Placer culpable o ¿Algo más?

Cap.1 Placeres culpables

No sabía que era lo que pasaba, pero desde que Kurt y yo terminamos, me siento algo incompleto, algo triste, de un momento al otro, no sé cómo ni porque desarrollé un pequeño enamoramiento en Sam, hasta para mí es difícil creerlo, sus labios me vuelven loco, ni se hable de sus lindos ojos, ese cuerpo bien formado que me grita que lo explore y goce sin parar, me da tanta culpabilidad ver a mi amigo rubio de esa manera, se convertido casi que en mi mejor amigo, porque a pesar de lo que pasó con Kurt aún lo considero mi mejor amigo, porque así fue que lo acordamos en navidad.

Me encuentro en el salón del coro, después de que el señor Schue no pudiera asistir por una pequeña gripe, ambos tomamos las riendas de los chicos, cuando me dijo uno de sus placeres culpables me sentí bien sentí que nos estábamos acercando más, pero no sé, cuando me preguntó cuál era el mío no pude responderle con la verdad y terminé diciendo que era Wham!, hicimos una coreografía espectacular, con ropa fosforescente y más, al verlo a los ojos no pude evitar sentir culpa, no puedo evitar ver esos enormes labios.

Después de cantar, Wake me up before you go-go, todos nos fuimos a nuestros respectivos lugares, iba caminando por el pasillo cuando de la nada escuche la voz de Sam algo molesto, me acerqué un poco más y lo vi discutiendo con Britanny.

―No es cierto, Britt, ¡Entre Blaine y yo no hay ninguna tensión sexual ni nada parecido! ― Medio gritó Sam comenzándose a alejar de ella

―Por favor, Sam no me engañes, no quiero… tampoco me grites ya tengo suficiente con Lord Tubbington― dijo la chica cruzándose de brazos, se le veía muy enojada, vi como Sam se detuvo en un momento y volteó arrepentido

―Lo siento Britt, ¿Qué debo hacer para qué me perdones? ― preguntó inocentemente, mirando a la chica tiernamente, debo admitir que esa mirada me derritió

―Averigua que es lo que tienes con Blaine― contestó en medio de susurros acercándose a Sam, mi sangre hirvió un poco, pero sabía que era innecesario sentir celos

―Y ¿Si me niego? ― debo admitir que me sentí algo mal por esa pregunta estaba apuntó de irme cuando mis oídos captaron algo que llamó mi atención y me hizo volver rápidamente

―Terminaré contigo― dijo simplemente, quería intervenir pero algo me detuvo, sí Sam iba a averiguar lo que pasaba entre nosotros sería interesante eso me ayudaría a mí de paso, pero tendría que hacerme el tonto cuando me pregunte o me insinué algo acerca del tema

Salí corriendo del lugar, fui a cambiarme por mi uniforme de animador, sin más fue a la sala del coro para continuar con lo siguiente, seguían las chicas y después la polémica canción de Jake, sin duda, sería algo cansado para mí, cuando llegué divise a Sam sentado con las piernas cruzadas, sin decir nada me dirigí a él, me senté a su lado y lo miré directo a los ojos, incitándole a que tratara de sacarme el tema pero no lo logré, bueno no del todo.

―Blaine, ¿Tienes otra placer culpable? ― preguntó de repente Sam haciendo que mi corazón se acelerara y se saltara un paz de compases, juro que pensé que moriría de un infarto

―Sí, estoy pensando en cantarla después de los chicos en el teatro― dije rápidamente parándome de mi lugar para sentarme en el piano con algo de nerviosismo

―Bueno, ¿Puedo tener un adelanto? ― preguntó Sam, con esa mirada que de seguro descubrió es mi debilidad, sin más comencé a acariciar las teclas del piano suavemente.

Las notas de la canción se apoderaron del aire que nos rodeaba, poco a poco me perdí en la música que me rodeaba, Sam se levantó de su lugar, se dirigió a mí, se sentó a mi lado, uno de mis dedos resbaló e hizo que sonara una nota equivocada, sentí como la mano de mi amigo rubio me acarició tiernamente la cintura, no pude seguir tocando, solo me volteé rápidamente, lo miré a los ojos fijamente, pero desgraciadamente antes de que pudiera decir algo llegaron, Jake y Ryder, con sus manos entrelazadas, desde no hace mucho admitieron sus sentimientos por el otro y ahora son una hermosa pareja.

Me levanté rápido, no pude ver bien la cara Sam pero pude notar que se sentía algo ¿molesto? O ¿incomodo? El caso es que su expresión no fue bonita, después llegaron Artie y Brittanny, la chica me miró con una sonrisa amable y sincera, después se fue a sentar a la última parte del salón, llevaba su atuendo, se veía muy linda y presentable, me quité rápido del piano, y me senté en el puesto de adelante junto a Sam atrás estaban Ryder y Jake con las manos entrelazadas y Artie posaba al lado de nosotros emocionado.

Cuando la música comenzó, Unique como siempre hizo una entrada triunfal y elegante, después entró Kitty y ¡Vaya! Pagaría una gran suma de dinero para devolver el tiempo y ver la cara que puso Artie al verla, pero hasta a me sorprendió a mí también, yo nunca me fijo en las chicas pero se veía tan sexy y feliz por cantar con las chicas para variar.

Cuando todos terminaron de actuar sus canciones, nos dirigimos al teatro, me senté frente al piano del lugar, comencé a tocar las notas de mi canción, al comenzar a cantar la letra mis sentimientos se mezclaron, podía sentir el dolor de que Kurt terminara, la culpabilidad de que Sam me gustara, todo se mezcló, me hizo sacar mi mejor voz, volteé a ver a Sam, esperando que dedujera de una vez mi sentir porque no aguanto más, quiero sentirlo cerca, pero me siento culpable, no quiero que nuestra amistad se vea afectada pero quiero correr el riesgo al mismo tiempo es una cosa difícil de explicar, tanto como el álgebra.

Al terminar, los aplausos de los chicos me sacaron de mi trance, dirigí mi mirada a los demás, comencé a balbucear cosas sin sentido cuando estaba a punto de declarar mi pequeño enamoramiento en Sam, algo me detuvo y dije que salía del closet con mis sentimientos hacía Phill Collins, después me arrepentí, me quedé sentado en el piano viendo como los demás despejaban el lugar al quedar solo, tomé una partitura de al lado mío y comencé escribir una canción de mi ídolo, cuando menos lo pensé Sam se acercó a mí y se sentó de nuevo al lado mío como lo había hecho cuando estaban en el salón de club glee.

Sam suspiró como tratando de contener algún sentimiento ―Sé que yo soy placer culpable― dijo pagado de sí mismo cogiendo mi cintura, bueno eso si no me lo esperaba para nada

―Es-espera ¿No te molesta? ― pregunté fingiendo un tanto de sorpresa y preocupación, me encantó como se sonrojo por el hecho de que yo colocara una de mis manos en su pecho

―No, me gusta mucho la atención y me ofendería si no te gustara porque…― comenzó a decir mi rubio amigo, la verdad no pude descifrar las palabras ocultas al final de su inconclusa frase

― ¿Por qué? ― pregunté intrigado subiendo mi mano poco a poco, pude sentir como su pecho comenzaba a subir y bajar más rápido, no pude evitar sentirme feliz

―Porque tú eres uno de mis muchos placeres culpables, adoro verte en ese uniforme de animador, se te ve un lindo trasero― cuando escuché eso sentí como las mejillas de mi cara se calentaron, luego sentí la mano de Sam deteniéndose en uno de los cachetes de mi trasero

―Sam bésame― No pude evitar que eso saliera de mis labios, me sentía tan frágil, me sentí excitado en ese pequeño segundo

Sam cogió mi cara delicadamente como si estuviera a punto de romperse, comenzó a acercarse lentamente, pero muy lento para mi gusto, sin más cogí su cuello, lo acerqué mas rápido a mis labios, los saboreé mientras sentía como su mano masajeaba lenta pero deliciosamente el cachete de mi trasero, no pude evitar suprimir un gemido de mi parte y me apené tanto que me separé de golpe de él.

―Creo que le iré a decir Britt que no averigüé nada de nosotros― dijo mi rubio desesperado levantándose de su lugar ―Para que terminé conmigo

―Después podremos hacer otras cositas, en tu casa después de salir de esta cárcel― dije sensualmente con mis mejillas ruborizadas llevando mi mano a partes prohibidas

― ¡Sí!, voy a cumplir cada placer culpable que tengo relacionado contigo― habló sensualmente haciendo que me respiración se pusiera errática

―Suerte, te espero bebe― mencioné con una sonrisa de medio lado, sintiéndome 100% satisfecho

Después de que se perdió por el umbral de la puerta del teatro no pude evitar preguntarme cuál sería el color preferido para poder ponerme mi ropa interior de ese color, porque sabía que Sam no solo iba a querer besarme apasionadamente, desde hace mucho se le ve que no tenía sexo con nadie y se ve desesperado, en verdad no quería desaprovechar la oportunidad.

―Sam Evans, prepárate para ver otra faceta de Blaine Anderson― susurré para mí mismo dirigiéndome a la salida con mi maleta colgando de mi hombro.

