Fic Klaine : Secretos Capitulo 2 "errores"

Capitulo 1

                                           “Lo que callamos”


—Más fuerte. — Jadeo, sosteniéndose firmemente de la cabecera de la cama, mientras era penetrado de manera continua sin piedad alguna. Estaban en el mismo hotel de siempre. Donde cada jueves, esa habitación era testigo de  la lujuria de ambos hombres.

—Estoy tan cerca, — Susurro el castaño, mientras aceleraba  el ritmo. Dando justo en el punto que hacia gemir alto al moreno que estaba rogando por más a cada momento.

El sudor recorría la espalda del castaño, algunos mechones estaban pegados a su frente. Mordiéndose el labio para no gemir alto y no perder el control. Mientras que el otro no le importaba nada a estas alturas, solo se preocupaba de disfrutar.

La cama hacia un sonido partículas, las sabanas estaban revueltas por todos laos y el cubre cama en el piso, de aquella habitación. La  gran ventana que estaba en el cuarto, solo dejaba entran un pequeño destello de luz que provenía de la luna, la cual iluminaba una parte e ambos cuerpos desnudos.

— ¡Dios! — Grito el moreno cuando sintió, el líquido caliente, que conocía llenar su cuerpo. Mientras algunas gotas resbalaban por su pierna izquierda, para luego derrumbarse en la cama.

Él castaño también se derrumbo junto al otro cuerpo. Sus ojos verdes lo miraron con intensidad tratando de comprender, ¿El por qué de esta situación? Acerco su cuerpo a del los rizos alborotados tratando de acariciar su rostro. Pero este inmediatamente se aparto como si tuviera alguna enfermedad contagiosa.

—Es hora de irme. — Menciono el más bajo, buscando por la desordenada habitación sus pertenecía.

— ¿Por qué no lo dejas y ya? — Sebastian intento preguntar nuevamente, pero como siempre solo obtuvo una mirada de odio por parte de su amante.

—No puedo. — respondió tajante mientras abrochaba de manera rápida sus pantalones negro de tela.

—Escucha, —suspiro Smythe, encendiendo un cigarrillo. — Nunca he sido fans numero uno de la princesa. — Blaine lo fulmino con la mirada, ante el apodo, — Pero creo que no merece esto.

— ¿Estas arrepintiéndote? — pregunto sarcástico una vez vestido. Camino por la habitación hasta la mesita de noche donde estaba su celular, billetera y llaves del auto.

—Claro que no, llevamos seis meses haciendo esto. — Dijo, deteniéndose para dar una calada a su cigarrillo. — Solo quiero entender  tu repentino cambio de actitud.

—Tú no tienes que entender nada. — Respondió algo irritado, mirándolo fijamente, — solo tienes que estar cuando te lo pida y follar en silencio, ¿Lo recuerda? Esas fueron las reglas.

— Sebastian apretó los labios en una línea delgada y asintió de manera silenciosa y lenta.

—Está bien Blaine no preguntare más. Pero no esperes nada de mí cuando esto acabe mal.

— De respuesta obtuvo un gruñido.

—Recuerda que el viernes, tienes que estar listo a las seis en punto. Somos los anfitriones de la fiesta. No podemos llegar tarde. — Con eso el moreno se fue, sin dejar ni siquiera responder a Sebastian.

Sebastian, sabía perfectamente que su pequeño interés en Blaine término en la segundaria. Ahora solo era un buen polvo, además necesitaba dinero, las cosas no funcionaron como lo esperaba y tenía que  hacer cualquier cosa para costear su universidad.

No le debería  importar el porqué del engaño de Blaine a su novio, con el cual estaba comprometido, Dejo de ver a la joven pareja cuando se  mudaron  Alemania. No supo nunca más de ellos, hasta siete meses atrás, cuando Blaine Anderson le propuso una oferta que no pudo rechazar.


La música estaba a todo volumen, como era de costumbre en ese lugar. Sebastian se acerco a la barra para saludar a Harry. Este al verlo inmediatamente le dio una cerveza.

— ¿Mal día? —pregunto con una mueca entregándole la botella helada, ande contestar el castaño dio un largo sorbo. Luego se acomodo en la barra y miro a su amigo de ya casi dos años.

—Si no pago los dos meses de alquiles esta semana, viviré de bajo de un puente. — Contesto con una mueca. Harry sonrió con tristeza.

Harry era un hombre de unos treinta años, conoció  a Sebastian un día. Cuando cerraba el bar y encontró al castaño tambaleándose, apenas tenía dieciocho años. Estaba completamente ebrio, no podía ni siquiera sostenerse en pie. Harry suspirando lo ayudo y con mucho pesar lo llevo a su casa. Donde lo dejo descansar, con el paso del tiempo Sebastian le comento su historia y Harry lo comprendió ayudándole en lo posible.

Era imposible para el hombre ayudarlo económicamente, el fue un alcohólico ahora rehabilitado, pero tenía muchas deudas que pagar por sus errores. Perdió a su esposa e hija que actualmente tiene diez años, solo le envía dinero y recibe una postal al mes. Vive un pequeño apartamento, y su trabajo en la barra de  aquel lugar solo le deja para pagar sus gasto necesarios y nada más.

— ¿Qué piensas hacer?, sabes que puedes quedarte conmigo todo el tiempo que necesites.

— Ofreció el hombre de manera sincera.

—No quiero abusar de tu hospitalidad Harry, tengo que arreglármela solo. — Harry no pudo evitar soltar una risa, Smythe lo miro con curiosidad mientras tomaba otro sorbo de cerveza, — ¿qué?

