Enamorada de mi madre CAP 3 Calefacción

Espero que os guste. Espero comentarios para saber si os gusta. Si funciona actualizaré diariamente.

BRITTANY

Era un día gris como la piel de un lobo errante. Incluso entonces, me sentía mal. Aquél día lluvioso había enterrado a mi madre. Era como si de pronto, su voz y su gesto desaparecieran de mi memoria, como si algo maléfico me impidiese siquiera acercarme a ella...aunque tan sólo en mis recuerdos fuera.

Me miraba en el espejo retrovisor y ya no veía mi rostro, era como una sombra borrosa entre el YO y el ELLA.

Tu padre ha aceptado que te quedes en su casa- La voz de mi padrastro se escuchaba fría y distante. - Quiero que te comportes como hemos hablado. No quiero que hagas ninguna tontería.

Guardé silencio. No entendía porqué todo el mundo pensaba que haría alguna tontería. Todos esperaban algo de mí, me miraban como si me estuvieran gritando y yo no pudiera escuchar. Yo ya conocía a mi padre, alguna vez le había visto aunque no de forma habitual, nunca nos fuímos de gran interés. Sabía que estaba casado con una mujer más joven con la que tenía un hijo en común.

Hablé con Leo por teléfono, me dijo que su mujer tenía una hija de tu edad, supongo que eso te hará la estancia más fácil - Le miré expectante pensando en que sólo sabía del niño, no de la hija- ¡No me mires así, será hija de ella de algún novio de cuando era adolescente, o alguna violación qué se yo! ¡¡¿Por qué siempre tienes que cuestionar todo?!!- Detuvo el coche y sacó las maletas.
Esperamos algo nerviosos en la puerta sin llamar al timbre. Creo que nunca lo reconocerá, pero él  tampoco sabía qué hacer. Desde la distancia se escuchaban sus voces.

¡¿Qué tienes una hija?!-gritaba la mujer.- ¡No, no pienso callarme! ¡Deja de decirme que me calle! ¡Tienes una hija con una desconocida, de la que nunca me habías hablado y ahora me dices que se viene a vivir con nosotros!

Es complicado - decía él.

¡¿Complicado?!- protestaba aquella mujer- ¡No sé quién era su madre, no sé nada de esa hija!

Me asomé por la ventana de al lado de la puerta y contemplé como el hombre nervioso se pasaba su mano por cabello.- No he sido el mejor padre pero su padrastro no se puede hacer cargo de ella...¿qué quieres que haga? Me puede incluso denunciar si me niego.

-¡¿Y por tu falta de sentido común mi hija tiene que compartir habitación con una desconocida?!

Miré a Matt, mi padrastro, quién suspiró varias veces harto de esas voces. Descaradamente golpeó la puerta haciéndoles saber que estábamos detrás y su conversación estaba siendo molesta. En realidad, lo que a mi me molestaba es que no me molestaba en absoluto.

Nos abrieron la puerta, y Matt saludó a mi padre- Siempre es un placer verte Leo, aunque las circunstancias...

Querrás decir que es un placer siempre ver a la persona que te aporta buenos cheques - interrumpió aquella mujer.

Ella debe de ser tu esposa, Santana- dedujo Matt.

Señora Parker, no Santana - dijo a pesar de que todos la miraban con reproche.

Cierto, señora Parker- Mi padrastro emitió una sonrisa falsa- A veces se me olvida que Leo concede sus apellidos a otras personas. -Aquellas palabras cayeron muy en cuenta, pues yo no lo llevaba. Y mi padrastro prosiguió- Voy a hacer esto breve, no quiero alargarlo más de la cuenta. Brittany...- me apartó de todos para despedirse de mí y decirme las últimas palabras- Ya sabes lo que debes de hacer. Llámame con nuevas. -Me dio un beso en la frente y un apretón en el hombro antes de irse.

