One-shot Quinn & Marley Nuestra historia

Esta es una actividad de mi distrito y mi tercer One-shot y como con el segundo, lo escribi sin mucho tiempo y blah blah blah espero les guste :besos:


Paris, Francia.

Narra Quinn Fabrey.

Tres años, tres años habían pasado desde que yo llegue a Paris pero llevaba más tiempo ocultando un secreto que nadie que me conociera sabia, desde los nueve años supe que me gustaban las niñas como a mis amigas los niños, durante años no dije nada porque para mí parecía anormal, pensaba que tenía una enfermedad o algo parecido, luego entre en la adolescencia y comenzaba a verlo más normal y estaba decidida a decírselo a mis padres y amigos pero cada comentario homofóbico que ellos hacían me provocaban dar dos pasos atrás cuando yo intentaba avanzar, a los 18 decidí dejar ese miedo atrás pero no de la forma que me hubiera gustado. Con bocetos en mano sobre diseños de ropa viaje a Paris, deje a mi familia y amigos pero prefería mi felicidad a seguir ocultándome y fingiendo ser alguien que no soy.
Conocí a Santana López, una diseñadora latina afamada en la ciudad del amor, ella me ayudo a entrar a la industria de la moda y a mis 21 me convertí en una gran joven emprendedora como algunos solían llamarme.
Vivía en una de las mejores zonas de la ciudad, una casa perfecta para aprovecharla con agradable compañía femenina sin compromiso. Nunca me había enamorado, no lo buscaba pero tampoco lo evitaba y sin embargo sabia que el día que cruzara en mi camino a la persona correcta seria para siempre.

Narra Marley Rose.

Con casi recién cumplidos 19 años llegue a la ciudad de Paris gracias a una beca en dibujo, al principio yo no quería decirle nada a mis padres pero se enteraron por mi mejor amiga, Kitty, ella quería lo mejor para mí y bueno llegue con el apoyo que siempre me han dado, incluso cuando a mis 16 les confesé que era gay, mamá dijo que lo sabía desde que yo tenía 5 años, que ambos lo sabían, mis amigos se quedaron junto a mí y por eso supe que eran mis verdaderos amigos.
Una vez creí haber estado enamorada pero a decir verdad no lo estaba, ella solo era una obsesión mía.
Dicen que Paris es la ciudad el amor y espero encontrar a la persona ideal aquí…

Fin de las narraciones.

Marley una castaña de ojos claros y tez blanca caminaba hacia la salida del aeropuerto mirando una hoja que contenía la dirección del departamento que compartiría con una extraña a que eso le ahorraría dinero.
–Lo siento –se disculpo al haber chocado con alguien, la hoja cayó al suelo, ella y esa persona bajaron al mismo tiempo y rozaron sus manos por causalidad.

–No, yo lo siento iba desatraída –contestaron unos ojos verdes acompañados de una cabellera rubia y piel clara.

Al ponerse de pie se miraron fijamente y después de unos segundos sonrieron.

–Soy Quinn –le ofreció su mano en forma de saludo.

–Marley –le correspondió y la rubia tomo por sorpresa a la chica dejándole dos besos en cada mejilla.

–Lo siento, costumbre –dijo como disculpándose.

–Está bien, no me molesta –mientras hablaban el mundo corría en su entorno pero ellas parecían estar en una burbuja impenetrable –“Sus ojos son tan profundos” –pensó viéndola con detalle.

–Yo… –dijeron al mismo tiempo provocándoles una leve risa.

–Tu primero –dijo Quinn amablemente.

–Necesito a alguien que me ayude a llegar a mi destino y…pues…me parece que conoces la ciudad bastante bien –la rubia se lo pensó –Claro, si no estás ocupada –Marley no entendía porque pero tenía la necesidad de conocer a la mujer que tenia frente a ella.

–Has acertado, la conozco bastante bien pero ¿Por qué no antes te invito a tomar un café y nos conocemos más? –para Quinn eso no era una táctica mas para conquistar a cualquier extraña sino que de verdad quería de su compañía.

–Me parece bien –las palabras de la castaña parecían seguras pero ella por dentro se moría de nervios.

–Entonces vamos, mi auto esta cerca, pero antes permíteme –tomo la valija más grande de la chica y caminaron tan solo un poco hasta dar con el auto de la rubia, uno muy elegante.

Guardaron las maletas y subieron al auto, pronto Marley admiraba las calles de Paris, el cielo se encontraba decorado con nubes y la ventanilla abajo dejaba entrar el fresco aire parisino.

