FF Brittana- Warrior. Capítulos finales!! 21/03

Terminé mi primer FF (¿Aun la amas?) hace un tiempo, ahora regresé con algo nuevo y distinto. Espero comentarios!! :)

Capítulo 1.

Habían pasado ya muchos años desde la última vez que se había sentido completamente feliz. No recordaba cómo se sentía reír sin parar, disfrutar su vida o pasar al menos dos días sin llorar. Todo en su vida se había dado de forma dura, difícil, llena de dolor. Y con el paso de los años sólo fue peor. Si el mundo hubiera estado de su lado, posiblemente Santana Lopez se habría graduado de la Universidad, y sería una gran profesional. También se habría casado y tendría hijos, pero no, allí estaba otro día más tratando de sobrevivir.
Sus padres murieron en un accidente hacía sólo un año, y aunque no los había visto los últimos diez años, eso le afectó. Más aun cuando sólo un mes después del trágico accidente, un abogado llegó a su casa con una carta que su padre le había dejado. Si todo en su vida había sido duro, eso lo potenciaba y lo hacía casi imposible de llevar. Todo, absolutamente todo, parecía decirle que no había nada por lo que luchar.
Había vivido el último año tratando de encontrar las respuestas y las pistas que la dirigieran al lugar donde quería ir, pero era absurdo, nada parecía salir bien.
Quinn, quizás su única amiga, trataba de ayudarla y guiarla, la acompañaba cuando podía y sobre todo en la lucha, en su búsqueda.
Quinn era detective, una de las mejores que tenia la ciudad de Nueva York. Y había dedicado el último año a la investigación que Santana le había pedido. Con un equipo de policías como Sam Evans y Blaine Anderson, Mike Chang un experto en tecnología, y sus detectives, Rachel Berry y Jesse St. James, dedicaba horas extras y jornadas enteras al caso en el que más cosas inconclusas tenían.
Contaba con una carta, algunas pistas confusas y miles de posibilidades. Pero tenía su mente cada día en resolverlo.

Una noche fría de viernes, luego de que todo su equipo se marchara, ella se quedó en la oficina con algunos papeles relacionados al caso.
- Siempre trabajando hasta tarde.- dijo Rachel desde la puerta, con dos tazas de café en sus manos.
- ¿No deberías estar en tu casa ahora?- preguntó mientras le hacía una seña para que se acercara.
- Tú también, y sin embargo estás aquí otra vez metida en este caso.- se sentó frente a ella y le acercó una taza.- Mas que mi jefa, eres mi amiga y sentí la necesidad de acompañarte un rato, ¿puedo?
- Claro que sí, pero sólo un rato.- bebió un sorbo de café mientras Rachel observaba los papeles que había sobre la mesa.
- ¿Como estas?
- Y aquí ves, aun no logro avanzar en nada y creo que Santana...
- Espera.- la interrumpió.- Te pregunto por ti, tu vida, fuera del caso.
- Y básicamente esto es mi vida, así que estaba respondiendo lo que querías.
- No, debes tener una vida normal. Eres joven y bonita, tienes que salir y conocer gente, pasarla bien, hacer un viaje, descansar.
- Ya discutimos esto Rach, sabes que me dediqué y comprometí en cuerpo y alma a mi trabajo.
- Deberías descansar, y sabes lo que pienso respecto al tema.
- Siempre voy a agradecer que te preocupes por mí, pero Voy a estar bien.
- ¿Y no piensas salir esta noche?
- No, en cuanto termine algunos detalles me iré a casa. ¿Tú harás algo?
- Pensaba invitarte a casa, cenar y quizás ver una película.
- Me encantaría pero estoy muy cansada. Otro día, lo prometo.
- Lo imaginaba, pero siempre mantengo la esperanza.- se levantó de la silla algo frustrada y le dedicó una sonrisa forzada.- Ojalá puedas descansar esta noche.
- Rach...
- Lo sé, te entiendo, no digas nada. Hasta mañana.- se fue por el mismo lugar por el que llegó, dejando a la otra algo pensativa.
Quinn había conocido a Rachel cinco años atrás, y estaba en su unidad hace tres años. Lograron forjar una amistad muy fuerte, y por parte de la rubia sentimientos más profundos. Por supuesto su trabajo y el tiempo limitado no le daba tiempo para relaciones serias en su vida, y destruir una amistad tan linda no estaba en sus planes. Por lo que callar lo que sentía era su única opción.
Siguió en lo que estaba, otra vez tratando de ocultarse en el trabajo. Ordenó un poco los archivos y luego guardó en su bolso la carpeta del caso Lopez. Tomó su celular y envió un mensaje de texto a Santana.

'Estoy saliendo de la oficina, queria saber cómo estás. ¿Puedo llegar por ahí mañana?'
Salió y cerro el lugar con llave, subió a su auto y se puso en marcha a su casa. El mensaje de Santana llegó durante el camino pero no fue hasta sentarse en su sofá que lo leyó.

'Estoy viva, ¿eso cuenta? Puedes llegarte a desayunar, te estaré esperando. Descansa, deja el trabajo por un rato y relájate. Te quiero mucho amiga, gracias por estar pendiente de mí.'

Pensó que Santana en verdad estaba destruida, cada día un poco más y se sintió muy mal por no pasar tanto tiempo con ella.
'Estaré ahí a las nueve. Siempre estoy para ti, te quiero también y te mando un fuerte abrazo esta noche. Descansa, y sonríe al menos una vez por mí.'
Al no obtener respuesta, ordenó un poco su casa y se fue a dormir. Quiso llamar a Rachel y pedirle perdón, pero sabía que en realidad no era lo que quería hacer.

