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One-Shot Kurtana♥ Encerrados
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EduardoDStarlet-Parker
Blainey Days
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One-Shot Kurtana♥ Encerrados
Resumen: Santana acaba de perder su empleo y Kurt está soltero. Quieren dar vuelta la página y van juntos a una audición. Un ascensor y cuatro desconocidos, el resto es historia...
One shot: Encerrados
No hay estadísticas claras, pero muchos de nosotros hemos tenido que usar ascensor alguna vez en nuestra vida, incluso muchos de nosotros debemos usarlos a diario y no existe alguno a quién no se le haya cruzado por la mente la vaga idea de quedar atrapado dentro de uno de estos pequeños espacios móviles. Porque estas cosas son de las que suelen suceder a cualquiera y en cualquier momento… Sin excepción.
Por eso, es importante saber qué hacer para sobrevivir en caso de quedar atrapado en un ascensor, ya que nadie está libre de esta experiencia. Si hay un corte de luz, el ascensor podría dejar de funcionar y quedarás atrapado en el interior. Si hay una falla en el ascensor, podrías quedarte atrapado. Saber qué hacer para sobrevivir en un ascensor puede ayudarte a mantener la calma y salir del paso sin haber perdido la cabeza.
Instrucciones:
1. ¡No aprietes todos y cada uno de los botones! Eso no funciona y solo lograrás estresarte y estresar a los demás. Si un ascensor de pronto deja de funcionar ¿Qué te hace pensar que apretando los botones lograrás solucionarlo? No intentes ser el héroe del día, porque no eres del servicio técnico ni especialista en ascensores…
2. Utiliza el teléfono de emergencia del ascensor para pedir ayuda. El teléfono te ayudará a que informes la situación a alguien en el exterior. Si por alguna razón este teléfono no funciona, usa tu teléfono celular o el de otra persona. Si el celular de nadie ahí atrapado funciona, debes volver a repetir la acción después de un tiempo, porque si es por un problema eléctrico, no tendrás ni siquiera señal en el celular.
3. Debes entender que a pesar de haber utilizado todos los pasos anteriores para comunicarte con la gente que está fuera del ascensor, incluyendo a los servicios de emergencia y a los técnicos, tendrás que esperar para obtener la ayuda. Quedarás atrapado en el ascensor por lo menos un tiempo.
4. Mantén la calma. No vas a morir quedando atrapado dentro de un ascensor y será muy posible que logres sobrevivir a la experiencia sin siquiera un rasguño. Si estás demasiado asustado, no podrás razonar bien. Así que relájate y por qué no, comparte un poco con tus compañeros de encierro (si es que has quedado atrapado junto a otras personas) porque nunca sabe cuánto tiempo estarás ahí dentro hasta que el ascensor comience a trabajar nuevamente.
5. Debes entender que quedarte atrapado en un ascensor no le pasa a todo el mundo, es una de aquellas experiencias de una en un millón. Así que si te ha tocado atravesar por esta aventura, a lo mejor es porque el destino tiene algo preparado para ti. Podría incluso ser algo positivo para tu vida. De lo contrario simplemente habrás malgastado dos importantes horas de tu tiempo encerrado ahí dentro, por infortunio y porque por pereza no quisiste usar las escaleras.
Santana y Kurt iban tarde a la audición cuando atravesaron juntos el lobby de un pequeño pero no menos elegante edificio en el lado este de Nueva York. Las audiciones eran para la afamada semana de la moda que pronto se celebraría en la gran manzana. Lo que andaban buscando los organizadores del evento eran chicos carismáticos y bien parecidos. Las necesidades eran de todo tipo: desde bailarines hasta asistentes de vestuario, necesitaban un Dj e incluso un par de modelos recién salidas de alguna academia. Santana estaba interesada en ser parte del cuerpo de baile, sabía que durante los desfiles se presentaban números artísticos para entretener al público, así que ella quería intentarlo. Además, sabía que solían regalar las ropas que usaban a quienes participaban en el evento lo que lo hacía aún más atractivo querer participar. Kurt en cambio, muy a regañadientes y no muy seguro iba por el puesto de asistente de vestuario. Él tenía práctica en ello, había hecho alguna vez una pasantía en Vogue.com y como si fuera poco, era dueño de mucho estilo y un ojo crítico a la hora de vestir.
Pero por sobre todo, Santana y Kurt iban ahí con el motivo de escaparse un poco de sus respectivas realidades, y tal vez dar vuelta la página y seguir adelante.
A Santana la acababan de despedir del elenco de una obra de Broadway porque había tenido un mal entendido con el productor de dicha obra. Kurt en cambio ya no podía con la relación a distancia que estaba manteniendo con su ahora exnovio quién dicho sea de paso lo había engañado porque no soportaba estar lejos de él. Los dos, tanto la latina como el ojiazul querían simplemente comenzar de nuevo. Sin mencionar que su compañera de piso llamada Rachel, había conseguido dar con un camino en ascenso hacia el estrellato (y por supuesto que no la envidiaban e incluso estaban felices por ella) sin embargo la chica en poco tiempo había tomado una postura de diva insufrible que tanto a Kurt como a Santana ya estaba exasperando.
Tomados de las manos, los dos amigos corrieron los últimos pasos hacia el ascensor que los llevaría al quinto piso en dónde se estaban efectuando las audiciones. Frente a la puerta de este habían otros dos chicos aparentemente de la misma edad mirando fijamente el letrero eléctrico que indicaba que el ascensor estaba a punto de llegar al primer piso.
Kurt hecho una mirada rápida a los desconocidos (seguramente iban a las audiciones también) uno de ellos era una chica rubia, increíblemente alta y atlética, delgada y con una mirada distraída que le otorgaba un aire infantil. Su acompañante era un chico un poco más bajo. Su cabello azabache iba perfectamente despeinado, como si llevarlo de forma desordenada fuese su intención. Tenía barba y se vestía como una estrella de rock con estilo.
El ascensor se estaba demorando más de lo normal y cada segundo que pasaba parecía una eternidad.
– Santana. Tomemos las escaleras. – Insistió Kurt.
– Oh, vamos Hummel. – Alegó la latina. – No seas impaciente. Además, será más largo si vamos por las escaleras…
– Pero, San… – Volvió a repetir Kurt mirando de reojo a los otros dos. – El tiempo apremia.
Justo en eso las puertas del ascensor se abrieron de par en par. Para frustración de Kurt, los otros chicos entraron primero. Y después la latina y él. Como era de esperarse la rubia apretó el botón con el número cinco, lo que confirmaba la predicción de Kurt acerca de las audiciones.
Las puertas del ascensor se cerraron por fin y con su característico movimiento, comenzaron a elevarse. El marcador electrónico les mostraba en que piso se encontraban a medida que iban subiendo.
Segundo piso.
Tercer piso.
Cuarto piso.
Cuarto piso.
Las permanecieron cerradas.
Cuarto piso.
Kurt alzó una ceja confundido.
Cuarto piso.
Santana cruzó los brazos.
Cuarto piso.
– ¿Qué no deberíamos haber llegado ya? – La rubia irrumpió el silencio.