*~*~*~*
Ni yo sé lo que escribí!! comencé con un Klaine y terminé con esto D: pero me gusto, antes de ganar cualquier llamado quiero decir que esto también está subido a fanfiction y es mío también.

Solo quiero decir que tiene continuación u.u.. [b][i]

la vdd es q ni blaine ni sam m gusta pero me dio cuiriosidad y m gusto el fan fic jejej y jake y ryder? jejej algo poco usual

Cap.2 Un placer secreto

No puedo creerlo aún me encuentro en los brazos de Sam, siento que alucino, todavía no puedo creer el hecho de que él y yo hayamos tenido sexo casi que salvajemente, no puedo creer que ambos hayamos compartido eso tan especial y para completar, dormimos en los brazos del otro eso me hace sentir un poco más cerca de él, que somos ahora algo más 'intimo', mis manos se movieron directo a su rostro, se ve tan lindo cuando duerme aunque no quisiera me toca interrumpir su sueño, por más extraño que suene, aún está dentro de mí y es algo un poco doloroso aunque al mismo tiempo delicioso.

―Sam, despierta― susurré a su oído, él solo se movió un poco entre las sabanas, y soltó un lindo gemido que me hizo vibrar― Sammy, ¿No sientes que estas dentro de mí en este momento?

Oí que soltó una pequeña risa y entrecerró los ojos― ¿Tu no ves que ya se nos está haciendo tarde para ir a la escuela?― bufó cogiendo mi cuello dándome un pequeño beso el cual respondí de inmediato sintiendo como el placer me recorría de nuevo― Adoro estar dentro de ti, además de sentir tus piernas rodeándome

Me sonrojé notoriamente por sus palabras, mis manos recorrieron su espalda, pude sentir como se erizaba mientras mis manos pasaban sobre su piel, sentí como la parte de su anatomía que se encontraba en mí volvió activarse, buscando molestarlo un poco me moví dejándolo al descubierto, al levantar mi mirada pude ver lo sonrojado que estaba reí un poco y me senté en la orilla de la cama dándole la espalda.

―Encárgate de eso, debemos correr para llegar a tiempo a la escuela, tomaré algo de tu ropa― dije juguetón mientras miraba a su mesita de noche en el cual al lado de la lámpara teníamos nuestros celulares

Sentí como sus manos rodeaban mi cintura, como sus labios recorrían mi cuello, mi excitación subió lo único que hice fue inclinar un poco mi cabeza para poder que sus labios y lengua tuvieran más fricción con mi piel, lo conseguí pero no quería llegar tarde a clase, me hice el de rogar, su aliento chocaba a medida de que hablaba y eso me estaba haciendo caer de nuevo ante él.

―Blaine, tengo tantas ganas de ti, por favor solo una vez más― me pidió con voz suplicante mientras colocaba sus labios en mi clavícula y juntaba su torso con mi espalda, pude sentir como su olor corporal me embriagaba

Me reí satisfecho, pero en verdad quiero hacerlo sufrir― ¿Y la escuela?― pregunté dudoso mientras jadeaba lentamente, ya comenzaba a sentirme más débil a cada segundo o mejor dicho milésima

El suspiró frustrado apretando sus manos en mi cintura―Eso es lo que menos me importa ahora, lo único que quiero ahora es poder estar contigo― no pude evitar esbozar una sonrisa, rápidamente me volteé y le besé como nunca

―Yo también deseo lo mismo, Sam pero hoy tenemos ensayo del club glee y no quiero que faltamos― respondí suavemente dedicándome a hundir en su desnudo pecho, mi corazón se aceleró, mis manos comenzaron a temblar, ahora estaba en las mismas condiciones que él, pidiendo que su cuerpo y el mío se unieran

Puso en su cara esa mirada que es mi debilidad y que tanto me fascina―Po-podemos ir al ensayo, pero no a clases, sabes que los ensayos son después― susurró colocando su frente en la mía, mis manos se colocaron en donde estuvo mi cabeza por esos minutos

Sin decir nada nos unimos en un beso apasionado, nuestras manos se entrelazaron nuestros cuerpos se acercaron más violando nuestro espacio personal, pero no importándonos para nada, sentí como mi espalda entraba en contacto con el suave colchón, sentí las almohadas impregnadas de su aroma en mi cabeza, entre más me besaba y tocaba menos me importaba todo lo que nos rodeaba, se levantó y me vio con esa hermosa mirada de inocencia que le colocaba a todas las chicas cuando quería conseguir algo de ellas, me refiero a los dulces de su almuerzo para dárselos a Britt, mis ojos se abrieron automáticamente, pude ver como sus ojos estaban cerrados, como disfrutaba del momento igual que yo.

Poco a poco nuestros cuerpos se entrelazaron en placer, nuestras respiraciones eran lo único que se escuchaba en la habitación, el rozar de nuestra piel no sé si él también lo escuchaba, mi parte intima se ensanchaba cada vez que Sam se movía, el placer me corroía, las manos de Sam, sus labios, sus gemidos, su todo no me ayudaban para nada, recordar cómo me marcó como suyo al tiempo que me susurraba cada placer culpable que al mi parecer, eran parecidas a las mías, entre más rápido se movía buscando llegar al orgasmo, más me perdía. Mi cuerpo estaba bajo su perfecto control, desde hace mucho tiempo no sentía esto, esta sensación de estar debajo de alguien, de estar conectado con alguien en más de un término.

―Sam, tu siempre… Eres tan….― no pude terminar mi respiración se encontraba trucada y no podía hablar apropiadamente, el rubio tonto solo se sonrió, no pude evitar ver como su boca de trucha se movió

―Sí, lo sé tú también lo eres, Blaine― dijo, me sorprendió un poco que adivinara lo que quería decirle, mi mirada se convirtió en una de confusión a lo que él sonrió suavemente― Sé, que querías decirme que yo siempre soy tierno y sexy

Me sonreí igual que él, viendo como bajaba para volver a buscar mis labios, terminé con solo ese beso y sin siquiera tocarme, no pude suprimir un pequeño gemido de alivio, sentí que me liberé de una gran carga, después sentí como Sam me miraba con lujuria, como estaba cerca, para incentivarlo a que terminara puse esa cara que siempre le hacía a Kurt cada vez que quería que las cosas terminaran para poder saltar a la etapa del cuchicheo y las caricias inofensivas después del sexo, en mi cara comenzó a aparecer un notable rubor, levanté mis manos y las puse en la cara de mi amigo rubio.

―Bebe, termina dentro de mí, te necesito, no solo eso. Te deseo― susurró sensualmente sintiendo como el amiguito de Sam crecía más dentro de mí y como aceleraba el paso― Quiero todo, absolutamente todo. De ti

Cuando menos lo pensé, sentí como se vino en mí, nunca me cansaré de eso, de repente cayó sobre mí respirando rápidamente, no puedo creer que lo haya hecho llegar al límite, se salió con delicadeza y se tumbó a mi lado, entrelazó la mano con mía para comenzar a mirar el techo detenidamente, no pude evitar moverme para poder estar en su costado robándole un poquito de su calor, ese rico calor que jamás pensé compartir con él.

―Blaine, sobre nosotros…― escuché decir a Sam algo asustado pasando su brazo por mi cintura, me estremecí por un momento no sé si por el miedo a responderle o por los nervios que me invadieron sin yo saber la causa

Me levanté y después enredé mis manos en su torso para mirarlo fijamente a los ojos―Sam, no lo sé, la verdad me fascinó pasar este momento contigo pero no podemos ser algo serio todavía― dije con todo el pesar del mundo bajando para besar un poco su cuello pude sentir como se estremeció debido a mi contacto

―Pero en verdad quiero intentar algo contigo, esto significó más de lo que piensas, esto es más que un simple placer o gusto culpable tú… Tú…― como odio que no termine sus frases y me deje a medias con sus ideas mal transmitidas

― ¿Yo?― pregunté con la intención de hacerlo continuar, mi corazón dio un vuelco al ver sus ojos vidriosos, sus manos subieron a mi cintura

―Tú me gustas mucho, Blaine. No me gusta solo ver tu trasero con tu uniforme de animador, me gusta todo tu cuerpo es hermoso― mis ojos se abrieron como platos al escuchar tal confesión y eso fue suficiente para terminar de desmoronarme

Después de esa confesión las lágrimas contenidas de Sam salieron, yo no pude evitar sentirme mal y abatido, lo único que pude hacer fue levantarme a toda prisa y sentarme en la orilla de la cama, me sentía una mala persona, lastimar a unos de mis amigos de esta manera no lo valía, quería desaparecer de su vida, que nunca me viera jamás, que se reconciliara con Brittanny, cogí mi celular alcance a ver que tenía un mensaje no leído, cuando estaba a punto de levantarme de la cama sentí el fuerte brazo de Sam rodeándome.

Escuché su sollozar, eso solo hizo que los pedazos de mi corazón partido se hundieran―Sam, suéltame tienes que dejarme ir― susurré agachando mi mirada estirando mi mano a la mesita de noche abriendo el primer cajón en donde sabía que tenía preservativos y demás, encontré una pastilla para el dolor, la puse en mi mano, la puse en mi boca y solo la chupé colocando mala cara por el sabor

Sam puso su cabeza en mi cuello―No te vayas, no me dejes, por favor, te lo suplico ya es suficiente, con lo que acabaste de hacer― sentí sus lágrimas recorriendo mi espalda, sin oponer más resistencia me acosté en la cama de nuevo y le unos golpecitos al lugar vacío, sin más mi rubio amigo se acostó y me abrazo con toda su fuerza para estar más seguro que no me iría de allí.

