La fuerza de una Pasion. Capitulo 1

Hola! Soy Maru y bueno es mi primer fic... es una adaptacion por lo tanto espero que disfruten leyendo tanto como yo disfruto escribiendo. Aguardo sus comentarios!







-¿Qué estilo
prefiere Señorita Pierce? ¿Le gustaría una mujer rubia o morena? ¿Alta o de
mediana estatura?- La mujer usaba un tono de lo más práctico, como si
estuvieran hablando de un plato que había de servirse en una cena, en lugar de
tratarse de una mujer de alquiler para aquella noche.


Mercedes Jones tomo un pequeño lápiz dorado
y un diminuto cuaderno que estaba sobre la mesa y la miro expectante, sus preguntas hicieron que
Brittany se encogiese, noto que se le inflamaban las mejillas hasta sentirlas
arder y se preguntó si eso era lo que les ocurría a los hombres cuando visitaban por
primera vez un burdel.


-No tengo un
estilo preferido – contesto Brittany mortificada aunque decidida – me fio de su
criterio, simplemente envíeme a alguien la noche de mi cumpleaños, dentro de
una semana a partir de hoy.


-¿Cómo un
regalo para sí misma…? ¡Qué idea tan deliciosa! – Observo a Brittany con una
sonrisa – Señorita Pierce ¿Me permite la indiscreción de preguntarle si es usted
virgen?


-¿Por qué desea
saberlo? – replico Brittany, cautelosa.


La Señora Jones enarco una de sus
cejas perfectamente depiladas en un gesto divertido.


-Si de verdad está
dispuesta a fiarse de mi criterio, Señorita Pierce, debo conocer los detalles
de su situación. No es habitual que una mujer como usted acuda a mi
establecimiento.


-Muy bien –
Brittany respiro hondo y hablo a toda prisa, impulsada por algo similar a la desesperación,
en lugar del buen juicio del que siempre se había enorgullecido. Estoy soltera,
Señora Jones, dentro de una semana cumpliré treinta años y si aún soy virgen…- tropezó
con aquella palabra para proseguir acto seguido con tono resuelto – pero eso no
quiere decir que tenga que seguir siéndolo. He acudido a usted porque de todos
es sabido que es capaz de proporcionar cualquier cosa que le solicite un
cliente. Ya sé que debe resultar sorprendente que venga aquí una mujer como yo…


-Querida – interrumpió
la Señora Jones con una suave sonrisa – Hace mucho que me paso la época en la
que yo era capaz de sorprenderme por algo. Vera creo que entiendo muy bien su
dilema y desde luego procurare darle una solución que sea de su agrado. Dígame
¿tiene alguna preferencia en cuanto a la edad y al aspecto físico? ¿Algo que le
guste o disguste en particular?


-Preferiría a
una mujer joven, pero no más que yo; que no sea demasiado vieja y en lo posible
me gustaría que sea guapa, que no resulte desagradable a la vista usted me
entiende…


El lápiz garabateaba a toda prisa
sobre el cuaderno.


-No creo que eso resulte un problema- repuso la señora
Jones con una centellante chispa en sus bonitos ojos negros, sospechosamente
parecida a la risa.


-También debo
insistir en la discreción- dijo Brittany
en tono tajante- Si llega a descubrirse lo que he hecho….


-Querida- dijo Mercedes adoptando una postura más cómoda
en el sofá- ¿Qué cree usted que sería de mi negocio si consintiera que se
violase la intimidad de mis clientes? Su secreto está a salvo conmigo Señorita
Pierce.


-Gracias – respondió
Brittany, invadida en partes iguales por el alivio y el terror; y también por la terrible sospecha de que
estaba cometiendo el error más grave de toda su vida.

jajajaja haber como reacciona Britt cuando le envien a alguien. El fic esta bien por ahora

Wao si es quien creo va a star muy contenta Britt jejejej

Me gusto mucho el comienzo continualo te ganaste una fiel lectora quiero saber si esa chica regalo de cumpleaños es santana o no jejeje besos

Hola Maru! Que prologo mas interesante! Me quede con mucha intriga!
Que regalo de cumpleaños eligió Britt ehh...espero el primer capi con ansias! Saludos

Hola Hola!!!

