.- dijo con sorna, luego colocó una mano en su cintura imitando al joven ojiazul.- Oh, claro esto también.
Kurt perdió la paciencia y empujó a Blaine con sus manos, pero nuevamente el chico las tomó antes de siquiera tocarlo.
-¿¡Por qué te empeñas en molestarme!?- gritó Kurt mirándolo a los ojos.
Rachel emitió un sonido parecido a un chillido y salió corriendo en dirección a los camarines, probablemente en busca de Finn.
Blaine rió en silencio.
-¿Crees que si yo te hago esto, ellos serán más suaves contigo?.- dijo el joven soltándole las muñecas.
Kurt las tocó unos cuantos segundos para hacer que la circulación volviera. Y luego analizó lo que le había dicho. ¿Más suaves?
-¿A qué te refieres?.- dijo Kurt sin comprender.
Blaine negó con la cabeza mirando el escalón que había bajo ellos.
-No sabes a dónde viniste a caer, Kurt.
“Kurt”. Ése joven lo había llamado por su nombre. Como si nada. Como si se hubiesen presentado antes. Como si fueran amigos. Como si no lo hubiese insultado.
-Creo que sé lo que hago, Blaine.
“Blaine”. Un escalofrío recorrió el cuerpo de joven ojimiel. Hace mucho que no escuchaba que lo llamaran por su nombre.
-Crees.- admitió Blaine negando.- No puedo decirte más, cariño. Solo que no digas que nadie te advirtió.
-Déjame solo. Y no me digas “cariño”.- dijo Kurt haciendo una mueca hasta el punto de arrugar su nariz.
-¿Dulzura?.- dijo Blaine mirándolo por sobre su hombro antes de bajar los escalones.
-¡¡Aaaaagh!!- soltó Kurt nuevamente.
Blaine rió sonoramente. Y Kurt detuvo su berrinche, todo se detuvo, la manzana que traía en su mano cayó por los escalones perdiéndose entre el pasto mal cortado bajo las gradas. El viento no sopló. Era solo un momento de “La risa del chico rebelde y el cerebro derritiéndose de Kurt”.
-Se te notan más las pecas si haces eso.- dijo girando la cabeza por completo caminando a los camarines, esquivando a Rachel y la mirada enfadada de Finn.
¿Qué ocurrió?, Kurt trató de conectar su cerebro a todo lo que circulaba por su cabeza, pero OH.DIOS. no pasaba nada. Lo único que había en su mente era un Kurt desconcertado, un Kurt que de seguro había estado mucho rato al sol para que le salieran pecas pero, no entendía por qué razón el chico que lo estaba tratando así de mal frente a todo el colegio, le había dicho que fuerza cuidadoso y que no sabía dónde se venía a meter y bueno…era verdad. Kurt no lo sabía.
-¡Lo siento Kurt!.- dijo Rachel haciendo una exagerada reverencia.- Pero no puedo irme contigo, tengo ensayo del club Glee hoy. Creo que será extendido, estamos viendo coreografías y…
-Tranquila Rachel, comprendo.- dijo Kurt sonriendo.- Creo que es mejor que me vaya ahora antes de que se me haga tarde y mi papá me regañe.-agregó con una pequeña risa.
-Ok.- dijo Rachel.- ¡Nos vemos mañana!
-¡Claro!.- dijo Kurt despidiéndose con la mano y caminó a la salida.
Kurt sintió que hacía frío, mucho más que el que sintió en la mañana y comenzó a tiritar levemente. Miró al cielo y lo entendió, probablemente llovería. Apresuró el paso por miedo a que empezara a llover antes de llegar a su casa. Ahora se lamentaba no haber venido en su camioneta. “No papá, causaré mucho impresión y no quiero”. Cuánto se odiaba por haber dicho eso esta mañana a Burt en el desayuno.
-¡Hey Lady!- escuchó que le gritaron, claro que entendió que se lo decían a él. Pero…¿Quién?
Se giró y vio un grupo de 3 futbolistas apoyados al lado del basurero.
-¡Ven aquí!-gritó el que estaba a su lado.- ¡Si no vienes por las buenas, te traigo por las malas!.- dijo al ver que Kurt no movía de su lugar.
Kurt no sabía qué hacer, ¿Correr? ¿Gritar? ¿Ir hasta ellos?. Quizá esa última, no era la mejor opción. Optó por la primera, pero fue inútil. Los futbolistas corrieron hasta alcanzarlo y levantarlo del suelo por sus extremidades.
-Suéltenme, ¡No he hecho nada malo!.- gritaba Kurt tratando de zafarse. No le importaba caer al piso y tener que correr nuevamente, porque eso era lo único que tenía en mente. Pero al parecer esos jóvenes no pensaban en soltarlo.
-Ok- dijo el tercer chico.- Seremos claros, homo.
“Homo” resonó en la mente de Kurt. ¿A esto se refería Blaine? ¿A estos tratos?
-No nos gustan ustedes en nuestra escuela.
-Exacto, dijo el chico que le sostenía el brazo izquierdo, así que por favor agarra tus cosas y lárgate de aquí.
-¿¡Eres idiota!?- gritó Kurt enojado.- ¡No me iré por unos homofóbicos como ustedes!
Y esa gota rebalsó el vaso.
Lo único que agradeció Kurt, es que había unas 5 bolsas de basuras que hicieron la caída más suave. No, no se esperaba este recibimiento en su primer día. Los chicos se fueron riendo y dándose palmadas entre ellos. Kurt abrazó sus rodillas y tiriró, pero más fuerte que antes. Sí. Tenía miedo de qué pasaría luego, o mañana o pasado…o quizá el resto del año.
-No quiero decir “te lo dije”, pero…Oh santo Dios, claro que te lo dije.- escuchó Kurt una voz que provenía desde fuera, el ojiazul trató de asomarse por el basurero y lo logró.
-Ah, eres tú.- dijo al ver a Blaine apoyado en la muralla con un cigarro entre sus labios. Kurt se dejó caer nuevamente sobre las bolsas de basura.
-Esperaba un poco más de entusiasmo. De hecho algún regaño hacia mi persona.- dijo Blaine y Kurt pudo escuchar como exhalaba el humo del cigarro.
- ¿Para qué? Si ya mi chaqueta se arruinó.-admitió Kurt observando sus mangas ahora manchadas con quizás qué cosas.
-Te acaban de tirar por un basurero, y estas preocupado de una chaqueta…¿Te haz puesto a pensar si eres normal?.- dijo Blaine lanzado su cigarro sin terminar al piso y lo apagó con su zapatilla.
-Soy normal, tengo sentido de vestir.- dijo Kurt asomándose nuevamente por el basurero y se encontró de frente al chico. Su respiración se cortó por un segundo.
-No creas que esto será rutina.- dijo Blaine tomándolo por debajo de sus hombros y lo sacó del basurero hasta colocarlo fuera.
Kurt se tambaleó extrañado, se apoyó unos cuantos segundos en la fría lata del contenedor.
-¿Y tú me ayudas por…?-dijo Kurt alzando sus cejas.
-¿Qué? ¿Quieres que te tire de vuelta?-dijo Blaine y como si Kurt fuese una pluma, algo que no pesara ni 100 gramos, lo tomó en brazos en dirección a la basura.
-¡No!¡NO!- gritó Kurt pataleando- ¡Esta bien, esta bien, bájame!
Y Blaine lo hizo con una sonrisa en su rostro.
-Pareces una niña pequeña.- dijo Blaine mirándolo.- ¿No traes las típicas muñecas que suele llevar?
Kurt hizo el ademán de querer golpearlo, pero paró en el aire y bajó el brazo mirando el piso.
-¿Qué?¿Ya no me golpeas? ¿Te diste cuenta de lo bueno que soy?.- dijo mostrando sus fornidos brazos a Kurt. El joven de piel amarmolada, ni siquiera los miró.
-No.- dijo susurrando.- No lo haré, porque me ayudaste ahora. Y sería injusto golpearte o discutirte de vuelta. No estaría agradeciendo correctamente.
A Blaine se le vació el pecho. ¿Cómo? ¿Alguien le estaba agradeciendo? ¿A él? Blaine Anderson.
-Debo irme a cambiarme de ropa antes de que mi papá llegue y me vea en este estado.- agregó Kurt mirándose los pantalones.- Tendré en cuenta lo que me dijiste hoy, Blaine.
“Blaine”
-Ve a ponerte tus vestidos y deja de fastidiarme con discursos cursis.- dijo el joven dándose la vuelta y caminando en dirección contraria a la de Kurt, sin rumbo en particular.
Kurt no entendió. ¿Cómo es que fue tan amable y ahora tan distante?
¿Quién es Blaine Anderson?
Capitulo 1: Te lo dije.
Sí. Era un hecho. Kurt Hummel estaba en McKinley…o eso al menos le dijo el director al entregarle el cronograma de sus clases. Las revisó con cuidado, no queriendo equivocarse en su primer día. Le tocaba español, bueno, Kurt adoraba toda clase de idiomas, así que se sintió feliz de que su primera clase fuera algo que le agradara.
Hace años que había vivido en Lima con su padre, había estado en otro colegios, pero…bueno, por ser como era tuvo que cambiarse variadas ocasiones. Por temor, él estaba consciente de que esta quizás no sería la excepción, pero trataría de durar aunque fuera lo que más pudiera. Su padre había tenido un ataque al corazón hace poco, y la verdad es que no quería causarle más problemas, ni menos estresarlo. Así que haría su mejor esfuerzo.
Caminó con cuidado buscando el lugar de su nuevo casillero, daba pasos sin mucha seguridad, vio unas porristas, una chica con un cuerno de unicornio amarrado a su frente, caminando con otra chica morena del brazo. Vio unos cuántos jugadores de fútbol con grandes y abultados trajes verlo con odio. O al menos eso pensó, pero no. No quería creerlo.
Llegó finalmente a su casillero, lo abrió y comenzó a colocar unos cuántos papeles para decorarlo un poco antes de entrar, dejó su bolso dentro, pegó un espejo, y unas cuántas fotos de Wicked, West Side Story, Patty Lupone…
-¡¿Te gusta Wicked?!-escuchó de pronto a su lado.
Kurt miró de dónde provenía la voz, y tuvo que bajar la mirada un poco al darse cuenta que era una chica algo baja, morena, de cabello castaño, y sobretodo una gran sonrisa…
-Sí…- dijo Kurt pestañeando extrañado.
-¡Vaya!, ¡Creo que podremos llevarnos bien!. Soy Rachel Berry.- dijo la joven extendiendo su mano hacia Kurt. El joven la estrechó sonriendo algo nervioso.- ¡La mayoría de las personas aquí no aprecian la buena música de los musicales!.- continuó por explicarle la chica.- ¡No lo comprendo, cómo es que no aprecian todos los sentimientos y la vida y…oh, creo que no sé tu nombre.- dijo al ver la cara de Kurt, algo extrañada.
-Ahh…soy Kurt. Kurt Hummel.- dijo Kurt arreglando ligeramente su cabello.
El timbre sonó de la nada. Debían ir a clases.
-Tengo clase de español.- dijo Kurt cerrando su casillero sin antes sacar su estuche y cuaderno.
-Yo igual. Si quieres puedo llevarte.- dijo Rachel al ver que Kurt miraba el pequeño mapa de la escuela con el ceño fruncido.- Sé dónde queda el salón.- Acto seguido, Rachel guió a Kurt por el pasillo lleno de estudiantes de McKinley, antes de que él pudiera oponerse.
Kurt se sorprendió de que Will Schuester fuera un hombre tan joven para ser profesor, y no pudo evitar sorprenderse aún más cuando Rachel le contó que dirigía el club Glee del colegio. Fue él mismo, quién le sugirió a Rachel presentarle por lo menos a los chicos de dicho club, para que se fuera “adaptando” a esta escuela.
-Bien.- dijo Rachel al salir del salón con Kurt.- Esa morena que vez allá con el chico rubio, es Mercedes, él es Sam.
-Él es…
-No, no es gay.- dijo Rachel interrumpiéndolo.
-Ah.-dijo Kurt sin evitar mostrar un dejo de decepción.
-La del cuerno de unicornio en Brittany, y la joven al lado es Santana.
- Oh…-dijo Kurt asintiendo, no entendía por qué Rachel fue “obligada” a decirle los nombres del resto, pero si así podía conocer algunos alumnos de McKinley, la escucharía.
- La pareja asiática. Mike y Tina. El de silla de ruedas es Artie, el de mohicano Noah Puckerman, pero le decimos Puck…y él es mi novio Finn.- dijo suspirando al verlo.
Kurt lo miró, era un chico alto, más alto que él, y eso que se consideraba alguien de gran altura.
-Hola Rachel.- dijo Finn acercándose dándole un beso en la mejilla. – Oh..Hola…
-Kurt.- dijo el joven sonriendo.
-Soy Finn Hudson.- respondió el joven devolviéndole la sonrisa.- ¿Qué hacen?- agregó viendo a Rachel.
-Ah, le estoy mostrando la escuela a Kurt, y también diciéndole el nombre de los miembros del club Glee.
-Espero que te guste McKinley, Kurt.- dijo el chico rodeando a Rachel por lo hombros.
-Lo espero también…
Y entonces el pasillo quedó en silencio, Kurt no entendió por qué, Rachel de la nada se aferró al brazo de Finn, éste la colocó detrás de sí de manera protectora. El joven ojiazul dirigió la vista a dónde todos miraban. Un joven de chaqueta negra, una polera gris y pantalones ajustados. Se acercaba. Kurt no era de esas personas de juzgar por la apariencia, se había sorprendido mucho antes con tan sólo hacerlo, y no cometería errores. No en su nuevo colegio.
Cuando pasó por al lado de ellos, notó un ligero olor a cigarro, pudo ver que tenía las orejas con unos cuántos piercings, su cabello estaba teñido de verde por ciertos lados, no completamente, era una extraña mezcla. Sus ojos eran mieles, e intrigantes para Kurt. No sintió miedo a pesar de que todo el resto parecía tenerlo. ¿Qué era raro?, es decir, estaba claro que su vestimenta es fuera de lo común al igual que su pelo, pero…
Qué.
Era.
Raro.
El joven paró en seco enfrente de ellos, aún no se volteaba.
-Qué quieres, Anderson.-dijo Finn con voz dura, muy diferente a la que Kurt había escuchado al ser saludado por él.
-No te he hablado siquiera, Hudson.- contestó el joven entredientes. Posó la mirada en él.- Tampoco le haré algo a tu novia si eso quieres saber.- dijo con los ojos entrecerrados en un gesto de desinterés. Y ese joven fijó la vista en Kurt.
El joven de piel blanca, casi tan blanca como el papel, ladeó la cabeza en busca de alguna señal que demostrase algo negativo en el otro joven. No entendía por qué se peleaban o eran tan cortantes entre sí.
-¿Nuevo?.- dijo alzando una ceja.
-Ss…
-Kurt no hables con este…-dijo Finn dando un paso adelante.- No es necesario que te arriesgues.
-¿Arriegarse, Hudson? ¿En serio?.- dijo el joven de cabello ondulado enfrentado a Finn.- Por lo que sé, él es nuevo, y quiero conversar con él.
-No es necesario que lo hagas, ya sabes que nadie se atreve siquiera a mirarte aquí.
Y era cierto, Kurt vigiló el pasillo con algo de disimulo, todos los estudiantes murmuraban mirando la escena de reojo, escondiéndose detrás de sus carpetas o sus libros.
-Con que chismoso.- dijo joven colocando las manos en sus bolsillos.- No sabía que te gustaba oir los rumores, Finny.- dijo sonriendo irónicamente.
Kurt solo miraba la escena serio, la verdad es que no sabía qué decir o hacer.
-No sabía que a los nuevos le asignaban un chaperón.- dijo de pronto sacando a Kurt de sus pensamientos. El joven se había acercado al ojiazul y sonreía maliciosamente.- Ah, claro. Como no haberme dado cuenta.- dijo bajando la vista.
-¿Qué cosa?.- dijo Kurt frunciendo el ceño.
-De tu condición, supongo.
Kurt se puso rojo como un tomate, por favor, no aquí, no frente a todo el colegio, por favor, por favor , por favor…
-Cállate.- dijo Finn dándose cuenta de la incomodidad del joven.
El chico solo hizo una mueca y alzó sus hombros.
-¿Acaso es mentira?- y nuevamente dio otro paso acercándose a Kurt.- Diles cariño.
-No te me acerques.- dijo Kurt sacando fuerzas de la nada, porque, o sea él estaba dentro de su burbuja personal; trató de empujar al joven, pero éste le tomó las muñecas con fuerza antes de siquiera tocarlo.
-Hago lo que quiero, dulzura.- dijo apretándolas una vez más. Y Kurt notó que sus dedos eran callosos, probablemente provocados por una guitarra. No por golpes, como quizá el resto podía creer de él…
-Eso te hará muy hombre supongo- resopló Kurt algo enfadado. El resto de los estudiantes soltaron unas vagas risitas.
El joven sonrió alzando sus cejas.
-Sabes jugar, cariño…Pero te advierto una cosa.- dijo el joven y lo aprisionó contra el frio casillero.- Yo también sé jugar.
Finn sacó al joven de encima de Kurt de un manotazo. El joven empuñó sus manos dispuesto a pegarle de vuelta, pero el timbre sonó nuevamente y los profesores saldrían a los pasillos directo a otros salones y podrían verlos. Eso al joven rebelde no le importaba, pero a Finn sí. Y algo que sí hacía, era respetar a su oponente.
-Dejemos esto aquí- dijo caminando en dirección a las escaleras. Rachel suspiró sonoramente.
-¡Ten cuidado, Kurt!.- gritó la chica alzando sus brazos desesperada para luego colocarlos sobre los hombros del chico y lo encaminó a su salón de clases que correspondía. Éste miró por última vez por la escalera, al igual que el joven “Anderson” como Finn lo llamó. No supo si fue su idea, o si simplemente había ocurrido, pero juró haber visto al joven pronunciar: “Kurt” en sus labios secos y rosados.
