Make you feel my love [Joegar] Capítulo 1

Hola a todos! Este es mi primer fanfic que subo, perdones si hay errores en la redacción! no soy muy bueno redactando pero vale la pena el esfuerzo jeje
Espero que lo disfruten!




Era un día normal en la secundaria McKinley, todos los alumnos se encontraban en la cafetería almorzando mientras hablaban de lo que hicieron el fin de semana o lo que harán el próximo sábado a la noche, entre otras cosas. En una de las mesas, Sugar se encontraba almorzando sola ya que la mayoría de sus compañeros de New Directions aún seguían haciendo fila para escoger su comida.
La joven chica tenía un pequeño cuaderno en la mesa y mientras tomaba un trago de su bebida, anotaba unas cosas mientras sonreía y dibujaba unos corazones en él. Ese
cuaderno era su diario íntimo.

" Querido diario: no tienes ni la más pálida idea de cómo me siento hoy!! Siento que mi cabeza va a explotar por ver tantos problemas de matemáticas, creo que necesitaré una aspirina para que se me pase el dolor de cabeza... o que él me de cante al oído para que se me pase el dolor. Como hoy hay ensayo del coro tengo pensado en decirle lo mucho que lo amo con una de mis canciones favoritas, aunque todavía me sigo preguntando a mi misma si es el momento indicado pero para ser sincera ya no aguanto ocultar esto. Cuando llegue a casa te contaré con detalle lo que sucedió"

Una vez que Sugar terminó de escribir eso en su diario, fue hasta la última hoja del mismo y escribió el grande "SUGAR Y JOE" y dibujó corazones en todo su alrededor. La muchacha no pudo evitar sonreír mientras realizaba los corazones y no se dio cuenta que dijo "no sabes lo mucho que te amo" como si estuviera ella sola en la cafetería pero no notó que Quinn, quien se estaba sentando al frente suyo, logró escucharla.

-¿A quién amas tanto?- preguntó la rubia con una sonrisa picarona y puso su mirada en el cuaderno de la castaña, pudiendo así ver la hoja que estaba escribiendo.

-¿Qué?- dijo Sugar sorprendida al ver a Quinn y cerró su diario inmediatamente al darse cuenta que la rubia puso sus ojos en el cuaderno- ¡No, no! Escuchaste mal.

-¡Oh! ¿En serio?- continuó Quinn poniéndose seria- Bueno, tú ganas. Pero, ¿por qué cerraste tú cuaderno apenas me viste? ¿Qué estás ocultado, Motta?-

-¡No estoy ocultando nada! ¡Lo juro!- se defendió la castaña- Es mi diario intimo, ¿acaso no tienes uno?-

-Solía tener uno… cuando tenía 11 o 12 años- le contó la ex porrista-  En fin, de algún modo u otro voy a descubrir lo que escondes pequeña. No olvides que dentro de New Directions no hay secretos- sonrió Quinn

Sugar solo le dijo “de acuerdo” porque no se le ocurría otra cosa que decir y entonces ambas chicas tuvieron que dejar  ese tema de lado ya que el resto de los chicos del Club Glee  comenzaron a sentarse con ellas. Para alegría suya,  Joe se sentó al lado de Sugar pero Quinn  se puso mucho más seria de lo que acostumbraba. La chica castaña notó ese comportamiento en su “amiga”.

-¡Hola chicas!- las saludó Rachel amistosa mente

-Hola- dijeron ambas al mismo tiempo pero del mismo modo que Rachel

-¿Venimos en un buen momento? Parece que han discutido- comentó Joe

-No discutimos, solo…- Sugar trató de pensar una excusa para ocultar su antiguo diálogo con la rubia-

-Sólo hablábamos de lo horrible que está el puré- continuó Quinn con una sonrisa falsa

-Con lo delicioso que se ve…- dijo Puck

-Como sea, mejor hablemos de otra cosa- dijo el chico de rastas y luego volteó su cabeza a donde estaba Sugar y le dio una sonrisa, lo que le provocó un poco de incomodidad a Quinn