Luego de eso el tiempo pasó lento para mí, a medida que pasaban los minutos Sam desajustaba un poco su agarre de mí, cuando estuve completamente libre pude ver que ya se había quedado dormido, no pude evitar pasar una de mis manos por su linda carita, sonreí como un estúpido, lo acerqué más y rocé mis labios con los de él.

―Mereces algo mejor que yo― Susurré lo más suave que pude acariciando su mejilla sonrojada, me sentí como un completo idiota por contradecirme pero no quería que Sam terminara herido por mí

Después de susurrarle esas palabras me quedé dormido cerca de él, para que percibiera que aún estaba a su lado, fueron muchos sentimientos para un rato y mucho más para una mañana.

Mi celular sonó haciendo que mi sueño se viera interrumpido, era un mensaje de Kurt, no pude evitar sonreír, lo abrí para leerlo y cuando vi su contenido no pude evitar maldecir para mis adentros, Adam le había terminado a Kurt, se sentía devastado, quería una llamada mía pero tendrá que esperar tengo muchas cosas que resolver con Sam antes de ponerme de consejero romántico de los demás, me di cuenta de que mi rubio amigo de labios gigantescos no se encontraba en la cama, se estaba bañando, entre lo más rápido que pude a la ducha y le di una mirada inquisitiva.

El me dio una mirada nerviosa junto a una sonrisa socarrona divina, solo le abracé y le hablé divertido.

― ¿Por qué me no me levantaste?― me separé de él, solo dejé que el agua me mojara, se sentía fría y relajante

―Te vi tan cómodo, además no pensé que quisieras bañarte conmigo― sentí como sus manos comenzaron a subir y bajar por mi espalda, después olí el jabón y me tranquilice un poco

―Gracias Sam, pero no era para tanto, ya se nos está haciendo tarde para llegar a la práctica del coro― dije volteándome haciendo que la mano de él tocara mi pecho desnudo, él la bajó rápidamente apenado, yo con una mirada divertida la cogí y la puse en mi pecho de nuevo―Tranquilo, ya hicimos tantas cosas sucias que no importa que me toques

Sam bajó su mano con rapidez y volteó, me sentí un poco mal por eso debo decir―No, es qué no creo poder controlarme y no quiero volver a tener sexo contigo jamás― comentó volteándose y terminándose de enjuagar los residuos de jabón de su cuerpo, luego volteó a verme de nuevo―hablaré con Britt después

Yo solo pude pararme allí con mi mirada gacha sintiendo como el agua me caía―Estoy feliz de que trates de arreglar las cosas con ella, estoy feliz― dije con un falso tono de alegría, levante rápido la mirada con una sonrisa

―Bien, porque como uno de mis mejores amigos quiero que me apoyes, gracias― me dijo como si nada, después salió de la ducha

Yo me apresuré también, me lavé el cuerpo lo mejor que pude, esperando a que se llevara mis problemas, pero no fue así, cuando salí del baño pude ver a Sam sosteniendo su celular con una sonrisa que me asustó un poco, después levantó su mirada a mí, yo correspondí con la misma intensidad, me dirigí a su armario para poder elegir algo que ponerme, sin decir nada me quité la toalla que me rodeaba, debo admitir que lo hice para ver que hacia Sam en ese momento, pero nada, no hizo nada, al menos veo que no quiere terminar con la amistad y me habla como si nada hubiera pasado.

El camino a la escuela estuvo llenas de risas, hablamos de temas que un tanto tontos, de Kurt, de Brittanny, de los amoríos de club glee, inclusive me contó como Kurt se dio cuenta de su cabello teñido y le ayudó dándole un champú especializado para ello, por mi mente pasó la loca idea de quizá le llamó la atención en un principio pero no lo culpo, es tan lindo y no solo eso, buena persona que se me haría raro que no hubiera pasado.

Al llegar nos aventuramos en los vacíos pasillos de la secundaria Mckinley, hubo un momento que antes de entrar, me cogió de la mano firmemente, me miró fijamente, me sentí incomodo pero aun así le sostuve la mirada.

―No le diremos a nadie lo que pasó entre nosotros― dijo rápidamente, algo en mi hizo crack de seguro fue lo último que quedaba de mi corazón, yo solo asentí, después entramos al sala del coro, pude ver a Santana al lado de Brittanny acariciando su hombro, luego dirigió la mirada a Sam, el cual se puso pálido, yo me puse nervioso y temí, ya sabía porque Santana estaba allí sentada.

Disimulando un poco mis nervios me paré frente de los demás para disponernos a dar el tema de este ensayo, Sam se puso a mi lado, debo decir que no se supo controlar, sus nervios y ansiedad eran obvias para todos, ahora solo quiero que Santana se controle cuando este juzgando a Sam del porque abandonó a Britt, aunque iba a ser más que obvio que me iba a querer allí también para ayudarlo con dicho problema.

me gusto el cap espero la act

Muchas gracias a todos por sus mensajes (Bueno ya! a la persona :B)
quisiera dedicarles esta capitulo u.u bueno sin más dejo de distraerl@s disfruten!

*~*~*~*~*~

Cap.3 "Haz lo correcto"

Después del ensayo fui con Marley y Jake al teatro para escuchar su canción original, debo decir que no me sentía tranquilo por dejar a Sam, pero tampoco podía quedarme, ahora mientras el señor Schue está enfermo y Finn fue a cumplir su sueño a la universidad de Lima, ahora me sentía con el deber de cargar con el liderazgo del club junto a él, pero tampoco quería volver propios los problemas de Sam, aunque de por sí, soy parte del problema.

Mis pensamientos fueron interrumpidos al sentir como choqué contra algo, quizá fue una pared o una puerta… Sí, fue con la puerta del teatro, estoy perdido.

― ¿Te encuentras bien Blaine?― preguntó Marley con su gesto de preocupación mientras Jake se paraba a mi lado y acariciaba mi hombro

―Sí, ¿Por qué preguntas?― me pareció algo estúpido hacerme el tonto e indiferente ante la situación, pero en verdad no quiero la lastima de nadie, además le prometí a Sam no decirlo, quiero serle leal

―Blaine, no nos mientas desde que saliste del salón estas elevado, tu cuerpo se movía solo― dijo Marley divertida, sentía mis mejillas arder

―Amigo, te ves mal― Jake solo apoyó a Marley, le dio un beso en la frente, yo me sentí algo incómodo y celoso de ellos― Iré con Ryder, creo que tiene un problema con una chica que conoció online

Después de que Jake se retiró, Marley me miró entre divertida y con picardía, yo solo me encogí de hombros, sentía como quería sacar información de lo que me pasaba pero no iba a ceder para nada pero algo de ella me inspiró un poco de confianza, solté un suspiro tratando de hacer que mis problemas fueran menos pesados, pero no funcionó.

―Prométeme que no le contarás a nadie― dije suavemente sintiendo como mi pulso subió precipitadamente

―Lo prometo, Blaine puedes confiar en mí―susurró con una sonrisa en su cara, sosteniendo su cuaderno entre sus manos, me sentía algo más aliviado al escuchar la suavidad de su voz

La empujé dentro al teatro, miré a todos lados, aun sintiéndome algo asustado, Marley mi veía con atención yo solo bajé la mirada con la esperanza de que no viera lo angustiado y avergonzado que me sentía.

―Estoy preocupado por Sam― cuando esas palabras salieron de mí me sentí mejor pero todavía debía hablar un poco más, me siento devastado― Quedó con Santana y Britt solo, no quiero que le haga daño

―Tranquilízate, no creo que sea para tanto― trató de calmarme, puso su mano en mi hombro, me sentí un poco más seguro y refugiado

―Si es para tanto, porque Sam terminó con Britt con un desliz que tuvo conmigo― no pude evitar que unas lágrimas salieran de mis ojos, me sentía como la peor persona y una basura por hacer que eso pasara― Ahora, me arrepiento y no quiero que la pierda

Levanté la mirada lentamente esperando algún reproche de Marley, una patada un "no puede ser" pero la chica solo estaba estática de la sorpresa, luego pudo reaccionar un poco y comenzó a balbucear hasta que por fin pudo hablar normal, no pude evitar temblar por el miedo.

― ¡Wow! Por eso llegaron juntos hoy y faltaron a clases― dijo escéptica, yo solo asentí― Pero ¿Por qué?

―Porque era mi placer culpable y yo el suyo― vi como Marley sonrió y soltó una risita― ¡Oye! Sé que es un cliché y cursi pero…

Mis palabras se vieron interrumpidas por ella―Solo haz lo que creas correcto, no te aflijas, las cosas para ustedes mejoraran― sentí como sus manos pasaron por mi cintura creo que quería ¿abrazarme?

Yo le correspondí pero no demoró demasiado, salí corriendo rápidamente a la sala del coro, no quería que Sam quedara con el mismo cargo de consciencia que yo, por cometer el peor error de toda su vida engañando o reemplazando a la persona que amas por solo una aventurilla, en mi caso fue algo similar pero aun así queda la marca, no quiero que cargue con ella, simplemente no quiero.

