One-shot Jarley: la primera vez (una visión diferente)

Bueno, después de varios intentos de fanfics que no terminé por falta de tiempo o pérdida de interés, me surgió esta idea. Creo que fue antes del estreno de the quarterback, pero jamás pensé seriamente en escribirlo hasta que me indigné con a Katy or a Gaga. Me costó mucho terminarlo porque constantemente se me ocurrían más líneas argumentales para seguir, y el final me parece un poco abrupto, pero quería poder descargarme y subirlo antes de que se estrene el próximo episodio.
Repito que es mi primer fic, así que cualquier crítica o sugerencia va a ser muy valorada.

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-¿Segura que quieres hacerlo?-Volvió a preguntarle Jake en voz baja, casi en un susurro, pues estaban aún en un pasillo de la escuela.
-Sí...-Dijo Marley- Lo estuve reflexionando mucho estas últimas semanas...-Su voz sonaba cada vez más temblorosa.- Desde que murió Finn y escuché a Rachel hablando sobre él pienso que...- Se detuvo por un instante y miró fijo al piso, después levantó la mirada y giró su cabeza levemente hacia la izquierda- Siempre pensé en que no estaba lista, pero llegaría un momento en que simplemente lo sabría. Sin embargo ahora he visto que las cosas no siempre son como las esperas y nunca sabes cuánto tiempo tenemos en realidad... Te amo- Los dos sonrieron al mismo tiempo y Jake tomó la pequeña mano de su novia y empezaron a caminar lentamente por el pasillo hacia la salida-. Y sé que me amas y haz hecho y renunciado a muchas cosas por mí. Ahora lo veo. Y no sé si en algún momento volveré a sentirme así de amada, respetada, y protegida. Y, como canté en las regionales, “esta es mi vida y no voy a vivirla dos veces...”
El joven Puckerman se acercó y besó suavemente los labios de Marley.
-¿Este fin de semana mi mamá estará fuera de la ciudad? ¿Te parece bien? Voy a preparar todo y va a ser super-romántico; como sé que te gustaría.- Los ojos de Marley Rose reflejaban una mezcla de seguridad y amor, y su boca volvía a arquearse en un hermosa sonrisa.- ¿Mi casa está bien o tiene que ser algún lugar... especial?-Jake empezaba a dudar, quería que todo fuera perfecto, pero temía el estar exagerando.
-El asiento trasero de un auto o un hotel no son precisamente ideas románticas.
-OK. Mi casa.

Marley salió de la ducha y se miró al espejo, había subido un poco de peso pero ya no le importaba, en los últimos meses había aprendido a quererse, a aceptarse, y tanto su madre como Jake, Kitty y el resto de sus amigos habían sido claves en ese proceso.
Al mismo tiempo, su novio terminaba de ordenar la casa y cambiarse (se vistió de su forma habitual con una camisa de mangas cortas de color violeta oscuro y unos jeans anchos desgastados), se ponía un poco de perfume y encendía la radio.
-Tengo un piyama party en la casa de Kitty.-Dijo Marley cuando tuvo su bolso listo.
Mentirle a Millie no era algo que acostumbrara, pero las palabras habían salido en forma casi automática de su boca. La Sra. Rose supuso que algo raro podía estar pasando cuando su hija salió de la casa sin despedirse apropiadamente; de todas formas confiaba en ella y en la educación que le había dado.
Jake comenzaba a impacientarse: hacía diez minutos que debería haber llegado; ¿se habría arrepentido? Tomó su celular para llamarla, pero justo en ese instante se oyó el timbre. El muchacho se detuvo ante la puerta unos segundo para tranquilizarse y no parecer desesperado, y luego abrió. Allí estaba ella: llevaba una remera azul, y encima su cárdigan amarillo, además de una pollera floreada y un botas bajas. Su pelo, todavía húmedo, caía sobre sus hombros y no tenía ningún accesorio y, lo más importante de todo: llevaba una gran sonrisa. Marley entró dubitativa  y besó a su novio; después recorrió la sala para dejar su mochila en el sofá.
-Llegaste justo a tiempo-Dijo el dueño de casa.- La comida está casi lista.
-Ya comí.- La mirada inquisidora de Jake la obligó a mirar al piso.- Está bien, no comí. Pero estoy tan nerviosa que dudo que pueda probar un bocado.
-Ey-La tomó de la mano y se sentaron juntos en el sillón- No estés nerviosa. Mira, no tiene porque pasar ahora... ni siquiera hoy o este fin de semana. Pero... nos amamos, y los dos tomamos libremente la decisión de hacerlo, así que tarde o temprano va a suceder... y quiero que sepas que, en ese momento, sea cuando sea, te voy a cuidar y respetar como lo hice todo este tiempo...