Yo me quedé sola ante esos desconocidos, como una presa fácil. Entendí mucho cómo se sienten las ratas cuando ven a los gatos.
Por primera vez desde que llegué, la mirada de aquella mujer se clavó en mí. Era como un puñal rodeado de espinas, algo bello pero doloroso. No lograba entender qué estaba pasando. Mi padre biológico me hizo seña para que me acercase- Te presento a tu... a mi esposa Santana.

Yo le miraba bien a ambos, no podía evitar fijarme en la diferencia de edad entre ambos. Sí, era digna de mención. Mientras ella contaba con deliciosas piernas, labios carnosos, y unos ojos matadores por los que yo... el caso, es que mi padre tenía alguna cana, y esono me lo esperaba. Siempre supe quién era, le vi un par de veces, no tanto para considerarlo un padre, y ahora que me daba cuenta de lo mayor que debía ser...lo más cercano a un abuelo. Ahora está aquí conmigo, ¿y si algo va mal? ¿seguirá?

Santana no dejaba de mirarme hasta que le preguntó a mi padre - ¿Te entiende cuando hablas aunque sea muda?

Tú eres tonta- susurró con enfado- No es muda.

Lo siento, pensé que... - dijo con cara de arrepentimiento. -No pensé. Mmmm- seguía el silencio- Te enseñaré tu cuarto. Lo compartís las chicas, mi hija Emily y tú. El otro es de nuestro hijo Leo Jr. Ambos llegaran más tarde.

Decidimos instalar mis cosas, Santana me ayudó bastante. Estaba siendo muy educada conmigo, incluso me dejaba subir antes en las escaleras. En una de las ocasiones me di cuenta que miraba por debajo de mi  cintura, supuse que algo se le había caído suelo pero miraba y miraba no veía ningún objeto. No le di la menor importancia, estaría distraida.

En la cena, todo era caras serias. Yo me dediqué a observar. Santana me llamaba la atención. Me desconcertaba. Había algo en ella que me tenía pendiente de sus movimientos a cada segundo, y no podía descifrar qué era aquello.

Mmmm ¿te gusta tu nuevo cuarto? - preguntó mi padre sin saber qué otra cosa decir. Creo que ni él sabía cómo empezar una conversación.

Sólo hay una cama- Lo cierto es que no quería hablar. Lo que realmente me apetecía era dormir y no volver al mundo real.

Sí, supongo que tendréis que compartir Emily y tú de momento. Ya arreglaremos eso - Podía parecer que me estaba dando largas pero sabía que no. Una de las pocas cosas que sabía de él es que era un hombre serio y disciplinado. Le gustaba organizar ...cosas. No sabía bien qué le gustaba o qué hacía...Supuse que lo mismo le pasaba a él respecto conmigo- ¿Y... qué te gusta?

Me encogí de hombros, y esta vez Santana volvió a intentarlo - Háblanos de ti, de tu ciudad...-

¿Se inclinó para dejarme ver su escote o son cosas mías? Sacudí mi cabeza concordando que me lo debía de estar imaginando. La muerte de mi madre me había afectado mucho- Yo también soy de aqui, de Nueva York.

Siento lo de tu madre- El gesto de Santana se tornó serio. Fue un comentario muy abrupto pero de alguna forma lo agradecí en silencio. Mi padre la observaba extrañado, y supe que ese era mi toque de queda para irme.  

Mientras subía las escaleras escuchaba su conversación.

-¿Desde cuándo eres tan simpática?

