FANFIC: KLEINER - si yo pudiera ... cap3 -- problemas

aquí les traigo el tercer capítulo.
espero que les guste.


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Capítulo 3 -- problemas








Creo que amaneció – dijo Blaine con algo de tristeza en su voz. Sabía que debían despedirse y él no quería eso.

“las cosas buenas no duran siempre” fue lo que le vino a la mente y no pudo evitar formar una triste sonrisa.

No lo crees, es así – contestó kurt igual de triste. Tenía que volver con Sebastián.
Se quedaron un momento en silencio, cada uno pensaba en ¿y ahora qué? El sonido del timbre de llamada de un celular los atrajo a la realidad.

Te llaman – alegó Blaine – no te hagas problema por mí, contesta.

No quiero – respondió kurt con la voz casi rota, la mano que sostenía su celular
temblaba y su rostro cambiaba al color blanco del papel.

¿estas bien? Si deseas puedo contestar por ti – dijo Blaine con preocupación en la voz, mientras sobaba la espalda de kurt.

- Si lo haces empeoraras la situación.

Kurt trataba de ser valiente, no podía derrumbarse frente a alguien de acababa de conocer.

- Oh ¿es tu papá? – acotó su acompañante rápidamente.

- Eso quisiera. Quiera o no tengo que contestar ¿me harías un favor?- preguntó kurt.

- Claro, lo que quieras.

- Mientras hablo no hagas ruido ¿sí?

- Lo prometo – contestó Blaine mientras levantaba la mano en señal de juramento. Kurt sonrió y el moreno suspiró, no había mejor imagen para él.

- aquí voy – se dijo kurt a sí mismo para darse valentía - ¿sí?

El castaño no se había percatado que el botón de altavoz estaba activado.

- {¿Dónde diablos estas? Te he estado buscando por horas, más te vale que cuando te encuentre estés solo.}

Blaine se sorprendió al escuchar la voz de desconocido, claramente estaba molesto. “¿quién será?” se preguntó.

Kurt palideció al escuchar esa voz, no le importó si estaba en altavoz. Sebastián estaba más que furioso, eso no era nada bueno, pero entonces se asustó más.

-{kurt, cariño. ¿Por qué no respondes? Espera, ya te vi bebe.

Entonces la llamada se cortó, Blaine miró a kurt y vio desesperación y miedo impregnados en su rostro.

Por otro lado, kurt era un mar de sentimientos negativos. En ese momento volteó para todos lados, no lo veía. Dio un respingón cuando sintió cómo unos brazos se posaban en su cintura y una voz susurro en su oído.

“No estabas solo ¿acaso es él con el que me engañas?”

Kurt movió lentamente el rostro y lo vio, la mirada de su esposo le infundía temor.

- No sebas. Yo lo acabo de conocer. Por favor, para esto.

- ¿Qué pare de hacer qué, corazón? Te querías escapar con este hombre ¿cierto? ¿es él por qué de tus distracciones?

- No inventes cosas. Cálmate, entiende que lo acabo de conocer, él no tiene nada que ver con nosotros. Mejor vamos a casa.

Kurt sabía que debía pararlo, sino Blaine iba a terminar afectado y eso era algo que él no quería.

- {¿tratas de protegerlo, amor? Eres un maldito puto.}

Kurt vio la mano alzada de Sebastián, ya sabía lo que venía. Lo único que pudo hacer fue cerrar los ojos.

Sin embargo, el golpe nunca llegó. Con temor abrió los ojos y vio a Blaine delante de él sujetando el brazo de Sebastián.

- ¡quítate! ¡me estorbas idiota!- gritó el más alto.

- Claro que no me voy a quitar. ¿quién te crees que eres? ¿con qué derecho te crees cómo para levantarle la mano?

- Tengo todo el derecho. Soy su esposo, puedo hacer lo que quiera con él.

Blane se quedó impactado ante esa respuesta, kurt estaba casado. Pero era tan joven, tendría la misma edad que él. Volvió en sí con la voz de Sebastián.

- ¿te sorprendiste enano? ¿creías que estaba libre para ti? ¿qué podía ser tuyo? Él es mío. Nunca será tuyo.

- Mira, simio. Por más que sea tu esposo no puedes golpearlo – Blaine se detuvo un segundo, miró al tipo y sonrió – tú no lo amas. Tú no sabes cómo amar.

Sebastián se enojó. Quién se creía ese, cómo para poder hablar hablarle así.

- Qué te importa si lo amo o no. Él es de mi propiedad y yo hago lo que quiera con él. Así que quítate.

- NO, no me voy a quitar. No voy a permitir que le hagas daño.

- Entonces yo te quito – vociferó Sebastián con furia.

Kurt estaba en trance, reaccionó al ver cómo Sebastián trataba de golpear a Blaine. Lo único que pensó fue en que el moreno no podía ser lastimado.

Corrió hasta su esposo y lo abrazó, luego le dijo:

- Detente Sebastián. Vamos a casa. Yo haré lo que quieras, pero, por favor, déjalo. Él no tiene nada que ver.

- ¿harás lo que quiero? Te estas oyendo ¿verdad? Te espero en la esquina. Tienes un minuto para hablar con este tipo y no te quiero volver a ver cerca de él ¿entendiste?

Kurt asintió con la cabeza, mientras veía cómo su esposo si iba a la esquina. Volteó a ver a Blaine.

- Aléjate, por favor. Él se ha calmado por el momento pero puede cambiar de decisión cuando quiera.

- No te puedo dejar kurt. Quién sabe qué te puede hacer ese psicópata. Ven conmigo, yo veré cómo haremos y si sé que recién nos conocemos, pero siento que no puedo dejarte.

- Oh Blaine, es realmente encantador de tu parte querer ayudarme y créeme que me escaparía de él a la primera oportunidad, pero ya sucedió una vez y no terminó muy bien que digamos. Yo también que te acabo de conocer y me simpatizas, es por eso que te tienes que ir. Adiós Blaine, espero que puedas resolver tu problema.

Kurt dudoso se acercó a la mejilla del morocho y depositó un dulce beso de despedida. Luego se retiró y caminó hasta Sebastián, iba a volver a su infierno.

Blaine solo pudo observar cómo kurt se alejaba con el idiota de su esposo. Por más que quisiera no podía hacer nada, quería llorar de impotencia.

Minutos después seguía observando el lugar por donde kurt se había marchado. Su teléfono sonó, observó el remitente y sonrió. Luego de unos segundos contestó.

- Aló, dime que eres tú y no tu padre.

- Claro que soy yo. Ya me enteré lo que pasó. Sabes que te puedes quedar
conmigo ¿verdad?

- No, tu padre me verá y …

- Ya no vivo con él, me separé de mi familia, amigo.

- Oh ¿por?

- Por la misma razón que tú.

- Que ¿no te dejaron estudiar lo que querías?

- No tonto, me separé de ello por Jeff.

- Cierto, tu novio. ¿cómo va la vida de casados?

- Muy bien, pero luego te cuento. Dime dónde estás para poder recogerte.

- No quiero incomodar Nick, deberías consultar primero con Jeff.

- Ya lo hice idiota. Por qué crees que te llamo. Ahora dime dónde estás.

- En un parque.

- En qué parque Blaine. Hay muchos en nueva york. Creo que te está afectando la separación.

- Lo siento, estoy en la av. --------.

- Eso no me queda lejos. Espera en diez minutos estoy ahí.
- Claro, te espero.

La llamada se cortó. Blaine estaba un poco más tranquilo, al menos tenía dónde quedarse. Pero ahora que pasaría con kurt, con ese pensamiento sintió su corazón estrujarse.



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