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Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
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Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
Buenas noches! Aquí vengo con un nuevo fan fic, espero que os guste! Las parejas serán Brittana (Como no) Y Quinn estará con alguien también, pero no voy a desvelar el nombre, también aparece un nuevo personaje totalmente inventado por mi, espero que os guste!
Capítulo 1:
Había pasado ya un año desde que Brittany se había mudado a Lima, Ohio. Antes vivía con sus padres y su hermano pequeño en Los Ángeles, vivían con todas las comodidades y con todos los lujos, su padre era un importante hombre de negocios y se pasaba la vida viajando, su madre, era una respetada abogada que trabajaba en un buffet de abogados allí en la ciudad, pero debido a unos problemas en él, tuvieron que mudarse a Lima, donde se encontraba el nuevo buffet donde habían trasladado a su madre.
Brittany agradecía esto, necesitaba un cambio de aires ya que la ciudad se le antojaba demasiado grande, ella era una chica sencilla y se conformaba con poco, aunque al principio se resistió a irse de Los Ángeles, pues dejaba allí a grandes amistades, las cuales la habían acompañado en su niñez y parte de su adolescencia.
Se levantó de la cama después de haber recordado su antigua ciudad, la echaba de menos, pero en Lima se encontraba de maravilla, pertenecía al Glee Club, era uno de los clubs más odiados del McKnley pero poco a poco han conseguido el respeto de todos y ya no les lanzaban granizados como hacían en sus comienzos.
- Si al menos estuvieras tú… - Suspiró Brittany mientras se metía en la ducha.
No tardó más de 15 minutos aunque a Brittany le hubiera gustado quedarse durante horas. Se vistió con ropa casual ya que en aquel instituto podías ir como querías, salvo las animadoras, que llevaban ese uniforme tan ridículo que no se lo quitaban ni para dormir, según Quinn y Santana, dos de sus amigas, “La entrenadora Sue Sylvester las obligaba a llevarlo para que nunca olvidaran lo orgullosa que tenían que estar de ser Cheerios” A ella le encantaba bailar y le hubiera encantado estar en las animadoras pero la naturaleza orgullosa y superficial de éstas no la soportaba. Era como si al entrar en las animadoras dejaras toda tu personalidad de lado y solamente pudieras actuar con una máscara de frialdad y lo único que tenías que hacer era ser la más popular…
Bajó las escaleras hasta llegar a la cocina y en la nevera vio un post-it que ponía: Britt, hoy tengo mucho trabajo en el buffet y llegaré por la noche, he dejado dinero encima de la mesa por si queréis encargar algo para la comida. Te quiere, mamá.
Suspiró y preparó unas tostadas y zumo de naranja para ella y su hermano, su padre estaba en Canadá negociando un no se qué de la empresa, la verdad es que no le interesaban los negocios, y estaría fuera por un mes.
De repente, oyó unos pasos apresurados que bajaban la escalera, era su hermanito pequeño, tenía 5 años y era la viva imagen de Brittany.
- Buenos días Tyler. – Le dio un beso en la mejilla a su hermano.
- Buenos días Britty – Le devolvió el beso.
- Mamá no volverá hasta por la noche. – Sonrió. – Podremos encargar pizza para cenar.
- ¡Sí! Hace tiempo que no cenamos pizza. – Dio saltitos de alegría y Brittany empezó a reír.
- Como no nos espabilemos llegaremos tarde ¡Vamos! – Se lavaron los dientes y salieron de casa.
Llegué al instituto en cuestión de minutos, y fui directa a mi taquilla, la abrí y cogí los libros de Geografía, ¿Cómo una asignatura tan odiosa como esta puede tocar a primera hora? Es lo que me faltaba para dormirme.
- Buenos días. – Cerré la taquilla y vi a Santana apoyada en la taquilla de al lado con una gran sonrisa.
- Buenos días San. – Sonreí de manera sincera, ¿Alguna vez habéis tenido esa sensación de que cada vez que ves a una persona una corriente eléctrica te recorre la espalda y unas mariposillas se te instalan en el estómago? Sí, Santana López es la chica que me gusta. Siempre he sido bicuriosa, o sea, siempre me he fijado en la persona y no en el sexo, me podían gustar tanto chicas como chicos, aunque desde la primera vez que pisé este instituto solo me gustaba ella…
- Vamos a llegar tarde a clase de geografía, y no me gustaría volver a vivir el castigo que nos puso el Sr. Smith la última vez que llegamos tarde. – Pasó Quinn y me pellizcó la mejilla. Nosotras tampoco queríamos volver a vivir lo que pasó la última vez, así que nos fuimos a clase.
Nos sentamos en nuestros respectivos sitios, yo con Santana y Quinn con su actual novio, Finn, el capitán del equipo de fútbol del instituto.
Pasamos la clase entre notitas y pasamos olímpicamente del profesor, hasta que golpeó la pizarra y pidió nuestra atención.
- Espero que esta no sea la actitud que tengan mañana cuando una nueva alumna se integre a la clase, será nueva en el instituto y espero que la tratéis bien. – Anunció el profesor dando por terminada la clase.
El día pasó algo lento, los Lunes son los peores días del mundo, las clases son las más aburridas del mundo, y encima, es el primer día de la semana…
Hoy teníamos clase con el Glee Club, era el único momento del día que nos lo pasábamos bien, en el Glee Club olvidamos los problemas y nos llevamos todos de maravilla.
- ¿Quién será la chica nueva? – Preguntó Tina, una asiática muy simpática.
- No sé, pero espero que esté buena. – Saltó Puck, un mujeriego limpia-piscinas que solo le importaba tirárselo todo.
- Sea quien sea no creo que cante mejor que yo.- Anunció Rachel Berry, la chica más egocéntrica que conozco, siempre tiene que ser ella la que mejor canta.
- Espero que no sea una nerd ni una friki. – Quinn dijo con aire de indiferencia, ya tenemos suficientes.
Cantamos y bailamos algunas canciones y nos lo pasamos bien, yo no dejaba de preguntarme quién era la chica que vendría nueva mañana, pero algo me decía que esta chica iba a mejorar mi vida.
Llegué a casa bastante cansada, pero muy contenta, Santana y yo no habíamos tenido mucho tiempo para hablar, ya que había tenido entrenamiento con las animadoras y en el Glee Club solo habíamos cruzado un par de palabras.
- Tyler, estoy en casa. – Anuncié cuando llegué. Pero no me contestó, supuse que estaba dormido, y cuando entré al salón confirmé mi hipótesis. Estaría cansado. Eran las 5 de la tarde, así que le dejé que durmiera un poco. Mientras tanto, fui a la bañera, la llené y me sumergí, quería estar por lo menos 1 hora para aliviar todas las tensiones del día… Estuve un buen rato y salí de la bañera, me sequé y me puse la ropa interior, y una camisa vaquera abierta, dejando ver parte del sujetador y todo mi abdomen. Me acosté en la cama para escuchar un poco de música pero el timbre de la puerta sonó. Bajé las escaleras y abrí la puerta sin preguntas siquiera quién era. Pero al ver quien era…
- Britta… - Se puso colorada y me miró de arriba abajo. ¡Joder estaba en ropa interior y no me había dado cuenta!
- S-santana… - Reaccioné. – Es que acabo de salir de la ducha y… - Me sonrojé. – Pasa.
- Te has dejado el libro de geografía en clase y he venido a devolvértelo… - Aún no quitaba ojo de mi cuerpo. Eso me gustaba. Me ponía.
- Ah, gracias… Tengo una cabeza… - Reí. – Que haría yo sin ti… - La miré a los ojos y sonreí. Le cogí el libro y nos quedamos mirando.
- Britty, tengo hambre. – Vino y me dijo mientras bostezaba.
- Vamos a encargar la cena, no te preocupes. ¿Te quedas a cenar Santana? – Pregunté dulcemente.
- No, gracias. Mi madre me espera en casa. – Me sonrió y me dio un beso en la mejilla. – Hasta mañana.
- Hasta mañana. – Ví como se iba y mis ojos se posaron en su culo… Madre mía… - Suspiré y mordí mi labio inferior.
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¿Quén será la chica nueva?
Hasta pronto!
Capítulo 1:
Había pasado ya un año desde que Brittany se había mudado a Lima, Ohio. Antes vivía con sus padres y su hermano pequeño en Los Ángeles, vivían con todas las comodidades y con todos los lujos, su padre era un importante hombre de negocios y se pasaba la vida viajando, su madre, era una respetada abogada que trabajaba en un buffet de abogados allí en la ciudad, pero debido a unos problemas en él, tuvieron que mudarse a Lima, donde se encontraba el nuevo buffet donde habían trasladado a su madre.
Brittany agradecía esto, necesitaba un cambio de aires ya que la ciudad se le antojaba demasiado grande, ella era una chica sencilla y se conformaba con poco, aunque al principio se resistió a irse de Los Ángeles, pues dejaba allí a grandes amistades, las cuales la habían acompañado en su niñez y parte de su adolescencia.
Se levantó de la cama después de haber recordado su antigua ciudad, la echaba de menos, pero en Lima se encontraba de maravilla, pertenecía al Glee Club, era uno de los clubs más odiados del McKnley pero poco a poco han conseguido el respeto de todos y ya no les lanzaban granizados como hacían en sus comienzos.
- Si al menos estuvieras tú… - Suspiró Brittany mientras se metía en la ducha.
No tardó más de 15 minutos aunque a Brittany le hubiera gustado quedarse durante horas. Se vistió con ropa casual ya que en aquel instituto podías ir como querías, salvo las animadoras, que llevaban ese uniforme tan ridículo que no se lo quitaban ni para dormir, según Quinn y Santana, dos de sus amigas, “La entrenadora Sue Sylvester las obligaba a llevarlo para que nunca olvidaran lo orgullosa que tenían que estar de ser Cheerios” A ella le encantaba bailar y le hubiera encantado estar en las animadoras pero la naturaleza orgullosa y superficial de éstas no la soportaba. Era como si al entrar en las animadoras dejaras toda tu personalidad de lado y solamente pudieras actuar con una máscara de frialdad y lo único que tenías que hacer era ser la más popular…
Bajó las escaleras hasta llegar a la cocina y en la nevera vio un post-it que ponía: Britt, hoy tengo mucho trabajo en el buffet y llegaré por la noche, he dejado dinero encima de la mesa por si queréis encargar algo para la comida. Te quiere, mamá.
Suspiró y preparó unas tostadas y zumo de naranja para ella y su hermano, su padre estaba en Canadá negociando un no se qué de la empresa, la verdad es que no le interesaban los negocios, y estaría fuera por un mes.
De repente, oyó unos pasos apresurados que bajaban la escalera, era su hermanito pequeño, tenía 5 años y era la viva imagen de Brittany.
- Buenos días Tyler. – Le dio un beso en la mejilla a su hermano.
- Buenos días Britty – Le devolvió el beso.
- Mamá no volverá hasta por la noche. – Sonrió. – Podremos encargar pizza para cenar.
- ¡Sí! Hace tiempo que no cenamos pizza. – Dio saltitos de alegría y Brittany empezó a reír.
- Como no nos espabilemos llegaremos tarde ¡Vamos! – Se lavaron los dientes y salieron de casa.
Llegué al instituto en cuestión de minutos, y fui directa a mi taquilla, la abrí y cogí los libros de Geografía, ¿Cómo una asignatura tan odiosa como esta puede tocar a primera hora? Es lo que me faltaba para dormirme.
- Buenos días. – Cerré la taquilla y vi a Santana apoyada en la taquilla de al lado con una gran sonrisa.
- Buenos días San. – Sonreí de manera sincera, ¿Alguna vez habéis tenido esa sensación de que cada vez que ves a una persona una corriente eléctrica te recorre la espalda y unas mariposillas se te instalan en el estómago? Sí, Santana López es la chica que me gusta. Siempre he sido bicuriosa, o sea, siempre me he fijado en la persona y no en el sexo, me podían gustar tanto chicas como chicos, aunque desde la primera vez que pisé este instituto solo me gustaba ella…
- Vamos a llegar tarde a clase de geografía, y no me gustaría volver a vivir el castigo que nos puso el Sr. Smith la última vez que llegamos tarde. – Pasó Quinn y me pellizcó la mejilla. Nosotras tampoco queríamos volver a vivir lo que pasó la última vez, así que nos fuimos a clase.
Nos sentamos en nuestros respectivos sitios, yo con Santana y Quinn con su actual novio, Finn, el capitán del equipo de fútbol del instituto.
Pasamos la clase entre notitas y pasamos olímpicamente del profesor, hasta que golpeó la pizarra y pidió nuestra atención.
- Espero que esta no sea la actitud que tengan mañana cuando una nueva alumna se integre a la clase, será nueva en el instituto y espero que la tratéis bien. – Anunció el profesor dando por terminada la clase.
El día pasó algo lento, los Lunes son los peores días del mundo, las clases son las más aburridas del mundo, y encima, es el primer día de la semana…
Hoy teníamos clase con el Glee Club, era el único momento del día que nos lo pasábamos bien, en el Glee Club olvidamos los problemas y nos llevamos todos de maravilla.
- ¿Quién será la chica nueva? – Preguntó Tina, una asiática muy simpática.
- No sé, pero espero que esté buena. – Saltó Puck, un mujeriego limpia-piscinas que solo le importaba tirárselo todo.
- Sea quien sea no creo que cante mejor que yo.- Anunció Rachel Berry, la chica más egocéntrica que conozco, siempre tiene que ser ella la que mejor canta.
- Espero que no sea una nerd ni una friki. – Quinn dijo con aire de indiferencia, ya tenemos suficientes.
Cantamos y bailamos algunas canciones y nos lo pasamos bien, yo no dejaba de preguntarme quién era la chica que vendría nueva mañana, pero algo me decía que esta chica iba a mejorar mi vida.
Llegué a casa bastante cansada, pero muy contenta, Santana y yo no habíamos tenido mucho tiempo para hablar, ya que había tenido entrenamiento con las animadoras y en el Glee Club solo habíamos cruzado un par de palabras.
- Tyler, estoy en casa. – Anuncié cuando llegué. Pero no me contestó, supuse que estaba dormido, y cuando entré al salón confirmé mi hipótesis. Estaría cansado. Eran las 5 de la tarde, así que le dejé que durmiera un poco. Mientras tanto, fui a la bañera, la llené y me sumergí, quería estar por lo menos 1 hora para aliviar todas las tensiones del día… Estuve un buen rato y salí de la bañera, me sequé y me puse la ropa interior, y una camisa vaquera abierta, dejando ver parte del sujetador y todo mi abdomen. Me acosté en la cama para escuchar un poco de música pero el timbre de la puerta sonó. Bajé las escaleras y abrí la puerta sin preguntas siquiera quién era. Pero al ver quien era…
- Britta… - Se puso colorada y me miró de arriba abajo. ¡Joder estaba en ropa interior y no me había dado cuenta!
- S-santana… - Reaccioné. – Es que acabo de salir de la ducha y… - Me sonrojé. – Pasa.
- Te has dejado el libro de geografía en clase y he venido a devolvértelo… - Aún no quitaba ojo de mi cuerpo. Eso me gustaba. Me ponía.
- Ah, gracias… Tengo una cabeza… - Reí. – Que haría yo sin ti… - La miré a los ojos y sonreí. Le cogí el libro y nos quedamos mirando.
- Britty, tengo hambre. – Vino y me dijo mientras bostezaba.
- Vamos a encargar la cena, no te preocupes. ¿Te quedas a cenar Santana? – Pregunté dulcemente.
- No, gracias. Mi madre me espera en casa. – Me sonrió y me dio un beso en la mejilla. – Hasta mañana.
- Hasta mañana. – Ví como se iba y mis ojos se posaron en su culo… Madre mía… - Suspiré y mordí mi labio inferior.
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¿Quén será la chica nueva?
Hasta pronto!
Última edición por MissFortune el Dom Dic 07, 2014 12:33 pm, editado 3 veces
MissFortune* - Mensajes : 12
Fecha de inscripción : 12/08/2012
Edad : 28
Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
Hola!
Me gusta tu fic, espero el siguiente capitulo, quien sera la chica nueva??
Ya tienes una lectora
Cuidate, besos
Me gusta tu fic, espero el siguiente capitulo, quien sera la chica nueva??
Ya tienes una lectora
Cuidate, besos
LoveyouHemo******* - Mensajes : 403
Fecha de inscripción : 23/09/2012
Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
ok me encanto! ahora a esperar el inicio formal de la historia!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
Buenas noches! Aquí vengo con la continuación, quiero aclarar que las dos parejas tendrán el mismo protagonismo y que en la historia saldrán los cuatro puntos de vista de nuestras protagonistas, espero que os guste!
Capítulo 2:
- Buenos días, mamá. – Saludé a mi madre con un beso en la mejilla.
- ¿Por qué estás tan contenta? – Preguntó mi madre curiosa.
- Nada, ¿Por qué no debería estarlo? – La razón de mi felicidad es que iba a verla, a Brittany, toda mi vida gira en torno a ella, nunca me había fijado en las mujeres hasta que la vi por primera vez, vino como alumna nueva hace un año y desde la primera vez que nuestras miradas se cruzaron supe que me encantaba, sus ojos azules, su largo pelo rubio, sus piernas torneadas y blancas…
Desayuné algo rápido y fui al instituto lo más rápido posible, quería que a la primera persona que viera fuera yo, ¿Quién no empieza un buen día con un “buenos días” de Santana López? La encontré en su taquilla, sacando los libros de la primera hora y al cerrar la taquilla nuestras miradas se encontraron.
- Buenos días – Le sonreí.
- Buenos días San – ¿Me acaba de decir San? ¿Cómo mi nombre puede sonar tan bien cuando lo dice ella? Todo lo que dice Brittany es como música para mis oídos.
Quinn nos interrumpió y nos sugirió que fuésemos a clase si no queríamos que nos castigaran, me senté con Brittany y Quinn con su novio, Finn, ¿Cómo una chica tan guapa puede estar con esa cosa? La respuesta es simple, por simple popularidad y fachada, la capitana de las admiradoras con el capitán del equipo de fútbol, todo un clásico.
La clase terminó y sin que Brittany me viera, me metí su libro de Geografía en mi mochila, así tendría excusa para ir a su casa y así verla. El día pasó hasta que llegó la hora del Glee Club, nos sentamos juntas y estuvimos hablando sobre la chica nueva que iba a venir mañana, ¿Quién sería? Fuera quien fuera espero que no se interponga entre Brittany y yo.
Al salir, tuve entrenamiento con las animadoras y no pude ver a Brittany, pero tengo su libro de geografía, así que luego me pasaría por su casa, a verla y a hablar con ella, o lo que surja… Sonreí y toqué el timbre de su puerta, tardó un poco en abrirme la puerta pero os digo que mereció la pena, Brittany apareció en ropa interior y con una camisa vaquera completamente abierta, su abdomen bien definido y sus piernas inacabables, ¡Oh, oh, Santana! Noto una leve calentura en mis partes bajas…
Le di el libro de geografía y nos quedamos mirando… ¿Y si le salto al cuello y me lo monto con ella en el suelo del recibidor? Santana por dios, ¡Contrólate! De no ser porque el hermano de Brittany apareció en el salón, no hubiera respondido de mis actos…
Nos despedimos y me fui a casa, juraría que sus ojos se posaron en mi culo pero es imposible que a Brittany le atrajeran las mujeres así que… sólo eran imaginaciones mías.
Cené algo rápido y me fui a la ducha, tenía que quitarme de alguna que otra forma el calentón que llevaba de ver a Brittany así… Me acosté después de haberme hecho algunos trabajitos para relajarme y me quedé dormida enseguida.
Me fui al instituto prácticamente corriendo y a primera hora tocaba español, con el Sr. Scue. Nos sentamos y anunció algo sobre la chica nueva, pero no me enteré, solo vi como Brittany venía y se sentaba a mi lado.
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Cené con Tyler y me acosté en la cama a intentar dormir, estaba deseando saber quién sería la chica nueva… Me quedé dormida después de estar pensándolo y que numerosas fantasías con Santana ocuparan mi mente… Me está volviendo loca.
Desayuné y fui a clase, Español, asignatura fácil para Brittany S. Pearce, sonreí instintivamente y me senté al lado de Santana, que me miraba con una sonrisa.
- Buenos días San.
- Buenos días Britt. – Rió.
- Como iba diciendo, la alumna nueva se ha retrasado y vendrá más tarde, le he dicho que se pase por el Glee Club para presentarse. – Anunció el Sr. Shue.
- ¿Estás diciendo que se va a integrar en nuestro Club? – Saltó Rachel.
- No he dicho nada de eso Rachel, pero confío en que vosotros, los miembros del Glee Club la acojáis de una forma cariñosa y que hagáis sentirla como si estuviera en casa.
- Recuerdo que si quiere ser miembro del club deberá pasar unas audiciones y posteriormente, tendrá que contar con nuestra aceptación. – Explicó Rachel.
- Rachel, nadie te va a quitar el puesto, tranquila. – Dijo Kurt agobiado.
- El puesto de toca-pelotas. – Dijo Puck y todos nos reímos.
Las clases terminaron y llegó el Glee Club, todos estábamos impacientes de ver quién era la chica nueva, como no venía, propusimos cantar una canción para que el tiempo pasara más rápido…
- ¿Vaya fiestas os montáis aquí no? – Una voz conocida que procedía de la puerta hizo que todos nos volteáramos, una chica alta, con el pelo castaño, liso, y hasta la mitad de la espalda estaba recostada en la puerta, mientras llevaba colgada a la espalda una guitarra, tenía los ojos grises y se me hacía bastante familiar.
- ¡Hola! ¿Tú debes de ser… - Corté al Señor Schue, ¡Desde luego que sabía quien era! ¡Ya sé por qué me sonaba tanto su voz!
- ¡Laura! – Grité y fui corriendo a sus brazos, me lancé sobre ella y acabamos las dos tiradas en el suelo, no la dejé que hablara puesto que la callé con un beso en los labios.
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Una chica preciosa, alta, con el pelo largo, liso y castaño, le traía un aire a Megan Fox, tenía una mirada penetrante, pero divertida, nos miraba desde la puerta con una enorme sonrisa.
No sé cuanto tiempo pasó desde que la chica entró pero lo que sí sé es que Brittany se encontraba sobre ella y lo peor, ¡La estaba besando! Espera, ¿Brittany besando a una chica? ¿A esa chica? ¡POR FAVOR, QUE ALGUIEN ME LO EXPLIQUE!
- Está claro que ya os conocéis… - El Sr. Shue estaba tan sorprendido como todos los demás, teníamos todos la boca abierta.
- ¡Joder, si que te alegras de verme! – La chica habló al separarse de Brittany y se pusieron de pie, Brittany la abrazó y hundió su cabeza en su cuello, la chica le susurró unas cuantas cosas que no alcanzamos a oír pero Brittany le dio un sonoro beso en el cuello y la chica se rió.
- ¡Hola, soy Rachel Berry, la mejor cantante del Glee Club y de todo el McKinley! Y si se me permite decirlo de todo Lima. – Le estrechó la mano y ella le devolvió el gesto y le puso una enorme sonrisa.
- ¡Hola, soy Laura Lawrence, vengo de Los Ángeles y soy nueva en el instituto! – Puso el mismo entusiasmo que había puesto Rachel y todos reímos, menos yo, que aún estaba sorprendida por lo del beso.
- Como has podido ver esto es el Glee Club, un club donde bailamos y cantamos y participamos en los regionales, nacionales… En fin, disfrutamos del mundo de la música. Si te gusta la música, y lo disfrutas, este es tu sitio. – Dijo el Sr. Shue orgulloso del Club.
- Ya veo, es el mismo tipo de Club en el que pertenecía en mi instituto de L.A – Sonreí.
- Podrías unirte a nosotros. – Dijo Finn con una sonrisa. – Llevas una guitarra… Supongo que sabrás tocar…
- Que toque no significa que sepa cantar. – Rachel saltó, no quería que nadie le quitara el puesto.
- Si Laura quiere hacer una audición para evaluarla… Por mi perfecto, El Glee Club siempre está dispuesto a acoger nuevos miembros. – El Sr. Shue dijo con una sonrisa.
- Por favor Lau… - Brittany le cogió las manos, creo que estoy empezando a odiar a esta tía.
- Si me lo pides así no podré decir que no… - Sonrió y abrazó a Brittany. – Cuando queráis hago la prueba para entrar, estoy preparada. – Nos sonrió a todos.
- Mañana después de clases todo el mundo en el escenario ¿De acuerdo? – Todos asintieron. – Te va a salir genial. – Le sonrió el Sr. Shue.
Dimos por finalizado los ensayos del Glee Club y nos fuimos a la cafetería más cercana para conocer a “Laura” no quería ir pero Quinn me lo pidió dijo que: “Podría ser interesante”.
