Fanfic Brittana - Dominada por el deseo - Capitulo 1

Prólogo

Ella no sabía que había algo por lo que estaba dispuesta a suplicar...

Brittany S. Pierce ha sido testigo de muchas cosas extravagantes como presentadora de un programa de televisión sobre sexo. Pero nunca había conocido a una mujer como Santana López, un reconocida maestra de las artes eróticas que desea proporcionarle todo
aquello por lo que ella suspira en secreto. Aunque Santana es guardaespaldas y pretende protegerla del acosador que la persigue, Brittany no se siente en absoluto segura en su presencia.
Cuando comienza a participar en los juegos que ella le propone, que la someten a su voluntad, intuye que sus motivos no son tan inocentes como parecen, pero no
imagina lo personales que pueden llegar a ser. Y así, seduciendola, dominandola, Santana hará realidad sus más profundas fantasías...

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Bueno soy nueva y es mi primer fanfic avisenme si quieren que lo siga! :)
                                                                                                      Alejandra

Si *--* tienes que seguirlo!
Definitivamente :D

Saludos :)

Me gusta, suena interesante.

Me gustaría ya leer el primer capítulo.

Me gustaría que la siguieras...

Saludos. ;)

Ufff me encantaaa!!
Siguela :D!

Dominada por el deseo
Capítulo 1

— ¿Te has permitido alguna vez dejarte llevar por una mujer cuyo único propósito sea el de darte placer?

Las palabras aparecieron en la pantalla del portátil de Brittany Pierce. Inspiró, sobresaltada. Hacía menos de tres minutos que había conocido a esa mujer en un chat. ¿Cómo podía saber qué era eso lo que ella quería?
Debía de haberlo intuido o adivinado de alguna manera. No le había contado nada sobre sí misma, ni una sola cosa salvo su nombre y que quería entrevistarle para su programa de televisión por cable.
Pero mientras ella permanecía en silencio, anonadada, ella dejó al descubierto sus secretos.

— ¿No quieres que una mujer mire en tu interior, que conozca tus más íntimas fantasías, ésas tan oscuras que ni siquiera cuentas a tus amigos, y que consiga que se hagan realidad?

Brittany sintió que una oleada de deseo se le anudaba en el vientre y le comenzaron a sudar las manos. Tragó saliva. La silenciosa sala de estar empezaba a teñirse con todos los colores del atardecer.
Pierce se removió en el sofá de cuero negro, intentando ignorar esos deseos que le rondaban en la cabeza.

Esto era trabajo. Ella era trabajo. No era buena idea perder la cabeza por la que sería su próxima entrevistada. Puede que sólo fuera un programa nocturno de entrevistas para la televisión por cable, pero Provócame era su trabajo, su creación, su pequeña rebelión... su vida.

Además, desear a una mujer de la que no sabía ni siquiera su verdadero nombre, a la que jamás había visto en persona —cuyo estilo de vida ni siquiera conocía—, era, sencillamente, una estupidez.

—Entonces, Ama S, ¿qué hace una Ama? —Tecleó la respuesta, decidida a mantener una conversación ligera—. ¿Convertir las fantasías en realidad?

—Algunas —respondió él al fin—. Pero eso simplificaría demasiado la cuestión. Lo más importante es contar con la confianza de tu pareja. La confianza es importante en cualquier relación, especialmente en una que implica Dominación y Sumisión. Si ésta no existe, ¿cómo podría una mujer entregarse libremente al cuidado de su pareja sin estar segura de que su bienestar y su seguridad siempre serán lo primero para ella? ¿Cómo podría saber que su Ama la comprenderá hasta el punto de hacer realidad cada una de sus fantasías más atrevidas?

¿La dominación era algo más que atar a alguien a la cama para echar un polvo? La sorpresa hizo que Brittany frunciera el ceño. Confianza, seguridad, comprensión... tenía que admitir que todo ello sonaba como una fantasía en sí mismo. Era cierto que ella había echado en falta todas esas cualidades en la relación con su último novio, Sam, en especial, la comprensión.

—La confianza permite que una mujer conecte con esa parte primitiva de su ser que implora rendirse a la misericordia de su Ama, sin saber si los planes que éste tiene para ella implican placer, dolor, o ambas cosas a la vez

Brittany no podía negar que la Ama S, le intrigaba más ahora que cuando uno de sus ayudantes de producción, Noah, le había pasado su biografía.
Entrando en su correo electrónico, abrió el dossier que le habían proporcionado y lo releyó de nuevo.

