Finally find you

hola a todos, se que he estado un tiempo desconectada y probablemente para muchos ea nueva, pero quiero regresar con una historia que siempre me ha encantado y que hoy la quiero rehacer en version brittana.

así que les dejo aquí una probadita de lo que va a ser. espero que les guste y también espero ansiosa sus comentarios.

saludos

Finally find you

Personajes:

Finn.- comandante de los marines, hermano de brittany, 27 años amigo y protector de santana.
Brittany.- hermana menor de Finn, dueña de un crianza de perros madre de seth ex esposa de Sam
Santana.- sub comandante de los marines mano derecha de finn,
Sam.- ex esposo de britt padre de seth comisario del pueblo
Matt.-padre de sam postulante al senado del estado
Emma.- abuela joven e brittany y casamentera del pueblo además es la que cuida a seth
Alexy.- padre de brittany y esposo de Anna
Anna.- madre de brittany
Mark.- padre de santana
Liz.- madre de santana
Rachel .- mejor amiga de britt y esposa de quinn
quinn.- hermana de sam y directora de la escuela del condado



Cap. 1 el inicio de todo viaje

La noche es densa, densa como tus ojos amor, densa como el paradigma de tu ser, densa como todo aquello que nos une, nada es casualidad, ni la vida ni la muerte, todo puede ocurrir en un momento como el amar, perderte u odiarte, pero nada es más intenso como saber que compartimos la coincidencia del momento.

Cap. 1 el inicio de todo viaje

La noche es densa, densa como tus ojos amor, densa como el paradigma de tu ser, densa como todo aquello que nos une, nada es casualidad, ni la vida ni la muerte, todo puede ocurrir en un momento como el amar, perderte u odiarte, pero nada es más intenso como saber que compartimos la coincidencia del momento.

¡Qué extraño los giros inesperados que podía dar la vida! Hacía un año, Santana habría aceptado sin vacilar la invitación de pasar un fin de semana con Amy y sus amigas; segurísimo, sin pensarlo dos veces. Probablemente eso era exactamente lo que le convenía, pero cuando se despidieron de ella justo en los confines de Hampton bajo el inclemente calor de aquella tarde de agosto, ella se limitó a decirles adiós con la mano, y se sintió extrañamente aliviado.

El luchar por sentirse normal durante todo el trayecto había resultado agotador. Desde que había abandonado Colorado cinco meses antes, no había pasado voluntariamente más que unas pocas horas con nadie. La única excepción la había hecho con un granjero que había conocido en Little Rock, que le había dejado dormir en una habitación en el piso superior de su rancho después de ofrecerle una cena en la que el anciano apenas había abierto la boca. Santana apreciaba que aquel hombre no sintiera la necesidad de interrogarlo acerca del modo en que se había presentado en su propiedad. Ninguna pregunta, ninguna muestra de curiosidad, ninguna indirecta para invitarlo a hablar. Simplemente una tranquila aceptación de que a Santana no le apetecía hablar. A modo de gratitud, pasó un par de días en el rancho, ayudando a reparar el tejado del granero antes de volver a emprender su camino, con la mochila cargada, y Zeus tras ella.

Los recuerdos de sus años universitarios eran borrosos. Aquella época de su vida tenía sus propias rutinas: ir a clase durante la semana, divertirse los fines de semana, empollar para los exámenes finales, la comida basura en la residencia de estudiantes, y dos novias, una con la que había durado un poco más de un año. Todos los que habían pasado por la universidad contaban las mismas batallitas, a pesar de que muy pocas de esas historias tenían un impacto duradero. Al final, lo único que había conservado de aquella etapa eran los conocimientos adquiridos. Santana tenía la impresión de que su vida solo había comenzado cuando llegó al campo de entrenamiento de Parris Island para realizar la primera instrucción militar. Tan pronto como saltó del autobús, el sargento instructor comenzó a taladrarle el oído.

No hay nada como un sargento taladrándote el oído para que pienses que en tu vida no ha sucedido nada trascendental hasta ese momento. A partir de entonces, le perteneces y se acabó. ¿Se te dan bien los deportes?: «Haz cincuenta flexiones, Mister Crac».
¿Eres licenciado?: «Monta este fusil, Einstein». ¿Tu padre era un marine?:
«Limpia la mierda igual que un día hizo él».

Los viejos clichés de siempre: marcha ligera, ponerse firmes, arrastrarse por el lodo, escalar tapias... No había nada en aquella primera instrucción militar que santana no hubiera esperado. Tenía que admitir que la repetición constante de órdenes era una práctica muy efectiva en la mayoría de los casos. Minaba la fortaleza de cualquiera, los hundía por completo, hasta que al final todos salían cortados por un mismo patrón: el de los marines. O al menos eso era lo que decían. Ella no se desmoronó. Se mostró sumisa, mantuvo la cabeza baja, acató todas las órdenes, y siguió siendo la misma mujer que había sido antes. No obstante, se convirtió en marine.