Woaw virgen a los 30 o.o Britt ganara un premio por su abstinencia jajajaja.... naaa mentira me gusto mucho el incio de tu fic, ojala y a la chica que envien sea una latina candente, en definitiva Britt no podria olvidar algo así jaja.

Me declaro como tu nueva lectora, así es que nos leemos en la siguiente actulización.

Saludos!

Atte: Andrea

Nueva lectora!
Britt virgen a los 30?? creo que conozco a una latina que puede cambiar eso xD jajajaj
Esta muy interesante el prologo :)

Hola! Ante todo gracias por los comentarios y visitas, me hicieron muy feliz! Me gustaria aclarar que debido a mi trabajo solo puedo actualizar los Domingos o feriados, que son mis esperados dias de descanso. Bien sin mas les dejo el primer capitulo, el cual me quedo un poquito largo, espero sea de su agrado! Saludos



Capitulo
N° 1


Desde el momento en que Brittany hizo
entrar a su departamento a la mujer que estaba de pie en la puerta con el gesto
de quien proporciona asilo a una convicta fugada, ella no dejo de mirarla en
silencio confundida.


– Dese
prisa- susurro Brittany tirando de la delicada muñeca de la mujer. ¿Cree que la
visto alguien? No había previsto que se presentase usted sin más en la puerta
de mi departamento, ¿cómo supo cuál era?¿es que a las mujeres de su profesión no
se les enseña a guardar cierta discreción.


– Mi… profesión – repitió ella confundida


A Brittany no le costó comprender por qué
pagaban por gozar de la compañía de esa mujer. La idea de alquilar aquella
hermosa criatura para que hiciera lo que uno le ordenase resultaba
extraordinaria y… tentadora. Realmente se sintió avergonzada de la secreta
reacción que experimento al verla, de los estremecimientos fríos y calientes
que recorrieron todo su cuerpo. Se obligó a si misma a mirar directamente
aquellos extraordinarios ojos cafés.


- Tengo la intención de ser franca
Señorita… No, no importa no me diga su nombre, no vamos a conocernos lo
suficiente como para que yo necesite saberlo. Vera, he tenido la oportunidad de
reflexionar sobre una decisión que tome más bien de manera precipitada, y el
hecho es que… en fin he cambiado de idea. Por favor no se lo tome como una
ofensa personal, no tiene nada que ver ni con usted ni con su físico y, por
descontado así se lo hare saber a su jefa, la señora Mercedes Jones. En
realidad es usted muy hermosa y muy puntual y no me cabe la menor duda que se
le da muy bien lo… bueno, lo que usted hace. Lo cierto es que he cometido un
error y bueno todos cometemos errores y desde luego yo no soy una excepción.
Son muchísimas las veces que cometo pequeñas equivocaciones…


- Espere – la mujer alzo sus manos en un
gesto defensivo y clavo la mirada en el sonrojado rostro de Brittany- Deje de
hablar


Sorprendida sello sus labios y se esforzó
por contener el torrente de palabras que amenazaba con desbordarlos. La
desconocida cruzo sus brazos delante de su pecho y apoyo la espalda contra la
puerta para mirarla fijamente. – Es usted Brittany Pierce- dijo ella como si
solicitara confirmación – La novelista


- Sí, escribo novelas – dijo ella con
forzada paciencia – y usted es la señorita que envía la Señora Mercedes Jones
¿no es así?


- Al parecer, lo soy – contesto ella muy
despacio.


- Pues bien, acepte mis disculpas
señorita… No, no me lo diga, como le he explicado cometí una equivocación y
debe irse. Por descontado le pagare por sus servicios aun cuando ya no sean
necesarios, dado que la culpa ha sido del todo mía. Dígame cuáles son sus
honorarios habituales y daremos el asunto por terminado.


