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[Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
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★Alex Colfer★
darckel
Gabriela Cruz
gleeclast
8 participantes
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[Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Bienvenid@s a esta adaptación del dorama "Playful Kiss" o "Beso travieso". ¿Cómo lo he adaptado? Pues, me he dado el trabajo de ver detenidamente cada capítulo he ir describiendo cada cosa que pasa y ajustando la historia a nuestros adorados Kurt & Blaine. De acuerdo, aclarado esto, continuo.
El dorama cuenta con 16 capítulos + 8 capítulos especiales (2° Temporada) - ¿Por qué les digo esto? pues para que se hagan una idea , además de que los 16 primeros cap. son realmente largos, por lo que creo que los pondré en cuatro o tres partes.
Entonces, sin más aclaraciones... Les dejo el Prólogo para que se vayan adentrando en la historia.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~o~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Prólogo.
La historia habla de un estudiante, Kurt Hummel, que está completamente enamorado de Blaine Anderson, un chico de altas notas, gran popularidad al ser uno de los más guapos de la escuela y el primer lugar por notas altas. Kurt no tiene un gran intelecto, ni suele sacar buenas notas y también es un poco despistado y únicamente dispone de su persistencia y valor para demostrar a Blaine que él es el chico ideal para estar a su lado. En el momento de la declaración, Blaine que apenas lo conoce, lo rechaza de manera brusca y fría. Kurt decide no darse por vencido y lograr conquistarlo. De repente un "terremoto" arrasa la ciudad y sorprendentemente solo su casa se destruye.
Gracias a un amigo de su papá, ellos se quedan a vivir a su casa. Kurt, para su sorpresa encuentra a Blaine Anderson siendo el hijo mayor del amigo de su papá.
Además un amigo, Sebastian Smythe, está completamente enamorado de Kurt y no está dispuesto a dejarlo ir tan fácilmente, durante la historia se desatará este triángulo amoroso.
El dorama cuenta con 16 capítulos + 8 capítulos especiales (2° Temporada) - ¿Por qué les digo esto? pues para que se hagan una idea , además de que los 16 primeros cap. son realmente largos, por lo que creo que los pondré en cuatro o tres partes.
Entonces, sin más aclaraciones... Les dejo el Prólogo para que se vayan adentrando en la historia.
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Prólogo.
La historia habla de un estudiante, Kurt Hummel, que está completamente enamorado de Blaine Anderson, un chico de altas notas, gran popularidad al ser uno de los más guapos de la escuela y el primer lugar por notas altas. Kurt no tiene un gran intelecto, ni suele sacar buenas notas y también es un poco despistado y únicamente dispone de su persistencia y valor para demostrar a Blaine que él es el chico ideal para estar a su lado. En el momento de la declaración, Blaine que apenas lo conoce, lo rechaza de manera brusca y fría. Kurt decide no darse por vencido y lograr conquistarlo. De repente un "terremoto" arrasa la ciudad y sorprendentemente solo su casa se destruye.
Gracias a un amigo de su papá, ellos se quedan a vivir a su casa. Kurt, para su sorpresa encuentra a Blaine Anderson siendo el hijo mayor del amigo de su papá.
Además un amigo, Sebastian Smythe, está completamente enamorado de Kurt y no está dispuesto a dejarlo ir tan fácilmente, durante la historia se desatará este triángulo amoroso.
Invitado- Invitado
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Ola me encanto el prologo se ve que esta genial la historia espero con muchas ansias el primer capitulo
gleeclast-* - Mensajes : 1799
Fecha de inscripción : 26/03/2013
Edad : 27
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Se ve interesante no tardes con el primer capítulo.
Gabriela Cruz-*-* - Mensajes : 3230
Fecha de inscripción : 07/04/2013
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
me gusta mucho el prologo se ve que será muy interesante el fic, ya quiero leer el primer capitulo
darckel********-*- - Mensajes : 1028
Fecha de inscripción : 02/10/2012
Edad : 27
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Me encanto.
Me gusta la idea de un Kurt despistado y enamoradizo.
Y un Blaine popular.
Ya quiero leer el primer capitulo.
Saludos!!
Me gusta la idea de un Kurt despistado y enamoradizo.
Y un Blaine popular.
Ya quiero leer el primer capitulo.
Saludos!!
★Alex Colfer★- - Mensajes : 1210
Fecha de inscripción : 11/11/2013
Edad : 25
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Playful Kiss – Capítulo 1 [Parte 1]
En el bosque, la brisa mecía las hojas de los árboles, haciendo caer algunas; la luz del sol se colaba por entre medio de ellas y Blaine paseaba tranquilamente, absorbiendo el perfume suave de las flores. Su mirada se dirigió a la delicada figura que descansaba apoyada en el tronco de un árbol grande. Su semblante tranquilo le indicó que estaba profundamente dormido. Sin dudarlo un segundo se acercó hacia sus labios y los besó de forma tierna. Kurt se removió en su lugar, despertando al segundo siguiente que Blaine se había alejado de él. Abrió sus ojos y pudo ver un hermoso y radiante caballo blanco inmaculado. Sonrió alegre al verle, guiñándole incluso un ojo al caballo. El equino le lanzó una mirada penetrante a lo que Kurt respondió observándolo de lado mientras entrecerraba los ojos, luego, poniendo ambos dedos índices en sus mejillas, le enseñó la lengua. El caballo volteó su vista a otro lugar y emprendió su camino. Kurt, dejando su cuaderno de dibujo a un lado, se puso en pie para seguirle a una distancia corta. Atravesó el sendero con algunas raíces sobresalientes y ramas bajas, en busca del equino. Pero cuando creyó haberlo encontrado, se topó de frente con la persona que más anhelaba ver en todo el mundo. El chico al cual amaba con locura.
Una hoja cayó meciéndose con el vaivén de la brisa, depositándose sobre el hombro de Blaine, quien vestía un traje blanco como el pelaje del caballo que Kurt venía siguiendo.
Ambos cruzaron miradas llenas de diversos sentimientos. Kurt se aproximó hacia él, quien se inclinó para besarle. Sin dudarlo, estiró sus labios en busca del encuentro de sus bocas, pero nada pasó.
Con sus ojos fuertemente cerrados y su boca fruncida en un beso, Kurt dormía plácidamente, sentado en las gradas del colegio, después de una clase al aire libre. Sus compañeros se habían marchado hacía mucho, dejándole allí completamente sumido en sus sueños. Un movimiento mal hecho, le hizo dar un brinco, lo cual lo despertó de inmediato. Desesperado miró a su alrededor, encontrándose solo en mitad del patio. A lo lejos, el timbre anunciaba el ingreso a su siguiente clase. Se paró de un saltó y echó a correr para llegar a tiempo, pero cuando llegó a los escalones, regresó en busca de su cuaderno de dibujos que estaba dejando olvidado en donde anteriormente dormía.
Absorto. Así estaba Kurt, observando el dibujo que había hecho en su cuaderno, antes de dormirse hace un rato. Había bastantes flores, posadas sobre una roca o algo así pretendía que fuera. Su sonrisa se amplió, recordando el curioso sueño que tanto le había gustado.
La voz de la profesora lo sacó bruscamente de su fantasía, haciendo que se irguiera en la silla.
- ¿Sr. Hummel? – musitó ella, acercándose a su pupitre.
- ¿Sí? – respondió inmediatamente, fingiendo que estaba prestando atención a su clase.
- ¿Qué está pensando mi querido Kurt tan temprano por la mañana? – dijo con sarcasmo.
La clase murmuró en susurros audibles, pero a Kurt no le importó, porque su felicidad nadie se la arrebataría. Él había soñado con Blaine, su amor platónico.
La atención de la profesora se desvió, cuando recorrió el salón hasta el fondo, encontrándose con un más que distraído Sebastian, balanceándose en la silla con desenvoltura y con la mirada fija en la figura de Kurt. Le miraba con una sonrisa bobalicona en los labios, mientras sus ojos le examinaban.
- Chicos, estudiar debe ser muy duro ¿Verdad? – comentó la profesora, sin apartar la vista de Sebastian.
- ¡Sí! – respondió la clase con desgana.
- ¡Duro ¿Verdad?! – repitió en una exclamación.
- ¡Sí! – dijo en contestación la clase con algo más de ánimo.
- Lo sé… - continuó ella, cruzando los brazos sobre el pecho - ¡La vida de un estudiante de tercer año de preparatoria del Estado de Ohio, puede ser muy solitaria y difícil! – dio dos pasos y tomó a un chico por la espalda, alzándolo y sentándolo correctamente – Ya puedes dejar de fingir que buscas algo en tu bolso – le dijo soltándolo y continuando su camino - ¡Deja de perder el tiempo! – Regañó a otro, quien había dibujado un par de ojos sobre sus párpados para poder dormir libremente – Pero no importa lo cansados que se sientan – los miró a todos - ¿Estarían más cansados que la profesora guía de la clase? ¿Uh? ¡¿Tienen idea de lo agotador que es ser profesor?! – exclamó.
Kurt desvió la vista, junto con Rachel y Santana, quien se abanicaba.
Llegó la hora del receso y todos los estudiantes estaban oyendo como los amigos de Sebastian tocaban algunas tonadas con la guitara, golpes de percusión en un tiesto de basura y teclados de juguete.
Kurt y sus amigas aplaudieron con entusiasmo en cuanto acabaron. Luego se centraron en una conversación.
- Parece que ya salieron los resultados – murmuró Kurt, mirando a Rachel y Santana.
- Sí – dijo la primera.
- Sí, creo que estaremos de nuevo entre los últimos – respondió agitando su cabeza de un lado a otro de forma divertida – De todas formas, no es la primera vez ¿Para qué molestarnos en alterarnos cada vez? – finalizó, metiéndose una patata frita a la boca.
- Ya terminaron la construcción de tu casa ¿Verdad? – preguntó Rachel, cambiando de tema – ¿No vas a hacer una fiesta de inauguración?
- No hemos podido desempacar todavía… – aclaró Kurt, apoyando su cabeza en su puño, lanzando un suspiro - … porque papá viene a casa muy tarde todos los días y yo también.
- ¡Déjale eso a Sebastian! – Interrumpió Santana – Lo acabo de ver – Puso una mano en su mejilla, y abrió la boca mirando a Kurt, imitándole – Se la pasa mirándote así.
- ¡No! – Exclamó Kurt dándole un empujón.
- ¿Qué quieres decir con “no”? – Le increpó ella riendo junto a Rachel – Que Sebastian tenga esa complexión, también es por ti.