—Ya no queda rastro del infantil Smythe que encontré hace unos años.

—Digamos que ha cambiado. — Guiño un ojo el castaño y miro a los alrededores, para ver si había algo interesante. La pista estaba llenas de hombres, que movían su cuerpo al ritmo de la música. Sus cuerpos rozaban entre si y el sudor era casi visible para los ojos de Sebastian.

—Pero miren a quien tenemos aquí. El gran Smythe. — Esa voz la reconocería en cualquier lado. Se volteo para encontrarse con los expresivos ojos de Blaine Anderson. Estaba un poco más alto de lo que recordaba, había dejado esa cara de niñato inocente, su cuerpo era musculoso pero no exagerado. Su cabello estaba libre sin esas ridículas cantidades de gel que ocupaba en aquella época. Estaba excelente, Según Sebastian Blaine siempre fue un chico que lo encendía sexualmente claro.

Pero había algo diferente en la mirada del ex—solista principal de la academia Dalton, sus ojos no tenían ese brillo característico. Eran oscuros, eran sombríos que daba escalofrió. ¿Qué había sucedido con ese chico?

—Bueno verte también Blaine. — Contesto de manera sarcástica, él moreno lo miro de pies a
cabeza de manera burlesca. Con solo ver la gastada ropa de Sebastian se podía ver que no estaba en su mejor momento. Blaine se acomodo a su lado y pidió otro Whisky doble. Tomo todo al seco. Sebastian miro como su manzana de Adán se movía mientras bebía el fuerte líquido. No pudo evitar tragar con rudeza.

—Veo que no estás pasando un buen momento. — Comento rompiendo el silencio, sonrió apoyando su rostro en su mano izquierda. — Debe ser duro que tu padre te rechace por ser un fracasado, ¿NO?


Sebastian prácticamente se atoro con su cerveza. Miro de manera seria al hombre frente suyo. — ¿Cómo sabes eso? — Blaine  se acerco al otro, quedando a un pasmo de él.

—Bueno, se muchas cosas de ti. — Se alejo pidiendo otro trago. —Como también se que necesitas desesperadamente un trabajo. — Ambos se sumieron en un silencio incomodo para el castaño.

—Anderson escucho tu oferta. — Sebastian decidió que no perdía nada con escuchar lo que el hombre frente a él tenía que decir.


—Quiero que seas mi novio. — La ceja alzada de Sebastian lo hizo reír un poco, — Solo será para la prensa, debes saber que soy un cantante reconocido. — Él castaño solo asintió, y seguí escuchando con atención. — Quiero que estés conmigo en los eventos importante como mi pareja, claramente no puedes hablar de ello con nadie tu permanecerás callados durante las entrevistas o con los reporteros. Tendrás un sueldo decente y te pagare un apartamento en un buen sitio. — Sebastian estaba sin aliento, que clase de broma era esa.

— ¿Estas de broma? — pregunto incrédulo, pero la cara seria y firme de Blaine le dio a entender que claramente no estaba jugando. — ¿Por qué haces esto?- maldijo cuando su voz sonó tan curiosa y preocupada.

—Esa es una de las reglas, si aceptas. Tu solo harás lo que te diga no preguntaras motivo, no puedes hacer escándalo que pueda perjudicar mi carrera o nuestro trato. — Una parte de Sebastian le decía que no aceptara, pero otra parte le decía que lo hiciera. Él necesitaba el dinero además con suerte podría saber la verdad, miro a Blaine nuevamente cuando se percato de un anillo de compromisos.

— ¿Te casas? —pregunto ahora realmente confundido con toda esta situación. Blaine miro el anillo con anhelo por un momento él castaño pudo ver tristeza y arrepentimiento en ellos.

—No es de tu incumbencia. — Tomo el último sorbo de su licor y observo esos ojos verdes.

— ¿Aceptas o no? —pregunto tajante parándose del lugar y dejando unos billetes en la barra.

—Acepto. —Blaine asintió estirándole una tarjeta de crédito, y un papel con un número de teléfono.

—Cómprate ropa decente, sutil. Llámame a las nueve en punto y te diré donde vivirás desde ahora. También córtate el cabello ese look no te viene cariño. — Luego de eso se marcho dejando a un Smythe curioso y con un nudo en la garganta. Era extraño sentirse de esa manera, cuando él era el arrogante que todos odiaban.


—Harry otra cerveza

—Toma seb, esta corre por la casa.





Al abrir la puerta de la enorme casa, sintió algo llamado culpa. Camino por el pequeño pasillo hasta llegar al recibidor. Eliana la mujer encargada del orden y limpieza del lugar sonrió con amabilidad.

—Buenas tardes señor. — La mujer contesto haciendo una leve reverencia. Camino hasta Blaine para recibir el saco y su maletín.

— ¿Alguna novedad Eliana? — Pregunto mirando los ojos marrones de la mujer, ella hizo una mueca.

—El doctor Jeff tuvo que venir hoy señor. — Blaine frunció el señor. No le agradaba nada esa noticia.

— ¿Qué sucedió? —Pregunto suspirando y desatando el nudo de su corbato.

—Alguien cambio el estante de la sala del lugar. Nadie lo noto entonces, él se golpeo la cabeza. — La tensión del cuerpo de Blaine fue notable para la mujer quien retrocedió al instante.