Al otro día, tal como lo habían pactado, a las nueve de la mañana estuvo en casa de Santana, quien había limpiado su casa y tenía el desayuno preparado en la mesa.
- ¿Cómo estás?- preguntó la morena cuando estuvieron sentadas frente a frente. Se la veía un poco más animada de lo común y eso le agradaba a Quinn.
- Bien. Algo cansada supongo, pero lo normal. ¿Tú?
- Como siempre. Confundida, buscando respuestas, buscando pistas, buscándola a ella...- suspiró.- Pero quizás un poco resignada.
- No te resignes, estoy haciendo todo lo posible para que se aclaren las cosas. Además sumaremos al equipo a un detective experto en casos como este, tu primo Noah.
- Si, lo sabía.
- Espero entonces que su llegada le de alegría a esta casa.
- Sabes que no será así.
- No lo sabemos amiga.
- Cambio de tema. ¿Qué tal trabajar con Rachel?
- Es... Algo complicado.
-Trato de comprender por qué no le dices lo que sientes por ella.
- Es muy difícil. Casi no tengo tiempo y además somos muy buenas amigas. Si eso no funciona entonces qué, a dónde vamos a llegar.
- ¿Y ella como se comporta contigo?
- Normal supongo, como siempre.- se encogió de hombros.- Anoche me invito a cenar en su casa.
- ¿Y eso te parece normal?
- Tú también solías invitarme a cenar.
- No quieras justificarte así, sabes que no es lo mismo. De todas formas no voy a insistir más, sé por qué lo haces y aunque piense que es muy injusto te respeto.
- Y agradezco que lo hagas.
- Solo no quisiera sentirme culpable si terminas sola.
- Ya te dije mil veces que no tienes la culpa. Mi trabajo es ayudar a toda esa gente que acude a mí, no sólo a ti. Así lo decidí y siempre será de esa forma.
- Está bien, lo respeto. ¿Hubo algún avance en lo mío?
- Quisiera decirte que sí, pero la verdad es que no hubo nada aún. Son pocas las pistas y certezas. Tenemos muchas dudas e hipótesis, y a medida que eso no se resuelva dudo que podamos avanzar.
- Honestamente, ¿crees que podamos llegar a ella algún día?
- Han pasado diez años Santana, y la realidad es que podría estar en cualquier lugar del mundo. Pero sí, algún día llegaremos a ella y te prometo que lucharé por eso.
- Gracias.- esbozó una sonrisa.- Sé lo mucho que haces por encontrarla.
- Lo hago por ti, para verte bien. Sé que no podré devolverte todo lo que perdieron estos años, pero lucharé para que tengan un gran futuro, siempre dentro de las posibilidades.
- Podría casarme contigo.- bromeó.- Es una lástima que casi seas mi hermana.
- Créeme, soy mejor como hermana que esposa.
Entre bromas y risas, Quinn trató de encontrar a aquella antigua Santana a la que algún día había conocido. Esa santana que bromeaba, hablaba con sarcasmos y sonreía sin parar. Esa antigua Santana habría conquistado a cualquier persona, habría sido feliz y exitosa, pero ahora estaba limitada a esos momentos muy pequeños que Quinn podía ofrecerle en medio de tanto trabajo. Era feliz un momento hasta que la rubia cruzaba la puerta y la realidad volvía a golpearla.
Ese día no fue diferente. Cuando su amiga se marchó ella volvió a su rutina, a esa rutina en la que no había nada que la hiciera feliz, nada que le diera fuerzas o motivación alguna. Y es que había sufrido grandes pérdidas en su vida, y una de ellas habría sido sin que lo notara, un engaño de alguien que nunca había esperado la engañara. Subió las escaleras rumbo a su habitación, pasando delante de esa puerta que hacía un año no se atrevía a cruzar. Se preguntó qué habría pasado si alguien la ocupara, quizás su vida sería mejor, más fácil, quizás por eso tendría motivos para levantarse cada día sin importar lo que pasara. No pensó más, se fue a su cuarto y ocupó la pequeña cama que se posicionaba bajo la ventana. Era un día hermoso para quién tuviera ganas de disfrutarlo. Por supuesto ella no, aunque alguna vez le habría encantado salir a caminar por la ciudad sin ningún motivo mas que ser feliz.
Esa misma noche, mientras ordenaba la cocina y el comedor, alguien llamó a la puerta. Tardó un poco en abrir, pues no podía ver quién era. Al abrirla se llevó una gran sorpresa.

