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Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
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Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
Bueno, pues aquí estoy una vez mas, parece que ha pasado muchisimo tiempo jajaja
Como dije en un comentario en Toda la verdad se me han ocurrido dos fics Brittan nuevos (tengo mucho tiempo libre para pensar y poco para llevar a cabo esas ideas) No iba a subir nada hasta tenerlos un poco mas preparados, pero acabo de ver el capitulo 100 de Glee y el Brittana me ha impulsado a mas Brittana jajajaja.
Asi que, si no os habeis olvidado de mi, aqui os dejo el fic!
Gracias por leer y espero que os guste =)!!
____________________________________________________________________________
Brittana - Heavenly Delights. Cap 1.
Santana López había llegado hacia cinco años a San Francisco con tan solo una maleta y las tarjetas de crédito de su padre anuladas. Cuando el doctor López supo que su hija no quería seguir sus pasos sanitarios y que prefería estudiar algo tan poco útil como cocina, la retiro toda ayuda financiera, esperando que eso la hiciese entrar en razón, pero Santana tenía una cuenta propia en la que había ido ahorrando poco a poco y con la que se había pagado los estudios y un pisito en la ciudad. Ahora, cinco años después, trabajaba en el restaurante más prestigioso de San Francisco como segunda cocinera, vivía en un cómodo apartamento con Kitty Wilde, una joven y rubia estudiante de magisterio que conoció en su primer trabajo como cocinera en un bar de comida rápida.
Santana trabajaba duro bajo las órdenes de Sue Sylvester, la cocinera jefe que no tardaría mucho en jubilarse. Secretamente la latina esperaba ser ascendida a su puesto, todo el mundo sabía que si alguien lo merecía era ella, prácticamente era ella quien dirigía la cocina ya y Sue la daba libertades para ello, así que Santana estaba segura de que lo hacía para que empezase a acostumbrarse al puesto.
- Trabajas en un restaurante caro ¿no va ninguna niña estirada que te interese?
Pregunto Kitty un día, como había hecho otras veces, mientras probaba el plato que Santana acababa de dejar frente a ella y mientras la latina cogía el segundo plato para llevarlo también a la mesa y sentarse a comer con su amiga.
- Sabes que no salgo con niñas.
Respondió tranquilamente quitándose del hombro el paño de cocina que usaba para limpiarse mientras cocinaba y lanzándolo sobre la encimera.
- Sabes perfectamente lo que quiero decir.
Dijo la rubia girando los ojos y tratando de probar el segundo plato antes casi de haber empezado el primero. La morena aparto el plato de su compañera señalándole al mismo tiempo el que tenía delante, dejando bien claro que iban a comer los platos en orden. Kitty rio un poco, siempre hacían lo mismo. Una de las ventajas de vivir con una chef era que casi siempre cocinaba Santana y que la comida siempre estaba deliciosa.
La latina se encogió de hombros, respondiendo a la pregunta inicial de Kitty.
- No suelo salir a ver a los clientes. Aunque tampoco ha llegado ningún cliente que me incline a ello.
Las dos rieron. Desde que vivían juntas Kitty había tenido varios novios, muchos de los cuales a Santana no le gustaban absolutamente nada, pero la latina apenas había salido con gente. Una cita por aquí, algún encuentro esporádico por allí…pero nada más serio, nada demasiado duradero. Cuando Kitty la había visto con alguna pareja más o menos formal la latina no parecía precisamente entusiasmada y loca de amor como se suponía que debería estar cualquier chica en pareja. No es que tuviese problemas para encontrar a alguien, es más, siempre tenía alguna chica con la que pasar el rato, ya fuese saliendo o tan solo para acostarse con ella, pero no parecía muy dispuesta a acercarse demasiado a nadie. Kitty le había preguntado si había tenido alguna mala experiencia en el pasado, si alguien le había hecho daño, pero nada de eso, Santana simplemente era así, no quería atarse a nadie, no quería abrirse por completo a nadie, aún no había conocido a nadie con quien quisiese hacer algo así, con quien estuviese lo suficiente cómoda para ello. Pero Kitty no dejaba de intentarlo.
- Estar noche he quedado con Ryder, su prima está en la ciudad y vamos a salir a dar una vuelta. Podías venirte.
Sugirió acabándose el primer plato y alzando un pulgar para indicar a su amiga que una vez más había sido una comida de primera. Santana alzo una ceja divertida, masticando más lento, Kitty siempre intentaba llevarla a citas dobles para que conociese a alguna chica.
- No es una cita doble, de verdad, no es una encerrona. Miley ni siquiera es lesbiana, creo.
Aclaro la rubia sirviéndose el segundo plato casi con gula.
- ¿Miley?
- O algo así, no me quede muy bien con el nombre. Vente por favor, quien sabe, quizá conozcas alguna chica guapa.
Dijo lanzándola una mirada divertida por encima del plato y haciendo reír a la latina.
Resulto que Miley no era Miley, sino Marley, y no, no era lesbiana. Ni tampoco se llevó bien con Kitty, así que al final Santana se lo pasó en grande viendo como ambas chicas se picaban la una a la otra y como Ryder se desesperaba tratando de pacificar entre ellas.
Al día siguiente fue de bastante buen humor al trabajo, además Sue les había avisado que tenía algo importante que anunciar y todos sabían que era su jubilación, le habían preparado una fiesta sorpresa, que no iba a ser ninguna sorpresa, lo importante del anuncio era quien sería su sucesora al mando de la cocina.
Después de fingir sorpresa por la fiesta y de las típicas palabras en esos casos, Sue pidió silencio con su poderío habitual, Santana estaba a punto de salirse de sí misma por los nervios, algunos de sus compañeros la miraron escondiendo sonrisitas, convencidos de que ella sería la nueva jefa de cocina.
- Bien, bien, han sido muchos años en este sitio, aunque nunca he entendido como podía estar tan bien valorado si aparte de mí aquí no hay ni una pizca de talento culinario…
Los demás rieron, estaban acostumbrados al cortante humor de Sue Sylvester.
- No, ahora en serio, a veces teníais vuestros momentos de brillantez. Pocos. Pero por suerte eso ya no será problema mío, sé que todos estáis esperando que anuncie al nuevo jefe de cocina.
Mas miradas hacia cierta latina morena que estaba casi aguantando la respiración, intentando aparentar serenidad.
- Todos sabemos que aparte de mí hay entre nosotros otra gran cocinera, alguien capaz de dirigiros con la misma disciplina que yo, alguien que podría mantener alta la reputación del restaurante, Santana López se ha ganado a pulso su puesto en esta cocina.
La gente ya sonreía sin disimulo a la morena, pero ella seguía mirando a Sue, que también la miraba a ella con una extraña mirada, Santana intuía que algo no iba bien.
- Pero mi deber es proporcionar al restaurante el mejor sucesor para mi puesto, y después de mucho pensar y debatir he decidido que lo mejor sería meter algo de carne nueva en este sitio. Alguien que de un nuevo punto de vista, alguien que no os conozca, que no sea vuestra amiga, que haga que os esforcéis como el primer día.
Las sonrisas desaparecieron y la expresión de Santana cambio de mal contenida expectación a un resignado mal humor.
- Alguien que lleva un rato esperando fuera para entrar justo cuando yo se lo indique. Así que dad la bienvenida a vuestra nueva jefa de cocina: Quinn Fabray.
Todos estaban bastante impresionados por el giro que había dado la fiesta, esperaban despedir a Sue y dar la bienvenida a Santana, que después de todo llevaba mucho tiempo al mando no oficial de la cocina, los conocía a todos y todos la conocían, haciendo mucho más sencillo y llevadero el trabajo en la cocina. En cambio vieron entrar a una mujer rubia con la barbilla levantada con altivez que se colocó junto a Sue, su ex jefa los fulmino a todos con la mirada, esperando un aplauso de bienvenida que le dieron algo confundidos y extrañados. Todos menos Santana, que ya estaba odiando a esa intrusa rubia.
- Quinn ha trabajado en los mejores restaurantes de Los Ángeles, cuando me enteré de que había vuelto a la ciudad decidí que era la mejor para este puesto.
Lanzo una mirada a Santana, como esperando un estallido de furia por su parte, como hicieron la mitad de sus compañeros, pero la latina permanecía tranquila, con su copa de champan en la mano y una expresión dura. Sue siguió presentando a Quinn, pero Santana ya no escuchaba. Necesitaba salir de allí. No solo no había sido ascendida, sino que en cierto modo había sido degradada, con esa nueva chica allí ya no sería ella la que estaría al mando, pasaría a ser el pinche de esa niñita rubia, y la morena intuía que venía con ganas de hacer cambios. No sabía cómo serían las cosas en Los Ángeles, pero estaba segura de que no le iban a gustar.
La fiesta siguió su curso mientras Sue iba presentándole gente al azar a la nueva jefa de cocina, Santana se apuró su copa de un trago y se dirigió a la puerta, pero una mano morena la sujeto por el brazo.
- Hey San ¿estás bien?
Pregunto Jake, uno de los camareros del restaurante, Santana le lanzo una furiosa mirada que hizo que el chico le soltase. Se llevaban bastante bien, pero ahora mismo no tenía tiempo ni ganas para él.
- Perfectamente, ¿puedo irme ya?
Respondió muy cortante.
- Mi hermano va a venir a recogerme después de la fiesta, me preguntó por ti.
Dijo Jake muy cautelosamente, sabía que su hermano y ella habían tenido más de un encuentro en el pasado, igual que sabía que Santana ya no buscaba nada de los hombres, aunque su hermano siguiese insistiendo.
La latina resoplo con fastidio, girando los ojos, pero antes de poder darle alguna mala respuesta Jake levanto las manos en un gesto de paz para detenerla.
- Le he dicho mil veces que te deje en paz, pero el sigue queriendo que te pregunte.
A su pesar, Santana sonrió un poco, se alegraba de no haberse acostado con Jake cuando entro a trabajar allí y ella estaba pasando una época de “sé que me gustan las mujeres, pero no renuncio al sexo con hombres”, o como Kitty la había llamado “cuando sea con quien sea”. Pero igual que se alegraba de no haberse acostado con Jake se arrepentía de haberlo hecho con su hermano. Otra de las camareras llego hasta ellos con la chaqueta en la mano, salvando a Santana de esa conversación.
- ¿Te vas? Yo también, estoy harta de esta fiesta, puedo acercarte a casa si quieres.
Ofreció Dani con una sonrisa a la latina. Sabia de sobra que la camarera rubia estaba detrás suyo, sobretodo porque habían salido un par de veces y se habían acostado en más de dos y más de tres ocasiones, aunque Santana no quería nada más serio. Pero esa noche no le vendría mal algo de cariño, así que asintió, sabiendo de sobra que no sería a su apartamento a donde Dani la acercaría. Casi mejor le ponía un mensaje a Kitty de que no iba a volver pronto.
Regreso a su apartamento por la mañana temprano, a tiempo de pillar a Kitty preparándose para ir a la universidad. Al verla entrar con cara de haber dormido poco, sonrió de lado a la latina.
- ¿Una buena fiesta?
Cuando la noche anterior recibió el mensaje de que no volvería temprano se supuso que sería para celebrar su ascenso. Santana la fulmino con la mirada mientras se bebía lo que quedaba de café en la taza de Kitty, haciendo que la sonrisa de la rubia desapareciese.
- Sylvester ha metido a otra en mi cocina.
Gruño la morena mirando la taza vacía como si la hubiese ofendido personalmente, caminando a la cocina para recargarla.
- ¿No te ha dado el puesto?
Pregunto Kitty en voz mas alta de la esperada por la sorpresa, dejando caer la bolsa que se estaba colgando al hombro con los libros.
- NO.
El gruñido venia del interior de la cocina, donde Kitty la siguió sin salir de su asombro.
- Se lo ha dado a no sé qué cocinera rubia de Los Ángeles. Me ha tenido todo este tiempo…y se lo da a…a… ¡a esa!
Seguía rumiando Santana llenándose la taza con descuido y vertiendo parte del café en la encimera. Kitty supuso que debía estar muy cabreada, no solo porque se veía claramente, sino porque la latina odiaba una cocina sucia y ni siquiera se había dado cuenta del café que se extendía por la encimera.