Cuarto piso.
El ascensor seguía en el número cuatro.
– OH. OH. – Exclamaron los cuatro al unísono.
Y en eso el ascensor emitió un ruido como a metales viejos. La estructura se tambaleó, las luces parpadearon y definitivamente el elevador dejó de moverse. Con un naciente sentimiento de pánico en su rostro, la rubia se aferró a la pared más cercana y el chico de la barba pareció comenzar a susurrarse a sí mismo palabras como “calma, no pasa nada, estarás bien” queriendo convencerse de que nada malo estaba pasando. Santana en tanto frunció el ceño con molestia. No estaba de humor como para una situación así.
– ¡Esto es una broma! – Kurt se sobresaltó dirigiéndose hacia el tablero y comenzó a presionar el número cinco con severidad. – vamos, máquina. ¡Muévete!
– Así no lo arreglarás. – Ahora quién había hablado era el muchacho de la barba. Para sorpresa de Kurt, el chico tenía una voz casi surreal. Rasposa, pero apacible a la vez.
Santana intercambió una mirada confundida con la rubia. Como si de pronto las dos hubiesen entendido todo.
– El ascensor se ha detenido. – La rubia dijo en voz alta lo que ambas habían deducido.
– ¿Detenido? – Preguntó Kurt con temor, buscando la mirada azul de la chica desconocida.
– ¿Detenido en plan noshemosquedadoatrapadosaquídentro?
– Así parece. – Soltó un bufido el chico con perfil de estrella, músico tal vez. El joven se cruzó de brazos y apoyó su espalda en una de las paredes del ascensor.
– ¡Esto es el colmo! – Santana rápidamente dejó escapar a su chica interior. – ¡Estúpida máquina, llévanos al quinto piso! – Comenzó a gritar mientras con su pequeña mano empuñada golpeaba el tablero.
– ¡Santana! – La regañó su amigo mitad furioso, mitad avergonzado por el comportamiento de su amiga.
Tanto la rubia como su acompañante soltaron una pequeña risa divertida. Santana dejó de golpear el tablero lleno de botones que a esa altura se había apagado completamente.
– Dame tu teléfono, Britt. – Dijo el chico de la voz surrealista con una calma poco natural para un chico de su edad. – Me he dejado el mío en la tienda.
La rubia obedeció a su amigo de forma inmediata y le extendió su teléfono móvil luego de haberlo rebuscado en su bolso. – ¿A quién vas a llamar?
– ¡911! – Gritó Kurt entrometiéndose. – Esto es una emergencia.
Santana giró los ojos. – Drama Queen.
– No empieces San…
Los chicos volvieron a reír. – Tranquilos, precisamente necesitamos comunicar esto como una emergencia. Necesitamos advertir que estamos atrapados en un ascensor. – El chico parecía de lo más tranquilo pese a la situación.
Los otros tres no dejaron de observarlo en todo el tiempo que le llevó marcar el número y esperar con el móvil pegado a su oreja izquierda.
– Nada. No hay señal. – Dijo al fin devolviéndole el teléfono a la rubia.
– ¡Estas de broma! – Santana exclamó mirando el tablero electrónico con una ira incontenible. – ¡Estúpida máquina! – Le gritó con voz amenazante. – ¡Voy a una audición, por lo que más quiera! ¡Mi futuro depende de ello!
– ¿Quién es la Drama Queen ahora? – Kurt miró a su amiga de forma burlona. Suspiró para girarse hacia los desconocidos. – Soy Kurt por cierto, y por mi tranquilidad mental y la de mi amiga, me gustaría conocer sus nombres al menos.
– No somos psicópatas ni hemos matado a nadie, si es lo que te preocupa. – La rubia respondió con humor y una brillante mirada. – Soy Brittany, y este de aquí es Elliott. También venimos a lo de la audición.
Elliott, como así se llamaba el muchacho sonrió amablemente saludando con la mano.
– Soy Santana. – Dijo la morena con los labios apretados. Aún no se le quitaba el mal humor por encontrarse en aquella situación, pero intentó dar lo mejor de sí para no causar una mala impresión.
– Es un gusto. – Dijo Elliott acercándose al tablero que la latina había golpeado anteriormente. Se quedó de pie ahí, observándolo por un segundo.
– Está averiado – Le dijo Santana. – Y si no lo está, me aseguraré que pronto lo esté y pague por lo que nos ha hecho.
– ¿Cómo sabes que la culpa la tiene el tablero? – Brittany preguntó.
– No, no lo sabe. – Respondió Kurt. – Pero necesita culpar a algo.
Santana golpeó al castaño en el hombro. – No molestes.
– ¡No me golpees!
– ¡Que lindos! – Brittany aplaudió – Son como una pequeña pareja de recién casados.
– ¡ESO JAMAS! – Gritó Kurt.
– Ni en broma, chica. – Santana pareció descartar la idea tan pronto escuchó a la rubia decir aquello. – Hummel es el tipo de chica que odio.
– ¿A sí que te van las chicas? – Elliott interrumpió la conversación de pronto. Parecía interesado. Su rostro era demasiado afable para tratarse de un desconocido de quién apenas segundos atrás habían averiguado su nombre.
– ¿Intentas que mi vida sexual sea el tema de conversación para pasar el rato? – Arremetió Santana alzando una ceja. Por supuesto, ella no era tan sociable como los demás.
Elliott rió. – No es eso. Aunque no me molestaría tener algo de qué hablar mientras esperamos. Has arruinado con tus golpes el teléfono de emergencia que guarda el tablero.
Brittany y Kurt fulminaron a Santana con sus miradas.
– ¿Esa cosa tenía un teléfono oculto? – La latina perdió el control. – ¡De dónde yo vengo ni siquiera hay ascensores, no es mi culpa!
– Claro que hay ascensores en Lima. – Kurt respondió exasperado y con las mejillas levemente coloradas. No quería dar la impresión del típico chico pueblerino confundido en la jungla de concreto.
– Bueno, ningún ascensor con teléfono en él. – Santana concluyó la discusión sentándose en el suelo de una buena vez.
– Todos los teléfonos tienen uno, por el amor de Dios, San… – Su amigo concluyó sin intentar levantar la voz siquiera, sabía que no tenía sentido discutir con ella, porque la latina se caracterizaba por no dar su brazo a torcer… jamás.
Acto seguido, los tres se sentaron imitando a Santana.
Brittany suspiró. – Entonces… ¿Si te van las chicas Santana?
La latina abrió los ojos tan grandes como dos platos. – Insisto ¿Mi vida sexual es tema aquí?
Brittany rió como si acaso ella hubiese entendido algún chiste que los otros dos no.
Elliott miró a la rubia con extrañeza.
Brittany tomó aire. – De dónde yo vengo, Santana es famosa.
Kurt abrió la boca como si de pronto hubiese perdido el completo control de esta.
Santana tragó saliva sin lograr entender.
Solo Elliott parecía lo suficientemente calmado para pensar que la frase de su amiga pudiese significar algo.
– ¿De qué estás hablando? – Santana preguntó por fin.
