Curiosidad: A Very CrissColfer Story

Oh dioss ME ENCANTO!
Tengo ganas de leer una historia CC y apareciste tu!
Gracias a dios!
Saludos y porfa no seas mala y actualiza pronto!

Decirte que me gusto seria poco, me fascino y es el primer capitulo escribes muy bien. Quiero leer una historia Criss-colfer desde hace rato pero no encontraba ninguna y llegaste y tu y pummm es genial. Actualiza Pronto

Me encanto, me gusto mucho la forma que tienes de escribir y expresar cada idea. No he leído muchos fic Crisscolfer, pero aquí tienes una fiel lectora, ya quiero leer el próximo capitulo. Saludos

Me encanto el capitulo, me dio mucha risa la parte donde Chord y Mike entran al trailer de Darren, esos dos si que están locos xD kajsajk que lindo sentimiento tiene Darren cuando aparece Chris, aunque creo al final al ver a Chris con Max lo que menos sintió fue tranquilidad y calidez. Me encanto, espero que te vaya bien en tus exámenes. Un abrazo gigante

P.D: me encanta tu firma :D

Si!! nuevo capitulo!! me encanto! Pobre Darren todo molesto por ver a Chris con Max, sentí pena por Mia en este capitulo, no merecía que la dejaran solo así de la nada. Me encanta Lea en tu fic, es muy simpática y super dulce. Le canto jealousy a Chris :O ya quiero ver que va a pasar, cada vez se vuelven mas interesante las cosas. Un abrazo grande.

Capitulo IV

"Te amo"

Solo fui consiente de un brazo que me jalaba hacia la salida trasera del lugar.

– ¿Qué demonios fue eso? – Chris habló apenas estuvimos lejos de la gente.

– ¿Qué fue que? – pregunté divertido por su rostro compungido.

– Esa canción, ¿Por qué la cantaste? – Chris preguntó sin poder mirarme a la cara. Sentí su incomodidad que luego dio paso a la mía

– No lo se – sacudí mi cabeza pensativo – solo quise hacerlo – me senté apoyando mi espalda en la fría pared de la salida trasera del pub.

– Fue intenso… ¿estas teniendo problemas con tu novia? – Chris susurró entre los ruidos de la noche.

¿Por que demonios todos mis estados de ánimo, sentimientos y actitudes siempre tenían que girar en torno a mis problemas sentimentales con Mía? Estaba aburrido de toda esa mierda, ninguno de los que habían hecho ese comentario estaban al tanto de siquiera que pasaba.

– No Christopher. Todo esta…normal, como siempre – le di una falta sonrisa.

– Okay, entendí el sarcasmo – siseó – no puedo ayudarte si no se que te esta pasando. – habló buscando mi mirada.

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– No necesito ayuda Colfer – murmuré bajito – solo necesito respuestas…

– ¿respuestas? – habló el castaño confundido

– Si Chris – hablé pausado – ¡MALDITAS RESPUESTAS! – grité pasándome las manos por el cabello, y de pronto desconocí ese repentino cambio de animo en mi. Me asustó. – tengo un jodido desastre en mi cabeza y hasta que no logre arreglarlo no necesito la compasión de nadie.

– ¡No estas bien! No tienes claro lo que haces y no estas siendo coherente. – Chris murmuró bajando el tono de voz con cada palabra que decía – desde hace unas semanas que llevas comportándote extraño y ahora simplemente cantas una estúpida canción que casi te hace llorar y ¿no sabes porqué lo hiciste? – Vociferó como vomito verbal – no puedes simplemente andar por la vida cantando canciones así sin ningún propósito – concluyó dándome una gran mirada reprobatoria.







– Puedo hacer lo que quiera con mi vida Christopher – hablé serio, ignorando su mirada intensa sobre mi. – gracias por preocuparte

– Claro que no, claro que no puede hacer lo que se te antoje – me contrarió ofuscado. – afuera hay gente pendiente de todo – susurró.

Su mirada era intensa de repente. Él se había agachado en cuclillas quedando frente a mí y su rostro estaba tan cerca del mío que respirábamos el mismo aire.

Chris comenzó a respirar más rápido, mis ojos fijos en los de él, teniendo una pelea interna que solo ellos eran capaces de concebir.

Y en ese momento supe que incluso él había entendido lo que me estaba sucediendo.

Me asusté, me aterré.

Una electricidad despertó en mi estómago y empezó a esparcirse por el resto de mi cuerpo. Cuando llegó a mi cabeza yo ya estaba perdido.

– Yo siempre hago lo que quiero Chris… – susurré acercándome demasiado al castaño, este exhaló el aire de golpe chocando tibio y dulce contra mi rostro, tenía olor a menta y ron, se me hizo agua la boca. – Quiero que tengas eso muy claro – musité de manera inconsciente en su oído y como por impulso apreté con mis labios su lóbulo, quedándome ahí más tiempo del necesario.

Un golpe de corriente se dirigió a mi entrepierna







Chris parecía petrificado. Su rostro se encontraba aun más pálido y estaba seguro que en cualquier momento se desplomaría sobre mí.

Quise reír fuerte…él podía ser tan absurdo a veces.

– ¿Chris? – lo moví, él no dijo nada. – Christopher no es gracioso – le regañé al ver que no me contestaba ni levantaba la mirada del suelo.

El castaño se afirmó sobre mis muslos para darse impulso y ponerse de pie. De pronto un mal movimiento lo hizo caerse…sobre mí. Su torso chocando con el mío, su mejilla apoyada en mi clavícula. Él se movió rápido hacia el lado.

Sentí su falta al instante.

Reí por ese jodido pensamiento.

– ¿No se supone que este tipo de caídas solo pasan en películas? – murmuré con voz divertida.

– Deja de comportarte como un maldito idiota Darren – Chris bufó ofuscado – Haz lo que quieras con tu súper genial vida pero no me involucres en ella. – lo ultimo lo susurró tan bajo que no supe si me lo había dicho a mi o no.

Lo miré acuciosamente, él me sostuvo la mirada.

Mierda, Chris de verdad me lo había dicho a mí, el castaño de verdad me había pedido que no lo involucrara en mi vida… ¿era un chiste, no?

– ¿Por qué tan sensible Colfer? – le palmeé el hombro buscando al simpático castaño de siempre.

– Nada tiene que ver la sensibilidad Darren Criss, es solo ser objetivo y saber que es lo correcto – me miró a los ojos, sus profundos orbes azules me miraban atentamente, estaban llenos de dudas y en ese instante supe el significado interno de las palabras de Chris.

¿Yo sabía que era lo correcto? Es decir, Chris ¿estaba diciéndome que mantenernos alejados era lo mejor que podíamos hacer? Pero… ¿Cómo iba yo a ser capaz de hacer algo así si él era lo más cercano a mi 'mejor amigo' en el set?

Ambos intercambiamos miradas por un momento que a mi me parecieron horas y de alguna forma u otra me sentía incapaz de despegarle los ojos, sentía que si lo hacía me iba a faltar el flujo normal del aire.

— ¿Cariño? – una conocida voz rompió el silencio

Max…

Ninguno de los dos hizo nada, Chris no dejo de mirarme. Su mirada me hacía sentir cálido, tranquilo…feliz.

— Voy en un minuto – el castaño habló con sus ojos aun en los míos.

— No hemos terminado nuestra conversación — musité serio.

— No tengo nada más que conversar contigo Criss — articuló inexpresivo, jamás lo había visto carente de emociones en su rostro.

— Sabes que no quieres irte — lo desafié — sabes que no tienes que hacerlo.

— A veces creo que tu no sabes nada sobre mi — susurró y agachó su mirada pasando junto a mi en dirección a la puerta.

Me giré para seguir sus pasos y ahí estaba Max, el maniquí; esperándolo y mirándome, mirándome como mirarías a otra persona que quiere llevarse el último chaleco en liquidación que tu también quieres…me miraba como su competencia y no se porque yo amaba la sensación que su inseguridad me hacía sentir.

Le di una sardónica sonrisa.

Esperé afuera un tiempo prudente, tratando de calmar mi ánimo sombrío y esperando que Christopher se fuera del lugar – porque en verdad esperaba que eso hiciera– cuando entré los ánimos estaban apagados, ya nadie cantaba karaoke y solo Lea, Cory y Kevin seguían en la mesa.