Tras de Kurt, pasó una de las chicas más odiosas de toda la escuela, la cual al verle lo saludó como si nada.
- Hola – musitó Kaitlyn.
- Hola – le respondió él, alzando una mano.
Ella caminó hasta la máquina dispensadora de bebidas junto a sus amigas.
- ¿”Hola”? – preguntó Santana en un susurro a Kurt.
- Ella acaba de decir “Hola” ¿verdad? – quiso saber Rachel, consultándole a Santana.
La chica depositó una moneda en la máquina y luego de presionar su selección esperó a que cayera el envase, pero nada pasó.
- ¿Por qué no sale? – reclamó golpeando con el puño en la vidriera de la máquina.
Kurt al presenciar la situación, se encogió de hombros y se puso en pie, siendo animado por el grupo de Sebastian, quienes golpeando sus tarros y pies, hacían una especie de barra. Él pegó su oído a la máquina, dando pequeños golpecitos en distintos lados de la vidriera, como si llamara a la puerta. Luego se alejó un poco, tronando los huesos de sus manos, en un estiramiento. Tomó un respiro y lanzó una patada lateral con precisión en el centro del dispensador de bebidas. Al segundo siguiente, se oyó cómo caía la lata de gaseosa. Kaitlyn la sacó y se sentó, después de que Kurt lo hiciera también.
- Gra… gracias – dijo desde su lugar la chica, dirigiéndose a Kurt.
- ¿”Gracias”? – susurró incrédula Santana, en medio de las risas de Kurt y Rachel.
- En el simulacro de los exámenes de tercer año, Blaine Anderson parece que es el mejor de nuevo – comentó una de las amigas de Kaitlyn, haciendo que Kurt, Rachel y Santana también oyeran.
- ¿Es un problema estar de primero? – consultó Kaitlyn - ¡Máxima puntuación, 500 puntos, 500 puntos! – Exclamó con emoción.
- ¿Qué? ¿Blaine Anderson obtuvo la máxima puntuación de nuevo? – Repitió Santana, mirando a Kurt, mientras este observaba hacía un punto muerto, apoyado en su mano - ¿Es humano?
- Definitivamente no lo es – balbuceó él. Ambas lo miraron escépticas - Es un genio… - añadió, viéndolas con convicción, luego su vista se suavizó y regresó al punto muerto – Un genio del bosque – Rachel negó con la cabeza, en tanto que Santana hacía un mohín – Pasa así. Seguí un caballo blanco hasta que desapareció repentinamente. ¡De repente, aparece de nuevo delante de mí! ¿Cómo debería ponerlo? – Se cuestionó a sí mismo - ¿La clase de hermosura que me hace querer morderlo? – simuló un par de dientes con sus manos.
- ¿Dijiste morderlo? – quiso saber Rachel.
- Sí – juntó las manos frente a él – Esa fue la primera vez que entendí los sentimientos de un vampiro – se oía bastante convencido de lo que decía - ¡Ah! ¿La primera vez de los vampiros es así también? ¡Porque el cuello de la adorable mujer era tan blanco y tan hermoso… y por eso, tienen que morderlo!
- ¡Por Dios, Kurt! Deberías morder una patata frita y ya – Santana le intentó meter un par a la boca, pero este se alejó - ¡Muérdela!
- ¡No hablo de esa forma de morder! – la silenció él.
- ¿Qué quieres decir con que no? – Insistió Santana - ¡Muerde, muerde!
Kurt rió, mientras que esquivaba la mano insistente de su amiga, pero algo los hizo detenerse de golpe.
- ¡Es Blaine Anderson! – exclamó el club de fans que él tenía - ¡Es Blaine Anderson! ¡Es tan guapo!
El chico caminó con las manos en los bolsillos de su pantalón, despreocupadamente, ya más que habituado a los halagos recibidos por parte de las chicas de cursos menores.
Él se volteó hacia la máquina dispensadora de bebidas y caminó hacia ella. Pero esta se encontraba en la misma dirección donde se encontraba sentado Kurt, el cual bajó la mirada nervioso, clavándola en la mesa.
Kurt le sintió pasar por su lado con esa exquisita forma que poseía de caminar. Una vez que hubo pasado, éste le observó a hurtadillas, de reojo.
Blaine repitió el mismo proceso que realizó Kaitlyn, obteniendo el mismo resultado. Nada. Kaitlyn, que se encontraba sentada junto a la máquina, se puso de pie inmediatamente, tendiéndole la gaseosa que ella acababa de sacar de la máquina.
- ¿Blaine? – murmuró coquetamente – Por favor, toma este, lo acabo de comprar.
Kurt volteó la vista de regreso a la mesa, temeroso de ver algo que no agradara.
Blaine ignoró a la chica olímpicamente, presionando su selección de bebida nuevamente.
- Mi mamá me pidió que te dijera que le envía saludos a tu madre – intentó entablar conversación Kaitlyn – Blaine le lanzó una mirada que le dio a entender que no tenía ni la más mínima idea de quién era ella – Morrison, Kaitlyn Morrison – aclaró ella – Tu mamá y la mía son amigas.
Él nuevamente hizo de cuenta que estaba sólo e insistió en presionar el botón de la máquina sin resultados.
- ¡Oh, oh! No está funcionando de nuevo – murmuró ella - ¡Hey, Kurt! ¡No quiere salir! – se dirigió a él como si le hablara a un lacayo. Kurt la miró aterrado de tener que acercarse a Blaine, ya que jamás lo había hecho – Acabo de conseguir el mío con la ayuda de él – Kurt le lanzó una mirada desesperado a sus amigas - ¡Kurt, ven rápido!
Tragándose el nudo nervioso que se había acumulado en su garganta, Kurt se puso en pie, bajo las miradas sorprendidas de sus dos mejores amigas. La barra comenzó a sonar nuevamente, mientras él intentaba hacer que sus pies avanzaran lo mejor posible.
Kaitlyn tomó a Blaine de los hombros, moviéndolo hacia el lado, para hacer espacio a Kurt, quien se acercaba como si caminase en la luna.
Al igual que la vez anterior, apoyó su oído a la máquina, golpeándola con los nudillos. La expresión nerviosa de su rostro no era capaz de ocultarla. Se sentía tan poca cosa frente a Blaine, que temía siquiera voltear a verle. Lanzó el golpe certero y la gaseosa cayó. Blaine le miró ligeramente sorprendido.
Kaitlyn, sin perder tiempo, sacó la lata y se la entregó en las manos a Blaine, luego lo tomó por el brazo y comenzó a caminar junto a él para retirarse.
- Blaine, obtuviste la máxima calificación otra vez, ¡eres asombroso! – murmuró ella meneando el pelo seductoramente.
Santana al percatarse de lo ocurrido y de que Kurt aun no reaccionaba, actuó.
- ¡Kurt! ¡Kurt! – Gritaba cada letra con tal de que Blaine oyera con claridad el nombre de su amigo - ¡Kurt! – Rachel intentó callarla, pero ella continuó gritando como una loca - ¡Kurt! ¡Kurt!
Él temía voltearse, temía encontrarse con la partida indiferente de su amor platónico, por lo cual se mantuvo quieto a pesar de las escandalosas exclamaciones de su amiga.
Blaine de improviso se volteó, cuando ya había avanzado casi llegando a la puerta de salida. Descaminó los pasos, yendo directamente donde Kurt se encontraba, o al menos eso creyó él. Pero al acercarse, Kurt retrocedió un paso cuando se volteó casi frente a su rostro y sacó el cambió de la máquina, el cual había olvidado y el único motivo por el que había regresado. Una vez que lo sacó, reanudó su marcha, dejando a Kurt con las emociones revueltas y una expresión de desconcierto en sus amigas.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~o~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Nota: Cada vez que un texto aparezca en cursivas, es por que es un sueño o alucinación. Pero si además de estar en cursiva, lleva comillas, entonces es lo que están pensando.
Invitado- Invitado
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Soy la primera en comentar...
Es mi oportunidad...
Es hora de decir...
HOLA MAMÁ!! XD JAJAJA
El fic se ve bien espero con ansias el siguiente cap.
KLISSES
Es mi oportunidad...
Es hora de decir...
HOLA MAMÁ!! XD JAJAJA
El fic se ve bien espero con ansias el siguiente cap.
KLISSES
Klaine/Brittana <3** - Mensajes : 82
Fecha de inscripción : 03/09/2013
Edad : 31
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Se ve que Blaine va a ser súper odioso, en fin espero el próximo capítulo.
Gabriela Cruz-*-* - Mensajes : 3230
Fecha de inscripción : 07/04/2013
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Me encanto el primer capitulo blaine no le dio las gracias a kurt por ayudarlo a sacar su refresco espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente capitulo lo esperare con muchas ansias
gleeclast-* - Mensajes : 1799
Fecha de inscripción : 26/03/2013
Edad : 27
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Me encanto.
Es tan lindo que Santana, Rachel y Kurt sean como los peores del salón.
Odio que Blaine sea tan egocéntrico y presumido.
Ya quiero leer el próximo capitulo.
Saludos!!
Es tan lindo que Santana, Rachel y Kurt sean como los peores del salón.
Odio que Blaine sea tan egocéntrico y presumido.
Ya quiero leer el próximo capitulo.
Saludos!!
★Alex Colfer★- - Mensajes : 1210
Fecha de inscripción : 11/11/2013
Edad : 25
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Playful Kiss – Capítulo 1 [Parte 2]
Kurt, Rachel y Santana habían llegado temprano al salón de arte, por lo cual se enfrascaron en una conversación en cuanto él soltó un bufido de frustración, recordando lo ocurrido hacía breve.
- Por eso es que te digo que deberías confesártele – le sugirió Santana, tomando asiento a su lado.
- ¿Confesármele? – dudó Kurt.
- Nos vamos a graduar pronto ¿Planeas seguir así? – ella tomó un espejo de mano y se acomodó el flequillo hacia un lado.
- ¡Es cierto! – Kurt juntó las manos – Como no me le he confesado no conoce mi corazón y por eso no lo muestra – sonrió ante la idea - ¡Porque es tímido!
Rachel, quien estaba frente a él, sacó su celular del bolsillo y comenzó a teclear en él.
- ¿Qué estás buscando? – quiso saber Santana.
- El significado de “Tímido” – explicó ella.