Me paré en la puerta del salón viendo como Sam estaba sentado en uno de los primeros puestos del salón, mientras Britt lloraba y Santana lo miraba con desprecio, llamé la atención de los tres, mi amigo rubio me miró con gran devoción como dándome las gracias con la mirada por aparecer, me sentí aliviado, alcancé a llegar a tiempo, bueno casi porque ya estaba comenzado a responder a lo que Santana le estaba diciendo.

―San, no sea tan duro con Sam solo fue una pelea entre ellos dos no deberíamos meternos― traté de razonar con ella, pero solo me gane una mirada que hizo que el miedo en mi creciera precipitadamente

―No digas nada Hobbit, él la hirió se la cedí porque pensé que en verdad la cuidaría― gritó demostrando todo su disgusto, yo solo pude ver como Sam bajaba la mirada rápidamente, mi tristeza se hizo grande pero me sostuve en una mirada neutral

―Sí, pero ellos deben aprender a superar sus problemas ellos solos, nosotros no siempre vamos a poder estar allí de mediadores déjalos Santana. Por favor― dije suavemente acercándome a ella colocando una mano en su hombro, ella lo pensó por un momento y asintió, Sam me dio las gracias con la mirada yo le correspondí aunque por dentro aun me sentía hecho un asco

Salimos, pero no del todo, nos quedamos para espiar como llevaban la situación, el primero en hablar fue Sam, Santana replicó con un poco de enojo en su voz, como a quien no le gustaba la cosa, por mi lado las palabras de Marley no dejaban de rebotar en mi mente "Haz lo creas correcto" pero ¿Por qué sentía que eso no era lo correcto? No lo sé, lo único en lo que pensaba era en esos momentos fogosos que habíamos pasado, en cada palabra cariñosas que nos dijimos sin pensar, en esos brazos que me rodeaban.

― ¡Hey Blaine! Hueles a sexo ¿Qué te ha pasado últimamente?― Santana me sacó de mis pensamientos, luego sentí como mi cara se calentaba, comencé a crear alguna mentira para tratar de engañarla

―Ayer tuve sexo con Sebastián― comenté de sopetón sintiendo como corazón se aceleraba y mis manos se colocaban frías

― ¡Oh! Eso es bueno Hobbit, es lindo que trates de desprenderte de Kurt con otras personas― me dijo mirándome fijamente y cogió sus manos entre las mías― Tú vales más que eso, no te regales y si él no quiere nada serio contigo deja de hacerlo

Abrí mis ojos sorprendido, no puedo creer lo que escuché de Santana ¿Será que se me nota tanto la melancolía? ―Gracias Santana, eres genial―dije simplemente después me abracé a ella sin caer en cuenta que ya estábamos parados frente a la entrada

Mi cara se dirigió a la pareja abrazada en primera fila de sillas del salón del club glee Sam volteó de un momento a otro para encontrar mi mirada con la de él, nos quedamos unos pequeños segundos compartiendo esa mirada, me sentí agradecido por lo que me estaba pasando, pude notar como las mejillas de Sam estaban teñidas de un rojo brillante carmesí, luego los recuerdos de él estando encima de mí volvieron, mi cara también se calentó, no pude con semejantes imágenes por mis ojos se asomaron lágrimas me apreté más a Santana y desvié mirada para el otro lado.

Al separarme de ella, muy gentilmente pasó su mano por mi rostro, secó mi cara con sus suaves manos, después entró al salón de nuevo dejándome a mi allí en los pasillos vacíos hundiéndome en mi propia autocompasión, me sentí patético, destrozado.

Sentí unos pasos detrás de mí y como si lo hubiera llamado con la mente apareció la persona que menos quería ver en ese preciso momento, bajé mi rostro con tal de que no viera los sentimientos que se plasmaban en ella.

― ¿Qué quieres Sebastián?― pregunté indignado con la voz ronca por el pequeño llanto― ¿Qué haces aquí?

―Vengo a tramitar los últimos papeles que hacen falta para venir a estudiar mañana― dijo con tono arrogante, mi cuello casi se parte al levantarla tan rápido para establecer contacto visual con él

― ¿Es-estudiar aquí?…― repetí sorprendido viendo cómo se acercaba a mí sospechosamente, yo no dije nada solo me quedé allí

―Cómo lo escuchaste, así que mañana me verás hablando con el señor Schue para entrar el club glee― acercó sus labios a los míos y los rozó, después solo siguió como nada me quedé escéptico

Sentí las miradas de los chicos sobre mí, pero no volteé, no dije nada, solo seguí mi rumbo al auditorio, confundido por lo que acababa de pasar, pidiéndole a las fuerzas del cosmos que me mandaran una explicación de lo que me estaba pasando, ¿Esto será una señal? Eso espero.

Actualiza pronto, esta súper.

Oh va a haber Brittana? *-* jaja Sebastian me cae mal .l. :P y Blam no me gusta D: pero esta chido tu fic :3 actualiza pronto! :D

Cap.4 Mas que palabras

Iba por el pasillo un tanto elevado pensando en todo lo que me había pasado en ese lapso de tiempo, estaba a punto de llegar a la biblioteca cuando escuché unas voces, pude reconocer de inmediato eran las voces de Ryder y Jake, me pareció que estaban discutiendo pero hubo unas palabras que no me dejaron seguir mi camino.

―Ese es el problema, te enamoraste de alguien que ni siquiera conoces, ¿No me quieres?― Preguntó Jake con una voz de tono dolido, comencé a temblar ya que esas palabras se me hicieron conocidas.

―Te quiero, solo que estoy algo confundido, ella es tan linda…― Dijo Ryder su voz se fue muriendo hasta que quedó en silencio.

―No puedes decir eso, ni siquiera la conoces.― Dijo Jake medio gritando, me sentí mal iba intervenir pero comencé a escuchar pasos, de seguro alguno de los dos se estaba yendo del lugar.― Te ayudaré con tu confusión, ya no quiero estar más contigo.

No escuché nada más, solo pasos incesantes que se escuchaban más fuerte a medida que pasaban los segundos, la puerta de la biblioteca se abrió revelando a un enojado y triste Jake uno que nunca había visto en el tiempo que llevo conociéndolo, me acerqué a él para ver en que podía ayudarle pero por lo visto, no quería hablar con nadie, así que solo caminé a su lado para ver si lo irritaba y sí que funcionó, hice que se detuviera en seco.

―Así que ese es el problema de Ryder y la chica misteriosa.― Dije como si nada colocando una mano en el hombro de él, Jake solo asintió me sentí mal pero esbocé una gran sonrisa.―Ryder está confundido, dale tiempo.

Jake me sonrió, esa sonrisa me hizo sentir mejor, no solo por mis sentimientos del momento sino porque también necesitaba distraerme un poco después de lo que pasó con Sam.―Gracias amigo, ahora iré donde Marley quiere que le explique algunas cosas que no entendió de las clases.― Comentó un poco más contento, se me hizo raro.

―Marley y tú se han vuelto grandes amigos, eso es bueno.― comenté vi como Jake me dio una mirada un tanto confusa.

― ¿Qué quieres decir?― preguntó con un tono igual, yo solo bufé irónicamente.

―Que su amistad es genial, a pesar de todo lo que pasaron siguen siendo amigos, les tengo envidia.― comenté sin pensarlo, después sorprendido de mis propias palabras puse mi mano en mi boca como si eso ayudara a borrar lo que dije.

―Por favor Blaine, eso es inaudito nosotros somos los que te tenemos envidia a ti.― comentó como si nada haciendo que me sonrojara profundamente, me puse nervioso y no supe que pensar él lo notó así que siguió hablando.― Eres amigable, eres un gran líder o más que eso, te preocupas por cada uno de nosotros, tienes chicos y chicas locas por ti…

―Gr-gracias, creo… Ahora si me disculpas, llamaré a Kurt― comenté incomodo, la verdad no me había sentido así frente alguien en mucho tiempo, comencé a dar algunos pasos algo vacilante, luego escuché como se despidió de mí.

Saqué mi celular, me sentí algo ansioso, la verdad es que no hablo con Kurt desde hace mucho, me sorprende que me haya enviado un mensaje a mí, cuando perfectamente tiene a Rachel para charlar con él. Le di al marcado rápido para que apareciera su número, luego de un par de timbradas me contestó con una voz fúnebre, quise sentarme a llorar, pero aguante un poco.

― ¿Cómo estás Kurt?, Siento no haberte llamado antes he tenido cierto… Problemas.― Comencé con voz suave, me sentí feliz de charlar con él de esa manera, mis manos temblaban por la emoción.

―No importa, al menos lo hiciste. Estoy horrible, quisiera poder desaparecer.― Contestó de inmediato, mi pecho se presionó en solo pensar una vida sin Kurt, teniéndolo me resulta difícil, sería imposible sin que él existiera.

Apreté mis dientes para tratar de calmar un poco mi enojo pero no fue suficiente mi voz salió exaltada, no quería que fuera así pero no pude controlar.

― ¡Estás loco Kurt!, tú vales más que eso, no puedes dejar que tu felicidad dependa de un tonto como ese, él no te merecía.― Al lado de la línea no se escuchó nada, luego caí en cuenta de lo que dije así que intenté llamar su atención. ― ¿Hola? ¿Kurt?