- ¿Cómo has abandonado una ciudad como es Los Ángeles para venir a Lima? ¿De qué os conocéis Brittany y tú? Porque está claro que lo hacéis, es decir, ese beso, ¿Qué ha querido decir? ¿Sois pareja? ¿Sois lesb…? – Preguntó Rachel muy intrigada.
- ¿Siempre hablas tan rápido? – Rió y cortó a Rachel. – Primero: La ciudad acaba aburriendo, además, han trasladado a mi tía a trabajar al hospital de Ohio, nos venía bien cambiar de aires, Brittany y yo íbamos juntas al instituto, desde pequeñas hemos ido juntas, hemos sido inseparables, y bueno… La echaba de menos. Es difícil seguir en la ciudad cuando una parte de ti está en Lima. – Le cogió la mano a Brittany por encima de la mesa, ahora mismo estoy ardiendo de la rabia, ¿Quién se cree para tocarle la mano a MI rubia? – No somos pareja – Rió. – Solo mejores amigas. – Nos sonrió.
- ¿Y sois…?
- Somos bicuriosas. – Rieron las dos al decirlo al mismo tiempo. – No nos fijamos en el sexo, si no, en la persona. – Creo que por hoy ya he hablado suficiente de mí, ¿Me podéis decir vuestros nombres? Aún no los sé. – Se mordió la lengua.
- Lo siento, es que Rachel no para de hablar y no nos ha dado tiempo… - Mercedes rió.
- Él es Kurt, ella es Mercedes, Puck, Finn, Rachel, Quinn, Tina, y ella es Santana. – Brittany nos presentó y yo le dediqué una sonrisa desafiante a lo que ella puso una pequeña sonrisa, ¿Pero esta de qué va?
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Santana estaba claramente molesta, se nota a leguas que a Santana le gusta Brittany, soy su mejor amiga y aunque me lo oculte, yo lo noto. La mejor amiga de Brittany, Laura, le había caído realmente mal a Santana, estaba celosa del beso que se habían dado y que tuvieran tan buena relación… A mi me había caído bastante bien, y cabe decir que… es muy guapa, es demasiado guapa y tiene el mejor cuerpo que he visto nunca, ¡Para Quinn! ¿Qué estás pensando? ¡Es una chica! Y las chicas con los chicos tienen que estar… Cuando la vi por primera vez apoyada en la puerta del Glee Club y nuestras miradas se cruzaron, unos nervios se me instalaron en el estómago, me había llamado la atención, y ahora en la cafetería se mostraba como era, simpática, graciosa, se notaba que era muy humilde y que quería seguir conociéndola…
Terminamos de presentarnos y nos despedimos hasta el día siguiente… Acompañé a Santana a su casa y por el camino hablábamos de la chica nueva, ella se encargaba de criticarla mientras yo me pasaba el camino diciendo cosas buenas de ella. No se merecía que Santana la tratara tan mal por ser la mejor amiga de Brittany, aunque parecía que ahí había algo más que una simple “amistad”
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El avión aterrizó dos horas más tarde, avisé al instituto y me dijeron que me presentara a las 16.00 en el “Glee Club” no tenía ni idea de que coño era, pero seguramente sería algo divertido. Descargamos las maletas y el taxi nos llevó a lo que sería: nuestra nueva casa.
Era grande y de 3 plantas, con jardín, incluso piscina, era todo un lujo, como se notaba que mi tía era uno de los mejores médicos y que nos habían instalado con las mejores comodidades… Mi hermana y yo nos peleamos por la habitación y al final acabé yo con la más grande, mientras que ella se quedaba con la mediana, y la pequeña se quedaba con una habitación de más o menos igual tamaño que la mía. Convivir con tres hermanas es un infierno.
Cogí mi guitarra, y me la colgué en la espalda, iba admirando el paisaje de Lima, habían muchos parques, cafeterías, restaurantes… Era como una ciudad, pero en miniatura, era acogedor. Me gustaba.
Llegué a lo que parecía ser el instituto, vi que en el parking habían un montón de coches y de motos bastante lujosas, así que supuse que en este instituto estudiaba lo mejorcito de Lima.
Entré y pregunté por el “Glee Club” unas chicas con un uniforme rojo me miraron de arriba abajo y pasaron de mi empujándome con el hombro, vaya una panda de hipócritas.
Estuve durante 20 minutos vagando por el instituto hasta que oí una música de fondo, la música me atrajo y fui a una sala donde ponía en la puerta “Glee Club” ¡Bingo! Dejé que la canción terminara y entré. Todos se quedaron mirándome y mi mirada se cruzó con la de una rubia, tenía el mismo uniforme que las chicas anteriores y sus ojos verdes resaltaban con su blanca piel, tenía el pelo recogido con una coleta pero se podía ver que tenía el pelo largo, me quedé embobada hasta que una chica gritó mi nombre y se me lanzó encima, perdiendo el equilibrio y besándome en los labios. ¡Brittany! Reconocería esos labios aunque hubieran pasado 10 años. La abracé y casi me emociono de volver a tenerla conmigo. Es difícil separarte de tu mejor amiga, nos teníamos muchísimo cariño y todos los días la echaba de menos.
Al final, decidí hacer las audiciones para el “Glee Club” me encanta cantar, y me divierte bailar, no soy la mejor bailarina del mundo pero siempre ponía mucho empeño en ello. Si no me equivocaba, aquella chica también era miembro del Club, y tenía muchísima curiosidad en conocerla, me había gustado desde el primer momento en el que la vi.
Nos fuimos a una cafetería y les expliqué un poco mi situación, bueno, contesté a las preguntas que una tal Rachel me hacía, era pequeña, pero hablaba muy rápido. Charlamos un poco y nos retiramos, fui a casa de Brittany, teníamos que contarnos un montón de cosas, y tenía que darle una gran sorpresa…Seguro que le encantaría.
Capítulo 2:
- Buenos días, mamá. – Saludé a mi madre con un beso en la mejilla.
- ¿Por qué estás tan contenta? – Preguntó mi madre curiosa.
- Nada, ¿Por qué no debería estarlo? – La razón de mi felicidad es que iba a verla, a Brittany, toda mi vida gira en torno a ella, nunca me había fijado en las mujeres hasta que la vi por primera vez, vino como alumna nueva hace un año y desde la primera vez que nuestras miradas se cruzaron supe que me encantaba, sus ojos azules, su largo pelo rubio, sus piernas torneadas y blancas…
Desayuné algo rápido y fui al instituto lo más rápido posible, quería que a la primera persona que viera fuera yo, ¿Quién no empieza un buen día con un “buenos días” de Santana López? La encontré en su taquilla, sacando los libros de la primera hora y al cerrar la taquilla nuestras miradas se encontraron.
- Buenos días – Le sonreí.
- Buenos días San – ¿Me acaba de decir San? ¿Cómo mi nombre puede sonar tan bien cuando lo dice ella? Todo lo que dice Brittany es como música para mis oídos.
Quinn nos interrumpió y nos sugirió que fuésemos a clase si no queríamos que nos castigaran, me senté con Brittany y Quinn con su novio, Finn, ¿Cómo una chica tan guapa puede estar con esa cosa? La respuesta es simple, por simple popularidad y fachada, la capitana de las admiradoras con el capitán del equipo de fútbol, todo un clásico.
La clase terminó y sin que Brittany me viera, me metí su libro de Geografía en mi mochila, así tendría excusa para ir a su casa y así verla. El día pasó hasta que llegó la hora del Glee Club, nos sentamos juntas y estuvimos hablando sobre la chica nueva que iba a venir mañana, ¿Quién sería? Fuera quien fuera espero que no se interponga entre Brittany y yo.
Al salir, tuve entrenamiento con las animadoras y no pude ver a Brittany, pero tengo su libro de geografía, así que luego me pasaría por su casa, a verla y a hablar con ella, o lo que surja… Sonreí y toqué el timbre de su puerta, tardó un poco en abrirme la puerta pero os digo que mereció la pena, Brittany apareció en ropa interior y con una camisa vaquera completamente abierta, su abdomen bien definido y sus piernas inacabables, ¡Oh, oh, Santana! Noto una leve calentura en mis partes bajas…
Le di el libro de geografía y nos quedamos mirando… ¿Y si le salto al cuello y me lo monto con ella en el suelo del recibidor? Santana por dios, ¡Contrólate! De no ser porque el hermano de Brittany apareció en el salón, no hubiera respondido de mis actos…
Nos despedimos y me fui a casa, juraría que sus ojos se posaron en mi culo pero es imposible que a Brittany le atrajeran las mujeres así que… sólo eran imaginaciones mías.
Cené algo rápido y me fui a la ducha, tenía que quitarme de alguna que otra forma el calentón que llevaba de ver a Brittany así… Me acosté después de haberme hecho algunos trabajitos para relajarme y me quedé dormida enseguida.
Me fui al instituto prácticamente corriendo y a primera hora tocaba español, con el Sr. Scue. Nos sentamos y anunció algo sobre la chica nueva, pero no me enteré, solo vi como Brittany venía y se sentaba a mi lado.
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Cené con Tyler y me acosté en la cama a intentar dormir, estaba deseando saber quién sería la chica nueva… Me quedé dormida después de estar pensándolo y que numerosas fantasías con Santana ocuparan mi mente… Me está volviendo loca.
Desayuné y fui a clase, Español, asignatura fácil para Brittany S. Pearce, sonreí instintivamente y me senté al lado de Santana, que me miraba con una sonrisa.
- Buenos días San.
- Buenos días Britt. – Rió.
- Como iba diciendo, la alumna nueva se ha retrasado y vendrá más tarde, le he dicho que se pase por el Glee Club para presentarse. – Anunció el Sr. Shue.
- ¿Estás diciendo que se va a integrar en nuestro Club? – Saltó Rachel.
- No he dicho nada de eso Rachel, pero confío en que vosotros, los miembros del Glee Club la acojáis de una forma cariñosa y que hagáis sentirla como si estuviera en casa.
- Recuerdo que si quiere ser miembro del club deberá pasar unas audiciones y posteriormente, tendrá que contar con nuestra aceptación. – Explicó Rachel.
- Rachel, nadie te va a quitar el puesto, tranquila. – Dijo Kurt agobiado.
- El puesto de toca-pelotas. – Dijo Puck y todos nos reímos.
Las clases terminaron y llegó el Glee Club, todos estábamos impacientes de ver quién era la chica nueva, como no venía, propusimos cantar una canción para que el tiempo pasara más rápido…
- ¿Vaya fiestas os montáis aquí no? – Una voz conocida que procedía de la puerta hizo que todos nos volteáramos, una chica alta, con el pelo castaño, liso, y hasta la mitad de la espalda estaba recostada en la puerta, mientras llevaba colgada a la espalda una guitarra, tenía los ojos grises y se me hacía bastante familiar.
- ¡Hola! ¿Tú debes de ser… - Corté al Señor Schue, ¡Desde luego que sabía quien era! ¡Ya sé por qué me sonaba tanto su voz!
- ¡Laura! – Grité y fui corriendo a sus brazos, me lancé sobre ella y acabamos las dos tiradas en el suelo, no la dejé que hablara puesto que la callé con un beso en los labios.
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Una chica preciosa, alta, con el pelo largo, liso y castaño, le traía un aire a Megan Fox, tenía una mirada penetrante, pero divertida, nos miraba desde la puerta con una enorme sonrisa.
No sé cuanto tiempo pasó desde que la chica entró pero lo que sí sé es que Brittany se encontraba sobre ella y lo peor, ¡La estaba besando! Espera, ¿Brittany besando a una chica? ¿A esa chica? ¡POR FAVOR, QUE ALGUIEN ME LO EXPLIQUE!
- Está claro que ya os conocéis… - El Sr. Shue estaba tan sorprendido como todos los demás, teníamos todos la boca abierta.
- ¡Joder, si que te alegras de verme! – La chica habló al separarse de Brittany y se pusieron de pie, Brittany la abrazó y hundió su cabeza en su cuello, la chica le susurró unas cuantas cosas que no alcanzamos a oír pero Brittany le dio un sonoro beso en el cuello y la chica se rió.
- ¡Hola, soy Rachel Berry, la mejor cantante del Glee Club y de todo el McKinley! Y si se me permite decirlo de todo Lima. – Le estrechó la mano y ella le devolvió el gesto y le puso una enorme sonrisa.
- ¡Hola, soy Laura Lawrence, vengo de Los Ángeles y soy nueva en el instituto! – Puso el mismo entusiasmo que había puesto Rachel y todos reímos, menos yo, que aún estaba sorprendida por lo del beso.
- Como has podido ver esto es el Glee Club, un club donde bailamos y cantamos y participamos en los regionales, nacionales… En fin, disfrutamos del mundo de la música. Si te gusta la música, y lo disfrutas, este es tu sitio. – Dijo el Sr. Shue orgulloso del Club.
- Ya veo, es el mismo tipo de Club en el que pertenecía en mi instituto de L.A – Sonreí.
- Podrías unirte a nosotros. – Dijo Finn con una sonrisa. – Llevas una guitarra… Supongo que sabrás tocar…
- Que toque no significa que sepa cantar. – Rachel saltó, no quería que nadie le quitara el puesto.
- Si Laura quiere hacer una audición para evaluarla… Por mi perfecto, El Glee Club siempre está dispuesto a acoger nuevos miembros. – El Sr. Shue dijo con una sonrisa.
- Por favor Lau… - Brittany le cogió las manos, creo que estoy empezando a odiar a esta tía.
- Si me lo pides así no podré decir que no… - Sonrió y abrazó a Brittany. – Cuando queráis hago la prueba para entrar, estoy preparada. – Nos sonrió a todos.
- Mañana después de clases todo el mundo en el escenario ¿De acuerdo? – Todos asintieron. – Te va a salir genial. – Le sonrió el Sr. Shue.
Dimos por finalizado los ensayos del Glee Club y nos fuimos a la cafetería más cercana para conocer a “Laura” no quería ir pero Quinn me lo pidió dijo que: “Podría ser interesante”.
- ¿Cómo has abandonado una ciudad como es Los Ángeles para venir a Lima? ¿De qué os conocéis Brittany y tú? Porque está claro que lo hacéis, es decir, ese beso, ¿Qué ha querido decir? ¿Sois pareja? ¿Sois lesb…? – Preguntó Rachel muy intrigada.
- ¿Siempre hablas tan rápido? – Rió y cortó a Rachel. – Primero: La ciudad acaba aburriendo, además, han trasladado a mi tía a trabajar al hospital de Ohio, nos venía bien cambiar de aires, Brittany y yo íbamos juntas al instituto, desde pequeñas hemos ido juntas, hemos sido inseparables, y bueno… La echaba de menos. Es difícil seguir en la ciudad cuando una parte de ti está en Lima. – Le cogió la mano a Brittany por encima de la mesa, ahora mismo estoy ardiendo de la rabia, ¿Quién se cree para tocarle la mano a MI rubia? – No somos pareja – Rió. – Solo mejores amigas. – Nos sonrió.
- ¿Y sois…?
- Somos bicuriosas. – Rieron las dos al decirlo al mismo tiempo. – No nos fijamos en el sexo, si no, en la persona. – Creo que por hoy ya he hablado suficiente de mí, ¿Me podéis decir vuestros nombres? Aún no los sé. – Se mordió la lengua.
- Lo siento, es que Rachel no para de hablar y no nos ha dado tiempo… - Mercedes rió.
- Él es Kurt, ella es Mercedes, Puck, Finn, Rachel, Quinn, Tina, y ella es Santana. – Brittany nos presentó y yo le dediqué una sonrisa desafiante a lo que ella puso una pequeña sonrisa, ¿Pero esta de qué va?
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Santana estaba claramente molesta, se nota a leguas que a Santana le gusta Brittany, soy su mejor amiga y aunque me lo oculte, yo lo noto. La mejor amiga de Brittany, Laura, le había caído realmente mal a Santana, estaba celosa del beso que se habían dado y que tuvieran tan buena relación… A mi me había caído bastante bien, y cabe decir que… es muy guapa, es demasiado guapa y tiene el mejor cuerpo que he visto nunca, ¡Para Quinn! ¿Qué estás pensando? ¡Es una chica! Y las chicas con los chicos tienen que estar… Cuando la vi por primera vez apoyada en la puerta del Glee Club y nuestras miradas se cruzaron, unos nervios se me instalaron en el estómago, me había llamado la atención, y ahora en la cafetería se mostraba como era, simpática, graciosa, se notaba que era muy humilde y que quería seguir conociéndola…
Terminamos de presentarnos y nos despedimos hasta el día siguiente… Acompañé a Santana a su casa y por el camino hablábamos de la chica nueva, ella se encargaba de criticarla mientras yo me pasaba el camino diciendo cosas buenas de ella. No se merecía que Santana la tratara tan mal por ser la mejor amiga de Brittany, aunque parecía que ahí había algo más que una simple “amistad”
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El avión aterrizó dos horas más tarde, avisé al instituto y me dijeron que me presentara a las 16.00 en el “Glee Club” no tenía ni idea de que coño era, pero seguramente sería algo divertido. Descargamos las maletas y el taxi nos llevó a lo que sería: nuestra nueva casa.
Era grande y de 3 plantas, con jardín, incluso piscina, era todo un lujo, como se notaba que mi tía era uno de los mejores médicos y que nos habían instalado con las mejores comodidades… Mi hermana y yo nos peleamos por la habitación y al final acabé yo con la más grande, mientras que ella se quedaba con la mediana, y la pequeña se quedaba con una habitación de más o menos igual tamaño que la mía. Convivir con tres hermanas es un infierno.
Cogí mi guitarra, y me la colgué en la espalda, iba admirando el paisaje de Lima, habían muchos parques, cafeterías, restaurantes… Era como una ciudad, pero en miniatura, era acogedor. Me gustaba.
Llegué a lo que parecía ser el instituto, vi que en el parking habían un montón de coches y de motos bastante lujosas, así que supuse que en este instituto estudiaba lo mejorcito de Lima.
Entré y pregunté por el “Glee Club” unas chicas con un uniforme rojo me miraron de arriba abajo y pasaron de mi empujándome con el hombro, vaya una panda de hipócritas.
Estuve durante 20 minutos vagando por el instituto hasta que oí una música de fondo, la música me atrajo y fui a una sala donde ponía en la puerta “Glee Club” ¡Bingo! Dejé que la canción terminara y entré. Todos se quedaron mirándome y mi mirada se cruzó con la de una rubia, tenía el mismo uniforme que las chicas anteriores y sus ojos verdes resaltaban con su blanca piel, tenía el pelo recogido con una coleta pero se podía ver que tenía el pelo largo, me quedé embobada hasta que una chica gritó mi nombre y se me lanzó encima, perdiendo el equilibrio y besándome en los labios. ¡Brittany! Reconocería esos labios aunque hubieran pasado 10 años. La abracé y casi me emociono de volver a tenerla conmigo. Es difícil separarte de tu mejor amiga, nos teníamos muchísimo cariño y todos los días la echaba de menos.
Al final, decidí hacer las audiciones para el “Glee Club” me encanta cantar, y me divierte bailar, no soy la mejor bailarina del mundo pero siempre ponía mucho empeño en ello. Si no me equivocaba, aquella chica también era miembro del Club, y tenía muchísima curiosidad en conocerla, me había gustado desde el primer momento en el que la vi.
Nos fuimos a una cafetería y les expliqué un poco mi situación, bueno, contesté a las preguntas que una tal Rachel me hacía, era pequeña, pero hablaba muy rápido. Charlamos un poco y nos retiramos, fui a casa de Brittany, teníamos que contarnos un montón de cosas, y tenía que darle una gran sorpresa…Seguro que le encantaría.
Última edición por MissFortune el Lun Jul 15, 2013 5:08 pm, editado 1 vez
MissFortune* - Mensajes : 12
Fecha de inscripción : 12/08/2012
Edad : 28
Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
Por dios tu fic es genial!!!
¿laura y quinn estan enamoradas? ¿Y cual sera la sorpresa que le tiene que dar a britt? Y rachel que no paraba de hacerle preguntas jajaja. Por favor continualo. Es genial!
¿laura y quinn estan enamoradas? ¿Y cual sera la sorpresa que le tiene que dar a britt? Y rachel que no paraba de hacerle preguntas jajaja. Por favor continualo. Es genial!
DafygleeK****** - Mensajes : 371
Fecha de inscripción : 23/06/2013
Edad : 25
Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
Ha habido un problemilla al publicar el capítulo, y es que se me ha olvidado poner los cambios de perspectiva, jajajaja, lo he editado y lo he separado, perdón! jajaja
MissFortune* - Mensajes : 12
Fecha de inscripción : 12/08/2012
Edad : 28
Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
por favor por piedad actualiza!!!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
¡Buenas noches! ¡Aquí llego con nuevo capítulo, espero que os guste! ¡Dejad comentarios!
Capítulo 3:
- Me tienes que contar tantísimas cosas… - Brittany sonrió y se sentó en su cama. - ¿Qué haces aquí en Lima? ¿Cómo están los demás? ¿Q… - La corté. – Tranquila Brittany, no hagas tantas preguntas o terminarás pareciéndote a esa tal Rachel… - Reímos. – A mi tía la han trasladado al hospital de Ohio, al principio se opuso, pero mis hermanas y yo al final la convencimos, era una oportunidad para ella trabajar aquí, así respirábamos un poco de la ciudad, y… te echaba de menos. – Le sonreí y ella me cogió la mano. – Espero que tú también a mí. – La miré fingiendo seriedad y ella se rió. – Todos los días me acordaba de ti… Las cosas hubieran sido más fáciles con tus consejos y con tu compañía… - Sonrió. - ¿Y como están los demás?
- De eso te quería hablar… - Me puse seria. – Los demás… ¡Van a mudarse aquí a Lima! – Ella abrió los ojos sorprendida y llena de felicidad se tiró sobre mí, quedando las dos acostadas en la cama. - ¿Volveremos a estar juntos? – Me apretó más fuerte. - ¡Claro que sí! ¡Juntos! – Le di mi sonrisa más sincera.
- ¿Pero como… Todos van a trasladarse? – Me preguntó aún sin creérselo.
- Sí. – Afirmé contenta. – Los padres de Sam, Blaine y Mike están de acuerdo, a cada uno les han comprado una casa aquí, en Lima, todos sus padres viajan demasiado y casi no pisan Los Ángeles, así que han decidido trasladarnos a todos… Es de locos, pero es así. – Reí. – El instituto de L.A ha aceptado nuestros traslados así que está todo perfecto. Vendrán la semana que viene.
- Es increíble como de un día para otro mi felicidad ha cambiado por completo… Gracias Laura. – Brito estaba emocionada. – No me agradezcas nada tonta, demasiado hemos esperado para volver a estar contigo…
- Aún no me has contado las últimas novedades de Los Ángeles, ¿Algún rollete nuevo, alguna anécdota? – Sonrió picarona.
- Blaine ha cortado con Edgar tras 5 meses de relación, Sam sigue como siempre y Mike… Bueno, es Mike, siempre está con el baile y no tiene mucho tiempo de conocer chicas… - Hice memoria pero no me acordaba de mucho más, las cosas casi no habían cambiado, salvo por una cosa…
- ¿Y tu sigues con…? – Agaché la mirada triste. – No hace falta que me lo cuentas ahora si no quieres.
- Le pareció divertido ponerme los cuernos con otra. – Solté sin pensar. – Me apetecía perder a mi ex de vista… También es una razón por la que me he mudado… No quiero verla ni en pintura. – Brittany se sorprendió, mi exnovia y yo éramos como “la parejita feliz” nunca teníamos peleas y todo andaba sobre ruedas, pero encontrarla en la cama con otra no es fácil, no perdono las infidelidades, simplemente desaparecí y no hablé con ella más.
- ¿Hace cuanto habéis roto? – Preguntó.
- Hace… unas tres semanas. – Sonreí triste. - ¡Pero no quiero hablar de ella! ¡No pienso llorar más por algo que ocurrió en el pasado! – Sonreí de manera sincera. - ¿Y tú que? ¿Que me dices de esa morenaza que cuando me has besado casi me arranca la cabeza?
- ¿Morenaza? – Pensó unas milésimas de segundo - ¿Santana?
- ¡OH! ¡Entonces reconoces que es una morenaza! – Reí. – ¡Te gusta! – Se levantó de la cama y corrió por la habitación.
- No, no me gusta. – Se sonrojó y siguió corriendo.
- ¡Te encanta! – Me levanté y me lancé a por ella.
- ¡No! – Empezó a reírse y se tropezó con un peluche.
- ¡Sí! – Empecé a hacerle cosquillas. - ¡Reconócelo!
- ¡Vale, si, si, sí! ¡Me gusta! – Estaba colorada de tanto reírse. - ¡Pero para por favor! – Paré y me senté encima de ella.
