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One-Shot Brittana♥ First Date
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monicagleek
Blainey Days
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One-Shot Brittana♥ First Date
Resumen: Santana tendrá una cita. Podría considerarse continuación de esto que está aquí
One shot: First Date
Santana odiaba la idea de las citas. Para ella una cita era la antesala a algo más grande. Significaba a lo mejor hasta el fin de su soltería, su libertad, su espacio y sus noches de sexo casual con la chica de turno. Una cita generalmente se organizaba con la predicción de que un primer encuentro, un coqueteo insignificante, un flirteo momentáneo comience a tomar forma y a despegar en lo que podría suponerse una relación estable. Pero lo que más odiaba Santana era La primera cita. Aquella en la que debía poner mayor atención a la conversación, aquella en la que se producían silencios incómodos e incluso momentos vergonzosos. Aquella primera cita en la que debía atender a su compañera con total disposición. Complacer a la chica que tenía al lado y seguirla en cada una de sus ideas y así lograr la mejor impresión posible y quién sabe ganarse una segunda cita.
Para Santana ir a una primera cita era como caminar hacia una guillotina. Era ponerse al desnudo a que la juzgaran de pies a cabeza. Que analizaran su sentido del humor, sus gustos musicales. Era poner en juego su manera de vestir, de caminar e incluso su forma de besar. Era contar parte de su vida y poner sobre la mesa las decisiones que había tomado a su corta edad y es que era todo en cuanto tenía para ofrecer. Si a la otra persona le gustaba lo que veía y escuchaba, entonces Santana había conseguido hacerlo bien.
Por eso es que la latina odiaba las citas. Porque nunca conseguía dar una buena impresión, y nunca la volvían a invitar a salir.
Pero ahí estaba. Tras haber sido persuadida por su mejor amigo Kurt, la latina nuevamente había aceptado una cita.
Santana se removió en el sofá más grande del loft. Suspiró. Sinceramente tenía mejores cosas que hacer un viernes por la noche que sentarse a charlar con alguien que seguramente la estaría juzgando con detenimiento durante toda la velada. Sin embargo, allí estaba, sentada en uno de los sofás que a rubia tenía en su departamento.
– Salgo en un minuto. – Brittany, gritó desde el interior de su baño.
– ¡Está bien! – Santana respondió desde su lugar. Habían quedado en cenar juntas y según como salieran las cosas irían agregando más cosas que hacer en su velada. – No hay prisa… – agregó, aunque más que decírselo a la chica, se lo decía a sí misma.
Santana y Brittany se habían conocido por casualidad en un ascensor semanas atrás cuando ambas en compañía de sus mejores amigos se disponían a presentarse en una audición. Pero las cosas en un principio no salieron como tenían planeado. El ascensor se había detenido y los cuatro muchachos quedaron atrapados dentro. El resto fue historia: se cayeron bien, congeniaron, pasaron el rato y luego de que pudieran salir del ascensor y tras haber adicionado los cuatro decidieron salir juntos y pasarlo bien.
Desde entonces no habían perdido el contacto. Santana y la rubia rápidamente se convirtieron en cercanas y comenzaron a hacer cosas juntas: salir, verse en el gimnasio, algunos almuerzos esporádicos, noches de película hasta llegar al punto en el cuál se encontraban ahora: Intentándolo. Aunque ninguna de las dos lo había mencionado, en el fondo ambas sabían que esta era su primera cita oficial, y de resultar las cosas bien el principio de su relación.
- ¡Listo! ¿Qué tal? – Brittany exclamó de la nada, parándose frente a su amiga sacándola de su ensimismamiento.
Santana inmediatamente levantó la vista para ver a su compañera. Pero no había gesto facial que pudiese reflejar en su rostro la impresión que se llevó al ver a la rubia vestida para la ocasión. – Uh …hum…
- ¿Qué sucede? – Preguntó Brittany.
- Yo.. he… linda pijama. – La latina respondió sin comprenderlo del todo. Pero así era. Brittany llevaba puesto lo que parecía un pijama de dos piezas, pantalón y chaqueta rosada con corazones blancos esparcidos por todos lados. Y sus pies cómodamente calzando un par de pantuflas blancas de algún material felpudo del cuál Santana desconocía el nombre.
- ¿Te gusta? Es muy cómoda. – La rubia asintió sentándose al lado de la morena y apoyó su cabeza en el hombro de la latina. – Además me mantiene tibia. Verás he olvidado pagar las cuentas y me han cortado la calefacción central. – Suspiró.