-¿Cómo se llama?- preguntó Kurt sentado en la galería del campo de futbol junto a Rachel. Ambos estaban almorzando y disfrutando de un rato agradable.
-¿Quién?- dijo Rachel mientras miraba a Finn entrenar con los demás jugadores. La entrenadora Bestie los había amenazado que si no daban 10 vueltas no tendrían el permiso para ir a comer algo.
-Ya sabes, el chico de hoy en la mañana.- soltó Kurt. Rachel se atoró con su sándwich y tuvo que beber un poco de su jugo para poder casi gritarle.
-¡Ya te dije que él no es buena gente, Kurt!
-Pero quiero saber…-dijo Kurt visualizándolo entre el resto del equipo, no llevaba sus piercings, supuso que era debido a que podía lastimarse en un descuido de ponerse mal el casco, o alguna clase de golpe.
-Ah…-suspiró Rachel resignada, parece que su nuevo amigo era muy obstinado.
-Blaine Anderson.- dijo entredientes.
-¿Por qué dices que no es buena gente?.- preguntó mordiendo un trozo de pollo de su ensalada.
-Porque simplemente no lo es, Kurt.- dijo mirándolo seria.- Apenas llegó causó graves problemas.
-¿Qué clase de problemas?.- dijo Kurt al instante, se soprendió a sí mismo al verse tan intrigado en querer saber sobre ese joven. Ese tal Blaine.
-Casi incendió el laboratorio de química…-dijo Rachel.- según Puck, lo único que recuerdan es que la maestra lo había regañado, porque no siguió las indicaciones. Blaine en un arranque de madurez..-agregó Rachel en tono irónico.- le tiró la mezcla de química al delantal de la profesora, falló y cayó sobre una matraz. Generando una semi explosión…fue un caos, la alarma de incendio, los gritos, la tos convulsiva, ojos llorosos, bebés naciendo…
-¿Bebés naciendo?.- dijo Kurt desconcertado.
-Quizá Puck agregó una que otra cosa.- dijo Rachel haciendo un gesto con su mano para luego apoyar su rostro en ella.- Han circulado un montón de rumores, Kurt…rumores que quizás no te imaginarias.
-No creo en los rumores.- dijo Kurt guardando sus cosas en un pequeño bolso para luego sacar una manzana.- Los rumores los crea la gente, generan una mala imagen de alguien, quizá no sea tan malo.
-¿Quizá no sea tan malo? ¿Kurt, de verdad piensas eso?.- dijo Rachel incrédula.-¿Acaso te parece poco la forma en que te trató en el pasillo?
Kurt reflexionó…por poco y le grita a toda la escuela que es homosexual, la verdad es que eso no le agradó, quizás Rachel tenía razón. Un sentimiento de enfado nació en el joven, era verdad, por poco y revela algo demasiado personal para él.
-Quizá tengas razón.- dijo Kurt en un susurró.
-Claro que tengo razón- dijo Rachel asintiendo.
Un silbato sonó haciendo a Kurt salir de sus pensamientos, Rachel sacudió su falda.
-Finn ya terminó, pronto vendrá acá a acompañarnos.- le explicó la joven a Kurt con una sonrisa en el rostro. Kurt no pudo evitar sonreir de vuelta; era notorio a millas que Rachel amaba a Finn muchísimo.
-No sabía que las chicas también venían a ver los entrenamientos.- escuchó Kurt de pronto. Levantó la vista buscando de dónde provenía esa voz. “…las chicas”, esa persona lo había catalogado de mujer ante el resto de los jugadores de fútbol. ¿Ups..?
-Una que se viste anticuada y otra ridícula. ¿Qué peor?.
Varios jugadores comenzaron a reírse. Kurt tuvo que ponerse de pie para ver quién lo decía….Oh.
-¡Métete en tus problemas, Blaine!- le encaró Rachel desde su lugar.
Blaine sonrió y se encaminó a la galería aún con el traje puesto.
-Uy…y sabe gritar fuerte.- dijo alzando una ceja.
-¿Me harías el favor de no gritar a los cuatro vientos mi privacidad?-dijo Kurt pasando por al frente de Rachel, quedando entre ella y Blaine.
-¿Privacidad?, pero si lo estas diciendo a gritos solo con esa ropa puesta.
-Entonces, por favor, sigue tu vida. No te metas en como me visto.
-Ah, también tu tono de voz tan soprano.- dijo con sorna, luego colocó una mano en su cintura imitando al joven ojiazul.- Oh, claro esto también.
Kurt perdió la paciencia y empujó a Blaine con sus manos, pero nuevamente el chico las tomó antes de siquiera tocarlo.
-¿¡Por qué te empeñas en molestarme!?- gritó Kurt mirándolo a los ojos.
Rachel emitió un sonido parecido a un chillido y salió corriendo en dirección a los camarines, probablemente en busca de Finn.
Blaine rió en silencio.
-¿Crees que si yo te hago esto, ellos serán más suaves contigo?.- dijo el joven soltándole las muñecas.
Kurt las tocó unos cuantos segundos para hacer que la circulación volviera. Y luego analizó lo que le había dicho. ¿Más suaves?
-¿A qué te refieres?.- dijo Kurt sin comprender.
Blaine negó con la cabeza mirando el escalón que había bajo ellos.
-No sabes a dónde viniste a caer, Kurt.
“Kurt”. Ése joven lo había llamado por su nombre. Como si nada. Como si se hubiesen presentado antes. Como si fueran amigos. Como si no lo hubiese insultado.
-Creo que sé lo que hago, Blaine.
“Blaine”. Un escalofrío recorrió el cuerpo de joven ojimiel. Hace mucho que no escuchaba que lo llamaran por su nombre.
-Crees.- admitió Blaine negando.- No puedo decirte más, cariño. Solo que no digas que nadie te advirtió.
-Déjame solo. Y no me digas “cariño”.- dijo Kurt haciendo una mueca hasta el punto de arrugar su nariz.
-¿Dulzura?.- dijo Blaine mirándolo por sobre su hombro antes de bajar los escalones.
-¡¡Aaaaagh!!- soltó Kurt nuevamente.
Blaine rió sonoramente. Y Kurt detuvo su berrinche, todo se detuvo, la manzana que traía en su mano cayó por los escalones perdiéndose entre el pasto mal cortado bajo las gradas. El viento no sopló. Era solo un momento de “La risa del chico rebelde y el cerebro derritiéndose de Kurt”.
-Se te notan más las pecas si haces eso.- dijo girando la cabeza por completo caminando a los camarines, esquivando a Rachel y la mirada enfadada de Finn.
¿Qué ocurrió?, Kurt trató de conectar su cerebro a todo lo que circulaba por su cabeza, pero OH.DIOS. no pasaba nada. Lo único que había en su mente era un Kurt desconcertado, un Kurt que de seguro había estado mucho rato al sol para que le salieran pecas pero, no entendía por qué razón el chico que lo estaba tratando así de mal frente a todo el colegio, le había dicho que fuerza cuidadoso y que no sabía dónde se venía a meter y bueno…era verdad. Kurt no lo sabía.
-¡Lo siento Kurt!.- dijo Rachel haciendo una exagerada reverencia.- Pero no puedo irme contigo, tengo ensayo del club Glee hoy. Creo que será extendido, estamos viendo coreografías y…
-Tranquila Rachel, comprendo.- dijo Kurt sonriendo.- Creo que es mejor que me vaya ahora antes de que se me haga tarde y mi papá me regañe.-agregó con una pequeña risa.
-Ok.- dijo Rachel.- ¡Nos vemos mañana!
-¡Claro!.- dijo Kurt despidiéndose con la mano y caminó a la salida.
Kurt sintió que hacía frío, mucho más que el que sintió en la mañana y comenzó a tiritar levemente. Miró al cielo y lo entendió, probablemente llovería. Apresuró el paso por miedo a que empezara a llover antes de llegar a su casa. Ahora se lamentaba no haber venido en su camioneta. “No papá, causaré mucho impresión y no quiero”. Cuánto se odiaba por haber dicho eso esta mañana a Burt en el desayuno.
-¡Hey Lady!- escuchó que le gritaron, claro que entendió que se lo decían a él. Pero…¿Quién?
Se giró y vio un grupo de 3 futbolistas apoyados al lado del basurero.
-¡Ven aquí!-gritó el que estaba a su lado.- ¡Si no vienes por las buenas, te traigo por las malas!.- dijo al ver que Kurt no movía de su lugar.
Kurt no sabía qué hacer, ¿Correr? ¿Gritar? ¿Ir hasta ellos?. Quizá esa última, no era la mejor opción. Optó por la primera, pero fue inútil. Los futbolistas corrieron hasta alcanzarlo y levantarlo del suelo por sus extremidades.
-Suéltenme, ¡No he hecho nada malo!.- gritaba Kurt tratando de zafarse. No le importaba caer al piso y tener que correr nuevamente, porque eso era lo único que tenía en mente. Pero al parecer esos jóvenes no pensaban en soltarlo.
-Ok- dijo el tercer chico.- Seremos claros, homo.
“Homo” resonó en la mente de Kurt. ¿A esto se refería Blaine? ¿A estos tratos?
-No nos gustan ustedes en nuestra escuela.
-Exacto, dijo el chico que le sostenía el brazo izquierdo, así que por favor agarra tus cosas y lárgate de aquí.
-¿¡Eres idiota!?- gritó Kurt enojado.- ¡No me iré por unos homofóbicos como ustedes!
Y esa gota rebalsó el vaso.
Lo único que agradeció Kurt, es que había unas 5 bolsas de basuras que hicieron la caída más suave. No, no se esperaba este recibimiento en su primer día. Los chicos se fueron riendo y dándose palmadas entre ellos. Kurt abrazó sus rodillas y tiriró, pero más fuerte que antes. Sí. Tenía miedo de qué pasaría luego, o mañana o pasado…o quizá el resto del año.
-No quiero decir “te lo dije”, pero…Oh santo Dios, claro que te lo dije.- escuchó Kurt una voz que provenía desde fuera, el ojiazul trató de asomarse por el basurero y lo logró.
-Ah, eres tú.- dijo al ver a Blaine apoyado en la muralla con un cigarro entre sus labios. Kurt se dejó caer nuevamente sobre las bolsas de basura.
-Esperaba un poco más de entusiasmo. De hecho algún regaño hacia mi persona.- dijo Blaine y Kurt pudo escuchar como exhalaba el humo del cigarro.
- ¿Para qué? Si ya mi chaqueta se arruinó.-admitió Kurt observando sus mangas ahora manchadas con quizás qué cosas.
-Te acaban de tirar por un basurero, y estas preocupado de una chaqueta…¿Te haz puesto a pensar si eres normal?.- dijo Blaine lanzado su cigarro sin terminar al piso y lo apagó con su zapatilla.
-Soy normal, tengo sentido de vestir.- dijo Kurt asomándose nuevamente por el basurero y se encontró de frente al chico. Su respiración se cortó por un segundo.
-No creas que esto será rutina.- dijo Blaine tomándolo por debajo de sus hombros y lo sacó del basurero hasta colocarlo fuera.
Kurt se tambaleó extrañado, se apoyó unos cuantos segundos en la fría lata del contenedor.
-¿Y tú me ayudas por…?-dijo Kurt alzando sus cejas.
-¿Qué? ¿Quieres que te tire de vuelta?-dijo Blaine y como si Kurt fuese una pluma, algo que no pesara ni 100 gramos, lo tomó en brazos en dirección a la basura.
-¡No!¡NO!- gritó Kurt pataleando- ¡Esta bien, esta bien, bájame!
Y Blaine lo hizo con una sonrisa en su rostro.
-Pareces una niña pequeña.- dijo Blaine mirándolo.- ¿No traes las típicas muñecas que suele llevar?
Kurt hizo el ademán de querer golpearlo, pero paró en el aire y bajó el brazo mirando el piso.
-¿Qué?¿Ya no me golpeas? ¿Te diste cuenta de lo bueno que soy?.- dijo mostrando sus fornidos brazos a Kurt. El joven de piel amarmolada, ni siquiera los miró.
-No.- dijo susurrando.- No lo haré, porque me ayudaste ahora. Y sería injusto golpearte o discutirte de vuelta. No estaría agradeciendo correctamente.
A Blaine se le vació el pecho. ¿Cómo? ¿Alguien le estaba agradeciendo? ¿A él? Blaine Anderson.
-Debo irme a cambiarme de ropa antes de que mi papá llegue y me vea en este estado.- agregó Kurt mirándose los pantalones.- Tendré en cuenta lo que me dijiste hoy, Blaine.
“Blaine”
-Ve a ponerte tus vestidos y deja de fastidiarme con discursos cursis.- dijo el joven dándose la vuelta y caminando en dirección contraria a la de Kurt, sin rumbo en particular.
Kurt no entendió. ¿Cómo es que fue tan amable y ahora tan distante?
¿Quién es Blaine Anderson?
Carito_Gleek** - Mensajes : 69
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Edad : 28
Re: You're the one for me. Capitulo 2: Slushies.
waaaaaaaaaaaaaaaaaaaa me encanta blaine de chico malo :D
Mary Alexander********-* - Mensajes : 893
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Re: You're the one for me. Capitulo 2: Slushies.
blaine de Bad Boy jxjx eso me gusta ...seguire tu fic me encanto
klaineforever****** - Mensajes : 308
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Re: You're the one for me. Capitulo 2: Slushies.
me encanta Blaine en actitud mala jjajajaj, continualo
rekanchi********-* - Mensajes : 880
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You're the one for me. Capitulo 2: Slushies.
Capitulo 2: Slushies.
-¿Qué te hicieron qué?.- dijo Rachel cerrando su casillero con fuerza.
-Me tiraron al basurero.- repitió Kurt por segunda vez.
-¿Quieres que les aclare las cosas?.- dijo Finn que estaba detrás de Rachel bebiendo un jugo en caja.
-No, esta bien. No creo que se repita…- murmuró Kurt cerrando también su casillero.- Tenemos clases separadas hoy.- agregó al ver el rostro de desilusión de Rachel.- Pero nos veremos a la hora del almuerzo.- agregó animándola.
La joven sonrió y se tomó del brazo de Finn.
-¡Nos vemos, Kurt!.- agregó perdiéndose entre la gente con su novio.
Kurt sonrió y se fue camino a su clase o por lo menos dónde él creía que estaba el salón. Pero de la nada se sintió prisionado contra el casillero.
-¿¡No te dije que no te queríamos aquí!?.- gritó el chico corpulento que lo tiró al basurero el día anterior.
Al joven se le cortó la respiración, de hecho lo estaba prácticamente ahorcando. Kurt quiso gritar, realmente quería, pero no podía. No podía captar el suficiente aire para poder apenas si quiera hablar. Vio como Blaine pasó por delante de ellos, pero ni siquiera se inmutó, de hecho apenas los miró. ¿No lo iba a ayudar? ¡¿O por lo menos alguien?! Ya no aguantaba, sus rodillas se estaban doblando al piso, por favor, alguien…
-¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAH!!!!!!!!-Escuchó que gritó el futbolista alzando sus manos, Kurt cayó al piso respirando agitadamente, tratando de que su rostro tomara un color natural. ¿Qué pasó?
-¡ME QUEMO! ¡AGUA! ¡AGUA!.- y el joven salió corriendo por el pasillo en dirección al baño, Kurt fijó su vista en frente de él. Aún salía humo del cigarro que estaba botado en el pasillo. ¿Se quemó con eso?...
Ya quedaban pocos alumnos en el pasillo, muchos ignoraron el hecho. ¿Qué acaso en esta escuela nadie piensa?
-Dije que esto no se volvería rutina, pero Oh Dios, tú si que eres molestoso.
Kurt dirigió su vista en la dirección que provenía. Era él.
-¿Tú le lanzaste el cigarrillo?.- preguntó Kurt ya recuperado de casi morir ahorcado.
-Déjemoslo en que no tenía dónde tirarlo.- dijo apoyándose a su lado sobre los casilleros. Se cruzó de brazos.- Debes ir a clases.
-¿Tú igual, no?.- dijo Kurt poniéndose de pie, le quitó las arrugas a su camisa.
-Claro, que no vaya es otra cosa.
-¿Entonces para qué vienes?.- dijo Kurt alzando una ceja y se cruzó de brazos también.- Oh claaaaaaaaro, eres el chico malo de McKinley.
-Y tú la nena nueva.- dijo sonriendo.
-Fastidioso.- dijo Kurt tomando dirección al laboratorio de química. De la nada se sintió perseguido, dio vuelta y se fijó en que Blaine lo seguía.
-¿¡Y por qué me sigues!?.- exclamó con el ceño fruncido.
-No te sigo, estoy caminando por los pasillos de McKinley, como el chico malo que dices que soy.
Kurt resopló indignado ante la actitud del joven. Realmente era molesto.
-Ahí no es el laboratorio.- opinó Blaine mirando de reojo el horario de clases de Kurt.
El castaño pestañeó varias veces extrañado.
-Camina en estas escalera, vas por el pasillo derecho hasta la primera esquina, doblas a la izquierda y ya. El primer salón.- dijo Blaine metiendo las manos en sus bolsillos en busca de cigarros.
-Gracias.- dijo un aún enojado Kurt. Y subió las escaleras rápidamente sin mirar atrás.
Blaine se quedó quieto unos segundos, sacó nuevamente su cajetilla de cigarros y se dio cuenta que estaba vacia. La lanzó sin cuidado a un basurero y siguió caminando. ¿Quién se creía ese chico para tratarlo como se le diera la gana?
******
-Kurt, de verdad me hubieses llamado.- dijo Finn dándole una mordida a sus nuggets de pollo. Estaban en el comedor, al aire libre. Mientras almorzaban amenamente.
-Lo hubiera hecho si hubiera podido respirar.- dijo Kurt riendo con falta de humor.
