Gracias a mi hermana [Faberry]

N/A: Hola, soy Charlie y soy nueva tanto en el foro, como escribiendo ff. Esta es una historia Faberry que ya venia rondando por mi mente desde hace tiempo y la verdad no sabia si subirla o no, pero aquí esta el prologo para que me digan si la continuo o no (se aceptan todo tipo de criticas y si hay faltas de horrografia pido disculpas por anticipado).

Prologo

Quinn Lucy Fabray hija de Judy Fabray y a punto de cumplir 17. Tiene un hermana gemela: Charlie Elise Fabray a la cual no ve desde los 7 años cuando su padres se separaron ¿la razón? Su madre jamas se la ha contado y hasta el momento le ha dicho que su padre fue el cumpable de todo y decidio abandonarlas. Judy le ha planteado una vida religiosa y un poco demasiado estricta, en la cual, siempre, ante todo, esta el "que diran", por lo que es lider de las porristas del instituto Mckinley y lider del club del celibato y novia del Quarterback, la chica perfecta ante los ojos de todos y sobre todo los de su madre. Pero como todo adolescente, tiene un secreto, uno que tiene nombre y apellido: Rachel Berry, capitana del glee club (y proximamente lider del equipo de soccer) de quien ha estado enamora desde su llegada al instituto, y su novia, si, por que Rachel es su novia, en secreto claro. Una relación que han tenido que mantener en secreto a causa de la inseguridad de la chica y por su puesto con ayuda de Finn, aunque esto no quita que Q se tire a media escuadra de porristas en los vestidores sin que nadie se entere.

Rachel Barbra Berry hija de Shelby Corcoran y Hiram Berry, lider del glee club y principal interesada en que el equipo de soccer femenil sea aceptado en el instituto. Tiene un talento innato para la musica y el canto, ha conseguido todo lo que se ha propuesto y esta locamente enamorada de Quinn, aunque su relación debe de ser secreta, por los miedos de la rubia y por sobre todo la reacción de Judy ante esto, pero a ella no le importa con tal de saber que la tiene con ella, todo basta.

Ambas han vivido en un mundo de colores y fantasia desde 3 meses atras cuando su relación empezo, pero que pasa si la confianza de la relación se fractura o si tu hermana gemela y el padre que te abandono, regresan a tu vida, él para recuperarte y por una segunda oportunidad (o tal vez la primera), ella para robarte a la novia....

wow no pude resistir y lo lei es increible definitivamente tienes que continuar  
O.o nooooooooooooooo maldita gemela 77 ya me cae mal xD me dejaste bien metida en la historia epero que la continues

¡Hola! De antemano les pido una sincera disculpa por actualizar tan tarde, es solo que falleció alguien demasiado importante para mi y la verdad no me sentía con ganas de nada.

Gleek_4ever  me da gusto saber que te enganchaste en la historia y espero que de aquí en adelante te siga gustando y sigas alentándome a seguir escribiendo, por cierto, no odies a Charlie por favor :S

Sin mas rodeos aquí dejo el primer capitulo

..............................................Capitulo 1: ¿Charlie?.................................................

Quinn besaba lenta y delicadamente el cuello de la pequeña morena sobre la que estaba ligeramente recostada, sus manos se posaban lentamente e su cintura y bajaban de la misma manera hasta sus piernas.
Rachel había ido ha casa de Quinn con la intención de hablar, pero por las condiciones en las que se encontraba sabia que su plan había fracasado totalmente, y es que cuando su novia posaba sus labios sobre los de ella, esta perdía total control sobre si misma. Pero esta vez no, ante todo debía resistirse, tenían que hablar, lo necesitaban y ambas lo sabían, solo que Quinn trataba de jamas llegar el tema, no quería, no sabia como enfrentarlo y siempre que hablaban de ello terminaban discutiendo.

-¡Quinn para! Tenemos que hablar- Dijo algo agitada la morena tratando de despegarse de su novia
- Por favor Rach, no digas que no te esta gustando- Pronuncio la rubia en el oído de la morena con una voz algo ronca y lo suficientemente sensual como para que esta dejara de resistirse y lo cual provoco que Rachel soltara un débil gemido. Rachel se incorporo rápidamente del sillón alejando a Quinn sutilmente- ¡Dios Rachel! No te veo en una semana y lo único que quieres hacer es hablar ¿No podemos hablar después de hacer el amor?- Dijo la rubia con cara de cachorrito mientras se intentaba besar nuevamente a la morena.

-Esta vez no Q- Le dijo mientras se levantaba del sillón y se posaba frente a ella con los brazos cruzados- Sabes que esto es importante y ademas siempre tratas de evadir el tema besándome, lo cual no niego que me guste, pero es solo que ya es hora de tomarnos las cosas en serio y...
-!Ok¡ Entiendo, ¿Quieres hablar? Hablemos
-¿En serio?- pregunto algo confundida
-!Rachel¡- dijo un tanto fastidiada la rubia
-Ya, es solo que no creí que aceptaras tan rápido- Quinn la miro con una ceja levantada y una cara de incredulidad- Es la verdad siempre tartas de huir de nuestras conversaciones, pero en fin, de lo que quería que habláramos es...bueno tu sabes- la morena jugaba con sus manos nerviosamente- ¿Ya lo pensaste?

El rostro de Quinn se tenso un poco y desvió la mirada de la morena- Rach sabes que no es fácil, ademas aun tengo 2 semanas para pensarlo ¿no?

-Q, nuestros amigos mas cercanos lo saben, mis hermanos lo saben,hasta Finn lo sabe y el estuvo completamente de acuerdo en hacerse pasar por tu novio mientras te decidías ¿Y me dices que aun no estas segura?

-Pero no es lo mismo decirlo a todo el instituto, tengo una reputación que mantener y ademas, ¿Sabes lo que dirían de mi? ¿Que pensarían de nosotras? y los mas importante, ni siquiera se como va reaccionar Judy cuando le diga que su perfecta tiene novia, no puedo llegar y decirle "Hola mamá, ¿sabias que Rachel es mi novia y he estado utilizando a Finn para que nadie se enterara de esto?" ¡No puedo decirle eso! no es tan fácil- Quinn caminaba de un lado a otro de la sala un poco alterada por el tema- Ademas que pasa si todo esto es pasajero, y si un día de estos descubrimos que en realidad solo estábamos experimentando

-Eso soy para ti Quinn ¿Un experimento?- El dolor en las palabras de la morena se notaba claramente y sus ojos comenzaban a tornarse vidriosos

-Rachel yo...no quise que sonara así, no me refería a eso es solo que...

-Entonces te gusta mucho experimentar ¿no Quinn? Supongo que experimentar con media escuadra de porristas no es suficiente para que tengas claro que es lo que quieres

-¿De que hablas?- Quinn se puso nerviosa, ella estaba segura que nadie sabia sobre sus encuentros sexuales en los vestidores, nadie mas que ella Santana, Brittany y ahora Rachel. Era imposible, ella se encargo de amenazarlas para que no dijeran ni una sola palabra sobre eso y ahora lo sabia la persona que menos quería que se enterara.

-No te preocupes, nadie tuvo que decirme nada, un día mientras caminaba por lo pasillos del instituto, escuche ruidos raros provenientes de los vestidores y decidí entrar a ver de que se trataba y...simplemente lo vi- dijo con algo de ira y dolor la morena

-No es lo que crees

-No tienes por que darme explicaciones, a final de cuentas soy una mas de tus experimentos

-Rachel- dijo en tono de suplica la rubia

-Lo siento Quinn, si no eres capaz saber que es lo que realmente quieres, lo mejor es que aquí terminemos...lo que sea que teníamos

-No me puedes obligar a salir del closet para estar contigo

-Yo no te estoy obligando a nada, me pediste tiempo y te lo di y ahora me diste un respuesta, no estas lista para esto y es mejor terminar aquí, antes de que una de las dos salga lastimada. Dijo un tanto dolida la morena y con la cabeza cabizbaja

-Perfecto, si es lo que quieres esta bien, se acabo- Dijo fríamente la rubia antes de dar media vuelta y subir por las escaleras

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Rachel caminaba lentamente por las calles de Lima Ohio, la tarde era hermosa, soleada, el cielo despejado y el viento soplaba lo suficiente como para mantenerte fresco, una hermosa tarde, perfecta, feliz, todo lo contrario de lo que sentía por dentro la morena.

Llego a una de las bancas del pequeño parque en el centro del pequeño pueblo y se sentó, se sentía mal, se sentía vacía. sabia que algo le faltaba y "ese" algo lo había perdido hace apenas unos minutos, sabia que algún día pasaría, ser la novia de Quinn Fabray era algo demasiado bueno para ser perfecto, aunque las cosas buenas de la vida duran poco ¿no?