La noche cayó en Lima, y Laura y yo nos encontrábamos en mi cama recostadas hablando, me contó que nuestros amigos iban a instalarse en Lima y que íbamos a estar juntos, como debía ser, y seguro que todos entrarían al Glee Club y seguro que también se llevarían genial con mis actuales amigos… Mi vida mejoraba por momentos, todos los días me acordaba de ellos, nuestras risas, nuestros momentos, nuestras peleas… Sonreí instintivamente y Laura me contó las últimas novedades de L.A. Todas me parecieron interesantes pero la de que Laura y… bueno, no me gusta recordar su nombre, habían roto, al principio de todo me opuse a que empezaran a salir, ella no me daba buena espina, y al final… he dado en el clavo. Laura se encontraba incómoda con el tema así que decidió cambiarlo preguntándome sobre una “morenaza”, instintivamente me vino a la cabeza la imagen de Santana y dije su nombre en voz alta, empezó a preguntar si me gusta, intenté negarlo al principio pero… ¡Es mi mejor amiga! ¡No puedo ocultárselo!
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- Lánzate. – Me dijo mirándome directamente a los ojos mientras estaba encima de mí.
- No puedo Lau… - Cerré los ojos y suspiré.
- ¿Por qué no? – Siguió mirándome sin apartar la vista de mis ojos. – Claro que puedes.
- A ella no le gustan las muj… - Me cortó.
- A ti tampoco te gustaban hasta que nos conocimos. – Puso una sonrisa y rió. Nunca me había fijado en las mujeres hasta que conocí a Laura, me gustó desde el primer momento y después de empezar a conocernos lo afirmé completamente… Con ella he hecho muchísimas cosas y me he descubierto a mí misma… Y a mi sexualidad.
- Puedes hacerlo si tú crees que puedes. – Me encantaba cuando se ponía filosófica. – Además, ahora me tienes a mí para ayudarte. Sabes que lo que me propongo, lo consigo. – Se movió sensualmente encima de mí.
- Laura… - Reí. - ¿Qué haces? – Claro que sabía lo que hacía, no era la primera vez…
- Nada… - Se escondió en mi cuello y me dio un beso muy despacito y empezó a recorrer mi cuello con pequeños mordiscos y lamidas. Detecto algo de calor en mis partes íntimas. – Se separó de mi cuello y se me quedó mirando. Sus ojos hipnotizan… Me acerqué a ella e iba directamente a sus labios, esperé su contacto pero… - Empezó a reírse a carcajadas limpias.
- Siempre caes en mi juego… - Siguió riéndose y le di un empujón que la tiré al suelo. – Dios Brittany, eres tan predecible… - Se secó las lágrimas de la risa. – No te preocupes, que eso que me ibas a hacer se lo vas a hacer a Santana muy pronto… - Se acercó a mí y me lo susurró al oído. Me puse tan colorada que pensaba que me iba a desmayar.
- Yo creo que debería de irme ya… - Miró la hora en su móvil. – No he desempaquetado las cosas de la mudanza y mi hermana ya está mandándome Whatsapps insultándome y diciendo que como no quite las cajas del salón las va a quemar. – Reímos. – Y ella es capaz… Hasta mañana guapa. – Me dio un pico en los labios como siempre hacíamos y se despidió diciendo: Y cuídate ese calentón.
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Esa tía está empezando a tocarme las narices, acababa de llegar al Glee Club y por si fuera poco está muy cariñosa con mi rubia, estaba muy celosa y cabreada. Quinn me acompañó a casa y por el camino hablamos de “Laura” y su supuesta relación con Brittany.
- Por favor Quinn, está claro que no son amigas. – Solté molesta y Quinn puso mala cara.
- ¿Por qué siempre juzgas a las personas sin conocerlas? – Me preguntó.
- Habló la que en el instituto se mete con todas las personas que se encuentra. – Le contesté cabreada.
- Eso es sólo por fachada Santana, sabes como soy en realidad… - Suspiró y le pellizqué el brazo.
- Lo siento… - Recapacité y recordé que Quinn sólo era borde, hipócrita y superficial en el McKinley, lo había pasado fatal en su infancia cuando era la gordita de Lucy y su aspecto era horrible, ahora que lo había superado, se disponía a no ser pisoteada nunca y a tratar a la gente por encima del hombro antes de que la hicieran daño. – Encima, va a presentarse a las pruebas para entrar al Glee Club, ¡Eso es para estar más cerca de Brittany! – Volví al tema.
- Eso es normal Santana, ya lo han dicho, son mejores amigas, y llevan 1 año sin verse… es normal que no quieran separarse y pasar tiempo juntas. – Quinn dijo esto con un tono despectivo, así que supe que lo decía con molestia, pero, ¿Por qué? – Lo que tienes que hacer es centrarte en Brittany.
- ¿Por qué debería de hacer eso? – Pregunté, ¿Se habrá enterado de que Brittany me gusta? ¡No puede ser! ¡Eso es imposible!
- Santana, eres mi mejor amiga no puedes engañarme… Te gusta desde que la conocimos. – Iba a abrir la boca pero ella me cortó. – Me da igual que te gusten las chicas, los chicos, o los animales, te voy a querer igual y no te voy a juzgar, te voy a ayudar en lo que pueda, y no quiero que estés mal porque Laura sea más cercana que tú…
- Gracias Quinn. – Reí. - ¿Pero cómo le voy a gustar?
- ¡Dios Santana, que pareces nueva! – Se golpeó la frente. – Tienes a todos los chicos a tus pies, y a casi todas las chicas también, ¿En serio te preguntas eso? ¡Ya la has oído, es “bicuriosa”! Sólo acércate a ella, sé tu misma, y poco a poco… - Me dijo sonriendo.
- Lo intentaré. – Suspiré. – Pero si esa Laura se pasa de cariñosa… Conocerá a Snix.
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Nos reímos por el comentario de Santana, aunque me preocupé un poco por Laura, algo me decía que no iban a llevarse muy bien. Pasamos por la puerta de la casa de Brittany, y justo al pasar por allí, Laura salió de su casa hablando por teléfono.
- Sí, ya voy cariño… - Anduvo hacia nosotras y nos sonrió. ¿CARIÑO? ¿PERO CON CUÁNTAS CHICAS ESTÁ ESTA TÍA? Colgó el teléfono móvil y nos miró. – Sois las de esta mañana, las amigas de Brittany ¿No? Santana y… - Intentó acordarse de mi nombre pero no lo hizo. Me molestó un poco y le solté molesta. – Quinn. Me llamo Quinn.
- Ah, sí, es verdad… Lo siento, la memoria no es mi fuerte. – Sonrió y sonreí al verla. Sus ojos grises parecía que brillaran… - Bueno, tengo que ir a casa, aún no he desempaquetado las cosas de la mudanza… - Volvió a sonreír. – Hasta mañana. – Pasó por mi lado y rozó su mano con la mía. Me di la vuelta para verla marchar y ella hizo lo mismo, me guiñó un ojo y siguió su camino… Y que trasero que tiene…
- Tierra llamando a Quinn… - Santana pasó una mano por mi cara. - ¿Hola?
- ¡Qué, qué pasa! – Reaccioné.
- Que culito tiene eh… - Santana se rió en mi cara.
- ¿Pero qué dices? ¡No seas paranoica! – Me sonrojé y seguí para adelante.
Llegué a casa y lo primero que hice fue ir a la ducha, necesitaba descansar, demasiadas tensiones en un día… Me acosté en la cama y cerré los ojos intentando repasar mi día… Laura, Laura y más Laura… Encima, por si fuera poco, me ha rozado la mano y me ha guiñado el ojo. Estoy confusa… ¿Será que me gusta?
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Llegué a casa y transladé las cajas que estaban en el salón a mi nueva habitación, tenía que desempaquetarlo TODO y no tenía ánimos para hacerlo, así que solo puse las sábanas de la cama, saqué la laptop y me puse a escuchar música y a elegir la canción para la audición de mañana... No pensaba ensayarla ya que a mi me gusta improvisar y que salga como tenga que salir... Estuve buscando música en mi carpeta y ¡Bingo! ¡Tengo la canción perfecta para que me admiten! ¡Y también es la canción perfecta para poner celosa a Santana! Reí maléficamente en mi habitación, está claro que se gustan... Y si las acerco... Yo podré acercarme a Quinn, incluso tener citas dobles o salir las cuatro con la excusa de que se gustan... Algo me decía que Lima iba a ser una de las mejores experiencias de mi vida. Cerré el portátil y me recosté en la cama mientras escuchaba la canción que iba a cantar mañana... Definitivamente es perfecta. Cogí el móvil y empecé a chatear por Whatsapp con mis amigos de L.A. Todos tenían muchísimas ganas de venir y de ver a Brittany... Sólo faltaba una semana para estar todos juntos, y ser lo que siempre hemos sido.
Capítulo 3:
- Me tienes que contar tantísimas cosas… - Brittany sonrió y se sentó en su cama. - ¿Qué haces aquí en Lima? ¿Cómo están los demás? ¿Q… - La corté. – Tranquila Brittany, no hagas tantas preguntas o terminarás pareciéndote a esa tal Rachel… - Reímos. – A mi tía la han trasladado al hospital de Ohio, al principio se opuso, pero mis hermanas y yo al final la convencimos, era una oportunidad para ella trabajar aquí, así respirábamos un poco de la ciudad, y… te echaba de menos. – Le sonreí y ella me cogió la mano. – Espero que tú también a mí. – La miré fingiendo seriedad y ella se rió. – Todos los días me acordaba de ti… Las cosas hubieran sido más fáciles con tus consejos y con tu compañía… - Sonrió. - ¿Y como están los demás?
- De eso te quería hablar… - Me puse seria. – Los demás… ¡Van a mudarse aquí a Lima! – Ella abrió los ojos sorprendida y llena de felicidad se tiró sobre mí, quedando las dos acostadas en la cama. - ¿Volveremos a estar juntos? – Me apretó más fuerte. - ¡Claro que sí! ¡Juntos! – Le di mi sonrisa más sincera.
- ¿Pero como… Todos van a trasladarse? – Me preguntó aún sin creérselo.
- Sí. – Afirmé contenta. – Los padres de Sam, Blaine y Mike están de acuerdo, a cada uno les han comprado una casa aquí, en Lima, todos sus padres viajan demasiado y casi no pisan Los Ángeles, así que han decidido trasladarnos a todos… Es de locos, pero es así. – Reí. – El instituto de L.A ha aceptado nuestros traslados así que está todo perfecto. Vendrán la semana que viene.
- Es increíble como de un día para otro mi felicidad ha cambiado por completo… Gracias Laura. – Brito estaba emocionada. – No me agradezcas nada tonta, demasiado hemos esperado para volver a estar contigo…
- Aún no me has contado las últimas novedades de Los Ángeles, ¿Algún rollete nuevo, alguna anécdota? – Sonrió picarona.
- Blaine ha cortado con Edgar tras 5 meses de relación, Sam sigue como siempre y Mike… Bueno, es Mike, siempre está con el baile y no tiene mucho tiempo de conocer chicas… - Hice memoria pero no me acordaba de mucho más, las cosas casi no habían cambiado, salvo por una cosa…
- ¿Y tu sigues con…? – Agaché la mirada triste. – No hace falta que me lo cuentas ahora si no quieres.
- Le pareció divertido ponerme los cuernos con otra. – Solté sin pensar. – Me apetecía perder a mi ex de vista… También es una razón por la que me he mudado… No quiero verla ni en pintura. – Brittany se sorprendió, mi exnovia y yo éramos como “la parejita feliz” nunca teníamos peleas y todo andaba sobre ruedas, pero encontrarla en la cama con otra no es fácil, no perdono las infidelidades, simplemente desaparecí y no hablé con ella más.
- ¿Hace cuanto habéis roto? – Preguntó.
- Hace… unas tres semanas. – Sonreí triste. - ¡Pero no quiero hablar de ella! ¡No pienso llorar más por algo que ocurrió en el pasado! – Sonreí de manera sincera. - ¿Y tú que? ¿Que me dices de esa morenaza que cuando me has besado casi me arranca la cabeza?
- ¿Morenaza? – Pensó unas milésimas de segundo - ¿Santana?
- ¡OH! ¡Entonces reconoces que es una morenaza! – Reí. – ¡Te gusta! – Se levantó de la cama y corrió por la habitación.
- No, no me gusta. – Se sonrojó y siguió corriendo.
- ¡Te encanta! – Me levanté y me lancé a por ella.
- ¡No! – Empezó a reírse y se tropezó con un peluche.
- ¡Sí! – Empecé a hacerle cosquillas. - ¡Reconócelo!
- ¡Vale, si, si, sí! ¡Me gusta! – Estaba colorada de tanto reírse. - ¡Pero para por favor! – Paré y me senté encima de ella.
La noche cayó en Lima, y Laura y yo nos encontrábamos en mi cama recostadas hablando, me contó que nuestros amigos iban a instalarse en Lima y que íbamos a estar juntos, como debía ser, y seguro que todos entrarían al Glee Club y seguro que también se llevarían genial con mis actuales amigos… Mi vida mejoraba por momentos, todos los días me acordaba de ellos, nuestras risas, nuestros momentos, nuestras peleas… Sonreí instintivamente y Laura me contó las últimas novedades de L.A. Todas me parecieron interesantes pero la de que Laura y… bueno, no me gusta recordar su nombre, habían roto, al principio de todo me opuse a que empezaran a salir, ella no me daba buena espina, y al final… he dado en el clavo. Laura se encontraba incómoda con el tema así que decidió cambiarlo preguntándome sobre una “morenaza”, instintivamente me vino a la cabeza la imagen de Santana y dije su nombre en voz alta, empezó a preguntar si me gusta, intenté negarlo al principio pero… ¡Es mi mejor amiga! ¡No puedo ocultárselo!
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- Lánzate. – Me dijo mirándome directamente a los ojos mientras estaba encima de mí.
- No puedo Lau… - Cerré los ojos y suspiré.
- ¿Por qué no? – Siguió mirándome sin apartar la vista de mis ojos. – Claro que puedes.
- A ella no le gustan las muj… - Me cortó.
- A ti tampoco te gustaban hasta que nos conocimos. – Puso una sonrisa y rió. Nunca me había fijado en las mujeres hasta que conocí a Laura, me gustó desde el primer momento y después de empezar a conocernos lo afirmé completamente… Con ella he hecho muchísimas cosas y me he descubierto a mí misma… Y a mi sexualidad.
- Puedes hacerlo si tú crees que puedes. – Me encantaba cuando se ponía filosófica. – Además, ahora me tienes a mí para ayudarte. Sabes que lo que me propongo, lo consigo. – Se movió sensualmente encima de mí.
- Laura… - Reí. - ¿Qué haces? – Claro que sabía lo que hacía, no era la primera vez…
- Nada… - Se escondió en mi cuello y me dio un beso muy despacito y empezó a recorrer mi cuello con pequeños mordiscos y lamidas. Detecto algo de calor en mis partes íntimas. – Se separó de mi cuello y se me quedó mirando. Sus ojos hipnotizan… Me acerqué a ella e iba directamente a sus labios, esperé su contacto pero… - Empezó a reírse a carcajadas limpias.
- Siempre caes en mi juego… - Siguió riéndose y le di un empujón que la tiré al suelo. – Dios Brittany, eres tan predecible… - Se secó las lágrimas de la risa. – No te preocupes, que eso que me ibas a hacer se lo vas a hacer a Santana muy pronto… - Se acercó a mí y me lo susurró al oído. Me puse tan colorada que pensaba que me iba a desmayar.
- Yo creo que debería de irme ya… - Miró la hora en su móvil. – No he desempaquetado las cosas de la mudanza y mi hermana ya está mandándome Whatsapps insultándome y diciendo que como no quite las cajas del salón las va a quemar. – Reímos. – Y ella es capaz… Hasta mañana guapa. – Me dio un pico en los labios como siempre hacíamos y se despidió diciendo: Y cuídate ese calentón.
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Esa tía está empezando a tocarme las narices, acababa de llegar al Glee Club y por si fuera poco está muy cariñosa con mi rubia, estaba muy celosa y cabreada. Quinn me acompañó a casa y por el camino hablamos de “Laura” y su supuesta relación con Brittany.
- Por favor Quinn, está claro que no son amigas. – Solté molesta y Quinn puso mala cara.
- ¿Por qué siempre juzgas a las personas sin conocerlas? – Me preguntó.
- Habló la que en el instituto se mete con todas las personas que se encuentra. – Le contesté cabreada.
- Eso es sólo por fachada Santana, sabes como soy en realidad… - Suspiró y le pellizqué el brazo.
- Lo siento… - Recapacité y recordé que Quinn sólo era borde, hipócrita y superficial en el McKinley, lo había pasado fatal en su infancia cuando era la gordita de Lucy y su aspecto era horrible, ahora que lo había superado, se disponía a no ser pisoteada nunca y a tratar a la gente por encima del hombro antes de que la hicieran daño. – Encima, va a presentarse a las pruebas para entrar al Glee Club, ¡Eso es para estar más cerca de Brittany! – Volví al tema.
- Eso es normal Santana, ya lo han dicho, son mejores amigas, y llevan 1 año sin verse… es normal que no quieran separarse y pasar tiempo juntas. – Quinn dijo esto con un tono despectivo, así que supe que lo decía con molestia, pero, ¿Por qué? – Lo que tienes que hacer es centrarte en Brittany.
- ¿Por qué debería de hacer eso? – Pregunté, ¿Se habrá enterado de que Brittany me gusta? ¡No puede ser! ¡Eso es imposible!
- Santana, eres mi mejor amiga no puedes engañarme… Te gusta desde que la conocimos. – Iba a abrir la boca pero ella me cortó. – Me da igual que te gusten las chicas, los chicos, o los animales, te voy a querer igual y no te voy a juzgar, te voy a ayudar en lo que pueda, y no quiero que estés mal porque Laura sea más cercana que tú…
- Gracias Quinn. – Reí. - ¿Pero cómo le voy a gustar?
- ¡Dios Santana, que pareces nueva! – Se golpeó la frente. – Tienes a todos los chicos a tus pies, y a casi todas las chicas también, ¿En serio te preguntas eso? ¡Ya la has oído, es “bicuriosa”! Sólo acércate a ella, sé tu misma, y poco a poco… - Me dijo sonriendo.
- Lo intentaré. – Suspiré. – Pero si esa Laura se pasa de cariñosa… Conocerá a Snix.
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Nos reímos por el comentario de Santana, aunque me preocupé un poco por Laura, algo me decía que no iban a llevarse muy bien. Pasamos por la puerta de la casa de Brittany, y justo al pasar por allí, Laura salió de su casa hablando por teléfono.
- Sí, ya voy cariño… - Anduvo hacia nosotras y nos sonrió. ¿CARIÑO? ¿PERO CON CUÁNTAS CHICAS ESTÁ ESTA TÍA? Colgó el teléfono móvil y nos miró. – Sois las de esta mañana, las amigas de Brittany ¿No? Santana y… - Intentó acordarse de mi nombre pero no lo hizo. Me molestó un poco y le solté molesta. – Quinn. Me llamo Quinn.
- Ah, sí, es verdad… Lo siento, la memoria no es mi fuerte. – Sonrió y sonreí al verla. Sus ojos grises parecía que brillaran… - Bueno, tengo que ir a casa, aún no he desempaquetado las cosas de la mudanza… - Volvió a sonreír. – Hasta mañana. – Pasó por mi lado y rozó su mano con la mía. Me di la vuelta para verla marchar y ella hizo lo mismo, me guiñó un ojo y siguió su camino… Y que trasero que tiene…
- Tierra llamando a Quinn… - Santana pasó una mano por mi cara. - ¿Hola?
- ¡Qué, qué pasa! – Reaccioné.
- Que culito tiene eh… - Santana se rió en mi cara.
- ¿Pero qué dices? ¡No seas paranoica! – Me sonrojé y seguí para adelante.
Llegué a casa y lo primero que hice fue ir a la ducha, necesitaba descansar, demasiadas tensiones en un día… Me acosté en la cama y cerré los ojos intentando repasar mi día… Laura, Laura y más Laura… Encima, por si fuera poco, me ha rozado la mano y me ha guiñado el ojo. Estoy confusa… ¿Será que me gusta?
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Llegué a casa y transladé las cajas que estaban en el salón a mi nueva habitación, tenía que desempaquetarlo TODO y no tenía ánimos para hacerlo, así que solo puse las sábanas de la cama, saqué la laptop y me puse a escuchar música y a elegir la canción para la audición de mañana... No pensaba ensayarla ya que a mi me gusta improvisar y que salga como tenga que salir... Estuve buscando música en mi carpeta y ¡Bingo! ¡Tengo la canción perfecta para que me admiten! ¡Y también es la canción perfecta para poner celosa a Santana! Reí maléficamente en mi habitación, está claro que se gustan... Y si las acerco... Yo podré acercarme a Quinn, incluso tener citas dobles o salir las cuatro con la excusa de que se gustan... Algo me decía que Lima iba a ser una de las mejores experiencias de mi vida. Cerré el portátil y me recosté en la cama mientras escuchaba la canción que iba a cantar mañana... Definitivamente es perfecta. Cogí el móvil y empecé a chatear por Whatsapp con mis amigos de L.A. Todos tenían muchísimas ganas de venir y de ver a Brittany... Sólo faltaba una semana para estar todos juntos, y ser lo que siempre hemos sido.
MissFortune* - Mensajes : 12
Fecha de inscripción : 12/08/2012
Edad : 28
Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
Me gusta!! :) sigue mujer, pobre quinn jajaja
Esas brittana son asdfghjkl *-*
Saludos, xoxo
Esas brittana son asdfghjkl *-*
Saludos, xoxo
sweetbitch** - Mensajes : 90
Fecha de inscripción : 20/12/2012
Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
Gracias por actualizarlo estuvo genial!! Antes odiaba a laura por separar a las brittana pero ahora me comenzo a agradar. Algo me dice que santana se molestara cuando lleguen los amigos de britt. Actualizalo pronto que muero de la intriga please!!! ;)
DafygleeK****** - Mensajes : 371
Fecha de inscripción : 23/06/2013
Edad : 25
Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
estoy igual me caia mal laura pero ahora no tanto y menos si hace que san y britt se acerquen!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
¡Buenas tardes! ¡Aquí dejo la continuación del capítulo de mi fic! Espero que os guste! Y no entiendo porqué odian a Laura, si es una amor!! xD
Capítulo 4º:
- ¡Buenos días, buenos días, buenos días! – Saludé a mis dos hermanas y me senté a desayunar.
- Muy contenta estás hoy… - Sandra, mi hermana mayor, me dijo curiosa. - ¿Le has echado el ojo a alguien? – Me guiñó un ojo y me dio una pequeña patada en mi pierna.
- Bueno… - Sonreí. – Hay alguien que… digamos que me ha llamado la atención.
- ¿Y aún no habéis hecho nada? – Se acercó a mí y me sonrió picarona.
- Llegamos ayer a Lima, la conocí ayer… - Reí.
- Eres la vergüenza de la familia. – Bromeó. – Ya la tendrías que tener a tus pies.
- ¡Oye! – Alcé la voz y reí. – No es tan fácil como crees…
- Sabes que te voy a ayudar en lo que sea… - Sonrió. – No voy a dejar que te pase lo que te pasó con…
- No la nombres. – Dije seria. – No se merece ni que hablemos de ella.
- A mí nunca me gustó… - Participó mi hermana pequeña, Carla, por primera vez en la conversación.
- De los errores se aprende. – Me levanté y recogí mi plato. – Demasiado. – Salí de la cocina y me terminé de vestir y de arreglar, cogí mi guitarra y me la colgué en el hombro… Hoy iba a ser un día duro.
Cogí el móvil, las llaves, el tabaco… Y salí de casa bastante contenta, me puse los auriculares para escuchar la canción que iba a cantar en las audiciones que iba a hacer para el Glee Club, y al oírla dos veces ya estaba en frente del McKinley.
Entré y fui hacia las taquillas para guardar las cosas y sacar los libros de las clases que me tocaban hoy, pero al dirigirme a la taquilla vi que a unos pocos metros estaba Quinn sacando sus cosas. Me acerqué sigilosamente y me puse detrás de ella, le tapé los ojos con mis manos y le susurré muy despacito en el oído…
- ¿Quién soy? – Susurré y a ella se le erizó la piel.
- Em-mmm… ¿San-Santana? – Preguntó nerviosa.
- No… - Me acerqué un poco más a ella.
- ¿Brittany? – Preguntó confusa. Le di la vuelta al ver que no iba a llegar a ningún sitio y nuestros ojos conectaron de inmediato.
- Si no me has reconocido, es que algo estoy haciendo mal… - Reí mientras miraba sus ojos verdes.
- ¡Laura! – Dijo sorprendida. – No esperaba que fueras tú… - Dijo en un susurro.