Brittany entrecerró los ojos mientras sonreía. – Eres Santana López ¿No? Lo sé porque luces exactamente como te han descrito. Y claro, porque Santana no es un nombre muy común por estos lados.
– Dijeron que no eran psicópatas. – Fue todo lo que Kurt fue capaz de decir. – ¿Cómo sabes todo eso?
– Espera ¿de qué estás hablando? – Santana se estaba comenzando a poner nerviosa.
– Oh, vamos. No se alarmen. – Brittany contestó enseguida. – Me acaban de contratar como extra del cuerpo de baile de Funny Girl. ¿Qué a ti no te echaron porque te encontraron besándote con la maquilladora detrás de los ensayos?
– ¡Santana! Me dijiste que habías renunciado porque tuviste un desacuerdo con el productor. – Kurt fulminó a la morena.
– Okay, antes de que te alarmes, Kurt. Si, tuve un desacuerdo con el productor ¿vale? Él no aprobó mi relación con Annie.
– ¡Exacto, Annie la maquilladora! – Brittany exclamó.
– Que dicho sea de paso, no despidieron como a mí. – Santana suspiró. – ¿Cómo demonios iba a saber que era la hija del productor?
– ¡SANTANA! – Kurt gritó tapándose el rostro con sus dos manos. – ¡Eres lo peor! ¡Has arruinado tu primer trabajo serio en esta ciudad y de paso me has arrastrado contigo a todo esto!
– Oigan, vamos… No se pongan así. – Elliott intentó calmar las cosas. Actuaba con demasiada madurez a diferencia de los demás.
– Okay, ya. Tú me estás asustando. – Lo increpó Santana. – ¿Cómo es que todo este tiempo no has dejado de lucir ni lo siquiera mínimamente incómodo por estar encerrado aquí?
– Elliott es claustrofóbico. – Brittany respondió, haciendo evidente lo que antes no habían notado. – Necesita mantener la calma, de lo contrario lo tendríamos dando vuelta en círculos, perdiendo el control o quizás llorando como a una niña en apuros.
Elliott solo sonrió. – Si me permito perder la calma, haría que todos ustedes lo pasen mal. Así que les pido, como favor para todos, dejen de gritar. – La calma con la que hablaba realmente era aterradora, ni siquiera cerraba los ojos
– Pareces un robot. – Kurt agregó pasando su mano por delante del rostro de Elliott de arriba abajo, para ver si efectivamente parpadeaba siquiera.
– Estás invadiendo mi espacio personal. – Elliott soltó por fin. – Eso es aún peor que estar gritando enfrente mio.
– Oh, cielos. – Asustado Kurt se alejó lo más que pudo del muchacho.
– ¡Oh, esto está de comedia! – Santana rodó los ojos. – Estoy encerrada en un ascensor, mi vida sexual es tema de al parecer todo un elenco de Broadway y aquí estamos con un chico que al más mínimo ruido podría estallar cual Hulk.
– Ve el lado bueno, San. – Brittany comentó. – Si estamos aquí es porque a lo mejor el universo quiere enseñarnos algo.
– Si. – Suspiró Elliott cruzándose de brazos. – A que comencemos a usar las escaleras.
Dicho eso, los cuatro y sin excepción irrumpieron en una carcajada que inundó el lugar.
Luego y por un momento, todos guardaron silencio, ensimismados, dejando escapar algunas miradas furtivas y sonrisas sinceras. Elliott intentaba mantener su respiración controlada mientras que Brittany trenzaba una y otra vez su largo cabello. Santana en cambio seguía intentando hacer llamadas con su teléfono, sin embargo el edificio no tenía muy buena cobertura o posiblemente las líneas habían caído debido a algún apagón, lo que podría explicar con claridad porqué el ascensor se había detenido de pronto.
– Por lo menos no estamos en oscuras. – Soltó Kurt.
– Claro. – Elliott afirmó. – Luces de emergencias. – Respondió guiñándole un ojo al castaño.
Kurt se sonrojó y Santana fue la primera en darse cuenta de que ambos muchachos parecían no poder dejar de mirarse.
– ¡Genial! Si el ascensor no se comienza a mover ya, es probable que Elliott y Kurt salgan de aquí casados.
Ambos muchachos se miraron al mismo tiempo, sorprendidos por el comentario de la latina, sostuvieron la mirada por un instante y casi en armonía desviaron la atención del uno al otro levemente sonrojados.
– ¡Los has puesto nerviosos! – Brittany rio, claramente siguiendo la broma de la latina. – Pero harían linda pareja. ¡Yo oficiaré la boda!
– ¿Tú? – Elliott se animó a ver hasta dónde podrían llegar con el chiste. – No puedes.
– Claro que sí. – Brittany contestó. – Uno puede conseguirse un título de juez por internet. Yo sería la jueza y legalizaría la boda.
– Incluso puedes conseguirte al abogado para que oficialice tu divorcio el día que Kurt te saque de quicio y ya no quieras seguir casado. – Santana siguió. – Uno puede encontrar de todo por internet.
– ¿Y porque él querría divorciarse de mi si nos llegásemos a casar? – Preguntó el castaño, al parecer ofendido de verdad.
– Tranquilo, Kurt. – Dijo Elliott poniendo una mano sobre el hombro del otro muchacho. – Yo creo en el matrimonio para toda la vida.
– ¿Para toda la vida? – La morena repitió. – Oh ya veo. Eres gay. Solo un chico gay habla de amor para toda la vida. – Contestó con sorna.
– Que astuta eres, Santana. – Kurt entornó la vista. – Apuesto que no perderías el tiempo y buscarías ligarte con alguien el día de mi boda. – Refutó con acidez.
– ¿Y a que más iría a tu boda? – Contraatacó Santana.
– Eres despreciable.
– No, tu eres el despreciable, Lady Hummel. Y Elliott se divorciará de ti tan pronto como yo me acueste con alguien en esa boda.
– Creo que esto de la boda se nos está yendo de las manos. – Interrumpió Elliott al ver a los chicos comenzar a discutir.
– ¡Deja que sigan! – Brittany exclamó. – Yo quiero saber si Santana se ligaría con la jueza el día de la boda.
– Britt… Tu eres la jueza. – Apuntó su amigo.
– ¡Exacto! – La rubia con un coqueto guiño de ojo y sonrió ampliamente enseñando su blanca y perfecta dentadura.
– Vale, si Elliott y yo nos divorciamos, yo me quedo con la casa, a ti te toca el perro.
– ¿Qué? – Elliott pareció sorprendido. – ¡Yo no quiero al perro, yo quiero la casa!
– ¿Y quién se va a quedar conmigo? – Brittany agregó.
– ¿Qué tu y yo no vamos a estar a esa altura en algún crucero por el caribe? – Preguntó Santana.
– Oh. Tienes toda la razón. – La rubia asintió. – Y para que ustedes no se divorcien, podrían ir a terapia de pareja.
– ¡Me niego! – Kurt se puso de pie. – No necesitaré terapia para sacar mi matrimonio adelante.