- ¿Pero quién es? ¿A quién se lo ha dado?
Santana la miro echando fuego por los ojos.
- Una tal Quinn Fabray, por su aspecto una niña pija completamente, deberías haberla visto entrar, como si fuese la dueña de todo, maldita arrogante.
- ¿Te gusta?
Interrumpió Kitty con una risita, sin poder contenerse. Santana incluso dejo de gruñir por lo inesperado de la pregunta.
- ¿Estás loca?
- Pija, arrogante…rubia…es tu tipo.
Kitty estaba claramente de broma y le alegro ver como Santana finalmente se reía un poquito.
- ¿Y dónde estuviste anoche entonces?
Pregunto abriendo distraídamente la bolsita de un bollo de chocolate y llevándoselo a la boca. La risa de la latina desapareció.
- Bueno, Dani se ofreció a llevarme a casa…
Kitty casi se atraganta.
- Quedamos en que no volverías a acostarte con Dani.
Reprocho señalándola con el bollo de chocolate mordido. Santana gruño con fastidio. Las dos sabían que Dani quería algo más serio con Santana y que la latina no, una situación que a ella no le habría importado si no trabajasen en el mismo sitio y si Dani no la hubiese caído bien. Además no la venia nada bien sentirse culpable después durante varios días seguidos, momentos que Dani podía aprovechar para conseguir algo con ella de nuevo y todo volvía a empezar. Santana intuía un sermón por parte de Kitty, así que la señalo en reloj de cocina.
- Vas a llegar tarde a clase.
La rubia miro el reloj apurada, se terminó el bollo lanzándole a su compañera una mirada de advertencia antes de salir corriendo del piso.
Santana pensó seriamente en no ir al trabajo ese día, no quería ver a la nueva jefa de cocina y la verdad tampoco quería cruzarse con Dani. ¿La echarían si faltaba el primer día con nueva jefa? ¿Se enfadaría esa tal Fabray? Santana sonrió perversamente al pensar eso, cabrear a esa niñita rubia le parecía una idea más que genial. Quizá podría hacerla desear haberse quedado en Los Ángeles, la gente del restaurante estaba de su parte, todos querían que ella ocupase el puesto de Sue, todos estaban a gusto con ella, seguramente no le costaría convencerles de un motín contra Quinn Fabray. Con un nuevo animo se preparó para ir a trabajar.
Como dije en un comentario en Toda la verdad se me han ocurrido dos fics Brittan nuevos (tengo mucho tiempo libre para pensar y poco para llevar a cabo esas ideas) No iba a subir nada hasta tenerlos un poco mas preparados, pero acabo de ver el capitulo 100 de Glee y el Brittana me ha impulsado a mas Brittana jajajaja.
Asi que, si no os habeis olvidado de mi, aqui os dejo el fic!
Gracias por leer y espero que os guste =)!!
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Brittana - Heavenly Delights. Cap 1.
Santana López había llegado hacia cinco años a San Francisco con tan solo una maleta y las tarjetas de crédito de su padre anuladas. Cuando el doctor López supo que su hija no quería seguir sus pasos sanitarios y que prefería estudiar algo tan poco útil como cocina, la retiro toda ayuda financiera, esperando que eso la hiciese entrar en razón, pero Santana tenía una cuenta propia en la que había ido ahorrando poco a poco y con la que se había pagado los estudios y un pisito en la ciudad. Ahora, cinco años después, trabajaba en el restaurante más prestigioso de San Francisco como segunda cocinera, vivía en un cómodo apartamento con Kitty Wilde, una joven y rubia estudiante de magisterio que conoció en su primer trabajo como cocinera en un bar de comida rápida.
Santana trabajaba duro bajo las órdenes de Sue Sylvester, la cocinera jefe que no tardaría mucho en jubilarse. Secretamente la latina esperaba ser ascendida a su puesto, todo el mundo sabía que si alguien lo merecía era ella, prácticamente era ella quien dirigía la cocina ya y Sue la daba libertades para ello, así que Santana estaba segura de que lo hacía para que empezase a acostumbrarse al puesto.
- Trabajas en un restaurante caro ¿no va ninguna niña estirada que te interese?
Pregunto Kitty un día, como había hecho otras veces, mientras probaba el plato que Santana acababa de dejar frente a ella y mientras la latina cogía el segundo plato para llevarlo también a la mesa y sentarse a comer con su amiga.
- Sabes que no salgo con niñas.
Respondió tranquilamente quitándose del hombro el paño de cocina que usaba para limpiarse mientras cocinaba y lanzándolo sobre la encimera.
- Sabes perfectamente lo que quiero decir.
Dijo la rubia girando los ojos y tratando de probar el segundo plato antes casi de haber empezado el primero. La morena aparto el plato de su compañera señalándole al mismo tiempo el que tenía delante, dejando bien claro que iban a comer los platos en orden. Kitty rio un poco, siempre hacían lo mismo. Una de las ventajas de vivir con una chef era que casi siempre cocinaba Santana y que la comida siempre estaba deliciosa.
La latina se encogió de hombros, respondiendo a la pregunta inicial de Kitty.
- No suelo salir a ver a los clientes. Aunque tampoco ha llegado ningún cliente que me incline a ello.
Las dos rieron. Desde que vivían juntas Kitty había tenido varios novios, muchos de los cuales a Santana no le gustaban absolutamente nada, pero la latina apenas había salido con gente. Una cita por aquí, algún encuentro esporádico por allí…pero nada más serio, nada demasiado duradero. Cuando Kitty la había visto con alguna pareja más o menos formal la latina no parecía precisamente entusiasmada y loca de amor como se suponía que debería estar cualquier chica en pareja. No es que tuviese problemas para encontrar a alguien, es más, siempre tenía alguna chica con la que pasar el rato, ya fuese saliendo o tan solo para acostarse con ella, pero no parecía muy dispuesta a acercarse demasiado a nadie. Kitty le había preguntado si había tenido alguna mala experiencia en el pasado, si alguien le había hecho daño, pero nada de eso, Santana simplemente era así, no quería atarse a nadie, no quería abrirse por completo a nadie, aún no había conocido a nadie con quien quisiese hacer algo así, con quien estuviese lo suficiente cómoda para ello. Pero Kitty no dejaba de intentarlo.
- Estar noche he quedado con Ryder, su prima está en la ciudad y vamos a salir a dar una vuelta. Podías venirte.
Sugirió acabándose el primer plato y alzando un pulgar para indicar a su amiga que una vez más había sido una comida de primera. Santana alzo una ceja divertida, masticando más lento, Kitty siempre intentaba llevarla a citas dobles para que conociese a alguna chica.
- No es una cita doble, de verdad, no es una encerrona. Miley ni siquiera es lesbiana, creo.
Aclaro la rubia sirviéndose el segundo plato casi con gula.
- ¿Miley?
- O algo así, no me quede muy bien con el nombre. Vente por favor, quien sabe, quizá conozcas alguna chica guapa.
Dijo lanzándola una mirada divertida por encima del plato y haciendo reír a la latina.
Resulto que Miley no era Miley, sino Marley, y no, no era lesbiana. Ni tampoco se llevó bien con Kitty, así que al final Santana se lo pasó en grande viendo como ambas chicas se picaban la una a la otra y como Ryder se desesperaba tratando de pacificar entre ellas.
Al día siguiente fue de bastante buen humor al trabajo, además Sue les había avisado que tenía algo importante que anunciar y todos sabían que era su jubilación, le habían preparado una fiesta sorpresa, que no iba a ser ninguna sorpresa, lo importante del anuncio era quien sería su sucesora al mando de la cocina.
Después de fingir sorpresa por la fiesta y de las típicas palabras en esos casos, Sue pidió silencio con su poderío habitual, Santana estaba a punto de salirse de sí misma por los nervios, algunos de sus compañeros la miraron escondiendo sonrisitas, convencidos de que ella sería la nueva jefa de cocina.
- Bien, bien, han sido muchos años en este sitio, aunque nunca he entendido como podía estar tan bien valorado si aparte de mí aquí no hay ni una pizca de talento culinario…
Los demás rieron, estaban acostumbrados al cortante humor de Sue Sylvester.
- No, ahora en serio, a veces teníais vuestros momentos de brillantez. Pocos. Pero por suerte eso ya no será problema mío, sé que todos estáis esperando que anuncie al nuevo jefe de cocina.
Mas miradas hacia cierta latina morena que estaba casi aguantando la respiración, intentando aparentar serenidad.
- Todos sabemos que aparte de mí hay entre nosotros otra gran cocinera, alguien capaz de dirigiros con la misma disciplina que yo, alguien que podría mantener alta la reputación del restaurante, Santana López se ha ganado a pulso su puesto en esta cocina.
La gente ya sonreía sin disimulo a la morena, pero ella seguía mirando a Sue, que también la miraba a ella con una extraña mirada, Santana intuía que algo no iba bien.
- Pero mi deber es proporcionar al restaurante el mejor sucesor para mi puesto, y después de mucho pensar y debatir he decidido que lo mejor sería meter algo de carne nueva en este sitio. Alguien que de un nuevo punto de vista, alguien que no os conozca, que no sea vuestra amiga, que haga que os esforcéis como el primer día.
Las sonrisas desaparecieron y la expresión de Santana cambio de mal contenida expectación a un resignado mal humor.
- Alguien que lleva un rato esperando fuera para entrar justo cuando yo se lo indique. Así que dad la bienvenida a vuestra nueva jefa de cocina: Quinn Fabray.
Todos estaban bastante impresionados por el giro que había dado la fiesta, esperaban despedir a Sue y dar la bienvenida a Santana, que después de todo llevaba mucho tiempo al mando no oficial de la cocina, los conocía a todos y todos la conocían, haciendo mucho más sencillo y llevadero el trabajo en la cocina. En cambio vieron entrar a una mujer rubia con la barbilla levantada con altivez que se colocó junto a Sue, su ex jefa los fulmino a todos con la mirada, esperando un aplauso de bienvenida que le dieron algo confundidos y extrañados. Todos menos Santana, que ya estaba odiando a esa intrusa rubia.
- Quinn ha trabajado en los mejores restaurantes de Los Ángeles, cuando me enteré de que había vuelto a la ciudad decidí que era la mejor para este puesto.
Lanzo una mirada a Santana, como esperando un estallido de furia por su parte, como hicieron la mitad de sus compañeros, pero la latina permanecía tranquila, con su copa de champan en la mano y una expresión dura. Sue siguió presentando a Quinn, pero Santana ya no escuchaba. Necesitaba salir de allí. No solo no había sido ascendida, sino que en cierto modo había sido degradada, con esa nueva chica allí ya no sería ella la que estaría al mando, pasaría a ser el pinche de esa niñita rubia, y la morena intuía que venía con ganas de hacer cambios. No sabía cómo serían las cosas en Los Ángeles, pero estaba segura de que no le iban a gustar.
La fiesta siguió su curso mientras Sue iba presentándole gente al azar a la nueva jefa de cocina, Santana se apuró su copa de un trago y se dirigió a la puerta, pero una mano morena la sujeto por el brazo.
- Hey San ¿estás bien?
Pregunto Jake, uno de los camareros del restaurante, Santana le lanzo una furiosa mirada que hizo que el chico le soltase. Se llevaban bastante bien, pero ahora mismo no tenía tiempo ni ganas para él.
- Perfectamente, ¿puedo irme ya?
Respondió muy cortante.
- Mi hermano va a venir a recogerme después de la fiesta, me preguntó por ti.
Dijo Jake muy cautelosamente, sabía que su hermano y ella habían tenido más de un encuentro en el pasado, igual que sabía que Santana ya no buscaba nada de los hombres, aunque su hermano siguiese insistiendo.
La latina resoplo con fastidio, girando los ojos, pero antes de poder darle alguna mala respuesta Jake levanto las manos en un gesto de paz para detenerla.
- Le he dicho mil veces que te deje en paz, pero el sigue queriendo que te pregunte.