– ¿Te gusta? –le pregunta sacándola de su encanto.

– ¡Por supuesto!, es igual de hermoso que en las películas –contesto haciendo sonreír a la rubia.

–Me alegro –la veía cada vez que podía, sentía algo raro, algo que nunca había sentido, esas sensaciones que describían en las películas, en las novelas o las personas que estaban enamoradas, eso era lo que sentía Quinn en ese momento.

La rubia se estaciono frente a un lugar donde en el exterior varias mesas estaban acompañadas de parejas, amigos y una que otra familia.

–Luce elegante y relajado a la vez –decía la castaña al bajar del auto.

–Y por eso me encanta este lugar, bueno, además del café y el pay de queso –bromeo.

–Buenos días –saludo un mesero en cuanto se sentaron en una mesa dentro del establecimiento pero cerca de la ventana más grande desde donde se podía ver la torre Eiffel.

–Buenos días –respondieron ambas con un fluido acento francés.

– ¿Puedo saber que desean ordenar? –Quinn miro a su acompañante.

–Un cappuccino con un ligero toque de canela –vio como tanto el mesero como la rubia se asombraron – ¿Sucede algo?

–Pues no sé si este bien decirlo pero es lo mismo que pide la señorita Quinn –la rubia sonrió.

– ¿De verdad? –pregunto viendo a la mujer que tenia frente a ella, esta asintió.

–Así que me supongo serán dos cafés y claro dos pays de queso –nuevamente Quinn asintió.

–Hablas muy bien francés –le admiro.

–Desde pequeña me intereso aprender y pues bueno lo logre –sonrió algo tímida.

–Y dime, ¿Cómo es que llegaste aquí? –pregunto a Marley.

–Obtuve una beca completa.

–Pues felicidades.

–Gracias –contesto mirándola nuevamente con fijación.

– ¿Una alumna destacada?

–En realidad una dibujante en bruto pero con “talento” –así fue como me calificaron.

–Pues no es que quiera presumir pero soy diseñadora y ya que no soy muy buena dibujando quizá puedas ayudarme, unas clases posiblemente –era claro su coqueteo y eso no incomodaba en absoluto a la chica, en cambio le hacía sentir bien.

– Claro, ¿y tu como llegaste aquí? Porque es claro que no naciste aquí –dijo segura.

–Eres muy observadora, ¿Qué me delato?

–Tus rasgos, son diferentes a los de las francesas, además de que es claro que tu acento no es genuino –respondió dejando sorprendida a la rubia –ahora te toca responder mi pregunta.

–Está bien, llegue hace…gracias –dijo cuando el chico dejo los cafés a cada una –…perdón, llegue hace tres años con un solo objetivo –respondió.

– ¿Y cuál? Lo lamento estoy siendo impertinente –se disculpo rápidamente.

–Está bien, además quiero que nos conozcamos –suspiro –Mi objetivo…ser feliz con mi verdadero yo –Marley parecía no haber entendido –Si me hubiera quedado en Ohio tendría que haberme casado con cualquier hombre, bueno el menos desagradable y ser infeliz para no obtener el rechazo de mi familia –esperaba que con esas palabras la castaña entendiera.

–Ya veo, ¿pero como sabes que tu familia te habría rechazado? –Quinn soltó una risa irónica.

–Cada vez que veían a dos mujeres juntas las satanizaban, decían cosas desagradables de ellas sin siquiera conocerles, a los hombres homosexuales los calificaban con palabras degradantes y una vez mi madre dijo algo que se me quedo muy grabado en mi mente, “si me dijeras que eres lesbiana dejarías de ser mi hija” –Marley bajo la mirada –Siempre tenía miedo, quería decírselos porque eran las personas más importantes en mi vida pero también sentía que eran las únicas con las que contaba, por eso vine a Paris, lejos de ellos no sabrían lo que pasa con mi vida –miro hacia la ventana.

–No me imagino cómo te sientes, mis padres saben de mis preferencias y me aceptan –Quinn miro a Marley. Ahora entendía por qué la castaña no huía a sus coqueteos –Pero creo que es mejor hablar con ellos y que sepan quién es en realidad la persona que criaron –Quinn frunció el ceño.

–Yo no lo creo así pero… -Marley le tomo la mano.

–Si tu quieres yo estaré a tu lado –esas palabras bastaron a la rubia para saber que sí, que se estaba enamorando de una persona que acababa de conocer.

–Gracias –respondió con una sonrisa.