Elliott sonrió como si se sintiera orgulloso de aquello. – ¿lucharías porque nuestro matrimonio no se acabe entonces?
– ¡Claro que sí! ¿Para qué voy a querer esa casa tan grande para mí solo?
- Un momento… ¿Y si esto fue producto de un apocalipsis zombie y somos los únicos sobrevivientes de la tierra? – Brittany cambió sustancialmente el tema de conversación.
Los demás fijaron su atención en la chica rubia como no comprendiendo lo que estaba diciendo.
– Oh, Pequeña. – Elliot giró los ojos.
– ¡Lo digo enserio! ¿Y si peor aún un meteorito se estrelló y afuera todos se están muriendo?
– ¡BRITTANY! – Gritaron los otros tres para hacerla detener con sus comentarios.
– Tu vez demasiada televisión. – Apuntó Santana.
– Además – Observó Kurt. – Si somos los últimos seres vivos en la tierra, no tendríamos como conservar la especie.
Dicho eso, Elliott soltó una carcajada. – Esto es muy curioso.
– ¿A qué te refieres? – Kurt preguntó.
– Que los cuatro pertenecemos a la minoría que allá afuera siempre es asediada por los prejuicios y la discriminación de los demás. – El muchacho respondió frotándose levemente la barba de su mentón. – Y aquí estamos los cuatro, como si nada de eso pudiese importar ahora.
– Oh, este ascensor es como nuestro pequeño refugio. – Britt agregó aplaudiendo de forma infantil.
– Y el final de la especie humana como la conocemos – Sentenció Kurt.
Todos largaron a reír.
Fue entonces que las luces del ascensor comenzaron a parpadear y tras una fuerte sacudida y un crujido de metales la máquina comenzó a moverse.
– ¡Finalmente! – Kurt soltó aliviado.
Fue en una cosa de segundos que el ascensor se abrió de par en par en el quinto piso. Con violencia una corriente de aire los golpeó en la cara, ventilando el interior del ascensor. Hasta ese momento no se habían dado cuenta de lo pesado y caluroso que se había estado dentro, pero es que la conversación había sido tan amena que las dos horas ahí dentro parecieron apenas unos minutos.
Los cuatro muchachos salieron del ascensor y ya en el pasillo cada uno comenzó a acomodar sus ropas, a peinarse y a estirar sus cuerpos algo tensos producto del encierro y las poses que habían adquirido sentados en el suelo.
– Entonces ¿nunca vamos a saber si Kurt y Elliott se divorciaron? – Brittany habló.
– Oh, eso… – Kurt sonrió con ternura.
– ¿Qué tal si vamos a la audición y luego no sé… salimos a beber algo? – Santana inquirió con una amabilidad pocas veces vista. Afuera estaba oscureciendo, y las luces de la ciudad comenzaron a encenderse iluminándolo todo en el exterior.
– Eso suena bien. – Elliott respondió y dadas las sonrisas que tanto la rubia como Kurt esbozaron, podían darse cuenta de que todos estaban de acuerdo con el improvisado plan.
Algo dentro de los cuatro se estaba sintiendo extrañamente a gusto, como si hubiesen encajado cuales piezas de un puzzle aún por armar. Caminaron juntos y en silencio hacia dónde se estaban llevando a cabo las audiciones, al final… ya poco importaba si eran elegidos o no para el evento, lo que todos tenían ahora en la mente era el rumbo que las cosas podían tomar durante la noche que ya estaba sobre sus cabezas.
Por eso, es importante saber qué hacer para sobrevivir en caso de quedar atrapado en un ascensor, ya que nadie está libre de esta experiencia. Si hay un corte de luz, el ascensor podría dejar de funcionar y quedarás atrapado en el interior. Si hay una falla en el ascensor, podrías quedarte atrapado. Saber qué hacer para sobrevivir en un ascensor puede ayudarte a mantener la calma y salir del paso sin haber perdido la cabeza.
Instrucciones:
1. ¡No aprietes todos y cada uno de los botones! Eso no funciona y solo lograrás estresarte y estresar a los demás. Si un ascensor de pronto deja de funcionar ¿Qué te hace pensar que apretando los botones lograrás solucionarlo? No intentes ser el héroe del día, porque no eres del servicio técnico ni especialista en ascensores…
2. Utiliza el teléfono de emergencia del ascensor para pedir ayuda. El teléfono te ayudará a que informes la situación a alguien en el exterior. Si por alguna razón este teléfono no funciona, usa tu teléfono celular o el de otra persona. Si el celular de nadie ahí atrapado funciona, debes volver a repetir la acción después de un tiempo, porque si es por un problema eléctrico, no tendrás ni siquiera señal en el celular.
3. Debes entender que a pesar de haber utilizado todos los pasos anteriores para comunicarte con la gente que está fuera del ascensor, incluyendo a los servicios de emergencia y a los técnicos, tendrás que esperar para obtener la ayuda. Quedarás atrapado en el ascensor por lo menos un tiempo.
4. Mantén la calma. No vas a morir quedando atrapado dentro de un ascensor y será muy posible que logres sobrevivir a la experiencia sin siquiera un rasguño. Si estás demasiado asustado, no podrás razonar bien. Así que relájate y por qué no, comparte un poco con tus compañeros de encierro (si es que has quedado atrapado junto a otras personas) porque nunca sabe cuánto tiempo estarás ahí dentro hasta que el ascensor comience a trabajar nuevamente.
5. Debes entender que quedarte atrapado en un ascensor no le pasa a todo el mundo, es una de aquellas experiencias de una en un millón. Así que si te ha tocado atravesar por esta aventura, a lo mejor es porque el destino tiene algo preparado para ti. Podría incluso ser algo positivo para tu vida. De lo contrario simplemente habrás malgastado dos importantes horas de tu tiempo encerrado ahí dentro, por infortunio y porque por pereza no quisiste usar las escaleras.
Santana y Kurt iban tarde a la audición cuando atravesaron juntos el lobby de un pequeño pero no menos elegante edificio en el lado este de Nueva York. Las audiciones eran para la afamada semana de la moda que pronto se celebraría en la gran manzana. Lo que andaban buscando los organizadores del evento eran chicos carismáticos y bien parecidos. Las necesidades eran de todo tipo: desde bailarines hasta asistentes de vestuario, necesitaban un Dj e incluso un par de modelos recién salidas de alguna academia. Santana estaba interesada en ser parte del cuerpo de baile, sabía que durante los desfiles se presentaban números artísticos para entretener al público, así que ella quería intentarlo. Además, sabía que solían regalar las ropas que usaban a quienes participaban en el evento lo que lo hacía aún más atractivo querer participar. Kurt en cambio, muy a regañadientes y no muy seguro iba por el puesto de asistente de vestuario. Él tenía práctica en ello, había hecho alguna vez una pasantía en Vogue.com y como si fuera poco, era dueño de mucho estilo y un ojo crítico a la hora de vestir.
Pero por sobre todo, Santana y Kurt iban ahí con el motivo de escaparse un poco de sus respectivas realidades, y tal vez dar vuelta la página y seguir adelante.