A su pesar, Santana sonrió un poco, se alegraba de no haberse acostado con Jake cuando entro a trabajar allí y ella estaba pasando una época de “sé que me gustan las mujeres, pero no renuncio al sexo con hombres”, o como Kitty la había llamado “cuando sea con quien sea”. Pero igual que se alegraba de no haberse acostado con Jake se arrepentía de haberlo hecho con su hermano. Otra de las camareras llego hasta ellos con la chaqueta en la mano, salvando a Santana de esa conversación.
- ¿Te vas? Yo también, estoy harta de esta fiesta, puedo acercarte a casa si quieres.
Ofreció Dani con una sonrisa a la latina. Sabia de sobra que la camarera rubia estaba detrás suyo, sobretodo porque habían salido un par de veces y se habían acostado en más de dos y más de tres ocasiones, aunque Santana no quería nada más serio. Pero esa noche no le vendría mal algo de cariño, así que asintió, sabiendo de sobra que no sería a su apartamento a donde Dani la acercaría. Casi mejor le ponía un mensaje a Kitty de que no iba a volver pronto.
Regreso a su apartamento por la mañana temprano, a tiempo de pillar a Kitty preparándose para ir a la universidad. Al verla entrar con cara de haber dormido poco, sonrió de lado a la latina.
- ¿Una buena fiesta?
Cuando la noche anterior recibió el mensaje de que no volvería temprano se supuso que sería para celebrar su ascenso. Santana la fulmino con la mirada mientras se bebía lo que quedaba de café en la taza de Kitty, haciendo que la sonrisa de la rubia desapareciese.
- Sylvester ha metido a otra en mi cocina.
Gruño la morena mirando la taza vacía como si la hubiese ofendido personalmente, caminando a la cocina para recargarla.
- ¿No te ha dado el puesto?
Pregunto Kitty en voz mas alta de la esperada por la sorpresa, dejando caer la bolsa que se estaba colgando al hombro con los libros.
- NO.
El gruñido venia del interior de la cocina, donde Kitty la siguió sin salir de su asombro.
- Se lo ha dado a no sé qué cocinera rubia de Los Ángeles. Me ha tenido todo este tiempo…y se lo da a…a… ¡a esa!
Seguía rumiando Santana llenándose la taza con descuido y vertiendo parte del café en la encimera. Kitty supuso que debía estar muy cabreada, no solo porque se veía claramente, sino porque la latina odiaba una cocina sucia y ni siquiera se había dado cuenta del café que se extendía por la encimera.
- ¿Pero quién es? ¿A quién se lo ha dado?
Santana la miro echando fuego por los ojos.
- Una tal Quinn Fabray, por su aspecto una niña pija completamente, deberías haberla visto entrar, como si fuese la dueña de todo, maldita arrogante.
- ¿Te gusta?
Interrumpió Kitty con una risita, sin poder contenerse. Santana incluso dejo de gruñir por lo inesperado de la pregunta.
- ¿Estás loca?
- Pija, arrogante…rubia…es tu tipo.
Kitty estaba claramente de broma y le alegro ver como Santana finalmente se reía un poquito.
- ¿Y dónde estuviste anoche entonces?
Pregunto abriendo distraídamente la bolsita de un bollo de chocolate y llevándoselo a la boca. La risa de la latina desapareció.
- Bueno, Dani se ofreció a llevarme a casa…
Kitty casi se atraganta.
- Quedamos en que no volverías a acostarte con Dani.
Reprocho señalándola con el bollo de chocolate mordido. Santana gruño con fastidio. Las dos sabían que Dani quería algo más serio con Santana y que la latina no, una situación que a ella no le habría importado si no trabajasen en el mismo sitio y si Dani no la hubiese caído bien. Además no la venia nada bien sentirse culpable después durante varios días seguidos, momentos que Dani podía aprovechar para conseguir algo con ella de nuevo y todo volvía a empezar. Santana intuía un sermón por parte de Kitty, así que la señalo en reloj de cocina.
- Vas a llegar tarde a clase.
La rubia miro el reloj apurada, se terminó el bollo lanzándole a su compañera una mirada de advertencia antes de salir corriendo del piso.
Santana pensó seriamente en no ir al trabajo ese día, no quería ver a la nueva jefa de cocina y la verdad tampoco quería cruzarse con Dani. ¿La echarían si faltaba el primer día con nueva jefa? ¿Se enfadaría esa tal Fabray? Santana sonrió perversamente al pensar eso, cabrear a esa niñita rubia le parecía una idea más que genial. Quizá podría hacerla desear haberse quedado en Los Ángeles, la gente del restaurante estaba de su parte, todos querían que ella ocupase el puesto de Sue, todos estaban a gusto con ella, seguramente no le costaría convencerles de un motín contra Quinn Fabray. Con un nuevo animo se preparó para ir a trabajar.
Última edición por SanttitanyFan el Jue Jun 26, 2014 7:23 pm, editado 6 veces
SanttitanyFan- - Mensajes : 1183
Fecha de inscripción : 26/09/2011
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
hola!!!
al fin vuelves con una historia!!
creo que me lei todos tus fic y este obvio no sera la excepción
buen inicio me gusto ya quiero leer mas
saludos
al fin vuelves con una historia!!
creo que me lei todos tus fic y este obvio no sera la excepción
buen inicio me gusto ya quiero leer mas
saludos
evean********- - Mensajes : 791
Fecha de inscripción : 24/06/2013
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
¡Felicidad completa! Un día me van a echar de mi casa por no saber controlar mis emociones y gritar cada vez que veo algo bueno en internet. ¡Pero es que no me resistí cuando vi que subiste algo de nuevo! Sé que va a sonar a fanática clásica y loca, y que te he escrito en otras ocasiones, pero AMO tus fics y la forma en que los escribis. ¿Olvidarte...? Vos fuiste la 'culpable', por una de tus historias yo entré por primera vez a este foro y de ahí nunca más pude irme; fuiste una de las que me inspiró para empezar a escribir y por eso... Eternamente gracias, de verdad.
Una vez más es un gusto empezar a leerte, me agrada la temática, hace un buen rato que no leo fanfics de forma continua, así que por acá me vas a tener comentando.
Confió plenamente en que el capitulo 100 de Glee causará una oleada de inspiración para muchos, lo cual me emociona desde ya.
¡Saludos!
Una vez más es un gusto empezar a leerte, me agrada la temática, hace un buen rato que no leo fanfics de forma continua, así que por acá me vas a tener comentando.
Confió plenamente en que el capitulo 100 de Glee causará una oleada de inspiración para muchos, lo cual me emociona desde ya.
¡Saludos!
Dreamer=)- ---
- Mensajes : 515
Fecha de inscripción : 21/06/2012
Edad : 30
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
hola,..
me gusto tu fic,.. se ve interesante!!!
va a ser divertido ver pelear a san y quinn por el control de la cocina!!!!
me gusta la amistad de san y kitty!!!!
nos vemos!!!
me gusto tu fic,.. se ve interesante!!!
va a ser divertido ver pelear a san y quinn por el control de la cocina!!!!
me gusta la amistad de san y kitty!!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
vengaaaa!! me da mucho gusto que todo este alboroto brittana te haya dado ganas de regresar, sabes que tus fics e ideas son de las mejores, ya quiero ver como sigues este fic, nunca me hubiera imaginado a las chicas de cocineras jsjajaja espero que brittany sea esa corresponsal que llegara al restaurante :D ,
actualiza pronto y ya sabes, aqui tienes a una fiel lectora.
Saludos.
actualiza pronto y ya sabes, aqui tienes a una fiel lectora.
Saludos.
victoria555****** - Mensajes : 399
Fecha de inscripción : 28/10/2012
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
Dreamer=) escribió:¡Felicidad completa! Un día me van a echar de mi casa por no saber controlar mis emociones y gritar cada vez que veo algo bueno en internet. ¡Pero es que no me resistí cuando vi que subiste algo de nuevo! Sé que va a sonar a fanática clásica y loca, y que te he escrito en otras ocasiones, pero AMO tus fics y la forma en que los escribis. ¿Olvidarte...? Vos fuiste la 'culpable', por una de tus historias yo entré por primera vez a este foro y de ahí nunca más pude irme; fuiste una de las que me inspiró para empezar a escribir y por eso... Eternamente gracias, de verdad.
Una vez más es un gusto empezar a leerte, me agrada la temática, hace un buen rato que no leo fanfics de forma continua, así que por acá me vas a tener comentando.
Confió plenamente en que el capitulo 100 de Glee causará una oleada de inspiración para muchos, lo cual me emociona desde ya.
¡Saludos!
Cito a mi querida amiga Paz, es genial que hayas vuelto con una historia que seguramente sera fantástica, he leído cada uno de tus fics y one-shot, que puedo decir, simplemente de las mejores historias originales que he leído y mira que ya son pocas las originales. Gracias por la historia y saludos.
cvlbrittana-*- - Mensajes : 2510
Fecha de inscripción : 27/02/2012
Edad : 39
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
Wow...llama la atención tu fic.
Y como dice Dreamer, se viene oleada de inspiración para fics
Sigue pronto.
Saludos =)
Y como dice Dreamer, se viene oleada de inspiración para fics
Sigue pronto.
Saludos =)
Tat-Tat******* - Mensajes : 469
Fecha de inscripción : 06/07/2013
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
muy interesante, nada sorprendente con esa sue, no se pq ese personaje me cae tan mal, ahora a ver como entra brittany en todo esto! hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
Por un momento pensé que seria Britt la nueva jefa de la cocina jajaja
veremos como britt entra en todo esto!!! Actualiza pronto :*
veremos como britt entra en todo esto!!! Actualiza pronto :*
Sophia27** - Mensajes : 80
Fecha de inscripción : 08/01/2014
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
Wow, me alegra tan buen recibimiento, ya sabéis lo mucho que aprecio vuestros comentarios ^.^ En la mayoría de los fics los personajes casi siempre tienen el mismo tipo de trabajo, así que se me ocurrió cambiar un poco, que nunca viene mal ¿no? jajaja Claro, que también podía haberla hecho reina de Arendelle xDDD (perdón, estoy escuchando Let It Go y me distraigo -.-)
Bueno, pues nada, aquí dejo el segundo capitulo!
Como siempre, gracias por leer y espero que os guste :)!!
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Brittana - Heavenly Delights. Cap 2.
Santana esperaba encontrar la cocina casi en guerra contra la nueva jefa, esperaba ver las caras largas de sus compañeros aunque sabía que en realidad eso era poco probable, era un trabajo, no un aula de instituto. Los camareros ya estaban preparando las mesas para los clientes cuando ella entro, vio a Dani que la saludo haciendo un gesto como para ir a hablar con ella, pero la latina fingió no verla y se metió directamente en la cocina. Todo parecía como cualquier otro día, ni siquiera veía a esa usurpadora rubia por allí.
- ¿La nueva jefa ni siquiera se presenta a trabajar?
Pregunto burlona a Sugar, la primera cocinera con la que se cruzó. La chica llevaba una enorme olla en la mano y señalo con la cabeza al fondo de la cocina, donde vio a Quinn hablando con Blaine y revisando uno de los fogones. Frunció el ceño y fue hacia allí.
- Hola Santana.
Dijo el chico rápidamente en cuanto la tuvo lo suficientemente cerca, intento sonar amigable, pero se notaba tensión en su voz, sin duda esperando el enfrentamiento de las dos mujeres. Quinn levanto la vista del fogón y miro a la latina.
- ¿Tú eres Santana? No tuve ocasión de conocerte ayer.
Dijo formalmente la rubia extendiendo la mano hacia la otra mujer, que ni siquiera hizo el amago de estrechársela. Quinn cerró la mano con indiferencia y la bajo.
- Tú estabas antes al cargo de la cocina ¿verdad?
Pregunto, Santana frunció más el ceño, no sabía si estaba restregándole por la cara haberle quitado el puesto o era un comentario como otro cualquiera.
- Si, era mi cocina.
Respondió lo más secamente que pudo, aunque la rubia no se dio cuenta, había devuelto su atención al fogón.
- Entonces quizá tu sepas con quien debo hablar, le estaba diciendo a Blaine que quiero quitar este fogón. Tengo intención de cambiar la disposición de la cocina, creo que ciertos cambios podrían mejorar esto mucho.
