Brittany & Santana

Hola chicas!, mi nombre es Darling, soy nueva en el foro pero ya he leído varios de los fics y me arme de valor para proponerles esta adaptación, espero sus comentarios para saber si continuo con el fic, Besos*-*

Sinopsis

-Bono conoció a su esposa en la escuela secundaria- dice Santana

-Igual Jerry Lee Lewis- responde Brittany

-No estoy bromeando- dice Santanta

-Deberías-dice Brittany-, tenemos dieciséis años

-¿Qué hay de Romeo y Julieta?

-Superficial, confundido y luego muerto

-Te quiero- dice Santana

-¿Dónde estas, Julieta?- responde Brittany

-No estoy bromeando- dice Santana

-Deberías.

Ubicada en el transcurso de un año escolar en 1986, Brittany & Santana es la historia de dos inadaptadas estrellas cruzándose, lo suficientemente inteligentes como para saber que el primer amor casi nunca dura, pero lo suficienteme valientes y desesperadas como para intentarlo.

Cuando Brittany conoce a Santana, recordarás tu primer amor, y con que fuerza te derribó.

holaaa!!!
"recordarás tu primer amor, y con que fuerza te derribó" estooo sin duda me convenció

saludos!!!

Santana había dejado de tratar traerla de vuelta.
Brittany solo venia cuando le daba la gana, en sueños, mentiras y en momentos dejá vu en los cuales se derrumbaba.
Como cuando Santana estaba manejando al trabajo, y veía a una chica con cabello rubio parada en la esquina. Y podría jurar, por la mitad de un asfixiante momento, que esa era Brittany.
Luego veía que el cabello de la chica era más castaño que rubio.
Que estaba sosteniendo un cigarrillo… y usando una franela de los Sex Pistols.
Brittany odiaba a los Sex Pistols.
Brittany…
Parada detrás de ella hasta que volteaba su cabeza. Acostada a su lado antes de que se despertara. Haciendo que todo lo demás pareciera más monótono y aburrido, nunca lo suficientemente bueno.
Brittany arruinándolo todo.
Brittany, ausente.
Ella dejo de tratar de traerla de vuelta.


