Fanfic Brittana: "Little Secrets" Capitulo 3

Capitulo 1

Estoy acostada en el pasto leyendo mi novela favorita, ya he perdido la cuenta de las veces que la he leído, de verdad que me encanta, tiene amor, drama y comedia. Siempre que la leo, me imagino a mi con alguien que me haga feliz y me ame, pero se que nunca va a pasar, soy muy solitaria, no me gusta socializar, me cuesta demasiado hacerlo. Mi madre y mi psicóloga me dicen que valla a un club, en donde van chicos de mi edad y allí podría hacer muchos amigos pero simplemente no quiero. Tal vez para ellas sea fácil por que ninguna de las dos pasa por lo que yo.

Cuando era pequeña, tenia una vecina, era mi amiga, hacíamos todo juntas, nos ayudábamos, contábamos secretos, le confié demasiadas cosas y ella fue la que me dio fuerzas para contarle mi mayor secreto a mi mama.

Un día, salimos de la escuela y unas chicas comenzaron a insultarla, le recriminaban por cosas que yo ni sabia, y tampoco quería saberlo, la empujaron e hicieron que cayera, la golpearon mucho mientras yo lloraba y trataba de buscar ayuda, La ayuda llego pero ella quedo en el hospital por un largo tiempo.
Luego me mude y no supe nada mas de ella, mis padres decidieron que lo mejor era mudarnos  de esa ciudad y alejarme de mi amiga para “protegerme”.

-Britt! Ya estas lista? En veinte tenemos que estar allí, date prisa! –grito mi madre desde la casa, yo suspire y me levante, no entendía por que me rogaban tanto con que fuera a ese estúpido club, ellos fueron los que me alejaron de Emily para mi protección, desde eso que no quise tener contacto con nadie, estudie en casa, mis padres estaban demasiado aterrados, no querían que me pasara nada malo.

Sacudí un poco la tierra de mis pantalones, tome un separador y lo coloque en la pagina de mi libro para no perderla y camine hacia la puerta trasera de mi casa, entre y vi a mi madre guardando cosas en su bolso entre ellas mi respirador.

-Por que guardas eso? – Pregunte mientras iba hacia el refrigerador para tomar una botella de agua- Ya no lo necesito mas- dije antes de que ella pudiera responderme. Mi madre metió la mano en su bolso y volvió a sacar el respirador  - Nunca sabemos cuando podrás necesitar de nuevo a tu querido amigo- contesto moviéndolo un poco, yo solo gire mis ojos y me fui hacia el living a ver un poco de televisión.

Cuando nos mudamos, tuve mi primer ataque de asma, me internaron en el hospital y el doctor nos dijo que tal vez era por tristeza, angustia o estrés, pero yo perfectamente sabía que el asma ya estaba en mi. Cuando era mas pequeña y jugaba con Emily me agitaba y no podía respirar. Nunca se los había dicho a mis padres, no quería que se preocuparan y yo quería convencerme de que no era nada y era normal pero no pude retenerlo demasiado tiempo.

-Brittany, por favor quieres apresurarte… -mi mama vino hasta el living y se paro justo en frente del televisor tapando mi vista- Mama, no quiero ir, por que se empeñan tanto en eso? – pregunte cansada y algo enojada, ella tomo asiento junto a mi, agarro mi mano y comenzó a darme un discurso – Britt, tu padre y yo queremos verte feliz, queremos que salgas con amigas, tengas una vida social, puedas hacer lo que hacen los adolescentes… - interrumpí diciendo- Recuerda que ustedes fueron los que me separaron de mi otra vida y de mi única amiga.- ella suspiro y clavo su mirada en mi – Lo se, pero teníamos miedo de que te pasara algo, además siempre estabas con Emily y nunca con otras personas, es tiempo de que tengas muchas amigas, y comiences una vida con … -me levante rápidamente y volví a interrumpirla- Esta bien! Tomare mi abrigo e iremos a ese club a ver si de una maldita vez me dejan en paz..- dije cansada y yendo a mi habitación.

…………………. ……………………

Mi mama estaciono el auto, yo iba en el asiento de copiloto, cruzada de brazos y con un cara no muy agradable.

