Insecurity. (one shot - klaine)

Inseguridad (primera parte).

Kurt Hummel es una persona fuerte, una persona valiente, capaz de aguantar miles de cosas.; un ejemplo a seguir. Él nunca llora y va por la vida con la cabeza en alto. Es orgulloso y le da igual lo que digan de él.
No deja que los demás lo intimiden;  no importa si lo superan diez veces en tamaño, él siempre sabrá que hacer.
Pero eso es sólo lo que él deja ver. Esa opinión es la que demuestra frente a todos. Su padre, su hermano, sus amigos, frente a cualquiera.
Pero la verdad no es esa, es una distinta.  Totalmente distorsionada de la falsa que Kurt creó sin intención alguna desde un principio, pero que, luego de mucho tiempo se expandió y todos comenzaron a admirarlo por eso, sea en secreto o públicamente. La realidad contaba una diferente historia sobre el chico homosexual llamado Kurt Hummel.
Él en verdad no es fuerte. Una persona fuerte no se desmorona todas las noches en su cuarto, y llora hasta quedar seco, piensa Kurt.
Una persona valiente no cree que quitarse la vida solucione todo. Una persona capaz de aguantar miles de  cosas no se reprocha mentalmente todo lo que hace y el porqué de su acoso.
Y más importante, un ejemplo a seguir no se encuentra en este momento tirado en su cama, viendo el techo con lágrimas en los ojos mientras piensa que no merece nada de lo que obtiene.
Nadie lo merece. Sin embargo, algunos desafortunados deben de pasar demasiados obstáculos para lograr sus metas.
Algún día trabajarán para mí y se arrepentirán de todo, se repite Kurt todas las noches pero sin llegar a creérselo.
—Hummel, no permitas que te vean débil.
Ese es su lema y su regla máxima.
A veces se pregunta porque debe mantener esa fachada de hombre valiente, se pregunta porque no puede ser real y auténtico con sus amigos y familia y vivir su vida siendo tal como es. Pero luego recuerda el porqué de eso y se retracta.
Sólo que, a veces, son demasiadas las penas que ahoga que teme que alguien mirara sus ojos y se diera cuenta de todo. Porque los ojos de Kurt pueden ser los más hermosos, pero hay tristeza en ellos, una tristeza que nadie puede ver ni notar. También hay súplica dentro de ellos, porque, si los observas bien, puedes darte cuenta que están desamparados, y que Kurt grita por dentro. Más nadie puede oírlo por estar demasiado ocupados con sus problemas.
Esa es la frase. Kurt grita por dentro. Y nadie parece notarlo.
Al menos para él nadie lo hace. Pero si hay una persona que puede ver todo lo que Kurt sufre. Pero, en vez de ayudarlo, se acojona. Teme por hacerlo mal.
Y eso es peor que no hacer nada, piensa Blaine.
Pero se equivoca. Oh, está tan equivocado. Pero no puede ver eso, sólo puede ver a Kurt todos los días sufrir por dentro.
Sus sonrisas son falsas y no tiene más fuerza para aguantar mucho más de lo que lo está haciendo.
A veces, Kurt tiene algunas lágrimas en las esquinas de sus ojos cuando escucha los continuos gritos de los acosadores llamándole marica, princesa o señorita, aunque nadie más las ve, nadie más las siente. Excepto Blaine. Pero Blaine es muy cobarde como para decir algo.
Y esa cobardía es su peor enemiga.
Porque no puede hacer nada para deshacerse de ella, siempre existirá esa inseguridad característica de él. Nunca podrá hacer nada para dejar de ser cobarde. Nunca podrá hacer nada para demostrarle a Kurt cuanto lo quiere, y nunca podrá hacerle saber que él si sabe lo que le pasa y quisiera ayudarlo. Maldita cobardía, maldita inseguridad, maldito Blaine.
Odia esa parte de su ser. Como quisiera caminar hasta la casa vecina, tocar la puerta y ver a Kurt. Porque ellos son vecinos, pero el castaño no lo conoce siquiera, piensa Blaine.
Aunque se equivoca. Kurt si conoce a Blaine. Kurt si lo reconoce cuando camina por los pasillos de McKinley con su ropa fuera de gusto, pero tierna en él. Kurt si lo reconoce cuando habla. Y Kurt reconoce todo esto porque lleva enamorado de Blaine durante años y nunca se atrevió a hablarle, o dirigirla más palabras que un “hola”. Reconoce que es tímido, pero algo le pasa con ese chico que no le permite decir más de dos palabras juntas en una misma oración. Su corazón galopa fuerte cuando lo ve, y su cabeza se convierte en un remolino en el momento de oler el perfume que emana Blaine cuando se acerca mucho a Kurt.
Y él sabe que lo ama, pero no puede permitirse estar con él. Además de la humillación del rechazo y la inseguridad, no puede permitirse dejar entrar a  más personas en su vida, no puede seguir mintiéndole a más gente que quiere y adora.  Simplemente no. Es mucha la carga de culpabilidad, pero es lo mejor. ¿Qué pensarían si supieran qué en realidad, Kurt Hummel era un cobarde?