Santana intentaba ponerle atención, de verdad que sí. Pero la situación la había descolocado un poco. ¿Qué acaso no tendrían una cita? Y de pronto se sintió un poco tonta al respecto. Quizás era la única de las dos que había malentendido las cosas, y la rubia la veía solo como a una amiga y nada más.
Parpadeó dos veces intentando reprimir un suspiro lleno de nostalgia. No quería evidenciarse frente a la rubia, lo mejor sería soportar la noche con dignidad y al volver a casa si le apetecía, lanzarse sobre su cama a llorar.
Brittany rio de pronto, su risa se coló por el hombro de Santana haciéndola sentir pequeñas vibraciones que alcanzaron su cuello. Santana se acomodó un poco sobre el sofá y sin cambiar su posición preguntó a la rubia el motivo de su risa.
– Es que… Jamás he puesto atención a lo que te gusta comer cuando almorzamos juntas y pues, no sabía que hacerte de cenar esta noche. – Respondió Brittany.
Santana parpadeó. – ¿Me hiciste de cenar?
– ¡Duh! – Britt exclamó sentándose de rodillas sobre el sillón. – ¿Cómo podría ser esto una cita sin la cena?
El rostro de Santana se ruborizó automáticamente sin dejarle tiempo a la latina para reaccionar – ¿Entonces si es una cita?
– ¿Y qué te hizo suponer que no lo era? – Brittany frunció el ceño con ternura. Parecía una niña, siempre con aires despistados.
Santana la observó de piez a cabeza.
– ¿Crees que porque llevo pijama esto ha dejado de ser algo serio? – La voz de la rubia sonó con algo de resentimiento. – Estamos en mi casa, me estás viendo en pijama. Quiero que me conozcas así, sin nada que esconder.
Santana sonrió con calidez. Si había algo para lo que no se había preparado era para recibir una respuesta como aquella. Y con todo lo que odiaba las citas, la forma en que Brittany lo estaba viendo todo, era como la rubia pudiese leerle el pensamiento.
– Odio salir a una cita. – Masculló la latina. Seguía sorprendida y le estaba tomando esfuerzo extra poder volver a hilar la conversación.
– Yo también las odio. – La rubia asintió. – Son tontas. Todos en las citas quieren causar una buena impresión. Así que se visten exageradamente, retocan sus historias personales agrandando sus logros y ocultando sus fracasos. Es como si nadie fuese sincero y al final uno se termina enamorando de alguien que no existe.
Santana asintió. Su corazón estaba a punto de explotar contra su pecho. Su ritmo cardiaco estaba acelerado más que de costumbre.
– Yo no quiero impresionarte, Santana… – Brittany tomó la palabra. – Yo quiero gustarte y que me quieras así como soy. Para impresionarte tendré toda una relación por delante, claro… Si me concedes una segunda cita y logro hacerte mi novia.
Santana no podía concebir lo que realmente estaba viendo y escuchando. Su mandíbula cayó. La rubia estaba frente suyo, preocupada por gustarle tal cual. Cuando ella, la propia Santana era a quién le preocupaba en el fondo la quisieran y la aceptaran como era. No lo podía creer.
Santana se encontró así mismo inclinándose instantáneamente, era algo parecido a una atracción magnética. – Britt… tú me gustas.
La rubia se ruborizó. – Pero la cita ni siquiera ha comenzado – Estaba a punto de ponerse tartamuda.
– ¿Bromeas? – Santana puso su mano cariñosamente en torno a la mejilla de Brittany. – Hasta ahora ha sido la mejor cita de la historia.
– ¿Entonces te he convencido con mi discurso? – Britt sonrió con suspicacia.
– Si es lo que querías, pues sí. – Santana admitió.
La rubia se lanzó al cuello de Santana y con sus brazos la rodeó en un fuerte abrazo. Santana pudo sentir la respiración de la rubia tras su oreja. La sensación era inexplicable. Tanto que su cuerpo pidió distanciarse de la rubia con la sola intención de contemplarle de cerca. Brittany era perfecta, tenía una piel tersa y saludable. La forma de sus labios era fina y el color natural de estos cautivador. El corazón de Santana dio un vuelco e instintivamente se humedeció los labios, quería besarla, y lo hubiese hecho, pero fue la rubia quién tomó la iniciativa.