-Cambia esa cara y ve a conocer gente.- trato de animar mi madre, yo solo la mire, desabroche mi cinturón y baje del auto, solo deseaba que eso termine lo antes posible asi poder irme y leer mi novela otra vez.

Al levantar mi vista pude ver que era un edificio pequeño, en realidad no podía decirle edificio ya que era mas una casa de dos pisos que por fuera parecía muy ancha.
Acomode mi bolso en mi hombro, por si no lo dije antes no puedo ir ningún lado sin mi bolso, en el tengo todo lo que necesito, como mi libro, celular, algo de maquillaje, peine, y algunas cosas femeninas.

Antes de entrar a lo que a partir de ahora seria mi tortura, leí un cartel justo al lado de la puerta sobre el club, bufe y empuje la puerta. Cerré la puerta detrás de mi, y me quede mirando todo, era un lugar muy lindo, había una escalera y un ascensor, una sala de espera en donde tal vez algunos padres se sentaban a esperar a sus hijos. Estaba tan distraída que choque con alguien – Oh, lo siento – dije, sin mirarla a la cara, levante mi vista y me quede hipnotizada por esos ojos marrones oscuros. – No pasa nada, fue mi culpa- contesto ella mirándome con una sonrisa algo coqueta y agarrándome ambos brazos.

Estuvimos como medio minuto solo mirándonos, ella rio un poco y me soltó, aun mirándome con una sonrisa se dirigió hacia el ascensor, de tan distraída que iba, giro y choco con la puerta, volvió a mirarme rio un poco y subió al elevador. Me quede algo tonta por su mirada y su sonrisa, rápidamente busque el baño, cuando lo encontré, entre y cerré con seguro, me mire al espejo, trate de acomodar mi cabello, no muy conforme con mi aspecto, Salí del baño y me fui a buscar la puerta del club.

Después de preguntarle a una mujer de mediana edad si podía decirme en donde era, logre encontrar la bendita puerta.
Ya estaba sentada en uno de los asientos, todos me recibieron bien, a pesar de no saber mi nombre comenzaron a decirme que podía contar con ellos, esos chicos eran muy raros.
Entable una conversación con unas chicas, al parecer eran pareja, sus nombres eran Rachel y Quinn, eran muy agradables y divertidas. Me contaron que hace varios meses estaban en el club y gracias a el, lograron hacer muchos amigos.

Entre palabras y palabras, sentí la mirada de alguien, gire mi vista y ahí estaba ella, sentada sonriéndome como hace unos minutos, su mirada estaba fija en mi y yo realmente me puse nerviosa.

-Bien chicos, vamos a comenzar! – dijo el que parecía un profesor o mejor dicho el encargado del club – Tenemos una nueva integrante al grupo… por que no te presentas? – me señalo y me animo para presentarme delante de todos, respire pesadamente y me levante mi silla- Hola, Soy Brittany Pierce y tengo 19 años. – dirigí una mirada a todos los presentes y volví a sentarme- Eso solo? –pregunto una chica, realmente no preste atención a la pregunta, ni siquiera conteste, solo mire mis manos esperando a que la hora pase y así poder irme.

-Me interesaría saber mas de ti, eso no es suficiente para conocerte… -dijo la misma chica, levante mi vista y pude ver a la misma chica con la que choque y estuvo sonriéndome levantada y llamando la atención de todos con sus palabras. Mire hacia los lados, todos me miraban esperando una respuesta, levante mi trasero de la silla por segunda vez y cruce mis brazos – Yo creo que con eso es suficiente, no voy a contar toda mi vida. – conteste con algo de molestia en mi voz.

Ella solo sonrió y se sentó al lado de Quinn que estaba un poco lejos de Rachel y de mí, yo volví a tomar asiento y me desconecte por un rato, no preste atención a nada de lo que decían.

La clase por fin termino, agarre mi bolso y me despedí de mis dos nuevas amigas prometiéndoles que les hablaría por mensaje. Salí del edificio y me quede en un costado esperando a que mi madre viniera por mi, estaba por llamarla cuando sentí a alguien ponerse justo a mi lado.

