I'll love you forever *one-shot Brittana*

Todas las mujeres, desde pequeñas tienen un sueño: tener un buen trabajo, casarse, tener hijos, pero, este sueño en ocasiones sólo es por complacer a las demás personas, ¿qué tal si nuestro sueño es: tener un buen trabajo, casarnos con la mujer de nuestra vida, tener hijos?, ¿qué diferencia hay entre si es hombre o mujer?.
Siete años atrás yo “cumplí” ese sueño, pero claro, sólo para complacer a los demás, tuve que alejarme de ella, iré de Ohio sin mirar atrás, saber que la había lastimado como nunca nadie más pudo hacerlo, pero, yo no fui tan valiente como ella, yo no acepte salir del closet como ella, tenía miedo de hacerlo, ver como ella sufría por dentro ante las palabras de los demás, todas las chicas de la secundaria se alejaron de ella, no tenía más amigos que los chicos del Club Glee, y por supuesto, a mí, recuerdo una noche en la estaba dormida cuando de pronto sonó mi móvil, no dude en contestar pues era ella, lo sabía por el tono, respondí y lo primero que escuche fue un sollozo, me levante de golpe de la cama y sin decir palabras tome mi ropa y salí de casa, subí a mi motocicleta y conduje a una velocidad increíble, no me importaba lo que pasará, sólo quería estar con ella, abrazarla y limpiar sus lágrimas.
Llegue a su casa, no necesite tocar el timbre, sabía perfectamente donde había una llave oculta y sin pensarlo la tome, abrí la puerta y en la obscuridad subí a su habitación, abrí la puerta y mi corazón se partió en mil pedazos al verla recostada en la cama, llorando e intentando no hacerlo, corrí hacía ella y la tome entre mis brazos, la acerque a mi pecho y la abracé con mucha fuerza pero sin llegar a lastimarla, mientras sólo le decía cosas como: “aquí estoy, no te dejaré nunca”, “te amo” y, esas palabras eran ciertas, pero, un mal día mamá supo por alguna persona sobre la verdadera relación que tenía con ella, me hizo sentir una simple basura, me saco de la secundaria, me prohibió el verla, no hablaba con nadie, tome clases en casa hasta que un día decidí huir, cansada de el desprecio de mis padres, pero sobre todo cansada de no poder verla, quería ir con ella, estar entre sus brazos pero no pude hacerlo, tome las pocas cosas que aún tenía y que eran importantes para mí, compre el boleto de tren más barato y partí a Nueva York.
Un año después, conseguí trabajo como bailarina en una obra de Broadway, en ese lugar, conocí a un chico, agradable, pero… no sentía lo mismo, acepte salir con él, era atento, un buen chico, pero no lo suficiente, pasaron cinco meses y me pidió que nos casáramos, acepte, pensando que ahora ella estaría con alguien que fuera tan valiente como ella, no una cobarde, como yo había sido.
Meses después de habernos casado, y ante un descuido por mi parte, quede embarazada, no me mal entiendan, quería ser madre, pero no tener hijos de él, desde el momento en que lo supe lo ame, pero a él, Jack, no, le pedí el divorcio estando en mi tercer mes de embarazo y él, sin decir más acepto, una semana después supe que salía con una chica menor que él, en realidad no me importo, desearía haberlo sabido antes para no compartir más tiempo junto a él.
Es curioso como el destino o el universo, o quizás el karma tiene todo preparado para nosotros, nunca lo había pensado hasta el día en el que la vi, salía de una de mis clases de baile en una academia que había sido abierta un par de meses antes de la noticia de mi embarazo. La vi tan linda como siempre, pero, ahora se notaba más fuerte, caminaba haciendo gala de su seguridad, era extraña la persona que no volteara a verla, hombres o mujeres, mi corazón dejo de latir y, mi bebé se movió por primera vez, sonreí y me lleve una mano al vientre, sonreí y corrí tras de ella, pero, por desgracia sólo sentí como un auto me golpeaba, todo se volvió obscuro mientras escuchaba a personas gritando y a ella, llorando, no supe más, sólo cerré los ojos en un profundo sueño.




Desperté en una habitación de hospital, escuchando el sonido característico de los aparatos que se encuentran en ese tipo de lugares, la luz era molesta así que cerré los ojos un segundo después, pero, sentí como una suave mano tomaba la mía.

Tranquila, vas a estar bien -dijo con su dulce voz-

Abrí los ojos de golpe y a pesar de él dolor me lleve una mano al vientre mientras derramaba algunas lágrimas

Él o ella están bien, necesitas descansar, mucho… -mostro una pequeña pero nerviosa sonrisa-
¿Hace… hace cuánto.. –no podía hablar muy bien, sentía mi garganta seca-
Casi un día completo, el doctor dijo que en cuanto estuvieras estable…
¿Has estado aquí todo ese tiempo? -mi voz sonó algo espantosa-
-Bajo la mirada- Si… quería un familiar tuyo y tu… esposo… -su voz tembló un poco, seguía con la vista clavada en el piso, viendo sus zapatos-
No estoy más con él…


E inevitablemente no pude dejar de verla, buscaba cualquier pretexto para estar con ella, un día, tuve la oportunidad de explicarle todo lo que había pasado y ella me confesó que había sido amenazada por mi madre, debía alejarse de mi antes de que algo malo le pasará, sentí una rabia creciendo en mi interior pero todo colapso cuando sentí un fuerte dolor, las primeras contracciones, a pesar de eso, no pude resistirme y… la bese, probé esos labios que siempre habían sido mi debilidad, su sabor no había cambiado, seguía siendo dulce, su mirada tenía ese brillo y, esta vez prometí no volver a dejarla ir.
Teddy nació unas horas más tarde, Santana estuvo presente todo el tiempo, desde que lo sostuvo entre sus brazos juro que lo amaría como si fuera su propio hijo y, hoy, cinco años después lo sigue haciendo, le pedí que se casara conmigo, ya no era esa misma adolescente cobarde, siempre la he amado y quería que todos lo supiera.

Santana: ¿En qué piensas? -puse una mano sobre su vientre y sentí como nuestro bebé que viene en camino pateaba mi mano, ella sonrió y puso su mano sobre la mía-
Brittany: En lo afortunada que soy… -Teddy corrió y se subió a mi regazo, sonrió y se acerco a ella y beso su vientre, Santana sonrió y desacomodo un poco su cabello, ella cumplió su promesa, lo ha amado sin importar que no llevará su sangre y Teddy, a las dos nos llamaba mamá, y el se sentía orgulloso de tener dos madres-
Santana: Sabíamos que esto era para siempre…
Brittany: Siempre lo supe…