A Santana el beso la tomó por sorpresa. Brittany había acortado la brecha que había entre ellas dos evitando todo tipo de distancia y rápidamente cerró sus labios contra los de la latina en un movimiento suave y coordinado. La latina sintió como si no tuviera control sobre sí misma, sus débiles manos volaron intentando encontrar la cintura de su compañera, necesitaba afirmarse del cuerpo de la otra bailarina.
Ambas ladearon sus cabezas de lado contrario encontrando una posición más cómoda para el beso. Sus mandíbulas aflojadas, y las manos de la rubia deslizándose de arriba abajo por la espalda de Santana.
Las dos muchachas suspiraron al unísono.
Las manos de Brittany pronto comenzaron a recorrer el cuerpo de Santana desde la espalda hacia la cintura, en un incesante vaivén que a Santana estaba haciendo estremecer. La morena de forma entusiasta correspondió las acciones de la rubia y dejó que sus manos también descubrieran el cuerpo de la otra.
Brittany se inclinó hacia adelante obligando a Santana hecharsae hacia atrás hasta caer de cuerpo entero sobre el sofá con la rubia encima. La chica rompió el beso solo para susurrar – he querido hacer esto desde hace como una semana, Santana.
Santana maldijo internamente. Sus estúpidas hormonas estaban actuando tal como si fuese una adolecente y las palabras de Brittany solo empeoraban el momento, aunque de una buena manera porque jamás había sentido tanto placer y revoloteo de mariposas en su estómago como estaba sintiendo ahora. Santana apretó los labios para abstenerse de hacer cualquier tipo de ruido. Sabía que toda su cara estaba probablemente de un color rojo brillante, sus ojos se oscurecieron con cada segundo que pasaba. La situación se estaba volviendo un desastre caliente y si seguían así, probablemente terminarían en la cama mucho antes de cenar siquiera.
Santana se separó un poco y besó la frente de Brittany. – Entonces… ¿Yo también te gusto? – Dijo y colocó un beso en la nariz de la rubia mientras intentaba peinar sus dorados cabellos por detrás de su oreja.
– Bueno, es lo que he estado intentando decirte. – Brittany sonrió, dejando un suave beso en los labios de Santana.
Ambas se reincorporaron tomando asiento una al lado de la otra. Se sentía helado estar así, sin sentir el cuerpo de la otra tan próximo. Pero era mejor así, hacer las cosas con calma, porque ya tendrían toda una relación por delante para saltarse la cena e ir directo a la cama.
Santana apoyó su frente en el hombro de Brittany y dejó que sus se cerraran, para disfrutar de las delicadas caricias que la rubia le estaba proporcionando.
– San…, tú eres una chica muy especial.
Santana abrió los ojos. ¿Cuántas personas en el mundo le decían eso? A Santana solo le bastaron los dedos de una de sus manos para contar. – Tú eres increíble. – Fue todo lo que pudo decir de vuelta.
– Lo sé. – La rubia asintió sonriendo con picardía. – entonces, ya que todo va marchando a la perfección. ¿Qué tal si cenamos y luego vemos una película?
Santana rio. – Lo que tu decidas estará bien por mí.
Brittany pareció dudarlo unos segundos. – ¿Lo que yo decida?
Santana asintió.
– Pues entonces creo que la cena tendrá que esperar. – Respondió sin dejar a la latina reaccionar. Para cuando Santana lo comprendió todo, ambas ya estaban nuevamente sobre el sillón, cuerpos entrelazados y labios juntos. Y Santana no pudo evitar preguntarse que podrían hacer para superar esta cita la próxima vez.
Para Santana ir a una primera cita era como caminar hacia una guillotina. Era ponerse al desnudo a que la juzgaran de pies a cabeza. Que analizaran su sentido del humor, sus gustos musicales. Era poner en juego su manera de vestir, de caminar e incluso su forma de besar. Era contar parte de su vida y poner sobre la mesa las decisiones que había tomado a su corta edad y es que era todo en cuanto tenía para ofrecer. Si a la otra persona le gustaba lo que veía y escuchaba, entonces Santana había conseguido hacerlo bien.
Por eso es que la latina odiaba las citas. Porque nunca conseguía dar una buena impresión, y nunca la volvían a invitar a salir.
Pero ahí estaba. Tras haber sido persuadida por su mejor amigo Kurt, la latina nuevamente había aceptado una cita.
Santana se removió en el sofá más grande del loft. Suspiró. Sinceramente tenía mejores cosas que hacer un viernes por la noche que sentarse a charlar con alguien que seguramente la estaría juzgando con detenimiento durante toda la velada. Sin embargo, allí estaba, sentada en uno de los sofás que a rubia tenía en su departamento.