Acabó en el Primer Batallón del Quinto Regimiento de Marines, con base en Camp Pendleton, la principal base del Cuerpo de Marines en la Costa Oeste de Estados Unidos. San Diego se convirtió en su ciudad favorita, con un clima magnífico, unas playas de ensueño y unas mujeres espectaculares. Pero aquello no duró demasiado. En enero de 2003, justo después de cumplir los veintitrés años, partió hacia Kuwait para participar en la operación Libertad Iraquí. La base llamada Camp Doha, erigida en una zona industrial de la ciudad de Kuwait.

Irak…. 2012

Las bayonetas se escuchan a lo lejos, entramos a un pasaje obscuro, todo es rodeado de humedad, pero de la humedad del calor tan intenso que hace, mis pasos me permiten moverme, sin ninguna seguridad avanzo, avanzo entre la duda y el miedo, todo es oscuro, pero de repente veo un movimiento.

Los balazos estallan. Se escucha una voz. Son dos niños y una mujer que se ocultan de las balas, les digo fugazmente que no se muevan, no me entienden y lo sé, no hablamos el mismo idioma, eso sería muy pertinente a la hora que te mandan colonizar tierras que ni siquiera deberían aparecer en tu mapa.
El único antídoto era salir a correr un buen rato a primera hora de la mañana, antes de que despuntara el sol. Normalmente hacía mucho frío; a pesar de que llevaba un mes en Oriente Medio, continuaba sorprendiéndose de que pudiera hacer tanto frío en el desierto. Corría hasta quedar prácticamente exhausta bajo un cielo plagado de estrellas, y su respiración agitada formaba pequeñas nubes de vapor.

Un día, al final de una de aquellas salidas, cuando ya podía divisar su tienda a lo lejos, aminoró la marcha. Por entonces, el disco del sol había iniciado su lento ascenso por el horizonte, bañando con destellos dorados el árido paisaje. Con las manos en las caderas, intentó recuperar el aliento, y fue entonces, de poco, cuando avistó el brillo apagado de una fotografía, medio enterrada en la arena. Se detuvo para recogerla y se fijó en que estaba plastificada de una forma barata pero efectiva, probablemente para evitar su deterioro.


Le quitó el polvo para poder examinar la imagen: esa fue la primera vez que la vio.
La chica rubia sonriente y con ojos burlones del color del jade llevaba unos pantalones vaqueros y una camiseta en la que en la parte frontal se podía leer
«DIOSA DE LA FORTUNA». Detrás de ella había una pancarta en la que ponía
«RECINTO FERIAL DE HAMPTON». Junto a la joven aparecía un pastor alemán, con el hocico gris. Entre la multitud que se aglutinaba detrás de ella se distinguían dos jóvenes un poco desenfocados que llevaban unas camisetas con unos logotipos estampados y que hacían cola cerca de la taquilla donde vendían las entradas. A lo lejos se elevaban tres abetos puntiagudos, esos árboles ornamentales tan comunes. En el reverso de la foto había una dedicatoria escrita a mano: « ¡Cuídate! B.».


Al principio no se fijó en todos aquellos detalles. Su primer instinto, de hecho, fue tirar la foto. Y casi lo hizo, pero en el momento en que iba a hacerlo, se le ocurrió que quizá la persona que había perdido aquella foto deseara recuperarla. Obviamente debía de tener un valor sentimental para alguien. Cuando regresó a la base, clavó la foto con una chincheta en el tablón de anuncios cerca de la entrada de la sala de ordenadores, pensando que prácticamente todos los que vivían en la base acababan por pasar un día u otro por allí.

Seguro que alguien la reclamaría. Pasó una semana, luego diez días. La foto seguía allí. En ese momento, su pelotón se dedicaba muchas horas al día a realizar instrucción militar.


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chicos les dejo el primer cap espero y les guste se vienen muchas emociones y muchas revelaciones de la vida en el campo militar de santana.

saludos


Nayelovesbritt

holap,...

se ve interesante!!!!
me gusto,.. síguelo!!!!

nos vemos!!!

Genial
Siguelo!

Saludos

Muy bueno espero lo continúes

hola a todos que gusto saber que andan por aqui y leyeron el primer cap, espero sigamos en contacto a todos, les dejo la segunda actualización pero ahora po rachel, recuerden que la historia sera narrada de diferentes perspectivas.


Perspectiva santana
Mi historia

El comienzo es desgarrador, no podría encontrar por dónde empezar que no hiciera correr las lágrimas por mi inconciencia, todo el mundo dice que yo no tuve nada que ver, pero si hubiera estado más al pendiente, quizá si hubiera volteado más rápido, o quizás no me hubiera distraído, quizás no le hubieran disparado, quizás.
Esa idea me atormentaba demasiado, sabía que nadie más le importaría pero para mí era demasiado, era la gran tristeza que invadía mi ser, Finn era excepcional, era mi coronel, lo conocí cuando mi padre era comandante del pelotón 456, ya desde eso hace 8 años, yo apenas era una adolecente de 17 años, él fueuna de mis inspiraciones para entrar a la milicia, fue la ayuda que tanto necesite cuando estaba en el entrenamiento.
Como recuerdo cuando nos íbamos al bar local del campamento los viernes por la noche después de las tareas que nos daban a hacer, yo me encargaba de limpiar los dormitorios, él era parte de las instalaciones de entrenamiento, el supervisaba que todo estuviera dentro de orden, ambos terminábamos alrededor de las 6 de la tarde, pasaba por mí al lado oeste donde me tocaba mi dormitorio en el 980 wespoint de mujeres, ambos cenábamos juntos, mi amigas lo amaban era el galán de las fiestas de nuestro pelotón, me encantaba pasar tiempo juntos, pasábamos horas repasando las estrategias de los libros de historia, o salíamos a correr, muchos creían que estábamos enamorados, pero la verdad era que éramos muy buenos amigos.