-Kurt, ¿Por qué no te distraes?. Digo, todos hemos pasado por esto en McKinley, y a mí me encanta cantar es mi forma de expresarme, por ello fui al club Glee y ahí puedo sacarme todo este estrés de encima.- agregó sonriendo Rachel para luego probar su jugo de frutilla.- Además de que me puede servir como un expediente extra en mi biografía en Wikipedia.
-¿Tienes biografía en Wikipedia?.- preguntó Finn desconcertado.
-La estoy escribiendo aún.- dijo Rachel haciendo un gesto con la mano.
-¿Algo así como entrar en algún club?.- interrumpió Kurt ladeando la cabeza.
-¡Sí, es buena idea!.- exclamó Finn.
-No lo sé…no conozco los clubs…
-Yo te los enseño, he estado en la mayoría.- agregó Rachel sonriente.
-Creo que…es mejor saber cuáles son tus gustos Kurt.- dijo Finn haciendo que Rachel bajara de su nube de fantasía.
-Es cierto.- dijo la joven mirándolo.- ¡Dinos!
Kurt se sintió algo cohibido en su asiento, no tenía ningún gusto definido. Es decir, te gustaba cantar, escribir, bailar…
-¡Oh, lo siento!.- exclamó una joven rubia acercándose a recoger la pelota que chocó con el pie de Kurt.- Se la lancé a Santana, pero no la vio.- agregó más para sí misma que para él. Y se marchó trotando.
Kurt la siguió con la mirada, había un montón de chicos con trajes deportivos y la insignia de McKinley.
-¿Cheerios…?.- susurró con el ceño fruncido.
-Ella es Brittany, la chica que llevaba un cuerno de unicornio el otro día.- agregó Rachel al ver lo interesado de Kurt.- Esta con Santana, la chica morena. Quizás las recuerdes.
Kurt asintió sin quitar la vista en el resto de los chicos que entrenaban y bailaban a gusto con lo que hacían…y entonces se le ocurrió.
-¿Hay audiciones para las cheerios?.- dijo Kurt con una sonrisa en el rostro.
Rachel abrió sus ojos y miró a Finn, él estaba mascando su sándwich justo en el momento, así que tragó y le contestó al joven.
-Las inscripciones son esta semana, pero las audiciones comienzan al comienzo de la próxima.
Kurt suspiró, realmente quería comenzar.
-Si lo piensas- dijo Rachel apoyando su rostro en ambas manos.- Eso subiría tu “status”, ya sabes, las cheerios están en la cima de la sociedad escolar… Son los populares.
-¿Populares?.- dijo Kurt alzando una ceja…”¿En qué lugar se encontrará Blaine?” pensó de la nada.
-Mm Mph.- dijo asintiendo.- Si quedas no te molestarían más Kurt.- agregó en un susurró.- Es perfecto.
-Espero quedar.- dijo sonriendo.
-Ve a inscribirte ahora.- dijo Finn.- las listas comienzan a llenarse rápido.
-Oh, ok.- dijo Kurt arreglándose la chaqueta para ponerse de pie y caminar en dirección al pasillo.
Trató de preguntar a algunas personas dónde estaba ése mural que dijo Rachel, pero nadie parecía prestarle atención, era como ni siquiera estuviese ahí. Pero de tanto dar vueltas por fin llegó. Había un lápiz amarrado en una pieza de metal que sostenía las hojas. “Audiciones para las cheerios. Entrenadora Sue Sylvester”, habían varios nombres anotados. La mayoría chicas, tuvo que admitir, Kurt. Pero tomó el lápiz entre sus dedos y escribió su nombre tiritando un poco por la incómoda posición. Sonrió al verlo y se dio vuelta y fue entonces, que la semana comenzó.
Un slushie impactó en su rostro, haciendo que sus ojos se cerraran pidiendo agua, no podía creer que algo ardiera tanto, más que cuando le llegó un poco de su spray por accidente, fue muchísimo más doloroso. Sentía como el líquido mezclado con el hielo recorría su espalda y pecho, comenzó a tiritar por el contacto gélido.
-Esta frío- murmuró Kurt mientras seguía tiritando.
-¡Esto es por lo de la mañana HO-MO!.- escuchó a la lejanía. Seguido de unas cuantas risas y choque de palmas que se alejaron. Trató de sacarse el hielo de sobre sus párpados, pero era inútil, era como limpiar una mancha con otra; no se atrevió a dar un paso si quiera por miedo a resbalarse y hacerse más daño que el que creía tener en sus ojos.
De la nada fue tomado por los hombros y llevado con cuidado por el pasillo, Kurt mantuvo sus manos sobre su rostro, tratando de tener un poco de dignidad al sentir las lágrimas que caían.
-¿Qui-quién es?.- preguntó entre su hipeo y tiriteo en su voz.
Pero la persona no contestó, escuchó la puerta del baño abrirse para luego abrir una llave y sentir que alguien le echaba agua en el rostro ayudándose de un pedazo de toalla nova mojada. Nunca se sintió tan aliviado. Continuó por si sólo, refregando repetidamente sus ojos con sus manos. Aún sentía el frio en su espalda. Una toalla le cubrió la espalda. Y otra cayó sobre su cabeza. Entendió que su acompañante se las pasó para poder secarse.
-Realmente molesto.- escuchó que dijo esa persona. Y entonces supo quién era, nunca deseó no estar llorando en esos momentos, pero no podía. Humillación era un termino que no lograba superar en su vida.
-¿Tú?.- dijo Kurt con la voz quebrada y se secó el rostro mojado tanto por agua y por lágrimas.
-Yop.- dijo Blaine apoyándose en el lavamanos de al lado.
Kurt negó con la cabeza incrédulo, pero las lágrimas caían y caían sin permiso delante de él.
-No entiendo para qué me ayudas tanto.- dijo Kurt escondiendo el rostro en la toalla.
-¿Ayudarte?.- dijo el joven que de la nada se acerceó a Kurt con peligro.- Dejémoslo en acoso personal.
-¿Qu- pero Kurt no siguió hablando al despegar su rostro de la tela áspera, se le cortó la respiración al ver a Blaine tan cerca. Sintió el olor a cigarrillo impregnado en el cuello de su chaqueta, su rostro chocó con cuello ajeno.
La nariz de Blaine rozó su frente suavemente, Kurt se estremeció y apoyó las manos en el pecho del joven para tratar de empujarlo, pero sus manos fueron atrapadas.
-No, esta es mi paga.
-Suéltame ahora.- dijo Kurt amenazante.
-¿Qué me harás?-dijo sonriendo maliciosamente.
-No sabré golpear, pero soy hombre y sé muuuy bien dónde duele.- dijo apretando sus puños.- Si no quieres sentir una patada en tu parte baja, suéltame.
Blaine soltó una sonora carcajada que Kurt no se esperaba. Vió los ojos mieles de Blaine en frente de él, su rostro tenía una sonrisa amena. No de esas que había visto cuando el joven peleaba con Finn, o cuando discutía con él. Esta vez era distinta.
-Tenía razón cuando dije que sabías jugar.- tomó la toalla que Kurt tenía en sus manos y se la pasó por el cabello desordenándolo y parando se vez en cuando para sacar uno que otro trocito de hielo. Kurt se sintió como un niño pequeño, recordó cuando su madre le lavaba el pelo, con cuidado, con cariño y aprecio para luego secárselo con una toalla y finalmente dándole un beso en la frente diciendo que estaba listo y podía salir a jugar. Pero claro…eran los buenos tiempos.
Secó una lágrima rápidamente mientras Blaine seguía secando su pelo, pero detrás de esa siguió otra y otra. Al igual de cómo había llegado, su rostro se bañó nuevamente en lágrimas…
-Eres un bebé.- dijo el joven aún sacando unos pocos trozos de hielo que aún quedaba en medio del pelo de Kurt.
-Tú te crees mucho por haberme sacado de ahí.- dijo Kurt con la mayor valentía que pudo tratando de no sonar tan quebrado.
-Si no lo hubiera hecho, ¿Qué habrías hecho?.- dijo parando de secarle el pelo y mirándolo. Kurt lo miró unos 3 segundos a los ojos, deteniéndose de limpiar su rostro con el dorso de sus manos; Blaine esperaba su respuesta, pero él no sabía qué responderle.- Eso creí.- dijo, y continuó en lo suyo.
-Ya esta bien.- dijo Kurt secándose el rostro por una tercera vez, odiaba verse tan frágil ante una persona y más ante él.
Blaine paró y colocó la toalla sobre el lavamanos mojándola levemente en la punta con un poco de agua y comenzó a pasarla sobre las mejillas de Kurt.
-¿Qué haces?.- dijo Kurt entrecerrando sus ojos ante el contacto.
-Mira no sé nada de belleza, pero escuché en la tele que si no te limpiabas bien se daña el cutis.- Kurt se sonrojó ante la amabilidad de parte de él, por dentro sabía que también era un intento por secar sus lágrimas, lo miró al igual que antes y el joven sonrió como antes.
-Gracias.- dijo Kurt cerrándo sus ojos suavemente ya sin sentir lo fuerte del líquido y los colorantes. Blaine se detuvo un segundo, luego siguió y agregó:
-Claro, como eres una nena supongo que te interesa cuidar tu belleza externa.
Y el altar, el supuesto y ficticio altar que Kurt le construyó se derrumbó.
-Idiota.- dijo arrebatándole la toalla y dejándola a un lado.
-¿Yo soy el idiota?.- dijo alzando una ceja.- Por lo menos no andaré con una camisa toda manchada de azul.
Y Kurt fijó su vista en el espejo, descartando lo desordenado de su cabello, se dio cuenta que su camisa había sufrido las consecuencias del slushie.
-Diablos.- dijo con su mandíbula apretada.
Blaine suspiró.
-Tengo una camiseta, no creo que te guste porque claro, es del “Chico rebelde de McKinley”.- dijo cambiando su voz a una muy chillona en un intento de imitar al ojiazul.
A Kurt no le agradaba tener que deberle tantos favores, pero era eso o resfriarse.
-Ok.- dijo entredientes.- ¿Me la prestas?
-¿Tan fácil crees que te la daré?.- dijo sonriendo y ladeando su cabeza a la vez.
-¿Qué más quieres?.- dijo Kurt algo enfadado.- Primero me vez en uno de mis peores y más humillantes estados, agregale tener que …llorar…en frente de ti, y además, ¡Mi cabello nunca había estado tan desordenado!- exclamó alzando sus manos.
-¿Tanto te molesta que te vean llorar?.- dijo con una voz muy distinta a la anterior.
-Eso no te incumbe.- dijo Kurt frotando sus brazos por el frío.- Por favor, préstame la camiseta y te la traigo mañana lavada y planchada.
-No hace falta que la laves ni menos que la planches, cariño. Sólo tráela de vuelta.- dijo pasando por al lado de Kurt abriendo la puerta.
Y entonces unos pensamientos extraños surgieron en Kurt, ¿Cómo?...¿Cómo es que Blaine parecía tan patético, luego violento, luego dulce y hasta se atrevía a decir tierno?...¿Era eso posible en alguien?
Kurt se la pasó pensando sentado en una silla que sacó detrás del lavabo, abrazandose a si mismo tratando de aguantar el frío. ¿Blaine era alguien normal?, bueno sabía que era catalogado como el rebelde y el más peligroso de la escuela (a pesar de que este era su segundo día), y no se había atrevido a escuchar más de él, porque continuaba con su idea de que “no debía crearse malas primeras impresiones”, ya lo había hecho antes y no le animaba la idea de llevarse una distinta, pero…con Blaine, la primera impresión lo era. Y cambiaba a cada momento en que el otro joven abría su boca para decir algún comentario al azar. ¿Quién es Blaine Anderson? Se cuestionó en su cabeza por segunda vez.
-Toma.- y vió como una camiseta con el logo de “William McKinley High School” estaba estampado con letras azules, la camiseta era gris y mangas largas. Kurt la sostuvo, extrañamente estaba cálida.- La ocupo para luego de mis entrenamientos…¡No esta sucia, lo prometo!.- agregó alzando sus brazos al ver la mirada reprobatoria de Kurt.
-Me cambiaré.- dijo el ojiazul entrando a un baño.
-No voy a sacarte fotos ni violarte, cariño.- dijo Blaine al escuchar el pestillo cerrarse.
-¡Cállate!.- agregó Kurt desbotonando su camisa.-…¿Me pasas la toalla por favor?
-Bi-po-lar.- dijo Blaine demorándose 2 segundos en pronunciar cada sílaba, finalmente pasándole la toalla por arriba de la cabina del baño.
Vio como la camisa quedó sobre la puerta colgando y tomaba la toalla.
-Qué desagradable.- escuchó Blaine, y sonrió de lado.
-Acostumbrate cariño, creo que te ganaste su odio.
-Tú contribuiste, ¿No?.- dijo Kurt colocando la camiseta, las mangas le quedaron cortas, y el resto de la polera estaba ajustada. Supuso que era, porque Blaine era más bajo que él.
-¿Cómo que contribuí?.- dijo fijándose en Kurt saliendo. Y comenzó a reir frenéticamente.
Kurt se sonrojó y apretó sus dientes, para luego pegarle con la toalla en el brazo a Blaine.
-Es que ajaja.- decía Blaine apretando su estómago.- ¡Te que-queda muy pequeña!
Kurt hizo una mueca de disgusto con sus labios.
-Es porque eres un enano.- dijo cruzándose de brazos. Blaine paró de reir mirándolo asesinamente.- ¿No te entretenía molestarme?.- dijo Kurt sonriendo.
-Definitivamente sabes jugar.
Kurt le pasó las toallas a Blaine, el joven se las colgó al hombro y dirigiéndose a la puerta del baño seguido por la mirada del ojiazul.
-Para que sepas, cariño.- dijo dándose vuelta antes de abrir.- Estas toallas son mías.
Blaine salió y Kurt no entendió a qué se refería con eso.
********
-Soy distraído, pero no tanto. ¿Tú que no venías con una camisa hoy?.- dijo Finn mirándolo luego de su última clase. Kurt se había asegurado de esconder la camisa manchada y mojada en su bolso, para luego tapar lo que más podía la camiseta con una chaqueta negra que llevó y que había dejado guardada.
-Tuve un pequeño accidente.- murmuró.
-Y tu cabello esta desordenado.- dijo Rachel mirándolo.- Kurt, ¿Qué ocurrió?
-Nada.- dijo Kurt, pero Rachel insistió con la mirada.- Es solo que…ok, me lanzaron un slushie.
-¿¡Qué!?.- exclamaron los novios a la vez.
-¡Kurt, por qué no avisas!.- exclamó la joven tomándolo de los hombros.-¡Además!....además….-dijo extrañada.- ¿De quién es esa polera?
Kurt se quedó callado y apretó sus labios.
-Creo que la he visto….- dijo Finn entrecerrando sus ojos.- Sí, definitivamente la he visto.
-¿Dónde?.- preguntó Rachel al no obtener respuesta por parte del joven.
-No recuerdo.- dijo finalmente luego de un gran esfuerzo.
Kurt suspiró aliviado.
-Ok Kurt, debo irme al club Glee.- dijo la joven besándole la mejilla despidiéndose.
-Esta bien.- respondió abrazándola.
-Kurt, ahora me toca entrenar para el próximo partido que se viene en 2 semanas. Si quieres te quedas un rato y nos vamos juntos.- dijo sonriendo.
-Claro.- dijo Kurt respondiendo la sonrisa.- Puedo pasar a dejarte en mi camioneta.
-Excelente.- respondió el joven. Y ambos caminaron en dirección al campo de fútbol.
Kurt se ubicó en las galerías mientras que Finn fue a ponerse tu uniforme y salía a trotar. El joven estaba consciente que esto le tomaría a lo menos una hora u hora y media, así que sacó su celular e ingresó a su cuenta de twitter; revisó algunas noticias, hasta que finalmente se fijó en los Trending Tropic, uno logró llamarle la atención “#Memolestaquehayan”…lo copió y pegó en un nuevo tweet “#Memolestaquehayan personas como Blaine Anderson” , lo miró por un segundo, para finalmente borrarlo por completo. Rió fuerte al pensar que quiso twittearlo.
“Shh” escuchó y miró al frente, la entrenadora lo miró y puso su dedo sobre sus labios. Era una mujer grande en varios sentidos, a pesar de tener un aspecto frío y violento, el joven sintió que sus ojos azules eran muy amables.
Kurt asintió rápidamente algo sonrojado y cuando la entrenadora se dio vuelta, tomó una fotografía al campo de fútbol con todos los demás corriendo y lanzando pases. La subió a su cuenta “Acompañando a un amigo en su entrenamiento, ¡Se esta esforzando bastante!”. Enviar.
Sonrió al ver la foto nuevamente, acarició la pantalla levemente para limpiarla y de la nada se escuchó el “catcha” y una nueva foto se hizo notar en su celular. Chasqueó su lengua molestó por haber sido descuidado, pero luego se quedó sorprendido al verla…Apuntaba justo a Blaine lanzando el balón de fútbol, con su cabello teñido de colores verdes, desordenado, sudado…Kurt quiso borrarla, pero algo o más bien alguien lo interrumpió.
-¡Hey homo!.- gritó un chico desde la banca mientras tomaba algo de energizante de su botella.- ¡Esto no es un lugar de exhibiciones!, ¡Ve a sacar fotos a otro lado!
Kurt se sonrojó al instante, apretó el objeto en sus manos y lo bloqueó para guardarlo en su bolsillo finalmente. Escuchó como la entrenadora los regañó y los mandó a dar dos vueltas más alrededor de la cancha.
Miró el cielo y se dio cuenta que al igual que ayer, el día estaba bastante nublado y estaba corriendo algo de viento, se abrazó a si mismo. La camiseta de Blaine se apegaba a su cuerpo y las mangas le quedaban a mitad de brazo, simulando una manga ¾. Estaba agradecido de tener eso y no una camisa llena de trozos de hielo.