Traes a la bastarde de tu hija,la metes en nuestra casa siendo una completa desconocida y la haces dormir con mi hija. ¿ Y dices que yo soy la simpática? - replicó - No me has dicho nada, aparece por arte de magia y no recibo una simple explicación. Hoy no me hables porque.... - de pronto cerré los ojos con fuerza has que sus voces se convirtieron en sombras que se desvanecían en el viento. De pronto, sentí algo parecido como a un desvanecimiento.
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Me encanta, está muy interesante y ya quiero leer más.
Saludos. :))))

Muy interesante la historia, me gusto mucho espero que actualices pronto

Vaya, tienes que seguirlo :D

Me gusto mucho tienes que seguirlo,una historia muy interesante fiel lectora saludos

Hola! me llamo bastante la atencion el nombre del ff pero me gustó. Espero que enumeres los capitulos asi no me pierdo (?) éxitos! espero tu actualizacion :)

Genial me parece muuyyy interesante!!!!!!
Seguila por favor.
Gracias

Siguelooo esta interesante

Dónde esta el segundo capitulo???? xD
En serio, me fascino el primer capitulo.
Espero con ansias el siguiente.

Como actualizo desde el teléfono, no puedo contestar una a una. pero deciros en general que espero que sigais comentando y así me animo y pienso en ideas. Aquí os dejo el segundo capítulo.Para que entendais un poco lo complicada que será su relación.

CAP 2 BRITTANY

Al día siguiente desperté sobresaltada al notar un cuerpo junto a mí. Del bote tiré a la otra persona que cayó en picado.

Joder, qué animal - protestó sin alterarse. Se trataba de una chica que calculé que tendría mi edad más o menos. Su piel canela me recordaba a otra persona... de pronto como un haz de luz cegadora que despierta mis sentidos recordé lo que pasó el día anterior. Conocí a la que deduje que se trataba de su madre, y sería mi...¿mujer de mi padre?¿madrastra? ¿mamá?

Me llamo Emily- me extendió su mano y nos dimos un apretón. Yo no contesté, sólo estaba expectante. - No me habían contado que fueras muda.

Para su sorpresa hablé - no soy muda.

Ah, perdona. Pensé que... bueno no pensé - se disculpó casi igual que su madre. No se podía negar el gran parecido entre ellas.

Me llamo Brittany - dije sin más. Vi que se levantó a recoger la habitación. No prestó mucha atención a lo que le dije- Soy la hija de Leo.

Ya - contestó ella- Sinceramente, no me sorprende. No es mal hombre, pero siempre tuve la sensación de que ocultaba algo a mi madre...- tiró ciertos papeles mientras me hablaba- aunque nunca pensé que fueras tú- con eso último me miró - me imaginaba que fumaba cannabis o algo así. Lo de la hija me sorprendió. Y no sé cómo habrá reaccionado mi madre.

Bien- le interrumpí antes de que hiciera una acusación - Ha sido muy generosa conmigo, me ayudó a subir las cosas junto con mi padre, y me ha tratado muy bien.

¡¿Mi madre?!¡¿Que mi madre te ayudó a subir las cosas?! Pero si mi madre no es amable con nadie. Yo la quiero mucho pero no es tan amable con la gente. - Pareciera como si decirla que explotó una bomba le resultase más creible. En eso que Santana entró para decirnos que bajemos. Me quedé un segundo embobada sin poderlo evitar. Llevaba puestos unos mini mini mini shorts, y lo cierto era que le quedaban muy...sugerentes, apretaban demasiado sus carnes. Sacudí mi cabeza, se trataba de la mujer de mi padre.Hay un límite.

En la mesa del desayuno todo era incómodo. El hijo de mi padre, Leo Jr, no dejaba de ponerme mala cara. Cada intento que ponía mi padre para que hablara con él terminaba en discusión por tonterías.

A ella no le pudo gustar Spiderman, eso es de niños- dijo de mala gana el enano.

-Hijo, a tu hermana de pequeña le gustaba.

Y si ella es mi hermana, ¿por qué no es hija de mi mamá? - Eeeesa pregunta la veo muy buena por parte del chico. Sól por ver los sudores en la cara de mi padre merece la pena todo el desayuno.