―Estoy aquí, gracias por las palabras, tú siempre haces que me sienta culpable.― comentó haciendo que en mí creciera una gran felicidad, sabía a lo que me refería pero quería escucharlo de él mismo.

― ¿Por qué?― Pregunté haciéndome el confundido, mientras él soltaba una pequeña risa al otro lado del teléfono, por fin lo hice reír.

―Porque dejé ir lo más perfecto que alguna vez haya tenido.― Confesó. Me sentí tan halagado, mis manos temblaron. Paré frente a la puerta, no quería salir todavía, me apoyé en la puerta con cuidado de que no se abriera.

―Kurt eres muy tierno. También lo sentía así pero ahora, las cosas cambiaron.― Dije con un dolor grande en mi corazón escuché un no tan largo suspiro al otro lado de la línea, conocía ese suspiro, lo hace cada vez que quiere reprimir las lágrimas junto a un hermoso pucherito que me derrite o lo hacía, ya ni lo sé, me sentí mal así que traté subirle el ánimo. ―Te quiero Kurtie.

―Te quiero Blainie. ¿Nos hablamos después?― Habló con su voz algo cortada, pensé que eso ayudaría por mis labios pasó una sonrisa, todavía soy importante para él.

―Sí, a la hora que quieras, por favor no llores, me mata escucharte así, adiós.― Mis ojos se aguaron un poco debido al sentimiento de impotencia que me invadió, tenía ganas de tenerlo cerca de mí, abrazarlo, decirle que no se preocupara que todo estaría bien a pesar de todo.

―Adiós.― Después de eso no escuche nada más, colgué mi teléfono, después me dispuse a salir de la escuela.

Quisiera no haberlo hecho, porque Sebastián estaba recostado en su auto convertible esperando a alguien, me imaginé que era a mí, pero le di el beneficio de la duda, sin más que hacer o decir, traté de evitarlo pero no lo logré con éxito, me acerqué a él tratando de ser amable, sabía que me arrepentiría por eso más adelante, pero aun así estudiará con nosotros, alguien tiene que hacer que rompa el hielo con los chicos.

―Sebastián.― Dije con desanimo, la cara de él cambió inmediatamente, se acercó a mí, di un paso para atrás para tratar de estar distante sabía lo que buscaba.

― ¡Hey! ¿Quieres pasar un buen rato?― Preguntó con tono pícaro se acercó a mi rápidamente, cogió mi mano, traté de alejarlo de nuevo.

―Te odio, ¿Podrías soltarme suricato?― Sus manos ágilmente me estrecharon, dejé de forcejear, debo admitir que eso me calmó un poco, me sentí como un tonto por no controlarme.

―Sé que princesa no está aquí, necesitas complacer tus necesidades, yo lo puedo hacer cuando quieras entonces ¿Aceptas?― Me interrogó de nuevo, podía sentir como mi cuerpo cedía cada vez más ¡malditas hormonas! ¡Malditos sentimientos! Combinados son un arma mortal.

Yo solo asentí, él me llevó más cerca de él y me besó, al cerrar los ojos no pude evitar pensar que era Sam quien lo hacía, me aferré a él tratando de convencerme que era una buena idea, tocar a otro mientras imagino que es la persona que en verdad quiero que lo haga, debo decir que suena tentador, además así calmaría mis ansias o trataría.

Sentí que nos observaban, volteé la vista un poco y noté a Sam junto a Brittanny y Santana, volví a fijar mi vista en Sebastián, sintiendo algo de satisfacción, lo jalé de su camisa, le besé de nuevo teniendo en mi mente a la persona que no debería. Después me fui junto a él en su convertible, viendo como Santana cruzaba los brazos mientras Sam solo miraba como nos íbamos, su mirada era neutral, no la pude descifrar.

Al llegar a la casa de Sebastián me dirigió a su habitación, cerró la puerta con llave, se abalanzó sobre mí, no pensé, no dije nada solo lo seguí con la esperanza de que mi descabellada idea diera resultado.

Waooo la vdd siempre me ha gustado sebastian vamos a ver q sucede en ese cuadrado amoroso jejeje

Cap.5 Tratando de olvidar

Mis manos temblaban al estar pasándolas sobre la suave piel de Sebastián quería no hacerlo pero me fue prácticamente imposible ¿Por qué? La respuesta era obvia, frente a mi veía a… Cierta persona que no quiero nombrar, sus labios sobre los míos se sienten deliciosos pero sé que le faltan algo más, ¿A quién quiero engañar? Sé que esto es una mala idea, me moví lo más rápido que pude.

― ¿Qué es lo que pasa Blaine?― Preguntó agitado mientras acariciaba mi cintura. ―Apenas estamos comenzando.

―Lo siento, me acabo de acordar que mis padres estarán hoy en casa y deben encontrarme allí.― Mentí, literalmente vivo solo, mis padres mantienen de viaje de negocios y es muy poco lo que los veo.

―Okey ¿Entonces quieres que te lleve a tu casa?―Preguntó atento, eso me sorprendió un tanto, sus manos pasaron de estar en mi cintura a mi rostro y eso me hizo sentir agobiado, pero algo en mi hizo clic. (Ni piensen que fue mi entrepierna).

―Amm, no. ¿Sabes qué? Mejor tomemos algo.― Dije dirigiéndome a la puerta, mi corazón se aceleró de la emoción, desde hace mucho que no tomó lo que voy a pedir en este momento. ― Quiero Whiskey.

―Pero, ¿Y tus padres?― Preguntó. Yo solo di la vuelta, volví donde estaba, rodeé con mis brazos su cuello, me acerqué hasta que nuestros labios rozaron, pude notar que todo su cuerpo se estremeció, me sentí en la gloria, aún no asimilo lo que puedo llegar a causarle a los chicos que estén conmigo.

―Eso no importa ya, se me antojó tomar, mañana los veré. Además considera esto…― Escuché una risita por su parte, eso me hizo no querer parar con el coqueteo, bajé mis labios directo a su cuello, le di una pequeña lamida. Sí que me estoy divirtiendo, me hace acordar de como comenzamos Sam y yo aquella vez. ― Si estoy borracho, podrás hacérmelo cuantas veces quieras y no te diré que no, será todo lo contrario.

Escuché que un gemido abandonó sus labios, fue gutural, maravilloso, extraño. Todo junto, se acercó más a mí, yo lo imité con la idea de conseguir un poco más de fricción con nuestros cuerpos, cerré los ojos, pude oler la loción que Sam usa, yo y mi maldita suerte, de un momento al otro nuestros labios se juntaron de nuevo, al cabo de unos segundos nos separamos, él se dirigió hacía su teléfono, marcó y pidió lo que de cierta forma le exigí. Me senté en el suelo alfombrado, observé cada uno de sus movimientos, estaba plagado de sensualidad, le sale tan natural.

Cuando se sentó al lado mío, me estrechó entre sus brazos, no duró mucho porque me separé al instante, siendo sincero me sentí como la peor persona, aprovechándome de él, aunque él también lo haga pero yo no soy así ¿Cierto? Creo que comenzaré a seguir sus pasos por lo visto.

Un silencio incomodo nos atacó, me acosté en la alfombra notando como Sebastián me comía con la mirada.

― ¿Por qué te transferiste a Mckinley?― Pregunté curioso. Me sentí nervioso por algún extraño motivo pero lo disimule bien.

―Quería comenzar de cero, además después de que los Warblers se separaron, sentí que ya no tenía nada más que hacer en Dalton, me despedí de los chicos, nada pretencioso, me le declaré a Hunter y bueno, aquí estoy.― Respondió. Algo en mí creció, un sentimiento que hacía que mi estómago gruñese.

―Pensé que él era heterosexual.― Puse mi cabeza en las piernas de Sebastián, sus manos comenzaron a acariciar mi engominado cabello.

―Lo es, traté discretamente de que tuviera curiosidad para poseerlo pero no lo logré.― Explicó con un toque de tristeza en su voz, mis ojos se abrieron de gran sorpresa al pensar bien que él y yo teníamos algo en común. Nuestras fallas amorosas, y lo peor del caso con chicos heterosexuales. Sin duda alguna necesitábamos esto, ahora ya no me siento tan mal de usarlo.

Lo miré directo a los ojos, mi corazón se aceleró, llevé mi mano a su cuello y con mucha delicadeza lo comencé a bajar lentamente para que nuestros labios se encontraran, él siguió mi juego. Mis labios cosquilleaban de ansiedad y emoción, mi cuerpo quería privarse en cada uno de los placeres que Sebastián pudiera ofrecerme.

Alguien tocó la puerta, ambos nos quejamos por la interrupción, me levanté de las piernas de Sebastián el cual todavía irritado gritó un “Pase”, en menos de algunos segundos pasó un chico muy apuesto con traje de mayordomo. Puso el pedido en la mesa de noche, hizo una pequeña reverencia, no sé porque pero me pareció que estaba coqueteándole a Sebastián y él solo le respondió con un guiño y un beso, cuando el mayordomo se retiró, miré a Sebastián inquisitivamente, él se volvió a mí con confusión.