La cena pasó tranquilamente, conversaron de todos los temas habituales: familia, películas, música, las nacionales, el futuro del coro y el de ellos mismos... Nueva York, Broadway y Rachel fueron parte de la conversación también; la simple mención de Finn produjo un cambio rotundo en la dulce voz de Marley, debido al vínculo que había crecido entre ellos después de su desmayo en la seccionales. Cuando terminaron de comer, ella se levantó para juntar los platos pero Jake la interrumpió argumentando que ella era la invitada. Así que mientras el Puckerman menor se encargaba de limpiar, ella se limitó a manipular la radio, sin saber qué era en verdad lo que buscaba. Pasó varias estaciones hasta que se detuvo cuando llegaron a sus oídos los primeros acordes de la introducción de a thousand years, de Christina Perri.
-Se podría decir que esta es nuestra canción...-Dijo Jake mientras se acercaba.
-Mmm... pensé que let me love you era nuestra canción. De verdad me impactaste esa vez...
-Sí, estuve impresionante.-Ambos rieron, mientras la canción proseguía. Él extendió su mano-¿Bailamos?
Marley apoyó su cabeza en el pecho de su novio y comenzaron a girar lentamente mientras ella susurraba la letra de la canción.
-The day we met,/frozen i held my breath/right from the start i knew that i'd found a home for my heart...Beats fast...
Entonces tomó la mano de Jake y la llevó hasta su pecho para que sintiera que, como decía la canción, latía rápido, pero él entendió también el meta mensaje: le estaba permitiendo que avanzara. Comenzaron a besarse apasionadamente, mientras se encaminaban lentamente hacia la habitación, pero Marley se separó justo a tiempo para recitar otra frase de la canción:
-All of my doubt suddenly goes away somehow.
-One step closer...-Le contestó. La música se escuchaba cada vez más débil a medida que se alejaban del comedor.
La habitación era el punto en el que más se había esmerado. Había colocado velas en las mesitas de luz, los demás muebles y hasta en el piso, para lograr la iluminación adecuada. Una vez que entraron en ella y se cerró la puerta, solo la cama y el área más próxima eran claramente visibles. También se podía apreciar que había pétalos de rosas rojas sobre la cama y una entera en la almohada.
Se acercaba lo que Jake pensaba que sería el momento crítico: cuando tuvieran que quitarse la ropa. Él quería evitar que su novia se sintiera vulnerable o incluso que se percatara de su desnudez; así que trató de hacerlo suavemente y sin dejar de besarla, comenzó por lo más sencillo: desabotonar el cárdigan de Marley, y quitarse la camisa. Luego deslizó una mano bajo la remera de su novia y continuó besándola. Ella arqueó la espalda ante el contacto cálido de sus dedos, y levantó los brazos para permitir que le quitara la prenda. Entonces el joven comenzó a sentir que algo andaba mal: después de que la remera cayera al suelo pudo sentir como su novia temblaba y cruzaba sus manos delante de su vientre.
-¿Estás segura de querer seguir adelante con esto?
-No lo sé... podríamos acostarnos solamente... aunque sea por unos minutos.
-Claro-Jake no quería parecer frustrado o enojado, después de todo en una noche habían avanzado mucho más que en medio año de relación. Se quitó el pantalón y se acostó, mientras la muchacha volvía a buscar su bolso y se colocaba un camisón blanco.
-De verdad aprecio todo lo que hiciste... digo, las velas y las flores.
-¿Esto?-El joven tomó la vela más cercana y la apagó con un interruptor que había debajo.- Son de LED. Pensé que serían menos riesgosas pero lograrían engañarte.-Marley rió.- Sabes... antes de conocerte no hubiera valorado esto...-Cruzó su brazo por detrás de la cabeza de su novia y comenzó a juguetear con su cabello marrón. Ella tenía sus ojos fijos en él, y él los suyos en el techo- Antes pensaba sólo en conseguir a la chica que más me atrajera en el momento, llegar lo más lejos que pudiera y dejarla. Pero ahora, todo lo que necesito es a ti... Te amo y quiero pasar el resto de mi vida contigo. Y eso significa que serán muchas las noches que pasaremos lado a lado solo durmiendo.-Marley tomó la rosa entera que yacía sobre la almohada y comenzó a acariciar los labios de su novio con ella.-Así que no me importa tener que esperar un día, un mes, un año... ni mil años más...
Marley se incorporó en la cama y dijo:-no tendrás que esperar más, quiero hacerlo... ahora.-Sus preciosos ojos azules habían recobrado su brillo.
-¿Estás segura?
-¡Sí!-Respondió firmemente.