¡Hola a todos! Creo que ya me conocen por acá, asíq ue no me presento. Este es un one shot que se me ocurrió en base una historia real mía, algo que me está pasando, pero sólo la inseguridad de Kurt. Todo lo de Blaine es sacado de mi cabeza y sin indicios de que sea hecho real. Ojalá les guste el one shot, que no sé todavía si consistirá en dos o tres partes, todo depende de sus comentarios y el largo de estos textos. Muchas gracias a los que van a leer, y estaría más que agradecida si dejaran un comentario. ¡Gracias y chau!

Que bonito One-Shot... Espero si subas las otras partes porque tan solo con esta me dejaste  
Quiero leer mas, amo como escribes
Cuidate, besos

no se me gusto mucho deberías seguir

wow que bonito si ran solo supieran que sus sentimientos son correspondidos y Blaine lo ayudaria tanto encerio por favor siguelo no sabes como me gustaria seguir leyendo me dejaste muy intrigada y por favor siguelo esque me encanta como escribes y enverdad llama la atencion!!! :DDD

Inseguridad (segunda parte).

Otro día más pasa en McKinley, y Kurt no sabe cuánto más puede seguir fingiendo.
Se siente solo, aún estando rodeado de gente. Él sabe que esas personas son falsas, sabe que les miente y que eso las convierte en desconocidas caras que pasan desapercibidas en su vida.
Cualquiera que mirara con un poco de atención a su cara, diría que se nota cansada y perezosa; cansada de fingir sonrisas y perezosa de hacerlo.
Cuando llega a su casa, esta está vacía y no le extraña. Se ha quedado solo muchas veces, Carole, Finn y Burt van a partidos de fútbol seguidamente y no se molestan en invitarlo. Kurt sabe que no es fanático del deporte y que, si le preguntaran, diría que no. Pero si lo hiciera su familia, podría aburrirse horas y criticar las mayas de los jugadores durante 90 minutos.
Está cansado de sentir que no encaja en ningún lugar. Porque es la verdad. Kurt no encaja en la escuela por ser homosexual; no encaja en su familia por ser ajeno a los deportes; no encaja en la vida por la simple razón de no hacerlo.
Pero él no tiene ganas de pensar en estos momentos, sólo quiere tirarse en su cama y dormir, dormir hasta no poder más. Llorar y dormir, es un buen plan.
Está subiendo la escalera que lo lleva a su cuarto cuando escucha dos golpes. Dos simples golpes que vienen desde la puerta.
No sabe quién puede ser, puesto que no tiene amigos y su familia debe de estar festejando algún gol en la cancha donde están.
Quizás es un vendedor ambulante, de esos que venden cosas inservibles y pasan casa por casa intentando buscar algún tonto que compre tales cachivaches.
Al abrir la puerta, su corazón se paraliza y vuelve a latir con el doble de fuerza que antes. Su cabeza se vuelve un revuelo y su boca se abre. Puede oler el perfume varonil de Blaine aunque estén varios metros alejados, y su nariz se regocija con eso.
Lo observa de arriba abajo discretamente y se queda sin aliento. Está vistiendo una camisa blanca con un corbatín en su cuello color rojo y amarillo. Su pantalón es apretado y de color rojo intenso y deja poco a la imaginación de Kurt. Su aliento se corta ante la vista de esto y piensa que un tomate es nada comparado con su cara en este momento.