- Siempre estoy donde menos lo esperas. – Sonreí y ella hizo lo mismo. - ¿Qué clase te toca? – Me preguntó. – Matemáticas. – Respondí en un suspiro.
- ¡Qué casualidad, a mí también! – Rió. – Creo que este año nuestros horarios serán parecidos…
- Anda, por fin algo me alegra el día… - Me mordí el labio y ella se quedó mirando mis labios.
- Oye… - Susurró. – Santana y Brittany van a ponerse juntas así que… Si quieres, o sea, si no te importa… Es decir, si te gustaría que… - Hablaba muy rápido. – nos pusiéramos juntas. – Dijo esto último en un susurro que escuché, pero me hice la loca.
- ¿Cómo? – Sonreí divertida.
- Que si nos ponemos… - Habló muy rápido.
- ¿Juntas? Me encantaría. – Asintió y sonrió. Fui a mi taquilla y cogí mis libros, entramos a clase y vi que Brittany y Santana ya estaban sentadas, Brittany me miró divertida y señaló a Quinn disimuladamente, Santana miraba a Quinn con cara pícara y Quinn se sonrojó. Nos sentamos detrás de ellas y Finn se acercó a Quinn.
- ¿No nos vamos a poner juntos? – Le susurró.
- Es que es nueva y… - Quinn no sabía que decir. – Lo siento Finn.
- No te preocupes, me pongo con Puck… - Le dio un beso en la mejilla y se fue con Puck. Le había dado un beso en la mejilla…joder, es verdad, son novios… Me lo dijo Brittany anoche… Ya decía yo que no iba a durar mucho la felicidad que llevaba con Quinn… Puse mala cara y me recosté en la silla.
- Buenos días. – Entró el profesor de manera seria y puso su maletín encima de la mesa. Nos miró fijamente a todos y clavó su mirada en mí. – Parece que tenemos una alumna nueva…
- Es uno de los profesores más serios, más estúpidos y más cabrones del mundo. – Me susurró Quinn.
- Pues empezamos bien porque a mí matemáticas se me da de pena… - Apreté los dientes y me temí lo peor.
- ¡Laura Lawrence! – Dijo al ver su libreta donde nos tenía a todos apuntados. – Salga al estrado por favor.
- Dios mío… - Suspiré y salí a la pizarra.
- ¡Eso sí que es un culo, yo te haría un apaño…! – Gritó Puck desde su asiento.
- ¡Eh, cuidado con lo que dices! – Intervino Quinn defendiéndome.
- Noah Puckerman, salga de clase. – Dijo el profesor señalando a la puerta.
- Señorita Lawrence, haga esta operación. – La escribió en la pizarra y a mí casi se me caen las bragas al suelo después de ver lo que había escrito. ¿Qué cojones es esto? Me di la vuelta en busca de ayuda y vi a Brittany que hacía una especie de señas… ¿34? ¿La solución era 34? Me arriesgué y lo puse. – Ya está. – Dije con miedo.
- ¿Ya? Déjeme ver… Es correcto. – Yo sonreí y miré a Brittany para agradecérselo.
- Puede sentarse. – Me dijo seriamente. – Y la próxima vez que no la ayude la señorita Pierce.
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Me levanté pensando en Laura y en todo lo que pasó ayer con ella, roces, miradas… Fui a vestirme y a desayunar, quería llegar al instituto lo más rápido posible para verla, fui a mi taquilla y di un salto al notar como unas manos me tapaban los ojos.
- ¿Quién soy? – Una voz muy sensual me susurró al oído y se me puso el vello de punta.
- ¿Santana? – Susurré y pegó su cuerpo a mí, estaba claro que era una chica bien dotada.
- No… - Creo que me voy a desmayar como siga así… - ¿Brittany? – Me dio la vuelta y el mundo se paró cuando me sonrió… “Siempre estoy donde menos te lo esperas” Esa frase retumbó en mi cabeza.
- Si aún no me reconoces es que algo estoy haciendo mal… - Rió y le sonreí. Casualmente nos tocaba las mismas asignaturas, así que después de estar una eternidad intentando preguntarle a Laura si se ponía conmigo en clase… Ella aceptó y una felicidad enorme me recorrió, entré a clase y Santana me puso una mirada pícara, me sonrojé y nos sentamos juntas. Finn se acercó a mi, preguntando si no me ponía con él y dándome un beso en la mejilla como signo de que no pasaba nada. Juraría que Laura puso mala cara ante el gesto de Finn…
El profesor de matemáticas sacó a Laura a la pizarra, y empezó a maldecirlo, se notaba que no se le daban bien las matemáticas… El imbécil de Puck piropeó su culo, ¡Joder, claro que tenía un buen culo pero no pienso aguantar esos comentarios! ¡Me pone enferma… y celosa! Después de estar unos minutos en la pizarra, Brittany le sopló la respuesta y después de que el profesor las pillara, la sentó.
Las clases pasaron rápido al lado de Laura y tuve entrenamiento con las Cheerios… Un momento ideal para hablar con Santana…
- No has perdido el tiempo en ponerte con Laura eh… Has dejado a Finn de lado
- No digas tonterías, es nueva y…
- Excusas, excusas. – Me pellizcó la mejilla.
- Si no me llego a poner con ella, Brittany seguramente se hubiera sentado con Laura. – Sonreí. – Deberías estarme agradecida.
- Te gusta, eh… - Santana sonrió. – Es genial, porque así pasarás más tiempo con Laura y yo con Brittany…
- Espera, espera, espera… - Corté a Santana. – Aunque me guste no estoy segura de que a Laura le guste pasar tiempo conmigo…
- ¡Acabas de admitir que te gusta! – Me acorraló Santana contra una pared.
- Eh… - Me estaba empezando a poner nerviosa. - ¡Vale, sí!
- ¡Lo sabía! ¡Se notaba!
- ¿Cómo que se notaba? ¿En qué? – Pregunté, espero que Laura no se haya dado cuenta…
- En cómo la miras, en cómo la defendías cuando yo la criticaba…
- ¡Vale, vale, vale! – Me sonrojé. – Dios que vergüenza…
- No te preocupes – Me pasó un brazo por los hombros. – Tú a por Laura…
- Y tú a por Brittany. – Le sonreí y reímos.
- No va a ser nada fácil…
- Pero merecerá la pena. – Aclaré poniendo fin a la conversación y dirigiéndonos a las audiciones de Laura… Estaba muy nerviosa… ¡Espero que la acepten!
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- ¿Vas a dejar de mirarme así? – Me preguntó Laura mientras sacaba su guitarra de su estuche y la afinaba.
- ¡El primer día y ya has fichado a una chica! – Alcé la voz y empecé a reír. – Y no es ni más ni menos que Quinn…
- ¿Tienes algún problema? – Me miró desafiante.
- Claro que no… Sólo que… - Me puse seria. – Quinn tiene novio… y dudo que se interese por las chicas… - Laura agachó la mirada.
- Tienes razón… No quiero volver a pasar todo lo que pasé… - Sonrió débilmente. – Me cortaré un poco… Iré con mucho cuidado. – Me dio un beso en la mejilla.
- Tranquila, no voy a dejar que te haga daño ¿Vale? – Me levanté de mi sitio y me senté en las butacas que estaban en frente del escenario donde iba a cantar. Aún estábamos solas así que podíamos hablar tranquilas…
- Lo mismo te digo con Santana… - Me sonrió – Pero… Creo que después de mi actuación me va a matar….
- ¡Es verdad! ¡Aún no me has dicho qué vas a cantar! – Me acordé de que Laura lo había mantenido en secreto. - ¿Por qué Santana te iba a matar?
- Presta mucha atención a la letra… - Rió. – Prométeme que me protegerás si Santana intenta matarme…
- Te lo prometo. – Dije un poco asustada de ver lo que iba a pasar… La gente iba sentándose en los asientos para ver a Laura actuar, me levanté y le di un beso en la mejilla, aunque no lo dijera, estaba muy nerviosa… Y más si Santana la iba a matar… Me senté en mi asiento y le di una señal de que todo estaba bien…
- ¡Laura, cuando quieras! Todos te estamos escuchando. – El señor Shue la animó y se sentó al pie del escenario, poniendo toda su atención en Laura.
- Gracias Señor Shue. – Sonrió y puso el micrófono a su altura, afinó unas pocas cuerdas de su guitarra y dijo unas palabras antes de empezar a tocar… - Esta canción se la dedico a Brittany. – Me dio una tierna sonrisa. – Porque solo te das cuenta de lo que quieres a alguien cuando la dejas ir… - Me miró fijamente y sonrió. Empezó a tocar la guitarra y la canción que empezó a sonar no la conocía… [Está sub. español, miradla porfi] Pero se me hacía una melodía familiar y me sentí muy a gusto en cuanto empezó a cantar… Ya me había olvidado de su voz, y la verdad es que era genial… La letra de la canción era muy significativa, hablaba de que sólo te dabas cuenta de algo cuando no está, cuando lo pierdes… Cada vez que cantaba la frase: Only know you love her when you let her go… (Solo sabrás que la quieres cuando la dejes ir…) Me miraba fijamente… La canción estaba llegando a su fin, y yo tenía lágrimas en los ojos, era increíble lo que Laura podía transmitir cantando, cuando terminó me levanté y fui corriendo a abrazarla… Ella empezó a reír y a decirme: No me llores, ¡tonta!
- Creo que está clarísimo el porqué de esta canción, no tengo que aclararte nada, ¿No? – Me preguntó sonriendo.
- Claro que no… - Reí. Me di la vuelta para ver las reacciones de los demás y estaban boquiabiertos, su actuación había sido genial…
- Sin palabras Laura, sin palabras… - Dijo el señor Shue. – Creo que no hace falta pensar nada… ¡Bienvenida al Glee Club! – Todos aplaudieron y me abracé a ella, estaba claro que no podíamos dejar a una voz como la suya fuera del Glee.
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Llegué a clase antes que nadie, me senté en mi sitio esperando a que Brittany ocupara el suyo a mi lado, y rezaba porque no se pusiera con Laura…
Brittany llegó a los 5 minutos de estar sentada esperándola y se sentó a mi lado, oculté mi gran sonrisa detrás del libro de Matemáticas y me habló…
- Buenos días San. - ¿Cómo mi nombre puede sonar tan bien cuando lo dice ella?
- Hola Britt… - Le sonreí dulcemente. - ¿Qué tal has dormido?
- Muy bien. Como siempre. – Me devolvió la sonrisa.
- Anoche Quinn y yo pasamos por tu casa y salía Laura de ella… - Susurré.
- Ah, sí… - Hizo memoria. – Estuvimos hablando sobre Los Ángeles y del porqué ella se había mudado… - Iba a preguntarle sobre eso pero no creo que fuera asunto mío… - Y me dio una noticia genial…
- ¿Qué noticia? – Tenía el presentimiento de que no me iba a gustar nada esa noticia de la que hablaba.
- ¡Van a venir mis amigos de L.A! – Alzó un poco la voz y empezó a hacer palmas.
- Ah, qué bien. – Puse una sonrisa triste.
- ¿Qué pasa San? – Preguntó con miedo.
- Ya es difícil pasar tiempo juntas… Ahora ha venido Laura y es más difícil aún, y por si fuera poco cuando tus amigos de L.A vengan seguramente ni nos veremos…
- San… - Me cogió la mano. – No seas tonta. No voy a dejar de pasar tiempo contigo… Seguro que mis amigos de L.A se unirán también al Glee Club y todos se llevarán genial, saldremos juntos, y cuando no lo hagamos… Siempre podemos quedar Quinn, Laura, tú y yo… Y también podríamos quedar a solas… - Brittany me miró directamente a los ojos y le respondí la mirada, Brittany sonrió y se acercó depositando un beso en mi mejilla. – No te preocupes por nada. – El timbre sonó y Quinn y Laura entraron juntas. ¡Joder, Quinn no perdía el tiempo! Se sentaron juntas detrás nuestra y Finn llegó, Quinn le dio “calabazas” por decirlo así, y fue a sentarse con Puck… El profesor sacó a Laura a la pizarra y Brittany me susurró que Laura era muy torpe para las matemáticas… Yo inconscientemente reí y Brittany me dio un leve golpe en el costado. “Lo siento” Le susurré.
Llegó el entrenamiento de las Cheerios y fui a conversar un rato con Quinn, me admitó que le gustaba Laura, es normal, es muy guapa, pero me sorprendió, a Quinn nunca le habían gustado las chicas, o al menos, a mí nunca me había comentado nada… Tampoco puedo reprocharle, porque yo también se lo había ocultado, ahora nos encontrábamos en una situación bastante peculiar… Dos amigas que siempre habían pensado ser heterosexuales se sienten atraídas por dos chicas que aún no sabemos si son pareja o son sólo amigas… Sólo sabíamos que eran “Bicuriosas” Y eso nos daba “algo de ventaja” Prometimos ayudarnos mutuamente y descubrir todo lo que Laura y Brittany eran o habían sido…
Llegó la hora del Glee Club, y con ello, la audición de Laura, por un lado quería que entrara, ya que así Quinn estaría más tiempo con ella, yo estaría más tiempo con Brittany… Aunque también cabía la posibilidad de que Brittany estuviera más tiempo con Laura… Madre mía, ¡No sé que quiero!
Empezó a cantar… y tuve que admitir que tenía una voz preciosa y que cantaba muy bien… La letra era genial y encima se la había dedicado a Brittany… Esto me dejó más confusa todavía, ¿Son amigas o algo más?
Capítulo 4º:
- ¡Buenos días, buenos días, buenos días! – Saludé a mis dos hermanas y me senté a desayunar.
- Muy contenta estás hoy… - Sandra, mi hermana mayor, me dijo curiosa. - ¿Le has echado el ojo a alguien? – Me guiñó un ojo y me dio una pequeña patada en mi pierna.
- Bueno… - Sonreí. – Hay alguien que… digamos que me ha llamado la atención.
- ¿Y aún no habéis hecho nada? – Se acercó a mí y me sonrió picarona.
- Llegamos ayer a Lima, la conocí ayer… - Reí.
- Eres la vergüenza de la familia. – Bromeó. – Ya la tendrías que tener a tus pies.
- ¡Oye! – Alcé la voz y reí. – No es tan fácil como crees…
- Sabes que te voy a ayudar en lo que sea… - Sonrió. – No voy a dejar que te pase lo que te pasó con…
- No la nombres. – Dije seria. – No se merece ni que hablemos de ella.
- A mí nunca me gustó… - Participó mi hermana pequeña, Carla, por primera vez en la conversación.
- De los errores se aprende. – Me levanté y recogí mi plato. – Demasiado. – Salí de la cocina y me terminé de vestir y de arreglar, cogí mi guitarra y me la colgué en el hombro… Hoy iba a ser un día duro.
Cogí el móvil, las llaves, el tabaco… Y salí de casa bastante contenta, me puse los auriculares para escuchar la canción que iba a cantar en las audiciones que iba a hacer para el Glee Club, y al oírla dos veces ya estaba en frente del McKinley.
Entré y fui hacia las taquillas para guardar las cosas y sacar los libros de las clases que me tocaban hoy, pero al dirigirme a la taquilla vi que a unos pocos metros estaba Quinn sacando sus cosas. Me acerqué sigilosamente y me puse detrás de ella, le tapé los ojos con mis manos y le susurré muy despacito en el oído…
- ¿Quién soy? – Susurré y a ella se le erizó la piel.
- Em-mmm… ¿San-Santana? – Preguntó nerviosa.
- No… - Me acerqué un poco más a ella.
- ¿Brittany? – Preguntó confusa. Le di la vuelta al ver que no iba a llegar a ningún sitio y nuestros ojos conectaron de inmediato.
- Si no me has reconocido, es que algo estoy haciendo mal… - Reí mientras miraba sus ojos verdes.
- ¡Laura! – Dijo sorprendida. – No esperaba que fueras tú… - Dijo en un susurro.
- Siempre estoy donde menos lo esperas. – Sonreí y ella hizo lo mismo. - ¿Qué clase te toca? – Me preguntó. – Matemáticas. – Respondí en un suspiro.
- ¡Qué casualidad, a mí también! – Rió. – Creo que este año nuestros horarios serán parecidos…
- Anda, por fin algo me alegra el día… - Me mordí el labio y ella se quedó mirando mis labios.
- Oye… - Susurró. – Santana y Brittany van a ponerse juntas así que… Si quieres, o sea, si no te importa… Es decir, si te gustaría que… - Hablaba muy rápido. – nos pusiéramos juntas. – Dijo esto último en un susurro que escuché, pero me hice la loca.
- ¿Cómo? – Sonreí divertida.
- Que si nos ponemos… - Habló muy rápido.
- ¿Juntas? Me encantaría. – Asintió y sonrió. Fui a mi taquilla y cogí mis libros, entramos a clase y vi que Brittany y Santana ya estaban sentadas, Brittany me miró divertida y señaló a Quinn disimuladamente, Santana miraba a Quinn con cara pícara y Quinn se sonrojó. Nos sentamos detrás de ellas y Finn se acercó a Quinn.
- ¿No nos vamos a poner juntos? – Le susurró.
- Es que es nueva y… - Quinn no sabía que decir. – Lo siento Finn.
- No te preocupes, me pongo con Puck… - Le dio un beso en la mejilla y se fue con Puck. Le había dado un beso en la mejilla…joder, es verdad, son novios… Me lo dijo Brittany anoche… Ya decía yo que no iba a durar mucho la felicidad que llevaba con Quinn… Puse mala cara y me recosté en la silla.
- Buenos días. – Entró el profesor de manera seria y puso su maletín encima de la mesa. Nos miró fijamente a todos y clavó su mirada en mí. – Parece que tenemos una alumna nueva…
- Es uno de los profesores más serios, más estúpidos y más cabrones del mundo. – Me susurró Quinn.
- Pues empezamos bien porque a mí matemáticas se me da de pena… - Apreté los dientes y me temí lo peor.
- ¡Laura Lawrence! – Dijo al ver su libreta donde nos tenía a todos apuntados. – Salga al estrado por favor.
- Dios mío… - Suspiré y salí a la pizarra.
- ¡Eso sí que es un culo, yo te haría un apaño…! – Gritó Puck desde su asiento.
- ¡Eh, cuidado con lo que dices! – Intervino Quinn defendiéndome.
- Noah Puckerman, salga de clase. – Dijo el profesor señalando a la puerta.
- Señorita Lawrence, haga esta operación. – La escribió en la pizarra y a mí casi se me caen las bragas al suelo después de ver lo que había escrito. ¿Qué cojones es esto? Me di la vuelta en busca de ayuda y vi a Brittany que hacía una especie de señas… ¿34? ¿La solución era 34? Me arriesgué y lo puse. – Ya está. – Dije con miedo.
- ¿Ya? Déjeme ver… Es correcto. – Yo sonreí y miré a Brittany para agradecérselo.
- Puede sentarse. – Me dijo seriamente. – Y la próxima vez que no la ayude la señorita Pierce.
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Me levanté pensando en Laura y en todo lo que pasó ayer con ella, roces, miradas… Fui a vestirme y a desayunar, quería llegar al instituto lo más rápido posible para verla, fui a mi taquilla y di un salto al notar como unas manos me tapaban los ojos.
- ¿Quién soy? – Una voz muy sensual me susurró al oído y se me puso el vello de punta.
- ¿Santana? – Susurré y pegó su cuerpo a mí, estaba claro que era una chica bien dotada.
- No… - Creo que me voy a desmayar como siga así… - ¿Brittany? – Me dio la vuelta y el mundo se paró cuando me sonrió… “Siempre estoy donde menos te lo esperas” Esa frase retumbó en mi cabeza.
- Si aún no me reconoces es que algo estoy haciendo mal… - Rió y le sonreí. Casualmente nos tocaba las mismas asignaturas, así que después de estar una eternidad intentando preguntarle a Laura si se ponía conmigo en clase… Ella aceptó y una felicidad enorme me recorrió, entré a clase y Santana me puso una mirada pícara, me sonrojé y nos sentamos juntas. Finn se acercó a mi, preguntando si no me ponía con él y dándome un beso en la mejilla como signo de que no pasaba nada. Juraría que Laura puso mala cara ante el gesto de Finn…
El profesor de matemáticas sacó a Laura a la pizarra, y empezó a maldecirlo, se notaba que no se le daban bien las matemáticas… El imbécil de Puck piropeó su culo, ¡Joder, claro que tenía un buen culo pero no pienso aguantar esos comentarios! ¡Me pone enferma… y celosa! Después de estar unos minutos en la pizarra, Brittany le sopló la respuesta y después de que el profesor las pillara, la sentó.
Las clases pasaron rápido al lado de Laura y tuve entrenamiento con las Cheerios… Un momento ideal para hablar con Santana…
- No has perdido el tiempo en ponerte con Laura eh… Has dejado a Finn de lado
- No digas tonterías, es nueva y…
- Excusas, excusas. – Me pellizcó la mejilla.
- Si no me llego a poner con ella, Brittany seguramente se hubiera sentado con Laura. – Sonreí. – Deberías estarme agradecida.
- Te gusta, eh… - Santana sonrió. – Es genial, porque así pasarás más tiempo con Laura y yo con Brittany…
- Espera, espera, espera… - Corté a Santana. – Aunque me guste no estoy segura de que a Laura le guste pasar tiempo conmigo…
- ¡Acabas de admitir que te gusta! – Me acorraló Santana contra una pared.
- Eh… - Me estaba empezando a poner nerviosa. - ¡Vale, sí!
- ¡Lo sabía! ¡Se notaba!
- ¿Cómo que se notaba? ¿En qué? – Pregunté, espero que Laura no se haya dado cuenta…
- En cómo la miras, en cómo la defendías cuando yo la criticaba…
- ¡Vale, vale, vale! – Me sonrojé. – Dios que vergüenza…
- No te preocupes – Me pasó un brazo por los hombros. – Tú a por Laura…
- Y tú a por Brittany. – Le sonreí y reímos.
- No va a ser nada fácil…
- Pero merecerá la pena. – Aclaré poniendo fin a la conversación y dirigiéndonos a las audiciones de Laura… Estaba muy nerviosa… ¡Espero que la acepten!
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- ¿Vas a dejar de mirarme así? – Me preguntó Laura mientras sacaba su guitarra de su estuche y la afinaba.
- ¡El primer día y ya has fichado a una chica! – Alcé la voz y empecé a reír. – Y no es ni más ni menos que Quinn…
- ¿Tienes algún problema? – Me miró desafiante.
- Claro que no… Sólo que… - Me puse seria. – Quinn tiene novio… y dudo que se interese por las chicas… - Laura agachó la mirada.
- Tienes razón… No quiero volver a pasar todo lo que pasé… - Sonrió débilmente. – Me cortaré un poco… Iré con mucho cuidado. – Me dio un beso en la mejilla.
- Tranquila, no voy a dejar que te haga daño ¿Vale? – Me levanté de mi sitio y me senté en las butacas que estaban en frente del escenario donde iba a cantar. Aún estábamos solas así que podíamos hablar tranquilas…
- Lo mismo te digo con Santana… - Me sonrió – Pero… Creo que después de mi actuación me va a matar….
- ¡Es verdad! ¡Aún no me has dicho qué vas a cantar! – Me acordé de que Laura lo había mantenido en secreto. - ¿Por qué Santana te iba a matar?
- Presta mucha atención a la letra… - Rió. – Prométeme que me protegerás si Santana intenta matarme…
- Te lo prometo. – Dije un poco asustada de ver lo que iba a pasar… La gente iba sentándose en los asientos para ver a Laura actuar, me levanté y le di un beso en la mejilla, aunque no lo dijera, estaba muy nerviosa… Y más si Santana la iba a matar… Me senté en mi asiento y le di una señal de que todo estaba bien…
- ¡Laura, cuando quieras! Todos te estamos escuchando. – El señor Shue la animó y se sentó al pie del escenario, poniendo toda su atención en Laura.
- Gracias Señor Shue. – Sonrió y puso el micrófono a su altura, afinó unas pocas cuerdas de su guitarra y dijo unas palabras antes de empezar a tocar… - Esta canción se la dedico a Brittany. – Me dio una tierna sonrisa. – Porque solo te das cuenta de lo que quieres a alguien cuando la dejas ir… - Me miró fijamente y sonrió. Empezó a tocar la guitarra y la canción que empezó a sonar no la conocía… [Está sub. español, miradla porfi] Pero se me hacía una melodía familiar y me sentí muy a gusto en cuanto empezó a cantar… Ya me había olvidado de su voz, y la verdad es que era genial… La letra de la canción era muy significativa, hablaba de que sólo te dabas cuenta de algo cuando no está, cuando lo pierdes… Cada vez que cantaba la frase: Only know you love her when you let her go… (Solo sabrás que la quieres cuando la dejes ir…) Me miraba fijamente… La canción estaba llegando a su fin, y yo tenía lágrimas en los ojos, era increíble lo que Laura podía transmitir cantando, cuando terminó me levanté y fui corriendo a abrazarla… Ella empezó a reír y a decirme: No me llores, ¡tonta!