Me senté junto a Lea.

— ¿Dónde esta el resto? — pregunté rompiendo el cómodo silencio.

— Todos se han ido, mañana adelantaron las grabaciones — ella habló. Mi mente estaba en cualquier lugar. — Mantente al margen querido — Lea susurró cerca de mi oído.

— ¿De que estas hablando? — pregunté desconcertado por su comentario.

— No se que demonios estas intentando hacer Dare — la castaña empezó cruzándose de brazos — cuando fue tu turno de cantar sentí vergüenza ajena, creo que todos aquí captamos el mensaje — Lea habló medio avergonzada.

— ¿Hablas de la canción que canté hace un rato? No veo porque debería de haber un mensaje tras ella — declaré honesto

—Eres tu el que se está quemando, lo veo en tus ojos, en tus expresiones y en la pasión que pusiste al cantar — la chica hablaba segura de su conclusión — conozco eso, también soy artista y hay emociones que simplemente no se pueden fingir.

Y en ese preciso instante quise hacer desaparecer a Lea Michele de la faz de la tierra.

— Por supuesto que estoy celoso, estoy enfurecido — alcé un poco el tono de mi voz — ¿como se atreve ese niñito a simplemente salir con alguien? Es decir, ¡nadie aquí sabia! — alegué tratando de ocultar mi repentino y desmedido enojo.

— Todos sabíamos que él salía con alguien Darren — Lea susurró como si fuese algo obvio.

¡Perfecto! Y resulta que de un momento a otro todo el mundo sabia que Christopher Colfer me engañaba y yo como buen engañado era el ultimo en enterarme.

¡Date cuenta de la tamaña bestialidad que acabas de pensar Darren Criss!

Chris no me había engañado, yo no era Blaine y él no era Kurt, el castaño tenía todo el derecho del mundo a hacer lo que quisiera…pero era yo el que parecía incapaz de hacer lo mismo.

El olor a frambuesa estaba impregnado en mi nariz, me miré al espejo y mi cabello permanecía perfectamente peinado y acomodado en torno a mi cabeza con abundante y aromático gel.

Sonreí frente mi reflejo.







Tomé el guion y salí con una enorme sonrisa camino al set.

72 largas horas sin haber visto a Christopher y de pronto ahí estaba tan al alcance de mis manos, estaba de espaldas a mi. No pude evitar enviar mi mirada directo a una parte especifica, bien dotada y tonificada de su cuerpo.

Por algún motivo acababa de darme cuenta cuanto amaba los pantalones ceñidos de Kurt Hummel, su trasero lucia…glorioso.

Mi mente se imaginó un millón de escenarios distintos donde mi mano podría acariciar esa parte de su anatomía.





No pude evitar sentirme extraño con ese nuevo y agradable pensamiento… ¡maldición! me agradaba DEMASIADO la idea de acariciar el trasero de Chris Colfer.

La curiosidad invadió mi cuerpo. ¿Cómo seria acariciar su tonificado cuerpo? ¿Qué sentiría mi cuerpo cuando sus labios dejaran un camino húmedo de besos y chupetones a través de mi cuello?... un repentino problema se empezó a formar en mis también ajustados pantalones.






Christopher Colfer acababa de prender la llama del deseo en mi pecho.

¡Maldito hombre irresistible! ¡Maldito yo que no sabía siquiera porque me permitía sentir sensaciones como esa!... pero no podía negar que eran agradables, MUY agradables.

Me senté en una de las sillas de madera frente a una mesita para dos en el set del "Lima Bean" y me puse a ojear el guion por decima vez.

— Lamento haber sido un idiota contigo la otra noche — la voz del castaño me hizo levantar la vista y encontrarme con sus brillantes e ingenuos ojos que inmediatamente me llenaron de calor el cuerpo. La luz acababa de volver otra vez a mí.

Chris y el resto del cast habían pasado un par de días fuera grabando las escenas de las "nacionales" en New York. Ese par de día habían sido la clave para darme cuenta que era todo lo que podría estar pasando conmigo.

— Pierde cuidado — le sonreí — la mierda ocurre — bromee

— Estaba enojado, confundido y lo siento — susurró — no quise decir nada de lo que dije — Se sentó frente a mi, mientras los camarógrafos y tramoyas se ubicaban para empezar a grabar la escena.

— Esta bien Chris — tomé su mano sobre la mesa, sentí una especie de cosquilleo cuando las yemas de mis dedos rozaron su pálida piel. — Entiendo — y sin querer me vi dándole una tierna sonrisa. Él me la devolvió de igual forma y sentí ganas de palmar su hombre y agradecerle por la luz que me envolvía cada vez que estaba cerca de él.

— Posiciones — Brad, el director de este episodio, gritó a la gente allí

Chris me soltó la mano no sin antes darme una sonrisa, esa sonrisa que yo conocía tan bien…mi sonrisa personal. Algo se movió en mi interior y no pude evitar sentirme estúpido.

Me enderece y arreglé un poco el cuello del chaleco rojo que llevaba.

— 3,2,1 ¡acción! — Brad gritó. Adiós Darren Criss, hola Blaine Anderson.

Los extras comenzaron a moverse y la conversación entre Kurt y Blaine comenzó.

New York, New York, New York.

A duras penas mi cabeza estaba conectada con mi cuerpo. Mi mente se perdía mientras observaba esos rosados y fibrosos labios moverse al ritmo de sus palabras, hacían gran contraste ya que Chris vestía un abrigo color crema que hacía de él una verdadera porcelana.

Mis recuerdos comenzaron a tomar forma y un sinfín de imágenes azotaron con alevosía mi cabeza.

La interminable cena la primera vez que nos conocimos, las interminables conversaciones en su tráiler tomando coca – cola de dieta, los ensayos de los miércoles hasta altas horas de la madrugada que al final se convertían en noche de película en donde uno de los dos se quedaba en la casa del otro a dormir.

Un calor recorría mi pecho cuando mi mente recordaba cada uno de esos momentos. Mire a Chris a los ojos y sentí como una vez más su luz me envolvía y ya nada más importaba a mi alrededor.

Y eso era todo. ¡Nada ni nadie más importaba! Solo él y yo y lo que cada uno tuviese que decir, pero no aquí, no en este set, si no que afuera, en el mundo real.

— Te amo — susurré. Y no sabía si lo había dicho a tiempo o no, solo sabía que según mi guion debía decirlo y según mi corazón…también, porque tal vez esa era la única frase capaz de describir esa luz cálida que inflaba mi pecho cada vez que Chris sonreía o esa descarga eléctrica en la ingle cada vez que mis labios encontraban los suyos en algún beso que al final se tornaba demandante y nuestras lenguas también salían a su encuentro.

Sonreí, cuantas escenas grabadas un millón de veces solo porque de un momento a otro se volvían muy intensas.

Intensidad.

Honestidad.

Esos eran por lejos los dos sentimientos más poderosos que estaba sintiendo en este momento.

Porque en el fondo yo sabía que esta sería mi interpretación mas realista en la historia de mi carrera actoral, no porque estuviese involucrado en mi personaje — cosa que no es mentira — si no que porque esa pequeña frase estaba siendo dicha por mi Darren Criss a Chris, no a Kurt. Y una ola de verdad me golpeó de un repente.

Chris me miraba incrédulo, nuestros ojos estaban teniendo esas conversaciones sin palabras que solían tener. Él en el fondo también había sentido el peso real de aquella simple frase caer sobre sus hombros.

— Te amo, también — Chris contestó en la piel de Kurt.

No podía evitar una sonrisa ridícula en mi rostro, era esa sensación de al fin aceptar con orgullo tus verdaderas y más profundas emociones.

No pensé en nada ni nadie que no fuese Chris y lo que me hacia sentir. Ni siquiera pensé en mi ni en lo mucho que podrían cambiar mis asuntos si yo mismo le daba un vuelco de 180° a mi vida.

Brad nos miraba atónito, con ojos vidriosos y muy cercanos al llanto.