– Salgo en un minuto. – Brittany, gritó desde el interior de su baño.
– ¡Está bien! – Santana respondió desde su lugar. Habían quedado en cenar juntas y según como salieran las cosas irían agregando más cosas que hacer en su velada. – No hay prisa… – agregó, aunque más que decírselo a la chica, se lo decía a sí misma.
Santana y Brittany se habían conocido por casualidad en un ascensor semanas atrás cuando ambas en compañía de sus mejores amigos se disponían a presentarse en una audición. Pero las cosas en un principio no salieron como tenían planeado. El ascensor se había detenido y los cuatro muchachos quedaron atrapados dentro. El resto fue historia: se cayeron bien, congeniaron, pasaron el rato y luego de que pudieran salir del ascensor y tras haber adicionado los cuatro decidieron salir juntos y pasarlo bien.
Desde entonces no habían perdido el contacto. Santana y la rubia rápidamente se convirtieron en cercanas y comenzaron a hacer cosas juntas: salir, verse en el gimnasio, algunos almuerzos esporádicos, noches de película hasta llegar al punto en el cuál se encontraban ahora: Intentándolo. Aunque ninguna de las dos lo había mencionado, en el fondo ambas sabían que esta era su primera cita oficial, y de resultar las cosas bien el principio de su relación.
- ¡Listo! ¿Qué tal? – Brittany exclamó de la nada, parándose frente a su amiga sacándola de su ensimismamiento.
Santana inmediatamente levantó la vista para ver a su compañera. Pero no había gesto facial que pudiese reflejar en su rostro la impresión que se llevó al ver a la rubia vestida para la ocasión. – Uh …hum…
- ¿Qué sucede? – Preguntó Brittany.
- Yo.. he… linda pijama. – La latina respondió sin comprenderlo del todo. Pero así era. Brittany llevaba puesto lo que parecía un pijama de dos piezas, pantalón y chaqueta rosada con corazones blancos esparcidos por todos lados. Y sus pies cómodamente calzando un par de pantuflas blancas de algún material felpudo del cuál Santana desconocía el nombre.
- ¿Te gusta? Es muy cómoda. – La rubia asintió sentándose al lado de la morena y apoyó su cabeza en el hombro de la latina. – Además me mantiene tibia. Verás he olvidado pagar las cuentas y me han cortado la calefacción central. – Suspiró.
Santana intentaba ponerle atención, de verdad que sí. Pero la situación la había descolocado un poco. ¿Qué acaso no tendrían una cita? Y de pronto se sintió un poco tonta al respecto. Quizás era la única de las dos que había malentendido las cosas, y la rubia la veía solo como a una amiga y nada más.
Parpadeó dos veces intentando reprimir un suspiro lleno de nostalgia. No quería evidenciarse frente a la rubia, lo mejor sería soportar la noche con dignidad y al volver a casa si le apetecía, lanzarse sobre su cama a llorar.
Brittany rio de pronto, su risa se coló por el hombro de Santana haciéndola sentir pequeñas vibraciones que alcanzaron su cuello. Santana se acomodó un poco sobre el sofá y sin cambiar su posición preguntó a la rubia el motivo de su risa.
– Es que… Jamás he puesto atención a lo que te gusta comer cuando almorzamos juntas y pues, no sabía que hacerte de cenar esta noche. – Respondió Brittany.
Santana parpadeó. – ¿Me hiciste de cenar?
– ¡Duh! – Britt exclamó sentándose de rodillas sobre el sillón. – ¿Cómo podría ser esto una cita sin la cena?
El rostro de Santana se ruborizó automáticamente sin dejarle tiempo a la latina para reaccionar – ¿Entonces si es una cita?
– ¿Y qué te hizo suponer que no lo era? – Brittany frunció el ceño con ternura. Parecía una niña, siempre con aires despistados.
Santana la observó de piez a cabeza.
– ¿Crees que porque llevo pijama esto ha dejado de ser algo serio? – La voz de la rubia sonó con algo de resentimiento. – Estamos en mi casa, me estás viendo en pijama. Quiero que me conozcas así, sin nada que esconder.
Santana sonrió con calidez. Si había algo para lo que no se había preparado era para recibir una respuesta como aquella. Y con todo lo que odiaba las citas, la forma en que Brittany lo estaba viendo todo, era como la rubia pudiese leerle el pensamiento.