— ¿Cómo esta? —Pregunto impaciente


—Tuvieron que saturar la herida, cinco puntos. — Blaine apretó los puños, — ¿Quién fue?


—Richard. — Contesto con miedo

—Dile que quiero que deje la casa ahora. — Eliana asintió frenéticamente. — ¿Donde está él?


—Está en el jardín, le rogué que descansara pero no quiso pregunto por usted. Intente llamarlo señor, pero no contesto. — Ese sentimiento de culpabilidad aumento, pero lo ignoro como ha hecho durante un año.


—Iré a verlo. Prepara la cena cenaremos en la terraza. —la mujer asintió desapareciendo a toda prisa de la vista de su jefe.

Blaine se desato la corbata, para luego lanzarla al hermoso sofá color negro que estaba en su salón. Con paso lento camino por el pasillo que estaba conectado con la parte trasera de


la casa, daba a la terraza y al jardín. Llego a la terraza corrió la ventana que estaba  frente a él, la terraza era muy acogedora con una mesita de vidrio y sillas de mimbre. Algunas flores y un carrito con licores al lado izquierdo de la mesa principal.
Miro por el jardín, lo primero que vio fue el gran árbol que sostenía un pequeño columpio.

Luego la piscina con rejas de seguridad alrededor de ella para evitar accidente. Luego su vista callo en el castaño que estaba recostado en su espalda con lentes negros, camisa blanca desabotonada, cabello revuelto y una sonrisa tranquila en su rostro. Si no fuera por ese horrible parche en su cabeza, pensaría que todo era normal pero claramente no lo era. Cada vez que se acercaba se daba cuenta de eso. El bastón, estaba  a un lado de él.

—Blaine. — Dijo con su voz suave y sentándose al sentir la presencia del moreno. — Que bueno que llegas.

—Lo sé cariño. —Dijo besando sus labios de manera suave, Kurt se aparto. — ¿Qué sucede?

—pregunto extrañado por la actitud de su prometido.

—Hueles extraño. —Se acerco al cuello del moreno y inhalo profundo haciendo una mueca — Apestas a sudor y a colonia barata. —Blaine sonrió con ternura y arrepentimiento. Beso la frente Kurt y paso su brazo por sus hombros.

—Te extrañe. —Menciono el moreno, Kurt  asintió mirando a la nada. Se saco los lentes de sol dejando ver sus hermosos ojos azules, pero ausentes de visión.

—Yo también Blaine. Me dolió mucho. — Gimió como niño pequeño mientras tocaba con su pulgar la herida en su cabeza. Se acurruco entre los cálidos abrazos de su prometido.

—Lo sé amor. Prometo que nunca más estaré ausente cuando me necesites. — Kurt se tenso notablemente, Blaine sabia cual era el motivo.

—No prometas cosas que no cumplirás. — La voz del castaño cambio radicalmente, tanteo con su palma hasta llegar a su bastón. Se levanto con cuidado,  él castaño conocía de memoria lo que era casi como una prisión, una elegante prisión.  Blaine observo a su prometido irse de manera lenta, Se quedo de pie. Blaine lo observo, la belleza de Kurt dejaba sin aliento a todo aquel que lo viera. Bueno eso era antes.

Cuando él castaño   se dio la vueltas, Dejando ver su perfil izquierdo y la gran quemadura que estaba en ella. Blaine recordó que nada era igual. Él no se atrevería a salir con él en ese estado.

Era algo que prometió callar.


Bueno esta es una nueva idea,  Sebastian será muy importante en este fic. Las dudas  que tengan no duden en hacerlas, mientras avance la historia saldrán muchas cosas a la luz. Espero que les guste y dejen su comentario con opiniones nos leemos.

OMG que historia!!! algo capte de ella la verdad me encanto, me estremece el pensar que Blaine puede sentir verguenza de Kurt pero quiero saber que paso...por favor no tardes en actualizar y me parece genial que Sebastian tenga un buen papel en esta historia mientras no afecte el amor de Blaine por Kurt...lo que no entiendo es que tiene que ver los defectos fisicos de Kurt con el hecho de que el lo engañe sexualmente? no se creo que Blaine me hara enojar en este fic...ame la idea actualiza pronto

Cada historia que escribes es simplemente un exito siempre, la historia promete mucho al igual que todas las que has escrito, ya quiero leer mas de esta historia, simplemente estoy fascinado,

Cada historia que escribes es simplemente un exito siempre, la historia promete mucho al igual que todas las que has escrito, ya quiero leer mas de esta historia, simplemente estoy fascinado,

me encanto es muy muy interesante que puedo decir  LA AMO   escribes muy  bien no tardes en actualizar

saludos

Capítulo 2

                                                  “Errores”


La noche era fría, una gran tormenta se podía ver tras la ventana. Mañana era el evento donde asistiría con Sebastian, miro por última vez por la ventana. Ante de voltear para acostarse en la enorme y vacía cama. Hace más de un año que nadie duerme con él.

Suspiro con fuerza resignándose, a lo que él mismo provoco, pero todo era por su bien, lo tenía que proteger nadie podía saber  de su existencia. Todo era para tenerlo a salvo, no volvería a cometer los mismos errores dos veces.

— ¿Cómo que ha desaparecido? —Pregunto de manera incrédula, a  uno de sus agentes. Kurt había salido del teatro donde estaban presentando una nueva obra, luego del éxito que obtuvo con el fantasma de ópera, las ofertas le llovían a su hermoso novio.