– ¡Corte! – Gritó— Wow — musitó — a veces hay emociones que simplemente no se pueden fingir. Este a sido lejos el "te amo" mas honesto que he visto en mi vida — Brad agregó incrédulo.





no me importa que haya sido un capitulo cursi, ame escribirlo. gracias totales a cada persona que sigue la historia. Sientanse libres de sugerir, opinar o preguntar cualquier cosa, un beso :*

Lo ame!!!! me encanto el capitulo, estuvo demasiado bueno :D Me encanta que haya sido un capitulo cursi, al fin Darren esta reconociendo lo que siente por Chris, esperemos que este lo pueda reconocer luego >.< Creo que cada vez me cae un poco peor Max, siempre aparece cuando no tiene que hacerlo. Gracias por escribir, ya quiero saber como sigue la historia esta buenisimo. Un abrazo gigante

ay lamento en el alma no haber comentado antes, no se porque se me paso leerlo ahora no volvera a pasar...OMG lo ame sinceramente este ultimo capitulo TE AMO fue genial en ese momento en donde Blaine le dice eso a Kurt yo siempre crei que era el TE AMO mas perfecto y sincero de todos ya que dijo todo con la mirada...lo describes exactamente como muchas veces lo pense por favor continualo

Capitulo 5

"Instantes"

Odiaba usar smoking, en serio que si. Era desesperante no poder moverme libre y a mis anchas, incluso respirar se hacía difícil si decidía ajustarme mucho el corbatín al cuello.

Me miré al espejo, arreglé un poco mi hoy desordenado y rizado cabello, si Darren, luces cool.



Aun no creía que estaba camino a los "Golden Globes 2011" la serie estaba nominada por segundo año consecutivo y era cómico pensar que hace un año atrás mientras yo veía las premiaciones en mi casa no hubiese podido imaginar que 12 meses después mi sueño se haría realidad y tendría el trabajo perfecto junto a las mejores personas del mundo.

Estaba realmente emocionado. Esta sería la primera alfombra roja de toda mi vida.

Los flashes me segaban, – primera vez que mis gafas favoritas me parecían realmente útiles – caminé por la alfombra y mi RP me guió a dar un par de entrevistas sobre cuan emocionado estaba de estar aquí y cuanto significaba para mi estar en Glee.


— ¿Darren? – la entrevistadora repitió un poco más fuerte

— O lo siento, solo estaba siendo un imbécil — respondí saliendo del paso mientras mi mente se enfocaba en la cara de la mujer.


Mi RP me apuró a que entrara al evento así que camine medio desilusionado por no poder haber encontrado a Colfer en la alfombra roja, tal vez posar juntos para alguna foto hubiese sido agradable.

El teatro era gigante y luminoso y yo simplemente estaba aturdido tratando de absorber cada detalle del lugar, tantos como mi ridícula mente fuese capaz de retener.

Me sentí un poco desilusionado al darme cuenta que estaría tan alejado de los chicos — y Chris, admítelo — en mi mesa. Ya que ellos estarían sentados a un par de mesas de distancia.

Mis ojos lo encontraron brillando sentado junto a Dianna y Jenna.

Jodido Colfer, lucia como un maldito modelo en su maldito y perfecto traje negro y su estúpida piel de porcelana contrastaba tan bien con su maldito peinado de muñeco y las luces del jodido lugar.


¡Maldito Colfer!

Chord me trajo a la vida de nuevo golpeándome el hombro izquierdo con una servilleta de género.

— Nota mental para tu pequeña mente — el rubio me susurró al oído — ¡SE DISCRETO! — Subió un poco más el tono de su voz — es decir ¡yeah! Chris luce candente en ese traje pero hombre ¿podrías disimular un poco? — Rió — no es normal que se te salgan los ojos cada vez que lo miras — Amber quien estaba sentada junto a mi rió y asintió con la cabeza.

— Amén a eso — agregó divertida la morena.

— No se de que están hablando — reí nervioso — Chris luce bien en ese traje, luce bien en cada cosa que se ponga a decir verdad — me encogí de hombros, ambos asintieron.


— Solo se siente extraño sabes — Amber se unió al dialogo acomodándose en su silla — cada vez que lo miras es como si Blaine estuviese mirando a Kurt.

— O tal vez siempre es Darren el que mira a Chris… — vagamente mi mente proceso que había sido yo el que había dichoeso.


"Y el ganador como mejor actor de reparto en comedia o musical es…"

Chris Colfer.

Una lluvia de aplauso hizo eco en el lugar. Yo no supe lo que hice y me puse de pie a aplaudir con el pecho inflado de una nueva sensación.

Era esa sensación que sentía luego de estrenar una obra en la que había trabajado por meses, esa sensación que sentía cada vez que veía en TV una escena de Kurt y Blaine y me daba cuenta a través de las redes sociales como nuestro trabajo estaba cambiando el mundo.

Era orgullo, mi pecho estaba inflado de orgullo por Christopher Colfer.

Mi castaño se subió al escenario, apretaba y soltaba las manos, estaba nervioso y yo lo sabía porque de alguna u otra forma con el tiempo había sido capaz de leer cada gesto que Chris hacía, sonreí ante esa idea.

Su cabello brillaba contra las luces del escenario, su alto y esbelto cuerpo se mantenía derecho y quieto sobre el escenario mientras sostenía su estatuilla y una pequeña sonrisa se esbozaba en sus labios mientras hablaba. Me concentré en solo admirarlo porque francamente estaba tan absorto que no era capaz de escuchar una jodida palabra de lo que él estaba diciendo.

Me concentré en sus azules ojos, por un instante él encontró mi mirada y sonrió. Una nueva ráfaga de valor pareció inundarlo y termino su discurso con un ¡que les den! Tan típico de él.

Yo era incapaz de borrar la sonrisa de mi rostro.

Tres horas después mi cuerpo y mi mente estaban igual de perdidos pero esta vez no por la luz de Chris Colfer si no que por el whisky en mis venas.

Estábamos en el after party del evento organizado por una conocida revista. Los chicos del cast y yo bailábamos y saltábamos en la pista mientras Chris y Ashley conversaban en la barra con pequeños cocteles de colores en sus manos.

Tomé a Lea por la cintura y me puse a bailar animosamente con ella al ritmo de una canción de los 80´s, la castaña parecía no entender pero se arrimó a mi cuerpo y movió su vestido de modo que le permitiera moverse más libremente.

Estábamos ya en la tercera canción y yo hasta ya había olvidado el propósito de porque estaba bailando con Lea. La miré reír desesperadamente y pensé que solo lo estaba haciendo porque la chica era hilarante y divertida pero luego observe que Chris seguía conversando con Ashley pero claramente sus ojos no estaban con ella si no que con nosotros siguiendo cada movimiento que Lea y yo hacíamos.

De repente Mark y Cory se dirigieron a ellos y los jalaron hacia la pista…

— ¡CAMBIO! — Mark gritó e instantáneamente Lea desapareció de mis brazos siendo reemplazada por mi castaño favorito: Chris.



Todos bailaban con parejas diferentes ahora y saltaban al ritmo de la música. Sentí que mi cintura era rodeada por unas manos conocidas y sonreí, la cabeza de Chris reposaba con dificultad — por mi altura de hobbit — en mi hombro y ambos nos movíamos tan lentamente como si tuviésemos nuestra propia música sonando a parte en nuestras mentes.

Era como si estuviésemos encerrados otra vez en nuestra pequeña burbuja personal.

Y eran esos instantes en donde mi mirada se encontraba con la de él o cuando nuestras manos se entrelazaban justo como lo estaban haciendo ahora que me sentía seguro, tranquilo y en casa.

Sabía que yo no era un hombre de etiquetas ¡jamás lo había sido! De hecho estaba seguro que era capaz de enamorarme de una persona no de un género. Pero cuando miraba a Chris nada de mi estúpida filosofía de vida servía ni tenía sentido porque él era el único ser capaz de provocar estas nuevas sensaciones en mi y hacerme sentir del modo que lo estaba haciendo, como si mis huesos fuesen de esponja y mis pantalones siempre fuesen una o dos tallas mas pequeños de lo que en realidad eran.

La noche siguió su curso, llena de música, alcohol y diversión. El cast completo llevaba fácilmente la mitad de la ropa que llevaban al comienzo y ningún peinado lucia ni la mitad de perfecto que en la alfombra roja. Incluido el de Chris, ya que mis manos se habían encargado de desarmarlo rápidamente. Me encantaba acariciar su cabello, era tan suave y liso, tan diferente al poddle que yo tenía en mi cabeza.