Se puso a tararear unas cuantas canciones en voz baja, mientras veía como Finn se esforzaba tanto en su entrenamiento. Si él quedaba en las cheerios, lo animaría con sus mejores piruetas y bailes para el próximo partido, sonrió ante la idea; ver a Rachel en las galerías gritando, Kurt con el uniforme de cheerio viendo como la entrenadora les gritaría y ver como los chicos competían…
-¡Kurt!.- escuchó que Finn le gritó de pronto.- ¡Ya terminamos, esperame unos minutos ya estaré listo!
Kurt no se había dado cuenta que el entrenamiento había finalizado.
-¡Claro!.-gritó de vuelta con una sonrisa.
Se puso de pie y se estiró alzando sus brazos lo más que pudo. De la nada se escuchó un silbido. Era ése mismo chico molestándolo de nuevo. Kurt tomó el borde de la camiseta y la estiró hacia abajo avergonzado, volvió a sentarse rápidamente rojo como nunca, eran esos momentos en los que odiaba ser tan pálido, se notaba mucho más que en otras personas cuando se sonrojaba, lo cuál era muy a menudo.
De la nada se comenzaron a escuchar algunos gritos desde los camarines, no pudo evitar sentir curiosidad y fijó su vista en la parte baja de las escaleras. “¡No puedes salir así!”, “¡Esta loco!”, “¡Déjenlo que haga lo que quiera!” Y ese último grito paró el resto, dejando ver a un Blaine mojado y sin polera salir de los camarines. Kurt abrió sus ojos hasta alzar sus cejas. ¿¡Cómo se le ocurría salir así con este clima!?
-¡Te resfriarás!.- le gritó casi sin pensarlo.- ¡Creí que ocupabas la cabeza!
Blaine se volteó dejando ver su cuerpo trabajado por los arduos entrenamientos, y las jornadas de boxeo solitarias. Kurt apretó sus labios antes de gritar.
-¡Ponte algo!.- y dejar ver su rostro colorado, lo cuál a Blaine le pareció, bueno…lindo.
-Cariño.- dijo lo suficientemente alto para que Kurt lo escuchara a esa distancia.-¿No te dije que las toallas que te pasé eran mías?
Y entonces lo entendió. Blaine mojó sus toallas por secar a Kurt, por cuidarlo. Dejandose a él nada para esto, ni siquiera una polera…la camiseta que llevaba puesta en esos momentos supuso que era lo único que llevaba para estas ocasiones. Se sintió realmente mal y culpable, bajó las escaleras con cuidado de caer, seguido por la mirada de Blaine.
-¿Qué- pero el joven no pudo seguir preguntando. Vió como Kurt se sacó su chaqueta y se la colocó sobre sus hombros…Se quedó sin respiración por un segundo, le chocó el aroma dulce, parecido a la miel que lo envolvió. Nunca se esperó que hiciera algo así.
-Lamento que hayas sacrificado tanto por mí, Blaine. Discúlpame de verdad.- dijo Kurt casi en un susurro.
Blaine sonrió de lado, no una sonrisa de malicia, ni de sorna ni menos de odio. Sino de comprensión…tomó la barbilla de Kurt, el joven tragó sonoramente.
-¿Qué voy a hacer contigo?
Kurt pestañeó repetidas veces nervioso, ¿Qué se supone que tenía que responder?
-Ah…-y entonces la mano de Blaine salió azotada en otra dirección.
-Sal de acá, Anderson.
Blaine lo miró un segundo para luego darles la espalda y salir caminando.
-Mañana intercambiamos pertenencias, dulzura.- dijo caminando despacio.
Kurt puso su mano sobre sus labios, rozándolos, sabía que no lo había besado, sabía que apenas lo había tocado, pero…se sentía débil.
*******
Puso su camisa y la camiseta de Blaine en la lavadora, para poder quitarle la mancha y a la vez su propio aroma a la ropa ajena, sabía que el joven lo molestaría por que “olía a niña” o algo así si no la lavaba.
Se colocó su pijama y entró nuevamente a su cuenta de twitter, se sorprendió al ver que alguien había comentado su foto “@KurtHummel Puedo ver a Finn ahí!!, Buena foto Kurt ☺!” El joven revisó quién era, y una sonrisa se asomo en sus labios. “@RachelBarbra” La siguió de vuelta sin pensarlo. Estuvo así unos minutos más, revisando las fotos de ella y Finn, habían algunas del Club entero, algunas de las cheerios, otras de una joven rubia sonriendo con ternura, el chico del mohicano…Puck si no se equivocaba, el maestro de español, Mr. Schue…y vio que alguien comentó también su foto. “@GoTitans Linda foto, HO-MO” y sus manos temblaron al leer eso… no estaba seguro en el colegio, ahora tampoco estaba seguro en su propia red social favorita. Revisó quién era, vio algunas fotos y se dio cuenta que era el mismo chico que se había burlado de él hoy. “Dave Karofsky”, su cuerpo temblaba, subió sus piernas sobre la silla y las abrazó. Escondió su rostro entre las rodillas ahogando un grito…¿Qué haría ahora?
-¿Qué te hicieron qué?.- dijo Rachel cerrando su casillero con fuerza.
-Me tiraron al basurero.- repitió Kurt por segunda vez.
-¿Quieres que les aclare las cosas?.- dijo Finn que estaba detrás de Rachel bebiendo un jugo en caja.
-No, esta bien. No creo que se repita…- murmuró Kurt cerrando también su casillero.- Tenemos clases separadas hoy.- agregó al ver el rostro de desilusión de Rachel.- Pero nos veremos a la hora del almuerzo.- agregó animándola.
La joven sonrió y se tomó del brazo de Finn.
-¡Nos vemos, Kurt!.- agregó perdiéndose entre la gente con su novio.
Kurt sonrió y se fue camino a su clase o por lo menos dónde él creía que estaba el salón. Pero de la nada se sintió prisionado contra el casillero.
-¿¡No te dije que no te queríamos aquí!?.- gritó el chico corpulento que lo tiró al basurero el día anterior.
Al joven se le cortó la respiración, de hecho lo estaba prácticamente ahorcando. Kurt quiso gritar, realmente quería, pero no podía. No podía captar el suficiente aire para poder apenas si quiera hablar. Vio como Blaine pasó por delante de ellos, pero ni siquiera se inmutó, de hecho apenas los miró. ¿No lo iba a ayudar? ¡¿O por lo menos alguien?! Ya no aguantaba, sus rodillas se estaban doblando al piso, por favor, alguien…
-¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAH!!!!!!!!-Escuchó que gritó el futbolista alzando sus manos, Kurt cayó al piso respirando agitadamente, tratando de que su rostro tomara un color natural. ¿Qué pasó?
-¡ME QUEMO! ¡AGUA! ¡AGUA!.- y el joven salió corriendo por el pasillo en dirección al baño, Kurt fijó su vista en frente de él. Aún salía humo del cigarro que estaba botado en el pasillo. ¿Se quemó con eso?...
Ya quedaban pocos alumnos en el pasillo, muchos ignoraron el hecho. ¿Qué acaso en esta escuela nadie piensa?
-Dije que esto no se volvería rutina, pero Oh Dios, tú si que eres molestoso.
Kurt dirigió su vista en la dirección que provenía. Era él.
-¿Tú le lanzaste el cigarrillo?.- preguntó Kurt ya recuperado de casi morir ahorcado.
-Déjemoslo en que no tenía dónde tirarlo.- dijo apoyándose a su lado sobre los casilleros. Se cruzó de brazos.- Debes ir a clases.
-¿Tú igual, no?.- dijo Kurt poniéndose de pie, le quitó las arrugas a su camisa.
-Claro, que no vaya es otra cosa.
-¿Entonces para qué vienes?.- dijo Kurt alzando una ceja y se cruzó de brazos también.- Oh claaaaaaaaro, eres el chico malo de McKinley.
-Y tú la nena nueva.- dijo sonriendo.
-Fastidioso.- dijo Kurt tomando dirección al laboratorio de química. De la nada se sintió perseguido, dio vuelta y se fijó en que Blaine lo seguía.
-¿¡Y por qué me sigues!?.- exclamó con el ceño fruncido.
-No te sigo, estoy caminando por los pasillos de McKinley, como el chico malo que dices que soy.
Kurt resopló indignado ante la actitud del joven. Realmente era molesto.
-Ahí no es el laboratorio.- opinó Blaine mirando de reojo el horario de clases de Kurt.
El castaño pestañeó varias veces extrañado.
-Camina en estas escalera, vas por el pasillo derecho hasta la primera esquina, doblas a la izquierda y ya. El primer salón.- dijo Blaine metiendo las manos en sus bolsillos en busca de cigarros.
-Gracias.- dijo un aún enojado Kurt. Y subió las escaleras rápidamente sin mirar atrás.
Blaine se quedó quieto unos segundos, sacó nuevamente su cajetilla de cigarros y se dio cuenta que estaba vacia. La lanzó sin cuidado a un basurero y siguió caminando. ¿Quién se creía ese chico para tratarlo como se le diera la gana?
******
-Kurt, de verdad me hubieses llamado.- dijo Finn dándole una mordida a sus nuggets de pollo. Estaban en el comedor, al aire libre. Mientras almorzaban amenamente.
-Lo hubiera hecho si hubiera podido respirar.- dijo Kurt riendo con falta de humor.
-Kurt, ¿Por qué no te distraes?. Digo, todos hemos pasado por esto en McKinley, y a mí me encanta cantar es mi forma de expresarme, por ello fui al club Glee y ahí puedo sacarme todo este estrés de encima.- agregó sonriendo Rachel para luego probar su jugo de frutilla.- Además de que me puede servir como un expediente extra en mi biografía en Wikipedia.
-¿Tienes biografía en Wikipedia?.- preguntó Finn desconcertado.
-La estoy escribiendo aún.- dijo Rachel haciendo un gesto con la mano.
-¿Algo así como entrar en algún club?.- interrumpió Kurt ladeando la cabeza.
-¡Sí, es buena idea!.- exclamó Finn.
-No lo sé…no conozco los clubs…
-Yo te los enseño, he estado en la mayoría.- agregó Rachel sonriente.
-Creo que…es mejor saber cuáles son tus gustos Kurt.- dijo Finn haciendo que Rachel bajara de su nube de fantasía.
-Es cierto.- dijo la joven mirándolo.- ¡Dinos!
Kurt se sintió algo cohibido en su asiento, no tenía ningún gusto definido. Es decir, te gustaba cantar, escribir, bailar…
-¡Oh, lo siento!.- exclamó una joven rubia acercándose a recoger la pelota que chocó con el pie de Kurt.- Se la lancé a Santana, pero no la vio.- agregó más para sí misma que para él. Y se marchó trotando.
Kurt la siguió con la mirada, había un montón de chicos con trajes deportivos y la insignia de McKinley.
-¿Cheerios…?.- susurró con el ceño fruncido.
-Ella es Brittany, la chica que llevaba un cuerno de unicornio el otro día.- agregó Rachel al ver lo interesado de Kurt.- Esta con Santana, la chica morena. Quizás las recuerdes.
Kurt asintió sin quitar la vista en el resto de los chicos que entrenaban y bailaban a gusto con lo que hacían…y entonces se le ocurrió.
-¿Hay audiciones para las cheerios?.- dijo Kurt con una sonrisa en el rostro.
Rachel abrió sus ojos y miró a Finn, él estaba mascando su sándwich justo en el momento, así que tragó y le contestó al joven.
-Las inscripciones son esta semana, pero las audiciones comienzan al comienzo de la próxima.
Kurt suspiró, realmente quería comenzar.
-Si lo piensas- dijo Rachel apoyando su rostro en ambas manos.- Eso subiría tu “status”, ya sabes, las cheerios están en la cima de la sociedad escolar… Son los populares.
-¿Populares?.- dijo Kurt alzando una ceja…”¿En qué lugar se encontrará Blaine?” pensó de la nada.
-Mm Mph.- dijo asintiendo.- Si quedas no te molestarían más Kurt.- agregó en un susurró.- Es perfecto.
-Espero quedar.- dijo sonriendo.
-Ve a inscribirte ahora.- dijo Finn.- las listas comienzan a llenarse rápido.
-Oh, ok.- dijo Kurt arreglándose la chaqueta para ponerse de pie y caminar en dirección al pasillo.
Trató de preguntar a algunas personas dónde estaba ése mural que dijo Rachel, pero nadie parecía prestarle atención, era como ni siquiera estuviese ahí. Pero de tanto dar vueltas por fin llegó. Había un lápiz amarrado en una pieza de metal que sostenía las hojas. “Audiciones para las cheerios. Entrenadora Sue Sylvester”, habían varios nombres anotados. La mayoría chicas, tuvo que admitir, Kurt. Pero tomó el lápiz entre sus dedos y escribió su nombre tiritando un poco por la incómoda posición. Sonrió al verlo y se dio vuelta y fue entonces, que la semana comenzó.
Un slushie impactó en su rostro, haciendo que sus ojos se cerraran pidiendo agua, no podía creer que algo ardiera tanto, más que cuando le llegó un poco de su spray por accidente, fue muchísimo más doloroso. Sentía como el líquido mezclado con el hielo recorría su espalda y pecho, comenzó a tiritar por el contacto gélido.
-Esta frío- murmuró Kurt mientras seguía tiritando.
-¡Esto es por lo de la mañana HO-MO!.- escuchó a la lejanía. Seguido de unas cuantas risas y choque de palmas que se alejaron. Trató de sacarse el hielo de sobre sus párpados, pero era inútil, era como limpiar una mancha con otra; no se atrevió a dar un paso si quiera por miedo a resbalarse y hacerse más daño que el que creía tener en sus ojos.
De la nada fue tomado por los hombros y llevado con cuidado por el pasillo, Kurt mantuvo sus manos sobre su rostro, tratando de tener un poco de dignidad al sentir las lágrimas que caían.
-¿Qui-quién es?.- preguntó entre su hipeo y tiriteo en su voz.
Pero la persona no contestó, escuchó la puerta del baño abrirse para luego abrir una llave y sentir que alguien le echaba agua en el rostro ayudándose de un pedazo de toalla nova mojada. Nunca se sintió tan aliviado. Continuó por si sólo, refregando repetidamente sus ojos con sus manos. Aún sentía el frio en su espalda. Una toalla le cubrió la espalda. Y otra cayó sobre su cabeza. Entendió que su acompañante se las pasó para poder secarse.
-Realmente molesto.- escuchó que dijo esa persona. Y entonces supo quién era, nunca deseó no estar llorando en esos momentos, pero no podía. Humillación era un termino que no lograba superar en su vida.
-¿Tú?.- dijo Kurt con la voz quebrada y se secó el rostro mojado tanto por agua y por lágrimas.
-Yop.- dijo Blaine apoyándose en el lavamanos de al lado.
Kurt negó con la cabeza incrédulo, pero las lágrimas caían y caían sin permiso delante de él.
-No entiendo para qué me ayudas tanto.- dijo Kurt escondiendo el rostro en la toalla.
-¿Ayudarte?.- dijo el joven que de la nada se acerceó a Kurt con peligro.- Dejémoslo en acoso personal.
-¿Qu- pero Kurt no siguió hablando al despegar su rostro de la tela áspera, se le cortó la respiración al ver a Blaine tan cerca. Sintió el olor a cigarrillo impregnado en el cuello de su chaqueta, su rostro chocó con cuello ajeno.
La nariz de Blaine rozó su frente suavemente, Kurt se estremeció y apoyó las manos en el pecho del joven para tratar de empujarlo, pero sus manos fueron atrapadas.
-No, esta es mi paga.
-Suéltame ahora.- dijo Kurt amenazante.
-¿Qué me harás?-dijo sonriendo maliciosamente.
-No sabré golpear, pero soy hombre y sé muuuy bien dónde duele.- dijo apretando sus puños.- Si no quieres sentir una patada en tu parte baja, suéltame.
Blaine soltó una sonora carcajada que Kurt no se esperaba. Vió los ojos mieles de Blaine en frente de él, su rostro tenía una sonrisa amena. No de esas que había visto cuando el joven peleaba con Finn, o cuando discutía con él. Esta vez era distinta.
-Tenía razón cuando dije que sabías jugar.- tomó la toalla que Kurt tenía en sus manos y se la pasó por el cabello desordenándolo y parando se vez en cuando para sacar uno que otro trocito de hielo. Kurt se sintió como un niño pequeño, recordó cuando su madre le lavaba el pelo, con cuidado, con cariño y aprecio para luego secárselo con una toalla y finalmente dándole un beso en la frente diciendo que estaba listo y podía salir a jugar. Pero claro…eran los buenos tiempos.
Secó una lágrima rápidamente mientras Blaine seguía secando su pelo, pero detrás de esa siguió otra y otra. Al igual de cómo había llegado, su rostro se bañó nuevamente en lágrimas…
-Eres un bebé.- dijo el joven aún sacando unos pocos trozos de hielo que aún quedaba en medio del pelo de Kurt.
-Tú te crees mucho por haberme sacado de ahí.- dijo Kurt con la mayor valentía que pudo tratando de no sonar tan quebrado.
-Si no lo hubiera hecho, ¿Qué habrías hecho?.- dijo parando de secarle el pelo y mirándolo. Kurt lo miró unos 3 segundos a los ojos, deteniéndose de limpiar su rostro con el dorso de sus manos; Blaine esperaba su respuesta, pero él no sabía qué responderle.- Eso creí.- dijo, y continuó en lo suyo.
-Ya esta bien.- dijo Kurt secándose el rostro por una tercera vez, odiaba verse tan frágil ante una persona y más ante él.
Blaine paró y colocó la toalla sobre el lavamanos mojándola levemente en la punta con un poco de agua y comenzó a pasarla sobre las mejillas de Kurt.
-¿Qué haces?.- dijo Kurt entrecerrando sus ojos ante el contacto.
-Mira no sé nada de belleza, pero escuché en la tele que si no te limpiabas bien se daña el cutis.- Kurt se sonrojó ante la amabilidad de parte de él, por dentro sabía que también era un intento por secar sus lágrimas, lo miró al igual que antes y el joven sonrió como antes.