No se arrepentía de nada, todo lo contrario, esos tres pequeños meses de relación con la rubia fueron la cosa mas maravillosa que le pudo haber pasado en la vida, aunque todo hubiera sido en secreto, aunque se vieran a escondidas en los baños del instituto, aunque solamente sus hermanos y sus mejores amigos lo supieran, aunque Finn siguiera siendo el novio de la rubia ante los ojos de todos, aunque no la pudiera tomar de la mano frente a los demás, todo había sido perfecto, los besos en el sofá de la rubia mientras la madre de esta no estaba en casa, las largas platicas por celular a altas horas de la noche, las miradas cómplices que compartían en los salones de clases, y sobre todo, su primera vez había sido maravillosa.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el celular de la morena que sonó en el bolsillo trasero de sus jeans, lo saco lentamente para leer un nuevo mensaje de texto

*-Mi sexy judía ¿Como estas? Hace tres días que no se nada de ti y ya te extraño :(

La morena sonrió al ver el mensaje, necesitaba hablar con alguien, despejarse un poco de todo lo sucedido en la mañana y quien mejor para ayudarla que Noah

*-No estoy bien, necesito hablar con alguien :'( también te extraño

*-¿Que pasa estrellita? Dime donde estoy y en estos momentos voy para allá

*- Estoy en el parque, en el lugar de siempre ¿Recuerdas?

*-Aprovechando que estas ahí, que te parece si llamas al resto del clan Berry y yo busco a los demás, podríamos improvisar un rato con mi guitarra y tu hermosa voz ¿Que dices?

* O podríamos darles una paliza en un partido improvisado de soccer jajaja

*- Esa la Rachel que conozco, animo, te veremos ahí en 20min

*-Los estaré esperando

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Quinn estaba recostada en su cama observando el techo, hacia dos horas que Rachel se había marchado y desde entonces seguía en la misma posición, tratando de poner en orden sus pensamientos.

Estaba enojada consigo misma, jamas quiso decirle "experimento" a Rach, lo dijo sin pensar, no era su intención lastimarla y mucho menos que las cosas terminaran de esa manera, o mejor dicho, que terminaran. Ella sabia que era una perra con todas la chicas que se acostaba, pero Rachel era diferente, a Rachel...la quería.

Y ahora la había perdido, por su inseguridad y por las tantas aventuras en el instituto.

-Que mas da, era feliz antes de andar con Rachel y puedo seguir siendo feliz sin ella, ademas puedo volver acostarme con quien quiera sin sentirme culpable por ello

La rubia se paro rápidamente de su cama y tomo su celular

*-¿Tienes planes para esta noche?

*-Hasta que se algo de ti, y no, no tengo planes, solo quedarme en mi cama viendo películas ¿propones algo mejor?

*- Te propongo mi cama para no ver películas ¿Que dices?

*-Suena tentadora la oferta. Estaré ahí a las 8:00

*-Te estaré esperando

Quinn puso su celular en la mesita de noche y decidió tomar una ducha, era una tarde perfecta como para relajarse en la tina

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Una rubia de cabello corto y una sonrisa radiante caminaba por el pequeño parque de Lima, hacia diez años desde su ultima vez en ese lugar y después de tanto tiempo al fin se sentía como en casa otra vez.

Todo era diferente a como lo recordaba, parecía que en siete años todo el puedo se había encogido, era un lugar un poco mas urbanizado a como lo recordaba pero aun así no perdía la esencia que le fascinaba, tranquilidad, aire fresco y no tenia que soportar los molestos ruidos del claxon de los autos como en NY.

Una figura de una pequeña morena sentada en una baca algo solitaria la distrajo de sus pensamientos. La conocía, después de diez años aun podía reconocer esa nariz y ese cabello en cualquier lugar, solo hacia falta algo para comprobar que su vista no la engañaba.

Se acerco mas hacia la morena y decidió sentarse a su lado.

-Rachel...¿Rachel Berry?

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Después de terminar la conversación con Puck, Rachel volvió a perderse en sus pensamientos hasta que noto que alguien se sentaba a su lado, decidió no darle importancia hasta que escucho que pronunciaban su nombre.

Conocía ese tono de voz, solo que había algo diferente en el, giro su rostro hasta quedar de frente con su acompañante, se encontró con una rubia de cabello corto que la miraba sonriente

-¿Quinn?

-¡Vaya! Tan solo diez años y ¿ya te olvidaste de mi super estrella?- Dijo la rubia tratando de sonar ofendida

Rachel no podía creer lo que veía y escuchaba, solo una persona en toda su vida la llamaba de esa manera. Sus ojos analizaban a la rubia tratando de hacerse creer a si misma que no estaba soñando, que la persona que estaba frente a ella era real y solo pudo articular una palabra

-¿Charlie?

INCREIBLE
lo ame no tengo palabras para describirlo, uuuuu quinn y sus inseguridades
Ahora pienso... charlie y Rachel habran tenido algo?
Actualiza rapido porfis
pásense a mi Fic c:

Holaaa, este fanfic tiene buena onda!!!

Me fascina el rollo de que sean gemelas, de esa forma Rach sabrá que le más gusta de Quinn ¿no?, su cuerpo o su personalidad,(la elección es libre, es que Quinn es tan awwww:L:  ), no voy a odiar a Charlie, también quisiera acercarme a Raach... Tu personaje, mi personaje, en un fic, piensalooo... jejeje;

Espero pronto la actualización, es que esta buenisimo...

Hola de nuevo, esta vez no tengo justificación, bueno si pero no tiene sentido darla jajaja, solo espero que me disculpen por tardar siglos en actualizar. De antemano quiero decir que por nada del mundo dejare la historia, seré algo lenta en actualizar pero de que la acabo, la acabo.
Existe un pequeño detalle que a su vez es una gran diferencia entre las gemelas: el color de ojos. Si ya se, van a decir que si son gemelas no puedo hacer eso, pues si puedo muajajaja, suena un poco ilógico, pero será uno de los detalles más importantes en la historia y más adelante descubrirán por qué.
Otra cosa que quería saber es: ¿Que personajes les gustaría que aparecieran? hay algunos que tengo definidos que estarán en la historia pero me gustaría que me apoyaran, por si necesito recurrir a otros, y que les gusta más ¿Blellie o Michellie?, por cierto...adivinen quienes forman parte del clan Berry.  

Sin más que decir, aquí les dejo el según capitulo.


------------Capítulo 2: Prometiste--------------------



Rachel corría en su máxima velocidad mientras era perseguida por Michael a la vez que trataba de controlar el balón entre sus pies y una pequeña gota de sudor  aparecía por su frente. Hacía más de 2 horas que sus hermanos y amigos habían llegado al parque a encontrarse con ella y decidieron iniciar un pequeño partido de soccer. Nadie había preguntado nada respecto a lo sucedido con Quinn y mucho menos se había mencionado el pequeño encuentro con Charlie. Sus pensamientos la estaban comiendo por dentro, pero de algo estaba segura, ese pequeño partido le ayudaría a distraerse y liberar un poco la energía acumulada que tenía, por lo menos un momento.

-Rachel estoy solo- Puck le gritaba a la morena, haciéndole señas para que le pasara el balón. La morena lo observo por un instante antes de percatarse que Michael estaba casi sobre ella y sin pensarlo dos veces pateo el balón en dirección a su mejor amigo.

Puck recibió el pase en su pie izquierdo, corrió unos cuantos pasos antes de quedar frente a la portería, la cual era defendida por Finn, tomo impulso y disparo con todas sus fuerzas, el balón fue a parar en el ángulo de la portería a pesar de los intentos de Finn por impedirlo

-¡GOOOOOOOOL!- Gritaron al unísono Blake, Puck, Rachel, Tina y Mike. La morena corrió a los brazos del judío y este la tomo por la cintura para levantarla en el aire y comenzar a girar sobre su eje. Ambos reían y gritaban con demasiada energía.

-¡13 a 4! Supera eso López – Dijo Puck después regresar a su amiga a tierra firme y desafiando con la mirada a la latina.

-Eso es trampa, ustedes tienen a Berry y yo tengo de portero a Hudson, que es igual a tener un  coladera en la portería, le entran los balones por todos lados- Santana fulmino con la mirada al chico alto y este desvió la mirada rápidamente y se rasco torpemente la nuca.
-Podríamos descansar un momento, aunque sea cinco minutos, ya ni siquiera ciento las piernas- Dijo Blake a la vez que se tiraba en el pasto como costal y con la respiración demasiado agitada a la vez que limpiaba de su rostro las gotas de sudor.