– Odio salir a una cita. – Masculló la latina. Seguía sorprendida y le estaba tomando esfuerzo extra poder volver a hilar la conversación.
– Yo también las odio. – La rubia asintió. – Son tontas. Todos en las citas quieren causar una buena impresión. Así que se visten exageradamente, retocan sus historias personales agrandando sus logros y ocultando sus fracasos. Es como si nadie fuese sincero y al final uno se termina enamorando de alguien que no existe.
Santana asintió. Su corazón estaba a punto de explotar contra su pecho. Su ritmo cardiaco estaba acelerado más que de costumbre.
– Yo no quiero impresionarte, Santana… – Brittany tomó la palabra. – Yo quiero gustarte y que me quieras así como soy. Para impresionarte tendré toda una relación por delante, claro… Si me concedes una segunda cita y logro hacerte mi novia.
Santana no podía concebir lo que realmente estaba viendo y escuchando. Su mandíbula cayó. La rubia estaba frente suyo, preocupada por gustarle tal cual. Cuando ella, la propia Santana era a quién le preocupaba en el fondo la quisieran y la aceptaran como era. No lo podía creer.
Santana se encontró así mismo inclinándose instantáneamente, era algo parecido a una atracción magnética. – Britt… tú me gustas.
La rubia se ruborizó. – Pero la cita ni siquiera ha comenzado – Estaba a punto de ponerse tartamuda.
– ¿Bromeas? – Santana puso su mano cariñosamente en torno a la mejilla de Brittany. – Hasta ahora ha sido la mejor cita de la historia.
– ¿Entonces te he convencido con mi discurso? – Britt sonrió con suspicacia.
– Si es lo que querías, pues sí. – Santana admitió.
La rubia se lanzó al cuello de Santana y con sus brazos la rodeó en un fuerte abrazo. Santana pudo sentir la respiración de la rubia tras su oreja. La sensación era inexplicable. Tanto que su cuerpo pidió distanciarse de la rubia con la sola intención de contemplarle de cerca. Brittany era perfecta, tenía una piel tersa y saludable. La forma de sus labios era fina y el color natural de estos cautivador. El corazón de Santana dio un vuelco e instintivamente se humedeció los labios, quería besarla, y lo hubiese hecho, pero fue la rubia quién tomó la iniciativa.
A Santana el beso la tomó por sorpresa. Brittany había acortado la brecha que había entre ellas dos evitando todo tipo de distancia y rápidamente cerró sus labios contra los de la latina en un movimiento suave y coordinado. La latina sintió como si no tuviera control sobre sí misma, sus débiles manos volaron intentando encontrar la cintura de su compañera, necesitaba afirmarse del cuerpo de la otra bailarina.
Ambas ladearon sus cabezas de lado contrario encontrando una posición más cómoda para el beso. Sus mandíbulas aflojadas, y las manos de la rubia deslizándose de arriba abajo por la espalda de Santana.
Las dos muchachas suspiraron al unísono.
Las manos de Brittany pronto comenzaron a recorrer el cuerpo de Santana desde la espalda hacia la cintura, en un incesante vaivén que a Santana estaba haciendo estremecer. La morena de forma entusiasta correspondió las acciones de la rubia y dejó que sus manos también descubrieran el cuerpo de la otra.
Brittany se inclinó hacia adelante obligando a Santana hecharsae hacia atrás hasta caer de cuerpo entero sobre el sofá con la rubia encima. La chica rompió el beso solo para susurrar – he querido hacer esto desde hace como una semana, Santana.
Santana maldijo internamente. Sus estúpidas hormonas estaban actuando tal como si fuese una adolecente y las palabras de Brittany solo empeoraban el momento, aunque de una buena manera porque jamás había sentido tanto placer y revoloteo de mariposas en su estómago como estaba sintiendo ahora. Santana apretó los labios para abstenerse de hacer cualquier tipo de ruido. Sabía que toda su cara estaba probablemente de un color rojo brillante, sus ojos se oscurecieron con cada segundo que pasaba. La situación se estaba volviendo un desastre caliente y si seguían así, probablemente terminarían en la cama mucho antes de cenar siquiera.
Santana se separó un poco y besó la frente de Brittany. – Entonces… ¿Yo también te gusto? – Dijo y colocó un beso en la nariz de la rubia mientras intentaba peinar sus dorados cabellos por detrás de su oreja.
– Bueno, es lo que he estado intentando decirte. – Brittany sonrió, dejando un suave beso en los labios de Santana.