Blaine dio un pequeño paso atrás, esperando la reacción de la latina, que en realidad no hizo nada, sorprendida por el descaro. Aunque la verdad ella había pensado a menudo que una redistribución haría el trabajo dentro de la cocina más fácil y rápida, pero Sue nunca había dado el visto bueno.
- Nos gusta como está.
Dijo Santana sin perder su tono cortante que Quinn parecía empeñada en no notar.
- Si, si, estoy segura de ello. Pero va a haber algunos cambios para mejorar la cocina.
A la rubia ni siquiera parecía importarle la opinión del resto del equipo de cocineros.
- Supongo que llamare a Sue.
Decidió Quinn como para si misma alejándose mientras sacaba su teléfono del bolsillo de su chaqueta de chef y dejando allí plantados a Santana y Blaine.
Si Quinn iba a ignorar a Santana, entonces Santana iba a ignorar a Quinn. Se recogió el pelo, se puso su uniforme blanco y volvió a la cocina como habría hecho cualquier otro día, dando órdenes e instrucciones a los demás para ponerse en marcha. Si alguno de sus compañeros se extrañó por ello no lo demostró, poniéndose a trabajar bajo el mando de Santana como cualquier otro día. Empezaban a preparar los menús para el día cuando Quinn volvió también a la cocina.
- ¿Qué hacéis?
Pregunto mirándolos a todos, interrogante.
- ¿Trabajar?
Respondió Mercedes retóricamente lavando las frutas y vegetales. Quinn la fulmino con la mirada por el tono claramente burlón que había usado.
- No, vamos a hacer un cambio de menú.
Dijo sacando un papel del bolsillo y desdoblándolo frente a ellos. Santana se adelantó a sus compañeros y le quito la hoja de la mano, leyéndola rápidamente.
- No puedes cambiar todo el menú de golpe.
Le soltó arrugando la hoja en su mano, Quinn se la quito de mala manera, desarrugándola.
- Creo que ya lo he hecho.
Respondió de mal humor, desafiando a la latina con la mirada justo igual que estaba haciendo la morena con ella.
- No puedes cambiar todo el menú, tenemos clientes que vienen exclusivamente por alguno de los platos que tenemos aquí.
Argumento Santana, algunos de sus compañeros asintieron a sus espaldas, dándola la razón.
- Quizá ya vaya siendo hora de un cambio.
- ¿Otro?
Gruño la latina con su peor humor, Quinn le lanzo una mirada llena de veneno antes de pasear la vista por el resto del personal. No parecía que ninguno fuese a ponerse de su parte, y usar los cuchillos de cocina para asesinar a esa molesta latina no sería del todo higiénico.
- Está bien, entonces de momento solo incluiremos algunos platos nuevos.
Se rindió finalmente sacando un bolígrafo para subrayar los platos que incluirían como novedad en el menú y clavando la hoja en un corcho que tenían en la cocina. Todos miraron a Santana, a la espera de que dijese algo, pero la latina sabía que esa era toda la rendición que conseguiría por parte de la rubia así que se acercó a revisar los nuevos platos antes de volverse a sus compañeros y ponerlos a trabajar. Quinn lanzo un suspiro de molestia y salió por la puerta trasera de un portazo.
Toda la semana paso así, en un constante tira y afloja de Santana y Quinn, por lealtad los cocineros obedecían a Santana, aunque su sentido común les aconsejaba no desobedecer a la nueva jefa, que en vez de parecer cada día más vencida lo que estaba era cada vez más molesta y nadie sabía cuál sería su reacción cuando se le acabara la paciencia. Para su desesperación los camareros también estaban de parte de Santana, lo que era una complicación más en su trabajo. Y por supuesto Santana disfrutaba con todo esto, aunque tenía que admitir que los cambios en el menú fueron bien recibidos por los clientes y algunas de las ideas de la nueva jefa de cocina coincidían con las suyas, aunque eso nunca se lo diría, por supuesto.
Al final de la semana la rubia se le acerco mientras se cambiaba el uniforme por la ropa de calle.
- Quiero hablar contigo.
No era una petición, era claramente una orden, pero si ya de por si le obedecía poco en la cocina, fuera de ella no iba a ser menos.
- Tengo prisa.
Respondió burlonamente caminando hacia la salida de la pequeña sala que les hacía las veces de vestuario, pero por supuesto Quinn le cortó el paso.
- Estoy segura de que puedes robarle cinco minutos a esa prisa.
Se desafiaron unos segundos con la mirada. Santana no podía dejar de verse cierto parecido de carácter con esa mujer y no sabía si eso le molestaba o hacia que sintiera algo de respeto por Quinn. Finalmente cedió, una de las pocas veces que lo había hecho desde que la rubia le “robase” el puesto. Se apoyó en una de las casillas de los empleados y se cruzó de brazos, haciendo un brusco movimiento de la cabeza para que Quinn supiese que la escuchaba.
- Mira, sé que no te gusto, y tú a mí tampoco. Eres la persona más terca, ofensiva e insoportable que he conocido.
- Podría acusarte de bullying laboral por eso ¿sabes?
Dijo Santana alzando una ceja, Quinn entrecerró los ojos cogiendo aire, como queriendo cargarse de paciencia.
- Como sea, te guste o no, yo soy la nueva jefa de cocina. Yo no lo pedí, pero tampoco iba a rechazar la oportunidad, y puede que no haya empezado con el mejor pie, pero desde luego tener a todos los cocineros de tu parte no me está ayudando. Por no mencionar los camareros…
Santana rio un poquito, sin disimulo.
- Mira, ríete lo que quieras, yo no voy a irme, pero como las cosas sigan así habrá despidos. Y sé que eres buena, no quiero despedirte. Igual que sé que no vas a estar a mis órdenes en la cocina, ni yo a las tuyas. Así que quizá…no puedo creer lo que voy a decir…podríamos…trabajar juntas. Ponernos de acuerdo.
Miro a la latina esperando una respuesta, la morena la miraba a ella aunque en realidad no la estaba viendo, estaba pensando, calibrando opciones, ventajas y desventajas. Desde luego no quería perder su trabajo ni que nadie lo perdiese, menos por lealtad a ella. Pero tampoco soportaba a esa rubita mandona. La miro con atención, preguntándose si de verdad sería posible ponerse de acuerdo, trabajar con ella, o si por el contrario sería como hacer chocar una tormenta y un huracán. Santana se acordó de Kitty, que siempre decía que a pesar de su mal humor en el fondo era una persona razonable, y aunque cabreada era cruel también podía ser justa. Sonrió un poco para sí misma, sabia la cara que le pondría su amiga si la viese ahora mismo.
Después de lo que a Quinn le pareció una eternidad, la latina se descruzo de brazos, en un claro gesto de aceptación.
- Está bien, supongo que será interesante intentarlo.
Quinn disimulo su alivio, se quedaron otro momento mirándose desafiantes antes de que la rubia le recordarse algo.
- ¿Tú no tenías prisa?
Santana rio, caminando hacia la puerta.
- Sabes de sobra que era mentira, solo no quería hablar contigo.
Muy a su pesar Quinn no dejaba de encontrarse ciertas similitudes con esa latina cabezota.
En el restaurante hacían descansos por turnos, según como estuviese de activo el restaurante. Cuando por fin llego el descanso de Santana dio un suspiro de alivio, tan solo eran quince minutos, pero podría salir un rato de la cocina, los fines de semana estaban desbordados, además sus compañeros llevaban la mayor parte del día mirándola extraño porque ya no chocara tanto con Quinn y en vez de eso parecían trabajar juntas.
Usando la puerta trasera salió del restaurante con intención de fumarse un cigarrillo sin tener que soportar la mirada de reproche de Kitty, que no dejaba de repetirle los daños que ese mal habito tenían en su salud. Para su sorpresa Quinn también estaba fuera hablando por teléfono y con un cigarro en la otra mano.
- Si…si…no, claro que no…si, al final lo hice…si, parece que las cosas van mejor…porque ya te dije que sanidad no habría visto bien lo de servirla de plato principal…
Santana rio al escuchar eso, creía saber de quién estaba hablando.
- Sabes que no soy de las que se deja vencer…si…sí, quiero decir, no…claro… ¿enserio? Que bien…si, luego nos vemos.
Colgó y Santana salió definitivamente, llevándose su cigarrillo a los labios.
- ¿Les hablas de mí a tus amigos?
Pregunto divertida rebuscando el mechero en sus bolsillos. Quinn giro los ojos con molestia, tendría que reorganizar los horarios de los descansos para que no volviese a tocarla con Santana.
- Así que fuiste a contarle a tus amiguitas pijas que los demás niños no te dejaban jugar.
Siguió la latina divertida, se había dado cuenta de que si seguía picando a Quinn ya no era porque la cayese mal sino simplemente porque le divertía ese tira y afloja entre las dos. También se dio cuenta que Kitty había vuelto a quitarle el mechero.
- Si por pija te refieras al tipo de persona que ni en tus mejores sueños estaría a tu alcance...
Respondió Quinn sacando su mechero y ofreciéndoselo a la latina que lo cogió haciendo un pequeño gesto de agradecimiento con la cabeza mientras reía.
- Ni en mis peores pesadillas querría estar con nadie ni remotamente relacionado contigo.
Ahora le tocó el turno a Quinn de reír, había llegado a divertirse también con esos pequeños enfrentamientos con Santana, que mantenían más por costumbre que otra cosa.
- Como te pases un minuto de tu descanso te quedaras tu sola a limpiar la cocina. Y es sábado.
Dijo Quinn riendo aplastando la colilla con el talón y volviendo a entrar al restaurante.
Solo por molestar entro un minuto después de pasados sus quince minutos mirando a Quinn con un movimiento de cejas, la rubia entrecerró los ojos aunque medio riendo, y por supuesto no la dejo fregando la cocina al acabar el día, aunque lo hubiese intentado Santana no lo habría hecho. Kitty había prometido ir a recogerla y estaba en la puerta del restaurante esperándola, pero no estaba sola, a su lado había una chica hablando por teléfono, las dos intentaban mantener la prudencial distancia de cortesía con desconocidos para fingir que la otra persona no estaba allí, aunque la latina le había echado más de una mirada disimulada.
Un coche paro frente al restaurante y Santana soltó un mudo gruñido de molestia, conocía ese coche. Un chico de anchos hombros y pelo moreno rapado en los laterales se bajó de él y automáticamente sonrió al verla.
- Santana, que sorpresa.
- No entiendo porque, trabajo aquí.
Respondió indiferentemente a Puck, el hermanastro mayor de Jake.
- El otro día te fuiste antes de que yo llegase.
- Lo sé, fue a propósito.
El hecho de que esa escena fuese delante de una guapa desconocida lo hacía todo más bochornoso, Puck seguía insistiendo en sus indirectas cada vez más directas sin hacer caso a los claros cortes de la morena, hasta que finalmente Jake salió del restaurante y lanzo una mala mirada a su hermano.
- Te dije que no hacía falta que vinieras.
Dijo con resignación, Puck se encogió de hombros con una sonrisa traviesa mirando a Santana. Jake le cogió por los hombros y le arrastro al coche al tiempo que se despedía de la latina casi con disculpa.
- No sé por qué no entiende un no.
Murmuro para sí misma, aliviada de que por fin se hubiese ido. La chica a su lado intento disimular la risa con poco éxito, Santana la miro alzando una ceja.
- Perdona, es que…perdona.
Se disculpó la chica cortada parando la risita sin mirar a su compañera de espera, Santana también rio.
- No, si es normal que te rías, que las mujeres se rían de él es un don que tiene Puckerman.
La chica a su lado volvió a reír, esta vez sin disimulo.
- Entonces ¿trabajas aquí?
Pregunto mirándola por fin, Santana se dio cuenta entonces de lo tremendamente azules que tenía los ojos.
- Si, en la cocina, si has comido alguna vez aquí habrás probado mis platos.
Respondió con una sonrisa que la otra mujer siguió.
- Es la primera vez que vengo la verdad.
- Deberías venir más a menudo. Osea, tenemos muy buen menú.
Santana no sabía que estaba haciendo ligando con una desconocida en la puerta del restaurante después de todas las veces que le había dicho a Kitty que no la interesaban los clientes.