Los XTC (banda de rock, pop y new wave) no eran buenos para ahogar las voces de los idiotas de la parte trasera del bus.
Santana estaba presionando sus audífonos contra sus oídos.
Mañana iba a traer algo de los Skinny Puppy (banda industrial canadiense) o los Misfits (grupo musical de horror punk). O quizás hiciera una cinta especial para el bus con todos los gritos y quejidos que fueran posibles.
Podría volver a New Wave en noviembre, después de que le dieran su licencia para conducir. Sus padres ya le habían dicho a Santana que podía tener el Impala de su mamá, y ya estaba ahorrando para un reproductor nuevo. Una vez que comenzara a conducir a la escuela, podía escuchar lo que quisiera o nada en absoluto, y podría dormir unos veinte minutos extras.
-Eso no existe- gritó alguien detrás de ella
-Claro que sí, joder- gritó Puck en respuesta- Amigo, el boxeo estilo del mono borracho, es malditamente real. Puedes matar a alguien con eso…
-Dices puras estupideces.
-Tú dices puras estupideces-dijo Puck- ¡Santana! Oye, Santana
Santana lo escuchó, pero no respondió. A veces, si ignorabas a Puck por un minuto, el pasaría a molestar otra persona. Saber eso era el ochenta por ciento de sobrevivir teniendo a Puck como tu vecino. El otro veinte por ciento se trataba de mantener la cabeza abajo…
Lo cual a Santana se le había olvidado momentáneamente. Una bola de papel la golpeó en la parte posterior de la cabeza.
-esas eran mis notas de Desarrollo y Crecimiento Humano, cabeza hueca-dijo Quinn
-Lo siento, cariño- dijo Puck-. Te enseñaré todo acerca del desarrollo y crecimiento humano. ¿Qué necesitas saber?
-Enséñale el boxeo estilo del mono borracho- dijo alguien.
-¡SANTANA!- gritó Puck
Santana se quitó sus audífonos y se volvió a la parte trasera del autobús.
Puck la estaba llamando en el último asiento. Incluso sentado, su cabeza casi tocaba el techo. Puck siempre parecía como si estuviera rodeado con inmobiliario para muñecas. Desde el séptimo grado lucia como un hombre maduro, y eso fue antes de que le creciera completamente la barba. Un poco antes.
Algunas veces Santana se preguntaba si Puck estaba con Quinn porque lo hacía lucir incluso más como un monstruo. La mayoría de las chicas de los Flats eran pequeñas, pero Quinn no podía medir más de metro y medio.
Una vez en la escuela media, un tipo había tratado de joder a Puck hablándole acerca de cómo era mejor que no dejara embarazada a Quinn, porque si lo hacía, sus bebes gigantes la matarían.
-Saldrán reventándole el estómago como en Aliens (película de ciencia ficción y terror)- dijo el chico. Puck se rompió el dedo meñique en la cara del tipo.
Cuando el papá de Santana escuchó eso, dijo:
-alguien tiene que enseñarle a ese pequeño luchador como es que se hace un puño.- Pero Santana esperaba que nadie lo hiciera. El chico que Puck golpeó no pudo abrir su ojo como por una semana.
Santana le lanzó a Quinn su tarea hecha una bola. Ella la atrapó.
-San-dijo Puck-, dile a Sam acerca del boxeo estilo del mono borracho.
-No sé nada acerca de eso- Santana se encogió de hombros
-Pero existe ¿no es cierto?
-Creo que he escuchado de eso
-Allí esta-dijo Puck. Buscó algo para arrojarle a Sam, pero no podía encontrar nada. Le señalo en su lugar- Te lo dije, carajo.
-¿Qué demonios va a saber López acerca del boxeo?- dijo Sam
-¿Eres retardado?-dijo Puck- Su mama es de Puerto Rico.
Sam miró a Santana con cuidado. Santana sonrió y entrecerró los ojos.
-Sí, supongo que lo creo-dijo Sam-. Siempre pensé que eras latina.
-Mierda, Sam-dijo-eres un jodido racista.
-Ella no es de puertorriqueña- dijo Quinn- Es mexicana
-¿Quién?- preguntó Puck
- La mamá de Santana.
La mamá de Santana le había estado cortando el cabello a Quinn desde la escuela primaria. Ambas tenían exactamente el corte de cabello, permanentes de largos rizos con un flequillo puntiagudo.