—Según los registros del teatro salió hace una hora Blaine. —  Este  no contuvo su ira y arrojo todo lo que había encima de su escritorio, la pequeña esfera de cristal que Kurt le regalo esa navidad, rodó por el suelo quebrándose en un lado y todo el liquido quedo derramado por el lugar, que solo se escuchaba la agitada respiración del causante de tal alboroto.
— ¿Lo han buscado?

—Encontraron su auto abandonado, a las afuera de la ciudad con todas sus pertenencias.

—Dijo el hombre, entregando las cosas en una bolsa de plástico transparente.

— ¡No quiero que esto salga a la luz! —Grito algo exasperado, —lo mantendremos en silencio.

Ese fue su primer error.

— ¿Blaine? — La voz de su castaño alejo todo pensamiento de su mente. Kurt estaba parado al final de la cama, como un niño pequeño, tenia lagrimas en los ojos y se veía asustado. Su mirada estaba perdida. El bastón en su mano temblaba junto a ella.

— ¿Qué sucede? —Pregunto de manera tranquila, apoyando su espalda en el cabezal de cama de madera fina. Mirando al otro hombre, al cual alguna vez le prometió amor

—No me gustan las tormentas. —Respondió estremeciéndose, cuando un gran trueno, se escucho por toda la mansión. — ¿Puedo dormir contigo? —El corazón de Blaine dio un vuelco desesperado, hace mucho tiempo que no tenía entre sus brazos al castaño.

—Claro. —Contesto de manera aturdida, pensando que todo era un sueño. Observo como Kurt doblo su bastón, camino tanteando la cama, para no caer, él no estaba mucho en esa habitación por lo cual no la conocía bien. Cuando  llego a frente de la mesita de noche lo dejo ahí. Blaine lo ayudo abrir  las mantas. Inmediatamente el castaño se acomodo acurrucándose junto a Blaine, recostó su cabeza en el pecho del moreno.

La respiración de Blaine era algo agitada, inconscientemente comenzó a pasar la mano por la espalda de Kurt, y pudo sentir esas cicatrices bajo su delgado pijama. Necesitaba tanto  a su castaño, pero ya se había dado por vencido, el daño de Kurt era irreversible prácticamente. Su cuerpo comenzó a responder ante la calidez del otro hombre.

Comenzó a repartir besos por todo el cuello expuesto. —Blaine…—Susurro, con miedo. Pero este no lo noto. Estaba envuelto en un placer delicioso. Sus manos se movían por el otro cuerpo, en un rápido movimiento lo dejo abajo del suyo. Kurt comenzó a temblar y susurraba algunas incoherencias, pero Blaine no le tomo importancia.
Siguió bajando hasta comenzar a meter las manos, en los pantalones, pero algo lo detuvo.

— ¡DETENTE! —el grito desesperado de kurt, lo hizo volver a la realidad, él castaño estaba con los ojos cerrados, lagrimas en sus mejillas y su cuerpo temblaba de manera violenta. Blaine abrió los ojos como plato y se odio. Pero estaba harto de toda esa mierda y Kurt pago las consecuencias.

— ¡VETE! —dijo bruscamente, tomándolo del brazo y arrojándolo fuera de la cama. Kurt estaba aturdido y desorientado comenzó a tantear, para localizar su bastón. Blaine apretó los puños se estiro un poco y tomo el objeto lanzándoselo junto en su regazo. — ¡VETE!, no quiero verte. El otro hombre, asintió y tomo el bastón caminado a la puerta, chocando con el marco de esta al tratar de salir de prisa, Blaine ahogo un grito desesperado en la almohada.


— ¿Encontraron algo? —Pregunto Blaine de manera desesperada. Mientras revisaban algunas cartas que Kurt había recibido luego de su reciente éxito en la obra estreno.

Nunca tomo importancia a esas cartas, eran prácticamente enviadas por algún loco y siempre decían lo mismo. Con diferente letras o recorte, pero siempre era el mismo mensaje.

“Pronto serás mío”

—Blaine, siempre te dije que no debías tomar este asunto a la ligera. —Argumento Wes, mientras revisaba por tercera vez en el día unas cartas.

—Pensé que solo era un juego, una mala broma. —Pero se había equivocado, Kurt llevaba dos semanas desaparecidas y ningún rastro de su paradero. La situación cada vez era más complicada, los medios comenzaron a dudar de las extrañas vacaciones de Kurt, Burt
llamaba preocupado, pero Blaine no podía darse el lujo de crear un escándalo. Su carrera estaba despegando y por primera vez en la vida su padre estaba orgulloso de él.

No podía tirar todo por la borda, por que algo se salió de control. Lástima que el arrepentimiento llego demasiado tarde.

La mañana era algo fría, por la tormenta de esa noche. No se percato en el momento que se durmió, pero lo único que deseaba era salir de esa casa, y no saber de nadie. Ir a la gala y sentirse normal.

Se levanto con cuidado, y camino hasta su elegante armario, sacando un bolso. Necesitaba un descanso, alejarse de todo y de él, por algunos días. Guardó dos trajes y uno de gala, ropa interior y algo ligera, algunas cosas persónales. Se dirigió al baño para tomar una ducha.

Xxxxx


Sebastian estaba en una tienda bastante costosa, Blaine había enviado a su chofer por el esa mañana para dirigirse a ese lugar y comprar un traje para el evento de esa noche.

—Ese le queda muy bien, señor Smythe. —La mujer que lo ayudo escoger algunos trajes, comento de manera coqueta, este rodo los ojos. Odiaba a ese tipo de mujeres.