- ¡Noah!- exclamo y se lanzó a los fuertes brazos de su primo quien la miraba con gran sonrisa.- ¿Qué haces por aquí a esta hora?
- Se adelantó un poco el vuelo. ¿Cómo estás?
- Bien, bien. Ven pasa.- abrió más la puerta y ayudó a su primo a entrar con la valija y un bolso.
- Espero que no te moleste tenerme aquí.
- Jamás. Esta casa me queda tan chica... Me encanta verte, estás tan diferente...- no podía dejar de mirarlo.
- ¿Tanto?
- Sí, te ves mucho mas maduro y apuesto.
- Eso lo sé.- se agrando.- ¿Tú como has estado?- se sentó con total libertad en el sofá de la sala.
- Ya sabes... Sobreviviendo.
- Esperaba que esa respuesta no estuviera esta vez.
- Yo también, pero no se puede por ahora.
- Vine a trabajar en tu caso, ¿lo sabes?
- Si, Quinn me lo contó esta mañana.
- ¿Quinn? ¿La pequeña Quinn?
- Exacto, la pequeña Quinn será tu jefe. Es la oficial a cargo.
- No lo puedo creer.- se sorprendió.- Sabía que llegaría lejos.
- Y tú igual. Mírate, trabajaras en uno de los mejores equipos de detectives en Nueva York.
- No me puedo quejar.
- ¿Quieres comer algo? Me quedó un poco de carne y ensalada.
- No, estoy algo descompuesto por el vuelo. Gracias igual.- no dejaba de mirarla con atención.
- ¿Por qué me miras así?
- Porque creo estar viendo a la misma Santana de hace unos años, pero triste y deprimida. Me molesta no poder hacer algo por ti.
- Lo harás si descubres algo nuevo del caso.
- No me refiero a eso. Es mi trabajo, es lo que mas quiero. Pero quisiera que seas mas feliz, que algo te inspire, o alguien.
- Eso no pasará, lo sabes. De todas formas, que estés aquí ayuda demasiado.- mostró una leve sonrisa.- Tu cuarto es el de huéspedes, lo conoces bien. Lamento dejarte pero estoy muy cansada, Voy a dormir.
- No hay problema, yo haré lo mismo. Mañana hablaremos bien para contarnos algunas cosas.
- Está bien. Hasta mañana.- se levanto del sofá y subió las escaleras.
Noah sabía que no iba a ser fácil, pero uno de sus más grandes propósitos allí era lograr que Santana volviera a tener una vida normal y llena de alegría.
Se fue a su habitación, notablemente aseada para su visita y ordenó algunas de sus pertenencias, luego tomó una ducha y se fue a la cama. El lugar no era tranquilo como el pequeño pueblo de Puerto Rico en el que había estado, así que tendría que acostumbrarse a dormir entre ruidos.

Capítulo 2.

La mañana del domingo fue notablemente diferente con Noah en su casa. Santana bajó las escaleras observando que todas las cortinas de la sala estaban abiertas y la luz entraba por ellas. También sonaba música, algo de Coldplay si su oído no le fallaba; y el desayuno estaba listo sobre la mesa de la cocina, esperando por ella.

- Decidiste despertar.- le dijo su primo cuando la vio mientras servía jugo de naranja en un vaso y lo acercaba a la mesa.
- La música lo decidió por mí.- respondió en tono de queja.
- Verás... Algunos cambios regirán en esta casa a partir de hoy. No despertaras tarde, ni te quedarás en cama haciendo nada. Escucharás música, abrirás las ventanas para que el sol ilumine tu casa, y el desayuno será imposible de evitar.
- ¿Crees que eso me hará sentir mejor?- se sentó frente a él y frunció el ceño.
- No lo sé, pero lo intentaré. Además, creo que es un buen progreso.
- Suponiendo que no estás loco, ¿qué quieres hacer luego? ¿Llevarme a fiestas y conocer mujeres?
- O quizás sólo espero que busques un empleo o te dediques a alguna actividad que no sea estar encerrada en esta casa. ¿Es mucho?
- Si, lo es.- afirmó.
- Al menos no dijiste que es imposible.- sonrió victorioso.- Come algo, soy un buen cocinero.
- El tocino se ve bien.- probó un bocado y su gesto afirmó lo que acababa de decir.
- No tienes que agradecer.- se llevó el vaso con jugo a la boca.- Vas a ver cuántas cosas cambiarán aquí.

Santana sólo se limitó a negar con su cabeza, pero sin ánimos de decir una palabra.
Luego del desayuno, Noah le propuso salir a conocer la ciudad pero ella se negó y regresó a su cuarto, por lo que el chico salió solo.
La ciudad era enorme comparada a su antiguo lugar, y le fascinaba cada cosa que veía. Sin embargo, no podía dejar de pensar en Santana y en su tristeza por lo que luego de andar un rato, entró a una tienda de dulces para llevarle algo.
Mirando las infinitas formas de dulces y chocolates que había, se chocó de frente con una muchacha y provocó que se le cayeran sus bolsas.

- Dios, lo siento tanto.- le dijo alcanzándole las cosas.- Estaba muy distraído.
- No importa.- respondió con amabilidad y sonriendo.- Quizás este momento de vergüenza es lo mejor que va a pasarle a mi día.
- Me alegro de que así sea.- le dedicó una sonrisa también.- Toma, te falta esta bolsa.- se la dio y miró todo lo que llevaba.- Alguien comerá mucho dulce hoy.
- Es para el cumpleaños de mi sobrina.- aclaró rápidamente.- Quiere una fiesta llena de dulces así que voy a darle un gusto.
- Espero que todo esté en orden en esas bolsas entonces.- la miró otra vez y notó los lindos ojos marrones que tenía.- Noah Puckerman.- se presentó.
- Rachel Berry.- estiró su mano de forma respetuosa.- Un gusto.
- Lo mismo digo.
- Debo irme, espero que no golpees a alguien más.- bromeo.
- Espero lo mismo. Adiós Rachel.
- Adiós Noah.- se despidió con una sonrisa y luego salió. Él se quedó mirándola unos segundos y luego volvió a lo que estaba.