-Ella es jodidamente sexy, eso es lo que es- dijo Puck, rompiéndose en una carcajada.- sin ofender, San.
Santana logró dar otra sonrisa y se escabullo de nuevo en su asiento, poniéndose sus audífonos de nuevo y subiendo el volumen. Todavía podía ir a Puck y Sam, cuatro asientos detrás de ella.
-¿Pero cuál es el jodido punto?- dijo Sam
-Amigo, ¿quisieras pelear con un mono borracho? Son jodidamente grandes. Hombre, como en EveryWhich Way But Loose (película de comedia y aventura de 1978). Imagínate ese bastardo volviéndose loco contigo.
Santana notó a la chica nueva casi al mismo tiempo que todo el mundo lo hizo. Estaba parada en frente del bus, cerca del primer asiento disponible.
Había un chico sentado allí solo, uno de primer año. Puso el bolso en el asiento de al lado, luego miró hacia otro lado. A lo largo del bus, los demás que estaban sentados solos se movieron a orillas de sus asientos. Santana escuchó la risita de Quinn; ella vivía de estas cosas.
La chica nueva tomó una profunda respiración y siguió caminando por el pasillo. Nadie la miraría. Santana trató de no hacerlo, pero era como una situación eclipsante, por el desastre que era ella.
La chica lucia exactamente justo como la clase de persona, a la cual, esto le pasaría.
No solo era nueva, sino también torpe. Con cabello rebelde, brillantemente rubio. Y estaba vestida como… como si quisiera que la gente la mirara. O tal vez como si no entendiera el desastre que era. Vestía una camisa a cuadros, la cual era como de hombre, con media docena de extraños collares colgando alrededor de su cuello y pañuelos atados alrededor de sus muñecas. Ella le recordaba a Santana a un espantapájaros o uno de esos muñecos quitapenas (muñequitos originarios de Guatemala) que su mamá mantenía en el estante. Cómo algo que no sobreviviría a la naturaleza.
El bus paró de nuevo, y un montón de chicos más se subieron. Pasaron empujando a la chica, golpeándola, y se dejaban caer en sus propios asientos.
Esa era la cosa, todo mundo en el bus tenía ya su asiento. Todos habían reclamado uno el primer día de clases. Personas como Santana quienes eran suertudas de tener un asiento completo para sí solas no iban a dejarlo ir ahora. Especialmente no por alguien como ella.
Santana miró de nuevo a la chica. Ella solo estaba parada allí.
-Oye, tú- gritó el chofer del bus- siéntate.
La chica comenzó a moverse hacia la parte trasera del autobús. Justo en el vientre de la bestia.
Dios, pensó Santana, para. Voltéate. Podía sentir a Puck y Sam lamiéndose los labios mientras ella se acercaba. Trató nuevamente de alejar la mirada.
Luego la chica vio un asiento vacío justo al lado de Santana. Su cara se iluminó de alivio, y se apresuró hacia él.
-Oye- dijo Quinn secamente
La chica siguió moviéndose
-Oye-dijo Quinn- Bozo (payaso popular en Estados Unidos)
Puck comenzó a reírse. Sus amigos le siguieron unos seguidos después de él.
-No puedes sentarte allí-dijo Quinn- ese es el asiento de Anderson
La chica se paró y miró a Quinn, luego miró de nuevo el asiento vacío
-Siéntate-dijo el chofer desde el frente
-Me tengo que sentar en algún lugar- dijo la chica en una voz calmada y firme.
-No es mi problema- soltó Quinn. El autobús se sacudió y la chica se echó hacia atrás para no caer. Santana trató de subir el volumen de su Walkman, pero ya estaba todo lo que daba. Volvió a mirar a la chica, parecía que iba a empezar a llorar.
Incluso antes de que hubiese decidido hacerlo, Santana se movió hacia la ventana.
-Siéntate- dijo. Le salió furiosamente. La chica se volteó hacia ella, como si no pudiera adivinar si ella era otra imbécil o qué- Joder, por Jesús- dijo Santana suavemente, asintiendo hacia el espacio a su lado- solo siéntate.
La chica se sentó. Y no dijo nada, gracias a Dios, no le agradeció a ella, y dejó como quince centímetros de espacio entre ellas.
Santana se volteó hacia la ventana de plexiglás y esperó que el apestoso mundo se la tragara.