― ¿Qué?― Preguntó como si nada parándose de su puesto para poder alcanzar la botella y las copas. Mis mejillas se sintieron calientes, mis ojos se dirigieron al trasero de él.

―Nada, solo que me parece algo increíble que hasta a tus empleados te los comas.― Contesté bajando la mirada cruzando los brazos sobre mi pecho, sentí la mano de Sebastián pasando por una de mis piernas, que rápido es.

― ¿Estas celoso?― preguntó juguetonamente. Mis manos se dirigieron a la botella y a mi copa para beber un poco de ese néctar.

―Estas demente Smythe. Ni en un millón de años estaría celoso por ti.― Dije con disgusto antes de tomarme una copa completa de un tirón

Cuando menos lo pensamos la botella estaba vacía, todo me daba vueltas, pero todavía estaba consciente de lo pasaba a mi alrededor, me tiré en la inmensa cama de Sebastián, luego se cernió sobre mí, sus manos ya me recorrían sin restricción alguna, sus labios querían devorar los míos, nuestras entrepiernas de vez en cuando rozaban sacándonos sonoros gemidos, no sé si era porque el alcohol recorriera mis venas, pero no quería separarme jamás de él, por lo visto ayuda a olvidar el dolor que me desespera.

Espero no quedar cojeando mañana, no quería darle explicación alguna a nadie del porqué.

Actualiza pronto por favor.

Cap.6 Después de eso (¡Nunca en la vida!)

Mi despertar fue una tortura total, mi cabeza dolía y ni hablar de cierta zona íntima, lo único que salvó ese horrible despertar fue sentir los brazos de Sebastián, sentir su aroma que era muy similar al de cierto rubio hermoso que no dejaba de rondar mi mente, ni momentos como estos que me encuentro en los brazos de unos de los chicos más cotizados de Lima, uno de los más deseados, mucho después que Kurt, no lo digo porque él allá sido mi novio y lo veo como algo casi perfecto, sino que siempre aparecía en el primer puesto de esa página de Facebook “Lo más candente”. Aparecí varias veces, pero no lo menciono mucho.

Traté de zafarme del agarré de Sebastián pero me apretó más, no tuve más remedio que llamarlo, por su rostro pasó uno juguetona sonrisa, todo adentro mío se revolvió, en vez de ahora tratar de alejarme de él, solo me acerqué más, susurré un gracias y le expliqué que debía llegar a casa para alistarme para ir a la escuela, sin decir nada más, se levantó de la cama en su completa desnudez, se puso algo encima sin bañarse, yo hice lo mismo con mi ropa.

Fuimos directo a su garaje, tenía autos de todos los colores, marcas, en fin. Nos fuimos en un convertible azul, el camino fue repleto por un silencio cómodo, por mis labios pasó una gran sonrisa.

― ¿Pasa algo Warbler? ―Preguntó también divertido. Al parecer estaba con el mismo humor que yo aunque no lo demostrara.

― Bueno, no lo sé, estar contigo cambió mi estado de ánimo.― Confesé, de un momento al otro vi cómo se estacionó frente a mi casa, no sabía que la conocía, sin ganas de saber cómo sabía dónde vivía, traté de bajar pero su firme mano me detuvo.

― ¿No hay beso de despedida Hobbit? Definitivamente tú no sabes cómo complacer a un chico.― Comentó divertido, solo atiné a rodar los ojos, no conocía este lado de Sebastián, el gracioso y buen amigo que no trata de quitarte a tu novio y de separarte de él.

― No suricato, para ti no hay. ―Comenté irritado, luego vi como el color de su mirada cambió, se acercó a mí lentamente; estaba asustado y temí.

― No puedes decir eso, sabes que consigo lo que quiero, aunque sea tarde pero lo consigo, solo mira. Te tuve en mi cama, debajo de mí. Desde la primera vez que te vi lo deseé y ya lo cumplí, así que dame lo que quiero ahora. ―Dijo con aires de grandeza, muy cerca de mí.

Sin más me besó, yo solo atiné a alejarme con disgusto, bajé de su auto cerrando la puerta lo más salvaje que pude. No logro creer que me robó un beso de esa manera, si hubiera sido más amable hasta quizá se lo hubiera dado, luego escuché unas palabras que se me hicieron muy graciosas.

― Te reto a que no te enamores de mí.―Gritó divertido, yo solo volteé y me crucé de brazos, eso fue la gota que rebosó el vaso, ¡No puedo creer que diga eso! Y más de esa manera como si en verdad fuera a suceder, todavía estoy en proceso de olvidar todo lo que me ha pasado en este lapso de tiempo y piensa que solo es llegar y poseerme para considerarse mi dueño ¡Yo no soy objeto de nadie! Mucho menos de Sebastián.

― Nunca en lo que me queda de existencia Smythe y ¿Sabes qué? Pensé que podrías cambiar que podríamos llegar a ser amigos pero me equivoqué. Serás el mismo suricato toda la vida. ―Después de decir eso sentí una gran satisfacción. Caminé directo a la entrada de mi casa con una gran sonrisa en mi cara sintiendo orgullo de lo que dije. Luego volteé de nuevo. ―Nos veremos en un rato en la escuela, desgraciadamente. Tienes que preparar una canción para audicionar, Adiós.

No escuché otra palabra de él, solo el sonido del motor de su lujoso convertible, entré a casa con la tristeza de que encontraría lo mismo de siempre.

Nada.

Me apoyé en la puerta, solté un largo suspiro, me dirigí a la cocina con algo de cansancio, en realidad casi no pude dormir nada por estar divirtiéndome con Sebastián, creo que lo más se me viene a la mente fue cuando se acercó a mi cuello, me hizo un chupetón que aún duele, en como su manos me rodeaban y me apretaban con tal delicadeza que no dejaban desear otra cosa, ¡Ju! Smythe es cosa seria, primero se me te mete en la cabeza, luego ríe internamente y finalmente te destroza por completo, definitivamente nunca caeré a los pies de Sebastián, como que soy Blaine Devon “Warbler” Anderson.

Al llegar a la cocina pude ver a mi madre asiendo el desayuno, una felicidad se adueñó de mi cuerpo y después me sentí en sus brazos, mis lágrimas salieron, no las pude contener, desde hace menos de un mes no veo a mamá, nos separamos y pude ver que estaba igual que yo derramando lágrimas de felicidad, luego me dio un sonoro beso en la mejilla.

― ¿En dónde estuviste anoche cielo? ―Preguntó. Yo solo titubeé buscando una respuesta inteligente.

― Donde Tina haciendo un proyecto. ―Me sentí aliviado cuando me miró con seguridad y una sonrisa, esa sonrisa que me hace sentir protegido y seguro, bueno de una manera tan fraternal.

― Y que linda ropa te prestó, no es mucho tu estilo pero me encanta. ―Comentó. Mi sonrisa cayó cuando me acordé que era de Sam y que debía entregárselo al llegar a la escuela… ¡Cierto! ¡La escuela! Si no me apuro llagaré tarde.― Má, tengo que irme llegaré tarde y debo arreglarme.

― ¡Muévete! Yo te llevo, ni sueñes que te salvarás de mi jovencito. ―Dijo juguetonamente. Fui escaleras arriba, hice toda la rutina que una persona normal haría, bañarse, cepillarse los dientes… En fin. En menos de diez minutos estaba listo y animado para emprender mi camino, guardé la ropa de Sam de en mi mochila.

Al llegar de nuevo a la cocina para buscar algo para comer, vi como mi mamá me empacó todo, definitivamente, la vida de estrella no la cambiará jamás.

Lo cogí, junto a algún cubierto que no miré cual era por cuestión de tiempo, salí, me embarqué en el auto de mi madre, quien me recibió con una sonrisa.

― ¿Cómo va el viaje de negocios en Nueva York? ―Pregunté mientras abría mi desayuno.― ¿Y mi padre?

― Se quedó afinando unos detalles del concierto. Es un excelente manager a pesar de que lo hace solo para que otro tipejo no esté cerca de mí. ―Comentó con diversión.― Invita a tus amigos para que estén en Vip en mi concierto.

― Lo haré, sé que irán fascinados.― Comenté mirando la comida, en verdad ya mi apetito se había ido, al decir amigos, se me vino a la mente Sam, no puedo dejar de pensar en él en ningún momento, estoy muy mal.

Cuando llegamos a la entrada de la escuela, me despedí de mi mamá con un beso en la mejilla, le di un pequeño abrazo. Bajé con mi mochila colgando del hombro, miré hacía el estacionamiento vi un convertible negro, un sentimiento de repulsión se apoderó de mí rápidamente al reconocer de quién era ese tiesto, entré a Mckinley, los pasillos estaban algo desiertos, ya todos estaban en clase. Fui hacía mi casillero velozmente, al abrirlo vi horario y no pude evitar suspirar, la primera clase en la que mejor voy y puedo darme el lujo de faltar.

A una distancia no tan lejana vi a Sam de la mano con Britt, estaban por lo visto yendo al salón de historia, no pude evitar esbozar una sonrisa, al notar que Sam dirigió la mirada a mí, volteé de nuevo a mi casillero, de un momento al otro sentí como alguien tocó mi hombro firmemente, con algo de miedo cerré mi casillero, y dirigí mi mirada a persona que me causó por así decirlo ese mini infarto.