- Lo sé, conozco a la mujer que lo hizo.
Respondió la mujer rubia mirando para atrás y señalando a Quinn que en ese momento salía del restaurante acompañada por una mujer castaña. Miro a Santana y a su amiga con el ceño un poco fruncido, como sorprendida de encontrarlas hablando, pero más sorprendida estaba Santana de ver de quien era amiga esa ojiazul desconocida.
- ¿Nos vamos?
Dijo Quinn a la otra rubia que asintió, hizo un gesto con la mano a la latina.
- Adiós.
Se despidió con una sonrisa, Santana levanto torpemente la mano mirando cómo se alejaban las tres mujeres. Dos minutos después el pequeño coche de Kitty paraba delante de ella.
- ¿No podías haber llegado antes?
Gruño entrando en el coche, Kitty la miro ofendida.
- No vuelvo a venir a recogerte.
Bueno, pues nada, aquí dejo el segundo capitulo!
Como siempre, gracias por leer y espero que os guste :)!!
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Brittana - Heavenly Delights. Cap 2.
Santana esperaba encontrar la cocina casi en guerra contra la nueva jefa, esperaba ver las caras largas de sus compañeros aunque sabía que en realidad eso era poco probable, era un trabajo, no un aula de instituto. Los camareros ya estaban preparando las mesas para los clientes cuando ella entro, vio a Dani que la saludo haciendo un gesto como para ir a hablar con ella, pero la latina fingió no verla y se metió directamente en la cocina. Todo parecía como cualquier otro día, ni siquiera veía a esa usurpadora rubia por allí.
- ¿La nueva jefa ni siquiera se presenta a trabajar?
Pregunto burlona a Sugar, la primera cocinera con la que se cruzó. La chica llevaba una enorme olla en la mano y señalo con la cabeza al fondo de la cocina, donde vio a Quinn hablando con Blaine y revisando uno de los fogones. Frunció el ceño y fue hacia allí.
- Hola Santana.
Dijo el chico rápidamente en cuanto la tuvo lo suficientemente cerca, intento sonar amigable, pero se notaba tensión en su voz, sin duda esperando el enfrentamiento de las dos mujeres. Quinn levanto la vista del fogón y miro a la latina.
- ¿Tú eres Santana? No tuve ocasión de conocerte ayer.
Dijo formalmente la rubia extendiendo la mano hacia la otra mujer, que ni siquiera hizo el amago de estrechársela. Quinn cerró la mano con indiferencia y la bajo.
- Tú estabas antes al cargo de la cocina ¿verdad?
Pregunto, Santana frunció más el ceño, no sabía si estaba restregándole por la cara haberle quitado el puesto o era un comentario como otro cualquiera.
- Si, era mi cocina.
Respondió lo más secamente que pudo, aunque la rubia no se dio cuenta, había devuelto su atención al fogón.
- Entonces quizá tu sepas con quien debo hablar, le estaba diciendo a Blaine que quiero quitar este fogón. Tengo intención de cambiar la disposición de la cocina, creo que ciertos cambios podrían mejorar esto mucho.
Blaine dio un pequeño paso atrás, esperando la reacción de la latina, que en realidad no hizo nada, sorprendida por el descaro. Aunque la verdad ella había pensado a menudo que una redistribución haría el trabajo dentro de la cocina más fácil y rápida, pero Sue nunca había dado el visto bueno.
- Nos gusta como está.
Dijo Santana sin perder su tono cortante que Quinn parecía empeñada en no notar.
- Si, si, estoy segura de ello. Pero va a haber algunos cambios para mejorar la cocina.
A la rubia ni siquiera parecía importarle la opinión del resto del equipo de cocineros.
- Supongo que llamare a Sue.
Decidió Quinn como para si misma alejándose mientras sacaba su teléfono del bolsillo de su chaqueta de chef y dejando allí plantados a Santana y Blaine.
Si Quinn iba a ignorar a Santana, entonces Santana iba a ignorar a Quinn. Se recogió el pelo, se puso su uniforme blanco y volvió a la cocina como habría hecho cualquier otro día, dando órdenes e instrucciones a los demás para ponerse en marcha. Si alguno de sus compañeros se extrañó por ello no lo demostró, poniéndose a trabajar bajo el mando de Santana como cualquier otro día. Empezaban a preparar los menús para el día cuando Quinn volvió también a la cocina.
- ¿Qué hacéis?
Pregunto mirándolos a todos, interrogante.
- ¿Trabajar?
Respondió Mercedes retóricamente lavando las frutas y vegetales. Quinn la fulmino con la mirada por el tono claramente burlón que había usado.
- No, vamos a hacer un cambio de menú.
Dijo sacando un papel del bolsillo y desdoblándolo frente a ellos. Santana se adelantó a sus compañeros y le quito la hoja de la mano, leyéndola rápidamente.
- No puedes cambiar todo el menú de golpe.
Le soltó arrugando la hoja en su mano, Quinn se la quito de mala manera, desarrugándola.
- Creo que ya lo he hecho.
Respondió de mal humor, desafiando a la latina con la mirada justo igual que estaba haciendo la morena con ella.
- No puedes cambiar todo el menú, tenemos clientes que vienen exclusivamente por alguno de los platos que tenemos aquí.
Argumento Santana, algunos de sus compañeros asintieron a sus espaldas, dándola la razón.
- Quizá ya vaya siendo hora de un cambio.
- ¿Otro?
Gruño la latina con su peor humor, Quinn le lanzo una mirada llena de veneno antes de pasear la vista por el resto del personal. No parecía que ninguno fuese a ponerse de su parte, y usar los cuchillos de cocina para asesinar a esa molesta latina no sería del todo higiénico.
- Está bien, entonces de momento solo incluiremos algunos platos nuevos.
Se rindió finalmente sacando un bolígrafo para subrayar los platos que incluirían como novedad en el menú y clavando la hoja en un corcho que tenían en la cocina. Todos miraron a Santana, a la espera de que dijese algo, pero la latina sabía que esa era toda la rendición que conseguiría por parte de la rubia así que se acercó a revisar los nuevos platos antes de volverse a sus compañeros y ponerlos a trabajar. Quinn lanzo un suspiro de molestia y salió por la puerta trasera de un portazo.
Toda la semana paso así, en un constante tira y afloja de Santana y Quinn, por lealtad los cocineros obedecían a Santana, aunque su sentido común les aconsejaba no desobedecer a la nueva jefa, que en vez de parecer cada día más vencida lo que estaba era cada vez más molesta y nadie sabía cuál sería su reacción cuando se le acabara la paciencia. Para su desesperación los camareros también estaban de parte de Santana, lo que era una complicación más en su trabajo. Y por supuesto Santana disfrutaba con todo esto, aunque tenía que admitir que los cambios en el menú fueron bien recibidos por los clientes y algunas de las ideas de la nueva jefa de cocina coincidían con las suyas, aunque eso nunca se lo diría, por supuesto.
Al final de la semana la rubia se le acerco mientras se cambiaba el uniforme por la ropa de calle.
- Quiero hablar contigo.
No era una petición, era claramente una orden, pero si ya de por si le obedecía poco en la cocina, fuera de ella no iba a ser menos.
- Tengo prisa.
Respondió burlonamente caminando hacia la salida de la pequeña sala que les hacía las veces de vestuario, pero por supuesto Quinn le cortó el paso.
- Estoy segura de que puedes robarle cinco minutos a esa prisa.
Se desafiaron unos segundos con la mirada. Santana no podía dejar de verse cierto parecido de carácter con esa mujer y no sabía si eso le molestaba o hacia que sintiera algo de respeto por Quinn. Finalmente cedió, una de las pocas veces que lo había hecho desde que la rubia le “robase” el puesto. Se apoyó en una de las casillas de los empleados y se cruzó de brazos, haciendo un brusco movimiento de la cabeza para que Quinn supiese que la escuchaba.
- Mira, sé que no te gusto, y tú a mí tampoco. Eres la persona más terca, ofensiva e insoportable que he conocido.
- Podría acusarte de bullying laboral por eso ¿sabes?
Dijo Santana alzando una ceja, Quinn entrecerró los ojos cogiendo aire, como queriendo cargarse de paciencia.
- Como sea, te guste o no, yo soy la nueva jefa de cocina. Yo no lo pedí, pero tampoco iba a rechazar la oportunidad, y puede que no haya empezado con el mejor pie, pero desde luego tener a todos los cocineros de tu parte no me está ayudando. Por no mencionar los camareros…
Santana rio un poquito, sin disimulo.
- Mira, ríete lo que quieras, yo no voy a irme, pero como las cosas sigan así habrá despidos. Y sé que eres buena, no quiero despedirte. Igual que sé que no vas a estar a mis órdenes en la cocina, ni yo a las tuyas. Así que quizá…no puedo creer lo que voy a decir…podríamos…trabajar juntas. Ponernos de acuerdo.
Miro a la latina esperando una respuesta, la morena la miraba a ella aunque en realidad no la estaba viendo, estaba pensando, calibrando opciones, ventajas y desventajas. Desde luego no quería perder su trabajo ni que nadie lo perdiese, menos por lealtad a ella. Pero tampoco soportaba a esa rubita mandona. La miro con atención, preguntándose si de verdad sería posible ponerse de acuerdo, trabajar con ella, o si por el contrario sería como hacer chocar una tormenta y un huracán. Santana se acordó de Kitty, que siempre decía que a pesar de su mal humor en el fondo era una persona razonable, y aunque cabreada era cruel también podía ser justa. Sonrió un poco para sí misma, sabia la cara que le pondría su amiga si la viese ahora mismo.
Después de lo que a Quinn le pareció una eternidad, la latina se descruzo de brazos, en un claro gesto de aceptación.
- Está bien, supongo que será interesante intentarlo.
Quinn disimulo su alivio, se quedaron otro momento mirándose desafiantes antes de que la rubia le recordarse algo.
- ¿Tú no tenías prisa?
Santana rio, caminando hacia la puerta.
- Sabes de sobra que era mentira, solo no quería hablar contigo.
Muy a su pesar Quinn no dejaba de encontrarse ciertas similitudes con esa latina cabezota.
En el restaurante hacían descansos por turnos, según como estuviese de activo el restaurante. Cuando por fin llego el descanso de Santana dio un suspiro de alivio, tan solo eran quince minutos, pero podría salir un rato de la cocina, los fines de semana estaban desbordados, además sus compañeros llevaban la mayor parte del día mirándola extraño porque ya no chocara tanto con Quinn y en vez de eso parecían trabajar juntas.
Usando la puerta trasera salió del restaurante con intención de fumarse un cigarrillo sin tener que soportar la mirada de reproche de Kitty, que no dejaba de repetirle los daños que ese mal habito tenían en su salud. Para su sorpresa Quinn también estaba fuera hablando por teléfono y con un cigarro en la otra mano.
- Si…si…no, claro que no…si, al final lo hice…si, parece que las cosas van mejor…porque ya te dije que sanidad no habría visto bien lo de servirla de plato principal…
Santana rio al escuchar eso, creía saber de quién estaba hablando.
- Sabes que no soy de las que se deja vencer…si…sí, quiero decir, no…claro… ¿enserio? Que bien…si, luego nos vemos.
Colgó y Santana salió definitivamente, llevándose su cigarrillo a los labios.
- ¿Les hablas de mí a tus amigos?
Pregunto divertida rebuscando el mechero en sus bolsillos. Quinn giro los ojos con molestia, tendría que reorganizar los horarios de los descansos para que no volviese a tocarla con Santana.
- Así que fuiste a contarle a tus amiguitas pijas que los demás niños no te dejaban jugar.
Siguió la latina divertida, se había dado cuenta de que si seguía picando a Quinn ya no era porque la cayese mal sino simplemente porque le divertía ese tira y afloja entre las dos. También se dio cuenta que Kitty había vuelto a quitarle el mechero.
- Si por pija te refieras al tipo de persona que ni en tus mejores sueños estaría a tu alcance...
Respondió Quinn sacando su mechero y ofreciéndoselo a la latina que lo cogió haciendo un pequeño gesto de agradecimiento con la cabeza mientras reía.