—Sí, creo que me llevare este. También quiero algunas corbatas. —La mujer asintió guiñándole un ojo y camino meneando sus caderas. Este suspiro y camino, para cambiarse nuevamente.

Luego de estar listo entrego el traje y se dirigía a la caja para pagar. Sacando  la tarjeta que Blaine le otorgo para ocasiones como esas. Cuando estaba deslizando la tarjeta por la máquina de debito, un hombre rubio y con una sonrisa fácil, se acerco a él.

—Pero si es nada menor que Sebastian Smythe. —Comento el hombre, mirando al castaño
de manera estructurada. Como si lo analizara.

— ¿Te conozco? —Pregunto algo confundido por la actitud.

—Realmente no, pero te he visto con Blaine, tu novio. —Comento mirando al castaño con una sonrisa, se acerco hasta quedar frente a él, —Blaine no cambia, siempre le gustaron los castaños, eres guapo pero no lo suficiente. —Comento con voz burlesca.

Sebastian abrió los ojos como plato, se supone que nadie sabía de la existencia del otro novio de Blaine o al menos eso lo que el moreno le había comentado. No sabía que decir o hacer.

— ¿Qué tratas de decir? —Trato de que su voz sonara más firme, mientras recibía la bolsa de lo que acababa de comprar, pero fue un acto fallido, ya que salió algo temblorosa por la incómoda situación.

—Veo que Blaine aun no te lo ha dicho. —Suspiro negando con la cabeza. —Bueno creo que deberías preguntárselo a él, nunca pudo superar su muerte. —Con esas palabras el hombre desconocido para Sebastian, se fue, para ser atendido por otra mujer de la tienda.

Sebastian no entendía nada, quien había muerto, se supone que Kurt era el prometido de Blaine. Pero siendo honesto él no lo había visto. Quizás, no, no podía ser posible.
Claramente algo no encajaba, en toda esta bizarra situación.

Xxxxx

Blaine bajaba las escaleras, de manera lenta. Todo estaba en silencio, los empleados no estaban por ningún lado, frunció el ceño, Blaine siempre se encargo de tener mucha gente  a su disposición, por las necesidades de Kurt.

— ¡ELIANA! —Grito irritado, estaba de muy mal humor esa mañana. La mujer apareció, estaba en un estado deplorable, con ojeras, al parecer no durmió lo suficiente, pero al él no le importaba. —Saldré un par de días, no quiero que nadie me interrumpa. —Ella abrió los ojos como plato.

—Señor pero ku…—Blaine no la dejo terminar.

—No quiero saber nada de  de él. Sobre todo de él —Recalco, saliendo de la casa, con un fuerte portazo. Camino hasta la cochera y eligió llevarse su auto deportivo rojo. Era cómodo y muy elegante. Tiro su bolso atrás y arranco a todo lo que el auto daba. Mientras conducía por la carretera millones de recuerdos, atravesaron su memoria.

— ¡Lo encontramos! —Grito Wes, entrando a la sala, Blaine estaba de pie. Con una taza de café, él y Thad estaban tras una pista que habían encontrado en una de las cartas, un
pequeño logo.

Según las investigaciones que realizo Thad, pertenece, a unas cabañas a las afuera de Alemania. Wes y David. Fueron a buscar pistad de él, ya que si Blaine desaparecía, la prensa notaria su ausencia. Además su padre estaba llamándolo contantemente y pendiente de su carrera.

— ¡¿Dónde está?! — Pregunto parándose repentinamente, lo que provoco que el café se volteara sobre el mapa, encima de la mesita de centro, el cual tenía varias cruces que indicaban lugares revisados.

—En una cabaña, según el propietario la arrendaron hace dos meses. El que tiene a Kurt lo planeo desde hace mucho tiempo. — Blaine abrió los ojos como plato, como pudo ser tan tonto de no percatarse que alguien los seguía.

— ¿Dónde está David? —Pregunto caminando a la salida con sus amigos en busaca de su novio.

—Se quedo en el lago, cerca de las cabañas para ver que podíamos hacer, no podemos entrar de manera brusca, sin pensar. —Miro a Blaine seriamente, —debemos buscar la manera de que Kurt salga sano de esta situación.

—Pero… —Comenzó Wes, —deberías prepararte para cualquier situación,- — el moreno asintió atónito al escuchar aquellas palabras, él nunca pensó que kurt pudiera estar en malas condiciones o peor sin vida.

Pero ahora solo le quedaba esperar, miro hacia la ventana, para ver como pasaban de manera veloz por la gran carretera. Sus pensamiento fueron interrumpidos cuando el, celular de Wes comenzó a sonar. El auto freno con brusquedad, aparcando en la berma de la carretera.

Wes apago el celular con las manos temblorosa, por el retrovisor miro a Blaine quien estaba, cada vez más mortificado, sabía que lo que escucharía pronto no le gustaría nada.

—La cabaña, se incendio.

Entro al estacionamiento del hotel donde pretendía hospedarse estos días, necesitaba relajarse. Era un  hotel discreto, conocía a los dueños de pequeño ya que eran íntimos amigos de su padre, así que su estadía sería completamente confidencial.

—Buenas tardes, señor Anderson. —Saludo Jack, el hombre encargado de vigilar esa parte del hotel, era muy guapo. Pero no el tipo de Blaine, no era castaño. Camino hasta el vestíbulo, para ordenar una pieza, inmediatamente fue atendido por Hunter. Un anciano que llevaba años trabajando en el lugar y prácticamente lo conoció desde pequeño.