- Está bien. Debería confesarle mis sentimientos por él apropiadamente – declaró Kurt dando una palmadita - ¿Pero cómo debería hacerlo? Tiene que ser una confesión que deje una profunda impresión en él.
- ¿Qué tal esto? – Preguntó Santana, poniéndose una cabeza, parte de un disfraz bastante horripilante – “Mi querido Blaine, Te amo!” – formó un corazón con sus manos y Kurt le miró con los ojos abiertos.
- Eso no está mal – susurró.
- ¿Dijiste que no está mal? – Exclamó ella, quitándose la cabeza de espuma - ¿De qué estás hablando?
Rachel nuevamente tecleó en su móvil.
- ¿Qué estás buscando esta vez? – consultó Kurt.
- El significado de “no está mal” – aclaró.
- ¿Has pensado en algo? – Quiso saber Kurt, esperando oír un consejo de su amiga más sensata - ¿No eres muy buena con los estudios?
- Los animales bailan cuando se confiesan – murmuró esta, viéndolo con sus ojos marrones.
- ¿Bailan? – dijo él, ladeando la cabeza.
- Sí. Los peces, los pájaros, lo pingüinos y hasta las moscas lo hacen también – explicó ella, mirando hacia la nada – Cuando los animales se confiesan su amor entre ellos, bailan el baile del apareamiento.
- ¿El baile del apareamiento? – Kurt se perdió en su imaginación, entonces.
Vestido perfectamente como en el lago de los cisnes, Kurt estaba en medio de un grupo de bailarinas de ballet, las cuales estaban congeladas en una postura delicada, al igual que él. El reflector tan sólo lo iluminaba a él en el principio, luego se expandió, iluminando el resto del escenario, cubierto por una capa de humo artificial. Las bailarinas danzaban, girando a la perfección y cayendo en los ágiles brazos de los bailarines. Kurt simuló los pasos de las bailarinas, parándose en solo pie y estirando el otro hacia atrás. Entonces, en medio de aquella danza tan armónica, iluminado por cuatro luces especiales, aparece Blaine vestido de un blanco inmaculado. Ambos alzan sus manos al aire en el intento de juntarlas, pero no llegan a tocarse, cuando Kurt retrocede para hacer un giro y quedar frente a Blaine, quien lo toma por la cintura y lo alza en el aire, luego lo sostiene con tan sólo una mano. Pero de improviso, lo lanza hacia el otro lado del escenario, con la fuerza de su brazo. Mil plumas vuelan por los aires cuando Kurt aterriza en algún lugar y sus bailarines lo miran apenado de que su baile no hubiera resultado.
Él regresa de su fantasía, con una expresión indignada en el rostro, por el hecho de que Blaine hubiese rechazado su baile del apareamiento.
Al salón de arte ingresa en ese momento Kaitlyn con sus dos amigas. Kurt la mira cómo se acomoda frente a él, apoyando la cadera en la mesa.
- Nos vemos de nuevo – murmuró ella, cruzando los brazos a la altura del pecho.
- Hoy es el día de dibujar un retrato – dijo él, tratando de ser amable.
- Ya no eres estudiante de tercer año, ¿no deberías estar estudiando? – preguntó ella con malicia.
Santana se aproximó de inmediato, en rescate de Kurt, quitando de un empujón a la amiga de ella que le molestaba para acercarse a Kurt y Kaitlyn.
- Nosotros… no estudiamos – le aclaró con una sonrisa llena de cinismo. Luego se encaminó a su lugar anterior.
- ¿Tu voz está bien? Viendo que acabas de gritar como loca – se burló Kaitlyn, provocándola.
La aludida se volteó de inmediato, sonriendo con ira, dispuesta a ir a golpearla, pero Rach la sostuvo por el brazo.
- ¡Hey! Suéltame – le dijo a su amiga.
- ¿No eres un poco patético? – preguntó Kaitlyn, mirando a Kurt.
- ¿Qué? – dijo este.
- Nada – se rió junto a su amiga.
- Te refieres a…
- Blaine, sí – le interrumpió la chica - ¿Todavía tienes que pensártelo? Por el hecho de ser una chica, tengo muchas más posibilidades de las que tu podrías tener.
Se lanzó el cabello hacia un lado con autoridad y caminó hasta el otro lado del salón, dejando a Kurt con una sensación angustiosa.
- ¿Por qué Sebastian todavía no está aquí? – exclamó Kaitlyn al resto de las chicas - ¿No sabe que es el modelo hoy?
En el pasillo, Sebastian, acompañado de sus cuatro amigos, se preparaban para hacer una entrada triunfal, caminando con el cuello de las camisas hacia arriba, acomodando su cabello y luciéndose más de lo normal.
Seb, a la cabeza, dirigiendo a los demás. Los hizo entrar primero, uno de ellos portando un maletín. El último en ingresar fue él, puesto que sus amigos debían percatarse si es que Kurt se encontraba en la mesa junto a la puerta.
Sebastian se acercó con todo su encanto y con un gesto de sus dedos, le indicó al otro chico que pusiese el maletín sobre la mesa. Kurt le miró sin comprender nada.
- ¿Qué es eso? – preguntó Kurt, cuando el amigo abrió el maletín.
- Oh, ¿qué es? ¿Qué es? ¿Qué es? – exclamó Santana, llegando junto a la mesa en medio segundo.
- ¡Suéltame! – bufó ella, cuando el chico que había puesto el maletín sobre la mesa, intentó alejarla, pero fue lanzado lejos. Santana tomó la maleta y la registró, sacando todas las cosas del interior - ¿Qué es esto?
- Un conjunto de galletas de cereal – explicó Sebastian con suficiencia.
- Galletas de cereal – repitió Kurt, sin entender aún.
- ¡Qué! ¿Son de cebada y centeno? – exclamó Santana intentando abrir uno de los envoltorios.
Sebastian se los arrebató con poca delicadeza. Luego su mirada se suavizó al mirar a Kurt, tendiéndole las galletas a él.
- Cómetelo, es para ti.
- ¿Por qué quieres que me coma esto? – cuestionó Kurt, frunciendo el ceño.
- ¡Mírate! Te estás poniendo muy delgado.
- Sebastian ¡Alístate para la clase! – le ordenó Kaitlyn, apartándolo de la mirada de Kurt – No te queda mucho tiempo.
- ¡Ya sé, ya sé! – masculló él molesto.
Depositó las galletas en las manos de Kurt y comenzó a caminar. Santana aprovechó la ocasión para sacárselos delicadamente de las manos a su amigo, pero entonces Seb regresó al verla y nuevamente se las arrebató de la mano, alejándola lo más que pudo.
- Comete esto tú solito – le sugirió a Kurt, antes de retirarse de su lado.
Kaitlyn estaba a cargo de la clase de arte en esta ocasión, por lo que hizo que Sebastian se parara sobre una pequeña tarima y lo posicionó en la postura de correr. Apoyándose sobre un solo pie, Sebastian mantuvo su postura, mientras ella lo acomodaba a la perfección.
- Baja un poco más tu cintura – le mandó ella – Levanta tu mano un poquito más. Levanta tu pierna más alta también.
- ¿Así? – consultó Sebastian.
- Un poco más – respondió Kaitlyn.
- ¿Así?
- Un poco más.
- ¿Así?
- ¡Detente! – lo frenó la chica cuando él hubo subido la pierna lo suficiente. Luego de eso, observó a la clase – El tema de hoy es la Pose de Movimiento. Bien, empecemos.
Los pensamientos de Sebastian, mientras se encontraba en esa pose tan incómoda, bajaron hacia Kurt.
“Me duele todo el cuerpo. Esto es agotador, pero no es nada. Kurt me está dibujando. Kurt me está mirando. Este pequeño dolor no es nada para mí. Un hombre enamorado no debe renunciar fácilmente”.
Kurt en la esquina de su dibujo, escribió a modo de apunte; “Confesión… Baile de Apareamiento… Gollum…”
Mientras tanto en el salón de los profesores…
La maestra de Kurt se hallaba muy divertida viendo algunos videos en Youtube, mientras que su compañero de trabajo, el maestro guía de la clase A, se encontraba ayudándole a una de sus alumnas a resolver algunas dudas matemáticas.
Ella alzó la vista de su celular, para verle con escepticismo, considerando que eso era una pérdida de tiempo. Entonces regresó su vista al video que veía anteriormente
De improviso, su celular fue arrebatado de sus manos por la espalda.
- ¡¿Quién demonios?! – su rostro perdió el color cuando se giró y vio al director frente a ella.
- Mire esto – dijo él, poniendo sobre su mesa un gráfico a colores del rendimiento de sus alumnos y los del otro profesor.
- ¿Todavía puede reírse después de ver esto, profesora? Todas estas etiquetas blancas son de la clase del profesor Adams – murmuró, indicándole la parte en color rojo y anaranjado – Mucho de las azules vienen de la clase de la profesora Simmons, usted – la profesora lo miró sin hallar el problema en ello – Mucho azul ¿verdad?
- Así es, como un océano – afirmó ella, haciendo enojar al director.
- La clase de la profesora Simmons – dijo para que el profesor Adams también lo oyera – Está arrastrando a toda la escuela hacia el fondo, especialmente a estos muchachos; Kurt Hummel, Rachel Berry, Santana López y Sebastian Smythe. ¿Puedes pensar en algo para lidiar con esos cuatro?
- ¿Por qué no los exentamos de presentar los exámenes? – sugirió la profesora Simmons.
- ¡Es un predicamento! Tremendo predicamento.
Blaine entraba al salón de maestros en ese preciso momento, oyendo la conversación del director con la profesora. El director, al verle, guardó silencio y Blaine, luego de dar un asentimiento de cabeza, continuó hasta llegar donde el maestro Adams, a entregarle una pila de guías de estudio.
- Es la gloria de nuestra escuela que el alumno Anderson esté inscrito aquí – comentó el director en voz baja. La profesora le lanzó una mirada recelosa y llena de envidia.
Blaine se retiró con un gesto de cabeza en despedida.
En tanto, en el salón de artes…
- Vamos, esto terminará pronto – los apresuró Kaitlyn – Enfocándose en los músculos permitirá que el dibujo parezca más en 3D. ¿Entendieron todos? Sebastian, ya puedes bajarte.
- Oh, está bien – dijo, volteando a verle. Pero cuando intentó moverse, el cuerpo no le respondió, ya que llevaba demasiado tiempo en esa postura. Su séquito de amigos se aproximó veloz para socorrerlo, tomándolo de la pierna en la cual se apoyaba y depositándolo en el suelo, en donde se sentó un momento - ¡Ah! ¡Mis músculos están todos tensos! – Se quejó en el piso, intentando moverse - ¡Mi pierna! ¡Mi pierna! ¡Mi pierna!