- Ni en mis peores pesadillas querría estar con nadie ni remotamente relacionado contigo.
Ahora le tocó el turno a Quinn de reír, había llegado a divertirse también con esos pequeños enfrentamientos con Santana, que mantenían más por costumbre que otra cosa.
- Como te pases un minuto de tu descanso te quedaras tu sola a limpiar la cocina. Y es sábado.
Dijo Quinn riendo aplastando la colilla con el talón y volviendo a entrar al restaurante.
Solo por molestar entro un minuto después de pasados sus quince minutos mirando a Quinn con un movimiento de cejas, la rubia entrecerró los ojos aunque medio riendo, y por supuesto no la dejo fregando la cocina al acabar el día, aunque lo hubiese intentado Santana no lo habría hecho. Kitty había prometido ir a recogerla y estaba en la puerta del restaurante esperándola, pero no estaba sola, a su lado había una chica hablando por teléfono, las dos intentaban mantener la prudencial distancia de cortesía con desconocidos para fingir que la otra persona no estaba allí, aunque la latina le había echado más de una mirada disimulada.
Un coche paro frente al restaurante y Santana soltó un mudo gruñido de molestia, conocía ese coche. Un chico de anchos hombros y pelo moreno rapado en los laterales se bajó de él y automáticamente sonrió al verla.
- Santana, que sorpresa.
- No entiendo porque, trabajo aquí.
Respondió indiferentemente a Puck, el hermanastro mayor de Jake.
- El otro día te fuiste antes de que yo llegase.
- Lo sé, fue a propósito.
El hecho de que esa escena fuese delante de una guapa desconocida lo hacía todo más bochornoso, Puck seguía insistiendo en sus indirectas cada vez más directas sin hacer caso a los claros cortes de la morena, hasta que finalmente Jake salió del restaurante y lanzo una mala mirada a su hermano.
- Te dije que no hacía falta que vinieras.
Dijo con resignación, Puck se encogió de hombros con una sonrisa traviesa mirando a Santana. Jake le cogió por los hombros y le arrastro al coche al tiempo que se despedía de la latina casi con disculpa.
- No sé por qué no entiende un no.
Murmuro para sí misma, aliviada de que por fin se hubiese ido. La chica a su lado intento disimular la risa con poco éxito, Santana la miro alzando una ceja.
- Perdona, es que…perdona.
Se disculpó la chica cortada parando la risita sin mirar a su compañera de espera, Santana también rio.
- No, si es normal que te rías, que las mujeres se rían de él es un don que tiene Puckerman.
La chica a su lado volvió a reír, esta vez sin disimulo.
- Entonces ¿trabajas aquí?
Pregunto mirándola por fin, Santana se dio cuenta entonces de lo tremendamente azules que tenía los ojos.
- Si, en la cocina, si has comido alguna vez aquí habrás probado mis platos.
Respondió con una sonrisa que la otra mujer siguió.
- Es la primera vez que vengo la verdad.
- Deberías venir más a menudo. Osea, tenemos muy buen menú.
Santana no sabía que estaba haciendo ligando con una desconocida en la puerta del restaurante después de todas las veces que le había dicho a Kitty que no la interesaban los clientes.
- Lo sé, conozco a la mujer que lo hizo.
Respondió la mujer rubia mirando para atrás y señalando a Quinn que en ese momento salía del restaurante acompañada por una mujer castaña. Miro a Santana y a su amiga con el ceño un poco fruncido, como sorprendida de encontrarlas hablando, pero más sorprendida estaba Santana de ver de quien era amiga esa ojiazul desconocida.
- ¿Nos vamos?
Dijo Quinn a la otra rubia que asintió, hizo un gesto con la mano a la latina.
- Adiós.
Se despidió con una sonrisa, Santana levanto torpemente la mano mirando cómo se alejaban las tres mujeres. Dos minutos después el pequeño coche de Kitty paraba delante de ella.
- ¿No podías haber llegado antes?
Gruño entrando en el coche, Kitty la miro ofendida.
- No vuelvo a venir a recogerte.
SanttitanyFan- - Mensajes : 1183
Fecha de inscripción : 26/09/2011
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
hola,...
me encanto a ver cuanto dura la tregua,... pero para las dos es divertido jajajajaja
y seguro que va a ver mas cruces,...
esa es britt????,.. mas pesado punk no puede ser!!!
nos vemos!!!
me encanto a ver cuanto dura la tregua,... pero para las dos es divertido jajajajaja
y seguro que va a ver mas cruces,...
esa es britt????,.. mas pesado punk no puede ser!!!
nos vemos!!!
3:)-*-*-* - Mensajes : 5621
Fecha de inscripción : 06/11/2013
Edad : 33
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
Jajaja... así entra Britt a la historia.
Pero que son ellas??? 1313 xD
Ese tira y afloja es genial, muy cercano a la serie xD
Esperando tu actu :)
Pero que son ellas??? 1313 xD
Ese tira y afloja es genial, muy cercano a la serie xD
Esperando tu actu :)
Tat-Tat******* - Mensajes : 469
Fecha de inscripción : 06/07/2013
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
Hola (^_^)/
He leido tu fic segundas partes hace poco y me gustó mucho así que me anime a leer este y fue una buena elección. Me gustó mucho y mas que sean chef. Es algo nuevo y ya me gusto la trama ♥(*^.^*)
Saludos (^_^)/
He leido tu fic segundas partes hace poco y me gustó mucho así que me anime a leer este y fue una buena elección. Me gustó mucho y mas que sean chef. Es algo nuevo y ya me gusto la trama ♥(*^.^*)
Saludos (^_^)/
Girl On Fire* - Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 10/02/2013
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
seguro esa era Britt y la pregunta es que sera de Quinn? ahora solo resta esperar!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
Me gusta mucho este fic, espero no lo abandones :*
KateBrittana* - Mensajes : 20
Fecha de inscripción : 07/03/2014
Edad : 29
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
yeaaaah aparecioooo briiiiitt!!!! ya quiero ver como es la interaccion entre ellas no tardes en actualziar porfa jajaja que muero de curiosidad en ke santana se trague sus palabras con eso de " no kiero estar cerca de gente pija como tus amigos jajaja"
Saludos
Saludos
victoria555****** - Mensajes : 399
Fecha de inscripción : 28/10/2012
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
oye lei tus fics anteriores y me gustaron y este tambien asi que espero que actualices pronto porque me engacho esta historia al igual que las otras y creo que el beso Brittana inspiro a muchas escritoras hahahah saludos :*
Melany Gleek*** - Mensajes : 125
Fecha de inscripción : 14/10/2013
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
Me imagino que esa era britt, ¿verdad?
Actualiza pronto, saludos.
Actualiza pronto, saludos.
Sophia27** - Mensajes : 80
Fecha de inscripción : 08/01/2014
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
Ya quiero ver como serán las cosas entre san y britt... No tardes en actualizar
KateBrittana* - Mensajes : 20
Fecha de inscripción : 07/03/2014
Edad : 29
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
Si, ya parece que va tomando forma ¿verdad? ¿que pasara después? a lo mejor se viene alguna sorpresa, ya sabéis como son mis fics jajajaja
Yo tengo una pregunta para vosotr@s, no se si meter Faberry como pareja o dejarlo solo como amistad, asi que lo dejo a votación vuestra jaja ¿que preferís?
Y ahora, gracias por leer y espero que os guste :)!!
____________________________________________________________________________
Brittana - Heavenly Delights. Cap 3.
Santana se sacó a esa rubia desconocida de la cabeza, ni siquiera se lo comento a Kitty. Como había dicho, no quería tener nada que ver con nada que perteneciese al mundo de Quinn Fabray. Ya no sabía si por costumbre, por principio o porque. Muy a su pesar cada vez se encontraba más cosas en común con ella, hacía apenas un día se había descubierto a si misma riendo de un comentario bastante sarcástico que hizo la rubia. Por suerte nadie pareció escucharla.
- Pero San, no llores, Dani lo entenderá.
Dijo Sugar riendo al pasar por su lado, sacándola de su mundo. Estaba cortando cebolla y le lagrimeaban los ojos. El comentario sobre la camarera se debía a que hacía poco Dani había intentado una vez más un acercamiento a la latina y ella la había rechazado. Otra vez. Empezaba a pensar que tendría que ser cruel con ella para acabar con ese juego de hoy si hoy no que tenían, pero claro ¿Cómo iba Dani a tomarla enserio si cada vez que sus defensas emocionales estaban bajas acababa sin ropa en casa de la camarera? Mientras le daba vueltas a eso, la puerta de la cocina se abrió y entraron dos chicas, que se quedaron un segundo paradas buscando a alguien y luego se dirigieron hacia Quinn. Santana levanto la vista de sus cebollas y se olvidó de lo que estaba pensando. La rubia desconocida del otro día había entrado acompañada de la castaña bajita. Quinn miro a la latina sin verla, claramente para señalársela a sus amigas, que la miraron con mal disimulo. Vio como la castaña la miraba de arriba abajo como juzgándola, la rubia rio un poquito y dijo algo que claramente Santana no pudo escuchar. Fingía no darse cuenta del examen del que estaba siendo víctima mientras seguía a lo suyo, aunque saber que la estaban mirando la ponía algo nerviosa y no sabía porque, se dio cuenta de ello cuando Mercedes le sujeto la mano del cuchillo justo a tiempo para no cortarse. Agito la cabeza, como reprochándose a sí misma, y volvió a centrarse en su tarea.
Un rato después noto a alguien parado frente a ella, al levantar la vista vio la brillante sonrisa y los ojos azules de la amiga de Quinn.
- Hola. Santana ¿verdad? ¿te acuerdas de mí?
Pregunto divertida. La latina la miro con una ceja alzada.
- El chico que no entendía un no te llamo así, y no es un nombre fácil de olvidar.
Explico la rubia encogiéndose de hombros sin perder la sonrisa. Santana seguía siendo consciente de las miradas de Quinn y la otra chica sobre ella, no sabía si la rubia había ido allí para burlarse de ella, el caso es que su simpatía parecía sincera.
- Claro que me acuerdo.
Dijo riendo un poco. La sonrisa de la rubia decayó un poco, frunciendo ligeramente el entrecejo.
- ¿Estás bien? A lo mejor me he acercado en mal momento.
Santana no entendía la pregunta, la miro extrañada antes de recordar sus lagrimeantes ojos, rio secándose la cara con el paño limpio que acostumbraba a llevar al hombro.
- No, no, tranquila, es la cebolla.
Respondió señalándola con el cuchillo que aun llevaba en la mano. Notaba la mirada sorprendida de Quinn al verlas hablar y eso le dio una pequeña satisfacción. La rubia volvió a sonreír.
- ¿Así que lo de la cebolla es verdad? A mí nunca me ha pasado.
- En casa cortas como muchísimo una cebolla, yo llevo como media docena.
Rio la latina volviendo a señalar el montón de cebolla picada que tenía a su lado.
- Eso lo explica todo.
Las dos rieron relajadamente. Santana se sentía extraña, esa rubia tenía algo, algo agradable, algo que hacía que quisiese seguir hablando con ella, y no sabía lo que era.
- Bueno, como ves he venido a comer como me sugeriste.
Dijo la rubia sin perder su sonrisa con otro pequeño encogimiento de hombros.
- ¿Y qué te ha parecido la comida?
- Depende, ¿qué es lo que has preparado tú?
Santana no pudo evitar reír con ganas, ganándose las miradas de algunos de los compañeros que tenía alrededor, Quinn y la chica castaña estaban comentando algo que a ella no la importaba.
- ¿Brittany? Tenemos que irnos.
Dijo la castaña. Así que la rubia se llamaba Brittany.
- Oh, oh, solo me llama por mi nombre completo cuando esta de mal humor.
Brittany parecía divertida, pero sin intención de ir hacia su amiga.
- Creo que soy el motivo de su mal humor.
Respondió Santana sin que la importase mucho ese hecho.
- Claro que no, ¿cómo vas a…?
- ¡Brittany!
Volvió a llamar la castaña impaciente. Santana contuvo las ganas de lanzar una mirada asesina a la chica por no dejarlas en paz.