me encanta¡¡¡ esta super,estoy esperando el otro capitulo ansiosa


De que parte de Venezuela eres?

yooo igual quiero el siguiente xfis!!

saludos!!!

Anddy Rivera Morris escribió:

El que siguee!! jaja cuentas con una fiel lectora! jeje
estaba por comenzar a leer el libro, pero opino que versión Brittana es mejor :)

Hola jaja me alegra saber que ya cuento con lectoras \o/, Yo lo termine de leer hace poco y se me vino la idea de adaptarlo a mi pareja favorita, dentro de un rato subo el sig cap

Johe Gleek 13 escribió:me encanta¡¡¡ esta super,estoy esperando el otro capitulo ansiosa


De que parte de Venezuela eres?

Hola jaja me alegra saber que te encanta, soy de Tachira-San Cristobal

raxel_vale escribió:yooo igual quiero el siguiente xfis!!

saludos!!!

Ya subo el siguiente  , saludos

Brittany consideró sus opciones:
1. Caminaría a casa desde la escuela. Pros: Ejercicio, color en sus mejillas, tiempo para ella. Contras: Todavía no conocía su nueva dirección, o siquiera la trayectoria general por el cual comenzar a caminar.
2. Podría llamar a su mamá y pedir un aventón. Pros: Montones. Contras: Su mamá no tenía un teléfono. O un auto
3. Podría llamar a su papá. ¡Jah!
4. Podría llamar a su abuela. Solo para saludar
Estaba sentada en los escalones de concreto al frente de la escuela, mirando la fila de autobuses amarillos. Su autobús estaba justo allí. El número 666.
Incluso si Brittany pudiera evitar el autobús hoy, incluso si su hada madrina apareciera con un carruaje de calabaza, todavía tendría que encontrar una manera de volver a la escuela mañana en la mañana.
Y no es como si los niños malvados del autobús no fueran a despertarse mañana en el otro lado de sus camas. En serio. No le sorprendería a Brittany si ellos dislocaran sus mandíbulas la próxima vez que los viera. ¿La chica en la parte de atrás con el cabello rubio y la chaqueta moteada?. Prácticamente podías ver los cuernos escondidos en sus flequillos. Y su novio era posiblemente un miembro de los Nefilim.
Esa chica, todas ellas, odiaron a Brittany antes de que siquiera hubieran puesto sus ojos sobre ella. Como si hubieran sido contratadas para matarla en una vida pasada.
Brittany no podía decir si la chica morena que finalmente la dejó sentarse era una de ellas, o si era realmente estúpida. (Pero no estúpida-estúpida… Estaba en dos de las clases avanzadas de Brittany)
Su mamá había insistido que en la nueva escuela pusieran a Brittany en clases avanzadas. Había enloquecido cuando vio cuán malas eran las notas de Brittany el año pasado en el noveno grado.
-Esto no puedo ser una sorpresa para usted, señora Pierce- dijo el consejero.
¡Ja!, pensó Brittany, en este punto estaría sorprendido de lo que podría ser una sorpresa.
Lo que sea. Brittany podía mirar fijamente las nubes con la misma  facilidad en las clases avanzadas. Había la misma cantidad de ventanas.
Si es que incluso alguna vez volvía a esta escuela.
Si es que alguna vez llegaba a casa.
Brittany no podía contarle a su mamá acerca de la situación del autobús. La noche anterior, cuando estaba  ayudando a Brittany a desempacar…
-Richie dijo que él te llevará- dijo su mamá- Está en su camino al trabajo.
-¿Va a hacerme viajar en la parte trasera de su camioneta?
-Brittany, está intentando hacer las paces. Prometiste que también lo intentarías.
-Es más fácil para mí hacer las paces desde la distancia.
-Le dije que estabas lista para formar parte de esta familia
-Yo ya soy parte de esta familia. Soy como un miembro fundador
-Brittany- dijo su mamá- Por favor.
-Solo tomaré el autobús- había dicho Brittany-. No es un gran problema. Conoceré personas.
¡Ja!, pensaba ahora Brittany. Gigante y dramático ¡Ja!
Su autobús se iba a ir pronto. Unos pocos de los otros autobuses ya se estaban alejando. Alguien bajó corriendo los escalones junto a Brittany y accidentalmente pateó su bolso. Ella lo sacó del camino y comenzó a disculparse. Pero era esa estúpida chica, ella le frunció el ceño cuando vio que era Brittany. Brittany le devolvió el ceño, y ella salió corriendo.
Oh, bien, pensó Brittany. Las endemoniadas chicas no escatimarán en nada sobre mí.