-¿Que pasa Jenner, ya te cansaste? No aguantas nada, debilucho- Santana y Puck reían al escuchar a Michael provocando a Blake

-¡Cállate Weisman!  Además es normal, llevamos casi 2 horas jugando y tengo hambre- Dijo Blake algo agitado y haciendo pucheros.

-Michael tiene razón Blake,  en tu vida habías corrido por más de cinco minutos, bueno a excepción de aquella vez, cuando te correteo el perro de Puck por quitarle su peluche favorito- Todos soltaron una carcajada al recordar lo que Santana dijo

-Con estos amigos para que quiero enemigos- Blake se levantó pesadamente y camino hacia una de las bancas del parque para sentarse. Todos lo siguieron y se sentaron en el pasto.

-Pero yo quería seguir jugando- Todos posaron su mirada en la pequeña morena que a pesar de estar bañada en sudor seguía con el balón entre sus pies y una enorme sonrisa en sus labios.

-Yo juego contigo, bueno sirve que me enseñas a jugar- Finn miro dulcemente a la morena y esta le sonrió de vuelta.

-Yo también juego- Dijo Puck levantándose rápidamente y corriendo hacia los dos chicos- Por cierto, Rach, tenemos una plática pendiente, no creas que se me olvida- Dijo el chico del mohicano a su amiga cuando la alcanzo, a lo que esta solo asintió con la cabeza y corrió detrás de él.

-Esos tres son los únicos adolescentes que conozco que tienen la energía de un niño de siete años, ¿alguien sabe dónde tienen el botón de apagado?- Dijo Santana a la vez que recargaba su cabeza en el hombro de su novia y todos rieron ante el comentario- Mis piernas van a matarte y creo que mañana ni siquiera voy a poder pararme de la cama.

-Eso los hace especiales Santy, por eso son nuestros amigos, son únicos en su especie- Britt miraba hacia donde se encontraban sus amigos y sonreía al verlos correr y divertirse, a su vez Santana observo dulcemente el perfil de su novia y deposito un beso en su mejilla, para después posar su cabeza sobre hombro nuevamente- Aunque es raro que Quinn no esté aquí, nunca se separa de Rachel siempre que tiene la oportunidad-

Santana, cayó en la cuenta de que  su novia tenía razón, Quinn no estaba con ellos y lo más extraño era que Rachel no había hecho berrinche por eso. Sin duda alguna algo había pasado entre la pareja y tenía que hablar con la rubia urgentemente.

-¿Listo Finn?- La morena se encontraba frente a la portería y se preparaba para tirar.

-Tranquilo bro, recuerda que te tienes que lanzar como cuando vas a recibir un balón de americano en un partido de la escuela- Dijo Puck tratando de darle ánimos a su amigo.

-Puck, te recuerdo que en la escuela soy yo quien pasa el balón, no quien lo recibe-  Dijo Finn un tanto confundido.

-Solo relájate, no es tan difícil- Le dijo Rachel mientras tomaba impulso para patear el balón, cuando se encontró a una distancia considerable, corrió y golpeo el balón con todas sus fuerzas.

Finn observo la trayectoria del balón y no hizo nada por moverse, ya que Rachel lo había golpeado con tanta fuerza que el balón paso por arriba de la portería y no hacía falta que intentaran pararlo.

Y fue entonces cuando lo escucharon, el sonido de un fuerte golpe y un vidrio haciéndose pedacitos cayendo lentamente al suelo, los tres chicos abrieron enormemente los ojos y posaron sus miradas en dirección al ruido.

-Estoy muerta- Dijo lamentándose la morena mientras llevaba sus manos a su rostro, Finn y Puck se pararon detrás de ella pero observando detenidamente el cristal completamente destruido, el problema no era solo el cristal, sino que el lugar al que pertenecía, una tienda de antigüedades que se encontraba frente al parque y cuyo dueño era nada más y nada menos que el señor  Stevenson, un viejito de unos 65 años con el carácter de los mil demonios.

-Rachel no has pensado que te vendría más ser la pateadora oficial del equipo de americano- Se escuchaba un tono inocente en las palabras del chico alto, a lo que Puck lo miro con incredulidad y opto por propinarle un pequeño golpe en la nuca.



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Charlie se encontraba sentada en la sala de su casa frente al televisor mientras era observada detenidamente por su padre, quien ataba en el sillón de una sola plaza con un vaso de jugo en mano.

-¿Y le contaste todo?

-Ni siquiera me dio tiempo, recibí tu llamada y vine lo más rápido posible hacia acá, solo intercambiamos números de teléfono y le prometí que la llamaría esta noche

-¿Cómo crees que lo tome? Por qué piensas contárselo ¿verdad?-  Russel tenía una ceja levantada y una mirada determinante hacia su hija, característico de los Fabray.

-Por supuesto que pienso decirlo, pero tal vez aun no es tiempo, además, se suponía que veníamos a hablar con MI hermana ósea TU hija, no ha darle explicaciones a Rachel

-No me cambies el tema jovencita, sabes que es importante aclarar las cosas con ella y si, por supuesto que hablaremos con tu hermana, ella es la razón de que regresáramos a Ohio- el semblante de Russel cambio, y se le notaba la nostalgia en la mirada.

-¿Averiguaste algo?- Charlie se encontraba de la misma manera que su padre, hablar sobre Quinn era un tema que a ambos le dolía, más a ella, se sentía culpable, “si tan solo no la hubiera besado” pensó la rubia.

Sabían que sería difícil, pero ante todo querían recuperarla, aunque fuera después de diez años, la seguían queriendo y estaban dispuestos a hacer cualquier cosa por tenerla de vuelta y decirle la verdad era parte del plan.

-Solo sé que Judy está de viaje y regresa mañana por la tarde y por todo lo que me contaron, la mayor parte del tiempo Lucy está sola en casa- Russel suspiro pesadamente y se levantó del sofá, sabía que a su hija le dolía todo lo que pasaba, así que prefiero cambiar de tema- Te dejo para que puedas hablar con Rachel tranquilamente, estaré en el estudio por si necesitas algo- Se acercó a su hija y beso su frente cariñosamente antes de retirarse de la sala- No te preocupes, la traeremos de vuelta

Charlie le sonrió de vuelta y subió a su habitación después de ver como su padre desaparecía por una de las puertas de la casa



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Quinn se encontraba ligeramente recostada en el sofá leyendo un libro. Eran las 7:20 y esperaba con ansias aquella visita, aunque sus pensamientos comenzaban a traicionarla, diciéndole que tal vez estaba mal lo que estaba haciendo, que necesitaba hablar con Rachel civilizadamente, pero a la vez su orgullo podía más que ella y por nada del mundo se rebajaría por una chica, nunca lo había hecho y esta vez no sería la excepción.

El tono de llamada de su celular la distrajo de su lectura, se levantó lentamente hasta llegar al mueble de la televisión donde se encontraba el aparto, lo tomo con pesadez y miro la pantalla para reconocer el número y al momento sonrió.

*-¿Qué hiciste ahora Fabray?- Quinn soltó una carcajada al escuchar la voz de su amiga, sin duda alguna Santana jamás cambiaria

*-Dos semanas sin verte Santana, sí, yo también te extraño

*-No me cambies el tema, sabes a lo que me refiero- por el tono utilizado por la latina Quinn supo inmediatamente que se trataba de Rachel

*-Antes de que hagas acusaciones en mi contra quiero saber qué es lo que sabes

*No sé nada, por eso te llame, así que habla

*-Nada, simplemente se acabó, aunque conociendo a Rachel te aseguro que mañana vendrá para hablar conmigo y pedirme que regresemos- Quinn se escuchaba dolida pero a la vez, segura de sus palabras

*-Si fuera tu no estaría tan segura, la vi esta tarde y en ningún momento te menciono a parte se veía muy feliz jugando con Puck y Finn- La latina conocía a su amiga y necesitaba hacerle entender las cosas, aunque fuera por la mala.

Se formó un silencio, durante el cual Quinn dudaba de las palabras de su amiga, siempre que ella y Rachel terminaban discutiendo, esta armaba todo un drama y la latina era la primera en enterarse de lo sucedido ¿Que había pasado ahora, para que las cosas fueran diferentes?

*-Sabes que, voy a para tu casa, estaré ahí en diez minutos- Dijo la latina ante el mutismo de su amiga

*-Lo siento Santana no puedes venir, estoy esperando a alguien- dijo la rubia recordando que hace unas horas había invitado a Kitty a su casa

*-¡Por Dios Q! No llevas ni un mísero día soltera y ya vas a meter tu cabeza entre las piernas de alguien más- La rubia dejo de poner atención a lo que su amiga decía en el momento en el que sonó el timbre de la casa, miro por la ventana y diviso a una rubia de baja estatura esperando en la puerta

*Tengo que colgar, hablamos mañana- Fue todo lo que dijo y colgó la llamada.