- Sera mejor que no la pongas de peor humor, en una cocina hay cuchillos.
Bromeó la morena, señalando con la cabeza hacia Quinn y la otra chica, Brittany también rio.
- Bueno, tú tienes uno en la mano, tendré que confiar en que no dejarías que me asesinara delante de ti.
Las dos se echaron a reír por la broma, pero antes de que la cocinera pudiese responder la insistente castaña apareció a su lado.
- ¡Brittany! Tenemos prisa.
Lanzo una inquisitiva mirada a la latina que respondió con una desafiante ceja alzada. Brittany sonrió como con disculpa.
- Bueno, me voy. Un placer volver a verte.
- Igualmente.
Se despidió Santana alzando la mano mientras las otras dos se alejaban hacia Quinn para despedirse de ella antes de salir. La morena escucho un rugidito a su lado.
- Desde luego lo tuyo son las rubias.
Era Sugar que se había acercado a ella y también observaba marcharse a las dos chicas, Santana la dio un empujoncito amistoso sin poder disimular una pequeña sonrisa. Quinn seguía mirándola extrañada, pero estaba totalmente decidida a ignorar eso o sabía que la rubia le haría tragarse sus palabras.
Irracionalmente aun no le había dicho nada a Kitty de sus dos encuentros con Brittany. En parte porque no quería darles mucha importancia, tan solo habían hablado cinco minutos dos veces, probablemente no volvería a verla. Por otra parte no quería ver la cara que sabía que su amiga pondría si le decía que había conocido a una chica guapa. Igual que su madre se pasó la mitad de su adolescencia preguntándola porque no encontraba novio, Kitty hacia lo mismo con las mujeres, no era capaz de entender como alguien como Santana seguía soltera, por más que la latina le repitiese que era elección propia.
- ¿Empiezas mañana las prácticas?
Pregunto la latina a su amiga mientras cenaban. Kitty asintió masticando, Santana había preparado su plato favorito.
- Nunca entenderé el atractivo que le ves a pasarte el día rodeada de niños. Yo no tendría la paciencia.
Rio Santana llevándose el tenedor a la boca, había decidido darle una sorpresa a Kitty con la cena para celebrar sus buenas notas y el comienzo de sus prácticas, y porque así se entretendría un rato dejando el plato perfecto.
- ¿No dicen que son el futuro? Prefiero asegurarme de que algunos empiezan con buen pie.
Bromeo la rubia. Santana sabía que a Kitty, inexplicablemente, le gustaban los niños. Por lo que le había contado, en el instituto había sido tan arpía como ella, pero descubrió que en el fondo tenía un lado casi maternal y buena mano con los más pequeños. Santana había elegido algo con menos interacción social y donde además podía mandar y ordenar a los demás. Bueno, al menos hasta que llego cierta rubia usurpadora.
- Sabía que terminaría cayéndote bien.
Rio Kitty al escuchar el tono de voz de su compañera de piso. Santana le lanzo una mirada asesina que solo hizo reír más a la otra.
- Por lo que me cuentas os parecéis bastante, y sé que ya no te cae tan mal. Algo bueno tiene que tener.
Involuntariamente, antes de poder pararlo, en la cara de Santana se dibujó una sonrisa que no pasó desapercibida para Kitty, que soltó los cubiertos en su plato para dedicarle toda su atención a su amiga con esa cara que Santana no quería ver.
- ¿Y esa sonrisa? ¿Qué pasa?
Antes de que la latina pudiese responder o negar lo que sea que estuviese pensando la otra chica, Kitty exclamo.
- Os habéis liado.
- ¿Qué? No. No seas loca.
La cara de Kitty fue casi de disgusto, desde luego le habría encantado lo irónico de esa historia si hubiese pasado.
- Bueno, pues cuéntame. Y ni se te pase por la cabeza no contarme la verdad.
Kitty la había pillado, Santana no pudo evitar reír y acabo contándole los dos encuentros con Brittany de la manera más indiferente y distante que pudo.
- Así que una amiga de Quinn ¿eh?
Dijo la rubia cuando Santana termino de hablar, no se burlaba de ella, al contrario parecía estar intentando averiguar que se pasaba exactamente por la cabeza de la latina.
- ¿Y qué vas a hacer?
- ¿Con que?
- Con esa rubia tuya, con Britney.
- Primero, no es mía, y segundo es Brittany. Deja de aprenderte los nombres como te da la gana.
Rio Santana, Kitty hizo un gesto con la mano para quitarle importancia e indicarla que respondiese a su pregunta en lo que ella volvía a coger los cubiertos para seguir comiendo.
- ¿Pues qué voy a hacer? Nada. Solo hemos hablado dos veces.
Se encogió de hombros sin querer darle importancia.
- ¿Y si os volvéis a ver? Después de todo es amiga de Quinn.
- No lo sé, supongo que si pasa lo comprobare.
Respondió riendo antes de cambiar de tema y volver a preguntarle a Kitty por sus prácticas.
Dos días después, Joe, otro de los camareros, entro en la cocina a recoger uno de los pedidos y al pasar se dirigió a Quinn.
- Han venido a verte.
Le dijo antes de salir silbando con la bandeja, la rubia abrió un poco la puerta de la cocina y se asomó a la zona del restaurante. Sonrió al ver allí sentada a Brittany con la chica castaña. Volvió a cerrar la puerta y al darse la vuelta vio a Santana que había estado mirando por encima de su hombro.
- Brittany te cayó bien ¿verdad?
Pregunto con una sonrisa burlona. Santana se encogió indiferentemente de hombros.
- Puede que sí. Qué raro que sea amiga tuya.
Respondió con el mismo tono burlón, Quinn rio un poquito y las dos volvieron a sus tareas, aunque a Santana se le había ocurrido una cosa. Un rato después cogió a Jake cuando entraba a por su bandeja.
- Hey Jake, hazme un favor.
El chico se detuvo a medio camino de la puerta con la bandeja en equilibrio sobre una mano.
- Necesito que lleves un plato a la mesa 16.
Jake frunció un poco el ceño, intentando recordar si esa mesa estaba atendida ya.
- Creo que ya han pedido.
- Lo sé, lo sé. Da igual. Lleva esto a la chica rubia, invita la casa. Dila que así no tendrá excusa para no decirme que tal esta la comida.
Le dijo riendo y poniendo un plato en el único hueco libre de la bandeja. Jake tuvo que echar las dos manos para no perder el equilibrio por el peso añadido. Giro los ojos y rio un poco.
- Como quieras.
Llego a la mesa 16 y dejo un plato frente a una sorprendida rubia.
- Yo no he pedido esto.
- Lo sé, es de parte de nuestra cocinera, invita la casa.
Respondió el chico con una sonrisa estudiada para los clientes.
- ¿Quinn?
Pregunto la castaña extrañada de que mandara solo un plato.
- No, nuestra otra cocinera. Dice que así no tendrá excusa para no decirla que tal esta la comida.
Dijo el camarero a la rubia antes de marcharse. Brittany sonrió un poco en dirección al plato y cogió los cubiertos para empezar a comer.
- ¿A qué viene eso?
Pregunto su amiga, Brittany se encogió de hombros.
- Ni idea.
Respondió con una risita alegre.
- ¿Te parece buena idea estar haciéndote amiga, o lo que sea, de esa chica? Es la que quiso hacerle la vida imposible a Quinn cuando entro aquí.
Advirtió la otra chica apartándose un poco de la mesa para dejar que otro camarero le sirviese su comida y haciendo un gesto para que se llevase lo que traía para Brittany.
- No pasa nada, relájate Rachel.
Tranquilizo la rubia, Rachel se lo pensó un momento, con la boca fruncida, antes de dejarlo correr y cambiar de tema mientras empezaba su comida.
Yo tengo una pregunta para vosotr@s, no se si meter Faberry como pareja o dejarlo solo como amistad, asi que lo dejo a votación vuestra jaja ¿que preferís?
Y ahora, gracias por leer y espero que os guste :)!!
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Brittana - Heavenly Delights. Cap 3.
Santana se sacó a esa rubia desconocida de la cabeza, ni siquiera se lo comento a Kitty. Como había dicho, no quería tener nada que ver con nada que perteneciese al mundo de Quinn Fabray. Ya no sabía si por costumbre, por principio o porque. Muy a su pesar cada vez se encontraba más cosas en común con ella, hacía apenas un día se había descubierto a si misma riendo de un comentario bastante sarcástico que hizo la rubia. Por suerte nadie pareció escucharla.
- Pero San, no llores, Dani lo entenderá.
Dijo Sugar riendo al pasar por su lado, sacándola de su mundo. Estaba cortando cebolla y le lagrimeaban los ojos. El comentario sobre la camarera se debía a que hacía poco Dani había intentado una vez más un acercamiento a la latina y ella la había rechazado. Otra vez. Empezaba a pensar que tendría que ser cruel con ella para acabar con ese juego de hoy si hoy no que tenían, pero claro ¿Cómo iba Dani a tomarla enserio si cada vez que sus defensas emocionales estaban bajas acababa sin ropa en casa de la camarera? Mientras le daba vueltas a eso, la puerta de la cocina se abrió y entraron dos chicas, que se quedaron un segundo paradas buscando a alguien y luego se dirigieron hacia Quinn. Santana levanto la vista de sus cebollas y se olvidó de lo que estaba pensando. La rubia desconocida del otro día había entrado acompañada de la castaña bajita. Quinn miro a la latina sin verla, claramente para señalársela a sus amigas, que la miraron con mal disimulo. Vio como la castaña la miraba de arriba abajo como juzgándola, la rubia rio un poquito y dijo algo que claramente Santana no pudo escuchar. Fingía no darse cuenta del examen del que estaba siendo víctima mientras seguía a lo suyo, aunque saber que la estaban mirando la ponía algo nerviosa y no sabía porque, se dio cuenta de ello cuando Mercedes le sujeto la mano del cuchillo justo a tiempo para no cortarse. Agito la cabeza, como reprochándose a sí misma, y volvió a centrarse en su tarea.
Un rato después noto a alguien parado frente a ella, al levantar la vista vio la brillante sonrisa y los ojos azules de la amiga de Quinn.
- Hola. Santana ¿verdad? ¿te acuerdas de mí?
Pregunto divertida. La latina la miro con una ceja alzada.
- El chico que no entendía un no te llamo así, y no es un nombre fácil de olvidar.
Explico la rubia encogiéndose de hombros sin perder la sonrisa. Santana seguía siendo consciente de las miradas de Quinn y la otra chica sobre ella, no sabía si la rubia había ido allí para burlarse de ella, el caso es que su simpatía parecía sincera.
- Claro que me acuerdo.
Dijo riendo un poco. La sonrisa de la rubia decayó un poco, frunciendo ligeramente el entrecejo.
- ¿Estás bien? A lo mejor me he acercado en mal momento.
Santana no entendía la pregunta, la miro extrañada antes de recordar sus lagrimeantes ojos, rio secándose la cara con el paño limpio que acostumbraba a llevar al hombro.
- No, no, tranquila, es la cebolla.
Respondió señalándola con el cuchillo que aun llevaba en la mano. Notaba la mirada sorprendida de Quinn al verlas hablar y eso le dio una pequeña satisfacción. La rubia volvió a sonreír.
- ¿Así que lo de la cebolla es verdad? A mí nunca me ha pasado.
- En casa cortas como muchísimo una cebolla, yo llevo como media docena.
Rio la latina volviendo a señalar el montón de cebolla picada que tenía a su lado.
- Eso lo explica todo.
Las dos rieron relajadamente. Santana se sentía extraña, esa rubia tenía algo, algo agradable, algo que hacía que quisiese seguir hablando con ella, y no sabía lo que era.
- Bueno, como ves he venido a comer como me sugeriste.
Dijo la rubia sin perder su sonrisa con otro pequeño encogimiento de hombros.
- ¿Y qué te ha parecido la comida?
- Depende, ¿qué es lo que has preparado tú?
Santana no pudo evitar reír con ganas, ganándose las miradas de algunos de los compañeros que tenía alrededor, Quinn y la chica castaña estaban comentando algo que a ella no la importaba.
- ¿Brittany? Tenemos que irnos.