-Eres peleadora… - me dijo, gire la mirada y allí estaba la chica de ojos hipnotinzantes y la que había tratado de conocerme mas en la clase, trate de mantenerme calmada y no dejar que mis nervios aparezcan. –No soy peleadora, tu les contarías toda tu historia a un par de desconocidos en tu primer día? –Pregunte cruzando mis brazos y mirándola con una ceja levantada- No, claro que no – contesto riendo y mirándome de la misma manera- Pero, ahora que estamos las dos solas si puedes hacerlo… - siguió diciendo acomodándose en la pared que estaba detrás de nosotras. – No, no puedo, ni siquiera te conozco. –dije mirando hacia otro lado, ella camino hasta el otro lado justo en donde estaba mirando, -Tienes razón, Soy Santana López y tengo 19 años. –se presento estirando su mano, sonriendo y haciendo algo de burla a mi presentación dentro del club.  

Estreche su mano y solté una pequeña risa por la forma en que se había presentado. Ella al verme reír también lo hizo y fijo su vista hacia los autos que pasaban por la calle. –Así que peleadora, no te gusta el club verdad? –pregunto sacando algo del bolsillo de su chaqueta. – A quien le gustaría? Es aburrido, solo vine para complacer a mi madre… -vi como ella levantaba sus cejas y asentía al mismo tiempo que sacaba una cajita de su bolsillo y volvía a meterla en el otro bolsillo. – No es aburrido, solo tienes que abrirte un poco mas con todos y dejarte conocer...-dijo ahora mirándome, saco su celular y lo desbloqueo- Soy una persona solitaria, digamos que antisocial... – rio un poco, se acerco mas a mi y me susurro- Si eres antisocial como es que estás hablando conmigo ahora? –pregunto con una ceja levantada. – Tú me hablaste a mí, yo no busque entablar conversación contigo... –conteste de mala manera.  

Se hizo un silencio incomodo, los minutos pasaban y mi madre no venia por mí, comenzaba a ponerme de mal humor y mi pierna golpeaba el suelo en muestra de nerviosismo. Me ponía nerviosa estar junto con una chica casi desconocida, la cual se mostraba interesada por mí, y también no saber porque mi madre tardaba tanto.

Mire de reojo a Santana, ella estaba concentrada con su celular enviando mensajes a quien sabe que chica o chico, no me interesaba. En realidad sentí algo de curiosidad por saber a quién le escribía tanto pero no quedaría bien preguntarle, no hace una hora que nos conocimos. Ella sintió mi mirada y levanto su cabeza para verme, yo rápidamente mire hacia el frente.

-Le envió mensajes a Quinn, se acaba de pelear con Rachel... supongo que las conoces ya que te vi hablando con ellas... –explico como si hubiera podido escuchar mis pensamientos, ni siquiera la mire, solamente asentí y trate de buscar el auto de mi madre, me desesperaba que no llegara. –No te caigo bien? –pregunto poniéndose justo en frente mío, la mire y vi como su rostro estaba algo triste,  debo admitir que me dio algo de pena y me puso algo mal verla así. –No, es solo que mi madre no llega y me preocupa. –le conteste tratando de hacer que se sacara esa idea de la cabeza.

Antes de que pudiera contestarme pude ver detrás de ella como un auto bordo se estacionaba, era el auto de mi mama. –Britt! Perdón pero se me hizo tarde, me entretuve con la televisión y no me di cuenta de la hora... –decía mi mama algo acelerada desde el auto. –Tendrías que estar más atenta... –dije pasando por al lado de Santana y acercándome al auto- No pasara mas hija... la próxima estaré puntual, es mas estaré aquí hasta que termines... – dijo mientras abría la puerta para que yo entrara- No creo que haya próxima vez mama… - dije entrando al auto pero una mano tomo mi brazo impidiéndome entrar y me jalo hacia afuera.

Santana me había tomado del brazo jalándome hacia ella, me jalo con tanta fuerza que nuestros cuerpos quedaron casi pegados y nuestros rostros a centímetros. – Créeme que si habrá próxima vez Peleadora, necesito saber más de ti... –susurro muy cerca de mis labios. –Por qué quieres saber tanto de mi? – pregunte con la voz algo entrecortada, realmente me había puesto nerviosa. – Porque... me interesas rubia. – mi madre carraspeo un poco y eso hizo que Santana me soltara. –Así que, te veo en la próxima? –pregunto sonriéndome y poniendo un brazo en su cadera. –Si, pero solo vendré por Quinn y Rachel. –conteste acercándome de nuevo al auto de mi madre.