-Gracias.- dijo Kurt cerrándo sus ojos suavemente ya sin sentir lo fuerte del líquido y los colorantes. Blaine se detuvo un segundo, luego siguió y agregó:
-Claro, como eres una nena supongo que te interesa cuidar tu belleza externa.
Y el altar, el supuesto y ficticio altar que Kurt le construyó se derrumbó.
-Idiota.- dijo arrebatándole la toalla y dejándola a un lado.
-¿Yo soy el idiota?.- dijo alzando una ceja.- Por lo menos no andaré con una camisa toda manchada de azul.
Y Kurt fijó su vista en el espejo, descartando lo desordenado de su cabello, se dio cuenta que su camisa había sufrido las consecuencias del slushie.
-Diablos.- dijo con su mandíbula apretada.
Blaine suspiró.
-Tengo una camiseta, no creo que te guste porque claro, es del “Chico rebelde de McKinley”.- dijo cambiando su voz a una muy chillona en un intento de imitar al ojiazul.
A Kurt no le agradaba tener que deberle tantos favores, pero era eso o resfriarse.
-Ok.- dijo entredientes.- ¿Me la prestas?
-¿Tan fácil crees que te la daré?.- dijo sonriendo y ladeando su cabeza a la vez.
-¿Qué más quieres?.- dijo Kurt algo enfadado.- Primero me vez en uno de mis peores y más humillantes estados, agregale tener que …llorar…en frente de ti, y además, ¡Mi cabello nunca había estado tan desordenado!- exclamó alzando sus manos.
-¿Tanto te molesta que te vean llorar?.- dijo con una voz muy distinta a la anterior.
-Eso no te incumbe.- dijo Kurt frotando sus brazos por el frío.- Por favor, préstame la camiseta y te la traigo mañana lavada y planchada.
-No hace falta que la laves ni menos que la planches, cariño. Sólo tráela de vuelta.- dijo pasando por al lado de Kurt abriendo la puerta.
Y entonces unos pensamientos extraños surgieron en Kurt, ¿Cómo?...¿Cómo es que Blaine parecía tan patético, luego violento, luego dulce y hasta se atrevía a decir tierno?...¿Era eso posible en alguien?
Kurt se la pasó pensando sentado en una silla que sacó detrás del lavabo, abrazandose a si mismo tratando de aguantar el frío. ¿Blaine era alguien normal?, bueno sabía que era catalogado como el rebelde y el más peligroso de la escuela (a pesar de que este era su segundo día), y no se había atrevido a escuchar más de él, porque continuaba con su idea de que “no debía crearse malas primeras impresiones”, ya lo había hecho antes y no le animaba la idea de llevarse una distinta, pero…con Blaine, la primera impresión lo era. Y cambiaba a cada momento en que el otro joven abría su boca para decir algún comentario al azar. ¿Quién es Blaine Anderson? Se cuestionó en su cabeza por segunda vez.
-Toma.- y vió como una camiseta con el logo de “William McKinley High School” estaba estampado con letras azules, la camiseta era gris y mangas largas. Kurt la sostuvo, extrañamente estaba cálida.- La ocupo para luego de mis entrenamientos…¡No esta sucia, lo prometo!.- agregó alzando sus brazos al ver la mirada reprobatoria de Kurt.
-Me cambiaré.- dijo el ojiazul entrando a un baño.
-No voy a sacarte fotos ni violarte, cariño.- dijo Blaine al escuchar el pestillo cerrarse.
-¡Cállate!.- agregó Kurt desbotonando su camisa.-…¿Me pasas la toalla por favor?
-Bi-po-lar.- dijo Blaine demorándose 2 segundos en pronunciar cada sílaba, finalmente pasándole la toalla por arriba de la cabina del baño.
Vio como la camisa quedó sobre la puerta colgando y tomaba la toalla.
-Qué desagradable.- escuchó Blaine, y sonrió de lado.
-Acostumbrate cariño, creo que te ganaste su odio.
-Tú contribuiste, ¿No?.- dijo Kurt colocando la camiseta, las mangas le quedaron cortas, y el resto de la polera estaba ajustada. Supuso que era, porque Blaine era más bajo que él.
-¿Cómo que contribuí?.- dijo fijándose en Kurt saliendo. Y comenzó a reir frenéticamente.
Kurt se sonrojó y apretó sus dientes, para luego pegarle con la toalla en el brazo a Blaine.
-Es que ajaja.- decía Blaine apretando su estómago.- ¡Te que-queda muy pequeña!
Kurt hizo una mueca de disgusto con sus labios.
-Es porque eres un enano.- dijo cruzándose de brazos. Blaine paró de reir mirándolo asesinamente.- ¿No te entretenía molestarme?.- dijo Kurt sonriendo.
-Definitivamente sabes jugar.
Kurt le pasó las toallas a Blaine, el joven se las colgó al hombro y dirigiéndose a la puerta del baño seguido por la mirada del ojiazul.
-Para que sepas, cariño.- dijo dándose vuelta antes de abrir.- Estas toallas son mías.
Blaine salió y Kurt no entendió a qué se refería con eso.
********
-Soy distraído, pero no tanto. ¿Tú que no venías con una camisa hoy?.- dijo Finn mirándolo luego de su última clase. Kurt se había asegurado de esconder la camisa manchada y mojada en su bolso, para luego tapar lo que más podía la camiseta con una chaqueta negra que llevó y que había dejado guardada.
-Tuve un pequeño accidente.- murmuró.
-Y tu cabello esta desordenado.- dijo Rachel mirándolo.- Kurt, ¿Qué ocurrió?
-Nada.- dijo Kurt, pero Rachel insistió con la mirada.- Es solo que…ok, me lanzaron un slushie.
-¿¡Qué!?.- exclamaron los novios a la vez.
-¡Kurt, por qué no avisas!.- exclamó la joven tomándolo de los hombros.-¡Además!....además….-dijo extrañada.- ¿De quién es esa polera?
Kurt se quedó callado y apretó sus labios.
-Creo que la he visto….- dijo Finn entrecerrando sus ojos.- Sí, definitivamente la he visto.
-¿Dónde?.- preguntó Rachel al no obtener respuesta por parte del joven.
-No recuerdo.- dijo finalmente luego de un gran esfuerzo.
Kurt suspiró aliviado.
-Ok Kurt, debo irme al club Glee.- dijo la joven besándole la mejilla despidiéndose.
-Esta bien.- respondió abrazándola.
-Kurt, ahora me toca entrenar para el próximo partido que se viene en 2 semanas. Si quieres te quedas un rato y nos vamos juntos.- dijo sonriendo.
-Claro.- dijo Kurt respondiendo la sonrisa.- Puedo pasar a dejarte en mi camioneta.
-Excelente.- respondió el joven. Y ambos caminaron en dirección al campo de fútbol.
Kurt se ubicó en las galerías mientras que Finn fue a ponerse tu uniforme y salía a trotar. El joven estaba consciente que esto le tomaría a lo menos una hora u hora y media, así que sacó su celular e ingresó a su cuenta de twitter; revisó algunas noticias, hasta que finalmente se fijó en los Trending Tropic, uno logró llamarle la atención “#Memolestaquehayan”…lo copió y pegó en un nuevo tweet “#Memolestaquehayan personas como Blaine Anderson” , lo miró por un segundo, para finalmente borrarlo por completo. Rió fuerte al pensar que quiso twittearlo.
“Shh” escuchó y miró al frente, la entrenadora lo miró y puso su dedo sobre sus labios. Era una mujer grande en varios sentidos, a pesar de tener un aspecto frío y violento, el joven sintió que sus ojos azules eran muy amables.
Kurt asintió rápidamente algo sonrojado y cuando la entrenadora se dio vuelta, tomó una fotografía al campo de fútbol con todos los demás corriendo y lanzando pases. La subió a su cuenta “Acompañando a un amigo en su entrenamiento, ¡Se esta esforzando bastante!”. Enviar.
Sonrió al ver la foto nuevamente, acarició la pantalla levemente para limpiarla y de la nada se escuchó el “catcha” y una nueva foto se hizo notar en su celular. Chasqueó su lengua molestó por haber sido descuidado, pero luego se quedó sorprendido al verla…Apuntaba justo a Blaine lanzando el balón de fútbol, con su cabello teñido de colores verdes, desordenado, sudado…Kurt quiso borrarla, pero algo o más bien alguien lo interrumpió.
-¡Hey homo!.- gritó un chico desde la banca mientras tomaba algo de energizante de su botella.- ¡Esto no es un lugar de exhibiciones!, ¡Ve a sacar fotos a otro lado!
Kurt se sonrojó al instante, apretó el objeto en sus manos y lo bloqueó para guardarlo en su bolsillo finalmente. Escuchó como la entrenadora los regañó y los mandó a dar dos vueltas más alrededor de la cancha.
Miró el cielo y se dio cuenta que al igual que ayer, el día estaba bastante nublado y estaba corriendo algo de viento, se abrazó a si mismo. La camiseta de Blaine se apegaba a su cuerpo y las mangas le quedaban a mitad de brazo, simulando una manga ¾. Estaba agradecido de tener eso y no una camisa llena de trozos de hielo.
Se puso a tararear unas cuantas canciones en voz baja, mientras veía como Finn se esforzaba tanto en su entrenamiento. Si él quedaba en las cheerios, lo animaría con sus mejores piruetas y bailes para el próximo partido, sonrió ante la idea; ver a Rachel en las galerías gritando, Kurt con el uniforme de cheerio viendo como la entrenadora les gritaría y ver como los chicos competían…
-¡Kurt!.- escuchó que Finn le gritó de pronto.- ¡Ya terminamos, esperame unos minutos ya estaré listo!
Kurt no se había dado cuenta que el entrenamiento había finalizado.
-¡Claro!.-gritó de vuelta con una sonrisa.
Se puso de pie y se estiró alzando sus brazos lo más que pudo. De la nada se escuchó un silbido. Era ése mismo chico molestándolo de nuevo. Kurt tomó el borde de la camiseta y la estiró hacia abajo avergonzado, volvió a sentarse rápidamente rojo como nunca, eran esos momentos en los que odiaba ser tan pálido, se notaba mucho más que en otras personas cuando se sonrojaba, lo cuál era muy a menudo.
De la nada se comenzaron a escuchar algunos gritos desde los camarines, no pudo evitar sentir curiosidad y fijó su vista en la parte baja de las escaleras. “¡No puedes salir así!”, “¡Esta loco!”, “¡Déjenlo que haga lo que quiera!” Y ese último grito paró el resto, dejando ver a un Blaine mojado y sin polera salir de los camarines. Kurt abrió sus ojos hasta alzar sus cejas. ¿¡Cómo se le ocurría salir así con este clima!?
-¡Te resfriarás!.- le gritó casi sin pensarlo.- ¡Creí que ocupabas la cabeza!
Blaine se volteó dejando ver su cuerpo trabajado por los arduos entrenamientos, y las jornadas de boxeo solitarias. Kurt apretó sus labios antes de gritar.
-¡Ponte algo!.- y dejar ver su rostro colorado, lo cuál a Blaine le pareció, bueno…lindo.
-Cariño.- dijo lo suficientemente alto para que Kurt lo escuchara a esa distancia.-¿No te dije que las toallas que te pasé eran mías?
Y entonces lo entendió. Blaine mojó sus toallas por secar a Kurt, por cuidarlo. Dejandose a él nada para esto, ni siquiera una polera…la camiseta que llevaba puesta en esos momentos supuso que era lo único que llevaba para estas ocasiones. Se sintió realmente mal y culpable, bajó las escaleras con cuidado de caer, seguido por la mirada de Blaine.
-¿Qué- pero el joven no pudo seguir preguntando. Vió como Kurt se sacó su chaqueta y se la colocó sobre sus hombros…Se quedó sin respiración por un segundo, le chocó el aroma dulce, parecido a la miel que lo envolvió. Nunca se esperó que hiciera algo así.
-Lamento que hayas sacrificado tanto por mí, Blaine. Discúlpame de verdad.- dijo Kurt casi en un susurro.
Blaine sonrió de lado, no una sonrisa de malicia, ni de sorna ni menos de odio. Sino de comprensión…tomó la barbilla de Kurt, el joven tragó sonoramente.
-¿Qué voy a hacer contigo?
Kurt pestañeó repetidas veces nervioso, ¿Qué se supone que tenía que responder?
-Ah…-y entonces la mano de Blaine salió azotada en otra dirección.
-Sal de acá, Anderson.
Blaine lo miró un segundo para luego darles la espalda y salir caminando.
-Mañana intercambiamos pertenencias, dulzura.- dijo caminando despacio.
Kurt puso su mano sobre sus labios, rozándolos, sabía que no lo había besado, sabía que apenas lo había tocado, pero…se sentía débil.
*******
Puso su camisa y la camiseta de Blaine en la lavadora, para poder quitarle la mancha y a la vez su propio aroma a la ropa ajena, sabía que el joven lo molestaría por que “olía a niña” o algo así si no la lavaba.
Se colocó su pijama y entró nuevamente a su cuenta de twitter, se sorprendió al ver que alguien había comentado su foto “@KurtHummel Puedo ver a Finn ahí!!, Buena foto Kurt ☺!” El joven revisó quién era, y una sonrisa se asomo en sus labios. “@RachelBarbra” La siguió de vuelta sin pensarlo. Estuvo así unos minutos más, revisando las fotos de ella y Finn, habían algunas del Club entero, algunas de las cheerios, otras de una joven rubia sonriendo con ternura, el chico del mohicano…Puck si no se equivocaba, el maestro de español, Mr. Schue…y vio que alguien comentó también su foto. “@GoTitans Linda foto, HO-MO” y sus manos temblaron al leer eso… no estaba seguro en el colegio, ahora tampoco estaba seguro en su propia red social favorita. Revisó quién era, vio algunas fotos y se dio cuenta que era el mismo chico que se había burlado de él hoy. “Dave Karofsky”, su cuerpo temblaba, subió sus piernas sobre la silla y las abrazó. Escondió su rostro entre las rodillas ahogando un grito…¿Qué haría ahora?
Carito_Gleek** - Mensajes : 69
Fecha de inscripción : 05/09/2012
Edad : 28
Re: You're the one for me. Capitulo 2: Slushies.
quieroo leer mas esta interesante...continualo porfa actualiza rapido sip =D cdt estare al tanto
klaineforever****** - Mensajes : 308
Fecha de inscripción : 28/12/2011
Re: You're the one for me. Capitulo 2: Slushies.
este fic relamente me gusta mucho, continualo pronto quiero leer mas.
Ah y una pregunta porque separaste este capitulo del primero?
Ah y una pregunta porque separaste este capitulo del primero?
rekanchi********-* - Mensajes : 880
Fecha de inscripción : 04/10/2012
Edad : 31
Re: You're the one for me. Capitulo 2: Slushies.
waaaaaaaaaaaaaaaaaaa me encanto, quiero mas quiero mas !!!!!!!!!!!!!!!
Mary Alexander********-* - Mensajes : 893
Fecha de inscripción : 14/08/2012
Edad : 26
Re: You're the one for me. Capitulo 2: Slushies.
rekanchi escribió:este fic relamente me gusta mucho, continualo pronto quiero leer mas.
Ah y una pregunta porque separaste este capitulo del primero?
Creo que iré a agregarlo al primero, tuvo que haber sido un error mio!
Carito_Gleek** - Mensajes : 69
Fecha de inscripción : 05/09/2012
Edad : 28
Capitulo 2: Slushies.
Capitulo 2: Slushies.
-¿Qué te hicieron qué?.- dijo Rachel cerrando su casillero con fuerza.
-Me tiraron al basurero.- repitió Kurt por segunda vez.
-¿Quieres que les aclare las cosas?.- dijo Finn que estaba detrás de Rachel bebiendo un jugo en caja.
-No, esta bien. No creo que se repita…- murmuró Kurt cerrando también su casillero.- Tenemos clases separadas hoy.- agregó al ver el rostro de desilusión de Rachel.- Pero nos veremos a la hora del almuerzo.- agregó animándola.
La joven sonrió y se tomó del brazo de Finn.
-¡Nos vemos, Kurt!.- agregó perdiéndose entre la gente con su novio.
Kurt sonrió y se fue camino a su clase o por lo menos dónde él creía que estaba el salón. Pero de la nada se sintió prisionado contra el casillero.
-¿¡No te dije que no te queríamos aquí!?.- gritó el chico corpulento que lo tiró al basurero el día anterior.
Al joven se le cortó la respiración, de hecho lo estaba prácticamente ahorcando. Kurt quiso gritar, realmente quería, pero no podía. No podía captar el suficiente aire para poder apenas si quiera hablar. Vio como Blaine pasó por delante de ellos, pero ni siquiera se inmutó, de hecho apenas los miró. ¿No lo iba a ayudar? ¡¿O por lo menos alguien?! Ya no aguantaba, sus rodillas se estaban doblando al piso, por favor, alguien…
-¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAH!!!!!!!!-Escuchó que gritó el futbolista alzando sus manos, Kurt cayó al piso respirando agitadamente, tratando de que su rostro tomara un color natural. ¿Qué pasó?
-¡ME QUEMO! ¡AGUA! ¡AGUA!.- y el joven salió corriendo por el pasillo en dirección al baño, Kurt fijó su vista en frente de él. Aún salía humo del cigarro que estaba botado en el pasillo. ¿Se quemó con eso?...
Ya quedaban pocos alumnos en el pasillo, muchos ignoraron el hecho. ¿Qué acaso en esta escuela nadie piensa?
-Dije que esto no se volvería rutina, pero Oh Dios, tú si que eres molestoso.
Kurt dirigió su vista en la dirección que provenía. Era él.
-¿Tú le lanzaste el cigarrillo?.- preguntó Kurt ya recuperado de casi morir ahorcado.
-Déjemoslo en que no tenía dónde tirarlo.- dijo apoyándose a su lado sobre los casilleros. Se cruzó de brazos.- Debes ir a clases.
-¿Tú igual, no?.- dijo Kurt poniéndose de pie, le quitó las arrugas a su camisa.