Kurt, en tanto, llevaba un buen tiempo absorto en sus propios pensamientos, ajeno a todo lo giraba a su alrededor, mirando un punto fijo y dibujando sin prestar mucha atención.
- Esto es agotador – continuó quejándose Sebastian - ¡Oh, como duele!
Kaitlyn fue paseando por detrás de cada compañero, viendo su trabajo, dándole un asentimiento de cabeza a los que lo habían hecho bien.
- ¡Kurt Hummel! – chilló al ver su dibujo, cuando llegó su turno.
- ¿Sí? – balbuceó él, saliendo del trance en el que llevaba ya mucho tiempo.
- ¿Qué? – musitó Seb al oír la exclamación de la chica. Se puso en pie a pesar del dolor y se acercó a ver el dibujo de Kurt - ¿Qué pasó? – Él tomó el block en sus manos y observó que en aquel retrato no estaba su rostro, sino el de Blaine dibujado a la perfección - ¿Qué? ¿Qué es esto? ¿Yo luzco así?
. . .
Luego de la escuela, cada día Kurt se dirigía al restaurant del cual su padre era dueño. Él le ayudaba en la caja registradora y a atender las órdenes de las mesas cuando la afluencia de público aumentaba. Burt Hummel era reconocido como uno de los mejores chefs de Lima, Ohio y muchas personas viajaban exclusivamente para asistir a su restaurant.
- ¡Kurt! – Exclamó Burt desde el mesón de entregas - ¡Su cuenta!
- Sí, ya voy – respondió, retirando una carta de una mesa ocupada por dos mujeres mayores y caminando hacia la caja registradora como de costumbre.
- Quisiera pagar ahora – murmuró un hombre alto, vestido con un traje impecablemente negro.
- Sí, señor – musitó Kurt, presionando las teclas de la máquina.
Burt lo observó en el proceso y sonrió para sus adentro, orgulloso.
Kurt y su padre entraron en la despensa de alimentos, en busca de algunas cosas faltantes.
- Jamás pensé que lograría llenar esta habitación – comentó Burt, mientras buscaba una escalera – Bueno, en aquel entonces, recién habíamos comenzado con el restaurant. Nunca imaginé que tendríamos tanto éxito.
Kurt, pasaba los dedos por sobre las cajas, distraídamente sin prestar atención a lo que su padre hablaba. Él puso un pie en el primer peldaño de la escalera.
- ¿Recuerdas lo vacía que estaba cuando comenzamos? – murmuró Kurt, mirando el lugar con nostalgia – No creíste que lo llenarías jamás.
- ¿Uh? – gesticuló Burt, mirándolo con diversión, mientras subía otro escalón.
- Acabas de decirlo, ¿verdad papá?
- Sí – confirmó, tomando una caja mediana y entregándosela en las manos.
- No estaba prestando atención – De pronto una inquietud se apoderó de Kurt – Papá.
- ¿Sí?
- ¿Cómo se lo propusiste a mamá? – preguntó en un intento de buscar la forma adecuada de declararle su amor a Blaine.
- ¿Proponerle? – Burt le dio una sonrisa, confundido.
- No, confesaste – aclaró él.
- ¿Um?
- No… Papá, tú conoces a mi amiga Santana, ¿verdad? – mintió Kurt, nervioso, desviando la vista.
- Sí.
- Ella tiene alguien que le gusta, pero está realmente preocupada por cómo confesárselo – su padre lo observó con detenimiento, pero Kurt no fue capaz de mirarlo, ya que bastaría con eso para que lo descubriera.
Burt sonrió, recordando su juventud.
- En aquel tiempo, mi auto era muy ruidoso… - comenzó a decir - … Salí con tu mamá y manejé a una gran velocidad. Se sentía como si el auto se fuera a volcar – exclamó emocionado, simulando que tomaba el volante de un vehículo con sus manos – Parecía como si las ruedas se le fueran a salir en cualquier momento. Tu mamá me dijo, “¿Estás loco?” – Imitó su gesto de poner las manos sobre las caderas – Empezó a gritarme incontrolablemente…
- ¿Y entonces? – quiso saber Kurt, completamente sumido en la historia que su padre le estaba contando.
- Entonces… grité mientras conducía ferozmente si parar: “¿Quieres besarme o quieres salir conmigo? ¿Quieres salir conmigo? ¿Quieres salir conmigo? ¿Quieres estar conmigo o quieres morir conmigo?”
- ¿Entonces, te dijo que quería estar contigo?
- No – Burt negó con la cabeza – Me preguntó que si estaba buscando irme a la tumba. Me pidió que no soñara despierto.
- ¿Qué es eso? – se quejó Kurt, haciendo un mohín.
- Pero, Kurt, para ese momento, ya me había ganado la mitad de su corazón.
- ¿En serio?
Blaine corría por un sendero demarcado por altos muros de concreto impenetrables. Con la respiración agitada y la desesperación marcada en su rostro. Pasó velozmente por sobre los escombros y basuras del suelo, pero no llegó lejos, ya que fue interceptado por un tipo montado en una motocicleta. Con la mayor agilidad posible, dio la vuelta y corrió en dirección contraria, entrando por una enorme fisura, hacia un lugar mucho peor. Sentía venir su muerte.
El lugar estaba rodeado por robustos y peligrosos hombres en motocicleta.
Junto a un grupo de personas, se encontraba Kurt, vestido como un gánster, con pantalones y chaqueta de cuero, lleno de adornos de metal. Su cabello peinado hacia arriba con perfección, era retocado por su mano, que en el momento en que cruzó la mirada con Blaine, la deslizó hacia arriba, en un gesto bastante provocativo.
Los muchachos a su lado se aproximaron a donde estaba un asustado Blaine y le intimidaron con leves empujones. Kurt avanzó hacia él con desenvoltura. Una vez que estuvo frente a él, le miró con diversión, pasando un dedo por su mejilla con poca delicadeza. Soltó una pequeña risita satisfecha y todo el grupo lo siguió, riendo con burla. Bastó con que Kurt alzara una mano para que todos callaran. Luego de que en el lugar reinó el silencio, se aproximó a su rostro de forma coqueta.
- ¡Hey! Blaine – habló, tomándole la corbata que traía puesta, envolviéndola alrededor de sus dedos - ¿Quieres besarme o quieres salir conmigo? ¿Quieres salir conmigo? ¿Quieres salir conmigo? ¿Quieres estar conmigo o quieres…- Kurt le hizo un gesto con la cabeza, señalando un ataúd de madera que Blaine no había visto, rodeado de unos montones de heno - … ser enterrado?
Blaine observó el ataúd, y luego a Kurt, considerando sus opciones. Entonces se volteó y caminó hacia el cajón de madera, corriendo la tapa a un lado y metiéndose en él como si realmente estuviera muerto. Cerró los ojos y cruzó sus brazos a la altura del pecho, mientras yacía como en su propio funeral.
Kurt no era capaz de creer lo que veía, era demasiado. Su boca se encontraba abierta, exageradamente, mientras sus ojos no se despegaban de Blaine dentro de la caja rectangular.
Kurt se había quedado absorto en su fantasía, sentado en la barra del restaurant. Su boca se encontraba tan abierta como en su alucinación, por lo que su padre al verlo así, tomó un trocito de pollo crispy y lo metió dentro de su boca, haciendo que por fin este reaccionara, regresando de su transe.
Masticó el alimento con desgana, ya que ni siquiera en sus sueños las cosas le resultaban como esperaba que fueran.
- Ya veo, si quieres confesarte, una carta sincera estaría mucho mejor – sugirió Burt, cortando unas hojas de lechuga.
- ¿Una carta? – dudó Kurt.
- Sí. Hay una clase de carta conocida como carta de amor – Burt lo miró sonriéndole.
- Papá, te veo luego – murmuró Kurt de improviso, poniéndose en pie y saliendo a zancadas del local, pasando a llevar a una de las meseras -¡Lo siento!
- ¡Recuerda arreglar tu cuarto! – le dijo su padre, cuando éste salía ya hacia la calle.
- ¡Cuídate! – en eso, un ciclista por poco lo atropella.
- Tu cuarto está totalmente… - Burt se detuvo al contemplar la imprudencia de su hijo al atravesarse en el camino del otro muchacho.
Él se disculpó y continuó su camino.
- Parece que tiene alguien que le gusta – comentó para sí mismo Burt, mirando hacia la puerta por donde Kurt se había marchado.
Invitado- Invitado
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Estuvo genial, aunque Blaine siga siendo un odioso, espero que pronto cambie.
Gabriela Cruz-*-* - Mensajes : 3230
Fecha de inscripción : 07/04/2013
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Me encanto.
Es tan tierno y divertido.
Me gusta que Kurt actué muy despistado cuando esta enamorado.
Ya quiero leer el próximo capitulo.
Saludos!!
Es tan tierno y divertido.
Me gusta que Kurt actué muy despistado cuando esta enamorado.
Ya quiero leer el próximo capitulo.
Saludos!!
★Alex Colfer★- - Mensajes : 1210
Fecha de inscripción : 11/11/2013
Edad : 25
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Muchas gracias a todos los que han comentado y enserio estoy feliz de que les haya gustado la historia, ya que es muy emotiva y romántica.
Bueno, habiéndoles dejado el prologo + 2 capítulos... me retiro porque es muy tarde...
Los amodoro!
Bueno, habiéndoles dejado el prologo + 2 capítulos... me retiro porque es muy tarde...
Los amodoro!
Invitado- Invitado
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Blaine es un poco idiota, ah, ojalá se de cuenta de lo que Kurt siente por él.
Me encanta esta fic, ¡seguila!
Me encanta esta fic, ¡seguila!
RiveraMyLove- - Mensajes : 1314
Fecha de inscripción : 29/07/2013
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Me encanto mucho este capituloblaine es un odioso engreido espero pronto cambie y espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente capitulo lo esperare ansioso me gusta la historia se ve realmente genial
gleeclast-* - Mensajes : 1799
Fecha de inscripción : 26/03/2013
Edad : 27
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Playful Kiss – Capítulo 1 [Parte 3]
Blaine caminó calmadamente hacia su taquilla, abriéndola como de costumbre. Al hacerlo, un sobre de color amarillo cayó desde el interior. Él la recogió un tanto sorprendido, observándola en busca de algún remitente, pero el papel no tenía nada escrito.