Por su lado, Quinn terminaba de ordenar los Libros y películas de su sala. Hacía mucho tiempo no se sentaba a leer un libro de esos, en cambio ahora tenía una pila de archivos y expedientes en su escritorio. En algún lugar de ella, extrañaba esos fines de semana en que disfrutaba de los días sin pensar en su trabajo, pero otra parte le decía que de eso se formaban las buenas profesionales y que priorizar su trabajo era lo mejor y más inteligente.
Había recibido la invitación de Rachel para acompañarla a la fiesta de su sobrina esa misma tarde, pero no respondió a ella esperando que la otra entendiera que no quería ir. Aunque por dentro se moría por pasar tiempo con la castaña, tenía que ser fiel a sus propósitos y no pretender que algo pudiera pasar entre ellas.

El primer día de Noah en la unidad había llegado, y luego de que le dieran la autorización, golpeó la puerta de la oficina de Quinn y esperó la orden para entrar.

- Buen día Srta. Fabray.- saludó y extendió su mano para que la tomara. - Al parecer la pequeña Quinn creció bastante.
- Han pasado unos siete años Noah.- tomó su mano y sonrió amigable.- Espero que te sientas a gusto en esta unidad.
- Es un verdadero honor para mí estar aquí, en verdad.
- Ven, te presentaré al resto del equipo.- lo dirigió a una sala continua a su oficina.- ¡Chicos!- los llamó.- Voy a presentarles al nuevo miembro del equipo.- cuando se acercaron, Noah pudo notar cierta familiaridad en la castaña.- Noah Puckerman, recién transferido de Puerto Rico, ellos son Mike Chang, Blaine Anderson, Sam Evans, y los detectives a los que te unirás, Jesse St. James y Rachel Berry.- tomó la mano de cada uno en señal de cortesía y notó que Rachel también se acordaba de él.
- Un gusto coincidir otra vez.- murmuró cuando se acercó a ella, quien sólo sonrió.
- Espero que te sientas a gusto, ahora mismo están trabajando en un caso y pueden mostrarte cómo nos manejamos aquí.- explicó Quinn.- Estaré en mi oficina si necesitan algo.- y se marchó.
- Así que transferido de Puerto Rico.- comentó Sam y lo invitó a sentarse a su lado.
- Así es, vengo de estar con los latinos.
- ¿Hablas español?
- Demasiado bien, aunque no quisiera presumir. ¿En qué trabajan?- miró a Rachel conversando muy animada con Jesse.
- Hace unos meses mataron a tres hermanas en las afueras de la ciudad. Estamos terminando de cerrar las pruebas para el juicio.- respondió el muchacho rubio.
- ¿Tienen muchos casos abiertos?
- No tantos por ahora, aunque tenemos uno muy inconcluso y con pocas certezas.
- El caso Lopez, ¿cierto?
- Sí, exactamente. Creo que te destinarán principalmente a ello, junto a Rachel y Jesse.
- Estuve averiguando ciertas cosas y honestamente creo que tenemos que trabajar demasiado.
- Así será. Además la señorita Lopez es amiga de la jefa, y ella ha dedicado días y noches a esto.
- Lo imagino. ¿Te molesta si voy con St. James?
- No, ve a familiarizarte con el equipo. Bienvenido Noah.
- Gracias.- se levantó y se dirigió a donde conversaban los otros dos.- Hola.- dijo.- ¿Puedo?
- Claro, siéntate.- le ofreció Jesse.- Así que serás parte del equipo ahora. Eso es genial.
- Sí, es estupendo trabajar en una de las mejores unidades en esta ciudad. ¿Ustedes tienen mucho tiempo aquí?
- Yo llevo cuatro años.- respondió el muchacho.
- Y yo tres.- agregó Rachel.
- ¿Les molesta si me voy a tomar un café?- preguntó Jesse.
- No...- respondieron al unísono y él se marchó dejándolos solos.
- Así que... ¿Qué tal la fiesta de ayer?- preguntó Noah.
- Genial.- sonrió ella y se sonrojo un poco.- Divertida supongo.
- Es increíble que trabajes aquí, pensé que lo de ayer sólo había sido una bienvenida de la ciudad y nunca volvería a verte.
- Cosas asombrosas pasan aquí. De todas formas, gracias a tu bienvenida algunos dulces quedaron en trozos.
- Lo siento tanto...- se avergonzó.
- No hay problema. Fue divertido.
- Quizás pueda compensarlo invitándote a almorzar un día.
- Eso sería una buena forma de hacerlo. Aunque tendría que consultarlo con Jesse.
- ¿Es él tu novio?
- ¡No! Jesse y yo somos buenos amigos, nada pasa entre nosotros más que eso. Sólo que es muy celoso con los chicos que se acercan.
- Ah entiendo... Podríamos invitarlo entonces.- se rió.
- Tú decides. Ahora, vamos a lo que nos compete.- tomó una carpeta amarilla y se la pasó.- El caso Lopez es donde tendremos nuestras brillantes mentes. ¿Sabes algo de esto?
- Mas de lo que crees.- afirmó.
- ¿Y eso por qué?
- Soy primo de Santana.- le contó.
- Vaya... Entonces quizás seas de gran ayuda en esto, más de lo que pensaba.
- ¿Por qué tanta movilización en este caso específico? Es decir, sé que ella y Quinn son amigas pero siento que hay muchas cosas más dando vuelta.
- Y es así. Para empezar tenemos muchas cosas que hacer, es como tener muchas causas dentro de una. Hay acusaciones de todo tipo...
Rachel le contó a grandes escalas lo que estaban tratando, y las pocas pistas que tenían. Noah leyó por primera vez la carta de su tío y sintió mucha impotencia ante eso. Ahora entendía por qué Quinn había estado tan metida en el caso todo ese tiempo, y entendía la tristeza de Santana. Se propuso empezar a trabajar ya mismo con Jesse y Rachel, aunque tuvo que consultar muchas veces a Mike. Puckerman tenía otra visión y eso era muy importante para el equipo.
Descansaron una hora para almorzar y los chicos salieron. Invitaron a Noah, pero él prefirió quedarse.