-Claro, que no vaya es otra cosa.
-¿Entonces para qué vienes?.- dijo Kurt alzando una ceja y se cruzó de brazos también.- Oh claaaaaaaaro, eres el chico malo de McKinley.
-Y tú la nena nueva.- dijo sonriendo.
-Fastidioso.- dijo Kurt tomando dirección al laboratorio de química. De la nada se sintió perseguido, dio vuelta y se fijó en que Blaine lo seguía.
-¿¡Y por qué me sigues!?.- exclamó con el ceño fruncido.
-No te sigo, estoy caminando por los pasillos de McKinley, como el chico malo que dices que soy.
Kurt resopló indignado ante la actitud del joven. Realmente era molesto.
-Ahí no es el laboratorio.- opinó Blaine mirando de reojo el horario de clases de Kurt.
El castaño pestañeó varias veces extrañado.
-Camina en estas escalera, vas por el pasillo derecho hasta la primera esquina, doblas a la izquierda y ya. El primer salón.- dijo Blaine metiendo las manos en sus bolsillos en busca de cigarros.
-Gracias.- dijo un aún enojado Kurt. Y subió las escaleras rápidamente sin mirar atrás.
Blaine se quedó quieto unos segundos, sacó nuevamente su cajetilla de cigarros y se dio cuenta que estaba vacia. La lanzó sin cuidado a un basurero y siguió caminando. ¿Quién se creía ese chico para tratarlo como se le diera la gana?
******
-Kurt, de verdad me hubieses llamado.- dijo Finn dándole una mordida a sus nuggets de pollo. Estaban en el comedor, al aire libre. Mientras almorzaban amenamente.
-Lo hubiera hecho si hubiera podido respirar.- dijo Kurt riendo con falta de humor.
-Kurt, ¿Por qué no te distraes?. Digo, todos hemos pasado por esto en McKinley, y a mí me encanta cantar es mi forma de expresarme, por ello fui al club Glee y ahí puedo sacarme todo este estrés de encima.- agregó sonriendo Rachel para luego probar su jugo de frutilla.- Además de que me puede servir como un expediente extra en mi biografía en Wikipedia.
-¿Tienes biografía en Wikipedia?.- preguntó Finn desconcertado.
-La estoy escribiendo aún.- dijo Rachel haciendo un gesto con la mano.
-¿Algo así como entrar en algún club?.- interrumpió Kurt ladeando la cabeza.
-¡Sí, es buena idea!.- exclamó Finn.
-No lo sé…no conozco los clubs…
-Yo te los enseño, he estado en la mayoría.- agregó Rachel sonriente.
-Creo que…es mejor saber cuáles son tus gustos Kurt.- dijo Finn haciendo que Rachel bajara de su nube de fantasía.
-Es cierto.- dijo la joven mirándolo.- ¡Dinos!
Kurt se sintió algo cohibido en su asiento, no tenía ningún gusto definido. Es decir, te gustaba cantar, escribir, bailar…
-¡Oh, lo siento!.- exclamó una joven rubia acercándose a recoger la pelota que chocó con el pie de Kurt.- Se la lancé a Santana, pero no la vio.- agregó más para sí misma que para él. Y se marchó trotando.
Kurt la siguió con la mirada, había un montón de chicos con trajes deportivos y la insignia de McKinley.
-¿Cheerios…?.- susurró con el ceño fruncido.
-Ella es Brittany, la chica que llevaba un cuerno de unicornio el otro día.- agregó Rachel al ver lo interesado de Kurt.- Esta con Santana, la chica morena. Quizás las recuerdes.
Kurt asintió sin quitar la vista en el resto de los chicos que entrenaban y bailaban a gusto con lo que hacían…y entonces se le ocurrió.
-¿Hay audiciones para las cheerios?.- dijo Kurt con una sonrisa en el rostro.
Rachel abrió sus ojos y miró a Finn, él estaba mascando su sándwich justo en el momento, así que tragó y le contestó al joven.
-Las inscripciones son esta semana, pero las audiciones comienzan al comienzo de la próxima.
Kurt suspiró, realmente quería comenzar.
-Si lo piensas- dijo Rachel apoyando su rostro en ambas manos.- Eso subiría tu “status”, ya sabes, las cheerios están en la cima de la sociedad escolar… Son los populares.
-¿Populares?.- dijo Kurt alzando una ceja…”¿En qué lugar se encontrará Blaine?” pensó de la nada.
-Mm Mph.- dijo asintiendo.- Si quedas no te molestarían más Kurt.- agregó en un susurró.- Es perfecto.
-Espero quedar.- dijo sonriendo.
-Ve a inscribirte ahora.- dijo Finn.- las listas comienzan a llenarse rápido.
-Oh, ok.- dijo Kurt arreglándose la chaqueta para ponerse de pie y caminar en dirección al pasillo.
Trató de preguntar a algunas personas dónde estaba ése mural que dijo Rachel, pero nadie parecía prestarle atención, era como ni siquiera estuviese ahí. Pero de tanto dar vueltas por fin llegó. Había un lápiz amarrado en una pieza de metal que sostenía las hojas. “Audiciones para las cheerios. Entrenadora Sue Sylvester”, habían varios nombres anotados. La mayoría chicas, tuvo que admitir, Kurt. Pero tomó el lápiz entre sus dedos y escribió su nombre tiritando un poco por la incómoda posición. Sonrió al verlo y se dio vuelta y fue entonces, que la semana comenzó.
Un slushie impactó en su rostro, haciendo que sus ojos se cerraran pidiendo agua, no podía creer que algo ardiera tanto, más que cuando le llegó un poco de su spray por accidente, fue muchísimo más doloroso. Sentía como el líquido mezclado con el hielo recorría su espalda y pecho, comenzó a tiritar por el contacto gélido.
-Esta frío- murmuró Kurt mientras seguía tiritando.
-¡Esto es por lo de la mañana HO-MO!.- escuchó a la lejanía. Seguido de unas cuantas risas y choque de palmas que se alejaron. Trató de sacarse el hielo de sobre sus párpados, pero era inútil, era como limpiar una mancha con otra; no se atrevió a dar un paso si quiera por miedo a resbalarse y hacerse más daño que el que creía tener en sus ojos.
De la nada fue tomado por los hombros y llevado con cuidado por el pasillo, Kurt mantuvo sus manos sobre su rostro, tratando de tener un poco de dignidad al sentir las lágrimas que caían.
-¿Qui-quién es?.- preguntó entre su hipeo y tiriteo en su voz.
Pero la persona no contestó, escuchó la puerta del baño abrirse para luego abrir una llave y sentir que alguien le echaba agua en el rostro ayudándose de un pedazo de toalla nova mojada. Nunca se sintió tan aliviado. Continuó por si sólo, refregando repetidamente sus ojos con sus manos. Aún sentía el frio en su espalda. Una toalla le cubrió la espalda. Y otra cayó sobre su cabeza. Entendió que su acompañante se las pasó para poder secarse.
-Realmente molesto.- escuchó que dijo esa persona. Y entonces supo quién era, nunca deseó no estar llorando en esos momentos, pero no podía. Humillación era un termino que no lograba superar en su vida.
-¿Tú?.- dijo Kurt con la voz quebrada y se secó el rostro mojado tanto por agua y por lágrimas.
-Yop.- dijo Blaine apoyándose en el lavamanos de al lado.
Kurt negó con la cabeza incrédulo, pero las lágrimas caían y caían sin permiso delante de él.
-No entiendo para qué me ayudas tanto.- dijo Kurt escondiendo el rostro en la toalla.
-¿Ayudarte?.- dijo el joven que de la nada se acerceó a Kurt con peligro.- Dejémoslo en acoso personal.
-¿Qu- pero Kurt no siguió hablando al despegar su rostro de la tela áspera, se le cortó la respiración al ver a Blaine tan cerca. Sintió el olor a cigarrillo impregnado en el cuello de su chaqueta, su rostro chocó con cuello ajeno.
La nariz de Blaine rozó su frente suavemente, Kurt se estremeció y apoyó las manos en el pecho del joven para tratar de empujarlo, pero sus manos fueron atrapadas.
-No, esta es mi paga.
-Suéltame ahora.- dijo Kurt amenazante.
-¿Qué me harás?-dijo sonriendo maliciosamente.
-No sabré golpear, pero soy hombre y sé muuuy bien dónde duele.- dijo apretando sus puños.- Si no quieres sentir una patada en tu parte baja, suéltame.
Blaine soltó una sonora carcajada que Kurt no se esperaba. Vió los ojos mieles de Blaine en frente de él, su rostro tenía una sonrisa amena. No de esas que había visto cuando el joven peleaba con Finn, o cuando discutía con él. Esta vez era distinta.
-Tenía razón cuando dije que sabías jugar.- tomó la toalla que Kurt tenía en sus manos y se la pasó por el cabello desordenándolo y parando se vez en cuando para sacar uno que otro trocito de hielo. Kurt se sintió como un niño pequeño, recordó cuando su madre le lavaba el pelo, con cuidado, con cariño y aprecio para luego secárselo con una toalla y finalmente dándole un beso en la frente diciendo que estaba listo y podía salir a jugar. Pero claro…eran los buenos tiempos.
Secó una lágrima rápidamente mientras Blaine seguía secando su pelo, pero detrás de esa siguió otra y otra. Al igual de cómo había llegado, su rostro se bañó nuevamente en lágrimas…
-Eres un bebé.- dijo el joven aún sacando unos pocos trozos de hielo que aún quedaba en medio del pelo de Kurt.
-Tú te crees mucho por haberme sacado de ahí.- dijo Kurt con la mayor valentía que pudo tratando de no sonar tan quebrado.
-Si no lo hubiera hecho, ¿Qué habrías hecho?.- dijo parando de secarle el pelo y mirándolo. Kurt lo miró unos 3 segundos a los ojos, deteniéndose de limpiar su rostro con el dorso de sus manos; Blaine esperaba su respuesta, pero él no sabía qué responderle.- Eso creí.- dijo, y continuó en lo suyo.
-Ya esta bien.- dijo Kurt secándose el rostro por una tercera vez, odiaba verse tan frágil ante una persona y más ante él.
Blaine paró y colocó la toalla sobre el lavamanos mojándola levemente en la punta con un poco de agua y comenzó a pasarla sobre las mejillas de Kurt.
-¿Qué haces?.- dijo Kurt entrecerrando sus ojos ante el contacto.
-Mira no sé nada de belleza, pero escuché en la tele que si no te limpiabas bien se daña el cutis.- Kurt se sonrojó ante la amabilidad de parte de él, por dentro sabía que también era un intento por secar sus lágrimas, lo miró al igual que antes y el joven sonrió como antes.
-Gracias.- dijo Kurt cerrándo sus ojos suavemente ya sin sentir lo fuerte del líquido y los colorantes. Blaine se detuvo un segundo, luego siguió y agregó:
-Claro, como eres una nena supongo que te interesa cuidar tu belleza externa.
Y el altar, el supuesto y ficticio altar que Kurt le construyó se derrumbó.
-Idiota.- dijo arrebatándole la toalla y dejándola a un lado.
-¿Yo soy el idiota?.- dijo alzando una ceja.- Por lo menos no andaré con una camisa toda manchada de azul.
Y Kurt fijó su vista en el espejo, descartando lo desordenado de su cabello, se dio cuenta que su camisa había sufrido las consecuencias del slushie.
-Diablos.- dijo con su mandíbula apretada.
Blaine suspiró.
-Tengo una camiseta, no creo que te guste porque claro, es del “Chico rebelde de McKinley”.- dijo cambiando su voz a una muy chillona en un intento de imitar al ojiazul.
A Kurt no le agradaba tener que deberle tantos favores, pero era eso o resfriarse.
-Ok.- dijo entredientes.- ¿Me la prestas?
-¿Tan fácil crees que te la daré?.- dijo sonriendo y ladeando su cabeza a la vez.
-¿Qué más quieres?.- dijo Kurt algo enfadado.- Primero me vez en uno de mis peores y más humillantes estados, agregale tener que …llorar…en frente de ti, y además, ¡Mi cabello nunca había estado tan desordenado!- exclamó alzando sus manos.
-¿Tanto te molesta que te vean llorar?.- dijo con una voz muy distinta a la anterior.
-Eso no te incumbe.- dijo Kurt frotando sus brazos por el frío.- Por favor, préstame la camiseta y te la traigo mañana lavada y planchada.
-No hace falta que la laves ni menos que la planches, cariño. Sólo tráela de vuelta.- dijo pasando por al lado de Kurt abriendo la puerta.
Y entonces unos pensamientos extraños surgieron en Kurt, ¿Cómo?...¿Cómo es que Blaine parecía tan patético, luego violento, luego dulce y hasta se atrevía a decir tierno?...¿Era eso posible en alguien?
Kurt se la pasó pensando sentado en una silla que sacó detrás del lavabo, abrazandose a si mismo tratando de aguantar el frío. ¿Blaine era alguien normal?, bueno sabía que era catalogado como el rebelde y el más peligroso de la escuela (a pesar de que este era su segundo día), y no se había atrevido a escuchar más de él, porque continuaba con su idea de que “no debía crearse malas primeras impresiones”, ya lo había hecho antes y no le animaba la idea de llevarse una distinta, pero…con Blaine, la primera impresión lo era. Y cambiaba a cada momento en que el otro joven abría su boca para decir algún comentario al azar. ¿Quién es Blaine Anderson? Se cuestionó en su cabeza por segunda vez.
-Toma.- y vió como una camiseta con el logo de “William McKinley High School” estaba estampado con letras azules, la camiseta era gris y mangas largas. Kurt la sostuvo, extrañamente estaba cálida.- La ocupo para luego de mis entrenamientos…¡No esta sucia, lo prometo!.- agregó alzando sus brazos al ver la mirada reprobatoria de Kurt.
-Me cambiaré.- dijo el ojiazul entrando a un baño.
-No voy a sacarte fotos ni violarte, cariño.- dijo Blaine al escuchar el pestillo cerrarse.
-¡Cállate!.- agregó Kurt desbotonando su camisa.-…¿Me pasas la toalla por favor?
-Bi-po-lar.- dijo Blaine demorándose 2 segundos en pronunciar cada sílaba, finalmente pasándole la toalla por arriba de la cabina del baño.
Vio como la camisa quedó sobre la puerta colgando y tomaba la toalla.
-Qué desagradable.- escuchó Blaine, y sonrió de lado.
-Acostumbrate cariño, creo que te ganaste su odio.
-Tú contribuiste, ¿No?.- dijo Kurt colocando la camiseta, las mangas le quedaron cortas, y el resto de la polera estaba ajustada. Supuso que era, porque Blaine era más bajo que él.
-¿Cómo que contribuí?.- dijo fijándose en Kurt saliendo. Y comenzó a reir frenéticamente.
Kurt se sonrojó y apretó sus dientes, para luego pegarle con la toalla en el brazo a Blaine.
-Es que ajaja.- decía Blaine apretando su estómago.- ¡Te que-queda muy pequeña!
Kurt hizo una mueca de disgusto con sus labios.
-Es porque eres un enano.- dijo cruzándose de brazos. Blaine paró de reir mirándolo asesinamente.- ¿No te entretenía molestarme?.- dijo Kurt sonriendo.
-Definitivamente sabes jugar.
Kurt le pasó las toallas a Blaine, el joven se las colgó al hombro y dirigiéndose a la puerta del baño seguido por la mirada del ojiazul.
-Para que sepas, cariño.- dijo dándose vuelta antes de abrir.- Estas toallas son mías.
Blaine salió y Kurt no entendió a qué se refería con eso.
********
-Soy distraído, pero no tanto. ¿Tú que no venías con una camisa hoy?.- dijo Finn mirándolo luego de su última clase. Kurt se había asegurado de esconder la camisa manchada y mojada en su bolso, para luego tapar lo que más podía la camiseta con una chaqueta negra que llevó y que había dejado guardada.
-Tuve un pequeño accidente.- murmuró.
-Y tu cabello esta desordenado.- dijo Rachel mirándolo.- Kurt, ¿Qué ocurrió?
-Nada.- dijo Kurt, pero Rachel insistió con la mirada.- Es solo que…ok, me lanzaron un slushie.
-¿¡Qué!?.- exclamaron los novios a la vez.
-¡Kurt, por qué no avisas!.- exclamó la joven tomándolo de los hombros.-¡Además!....además….-dijo extrañada.- ¿De quién es esa polera?
Kurt se quedó callado y apretó sus labios.
-Creo que la he visto….- dijo Finn entrecerrando sus ojos.- Sí, definitivamente la he visto.
-¿Dónde?.- preguntó Rachel al no obtener respuesta por parte del joven.
-No recuerdo.- dijo finalmente luego de un gran esfuerzo.
Kurt suspiró aliviado.
-Ok Kurt, debo irme al club Glee.- dijo la joven besándole la mejilla despidiéndose.
-Esta bien.- respondió abrazándola.
-Kurt, ahora me toca entrenar para el próximo partido que se viene en 2 semanas. Si quieres te quedas un rato y nos vamos juntos.- dijo sonriendo.
-Claro.- dijo Kurt respondiendo la sonrisa.- Puedo pasar a dejarte en mi camioneta.
-Excelente.- respondió el joven. Y ambos caminaron en dirección al campo de fútbol.
Kurt se ubicó en las galerías mientras que Finn fue a ponerse tu uniforme y salía a trotar. El joven estaba consciente que esto le tomaría a lo menos una hora u hora y media, así que sacó su celular e ingresó a su cuenta de twitter; revisó algunas noticias, hasta que finalmente se fijó en los Trending Tropic, uno logró llamarle la atención “#Memolestaquehayan”…lo copió y pegó en un nuevo tweet “#Memolestaquehayan personas como Blaine Anderson” , lo miró por un segundo, para finalmente borrarlo por completo. Rió fuerte al pensar que quiso twittearlo.