Corrió hacia la puerta, puso una sonrisa coqueta y abrió la puerta

-¡Vaya! No te esperaba hasta las ocho- Dijo Quinn coquetamente invitándola a pasar con la mano

De repente el celular volvió a sonar, pero esta vez era un mensaje de Santana
*- Espero que sepas lo que haces- La rubia termino de leer el mensaje e inmediatamente apago el celular quería dejar de pensar por un momento y volvió su atención hacia Kitty.

-Cuando recibí tu mensaje supuse que estabas algo necesitada, así que decidí no hacerte esperar mucho- Kitty se acercó peligrosamente a la rubia y la sujeto del cuello atrayéndola hacia ella.

-Pues te agradezco por eso- Quinn poso sus manos en la cintura de Kitty haciendo que sus cuerpos estuvieran aún más cerca uno del otro- y ya no quiero seguir esperando- dicho esto la rubia se lanzó salvajemente a los labios de Kitty la cual no opuso resistencia ante el apasionado beso que le estaba dando la Quinn.

Ambas comenzaron a acariciarse y a desprenderse de la ropa desesperadamente mientras caminaban torpemente hacia el sillón de la sala, sin percatarse de que  Quinn había dejado la puerta ligeramente abierta.


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Puck conducía tranquilamente por las calles de lima mientras escuchaba atentamente lo que su amiga le contaba. Ambos judíos se conocían desde el jardín de niños, habían pasado tantas cosas juntos que se conocían mutuamente como a ellos mismos, y sabían que siempre, a pesar del tiempo y las diferencias, iban a estar juntos.

Su amistad había comenzado el día en que Rachel entro al Kinder  y Finn se reía de su nariz, por lo que la pequeña morena se molestó y comenzó a llorar. El pequeño Noah se sintió mal al verla tan frágil y con lágrimas en los ojos y decidió sentarse a su lado y guardo silencio hasta que la morena dejo de llorar y lo miro a los ojos, en eso momento algo dentro de él se movió, no supo cómo ni porque, pero de un momento a otro se encontraba abrazando a Rachel y le susurró al oído

-“Tu nariz es linda, no es como las demás y creo que eso te hace diferente y especial incluso se pone mucho más roja ahora que estas llorando. No le hagas caso a Finn, para su edad es tan alto que la sangre no le llega bien al cerebro y por eso no sabe lo que dice”- Rachel lo miro con curiosidad y una sonrisa se formó en su rostro

-“¿Tu no crees que ser diferente este mal?- Pregunto la pequeña aun con un tono triste en sus palabras

-“Yo pienso que ser diferente es genial, no sé, me aburriría siendo igual a todos los demás o al menos siendo igual a Finn, aunque en el fondo es buena persona- ambos niños soltaron una pequeña carcajada por el comentario y fue en ese preciso instante en el que Noah se prometió que pasara lo que pasara, y costara lo que le costara, siempre haría cualquier cosa por ver sonreír a Rachel, sin saber que esa promesa seguiría presente aun después de tanto años.

-¿No crees que te precipitaste un poco Rach?- La morena giro su cabeza y miro con curiosidad a su amigo- Digo, todos conocemos a Quinn y en ocasiones suele ser un poco torpe al momento de decir las cosas- Puck sabía que defender a la rubia le ocasionaría problemas  con su amiga, pero todo lo hacía por su bien y por no verla triste.

-Noah, me dijo “experimento”- Dijo un poco molesta la morena

-Ya me lo dijiste como cien veces, pero, yo solo digo, porque no le das una oportunidad de que te explique bien las cosas, y dale un poco más de tiempo, el hecho de que tu hayas descubierto tu sexualidad a los siete años no quiere decir que para ella será igual de fácil- El moreno trato de bromear un poco pero Rachel sabía que tenía un poco de razón en lo que decía- Y quieres que te recuerde como paso eso- el moreno comenzó a reír por lo bajo y Rachel golpeo su hombro uniéndose a la risa de su mejor amigo

Y de repente lo recordó y su cuerpo se tensó por completo, su pequeño encuentro con Charlie esa tarde, aunque aún dudaba que fuera verdad, tal vez fue una mala broma que su mente le jugo.

-¿Crees que algún día regrese?-Pregunto la morena con la mirada perdida

-¿Charlie?- la morena asintió- Rach creí que ya habíamos hablado de eso, desde ese día nadie supo nada de ella y ¿aun piensas que después de diez años regresara?, ni siquiera sabemos por qué se fue

-Cabe la posibilidad ¿no crees?- dijo Rachel con un puchero en su cara, el cual despareció cuando se percató de que Puck comenzaba a  estacionar la camioneta

-Sácate esa loca idea de la cabeza ¿vale?- La morena asintió un tanto confundía y observando el lugar en el que estaban-  Y ahora mueve tus sexys piernas y baja de mi camioneta- dijo mientras empujaba a Rachel fuera de la camioneta

-Noah ¿Qué haces? ¿Creí que me llevarías a casa como prometiste?- Dijo Rachel un tanto confundida y molesta por la manera en la que había sido bajada de la camioneta

-Y lo hare, pero tú- Dijo apuntándola con el dedo- Primero tienes que recuperar a tu mujer, entra ahí, habla con ella y luego te llevo a donde quieras- termino de decir con una sonrisa “inocente” en los labios

-¿Estás loco? ¿Qué pasa si Judy ya está en casa?- dijo la morena un tanto nerviosa

-No me interesa, y ya te dije que no nos iremos de aquí hasta que ustedes dos hablen como dos personas normales y arreglen sus problemas- Puck hablo con demasiada convicción en sus palabras y Rachel solo suspiro pesadamente, sabía que tratar de hacer que su amigo cambiara de opinión era imposible

Camino lentamente hasta la puerta maldiciendo por lo bajo y prometiéndose que Noah pagaría por lo que acaba de hacer. Llego hasta el portal y antes de tocar el timbre pudo notar que la puerta se encontraba ligeramente abierta, giro la mirada y vio a su amigo que fumaba un cigarrillo recargado en la puerta de la camioneta a la vez que le hacía señas para que entrara a la casa


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Quinn besaba a Kitty apasionadamente a la vez que con su mano izquierda  masajeaba el seno de la pequeña rubia, ambas se encontraban en ropa interior y se encontraban recostadas una sobre la otra en el sofá de la rubia. La ropa de ambas se encontraba regada por todos lados y sus respiraciones comenzaban a sonar agitadas.

Rachel entro tranquilamente en la casa de la rubia y escucho ruidos provenientes de la sala, así que se dirigió hacia ella, cuando llego frente al sillón sus ojos se abrieron por completo y la vez que sentía como el aire comenzaba a parecer pesado frente a ella, no quería creer lo que veía, sus ojos se tornaron vidriosos

-¿Quinn?- Alcanzo a pronunciar con la voz un tanto quebrada

La rubia se separó rápidamente de Kitty y giro su rostro para quedar frente a la mirada desolada de Rachel, quien estaba parada frente a ellas sin emitir sonido alguno

-Rachel, yo…no es lo que parece, es solo que- Quinn trataba de articular una oración completa, pero parecía que su cerebro no quería ayudarla esta vez, se acercó lentamente a la morena y trato de tomarla por el brazo- Déjame explicarte- pido suplicante la rubia

De un momento la rubia sintió como su rostro giraba rápidamente hacia su derecha e inmediatamente un dolor y ardor invadieron su mejilla, se llevó una mano hacia su rostro y miro nuevamente a la morena, pero esta vez sus ojos comenzaban a tornarse vidriosos, no le dolía el golpe, lo que dolía era el hecho de que había sido Rachel quien la había golpeado de esa manera, con tanta ira y dolor, todo causado por ella.

-Tenías razón, solo era un experimento más-  dijo con ira la morena a la vez que dio media vuelta para salir de casa de la rubia.

Quinn busco rápidamente su blusa tirada en el suelo y salió corriendo detrás de la morena, dejando a una Kitty confundida por lo ocurrido. La alcanzo en la puerta y la tomo por el brazo haciéndola girar para que la morena quedara frente a ella.

Puck vio como Quinn tiraba del brazo de Rachel y se dio cuenta que las cosas no estaban bien así que corrió rápidamente  hasta llegar a lado de la morena.