Ella no habló con Santana durante el viaje a casa.
Santana había pasado todo el día tratando de pensar en la manera de escapar de la chica nueva. Tendría que cambiar asientos. Esa era la única respuesta. Pero ¿cambiar a cuál asiento? Santana no quería imponerse a sí misma sobre alguien más. E incluso el acto de intercambiar asientos atraería la atención de Puck.
Santana esperaba que Puck comenzara a molestarla tan pronto como ella dejara sentarse a la chica, pero Puck se había ido hacia la parte trasera a hablar, nuevamente, sobre el boxeo. Santana por cierto, sabía mucho acerca del boxeo. Debido a que su padre estaba obsesionado con las luchas, y no porque su madre fuera mexicana. Ella y su pequeño hermano, Josh, habían estado tomando clases de boxeo desde que aprendieron a caminar.
Cambiar asientos. ¿Cómo…?
Probablemente podría encontrar un asiento al frente con los estudiantes de primer año, pero eso sería una espectacular muestra de debilidad. Y casi odiaba pensar en dejar sola a la extraña chica nueva en la parte trasera del autobús.
Se odiaba por pensar así.
Si su papá supiera que estaba pensando de esta manera, la llamaría “Santana la marica”. Una vez y en voz alta. Si su abuela se enteraba, ella la golpearía en la parte posterior de la cabeza.
-¿Dónde están tus modales?- le diría ella- ¿Es la manera de tratar a alguien con mala suerte?
Sin embargo, Santana no tenía ni un poco de suerte o estatus de sobra para pasarle a esa tonta rubia. Tenía solo lo suficiente como para mantenerse alejada de los problemas. Y ella sabía que era malo, pero estaba medio agradecida de que gente como esa chica existiera. Porque la gente como Puck, Sam y Quinn también existían, y tenían que ser alimentados. Si no era la rubia, iba a ser alguien más. Y si no había alguien más, iba a ser Santana.
Puck la había dejado ir esta mañana, pero no iba a seguir dejándolo pasar…
Santana podía oír nuevamente a su abuela. “En serio, hija, ¿estás provocándote un dolor de estómago porque hiciste algo bueno, mientras otras personas estaban viendo?”
Ni siquiera era tan bueno, pensó. Había dejado a la chica sentarse, pero le había soltado una palabrota por ello. Cuando ella apareció en su clase de inglés de la tarde, se sintió como si estuviera allí para perseguirla…
-Brittany- dijo el señor Schuester-  Que poderoso nombre. Parece el de una reina.
-Es el nombre de la gorda Chipette (grupo vocal de ficción)- susurró alguien detrás de Santana. Alguien más se rió
El Sr. Schue hizo un gesto a un escritorio vacío de la parte delantera.
-Hoy estamos leyendo poesía, Brittany- dijo el señor Schue- Dickinson. Tal vez te gustaría comenzar.
El Sr. Schue abrió su libro y señaló la página de la derecha.
-Adelante- dijo-. Fuerte y claro. Te voy a decir cuando parar.
La nueva chica lo miró como si ella esperase que él estuviera bromeando. Cuando quedó claro que no lo hacía, casi nunca lo hacía, ella comenzó a leer.
-Había sentido hambre, largos años- leyó. Algunos chicos se rieron.
Jesús, pensó Santana, solo el Sr. Schue haría que una chica nueva y sometida a la burla leyera un poema sobre comer en su primer día de clase.
-Adelante, Brittany- dijo el señor Schue
Ella volvió a comenzar. Santana pensaba que era una terrible idea.
-Había sentido hambre, largos años- dijo esta vez más fuerte.
Pero mi mediodía llegó para comer
Yo, temblando me acerqué a la mesa
Y toqué el curioso vino
Era lo que sobre las mesas había visto
Cuando volviendo, hambrienta, a casa
Miraba tras las ventanas, por la riqueza
Que no podía pretender mía.
El Sr. Schue no la detuvo, por lo que leyó todo el poema con su voz fresca y desafiante. La misma voz que había usado en Quinn.
-Eso fue maravilloso- dijo el Sr. Schue cuando termino. Él estaba radiante-. Simplemente maravilloso. Espero que te quedes con nosotros, Brittany, al menos hasta que hagamos Medea. Esa es una voz que llega sobre un carro tirado por dragones.
Cuando la chica apareció en la historia. El señor Schue no hizo una escena. Pero si dijo: -Ah. Tienes el porte de una reina de Inglaterra- Cuando ella le entregó sus papeles.
Se sentó unas cuantas filas delante de Santana y, hasta donde ella sabía, pasó todo el período mirando el sol. No podía pensar en una manera de deshacerse de ella en el autobús. O una manera de deshacerse de sí misma. Así que se puso sus audífonos antes de que la chica se sentara y subió el volumen al máximo.
Gracias a Dios que no trató de hablar con ella.