- Podrías almorzar conmigo.- le dijo Rachel mientras abría una lata de soda.
- ¿Por qué no fuiste?
- Generalmente los lunes acompaño a Quinn, me molesta verla sola, pero hoy está muy ocupada así que pensé que podría cobrarte el inconveniente de ayer y obligarte a almorzar conmigo.
- Eso será muy duro.- bromeó.- Pero lo aceptaré.
- Traje algo de comida de la fiesta de ayer.- abrió una lonchera frente a ella y le ofreció lo que tenía.- Buen provecho.
- Buen provecho Rachel.
Pasaron un rato riendo y bromeando, también hablando un poco de sus vidas y conociéndose al menos en lo básico de cada uno. Rachel disfrutaba del tiempo con él, reía sin parar de sus chistes, y la actitud de chico malo le encantaba.
Quinn vio la escena desde la puerta de su oficina, pero no quiso interrumpir. Le alegraba que Noah se sintiera a gusto, y Rachel siempre había sido buena recibiendo gente nueva. Era eso, nada más. O al menos quería convencerse de aquella idea. Se enfocó en su trabajo y dejó de pensar en lo demás.
Su equipo trabajo sólo dos horas más y marcharon a sus hogares. Ella no, aún tenía cosas por hacer.

Noah llegó a casa de su prima y notó que había más luz de lo normal, lo cual le causó mucha alegría.
- ¡Santana!- la llamó cuando entró, suponiendo que estaba en su cuarto.- Estoy en casa.
- Hola Noah.- le dijo ella saliendo de la cocina.- ¿Qué tal tu primer día?
- Increíble, son todos buena gente. ¿Y tu día como estuvo?
- Normal, ya sabes... ¿Viste a Quinn?
- Sí, ella está tan distinta. Hermosa, como siempre, pero diferente. De todas formas no hablamos mucho.
- ¿Y tus demás compañeros?
- Geniales. Rachel fue muy amable.
- Es muy amiga de Quinn, una buena persona según ella.
- Lo es, en verdad. Y es muy linda.
- ¿Te parece linda?
- Bueno, sí.- admitió sin vergüenza.- Es simpática y divertida, también inteligente y muy ingeniosa.
- ¿Y sabes todo eso de ella en un día?
- No sé, me parece.
- Mira primo, vienes a trabajar, no a buscar novia.
- ¿Y si quiero hacer ambas?- la miró desafiante.- Me parece linda y es una buena persona, nada más. ¡Y no seas celosa! - le dio un cariñoso beso en la mejilla y subió las escaleras.- Me voy a bañar, ya regreso.
- Está bien.- se sentó en el sofá y miró por la ventana.

Lo que su primo no sabía era que más allá de los celos, que le gustara Rachel era un gran problema por Quinn y sus sentimientos por ella. Por supuesto su amiga estaba decidida a que no pasara nada, pero le dolería verla con alguien más. No se apresuró en sacar conclusiones, después de todo sólo llevaban un día de conocerse.
Sus pensamientos volaban, como siempre, hacia algún lugar donde pudiera encontrase con ella, donde pudiera abrazarla y decirle lo mucho que la amaba, que el error no lo había cometido ella, sino su padre. Quería tratar de imaginarla actualmente, diez años después, y formar en su cabeza una imagen de lo linda que se vería a su lado, tomando su mano. No sabía ni por dónde empezar a buscarla, y eso cada día le molestaba y dolía más.
No tenía ni una foto, algo que le recordara que existía y que era parte de ella, parte de su vida. Si tan sólo las cosas hubieran sido fáciles en su vida, si tan sólo pudiera tenerla para encontrarle sentido a su existencia. Y es que ella era quien le permitía vivir aún, la esperanza de encontrarla y abrazarla, y la promesa de Quinn, de que un día se verían cara a cara y empezarían a construir un futuro mejor.
Creía en Quinn como en nadie y sabía que agotaría hasta sus últimos recursos para encontrarla. Al menos no estaba sola en esa lucha, en esa búsqueda que aún no tenía rumbo.

Se ve interesante aunque estos dos cap fueron mas de rachel y quinn que brittana espero mas adelate brittana actualiza pronto

me gusto mucho, ahora a esperar la actualizacion!

Interesante, veremos como sigue!!
saludos

Se ve interesante, nos leemos en el siguiente cap

Heya Morrivera escribió:Se ve interesante aunque estos dos cap fueron mas de rachel y quinn que brittana espero mas adelate brittana actualiza pronto

El desarrollo de la historia se dará principalmente por otros lados, para luego entrar en Brittana. Aún falta un poco, pero será interesante.
Saludos!

micky morales escribió:me gusto mucho, ahora a esperar la actualizacion!

Espero que te siga gustando!! :)

monica.santander escribió:Interesante, veremos como sigue!!
saludos

Espero que siga siendo interesante a medida que se desarrolle. Saludos!

Dolomiti escribió:Se ve interesante, nos leemos en el siguiente cap

Gracias!! Saludos!!

San a quien anda buscando ? Saludos

Un poquito más, primero conoceremos la historia de Santana y quienes la rodean. Luego verán como entra Britt en esta historia, aunque podrían ir sacando conclusiones. Saludos!

Capítulo 3.