“Shh” escuchó y miró al frente, la entrenadora lo miró y puso su dedo sobre sus labios. Era una mujer grande en varios sentidos, a pesar de tener un aspecto frío y violento, el joven sintió que sus ojos azules eran muy amables.
Kurt asintió rápidamente algo sonrojado y cuando la entrenadora se dio vuelta, tomó una fotografía al campo de fútbol con todos los demás corriendo y lanzando pases. La subió a su cuenta “Acompañando a un amigo en su entrenamiento, ¡Se esta esforzando bastante!”. Enviar.
Sonrió al ver la foto nuevamente, acarició la pantalla levemente para limpiarla y de la nada se escuchó el “catcha” y una nueva foto se hizo notar en su celular. Chasqueó su lengua molestó por haber sido descuidado, pero luego se quedó sorprendido al verla…Apuntaba justo a Blaine lanzando el balón de fútbol, con su cabello teñido de colores verdes, desordenado, sudado…Kurt quiso borrarla, pero algo o más bien alguien lo interrumpió.
-¡Hey homo!.- gritó un chico desde la banca mientras tomaba algo de energizante de su botella.- ¡Esto no es un lugar de exhibiciones!, ¡Ve a sacar fotos a otro lado!
Kurt se sonrojó al instante, apretó el objeto en sus manos y lo bloqueó para guardarlo en su bolsillo finalmente. Escuchó como la entrenadora los regañó y los mandó a dar dos vueltas más alrededor de la cancha.
Miró el cielo y se dio cuenta que al igual que ayer, el día estaba bastante nublado y estaba corriendo algo de viento, se abrazó a si mismo. La camiseta de Blaine se apegaba a su cuerpo y las mangas le quedaban a mitad de brazo, simulando una manga ¾. Estaba agradecido de tener eso y no una camisa llena de trozos de hielo.
Se puso a tararear unas cuantas canciones en voz baja, mientras veía como Finn se esforzaba tanto en su entrenamiento. Si él quedaba en las cheerios, lo animaría con sus mejores piruetas y bailes para el próximo partido, sonrió ante la idea; ver a Rachel en las galerías gritando, Kurt con el uniforme de cheerio viendo como la entrenadora les gritaría y ver como los chicos competían…
-¡Kurt!.- escuchó que Finn le gritó de pronto.- ¡Ya terminamos, esperame unos minutos ya estaré listo!
Kurt no se había dado cuenta que el entrenamiento había finalizado.
-¡Claro!.-gritó de vuelta con una sonrisa.
Se puso de pie y se estiró alzando sus brazos lo más que pudo. De la nada se escuchó un silbido. Era ése mismo chico molestándolo de nuevo. Kurt tomó el borde de la camiseta y la estiró hacia abajo avergonzado, volvió a sentarse rápidamente rojo como nunca, eran esos momentos en los que odiaba ser tan pálido, se notaba mucho más que en otras personas cuando se sonrojaba, lo cuál era muy a menudo.
De la nada se comenzaron a escuchar algunos gritos desde los camarines, no pudo evitar sentir curiosidad y fijó su vista en la parte baja de las escaleras. “¡No puedes salir así!”, “¡Esta loco!”, “¡Déjenlo que haga lo que quiera!” Y ese último grito paró el resto, dejando ver a un Blaine mojado y sin polera salir de los camarines. Kurt abrió sus ojos hasta alzar sus cejas. ¿¡Cómo se le ocurría salir así con este clima!?
-¡Te resfriarás!.- le gritó casi sin pensarlo.- ¡Creí que ocupabas la cabeza!
Blaine se volteó dejando ver su cuerpo trabajado por los arduos entrenamientos, y las jornadas de boxeo solitarias. Kurt apretó sus labios antes de gritar.
-¡Ponte algo!.- y dejar ver su rostro colorado, lo cuál a Blaine le pareció, bueno…lindo.
-Cariño.- dijo lo suficientemente alto para que Kurt lo escuchara a esa distancia.-¿No te dije que las toallas que te pasé eran mías?
Y entonces lo entendió. Blaine mojó sus toallas por secar a Kurt, por cuidarlo. Dejandose a él nada para esto, ni siquiera una polera…la camiseta que llevaba puesta en esos momentos supuso que era lo único que llevaba para estas ocasiones. Se sintió realmente mal y culpable, bajó las escaleras con cuidado de caer, seguido por la mirada de Blaine.
-¿Qué- pero el joven no pudo seguir preguntando. Vió como Kurt se sacó su chaqueta y se la colocó sobre sus hombros…Se quedó sin respiración por un segundo, le chocó el aroma dulce, parecido a la miel que lo envolvió. Nunca se esperó que hiciera algo así.
-Lamento que hayas sacrificado tanto por mí, Blaine. Discúlpame de verdad.- dijo Kurt casi en un susurro.
Blaine sonrió de lado, no una sonrisa de malicia, ni de sorna ni menos de odio. Sino de comprensión…tomó la barbilla de Kurt, el joven tragó sonoramente.
-¿Qué voy a hacer contigo?
Kurt pestañeó repetidas veces nervioso, ¿Qué se supone que tenía que responder?
-Ah…-y entonces la mano de Blaine salió azotada en otra dirección.
-Sal de acá, Anderson.
Blaine lo miró un segundo para luego darles la espalda y salir caminando.
-Mañana intercambiamos pertenencias, dulzura.- dijo caminando despacio.
Kurt puso su mano sobre sus labios, rozándolos, sabía que no lo había besado, sabía que apenas lo había tocado, pero…se sentía débil.
*******
Puso su camisa y la camiseta de Blaine en la lavadora, para poder quitarle la mancha y a la vez su propio aroma a la ropa ajena, sabía que el joven lo molestaría por que “olía a niña” o algo así si no la lavaba.
Se colocó su pijama y entró nuevamente a su cuenta de twitter, se sorprendió al ver que alguien había comentado su foto “@KurtHummel Puedo ver a Finn ahí!!, Buena foto Kurt ☺!” El joven revisó quién era, y una sonrisa se asomo en sus labios. “@RachelBarbra” La siguió de vuelta sin pensarlo. Estuvo así unos minutos más, revisando las fotos de ella y Finn, habían algunas del Club entero, algunas de las cheerios, otras de una joven rubia sonriendo con ternura, el chico del mohicano…Puck si no se equivocaba, el maestro de español, Mr. Schue…y vio que alguien comentó también su foto. “@GoTitans Linda foto, HO-MO” y sus manos temblaron al leer eso… no estaba seguro en el colegio, ahora tampoco estaba seguro en su propia red social favorita. Revisó quién era, vio algunas fotos y se dio cuenta que era el mismo chico que se había burlado de él hoy. “Dave Karofsky”, su cuerpo temblaba, subió sus piernas sobre la silla y las abrazó. Escondió su rostro entre las rodillas ahogando un grito…¿Qué haría ahora?
***
Esta el capitulo 2 suelto por ahí...así que ignorenlo y sigan la historia aquí!! xD Lo siento, me equivoqué en esto de actualizar..
Saludos!
-¿Qué te hicieron qué?.- dijo Rachel cerrando su casillero con fuerza.
-Me tiraron al basurero.- repitió Kurt por segunda vez.
-¿Quieres que les aclare las cosas?.- dijo Finn que estaba detrás de Rachel bebiendo un jugo en caja.
-No, esta bien. No creo que se repita…- murmuró Kurt cerrando también su casillero.- Tenemos clases separadas hoy.- agregó al ver el rostro de desilusión de Rachel.- Pero nos veremos a la hora del almuerzo.- agregó animándola.
La joven sonrió y se tomó del brazo de Finn.
-¡Nos vemos, Kurt!.- agregó perdiéndose entre la gente con su novio.
Kurt sonrió y se fue camino a su clase o por lo menos dónde él creía que estaba el salón. Pero de la nada se sintió prisionado contra el casillero.
-¿¡No te dije que no te queríamos aquí!?.- gritó el chico corpulento que lo tiró al basurero el día anterior.
Al joven se le cortó la respiración, de hecho lo estaba prácticamente ahorcando. Kurt quiso gritar, realmente quería, pero no podía. No podía captar el suficiente aire para poder apenas si quiera hablar. Vio como Blaine pasó por delante de ellos, pero ni siquiera se inmutó, de hecho apenas los miró. ¿No lo iba a ayudar? ¡¿O por lo menos alguien?! Ya no aguantaba, sus rodillas se estaban doblando al piso, por favor, alguien…
-¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAH!!!!!!!!-Escuchó que gritó el futbolista alzando sus manos, Kurt cayó al piso respirando agitadamente, tratando de que su rostro tomara un color natural. ¿Qué pasó?
-¡ME QUEMO! ¡AGUA! ¡AGUA!.- y el joven salió corriendo por el pasillo en dirección al baño, Kurt fijó su vista en frente de él. Aún salía humo del cigarro que estaba botado en el pasillo. ¿Se quemó con eso?...
Ya quedaban pocos alumnos en el pasillo, muchos ignoraron el hecho. ¿Qué acaso en esta escuela nadie piensa?
-Dije que esto no se volvería rutina, pero Oh Dios, tú si que eres molestoso.
Kurt dirigió su vista en la dirección que provenía. Era él.
-¿Tú le lanzaste el cigarrillo?.- preguntó Kurt ya recuperado de casi morir ahorcado.
-Déjemoslo en que no tenía dónde tirarlo.- dijo apoyándose a su lado sobre los casilleros. Se cruzó de brazos.- Debes ir a clases.
-¿Tú igual, no?.- dijo Kurt poniéndose de pie, le quitó las arrugas a su camisa.
-Claro, que no vaya es otra cosa.
-¿Entonces para qué vienes?.- dijo Kurt alzando una ceja y se cruzó de brazos también.- Oh claaaaaaaaro, eres el chico malo de McKinley.
-Y tú la nena nueva.- dijo sonriendo.
-Fastidioso.- dijo Kurt tomando dirección al laboratorio de química. De la nada se sintió perseguido, dio vuelta y se fijó en que Blaine lo seguía.
-¿¡Y por qué me sigues!?.- exclamó con el ceño fruncido.
-No te sigo, estoy caminando por los pasillos de McKinley, como el chico malo que dices que soy.
Kurt resopló indignado ante la actitud del joven. Realmente era molesto.
-Ahí no es el laboratorio.- opinó Blaine mirando de reojo el horario de clases de Kurt.
El castaño pestañeó varias veces extrañado.
-Camina en estas escalera, vas por el pasillo derecho hasta la primera esquina, doblas a la izquierda y ya. El primer salón.- dijo Blaine metiendo las manos en sus bolsillos en busca de cigarros.
-Gracias.- dijo un aún enojado Kurt. Y subió las escaleras rápidamente sin mirar atrás.
Blaine se quedó quieto unos segundos, sacó nuevamente su cajetilla de cigarros y se dio cuenta que estaba vacia. La lanzó sin cuidado a un basurero y siguió caminando. ¿Quién se creía ese chico para tratarlo como se le diera la gana?
******
-Kurt, de verdad me hubieses llamado.- dijo Finn dándole una mordida a sus nuggets de pollo. Estaban en el comedor, al aire libre. Mientras almorzaban amenamente.
-Lo hubiera hecho si hubiera podido respirar.- dijo Kurt riendo con falta de humor.
-Kurt, ¿Por qué no te distraes?. Digo, todos hemos pasado por esto en McKinley, y a mí me encanta cantar es mi forma de expresarme, por ello fui al club Glee y ahí puedo sacarme todo este estrés de encima.- agregó sonriendo Rachel para luego probar su jugo de frutilla.- Además de que me puede servir como un expediente extra en mi biografía en Wikipedia.
-¿Tienes biografía en Wikipedia?.- preguntó Finn desconcertado.
-La estoy escribiendo aún.- dijo Rachel haciendo un gesto con la mano.
-¿Algo así como entrar en algún club?.- interrumpió Kurt ladeando la cabeza.
-¡Sí, es buena idea!.- exclamó Finn.
-No lo sé…no conozco los clubs…
-Yo te los enseño, he estado en la mayoría.- agregó Rachel sonriente.
-Creo que…es mejor saber cuáles son tus gustos Kurt.- dijo Finn haciendo que Rachel bajara de su nube de fantasía.
-Es cierto.- dijo la joven mirándolo.- ¡Dinos!
Kurt se sintió algo cohibido en su asiento, no tenía ningún gusto definido. Es decir, te gustaba cantar, escribir, bailar…
-¡Oh, lo siento!.- exclamó una joven rubia acercándose a recoger la pelota que chocó con el pie de Kurt.- Se la lancé a Santana, pero no la vio.- agregó más para sí misma que para él. Y se marchó trotando.
Kurt la siguió con la mirada, había un montón de chicos con trajes deportivos y la insignia de McKinley.
-¿Cheerios…?.- susurró con el ceño fruncido.
-Ella es Brittany, la chica que llevaba un cuerno de unicornio el otro día.- agregó Rachel al ver lo interesado de Kurt.- Esta con Santana, la chica morena. Quizás las recuerdes.
Kurt asintió sin quitar la vista en el resto de los chicos que entrenaban y bailaban a gusto con lo que hacían…y entonces se le ocurrió.
-¿Hay audiciones para las cheerios?.- dijo Kurt con una sonrisa en el rostro.
Rachel abrió sus ojos y miró a Finn, él estaba mascando su sándwich justo en el momento, así que tragó y le contestó al joven.
-Las inscripciones son esta semana, pero las audiciones comienzan al comienzo de la próxima.
Kurt suspiró, realmente quería comenzar.
-Si lo piensas- dijo Rachel apoyando su rostro en ambas manos.- Eso subiría tu “status”, ya sabes, las cheerios están en la cima de la sociedad escolar… Son los populares.
-¿Populares?.- dijo Kurt alzando una ceja…”¿En qué lugar se encontrará Blaine?” pensó de la nada.
-Mm Mph.- dijo asintiendo.- Si quedas no te molestarían más Kurt.- agregó en un susurró.- Es perfecto.
-Espero quedar.- dijo sonriendo.
-Ve a inscribirte ahora.- dijo Finn.- las listas comienzan a llenarse rápido.
-Oh, ok.- dijo Kurt arreglándose la chaqueta para ponerse de pie y caminar en dirección al pasillo.
Trató de preguntar a algunas personas dónde estaba ése mural que dijo Rachel, pero nadie parecía prestarle atención, era como ni siquiera estuviese ahí. Pero de tanto dar vueltas por fin llegó. Había un lápiz amarrado en una pieza de metal que sostenía las hojas. “Audiciones para las cheerios. Entrenadora Sue Sylvester”, habían varios nombres anotados. La mayoría chicas, tuvo que admitir, Kurt. Pero tomó el lápiz entre sus dedos y escribió su nombre tiritando un poco por la incómoda posición. Sonrió al verlo y se dio vuelta y fue entonces, que la semana comenzó.
Un slushie impactó en su rostro, haciendo que sus ojos se cerraran pidiendo agua, no podía creer que algo ardiera tanto, más que cuando le llegó un poco de su spray por accidente, fue muchísimo más doloroso. Sentía como el líquido mezclado con el hielo recorría su espalda y pecho, comenzó a tiritar por el contacto gélido.
-Esta frío- murmuró Kurt mientras seguía tiritando.
-¡Esto es por lo de la mañana HO-MO!.- escuchó a la lejanía. Seguido de unas cuantas risas y choque de palmas que se alejaron. Trató de sacarse el hielo de sobre sus párpados, pero era inútil, era como limpiar una mancha con otra; no se atrevió a dar un paso si quiera por miedo a resbalarse y hacerse más daño que el que creía tener en sus ojos.
De la nada fue tomado por los hombros y llevado con cuidado por el pasillo, Kurt mantuvo sus manos sobre su rostro, tratando de tener un poco de dignidad al sentir las lágrimas que caían.
-¿Qui-quién es?.- preguntó entre su hipeo y tiriteo en su voz.
Pero la persona no contestó, escuchó la puerta del baño abrirse para luego abrir una llave y sentir que alguien le echaba agua en el rostro ayudándose de un pedazo de toalla nova mojada. Nunca se sintió tan aliviado. Continuó por si sólo, refregando repetidamente sus ojos con sus manos. Aún sentía el frio en su espalda. Una toalla le cubrió la espalda. Y otra cayó sobre su cabeza. Entendió que su acompañante se las pasó para poder secarse.
-Realmente molesto.- escuchó que dijo esa persona. Y entonces supo quién era, nunca deseó no estar llorando en esos momentos, pero no podía. Humillación era un termino que no lograba superar en su vida.
-¿Tú?.- dijo Kurt con la voz quebrada y se secó el rostro mojado tanto por agua y por lágrimas.
-Yop.- dijo Blaine apoyándose en el lavamanos de al lado.
Kurt negó con la cabeza incrédulo, pero las lágrimas caían y caían sin permiso delante de él.
-No entiendo para qué me ayudas tanto.- dijo Kurt escondiendo el rostro en la toalla.
-¿Ayudarte?.- dijo el joven que de la nada se acerceó a Kurt con peligro.- Dejémoslo en acoso personal.
-¿Qu- pero Kurt no siguió hablando al despegar su rostro de la tela áspera, se le cortó la respiración al ver a Blaine tan cerca. Sintió el olor a cigarrillo impregnado en el cuello de su chaqueta, su rostro chocó con cuello ajeno.
La nariz de Blaine rozó su frente suavemente, Kurt se estremeció y apoyó las manos en el pecho del joven para tratar de empujarlo, pero sus manos fueron atrapadas.
-No, esta es mi paga.
-Suéltame ahora.- dijo Kurt amenazante.
-¿Qué me harás?-dijo sonriendo maliciosamente.
-No sabré golpear, pero soy hombre y sé muuuy bien dónde duele.- dijo apretando sus puños.- Si no quieres sentir una patada en tu parte baja, suéltame.
Blaine soltó una sonora carcajada que Kurt no se esperaba. Vió los ojos mieles de Blaine en frente de él, su rostro tenía una sonrisa amena. No de esas que había visto cuando el joven peleaba con Finn, o cuando discutía con él. Esta vez era distinta.