— Me encanta tu estúpido cabello — murmuré cerca del cuello de Chris — y es ridículo porque es ¡solo cabello! Pero no puedo evitarlo. — me disculpé

— Oh ¡no mientas!, mi cabello es tan sin gracia — gruñó — en cambio el tuyo, Oh Dios amo tu cabello sin gel Darren Criss, solo rizos y fijador con olor a manzana, simplemente perfecto — susurró metiendo sus dedos en mi enmarañado cabello, se le escapó un sonido gutural.
Sentí una agradable electricidad recorrer mi espina dorsal y perderse en mi entre pierna.

— Bromeas, es como andar cargando un poodle en mi cabeza todo el tiempo — respondí riendo.

— Si, pero el poodle mas hermoso y sexy de todo L.A — agregó besando mi mejilla y perdiendo un poco el equilibrio.


— Vamos Colfer, te llevaré a casa — hablé y me abrumó la seguridad de mis palabras.

— Eres perfecto Darren, perfecto, perfecto, perfecto — Chris parloteaba con voz melodiosa mientras lo llevaba de la mano a través de la pista.

— Lo llevaré a casa — le dije a Ashley mientras pasaba junto a ella y Mark quienes bailaban juntos. — es todo para él por esta noche.

— ¡Págame! — Mark le recriminó a Ashley divertido.

Seguí caminando sin entender a que se referían y me dirigí a la salida del personal, nadie necesitaba una foto de Chris ebrio luego de ganar su primer Golden Globe en la portada de alguna revista amarillista.

Y aquí estaba yo, manoseando a Colfer tratando de encontrar las llaves de su departamento en la chaqueta de su traje.

¡Maldición! no podía evitar tantear sus delicados músculos por sobre la camisa y tragué saliva sonoramente cuando mi dedo anular hizo contacto con su cálida piel y me percaté de que no llevaba camiseta abajo.

Mis pantalones nunca se habían sentido tan apretados.

En un instante estaba con él adentro. Caminé con una mano rodeando su cintura a través de la sala de estar y lo senté en un largo sillón de cuero.

— Te traeré un café — musité

— No, no, no, no cariño, no — jadeó Chris agarrándome de la solapa de mi chaqueta y trayéndome hacia él para abrazarme de una manera demandante.

— Wow, Chris aprecio tu repentina y demostrativa muestra de afecto pero en verdad creo que necesitas el café — traté de moverme y preferí no haberlo hecho nunca, mi pelvis hizo directa fricción con la de él — y su jodida CASI erección — en un instante su amplio departamento se hizo el lugar mas pequeño del mundo.

— Shhhh, siempre hablas demasiado hobbit — Chris alegó y puso su nariz en mi clavícula, yo reí de buena gana — maldición no pares nunca de reír, es el sonido más hermoso de la vida — el castaño murmuro enviando cada vibración a mi cuello y haciendo que un constante escalofrió se situara en mi.

Y eran estos pequeños instantes en donde el tiempo se detenía cuando yo tenía a Chris entre mis brazos o cuando mis manos acariciaban con devoción su cabello y hombros que era capaz de darme cuenta cuan metido en mi piel Christopher estaba.

Que nunca había sido Blaine mirando a Kurt, que nunca había sido Blaine besando Kurt si no que siempre había sido yo, Darren Criss, siempre maravillado por la perfecta luz del pequeño Chris Colfer.

Chris se separó de mi pecho y buscó mi mirada, era solo eso, él y yo mirándonos como si nada ni nadie más importara. Mi pecho se hizo insuficiente para cuan grande mi corazón se infló. Las mejillas del castaño tomaron un color carmesí simplemente adorable y sus ojos brillaron con ese brillo tan hermoso y familiar.

— Hombre, eres hermoso — susurré tan bajito que no se si él fue capaz de escucharlo.

Él sonrió tan efusivamente que mi corazón se salto un latido.

El castaño comenzó a depositar castos besos en mis mejillas, mi mentón, mi frente, mis parpados y la punta de mi nariz. Jamás en mis 24 años había sentido que algo tan simple e inocente podía resultar tan íntimo y sensual como esto me estaba resultando ahora.

En mi mente no existía nadie más que él y toda su luz en este momento.

— Vamos Chris, hazlo — lo apuré, porque nunca en mi vida había necesitado que alguien me besara como necesitaba que él lo hiciera justo ahora. — siempre e querido saber que se siente besarte sin un guión de por medio — murmuré contra su oreja y lamí su lóbulo de una forma tan sutil y sensual…el castaño tembló un poquito.

— Hueles a whisky y eso nunca me pareció tan… sexy — Chris susurró tan cerca de mis labios que su aliento entro a través de mi boca y solo eso basto para que yo de una manera poco educada acortara la distancia y estampara mis labios contra los suyos, tan dulces, cálidos y familiares.

Pero joder, besarlo ahora era tan conocido y tan nuevo a la vez. Era como re descubrir su boca, re saborear su cálida lengua, era diferente, real… sin un dialogo de por medio, sin maquillaje ni vestuario ni un personaje que me protegiera de todas las sensaciones y sentimientos que se arremolinaban en mi.

Aquí no había forma de justificar lo que estaba sintiendo, porque mis labios y los de él eran al fin los de Darren y de Chris, sin personajes y sin caretas.

Este beso era el beso más dulce y cargado de erotismo que me habían dado en toda mi vida. Era prohibido y ambos lo sabíamos.

Los labios del castaño estaban abiertos y sin pedir permiso mi lengua se metió en busca de la suya, cuando se encontraron la canción de Katy Perry comenzó a reproducirse en mi cabeza.

Baby you're firework*, come on let your color…

Y sentía que besarle era como lanzarme al vacío, como tirarme en bungie sin un elástico, era peligroso, excitante y nuevo, no sabía que esperar para mi a medida que iba cayendo pero estaba completamente seguro que después de esto no habría forma de no querer repetirlo otra vez..

Mi mente fue traída de vuelta a la realidad cuando Chris comenzó a quitarme la chaqueta.



Mis pantalones estaban taaan apretados y mi miembro dolía tanto

Odiaba lo desconocido y saber que Chris de a poco hacia mas demandante el beso y que sus manos acariciaban desesperadas mi espalda como si el mundo de fuese a acabar solo me hicieron sentirme así. Y en ese instante el pánico a lo desconocido congelo mi cuerpo.


— Maldito hobbit — gruñó mientras mordisqueaba mi lóbulo derecho — te amo tanto.

Aquello me tomó con la guardia baja, no fui capaz de procesarlo.

— Yo también te amo — jadié — jodido ganador de un Golden Globe — nunca un "te amo" se había sentido tan verdadero y tan correcto.

En ese instante supe que desde siempre esto había sido inevitable, desde que vi ese brillo en sus ojos, esa confianza en si mismo y esa contagiosa sonrisa yo siempre supe que terminaría cayendo al precipicio por Chris Colfer.

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Espero les guste, y lo siento por la espera...estaré atenta.
Saludos y gracias  

Wow!!! se besaron >.< bueno algo mas que solo besarse, pero me encanto *-* aunque esten ebrios, quizas las cosas se compliquen un poco cuando se den cuenta de todo esto estando sobrios. Me encanta que hayas situado lo que paso entre ellos en el momento en que Chris gano el Golden Globe *-* Me encanto el capitulo. Gracias por escribir, un abrazo gigante

OMG OMG OMG y mil veces mas OMG se besaron y fue tan perfecto...esto me hace pensar que quizas si paso asi en la vida real OJALA jaja en fin me fascino el capitulo fue hermoso fue tan CrissColfer jaja me encanta como escribes estare bien atenta al proximo capitulo...besos no tardes

Hola vengo a decirte mas bien a rogarte que actualices no sabes como me gusta como escribes y desarrollas una historia detras de camara entre Darren y Chris

Mi cabeza me estaba matando, abrí los ojos a duras penas y recibí directo el golpe de los rayos del sol en mis ojos, quise moverme pero mi cabeza palpitaba demasiado.