Sin dejar de mirarla, el semblante de la
desconocida experimento un cambio y el aturdimiento dio paso a la fascinación,
al tiempo que los ojos obscuros centellaban con aire entre divertido y malicioso que le
produjo un incómodo hormigueo en la piel. – Explíqueme que servicios se
requerían – sugirió con cautela apartándose de la puerta y acercándose a
Brittany – Me temo que no he llegado a hablar de los detalles con Mercedes.


- Oh… supongo que meramente los básicos –
la compostura de Brittany se estaba viniendo abajo a cada segundo que
transcurría. Sentía un terrible sofoco en las mejillas y el corazón le
retumbaba en todo el cuerpo – Lo normal – se volvió a ciegas hacia la mesa
circular donde había dejado un fajo de billetes doblados con extremo cuidado –
Siempre pago mis deudas. Les he causado molestias tanto a usted como a Miss
Jones para nada, de modo que…


- No quiero dinero – su vos estaba teñida
de lo que podría denominarse como una sutil diversión – No voy a cobrar nada
por unos servicios que usted no ha recibido.


- Gracias, muy amable de su parte, al
menos le pagare un taxi- respondió mientras buscaba su teléfono para solicitar
uno.


- Oh! Aun no tengo pensado marcharme.


A Brittany se le descolgó la
mandíbula. Se volvió para mirarla de
frente con una expresión de horror. ¿A qué se refería con eso de que no iba a
marcharse? Bueno pues la obligaría a irse, le gustase o no. Estudio rápidamente
sus alternativas, pero tenía muy pocas a su alcance, miro de reojo un paraguas
con mango de roble que descansaba en el paragüero situado junto a la puerta y
fue acercándose a el con el mayor cuidado posible.


- ¿Está pensando en echarme golpeándome
con eso? – pregunto con cortesía su indeseada invitada


- Si es necesario…sí, por lo tanto le
importaría Señorita…


- María – la sombra de una sonrisa cruzo
por sus apetecibles labios – y voy a marcharme muy pronto pero no sin antes
hablar con usted de una cuantas cosas. Tengo algunas preguntas que hacerle.


- Señorita María no me cabe la menor duda
de que es así pero… ¡Le agradecería que se marche inmediatamente!


A modo de respuesta ella se adentró un
poco más, tan relajada con si la hubiera invitado, la desconocida recorrió su
departamento con la mirada si buscaba señales de lujosa decoración sin dudas
iba a quedar decepcionada. Brittany no soportaba el lujo ni la falta de sentido
práctico, por eso había escogido los muebles teniendo en cuenta su
funcionalidad más que su estilo. Si adquiría un sillón debía ser grande y
cómodo, si compraba una mesita debía ser lo bastante robusta para sostener un pila
de libros.


– Ya que, por lo visto, va a hacer lo que
le venga en gana, entre del todo y siéntese. ¿Puedo ofrecerle algo? ¿Una copa
de vino quizás?


Aunque la invitación desbordaba sarcasmo,
ella acepto con una rápida sonrisa.


-Sí, si me acompañas.


El relámpago de sus dientes blancos, el
inesperado brillo deslumbrante de su sonrisa, causaron una extraña sensación en
Brittany – Tal vez un poco de vino – se oyó decir a si misma por favor tome
asiento Señorita… es decir María – Le dedico una irónica mirada – Dado que
ahora se encuentra en mi salita, quizás desee decirme su nombre completo.


- No – respondió ella en voz baja con la
sonrisa todavía centellando en sus ojos- En vista de las circunstancias, creo
que vamos a quedarnos en el plano de los nombres de pila… Brittany.


¡Vaya que no le faltaba descaro!! Le
indico con un gesto brusco que se sentara mientras ella iba hasta el aparador,
María por el contrario permaneció de pie
hasta que sirvió las dos copas de vino. Solo cuando ella se acomodó en el diván,
María se sentó a su lado - ¿Brindamos?
– sugirió su invitada


–
Es obvio que desea hacerlo – replico de forma cortante


Aquella respuesta provoco en ella una
deslumbrante sonrisa – Por una mujer de gran audacia, imaginación y belleza.


Brittany no bebió, la
miro ceñuda mientras ella tomaba un sorbo de vino.