- Creo que está clarísimo el porqué de esta canción, no tengo que aclararte nada, ¿No? – Me preguntó sonriendo.
- Claro que no… - Reí. Me di la vuelta para ver las reacciones de los demás y estaban boquiabiertos, su actuación había sido genial…
- Sin palabras Laura, sin palabras… - Dijo el señor Shue. – Creo que no hace falta pensar nada… ¡Bienvenida al Glee Club! – Todos aplaudieron y me abracé a ella, estaba claro que no podíamos dejar a una voz como la suya fuera del Glee.
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Llegué a clase antes que nadie, me senté en mi sitio esperando a que Brittany ocupara el suyo a mi lado, y rezaba porque no se pusiera con Laura…
Brittany llegó a los 5 minutos de estar sentada esperándola y se sentó a mi lado, oculté mi gran sonrisa detrás del libro de Matemáticas y me habló…
- Buenos días San. - ¿Cómo mi nombre puede sonar tan bien cuando lo dice ella?
- Hola Britt… - Le sonreí dulcemente. - ¿Qué tal has dormido?
- Muy bien. Como siempre. – Me devolvió la sonrisa.
- Anoche Quinn y yo pasamos por tu casa y salía Laura de ella… - Susurré.
- Ah, sí… - Hizo memoria. – Estuvimos hablando sobre Los Ángeles y del porqué ella se había mudado… - Iba a preguntarle sobre eso pero no creo que fuera asunto mío… - Y me dio una noticia genial…
- ¿Qué noticia? – Tenía el presentimiento de que no me iba a gustar nada esa noticia de la que hablaba.
- ¡Van a venir mis amigos de L.A! – Alzó un poco la voz y empezó a hacer palmas.
- Ah, qué bien. – Puse una sonrisa triste.
- ¿Qué pasa San? – Preguntó con miedo.
- Ya es difícil pasar tiempo juntas… Ahora ha venido Laura y es más difícil aún, y por si fuera poco cuando tus amigos de L.A vengan seguramente ni nos veremos…
- San… - Me cogió la mano. – No seas tonta. No voy a dejar de pasar tiempo contigo… Seguro que mis amigos de L.A se unirán también al Glee Club y todos se llevarán genial, saldremos juntos, y cuando no lo hagamos… Siempre podemos quedar Quinn, Laura, tú y yo… Y también podríamos quedar a solas… - Brittany me miró directamente a los ojos y le respondí la mirada, Brittany sonrió y se acercó depositando un beso en mi mejilla. – No te preocupes por nada. – El timbre sonó y Quinn y Laura entraron juntas. ¡Joder, Quinn no perdía el tiempo! Se sentaron juntas detrás nuestra y Finn llegó, Quinn le dio “calabazas” por decirlo así, y fue a sentarse con Puck… El profesor sacó a Laura a la pizarra y Brittany me susurró que Laura era muy torpe para las matemáticas… Yo inconscientemente reí y Brittany me dio un leve golpe en el costado. “Lo siento” Le susurré.
Llegó el entrenamiento de las Cheerios y fui a conversar un rato con Quinn, me admitó que le gustaba Laura, es normal, es muy guapa, pero me sorprendió, a Quinn nunca le habían gustado las chicas, o al menos, a mí nunca me había comentado nada… Tampoco puedo reprocharle, porque yo también se lo había ocultado, ahora nos encontrábamos en una situación bastante peculiar… Dos amigas que siempre habían pensado ser heterosexuales se sienten atraídas por dos chicas que aún no sabemos si son pareja o son sólo amigas… Sólo sabíamos que eran “Bicuriosas” Y eso nos daba “algo de ventaja” Prometimos ayudarnos mutuamente y descubrir todo lo que Laura y Brittany eran o habían sido…
Llegó la hora del Glee Club, y con ello, la audición de Laura, por un lado quería que entrara, ya que así Quinn estaría más tiempo con ella, yo estaría más tiempo con Brittany… Aunque también cabía la posibilidad de que Brittany estuviera más tiempo con Laura… Madre mía, ¡No sé que quiero!
Empezó a cantar… y tuve que admitir que tenía una voz preciosa y que cantaba muy bien… La letra era genial y encima se la había dedicado a Brittany… Esto me dejó más confusa todavía, ¿Son amigas o algo más?
MissFortune* - Mensajes : 12
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Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
Hola, me gusta la historia y la mezcla de personajes, además de los que están por llegar, Laura me cae bien aunque su relación con Brittany también me confunde pero veremos que pasa, solo una sugerencia, veo que narras según la perspectiva de los personajes, ¿podrías indicar el POV? es que me confundo y luego no se quien esta relatando, saludos y espero sigas con la historia.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
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Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
Holiss me gusta tu fic y a mi si me agrada Laura por ahora no se sabe que pueda pasar mas adelante me gusta la idea de darle celos a santana para que reaccione o se anime y entre ella y quinn puede llegar a pasar algo?? ya tienes nueva lectora cuidate Bss espero el prom cap.
Flor_Snix2013***** - Mensajes : 230
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Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
me encanta este fic pero las actualizaciones no llegan, que lastima!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
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Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
Esperamos tu respuesta
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cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
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Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
¡Buenas! Estoy aquí después de un laaaaaaaaargo tiempo de descanso xD ¡No me matéis! El otro día me acordé de este fic ¿Y por qué no continuarlo?
Capítulo 5
- ¡Bienvenida al Glee Club! – Me dijeron al unísono tras terminar de cantar, menos Rachel que no parecía muy convencida, supongo que porque le podría hacer mucha competencia en cuanto a los solos.
- Gracias. – Les agradecí a todos mientras sostenía a Brittany de la cintura, igual que lo hacía ella conmigo.
- Has estado muy bien. – Sonrió Mercedes.
- ¿Y tú que piensas Rachel? – Pregunté burlona y Brittany me susurró: no deberías provocarla…
- Has estado bien. – Dijo secamente. – Pero no creas que me quitarás los solos. Son míos. – Se acercó y apuntó con su dedo a mi pecho.
- ¿Sabes? – Pregunté y me solté suavemente del agarre de Brittany- Me encantan los duelos. – Me enfrenté a ella y le sostuve la mirada .
- No creas que te lo pondré fácil. – Rachel me miró desafiante.
- Eso espero, Rach. – Le guiñé un ojo y ella sonrió confiada.
- Wow. – Se sorprendió Puck. – La primera persona que se enfrenta a Rachel. – Rió un poco y dirigió su vista hacia mí. – Oye, ¿Y no te apetecería un duelo conmigo en otro sitio? – Se acercó y puso una mano en mi cintura.
- Oye, ¿Y no te apetecería dejarla en paz, Puckerman? – Quinn intervino molesta. Algo que me sorprendió, pero al mismo tiempo me gustó.
- ¿No crees que vas demasiado rápido, Puck? – Reí y cogí su mano, a lo que él sonrió. – Pero lo siento. – Cambió su mirada a una más seria. – No estoy interesada en tu propuesta.
- Ya caerás nena, todas lo hacen. – Me guiñó el ojo y volvió al lado de Finn muy confiado de sí mismo.
- Pues no te queda ni nada para que yo caiga. – Pensé y Brittany rió, como si leyera mi mente. Conocía todos mis gestos y sonreí.
- Te acabas de ganar un chocolate caliente con mis cupcakes. – Britt sonrió.
- Estaré encantada de que me invites después de un año… - Le puse el brazo alrededor de sus hombros. – Y podríamos invitar a Santana y a Quinn. – La miré picarona y ella giró la mirada.
- Sabía que algo planeabas… - Susurró y apoyé mi cabeza en la suya. Íbamos hacia ellas pero me paré en seco al ver que Finn le daba un beso en los labios a Quinn, y giré disimuladamente.
- Será mejor que la dejemos tranquila. – Dije con un poco de tristeza. – Parece ocupada. – Añadí con algo de enfado y Brittany trató de relajarme. – Tranquila, estoy bien. – Pero ella sabía que mentía. “Tengo que alejarme de ella, por mucho que duela”
- ¿Crees que eso funcionará? – Me preguntó Brittany.
- ¿Qué? – Pregunté desconcertada.
- Alejarte de ella… - Me miró triste. – Te conozco demasiado, sé que es eso lo que has pensado.
- Te odio. – Miré para otro lado pero sonreí levemente.
- No mientas. – Me sonrió.
Salimos del Glee Club, ya que habíamos terminado, nos despedimos de todos, excepto de Quinn y Finn que se fueron un poco antes. Quinn me miraba mientras se retiraba, pero yo le quité la mirada, muy a mi pesar.
Nos dirigimos a casa de Brittany, a tomar la tan esperada merienda, los cupcakes de Brittany son legendarios.
- Ay, qué buenos. – Le di un bocado a un cupcake de chocolate relleno de chocolate blanco. – Engordaré varios kilos por tu culpa.
- Yo no te obligo a comerlos. – Rió mientras me servía una taza de chocolate.
- Tengo la obligación moral de hacerlo si me los pones delante. – Dije con la boca llena.
- Britt… - Entró su hermano pequeño. – Huele muy bien… Tengo hambre. – Dijo restregando sus manos en sus ojos para así tratar de despertarse. – Laura… - Dijo sorprendido al verme allí.
- ¿No le habías dicho a tu hermano que estoy aquí? – Dije sorprendida.
- Quería que fuera una sorpresa. – Sonrió.
- ¡Lau! – Vino corriendo a abrazarme.
- ¿Cómo estás pequeño rubio? – Empecé a hacerle cosquillitas mientras Britt nos miraba divertida.
- Te hemos echado de menos Britt y yo. – Me abrazó y miré a Brittany divertida.
- Yo también lo he hecho. – Le di un beso en la mejilla.
- Tyler, ¿Has hecho los deberes? – Dijo Brittany.
- No… Voy ya. – Dijo resignado y tras darme un beso en la mejilla se fue.
- Creo que querías deshacerte de él… - Dije sonriendo.
- Tenemos que hablar… - Se puso algo seria.
- Uh… qué mal me ha sonado siempre esa frase… - Suspiré y dejé de comer.
- ¿Qué pasa con Quinn? – Me preguntó.
- ¿Qué pasa con ella? – Evité responder.
- Te gusta…
- Creo que eso está bastante claro. – Dije algo cabreada. – Pero tiene novio, y eso es algo contra lo que no puedo competir.
- ¿Y qué pasa con eso?
- ¡Ah, no sé! – Dije irónica. – Tiene NOVIO. Le gustan los hombres.
- A lo mejor es que no ha probado las chicas. – Brittany intentó que entrara en razón.
- Imposible. – Dije segura. – Además es el capitán del equipo de futbol, y ella animadora. Es la pareja estrella.
- ¡Joder Laura! ¡Desde cuando eres tan cobarde! – Se levantó y golpeó la mesa y me asusté, nunca había visto a Brittany así. – ¡Seguro que esa guarra de Hanna fue la que hizo que perdieras tu confianza! – Eso dolió, nombró a mi ex, la misma persona por la que había llorado semanas atrás, la cual me había engañado. Me sentí muy patética y algo hizo “clic” dentro de mí.
- Tienes razón, joder. – Me levanté. – Si hice que tú salieras conmigo puedo hacer que Quinn también lo haga. – Le guiñé el ojo y Brittany se sonrojó. – Oh vamos Britt, no te sonrojes… - Sonreí y me puse enfrente de ella. Abrazándola y hundiendo mi cabeza en su cuello.
- Me he puesto un poco nerviosa, lo siento… - Brittany me correspondió el abrazo.
- No te preocupes. – Le mordí el cuello suavemente y ella soltó un gemido. – Te lo haré pagar.
- ¿Cómo que me lo harás pagar? – Se puso algo nerviosa y rió.
- Ya lo verás. – Sonreí.
Tras la actuación de Laura nos acercamos todas a felicitarla, lo había hecho bien, muy bien pero… Esa canción iba dedicada a Brittany, por lo que me preocupé. ¿Qué tipo de relación mantenían esas dos?
Laura y Rachel tuvieron un pequeño enfrentamiento, era divertido ver como la gnomo de Rachel Berry se sulfuraba y parecía que su cabeza fuera a explotar. Pero el tonto de Puckerman comenzó a tirarle los trastos a Laura, lo cual era normal, Puck quería meterse en la cama a toda chica que se moviera, y quién sabe a qué más. Pero lo que más me sorprendió fue Quinn, que se enfrentó contra Puck cuando éste le hacía una propuesta indecente a Laura. A Quinn le gustaba, estaba claro, ¿Pero cómo seguía con él? ¿Con Finn Hudson? ¿Con esa cosa?
Laura y Rachel se nos acercaron, pero gracias a Quinn y a su enorme novio dieron media vuelta y se fueron. Gracias Quinn por besar a ese monstruo delante de Laura y de mi Brittany.
- ¿Cuándo piensas dejarlo? – Le pregunté a Quinn en cuanto se me acercó. – Le harías un favor a la humanidad, en concreto a Rachel que se muere por estar con Finn.
- Sí… - Quinn sabía que Berry se moría por estar con Finn.
- A Laura también le haría mucha ilusión… - Sonreí. – Y a mí, a tu amiga del alma.
- Santana, no intentes darme pena… - Quinn me miró desafiante.
- No quiero estar con él, pero tengo que hacerlo.
- ¿Y por qué? – Pregunté algo desesperada. - ¿Para que la gente te respete? ¡Por dios Quinn! Te mereces algo mejor…
- Es mi vida. – Dijo secamente. – Déjame, sé lo que hago.
- Lo que tú digas. – La dejé por perdida.
Nos fuimos del Glee Club y nos dirigimos a casa de Quinn, para hacer los deberes de no se qué cosa… En verdad yo estaba pensando en Brittany y en Laura.
- ¿Qué pasa Santana? – Me preguntó Quinn mientras intentaba resolver un ejercicio d e Química.
- Estoy pensando en… - Dejé el bolígrafo sobre el papel. – En Laura y Britt. – Suspiré.
- ¿Qué pasa con ellas? – Preguntó algo nerviosa.
- Tú bien sabes lo que pasa. – Dije. - ¿Qué son ellas dos?
- No me importa. – Dijo, claramente mintiendo.
- Sí que te importa. – Dije algo enfadada.
- Ahora estoy con Finn… - Bajó la mirada.
- No me vengas con mierdas, Quinn. – Levantó la mirada sorprendida por mi actitud.
- Mira, Santana… - Pero abrieron la puerta del cuarto y entró su madre, cogida de la mano con un niño pequeño.
- Ethan, ¿Qué haces aquí? – Quinn se levantó y fue a abrazar a su primo pequeño.
- Mis papás se van de viaje y me quedo aquí. – Sonrió el pequeño.
- Sus padres se van de viaje de negocios y nos lo quedamos unos días. – Le dijo su madre a Quinn mientras nos sonreía a ambas.
- ¿Quieres ir al parque, Ethan? – Le pregunté y supliqué a Quinn con la mirada, ¡necesitaba salir de aquí!
- Sí. – Dijo emocionado y miramos los dos a Quinn.
- Vamos. – Sonrió derrotada al ver que éramos dos personas contra ella.
Salimos los tres hacia el parque más cercano, y el más bonito, había una fuente justo en el centro y muchas zonas de juego, entre ellas: una pequeña pista de fútbol y otra de baloncesto Decidimos sentarnos en la hierba al lado de los columpios mientras el pequeño se columpiaba.
- ¿Y qué tal con Brittany? – Preguntó Quinn rompiendo el hielo mientras veía a asu primo.
- No hemos hablado mucho desde que Laura está aquí. – Dije triste. – Por un lado me alegra, es su amiga y es normal que esté con ella pero… me gustaría mucho pasar más tiempo con ella.
- Hablas como una enamorada. – Quinn se rió.
- Calla. – Reí. – Yo al menos me voy a esforzar para estar con ella, no como otras.
- Pero Santana…
- Ni Santana ni Santano. – Dije cabreada. – Tú verás lo que haces.
- ¡Carla, para! – Gritó una voz a la entrada del parque.
- Mira, me has llenado la cabeza de Laura y ahora hasta la oigo en mi imaginación. – Quinn dijo fastidiada.
- No es tu imaginación, está allí. – La señalé nerviosa, y al lado estaba… ¡Brittany!
Tras la pequeña pelea que tuvimos en casa, y después de que Laura se hinchara a cupcakes, fuimos a la suya.
- ¡Britt! – Se sorprendió su hermana Sandra al verme allí. – Me preguntaba cuando mi hermana te iba a traer aquí. – Me abrazó.
- Hola Sandra. – La abracé, le tenía mucho cariño. – Me ha tenido algo ocupada. – Sonreí.
- Como suena eso… - Dijo picarona, su hermana siempre estaba bromeando. – Pasa si quieres, está Carla en el comedor.
- ¡Lau! Llévame al parque. – Dijo Carla en tono autoritario cuando entré al comedor y la vi teniendo una pequeña pelea con su hermana mayor. – No me has llevado desde que estamos aquí.
- Pero si sólo estamos aquí dos días… - Laura intentaba excusarse.
- No me vengas con excusas. – Su hermana pequeña inflaba los mofletes ,era muy graciosa. - ¡Luna también quiere salir! – Señaló a la gran puerta de cristal que llevaba al jardín, donde estaba la perra asomada y ladraba.
- Laura, ¿Por qué no vamos? – Le pregunté al ver que su hermana y su perra tenían unas ganas locas por ir y la perra se exaltó al verme, vino corriendo y comenzó a levantar sus patas para que la acariciara. ¡Cuánto tiempo!
- ¿Te apetece? – Me preguntó algo culpable.
- Claro. – Le sonreí sincera.
- Bueno pues si dos personas quieren… no podré decir que no. – Pero la perra ladró. – Perdón, dos personas y un perro.
Laura salió al jardín, todavía no había visto su casa, tenía una piscina enorme, y al lado una barbacoa, la casa era de tres pisos, era gigantesca.
- ¿A qué parque vamos? – Preguntó. – No conozco mucho la ciudad.
- Hay uno a cinco minutos de tu casa, es bastante grande y te gustará. – Llegamos en poco tiempo mientras reíamos y hablábamos animadamente.
- Lau, déjame llevar a la perra, por fi. – Carla le suplicó.
- ¿Segura? Mira que Luna es grande. – Dijo no muy convencida pero su hermana tenía ojitos de cordero degollado y ella accedió. – Cuidado que no te arrastre.
- Está bastante grande eh. – Le dije a Laura mientras miraba al perro, Luna era un pastor alemán que tenía año y medio de vida, era preciosa y su pelaje brillaba. Laura amaba a los animales y los cuida más que a su propia vida.
- Sí. – Rió. – Ya no cabe en mi cama. – Recordé cuando su perra se metía en la cama con ella y era imposible echarla.
- ¡Luna, para! – Carla gritó y nos alarmamos, la perra se excitó al ver el parque y echó a correr.
- ¡Joder! – Laura gritó y salió corriendo detrás, pero corría demasiado.
- ¡Carla, para! – Entramos al parque y yo eché a correr tras ella.
- ¡Luna! – Le grité a la perra. Espera, espera, ¿Esas son Santana y Quinn? Miré para el otro lado y volví a girar para ver dónde estaba Laura.
- Sabía que pasaría esto… - La oí susurrar. - ¡Carla! – Gritó al ver como Carla se tropezaba y se raspaba las rodillas y las manos. Laura suspiró. ¿Carla, qué te he dicho? Que tuvieras cuidado… - Me acerqué a ella pero un niño pequeño se me adelantó y la estaba ayudando.
- ¿Estás bien? – Le preguntó el niño ayudando a levantarla.
- S-sí… - Se secó las lágrimas.
- Gracias por ayudar a mi hermana, pequeño. – Sonrió Laura y pellizcó al pequeño en la nariz.
- ¿Cómo te llamas? – Le pregunté al pequeño, aunque me sonaba mucho su cara.
- ¡Ethan! – Gritó una chica detrás nuestra. ¿Quinn? – Laura levantó a Carla y la cogió en peso.
- ¿Está bien? – Le preguntó Quinn algo nerviosa.
- Sí… - Le respondió Laura algo triste.
- ¿Queréis sentaros con nosotras? – Dijo Santana mirándome.
- Claro. – Dije sonriente.
Nos sentamos los 6 en el césped, en círculo, Laura estaba mirando las heridas de su hermana, las cuales sangraban un poquito, yo a su lado, y justo enfrente de nosotras estaban Quinn y Santana, la última enfrente de mí. Ethan y Carla se fueron a jugar y Luna se sentó justo al lado de Laura.
El ambiente estaba un poco tenso, Quinn miraba a Laura y desviaba la mirada cuando Laura levantaba la mirada, Santana la miraba preocupada y yo no sabía qué hacer, así que decidí sacar algo de tema de conversación.
- Qué casualidad encontrarnos aquí… - Dije intentando animar a la gente y a Quinn comenzó a vibrarle el móvil.
- Será el destino. – Santana me miró fijamente y el móvil de Quinn volvió a vibrar. – Quinn, me estoy poniendo algo nerviosa.
- Lo siento, es Finn, que está un poco pesado. - ¿De todas las personas del mundo tenía que ser él? Miré a Laura, y ella me sonrió, me decía: “no pasa nada” pero sí que notaba que le molestaba.
- ¿Y qué dice la morsa? – Preguntó Santana dirigiéndose a Finn provocando una leve risa en Laura y en mí.
- No lo llames así. – Dijo Quinn algo molesta.
- Brittany, Laura. – Nos miró Santana algo nerviosa y cruzó miradas con Quinn. – Quinn y yo queremos preguntaros… una cosa que… bueno…
- Creo que nos van a preguntar otra vez si somos pareja. – Me susurró Laura y yo sonreí.
- ¿Sois… o sea, pareja? – Dijo muy nerviosa.
- Lo sabía. – Laura rió y se acostó en la hierba. – Sí que somos pareja. – Apoyó su cabeza en mis piernas y puse mi mano en su cabeza, acariciándole el pelo.
- Si vas diciendo eso se lo creerán. – Reí y Luna se tiró encima de Laura.
- Es broma, no lo somos. – Giró la cabeza y las miró.
- Lo fuimos. – Sonreí y miré a Santana que tenía una cara indescifrable.
- Tranquila Santana, Brittany ahora está completamente libre para ti. – Laura sonrió y Santana se sonrojó. – No te la voy a quitar.
- ¿Y cuánto tiempo…? – Se atrevió a decir Quinn.
- Estuvimos juntas durante 1 año. – Dije tratando de acordarme exactamente de lo que duramos en nuestra relación.
- ¿1 año? – Preguntaron incrédulas.
- Un largo año de sonrisas, buenos ratos, lágrimas… - Sonreí al recordarlo todo.
- Y sexo. – Rió y le di un leve golpe en la frente. – El mejor de tu vida además.
- ¿Y cómo estás tú tan segura de eso? – Reí.
- Lo sé yo, no me mientas. – Quinn y Santana estaban con una cara que no se podía descifrar, ¿Celosas, quizás?
- Lau, tengo hambre. – Se acercó su hermana por detrás.
- Y yo también. – Ethan iba con su hermana.
- Creo que es hora de ir a casa, ha anochecido. – Se levantó Quinn algo nerviosa.
- Sí. – Se levantó también Laura. - ¿Quieres que te acompañe Quinn? – Quinn se paralizó.
- S-si quieres…
- Santana, - Laura la llamó. – Quisiera que Brittany llegara a casa muy bien. – Le guiñó un ojo y Santana lo captó al instante.
- Y-yo la acompañaré. – Nos levantamos y me puse muy nerviosa.
- Mañana nos vemos. – Le di un beso en la mejilla a Laura y le susurré: “Te mato”
- Acabarás agradeciéndomelo. – Me devolvió el beso.
- ¿Sabes? – Se levantó Santana sonriente. – También quisiera q…
- Acompañaré a Quinn a su casa. – Dijo Laura como si le hubiera leído la mente a Santana. – No te preocupes. – Y se fueron las dos junto al perro y los dos pequeños.
- No hace falta que me acompañes… - Miré a Santana mientras me culpaba de que Laura le había hecho esa propuesta.
- Imagina que te pasa algo. – Dijo Santana. – No me lo permitiría nunca.
- No me pasará nad…
- Quiero estar contigo. – Dijo antes de que pudiera decirle nada. – Te acompañaré a tu casa y donde haga falta. – Se sonrojó y yo quería besarla en estos momentos. Tranquila Brittany, tranquila…
Nos dirigimos a casa hablando de temas amenos y bueno, de tonterías más que nada. Hasta que decidí probar mi suerte.