Pasaron tres meses donde a consecuencia del trabajo solo la veía poco pero no dejaba de pensar en ella.

– ¿Qué tal si vienes a mi casa y me ayudas con algunos bocetos? –preguntaba Quinn sentada en el sofá con el móvil en altavoz en la mesa de centro.

–Está bien, entonces llego en unos minutos.

–Perfecto, nos vemos –dijo feliz

–Ok –ambas colgaron.

Quinn rápidamente aseo el poco desorden que encontraba en la casa y después, como había dicho Marley, en minutos llego.

–Hola –se saludaron con los ya acostumbrados besos en cada mejilla.

–Veo que ya te familiarizas mas con la ciudad –comento invitándola a sentar.

–Sí, gracias a tu consejos si –le sonrió.

– ¿Quieres algo de beber? –le pregunto pero antes de que pudiera dar un paso la castaña la detuvo.

–Quinn…hay algo que desde que te vi quiero hacer –la miro a los ojos y se acerco mas a ella.

– ¿Ah sí? –por primera vez Quinn era la que tenia los nervios a flor de piel y Marley tomaba seguridad.

Sin decir nada la castaña se apodero de los labios de la rubia que tanto soñaba y pensaba.

Dejándose llevar, ambas comenzaron con un juego, una historia donde sus lenguas eran las protagonistas.

– ¿Puedo confesarte algo? –Pregunto Quinn y Marley asintió - ¿Pero prometes no burlarte?

–Lo prometo –dijo levantando su mano derecha.

–Estoy enamorada de ti –la castaña respiro aliviada.

–Que bien qué es eso, pensé que eras casada o algo así –bromeo a lo cual Quinn rio –También debo confesarte algo –Quinn la miro a los ojos.

–Me enamore de ti desde que mire esos ojos que me emocionan al verlos y creo que nada ni nadie hará que deje de sentir lo que siento por ti –la rubia dejo caer una lagrima – ¿Por qué lloras? –pregunto limpiando su rostro.

–Porque nunca pensé que una persona como tu pudiera enamorarse de alguien como yo –la tomo de la cintura.

–Es imposible que no me enamoraras si eres perfecta, tu forma de hablar, tu cuerpo, tu forma de ser, to en ti es perfecto –la beso.

–Te amo.

–Y yo a ti.

Perspectiva Quinn.

Durante los siguientes 25 años vivimos tantas experiencias y un angelito llamado Blaine ha sido nuestro lazo más fuerte, nuestro hijo que ahora tiene 19 años y que sabe que sin importar el sexo, la religión, las ideas políticas, la clase social y mas se debe respetar y amar, que nadie tenemos el derecho a juzgar a otro ser y que sobre todas las cosas somos seres humanos a los cuales no debemos humillar ni hacer sentir mal y que el amor es amor.

Me gusta, adoro a las personas que marcan tendencia de una manera distinta, es tan diferente a lo que veo aquí, me fascinó, no por el hecho que fuera romance sino que fuera un romance que nunca se me hubiera pasado por la mente escribir, muy tierno *-* espero que sigas así XOXO

*JoGleek*

JoGleek escribió:Me gusta, adoro a las personas que marcan tendencia de una manera distinta, es tan diferente a lo que veo aquí, me fascinó, no por el hecho que fuera romance sino que fuera un romance que nunca se me hubiera pasado por la mente escribir, muy tierno *-* espero que sigas así XOXO

*JoGleek*

De verdad muchas gracias comentarios como el tuyo me inspira a seguir escribiendo

Apryl!

wuaw esto realmente fue totalmente distinto me gusta esta Quinn que no dudo en perseguir sus sueños y si felicidad aunque eso la llevara a alejarse de lo que conocía.

Siempre se dice que las cosas pasan por algo y creo que fue para ella positivo pues además de conocer a una gran amiga como Santy tuvo el trabajo desus sueños!

Marley y Quinn venga nunca me imagine esta pareja jaja es decir ni si quiera se conocen o si? ni idea jaja pero me agrado el concepto por ser diferente

te mando saludos!

Super interesante pareja , la verdad no la había visto ante, hablo de en fics y eso, pero de eso se trataba la actividad parejas no comunes y creo que fue muy...muy bien

Excelente, suerte con las votaciones y debo mencionar que aunque no tomo cafe desde hace muuuuuuuucho (cuestiones de salud) me parecio super interesante el pedido de capucciono con un toque de canela...¿sera que me gusta la canela?

jajaja no se...nos leemos despues