– Dígame porque una mujer con tu físico tiene
que alquilar una mujer para llevársela a la cama


Su estilo directo la ofendió. Sin embargo,
había algo en esa mujer… simplemente desconcertante – En primer lugar - dijo
Brittany fríamente - no hay necesidad de
que me hable en tono condescendiente dando a entender que soy Helena de Troya,
cuando está claro que no lo soy.


–
Por supuesto que no… creo que es más hermosa


–
Es evidente que piensas que soy una de esas necias que sucumben fácilmente a
los halagos, sabes que, te equivocas.


– No dejas mucho espacio para el debate –
dijo mientras se cruzaba de piernas. A Brittany no le gusto el modo en que se
acomodó en su sillón, como si estuviera dispuesta a entablar una conversación
prolongada. – No voy a permitir que
eluda mi pregunta, Brittany. Explíqueme por qué alquilaste una mujer para esta
noche.


Brittany reparo en que estaba
aferrando con demasiada fuerza el pie de
su copa, por lo que obligo a sus dedos a aflojar la presión. – Es, es mi…
cumpleaños.


– ¿Hoy? –
María rio con suavidad – Feliz cumpleaños.


– Gracias, ¿quieres irte ya, por favor?


– ¡Claro que no! Soy tu regalo de cumpleaños
por lo tanto voy a hacerte compañía. No estarás sola en una ocasión tan
importante. Déjame adivinar…Hoy cumples treinta años.


-
¿Cómo has adivinado mi edad?


–
Por que las mujeres siempre reaccionamos de un modo extraño cuando cumplimos
treinta años: viajes especiales, psicólogos, tatuajes… enumeraba con sus dedos
mirando el techo


Brittany rio como hace mucho no lo hacía…
quizás fuera el vino o tal vez era el hecho de saber que se trataba de una
desconocida a la que jamás volvería a ver pero de pronto se sintió libre para
decirle lo que le apeteciera.


–
Perdóname - dijo María y dejo a un lado
su copa y a continuación se incorporó para quitarse su chaqueta de cuero negra
– pero esto es como un horno ¿siempre tiene la calefacción al máximo?


Brittany la observo con cautela – Fuera
está nevando y yo siempre tengo frio, la mayoría de las veces suelo llevar
gorro y guantes dentro de la casa…


- Yo podría sugerirte otros métodos para
mantenerse caliente.


Y sin más se sentó junto a ella. Brittany
se acurruco contra su lado del diván, aferrándose a lo que le quedaba de su
compostura. Por dentro se sentía alarmada a causa del tentador cuerpo que tenía
a su alcance, su fragancia le cosquilleo la nariz y aspiro aquel atractivo
olor.


-
¿Cuántos años tienes? - pregunto Brittany impulsivamente, juntando las cejas.


María titubeo durante una fracción de segundos antes de
responder – Treinta y uno. Te preocupan los números verdad.


Parecía joven para tener treinta y un
años reflexiono Brittany – Esta noche
si, sin embargo mañana habrá pasado mi cumpleaños y no volveré a pensar en ello…


- Por Dios, ¿por qué debería preocuparle?
Es atractiva, es una novelista de
renombre y créame se encuentra en su mejor momento.


–
No lo entendería… ¿por casualidad no estará tratando de seducirme? – Aquella
era sin dudas la situación más interesante en la que Brittany se había
encontrado nunca. Su vida carecía llamativamente de acontecimientos, una vida
en la que los personajes de sus novelas decían y hacían todas las cosas
prohibidas que ella no se había atrevido a decir o hacer.


Como si pudiera leerle el pensamiento, su
acompañante sonrió perezosamente y apoyo la barbilla en la mano. Si estaba
intentando seducirla no parecía tener prisa. – Eres tal como te imaginaba –
murmuro – he leído tus novelas… bueno al menos la última. No hay muchas mujeres
que escriban como tú.


A Brittany no le gustaba hablar de su
trabajo. Se sentía incomoda cuando recibía elogios y las opiniones de los críticos
la disgustaban. Sin embargo ahora sentía una viva curiosidad por saber qué
opinaba de su trabajo aquella mujer. – No hubiera esperado que una…una mujer de
su… con su trabajo leyera novelas.


