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(Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
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marthagr81@yahoo.es
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monica.santander
Elita
Heya Morrivera
Jane0_o
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(Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
Santana Lopez había abandonado los barrios bajos donde había crecido, pero aquella época le había dejado profundas heridas.
Brittany subsistía a duras penas fregando suelos de día y cantado en un sórdido bar por las noches.
Santana le había dado la espalda a ese mundo de pobreza y bandas callejeras, pero tenia un asunto pendiente: debía sacar a Brittany de allí.
Brittany era incapaz de resistirse a Santana, pero tenia que recordar que era su enemiga y había renegado de su pasado; jamas podría amar a una chica pobre como ella.
Es una adaptacion Con G!p Santana
Espero sus comentarios sAludos
Brittany subsistía a duras penas fregando suelos de día y cantado en un sórdido bar por las noches.
Santana le había dado la espalda a ese mundo de pobreza y bandas callejeras, pero tenia un asunto pendiente: debía sacar a Brittany de allí.
Brittany era incapaz de resistirse a Santana, pero tenia que recordar que era su enemiga y había renegado de su pasado; jamas podría amar a una chica pobre como ella.
Es una adaptacion Con G!p Santana
Espero sus comentarios sAludos
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
Me gusta espero mas
Heya Morrivera********- - Mensajes : 633
Fecha de inscripción : 07/05/2014
Edad : 35
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
Que estás esperando para seguir?XD
Elita- - Mensajes : 1247
Fecha de inscripción : 17/06/2012
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
CAPITULO. 1
Habían ido allí para matarla. El haber pasado dos años trabajando en uno de los peores barrios de la ciudad había aguzado sus sentidos y le había enseñado a mantenerse alerta. Siempre tenia los ojos bien abiertos, y los había visto enseguida. Desde el escenario podía ver al pequeño grupo de hombres sentados en torno a una de las mesas del local. Apuraban sus vasos, pedían mas whisky, y le lanzaban miradas con ojos vidriosos y hablaban entre ellos, pero Brittany ignoro el vuelco en su estomago y siguio cantando.
Era una canción de amor, algo de lo que probablemente no sabían nada los tipos solitarios que frecuentaban el local de Joe.
-¡Eh, muñeca!- le grito un hombre sentado cerca del escenario, agitando sus billetes. - Me gustaría que interpretaras una canción solo para mi. Ven a sentarte en mi regazo.-
Brittany retrocedió, echo la cabeza hacia atrás, y canto la ultima estrofa de la canción con los ojos cerrados. Así podía imaginarse que estaba en otro lugar. No estaba en un apestoso club nocturno, cantando para un puñado de vagos y babosos, sino en una sala de conciertos, ante un publico que había pagado lo que ella pagaba por un mes de alquiler solo para escuchar su voz. En su imaginación no le dolía el estomago de hambre, no llevaba aquel barato vestido dorado lleno de remiendos... y no estaba sola. Fuera había alguien esperándola para llevarla a casa, a un hogar calido, seguro y confortable.
La canción termino, y Brittany abrió los ojos. Si, había alguien esperándola, pero no era la persona de sus sueños, sino aquellos matones salidos de una pesadilla. El miedo llevaba tanto tiempo siendo su sombra que estaba agotada de ansiedad; estaba cansada de estar mirando siempre detrás de si.
La ultima advertencia que había recibido había sido una paliza que la había dejado llena de moretones y en cama durante una semana, pera esa vez no habían ido allí para hacerle una advertencia. Con la boca seca y el corazón martilleándole en el pecho, Brittany se recordó que tenia un plan... y una navaja en la liga, bajo la falda.
Sentada en el fondo de aquel sórdido antro, la penumbra la envolvía en un anonimato que le era extraño en la vida que llevaba, siempre perseguido por los flashes de las cámaras. La noche anterior, sin ir mas lejos, había caminado por la alfombra roja con una estrella del brazo.
Sus negocios la habían convertido en la multimillonaria antes de los treinta, pero tiempo atrás había vivido en un barrio como aquel, rodeado de borrachos, de violencia y de muerte. Había crecido en ese ambiente y había estado a punto de ser arrastrado a sus cloacas, pero gracias a su implacable fuerza de voluntad se había liberado y había cambiado su vida.
Otra mujer habría enterrado aquellos años, pero Santana detestaba fingir, y no estaba dispuesta a pedir perdón por sus origenes. Incluso le divertía que las mujeres encontraran atractiva la cicatriz junto a su boca, un recordatorio visible de su oscuro pasado.
Nada suscitaba tanto interés en una persona como una mujer con aspecto de; les gustaba la idea de coquetear con el peligro... el mismo peligro en el que vivía envuelta la joven del escenario.