. . .
Kurt, Rachel y Santana se encontraban sentados en la escuela, a la hora del receso.
- ¿Todavía no lo has contactado? – consultó Santana, mientras hojeaba una revista de modas. Kurt negó en respuesta - ¿Escribiste tu nombre?
- Sí – murmuró apoyando su cabeza en el respaldo del asiento con desgana.
- ¿Le dejaste el número de tu celular? – insistió su amiga.
- Sí. Pero parece que no me va a llamar, ¿verdad? – especuló él, mirándola de reojo.
- Esto es muy bueno, hasta tiene palabras escritas – comentó Santana observando la revista con detenimiento.
- Tal vez aún no la ha visto, ¿no? – lo animó Rachel a su otro lado.
De pronto sus marrones ojos se desviaron, mirando más allá, hacia el pasillo. Kurt y Santana siguieron la dirección de su mirada, encontrando el objeto de su atención.
Blaine Anderson caminaba hacia ellas a la distancia, con las manos en sus bolsillos, relajadamente. Kurt pudo observar con detalle su hermosa complexión. Sus hombros anchos, el brillo en la punta de su nariz, sus rosados labios, su cabello levemente ondeado, agitándose con el movimiento de su caminar. Era un chico excepcional, jamás encontraría otro igual a él.
- ¡Viene hacia acá! – Exclamó en un susurro Kurt, enterrándose en el asiento, para ocultarse tras el cuerpo de Santana - ¿Qué debo hacer?
- Eso depende de ti, – le siseó la morena codeándole – parece que lo ha visto – se dirigió a Rachel.
Pero sus bocas cayeron abiertas cuando Blaine giró hacia la derecha, subiendo los escalones que llevaban al piso de arriba.
- ¿Es porque no vio la carta? – quiso saber Santana.
- ¿Tal vez fue que no vio a Kurt? – comentó Rachel.
- ¡Kurt! ¡Kurt! – comenzó a gritar Santana, tal y como lo había hecho en el comedor el día de ayer. Pero Kurt le tapó la boca con desesperación, para que se callara.
Entonces Blaine que estaba a mitad de las escaleras, se giró, clavando su vista en ellos, en Kurt. Nervioso, Kurt tomó asiento en otro lugar, dándole la espalda a las escaleras. Santana continuó vociferando su nombre, fingiendo que le hablaba a él.
- ¡Kurt! ¡Ku…! – Santana hizo un mohín al ver que no había dado resultado su plan – Simplemente se fue.
- ¡Kuuuurt! – gritó Rachel, tomando un poco de aire, al ver el ánimo de su mejor amigo. Los demás alumnos los miraban raro, pero a ella no le importó - ¡Kuurt!
- Es suficiente, dejen de gritar – farfulló él, dolido con la situación.
- ¿Kurt Hummel? – preguntó una voz masculina, desde las alturas. El cuerpo de Kurt se sacudió como tocado por una corriente eléctrica, volteando a ver de dónde provenía la pregunta - ¿Eres Kurt Hummel? – consultó Blaine por segunda vez, apoyado en el barandal de la segunda planta, mirándole sin expresión.
Kurt, incapaz de hablar consternado por ser la primera vez que oía su voz, se limitó a asentir. Blaine, entonces, comenzó a bajar.
- ¡Allí viene, allí viene! – susurró Santana, entusiasmada.
En el descanso de la escalera, Blaine se cruzó con Kaitlyn, la cual al verle, sonrió de inmediato.
- Oh, Blaine… - alzó una mano para saludarle, pero este la ignoró, pasando por su lado sin prestarle atención, ni mirarla siquiera.
Kurt cada vez estaba más nervioso, con cada escalón que bajaba Blaine, su incertidumbre crecía. De espaldas a él, aún, gesticuló con su boca a sus amigas, para que le dijeran si ya venía cerca o no. Santana le tocó la pierna en confirmación, entonces Blaine apareció de pie a su lado. Kurt tardó unos segundo en asimilar todo y despegar su vista del suelo, para mirarle. Cuando lo hizo, Blaine le tendió una hoja de papel doblada, era su carta.
La escena estaba siendo contemplada por toda escuela, incluso por Kaitlyn, quien moría de curiosidad por saber qué era lo que ocurría. Pero, para Kurt, no existía nadie más cerca de ellos. Como su sueño en el bosque, solos los dos.
Kurt se puso en pie y recibió la carta, mirándole con una sonrisa.
- Nunca pensé que responderías a mi carta. Gracias – musitó con la voz temblorosa. Le lanzó una mirada cómplice a Santana y Rachel que aguardaban, sentadas a su lado - ¿Puedo verla? ¿Aquí? – quiso saber, ya que Blaine no dijo nada.
- Sí – le confirmó.
Kurt desdobló el papel con emoción, dejando que la sonrisa se ampliara en su rostro, pero al verla, sonreír fue lo último que quiso hacer. Su felicidad se evaporó y todas sus ilusiones huyeron directo al infierno.
Blaine desvió la mirada hacia el techo y alrededores, comprimiendo un bostezo de aburrimiento.
De repente, la carta desapareció de las manos de Kurt, siendo arrebatada desde su lado. Kaitlyn la tomó ansiosa por leer la respuesta de Blaine.
- ¡Kaitlyn! ¡Devuelve eso! – exclamó Santana intentando ponerse en pie, siendo retenida por Rachel.
- ¿Qué es esto? ¿Le escribiste una carta de amor a Blaine? – se burló ella, riendo.
- ¡Kaitlyn, devuelve eso inmediatamente! – ahora fue Rachel, quien se puso en pie y caminó hacia ella.
- ¿Qué es esto? – dijo ella, apartando a Rachel con un brazo - ¡Le ha corregido las palabras mal escritas! – Rió más alto, enseñándosela a sus amigas - ¿Qué clase de carta es esta? Esto parece más un examen. La calificación es una “D” – Kaitlyn la alzó extendida, para que todos la pudiesen ver. Kurt se mordió el labio, congelado en su sitio debido a la humillación – “En realidad, no te llamo Blaine. Te llamo genio del bosque” – leyó ella el inicio de la carta - ¡De verdad dijo genio del bosque! – Exclamó en burla – “Si te preguntas la razón…”
- ¿Qué están haciendo? – la voz de Sebastian interrumpió la lectura de Kaitlyn.
Con autoridad se aproximó hacia la chica, haciendo que sus amigas se apartaran, y le arrebató la carta, tal como ella había hecho con Kurt. La vista de Seb se clavó en el papel con exageración.
- Es una lástima que esto haya resultado así, pero… - comenzó a decir Blaine a Kurt.
- ¿Pero? – le increpó Santana con furia - ¿Pero qué?
- Lo que más odio son las personas estúpidas.
Al oír eso, Kurt sintió que su mundo se vino abajo, que todos los años que llevaba amándole en secreto acababan de irse por el retrete y que su corazón se rompía en mil pedazos bajo su pecho.
Blaine, como si nada, emprendió camino de regreso a los escalones.
- ¡Hey! ¿Adónde vas? – Lo frenó Sebastian, poniéndose frente a él – Discúlpate – le ordenó, señalando a Kurt. Blaine esbozó una leve sonrisa – ¿Qué? ¿Sonríes?
- ¿Te puedes quitar? – murmuró Blaine en respuesta, intentando pasar por su lado, pero Seb lo detuvo del hombro con su mano.
- ¿Eres sordo? ¡Quiero que te disculpes! – exclamó molesto.
- ¿Por qué quieres que me disculpe? ¿Por corregir sus errores? – cuestionó Blaine.
- Este idiota… - farfulló Seb, incrédulo de lo que oía - ¡Tú…! ¿Sólo ves los errores adentro? – Puso la carta frente a su rostro - ¡No mires sólo las palabras, sino también el contenido! ¡Deberías ver los sentimientos! – Blaine rió descaradamente – Este idiota, ¿sigues portándote así?
Sebastian le entregó la carta a Rachel, y luego de subirse el cuello de la camisa como acostumbraba, lanzó golpes con sus manos empuñadas, retando a Blaine en una pelea.
- ¡Vamos! ¡Deja de fingir, dale! – Seb le tiró un golpe a la cara con fuerza, pero Blaine, siendo más rápido, lo esquivó. Sebastian se burló de él, riendo junto a los demás - ¿Vieron eso? ¿Qué? ¿Estás asustado? ¿Estás asustado? – Continuó retándole, mientras se acercaba a él de forma amenazante - ¡Vamos, peleemos! ¿De qué tienes miedo?
- ¡Qué están haciendo! - exclamó una voz de autoridad a espaldas de Blaine. El director se acercó a ambos, mientras que los alumnos se dispersaban asustados – Smythe, bribón ¡Ven a mi oficina, ahora!
- Director, las cosas no son como parecen, por favor escúcheme – se intentó explicar él.
- ¿Qué tengo que escuchar? – le miró molesto. Luego su mirada se desvió hacia Blaine, quien había mantenido las manos en sus bolsillos todo el tiempo – Sr. Anderson, por favor no tome esto en serio, regrese y siga estudiando. No se mezcle con esta clase de personas.
- El color rojo representa el mejor 4% - habló Blaine, señalando un gran fichero con los resultados de las calificaciones.
– Hasta el 31% es color naranja. El amarillo es para los que tienen la posibilidad de terminar la secundaria un año después de lo debido. El verde es para los estudiantes que van más o menos. Ustedes caen en la categoría púrpura, lo que significa que son la vergüenza de la escuela, según dijo el director – todas las miradas de los estudiantes cayeron sobre la figura de autoridad mencionada, quien no creía que Blaine hubiera dicho tal cosa – Este mes, 50 personas serán admitidos en el Salón Especial de Estudio. Aunque sólo es un número. Están conscientes de que los números van del 1 al 50, ¿verdad? Aunque avisos como ese son puestos… - la mirada de él se centró en Kurt, quien le miró avergonzado, desviando la mirada - …que algunos de ustedes se rían frente a ellos… me hace preguntarme ¿Les falta cerebro o no les preocupa?
Las palabras de Blaine, eran filosas dagas rasgando las fibras sensibles de Kurt, convirtiéndolas en nada.
- Desafortunadamente, las personas sin cerebro… - continuó –…o personas frívolas, son repulsivas para mí.