- Buen día.- Noah entró a la oficina de Quinn con algunos papeles.- ¿Tiene un tiempo?
- Por favor Noah, deja de lado las formalidades, soy Quinn, puedes tutearme. Y sí, tengo tiempo.
- Tengo algunas cosas para comentarte.- se sentó frente a ella.- Estuve pensando anoche en algunos lugares por dónde empezar, ya sabes, en el caso de mi prima. Se me ocurrieron algunos, y hablé con Rachel para saber si los habían visitado. Sólo me quedó uno en la lista, y creo que es el más importante.
- Dime más.- se interesó demasiado en eso.
- Bueno, de niño solía venir a visitar a Santana en vacaciones y junto a papá y mi tío hacíamos nuestras salidas de hombres, a un pueblito a ocho horas de aquí. Dadas las circunstancias creo que podría haber estado por allí hace diez años.
- ¿Y por qué lo crees? No me malinterpretes, pero se requiere seguridad.
- Lo entiendo, en verdad. Pero creo que él podría haber empezado por allí. No es tan lejos ni tan cerca, creo que es perfecto para el tiempo con el que se dieron las cosas.
- Está bien, me convenciste. ¿Qué propones?
- Lo que quieras, lo que te parezca mejor.
- Se requieren ocho horas, y posiblemente un par de días...- reflexionó.- Necesito a mi equipo aquí, pero podría arriesgar a dos de ustedes. ¿Qué te parece viajar el sábado en compañía de alguno de tus compañeros? Alguien que te sea muy útil.
- Yo estoy a tu disposición. Quizás Rachel estaría bien.- dijo y la otra sintió fuertes celos.- Digo, ella es inteligente y muy astuta, además es la que más sabe de este caso.
-Sí, sí, está bien.- asintió.- Ella será de gran ayuda. Arreglaré el tema del traslado y la estadía allá. Un auto estará a tu disposición.
- Muchas gracias. ¿Necesitas algo más?
- No ahora, pero si surge te llamaré. Gracias Noah, puedes irte, y por favor dile a Rachel que te acompañará.
- Está bien.- se levantó de la silla y se fue a buscar a su compañera.- ¿En qué estás?- le preguntó.
- Durmiendo con los ojos abiertos.- bromeó.- Estoy muy cansada hoy.
- ¿Dormiste mal anoche?
- Pues sí, demasiado, pero no importa. ¿Necesitas algo?
- Comunicarte que vendrás conmigo a las afueras de la ciudad el sábado. Trabajaremos en el caso Lopez por unos días.
- ¿Por lo que hablamos anoche?
- Si, se lo comunique a Quinn y me pidió que fuéramos a investigar.
- Eso es genial. Pero...- pensó unos segundos.
- Pero ¿qué?
- Nada, olvídalo. ¿Quinn estaba en su oficina?- le preguntó.
- Sí, hasta hace unos minutos lo estaba.
- Permiso, tengo que hablar con ella.
- Claro.- sonrió y la dio lugar para que pasara.

Rachel golpeó dos veces la puerta de la oficina de su amiga hasta que le dio la autorización de entrar. Se sentó frente a ella esperando que cuelgue el teléfono.
- Listo - dijo la rubia al terminar.- ¿Qué quieres Rachel?
- ¿Por qué no me dijiste que iría con Noah?- preguntó directamente.
- Ya lo sabes, le pedí que te lo dijera él.
- Me ignoras, prefieres pasarme mensajes con otras personas, y ahora no me informas de lo que tengo que hacer. ¿Qué te pasa?
- Nada, sólo gano tiempo.- mintió.
- Vamos Quinn...
- Estás exagerando Rachel, no pasa nada.
- Estás actuando muy raro y eso me molesta.
- Sólo trato de mantener una distancia prudente, y separar nuestra relación de amistad de la profesional. Eso es todo.
- ¿Y eso desde cuándo? Me parece estúpido.
- A mí me parece estúpido el planteo que estás haciendo, y debo pedirte que te calmes y regreses al trabajo.
- Si todo está tan bien como dices, llámame esta noche o ven a casa y hablamos como amigas que somos.- salió rápidamente por la puerta y la cerró un tanto fuerte.

Quinn sólo se quedó observando el lugar por donde había marchado, y pensó que muy en el fondo Rachel tenía razón, estaba actuando raro y sin justificación, al menos no una que pudiera explicarle. Todo en la relación tan cercana que tenia con Noah le molestaba, y sabia que eso era injusto ya que había rechazado mil veces a la castaña, pero no podía evitar los celos ante sus miradas o conversaciones sin fin. Además de que notaba en el muchacho otras intenciones más que ser su amigo. Lo entendía, perfectamente, Rachel era genial y una chica fácil de querer. Miró en su escritorio una foto donde ambas estaban abrazadas en alguna fiesta de año nuevo. Ella había estado con algunas chicas antes, pero su amiga no, y en aquel festejo la besó por primera vez, con temor a que la rechazara. Recordaba perfectamente el sabor de sus labios y la suavidad de sus manos cuando tomó su rostro, había sido perfecto y dulce pero duró exactamente lo que tenía que durar, sólo una noche. Después recordó que su trabajo le impedía ese tipo de relaciones y por lo tanto, decidió dejar el tema ahí y no volver a mencionarlo.