Ella rio y bajo su cabeza negando, se acerco a mí y me susurro al oído. –Yo sé que no vendrás por ellas…- se alejo un poco y mi mirada se centro en sus gruesos labios, esta chica lograba ponerme nerviosa con tan solo con mirarme. –Y por quien más vendría? –pregunte tratando de calmar mis nervios y cruzando mis brazos. –Mmmm, no lo sé… solo digo que no vendrás por ellas… nos vemos. –se volvió a acercar a mí y me dio un beso en la mejilla. Cerré mis ojos al sentir sus labios en mi mejilla, mi madre volvió a toser y entre al auto.

El trayecto a mi casa fue más largo de lo normal, mi madre me interrogaba sobre el club, si había hecho amigos y amigas, quien era esa morena. Conteste a casi todas sus preguntas pero evite contestar la pregunta sobre Santana. – Britt, esa chica quiere algo contigo... se nota. –dijo mi madre dándome un pequeño codazo. – No la conozco mama, no me interesa, solamente fui a ese estúpido lugar para complacerlos y que no me molesten más. –dije molesta, mi madre estaba estacionando el auto, una vez que apago el motor me apresure en desabrochar el cinturón pero antes de salir mi madre me tomo del brazo. –Britt, queremos que estés rodeada de gente que te quiera, tu padre y yo te amamos y la familia también, pero me refiero a amigos, personas con las que puedas salir… conocer gente.

-Mama, estoy bien así... no necesito amigos. –dije más tranquila. –Solo haz un esfuerzo, esa chica… como es su nombre? –pregunto con el ceño fruncido. –Santana. – Conteste- Se nota que Santana quiere conocerte, se nota su interés hacia ti, déjate conocer... además es muy linda. –comento sonriéndome coquetamente, yo solamente sonreí, era verdad... Santana era muy guapa.

Salimos del auto, mi padre ya había llegado, después de darnos un abrazo nos fuimos los tres juntos al comedor para cenar algo. Me despedí de ellos y fui a mi habitación a leer un poco más y a dormir, el día me había agotado.

Al otro día, me desperté más temprano de lo normal por una pesadilla, mi respiración no estaba bien, respiraba entrecortadamente, puse mi mano en mi pecho y trate de calmarme... Cuando estuve un poco mas calmada baje las escaleras para dirigirme hacia el comedor, mi padre estaba terminando su café y agarrando su maletín para irse a su trabajo, me saludo con un beso en la cabeza, se despidió de mi madre y se fue. Mi madre puso una taza de café en la mesa junto con un plato de tostadas, me senté y empecé a desayunar.

-Estas callada hoy..-dijo mi madre sentándose en una silla al frente de mi- Te sientes bien? –pregunto con un toque de preocupación en su voz- Si..-conteste tratando de sonreírle para que se quedara mas tranquila, ella hizo lo mismo y comenzó a tomar su café. No quería decirle que me estaba costando respirar, no quería preocuparla así que decidí no decir nada y tener un desayuno normal con mi mama.

Terminamos de desayunar y subí a mi habitación para leer, la respiración se me iba de vez en cuando pero yo lograba recuperar oxigeno con mi mano en mi pecho, respirando y exhalando. La mañana se paso bastante rápido y llego el momento de prepararme para ir al club.
Me bañe, me cambie, tome mis cosas y baje para que mi mama me llevara.

-Suerte con tu segundo día, espero que sigas haciendo amigos! –dijo mi madre acercándose para darme un beso en la mejilla, sonreí levemente y baje del auto.
Camine hasta el pequeño edificio, la entrada no estaba tan lejos pero ese día el camino se me hizo eterno, parecía que se alejaba con cada paso que daba.

Al entrar, me apoye en una columna cerca del ascensor tratando de recuperar el aliento, fije mi vista a un pequeño cartelito que estaba pegando en la puertita del ascensor: “NO FUNCIONA!” abrí mis ojos y los cerré tomando aire fuertemente, me enderece y me dirigí a las escaleras.
-“Solo es un piso Britt, tu puedes!”- me decía a mi misma mientras miraba las escaleras.