A Santana la acababan de despedir del elenco de una obra de Broadway porque había tenido un mal entendido con el productor de dicha obra. Kurt en cambio ya no podía con la relación a distancia que estaba manteniendo con su ahora exnovio quién dicho sea de paso lo había engañado porque no soportaba estar lejos de él. Los dos, tanto la latina como el ojiazul querían simplemente comenzar de nuevo. Sin mencionar que su compañera de piso llamada Rachel, había conseguido dar con un camino en ascenso hacia el estrellato (y por supuesto que no la envidiaban e incluso estaban felices por ella) sin embargo la chica en poco tiempo había tomado una postura de diva insufrible que tanto a Kurt como a Santana ya estaba exasperando.
Tomados de las manos, los dos amigos corrieron los últimos pasos hacia el ascensor que los llevaría al quinto piso en dónde se estaban efectuando las audiciones. Frente a la puerta de este habían otros dos chicos aparentemente de la misma edad mirando fijamente el letrero eléctrico que indicaba que el ascensor estaba a punto de llegar al primer piso.
Kurt hecho una mirada rápida a los desconocidos (seguramente iban a las audiciones también) uno de ellos era una chica rubia, increíblemente alta y atlética, delgada y con una mirada distraída que le otorgaba un aire infantil. Su acompañante era un chico un poco más bajo. Su cabello azabache iba perfectamente despeinado, como si llevarlo de forma desordenada fuese su intención. Tenía barba y se vestía como una estrella de rock con estilo.
El ascensor se estaba demorando más de lo normal y cada segundo que pasaba parecía una eternidad.
– Santana. Tomemos las escaleras. – Insistió Kurt.
– Oh, vamos Hummel. – Alegó la latina. – No seas impaciente. Además, será más largo si vamos por las escaleras…
– Pero, San… – Volvió a repetir Kurt mirando de reojo a los otros dos. – El tiempo apremia.
Justo en eso las puertas del ascensor se abrieron de par en par. Para frustración de Kurt, los otros chicos entraron primero. Y después la latina y él. Como era de esperarse la rubia apretó el botón con el número cinco, lo que confirmaba la predicción de Kurt acerca de las audiciones.
Las puertas del ascensor se cerraron por fin y con su característico movimiento, comenzaron a elevarse. El marcador electrónico les mostraba en que piso se encontraban a medida que iban subiendo.
Segundo piso.
Tercer piso.
Cuarto piso.
Cuarto piso.
Las permanecieron cerradas.
Cuarto piso.
Kurt alzó una ceja confundido.
Cuarto piso.
Santana cruzó los brazos.
Cuarto piso.
– ¿Qué no deberíamos haber llegado ya? – La rubia irrumpió el silencio.
Cuarto piso.
El ascensor seguía en el número cuatro.
– OH. OH. – Exclamaron los cuatro al unísono.
Y en eso el ascensor emitió un ruido como a metales viejos. La estructura se tambaleó, las luces parpadearon y definitivamente el elevador dejó de moverse. Con un naciente sentimiento de pánico en su rostro, la rubia se aferró a la pared más cercana y el chico de la barba pareció comenzar a susurrarse a sí mismo palabras como “calma, no pasa nada, estarás bien” queriendo convencerse de que nada malo estaba pasando. Santana en tanto frunció el ceño con molestia. No estaba de humor como para una situación así.
– ¡Esto es una broma! – Kurt se sobresaltó dirigiéndose hacia el tablero y comenzó a presionar el número cinco con severidad. – vamos, máquina. ¡Muévete!
– Así no lo arreglarás. – Ahora quién había hablado era el muchacho de la barba. Para sorpresa de Kurt, el chico tenía una voz casi surreal. Rasposa, pero apacible a la vez.
Santana intercambió una mirada confundida con la rubia. Como si de pronto las dos hubiesen entendido todo.
– El ascensor se ha detenido. – La rubia dijo en voz alta lo que ambas habían deducido.
– ¿Detenido? – Preguntó Kurt con temor, buscando la mirada azul de la chica desconocida.
– ¿Detenido en plan noshemosquedadoatrapadosaquídentro?
– Así parece. – Soltó un bufido el chico con perfil de estrella, músico tal vez. El joven se cruzó de brazos y apoyó su espalda en una de las paredes del ascensor.
– ¡Esto es el colmo! – Santana rápidamente dejó escapar a su chica interior. – ¡Estúpida máquina, llévanos al quinto piso! – Comenzó a gritar mientras con su pequeña mano empuñada golpeaba el tablero.
– ¡Santana! – La regañó su amigo mitad furioso, mitad avergonzado por el comportamiento de su amiga.
Tanto la rubia como su acompañante soltaron una pequeña risa divertida. Santana dejó de golpear el tablero lleno de botones que a esa altura se había apagado completamente.
– Dame tu teléfono, Britt. – Dijo el chico de la voz surrealista con una calma poco natural para un chico de su edad. – Me he dejado el mío en la tienda.
La rubia obedeció a su amigo de forma inmediata y le extendió su teléfono móvil luego de haberlo rebuscado en su bolso. – ¿A quién vas a llamar?
– ¡911! – Gritó Kurt entrometiéndose. – Esto es una emergencia.
Santana giró los ojos. – Drama Queen.
– No empieces San…
Los chicos volvieron a reír. – Tranquilos, precisamente necesitamos comunicar esto como una emergencia. Necesitamos advertir que estamos atrapados en un ascensor. – El chico parecía de lo más tranquilo pese a la situación.
Los otros tres no dejaron de observarlo en todo el tiempo que le llevó marcar el número y esperar con el móvil pegado a su oreja izquierda.
– Nada. No hay señal. – Dijo al fin devolviéndole el teléfono a la rubia.
– ¡Estas de broma! – Santana exclamó mirando el tablero electrónico con una ira incontenible. – ¡Estúpida máquina! – Le gritó con voz amenazante. – ¡Voy a una audición, por lo que más quiera! ¡Mi futuro depende de ello!
– ¿Quién es la Drama Queen ahora? – Kurt miró a su amiga de forma burlona. Suspiró para girarse hacia los desconocidos. – Soy Kurt por cierto, y por mi tranquilidad mental y la de mi amiga, me gustaría conocer sus nombres al menos.
– No somos psicópatas ni hemos matado a nadie, si es lo que te preocupa. – La rubia respondió con humor y una brillante mirada. – Soy Brittany, y este de aquí es Elliott. También venimos a lo de la audición.
Elliott, como así se llamaba el muchacho sonrió amablemente saludando con la mano.
– Soy Santana. – Dijo la morena con los labios apretados. Aún no se le quitaba el mal humor por encontrarse en aquella situación, pero intentó dar lo mejor de sí para no causar una mala impresión.
– Es un gusto. – Dijo Elliott acercándose al tablero que la latina había golpeado anteriormente. Se quedó de pie ahí, observándolo por un segundo.
– Está averiado – Le dijo Santana. – Y si no lo está, me aseguraré que pronto lo esté y pague por lo que nos ha hecho.
– ¿Cómo sabes que la culpa la tiene el tablero? – Brittany preguntó.