Puckerman comenzó a despertar alrededor de las 9:30 de la mañana. Se restregó los ojos: Marley seguía abrazada a su cintura y con su cabeza apoyada sobre su pecho. Jake la separó con suavidad y la dejó descansando sobre la almohada, se levantó y se colocó su camisa pero sin abotonarla. Se detuvo unos segundos a ver dormir a la mujer que amaba con una sonrisa estúpida dibujada en su rostro. Fue al baño, primero para lavarse la cara, pero se frenó al encontrarse en el espejo. Veía algo diferente en sí mismo, seguía sonriendo, pero no en la forma usual; y sentía algo adentro, en su pecho, que tampoco podía expresar...
Unos minutos más tarde, cuando volvió a la habitación con el desayuno preparado, Marley seguía durmiendo, pero se había dado vuelta y trataba de ocultar su cara de la escasa luz del sol que atravesaba las persianas. Contemplarla nuevamente en esas circunstancias volvía a dibujar esa boba sonrisa en su rostro, pero ¿cómo podía describir Jake cómo se sentía?
-Pleno...-Dijo en un susurro, inconscientemente.
-¿Hum?-Marley comenzó a despertar al escuchar su voz. Abrió los ojos lentamente mientras se acostumbraba a la luz.
-Ms. Rose... su desayuno está listo.- Hizo una reverencia y depositó la bandeja entre las piernas de la joven mientras besaba su largo cabello.
-Gracias.-Le respondió mientras baja la vista hacia lo que su pareja le había preparado: había tostadas, cereales, café y jugo de naranja.
-No tienes que agradecer, eres mi huésped de honor.-Dijo mientras tomaba la taza de café.-¿Cómo te sientes?-Jake no estaba seguro de si debía abordar el tema o no, pero quería estar seguro de que ella se sintiera de igual manera que él.
-Quiero decir... gracias... por todo. Por haber sido tan dulce, cariñoso, y respetuoso conmigo todo este tiempo y en especial anoche.-Luego, le dio un mordisco a una tostada, para tratar de ocultar su vergüenza.
El muchacho aún no sabía que contestar; pero tras un par de segundos frunció los labios y dijo: -Amo verte comer...
-Yo amo escucharte roncar...-Repuso Marley con sonrisa pícara.
-Jaja-rió socarronamente, para luego tornarse serio.- Yo no ronco.
-¡Oh, claro que sí!
-Está bien. No importa. Pensé que podríamos salir a almorzar, yo invito. Tal vez deberías avisarle a Millie, y tu celular sonó hace un rato, creo que te llegó un mensaje.
-Lo reviso en un momento... pero ahora, ¿te quedarías unos minutos más conmigo en la cama?
-¿Terminaste de desayunar?-Ella asintió mientras masticaba un último bocado de la tostada y se apuraba a tomar un sorbo de jugo. Jake se llevó la bandeja y volvió con el celular de Marley en la mano.
-Es Kitty-Dijo extendiendo su mano mientras volvía a acostarse.
-”Cena para tres. Hoy.”-Leyó en voz alta después de tomar su celular. La tercera persona debía ser Unique-¿No te molesta?
-No, si aceptas salir a almorzar conmigo.- Dijo Jake, luego tomó una mano de su novia y la beso.
-Acepto, pero antes debería ducharme.
-Podríamos bañarnos juntos.-Sugirió con naturalidad.
-¡Hey! No abuses.
-¿Qué?, pensé que después de lo que hicimos anoche, todo ocurriría más... naturalmente entre nosotros dos.
-Más allá de la que pasó ayer, sigo siendo la misma chica que te pidió ir despacio en el baile Sadie Hawkins.
-Lo siento, es mi culpa... Tienes razón...
-No temas equivocarte; porque estamos aprendiendo... juntos.
-Y ahora sé que lo bueno tarda en llegar...