Algo le debió de doler a Santana en el interior pues también intervino en la conversación - Hijo, tu padre encontró diversión antes de conocerme. ¿O fue que te enamoraste? Porque aquí nadie sabemos la historia de cómo pasó...- se limitó a señalarme.
Que hablasen de lo que pasó entre mis padres como si fuese asunto de todos los de esta mesa despertó algo muy desagradable dentro de mí, un viejo monstruo del pasado. ¿Qué ser tan horrible podía hablar de mi madre recién enterrada? - Yo sí la sé, y no es tan interesante. Sin embargo, me encuentro enormemente intrigada por cómo conociste al padre de Emily. Porque deduzco que tendrás entre 30 o 40 años, Emily es de mi edad casi...¡qué precoz fuiste!

Se levantó y se puso a dos centímetros de mí - ¡Mira niñata, no te consiento que me hables así!- Su dulce olor se restregaba en mi nariz. Era dulce pero también con frescura y pasión.Me limité a sonreir.

¡Mamá, se está riendo!-gritó el niño metiendo bulla.

Miró a mi padre buscando apoyo - ¡¿Y tú no haces nada?!- Estaba entre la espada y la pared. Se retocaba el pelo sin parar.- Vale, ya está bien. Vamos a relajarnos.

Tú hija escupe en mi mano, la muy desagradecida, y tú dices que ya está bien- Santana seguía indignada- Muy típico de ti Leo, muy típico de ti.

¡Santana, su madre ha muerto joder!-gritó mi padre golpeando la mesa. Nos dejó con ello a todos en el sitio. A mí, sumida en mis pensamientos y a los demás... no sé en qué.

Es verdad, lo siento - susurró Santana. - aún no comprendo la situación...-se dirigió a mi padre y no le importó que yo estuviera allí- ¿Quién era esa mujer y por qué nunca me hablaste de ella?

SANTANA
¿Por qué nunca me habló de ella? ¿Tan importante era? ¿Es que la quiso más que a mí y por eso nunca dijo nada? ¡Hasta su hija es mucho más parecida a él que mi hijo!

¡Leonard, habla,venga dime!-exigí. Nadie se ríe de mí y queda impune. Brittany se levanta ofendida de la mesa y sale por la puerta. Bueno, no he tenido tacto, pero aún así llevo razón.

Mi hija se levanta tras ella, pero la retengo- ¿Dónde te crees que vas?

-¿Por qué siempre tienes que hacer el idiota?

-¡A mí no me hables así!

¡Por Dios Santo, habla con tu marido, él es quien te debe explicaciones!- Antes de que pudiera replicarla salió corriendo tras Brittany. ¡Genial Ahora quedo como una loca. Ahora la mala es Santana, qué oportuno. Se mete en mi casa una desconocida por culpa de mi marido, achaco a mi marido por ello y yo soy la mala.

Un minuto eres amable con ella y al minuto siguiente haces estas cosas, de verdad que no te entiendo- dijo mi marido recogiendo la mesa. Era amable, de impacto lo primero que pensé fue en...¡cómo está la niña! Lo quité de mi mente porque estoy casada y es la hija de mi marido, pero la niña...es mucha niña. Apuesto que vuelve loca a la gente con esos ojos marinos, y esos glúteos firmes.Por la noche pasé unos calores muy malos, demasiado idéntica a su padre, y tiene algo que me llama a ir a ella. ¡Por el amor de Dios, qué cosas digo! Es demasiado joven, y yo soy una mujer casada...con su padre.

Lo cierto es que siempre tuve curiosidad por probar con una mujer. Y siempre hubo algo en las rubias que me descontrolaban. Pero teniendonque cuidar de Emily todo era muy complicado. No quiero que se me malinterprete quiero a mi hija con toda mi alma, solamente odio el modo en el que fue concebida. No fue ciertanente planeado, ni se trataba de un acto de amor ni lujuria. Todo pasó en el instituto, después de clase. Antes de llegar a casa esa tarde tuve la experiencia más horrorosa de toda mi vida. Por eso, el comentario fue tan doloroso. ¡¿Qué derecho tiene una recién llegada a preguntarme por ello?!