Ambas se reincorporaron tomando asiento una al lado de la otra. Se sentía helado estar así, sin sentir el cuerpo de la otra tan próximo. Pero era mejor así, hacer las cosas con calma, porque ya tendrían toda una relación por delante para saltarse la cena e ir directo a la cama.
Santana apoyó su frente en el hombro de Brittany y dejó que sus se cerraran, para disfrutar de las delicadas caricias que la rubia le estaba proporcionando.
– San…, tú eres una chica muy especial.
Santana abrió los ojos. ¿Cuántas personas en el mundo le decían eso? A Santana solo le bastaron los dedos de una de sus manos para contar. – Tú eres increíble. – Fue todo lo que pudo decir de vuelta.
– Lo sé. – La rubia asintió sonriendo con picardía. – entonces, ya que todo va marchando a la perfección. ¿Qué tal si cenamos y luego vemos una película?
Santana rio. – Lo que tu decidas estará bien por mí.
Brittany pareció dudarlo unos segundos. – ¿Lo que yo decida?
Santana asintió.
– Pues entonces creo que la cena tendrá que esperar. – Respondió sin dejar a la latina reaccionar. Para cuando Santana lo comprendió todo, ambas ya estaban nuevamente sobre el sillón, cuerpos entrelazados y labios juntos. Y Santana no pudo evitar preguntarse que podrían hacer para superar esta cita la próxima vez.
¡Ay, no sé! Solo quise escribir acerca de estas dos. Es cortito, lo sé. Espero les haya gustado.
Atte. Di
Blainey Days**** - Mensajes : 153
Fecha de inscripción : 25/03/2014
Re: One-Shot Brittana♥ First Date
Muy bueno, me ha gustado como ha seguido en relacion al anterior.
Aunque yo fliparia si mi cita se presentara en pijama jajaja
Aunque yo fliparia si mi cita se presentara en pijama jajaja
monicagleek- ---
- Mensajes : 523
Fecha de inscripción : 25/11/2013
Edad : 27
Re: One-Shot Brittana♥ First Date
Awwww...tipo conti de la anterior...
la amé...
eres genial.
has un fic largo (si es que no has hecho uno ya)
Tendrías una fiel lectora.
Saludos*
la amé...
eres genial.
has un fic largo (si es que no has hecho uno ya)
Tendrías una fiel lectora.
Saludos*
Tat-Tat******* - Mensajes : 469
Fecha de inscripción : 06/07/2013
Re: One-Shot Brittana♥ First Date
me gusto mucho en verdad esta muy bueno, ojala lo puedas continuar
imperio0720****** - Mensajes : 322
Fecha de inscripción : 19/04/2012
Re: One-Shot Brittana♥ First Date
Muy buenooo!!! me gusto mucho, estaria perfecto para continuarlo, pero es perfecto
Sanny25- ---
- Mensajes : 580
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Edad : 27
Re: One-Shot Brittana♥ First Date
Awww. Me leí primero el de "Kurtana" y luego este! Me encantaron las parte Brittana y las parte de risa Me enamoré de lo que dijo Britt a Santana fue comooooooo Muy muy romántico y también los pensamientos de ambas sobre las citasss. Básicamente todo! Espero ver otra cosa escrita por vos por acá pronto!! Nos vemosss.
Britt_**** - Mensajes : 155
Fecha de inscripción : 15/07/2014
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Lun Mar 14, 2022 3:20 pm por Laidy T
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Lun Feb 28, 2022 10:01 pm por lana66
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Mar Sep 08, 2020 9:19 am por Isabella28
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Mar Ago 25, 2020 7:50 pm por atrizz1
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Lun Ago 03, 2020 5:10 pm por marthagr81@yahoo.es
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Miér Jul 22, 2020 6:54 pm por marthagr81@yahoo.es
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Jue Jul 16, 2020 7:16 am por marthagr81@yahoo.es
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Vie Abr 17, 2020 12:26 am por Faith2303
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Lun Ene 20, 2020 1:47 pm por thalia danyeli
» Brittana, cafe para dos- Capitulo 16
Dom Oct 06, 2019 8:40 am por mystic
» brittana. amor y hierro capitulo 10
Miér Sep 25, 2019 9:29 am por mystic
» holaaa,he vuelto
Jue Ago 08, 2019 4:33 am por monica.santander
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Miér Mayo 08, 2019 9:25 pm por 23l1
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Miér Abr 10, 2019 9:29 pm por 23l1
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Lun Abr 08, 2019 8:29 pm por 23l1