-Tenemos que hablar, Rachel ¡por favor déjame explicarte!- La voz de Quinn sonaba suplicante

-¡Suéltame!- Rachel se zafo del agarre de la rubia y la miro con odio y dolor a los ojos- Esto se acabó, no quiero saber nada de ti en mi vida- dijo casi llorando y se dio media vuelta para encontrarse con Noah

-Rache ¿Qué pasa?

-Llévame a casa por favor- Y ahí estaba otra vez, ese llanto, ese tono de voz  pero sobre todo, ese dolor en la mirada de su amiga, como en aquel día.

Puck miro confundido a Quinn parada sobre la puerta tratando de encontrar alguna explicación a lo que estaba pasando, hasta que la encontró, pudo notar como Kitty, en ropa interior, se acercaba a la puerta, cosa que hizo que le lanzara una mirada de odio a esta, comenzó a caminar hacia ellas pero Rachel lo tomo de la chaqueta, deteniendo su camino

-Noah, necesito ir a casa por favor- el moreno miro a su amiga y rodeo sus hombros con su brazo derecho, llevándola hacia la camioneta.

Ayudo a Rachel a subir a la camioneta y cerró la puerta, camino hacia el lado del conductor y antes de abrir la puerta echo una última mirada hacia Quinn, quien se encontraba inmóvil en la puerta y con lágrimas en los ojos  y se percató de la mirada de odio que el moreno le dirigía.

-¡ME PROMETISTE QUE NO LA LASTIMARIAS!- Grito Puck, con odio y decepción en la voz, después pateo con rabia la llanta de la camioneta antes de subir y arrancar en dirección a casa de la morena.

Quinn observo alejarse la camioneta y entro en la casa tirándose en el sofá, soltó un grito desgarrador y cubrió su rostro con el cojín, Kitty llego a su lado, comenzó a vestirse lentamente mientras escuchaba como Quinn seguía llorando. Cuando termino, se sentó en el suelo y recargo su espalda en el sillón mientras miraba al frente

-Quinn- Hablo delicadamente, como si de una niña pequeña se tratase- ¿Quieres hablar?- Pregunto dulcemente

Quinn trato de tranquilizarse y controlar su respiración, pero seguía abrazada a ese cojín que escondía su rostro, tomo aire varias veces, pero las lágrimas no dejaban de salir.

-Discúlpame Kitty, pero quiero estar sola- dijo casi en un susurro y Kitty suspiro a la vez que se levantaba del suelo y se dirigía hacia la puerta.

-No te preocupes, yo entiendo. Cuídate Quinn, nos vemos luego- Dicho esto salió de la casa, asegurándose de cerrar correctamente esta vez.

Quinn escucho el sonido de la puerta cerrándose y lanzo lejos de ella el cojín, y su mirada se encontraba perdida en el techo gris de esa casa, su casa, donde como siempre y al igual que ahora siempre estaba sola, lo único que le daba vida al lugar era que Rachel y ella se encontraran sentadas en ese mismo sofá, platicando, viendo una película abrazadas, riendo por los chiste de la rubia, o simplemente durmiendo relajadamente. Cerro los ojos fuertemente y se dio cuenta que todo eso se había ido, que ya volverían a compartir esos simples momentos juntas, y todo por su culpa, por su maldito orgullo y sus ganas de tirarse a alguien por despecho.

-Se acabó- Dijo en un susurro antes de romper en llanto nuevamente.

Hola de nuevo, les dejo el tercero y el sábado por la noche subiré el cuatro, cualquier duda, aclaración, reclamación u opinión sobre la historia es bienvenida



-----Capitulo 3: Conversaciones y llamadas inesperadas---



Dicen que la vida nos pone pruebas constantemente y nuestro destino se va formando en cuestión de cómo las superemos, pero Rachel no se sentía con fuerza como para salir y superar esa prueba de la vida. Millones de pensamientos albergaban en su cabeza y tenía sentimientos encontrados. Se sentía traicionada y decepcionada, en menos de un segundo su vida amorosa había dado un giro de ciento ochenta grados, en menos de un minuto había pasado a ser otra más de la enorme lista de conquistas de Quinn Fabray. Estaba enojada con la vida, con Quinn, con Kitty, pero sobre todo estaba enojada con ella misma, por permitirse confiar en la rubia, por quererla como la quería, por dejarla entrar en su vida y en su corazón de esa manera, y ahora dolía, los recuerdos, los besos, las sonrisas compartidas, cada segundo vivido a lado de la rubia.

En toda la noche no durmió, después de llorar desconsoladamente, cada vez que cerraba los ojos, aquellas imágenes se repetían una y otra vez ante ella, como si de un disco rayado se tratara: su ahora ex novia, en los brazos de otra mujer, degustando los besos de una persona que no era ella, acariciándola apasionadamente casi desnuda sobre aquel sofá que era testigo de muchos momentos compartidos con la rubia.

Unos pequeños golpes en la puerta la sacaron de sus pensamientos, abrió los ojos y abrazo la almohada que tenía a un lado a la vez que se colocaba bocarriba sobre la cama.

-Adelante- Dijo desganada la morena.

Una chica con una gran cabellera negra y hermosos ojos color chocolate abrió con delicadeza la puerta y se adentró en la habitación de su hermana, camino hasta la cama y se sentó en la orilla de está observando don ternura a Rachel.

-Acabo de hablar con papá y mamá- dijo mientras tomaba la mano de la diva en señal de apoyo- dijeron que su vuelo sale en 20 minutos, así que yo calculo que estarán llegando a Ohio en dos horas aproximadamente- la chica sonrío traviesamente y se recostó a lado de su hermana.

- ¿A dónde quieres llegar diciendo eso?- Rachel miro con curiosidad a su hermana y le dio una sonrisa de vuelta.

-Lo primero era hacerte sonreír- ambas chicas rieron por lo dicho- después- dijo contando con los dedos- que te levantes de la cama y tomes una ducha- la morena miro curiosa a su hermana- ¿Ya notaste que apestas a sudor y no te has bañado desde ayer a pesar de haber jugado dos horas soccer?- dijo con cara de asco y alejándose un poco de su hermana.

Rachel tomo la almohada y la lanzo con todas sus fuerzas en dirección a su hermana.

-Deja mi mugre en paz, es solo una vez al año, no te quejes- la pequeña trato de sonar enfadada pero fallo- alguna otra petición u orden que me quiera dar, señorita “no encontraras un solo germen en mi cuerpo”.

La almohada que había sido lanzada segundos antes volvió a volar por los aires, solo que esta vez término en la cara de Rachel.

-Si hay otra cosa- la morena miro a su hermana en señal de que continuara- cuando termines de bañarte- Nellie hizo una pausa y dudo si preguntar o no- Confías en mi ¿cierto?.

Rachel suspiro y se acarició el tabique delicadamente, mientras cerraba los ojos, sabia a donde quería llegar su hermana con aquella pregunta.

- N –dijo Rachel y clavo su mirada en la de su hermana- Eres la persona en la que más confió antes de Noah y Gabe- la morena suspiro nuevamente, al parecer se volvería una costumbre a partir de ese día, sonrío cálidamente hacia su hermana y le acaricio la mejilla- te prometo que después de ducharme te contare todo lo que paso anoche ¿Vale?

La chica asintió con la cabeza y una enorme sonrisa en el rostro, se puso de pie y le deposito un tierno beso en la frente a su hermana, continuo con su caminar y salió de la habitación de la misma manera en la que había entrado e inmediatamente el corpulento cuerpo de Gabe Berry se hizo presente en el marco de la puerta.

-Tienes veinte minutos para cambiarte y ponerte guapa por que iremos a comer helado- dijo señalando a la morena y esta sonrió ante el comentario, pero su sonrisa desapareció en el instante cuando noto el semblante serio de su hermano- a demás yo también quiero saber a quién le tengo que partir la cara por haberte echo llorar de esa manera- dicho estos comenzó su caminar a la sala.

Rachel estaba sorprendida y miraba de forma extraña la puerta, luego una enorme sonrisa se formó en sus labios mientras negaba con la cabeza. Podrían ser de edades y pensamientos diferentes, con diferentes gustos para la ropa, la música o la moda, inclusive estaba el hecho de que ambos chicos eran adoptados y en las edades no coincidían aunque se llevaran un año de diferencia respectivamente, pero de algo estaba segura y eso jamás cambiaria: pasara lo que pasara y necesitara lo que necesitara, siempre tendría a ese par junto a ella para apoyarla.

Agito levente su cabeza y se acercó al closet, escogió la ropa que usaría en el día y luego tomo una toalla para dirigirse al baño.



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-Estas consiente de que todo es tu culpa ¿cierto?- Santana estaba parada delante de su amiga con los brazos y mirando acusadoramente a Quinn, quien estaba recostada en el sofá y su cabeza la tenía recargada en las piernas de Brittany y con los ojos hinchados gracias al llanto de la noche anterior.