- ¿Por qué has preguntado lo de Laura? – Le pregunté.
- Curiosidad más que nada… - Desvió la mirada.
- ¿Curiosidad? – Dije apenada.
- ¿Qué pasa?
- Nada. – Dije algo decepcionada.
- ¿Ya no sientes nada por ella? – Volvió a preguntar por ella.
- Siento mucho cariño. – Le dije sinceramente. – Daría mi vida por ella. – Ella se puso algo triste.
- Pero no estoy enamorada. – Dije.
- ¿Y hay alguien más? – Me preguntó interesada.
- Hay alguien. – Sonreí.
- ¿Alguien? – Me miró.
- Digamos que sí, que hay alguien que me gusta…
- ¿No me darás ninguna pista? – Dijo ella entre emocionada y nerviosa.
- Tendrás que currártelo tú. – Sonreí y nos pusimos en la puerta de mi casa. Ya habíamos llegado.
- ¿Y cómo?
- Eso ya te lo dejo a ti, guapa. – Sonreí y me acerqué a ella. – Nos vemos mañana. – Le di un largo beso en la mejilla y abrí la puerta.
- H-hasta mañana. – Sonrió levemente.
“Yo estoy con Finn” “Yo estoy con Finn” Me decía una y otra vez mientras paseaba al lado de la morena más guapa del mundo. Gracias a Santana supe que ya no eran pareja, pero lo habían sido, durante un año. ¡Un año! Eso es mucho… Yo con Finn llevaba dos meses escasos… Y ya me parecían años, ¿Será que no estoy enamorada y que no lo quiero? ¿Por qué sigo con él aún sabiéndolo? ¿Por miedo a que la gente dejara de respetarme? Duele.
- ¿En qué piensas rubia? – Laura me sacó de mis pensamientos mientras me daba un leve empujón y llevaba la correa de su perra en la mano.
- En n-nada… - Me puse algo nerviosa. – Has cantado muy bien esta mañana…
- Gracias. – Miró a otro lado.
- No me ha dado tiempo a felicitarte. – Dije recordando que esta mañana se fue muy rápido.
- Estabas un poco ocupada con tu novio. – Dijo en un tono de ¿Celos?
- Lo siento.
- No tienes por qué disculparte, es tu novio al fin y al cabo. – La tensión que había podía cortarse con un cuchillo, ¿Pero qué decir si cada vez que la tengo cerca me pongo tan nerviosa? – Pero puedes felicitarme ahora.
- Felicidades. – Sonreí.
- Yo me refería a otro tipo de felicitación. – Sonrió traviesa y reí nerviosa. – Nah, es broma. – Se acercó más y nuestras manos se rozaron.
- Así está bien. – Dijo y me acarició el dorso de la mano.
- Puedes cogerme la mano si quieres… - La entrelacé con la suya, era tan suave.
- Pensaba que podía molestarte… - Dijo algo apenada.
- Tú nunca me podrías molestar… - La perra comenzó a ladrar.
- No sé qué le pasa hoy. – Dijo intentando de tranquilizarla y la soltó.
- ¡Lau! – La llamó su hermana, su viva imagen, era como una Laura en miniatura, era muy mona. - ¡Corre, ven!
- ¿Qué pasa? – Salió tras ella y fui corriendo. Carla apartó unos cuantos escombros que habían apartados a un lado de la calle y Luna no paraba de ladrar hacia ese lado. Ayudé a Laura a quitarlos y lo que vimos me encogió el corazón, un pequeño perrito, estaba cubierto de sangre, tenía numerosas heridas sobre él. Laura lo cogió con sumo cuidado y se manchó la camiseta que llevaba de gotitas de sangre.
- ¿Qué harás? – Le pregunté algo asustada.
- ¡Pobrecito! – Su hermana gritó.
- ¿Nos lo llevamos a casa y lo cuidamos Carla? – Sonrió débilmente y su hermana sonrió mientras asentía.
- ¿Vienes Quinn? – Me preguntó y asentí instintivamente.
Aligeramos el paso hacia su casa, donde guardamos a la perra en su caseta y nos metimos con el pequeño herido en su habitación. La habitación de Laura era bastante grande, las paredes eran color blanco y la cama era enorme, que estaba justo en frente de un gran escritorio con un ordenador y una gran ventana que daba a un pequeño balcón.
Pusimos al pequeño perro encima de unas sábanas que sacó Laura, sacó algún desinfectante que otro y algunas vendas. El perrito aunque no tenía muchas fuerzas le mordió repetidas veces, pero ella aguantó el dolor y siguió con su faena… Yo la veía admirada, estaba muy concentrada y se veía lo que quería a los animales, vendó al pequeño y lo dejó descansar en una pequeña cesta en la que solía dormir Luna cuando era cachorro.
- Eres genial. – Le dije mientras dejaba al pequeño.
- Tú lo eres. – Me sonrió dulcemente y mi móvil comenzó a vibrar. Era un mensaje de mi madre diciendo que volviera a casa.
- Es un poco tarde… tendría que irme ya. – Suspiré.
- Sí… - Miró hacia abajo.
- Mañana nos veremos. – Sonreí algo triste, quería quedarme con ella, cada movimiento que hacía, cada palabra, me ponía cada vez más nerviosa y mi corazón latía más fuerte.
- Te acompaño a la puerta. – Salimos de su habitación y bajamos las escaleras, Ethan se despidió de Carla, con la que se había llevado bastante bien y prometimos volver a juntarnos para pasar más tiempo juntos.
- Hasta mañana. – Me lancé y le di un beso en la mejilla.
- H-hasta mañana. – Sonrió algo sorprendida y me guiñó un ojo antes de cerrar la puerta. Algo me decía que todo iba a cambiar a partir de hoy.
Capítulo 5
Pov Laura
- ¡Bienvenida al Glee Club! – Me dijeron al unísono tras terminar de cantar, menos Rachel que no parecía muy convencida, supongo que porque le podría hacer mucha competencia en cuanto a los solos.
- Gracias. – Les agradecí a todos mientras sostenía a Brittany de la cintura, igual que lo hacía ella conmigo.
- Has estado muy bien. – Sonrió Mercedes.
- ¿Y tú que piensas Rachel? – Pregunté burlona y Brittany me susurró: no deberías provocarla…
- Has estado bien. – Dijo secamente. – Pero no creas que me quitarás los solos. Son míos. – Se acercó y apuntó con su dedo a mi pecho.
- ¿Sabes? – Pregunté y me solté suavemente del agarre de Brittany- Me encantan los duelos. – Me enfrenté a ella y le sostuve la mirada .
- No creas que te lo pondré fácil. – Rachel me miró desafiante.
- Eso espero, Rach. – Le guiñé un ojo y ella sonrió confiada.
- Wow. – Se sorprendió Puck. – La primera persona que se enfrenta a Rachel. – Rió un poco y dirigió su vista hacia mí. – Oye, ¿Y no te apetecería un duelo conmigo en otro sitio? – Se acercó y puso una mano en mi cintura.
- Oye, ¿Y no te apetecería dejarla en paz, Puckerman? – Quinn intervino molesta. Algo que me sorprendió, pero al mismo tiempo me gustó.
- ¿No crees que vas demasiado rápido, Puck? – Reí y cogí su mano, a lo que él sonrió. – Pero lo siento. – Cambió su mirada a una más seria. – No estoy interesada en tu propuesta.
- Ya caerás nena, todas lo hacen. – Me guiñó el ojo y volvió al lado de Finn muy confiado de sí mismo.
- Pues no te queda ni nada para que yo caiga. – Pensé y Brittany rió, como si leyera mi mente. Conocía todos mis gestos y sonreí.
- Te acabas de ganar un chocolate caliente con mis cupcakes. – Britt sonrió.
- Estaré encantada de que me invites después de un año… - Le puse el brazo alrededor de sus hombros. – Y podríamos invitar a Santana y a Quinn. – La miré picarona y ella giró la mirada.
- Sabía que algo planeabas… - Susurró y apoyé mi cabeza en la suya. Íbamos hacia ellas pero me paré en seco al ver que Finn le daba un beso en los labios a Quinn, y giré disimuladamente.
- Será mejor que la dejemos tranquila. – Dije con un poco de tristeza. – Parece ocupada. – Añadí con algo de enfado y Brittany trató de relajarme. – Tranquila, estoy bien. – Pero ella sabía que mentía. “Tengo que alejarme de ella, por mucho que duela”
- ¿Crees que eso funcionará? – Me preguntó Brittany.
- ¿Qué? – Pregunté desconcertada.
- Alejarte de ella… - Me miró triste. – Te conozco demasiado, sé que es eso lo que has pensado.
- Te odio. – Miré para otro lado pero sonreí levemente.
- No mientas. – Me sonrió.
Salimos del Glee Club, ya que habíamos terminado, nos despedimos de todos, excepto de Quinn y Finn que se fueron un poco antes. Quinn me miraba mientras se retiraba, pero yo le quité la mirada, muy a mi pesar.
Nos dirigimos a casa de Brittany, a tomar la tan esperada merienda, los cupcakes de Brittany son legendarios.
- Ay, qué buenos. – Le di un bocado a un cupcake de chocolate relleno de chocolate blanco. – Engordaré varios kilos por tu culpa.
- Yo no te obligo a comerlos. – Rió mientras me servía una taza de chocolate.
- Tengo la obligación moral de hacerlo si me los pones delante. – Dije con la boca llena.
- Britt… - Entró su hermano pequeño. – Huele muy bien… Tengo hambre. – Dijo restregando sus manos en sus ojos para así tratar de despertarse. – Laura… - Dijo sorprendido al verme allí.
- ¿No le habías dicho a tu hermano que estoy aquí? – Dije sorprendida.
- Quería que fuera una sorpresa. – Sonrió.
- ¡Lau! – Vino corriendo a abrazarme.
- ¿Cómo estás pequeño rubio? – Empecé a hacerle cosquillitas mientras Britt nos miraba divertida.
- Te hemos echado de menos Britt y yo. – Me abrazó y miré a Brittany divertida.
- Yo también lo he hecho. – Le di un beso en la mejilla.
- Tyler, ¿Has hecho los deberes? – Dijo Brittany.
- No… Voy ya. – Dijo resignado y tras darme un beso en la mejilla se fue.
- Creo que querías deshacerte de él… - Dije sonriendo.
- Tenemos que hablar… - Se puso algo seria.
- Uh… qué mal me ha sonado siempre esa frase… - Suspiré y dejé de comer.
- ¿Qué pasa con Quinn? – Me preguntó.
- ¿Qué pasa con ella? – Evité responder.
- Te gusta…
- Creo que eso está bastante claro. – Dije algo cabreada. – Pero tiene novio, y eso es algo contra lo que no puedo competir.
- ¿Y qué pasa con eso?
- ¡Ah, no sé! – Dije irónica. – Tiene NOVIO. Le gustan los hombres.
- A lo mejor es que no ha probado las chicas. – Brittany intentó que entrara en razón.
- Imposible. – Dije segura. – Además es el capitán del equipo de futbol, y ella animadora. Es la pareja estrella.
- ¡Joder Laura! ¡Desde cuando eres tan cobarde! – Se levantó y golpeó la mesa y me asusté, nunca había visto a Brittany así. – ¡Seguro que esa guarra de Hanna fue la que hizo que perdieras tu confianza! – Eso dolió, nombró a mi ex, la misma persona por la que había llorado semanas atrás, la cual me había engañado. Me sentí muy patética y algo hizo “clic” dentro de mí.
- Tienes razón, joder. – Me levanté. – Si hice que tú salieras conmigo puedo hacer que Quinn también lo haga. – Le guiñé el ojo y Brittany se sonrojó. – Oh vamos Britt, no te sonrojes… - Sonreí y me puse enfrente de ella. Abrazándola y hundiendo mi cabeza en su cuello.
- Me he puesto un poco nerviosa, lo siento… - Brittany me correspondió el abrazo.
- No te preocupes. – Le mordí el cuello suavemente y ella soltó un gemido. – Te lo haré pagar.
- ¿Cómo que me lo harás pagar? – Se puso algo nerviosa y rió.
- Ya lo verás. – Sonreí.
Pov. Santana.
Tras la actuación de Laura nos acercamos todas a felicitarla, lo había hecho bien, muy bien pero… Esa canción iba dedicada a Brittany, por lo que me preocupé. ¿Qué tipo de relación mantenían esas dos?
Laura y Rachel tuvieron un pequeño enfrentamiento, era divertido ver como la gnomo de Rachel Berry se sulfuraba y parecía que su cabeza fuera a explotar. Pero el tonto de Puckerman comenzó a tirarle los trastos a Laura, lo cual era normal, Puck quería meterse en la cama a toda chica que se moviera, y quién sabe a qué más. Pero lo que más me sorprendió fue Quinn, que se enfrentó contra Puck cuando éste le hacía una propuesta indecente a Laura. A Quinn le gustaba, estaba claro, ¿Pero cómo seguía con él? ¿Con Finn Hudson? ¿Con esa cosa?
Laura y Rachel se nos acercaron, pero gracias a Quinn y a su enorme novio dieron media vuelta y se fueron. Gracias Quinn por besar a ese monstruo delante de Laura y de mi Brittany.
- ¿Cuándo piensas dejarlo? – Le pregunté a Quinn en cuanto se me acercó. – Le harías un favor a la humanidad, en concreto a Rachel que se muere por estar con Finn.
- Sí… - Quinn sabía que Berry se moría por estar con Finn.
- A Laura también le haría mucha ilusión… - Sonreí. – Y a mí, a tu amiga del alma.
- Santana, no intentes darme pena… - Quinn me miró desafiante.
- No quiero estar con él, pero tengo que hacerlo.
- ¿Y por qué? – Pregunté algo desesperada. - ¿Para que la gente te respete? ¡Por dios Quinn! Te mereces algo mejor…
- Es mi vida. – Dijo secamente. – Déjame, sé lo que hago.
- Lo que tú digas. – La dejé por perdida.
Nos fuimos del Glee Club y nos dirigimos a casa de Quinn, para hacer los deberes de no se qué cosa… En verdad yo estaba pensando en Brittany y en Laura.
- ¿Qué pasa Santana? – Me preguntó Quinn mientras intentaba resolver un ejercicio d e Química.
- Estoy pensando en… - Dejé el bolígrafo sobre el papel. – En Laura y Britt. – Suspiré.
- ¿Qué pasa con ellas? – Preguntó algo nerviosa.
- Tú bien sabes lo que pasa. – Dije. - ¿Qué son ellas dos?
- No me importa. – Dijo, claramente mintiendo.
- Sí que te importa. – Dije algo enfadada.
- Ahora estoy con Finn… - Bajó la mirada.
- No me vengas con mierdas, Quinn. – Levantó la mirada sorprendida por mi actitud.
- Mira, Santana… - Pero abrieron la puerta del cuarto y entró su madre, cogida de la mano con un niño pequeño.
- Ethan, ¿Qué haces aquí? – Quinn se levantó y fue a abrazar a su primo pequeño.
- Mis papás se van de viaje y me quedo aquí. – Sonrió el pequeño.
- Sus padres se van de viaje de negocios y nos lo quedamos unos días. – Le dijo su madre a Quinn mientras nos sonreía a ambas.
- ¿Quieres ir al parque, Ethan? – Le pregunté y supliqué a Quinn con la mirada, ¡necesitaba salir de aquí!
- Sí. – Dijo emocionado y miramos los dos a Quinn.
- Vamos. – Sonrió derrotada al ver que éramos dos personas contra ella.
Salimos los tres hacia el parque más cercano, y el más bonito, había una fuente justo en el centro y muchas zonas de juego, entre ellas: una pequeña pista de fútbol y otra de baloncesto Decidimos sentarnos en la hierba al lado de los columpios mientras el pequeño se columpiaba.
- ¿Y qué tal con Brittany? – Preguntó Quinn rompiendo el hielo mientras veía a asu primo.
- No hemos hablado mucho desde que Laura está aquí. – Dije triste. – Por un lado me alegra, es su amiga y es normal que esté con ella pero… me gustaría mucho pasar más tiempo con ella.
- Hablas como una enamorada. – Quinn se rió.
- Calla. – Reí. – Yo al menos me voy a esforzar para estar con ella, no como otras.
- Pero Santana…
- Ni Santana ni Santano. – Dije cabreada. – Tú verás lo que haces.
- ¡Carla, para! – Gritó una voz a la entrada del parque.
- Mira, me has llenado la cabeza de Laura y ahora hasta la oigo en mi imaginación. – Quinn dijo fastidiada.
- No es tu imaginación, está allí. – La señalé nerviosa, y al lado estaba… ¡Brittany!
Pov Brittany
Tras la pequeña pelea que tuvimos en casa, y después de que Laura se hinchara a cupcakes, fuimos a la suya.
- ¡Britt! – Se sorprendió su hermana Sandra al verme allí. – Me preguntaba cuando mi hermana te iba a traer aquí. – Me abrazó.
- Hola Sandra. – La abracé, le tenía mucho cariño. – Me ha tenido algo ocupada. – Sonreí.
- Como suena eso… - Dijo picarona, su hermana siempre estaba bromeando. – Pasa si quieres, está Carla en el comedor.
- ¡Lau! Llévame al parque. – Dijo Carla en tono autoritario cuando entré al comedor y la vi teniendo una pequeña pelea con su hermana mayor. – No me has llevado desde que estamos aquí.
- Pero si sólo estamos aquí dos días… - Laura intentaba excusarse.
- No me vengas con excusas. – Su hermana pequeña inflaba los mofletes ,era muy graciosa. - ¡Luna también quiere salir! – Señaló a la gran puerta de cristal que llevaba al jardín, donde estaba la perra asomada y ladraba.
- Laura, ¿Por qué no vamos? – Le pregunté al ver que su hermana y su perra tenían unas ganas locas por ir y la perra se exaltó al verme, vino corriendo y comenzó a levantar sus patas para que la acariciara. ¡Cuánto tiempo!
- ¿Te apetece? – Me preguntó algo culpable.
- Claro. – Le sonreí sincera.
- Bueno pues si dos personas quieren… no podré decir que no. – Pero la perra ladró. – Perdón, dos personas y un perro.
Laura salió al jardín, todavía no había visto su casa, tenía una piscina enorme, y al lado una barbacoa, la casa era de tres pisos, era gigantesca.
- ¿A qué parque vamos? – Preguntó. – No conozco mucho la ciudad.
- Hay uno a cinco minutos de tu casa, es bastante grande y te gustará. – Llegamos en poco tiempo mientras reíamos y hablábamos animadamente.
- Lau, déjame llevar a la perra, por fi. – Carla le suplicó.
- ¿Segura? Mira que Luna es grande. – Dijo no muy convencida pero su hermana tenía ojitos de cordero degollado y ella accedió. – Cuidado que no te arrastre.
- Está bastante grande eh. – Le dije a Laura mientras miraba al perro, Luna era un pastor alemán que tenía año y medio de vida, era preciosa y su pelaje brillaba. Laura amaba a los animales y los cuida más que a su propia vida.
- Sí. – Rió. – Ya no cabe en mi cama. – Recordé cuando su perra se metía en la cama con ella y era imposible echarla.
- ¡Luna, para! – Carla gritó y nos alarmamos, la perra se excitó al ver el parque y echó a correr.
- ¡Joder! – Laura gritó y salió corriendo detrás, pero corría demasiado.
- ¡Carla, para! – Entramos al parque y yo eché a correr tras ella.
- ¡Luna! – Le grité a la perra. Espera, espera, ¿Esas son Santana y Quinn? Miré para el otro lado y volví a girar para ver dónde estaba Laura.
- Sabía que pasaría esto… - La oí susurrar. - ¡Carla! – Gritó al ver como Carla se tropezaba y se raspaba las rodillas y las manos. Laura suspiró. ¿Carla, qué te he dicho? Que tuvieras cuidado… - Me acerqué a ella pero un niño pequeño se me adelantó y la estaba ayudando.
- ¿Estás bien? – Le preguntó el niño ayudando a levantarla.
- S-sí… - Se secó las lágrimas.
- Gracias por ayudar a mi hermana, pequeño. – Sonrió Laura y pellizcó al pequeño en la nariz.
- ¿Cómo te llamas? – Le pregunté al pequeño, aunque me sonaba mucho su cara.
- ¡Ethan! – Gritó una chica detrás nuestra. ¿Quinn? – Laura levantó a Carla y la cogió en peso.
- ¿Está bien? – Le preguntó Quinn algo nerviosa.
- Sí… - Le respondió Laura algo triste.
- ¿Queréis sentaros con nosotras? – Dijo Santana mirándome.
- Claro. – Dije sonriente.
Nos sentamos los 6 en el césped, en círculo, Laura estaba mirando las heridas de su hermana, las cuales sangraban un poquito, yo a su lado, y justo enfrente de nosotras estaban Quinn y Santana, la última enfrente de mí. Ethan y Carla se fueron a jugar y Luna se sentó justo al lado de Laura.
El ambiente estaba un poco tenso, Quinn miraba a Laura y desviaba la mirada cuando Laura levantaba la mirada, Santana la miraba preocupada y yo no sabía qué hacer, así que decidí sacar algo de tema de conversación.
- Qué casualidad encontrarnos aquí… - Dije intentando animar a la gente y a Quinn comenzó a vibrarle el móvil.
- Será el destino. – Santana me miró fijamente y el móvil de Quinn volvió a vibrar. – Quinn, me estoy poniendo algo nerviosa.
- Lo siento, es Finn, que está un poco pesado. - ¿De todas las personas del mundo tenía que ser él? Miré a Laura, y ella me sonrió, me decía: “no pasa nada” pero sí que notaba que le molestaba.
- ¿Y qué dice la morsa? – Preguntó Santana dirigiéndose a Finn provocando una leve risa en Laura y en mí.
- No lo llames así. – Dijo Quinn algo molesta.
- Brittany, Laura. – Nos miró Santana algo nerviosa y cruzó miradas con Quinn. – Quinn y yo queremos preguntaros… una cosa que… bueno…
- Creo que nos van a preguntar otra vez si somos pareja. – Me susurró Laura y yo sonreí.
- ¿Sois… o sea, pareja? – Dijo muy nerviosa.
- Lo sabía. – Laura rió y se acostó en la hierba. – Sí que somos pareja. – Apoyó su cabeza en mis piernas y puse mi mano en su cabeza, acariciándole el pelo.
- Si vas diciendo eso se lo creerán. – Reí y Luna se tiró encima de Laura.
- Es broma, no lo somos. – Giró la cabeza y las miró.
- Lo fuimos. – Sonreí y miré a Santana que tenía una cara indescifrable.
- Tranquila Santana, Brittany ahora está completamente libre para ti. – Laura sonrió y Santana se sonrojó. – No te la voy a quitar.
- ¿Y cuánto tiempo…? – Se atrevió a decir Quinn.
- Estuvimos juntas durante 1 año. – Dije tratando de acordarme exactamente de lo que duramos en nuestra relación.
- ¿1 año? – Preguntaron incrédulas.
- Un largo año de sonrisas, buenos ratos, lágrimas… - Sonreí al recordarlo todo.
- Y sexo. – Rió y le di un leve golpe en la frente. – El mejor de tu vida además.
- ¿Y cómo estás tú tan segura de eso? – Reí.
- Lo sé yo, no me mientas. – Quinn y Santana estaban con una cara que no se podía descifrar, ¿Celosas, quizás?
- Lau, tengo hambre. – Se acercó su hermana por detrás.
- Y yo también. – Ethan iba con su hermana.
- Creo que es hora de ir a casa, ha anochecido. – Se levantó Quinn algo nerviosa.
- Sí. – Se levantó también Laura. - ¿Quieres que te acompañe Quinn? – Quinn se paralizó.
- S-si quieres…
- Santana, - Laura la llamó. – Quisiera que Brittany llegara a casa muy bien. – Le guiñó un ojo y Santana lo captó al instante.
- Y-yo la acompañaré. – Nos levantamos y me puse muy nerviosa.
- Mañana nos vemos. – Le di un beso en la mejilla a Laura y le susurré: “Te mato”
- Acabarás agradeciéndomelo. – Me devolvió el beso.
- ¿Sabes? – Se levantó Santana sonriente. – También quisiera q…
- Acompañaré a Quinn a su casa. – Dijo Laura como si le hubiera leído la mente a Santana. – No te preocupes. – Y se fueron las dos junto al perro y los dos pequeños.
- No hace falta que me acompañes… - Miré a Santana mientras me culpaba de que Laura le había hecho esa propuesta.
- Imagina que te pasa algo. – Dijo Santana. – No me lo permitiría nunca.
- No me pasará nad…
- Quiero estar contigo. – Dijo antes de que pudiera decirle nada. – Te acompañaré a tu casa y donde haga falta. – Se sonrojó y yo quería besarla en estos momentos. Tranquila Brittany, tranquila…
Nos dirigimos a casa hablando de temas amenos y bueno, de tonterías más que nada. Hasta que decidí probar mi suerte.