Aclaré un poco mi mente y lentamente asumí donde estaba, miré a mí alrededor: alfombra de piel color nutge, un plasma de 42 pulgadas con una colección de musicales en el mueble, un futón a juego con la alfombra, no, este no era mi caótico y poco ortodoxo departamento, este definitivamente era el departamento de Chris y yo estaba durmiendo en su alfombra.

Me enderecé apoyando mi peso en los codos y observé el panorama, la que parecía mi chaqueta estaba a un par de metros de distancia junto a mis zapatos y el cinturón de mi pantalón. Me examiné a mi mismo, llevaba la mitad de mi camisa abierta y fuera de la pretina de mi pantalón, el corbatín descansaba desarmado en mi cuello y no llevaba calcetines.

Mi mente era un desastre.



No sabía como sentirme al respecto, pequeños flashbacks venían a mi mente, pero aun así estaba seguro que no era capaz de recordar la película completa sobre lo que había vivido anoche. En el fondo me sentía un poco decepcionado.

Un momento. ¿Dónde demonios esta Colfer?

Agucé mi oído, no se escuchaba el grifo de la ducha abierto, tampoco había ruido en la cocina. Me apuré a ponerme de pie, tambaleándome un poco producto del movimiento rápido



Me sentí estúpido cuando lo encontré junto a mí sobre el futón durmiendo como un pequeño niño.

¡Joder! Si había dicho que Colfer era hermoso despierto era porque nunca antes me había detenido a admirarlo mientras dormía notando que sus mejillas tenían un leve tono carmesí.

Mi mente se imagino que tal vez sería aun mas hermoso verlo dormido después de haber hecho el amor…


Gateé hasta mi chaqueta en busca de mi celular, apreté el botón de encendido, digité la clave y deslicé el patrón de desbloqueo en la pantalla.

17 llamadas perdidas, 3 mensajes de texto.

Mierda.

Revisé el registro de llamadas, 4 eran de Chord, 2 eran de Ashley, 3 de mi representante, 7 de Mia… y 1 de Ryan Murphy

.

PROBLEMAS y no por las excesivas llamadas de mi novia.

¿Novia? No seas imbécil Criss, no te atrevas a seguir con eso.

Ok, no eran problemas las excesivas llamadas de…Mía, si lo era la de Ryan, él no solía gastar su tiempo en llamadas telefónicas.

Me moví a la bandeja de entrada para revisar los textos.

18:47 - Suerte esta noche amor :* patearas unos cuantos traseros hollywoodenses ;) – Mia 3

08:54 - Cielo, llevo rato tratando de comunicarme contigo, voy a tu departamento XOXO – Mía 3

Luego de leer aquello, me sentí más asqueroso que la basura, O vamos, ¿Por qué tenía que seguir ella soportando que yo fuese un cretino? Abrí el último.

09:13 - Bro, ¿Dónde demonios te metiste? ¿Estas con Colfer? ;) Ash esta como loca D: - Chord O.

Navegué en las opciones y elegí "llamar a contacto" Chord contesto al tercer repiqueteo.

— Maldito hijo de pu… no lo completaré solo porque la señora Criss no tiene la culpa de que seas un imbécil — el rubio habló medio serio medio en broma.

— ¡Genial! Yo también estoy bien, amanecí vivo si eso es lo que te preocupa — satiricé.

— Cállate, no mereces respeto luego de desaparecer en la mitad de la fiesta, los chicos y yo decidimos jugar tequila extreme y ¡TU NO ESTABAS PARA VERLO! — mi amigo gruñó. Esa era una de las razones por las que yo adoraba a este chico, para él todo era simple. — ¿Dónde estas? ¿Estas con…Colfer? — habló medio incomodo.

— Si, estoy en su departamento — hablé con la voz más suave y tranquila que encontré — y él esta bien — me giré a mirarlo — muy bien de hecho — sonreí enfatizando en la primera palabra.

— Y… ¿puedes caminar? — Chord satirizó con un tono de falsa complicidad.

— Si Chord, no me acosté con Chris si es lo que estas tratando de insinuar — respondí un tanto hastiado.

— Tampoco es como si te gustase acostarte con hombres, hermano — el rubio habló riendo.

Hubo un extenso silencio.

— Espera, ¿Qué quiere decir ese jodido silencio? — Chord demandó saber — lo, ¿lo haces Criss?

— No Chord, no tengo sexo con hombres, pero no veo el problema si decidiera hacerlo — respondí honesto ya que siempre estuve claro en eso: no necesitas estar con una chica (si eres hombre) solo porque el mundo te a ordenado hacerlo.

El rubio tragó saliva sonoramente.

— Estoy tranquilo al saber que no te gusta el cabello rubio — ambos reímos — Ok, se supone que te llamaría para saber si estabas vivo y saber si estabas con Chris, aclaradas mis dudas iré a desayunar — Chord habló animoso.

— ¿Cita numero 735.131? — reí

— Estoy seguro que esta chica si resultará, sus padres son italianos y yo amo la pizza. — Chord hablaba excitado.

— Estaré cruzando los dedos, estas en edad de sentar cabeza — bromeé

— Yo podría decir lo mismo, por lo menos tú tienes novia. — el rubio agregó, sentí como se arrepintió apenas lo dijo.

Ese prolongado silencio se poso entre nosotros de nuevo.

— Ok, llegaré tarde a mi desayuno si no cuelgo — Chord se excusó — te veo en la tarde.

— ¿Tarde? — pregunté confundido

— Se cambió la reunión de mañana para hoy en la tarde ¿no te llamó tu representante? — el rubio pregunto confundido.

— Si lo hizo, y también Ryan, solo que decidí no contestarles — reí nervioso de mi absurda broma.

— Afina tu guitarra compañero, tu futuro es ser músico ambulante otra vez — Chord agregó.

— Siempre he preferido la música — me excusé.

— Te veo luego — el rubio agregó y cortó la llamada.

Caminé hacia la cocina y abrí el refrigerador. Saqué la última lata de coca de dieta — no esperaba encontrar otra cosa — y la abrí, llamé a mi representante.

Luego de 10 minutos de charla sobre responsabilidad y compromiso al fin entendí que la reunión con la producción era hoy en la tarde a las 4 pm.

Miré la hora en el reloj de pared 9:45 AM.

Caminé hacia el baño y 20 minutos después estaba limpio y vistiendo un buzo deportivo y una polera que había tomado del closet de Chris.

Aun era temprano y quise ser amable, así que baje a comprar unas latas de coca cola, unos vasos de café y algo para desayunar.

Tomé las llaves de Chris de la mesita y salí.

Cuando volví él seguía en el mismo lugar en donde lo había dejado. Saqué un brownie de la bolsita, tomé mi vaso de mokaccino y me senté en la alfombra. Tomé mi celular y me puse a jugar 'Angry Birds' en silencio.

Cuando el reloj marcaba las 11 de la mañana el timbre sonó. Chris comenzó a moverse de a poco por el ruido.

No despertó así que caminé a la puerta.

Miré por el ojo mágico. Max parado en la puerta con cara de pocos amigos.



— ¿Quién es? — sentí la melodiosa voz de Colfer hablar.

— Es tu… es ¿Max? — Fingí duda — ese chico maniquí del otro día.

— ¡Maldición! No des un paso más — Chris se desvencijó del sillón y corrió junto a mi — quédate en mi habitación y no hagas ruido – el castaño me ordenó

— ¿Qué demonios estas diciendo? ¿Quieres que me esconda? ¿Porqué? — de pronto no entendía lo que el castaño estaba haciendo mientras se arreglaba en cabello y se abotonaba la camisa.

— Amaneciste perspicaz hoy Criss — el castaño susurró — no quiero que Max te vea aquí, vamos Dare, coopera un poco — Chris me empujó con dirección a su habitación. Me moví en silencio resignado.

Me senté en la cama y me crucé de piernas como si fuese a hacer yoga.



Me puse de pié, cerré la puerta y me quede atento escuchando.

— Max, no te esperaba aquí tan temprano — Chris murmuró, sentí el ruido de un beso y mi estomago se revolvió.

— Es casi medio día Christopher — el maniquí contestó ¿estaba molesto? — ¿tienes resaca? ¿Te embriagaste anoche Chris? Luces espantoso — Max gruñía.

¿Qué demonios se pensaba que era? ¿Por qué estaba tratando así a mi castaño? Quise abrir la puerta y golpearlo por idiota. En vez de felicitarlo y traerle flores por su premio ¿él se atrevía a recriminarlo por tener resaca?