Al decir eso  comenzaron a hablar sobre las nacionales, sobre qué colores van a usar en los trajes y vestidos y sobre qué canciones iban a interpretar pero como casi siempre no lograban ponerse de acuerdo. Rachel quería que interpretaran canciones del musical Funny Girl , Kurt sugería presentar canciones de Madonna en la competencia, Brittany sugirió Britney Spears y al final Joe sugirió utilizar canciones de Michael Jackson.
Todos habían participado del debate, menos Sugar y Quinn quienes estaban muy ocupadas mirándose seriamente. La chica rubia le dio a Sugar de una mirada como si le estuviera diciendo algo, mientras que la castaña observaba a Quinn queriendo saber lo que le ocurría.
Al cabo de unos minutos de discusión, el timbre sonó lo que anunciaba que todos debían volver a sus respectivas clases. Los chicos se habían levantado de a poco y se dirigieron hacia la sala de música, dejando a  Quinn y Sugar detrás de ellos. La chica rubia se estaba seria, mientras que la castaña no entendía  porque la ex porrista se comportaba de esa manera.

Una vez que estaban todos en la sala de música, el señor Schue les pregunta a los chicos si se les habían ocurrido ideas para la gran competencia. Luego de que los integrantes repitieran lo que discutieron en la cafetería, Will anota todo en la pizarra y le pregunta al resto si tienen otras ideas para sugerir.
Como a nadie se le ocurrió otra idea, el señor Schue decidió continuar con la clase del día y entonces se dirigió a la pizarra, borró lo que había anotado antes y escribió la tarea que los chicos debían realizar para esa semana: “duetos con canciones románticas”
Todos los integrantes del coro, en especial las chicas y Kurt y Blaine, se emocionaron con la tarea.

-Me alegra que a la mayoría de ustedes les  guste la tarea de esta semana- dijo el señor Schue sonriendo- Van a elegir una pareja y deberán escoger una canción cada uno y dedicársela a su compañero como si fuera el amor de su vida-

A los chicos no les costó mucho tener que formar las parejas para la tarea semanal, salvo a Sugar que no se animaba a preguntarle a Joe si quería ser su pareja. Quinn pudo notar la incomodidad que tenía la chica millonaria, entonces aprovechó eso como ventaja y se acercaba al chico de rastas pero para su sorpresa; él se estaba acercando a la castaña.

-Hey, Sugar- dijo Joe sentándose al lado de ella-

Sugar se da vuelta para mirarlo felizmente al oír su voz y no pudo evitar ponerse nerviosa.
-¿S-si Joe?- tartamudeó la castaña

-¿Te gustaría que hagamos la tarea semanal juntos?- preguntó

La castaña se quedó inmóvil por unos segundos, la felicidad que sentía era inmensa. Quería por un minuto abrazarlo y no soltarlo pero tuvo que abstenerse de hacerlo.

-Cla-claro que sí, me parece una buena idea- le contestó Sugar aún tartamudeando con una sonrisa de oreja a oreja.

Quinn no pudo evitar sentir un poco de rabia por lo que estaba viendo, quería aparentar que nada le pasaba pero era inevitable ocultar su odio hacia Sugar. La castaña y el muchacho de rastas notaron eso en ella y le preguntaron qué le sucedía. La rubia sólo respondió que le dolía la cabeza y que no le pasa nada malo.

Las parejas ya estaban hechas y mientras tanto ya estaban pensando en las canciones que iban a presentar al final de la semana.
Al final de la clase, todos salieron de la sala de música pero Quinn le dijo a Sugar que se quede porque necesitaba hablar con ella a solar. La castaña no entendía por qué su “amiga” necesitaba hablar con ella, por lo que supuso que necesitaba consejos sobre moda.

-¿De qué quieres hablar, Quinn?- le preguntó Sugar algo confundida

-No te hagas la que no sabe nada, Motta- dijo la rubia enojada- Sé muy bien que te gusta Joe y también sé qué harías cualquier cosa para estar con él.

-¿Y tú quién te crees que eres para tratarme así?- se defendió la castaña

-Nadie, pero quiero que sepas esto: no voy a permitir que te acerques de él mientras
permanezca con vida- comentó- Después de esta semana quiero que te alejes de él y si es posible abandona el grupo, ¿sí?