- ¿Por qué has preguntado lo de Laura? – Le pregunté.
- Curiosidad más que nada… - Desvió la mirada.
- ¿Curiosidad? – Dije apenada.
- ¿Qué pasa?
- Nada. – Dije algo decepcionada.
- ¿Ya no sientes nada por ella? – Volvió a preguntar por ella.
- Siento mucho cariño. – Le dije sinceramente. – Daría mi vida por ella. – Ella se puso algo triste.
- Pero no estoy enamorada. – Dije.
- ¿Y hay alguien más? – Me preguntó interesada.
- Hay alguien. – Sonreí.
- ¿Alguien? – Me miró.
- Digamos que sí, que hay alguien que me gusta…
- ¿No me darás ninguna pista? – Dijo ella entre emocionada y nerviosa.
- Tendrás que currártelo tú. – Sonreí y nos pusimos en la puerta de mi casa. Ya habíamos llegado.
- ¿Y cómo?
- Eso ya te lo dejo a ti, guapa. – Sonreí y me acerqué a ella. – Nos vemos mañana. – Le di un largo beso en la mejilla y abrí la puerta.
- H-hasta mañana. – Sonrió levemente.
Pov Quinn
“Yo estoy con Finn” “Yo estoy con Finn” Me decía una y otra vez mientras paseaba al lado de la morena más guapa del mundo. Gracias a Santana supe que ya no eran pareja, pero lo habían sido, durante un año. ¡Un año! Eso es mucho… Yo con Finn llevaba dos meses escasos… Y ya me parecían años, ¿Será que no estoy enamorada y que no lo quiero? ¿Por qué sigo con él aún sabiéndolo? ¿Por miedo a que la gente dejara de respetarme? Duele.
- ¿En qué piensas rubia? – Laura me sacó de mis pensamientos mientras me daba un leve empujón y llevaba la correa de su perra en la mano.
- En n-nada… - Me puse algo nerviosa. – Has cantado muy bien esta mañana…
- Gracias. – Miró a otro lado.
- No me ha dado tiempo a felicitarte. – Dije recordando que esta mañana se fue muy rápido.
- Estabas un poco ocupada con tu novio. – Dijo en un tono de ¿Celos?
- Lo siento.
- No tienes por qué disculparte, es tu novio al fin y al cabo. – La tensión que había podía cortarse con un cuchillo, ¿Pero qué decir si cada vez que la tengo cerca me pongo tan nerviosa? – Pero puedes felicitarme ahora.
- Felicidades. – Sonreí.
- Yo me refería a otro tipo de felicitación. – Sonrió traviesa y reí nerviosa. – Nah, es broma. – Se acercó más y nuestras manos se rozaron.
- Así está bien. – Dijo y me acarició el dorso de la mano.
- Puedes cogerme la mano si quieres… - La entrelacé con la suya, era tan suave.
- Pensaba que podía molestarte… - Dijo algo apenada.
- Tú nunca me podrías molestar… - La perra comenzó a ladrar.
- No sé qué le pasa hoy. – Dijo intentando de tranquilizarla y la soltó.
- ¡Lau! – La llamó su hermana, su viva imagen, era como una Laura en miniatura, era muy mona. - ¡Corre, ven!
- ¿Qué pasa? – Salió tras ella y fui corriendo. Carla apartó unos cuantos escombros que habían apartados a un lado de la calle y Luna no paraba de ladrar hacia ese lado. Ayudé a Laura a quitarlos y lo que vimos me encogió el corazón, un pequeño perrito, estaba cubierto de sangre, tenía numerosas heridas sobre él. Laura lo cogió con sumo cuidado y se manchó la camiseta que llevaba de gotitas de sangre.
- ¿Qué harás? – Le pregunté algo asustada.
- ¡Pobrecito! – Su hermana gritó.
- ¿Nos lo llevamos a casa y lo cuidamos Carla? – Sonrió débilmente y su hermana sonrió mientras asentía.
- ¿Vienes Quinn? – Me preguntó y asentí instintivamente.
Aligeramos el paso hacia su casa, donde guardamos a la perra en su caseta y nos metimos con el pequeño herido en su habitación. La habitación de Laura era bastante grande, las paredes eran color blanco y la cama era enorme, que estaba justo en frente de un gran escritorio con un ordenador y una gran ventana que daba a un pequeño balcón.
Pusimos al pequeño perro encima de unas sábanas que sacó Laura, sacó algún desinfectante que otro y algunas vendas. El perrito aunque no tenía muchas fuerzas le mordió repetidas veces, pero ella aguantó el dolor y siguió con su faena… Yo la veía admirada, estaba muy concentrada y se veía lo que quería a los animales, vendó al pequeño y lo dejó descansar en una pequeña cesta en la que solía dormir Luna cuando era cachorro.
- Eres genial. – Le dije mientras dejaba al pequeño.
- Tú lo eres. – Me sonrió dulcemente y mi móvil comenzó a vibrar. Era un mensaje de mi madre diciendo que volviera a casa.
- Es un poco tarde… tendría que irme ya. – Suspiré.
- Sí… - Miró hacia abajo.
- Mañana nos veremos. – Sonreí algo triste, quería quedarme con ella, cada movimiento que hacía, cada palabra, me ponía cada vez más nerviosa y mi corazón latía más fuerte.
- Te acompaño a la puerta. – Salimos de su habitación y bajamos las escaleras, Ethan se despidió de Carla, con la que se había llevado bastante bien y prometimos volver a juntarnos para pasar más tiempo juntos.
- Hasta mañana. – Me lancé y le di un beso en la mejilla.
- H-hasta mañana. – Sonrió algo sorprendida y me guiñó un ojo antes de cerrar la puerta. Algo me decía que todo iba a cambiar a partir de hoy.
MissFortune* - Mensajes : 12
Fecha de inscripción : 12/08/2012
Edad : 28
Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
Me alegra que volvieras y ahora las cosas estan poniendose realmente buenas :D
Espero actualices pronto!
Saludos :)
Espero actualices pronto!
Saludos :)
Elita- - Mensajes : 1247
Fecha de inscripción : 17/06/2012
Capítulo 5:
- Buenos días cariño. – Le di un beso en la mejilla a mi hermana pequeña, que tomaba el desayuno mientras se distraía con el periódico. Espera, ¿El periódico?
- Carla, ¿Qué haces leyendo el periódico? – Le pregunté mientras me servía una taza de café.
- La tía lo hace. – Dijo muy concentrada y recordé que mi tía había estado trabajando toda la noche y llevaba casi 2 días sin verla.
- ¿A mí no me vas a dar un beso? – Dijo mi hermana mayor fingiendo molestia. – Yo también quiero un beso. - Sonrió. – Y tu amiga de ayer también quería uno… - La taza se me resbaló y derramé un poco de líquido sobre el periódico de mi hermana.
- ¡Te has puesto hasta nerviosa! – Se rió Sandra y se levantó divertida. - ¿Cómo se llama? – Cogí una servilleta y limpié la mesa.
- ¡Lau, mi periódico! – Gritó Carla indignada y comencé a ponerme nerviosa.
- ¡Ay, lo siento! – Me disculpé y volví a servirme otra taza.
- Aún no me has dicho como se llama tu amiga. – Dijo Sandra mientras cogía las galletas que estaban en el estante de arriba.
- No pienso decirt…
- Se llama Quinn. – Dijo Carla revelando su nombre en un ataque contra mí.
- ¿Quinn? Es un nombre muy bonito. – Sonrió y dio un sorbo a su taza. - ¿Te gusta?
- Es difícil… - Devoré mi galleta. – Tiene novio.
- Uh… - Suspiró. – Eso suena a excusa.
- ¿Excusa?
- Si te gusta tendrías que ir a por ella.
- Es muy fácil decirlo. – Dije agotada. – Además es… la capitana de las animadoras.
- Eso suena mal.
- Su novio es el capitán del equipo de fútbol.
- Eso suena aún peor.
- Gracias por los ánimos.
- Las animadoras suelen cambiar totalmente su personalidad cuando están entre ellas, su vida se basa en pisotear a las personas para hacerse respetar, su reino es el instituto y sus parejas suelen ser los capitanes… - Suspiró con nostalgia. – Qué asco.
- Se nota que tuviste experiencia cuando ibas al instituto. – Reí.
- Será mejor que lleves cuidado. – Dijo preocupada. – No queremos que sufras.
- Tranquila… - Me levanté y dejé el plato en el lavavajillas. – Iré con pies de plomo.
- Eso espero. – Le di un beso en la mejilla y me retiré a mi habitación.
¿Qué podría hacer con Quinn? ¿Coqueteo con ella? ¿La dejo estar? Esto es una mierda. Miré a la derecha de mi habitación viendo como el pequeño perrito de anoche roncaba. Se notaba que llevaba días sin dormir, las heridas iban bien pero esta tarde tendría que llevarlo al veterinario…
- Espero que hoy sea un día tranquilito. – Cogí la mochila y tras lavarme los dientes y darme los últimos retoques salí por la puerta. – El cigarrito de la mañana qué bien entra… - Lo encendí y di una larga calada. – Esto es vida. - ¡Dime si hoy se acaba el mundo corazón, dime qué vas a llevarte, dime que me llevo yo! – Canté para hacer el camino más corto, algo me decía que el día iba a ser algo movidito. ¿Pero qué más da? ¡Que venga lo que tenga que venir!
Llegué al McKinley y me dirigí hacia mi taquilla. Espera, ¿Cuál era la contraseña de mi candado? Ya empezamos con problemas.
- ¡Joder! – Grité al fallar la cuarta combinación y apoyé mi cabeza contra la taquilla. - ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? – Sollocé y miré la taquilla derrotada.
- ¡Ya te he dicho que no he hecho nada! – Gritó una voz a lo lejos. Parecía algo desesperada.
- ¡No te dirijas así a la capitana de las animadoras! – Gritó otra voz. - ¿Quién te crees que eres para mirarnos? – Esto ya comenzaba a cabrearme, esa voz la conocía. Me dirigí hacia el otro lado del pasillo, justo enfrente de los lavabos. Donde había un grupo de animadoras rodeando a lo que parecía ser una chica.
- ¡Ya os he dicho que no he hecho nada, joder! – Volvió a excusarse la chica rodeada.
- No nos levantes la voz. – La admiradora dominante se encaró frente a ella. Espera, ¿Quinn? – No vuelvas a mirarnos, estúpida nerd. Nos terminarás contagiando tu “nerdería” – Le dio un empujón a la chica y me coloqué entre ellas, empujando a Quinn hacia atrás. Dejándola atónita.
- ¿Creo que ya vale, no? – Dije cargada de odio, rabia y frustración mientras la veía. Quinn me miró y tras sorprenderse y bajar la mirada se quedó completamente quieta.
- ¿Y tú quién eres? – Me preguntó otra animadora mirándome despectivamente.
- Tú te callas la puta boca. – Dije llena de rabia mientras la señalaba y veía a Quinn.
- ¿Pero quién coño te crees para hablarnos así a nosotras? – Dijo una cuarta animadora, ¿Pero cuántas habían? ¿Se multiplicaban? – Somos las anima…
- Como si sois las reinas del mundo. Me importa una mierda. – Dije sin dejar de ver a Quinn. - ¿Quién os creéis vosotras para meteros con alguien? Como volváis a tocarla os la veréis conmigo. – Todas callaron. – Y no me importa llegar a las manos. Es más, estaré encantada.
- Ven. – Le dije a la chica que había permanecido callada todo el tiempo. – Y vosotras. Ya lo sabéis. No me hagáis que lo repita. – Salí de allí llevándome a la chica conmigo ante la atónita mirada de todos y nos metimos al baño.
- ¿Cómo estás? – Le pregunté algo preocupada, todavía no me había dicho ni una palabra.
- Por favor no me hagas nada. – Dijo algo asustada. – No he hecho nada, lo juro.
- ¿Qué? – Reí. – Tranquila no pasa nada, soy inofensiva.
- Antes…
- Antes estaba enfadada. – Dije mirando el suelo. – Lo siento si te he dado miedo.
- Muchas gracias. – Suspiró. – Llevan algunos días así.
- ¿Algunos días? – Pregunté. - ¿Y no se lo has dicho a nadie?
- ¿Quién le haría caso a alguien como yo? – Preguntó. - ¿A alguien “nerd”?
- Yo lo haría. – Sonreí. – Eres muy guapa. – Se sonrojó.
- No me has dicho tu nombre. – Sonreí de lado.
- Alba. – Sonrió. - ¿Y tú?
- Laura. – Le devolví la sonrisa. – Encantada.
- Nunca te había visto antes… - Dijo.
- Soy nueva. – Sonreí. – Bueno… llegué hace dos días. – El timbre sonó.
- Creo que tendría que irme a clase o llegaré tarde. – Sonrió. – Muchas gracias por todo…
- De nada. – Sonreí. – Si necesitas algo estoy en el Glee Club… y en el móvil. – Nos dimos nuestros números y se dirigió a su clase mientras yo fui a mi endemoniada taquilla. Suspiré. Quinn… Una rabia se apoderó de mí, estaba tan jodida por lo que había visto hace diez minutos que estampé mi puño contra la taquilla. Hundiéndola.
- Pobre taquilla. – Oí una voz a mi derecha. – No se merecía un final así.
- No se abría. – Levanté la mirada y me topé con unos ojos azules. – Ella se lo ha buscado.
- Llevo mucho tiempo en este instituto y nunca había visto a alguien enfrentarse a las animadoras. – Sonrió y se apoyó en la pared mientras me miraba.
- Alguien debía hacerlo, ¿No crees? – Saqué unos cuantos libros. – Alguien tenía que ponerlas en su sitio.
- Soy Alex. – Me tendió la mano.
- Lau… - Le tendí la mía.
- Laura Lawrence. – Me la estrechó.
- ¿Cómo lo sabes? – Pregunté interesada.
- Yo lo sé todo. – Me guiñó un ojo y sonreí. Era una chica bastante guapa, era alta, más o menos de mi estatura, morena y con ojos azules que quitaban la respiración. – Y también sé que como no te des prisa llegarás tarde a clase. – Suspiré, no me apetecía nada ver a Quinn.
- También deberías saber que no me importa perderme la clase de matemáticas. – Sonreí.
- A mí tampoco. – Dijo mirándome fijamente.
- ¿Me estás insinuando algo? – Reí levemente y cerré mi taquilla.
- ¿Quieres que lo haga? – Se mordió el labio inferior y sonrió.
- Te sigo. – Le devolví la sonrisa.
- Eso esperaba. – Y me fui tras ella.
Pov Santana
- ¡Llego tarde! ¡Es que llego tarde! – Salí de casa corriendo mientras me arreglaba el pelo por el camino. - ¡No me vuelvo a quedar estudiando hasta tan tarde! – Y quien dice estudiar dice quedarse toda la noche mirando las musarañas. Y pensando en Brittany. – ¡Hoy la invitaré al cine! ¡Y le cogeré la mano! ¡Y la besaré! ¡Y..! – El pitido de un coche hizo que perdiera la concentración y darme cuenta de que estaba en medio de la carretera. - ¡Perdón! – Le grité al conductor y seguí corriendo hacia el instituto. Cuando entré esperé encontrarme a Brittany pero lo único que vi fue a una multitud de gente rodeando a una persona. Me acerqué para verlo mejor y pude distinguir muy bien a las personas que allí habían… ¿Quinn? ¿Las animadoras? ¿La nerd de la biblioteca? ¿Laura? Las animadoras junto con Quinn se estaban metiendo con la nerd, a mí no es que me gustara mucho meterme con la gente, ni a Quinn. Pero al ser de las animadores debíamos hacernos respetar. Era como una obligación.
Quinn y las animadoras se metían con ella mientras ésta se defendía, hasta que Quinn se pasó un poco y la empujó. Laura se interpuso entre ellas dos y empujó a Quinn. Yo me quedé estática. Al igual que Quinn, que estuvo todo el tiempo mirando hacia el suelo. Laura amenazó a cada una de las animadoras y se marchó junto a aquella chica hacia el baño. Las animadoras se fueron tras insultar y mirar despectivamente a Laura. Y Quinn se quedó allí parada, sin mediar palabra y mirando al suelo.
- Quinn… - Me acerqué.
- Soy una mierda de persona. – Le levanté la mirada y estaba llorando. ¿Cuánto tiempo hacía que no la veía llorar?
- Quinn… - La abracé protectoramente. – Ven aquí. Sígueme. – La cogí y la llevé hacia el Glee Club. Al único sitio donde podíamos ser nosotras mismas, ya que fuera del Glee club teníamos que aparentar ser las indiferentes y superficiales animadoras.
- ¿Qué ha pasado? – Le pregunté tiernamente mientras le retiraba los mechones que caían sobre su rostro empapado en lágrimas. Quinn tomó aire y me contó todo lo ocurrido. Suspiré. Esto tenía mala pinta.
- Deberías dejarlo ya. – Dije en un suspiro.
- ¿Dejar el qué?
- Dejar de fingir, ser tu misma…
- ¿De qué sirve eso? – Dijo levantando la voz. - ¿Para que los demás se aprovechen de mí?
- ¡Deja de decir tonterías! – Le respondí. - ¿Eso hace cuánto pasó? ¡Deja de vivir en el pasado, joder! – Ella sollozó y escondió su cara entre sus manos. – Pero no llores… - Me acerqué y la abracé. – Estamos todos contigo. – El timbre sonó y Quinn ledvantó la mirada. Le limpie las lágrimas con mis pulgares y le sonreí.
Pov. Brittany
- ¡Cállate ya! – Le grité al despertador, teniendo una mínima esperanza de que me fuera a contestar. - ¿Por qué suenas tantas veces? Eres odioso. – Lo cogí y lo apagué por décima vez en la mañana. – Espera, ¿Ha sonado 10 veces? - ¿QUÉ HORA ES? – Me levanté y vi que sólo quedaban 5 minutos para entrar a la primera clase y yo estaba aún en pijama y dentro de mi cama. Me levanté como si mi vida dependiera de ello y me vestí tan rápido como pude. Tras colocarme unas cuatro veces la camiseta del revés y unas cinco veces el zapato izquierdo en mi pie derecho salí de casa con una tostada en la boca y un par de galletas en la mano. Entré al instituto y como cabía de esperar, era la única persona que corría por el pasillo, ya que todos estaban en sus clases.
- ¡Buenos días, perdón por el retraso! – Entré de golpe a clase de matemáticas y todos se quedaron mirando. Pagaría millones por ver mi cara en estos momentos.
- Señorita Pierce. Ocupe su asiento. – Me miró el profesor de matemáticas por encima de sus gafas y señaló mi silla, junto a Santana, que me miraba divertida.
- ¿No te ha sonado el despertador, verdad? – Sonrió y me miró.
- Te juro que no he corrido más en toda mi vida. – Saqué el libro de matemáticas y di un largo suspiro. – No me mires, estoy horrible. – Me arreglé el pelo con los dedos, justo me acordé que no me había ni peinado.
- Oh, vamos. – Apoyó su cara en su barbilla. – Estás muy guapa. – Se sonrojó y sonrió. Le di una gran sonrisa y miré a mi alrededor buscando unos ojos grises que siempre me miraban divertida. Pero no los vi.
- Laura no está. – Dijo Santana un poco cabizbaja.
- ¿Dónde está? – Pregunté algo intrigada. - ¿Ya se está fugando las clases? – Recordé cómo en Los Ángeles se saltaba más clases que cervezas tomaba.
- No, no es eso. – Suspiró y miró de reojo a Quinn, a la cual miré y pude observar que tenía los ojos rojos e hinchados, como si hubiera llorado.
- ¿Qué ha pasado? – Pregunté algo asustada.
- No sé si yo debería contártelo. – Dirigió su vista hacia la pizarra. – La cosa no va conmigo.
- ¿Va con Quinn? – Pregunté algo seria y Santana asintió levemente. Algo en mí se revolvió, y no era nada bueno. Quinn era mi amiga pero si le hace daño a Laura… tendría que intervenir.
- Hablaré con Laura. – Dije seriamente mirando la pizarra.
Acabó la clase, y la siguiente, y la otra. Y ni rastro de Laura.
- Estoy empezando a preocuparme. – Dije nerviosa mientras sacaba los libros de mi taquilla. Santana me miraba preocupada.
- Brittany, tranquila. – Santana no entendía la preocupación que sentía. Nadie me entendía. Sólo yo y su familia sabíamos la historia que rodeaba a Laura. – Ella estará bien…
- ¡No me digas que me tranquilice! – Dije cerrando de un golpe la taquilla provocando que Santana diera un pequeño salto del susto. Me miré las manos y vi que estaba temblando, me las llevé a la cara y sostuve mi frente entre ambas. – Lo siento Santana, es que… - Las palabras murieron en mi boca cuando Santana me abrazó tiernamente.
- Tranquila. – Me aferró a ella. – No sé los motivos por los que estás tan nerviosa, Laura sabe cuidarse de ella misma. “No, no sabe, por eso estoy tan preocupada. Por lo que pasó hace…” - Pero yo estoy aquí para tranquilizarte. – Me miró sonriendo. – Pero… creo que debería de ver cómo está Quinn. – Dijo triste. - ¿Estarás bien sola? – Asentí con la cabeza. – Gracias Santana. – Le di un beso en la mejilla y acto seguido se fue.
- ¿Dónde coño estás Laura? – Le mandé el 5º mensaje en la mañana. No podía dejar de estar preocupada.
Fui a las últimas clases que me quedaban, pero no podía dejar de pensar en Laura, no podía concentrarme. ¡Por dios! Si hasta el profesor de química me había llamado la atención. Señorita Lawrence, esta me la vas a pagar.
Llegó la hora del Glee Club donde tenía esperanzas de que Laura volviera, de verdad que me preocupaba. Me quedé sumida en mis pensamientos mientras los demás hablaban entre ellos y se divertían, menos Quinn que estaba apartada de todos mirando hacia la puerta, que se encontraba abierta. Supongo que tenía la misma esperanza que yo: que Laura apareciera. Santana se sentó a mi lado, me cogió la mano y me susurró: hasta preocupada estás guapa. Me sacó una leve sonrisa y me dio un beso en la mejilla. Juro que si estuviéramos solas… Noto cierta humedad en mi centro corporal.
- ¡Ey Britt! – Me llamó la atención Artie, un chico en silla de ruedas que… Bueno, se notaba a leguas que yo le gustaba. A Santana no le gustaba mucho Artie, se le notaba. Sonreí. ¿Será porque le gusto? La cogí discretamente de la mano y la acaricié con el dorso de mi mano. Le guiñé un ojo que sólo ella pudo apreciar y dirigió su cabeza hacia la puerta. Dirigí mi vista hacia Artie, que se había tomado la molestia de venir a hablarme. Pero de repente, Santana apretó mi mano y me hizo girar mi cabeza hasta la puerta, donde estaba Laura despidiéndose de una chica. – Estás muy ausente hoy. ¿Te pasa algo? – Artie seguía hablándome, pero yo sólo tenía mi mirada centrada en Laura. Me levanté rápidamente, ignorando a Artie y quitando mis manos de las de Santana. Estaba enfadada, muy enfadada.
Me acerqué a Laura, que se estaba despidiendo de aquella chica, si no recuerdo mal se llamaba Alexandra y estaba en un curso superior al nuestro. Laura volteó a verme con una sonrisa y yo sólo pude devolverle una seria mueca, que acabó en una bofetada con todas mis fuerzas en su mejilla derecha.
Pov Quinn
Me levanté temprano, no pude dormir bien anoche pensando en cómo estaría el perrito que Laura y yo encontramos ayer… y a quién engañar, no pude dejar de pensar en su ahora dueña, Laura.
No sé qué era esto que sentía, pero era una sensación tan… tan reconfortante, como si el día más gris se hubiera vuelto el mejor con solo estar dos minutos con ella.
Llegué al odiado instituto, que no lo sería tanto si no fuera una de aquellas estúpidas admiradoras que sólo pisoteaban a la gente, como me habían hecho a mí hace años cuando era la gordita de Lucy. Pasado que… tendría que olvidar tarde o temprano.
No es que me gustara meterme con la gente pero… era lo que había que hacer si querías ser alguien en este odioso mundo.
- ¿Sabes, Quinn? – Dijo Demi de manera sinuosa. – Estás perdiendo el respeto de la gente del instituto, te estás volviendo un blanco fácil para las críticas. – “¿Y es que metiéndonos con la gente no nos van a criticar más?” Suspiré. Nos criticarán pero… al menos nos respetarán, nunca nadie nos ha hablado mal a la cara, y eso es por el miedo que nos tenían.