«Activa practicante de técnicas de dominación y sadomasoquismo durante casi diez años, la Ama S ha experimentado todas las facetas, pero continúa aprendiendo. Posee una compañía de seguridad personal y ha sido guardaespaldas de senadores, diplomáticos y deportistas. Graduada en West Point, también ha prestado servicio en las Fuerzas Especiales del Ejército como jefa de equipo antes de pedir la baja voluntaria».

Pierce cerró el correo electrónico. El párrafo revelaba mucho de la mujer cuyas palabras la hacían estremecer con oscuras fantasías. Autodisciplina, honor, coraje. Pero al mismo tiempo decían muy poco de ella. ¿Quién era esa tipa?  ¿Sería cierto que podía atar a una mujer y jugar con ella hasta hacerla implorar?

— ¿Señorita Pierce?—Su nombre apareció en la pantalla—. ¿Sigues ahí?
—Lo siento. Estaba pensando. Al parecer tengo que aprender más del tema para hacer bien el programa. Supongo que pensé que todo consistía en ataduras de terciopelo y esposas.
—También consiste en eso.
Ella se rió, ignorando el deseo que se le enroscó en el vientre... y más abajo. Sentir curiosidad no la convertía en una depravada. Por supuesto que no. Sencillamente sentía interés en conocer las costumbres de otras personas.
—Pero además es un intercambio de poder y confianza —tecleó ella—. Una mujer elige entregar su cuerpo y su mente a su Ama. Rinde su cuerpo y su libertad a cualquier cosa que ella desee.
« ¿Qué tipo de rendición?» Exigió saber una vocecita en su interior. Miles de oscuras imágenes de sus más íntimas fantasías le inundaron la cabeza: ella arrodillada ante esa desconocida, ella ordenándole que abriera las piernas para poder examinarla a sus anchas, ella atada a la cama mientras ella se disponía a hacer cualquier cosa que quisiera.
Aturdida por el escandaloso rumbo que llevaban sus pensamientos, se obligó a ignorarlos e inhaló con fuerza.
Había leído que mucha gente tenía fantasías de sumisión en algún momento de su vida. Tenerlas era algo normal, no importaba lo que hubiera dicho Sam.
Brittany volvió a removerse inquieta sobre el sofá de cuero, ignorando la humedad que sentía entre las piernas.

—Pero una relación de sumisión consiste en mucho más —escribió la Ama S—. ¿Cómo es posible atar a alguien, vendarle los ojos, dejar a oscuras la habitación donde se encuentra y aún así conservar su confianza? ¿Cómo desarrollar una relación gratificante cuando sólo una de las partes tiene todo el poder?

«Exacto».
La mirada de Brittany permaneció anclada en la pantalla mientras esperaba que él escribiera más. Durante una dilatada y silenciosa pausa contuvo el aliento, pero no ocurrió nada. La Ama S no iba a revelar nada más. Supuso que era así como actuaba en el dormitorio. Que tendría la virtud de dar y de no dar.
Finalmente, una larga respuesta apareció en la pequeña ventana del chat.

—Lo siento, acabo de recibir una llamada urgente. Tengo que irme. Si crees que puedo ayudarte con el programa podemos quedar. Te responderé entonces a todas las preguntas que quieras hacerme. En un lugar público si lo prefieres, así no tendrás que preocuparte de que sea una asesina en serie intentando camelarte. Será más rápido. Soy muy buena dominando, pero no escribiendo a máquina. Aún tecleo con dos dedos.

Pierce contuvo su impaciencia. Algo no demasiado difícil cuando esa mujer la hacía sonreír con sus chistes.

—De acuerdo —contestó—. ¿Podemos quedar mañana a las tres? He estado «googleando» y he encontrado un lugar que parece ser bastante popular en Lafayette, llamado La Roux. ¿Lo conoces?
—Cher, soy de aquí. Conozco hasta las grietas de las aceras.
Brittany sonrió y tecleó:
— ¿Cher? ¡No soy ni lo suficientemente alta ni vieja como para haber sido cantante en los sesenta!
—Jajaja. Quiere decir cariño en francés —tradujo ella— El francés es mi idioma materno.