– No, no lo sabe. – Respondió Kurt. – Pero necesita culpar a algo.
Santana golpeó al castaño en el hombro. – No molestes.
– ¡No me golpees!
– ¡Que lindos! – Brittany aplaudió – Son como una pequeña pareja de recién casados.
– ¡ESO JAMAS! – Gritó Kurt.
– Ni en broma, chica. – Santana pareció descartar la idea tan pronto escuchó a la rubia decir aquello. – Hummel es el tipo de chica que odio.
– ¿A sí que te van las chicas? – Elliott interrumpió la conversación de pronto. Parecía interesado. Su rostro era demasiado afable para tratarse de un desconocido de quién apenas segundos atrás habían averiguado su nombre.
– ¿Intentas que mi vida sexual sea el tema de conversación para pasar el rato? – Arremetió Santana alzando una ceja. Por supuesto, ella no era tan sociable como los demás.
Elliott rió. – No es eso. Aunque no me molestaría tener algo de qué hablar mientras esperamos. Has arruinado con tus golpes el teléfono de emergencia que guarda el tablero.
Brittany y Kurt fulminaron a Santana con sus miradas.
– ¿Esa cosa tenía un teléfono oculto? – La latina perdió el control. – ¡De dónde yo vengo ni siquiera hay ascensores, no es mi culpa!
– Claro que hay ascensores en Lima. – Kurt respondió exasperado y con las mejillas levemente coloradas. No quería dar la impresión del típico chico pueblerino confundido en la jungla de concreto.
– Bueno, ningún ascensor con teléfono en él. – Santana concluyó la discusión sentándose en el suelo de una buena vez.
– Todos los teléfonos tienen uno, por el amor de Dios, San… – Su amigo concluyó sin intentar levantar la voz siquiera, sabía que no tenía sentido discutir con ella, porque la latina se caracterizaba por no dar su brazo a torcer… jamás.
Acto seguido, los tres se sentaron imitando a Santana.
Brittany suspiró. – Entonces… ¿Si te van las chicas Santana?
La latina abrió los ojos tan grandes como dos platos. – Insisto ¿Mi vida sexual es tema aquí?
Brittany rió como si acaso ella hubiese entendido algún chiste que los otros dos no.
Elliott miró a la rubia con extrañeza.
Brittany tomó aire. – De dónde yo vengo, Santana es famosa.
Kurt abrió la boca como si de pronto hubiese perdido el completo control de esta.
Santana tragó saliva sin lograr entender.
Solo Elliott parecía lo suficientemente calmado para pensar que la frase de su amiga pudiese significar algo.
– ¿De qué estás hablando? – Santana preguntó por fin.
Brittany entrecerró los ojos mientras sonreía. – Eres Santana López ¿No? Lo sé porque luces exactamente como te han descrito. Y claro, porque Santana no es un nombre muy común por estos lados.
– Dijeron que no eran psicópatas. – Fue todo lo que Kurt fue capaz de decir. – ¿Cómo sabes todo eso?
– Espera ¿de qué estás hablando? – Santana se estaba comenzando a poner nerviosa.
– Oh, vamos. No se alarmen. – Brittany contestó enseguida. – Me acaban de contratar como extra del cuerpo de baile de Funny Girl. ¿Qué a ti no te echaron porque te encontraron besándote con la maquilladora detrás de los ensayos?
– ¡Santana! Me dijiste que habías renunciado porque tuviste un desacuerdo con el productor. – Kurt fulminó a la morena.
– Okay, antes de que te alarmes, Kurt. Si, tuve un desacuerdo con el productor ¿vale? Él no aprobó mi relación con Annie.
– ¡Exacto, Annie la maquilladora! – Brittany exclamó.
– Que dicho sea de paso, no despidieron como a mí. – Santana suspiró. – ¿Cómo demonios iba a saber que era la hija del productor?
– ¡SANTANA! – Kurt gritó tapándose el rostro con sus dos manos. – ¡Eres lo peor! ¡Has arruinado tu primer trabajo serio en esta ciudad y de paso me has arrastrado contigo a todo esto!
– Oigan, vamos… No se pongan así. – Elliott intentó calmar las cosas. Actuaba con demasiada madurez a diferencia de los demás.
– Okay, ya. Tú me estás asustando. – Lo increpó Santana. – ¿Cómo es que todo este tiempo no has dejado de lucir ni lo siquiera mínimamente incómodo por estar encerrado aquí?
– Elliott es claustrofóbico. – Brittany respondió, haciendo evidente lo que antes no habían notado. – Necesita mantener la calma, de lo contrario lo tendríamos dando vuelta en círculos, perdiendo el control o quizás llorando como a una niña en apuros.
Elliott solo sonrió. – Si me permito perder la calma, haría que todos ustedes lo pasen mal. Así que les pido, como favor para todos, dejen de gritar. – La calma con la que hablaba realmente era aterradora, ni siquiera cerraba los ojos
– Pareces un robot. – Kurt agregó pasando su mano por delante del rostro de Elliott de arriba abajo, para ver si efectivamente parpadeaba siquiera.
– Estás invadiendo mi espacio personal. – Elliott soltó por fin. – Eso es aún peor que estar gritando enfrente mio.
– Oh, cielos. – Asustado Kurt se alejó lo más que pudo del muchacho.
– ¡Oh, esto está de comedia! – Santana rodó los ojos. – Estoy encerrada en un ascensor, mi vida sexual es tema de al parecer todo un elenco de Broadway y aquí estamos con un chico que al más mínimo ruido podría estallar cual Hulk.
– Ve el lado bueno, San. – Brittany comentó. – Si estamos aquí es porque a lo mejor el universo quiere enseñarnos algo.
– Si. – Suspiró Elliott cruzándose de brazos. – A que comencemos a usar las escaleras.
Dicho eso, los cuatro y sin excepción irrumpieron en una carcajada que inundó el lugar.
Luego y por un momento, todos guardaron silencio, ensimismados, dejando escapar algunas miradas furtivas y sonrisas sinceras. Elliott intentaba mantener su respiración controlada mientras que Brittany trenzaba una y otra vez su largo cabello. Santana en cambio seguía intentando hacer llamadas con su teléfono, sin embargo el edificio no tenía muy buena cobertura o posiblemente las líneas habían caído debido a algún apagón, lo que podría explicar con claridad porqué el ascensor se había detenido de pronto.
– Por lo menos no estamos en oscuras. – Soltó Kurt.
– Claro. – Elliott afirmó. – Luces de emergencias. – Respondió guiñándole un ojo al castaño.
Kurt se sonrojó y Santana fue la primera en darse cuenta de que ambos muchachos parecían no poder dejar de mirarse.
– ¡Genial! Si el ascensor no se comienza a mover ya, es probable que Elliott y Kurt salgan de aquí casados.
Ambos muchachos se miraron al mismo tiempo, sorprendidos por el comentario de la latina, sostuvieron la mirada por un instante y casi en armonía desviaron la atención del uno al otro levemente sonrojados.