— Creo que bebí de más anoche, no se si te enteraste pero ganamos tres estatuillas en la premiación y una de esas es MÍA. — Chris habló notoriamente molesto.

— Todo el mundo lo sabe, no es necesario que presumas — el maniquí escupió.

Yo no era un ser de violencia pero nunca antes había deseado tanto como ahora golpear a una persona.

— ¿A que viniste Max? — Chris susurró, sentí como el futón de cuero sonaba y podía imaginar a Chris cruzándose de piernas en él después de sentarse y pasándose hastiado las manos por su cabello.

— Te he estado llamando desde que desperté pero tu celular parece estar apagado. ¿Cómo demonios llegaste aquí? — Max preguntó sutil.

— Ash me trajo — el castaño mintió.

— Que paradójico, cuando la llamé ella me dijo que no te había visto desde anoche en el after party.

No pude ahogar una sonrisa.



— Mmmm ¿dije Ash?, quise decir Mark, si Mark me trajo — el castaño seguía mintiendo patéticamente. En ese instante dude de porque había ganado su estatuilla.

— No sabía que Mark también usaba esas estúpidas gafas de sol rosadas Christopher — Max gruñó.

Mierda, cuando había vuelto de la tienda en la mañana había dejado mis gafas y las llaves sobre la mesita.

— Darren Criss estuvo aquí Chris, no es necesario que sigas mintiendo — el maniquí dedujo — ¡maldición! Te gusta, ¡yo se que te gusta!



Chris no dijo nada.

— Demonios, de hecho aun sigue aquí — Max agregó y sentí como la bolsa de papel sonaba en la cocina —hay dos porciones de cada cosa, y claramente no es para mí porque sabes que no como grasas ni chocolate — si, el tipo era todo un detective privado.

— No, no es como parece, Dare solo me trajo a casa anoche y se durmió en la alfombra — Chris departía afligido.

— ¿Dare? ¡Dare! ¿Desde cuando llamas así al hobbit?



.

— ¿Hobbit? ¿Desde cuando tratas tú así a MI amigo? — Chris subió dos octavas su tono de voz.

— Desde que se comenzó a meter en mis asuntos. — gruñó



Me sentía incomodo, yo no tenía porque estar en este lugar ni mucho menos soportar y escuchar como Chris y su 'novio' tenían una pelea por mi culpa. Yo no pertenecía aquí, eso estaba claro.

— ¿Tus asuntos? ¡Por un demonio yo no soy propiedad de nadie! — Chris de plano ahora estaba gritando — ¿Qué haces? ¡Max dame mi celular! ¡Dámelo ahora!

Al instante mi propio celular comenzó a sonar en mi bolsillo, lo tiré contra la pared instintivamente.



— Max ven aquí, no vayas, ¡ven ahora! — Chris susurraba medio desesperado.

Vamos Darren, actúa natural, mantelo cool

Un par de zancadas después yo estaba encerrado en el baño metiendo un ruido descomunal con la maquina de afeitar de Chris.

— Criss, sal del baño ahora — la voz de Max se oía medio débil tras la puerta.

— Hey Max, que gusto verte hombre, disculpa por la facha — dije mientras limpiaba con el dorso de mi mano derecha la crema de afeitar de mis mejillas — ¿te quedas a almorzar? — hablé fingiendo no haber escuchado todo el drama de hace un rato.

— ¿Qué demonios haces tú aquí a esta hora y con las ropas de Chris? — Max ignoró mi pregunta.

Miré a Chris quien estaba tras de Max con cara compungida, le di una sonrisa.

— Traje a casa a Chris anoche y luego me dormí en la alfombra — repetí lo que el castaño había dicho — y no traía ropa de cambo así que tome esto cuando me duche en la mañana. Lo siento — me encogí de hombros.

Max miró a Chris y luego a mí, yo solo traté de darle mi mejor sonrisa.

— Creo que debería irme — susurré — mi madre siempre dijo 'tres son multitud' — traté de bromear, ninguno rió.

Tomé mi celular dispuesto a caminar hacia la salida.

— ¡No Dare! ¡Quédate! — la melodiosa voz del castaño habló.

— Esta bien Chris, ustedes dos deben hablar – miré al maniquí quien me miraba dudoso — te veo más tarde.

— ¡No! Tú no te vas, el que se va aquí es otro. — Chris habló decidido.

Max lo miró incrédulo.

— Es mejor que tu y yo hablemos otro día Max — Chris lo eludió.

Max dio una sonrisa amarga y se dirigió a mí.

— Desde el momento en el que vi como se miraban en ese restaurante supe que yo nunca podría competir contra ti Darren Criss — Max susurró — Él siempre te escogerá y no puedo hacer nada al respecto.

Max caminó y luego del golpe sordo que dio a la puerta al salir, el departamento quedó en completo silencio.



SIRVE SI LES DIGO QUE HABÍA OLVIDADO MI CLAVE DE INGRESO?  

ESPERO LES GUSTE

OMG!!! que gran capitulo, me encanto de principio a fin. Pobre Darren con su reseca y sin recordar todo lo que había sucedido. Creo que me da un poco de pena por Mia, ella siempre trata de arreglar las cosas con Darren, pero este esta tan embobado por Chris, que solo la descuida. Odio a Max, es demasiado impulsivo y no tiene derecho de tratar a Chris de la forma en que lo hizo, aunque fui feliz de que Chris hiciera que se fuera de su casa y no Darren. Me encanto el capitulo, gracias por volver a escribir. Un abrazo

nueva lectora, ¡amé tu fic! es lo mejor de lo mejor, sdfgbjdfkgbnsfg, actualizá :).

La habitación estaba en el más sepulcral silencio, no recordaba haberme sentido tan incomodo junto a Chris nunca antes, ¿que se suponía que debía hacer ahora? ¿Sutilmente le podía preguntar que había sido todo ese drama? O ¿Tomaba mis cosas y me largaba? O simplemente ¿le daba un abrazo para reconfortarlo? ¿Sería capaz de hacerlo?

Chris se sentó en el suelo llevando sus rodillas al pecho y abrazando su torso con sus brazos.

¿Esta… estaba llorando?

No Darren, él solo decidió improvisar una escena dramática de un momento para otro…

— No puedo, no puedo más con esto — sentí que murmuró con la voz cargada de angustia.

Ok, por lo menos no lloraba.

Mi corazón se apretó tan fuerte en mi pecho que incluso me desestabilizo unos segundos.

Me puse en cuclillas frente a él, ¿Por qué no podía simplemente irme de aquí y dejarlo solo y pensando? ¿Por qué era incapaz de dejar de mirar su cuerpo frente al mío? ¿Por qué era incapaz de calmar ese calor en mis manos y esas ganas de abrazarlo y decirle que todo iba a estar bien? Y ¿porque en el fondo era incapaz de dejar de sentir felicidad por el hecho de que el que estuviera en su departamento ahora fuese yo y no ese maniquí aparecido?

— Chris… — mierda, yo odiaba el drama, nunca había sabido como manejarlo, yo simplemente hacia lo que la mayoría de los hombres solía hacer: irse. Pero ahora definitivamente eso no era una opción. — yo…yo estoy aquí. Podemos hablar si quieres — me ofrecí, y levante una mano pretendiendo acariciarle su espalda pero mi mano cayó en la mitad del movimiento.

Él levantó su rostro y buscó mis ojos. Nos perdimos en los ojos del otro por un transcurso de tiempo desconocido, pudieron haber sido horas, minutos o un par de instantes. Simplemente ahí estábamos, mirándonos, y viendo nuestras almas en los ojos del otro.



Y eran en esos instantes en donde de verdad asumía la extraña conexión que había desarrollado con Chris. Él era capaz de comunicarse conmigo sin cruzar palabras.

— Él tiene razón. Él jamás podrá competir contra ti, Dare — Chris murmuró sin dejar de mirarme.

Mi corazón se saltó un latido.

Mierda, esta pasando.

Por un par de segundos mi mente volvió a la noche anterior. Besos húmedos, caricias cálidas. Un "te amo" saliendo de nuestros labios.