— ¿La habitación de siempre, señor? —Pregunto de manera amable dedicándole una sonrisa. Blaine intento devolverle el gesto, pero salió algo parecido a una mueca cuando tienes males estomacales.

—Si Hunter, lo mismo de siempre. Además de que todo que en confidencial. —El hombre asintió, tocando el pequeño botón a su lado y un asistente apareció para llevar el bolso de Blaine. —Que tenga una buena estancia señor. —El anciano dijo, ante de caminar hacia una joven pareja. Al parecer recién casada.

—Sígame señor. — Blaine siguió al chico, pero no era necesario realmente, ya que conocía el lugar de memoria. Siempre reservaba el mismo lugar. Pero no quería ser grosero, tampoco ocasionar algún problema al chico.

Subieron al ascensor, para subir  hasta duodécimo piso. Solo eran los dos. Blaine mientras subía, por el elevador. Comenzó a pensar en lo que se había vuelto su vida, pero el deicidio todo y cada una de las cosas que estaba sucediendo a su alrededor.

— ¡Kurt! —Grito con desesperación, los fuertes brazos. De David y wes, lo sostenían, para evitar y no cometiera la locura de ir por su amado. Thad había conseguido ayuda de un grupo de hombre del pueblo vecino, cerca de donde se encontraban las cabañas que mantuvieron en cautiverio a su castaño.

Se podía, escuchar los crujidos de la madera destruyéndose. El humo negro se mezclaba, con el azul cielo, las cenizas se podían oler, al igual que el sonido de la cabaña destruyéndose

De pronto la parte de atrás se cayó, como una torre de naipe. Blaine dejo de forcejear, su respiración no se escuchaba. Como si ya no supiera cómo hacerlo. Sus piernas fallaron y cayó sobre sus rodillas, había perdido a su Kurt, por su egoísmo.

— ¿Señor se encuentra bien? —Volvió a la realidad, para encontrarse con el joven que cargaba su poco equipaje. Mirándolo con preocupación, mientras el ascensor estaba detenido en el piso donde estaba su habitación.

—Gracias estoy bien. —Dijo lo más normal que pudo, camino hacia la habitación, que era tan familiar apara él. El chico que lo acompañaba dejo el bolso en la recamara del cuarto.

Este era muy amplio y elegante, contaba con una sala, recibidor, un estudio pequeño, una recamara con baño propio. Era todo lo que el moreno necesita en sus Días de paz. Saco su billetera para darle algo de propina al chico. Este sonrió como niño en navidad.

—Muchas gracias señor, cualquier cosa que necesite, estoy a sus órdenes. —Blaine sabía perfectamente, que ese tono sugerente que el chico ocupo al final. Le indicaba que era otros servicios que  le ofrecía. Quizás más tarde pensó.

Camino por el elegante cuarto, hasta el carito donde varios licores estaban a su disposición. Sirvió un trago de whisky a la roca, para luego mirar por esa hermosa ventana, podía ver la  ciudad completa, la cual ya estaba oscureciendo. Tenía que prepararse.

La fiesta era a las ocho pero tenía que llegar ante, para sacarse algunas fotos con los paparazzi e ir a buscar a Sebastian.

— ¡Aun respira! — Grito Thad, habían logrado sacar al castaño a duras penas, Kurt estaba inconsciente, sus muñecas estaba con grandes marca dando a entender que estuvo varios días amarado. Blaine se acerco de manera temerosa temiendo por lo que vería y se arrepintió de acercase.

Kurt estaba quemado, en un muy mal estado. Su cuerpo tenía varias quemaduras pero  la de su rostro era peor que las de su cuerpo. También había golpes. Su respiración se corto, esto debía ser una pesadilla era lo único que pensaba.

— ¡Hay que llevarlo a un hospital! —Thad lo trajo a la realidad, el asintió. Observo como Wes sacaba su celular para llamar a ambulancia, el pánico se apodero de él.

—No. —Grito arrebatándole el celular. —Lo llevaremos a la clínica de Jeff, todos los presente abrieron los ojos como plato.

—Ese lugar está lejos, Kurt necesita atención médica ahora. —Esta vez fue David quien hablo, está molesto y harto de la actitud idiota del moreno.

—No me importa, nadie se puede enterar de esto, no se da cuenta que sería mi fin además nadie aceptaría a Kurt hagan lo que les dijo. —Ordeno de manera seria y sin dejar lugar a objeciones. —Thad encárgate de hacer lo necesario para pagar el silencio de estos hombres. —Dijo apuntando hacia los tres granjeros que le ayudaron a sacar a su novio de aquel incendio.

Blaine tomo a Kurt con delicadeza, tratando de no rosar sus heridas, pero era casi imposible el cuerpo del castaño era irreconocible.

Llego a las seis en punto, Sebastian estaba en un elegante traje. Pero había algo extraño su rostro estaba pálido y su actitud era mucho más arisca de lo normal. —Cambia esa cara. —Ordeno una vez subieron al elegante mercedes negro que los llevaría a la dicha fiesta.

—Hoy me encontré con un tipo rubio. —Blaine frunció el ceño sin comprender lo que el otro
hombre le insinuaba.

— ¿Qué hay con eso? —Pregunto mirando  a la ventana de manera aburrida.

—El dijo algo extraño. —Comenzó vacilante, Blaine era un hombre peligroso y lo sabía, —menciono algo sobre tu antiguo novio que nunca superaste su muerte. —Blaine se congelo un momento ante de recobrar las compostura, el auto se detuvo pero antes de bajar de él y ser recibido por un mar de flash contesto de manera cortante.