Por muy espectacular que sea su físico, nunca dejaré que me humillen, en mi casa y en mi trabajo la loba madre soy yo. Trabajo en la Gran Manzana, lo cual significa que nadie me domina, y si la niña quiere jugar con fuego...¡juguemos!
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¿Qué les pareció? Los próximos tendrán más temática adulta, pero era un poco para ubicar en cómo es su relación.

woooww que complicado!!!!!! Pero interesante!!
Saludos

Se puede ver la tensión entre San y Britt XD
Otro grandioso episodio. Espero el siguiente

Pff! Ya van a terminar amándose xD

Por cierto, así como sugerencia... podrías poner antes de cada diálogo un guión? Algo así:

-A mi no me hables así.-

Es que me resulta algo confuso porque en algún momento hablan & sigo y resulta que ya estoy en un pensamiento de alguna de ellas y es confuso :/

Monica:cada vez se comolicara más jaja.
Milagros:espero que te gustwñe.
Elita: tomo nota aunque escribir desde el teléfono cuesta mucho jaja pero lo intentaré.

CAP 3 BRITTANY

Desde que llegué, hubo muchos cambios en mi vida. Las cosas iban tan rápido que me mareaba la velocidad con lo que todo acontecía. Era como ir en una autopista a 220 por hora. Cuando pienso en ello, sólo una palabra me viene a la mente "vértigo".

Entre otras cosas, me habían cambiado de colegio. No es que me opusiera precisamente, aunque tampoco me gustó la idea de separarme de mis amigos de toda la vida. ¿De qué me hubiera servido quejarme?

-Quiero pedirte disculpas por cómo te trata mi madre a veces - dijo Emily.

Estábamos caminando de vuelta del colegio privado al que están apuntados tanto ella como mi hermano. A nosotras dos nos dejaban ir y venir solas.- Sé que puede ser muy idiota, de hecho mi madre simpática no es. Tiene muchas cualidades, la simpatía con los demás no suele ser una de ellas.

Yo no dije nada, no se podía comentar mucho sobre el asunto. Una cosa es que tú insultes a tu madre , y otra es que la insulten los demás. Era tierra baldía.

-Mi madre no lleva bien que Leo le haya ocultado lo tuyo, ¿sabes? Y mi madre el tema de la confianza es...es complicado. No se fía de cualquiera, no es cercana con cualquiera.

-Para resumir, lo paga conmigo, ¿no?- Asumí lo que se me dijo. No iba a tenerlo en cuenta pues comprendía, no me gustaba, ni regalaría agrado gratuitamente pero en algún punto curioso de la situación podía llegar a comprender la posición de Santana.

Entramos a la casa y hacía un calor que te podías quedar muerto en el sitio.

- Ufff, ¿qué pasa aquí?- pregunté. En esto que vi a Santana entrar al salón en bikini. Me quedé estupefacta. La miré intensamente. Sentía como si sus mismos pechos brillasen. Qué mal lo pasé, intenté mirar a cualquier sitio para que nadie se diese cuenta pero de algún modo siempre acababa en sus pechos, y lo que pasaba por mi mente era cualquier tipo de imagen poco maternal. Ahora sentía más calor que antes y para colmo sólo con esa imagen mis bragas se humedecían.

-Ha saltado la calefacción automáticamente y no se puede quitar. El técnico vendrá en un par de horas. - Dijo con tranquilidad, aunque su mirada se había fijado en mi top cuando me quité la chaqueta. Yo misma miré mi top por si tenía algo, y siguió mi mirada.-Me gusta tu top.

-Un top que no costará ni tres dólares, un top de toda la vida- dijo Emily sin entender mucho qué estaba pasando. - Vamos a ponernos los bikinis porque este calor no lo vamos a poder a aguantar- Emily me agarró de la mano para irnos a la habitación cuanto antes.

