Batalla Clasificatoria: OS #03

BATALLA ONE SHOT

Blaine se bajó del taxi con una mezcla de nervios, felicidad, impaciencia y ansiedad. Entró rápidamente en aquel edificio ya conocido para él. Subió al segundo piso y tocó la puerta un par de veces con una gran sonrisa. Segundos después, con una sonrisa tan grande como la suya Kurt le abrió la puerta y se le lanzó a los brazos de manera efusiva. 

-Por fin llegas-le dijo Kurt al oído todavía sin apartarse de él.

-Lo siento, el avión iba con retraso-se disculpó Blaine sin romper al abrazo. -Pero lo que cuenta es que ya estoy aquí dispuesto a empezar una nueva etapa de mi vida contigo...

-Y con nosotras-Blaine fue interrumpido por Santana y Rachel que miraban a la pareja fijamente con una gran sonrisa, Blaine soltó una pequeña carcajada. -Sí, también con vosotras.

-Bueno, ya. Se acabó el abrazo-dijo Santana mientras avanzaba hacia ellos y los separabas, agarrando a Kurt por la cintura.

-¡Santana!-gritó el castaño al sentir que su amiga lo cogía por la cintura.

-La primera regla de vivir en nuestro loft es no hacer ninguna muestra afectiva que dure más de quince segundos-dijo Santana en un tono serio.

-¿A sí?-replicó Kurt. -Pues creo que ayer por la tarde te saltaste esa regla con Dani.

-¿Qué?...No diga tonterías Lady Hummel, está claro que esos pantalones tan ajustados que llevas retienen toda la sangre y no te llega bien al cerebro.

-Tengo una foto que lo corrobora, si quiere voy por ella-dijo Kurt señalando a su habitación, donde se encontraba su teléfono móvil con la supuesta foto.

-¿Y cómo es que tienes una foto mía en tu teléfono móvil? ¿Es que acaso te gusta ver a dos mujeres besándose?

Kurt bufó divertido ante las palabras de su amiga y añadió: -Vaginas, no gracias- dijo mientras hacía una cruz con sus dedos, causando las risas de Blaine y Rachel. -En realidad no tengo ninguna foto, lo decía para que lo admitieras tu sola... y ¡oh! ha funcionado. El alumno supera a la maestra-finalizó mientras chasqueaba sus dedos en frente de la cara de Santana.

-¡Mentiroso! ¡Manipulador! ¡Embustero!-decía Santana mientras le lanzaba cojines, los cuales Kurt esquivaba con elegancia.

Blaine sonreía mientras veía la escena, si esto era el día a día en el loft de su novio y sus dos amigas desde luego estaba deseando empezar a convivir con ellos.

-¡Bueno ya está bien!-Rachel intervino por primera vez desde que sus amigos habían empezado a discutir. -Tenemos un invitado, que por cierto, se va a casar con uno de los aquí presentes-dijo mirando hacia Kurt-¿y no se os ocurre otra cosa que discutir en frente de él?

-¡Aguafiestas!-le dijo Santana a su amiga mientras le lanzaba un cojín que le dio de lleno en la cara.

-¡Santana!-gritó Rachel. -Se acabó.

-Está bien, cuando sales de tu faceta de mosquita muerta me asustas-la latina se encogió de hombros y se sentó en el sofá.

Los cuatros jóvenes de dirigieron a la mesa, donde la cena les estaba esperando, Santana se sentó junto a Rachel y Blaine junto a Kurt.

-¿Qué tal te va con los ensayos de ‘Funny’?-le preguntó Blaine a su amiga.

-La verdad es que son más duros de los que esperaba pero me encanta todo lo que hago, me pongo nerviosa solo de pensar en el estreno.

-Lo harás genial. Eres la mejor, todos lo sabemos-le dijo Blaine mientras le daba un amistoso apretón de manos. 