―Blaine, quiero hablar contigo.― Me dijo. Yo con algo de miedo me dirigí a esa persona.

―Dime.

No tardes en actualizar, me imagino el duelo entre Sebastián y Sam, por Blaine, aunque me gusta sólo la pareja de Klaine, la segunda pareja que me gusta para Blaine es Sebastián.

Sebastián manejó hasta una linda casa cerca de un lago, me sentí algo nervioso, no pensé que fuera tomarse tan en serio lo de privado, yo no debí tratar de olvidar lo que me pasaba o lo que me está -mejor dicho- pasándome, como me odio. Odio no poder controlarme al sentirme presionado, rechazado, sin esperanzas, no lo sé pero después de lo dijo Sam, me sentí ¿Mal?, que el chico al que quieres te diga que amaría que estés con alguien más y peor que te diga que eres su mejor amigo, luego de tener por así decirlo una historia, es deprimente y desesperanzador.

Pero no es nada que el sexo desenfrenado no pueda curar, bueno. Eso es lo que la mayoría dice.

Entramos. No pude evitar quedarme con la boca abierta del asombro, era una casa enorme que a pesar de ser campestre estaba llena de lujos, tenían un televisor plasma, ¿Eso de allí es una Xbox?, tenían fotos por todas partes de Sebastián, de sus padres y una de centro que acaparó toda mi atención, estaban los padres de Sebastián y él con una chica castaña con unos lindos ojos azules, se veía un poco más mayor que él. Me dio curiosidad pero decidí morderme la lengua. En fin, todo estaba perfectamente decorado.

― Creo que te lo tomaste muy en serio Sebastián, cuando dije eso pensé que nos llevarías a tu casa.― Comenté, el solo se encogió de hombros. Se acercó a mí, odio cuando lo hace me hace poner tan nervioso.

― Am, solo quería cambiar de ambiente Blaine. Adoro cuando te pones de esa manera te ves tan sexy.― Me dijo y no pude evitar temblar. Me rodeó con sus brazos y besó mi cuello, solo pude gemir y poner mis manos en los brazos de él, sentí un calor como ¿Reconfortante? no entiendo y no me gusta el momento se está colocando muy íntimo debería… Detener esto.

― Sebastián, lo siento no puedo hacerlo. Para.― Salí de medio de sus brazos y volteé para verlo a los ojos, esos ojos verdes divinos llenos de confusión, ¡Debo de dejar de verlo de esta manera! No puedo enamorarme de nuevo y menos de él, eso sería estar en territorio minado, en donde dé un paso en falso puedo volar en pedazos.

― ¿Qué te pasa? ¿Ya no quieres?― Preguntó, yo solo pude mover la cabeza de lado a lado y bajar la mirada, sentí como se acercó de nuevo, cogió uno de mis brazos.― ¿Qué es lo que te sucede? Por favor cuéntame, me preocupa que no quieras. Vamos, habla.

Lo dude por un momento, pero luego me di cuenta que no lo he podido platicar bien con alguien, me senté en el sofá, Sebastián me siguió, y puso sus manos sobre mis hombros, ¿Está demostrando preocupación por mí?

― Es que me siento devastado, me enamoré, la persona me dio alas y luego me hizo volar, de un momento al otro caí, no he podido volverme a levantar. Después llegaste tú y pensé que teniendo sexo contigo curaría mi dolor pero solo lo empeoró y no sé por qué.―Me acerqué a su cuerpo y me abracé a él. Lo que hace la necesidad.

― Blaine… Lo siento, si lo hubiera sabido no te hubiera hecho este daño, jamás trates de olvidar a una persona con otra, es lo peor que puedes llegar a hacer, ¿Te digo por qué? Porque te puedes volver como yo.― Susurró a mi oído me apretó en sus brazos, y se está volviendo más íntimo todavía tengo que dejar de hacer que sienta lastima por mí.

Me separé un poco de él sin mirarlo todavía, es que no quiero verlo a los ojos siento que si lo hago caeré― ¿Cómo tú?― Pregunté. En verdad quiero oírlo hablar más me hace sentir bien.

― Sí, yo soy así por un corazón roto de hace mucho tiempo. No quiero esto para nadie, tienes que darte la oportunidad y volverte a enamorar Blaine.― No quería pero algo hizo que

mi rostro se levantará, vi su sonrisa. Esa sonrisa.

― Y tú no lo has hecho ¿Por qué?― Pregunté, ahora fue el turno de él de comportarse como el tímido.

―Porque no.― Traté de hablar pero sus labios sobre los míos lo impidieron, toda mi fuerza de voluntad se esfumó, me dejó en las manos de Sebastián, sentí como me acostó delicadamente en el sofá, se siente tan bien es como tocar el cielo con las dos manos.

― Sebastián…― Susurré de una manera seductoramente divertida.― Dímelo ¿Secreto por secreto?

Comenzó a hacer caras un tanto divertidas. ― No, prefiero besarte, para convencerte, te necesito. Te deseo Blaine.― Esos encantos, los odio pero al mismo tiempo causan algo diferente ¿Será qué…? ―…Te estoy comenzando a gustar.

Me sorprendí un poco de que fuera un poco exacto de lo que estaba pensando, ahora a negarlo todo.―Eres un egocentrista, claro que no estoy enamorado de ti. Me retaste y quiero ganar. Pero sé que tu si te enamoraste de mí.―Comenté divertido, escuché una risa sarcástica de Sebastián, debe ser que en verdad está pasando, pero solo reaccionamos así porque estamos a punto de hacerlo ¿Verdad?

― Aww que precioso piensa que puedo sentir algo de verdad por ti.― Dijo. No pude evitar reír, me abracé al cuello de él.― Ya estoy tarde y no puedo enamorar de nadie, todo lo que estoy haciendo contigo lo he hecho con varios.

Me separé de él algo incómodo.―Yo no tengo que saber eso Sebastián.― Me levanté del sofá, medio acomodé mi ropa y caminé a la puerta dispuesto a salir, ¿Por qué no lo pensé antes? Soy un tonto por dejarme llevar tan fácil de Sebastián, para comenzar. De cierta manera Santana me lo advirtió.

― Lo siento. Es que cuando estoy cerca de ti no sé qué decir.― Me quedé congelado en mi lugar ¿Será que escuché bien? ¿No está mintiendo? El gran Sebastián Smythe se intimida al estar conmigo… Esto definitivamente lo van a querer todas las revistas de chismes que andan detrás de nosotros.

― Perdón ¿Qué dijiste?― Debo cerciorarme que lo que escuché es lo correcto no quiero mal entendidos.

― Que al estar cerca de ti no sé cómo actuar. Me dejas algo atontado.― ¡Guau! Esto es algo… ¿Inesperado? ― Blaine quédate.

― Lo haré cuando lo admitas.―Insistí. Quiero escuchar la verdad y la quiero ahora, sé que algo trama.

― Bien. Blaine, eres lindo, hermoso, tienes un cuerpo matador y no sé qué sea esto nuevo que estoy sintiendo, pero creo que me gustas. Tú ganas, me enamoré yo primero de ti que tú de mí…―Dijo. Es una especie de sueño loco de seguro.― Sé que es apresurado pero te esperaré. Esta es la única manera en la que me siento cerca de ti, así que no te vayas.

Me di la vuelta, volví a sentarme y le susurré un sensual “No me iré”, me entregué de nuevo, me dejé llevar, dejé que susurrara a mi oído esos te quiero, sin saber que serían mi perdición.

waooo sebastian con sentimientos algo nuevo

Al sonar el celular de Sebastián nos levantamos como unos locos, recogimos nuestra ropa del suelo de la habitación, estaba tan cómodo, tan rico y calientico hasta que algún “Genio” tuvo que llamarlo, en fin, igual teníamos que llegar a la escuela para nuestra práctica, y la primera del suricato como miembro oficial, espero que los chicos no se molesten más, deberían de saber que de vez en cuando yo sacrifico algo de mi felicidad por ellos.
En el auto no pude evitar ir pensativo, hubo un momento donde Sebastián se detuvo, cogió mi mano con tanta delicadeza, me miró directo a los ojos y me preguntó que pasaba, yo bajé la mirada, es la primera vez que pienso compartir mis pensamientos con otra persona que no sea uno de mis mejores amigos.

― Me siento el peor líder del mundo.― ¡Por fin! ¡Lo dije!, me acerqué al pecho de Sebastián y me abracé a él. No logro descifrar esto, pero pronto lo haré.

―No puede ser tan malo, tú eres un gran líder por lo que he escuchado, Warbler legendario. Todos hablan de ti de una manera magnifica, parece como si tú fueras un héroe.― No pude evitar sonreír, levanté la mirada a la de él, me surgió la necesidad de inclinarme al frente y darle un beso, él no se opuso y lo tomé como un continua lo que haces.

El celular de Sebastián sonó de nuevo y me sacó del trance preguntándome que era lo que me pasaba al tratar de hacer eso con él, sin decir nada seguimos nuestro camino a Mckinley, puse mi mano en la palanca de los cambios del auto, solo para poder tocar su mano cada vez que tenía que poner el cambio indicado, el reía juguetón al igual que yo, lo estaba disfrutando tanto que no noté que la escuela ya estaba frente a nosotros.