Por la tarde, Noah llegó a la casa con una caja y llamó rápidamente a Santana quien bajó de su cuarto algo asustada.
- ¿Paso algo?- preguntó cuando lo encontró al lado de las escaleras.
- No, sólo quería que te asustaras.- se sentó en el primer escalón.
- Te voy a matar la próxima vez.
- Te traje un regalo.- le dio la caja y la miró sonriente.
- ¿Y esto por qué?
- Porque soy muy bueno, es todo. Ábrela.
La morena abrió la caja, y se encontró con un cachorro envuelto en mantas blancas.
- Noah, este es el mejor regalo que alguien me hizo.- lo tomó entre sus brazos, y acarició su cabeza.
- Pensé que necesitabas un compañero y sólo lo traje para ti.
- Es tan pequeño y frágil.
- Como todo golden, necesita cuidados extremos y mucha educación. Espero que puedas con él.
- Gracias, en verdad me encanta. Y sí, podré con él.- lo miró otra vez con ternura y acarició su cabeza pequeña.- ¿Tiene nombre?
- Pues esperaba que lo preguntes. Se llama Buddy como el de las películas, la pequeña que me lo vendió me pidió que conserváramos el nombre.
- Está bien, lo haré. Gracias Noah, será una gran compañía.
- Sobre todo este fin de semana.- aprovechó para decir.
- ¿Por qué?
- Tengo compromisos laborales, y tengo que viajar fuera de la ciudad por unos días, aunque no sé exactamente cuántos.
- Es increíble, llevas una semana y ya te piden esas investigaciones.
- Quinn reconoce el talento.- se agrandó.
- ¿Te irás solo?
- No, Rachel me acompañará.
- Qué casualidad...- insinuó.
- Fueron órdenes de Quinn, así que no quieras ver cosas en donde no las hay.
- Yo no dije nada, estás defendiéndote sin motivos.
- Y tú estás bastante irónica hoy, ¿no crees?
- Voy a alimentar a Buddy.- se levantó del lugar y antes de irse miró otra vez a su primo.- No te enamores de ella Noah.
- ¿De qué hablas?
- Solo no lo hagas...

El chico se quedó pensativo, aunque no le dio muchas mas vueltas al asunto. Su prima había estado mucho tiempo en el lugar y conocía a los detectives. De todas formas, Rachel le parecía una gran persona y no entendía por qué no podría enamorarse de ella. Plantearse la idea ya le encantaba, y toda ella igual. Decidió ir a su cuarto un rato.

Ya en la noche, Noah salió a cubrir unas horas de Jesse y Santana se quedó en su casa. Seguía encantada con el nuevo integrante y lo tenía con ella mientras recorría la sala.
-A ella le encantaría tenerte, ¿sabes?- le hablaba al perrito.- Seguramente estaría encantada de jugar contigo y tomarte entre sus brazos.- se sentó en el sofá y lo puso a su lado.- Creo que la habrías querido mucho más de lo que alguna vez me querrás a mí. La extraño, cada día más, y no puedo entender cómo la arrebataron de mi lado.- unas lágrimas empezaron a caer en su rostro.- Ahora no sé si algún día la veré, o siquiera si vive. No sé cómo se hace para seguir viviendo, no sé cómo...- sin soportar otra vez tanto dolor, llevó sus manos a su rostro y dejó salir todo lo que se había guardado esos días.
Eran lágrimas de profunda tristeza, de recuerdos que nunca nadie iba a quitarle, de una desilusión que no tenía manera de cambiar. Ella estaba totalmente rota por dentro, a Santana nada la inspiraba ni la incentivaba, y en algunos días había deseado morir.
Noah llegó pasada la medianoche, y fue a buscarla para saber cómo estaba. Al encontrarla dormida pensó que todo estaba en orden y sólo sonrió. Buddy descansaba a su lado, como todo un guardián.
- Buenas noches Santana...- murmuró y cerró despacio la puerta.