— Yo, yo simplemente no se que decir — porque en realidad así era, por algún jodido motivo mi mente no estaba realizando su trabajo.

Chris rió.

— No espero que digas nada, solo espero que te levantes y traigas un pote de helado y dos cucharas.

Ambos reímos.

— Tengo una idea mejor. ¿Pizza, película Disney y helado? Suena como algo razonable para momentos como estos. — le sonreí.

— ¡No soy una chica, Darren Criss! — Chris fingió horrorizarse — pero aprecio mucho el gesto — el castaño me abrazó del cuello, yo envolví mis brazos alrededor de su cintura, descansé mi mentón en su hombro y cerré los ojos por un instante.

La llave del grifo de la ducha no me dejaba concentrarme en elegir alguna película de Nextfilm. Chris estaba en la otra habitación bañandose. Me sentía como todo un enfermo mental al no poder controlar mis pensamientos sobre imaginar a Colfer en una ducha mientras el agua tibia mojaba su cabello y recorría su pálido cuerpo.

¡Control Criss, ya no eres un adolescente!

35 segundos después he involuntariamente estaba cantando "Teenage Dream".



— ¿Buscando a Nemo, Darren? ¿No la hemos visto ya 100 veces? — Chris me sorprendió hablando tras de mi mientras el aroma a loción aftershape inundaba mi nariz.

— Pensé que te gustaba — murmuré un poco confundido. Chris disfrutaba tanto como yo de las películas infantiles.

— Si, de verdad me gusta, pero hoy estoy en busca de drama intenso o humor estúpido — Chris susurró muy cerca de mí mientras se sentaba a mi lado en el sillón de cuero de su salita de estar.

— Tengo la película perfecta para ti, 50 y 50 de cada cosa — le sonreí mientras navegaba por el menú de su televisor buscando la película.

Una hora después el castaño y yo reíamos como niños mientras veíamos "Monsters Inn" comíamos pizza fría y bebíamos bebida desde la misma botella – algo bastante poco ortodoxo para el señor Colfer, debo decir – lo observé mientras el miraba a la pantalla. Si, definitivamente yo amaba pasar mí tiempo con él así, solo los dos comiendo, riendo y siendo felices junto a la luz del otro.

— ¿Qué pasa? — pregunto Chris

— Nada, es solo que estaba pensando que tal vez me podría acostumbrar a esto — le respondí honesto.

— Pensé que ya lo estabas — Chris contestó mientras reía y se despeinaba un poco el cabello con su mano derecha — pero si, deberías acostumbrarte. — me dio una sonrisa, esa sonrisa que yo sabía estaba llena de promesas invisibles.



Tenía que hablar con él, tenía que decirle, tenía que ser capaz de sacar afuera todo lo que Colfer me hacia sentir, todo lo que mi cuerpo sentía cada vez que lo tenía tan cerca como ahora. Pero se suponía que él seguía con su estúpido novio maniquí y mi propia situación tampoco era muy diferente, además, ¿Cómo me plantaría delante de Colfer? ¿Qué le diría?

"Hey hombre, me gustas"

Porque… ¿me gusta? ¿No?

¿A mi gustarme Colfer y sin siquiera saber como afrontarlo?…simplemente tragicómico.

¿Y si lo arruinaba todo? Y si Chris solo sentía amistad por mi y nada más?
Desalojé todo pensamiento complicado de mi cabeza y me concentré al fin solo en la película. Estaba llegando al final y los ojos de Chris brillaban de emoción. Lo miré maravillado.

— Maldición, no me juzgues, si no haz llorado al ver esta película es porque no tienes corazón Criss — el castaño murmuraba mientras me golpeaba suavemente mi hombro.

— Solo te miraba porque luces adorable, Colfer — me encogí de hombros, el carmesí lleno las mejillas del castaño.

— Conste que estoy sin maquillaje — Colfer trató de bromear, aun seguía avergonzado.

— Hombre, deberías acostumbrarte a los halagos — le murmuré mirándolo en serio

— Lo hago, en serio que si, pero es solo que se sienten extraños en ti — Chris se encogió de hombros y se concentró en mirar la pantalla otra vez.

— ¿Extraños? — pregunté sin entender a que se refería.

— Ya sabes, tu y toda tu personalidad amable y amistosa — comenzó a gesticular con las manos — siempre palmeando el hombro, siempre sonriéndole a todos…simplemente no eres de…mi tipo — supongo que en ese momento el color huyó de mi rostro.

— ¿No soy de tu tipo, Chris? — Inquirí — ¿Por qué demonios se supone que no soy de tu tipo? — me crucé de brazos y giré mi cuerpo en su dirección haciendo que el cuero del sillón sonara.

— No me lo tomes a mal, eres genial, y wow eres muchas cosas más pero… — comenzó a jugar con sus delgados y largos dedos —es solo que no me siento cómodo siendo halagado por ti…lo se, es extraño, pero simplemente me pasa — Chris agachó la cabeza.

Me quedé pensando en eso… ¿Por qué se supone que él no se sentiría cómodo conmigo halagándolo? ¿Tan improbable era el hecho de que yo pudiera verlo de ese modo?

Negué con la cabeza.

Los créditos de la película comenzaron a aparecer, yo me puse abruptamente de pie, tome el control remoto y apagué el televisor.

— Necesito irme — murmuré con urgencia, ya que era una sensación espontanea y abrumadora que me hacia querer no ver a Chris por el momento.

— Espera, pero ¿porque? Aun no hemos comido el helado — Chris se giró en el sillón buscándome mientras yo recogía mi ropa del suelo.

— Tomaré una bolsa de tu despensa, necesito guardar esto — susurré amontonando las prendas en mis brazos.

— Dare, vamos, no lo tomes a mal… ¿que ocurre? ¿Fue por lo que dije? — el castaño se puso de pie y se paró detrás de mi.

— No Chris, es solo que…ya no tengo nada más que hacer aquí — me giré a mirarlo — te veo en la reunión, supongo que sabias que es hoy a las 4 — intenté darle una sonrisa pero creo que el gesto pareció mas un tic nervioso.

— No… — susurró

— Sería bueno que llamaras a tu representante — tomé mis gafas de la mesitas mientras caminaba junto a él y cerraba la puerta mientras algo en mi corazón se apretaba.



Tomé un taxi afuera del edificio.

Entré a mi departamento, olía a palomitas de maíz…sospechoso.

Deje mi bolsa enzima del único sillón de mi salita de estar y camine a mi habitación.

Cuando abrí la muerta casi me dio un mini infarto.

— Mierda hermano, no puedes llegar y solo gritar así mientras juego "Silent Hill" — Joey descansaba descalzo sobre mi cama con la consola de videos instalada en el plasma de mi habitación.

— ¿Qué demonios haces aquí? ¿Cómo entraste? — comencé a preguntarle mientras entraba a la habitación y me sentaba a los pies de la cama.

— Estaba por el barrio y sabía que serias lo suficientemente estúpido como para guardar una llave de repuesto bajo tu tapete de entrada — me contestó pagado de si mismo — eres tan predecible pequeño hobbit — Joey rió mientras me tiraba otro control del video juego — toma, me debes la revancha en el "Burnout" me he estado entrenando en juegos de carreras — me dio un sonrisa gigante.

— Solo una partida, tengo una reunión en dos horas — le contesté.

Tomé el control y me senté frente a la pantalla, Joey parecía caído del cielo en este momento.

Mis movimientos con el joystick eran pobres y lentos, definitivamente el juego no lograba involucrarme porque mi cabeza no dejaba de molestarme.

Aquella frase de hace rato no dejaba de zumbar como una mosca en mi conciencia.

"Es solo que no me siento cómodo siendo halagado por ti…lo se, es extraño, pero simplemente me pasa"

— ¡DARREN! — Escuché a Joey gritar a mi lado — Por un demonio ¿podrías elegir de una vez el auto que usaras? Pareces autista mirando a la pantalla sin hacer nada — mi amigo reprochó tirándome una botella de bebida vacía en la cabeza.

— No lo sé, elige cualquiera — le contesté tratando de enfocarme

— Mmm ok, lo haría ¡si tan solo tuviese el control para poder hacerlo! — subió el tono de voz. Lo miré mientras se ponía de pie y desconectaba de un tirón todos los cables de la consola.