-Mejor se lo dejo yo, tú hija no tienes apenas pecho. Yo tengo más, mi talla le quedará bien- dijo atacando a su hija, así de gratis. Typical mother. Me separó bruscamente del brazo de su hija y me llevó a su habitación. No había entrado hasta entonces. Ella se sentó en la cama para ver cómo me quedaban los bikinis.

-¿Y dónde me cambio de ropa?

-Pues aquí. Somos mujeres no pasa nada,¿no? - Lo dijo como lo más obvio del mundo.

-Bueno...mmm a veces - No me expresé muy claro pero yo me entendía. Me quité la ropa muy despacio, un poco cohibida. A través del espejo podía ver cómo me su mirada seguía cada parte que tiraba y...¿se estaba relamiendo? Eso me excitaba y a la vez, me preocupaba. No puedo tener ciertos pensamientos sobre mi madrastra pero ahí estábamos las dos, ella relamiéndose y yo poniéndome bikinis. Los cuales todos, por mucho que ella intentase ayudarme meneando mi pecho no me servían. Con el de tela pasó lo más curioso. Ella reajustándolo tuvo que sujetar la parte inferior de mi pecho, pero con uno de sus dedos toco todo el seno para ajustarlo al bikini, pasando por el pezón. En seguida, solté un leve quejido por el contacto, no pude evitarlo, y mi pezón se puso erecto. Ella se dio cuenta de mi reacción. Volvió ha pasar el dedo por mi pezón, y yo sin poder evitarlo de nuevo, volví a gemir. Su lengua pasó por sus labios por milésima vez, y ambas acortamos las distancia.

-Yo...-quise decir algo y su dedo en mis labios me lo impidió. Y sin saber lo que hacía, se lo chupé, le chupé el dedo. En ese momento me daba igual que fuera mi madrastra o el Santo Padre, yo le chupé el dedo.Y esta vez, la que gimió fue ella. De pronto la puerta se abrió y nos separamos bruscamente. Era el asqueroso del niño.

-Leo, hijo, ¿cuántas veces te tengo que decir que se llama antes de entrar? - preguntó Santana algo alterada.

-Mamá, tú siempre dices que entre familia no hay secretos, ¿por qué iba a llamar antes de entrar?

-Porque soy tu madre y yo te digo que llames antes de entrar a mi cuarto - solucionó con argumentazo. Ante eso, el niño no pudo replicar.- Y tú- señalándome a mí- Ya está bien de probarte todos mis bikinis, elige uno y sal del cuarto.

Holaaaaa, buenas tardessss, ¿esto a que viene? - pensé para mis adentros. Estaba claro que se trataba de un caso de bipolaridad porque hace un minuto le estaba chupando el dedo. Que ya cada vez que viera sus manos, no las miraría de la misma forma porque pensaría "tu dedo en mi boca". De hecho, cuando me señaló la puerta pensé en chuparle el dedo a modos despedida, pero me contuve por el crío. Salí con el niño de la habitación y me di cuenta que no dejaba de observarme. Hasta que le dije que parase, entonces me contó lo que estaba pensando- No me gustas.

-Ni tú a mí, niño asqueroso - repliqué.

Sus ojos se abrieron como platos, al igual que su boca. No podía creer que le hubiera dicho eso, era como si estuviese indignado o nunca nadie le hubiera dicho eso- Se lo voy a decir a papá y te va a castigar.

Yo me reí por la ingenuidad del niño- jajaja ¿ pero tú te crees que habiendo pasado papá de mi durante años, que me ha ignorado muchoooos años, y habiendo muerto mi madre, tú le dices que te llamé niño asqueroso y me va a castigar ? ¡Qué ingenuo eres! ¿Qué edad tienes?

Me levantó la palma de la mano abierta para que yo contase cinco.