- ¡Santy! - la regaño la rubia de ojos azules – Estamos aquí para ayudar a Q, no para hacerla sentir peor – dijo a la vez que acariciaba el hombro de su amiga cariñosamente.

- Lo siento Britt- Britt pero es la verdad, si no hubiera sido por su maldito orgullo y su desesperación por bajarse la calentura, el enano estaría con ella en estos momentos y no nosotras – la latina estaba un poco alterada por lo sucedido y enojada con su amiga por lo que decidió sentar en el sofá de una plaza.

- Santana tiene razón B – La morena sonrió triunfante y su novia solo rodo los ojos. Quinn se levantó lentamente hasta terminar sentada para poder hablar con sus amigas – yo provoque todo esto - y suspiro – solo quería pasarla bien un rato.

- Exacto- Brittany fulmino con la mirada a su novia y esta simplemente levanto los hombros inocentemente - Q, sabes que te quiero y eres mi mejor amiga, pero en ocasiones sueles ser algo idiota con las cosas que haces.

- ¡Santana!

- ¿Qué? Solo quiero que se dé cuenta de las cosas – dijo despreocupada la latina y la de ojos azules suspiro resignadamente negando con la cabeza.

-Bonita manera de hacerla entender.

- Yo también te quiero San – dijo irónicamente Quinn y después con demasiada inocencia en su voz pregunto- ¿Creen que me perdone si hablo con ella en estos momentos?

La latina estaba que no se lo creía, pareciera que sus ojos saldrían de sus orbitas y en cualquier momento trataría de asesinar a Quinn, aunque solo fuera con la mirada.

-Estas de broma ¿Verdad?- pregunto incrédula la latina y la atención de ambas rubias se fijó en ella al instante en que se puso de pie- Rachel no quiere ni verte en estos momentos, la lastimas, le rompiste el corazón, le llamaste experimento y unas horas después te encontró en la sala de tu casa tirándote a la primer persona que te paso por delante, prácticamente la trataste como un juguete del cual te deshiciste cuando te aburriste y ¿piensas que con solo “hablar” solucionaras las cosas y ella te perdonara?- Santana miraba con incredulidad y coraje a su amiga. Respiro profundamente y volvió a sentarse para continuar con su discurso un poco más relajada – Lo siento Q, pero conociendo a Berry como la conozco, tendrás que hacer mucho más que eso para que te perdone.

Ambas rubias miraban sorprendidas, nunca la habían visto tan alterada, a menos que se tratara de Brittany o algún problema con sus padres, eso era demasiado extraño sobre todo si le agregamos el hecho de que está defendiendo y hablando de Rachel Berry como si la conociera de toda la vida.

-Si no fuera porque sé que me amas y me lo has demostrado, juraría que sientes algo por Rach- dijo dulcemente y la latina soltó una pequeña carcajada.

- Sabes que te amo y eres el amor de mi vida – decía dulcemente a su novia y Quinn solo rodo los ojos ante lo que escuchaba- pero Rach se ha vuelto una gran amiga para mí y me da coraje que la lastimen- después de eso depósito un tierno beso en los labios de su chica.

Quinn observo la escena un poco incomoda y prefiero mirar asía otro lado, pero algo en su cabeza hizo clic y giro su rostro nuevamente, dedicándole una mirada asesina a Santana

-¿Desde cuando eres tan amiga de mi novia?- Santana miro a su amiga con algo de confusión en su rostro y pudo notar esa mirada asesina acompañada de la característica ceja levantada

-Te recuerdo que desde ayer dejo de ser tu novia- no le dio tanta importancia a la pregunta e incluso le sonrió cínicamente

-Contesta mi pregunta López- le ordeno la rubia a su amiga- ¿En qué momento te volviste tan amiga de Rachel?

-¿Estoy detectando un poco de celos Fabray?- la latina miraba divertida a su amiga, era demasiado infantil la actitud que estaba tomando- ¡Porque no mejor llamas a una chica de tu larga lista de conquistas para pasar un buen rato y dejas a Rache en paz!

-Chicas por favor no peleen- pidió una Brittany suplicante a la vez que cerraba los ojos fuertemente y se tapaba los oídos con sus manos para no escuchar la discusión entre su novia y su amiga.

-¡Contesta la maldita pregunta Santana!- al parecer ninguna hizo caso de lo que Brittany decía- ¿Por qué de repente te importa demasiado lo que pase o no con Rachel?- le gritaba al tiempo que se acercaba peligrosamente a la latina.

- ¡Por tu culpa!- la rubia detuvo su andar y miro confundida a su amiga que se notaba enojada pero no tanto como para perder esa actitud tan relajada.
-¿Mi culpa?

-¡Sí! Tú culpa, es que acaso ¿ya no lo recuerdas?- la rubia seguía sin entender a lo que se refería su amiga- hace cuatro meses TU me pediste que me acercara a Berry, que me hiciera su amiga y te ayudara para que fuera tu novia, al principio no me fue nada fácil soportar al hobit, pero conforme pasaban los días y la iba conociendo, me di cuenta de que es una gran persona y sobre todo una buena amiga, incluso me parece una persona interesante y divertida- se podía notar el tono de nostalgia con el que hablaba Santana y suspiro- por eso no quiero que le hagan daño- termino de decir casi en un susurro .

La rubia escuchaba y miraba atentamente a su mejor amiga, todo era cierto y ella lo sabía. Ahora lo recordaba, hacía ya casi cinco meses que ella misma prácticamente obligo a su mejor amiga a acercarse a Rachel, después de todo, estaban juntas en la mayoría de las clases y no sería tan difícil. Y como dijo Santana, al principio no fue fácil, en ocasiones la latina creía que n aguantaría más y terminaría encerrando a la morena en el cuarto del conserje para que dejara de hablar, pero con el paso del tiempo comenzó a gustarle compartir tiempo con la pequeña diva, podía ser insoportable pero una vez entradas en confianza la latina podía ser ella misma a su lado, se escuchaban mutuamente, con la morena siempre había infinidad de temas de qué hablar y eso era lo que Santana admiraba de la pequeña aunque, le seguía molestando su manera tan acelerada de hablar, si necesitaba algún consejo ahí estaba Rachel. Fue ella quien la aconsejo con respecto a su relación con Brittany, fueron ellas dos quienes tuvieron la idea de formar el equipo de soccer en la escuela, y lo más importante, fue la morena quien vio llorar a la latina y la consoló cuando tuvo problemas con sus padres al confesarle su orientación sexual y su relación con Brittany.

Si de algo estaba segura Santana López, a sus 17 años, era que, primero: Brittany era el amor de su vida, segundo: jamás debes tomar café con sal después de una borrachera por más que tus amigos insistan y por último, pero no por eso menos importante, la amistad que tenía con Rachel Berry era verdadera, aunque hubiera comenzado solo unos cuantos meses atrás.

-Tú me vas ayudar- la voz de Quinn hizo que la latina saliera de sus pensamiento y la mirara confundida.

-Me das miedo cuando me miras de esa forma- dijo algo asustada- y para que no haya dudas, te voy ayudar a ¿hacer qué?

-Recuperar a Rachel- la voz de la rubia se escuchaba decidida.

-No

-San por favor, además no te pregunte, te dije que me vas ayudar- y se dirigió hacia la cocina.

-Dije que NO, Quinn- La latina se escuchaba segura de sus palabras y la rubia regreso a la sala.
-Santana- la llamo la rubia en tono de súplica- estoy hablando en serio

-Yo también hablo en serio y ya dije que no

-San, la amo, no sé qué hacer sin ella, tienes que ayudarme, por favor

-Quinnie- esta vez fue Brittany quien hablo y logro captar la atención de las dos chicas- tu no la amas- y Quinn se quedó quieta escuchando a su amiga- no se destruyen a las personas que amamos, sino todo lo contrario, tratamos de buscar su felicidad y dejamos de pensar por un momento en nosotros mismos para velar por el bienestar de esa otra persona. Si la amaras como dices lo hubieras pensado dos veces antes de acostarte con Kitty- las palabras de la rubia eran como un balde de agua fría cayendo sobre Quinn- ¿Cómo sabes que no es un capricho más de Quinn “rompecorazones” Fabray?- Y eso dolió, no saben cuánto, que tu dos mejores amigas duden de tus sentimientos duele, mas sabiendo que te están llamando “perra” de una manera muy sutil.

-Esta vez es diferente- dijo Quinn con la cabeza agachada- ¿Cuándo me habían visto llorar por alguien que no fuera mi padre o mi hermana?