— ¡Hey! ¡Cuidado! No son baratos — me quejé.

— Esto es todo. Me dirás ahora que le pasa a tu estúpida y brillante mente retrasada — Joey se cruzó de brazos en la cama.



— ¿Por qué me tendría que pasar algo? Estoy cansado eso es todo — le contesté tratando de creer en mi propias palabras.

— Oh claro y ¡mírame! Yo soy Elvis Presley — se acarició su desarmado intento de "jopo" — no enserio, hombre, aun si estuvieses exhausto me patearías el trasero en una carrera de autos — Joey se rascó la nuca mientras me hablaba.

— Digamos que no ha sido una semana…fácil — me encogí de hombros — ahora juguemos porque no soporto el drama — hice un gesto de asco.

Luego de 2 rondas más y Joey rogando por piedad deje el control sobre la cama y me fui a dar una ducha mientras mi amigo pedía comida china por teléfono en la salita de estar.

— La gira parte la próxima semana, como saben habrán fechas aquí y en Europa. Hoy los cité para definir bien el asunto de los ensayos, plantearles el show y acordar las parejas de hotel. — Ryan hablaba mientras bebía de su vaso de café — La lista de canciones será enviada a mas tardar esta tarde a sus e-mails… — yo trataba de buscar a Chris con los ojos…raro, aun no estaba aquí — Mañana a las 10 parten los ensayos. Como esta gira es más larga e incluye alojamiento tomaremos habitaciones twin, los compañeros de habitación deben ser ambos del mismo sexo por cosas de…seguridad.

Eso era todo, tendría que compartir habitación con Colfer, Chord estaba con Harry, Cory con Kevin y ¿yo? ¿Quien se acordaba del pobrecito Darren Criss?

— No me miren así traidores — fulminé con la mirada a los chicos

— Son los costos de llegar tarde a las reuniones de trabajo — Kevin me palmeó el hombro.

— ¡Tú! — Ashley caminó hacia mi y me tomo de la camisa — ¿Qué hiciste con mi pequeño pingüino?, ¿Dónde esta Chris? — ella preguntó mas tranquila

— No lo se, yo lo deje en su departamento en la mañana y desde ahí que no lo veo — me encogí de hombros. — ¿intentaste llamarlo?

— ¿por quien me tomas hobbit? Supuse que estaría contigo — me dio una mirada cómplice que no entendí — a si que no quise molestar — me guiñó.

— Seguramente aun no prende el celular — razoné.

Al final de la reunión mi humor había mejorado considerablemente he incluso estaba de animo para salir un rato con los chicos. Lo único curioso: Chris no había aparecido en la reunión…

Mi celular vibró en mi bolsillo.

Estoy en el estacionamiento, necesitamos hablar – C

Hablando del diablo…

Saldré con los chicos ahora, ¿podríamos hablar mañana en los ensayos? – D

Demonios, quieres o no aclarar todo el caramelito? – C

Junto a mi auto en 15 – D

Maldición Criss, definitivamente tú no conoces la fuerza de voluntad.

Mis manos empezaron a sudar y seguramente no debía lucir muy normal haciendo sonar el piso con la punta de mi zapato mientras todos hablaban y yo solo miraba la hora en mi celular.

Odiaba tener que enfrentar cosas que no podía controlar, ok, si, yo era espontaneo pero con Chris me gustaba pisar terreno seguro.

Mis pies me llevaron a velocidad sobre humana a través de los pasillos del edificio y hasta el ascensor, cuando estuve en el subterráneo hasta olvidé donde había estacionado mi auto.

Me quede parado junto a las puertas del ascensor tratando de recordar el camino cuando una figura esbelta apareció de entre los vehículos…Chris.



Él siguió caminando y yo hice lo mismo hasta que estuvimos a escasos centímetros de distancia. Chris me sonrió…mi corazón se detuvo, se tranquilizó…había llegado al fin a casa.

Ya no importaban las inseguridades, ya no importaba lo que la gente pudiese decir, incluso mis propios miedos ya estaban eclipsados…al fin lo asumía, al fin lo había encontrado y estaba ahí frente a mi, tan cerca, tan hermoso.

Respiré profundo.

Esto es todo o nada, Darren Criss

— Chris yo tengo que… — el castaño me tomó ambas manos y me silenció.

— Se que después de esto ¡lo voy a arruinar todo! Pero yo, yo ya no puedo más — Chris repitió aquella frase de la mañana — necesito mantener distancia entre nosotros, necesito sentir que estoy haciendo lo correcto — mi castaño murmuraba bajito.



— ¿De que estas hablando Colfer?

— Yo…yo…tu me gustas Darren, tu me gustas demasiado — quise contestarle, él me detuvo.

¡BOM! Y allí estaba Chris…expuesto

— Desde el momento en el que te vi actuar por primera vez supe que trabajar contigo iba a ser un infierno… y créeme, lo a sido — lo miré confundido — lo se, debes pensar que estoy loco, pero imagínate ¿que sentirías tu si te gustase alguien que JAMÁS siquiera te notará porque no esta dentro de sus ideales enamorarse de ti? — sus ojos estaban brillantes, los míos lo estaban hace rato. — siempre supe que jamás te podría tener Darren, pero ahí estabas, siempre conmigo, girando alrededor de mi orbita, abrazándome, cuidándome cuando estaba enfermo, regañándome cuando me sobre exigía…simplemente alegrando mi vida…y yo no pude evitarlo…simplemente no pude — Chris al fin me miró a los ojos, por primera vez vi tristeza, agonía…dolor. Yo estaba paralizado, así no imaginé que pasarían las cosas. — Y quería desesperadamente arrancarte de mi piel pero me besaste y eso complicó todo, me dijiste "te amo" y eso me noqueó. Y si, se que tu cabello tenía gel y no estabas siendo tu pero simplemente yo sentía que lo eras y estar a tu lado de esa forma rompía día a día un pedacito de mi corazón. — quería callarlo, quería que dejara de ser absurdo, que dejara de lamentarse por cosas que no eran ciertas.

Abruptamente lo besé, lo besé como si mi vida dependiera de ello, con urgencia y con lágrimas en los ojos. Estaba confundido, abrumado por esta batahola de sentimientos que estaba sintiendo él y que estaba sintiendo yo.

Quería callarlo y decirle que estaba equivocado, que yo si podía quererlo, que si le correspondía, que siempre había estado con él porque él y yo siempre habíamos sido solo uno. Quería decirle que lo amaba, de una extraña y diferente forma pero lo amaba.

Mi lengua delineó su labio inferior como pidiendo permiso para entrar a su boca, él dio un pequeño gemido que me hizo entrar de un golpe y encontrarme con la suya, tan cálida y familiar y a la vez tan nueva. Ambas luchando por tomar el control, por unirse en una sola y no tener que separarse jamás…calzaban perfecto. Él y yo calzábamos perfecto.

— Deja de ser absurdo Christopher — susurré entre besos — yo siempre he sido tuyo. — le brindé mi sonrisa más honesta.

Cada palabra dicha era eso…honestidad.

oh extrañaba este fic, te olvidaste la contraseña? que horror que bueno que la recuperaste jaja...amo tu fic es increible como describes cada momento me hce creer que asi sucedio, muero por leer mas...estoy feliz con mis bebes esta semana fue ´positiva por ellos...please no tardes

OMG!!! que final! me encanto el capitulo de principio a fin. Pobre Darren se debe haber sentido muy mal cuando Chris le dijo que no se sentía cómodo con sus halagos. Pero al final todo era porque Chris no quería salir herido. Y al final los dos se dijeron todo *-* fue tan lindo. Me encanto. Gracias por escribir. Un abrazo gigante

¡¡al fin!! AL FIN LO DIJO, darren sos lento, pero valió la penaaaaaa.
awwwww, son tan lindos los dos sudgbiodfhf, me encanta tu fic, ¡actualizá!

continua pronto o te como
jjaja bueno sigue
que me desespero por favor
sigue pero ya

Continua ya quiero ver que pasa con Mia y Max

OMG!!!!
es muy bueno!!!!!
Lectora nueva en 3,2,1...
Lo amo ♥·♥, mas ahora que ambos confesaron su amor,
ahora solo falta saber que es lo que va a pasar con Mia y Max ¬¬
Actualiza Por fis!!!!