Dijo la castaña. Así que la rubia se llamaba Brittany.
- Oh, oh, solo me llama por mi nombre completo cuando esta de mal humor.
Brittany parecía divertida, pero sin intención de ir hacia su amiga.
- Creo que soy el motivo de su mal humor.
Respondió Santana sin que la importase mucho ese hecho.
- Claro que no, ¿cómo vas a…?
- ¡Brittany!
Volvió a llamar la castaña impaciente. Santana contuvo las ganas de lanzar una mirada asesina a la chica por no dejarlas en paz.
- Sera mejor que no la pongas de peor humor, en una cocina hay cuchillos.
Bromeó la morena, señalando con la cabeza hacia Quinn y la otra chica, Brittany también rio.
- Bueno, tú tienes uno en la mano, tendré que confiar en que no dejarías que me asesinara delante de ti.
Las dos se echaron a reír por la broma, pero antes de que la cocinera pudiese responder la insistente castaña apareció a su lado.
- ¡Brittany! Tenemos prisa.
Lanzo una inquisitiva mirada a la latina que respondió con una desafiante ceja alzada. Brittany sonrió como con disculpa.
- Bueno, me voy. Un placer volver a verte.
- Igualmente.
Se despidió Santana alzando la mano mientras las otras dos se alejaban hacia Quinn para despedirse de ella antes de salir. La morena escucho un rugidito a su lado.
- Desde luego lo tuyo son las rubias.
Era Sugar que se había acercado a ella y también observaba marcharse a las dos chicas, Santana la dio un empujoncito amistoso sin poder disimular una pequeña sonrisa. Quinn seguía mirándola extrañada, pero estaba totalmente decidida a ignorar eso o sabía que la rubia le haría tragarse sus palabras.
Irracionalmente aun no le había dicho nada a Kitty de sus dos encuentros con Brittany. En parte porque no quería darles mucha importancia, tan solo habían hablado cinco minutos dos veces, probablemente no volvería a verla. Por otra parte no quería ver la cara que sabía que su amiga pondría si le decía que había conocido a una chica guapa. Igual que su madre se pasó la mitad de su adolescencia preguntándola porque no encontraba novio, Kitty hacia lo mismo con las mujeres, no era capaz de entender como alguien como Santana seguía soltera, por más que la latina le repitiese que era elección propia.
- ¿Empiezas mañana las prácticas?
Pregunto la latina a su amiga mientras cenaban. Kitty asintió masticando, Santana había preparado su plato favorito.
- Nunca entenderé el atractivo que le ves a pasarte el día rodeada de niños. Yo no tendría la paciencia.
Rio Santana llevándose el tenedor a la boca, había decidido darle una sorpresa a Kitty con la cena para celebrar sus buenas notas y el comienzo de sus prácticas, y porque así se entretendría un rato dejando el plato perfecto.
- ¿No dicen que son el futuro? Prefiero asegurarme de que algunos empiezan con buen pie.
Bromeo la rubia. Santana sabía que a Kitty, inexplicablemente, le gustaban los niños. Por lo que le había contado, en el instituto había sido tan arpía como ella, pero descubrió que en el fondo tenía un lado casi maternal y buena mano con los más pequeños. Santana había elegido algo con menos interacción social y donde además podía mandar y ordenar a los demás. Bueno, al menos hasta que llego cierta rubia usurpadora.
- Sabía que terminaría cayéndote bien.
Rio Kitty al escuchar el tono de voz de su compañera de piso. Santana le lanzo una mirada asesina que solo hizo reír más a la otra.
- Por lo que me cuentas os parecéis bastante, y sé que ya no te cae tan mal. Algo bueno tiene que tener.
Involuntariamente, antes de poder pararlo, en la cara de Santana se dibujó una sonrisa que no pasó desapercibida para Kitty, que soltó los cubiertos en su plato para dedicarle toda su atención a su amiga con esa cara que Santana no quería ver.
- ¿Y esa sonrisa? ¿Qué pasa?
Antes de que la latina pudiese responder o negar lo que sea que estuviese pensando la otra chica, Kitty exclamo.
- Os habéis liado.
- ¿Qué? No. No seas loca.
La cara de Kitty fue casi de disgusto, desde luego le habría encantado lo irónico de esa historia si hubiese pasado.
- Bueno, pues cuéntame. Y ni se te pase por la cabeza no contarme la verdad.
Kitty la había pillado, Santana no pudo evitar reír y acabo contándole los dos encuentros con Brittany de la manera más indiferente y distante que pudo.
- Así que una amiga de Quinn ¿eh?
Dijo la rubia cuando Santana termino de hablar, no se burlaba de ella, al contrario parecía estar intentando averiguar que se pasaba exactamente por la cabeza de la latina.
- ¿Y qué vas a hacer?
- ¿Con que?
- Con esa rubia tuya, con Britney.
- Primero, no es mía, y segundo es Brittany. Deja de aprenderte los nombres como te da la gana.
Rio Santana, Kitty hizo un gesto con la mano para quitarle importancia e indicarla que respondiese a su pregunta en lo que ella volvía a coger los cubiertos para seguir comiendo.
- ¿Pues qué voy a hacer? Nada. Solo hemos hablado dos veces.
Se encogió de hombros sin querer darle importancia.
- ¿Y si os volvéis a ver? Después de todo es amiga de Quinn.
- No lo sé, supongo que si pasa lo comprobare.
Respondió riendo antes de cambiar de tema y volver a preguntarle a Kitty por sus prácticas.
Dos días después, Joe, otro de los camareros, entro en la cocina a recoger uno de los pedidos y al pasar se dirigió a Quinn.
- Han venido a verte.
Le dijo antes de salir silbando con la bandeja, la rubia abrió un poco la puerta de la cocina y se asomó a la zona del restaurante. Sonrió al ver allí sentada a Brittany con la chica castaña. Volvió a cerrar la puerta y al darse la vuelta vio a Santana que había estado mirando por encima de su hombro.
- Brittany te cayó bien ¿verdad?
Pregunto con una sonrisa burlona. Santana se encogió indiferentemente de hombros.
- Puede que sí. Qué raro que sea amiga tuya.
Respondió con el mismo tono burlón, Quinn rio un poquito y las dos volvieron a sus tareas, aunque a Santana se le había ocurrido una cosa. Un rato después cogió a Jake cuando entraba a por su bandeja.
- Hey Jake, hazme un favor.
El chico se detuvo a medio camino de la puerta con la bandeja en equilibrio sobre una mano.
- Necesito que lleves un plato a la mesa 16.
Jake frunció un poco el ceño, intentando recordar si esa mesa estaba atendida ya.
- Creo que ya han pedido.
- Lo sé, lo sé. Da igual. Lleva esto a la chica rubia, invita la casa. Dila que así no tendrá excusa para no decirme que tal esta la comida.
Le dijo riendo y poniendo un plato en el único hueco libre de la bandeja. Jake tuvo que echar las dos manos para no perder el equilibrio por el peso añadido. Giro los ojos y rio un poco.
- Como quieras.
Llego a la mesa 16 y dejo un plato frente a una sorprendida rubia.
- Yo no he pedido esto.
- Lo sé, es de parte de nuestra cocinera, invita la casa.
Respondió el chico con una sonrisa estudiada para los clientes.
- ¿Quinn?
Pregunto la castaña extrañada de que mandara solo un plato.
- No, nuestra otra cocinera. Dice que así no tendrá excusa para no decirla que tal esta la comida.
Dijo el camarero a la rubia antes de marcharse. Brittany sonrió un poco en dirección al plato y cogió los cubiertos para empezar a comer.
- ¿A qué viene eso?
Pregunto su amiga, Brittany se encogió de hombros.
- Ni idea.
Respondió con una risita alegre.
- ¿Te parece buena idea estar haciéndote amiga, o lo que sea, de esa chica? Es la que quiso hacerle la vida imposible a Quinn cuando entro aquí.
Advirtió la otra chica apartándose un poco de la mesa para dejar que otro camarero le sirviese su comida y haciendo un gesto para que se llevase lo que traía para Brittany.
- No pasa nada, relájate Rachel.
Tranquilizo la rubia, Rachel se lo pensó un momento, con la boca fruncida, antes de dejarlo correr y cambiar de tema mientras empezaba su comida.
SanttitanyFan- - Mensajes : 1183
Fecha de inscripción : 26/09/2011
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
Wajajaa.. Rachel celosa por comida?? XD
San debió quedar de una pieza cuando Britt sr acerco y le hablo.
Quinn ya sospecha??
Y me gustaría algo de Faberry, igual son tiernas.
Saludillos
San debió quedar de una pieza cuando Britt sr acerco y le hablo.
Quinn ya sospecha??
Y me gustaría algo de Faberry, igual son tiernas.
Saludillos
Tat-Tat******* - Mensajes : 469
Fecha de inscripción : 06/07/2013
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
me gustaria faberry por supuesto, pero hasta ahora rachel me cae de la patada, es un poco metiche!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
Amistad Faberry no es que no me guste como pareja pero como amigas me agradan mas y muy buen capitulo por cierto saludos :*
Melany Gleek*** - Mensajes : 125
Fecha de inscripción : 14/10/2013
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
y si ke empieza a tomar formaaa!! ya me empieza a picaaaaar jajaja kiero maaaas no tardes tanto en actualizar ke estoy con la intriga de como se desarrollara esto :D :D, sobre tu pregunta no soy muy fan faberry la verdad, pero si lo hay por mi esta bien jajjaj
saludos
saludos
victoria555****** - Mensajes : 399
Fecha de inscripción : 28/10/2012
Re: Brittana-Heavenly Delights. Cap 10
Faberry como pareja o amigas no me modifica en nada
mientras haya Brittana me parece bien todo
Asi que quieras ponerlas como quieras igual te leeré
aunque Rachel me saque la paciencia. Es muy irritable esa chama
Chao
mientras haya Brittana me parece bien todo
Asi que quieras ponerlas como quieras igual te leeré
aunque Rachel me saque la paciencia. Es muy irritable esa chama
Chao
Brittanamylove* - Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 02/02/2014
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Lun Mar 14, 2022 3:20 pm por Laidy T
» Busco fanfic brittana
Lun Feb 28, 2022 10:01 pm por lana66
» Busco fanfic
Sáb Nov 21, 2020 2:14 pm por LaChicken
» [Resuelto]Brittana: (Adaptación) El Oscuro Juego de SATANÁS... (Gp Santana) Cap. 7 Cont. Cap. 8
Jue Sep 17, 2020 12:07 am por gaby1604
» [Resuelto]FanFic Brittana: La Esposa del Vecino (Adaptada) Epílogo
Mar Sep 08, 2020 9:19 am por Isabella28
» Brittana: Destino o Accidente (GP Santana) Actualizado 17-07-2017
Dom Sep 06, 2020 10:27 am por Isabella28
» [Resuelto]Mándame al Infierno pero Besame (adaptación) Gp Santana Cap. 18 y Epilogo
Vie Sep 04, 2020 12:54 am por gaby1604
» Fic Brittana----Más aya de lo normal----(segunda parte)
Mar Ago 25, 2020 7:50 pm por atrizz1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Lun Ago 03, 2020 5:10 pm por marthagr81@yahoo.es
» Que pasó con Naya?
Miér Jul 22, 2020 6:54 pm por marthagr81@yahoo.es
» [Resuelto]FanFic Brittana: Medianoche V (Adaptada) Cap 31
Jue Jul 16, 2020 7:16 am por marthagr81@yahoo.es
» No abandonen
Miér Jun 17, 2020 3:17 pm por Faith2303
» FanFic Brittana: " Glimpse " Epilogo
Vie Abr 17, 2020 12:26 am por Faith2303
» FanFic Brittana: Pídeme lo que Quieras 4: Y Yo te lo Daré (Adaptada) Epílogo
Lun Ene 20, 2020 1:47 pm por thalia danyeli
» Brittana, cafe para dos- Capitulo 16
Dom Oct 06, 2019 8:40 am por mystic
» brittana. amor y hierro capitulo 10
Miér Sep 25, 2019 9:29 am por mystic
» holaaa,he vuelto
Jue Ago 08, 2019 4:33 am por monica.santander
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