-¡Pues espabila que yo a tu edad era mucho más madura, no estaba tan atontada como tú! - le dije eso, y me fui al jardín que tenían, no sin antes quitarle la gorra al niño asqueroso. Me senté en la tumbona al lado de Emily. Insisto, qué casa, piscina y todo en el jardín. Se notaba que nadaban en el dólar.

-Has tardado una eternidad en bajar- dijo ella.

-Tu hermano... que me entretiene con sus cosas de niño - no quise entrar en polémica. Para una persona con la que no tengo problemas no voy a buscarlos insultando al hermano de ambas.

La tarde transcurrió tranquila.Santana mirándome con odio de vez en cuando, yo charlando con Emily, el niño asqueroso lanzándome juguetes cada vez que podía. Típica tarde en familia. Mi padre llegó un poco después, a la hora de cenar. Venía de trabajar en su prestigioso despacho. Ironías de la vida, mi madre casi mendigando dinero, y mi padre nadando en él.
Entró en el jardín junto a Santana, y sin motivo aparente, ella le besó con gran pasión.¿A qué venía ese espectáculo?

-Menores de 18 años presentes- dijo Emily levantando la mano.

-Cierto, disculpad - se alejó para saludar a mi hermano y al resto. Enseguida, se sentó frente a nosotras. Conocía esa pose, era la de te voy a pedir algo muy gordo. - Brittany cariño, ¿qué tal tu día?-Me encogí de hombros esperando escuchar lo que él quería decir.- Tengo algo que decirte.Como Emily te podrá contar, nosotros somos gente muy familiar y solemos reunirnos todos muy a menudo.

No me estaba gustando por dónde iba.

-Habíamos acordado con la familia de Santana y la mía, pasar el fin de semana y de paso, presentarte a los que quedan.

-¿De cuánta familia estamos hablando?- pregunté con algo de respeto, en el más sincero sentido de abrumación.

-Pues todos, los padres de Santana, los míos, los primos, los tíos... La familia entera. - contestó mi padre. Probablemente, no era consciente de lo que me estaba pidiendo.

Iba a contestar cuando recibí una llamada a mi viejo y amado móvil. Me disculpé para poder atender la llamada, era Matt, mi padrastro. Debía ser un asunto grave si me estaba llamando.

-Britt, necesitamos tu ayuda- dijo rudamente.

-Hola Matt, ¿qué tal todo?- No tenía ganas de saber de él, y era una señal para que supiera que no era un buen momento para cierto tipo de conversaciones.

-Tu familia está ahí, ¿cierto?- Enseguida lo sospechó. Bajo ninguna otra circunstancia preguntaría por cómo estaba.

-Sí, sí- Todos me miraban expectantes, y no sabía muy bien cómo disimular.

-Necesito que vengas a verme cuánto antes.

-¿Quieres que te visite? Uff no sé si tendré tiempo.- Lo más fácil de fingir una buena relación con alguien es que con cuatro palabras cariñosas la gente ya se cree todo.

-¡Déjate de tonterías y ven! - gritó desde el otro lado de la línea - Sospechan de Puck, y como tiren de la manta...

No hacía falta que me dijera más. - A mí también me hace falta verte. -Él ya había colgado cuando yo seguía despidiéndome con buenas palabras. Santana parecía mirarme demasiado. - Era Matt. Me recordaba que tenía que volver a recoger algunas cosas.

-Trajiste todo contigo - contestó mi padre.

-Ya, pero me olvidé de... mi guitarra- dije pensando en alguna excusa.

-Emily te puede dejar la suya, ella también la toca - intervino Santana dejándome sin argumentos.

-Sí, podría tocar la suya...más nunca sería lo mismo. Aparte, Matt lo ha dicho como excusa para que vaya a verle. Se siente solo.

-Mientras no sea este fin de semana, me parece correcto- dijo mi padre.