-¿Y tú qué vas a hacer ahora que estás aquí?-le preguntó Rachel mientras se llevaba un trozo de lechuga a la boca.

-No lo sé. La verdad es que me desanimé bastante cuando NYADA me rechazó. Si no hubiera sido por Kurt no estaría aquí-Blaine miró a su prometido con una sonrisa y le dio un ligero beso en los labios.

-Por supuesto que tenías que estar aquí conmigo Blaine, después de todo soy tu prometido-Kurt se señaló el anillo de su dedo mientras hablaba- además te recuerdo que Santana y yo llegamos aquí como tú, sin nada a lo que agarrarnos y con el desánimo se saber que por todo lo que habíamos luchado en nuestro última año en Lima fue en vano, y mira ahora como estamos, ambos hemos recuperado la confianza en nosotros mismos y estamos persiguiendo nuestros sueños.

-Kurt tiene razón, Blaine-intervino Rachel. – No hay que rendirse, NYADA, aunque no lo parezca, no es todo en este mundo. Seguirás adelante, puede que no seas tan fuerte como nosotros tres, pero lo conseguirás-dijo Rachel en un tono de broma, pero animando a Blaine a no rendirse.

Kurt y Rachel se quedaron en ese momento mirando a Santana, esperando a que dijera algo, la latina que ese momento estaba intentando separar los trozos de cebolla de la ensalada sintió dos pares de ojos que la miraban fijamente y levantó la cabeza.

-¿Qué?

Kurt y Rachel le hicieron señas para que animara a Blaine, Santana suspiró con cansancio pero hizo lo que ellos dijeron.

-Mira, Mister Gomina, te voy a ser sincera, al principio va ser todo muy caótico, vas a ver como cada persona que conoces tiene claro lo que va a hacer en la vida y te desesperarás, pero no por eso tienes que venirte abajo, puede que te equivoques en tus decisiones, yo misma trabajaba de ‘camarera sexy’-Santana hizo comillas con los dedos ante esas palabras- hasta hace solo unos meses, no creo que tu vayas a acabar así, Lady Hummel te dejaría por segunda vez si llegaras a hacer algo parecido-Kurt le lanzó una mirada mortal a Santana- a lo que voy, lo importante es que no tienes que dejar de creer en ti y seguir tus sueños a pesar de que parezca que son imposibles, siempre hay una salida.

-¿Y desde cuándo hablas tan bien?-le preguntó Kurt a su amiga asombrado aún por las esperanzadoras palabras que le había dedicado a su novio. –Has dejado mi discurso de prometido súper enamorado por los suelos.

Santana se encogió de hombros. – Talento natural.

-Gracias, de verdad que necesitaba todo esto-dijo Blaine tras unos segundos de silencio. –No sabéis lo agradecido que estoy por vuestras palabras de ánimo.

-De nada, Blaine-le dijo Rachel en un tono alegre. –Los amigos estamos para esto, tú ya eres uno más entre nosotros. Siéntete como en casa.

Blaine le sonrió de vuelta y siguió comiendo. La cena duró alrededor de veinte minutos más, hasta que Kurt se levantó y cogió de la mano a Blaine para que hiciera lo mismo.

-Bueno, nosotros nos retiramos-les dijo a sus amigas rápidamente.

-¿Ya? ¿Tan pronto?-dijeron ambas chicas a la vez. -¿Se puede saber que vais a hacer ahora? –preguntó Rachel, ahora sola.

Kurt agarró de nuevo la mano de Blaine y la dirigió hasta el bolsillo trasero de su pantalón, de modo que el brazo de Blaine le rodeaba la cintura completamente.

-¿A ti que te parece?-dijo mientras lanzaba un guiño a sus amigas y se dirigía a su habitación junto con Blaine, quien había estado esperando ese momento desde que llegó a New York.

-Nunca creí que llegaría este día-suspiró Santana indignada una vez que la pareja se había ido- el día en el que Lady Hummel tuviera más vida sexual que yo.