—El murió hace un año. —No era necesario preguntar el nombre Sebastian sabía perfectamente de quien hablaba, por primera vez  de todo estos meses sintió lastima por Blaine.

Sebastian bajo tratando de sonreír era muy difícil hacerlo con la información que acababa de recibir, se acerco a Blaine y posaron en todas la fotos que pudieron como la pareja del momento. Pero en realidad quería salir de ahí.

Blaine por su parte estaba tranquilo como si la mención de su antiguo novio no le molestara,
Sebastian no sabía cómo reaccionar todo era extraño para él, entraron al elegante salón, con gente importante de varios lugares del mundo, todos los conocían claro y como no, si eran la pareja más cotizada de New York. Su rostro estaba en todos lugares, muchos preguntaban cuando darían el “gran paso”.

Pero siempre respondía con el monologo que ya habían practicado y funcionaba bastante bien, “No queremos apresurar las cosas” o “Hay que disfrutar del noviazgo “.

— ¡Pero si son nada más que mis invitados favoritos! —Kail un hombre de mundo, nombrado como la tercera persona más importante, su cabello era claro con grandes ojos marrones. Muy efusivo eso molestaba Sebastian. Blaine se comportaba como un idiota con ese hombre.

—No faltaría al evento del año por nada del mundo amigo. —Blaine respondió con una sonrisa arrogante, abrazando al otro hombre, hoy se lanzaría la nueva colección de zapatos, de Kail y lo nombrarían dueño de la dieciséis tienda de moda que están esparcida por todo el mundo de la misma marca que creo ya hace diez años atrás.

Muchas veces Blaine pensaba que esto era vida, pero luego llegaba a casa y estaba él y se odiaba tanto que a veces quería terminar con ese dolor de una manera rápida. Era necesario sufrir tanto por una persona, ¿Eso era amor o egoísmo?, pero no tenia respuesta protegerlo de este mundo lleno de maldad era su  prioridad.  Al menos eso creía el, pero lamentablemente no todo fue fácil.

Pero el mundo discrimina de manera cruel, nadie lo  quería en alguna obra y eso dolía tanto que decidió hacer lo que hizo,  Kurt nunca sufriría nuevamente el se encargaría de eso. Creando una especia  de cárcel para  él  eso decía Kurt, pero a los ojos de Blaine era protección.

— ¿Cuándo serán ustedes los anfitriones? —pregunto Charlie una mujer elegante, con un cuerpo escultural, su vestido era pegado al cuerpo.

—Cuando quieras. —Sebastian dijo de manera inocente, como si fuera dueño de la casa, Blaine se tenso notablemente, eso extraño al castaño en que dificultaría hacer una fiesta en su mansión. Además así los rumores de que Vivian separados se terminaría.

—Me parece perfecto. —Contesto la mujer levantando su copa en forma de festejo, —que les parece realicen la fiesta que se celebrara en una semana, te ayudara a conseguir más auspiciadores y representante Blaine. —Este asintió de mala manera y se excuso con que necesitaba aire.


—Sus lesiones son grave Blaine. —Esa fueron las palabras de Jeff luego de salir de una cirugía de doce horas. Jeff era un muy buen amigo de Blaine ambos ocultaban el secreto del rubio que solo ellos sabían y nadie podía enterarse. —Su rostro fue reconstruido pero aun así las cicatrices no se borraran. — Blaine se apoyo en la pared expulsando el aire que había contenido. Jeff continúo. —También fue abusado Blaine. —Lo último lo dijo en un susurro y mirando sus zapatos, no era primera vez que daba noticias así, pero era más difícil hacerlo a un amigo.

— ¡Voy a matar al que hizo esto! —Jeff se acerco a su amigo y lo sostuvo de los hombros.

—Hay más Blaine. —Comento de manera seria y mirándole a los ojos nuevamente. —No sabes que tan grave será el daño psicológico que tendrá hasta que despierte.

—Esto debe ser una pesadilla. —Susurro sentándose en esas fría e incomodas sillas de metal que estaban apoyadas en la pared, para no caer la piso de baldosas blanca que tenía el lugar, el sonido de pasos, la máquina de café y las constante conversaciones de doctores a familiares, también como esos llantos desgarradores.

—No quiero que Kurt viva esto. —Jeff abrió los ojos como plato, sabía perfectamente que tramaba Blaine.

— ¿Qué harás? —Pregunto cerrando los ojos él ya sabía la respuesta.

—Quiero que informe la muerte de él, di que no sobrevivió a la operación

— ¿Estás seguro? — Lo último lo dijo para poder creer que lo que harían era real.

—Si es lo mejor, yo me encargare de protegerlo.

— ¿Estás bien? —Blaine dio un pequeño salto al escuchar la voz de Smythe tan cerca de él.

— ¿Por qué aceptaste lo de la fiesta? —Pregunto arrebatándole el vaso que llevaba el castaño en la mano y tomándolo de una sola vez.

—Pensé que era una buena oportunidad para que terminaran los rumores. —Contesto encogiéndose de hombros, — Blaine lo miro serio. Como si lo fuese atacar en cualquier momento.

—Nunca más vuelvas a meterte en lo que no te llaman, no vuelvas a tomar otra decisión sin mi consentimiento. — Sebastian se vio asintiendo frenéticamente con miedo hacia el hombre que estaba frente a él, su cuerpo tenso, sus labio eran una línea delgada. Realmente no sabía que paso con el Blaine de la secundaria al parecer la vida lo había matado.