Dicho esto, Blaine se marchó escaleras arriba, sin mirar atrás, dejando a Kurt con los ojos empañados en lágrimas y el corazón destrozado, además de la humillación pública vivida frente a todos su compañeros.
. . .
La semana que siguió de ese día, en cada parte de la escuela que recorría Kurt, oía comentarios que lo hacían sentir horrible.
- Él es, se le confesó a Blaine Anderson, pero lo rechazó – comentaron un par de chicas mientras él bajaba las escaleras cabizbajo.
- Escuché que fue vergonzoso. Ni siquiera es un chico lindo – murmuraron otras en el pasillo – Así es, se atrevió a confesársele con esa clase de estándar.
- Blaine es nuestro – aseguraron unas chicas en la fila de la cafetería, en donde detrás se puso Kurt - ¡Allí viene! – Se hicieron señas unos a otros al notar la presencia de Kurt - ¿En serio? – al verle, todos se retiraron, dejando que pasara adelante.
Kurt más que harto de la situación, avanzó hacia la barra para recibir su almuerzo.
- Esto es demasiado – dijo Kurt a la señora de la cocina que había exagerado en la porción.
- Come mucho… - murmuró esta – así puedes seguir con tu vida.
Kurt le sonrió y prosiguió a sentarse.
Incluso en el baño, no estaba exento de comentarios. Las encargadas de la limpieza, comenzaron a comentar entre sí, ignorando que él estaba de pie ante el espejo, oyéndolas.
- Él es demasiado, si fuera yo, no me atrevería a venir a la escuela… - le dijo una a la otra – Por eso es que aunque está en último año, todavía no maneja bien el lenguaje. Me siento mal por él.
Kurt, más que devastado, puso sus manos sobre sus mejillas, haciendo una expresión muy similar al cuadro titulado “El grito”, frente al espejo.
. . .
- Esta casa es realmente buena, ¿verdad? – Comentó Burt, mientras organizaba las cosas que aún estaba selladas desde la mudanza - ¿Dónde puse las tijeras?
- Aquí están – murmuró Kurt entregándoselas.
Kurt estaba completamente deprimido, por lo que desembalaba las cajas con la mirada perdida, mientras que su padre intentaba entablar conversación con él. Kurt abrió una caja y comenzó a sacar las cosas de su interior, topándose con su oso de felpa que tenía desde niño.
- Kurt, ¿sabes qué es esta mesa? – Consultó su padre, pasando una mano por la superficie de la redondeada mesa de madera.
– Fue un regalo de la abuela cuando hiciste tu primer platillo en el restaurante –dijo Kurt sin ninguna emoción, dejando a un lado el peluche que sostenía y continuó quitando las cosas de la caja - Es más vieja que yo.
- ¡Correcto! ¡Tiene 21 años, pero no tiene ni un solo rasguño, es realmente duradera! – Burt miró a su hijo a la espera de alguna reacción o comentario, pero éste seguía sacando cosas mecánicamente. Burt se inclinó sobre la mesa, para hablarle más cerca – Te gustaba jugar alrededor cuando eras un niño – Entonces en un intento de animar a su apenado hijo, él pasó por debajo de la mesa, llegando a su lado, haciendo gestos de saludo con su mano para que él notara la gran hazaña que acababa de hacer, pero Kurt estaba perdido – Kurt, el segundo piso ¿No te gustó siempre el segundo piso? ¿Cómo es el segundo piso? – consultó, esforzándose por mantener una conversación. Se sentó a un lado de Kurt, en posición india sobre el suelo.
- Bien – contestó el castaño sin alzar la vista.
- ¿Qué pasó? – preguntó Burt, siendo incapaz de contener su curiosidad - ¿No estás bien?
- ¿Qué?
- Este… - Burt recordó las preguntas que su hijo le había estado haciendo con respecto a lo de confesarse, pero no quiso ser entrometido, por lo que prefirió callar – Nada – respondió con una sonrisa.
El padre de Kurt abrió una de las cajas, sabiendo que el contenido apartaría a Kurt un tanto de sus pensamientos regresándolo a la tierra.
- ¡Oh, aquí está! – exclamó cuando halló lo que buscaba. Desenvolvió el objeto y se lo enseñó a su hijo – Mira, ¿no es lindo? – Kurt observó la pieza de cerámica gruesa y ovalada que sostenía su padre. En ésta, había dos siluetas de manos adultas y un pie y una pequeña manita de bebé.
– Eran de este tamaño cuando tenías un año – explicó Burt, refiriéndose al pie y mano más pequeños.
Kurt miró la pieza con detenimiento, acercando su mano a la silueta de una de las manos.
– Las manos de mamá y las mías se parecen, ¿verdad? – murmuró con voz queda.
- ¿Qué? Sí – dijo Burt distraído con el recuerdo de su difunta esposa.
Entonces Kurt se puso de pie, tomando la placa de cerámica y ubicándola en el lugar que consideró más apropiado. La acomodó y luego miró a su padre.
- Papá – sobre la encimera de la cocina, reposaba la circular pieza, mientras que Kurt ponía sus manos a los lados, tal y como lo estaban las de la placa.
El sonido del timbre hizo que ambos desviaran la vista hacia la pequeña pantalla. Kurt presionó el botón para oír lo que decían desde afuera y el video mostró las sonrientes caras de sus amigos.
- ¡Kurt! – dijo Rachel, siendo apartada por Santana, quien ocupó toda la pantalla.
- Estoy aquí también – vociferó la morena.
- Tenemos mucha hambre – se quejó Rach, regresando a su lugar.
- Hambre – apoyó Sebastian desde el fondo.
Los amigos de Kurt entraron y como si nada, recorrieron la casa, haciendo comentarios maravillados al respecto.
- Esto es genial – Comentó Seb, asomándose al balcón.
- ¡Wow, es realmente lindo! – gritó Santana abriendo la ventana del segundo piso y sacando la mitad del cuerpo hacia afuera.
- Wow, ¿éste es tu cuarto? – preguntó Rachel desde la otra ventana.
- Aquí – confirmó Kurt.
- ¿En serio? – dijo incrédula.
- ¿Dónde, dónde? – quiso saber Santana regresando el cuerpo al interior de la casa.
Todos descendieron a la primera planta, acabando así con el recorrido por la nueva casa de Kurt, la cual llevaban meses construyendo.
- De todas las cosas que hay en tu casa, ésta es la que me gusta más – murmuró Sebastian, refiriéndose a la pieza de cerámica – Kurt, ¿Este es tu pie? – consultó, tomando la mano del aludido.
- Sí – confirmó él, llegando al lado de Seb.
- ¡Es tan lindo! – acompañado de las risas de Rach y Santana, Seb se aproximó a la silueta del pie de bebé de Kurt para besarlo.
- ¡Hey! ¡Sebastian! – chilló él golpeándole en el hombro para que no lo hiciera.
- ¡Vengan chicos! Kurt, tare eso también – ordenó Burt, pasando hacia el comedor con parte del almuerzo.
Kurt avanzó hacia la cocina, pero Seb lo interceptó.
- Déjame ayudarte, déjame llevarlo – susurró, refiriéndose a los platos faltantes.
Cuando todos estuvieron sentados en la mesa, los amigos de Kurt adularon a Burt por el exquisito almuerzo que les había preparado en abundancia.
- Este pollo está delicioso, señor – comentó Sebastian, con exageración.
- ¿Te gusta? – preguntó él.
- Por supuesto, es el mejor que he probado. Los otros que he comido siempre quedan sin cocer en el centro, pero este está perfecto.
- Sabes bastante – Burt lo miró con sorpresa.
- Aunque no lo crea, tengo un sentido del gusto muy agudo – explicó Seb.
- Sebastian hizo magdalenas con crema y las vendió en el festival de la escuela – dijo Kurt, mientras cortaba de su platillo – Estaban muy buenas.
- Sí, realmente muy diferente de lo que parece – añadió Burt riendo – Tu cara parece la de una suricata pero…
- ¡¿La de una suricata?! – exclamó ofendido ante la comparación hecha por el padre de Kurt.
- ¿Sigues fingiendo que no te ves así? – Murmuró Santana, mirándolo con los ojos entrecerrados – Comamos – les dijo a los demás, ignorando por completo a Seb.
- Pero, ¿Por qué el restaurante se llama “Marion”? – quiso saber Rachel.
- La abuela de Kurt se llamaba “Marion”. Por eso usé ese nombre – explicó Burt.
- ¿Entonces el restaurante fue una herencia? – preguntó Sebastian.
- Así es. Mi suegra lo manejó por 40 años y yo lo he estado haciendo por 20 – contestó él – Hubiese sido bueno si Kurt pudiera tener éxito en esto… - comentó a su pesar por el desinterés de si hijo por manejar el restaurante – Pero parece que no tiene las habilidades.
- ¡No se preocupe, señor! – Dijo Sebastian con determinación – Kurt y yo trabajaremos duro juntos – le guiñó un ojo al aludido, mientras se le acercaba.
- ¡Hey! ¿Qué estás haciendo? – lo frenó Kurt, molesto.
- El negocio familiar no puede cerrar sus puerta después de 60 años funcionando – continuó Seb - ¿No lo cree, señor?
- Sería bueno que de alguna manera pudiera ser donado a la sociedad – sugirió Burt.
- ¡Señor, de verdad es de esa gente que le escupe a la cara a los demás mientras les sonríe! – Exclamó con dramatismo - ¿Kurt? – al no verse apoyado por ninguno de los ocupantes de la mesa y que incluso Kurt se levantara de la mesa para ir a la cocina, ignorándolo en su plan por salvar la tradición familiar del restaurante, Sebastian se puso en pie apoyándose en uno de los pilares de la casa, dándole un golpe con frustración.
Al momento siguiente que lo hubo hecho, un crujido recorrió el techo de la casa, haciéndolos a todos mirar hacia arriba.
- ¿Qué es eso? – preguntó Rachel.
Los platos y copas que estabas sobre la mesa comenzaron a temblar y ladearse notoriamente.
- ¡Hey! Sebastian, ¿estás planeando destruir mi casa? – increpó Kurt.
- ¿Qué estás diciendo? Nuestra casa es muy fuerte – lo tranquilizó Burt.
Un nuevo crujido desde arriba hizo que Burt dudara de sus palabras. El candelabro que colgaba sobre ellos hizo visible una grieta que se extendió por lo menos 20 a 30 cm. Los muros comenzaron a moverse levemente y la pintura de los vértices se desprendió, alertando a todos.
- ¿Qué es esto? – murmuró Santana, mirando a Rachel.