–
Bueno, algo tenemos que hacer en nuestro tiempo libre – respondió razonable –
no podemos pasarnos todo el tiempo en la cama.


Brittany
bebió lo que le quedaba de vino de su copa y dirigió la vista al
aparador, anhelando otra copa.


– Aun no – dijo María al tiempo que le
quitaba de la mano la copa vacía y la depositaba sobre la mesita que había
detrás. Con aquel movimiento se situó justo encima de ella y Brittany se
encogió hasta quedar casi reclinada contra el brazo del diván - Si bebe demasiado vino, no podre seducirla
– murmuro. Su tibio aliento le rozo la mejilla y aunque su cuerpo no llego a
tocar el suyo, percibió como pesaba sobre ella su presencia.


–
No creía que tuvieras semejantes escrúpulos- dijo en tono nervioso


– Oh, no tengo escrúpulos, es que me
gusta que las cosas entrañen un cierto reto. Si bebieses más vino, resultarías
una conquista demasiado fácil.


–
Eres arrogante, vanidosa… - empezó Brittany indignada, hasta que capto en el brillo pícaro de sus ojos que la estaba
provocando de forma deliberada. Se sintió triste y aliviada al mismo tiempo cuando
María se apartó, forzando entonces una sonrisa de mala gana - ¿Te gusto mi
novela? – no pudo resistirse a preguntarlo.


– Pues sí. Al principio pensé que iba a
ser pura cháchara de amorío y lujo. Pero
me gusto el modo en que empezaron a desarrollarse los personajes, los
describías muy bien. Me gusto la forma de retratar a personas decentes llevadas
al engaño, la violencia, la traición… por lo visto no te asustas ante nada a la
hora de escribir.


–
Así que es cierto: ha leído mi obra – dijo Brittany con sorpresa


-
Y me ha llevado a preguntarme qué tipo de vida privada sería la de la propia
Señorita Pierce.


–
Pues ahora ya lo sabe. Soy la clase de mujer que alquila a una dama de compañía
para su cumpleaños.


Aquella triste afirmación obtuvo como réplica
una risa contenida. María la recorrió de arriba abajo con su perspicaz mirada y
cuando hablo su voz había cambiado, la diversión se había suavizado con una
nota, que incluso a pesar de falta de experiencia Brittany reconoció como
puramente sexual. – Ya que aún no me ha pedido que me vaya…suéltese el pelo. Brittany
solía usar el pelo recogido, ya que según ella era mucho más práctico y
facilitaba la escritura sin cabellos obstaculizando los ojos.


Al ver que Brittany no se movía, sino que
la miraba fijamente y sin pestañar con los ojos como platos, le pregunto en voz
baja - ¿está asustada?


¡Oh! Sí. Toda su vida había temido
aquello: el riesgo, la inseguridad, el rechazo… ella misma había descrito muy
bien en sus novelas la pasión, el anhelo, la locura y éxtasis que inspiraba,
todas las sensaciones que ella no había experimentado nunca. ¿Y por qué debía ser
así? En la vida de una mujer había, más o menos, unas veinte mil noches, al
menos esta no quería pasarla sola.


Al
parecer su mano se movió con voluntad propia hacia su broche en forma de
mariposa del pelo, el cual quito con delicadeza, el rodete se desplomo y una
larga cabellera dorada cayó sobre sus hombros.


Los intensos ojos cafés
de la desconocida dejaron entrever destellos de fuego. Alzo una mano para
tocarle el cabello pero se detuvo a medio camino


- ¿Puedo?


– Si – respondió aunque fueron necesarios
dos intentos para que la palabra se entendiera con claridad. Entonces cerró los
ojos y noto que ella se acercaba. Sintió un hormigueo en la piel de la cabeza
cuando ella introdujo suavemente una mano en su cabellera dando masajes para separar el cabello enroscado, su otra
mano se acercó hasta la de ella y la obligo con delicadeza a abrir los dedos y
dejar caer el broche, a continuación se llevó la mano a los labios para
besarla. Su vos resonó con calor en el interior de su palma


– Su mano huele a limón.