-No te tengo miedo, Fabray- la enfrentó Sugar tratando de ocultar el miedo que le sentía
-Deberías temerme Motta… deberías temerme- le dijo Quinn de una manera amenazante

Ambas chicas se quedaron unos minutos discutiendo  hasta que dejaron la sala del coro, Sugar aún recordaba las palabras que Quinn y la hacían sentir mal y le preocupaba lo que ella le podría llegar a hacer pero trataba de olvidarse de aquel momento y trataba de concentrarse sobre la tarea semanal.
Mientras se acercaba a la puerta para ir a casa, pudo ver Joe que todavía estaba ahí como si estuviera esperando a alguien, se acercó a él para hablar un rato sobre lo que debían presentar al final de la semana en el Club Glee.
Cuando ella acercó al muchacho sentía como un cosquilleo por todo el cuerpo, algo que nunca había sentido antes. Era un cosquilleo raro, le gustaba esa sensación. Se sentía segura de sí misma, no le importaba lo que Quinn le podía llegar a decir mañana o cualquier otro día.

-Joe, ¿Qué haces todavía aquí?- preguntó la muchacha castaña

-Bueno, te estaba esperando- le contestó- Te quería preguntar si te parece una buena idea ir a The Lima Bean mañana a la salida de la escuela para empezar a elegir las canciones-

-¡Me parece genial!- exclamó Sugar alegremente- Pero si tu quieres podemos ir a mi casa para elegirlas y comenzar a ensayarlas.

-Suena bien- sonrió Joe- Te veo mañana Sugar, comienza a pensar en las canciones más románticas que conozcas- mencionó mientras se alejaba

-Si… tú también…Adiós- dijo la castaña con una sonrisa

Sugar comenzó a caminar hacia su casa, pensando en ese hermoso momento que pasó con el chico que más ama en el mundo. Estaba segura de que el destino estaba a su favor y que quiere que ella esté a su lado pero había olvidado un pequeño detalle: Lucy Quinn Fabray… se seguía preguntando a sí misma qué cosa había llevado a la rubia podría a enfrentarla de ese modo en la sala de música, no podía sacarse eso de la cabeza.

Cuando la castaña llegó a su casa lo primero que hizo fue saludar a su padre y luego se encerró en su habitación. Su dormitorio era grande: su cama estaba llena de peluches, en el escritorio tenia revistas de moda, su ropero estaba lleno de vestidos, había zapatos por todos lados. Se parecía más al cuarto de una niña que al de una adolescente. Una vez adentro, sacó su diario de la mochila y comenzó a redactar todo lo que le ocurrió después del almuerzo. Escribió todo hasta con el más mínimo detalle, no iba a dejar que se le escape nada. Lo que Sugar hacía era desahogarse con ese cuaderno.

“Querido diario: te tengo buenas y malas noticias: la mala es que cuando dejé de escribirte en el almuerzo Quinn vio la última hoja del cuaderno, donde escribí mi nombre y el de Joe rodeado de corazones,  y noté que su humor había cambiado. Luego me dijo que mientras ella permanezca con vida no iba a dejar que me acercase a Joe, también que al final de la semana quiere que le deje de hablar y que abandone el Club Glee. Para serte sincera no sé qué hacer.
 Y la buena noticia es que la tarea semanal del coro es ‘duetos con canciones románticas’ y Joe me preguntó si quería ser su pareja, fue muy obvio que le dije que sí. Después se quedó esperándome a la salida para arreglar el lugar donde nos juntaríamos a practicar las canciones, quedamos con que vendríamos a mi casa mañana a la salida de la escuela.
Ahora siento que estoy cada vez más cerca de poder estar con él, aunque todavía me queda un largo camino que recorrer y un gran obstáculo llamado Quinn.
Te mantendré al tanto de lo que ocurre durante la semana. Adiós!”

Luego de escribir lo que le ocurrió durante su largo día, la castaña se fue a cenar y luego a darse un baño. Cuando llegó el momento de ir a la cama permaneció unos minutos despierta debido a que no lograba poder dormir, entonces tomó su celular y comenzó a escuchar música para relajarse. La canción que estaba escuchando era “Make you feel my love” de Bob Dylan, pero a ella le gustaba más la versión de Adele.
Mientras escuchaba esa canción, unas lágrimas comenzaron a caer sobre sus mejillas. Pensaba que ese sería el tema indicado para la tarea semanal.

“Joe: pase lo que pase, voy a hacer todo lo posible para hacerte sentir mi amor” pensó Sugar mientras se secaba las lágrimas y, al cabo de unos minutos, se quedó dormida.