-Tenía razón cuando dije que sabías jugar.- tomó la toalla que Kurt tenía en sus manos y se la pasó por el cabello desordenándolo y parando se vez en cuando para sacar uno que otro trocito de hielo. Kurt se sintió como un niño pequeño, recordó cuando su madre le lavaba el pelo, con cuidado, con cariño y aprecio para luego secárselo con una toalla y finalmente dándole un beso en la frente diciendo que estaba listo y podía salir a jugar. Pero claro…eran los buenos tiempos.
Secó una lágrima rápidamente mientras Blaine seguía secando su pelo, pero detrás de esa siguió otra y otra. Al igual de cómo había llegado, su rostro se bañó nuevamente en lágrimas…
-Eres un bebé.- dijo el joven aún sacando unos pocos trozos de hielo que aún quedaba en medio del pelo de Kurt.
-Tú te crees mucho por haberme sacado de ahí.- dijo Kurt con la mayor valentía que pudo tratando de no sonar tan quebrado.
-Si no lo hubiera hecho, ¿Qué habrías hecho?.- dijo parando de secarle el pelo y mirándolo. Kurt lo miró unos 3 segundos a los ojos, deteniéndose de limpiar su rostro con el dorso de sus manos; Blaine esperaba su respuesta, pero él no sabía qué responderle.- Eso creí.- dijo, y continuó en lo suyo.
-Ya esta bien.- dijo Kurt secándose el rostro por una tercera vez, odiaba verse tan frágil ante una persona y más ante él.
Blaine paró y colocó la toalla sobre el lavamanos mojándola levemente en la punta con un poco de agua y comenzó a pasarla sobre las mejillas de Kurt.
-¿Qué haces?.- dijo Kurt entrecerrando sus ojos ante el contacto.
-Mira no sé nada de belleza, pero escuché en la tele que si no te limpiabas bien se daña el cutis.- Kurt se sonrojó ante la amabilidad de parte de él, por dentro sabía que también era un intento por secar sus lágrimas, lo miró al igual que antes y el joven sonrió como antes.
-Gracias.- dijo Kurt cerrándo sus ojos suavemente ya sin sentir lo fuerte del líquido y los colorantes. Blaine se detuvo un segundo, luego siguió y agregó:
-Claro, como eres una nena supongo que te interesa cuidar tu belleza externa.
Y el altar, el supuesto y ficticio altar que Kurt le construyó se derrumbó.
-Idiota.- dijo arrebatándole la toalla y dejándola a un lado.
-¿Yo soy el idiota?.- dijo alzando una ceja.- Por lo menos no andaré con una camisa toda manchada de azul.
Y Kurt fijó su vista en el espejo, descartando lo desordenado de su cabello, se dio cuenta que su camisa había sufrido las consecuencias del slushie.
-Diablos.- dijo con su mandíbula apretada.
Blaine suspiró.
-Tengo una camiseta, no creo que te guste porque claro, es del “Chico rebelde de McKinley”.- dijo cambiando su voz a una muy chillona en un intento de imitar al ojiazul.
A Kurt no le agradaba tener que deberle tantos favores, pero era eso o resfriarse.
-Ok.- dijo entredientes.- ¿Me la prestas?
-¿Tan fácil crees que te la daré?.- dijo sonriendo y ladeando su cabeza a la vez.
-¿Qué más quieres?.- dijo Kurt algo enfadado.- Primero me vez en uno de mis peores y más humillantes estados, agregale tener que …llorar…en frente de ti, y además, ¡Mi cabello nunca había estado tan desordenado!- exclamó alzando sus manos.
-¿Tanto te molesta que te vean llorar?.- dijo con una voz muy distinta a la anterior.
-Eso no te incumbe.- dijo Kurt frotando sus brazos por el frío.- Por favor, préstame la camiseta y te la traigo mañana lavada y planchada.
-No hace falta que la laves ni menos que la planches, cariño. Sólo tráela de vuelta.- dijo pasando por al lado de Kurt abriendo la puerta.
Y entonces unos pensamientos extraños surgieron en Kurt, ¿Cómo?...¿Cómo es que Blaine parecía tan patético, luego violento, luego dulce y hasta se atrevía a decir tierno?...¿Era eso posible en alguien?
Kurt se la pasó pensando sentado en una silla que sacó detrás del lavabo, abrazandose a si mismo tratando de aguantar el frío. ¿Blaine era alguien normal?, bueno sabía que era catalogado como el rebelde y el más peligroso de la escuela (a pesar de que este era su segundo día), y no se había atrevido a escuchar más de él, porque continuaba con su idea de que “no debía crearse malas primeras impresiones”, ya lo había hecho antes y no le animaba la idea de llevarse una distinta, pero…con Blaine, la primera impresión lo era. Y cambiaba a cada momento en que el otro joven abría su boca para decir algún comentario al azar. ¿Quién es Blaine Anderson? Se cuestionó en su cabeza por segunda vez.
-Toma.- y vió como una camiseta con el logo de “William McKinley High School” estaba estampado con letras azules, la camiseta era gris y mangas largas. Kurt la sostuvo, extrañamente estaba cálida.- La ocupo para luego de mis entrenamientos…¡No esta sucia, lo prometo!.- agregó alzando sus brazos al ver la mirada reprobatoria de Kurt.
-Me cambiaré.- dijo el ojiazul entrando a un baño.
-No voy a sacarte fotos ni violarte, cariño.- dijo Blaine al escuchar el pestillo cerrarse.
-¡Cállate!.- agregó Kurt desbotonando su camisa.-…¿Me pasas la toalla por favor?
-Bi-po-lar.- dijo Blaine demorándose 2 segundos en pronunciar cada sílaba, finalmente pasándole la toalla por arriba de la cabina del baño.
Vio como la camisa quedó sobre la puerta colgando y tomaba la toalla.
-Qué desagradable.- escuchó Blaine, y sonrió de lado.
-Acostumbrate cariño, creo que te ganaste su odio.
-Tú contribuiste, ¿No?.- dijo Kurt colocando la camiseta, las mangas le quedaron cortas, y el resto de la polera estaba ajustada. Supuso que era, porque Blaine era más bajo que él.
-¿Cómo que contribuí?.- dijo fijándose en Kurt saliendo. Y comenzó a reir frenéticamente.
Kurt se sonrojó y apretó sus dientes, para luego pegarle con la toalla en el brazo a Blaine.
-Es que ajaja.- decía Blaine apretando su estómago.- ¡Te que-queda muy pequeña!
Kurt hizo una mueca de disgusto con sus labios.
-Es porque eres un enano.- dijo cruzándose de brazos. Blaine paró de reir mirándolo asesinamente.- ¿No te entretenía molestarme?.- dijo Kurt sonriendo.
-Definitivamente sabes jugar.
Kurt le pasó las toallas a Blaine, el joven se las colgó al hombro y dirigiéndose a la puerta del baño seguido por la mirada del ojiazul.
-Para que sepas, cariño.- dijo dándose vuelta antes de abrir.- Estas toallas son mías.
Blaine salió y Kurt no entendió a qué se refería con eso.
********
-Soy distraído, pero no tanto. ¿Tú que no venías con una camisa hoy?.- dijo Finn mirándolo luego de su última clase. Kurt se había asegurado de esconder la camisa manchada y mojada en su bolso, para luego tapar lo que más podía la camiseta con una chaqueta negra que llevó y que había dejado guardada.
-Tuve un pequeño accidente.- murmuró.
-Y tu cabello esta desordenado.- dijo Rachel mirándolo.- Kurt, ¿Qué ocurrió?
-Nada.- dijo Kurt, pero Rachel insistió con la mirada.- Es solo que…ok, me lanzaron un slushie.
-¿¡Qué!?.- exclamaron los novios a la vez.
-¡Kurt, por qué no avisas!.- exclamó la joven tomándolo de los hombros.-¡Además!....además….-dijo extrañada.- ¿De quién es esa polera?
Kurt se quedó callado y apretó sus labios.
-Creo que la he visto….- dijo Finn entrecerrando sus ojos.- Sí, definitivamente la he visto.
-¿Dónde?.- preguntó Rachel al no obtener respuesta por parte del joven.
-No recuerdo.- dijo finalmente luego de un gran esfuerzo.
Kurt suspiró aliviado.
-Ok Kurt, debo irme al club Glee.- dijo la joven besándole la mejilla despidiéndose.
-Esta bien.- respondió abrazándola.
-Kurt, ahora me toca entrenar para el próximo partido que se viene en 2 semanas. Si quieres te quedas un rato y nos vamos juntos.- dijo sonriendo.
-Claro.- dijo Kurt respondiendo la sonrisa.- Puedo pasar a dejarte en mi camioneta.
-Excelente.- respondió el joven. Y ambos caminaron en dirección al campo de fútbol.
Kurt se ubicó en las galerías mientras que Finn fue a ponerse tu uniforme y salía a trotar. El joven estaba consciente que esto le tomaría a lo menos una hora u hora y media, así que sacó su celular e ingresó a su cuenta de twitter; revisó algunas noticias, hasta que finalmente se fijó en los Trending Tropic, uno logró llamarle la atención “#Memolestaquehayan”…lo copió y pegó en un nuevo tweet “#Memolestaquehayan personas como Blaine Anderson” , lo miró por un segundo, para finalmente borrarlo por completo. Rió fuerte al pensar que quiso twittearlo.
“Shh” escuchó y miró al frente, la entrenadora lo miró y puso su dedo sobre sus labios. Era una mujer grande en varios sentidos, a pesar de tener un aspecto frío y violento, el joven sintió que sus ojos azules eran muy amables.
Kurt asintió rápidamente algo sonrojado y cuando la entrenadora se dio vuelta, tomó una fotografía al campo de fútbol con todos los demás corriendo y lanzando pases. La subió a su cuenta “Acompañando a un amigo en su entrenamiento, ¡Se esta esforzando bastante!”. Enviar.
Sonrió al ver la foto nuevamente, acarició la pantalla levemente para limpiarla y de la nada se escuchó el “catcha” y una nueva foto se hizo notar en su celular. Chasqueó su lengua molestó por haber sido descuidado, pero luego se quedó sorprendido al verla…Apuntaba justo a Blaine lanzando el balón de fútbol, con su cabello teñido de colores verdes, desordenado, sudado…Kurt quiso borrarla, pero algo o más bien alguien lo interrumpió.
-¡Hey homo!.- gritó un chico desde la banca mientras tomaba algo de energizante de su botella.- ¡Esto no es un lugar de exhibiciones!, ¡Ve a sacar fotos a otro lado!
Kurt se sonrojó al instante, apretó el objeto en sus manos y lo bloqueó para guardarlo en su bolsillo finalmente. Escuchó como la entrenadora los regañó y los mandó a dar dos vueltas más alrededor de la cancha.
Miró el cielo y se dio cuenta que al igual que ayer, el día estaba bastante nublado y estaba corriendo algo de viento, se abrazó a si mismo. La camiseta de Blaine se apegaba a su cuerpo y las mangas le quedaban a mitad de brazo, simulando una manga ¾. Estaba agradecido de tener eso y no una camisa llena de trozos de hielo.
Se puso a tararear unas cuantas canciones en voz baja, mientras veía como Finn se esforzaba tanto en su entrenamiento. Si él quedaba en las cheerios, lo animaría con sus mejores piruetas y bailes para el próximo partido, sonrió ante la idea; ver a Rachel en las galerías gritando, Kurt con el uniforme de cheerio viendo como la entrenadora les gritaría y ver como los chicos competían…
-¡Kurt!.- escuchó que Finn le gritó de pronto.- ¡Ya terminamos, esperame unos minutos ya estaré listo!
Kurt no se había dado cuenta que el entrenamiento había finalizado.
-¡Claro!.-gritó de vuelta con una sonrisa.
Se puso de pie y se estiró alzando sus brazos lo más que pudo. De la nada se escuchó un silbido. Era ése mismo chico molestándolo de nuevo. Kurt tomó el borde de la camiseta y la estiró hacia abajo avergonzado, volvió a sentarse rápidamente rojo como nunca, eran esos momentos en los que odiaba ser tan pálido, se notaba mucho más que en otras personas cuando se sonrojaba, lo cuál era muy a menudo.
De la nada se comenzaron a escuchar algunos gritos desde los camarines, no pudo evitar sentir curiosidad y fijó su vista en la parte baja de las escaleras. “¡No puedes salir así!”, “¡Esta loco!”, “¡Déjenlo que haga lo que quiera!” Y ese último grito paró el resto, dejando ver a un Blaine mojado y sin polera salir de los camarines. Kurt abrió sus ojos hasta alzar sus cejas. ¿¡Cómo se le ocurría salir así con este clima!?
-¡Te resfriarás!.- le gritó casi sin pensarlo.- ¡Creí que ocupabas la cabeza!
Blaine se volteó dejando ver su cuerpo trabajado por los arduos entrenamientos, y las jornadas de boxeo solitarias. Kurt apretó sus labios antes de gritar.
-¡Ponte algo!.- y dejar ver su rostro colorado, lo cuál a Blaine le pareció, bueno…lindo.
-Cariño.- dijo lo suficientemente alto para que Kurt lo escuchara a esa distancia.-¿No te dije que las toallas que te pasé eran mías?
Y entonces lo entendió. Blaine mojó sus toallas por secar a Kurt, por cuidarlo. Dejandose a él nada para esto, ni siquiera una polera…la camiseta que llevaba puesta en esos momentos supuso que era lo único que llevaba para estas ocasiones. Se sintió realmente mal y culpable, bajó las escaleras con cuidado de caer, seguido por la mirada de Blaine.
-¿Qué- pero el joven no pudo seguir preguntando. Vió como Kurt se sacó su chaqueta y se la colocó sobre sus hombros…Se quedó sin respiración por un segundo, le chocó el aroma dulce, parecido a la miel que lo envolvió. Nunca se esperó que hiciera algo así.
-Lamento que hayas sacrificado tanto por mí, Blaine. Discúlpame de verdad.- dijo Kurt casi en un susurro.
Blaine sonrió de lado, no una sonrisa de malicia, ni de sorna ni menos de odio. Sino de comprensión…tomó la barbilla de Kurt, el joven tragó sonoramente.
-¿Qué voy a hacer contigo?
Kurt pestañeó repetidas veces nervioso, ¿Qué se supone que tenía que responder?
-Ah…-y entonces la mano de Blaine salió azotada en otra dirección.
-Sal de acá, Anderson.
Blaine lo miró un segundo para luego darles la espalda y salir caminando.
-Mañana intercambiamos pertenencias, dulzura.- dijo caminando despacio.
Kurt puso su mano sobre sus labios, rozándolos, sabía que no lo había besado, sabía que apenas lo había tocado, pero…se sentía débil.
*******
Puso su camisa y la camiseta de Blaine en la lavadora, para poder quitarle la mancha y a la vez su propio aroma a la ropa ajena, sabía que el joven lo molestaría por que “olía a niña” o algo así si no la lavaba.
Se colocó su pijama y entró nuevamente a su cuenta de twitter, se sorprendió al ver que alguien había comentado su foto “@KurtHummel Puedo ver a Finn ahí!!, Buena foto Kurt ☺!” El joven revisó quién era, y una sonrisa se asomo en sus labios. “@RachelBarbra” La siguió de vuelta sin pensarlo. Estuvo así unos minutos más, revisando las fotos de ella y Finn, habían algunas del Club entero, algunas de las cheerios, otras de una joven rubia sonriendo con ternura, el chico del mohicano…Puck si no se equivocaba, el maestro de español, Mr. Schue…y vio que alguien comentó también su foto. “@GoTitans Linda foto, HO-MO” y sus manos temblaron al leer eso… no estaba seguro en el colegio, ahora tampoco estaba seguro en su propia red social favorita. Revisó quién era, vio algunas fotos y se dio cuenta que era el mismo chico que se había burlado de él hoy. “Dave Karofsky”, su cuerpo temblaba, subió sus piernas sobre la silla y las abrazó. Escondió su rostro entre las rodillas ahogando un grito…¿Qué haría ahora?
***
Esta el capitulo 2 suelto por ahí...así que ignorenlo y sigan la historia aquí!! xD Lo siento, me equivoqué en esto de actualizar..
Saludos!
Carito_Gleek** - Mensajes : 69
Fecha de inscripción : 05/09/2012
Edad : 28
Re: You're the one for me. Capitulo 2: Slushies.
jajjajaj como dije antes me encanto continualo pronto
rekanchi********-* - Mensajes : 880
Fecha de inscripción : 04/10/2012
Edad : 31
Re: You're the one for me. Capitulo 2: Slushies.
esta demasiado genial este fic me encanta gracias por escribir
Kenigal********-*- - Mensajes : 1009
Fecha de inscripción : 15/12/2011
Edad : 34
Re: You're the one for me. Capitulo 2: Slushies.
Amo la historia, a Blaine de chico malo! Le va muy bien ACTUALIZA PRONTO PORFAVOR NO PUEDO ESPERAR!!
SofiaLissette* - Mensajes : 36
Fecha de inscripción : 09/02/2013
Edad : 30
Re: You're the one for me. Capitulo 2: Slushies.
QUIERO MATAR A DAVE es un maldito lo odio como se atreve a hacer eso a kurt
es hermoso ACTUALIZA
es hermoso ACTUALIZA
linaklaine********- - Mensajes : 738
Fecha de inscripción : 31/07/2012
Re: You're the one for me. Capitulo 2: Slushies.
!Revisa Aqui!!!!
Gracias
Equipo Moderadores de Zona Fan Fics
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Emy_Rodriguez Groff- -
Mensajes : 1446
Fecha de inscripción : 25/05/2011
Edad : 43
Re: You're the one for me. Capitulo 2: Slushies.
Emy_Rodriguez Groff- -
Mensajes : 1446
Fecha de inscripción : 25/05/2011
Edad : 43
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Dom Oct 06, 2019 8:40 am por mystic
» brittana. amor y hierro capitulo 10
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Jue Ago 08, 2019 4:33 am por monica.santander
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