– ¡Los has puesto nerviosos! – Brittany rio, claramente siguiendo la broma de la latina. – Pero harían linda pareja. ¡Yo oficiaré la boda!
– ¿Tú? – Elliott se animó a ver hasta dónde podrían llegar con el chiste. – No puedes.
– Claro que sí. – Brittany contestó. – Uno puede conseguirse un título de juez por internet. Yo sería la jueza y legalizaría la boda.
– Incluso puedes conseguirte al abogado para que oficialice tu divorcio el día que Kurt te saque de quicio y ya no quieras seguir casado. – Santana siguió. – Uno puede encontrar de todo por internet.
– ¿Y porque él querría divorciarse de mi si nos llegásemos a casar? – Preguntó el castaño, al parecer ofendido de verdad.
– Tranquilo, Kurt. – Dijo Elliott poniendo una mano sobre el hombro del otro muchacho. – Yo creo en el matrimonio para toda la vida.
– ¿Para toda la vida? – La morena repitió. – Oh ya veo. Eres gay. Solo un chico gay habla de amor para toda la vida. – Contestó con sorna.
– Que astuta eres, Santana. – Kurt entornó la vista. – Apuesto que no perderías el tiempo y buscarías ligarte con alguien el día de mi boda. – Refutó con acidez.
– ¿Y a que más iría a tu boda? – Contraatacó Santana.
– Eres despreciable.
– No, tu eres el despreciable, Lady Hummel. Y Elliott se divorciará de ti tan pronto como yo me acueste con alguien en esa boda.
– Creo que esto de la boda se nos está yendo de las manos. – Interrumpió Elliott al ver a los chicos comenzar a discutir.
– ¡Deja que sigan! – Brittany exclamó. – Yo quiero saber si Santana se ligaría con la jueza el día de la boda.
– Britt… Tu eres la jueza. – Apuntó su amigo.
– ¡Exacto! – La rubia con un coqueto guiño de ojo y sonrió ampliamente enseñando su blanca y perfecta dentadura.
– Vale, si Elliott y yo nos divorciamos, yo me quedo con la casa, a ti te toca el perro.
– ¿Qué? – Elliott pareció sorprendido. – ¡Yo no quiero al perro, yo quiero la casa!
– ¿Y quién se va a quedar conmigo? – Brittany agregó.
– ¿Qué tu y yo no vamos a estar a esa altura en algún crucero por el caribe? – Preguntó Santana.
– Oh. Tienes toda la razón. – La rubia asintió. – Y para que ustedes no se divorcien, podrían ir a terapia de pareja.
– ¡Me niego! – Kurt se puso de pie. – No necesitaré terapia para sacar mi matrimonio adelante.
Elliott sonrió como si se sintiera orgulloso de aquello. – ¿lucharías porque nuestro matrimonio no se acabe entonces?
– ¡Claro que sí! ¿Para qué voy a querer esa casa tan grande para mí solo?
- Un momento… ¿Y si esto fue producto de un apocalipsis zombie y somos los únicos sobrevivientes de la tierra? – Brittany cambió sustancialmente el tema de conversación.
Los demás fijaron su atención en la chica rubia como no comprendiendo lo que estaba diciendo.
– Oh, Pequeña. – Elliot giró los ojos.
– ¡Lo digo enserio! ¿Y si peor aún un meteorito se estrelló y afuera todos se están muriendo?
– ¡BRITTANY! – Gritaron los otros tres para hacerla detener con sus comentarios.
– Tu vez demasiada televisión. – Apuntó Santana.
– Además – Observó Kurt. – Si somos los últimos seres vivos en la tierra, no tendríamos como conservar la especie.
Dicho eso, Elliott soltó una carcajada. – Esto es muy curioso.
– ¿A qué te refieres? – Kurt preguntó.
– Que los cuatro pertenecemos a la minoría que allá afuera siempre es asediada por los prejuicios y la discriminación de los demás. – El muchacho respondió frotándose levemente la barba de su mentón. – Y aquí estamos los cuatro, como si nada de eso pudiese importar ahora.
– Oh, este ascensor es como nuestro pequeño refugio. – Britt agregó aplaudiendo de forma infantil.
– Y el final de la especie humana como la conocemos – Sentenció Kurt.
Todos largaron a reír.
Fue entonces que las luces del ascensor comenzaron a parpadear y tras una fuerte sacudida y un crujido de metales la máquina comenzó a moverse.
– ¡Finalmente! – Kurt soltó aliviado.
Fue en una cosa de segundos que el ascensor se abrió de par en par en el quinto piso. Con violencia una corriente de aire los golpeó en la cara, ventilando el interior del ascensor. Hasta ese momento no se habían dado cuenta de lo pesado y caluroso que se había estado dentro, pero es que la conversación había sido tan amena que las dos horas ahí dentro parecieron apenas unos minutos.
Los cuatro muchachos salieron del ascensor y ya en el pasillo cada uno comenzó a acomodar sus ropas, a peinarse y a estirar sus cuerpos algo tensos producto del encierro y las poses que habían adquirido sentados en el suelo.
– Entonces ¿nunca vamos a saber si Kurt y Elliott se divorciaron? – Brittany habló.
– Oh, eso… – Kurt sonrió con ternura.
– ¿Qué tal si vamos a la audición y luego no sé… salimos a beber algo? – Santana inquirió con una amabilidad pocas veces vista. Afuera estaba oscureciendo, y las luces de la ciudad comenzaron a encenderse iluminándolo todo en el exterior.
– Eso suena bien. – Elliott respondió y dadas las sonrisas que tanto la rubia como Kurt esbozaron, podían darse cuenta de que todos estaban de acuerdo con el improvisado plan.
Algo dentro de los cuatro se estaba sintiendo extrañamente a gusto, como si hubiesen encajado cuales piezas de un puzzle aún por armar. Caminaron juntos y en silencio hacia dónde se estaban llevando a cabo las audiciones, al final… ya poco importaba si eran elegidos o no para el evento, lo que todos tenían ahora en la mente era el rumbo que las cosas podían tomar durante la noche que ya estaba sobre sus cabezas.
Hola, soy la autora de esta historia y bueno no sé que decir. Lo escribí recién. Fue algo que me dio por escribir de pronto y no paré hasta ahora (con excepción de un par de minutos en el chat) Lo genial es que sentí que realmente encajaban bien estos cuatro, como piezas de un rompecabezas. Eso, no es tan rara la combinación de personajes ¿no? Y gracias por leer esta historia loca =)
Atte. Di
Blainey Days**** - Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 25/03/2014
Re: One-Shot Kurtana♥ Encerrados
WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA me encanto Miley, me re contra WOW te amo y amo a elliot y a kurt, quiero conocerlso en la vida real bueno volviendo al tema principal del OS, solo diré unas cosas
1. Me fascino
3. amo a elliot y kurt y tambien a Chris y a Adam.
3. me gusto leer que hayas emparejado a Kurt con Elliot ya que casi siempre solo veo OS klaine o Kurbastian me encanto esta idea
4. Haz un fic y que sea la continuación de este OS enserio seria un lector fiel, me cautivaste desde el inicio
espero lo sigas ;), saludiiiiiiiiiiiines!!!!! (>*-*)>
1. Me fascino
3. amo a elliot y kurt y tambien a Chris y a Adam.