El día siguiente sorprendió a Santana con la casa sola nuevamente, y con una nota de su primo anunciándole que lo necesitaban en el trabajo. Alimentó al cachorro, tomó el desayuno y luego limpió la casa. Se sorprendió al sentir que alguien llamaba a su puerta.
- ¡Quinn!- aún mas grande fue su sorpresa cuando la vio. Le mostró una enorme sonrisa y la recibió con un fuerte abrazo.- ¿Qué haces aquí?
- Me tomé el día.- entró a la casa y como hacia tradicionalmente, se sentó en la sala.
- No es cierto, tú nunca te tomas unas horas, menos un día.
- Pues hoy sí. Quería venir a verte, hablar contigo y pasar el rato. Eres todo lo que tengo, así que sería egoísta de mi parte no hacer esto por ti algunas veces.
- Y siempre eres tan oportuna amiga mía...- el perrito salió detrás del piano que posaba frente a ellas.
- ¡Ay por Dios! Qué bonito es.- a la rubia le encantaban los cachorros, y ese no era la excepción.
- Un regalo de Noah, para que me acompañe cuando me sienta sola.
- Es tan lindo... Y rubio como su tía Quinn.
- Esperemos que no sea tan obsesivo como su tía Quinn…
- Voy a ignorar que escuché eso. Ahora dime... ¿Por qué oportuna? ¿Te sucede algo?
- Debo decirte que lo que me sucede pasó hace unos años Quinn...
- Lo sé, lo siento. Sólo que pensé que con la llegada de Noah las cosas mejorarían.
- Y lo están haciendo, pero de a poco. Es sólo que a veces siento que no puedo seguir, no entiendo cómo se hace, es todo tan absurdo y complicado. Quiero salir, ser feliz, buscar algo que me obligue a sonreír cada día, pero simplemente no puedo. El dolor es siempre más grande.
- Yo quisiera que no fuera así. Estoy trabajando, lo juro, no hago otra cosa más que pensar en esto.
- Pero es tan injusto para ti. Siento que todo esto no sólo me afecta a mí, sino a todos los que me rodean. Quinn, tú ni siquiera estás dispuesta a enamorarte y ser feliz porque quieres trabajar en este caso.
- Es mi empleo, yo lo decidí.
- Lo sé pero me molesta pensar que es mi culpa. ¿Y si estás arriesgándote por algo que jamás se resolverá? ¿No lo has pensado?
- Nunca. Yo sé que se resolverá, te lo prometí.
- Pero seamos realistas, es una posibilidad. No quiero arrastrarte a la soledad y la tristeza conmigo.
- Soy tu amiga Santana. Mas que a la detective, debes ver a la Quinn Fabray que conoces de años. Mis padres están lejos y mi hermano es un completo idiota. Tú eres mi familia, mi confidente, una persona que en mi vida ha aportado tanto... Esto para mí es amistad, es honor, agradecimiento. Ser amigo para mí es algo mucho más grande de lo que tú crees, y lo que hago por ti es exactamente lo que tengo que hacer. ¿O crees que dejaría de un lado mi equipo por alguien mas? Eres mucho más importante para mí que cualquier otra persona, quiero que entiendas eso.
- ¿Y si acaso esta amistad te impide el éxito en la vida personal?
- Tendrás que hacerme un lugar en esta casa, porque no pienso vivir sola el resto de mi vida.- Eso hizo reír a la morena.- Dame sólo un mes más, y prometo al menos estar cerca de ella. ¿Crees en mí?
- Sólo un poco.- jugó.
- Eso me basta.
- ¿Crees que está viva?- preguntó regresando a la seriedad de la conversación.- Sé honesta.
- Honestamente... No lo sé. Espero realmente que sí.
Sus ojos demostraban ese sentimiento de esperanza, esas ganas de encontrarla con vida y feliz. Pero antes de eso, se trataba de sus ganas de hacer justicia, de reivindicar todo el daño que le habían hecho a su amiga.
Pasó todo el día allí, y antes de que el sol bajara se marchó a su casa. Estaba segura que lo haría de nuevo y le regalaría a Santana un día completamente para ella. Quizás para la próxima ya podría convencerla de salir a caminar, quizás podría llevarle buenas noticias, quizás hasta podría proporcionarle pistas mas certeras. Todo resumido en un Quizás...

kamilittaz escribió:San a quien anda buscando ? Saludos

Eso estará a la vista en los próximos capítulos. ¿Alguna idea? Saludos!

Busca a britt okno ni idea de a quien busca

Ojalas no sea britt . así se juntan por casualidad y le da un poko de alegría en la vida de San . a y ojalas que rachel y Quinn queden juntas saludos

La próxima actualización será entre el jueves y viernes! Saludos!

mmmm tengo un par de teorias:
1.-puede que sea a britt ya que creo q comento antes que un error del papa las separo.
2.-que no sea a britt a quien busca pero que noa la logre sacar y se conoscan
3.-bueno tal vez la mas descabellada pueda ser que ella estubo enamorada y todo eso, y que su novia/amante/esposa o lo que sea, estuviese embarazada por que por lo que puedo ver santana no es tan grande como para que no se acuerde de alguien, bueno eso creo.
espero con ansia tu actualizacion procura que sea antes de la fecha que dijiste si no tal vez muera en el intento

Pienso que San busca a Britt y que fueron separadas por el padre de San.
Saludos

La verdad no quiero conjeturar pero lo que si esta claro es que a quien busca santana es sumamente importante para ella. Hasta pronto!

Hola! pues igual, a momentos llego a pensar que si está buscando a Britt porque no sé!!! Alguien las separó.... Pero al mismo tiempo me gustaría que Britt fuese alguien externo que ayudara a San a salir un poco más, que la conozca por casualidad no sé! jajjaa ya sólo se verá en los demás caps a quien realmente está buscando y porque! Saludines! Hasta la siguiente actu

Hola :) Aqui como siempre leyendo tus Fics <3
Saludos

Heya Morrivera escribió:Busca a britt okno ni idea de a quien busca

Ya, en este capítulo lo sabrás!

kamilittaz escribió:Ojalas no sea britt . así se juntan por casualidad y le da un poko de alegría en la vida de San . a y ojalas que rachel y Quinn queden juntas saludos

En este verás a quien busca Santana. No puedo decir nada sobre Quinn y Rachel, su historia se irá viendo luego. Saludos!

marcy3395 escribió:mmmm tengo un par de teorias:
1.-puede que sea a britt ya que creo q comento antes que un error del papa las separo.
2.-que no sea a britt a quien busca pero que noa la logre sacar y se conoscan
3.-bueno tal vez la mas descabellada pueda ser que ella estubo enamorada y todo eso, y que su novia/amante/esposa o lo que sea, estuviese embarazada por que por lo que puedo ver santana no es tan grande como para que no se acuerde de alguien, bueno eso creo.
espero con ansia tu actualizacion procura que sea antes de la fecha que dijiste si no tal vez muera en el intento

No pudo ser antes la actualización pero me encantaron tus teorías! Veamos cuál es la correcta o mas acertada.
Saludos! Espero que sigas comentando :)

monica.santander escribió:Pienso que San busca a Britt y que fueron separadas por el padre de San.
Saludos

Muchas teorías creen que busca a Britt. Ahora lo sabrán, aunque esto es solo una parte de la historia que hay detrás de Santana.
Saludos!