No podía creer lo bajo que había caído, y mientras la miraba la invadió una sensación de culpabilidad, porque era culpa suya que estuviera llevando esa clase de vida.
Su tensión fue en aumento al ver el suave contoneo de sus caderas, y al tipo que estaba sentado en la mesa de al lado se le resbalo el vaso entre los dedos. El ruido del cristal al estrellarse contra el suelo era algo a lo que estaban acostumbrados los parroquianos del local, y nadie se volvió a mirar. Santana también permaneció impasible frente al vaso de whisky sobre su mesa, que no había probado. No era mas que parte del decorado; tenia que mantener la mente despejada. Era una mujer que respondía de sus errores, y estaba allí para poner remedo a un error. Jamas debería haberla dejado. Por difíciles que se hubieran puesto las cosas entre ellos, por mucho que ella la odiara, no debería haberse apartado de ella.
La joven se movía con gracia por el escenario, seduciendo a su publico con sus ojos azules y esos labios brillantes cargados de promesas.
Santana la había visto crecer, la había visto pasar de niña a mujer, y la naturaleza no había sido generosa con los encantos que le había dado, había sido espléndida. Brittany explotaba esos encantos mientras cantaba con sentimiento, con pasion, y su increíble voz hizo que un escalofrío le recorriera la espalda. Mientras la observaba contonearse, noto que se excitaba y esa reacción la irrito porque nunca se había permitido pensar en ella de esa manera. Apretó la mandíbula, y se recordó que la química que había entre ellos era algo prohibido.
Brittany estaba cantando una balada, lenta y sensual, en la que una mujer le hacia reproches hacia su pareja que le había roto el corazon. Santana entorno los ojos. Sabia que el sentimiento que imprimía a la letra no procedía de su experiencia; Brittany jamas le había entregado a ninguna persona su corazon. En su niñez se había encerrado en si misma, y su hermano había sido el único capaz de traspasar el muro que había levantado entre el mundo y ella.
Santana decidió tomarse el whisky después de todo. Y se bebió el vaso de un trago sin apartar los ojos ni un segundo de la joven sobre el escenario.
Los rizos dorados le caían sobre los hombros desnudos, y un vestido dorado cortisimo realzaba sus tentadoras curvas, sin dejar apenas nada a la imaginacion. El whisky le quemaba la garganta. ¿O seria tal vez la ira? No podía creer que estuviese malgastando su vida de aquella manera. Le estaba costando un esfuerzo sobrehumano no ir a bajarla del escenario y sacarla de allí a rastras, lejos de los ojos golosos y las mentes pervertidas de aquellos hombres.
Sin embargo, no quería atraer la atención sobre si. Aquella seria la ultima vez, se prometio, la ultima vez que ña joven cantaba en aquel local de mala muerte.
El camarero se le acerco, pero Santana rechazo el ofrecimiento de otro whisky sacudiendo la cabeza, y sus ojos se apartaron de Brittany para fijarse en un grupo de hombres sentados a una cuentas mesas de ella. Conocía a cada uno de ellos y sabia el peligro al que se enfrentaba. Se había equivocado al pensar que Brittany estaría mejor sin ella. Debería haberla ignorado cuando le había pedido que saliera de su vida, pero no había podido defenderse de sus acusaciones porque todo lo que le había dicho era cierto. Santana apretó los labios. Había elegido el peor día posible para reaparecer en su vida. Aquella noche era el tercer aniversario de la muerte del hermano de Brittany, y ella era responsable de su muerte.
Sabiendo de que no había tiempo, Brittany no se cambio después de su actuación y en menos de un minuto salió del diminuto cuchitril que Joe tenia la desfachatez de llamar y se dirigió a la puerta trasera con una fina rebeca sobre los hombros, unas zapatillas de deporte y los zapatos de tacón en su mano. Tenia los pies destrozados por culpa de aquellos zapatos barato. El corazón le latía como si fuera a salirse del pecho y las palmas de las manos le sudaban pero se obligo a centrarse. ¿Habrían elegido esa noche por su significado o era solo coincidencia? Se le hizo un nudo en la garganta al pensar en su hermano. Sam siempre había estado a su lado, pero cuando el se había metido en problemas ella no había sido capaz de salvarlo, pensó con pesadumbre mientras salía al oscuro callejon.
-¡ pero si es nuestra muñequita! - dijo una voz masculina en tono burlon. Los hombres que habían ido por ella surgieron entre las sombras.
-¿ tienes el dinero, o estas dispuesta a ofrecernos un espectáculo privado?.