Bajé con cuidado, su mano se dirigió a la mía, no dije nada solo lo dejé, en verdad la semana que pasé lejos de él me sirvió mucho para darme cuenta que en verdad amo que me toque. No le hablé después de la audición, ni después del beso que me dio, el destino me obligó al colocarnos de portada en la revista con nosotros dos besándonos en su convertible.

Me acorraló antes de entrar a la sala del coro.

Me perdí en sus ojos.

Finalmente me robó el beso que tanto intento después de que tuvimos sexo.
El primer beso que comparto con el fuera de la cama, o de la intimidad de su cuarto, y más importante, ambos lo queríamos. Creo que me podré acostumbrar a esto, su mano se dirigió de nuevo a la mía, una sorpresa devastadora me atacó, no era nada malo, solo que se me hizo raro ver lo que estaba pasando.

Primero, a mamá en la sala de ensayos hablando con el señor Schue.

Segundo, a Santana y Britt compartiendo un beso.

Tercero, a Sam mirándolas desde atrás con esa mirada neutral de la primera vez que me fui con Sebastián.

Cuarto y último, a Jake y Ryder compartiendo una mirada llena de amor y ternura.

El mundo está de cabeza, yo estoy de la mano de Sebastián Smythe, tratando de descubrir que es lo que tenemos, como siempre fui objeto de las miradas acusatorias de todos, de un momento al otro sentí como mi mano fue soltada y al segundo vi al que me sostenía la mano parado frente a todos tratando de dar un discurso.

― ¿Saben? Pienso que todo lo que le hacen a Blaine es injusto. Ustedes no lo aprecian como deberían, él dejó a sus amigos atrás para perseguir a Kurt el año pasado, extraña a los Warblers, nosotros antes de que las seccionales le pedimos que volviera pero se negó. Sé que es extrañaba usar ese chaleco y dijo que no por ustedes, él sacrificó su felicidad. Y ahora deberían de devolverle el favor…―Me acerqué con cuidado y toqué el hombro de Sebastián, él solo sonrió ante mi tacto, no quería dar lastima. Me senté en mi puesto habitual, lo invité a que hiciera lo mismo.

― No Blaine, renuncio. No puedo quedarme y ver cómo te tratan. Gracias por aceptarme. Pero me niego a estar más aquí.― Cuando dijo esas palabras no pude evitar helarme, sin importarme los numerosos e insistentes llamados de mamá lo seguí, al alcanzarlo cogí su brazo.

― No puedes renunciar.― Dije con un hilo de voz, con mis lágrimas a punto de salir, todo yo estaba tan impaciente y ansioso.

― Claro que puedo, no quiero estar más en un lugar en donde no se valora el talento ni el sacrificio de los demás.―Bueno, con lo obstinado que es no me sorprende que lo haga por eso, pero quiero…

―…Estar cerca de ti.― Eso último se me salió, recibí una mirada confusa de él así que de nuevo volví a hablar con más claridad para entendiera mi idea.― Quiero pasar más tiempo contigo, creo que ahora eres lo único que tengo y no quiero perderte.― Bajé la mirada frustrado tratando de detener las lágrimas pero no pude.

―No me perderás, no soy lo único que tienes ¿Qué hay de: ¿Tina?, Santana, Sam, esa rubia…?― Ni idea de que a qué horas se aprendió sus nombres, pero ellos son los que más enojados están por esta situación.

― Están enojados conmigo por mi “relación” contigo, por favor no te vayas quédate.―Supliqué. Ya no pensaba lo que decía, ahora solo me aventé a los brazos de él, el correspondió mi desesperado abrazo.

Al cabo de unos minutos escuché pasos, volteé con algo de miedo y lentitud porque pensé que era Sam o alguno de los chicos tratando de pedir una disculpa, pero en realidad eran Ryder, Wade, Marley, Kitty, Jake, Joe y Sugar.

Sugar dio un paso al frente, tomó la palabra.

― Nunca pensé en verte tirar la toalla tan fácil Seb. Eres como mi hermano y te quiero, odio ver cuando lo haces eres un Smythe y nunca se rinden.― Eso nos dejó a todos sin habla alguna, ¿Cómo hermanos…?

― Antes de que digan algo. Ella y yo somos hermanastros. Su papá se casó con mi mamá.― Comenzó mirándome fijamente, cogió mis manos.―La verdad, le dije que viniera aquí para que los espiara, pero con el paso del tiempo se encariño con ustedes así que la liberé, le dije que no les confesara o si no se ganaría su odio. Y no me equivoqué.― Sonreí por su sinceridad. Le di un pequeño beso en la mejilla.

― Sebastián…― Comenzó Marley colocándose al lado de Sugar, no es por nada pero ella es la que más ha hecho por mí desde que lo de Sam inició.― Los que estamos aquí si valoramos a Blaine, estuvo para mí ahí cuando Jake terminó conmigo, dándome fuerzas y valor para continuar, si no fuera por él no estaría aquí.― Eso me apenó un poco, pero no pude evitar sentir una felicidad inmensa.

― Él me apoyó para que me lo confesara a Ryder. Trató de animarme cuando me cambió por una chica que ni siquiera conoce.― Esto último lo dijo Jake despectivamente pero sin perder el cariño que quería transmitir.

― Sé que casi no hablo con Blaine, pero si no fuera por él nunca hubiera experimentado el amor que Jake me dio, así que… Eres grande amigo.― Comentó Ryder divertido haciendo un movimiento con las manos, no pude evitar soltar una pequeña carcajada.

― Él es el único chico que no corre cuando me ve y le coqueteo, además es un gran líder, no solo se preocupa por cómo salga cada ensayo y en ser los mejores, si no que se preocupa por nosotros y eso es lo que importa.― Creo que eso ya lo había oído de Jake antes, pero no me importa, causa el mismo efecto.

― Sí amigo. También sé que nosotros no hemos hablado mucho pero eres genial y buena persona.―Joe se adelantó y cogió la mano de Sugar, me pareció tan hermoso, que linda pareja hacen.

― Yo puedo ser algunas veces una perra total, pero te valoro Blaine, además de tener un talento que puede opacar a cualquiera, se ve que tienes buen corazón, te entregas sin esperar nada a cambio, eres un amor.― ¿En serio Kitty dijo eso? Quisiera tener una cámara en momentos como estos.

Por el rabillo de mis ojos se asomaron unas lágrimas, no pude evitar contenerlas estaba tan emocionado, no podía medir la felicidad, la alegría y lo apoyado que me sentí en ese momento, todos compartimos un abrazo grupal, hasta Sebastián se metió, me pareció extraño, todos hicimos un circulo, llevamos las manos al centro e hicimos lo que acostumbramos antes de cada competencia, Sebastián me cogió por los hombros y me besó, nunca podré asimilarlo. Al separarnos, Sugar nos preguntó que cuando lo haríamos oficial, sentí que mis mejillas se calentaron.

Vi como Sam se acercó a nosotros con las manos en los bolsillos.

― Chicos, entren el señor Schue nos necesita a todos, tú también Sebastián. Aunque ya no formes parte del coro, te quiere allí.― Dijo despacio, todos sin dirigirle la palabra fueron al salón, yo quedé atrás al sentir que un firme apretón en mi muñeca me detuvo.

― ¿Te olvidaste de mí tan fácil y tan rápido?―  Me preguntó, no pude evitar abrir los ojos por la sorpresa, me pareció algo tan tonto.

― Para empezar, nosotros nunca tuvimos nada, solo fue una revolcada. Eso no significó nada para ti, apenas terminamos con eso volviste a los brazos de tu Britt.― La ira se apoderó de mí tan pronto que parecía gelatina en un terremoto.

― ¿Tú piensas así? Está bien como quieras. No estaré más cerca de ti. Ya no quiero ser tu mejor amigo.― Al escucharlo decir eso mi corazón se partió en dos.

― Bien, igual así sea solo como eso me haces sufrir, Sam yo te amaba, ¿Sabes lo difícil que fue para mí desprenderme de ti? Comencé con Sebastián solo para aliviar mi dolor, ahora estoy un poco mejor, el hizo cicatrizar la herida que tú hiciste.― Descansé un poco al decir eso, solo falta algo más para estar tranquilo.― Tenemos que hacer el proyecto de ciencias pronto, así por fin nos liberaremos del otro.

Después fui a encontrarme con los chicos en la sala del coro me senté al lado de Marley y Sebastián, al ver que Tina nos volteó a ver, entrelacé mis manos a las de Marley y Sebastián, esperando que entendiera lo que le quería hacer saber, ella cruzó los brazos y volvió su vista al frente por un momento pude divisar unas pequeñas lágrimas, se lo merece por dejarme solo en este momento tan crucial para mí.

Marley me sonrió, Sebastián besó mi mejilla.

No podía creer que todo estaba arreglado, tenía a casi todos los chicos de mi lado, estaba con un potencial novio sin saber aún sus verdaderas intenciones y ya estaba abriéndome paso con Marley para convertirnos en amigos más cercanos, eso era todo lo que quería, pero aún no sabía hasta cuando tenía que soportar estar en guerra con Sam por así decirlo.
Al menos el secreto culpable que tenemos oculto, ya no me atormentará más.

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Gracias Mary por tú comentario ;) se aprecia demasiado