Ella llegó a casa esa tarde antes que todos los niños pequeños, lo cual fue bueno, porque no estaba dispuesta a volver a verlos. Había sido un espectáculo tan raro cuando había entrado anoche…
Brittany había pasado tanto tiempo pensando en cómo sería finalmente volver a casa y lo mucho que echaba de menos a todo el mundo; pensó que le darían un desfile triunfal. Pensó que sería una gran celebración de abrazos.
Pero cuando Brittany entró en la casa, era como si sus hermanos no la reconocieran.
Ben simplemente la miró y Maisie, Maisie estaba sentada en el regazo de Richie. ¿Qué habría hecho Brittany si no hubiera prometido a su madre que se comportaría mejor  por el resto de su vida?
Solo Mouse corrió a abrazarla. Ella lo recogió con gratitud. Ahora tenía 5 años y estaba pesado.
-Hey, Mouse- dijo. Lo habían llamado así desde que era un bebé, no podía recordar por qué. Le recordaba más a un cachorro grande y descuidado, siempre emocionado, siempre tratando de saltar a tu regazo.
-Mira, papá, es Brittany- dijo Mouse, bajando de un salto- ¿Conoces a Brittany?
Richie fingió no oír. Maisie miró y se chupó el pulgar. Brittany no la había visto hacer eso en años. Tenía 8 años ahora, pero con el pulgar en la boca, parecía un bebé.
El bebé no se acordaría de Brittany en lo absoluto. Tendría 2 años… allí estaba, sentado en el suelo con Ben. Ben tenía 11 años. Él se quedó mirando a la pared detrás de la TV.
Su madre llevó el bolso con las cosas de Brittany a un dormitorio fuera de la sala de estar, y Brittany la siguió. La habitación era pequeña, lo suficientemente grande para una cómoda y unas literas. Mouse corrió dentro de la habitación después de ellas.
-Tienes la litera de arriba- dijo-, y Ben tiene que dormir en el suelo conmigo. Mamá ya nos lo dijo, y Ben se echó a llorar.
-No te preocupes por eso- dijo su madre en voz baja-. Todos tenemos que reajustarnos.
No había espacio en el cuarto al que reajustarse. (Lo que Brittany decidió no mencionar)
Ella fue a la cama tan pronto como le fue posible, por lo que no tendría que volver a la sala de estar.
Cuando se despertó en medio de la noche, sus tres hermanos estaban dormidos en el suelo. No había forma de levantarse sin pisar a uno de ellos y ni siquiera sabía dónde estaba el baño…
Lo encontró. Había solo cinco habitaciones en la casa, y el baño apenas contaba. Estaba unido a la cocina, como literalmente unido, sin una puerta. Esta casa fue diseñada por trolls cavernícolas, pensó Brittany. Alguien, probablemente su madre, había colgado una sábana floreada entre el refrigerador y el inodoro.
Cuando llegó a casa de la escuela, Brittany entró por sí misma con su nueva llave. La casa era posiblemente aún más deprimente a la luz del día, sucia y desnuda, pero al menos Brittany tenía el lugar, a su madre, y a sí misma.
Era extraño volver a casa y ver a su madre, de pie en la cocina, como… como normal. Estaba haciendo sopa y picando cebollas. Brittany tuvo ganas de llorar.
-¿Cómo estuvo la escuela?- le preguntó su mamá
-Bien- dijo Brittany
-¿Tuviste un buen primer día?
-Claro. Quiero decir, sí, era sólo el instituto.
-¿Vas a tener un montón con lo que ponerte al día?
-No lo creo
Su madre se secó las manos en la parte posterior de sus jeans y se colocó el cabello detrás de las orejas y Brittany fue golpeada por diezmilésima vez, por lo hermosa que era.
Cuando Brittany era una niña, había pensado que su madre se veía como una reina, como la protagonista de un cuento de hadas.
No una princesa, las princesas son solo bonitas. La madre de Brittany era hermosa. Era alta y majestuosa, con hombros anchos y cintura elegante, todos sus huesos parecían más llenos de significado que los de otras personas. Como si no estuvieran allí solo para sostenerla, estaban allí para hacer un punto.
Tenía una nariz fuerte y una barbilla afilada y sus pómulos eran altos y gruesos.
Veías a la madre de Brittany y pensarías que debió ser tallada en algún lugar de la proa de un barco vikingo o tal vez pintada en el lateral de un avión…
Brittany se le parecía mucho.
Pero no lo suficiente.
Brittany creía que se parecía a su madre a través de un tanque de peces. A su parecer se veía más redonda y más suave. Borrosa. Donde su madre estaba finamente dibujada, Brittany estaba manchada.
Después de cinco hijos, su madre tenía pechos y caderas como una mujer en un anuncio de cigarrillos. A los dieciséis años, Brittany ya tenía una complexión como si trabajara en un pub medieval.