Yo sabía muy poco de su vida, sabía que a los 19 años se había salido de su casa por culpa de su padre que al enterarse que se había enlistado lo había corrido de la casa, que tenía una hermana pequeña a la que amaba mucho y siempre se refería a ella como peque, ya saben mi peque, la peque, esa condenada peque, pero no sé cómo se llama supongo que será un buen nombre, en su cartera guardaba una foto de ella , llegue casi a verla dos ocasiones pero siempre algo pasaba y no lograba conocerla, todo era perfecto inclusive en su vida ya, hasta ese día ese fatídico día.

Ya llevaban año y 2 meses en irak y todo era cuestión de sobrevivir faltaban 34 días para cerrar la excursión, todo era sobrevivir, 345 bombas, 27 edificios derrumbados, 256 almas salvadas, 142 prisioneros de guerra, y todo era sobrevivir lo único que importaba.
Perspectiva finn

Las ordenes iban y venían no había coherencia en ellas muchas veces, eran deplorables, yo sabía a lo que me metía pero nunca me imaginé que se tratara de ser sádicos o sanguinarios, y tengo suerte a decir verdad, santana siempre está conmigo es muy buena amiga mía, aunque me preocupa hace años está sola, si algo me pasará a mí, ella estaría prácticamente sola, desde que la dejaron sus padres venir al ejército o mejor dicho su madre que fue la única que presto fe en eso, su padre es muy amado por estos rumbos pero nunca se presta para darle un poco de cariño a santana.

Desde que la conozco ha sido parte importante de mi vida y ha escalado rápido en la jerarquía de la milicia no me sorprendería que en un futuro entrara al mando de un pelotón, por lo menos uno completo y no unaescuadra de la que se encarga ahora.

El 23 del próximo mes vamos a la nueva excursión donde se trata de rescatar a niños y mujeres que se encuentran en doble fuego, eso quiere decir que sacaremos a personas inocentes de fuego enemigo y amigo en donde estaremos expuestos a morir con más facilidad, santana no deja de decir que sobrevivir es esencial, que lo es todo y empiezo a creer que es cierto.

Hace un par de días vi que estaba platicando con una chica, como me gustaría verla feliz, contenta, con novia, pero por algún motivo cuando toco el tema niega todo y dice que nadie ha nacido para ella, me preocupa por que creo que está sumamente lastimada por el vacío de esta vida y por la ausencia de sus padres, recuerdo como era feliz con su cachorrito Zeus, que por cierto me enseño la foto de él esta enorme.
La quiero ver feliz, eso es lo único que importa, me siento como su hermano mayor y la quiero.


El día llego nos vamos de este campamento para irnos al sur de irak donde santana por fin comandará el regimiento 70 como ella le puso, sigo sin entender por qué pero bueno supongo que le gusta ese número.
Durante todo el día me he sentido raro, como si trajera un hueco en el pecho y trato de ignorarlo pero no sé qué me pasa, no he visto a santana en todo el día, no sé si este bien, me preocupa su seguridad.
Hoy vamos a hacer una redada en la noche, ya vi donde entraremos por fotografías del teniente Williams, pero no se algo no anda bien y eso me preocupa hasta que no vea a santana a salvo no estaré tranquila, espero este día pase rápido.



Perspectiva santana

No sé qué me pasa esto es muy inusual en mí, me siento insegura, sola, siento que algo va a pasar no he visto a Finn y eso me inquieta, sobre todo porque hoy haremos la redada en la noche, el lugar es un asco, está casi en ruinas, odio las redadas en la noche es como si no supieras a ciencia cierta por donde vas, la última redada nocturna perdimos a 9 soldados, todos de diferentes pelotones, el mío y el de finn estuvieron intactos, pero en realidad nunca sabes lo que podrá pasar.

Ya son las 7 pm todo empieza a obscurecerse, es hora de partir no vi a finn pero espero este bien, mi pelotón va completo 17 mujeres, 3 francotiradoras, 5 del equipo antibombas, 9 de artillería yo soy su comandante pero también soy francotiradora, de las mejores o eso dice finn, dios donde se pudo haber metido.

Hemos llegado ya a la excursión son las 7:45 y ni rastro de finn, vamos todas completas, el lugar parece devastador, haber a cuentos sacamos con vida..


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que tal que les parece?


saludos

Nayelovesbritt

holap,..

me gusta,,...
es intensa la vida en irak,...
y que paso con finn??

nos vemos!!

Síguelo porfa saludos!