3. me gusto leer que hayas emparejado a Kurt con Elliot ya que casi siempre solo veo OS klaine o Kurbastian me encanto esta idea
4. Haz un fic y que sea la continuación de este OS enserio seria un lector fiel, me cautivaste desde el inicio
espero lo sigas ;), saludiiiiiiiiiiiines!!!!! (>*-*)>
EduardoDStarlet-Parker******* - Mensajes : 419
Fecha de inscripción : 31/03/2012
Edad : 26
Re: One-Shot Kurtana♥ Encerrados
EduardoDStarlet-Parker escribió:WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA me encanto Miley, me re contra WOW te amo y amo a elliot y a kurt, quiero conocerlso en la vida real bueno volviendo al tema principal del OS, solo diré unas cosas
1. Me fascino
3. amo a elliot y kurt y tambien a Chris y a Adam.
3. me gusto leer que hayas emparejado a Kurt con Elliot ya que casi siempre solo veo OS klaine o Kurbastian me encanto esta idea
4. Haz un fic y que sea la continuación de este OS enserio seria un lector fiel, me cautivaste desde el inicio
espero lo sigas ;), saludiiiiiiiiiiiines!!!!! (>*-*)>
Ay, mi Liam! Yo también te amo :P
Y estoy pensandome seriamente continuarlo, todo dependerá del tiempo y de la inspiración. Y para ser un OS en dónde no sale Blaine (porque por mí Blaine sería el protagonista de mi vida) creo que quedé conforme con la idea del StarKurt o Kelliott o como se llame este Ship.
Gracias por leer, eres lo mejor :'D
Y estoy pensandome seriamente continuarlo, todo dependerá del tiempo y de la inspiración. Y para ser un OS en dónde no sale Blaine (porque por mí Blaine sería el protagonista de mi vida) creo que quedé conforme con la idea del StarKurt o Kelliott o como se llame este Ship.
Gracias por leer, eres lo mejor :'D
Blainey Days**** - Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 25/03/2014
Re: One-Shot Kurtana♥ Encerrados
Esta muy genial ...
juro que cuando lei rubia imaginé a Dani xD
pero fue genial tener a Britt...que por cierto ve mucha televisión xD
juro que cuando lei rubia imaginé a Dani xD
pero fue genial tener a Britt...que por cierto ve mucha televisión xD
Tat-Tat******* - Mensajes : 469
Fecha de inscripción : 06/07/2013
Re: One-Shot Kurtana♥ Encerrados
Esta genial, te felicito, dime hay un segundo capítulo.
Gabriela Cruz-*-* - Mensajes : 3230
Fecha de inscripción : 07/04/2013
Re: One-Shot Kurtana♥ Encerrados
Leí este OS antes y quería comentarlo pero no tenia cuenta y ahora que la tengo:
Mira no me puedes dejar así tienes que decirme que paso después. Me encanto
Es la primera vez que leo algo Starkurt o Kurtchild o Kelliot (en español) y fue genial. Estoy esperando la continuación en un fic
Mira no me puedes dejar así tienes que decirme que paso después. Me encanto
Es la primera vez que leo algo Starkurt o Kurtchild o Kelliot (en español) y fue genial. Estoy esperando la continuación en un fic
Invitado- Invitado
Re: One-Shot Kurtana♥ Encerrados
Di... No hay nada mejor que un One Shot que contenga Brittana y uno de mis Guilty Pleasures... Me gusto :D...
besos
besos
Gaby Klainer********-*- - Mensajes : 911
Fecha de inscripción : 01/07/2013
Edad : 24
Re: One-Shot Kurtana♥ Encerrados
Lo amé lo amé!!!!
Los dialogos son perfectamente divertidos y Brittana!!!! Ame la actitud de Santana y de Britt ni hablar.
Porfa siguelo, esta buenisimo!!!jajajja cuando lei el titulo casi ni lo habro porque me imagine Kurtana y ya me parecia de locos pero ahora no arrepiento esta increible!!
Los dialogos son perfectamente divertidos y Brittana!!!! Ame la actitud de Santana y de Britt ni hablar.
Porfa siguelo, esta buenisimo!!!jajajja cuando lei el titulo casi ni lo habro porque me imagine Kurtana y ya me parecia de locos pero ahora no arrepiento esta increible!!
naty_LOVE_GLEE- ---
- Mensajes : 594
Fecha de inscripción : 06/05/2013
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Lun Mar 14, 2022 3:20 pm por Laidy T
» Busco fanfic brittana
Lun Feb 28, 2022 10:01 pm por lana66
» Busco fanfic
Sáb Nov 21, 2020 2:14 pm por LaChicken
» [Resuelto]Brittana: (Adaptación) El Oscuro Juego de SATANÁS... (Gp Santana) Cap. 7 Cont. Cap. 8
Jue Sep 17, 2020 12:07 am por gaby1604
» [Resuelto]FanFic Brittana: La Esposa del Vecino (Adaptada) Epílogo
Mar Sep 08, 2020 9:19 am por Isabella28
» Brittana: Destino o Accidente (GP Santana) Actualizado 17-07-2017
Dom Sep 06, 2020 10:27 am por Isabella28
» [Resuelto]Mándame al Infierno pero Besame (adaptación) Gp Santana Cap. 18 y Epilogo
Vie Sep 04, 2020 12:54 am por gaby1604
» Fic Brittana----Más aya de lo normal----(segunda parte)
Mar Ago 25, 2020 7:50 pm por atrizz1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Lun Ago 03, 2020 5:10 pm por marthagr81@yahoo.es
» Que pasó con Naya?
Miér Jul 22, 2020 6:54 pm por marthagr81@yahoo.es
» [Resuelto]FanFic Brittana: Medianoche V (Adaptada) Cap 31
Jue Jul 16, 2020 7:16 am por marthagr81@yahoo.es
» No abandonen
Miér Jun 17, 2020 3:17 pm por Faith2303
» FanFic Brittana: " Glimpse " Epilogo
Vie Abr 17, 2020 12:26 am por Faith2303
» FanFic Brittana: Pídeme lo que Quieras 4: Y Yo te lo Daré (Adaptada) Epílogo
Lun Ene 20, 2020 1:47 pm por thalia danyeli
» Brittana, cafe para dos- Capitulo 16
Dom Oct 06, 2019 8:40 am por mystic
» brittana. amor y hierro capitulo 10
Miér Sep 25, 2019 9:29 am por mystic
» holaaa,he vuelto
Jue Ago 08, 2019 4:33 am por monica.santander
» [Resuelto]FanFic Brittana: Wallbanger 3 Last Call (Adaptada) Epílogo
Miér Mayo 08, 2019 9:25 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Comportamiento (Adaptada) Epílogo
Miér Abr 10, 2019 9:29 pm por 23l1
» [Resuelto]FanFic Brittana: Justicia V (Adaptada) Epílogo
Lun Abr 08, 2019 8:29 pm por 23l1