- Con eso no basta Q- Santana hablaba tranquilamente- aparte de que Britt tiene razón ¿recuerdas lo que hiciste cuando Rach te dijo que te amaba?- y la rubia hundió aún más la cabeza entre sus piernas- saliste corriendo de su casa con la tonta excusa de que Judy te esperaba a cenar- la latina comenzaba a molestarse otra vez

Lo recordaba, como si hubiese sido ayer, y ahora se arrepentía, comenzaba a odiarse a sí misma por comenzar a valorar a la morena demasiado tarde, pero es que en ese momento estaba asustada, tenía miedo, nunca había sentido algo por alguien. Sabía que quería a Rachel, de eso no cabía duda, pero de ahí a llamarlo amor, era como tirarse de un avión sin paracaídas y por supuesto que le aterraba el no saber cómo aterrizaría después de eso. Se llevó las manos a la cabeza y alboroto un poco su rubia cabellera.

-Tal vez fueron demasiado rápido Q- le dijo Brittany a la vez que la abrazaba tiernamente en señal de apoyo.

-Quiero recuperarla pero esta vez quiero hacer las cosas bien, sin prisas- estaba convencida de eso, pero por la mirada que le regalo la latina, supo que esta no le creía del todo- hablo en serio San y para demostrártelo hare algo que tuve que haber hecho hace dos años

-¿Y eso es?- dijo la latina confundida

-Le diré la verdad a Judy- ambas chicas se miraron aterradas

-¿Estas segura de lo que vas hacer Quinn?-
-Más que nunca- la rubia levanto su cabeza y observo a la latina- Entonces… ¿vas ayudarme?

Santana analizaba a Quinn con la miraba, buscando algún rastro de duda en sus palabras, pero por más que se esforzara debía admitir que se veía demasiado segura de sí misma, como pocas veces en su vida la había visto.

-Está bien, si tu madre no te mata después de decirle la verdad, te ayudare con el nomo- ambas rubias rieron por el comentario, Quinn se acercó a su amiga para abrazarla pero esta la detuvo- pero primero debes prometerme algo- esta vez el tono de Santana era demasiado serio y autoritario

-Cualquier cosa que me pidas

-Prométeme que no volverás a lastimarla- Santana miraba desafiante a la rubia

Y ahí estaban otra vez esas palabras, esa maldita promesa. Dentro de su cabeza fue como si Puck siguiera afuera de su casa gritándole esas mismas palabras, aquellas que la desarmaron por completa una noche atrás, volvían a sus oídos para recordarle que jugar con fuego es peligroso y a veces las heridas que derivan de esto dejan cicatrices de por vida.

¿Cómo hacer una promesa que rompiste una noche atrás pero con diferente persona? ¿Cómo saber que esta vez no fallaras? Quinn no sabía que contestar, si lo prometía y traicionaba a Rachel otra vez, no solo Santana la mataría, la morena terminaría odiándola por completo, pero estaba decidida en recuperarla, cambiaria, costara lo que costara, les demostraría que esta vez iba a ser diferente. Esa fue la razón por la que tomo la siguiente decisión.

-No te lo prometo- dijo la rubia con toda la serenidad del mundo

-¿Que dijiste?- La pareja miraba extrañada a la rubia

-Que no te lo prometo- repitió tranquilamente y suspiro- si quiero hacer las cosas bien, entonces no te lo prometo.

-¿De qué carajo estás hablando?- Santana tenía el ceño fruncido.

-Sí, la promesa no te la voy hacer a ti- ambas chicas seguían sin entender de que hablaba la rubia- es una promesa que me hago a mí misma- guardo silencio un momento y después añadió- eso lo hace más real.



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-¡Yo la mato!- Dijo Gabe enojado a la vez que se levantaba de la mesa de aquella heladería

-¡GABE!- gritaron sus hermanas a la vez que lo tomaban por los brazos para volver a sentarlo.

-No es para tanto- Dijo Rachel tratando de calmar a su hermano.

-¿No es para tanto?- su hermano la miraba un tanto incrédulo- te engaño y te llamo experimento- dijo algo exaltado el chico.

-Técnicamente y analizando las cosas, no me engaño- dijo Rachel con el ceño fruncido, su hermano seguía mirándola y parecía que a quien mataría en esos momentos seria a ella- Ya te dije que la mañana discutimos y dimos por terminada la relación, así que no cuenta como engaño- dijo relajada pero un poco triste por lo sucedido.

-Pero te debía mínimo un poco de respeto- Gabe seguía un poco molesto- te trato como un juguete y luego sin más te desecho y eso, no se le hace a un Berry.

-Y las dramáticas somos nosotras- volvieron hablar al unísono las chicas y el castaño las miro aterrado

-Me dan miedo cuando hablan así- Su miraba cambiaba en dirección a ambas chicas.

Los tres se quedaron en silencio por unos segundos y después soltaron una carcajada. Eran tan diferentes y al mismo tiempo tan iguales, tal vez eso era lo que los hacia especiales y lo que los mantenía tan unidos.

-El punto es que ahora Quinn Fabray es cosa del pasado- pero sonó como si se tratara de convencer a ella misma de eso mientras sus hermanos la escuchaban atentamente- No les niego que me duele y me costara demasiado superarlo, pero ahora me enfocare en lo que realmente importa, como sacar adelante mi equipo de soccer y por su puesto mis estudios y el club glee.

-¡Bien dicho! De ahora en adelante queda prohibido acercarse, hablar e incluso mirar a Quinn Fabray- Gabe hablo demasiado serio y sus hermanas lo miraban con la boca abierta.

-A veces eres taaan Hiram

-Dejen de hacer eso, en serio da miedo- y los tres volvieron a reír.

-Hablando del equipo y de nuestros padres- hablo Nellie cuando logro controlar la risa- ¿ya sabes cómo les vas a decir?- la pregunta era para Rachel

El semblante de los tres hermanos se tornó más serio y las risas quedaron de lado.

-Por papá no me preocupo, hemos hablado de eso y me apoya completamente- Rachel guardo silencio y miro las caras de sus hermanos

-El problema es mamá- los tres hablaron a la vez, solo que ahora nadie río por lo ocurrido.

Y es que Shelby Corcoran consideraba que los deportes hacia a los adolescentes torpes, brutos y seres sin capacidad de pensar, o eso fue lo que dijo cuándo Gabe entro al equipo de americano del instituto. Quería que sus hijos fueran gente bien, con modales, bien portados, grandes artistas, intelectuales, músicos, escritores o cualquier otra cosa relacionada con las artes. Razón por la cual, desde pequeños los apunto en clases de canto, piano, guitarra, actuación y ballet. Y o que su esposo siempre le decía era que ella lo que en realidad quería es que fueran una pequeña copia de ella.

Los chicos se quejaban, amaban la música y los tres eran condenadamente buenos para eso, pero a veces necesitaban un respiro, querían vivir como cualquier adolescente normal, salir a fiestas, al cine, a la playa, o solo a dar una vuelta con sus amigos, pero para ella todo eso era un pérdida de tiempo que los distraía de sus obligaciones.

-No quiero ni imaginar cómo se pondrá cuando se entere de que rompí el cristal del señor Stevenson- Rachel recargo su frente en la mesa .

-Hermana- hablo Nellie zangoloteando un poco el hombro de su hermana para que esta se levantara y la morena levanto la cabeza para mirarla- me gustaría retrasar la hora de tu ejecución pero es tarde y tenemos que ir a recogerlos a la estación.

Rachel tomo aire lentamente, se levantó de la mesa y siguió a sus hermanos para pagar la cuenta. Salieron de la heladería y se dirigieron al carro de su hermano.



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-Podrías simplemente marcar y ya, comienzas a desesperarme

-Muestra un poco más de respeto, soy tu padre- Russel estaba parado frente al teléfono – y ahora que lo recuerdo tu prometiste llamar a alguien ayer por la noche y no lo hiciste

Charlie se recordó que le había prometido a Rachel que la llamaría, se levantó rápidamente del sillón y se dirigió hacia las escaleras.

-Yo llamare desde mi habitación- comenzó a subir y luego se giró hacia su padre nuevamente- deja de ser tan cobarde y marca de una buena vez- y corrió asía su habitación a la vez que reía.

-¡Charlotte Fabray! – Grito Russel al ver como su hija desaparecía por las escaleras- Estos jóvenes de ahora, ya no los hacen como antes- y negó con la cabeza.

-¡Te escuche!- escucho gritar a Charlie desde su habitación y solo comenzó a reír antes de tomar el teléfono.