Estuve tentada a librarme del compromiso - ¿Por qué el finde no? - Moví las manos en todas direcciones para aclarar mi punto- Quiero decir que la familia de Santana a mí prácticamente no me toca nada, y por otro lado, tú familia me ha ignorado durante toda mi vida, pueden ignorarme un fin de semana más.

-¡No, Brittany!- Santana intervino con una mirada igual o más enfadada que la de mi padre- Ahora eres parte de la familia nos guste o no, y deberás cumplir con las obligaciones que eso conlleva. Sé que no has estado tan dentro como debieras pero eso ya es el pasado. Ahora estás aquí, y con nosotros. Compórtate como se espera de ti.

Cuando tenía ese dedo de autoridad casi frente a mi cara, me vino a la mente "Yo se lo chupé".

-Está bien- acepté para su sorpresa- Iré el fin de semana con vosotros. Pasaré mañana por la mañana a casa de Matt.

-Tienes instituto- cortó Santana la conversación.

Yo, desafiante como la vida, repliqué- Puedo hacer ambas cosas. Esto es Nueva York. Puedo salir de casa a las cinco de la mañana y estar en el instituto antes de que empiecen las clases.

-El metro está a dos calles de ...-empezó Emily a decir antes de ser interrumpida por Santana- ¡Ni hablar! No me dará tiempo a llevarte a tu casa, pero sí puedo acercarte un poco.- Nadie daba crédito- Yo tengo que salir pronto a atender mis negocios pero puedo acercarla-Todos seguíamos igual de atónitos-¡Tengo corazón, ¿vale?!

-Gracias aunque no...-dije sin terminar la frase.

-Aunque nada, yo te acerco, no vas a salir sola a las cinco de la madrugada- iba a protestar pero se mostró firme - ¡He dicho!

Silenciosamente, se lo agradecí una segunda vez. Por lo menos aquella noche podría dormir más, o eso pensé pues llegaban al alma que hacían de mis noches más frías paseos delante de la ventana. Eran como llamas que me quemaban con su fuego. Era mi madre que venía a desvelarme para acogerme en sus brazos de aire. Por las mañanas, como si de una criatura de la noche se tratase, huía de mí. Y cada día que seguía la noche, faltaba más de mí, sin ella yo era menos yo.

Llegué a mi antigua casa en el barrio de Harlem. Miré a mis alrededores como si hubiese pasado una eternidad. Pensé en aquellas tardes en las que la señora Krauss se sentaba con nosotros en el parque a explicarnos las durezas de la Segunda Guerra Mundial, en Sugar, una joven y alocada bailarina que siempre era capaz de sacarte una sonrisa, o en mi amigo Mike, el único coreano del barrio que podía irse a comer contigo y luego venderte un reloj falso como si fuese de la misma Suiza. También estaban Finn, Bree. Kitty... y por no hablar de Puck, ¿qué decir de él?

No puedo decir que todos tuviéramos buena relación, pero era más de lo que podía decir de mi padre. Esos conocidos ahora eran como sombras tangibles, se les podía tocar y aún así nada volvería a ser igual. Lo triste es que sólo había pasado una semanay su ausencia ya era más lejana que la de aquellos que no pueden volver a mi lado.

Golpeé la puerta de mi casa cercionándome de que nadie me viera.

-¡Entra!- Gritó Matt. Me jaló del brazo y dio un gran portazo como si fuera el fin del mundo.

¡Olé! Vaya que es cambiante Santana, y luego Brittany en que pasos esta metida. Me gusta como van las cosas, lentas, aunque si me gustaría más Brittana pero así como van. XD

Espero tu siguiente actualización, saludos. :))))

No entraba al foro hace como dos años, creo. Con todo lo del cambio de link quise ver que onda y me encontré con esto. Necesito el próximo capitulo para vivir, por dios

por favor actualiza, me fascina tu historia.... y prométenos que no vas a dejar colgada la historia como hacen muchos.. please

Holaaa nueva lectora;) espero que actualices pronto!

Esta historia es como muy loca!!!
Saludos

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