- ¿Es un terremoto? – consultó la castaña.
- ¿Terremoto? – Dudó Kurt - ¿Papá, qué haremos ahora?
- ¡Todo estará bien! – Los intentó calmar el padre – Esta es la casa donde nos quedaremos. Es muy fuerte y segura – Dicho eso, el candelabro se soltó de uno de sus lados, quedando suspendido sólo por los cables eléctricos.
La casa por completo se sacudió, las luces parpadearon y las cosas comenzaron a caer, al igual que los ocupantes de la casa. Una de las luces de la cocina, en donde se encontraba Kurt, se soltó, cayendo a centímetros de la cabeza de éste, quien para protegerse, se metió bajo la mesa de la cocina. Sebastian al verlo, corrió lo más rápido que le fue posible, en medio de las sacudidas, hasta llegar al lado del castaño, quien se cubría con sus manos.
- ¡Rápido, corran! ¡Corran! – les gritó Seb a los demás, protegiendo con su cuerpo a Kurt.
Cuando todos lograron atravesar el umbral de la puerta y llegar al jardín de la casa, Burt sintió la urgencia de regresar a recuperar algo que era de gran importancia, por lo que desapareció en medio de la casa en movimiento.
Las ventanas de la construcción se agrietaron y rompieron por completo, y el pequeño techo de la entrada, se desmoronó por completo. Poco a poco los muros de la casa fueron cayendo, uno sobre otro, en medio de una gran nube de polvo, dejando al padre de Kurt en el interior.
- ¡Papá! – Susurró Kurt, casi sin poder mantenerse en pie ante la idea de perder a Burt - ¡Papá! – gritó, siendo contenido por sus amigos.
. . .
- Esta tarde, alrededor de las 5:30 pm, algunas partes de Lima experimentaron un leve sismo de 2 puntos en la Escala de Richter – dijo uno de los tantos reporteros que se encontraban fuera de la destruida casa de Kurt - El temblor fue leve, sacudiendo algunas ventanas, pero como pueden ver aquí, una de las casa en la calle 8 se derrumbó y ni siquiera se puede reconocer qué es qué.
La cámara enfocó a un Kurt completamente histérico, siendo sostenido por Seb y Santana para que no pateara a los rescatistas.
- ¿Qué está diciendo? ¡Mi papá todavía está adentro! – chilló fuera de sí, tratando de entrar.
- Se ha reportado que alguien está atrapado adentro todavía – continuó el reportero, enfocando la expresión dolorida de Kurt – El equipo de emergencias ha sido llamado para ayudar en este desastre.
. . .
Un matrimonio miraba el noticiero realmente impresionados con la noticia del derrumbe.
- ¡Parece que encontraron al sobreviviente bajo la mesa del comedor! – Se oía la voz del reportero en la televisión - ¡Ya podemos ver al sobreviviente! – se podía ver a Kurt corriendo hacia los brazos de su padre, con sus amigos detrás.
- ¿Qué estabas haciendo, papá? – le reclamó él en medio de las lágrimas.
- ¡Estás bien! – exclamó él feliz.
- ¡Papá! – lloriqueó Kurt.
- Mirando la situación actual – la voz del reportero continuó – parece que nadie está lastimado seriamente. La policía sospecha que los malos materiales usados causaron el derrumbe. La verdadera razón sigue siendo investigada.
- ¿Burt Hummel? – exclamó el hombre que veía la televisión junto a su esposa.
. . .
- ¿Qué es esto? – Preguntó Burt, cuando hubo mirado alrededor y notó que su casa fue la única destruida - ¿Cómo es que sólo nuestra casa se derrumbó?
Kurt se encogió de hombros.
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Disculpen la tardanza! No estuve en mi casa estos días y llegué super desconectada y quemada por el sol, asi que estoy con el cuerpo y la cara adoloridos... pero eso es otro cuento. Espero hayan disfrutado el capítulo y espero también sus comentarios, gracias a los que comentaron los capítulos anteriores
Los Adoro a Todos!!!
Invitado- Invitado
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Me encanto el capitulo odio a blaine por humillar a kurt espero se arrepienta pronto espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente capitulo lo esperare ansioso me gusta mucho esta historia
gleeclast-* - Mensajes : 1799
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Edad : 27
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Odio a Blaine, con que derecho humilla a todos, no tardes con más capítulos.
Gabriela Cruz-*-* - Mensajes : 3230
Fecha de inscripción : 07/04/2013
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Me encanto.
Odio a Blaine.
Que mal que la casa de Kurt se derrumbo.
Ya quiero leer el próximo capitulo.
Saludos!!
Odio a Blaine.
Que mal que la casa de Kurt se derrumbo.
Ya quiero leer el próximo capitulo.
Saludos!!
★Alex Colfer★- - Mensajes : 1210
Fecha de inscripción : 11/11/2013
Edad : 25
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Playful Kiss – Capítulo 1 [Parte 4]
Al día siguiente, Kurt se dirigió a la escuela junto a sus amigas, seguido de cerca por todas aquellas miradas curiosas y burlescas, debido al noticiario de ayer.
- ¡Es él, es él! – susurraron unas chicas tras ellos.
- ¡¿Qué?! – les gritó Santana, volteándose para encararlas, pero estas prefirieron huir.
Kurt sostuvo el brazo de Rachel, apoyándose en su hombro con verdadera angustia.
- Pero, ¿te estás quedando en un hotel? – quiso saber Santana.
- Sí – balbuceó él.
- Debe ser costoso – acotó la morena.
- Realmente no, estaremos viviendo en la casa del amigo de mi papá, hasta que construyamos una casa, o hasta que compremos otra – explicó el castaño – Llamaron a papá después de ver las noticias – dijo él con alegría renovada.
- ¿En serio? Eso es genial, Kurt – exclamó Santana, dando de brincos con él.
- ¿Es él? ¡Es él! – comentaron entre sí un par de chicas.
- ¡¿Qué?! – chilló Santana, haciéndolas correr.
De la nada, apareció una mujer joven, cubierta con una pañoleta, portando una cámara fotográfica de gran alcance, quien cruzó hasta el otro lado de la calle, sacando gran cantidad de tomas a Kurt y sus amigas, desapareciendo luego.
- ¿Qué es eso? – Preguntó la morena - ¿Ahora hasta toman fotografías? – Los tres se miraron confundidos – Te estás convirtiendo en una estrella.
- Lo siento – se disculpó el castaño apenado – Por tener un amigo como, están sufriendo.
- Vamos – dijo Rachel tomándolo por los hombros y regresando a caminar a la escuela.
Rachel, Santana y Kurt entraron a la escuela sin imaginar la sorpresa que los esperaría.
- Por favor, todos compartan su amor y esperanza – se escuchó a la distancia un megáfono.
- ¿Qué es esto? ¿Qué está tratando de hacer? – comentó Rach.
- Creo que todos saben después de ver las noticias – continuó la voz proveniente de Sebastian, quien le hablaba a un pequeño grupo de estudiantes reunidos a su alrededor – Debido a un terremoto inesperado, él perdió su casa. 4to año, clase 7, el estudiante Kurt Hummel, para que él…
- ¿Qué está haciendo? – Susurró desesperado el castaño a sus amigas - ¿Qué está tratando de hacer ahora Sebastian?
- ¿Una donación de amor? – respondió Rachel.
- ¡Ese perdedor, en serio! – Se burló Santana – Hey, mejor caminemos por allá – sugirió, para evitarle a su amigo otra vergüenza – Vengan, síganme.
Los tres caminaron, intentando cubrir sus rostros lo más posible para no ser vistos por nadie.
- Bien, espero que todos donen generosamente – continuó hablando Seb – Ayuden a Kurt, ¿él no es amigo de todos? Dejen que otros vean el poder de su generosidad. Muchas gracias – de pronto la vista de Sebastian se desvió un poco y lo vio - ¡Kurt! ¡Kurt Hummel! – Gritó por el altoparlante que sostenía - ¡Kurt! ¡Abran paso, abran paso! – se aproximó al castaño, pero este se ocultó de las demás miradas de sus compañeros, tras un enorme pilar de concreto. Seb lo jaló de la mochila, haciendo que todos lo vieran – Por favor, den una ronda de aplausos. Después de experimentar algo tan impactante ayer, él todavía insistió en venir al colegio. Él es un amigo del que podemos estar orgullosos, él es Kurt ¡Aplaudamos! – todo el grupo de personas obedeció, aplaudiendo y apoyando a Kurt, a pesar de que él sólo deseaba que la tierra lo tragara en ese preciso momento.
Kurt, preso de la vergüenza, se zafó del agarre de su amigo y regresó a su escondite, tras el pilar, dejando a Sebastian confundido, sin entender que le sucedía.
Blaine Anderson acababa de llegar a un nuevo día de escuela, encontrándose a pocos metros de la entrada, con el espectáculo montado por Sebastian Smythe. Kurt le vio a la distancia y supo que jamás debió haber asistido a la escuela ese día, ni ninguno de los que seguía por al menos tres meses.
- Hey, el de allá – vociferó Seb – Muestra un poco de tu generosidad, Anderson – Blaine volteó con desinterés, mirando a Seb - ¿No viste las noticias ayer? ¿Tu casa no tiene televisor? ¿De quién es la culpa que nuestro Kurt esté sufriendo ahora? ¿Cómo puedes caminar por allí como si nada?
- ¿No fue sólo un leve sismo? – contraatacó Blaine, sin quitar las manos de sus bolsillos del pantalón. Kurt, al oírle sintió que se le ahuecaba el corazón.
- Así es, así es – respondió Sebastian – Sin embargo, por el leve terremoto, la recién construida casa se derrumbó, ¿qué piensas de eso?
- ¿Fui yo quién causó el terremoto? – lanzó Blaine, sin inmutarse.
- Entonces, ¿qué tan fuertes son los terremotos del corazón? – Dijo Seb, haciendo referencia a lo de la carta de amor - ¡Porque sigue dejándole profundas cicatrices en su corazón, estas se hacen más grandes!
Era oficial. Kurt estaba a un paso de cavar un agujero en el suelo con sus propias manos y desaparecer para siempre allí. Entendía la buena intención de Sebastian, pero la forma era la errónea.
Blaine soltó un suspiro cansado, desde su posición.
- Bien, siempre y cuando le dé un poco de dinero, ¿verdad? – Se rindió ante la insistencia de Seb – Se acercó a uno de los chicos que sostenía la caja con donativos, y sacó su cartera en busca de dinero.