Blaine, por su parte, está mordiendo su labio avergonzado. Sabe que no debería haber ido a la casa de los Hummel, pero hoy su deseo de hablar con Kurt le ganó.
—Hola —dice al fin Blaine, levantando la mirada y soltando su labio.
Contiene un suspiro. Kurt está más guapo de lo normal, con una chaqueta gris de diseñador y pantalón negro que marca sus curvas traseras. Oh dios.
—Hola —responde el castaño, sin saber qué hacer—¿Quieres pasar o…?
—Quería hablarte de algo, no importa donde —balbucea como puede, interrumpiendo a Kurt.
Blaine quiere hablar con él, y decirle que no está solo. Decirle que él ve todo su dolor y que quiere ayudarlo. Ayudarlo con todos sus problemas, ayudarlo a encajar.
—Oh… —Kurt está pasmado, y su mente se deja pensar un momento que Blaine tiene una voz hermosa— no hay problema, podemos ir a mi cuarto.
Kurt se está dejando llevar por sus sentimientos e invitando a pasar a su casa a un extraño prácticamente. Su papá se enojaría mucho si lo escuchara…
Pero él no está aquí, se repriende Kurt mentalmente, él te dejó a un lado para irse con su familia a un juego que sabe bien tú odias.
Esta vez, la vocecilla en su cabeza tiene razón.
(?)
El cuarto de Kurt es amplio y contiene su marca registrada. Pósters de estrellas de Broadway pegados en las paredes, estilo y glamour por todas partes… la habitación entera grita “Kurt Hummel”. Pero Blaine no necesita examinarla dos veces porque la conoce muy bien, la ve todos los días desde su ventana.
—¿De qué querías hablar? —pregunta Kurt mirando al piso, mientras se sienta en su cama y le señala a Blaine su costado para que haga lo mismo que él. Blaine obedece.
—Eh… —si creyó estar preparado para decir esto alguna vez, sin duda se mintió a sí mismo. No sabe cómo empezar. Bueno, en realidad sí, aunque no le parece adecuado— Kurt, escucha, yo…
Kurt arruga el entrecejo. El chico es raro, pero absolutamente tierno y adorable. Y guapo, definitivamente.
—Escucha, si quieres puedes decirme esto mañana en la escuela, no es necesario que te quedes aquí.
Porque eso es lo que prefiere. Prefiere que hablen en un lugar público y lleno de gente porque sabe que no podrá contenerse si Blaine se acerca cinco centímetros más a él.
—No, no, es sólo que no sé cómo empezar a decir esto —ríe el moreno nerviosamente y pasa sus manos por su pelo gelificado. Suéltalo ya, se dice a sí mismo— Te comprendo.
—¿Qué comprendes, Blaine?
—Tu dolor.
Kurt queda paralizado. ¿Acaso alguien averiguó sus mentiras? ¿Acaso alguien se dio cuenta de todo lo malo que los ojos de Kurt transmiten? No, no puede ser posible.
—Una parte de ¿De qué dolor hablas? —le pregunta desesperado. Nadie puede descubrir su secreto. No puede dejar que lo vean débil.
—Del tuyo, Kurt. Cuando veo tus ojos, son hermosos pero tan tristes y vacíos. Parece que no hay nada allí dentro, y es una pena.
Kurt niega con la cabeza y se levanta de la cama.
—¡Claro que no! Yo, yo soy feliz, y no sufro. Soy valiente, Blaine. Además, nunca me miras, no puedes saber que siento.
—Te miro siempre, Kurt. Es imposible hacerlo —confiesa el moreno mientras se levanta y le tiende una mano— por favor, confía en mí.