Ella abrió los ojos y se le quedo mirando
muy seria – Me froto las manos con zumo de limón para eliminar las manchas de
tintas.


Aquella información pareció divertirla y
en ardor de su mirada se mezcló un deje de humor, sobre todo teniendo en cuenta
que nos encontramos en plena era digital… Le soltó la mano y comenzó a jugar
con un mechón de pelo, rozándole el hombro con los nudillos en un gesto que la
obligo a contener la respiración.


–Dígame por qué solicitó una mujer a
Mercedes Jones, en vez de seducir a una de sus amigas o conocidas…


- Por tres razones – contesto ella,
encontrando difícil respirar mientras la mano de ella le acariciaba el pelo –
Primero no deseaba acostarme con una mujer y después tener que encontrarme
siempre con ella, una situación a mi entender demasiado incomoda… Segundo no
poseo habilidad para seducir a nadie y


-Esa habilidad es fácil de aprender, cariño – interrumpió
María


– Que apelativo tan desagradable –replico
con una risa nerviosa – no me llame así


-
Y tercera… - apremio ella recordándole la explicación.


– Tercera…
no me siento atraída por ninguna mujer u hombre que conozco. Intente imaginar cómo
podría ser pero ninguno me atrajo lo suficiente.


– ¿y
cuál es la clase de personalidad que la atrae?


–
Pues agradable, sin arrogancia, inteligente pero no engreída y afable pero no
tonta…


- Creo que está mintiendo acerca de lo
que desea en realidad


Ella
abrió los ojos de golpe y frunció el entrecejo, molesta – ¡soy una persona
absolutamente sincera!!


–
En ese caso dime que no desea conocer a una persona igual que los personajes de
sus novelas.


–Si,
en el reino de la fantasía supongo que sí, pero desde luego no en la realidad.


La mano que jugaba con su cabello se apoyó
en su nuca y se cerró con suavidad pero de modo firme –Entonces, este es tu
regalo de cumpleaños Britt, una noche de fantasía – y a continuación se inclinó
sobre ella para besarla.

El primer capítulo ha sido increíble, nunca me imagine ver a Britt como una persona reservada tan introvertida y mucho menos carente del sentido del humor es un gran giro de un personaje habitualmente cómico, por otro lado María que creo que es Santana ha demostrado ser una mujer muy perseptiva a logra analizar mucho de la vida de la rubia en poco tiempo.. Vulevo la decirle a sido un gran comienzo, y ya quiero leer el siguiente capítulo, así es que nos leemos el próximo domingo, Saludos!

Hola, entre a leer porque me pareció muy interesante el titulo y la pequeña descripción, además de que el nombre me recordó una canción de Sara Brightman con Fernando Lima, se llama "La pasión", cuando comencé a leer me recordó un fic donde Santana es prostituta y pensé que sería similar, pero leyendo el primer capitulo creo que no es el caso, es una mujer muy astuta y Brittany prácticamente le dio toda la información necesaria para seguir con el juego, aprovecho el pequeño error. Me tendrás atenta a tu historia, un abrazo.

Me encanto tu fic! leerlo fue tan reconfortante :D
No soy mucho de leer pero con lo de novelista me enganchaste de una.

Yo tmb creia que se iba a parecer el de Santana prostituta pero no se parece en nada , es otra idea y trama , me facino :)

Ver ese tipo de personalidades me gusto mucho pero quiero saber ya que mas hara "Maria"

Saludos y hasta tu actu :*

Que buen comienzo
Me ha gustado la actitud de María...o "María" ? xD me suena a que esa morena tiene otro nombre. Inteligente, perceptiva...que atractiva la dama de compañía de Britt xD

"Primero no deseaba acostarme con una mujer y después tener que encontrarme
siempre con ella, una situación a mi entender demasiado incomoda"

Me suena que ese deseo no se le va a cumplir a Brittany y se la cruzara mas de lo debido xD
No puedo con mi curiosidad! Nos leemos! Saludos!