- Si tengo que meterme con alguien para reafirmar mi postura en el McKinley, ten por seguro que lo haré. – Dije con aires de superficialidad y cerré la taquilla.
- Por ahí viene la señorita soy-una-nerd-y-me-gusta-y-soy-adicta-al-ajedrez. – Dijo Kate de la manera más despectiva posible y señaló a Alba, una chica un poco más baja que yo, morena y con el pelo levemente rizado, la chica me caía bien, pero… Era lo que tenía que hacer para que me respetaran.
Empezamos a meternos con ella, y ella comenzaba a volverse más vulnerable ante nosotras, estuvimos peleando y metiéndonos con ella hasta que la empujé y otro cuerpo más alto que yo se interpuso entre nosotras, empujándome. ¿Quién coño se atreve a empujarme A MI? Me quedé estática al ver que los mismos ojos grises que ayer miraban con ternura, ahora me miraban con tanto odio que hasta se podía ver en el aire. Me quedé quieta, con la cabeza mirando al suelo y apretando los puños mientras Laura insultaba y amenazaba a cada una de las admiradoras. Se fue con la chica y me empujó cuando se dirigió al baño con ella, dejándome aún más herida que antes.
- ¿Pero quién coño se cree esta tía? – Dijo una admiradora mientras la miraba marcharse.
- Tendremos que darle una lección… - Gritó Demi demasiado cabreada.
Las chicas comenzaron a trazar planes de venganza y a criticar a Laura, hasta que unos brazos me agarraron y pude ver que era mi mejor amiga, Santana. Me llevó hacia el Glee Club y me sentó. Le conté todo lo ocurrido y ella me abrazó tiernamente. Estuvo haciéndome recapacitar sobre mi vida y sobre nuestra relación con el mundo de las admiradoras. Tengo que dejar esto de meterme con todos, tengo que dejar de ser sólo fachada y empezar a ser la persona que soy en el Glee Club, ser yo misma. Y para ser yo misma, tendría que empezar dejando a Finn. Es muy buena persona pero… no siento nada por él.
Llegó la hora del Glee Club y todos charlaban animadamente. Menos Santana, Brittany y yo. Laura aún no aparecía, estaba preocupada aunque por otro lado… no sabía su hubiera sido capaz de sostenerle la mirada si estuviera aquí… pero de todos modos quería verla.
Santana estuvo conmigo toda la mañana y dejo de lado a Brittany por mí. No podía permitir que Santana se preocupara más por mí como si yo fuera una niña pequeña, así que le dije que todo estaría bien y que se fuera con ella, que al parecer, también estaba bastante preocupada por Laura.
De repente, Brittany se levantó bruscamente y se dirigió hacia la puerta, volteé mi vista y allí vi a Laura, con… ¿Es esa aquella chica que está en un curso superior? ¿Qué hacían juntas? ¿Qué pasaba? Pero mi mente se interrumpió cuando Brittany abofeteó a Laura. Ahora estaba mucho más atónita que antes. Brittany le había soltado tal guantazo que me había dolido hasta mí, todos nos quedamos mirando la escena, mientras nos preguntábamos, ¿Por qué?
- Carla, ¿Qué haces leyendo el periódico? – Le pregunté mientras me servía una taza de café.
- La tía lo hace. – Dijo muy concentrada y recordé que mi tía había estado trabajando toda la noche y llevaba casi 2 días sin verla.
- ¿A mí no me vas a dar un beso? – Dijo mi hermana mayor fingiendo molestia. – Yo también quiero un beso. - Sonrió. – Y tu amiga de ayer también quería uno… - La taza se me resbaló y derramé un poco de líquido sobre el periódico de mi hermana.
- ¡Te has puesto hasta nerviosa! – Se rió Sandra y se levantó divertida. - ¿Cómo se llama? – Cogí una servilleta y limpié la mesa.
- ¡Lau, mi periódico! – Gritó Carla indignada y comencé a ponerme nerviosa.
- ¡Ay, lo siento! – Me disculpé y volví a servirme otra taza.
- Aún no me has dicho como se llama tu amiga. – Dijo Sandra mientras cogía las galletas que estaban en el estante de arriba.
- No pienso decirt…
- Se llama Quinn. – Dijo Carla revelando su nombre en un ataque contra mí.
- ¿Quinn? Es un nombre muy bonito. – Sonrió y dio un sorbo a su taza. - ¿Te gusta?
- Es difícil… - Devoré mi galleta. – Tiene novio.
- Uh… - Suspiró. – Eso suena a excusa.
- ¿Excusa?
- Si te gusta tendrías que ir a por ella.
- Es muy fácil decirlo. – Dije agotada. – Además es… la capitana de las animadoras.
- Eso suena mal.
- Su novio es el capitán del equipo de fútbol.
- Eso suena aún peor.
- Gracias por los ánimos.
- Las animadoras suelen cambiar totalmente su personalidad cuando están entre ellas, su vida se basa en pisotear a las personas para hacerse respetar, su reino es el instituto y sus parejas suelen ser los capitanes… - Suspiró con nostalgia. – Qué asco.
- Se nota que tuviste experiencia cuando ibas al instituto. – Reí.
- Será mejor que lleves cuidado. – Dijo preocupada. – No queremos que sufras.
- Tranquila… - Me levanté y dejé el plato en el lavavajillas. – Iré con pies de plomo.
- Eso espero. – Le di un beso en la mejilla y me retiré a mi habitación.
¿Qué podría hacer con Quinn? ¿Coqueteo con ella? ¿La dejo estar? Esto es una mierda. Miré a la derecha de mi habitación viendo como el pequeño perrito de anoche roncaba. Se notaba que llevaba días sin dormir, las heridas iban bien pero esta tarde tendría que llevarlo al veterinario…
- Espero que hoy sea un día tranquilito. – Cogí la mochila y tras lavarme los dientes y darme los últimos retoques salí por la puerta. – El cigarrito de la mañana qué bien entra… - Lo encendí y di una larga calada. – Esto es vida. - ¡Dime si hoy se acaba el mundo corazón, dime qué vas a llevarte, dime que me llevo yo! – Canté para hacer el camino más corto, algo me decía que el día iba a ser algo movidito. ¿Pero qué más da? ¡Que venga lo que tenga que venir!
Llegué al McKinley y me dirigí hacia mi taquilla. Espera, ¿Cuál era la contraseña de mi candado? Ya empezamos con problemas.
- ¡Joder! – Grité al fallar la cuarta combinación y apoyé mi cabeza contra la taquilla. - ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? – Sollocé y miré la taquilla derrotada.
- ¡Ya te he dicho que no he hecho nada! – Gritó una voz a lo lejos. Parecía algo desesperada.
- ¡No te dirijas así a la capitana de las animadoras! – Gritó otra voz. - ¿Quién te crees que eres para mirarnos? – Esto ya comenzaba a cabrearme, esa voz la conocía. Me dirigí hacia el otro lado del pasillo, justo enfrente de los lavabos. Donde había un grupo de animadoras rodeando a lo que parecía ser una chica.
- ¡Ya os he dicho que no he hecho nada, joder! – Volvió a excusarse la chica rodeada.
- No nos levantes la voz. – La admiradora dominante se encaró frente a ella. Espera, ¿Quinn? – No vuelvas a mirarnos, estúpida nerd. Nos terminarás contagiando tu “nerdería” – Le dio un empujón a la chica y me coloqué entre ellas, empujando a Quinn hacia atrás. Dejándola atónita.
- ¿Creo que ya vale, no? – Dije cargada de odio, rabia y frustración mientras la veía. Quinn me miró y tras sorprenderse y bajar la mirada se quedó completamente quieta.
- ¿Y tú quién eres? – Me preguntó otra animadora mirándome despectivamente.
- Tú te callas la puta boca. – Dije llena de rabia mientras la señalaba y veía a Quinn.
- ¿Pero quién coño te crees para hablarnos así a nosotras? – Dijo una cuarta animadora, ¿Pero cuántas habían? ¿Se multiplicaban? – Somos las anima…
- Como si sois las reinas del mundo. Me importa una mierda. – Dije sin dejar de ver a Quinn. - ¿Quién os creéis vosotras para meteros con alguien? Como volváis a tocarla os la veréis conmigo. – Todas callaron. – Y no me importa llegar a las manos. Es más, estaré encantada.
- Ven. – Le dije a la chica que había permanecido callada todo el tiempo. – Y vosotras. Ya lo sabéis. No me hagáis que lo repita. – Salí de allí llevándome a la chica conmigo ante la atónita mirada de todos y nos metimos al baño.
- ¿Cómo estás? – Le pregunté algo preocupada, todavía no me había dicho ni una palabra.
- Por favor no me hagas nada. – Dijo algo asustada. – No he hecho nada, lo juro.
- ¿Qué? – Reí. – Tranquila no pasa nada, soy inofensiva.
- Antes…
- Antes estaba enfadada. – Dije mirando el suelo. – Lo siento si te he dado miedo.
- Muchas gracias. – Suspiró. – Llevan algunos días así.
- ¿Algunos días? – Pregunté. - ¿Y no se lo has dicho a nadie?
- ¿Quién le haría caso a alguien como yo? – Preguntó. - ¿A alguien “nerd”?
- Yo lo haría. – Sonreí. – Eres muy guapa. – Se sonrojó.
- No me has dicho tu nombre. – Sonreí de lado.
- Alba. – Sonrió. - ¿Y tú?
- Laura. – Le devolví la sonrisa. – Encantada.
- Nunca te había visto antes… - Dijo.
- Soy nueva. – Sonreí. – Bueno… llegué hace dos días. – El timbre sonó.
- Creo que tendría que irme a clase o llegaré tarde. – Sonrió. – Muchas gracias por todo…
- De nada. – Sonreí. – Si necesitas algo estoy en el Glee Club… y en el móvil. – Nos dimos nuestros números y se dirigió a su clase mientras yo fui a mi endemoniada taquilla. Suspiré. Quinn… Una rabia se apoderó de mí, estaba tan jodida por lo que había visto hace diez minutos que estampé mi puño contra la taquilla. Hundiéndola.
- Pobre taquilla. – Oí una voz a mi derecha. – No se merecía un final así.
- No se abría. – Levanté la mirada y me topé con unos ojos azules. – Ella se lo ha buscado.
- Llevo mucho tiempo en este instituto y nunca había visto a alguien enfrentarse a las animadoras. – Sonrió y se apoyó en la pared mientras me miraba.
- Alguien debía hacerlo, ¿No crees? – Saqué unos cuantos libros. – Alguien tenía que ponerlas en su sitio.
- Soy Alex. – Me tendió la mano.
- Lau… - Le tendí la mía.
- Laura Lawrence. – Me la estrechó.
- ¿Cómo lo sabes? – Pregunté interesada.
- Yo lo sé todo. – Me guiñó un ojo y sonreí. Era una chica bastante guapa, era alta, más o menos de mi estatura, morena y con ojos azules que quitaban la respiración. – Y también sé que como no te des prisa llegarás tarde a clase. – Suspiré, no me apetecía nada ver a Quinn.
- También deberías saber que no me importa perderme la clase de matemáticas. – Sonreí.
- A mí tampoco. – Dijo mirándome fijamente.
- ¿Me estás insinuando algo? – Reí levemente y cerré mi taquilla.
- ¿Quieres que lo haga? – Se mordió el labio inferior y sonrió.
- Te sigo. – Le devolví la sonrisa.
- Eso esperaba. – Y me fui tras ella.
Pov Santana
- ¡Llego tarde! ¡Es que llego tarde! – Salí de casa corriendo mientras me arreglaba el pelo por el camino. - ¡No me vuelvo a quedar estudiando hasta tan tarde! – Y quien dice estudiar dice quedarse toda la noche mirando las musarañas. Y pensando en Brittany. – ¡Hoy la invitaré al cine! ¡Y le cogeré la mano! ¡Y la besaré! ¡Y..! – El pitido de un coche hizo que perdiera la concentración y darme cuenta de que estaba en medio de la carretera. - ¡Perdón! – Le grité al conductor y seguí corriendo hacia el instituto. Cuando entré esperé encontrarme a Brittany pero lo único que vi fue a una multitud de gente rodeando a una persona. Me acerqué para verlo mejor y pude distinguir muy bien a las personas que allí habían… ¿Quinn? ¿Las animadoras? ¿La nerd de la biblioteca? ¿Laura? Las animadoras junto con Quinn se estaban metiendo con la nerd, a mí no es que me gustara mucho meterme con la gente, ni a Quinn. Pero al ser de las animadores debíamos hacernos respetar. Era como una obligación.
Quinn y las animadoras se metían con ella mientras ésta se defendía, hasta que Quinn se pasó un poco y la empujó. Laura se interpuso entre ellas dos y empujó a Quinn. Yo me quedé estática. Al igual que Quinn, que estuvo todo el tiempo mirando hacia el suelo. Laura amenazó a cada una de las animadoras y se marchó junto a aquella chica hacia el baño. Las animadoras se fueron tras insultar y mirar despectivamente a Laura. Y Quinn se quedó allí parada, sin mediar palabra y mirando al suelo.
- Quinn… - Me acerqué.
- Soy una mierda de persona. – Le levanté la mirada y estaba llorando. ¿Cuánto tiempo hacía que no la veía llorar?
- Quinn… - La abracé protectoramente. – Ven aquí. Sígueme. – La cogí y la llevé hacia el Glee Club. Al único sitio donde podíamos ser nosotras mismas, ya que fuera del Glee club teníamos que aparentar ser las indiferentes y superficiales animadoras.
- ¿Qué ha pasado? – Le pregunté tiernamente mientras le retiraba los mechones que caían sobre su rostro empapado en lágrimas. Quinn tomó aire y me contó todo lo ocurrido. Suspiré. Esto tenía mala pinta.
- Deberías dejarlo ya. – Dije en un suspiro.
- ¿Dejar el qué?
- Dejar de fingir, ser tu misma…
- ¿De qué sirve eso? – Dijo levantando la voz. - ¿Para que los demás se aprovechen de mí?
- ¡Deja de decir tonterías! – Le respondí. - ¿Eso hace cuánto pasó? ¡Deja de vivir en el pasado, joder! – Ella sollozó y escondió su cara entre sus manos. – Pero no llores… - Me acerqué y la abracé. – Estamos todos contigo. – El timbre sonó y Quinn ledvantó la mirada. Le limpie las lágrimas con mis pulgares y le sonreí.
Pov. Brittany
- ¡Cállate ya! – Le grité al despertador, teniendo una mínima esperanza de que me fuera a contestar. - ¿Por qué suenas tantas veces? Eres odioso. – Lo cogí y lo apagué por décima vez en la mañana. – Espera, ¿Ha sonado 10 veces? - ¿QUÉ HORA ES? – Me levanté y vi que sólo quedaban 5 minutos para entrar a la primera clase y yo estaba aún en pijama y dentro de mi cama. Me levanté como si mi vida dependiera de ello y me vestí tan rápido como pude. Tras colocarme unas cuatro veces la camiseta del revés y unas cinco veces el zapato izquierdo en mi pie derecho salí de casa con una tostada en la boca y un par de galletas en la mano. Entré al instituto y como cabía de esperar, era la única persona que corría por el pasillo, ya que todos estaban en sus clases.
- ¡Buenos días, perdón por el retraso! – Entré de golpe a clase de matemáticas y todos se quedaron mirando. Pagaría millones por ver mi cara en estos momentos.
- Señorita Pierce. Ocupe su asiento. – Me miró el profesor de matemáticas por encima de sus gafas y señaló mi silla, junto a Santana, que me miraba divertida.
- ¿No te ha sonado el despertador, verdad? – Sonrió y me miró.
- Te juro que no he corrido más en toda mi vida. – Saqué el libro de matemáticas y di un largo suspiro. – No me mires, estoy horrible. – Me arreglé el pelo con los dedos, justo me acordé que no me había ni peinado.
- Oh, vamos. – Apoyó su cara en su barbilla. – Estás muy guapa. – Se sonrojó y sonrió. Le di una gran sonrisa y miré a mi alrededor buscando unos ojos grises que siempre me miraban divertida. Pero no los vi.
- Laura no está. – Dijo Santana un poco cabizbaja.
- ¿Dónde está? – Pregunté algo intrigada. - ¿Ya se está fugando las clases? – Recordé cómo en Los Ángeles se saltaba más clases que cervezas tomaba.
- No, no es eso. – Suspiró y miró de reojo a Quinn, a la cual miré y pude observar que tenía los ojos rojos e hinchados, como si hubiera llorado.
- ¿Qué ha pasado? – Pregunté algo asustada.
- No sé si yo debería contártelo. – Dirigió su vista hacia la pizarra. – La cosa no va conmigo.
- ¿Va con Quinn? – Pregunté algo seria y Santana asintió levemente. Algo en mí se revolvió, y no era nada bueno. Quinn era mi amiga pero si le hace daño a Laura… tendría que intervenir.
- Hablaré con Laura. – Dije seriamente mirando la pizarra.
Acabó la clase, y la siguiente, y la otra. Y ni rastro de Laura.
- Estoy empezando a preocuparme. – Dije nerviosa mientras sacaba los libros de mi taquilla. Santana me miraba preocupada.
- Brittany, tranquila. – Santana no entendía la preocupación que sentía. Nadie me entendía. Sólo yo y su familia sabíamos la historia que rodeaba a Laura. – Ella estará bien…
- ¡No me digas que me tranquilice! – Dije cerrando de un golpe la taquilla provocando que Santana diera un pequeño salto del susto. Me miré las manos y vi que estaba temblando, me las llevé a la cara y sostuve mi frente entre ambas. – Lo siento Santana, es que… - Las palabras murieron en mi boca cuando Santana me abrazó tiernamente.
- Tranquila. – Me aferró a ella. – No sé los motivos por los que estás tan nerviosa, Laura sabe cuidarse de ella misma. “No, no sabe, por eso estoy tan preocupada. Por lo que pasó hace…” - Pero yo estoy aquí para tranquilizarte. – Me miró sonriendo. – Pero… creo que debería de ver cómo está Quinn. – Dijo triste. - ¿Estarás bien sola? – Asentí con la cabeza. – Gracias Santana. – Le di un beso en la mejilla y acto seguido se fue.
- ¿Dónde coño estás Laura? – Le mandé el 5º mensaje en la mañana. No podía dejar de estar preocupada.
Fui a las últimas clases que me quedaban, pero no podía dejar de pensar en Laura, no podía concentrarme. ¡Por dios! Si hasta el profesor de química me había llamado la atención. Señorita Lawrence, esta me la vas a pagar.
Llegó la hora del Glee Club donde tenía esperanzas de que Laura volviera, de verdad que me preocupaba. Me quedé sumida en mis pensamientos mientras los demás hablaban entre ellos y se divertían, menos Quinn que estaba apartada de todos mirando hacia la puerta, que se encontraba abierta. Supongo que tenía la misma esperanza que yo: que Laura apareciera. Santana se sentó a mi lado, me cogió la mano y me susurró: hasta preocupada estás guapa. Me sacó una leve sonrisa y me dio un beso en la mejilla. Juro que si estuviéramos solas… Noto cierta humedad en mi centro corporal.
- ¡Ey Britt! – Me llamó la atención Artie, un chico en silla de ruedas que… Bueno, se notaba a leguas que yo le gustaba. A Santana no le gustaba mucho Artie, se le notaba. Sonreí. ¿Será porque le gusto? La cogí discretamente de la mano y la acaricié con el dorso de mi mano. Le guiñé un ojo que sólo ella pudo apreciar y dirigió su cabeza hacia la puerta. Dirigí mi vista hacia Artie, que se había tomado la molestia de venir a hablarme. Pero de repente, Santana apretó mi mano y me hizo girar mi cabeza hasta la puerta, donde estaba Laura despidiéndose de una chica. – Estás muy ausente hoy. ¿Te pasa algo? – Artie seguía hablándome, pero yo sólo tenía mi mirada centrada en Laura. Me levanté rápidamente, ignorando a Artie y quitando mis manos de las de Santana. Estaba enfadada, muy enfadada.
Me acerqué a Laura, que se estaba despidiendo de aquella chica, si no recuerdo mal se llamaba Alexandra y estaba en un curso superior al nuestro. Laura volteó a verme con una sonrisa y yo sólo pude devolverle una seria mueca, que acabó en una bofetada con todas mis fuerzas en su mejilla derecha.
Pov Quinn
Me levanté temprano, no pude dormir bien anoche pensando en cómo estaría el perrito que Laura y yo encontramos ayer… y a quién engañar, no pude dejar de pensar en su ahora dueña, Laura.
No sé qué era esto que sentía, pero era una sensación tan… tan reconfortante, como si el día más gris se hubiera vuelto el mejor con solo estar dos minutos con ella.
Llegué al odiado instituto, que no lo sería tanto si no fuera una de aquellas estúpidas admiradoras que sólo pisoteaban a la gente, como me habían hecho a mí hace años cuando era la gordita de Lucy. Pasado que… tendría que olvidar tarde o temprano.
No es que me gustara meterme con la gente pero… era lo que había que hacer si querías ser alguien en este odioso mundo.
- ¿Sabes, Quinn? – Dijo Demi de manera sinuosa. – Estás perdiendo el respeto de la gente del instituto, te estás volviendo un blanco fácil para las críticas. – “¿Y es que metiéndonos con la gente no nos van a criticar más?” Suspiré. Nos criticarán pero… al menos nos respetarán, nunca nadie nos ha hablado mal a la cara, y eso es por el miedo que nos tenían.
- Si tengo que meterme con alguien para reafirmar mi postura en el McKinley, ten por seguro que lo haré. – Dije con aires de superficialidad y cerré la taquilla.
- Por ahí viene la señorita soy-una-nerd-y-me-gusta-y-soy-adicta-al-ajedrez. – Dijo Kate de la manera más despectiva posible y señaló a Alba, una chica un poco más baja que yo, morena y con el pelo levemente rizado, la chica me caía bien, pero… Era lo que tenía que hacer para que me respetaran.
Empezamos a meternos con ella, y ella comenzaba a volverse más vulnerable ante nosotras, estuvimos peleando y metiéndonos con ella hasta que la empujé y otro cuerpo más alto que yo se interpuso entre nosotras, empujándome. ¿Quién coño se atreve a empujarme A MI? Me quedé estática al ver que los mismos ojos grises que ayer miraban con ternura, ahora me miraban con tanto odio que hasta se podía ver en el aire. Me quedé quieta, con la cabeza mirando al suelo y apretando los puños mientras Laura insultaba y amenazaba a cada una de las admiradoras. Se fue con la chica y me empujó cuando se dirigió al baño con ella, dejándome aún más herida que antes.
- ¿Pero quién coño se cree esta tía? – Dijo una admiradora mientras la miraba marcharse.
- Tendremos que darle una lección… - Gritó Demi demasiado cabreada.
Las chicas comenzaron a trazar planes de venganza y a criticar a Laura, hasta que unos brazos me agarraron y pude ver que era mi mejor amiga, Santana. Me llevó hacia el Glee Club y me sentó. Le conté todo lo ocurrido y ella me abrazó tiernamente. Estuvo haciéndome recapacitar sobre mi vida y sobre nuestra relación con el mundo de las admiradoras. Tengo que dejar esto de meterme con todos, tengo que dejar de ser sólo fachada y empezar a ser la persona que soy en el Glee Club, ser yo misma. Y para ser yo misma, tendría que empezar dejando a Finn. Es muy buena persona pero… no siento nada por él.
Llegó la hora del Glee Club y todos charlaban animadamente. Menos Santana, Brittany y yo. Laura aún no aparecía, estaba preocupada aunque por otro lado… no sabía su hubiera sido capaz de sostenerle la mirada si estuviera aquí… pero de todos modos quería verla.
Santana estuvo conmigo toda la mañana y dejo de lado a Brittany por mí. No podía permitir que Santana se preocupara más por mí como si yo fuera una niña pequeña, así que le dije que todo estaría bien y que se fuera con ella, que al parecer, también estaba bastante preocupada por Laura.
De repente, Brittany se levantó bruscamente y se dirigió hacia la puerta, volteé mi vista y allí vi a Laura, con… ¿Es esa aquella chica que está en un curso superior? ¿Qué hacían juntas? ¿Qué pasaba? Pero mi mente se interrumpió cuando Brittany abofeteó a Laura. Ahora estaba mucho más atónita que antes. Brittany le había soltado tal guantazo que me había dolido hasta mí, todos nos quedamos mirando la escena, mientras nos preguntábamos, ¿Por qué?
MissFortune* - Mensajes : 12
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Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
Excelente.... lei tu historia hace varios meses xfa no la abandones de nuevo actualiza rapido realmente me llama mucho la atencion este fic
andrenina89* - Mensajes : 41
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Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
Esperamos tu respuesta
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cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
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Re: Stay [Brittana&Quinn¿¿¿???] [Capítulo 5]
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
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