—Listo Blaine, —Jeff estrego todos los papeles de defunción, Blaine los observo ante las desaprobatorias miradas de sus amigos.

— ¡No sé cómo estás de acuerdo con estos Jeff! — Wes estaba furioso no entendía como Jeff se prestaba para eso, pero el asiático no sabía que el rubio no podía juzgar a Blaine el había hecho algo mucho peor.

— ¿Qué pasara con el cuerpo? —Pregunto Blaine una vez reviso que todo estuviera en orden.

—Me conseguí otro, ya hice todo para que quedara registrado como Kurt Hummel. —Dijo mirando al moreno.  — Lo enteraras en ceniza es la única forma que nadie sospeche. De pronto David hizo la pregunta que Blaine no había realizado en su mente.

— ¿Qué le dirás a Burt?


La fiesta había terminado hace una hora, Blaine lo dejo en la puerta del edificio y se fue era extraño eso. Ya que cada vez que había una fiesta terminaban follando. Pero era mejor Sebastian no tenía intenciones de estar con él, luego de lo ocurrido y de lo que se entero. Todo había sido tan extraño algo no encajaba en la situación claramente.

Luego de saludar al conserje del edificio, para subir  a su departamento, este se localizaba en el piso veintiuno, se apoyo en uno de los vidrios del ascensor mientras esperaba llegar a su destino.

Al abrirse las puertas camino por el pasillo, de luz suave, alfombrado de color rojo. Con  cuadros en sus paredes dando un toque sofisticado. Tanteando en sus bolsillos, hasta encontrar una llave de color dorado, en ella estaba un llavero donde la foto de su mejor amigo Karl y el posaban al llegar a New York. A veces agradecía que el pelirrojo no estuviera con él, estaría muy decepcionado de sus decisiones.

El lugar era exageradamente enorme, para un hombre solo, con  un gran salón, estudio tres habitación, cuatro baños, todos con yacusi. Una cocina amueblada, incluso invernadero que nunca utiliza, también había un comedor, recibidor y salón de fiesta. Era demasiado, solo para hacer un departamento.

Sintió los pasos de su pequeño cachorro Flin, decidió comprarse un perro para no sentirse tan vació, dejo la chaqueta de  en el sillón de cuero negro de la sala y camino hasta la cocina para cambiarle el agua a su amigo y darle algo de comida. El perro movió la cola en agradecimiento, este acaricio su cabeza ante de dirigirse al estudio, había algo que lo estaba molestando.

Camino hasta el estudio una vez frente a su escritorio, encendió su computadora. Mientras esta cargaba abrió la ventana y encendió un cigarrillo para relajarse un poco, se acerco al pequeño mueble café de la entrada sacando un cenicero y se acomodo en su silla de tras del escritorio. Puso la clave para ingresar al escritorio y abrió el navegar.

Una vez que estuvo en Goolgle, tecleo con dedos temblorosos, el nombre de Kurt Hummel. No tardo en obtener resultados, muchos eran de una obra el fantasma de la opera, tecleo la primera noticia leyendo el artículo.

"El joven Hummel ayer por la tarde estreno su primera obra el fantasma de la opera, ganándose la ovación del público con su gran actuación. Ahora el  joven tiene muchas ofertas y al parecer, el famoso director de la obra “Los miserable “lo quiere en su elenco."

Volvió al sitio a buscar otras noticias relacionadas con él, hablaban de la otra obra que realizaría los Miserables, su noviazgo con Blaine, hasta que encontró la noticia que tanto buscaba. Con el corazón en la boca entro en esa página.


“Hace menos de una hora el doctor Jeff Stirling, anuncio el fallecimiento del actor Kurt Hummel con tan solo  Veinte años de edad”


Luego de de leer eso necesito otro cigarrillo y comenzó nuevamente de su búsqueda. Encontró otro artículo.

“Según la conferencia de prensa que dio Blaine Anderson el Joven actor murió en el incendio de la cabaña a donde se encontraba preparándose para su papel”


Cero los ojos colocando su dedo índice y el pulgar, en el puente de su nariz. Kurt estaba muerto.



Bueno aquí está el nuevo capítulo, se que tiene muchas pregunta, como ¿Quién secuestro a
Kurt? , ¿Qué hizo Jeff?,  ¿Qué le dijeron a Burt? Y lo más importante  que hará Sebastian.
Los capítulos que siguen sabrán  de a poco mas detalles bueno si tienen alguna duda sobre el capitulo no duden en hacerla dejare un adelanto.


“Próximo capitulo”

El ruido era insoportable en el salón. Decidió caminar a la planta alta sin autorización, el lugar era muy grande  y elegante. Miraba algunas fotografías antiguas del dueño del lugar cuando sintió un ruido en un cuarto. Camino cautelosamente  viendo que nadie lo hubiera visto y trato de abrir la puerta, pero fue inútil, estaba cerrada. Apoyo su oído en ella para tratar de oír y era la voz, al tratar de escuchar mejor pudo reconocer de quien era esa voz la reconocería en cualquier parte.

—Kurt. —Susurro, antes de que todo se volviera negro.

LO AME ENSERIO ES LA MEJOR HISTORIA QUE E LEÍDO

ENSERIO ME ENCANTO ACTUALIZA PRONTO SALUDOS

Acabo de leer estoy capítulos y esta súper este fic, no tardes en actualizar, por favor.