Volví a poner mi mano en mi pecho y estuve un rato respirando para subir, Puse el pie izquierdo en el primer escalón y luego el derecho. Trataba de subir lo más lento posible para no agitarme pero no parecía resultar. A la mitad estaba apoyada en la pared realmente agitada, comenzaba a asustarme, tome mi bolso y comencé a buscar mi respirador pero luego me acorde que mi madre lo tenía.

Cerré mis ojos y trate de seguir subiendo pero el intento fue en vano ya que volví a apoyarme en la pared. Baje mi cabeza y aun con los ojos cerrados trate de calmarme, en eso sentí los pasos de alguien no se si subiendo o bajando realmente no me importaba mucho solo quería respirar normalmente.

-Hey!.. –dijo la voz de una chica, rápidamente supe de quien era la voz, ella me tomo de los hombros.- Estas bien? –pregunto preocupada, abrí mis ojos y si, era ella… Santana. – Brittany… -dijo y me aferre a ella lo más que pude, pareció sorprenderse pero no tardo mucho en tomarme con sus brazos.

Me sentía tan bien estando en sus brazos, me sentía protegida, raramente mi respiración pareció calmarse y comencé a respirar con normalidad, pero sabía que si seguía subiendo las escaleras podría agitarme nuevamente y Santana volvería a preocuparse. –Te sientes bien? –pregunto sacándome de mis pensamientos, me separe un poco y conteste –Si, vine corriendo pensé que llegaba tarde…-no quería decirle la verdad, así que preferí mantenerlo como un pequeño secreto.

-No llegas tarde, la clase aun no empieza… Subamos, Quinn y Rachel están arriba.-dijo tomándome de la mano y estirándome un poco para subir. Me deje llevar pero al subir tres escalones comencé a agitarme –Otra vez no… -susurre, Santana giro y se acerco.. –Qué pasa? –pregunto nuevamente, me senté en el escalón con mi mano en mi pecho, ella hizo lo mismo y me miraba preocupada. –No estoy acostumbrada a correr demasiado… -conteste tratando de reír pero me era imposible ya que casi no tenía aire.

Ella sonrió, se levanto y estiro su mano, la tome y me ayudo a subir. Gracias a su ayuda pude llegar al primer piso, algo agitada pero logre llegar. Entramos al salón del club y vi a Quinn sentada mientras que Rachel estaba parada cerca de una pequeña biblioteca que había ahí buscando algún libro. –Miren quien vino chicas! –grito un poco Santana para llamar la atención de la rubia y la castaña, me acerque y las salude con un pequeño abrazo.

-Pensé que no vendrías ya que ayer no te vi muy contenta…-dijo Rachel apenas nos separamos del abrazo. –Bueno, si pero vine para pasar mas tiempo con ustedes. –conteste, ella me sonrió y sentí el brazo de alguien rodear mis hombros, -Con ellas o conmigo? –pregunto Santana apoyando su cabeza en la mía, -Con ellas.. –dije, girando mi cabeza.. mi cara quedo a pocos centímetros de sus labios, solo nos mirábamos pero una voz interrumpió el momento.

-Chicas! Han venido temprano.. Tomen asiento la clase va a comenzar. –dijo el encargado mientras el resto de los chicos entraban para sentarse en sus lugares. Rachel se sentó conmigo en el mismo lugar de ayer y Quinn y Santana también, pero ahora un poco más cerca de nosotras.


La clase fue aburrida, no hacían más que hablar de ellos y realmente las vidas de los chicos y mas del encargado parecían aburridas. –Que pasa con Santana? –pregunto Rachel susurrando para que solo escuchara yo. –Nada, apenas ayer nos conocimos. –conteste mirándola confundida por su pregunta- Te gusta? –volvió a preguntar con una sonrisa de lado y una ceja levantada. –No, bueno no lo se, es linda… -conteste sonrojándome levemente, ella sonrió y asintió satisfecha con mi respuesta, pude ver cómo le hacía señas a Quinn, Ella sonrió también y le dijo algo a Santana, pude ver como a Santana se le iluminaron los ojos y rápidamente me miro, yo solo aparte la vista.

Salimos de la clase y nos quedamos en la pequeña recepción charlando, el ascensor volvió a funcionar así que estaba un poco tranquila, lo que me preocupaba ahora era saber que le había dicho Quinn a Santana.