Kurt quiere hacerlo, pero no, él no es débil.
—Escucha, estoy bien, de veras.
—Te ves tan solo, incluso cuando todos te rodean. Incluso cuando yo estoy aquí. Es como si no tuvieras a nadie en quién apoyarte y eso es triste. Puedes confiar en mí.
Una parte de Kurt grita ¡Hazlo!, pero otra más poderosa dice que no, las personas no son de fiar.
—Escucha, yo estoy bien.
Pega la vuelta y se dirige al baño, porque nota que las lágrimas que contiene quieren salir.
No sólo lágrimas de dolor, sino también de confusión.
—Kurt, sé que no. Quieres llorar, igual que todas las noches. Sé que lo haces, no lo niegues, y eres bueno disimulando toda la mierda de tu vida por el día, pero créeme, a mí no puedes engañarme.
—¡Vete! —grita Hummel, intentando tragarse su angustia. Y Blaine puede notar esto.
—Dame una oportunidad.
El castaño lo piensa, no pierde nada con intentarlo. Mira la mano tendida de Blaine y tiene miedo de lo que pueda hacer, pero el susurro del moreno logra convencerlo “—Sólo quiero que seas feliz”.
Nadie nunca quiso hacerlo feliz, nadie le dijo tales palabras.
Toma la mano suave de Blaine y lo abraza. Lo abraza fuerte y llora en sus hombros. Luego de tanto tiempo, al fin puede desahogarse con otra cosa que no sea su almohada.
(?)
—¿Te sientes mejor? —pregunta Blaine cuidadosamente. Kurt lloró por dos horas seguidas sin parar en su pecho, y le duele verlo así.
—Muchas gracias.
—No es nada.
—No, en serio lo digo. Gracias, Blaine. —Y de veras lo dice. Nunca nadie se ha fijado en Kurt como lo hizo Blaine. Y lo agradece.
El castaño se acurruca en los brazos de Blaine. Están acostados en la cama abrazados y no hay mejor panorama que ese para confesar.
—¿Puedo decirte un secreto? —Pregunta Blaine y Kurt asiente— me gustas mucho, Kurt. Desde que te vi esa vez en primer grado entrando al salón.
El silencio del castaño confirma lo que Blaine más temía: no ser correspondido. Pero antes de poder reclamarse por ser tan idiota y dejarse llevar por sus sentimientos, escucha que alguien dice.
—Yo también lo hago. Creo que te amo.

Acá está la segunda parte, ¡muchas gracias por leer! Ya respondo sus comentarios :).

Veronica Everett Criss escribió:Que bonito One-Shot... Espero si subas las otras partes porque tan solo con esta me dejaste  
Quiero leer mas, amo como escribes
Cuidate, besos

Ya subí la segunda, ojalá te guste, y gracias por leer :D.
¡¡Muchas gracias!! Besos.

annyhummel escribió:no se me gusto mucho deberías seguir

¡Ya seguí! Gracias por leer :).

gleeismylife escribió:wow que bonito si ran solo supieran que sus sentimientos son correspondidos y Blaine lo ayudaria tanto encerio por favor siguelo no sabes como me gustaria seguir leyendo me dejaste muy intrigada y por favor siguelo esque me encanta como escribes y enverdad llama la atencion!!!  :DDD

Ya subí, ahí se van a enterar de más cosas, sdjigbsdfhg. ¡Muchas gracias!

ola lo siento por no comentar en la primera parte no lo vi estuvo genial los dos pobre kurt que bueno que blaine ya esta a su lado para ayudarlo espero el siguiente capitulo me gusta mucho espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente bueno si hay un siguiente   

Aww que tierno Blaine nota el dolor de Kurt