Brittany leyó la respuesta e ignoró el leve aleteo de su estómago. El flirteo era algo muy francés, y ella se había criado en esa cultura. Sin duda era tan natural para ella como respirar.
—Supongo que he vivido en Los Ángeles demasiado tiempo.- No pudo evitar sonrojarse- ¿Quedamos entonces?
—Claro. ¿Cómo te reconoceré? Hay muchas chicas bonitas en Lousiana. Quiero estar segura de revelar mis más íntimos secretos a la correcta.
Pierce no dudaba de que fuera una persona fascinante. Tenía algo que ver con su interés por los látigos y las cadenas. No cabía duda de que la mayoría de las mujeres «normales» saldrían corriendo espantadas en dirección contraria al pensar en el más leve dolor o sometimiento en el sexo.
—Llevaré un sombrero de paja, gafas de sol, bufanda y un enorme abrigo oscuro —contestó.
—Parece como si fueras a ir disfrazada —respondió la Ama S.
No tenía ni idea. No pensaba pregonar a los cuatro vientos que tenía un acosador.
Brittany esperaba que la razón por la que necesitaba disfrazarse fuera atrapada pronto y comenzara a pudrirse en el infierno.
—Hasta mañana —escribió.
—Au revoir.

Momentos después apareció en su pantalla el mensaje que anunciaba que la Ama S. había abandonado el chat. Con un suspiro, se movió para cerrar la ventana.
Le temblaba la mano. No, le temblaba todo el cuerpo, a pesar del calor que le hormigueaba bajo la piel.
Estaba cansada, eso era todo.
«El cansancio no te hace sentir dolor en esos lugares tan personales», se burló la vocecita de su mente. «El cansancio no te moja».

—El cansancio me hace oír vocecitas molestas en la cabeza —se quejó.

Intentó relegar a la Ama S al fondo de su mente y centrar la atención en las preguntas que le haría al día siguiente. El guión del programa tenía que estar listo pronto, y quería estar preparada para empezar la segunda temporada con un bombazo. Tenía una audiencia aceptable, y con el material adecuado, el programa acabaría de despegar hacia el estrellato.
Eso significaba que tenía que concentrarse en el objetivo de su trabajo. Sin embargo, diez minutos después seguía con la mirada perdida en la pantalla en blanco, y Brittany admitió que no podía dejar de pensar en la Ama S. ¿Por qué? « ¿Quizá porque ella sí vive todas esas fantasías que a ti te gustaría experimentar?»

Pierce sacudió la cabeza, resuelta a ignorar esa exasperante vocecita. Sentía curiosidad, no era una viciosa. No importaba lo que Sam dijera ni lo que pensara su madre.
Con un suspiro cogió el teléfono y marcó el número de su ayudante de producción en Los Ángeles.
—Noah—dijo cuando le contestó—. Mira, hablé con esa tipa que me recomendaste, la Ama S, y me leí su biografía. Me reuniré con ella mañana. ¿Cuál es su historia? ¿Sabes algo más sobre ella?
—Sí —contestó, con esa voz ronca producto de fumarse dos cajetillas diarias—. Hice algunas llamadas a Lousiana y pregunté en los clubes de sadomasoquismo de la zona si habían oído hablar de ella sólo para asegurarme de que no es una farsante.
Todo cuadra.

Era un alivio... pero al mismo tiempo no lo era. Noah se había convertido rápidamente en un segundo padre para ella, y confiaba en él. Pero ignorar la curiosidad que sentía por la Ama S habría sido mucho más fácil si Noah no hubiera podido corroborar esos datos. Ojalá hubiera podido considerarlo como otro chiflado más que quería hablar de sexo en la tele.

Brittany se mordisqueó un labio..., pero su innata curiosidad ganó la partida.