Incluso en cabello de su madre; largo, ondulado y castaño, era una versión más legítima que el cabello rubio brillante de Brittany.
Brittany se puso la mano en  la cabeza con timidez
-Tengo algo que mostrarte- dijo su madre, mientras cubría la sopa-. Pero no quería hacerlo delante de los niños pequeños. Aquí, vamos.
Brittany la siguió hasta el dormitorio de los niños. Su madre abrió el armario y sacó una pila de toallas y una cesta de lavado llena de calcetines.
-No podía llevar todas tus cosas cuando nos mudamos- dijo ella-. Obviamente no tenemos tanto espacio aquí como teníamos en la antigua casa…- Ella metió la mano en el armario y sacó una bolsa de basura de plástico negro- Pero empaqué tanto como pude.
Le entregó a Brittany la bolsa y dijo:
-Lo siento por lo demás.
Brittany había asumido que Richie lanzó todas sus cosas a la basura hace un año, diez segundos después de que la había echado. Tomó la bolsa en sus brazos.
-Está bien- dijo- Gracias.
Su madre se acercó y tocó el hombro de Brittany, sólo por un segundo.
Los niños pequeños estarán en casa en veinte minutos- dijo-, y vamos a cenar alrededor de las 4:30. Me gusta tener todo resuelto antes de que Richie vuelva a casa.
Brittany asintió. Abrió la bolsa tan pronto como su madre salió de la habitación. Quería ver lo que todavía era suyo…
Lo primero que reconoció fueron las muñecas de papel. Estaban sueltas en la bolsa y arrugadas, unas pocas, estaban marcadas con lápices de colores. Habían pasado años desde que Brittany había jugado con ellas, pero todavía estaba feliz de verlas allí. Las aplanó y las puso en un montón.
Bajo las muñecas habían libros, una docena más o menos que su madre debe haber agarrado al azar, ella no hubiera sabido cual era el favorito de Brittany. Brittany se alegró de ver Garp Watership Down. Apestaba que Oliver’s Story hubiera sobrevivido, pero Love Story no. Y Hombrecitos estaba allí, pero no Mujercitas o Jo’s Boys.
Había un montón más de papeles en la bolsa. Había tenido un archivador en su antigua habitación, y parecía que su madre había tomado la mayoría de las carpetas. Brittany trató de reunirlo todo en una pila ordenada, todas las tarjetas de informe, fotos de la escuela y cartas de amigos por correspondencia. Se preguntó dónde había terminado el resto de las cosas de la casa vieja. No sólo sus cosas, sino las de todo el mundo. Al igual que los muebles y los juguetes, y todas las plantas y pinturas de su madre. Los platos daneses de su abuela… el pequeño caballo rojo de madera que siempre solía colgar encima del fregadero.
Tal vez estaba empaquetado en alguna parte. Tal vez su madre tenía la esperanza de que la casa cueva-de-troll fuera solo temporal.
Brittany todavía tenía la esperanza de que Richie fuera solo temporal.
En la parte inferior de la bolsa negra había una caja. Su corazón saltó un poco cuando la vío. Su tío en Minnesota solía enviar a su familia una afiliación de Miembros del Club de la Fruta del Mes cada Navidad, y Brittany y sus hermanos y hermanas siempre se peleaban por las cajas en que la fruta venía. Era una estupidez, pero eran buenas cajas, sólidas y con buenas tapas. Esta era una caja de pomelo, suave por el desgaste en los bordes.
Brittany la abrió con cuidado. Nada en el interior había sido tocado. Allí estaba sus papeles y obres para cartas, sus lápices de color y sus marcadores Prismacolor (otro regalo de Navidad de su tío). Había un montón de tarjetas de promoción del centro comercial que aún olía a perfumes caros. Y allí estaba su Walkman. Sin tocar. Sin batería, también, pero, sin embargo, ahí. Y donde había un Walkman existía la posibilidad de la música.
Brittany dejó caer la cabeza sobre la caja. Olía como a Channel No. 5y virutas de lápiz. Suspiró.
No había nada que hacer con sus pertenencias recuperadas una vez que las había ordenado, no había ni siquiera espacio en el armario para la ropa de Brittany. Así que colocó a un lado la caja y los libros, y con cuidado puso todo lo demás en la bolsa de basura. Entonces hizo retroceder la bolsa lo más que pudo en el estante más alto del armario, detrás de las toallas y un humidificador.
Se subió a su litera y encontró un gato viejo desaliñado durmiendo allí.
-Shoo- dijo Brittany empujándolo. El gato saltó al suelo y salió por la puerta del dormitorio.

holaaa soy nueva lectora (ñ.ñ)/ jiji me ha llamado la atencion tu fin, actualizalo pronto... t mando saludos saludos

Desapareciste???
sigue. llama bastante la atención.

Holaaa m gusta mucho tu adaptacion espero q act soon