- ¡Detente! – gritó Kurt, cuando Blaine estaba a punto de introducir una gran cantidad de billetes. El castaño salió de su escondite y le miró con dolor en sus ojos. Caminó hacia él con determinación - ¿Quién quiere tu dinero? Incluso si tengo que pedir debajo de un puente para comer, no aceptaré tu ayuda.
- ¿Es así? ¡Bien! Como lo desees – declaró Blaine sin demostrar ni la más mínima muestra de sentimientos. Guardó el dinero y se giró para marcharse.
- ¡Hey, Blaine Anderson! – Kurt medio corrió para alcanzarle. Éste se giró nuevamente - ¿Quién te crees que eres para menospreciar a las personas? En tus ojos, la gente de aquí son todos unos idiotas, ¿verdad? Menosprecias a la gente y la tomas por idiota, ¿no? ¿Eres tan perfecto? ¿Qué? ¿Porque tienes un alto coeficiente intelectual? ¿Porque eres estudioso? ¡Sólo porque tengas una cara bonita y seas guapo! – Kurt bajo la mirada, inquieto al darse cuenta de que las palabras no habían salido como él deseaba, si no como un halago - ¿Qué tiene de genial ser perfecto? – Vociferó molesto, ya que nuevamente se oía como un elogio - ¡Hey! ¿No es sólo estudiar? ¿Quién no sabe que es sólo estudiar? ¡No lo hago bien sólo porque no estudio, no porque no pueda hacerlo!
- ¿Es así? – preguntó Blaine, acercándose con suspicacia y un plan en mente.
- Sí – respondió con la voz temblorosa el castaño.
- Entonces demuéstramelo – le desafió.
- ¿Qué? – Dudó Kurt - ¿Demostrártelo?
- Sí.
- ¡Bien, te lo demostraré! – Dijo con determinación – Que sea en el próximo simulacro del examen ¿Qué tal? – todos lo miraron sorprendidos.
- ¿Cuánto? – quiso saber Blaine.
- ¿Cuánto? – entonces un recuerdo vino a su mente. Un recuerdo de lo que Blaine había dicho.
“Este mes, 50 personas serán admitidas en el Salón Especial de Estudio. Aunque avisos como ese son puestos, que algunos de ustedes se rían frente a ellos, me hace preguntarme ¿Les falta cerebro o no les preocupa?”
- Está bien, el Salón Especial de Estudio – declaró Kurt confiado.
- ¿Salón Especial de Estudio? – repitió incrédulo Blaine - ¿El de este mes?
- Sí – frunció el ceño, considerando lo poco que quedaba del mes - ¡Es el genial Salón Especial de Estudio de este mes! – Blaine lo miró como si le hubiera crecido un tercer ojo en la frente – Entraré en él el próximo mes – el chico del cabello negro sonrió ante su seguridad - ¿Te estás riendo de mí de nuevo? – Kurt entrecerró los ojos - ¿Y si lo logro? ¿Qué harás si lo logro?
- ¿Si lo logras? – dudó.
- Sí.
- Si puedes hacerlo, te daré una vuelta a la escuela llevándote en mi espalda – los ojos de Kurt se iluminaron, y una maliciosa sonrisa cubrió su rostro.
“¿Me vas a cargar en tu espalda, no?” – pensó Kurt.
- Bien, lo esperaré – concretó el trato el castaño, mirándolo con los ojos empequeñecidos.
. . .
Kurt, junto a su padre se dirigían por la carretera a casa del amigo de su padre, quien los recibiría y albergaría el tiempo necesario hasta que ellos tuvieran nuevamente una casa donde vivir.
- ¿La relación era tan buena? – quiso saber Kurt.
- ¡Claro! – dijo su padre, con una sonrisa ante los recuerdos de su amistad – Desde el día que nací hasta que me gradué de la secundaria, vivíamos juntos como una familia, Pero entonces nos mudamos a Lima, y perdimos contacto después de eso – Burt le lanzó una mirada de soslayo a su hijo – Cuando pienso en la casa, me enojo tanto que brinco incluso cuando estoy durmiendo – Kurt puso una mano sobre el hombro de su padre para calmarlo. La sonrisa regreso a su rostro – Sin embargo, por este incidente, encontré a mi amigo perdido. Estoy muy feliz.
De pronto el radio del vehículo comenzó a emitir un molesto chirrido.
- Esto es…
- Quiere que lo golpeen de nuevo – comentó Kurt, con un bufido, golpeando el aparato, logrando con esto que funcionara a la perfección. Una enorme sonrisa apareció en su rostro.
- Papá se ve como un tonto, ¿verdad? – Kurt negó con la cabeza – Gracias.
En ese momento, la canción favorita de Burt sonó en la radio, por lo que ambos continuaron el viaje cantando muy a gusto. Una vez que llegaron a la casa, no podían creer el lujo que esta tenía. Con al menos tres pisos y una construcción realmente grande.
- Es aquí, número 142 ¿verdad? – confirmó Burt.
- Sí – dijo Kurt sin poder creerlo.
- Espera un momento – el padre de Kurt bajó del vehículo y presionó en timbre.
- Parece que tu amigo es muy rico – comentó Kurt.
- Así parece – la contestadora respondió en ese instante, por lo que Burt se volteó para anunciarse – Hola, soy el amigo de Robert, mi nombre es Burt Hummel.
- ¡Oh, sí, entren rápido! – Exclamó la voz femenina tras el auricular - ¡Cariño! ¡Está aquí! – le dijo la mujer a alguien más.
Ingresaron a la casa y fueron recibidos por la esposa y el jefe de hogar.
- ¡Burt Hummel! – exclamó su amigo, envolviéndolo en un abrazo.
- ¡Robert! – Ambos palmearon sus espaldas - ¿Qué le pasó a tu cabello?
- Debes haber sufrido mucho – comentó Robert, mirando a su amigo - ¡Dios, esto es genial! – se abrazaron nuevamente.
- Bienvenidos – declaró la esposa de Robert, cuando se separaron.
- Realmente estamos aquí – murmuró Burt sin poder creerlo aun.
- Es genial que hayan venido ¡Les damos la bienvenida! – dijo con dulzura la mujer. Luego su mirada se desvió hacia Kurt.
- Hola ¿Cómo está? – saludó el castaño con amabilidad.
- ¿Tú eres el hijo de Burt, verdad? – quiso saber Robert.
- Sí.
- Eres más guapo en persona – comentó en respuesta el amigo de su padre.
- ¿Qué? – Kurt miró a su padre con la misma expresión confundida que él tenía.
- En realidad… - comenzó a explicar Alice – no podía esperar hasta la noche, así que fui a verte en secreto en la mañana.
Entonces el recuerdo de la mujer joven que lo había fotografiado en la mañana, llegó a él como un rayo.
- Sí, esa persona era yo – confirmó ella, conteniendo una sonrisa.
- Vamos a traer el equipaje primero – sugirió Robert a su amigo.
- No hay necesidad de eso, de todas formas no tenemos mucho equipaje – lo retuvo Burt – Kurt y yo podemos hacerlo solos, ¿verdad? – Su hijo asintió en respuesta – No necesitamos ayuda.
- No, le diré a mi hijo que ayude – declaró Alice, acercándose a las escaleras - ¡Hijo! ¡Ven a ayudar! – vociferó.
Burt y su hijo salieron a la entrada de la casa, en donde se encontraba el vehículo y descargaron las pocas maletas que traían. Burt se encargó de tomar una maleta roja algo pesada.
- Papá, dame eso, déjame ayudarte – le pidió Kurt.
- Puedes cerrar la puerta del auto – se negó su padre.
- Entendido – Kurt se aproximó al vehículo, sacando del asiento trasero su oso de felpa, que a pesar de su avanzada edad, aún conservaba porque había sido un regalo de su difunta madre – Siento como si sólo nos fueran a pasar cosas buenas en el futuro – le habló al peluche - ¿Verdad?
Kurt tomó una mochila y se la puso sobre los hombros, para luego tomar un pequeño bolso de mano que depositó en el suelo, antes de oír a alguien a su lado.
- ¿Necesitas ayuda? – preguntó aquella voz.
- No, estoy bien – murmuró Kurt, quien alzó lentamente la vista, quedando paralizado contra el vehículo al verle.
Su peor sueño y pesadilla ante él, ni siquiera sabía si era real o ya había enloquecido y estaba imaginándoselo. Era casi demencial. Su boca quedó involuntariamente abierta, mientras que la fría e inescrutable mirada de aquel chico lo penetraba.
“¿Esto es un sueño? Sí, debe ser un sueño ¡Despierta, Kurt!” – pensó él, sacudiendo la cabeza con violencia, dándose leves palmaditas en la mejilla para despertar.
- ¡T-tú, tú…! – tartamudeó Kurt, apuntando a Blaine con su dedo índice.
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Espero que hayan disfrutados de las festividades, y también del capítulo de hoy... Mañana regresaré con más
Gracias por comentar y no olviden que los AMODORO!!!
Invitado- Invitado
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Me encanto.
Que mal que Kurt tenga que vivir con su peor pesadilla.
Me emociona saber que pasara después.
Ya quiero leer el próximo capitulo.
Saludos!!
Que mal que Kurt tenga que vivir con su peor pesadilla.
Me emociona saber que pasara después.
Ya quiero leer el próximo capitulo.
Saludos!!
★Alex Colfer★- - Mensajes : 1210
Fecha de inscripción : 11/11/2013
Edad : 25
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Sigo odiando a Blaine, es un presumido de primera pobre de Kurt al ir a vivir a su casa.
Gabriela Cruz-*-* - Mensajes : 3230
Fecha de inscripción : 07/04/2013
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
¡Me encantó! Ojalá Kurt supere a Blaine, y después Blaine se de cuenta de que Kurt es genial.
Seguí lkgsdfhg.
Seguí lkgsdfhg.
RiveraMyLove- - Mensajes : 1314
Fecha de inscripción : 29/07/2013
Re: [Fic Klaine/Kurtbastian] Playful Kiss - Capítulo 1 [Parte 4]
Me encanto el capitulo pobre kurt tiene que vivir con blaine espero blaine no le haga nada espero actualices pronto ya quiero ver que pasa en el siguiente capitulo lo esperare ansioso me gusta mucho esta historia
gleeclast-* - Mensajes : 1799
Fecha de inscripción : 26/03/2013
Edad : 27
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Dom Oct 06, 2019 8:40 am por mystic
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