— ¿Qué se comenta sobre él?
—Muchas cosas. No es una habitual en esos clubes, pero suele acudir con regularidad. Al parecer, sabe cómo tratar a las mujeres y tiene una reputación en consonancia. Muchas de las personas con las que hablé me dijeron que ella sería capaz de lograr que hasta una monja le suplicara que la atara y la follara. Definitivamente le gustan las mujeres sumisas.
Oye, ¿no estarás interesada en ese rollo, verdad?
— ¿Qué? —El corazón de Brittany se saltó unos cuantos latidos—. ¿Yo? ¡No! —se burló—. ¿Por qué iba a interesarme una matona que disfruta haciendo que una mujer se sienta inferior?
— ¿Estás segura? —Noah sonó escéptico.
— ¿Tengo pinta de que me gusten ese tipo de cosas? —replicó Brittany.
Puckerman no dijo nada y Pierce sintió que la invadía la angustia.
Un sonido en el cerrojo de la puerta hizo que Brittany mirara en aquella dirección.
Suspiró aliviada cuando su hermanastra, Rachel, entró en la estancia.
—Tengo que dejarte —le dijo a Noah—, te llamaré mañana después de haberme entrevistado con esa tipa.
—Hola, hermanita —la saludó Rachel cuando colgó el teléfono.
Apartando de su mente la conversación con Noah, se levantó y se acercó a ella para darle un abrazo.
—Hola, ¿has tenido un buen día?
La aristócrata boca de su hermana se frunció en una mueca.
—No exactamente. Me tengo que ir a Irak y permanecer allí tres semanas.
La sorpresa y, si Brittany era sincera consigo misma, el miedo, se le anudaron en el estómago.
— ¿A Irak? Pensé que te pasabas la vida sentada detrás de un escritorio.
—Y así es casi siempre, pero hay excepciones.
—Oh, demonios... ¿por qué a Irak?
—Información clasificada. —Soltó una risa amarga—. Ya conoces este mundo... no puedo decir dónde voy ni lo que haré, pero no voy a estar cerca ni de un ordenador ni de un teléfono. Brittany, no quiero dejarte sola. Es peligroso, y sé que estás asustada.
Brittany tragó saliva. Rachel ya había hecho mucho por ella acogiéndola en su casa, a pesar de que podría provocar la ira de su querido papaíto, para protegerla de la escoria que la acechaba. Tenía miedo, pero no permitiría que Rachel se sintiera culpable sólo por hacer su trabajo.
—Estaré bien. —Ya pensaría en algo... tenía que hacerlo—. Estaré ocupada con el trabajo. No te preocupes.
—Si ocurre algo, creo que deberías llamar a papá.
Brittany la miró boquiabierta, conteniéndose para no soltar un comentario sarcástico.
—Puede que sea tu papá, pero para mí sólo es mi padre biológico... el mismo que ha negado mi existencia los últimos veinticinco años.
Rachel suspiró.
—Brit, ya sabes cómo son los políticos, especialmente en el sur. Si la gente supiera que echó una canita al aire con una jovencita que apenas tenía edad para votar teniendo una esposa y tres hijos en casa...
—Sé que eso arruinaría al senador del gran estado de Texas.
—Se rumorea que presentará una candidatura para la Casa Blanca en el 2012.
La simpatía y la pena se reflejaron en la atractiva cara de Rachel.
—Eso es exactamente por lo que no puedo llamarle. Además, ni siquiera contestaría a mi llamada.
—Lo haría si estuvieras en peligro. Papá podría protegerte.
Brittany tenía sus dudas pero no dijo nada.
—Es una pena que no podamos decirle que soy tu novia. Funciona con el resto del mundo.
—Hum, si alguna vez se descubriera nuestra verdadera relación, tendríamos que confesar que somos culpables de incesto o de mentir. No es una elección fácil.
—Esperemos que eso no ocurra. De todas formas, no creo que mi acosador sepa que he abandonado L.A., así que no tendrá ni idea de dónde encontrarme.
Asintiendo con la cabeza, Rachel comenzó a examinar el correo. Cuando llegó a un enorme sobre, frunció el ceño.
— ¿Sabe alguien que estás en Houston?
¿Aparte de la Ama S, con quien había chuteado quince minutos antes, y algunos amigos cercanos?
—No.
La preocupación atravesó como un nubarrón la cara de Rachel.
—Alguien lo sabe. Esto estaba en el buzón. No tiene ni remite ni franqueo. Fue entregado en mano.
Le tendió el sobre, y Brittany lo tomó mientras el temor le hervía en el estómago. Conocía esa letra.

Santo Dios, ¿cómo la había encontrado allí? ¿Y cómo tan rápido?
« ¡No!»

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Hola!
Primer capitulo
Espero os guste
Saludos'
Alejandra

Ese acosador dará problemas desde ya!?

Aaaw no voy mucho con esos temas, pero debo admitir que es Wanky :)

Ya espero por el próximo capítulo *--*
Lo de Rachel & Britt es sólo una mentira no? O también habrá incesto? O_o

Saludos :)
Pam..

Rachel y Britt? :S

El acosador me tiene intrigada ¿Quien sera?

Espero la proxima actualización pronto :D

Me gusta, esto sé pone mejor!

Quién será el acosador, ya quiero ver la a las chicas cuando sé conozcan.

Hey... no lo vas a continuar?? :(

holap,....

nueva lectora!!! me gusto el primer capitulo!!!
a ver como va lo de el/la acosador@,...
a ver si brit va a terminar cediendo a se "sumisa"???

nos vemos!!!!

Hola muy buen comienzo

sugerencia trata de fijarte que no estas cambiando el "el" por el "ella".