-Bueno, aquí voy – dijo mirando el aparato en su mano- no es para tanto, solo es tu ex esposa, la misma que te corrió de tu casa hace diez años- el hombre hablaba consigo mismo.

Marco el número, un tono, dos tonos, tres, Russel estaba nervioso, iba a colgar pero escucho como tomaban la llamada desde el otro lado de la línea.

*- Diga- conocía esa voz y después de diez años era demasiado extraño volver a escucharla

*-¿Judy?



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- Vamos Charlie, tu puedes, solo es una llamada a Rachel- la rubia caminaba de un lado a otro de la habitación con celular en mano y el número de la morena en la pantalla- es patético saber que me veo igual que papá en estos momentos- golpeo el celular contra su frente y respiro lentamente- y más patético aun, que después de diez años me siga poniendo nerviosa- miro por última vez el teléfono, tomo aire y presiono “llamar”

Paso el primer tono y la morena atendió la llamada.

*-¿Hola?- Rachel iba en el asiento del copiloto, Gabe conducía y Nellie estaba en la parte de atrás pero sus codos reposaban en los respaldos de los asientos delanteros, como si de una niña de nueve años se tratara.

*- ¡RACHEL!- grito Charlie y al instante se maldijo a si misma por no ser capaz de controlar sus nervios.

*-Sí, soy yo- dijo no muy segura la morena y su hermano la miro curioso para después regresar su mirada a la carretera- ¿Quién habla?

*-Hola, soy Charlie- dijo un poco decepcionada al notar que la morena no la había reconocido.

*- ¿¡Charlie!?-

El auto se detuvo en seco provocando que Nellie fuera lanzada bruscamente asía atrás y que Gabe mirara a su hermana entre confundido, espantado y feliz.
-¡Manejas como animal!- le grito Nellie cuando logro sentarse correctamente otra vez

-Por favor dime que no es quien creo que es- el castaño se encontraba algo agitado debido al impacto.

Rachel tapo la bocina del teléfono con su mano y le hablo en voz baja a su hermano.

-Conduce o llegaremos tarde- Gabe la señalo con el dedo- prometo contarte todo cuando regresemos a casa.

-¿Quién es Charlie?- pregunto un tanto confundida la menor de los Berry momento en que su hermano arrancaba de nuevo el auto.

*-Hola Charlie, ¿qué se te ofrece?- Rachel estaba un poco nerviosa, no porque estuviera hablando con la rubia, el motivo era que su hermano le lanzaba miradas asesinas cada vez que tenía la oportunidad.

*-Hola Rach, solo llamaba para saber si te puedo ver esta noche para que platiquemos- la rubia estaba nerviosa y seguía caminando por toda la habitación.

Rachel había puesto el altavoz ante la insistencia de su hermano y Nellie los miraba confundida preguntando quien era Charlie. Los hermanos mayores se miraron a los ojos y eso basto para que la morena supiera que debía decir que no ante la propuesta de la rubia.

*-Charlie me encantaría verte para que hablemos- Rachel tenía la mirada fija en el celular y podía sentir la mirada asesina que su hermano le dedicaba. Al chico no le molestaba que su hermana hablara con la rubia, menos que hicieran planes para verse, el problema era que Rachel no le había contado absolutamente nada acerca del regreso de Charlie y no le permitiría verla hasta que el estuviera enterado de todo - es solo que hoy tengo demasiadas cosas que hacer y se me complica un poco - el semblante de Gabe se relajó y Rachel sonrió triunfante- pero que te parece si nos vemos mañana después del mediodía.

Charlie se encontraba recostado en la cama.

*-Esta bien - contesto un poco triste - te veo mañana en el parque donde te volví a ver- termino de decir y soltó un suspiro.

*-Prefecto, te veré mañana- la morena tenía una tonta sonrisa en la cara.

*-Hasta mañana entonces, cuídate- Charlie finalizo la llamada y salió corriendo de la habitación para bajar las escaleras y llegar a la sala con su padre que por la cara que tenía, no le había ido tan bien como a ella.
-¿Que paso?

-Dijo que pondría otra orden de restricción si me acerco a Lucy.



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-¿Pensabas decirme algo en algún momento de tu vida?- Gabe se estaba recargado en la puerta del conductor, tenía los brazos y miraba a su hermana con dolor.

- Te iba a contar, pero con todo lo que paso anoche lo olvide por completo- la morena trataba de justificarse

-Tan difícil era decir “Gabe ¿recuerdas a tu mejor amiga de la infancia? Pues que crees, regreso a Ohio”- dijo dramáticamente el chico.

-Gabe, incluso para ti, eso se escuchó demasiado tonto- Nellie solo recibió una mirada asesina por parte de su hermano- a todo esto, me podrían decir ¿Quién carajos es Charlie?

-El primer amor de Rachel- dijo molesto el chico

-El amor platónico de Gabe- la morena lo quería asesinar con la mirada y Nellie veía la pelea como si de un partido de tenis se tratara.

-La salida del closet de Rachel- Gabe comenzaba a divertirse con esa pequeña discusión, la morena lo golpeo y comenzó a reír.

-Algo de lo que están diciendo ¿es verdad?- pregunto Nellie confundida al ver las reacciones de sus hermanos.

-No- contestaron al mismo tiempo.

-Nellie, ignora todo lo que te diga “Gabriel”- dijo Rachel juguetonamente y recordando aquel nombre por el cual la rubia solía llamar a su hermano.

-No le hagas caso a la “súper estrella”- Gabe se movió del carro y le enseño la lengua a su hermana.

-Parecen dos niños peleando- dijo Nellie burlándose de ellos- pero ya en serio ¿me van a contar quien es Charlie?

La morena no puso mucha atención ya que estaba buscando a sus padres con la mirada, entre toda la gente que salía de aquella estación en Ohio, cuando logro divisarlos entre la multitud comenzó a caminar y luego se giró nuevamente asía sus hermanos.

-Esta noche, después de las doce, en mi habitación- dijo eso y corrió a saludar a sus padres.

-¡Pijamada a lo Berry!- gritaron al unísono y chocaron los cinco antes de correr tras su hermana.



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-¿Y cuándo se lo dirás a Judy?

-Me dijo que regresaría esta noche, así que lo hare durante la cena

Las tres chicas se encontraban en el desayunador de la cocina degustando de un enorme plato con fruta. De pronto el celular de Quinn comenzó a sonar y por el tono de llamada sabía perfectamente quien era y contesto sin muchos ánimos.

*-Hola ma’

*-¿Dónde estás?- la voz de Judy se encontraba un poco agitada y la vez un tanto preocupada.

*-Estoy en casa con Santana y Brittany ¿Pasa algo?- ambas chicas miraron extrañadas a su amiga y esta les hizo señas de que no sabía nada

*-Por nada del mundo se te ocurra salir de la casa, en este momento voy camino al aeropuerto- dijo rápidamente la rubia mayor y Quinn comenzó a preocuparse- y Quinn, por favor, por nada del mundo le abras la puerta a nadie, hasta que yo llegue ¿Entendido?- El tono de voz de su madre fue lo que hizo que la rubia comenzara a preocuparse.

*-Esta bien- la rubia trato de sonar tranquila pero le costó trabajo- ¿Me puedes decir que está pasando?

*-Russel esta en Ohio- y Judy corto el teléfono, conocía a la perfección a su hija y sabía que con eso bastaría para que no hiciera nada, o al menos eso creía.

Quinn estaba en shock, después de tanto tiempo, debía ser una broma, pero la manera en la que su madre le había hablado le decía que todo era verdad. Eso significaba que estaban cerca y que “ella” estaba con él, que después de diez años los tendría de vuelta y tal vez, solo tal vez, por fin tendría las repuestas que había estado buscando en todo es tiempo.

-Q, me estas preocupando, ¿Qué te dijo tu mamá?- Santana y Brittany miraban preocupadas a la rubia.

-Papá regreso- dijo en un susurro y con la mirada pérdida.

ooh me encanto tu fic :3 continualo por fas me dejaste con la duda  Charlie y Quinn se conocen ????

ohhhhhhhhhhhhhhhhh ame los caps.
Fueron tan :o
Quinn que las caga, va a tener que hacer muuuchooooo para poder recuperar a Rachel
u.u Charlie volvio :s
Awww Santana protegiendo a Rach   

Besos asta la actu

Ahhhhh que intriga tan grande con el tema de Charlie, estaba tan ilusionada con saber que pase con ella y Rach que hasta le creí a los hermanos Berry...

Estoy segura que tanto en secreto valdrá la pena, mas segura de que "jamás debes tomar café con sal después de una borrachera por más que tus amigos insistan", ( jejeje esa frase me mató)

Me encanta este fic, actualiza pronto, saludines