El miedo hizo estremecer a Brittany, pero logro esbozar una sonrisa.
- no tengo el dinero, pero tengo algo mejor- respondió insinúe te - claro que desde tan lejos no podré dároslo - le dirigió al líder una sonrisa provocadora y le hizo señas para que se acercara - terneras que acercarte de uno en uno -
El hombre soltó una risotada. - ya sabia yo que entrarías en razon. ¿Pero por que vas tan tapada? - avanzo hacia ella, y Brittany tuvo que hacer un esfuerzo para permanecer donde estaba y no gritar
Como puse es una adaptacion y soy nueva en esto asi que espero sus comentarioss
Saludos y no pude quitarle sipnosis hasta que me digne a usar mi ordenador jejej
Habían ido allí para matarla. El haber pasado dos años trabajando en uno de los peores barrios de la ciudad había aguzado sus sentidos y le había enseñado a mantenerse alerta. Siempre tenia los ojos bien abiertos, y los había visto enseguida. Desde el escenario podía ver al pequeño grupo de hombres sentados en torno a una de las mesas del local. Apuraban sus vasos, pedían mas whisky, y le lanzaban miradas con ojos vidriosos y hablaban entre ellos, pero Brittany ignoro el vuelco en su estomago y siguio cantando.
Era una canción de amor, algo de lo que probablemente no sabían nada los tipos solitarios que frecuentaban el local de Joe.
-¡Eh, muñeca!- le grito un hombre sentado cerca del escenario, agitando sus billetes. - Me gustaría que interpretaras una canción solo para mi. Ven a sentarte en mi regazo.-
Brittany retrocedió, echo la cabeza hacia atrás, y canto la ultima estrofa de la canción con los ojos cerrados. Así podía imaginarse que estaba en otro lugar. No estaba en un apestoso club nocturno, cantando para un puñado de vagos y babosos, sino en una sala de conciertos, ante un publico que había pagado lo que ella pagaba por un mes de alquiler solo para escuchar su voz. En su imaginación no le dolía el estomago de hambre, no llevaba aquel barato vestido dorado lleno de remiendos... y no estaba sola. Fuera había alguien esperándola para llevarla a casa, a un hogar calido, seguro y confortable.
La canción termino, y Brittany abrió los ojos. Si, había alguien esperándola, pero no era la persona de sus sueños, sino aquellos matones salidos de una pesadilla. El miedo llevaba tanto tiempo siendo su sombra que estaba agotada de ansiedad; estaba cansada de estar mirando siempre detrás de si.
La ultima advertencia que había recibido había sido una paliza que la había dejado llena de moretones y en cama durante una semana, pera esa vez no habían ido allí para hacerle una advertencia. Con la boca seca y el corazón martilleándole en el pecho, Brittany se recordó que tenia un plan... y una navaja en la liga, bajo la falda.
Sentada en el fondo de aquel sórdido antro, la penumbra la envolvía en un anonimato que le era extraño en la vida que llevaba, siempre perseguido por los flashes de las cámaras. La noche anterior, sin ir mas lejos, había caminado por la alfombra roja con una estrella del brazo.
Sus negocios la habían convertido en la multimillonaria antes de los treinta, pero tiempo atrás había vivido en un barrio como aquel, rodeado de borrachos, de violencia y de muerte. Había crecido en ese ambiente y había estado a punto de ser arrastrado a sus cloacas, pero gracias a su implacable fuerza de voluntad se había liberado y había cambiado su vida.
Otra mujer habría enterrado aquellos años, pero Santana detestaba fingir, y no estaba dispuesta a pedir perdón por sus origenes. Incluso le divertía que las mujeres encontraran atractiva la cicatriz junto a su boca, un recordatorio visible de su oscuro pasado.
Nada suscitaba tanto interés en una persona como una mujer con aspecto de
No podía creer lo bajo que había caído, y mientras la miraba la invadió una sensación de culpabilidad, porque era culpa suya que estuviera llevando esa clase de vida.
Su tensión fue en aumento al ver el suave contoneo de sus caderas, y al tipo que estaba sentado en la mesa de al lado se le resbalo el vaso entre los dedos. El ruido del cristal al estrellarse contra el suelo era algo a lo que estaban acostumbrados los parroquianos del local, y nadie se volvió a mirar. Santana también permaneció impasible frente al vaso de whisky sobre su mesa, que no había probado. No era mas que parte del decorado; tenia que mantener la mente despejada. Era una mujer que respondía de sus errores, y estaba allí para poner remedo a un error. Jamas debería haberla dejado. Por difíciles que se hubieran puesto las cosas entre ellos, por mucho que ella la odiara, no debería haberse apartado de ella.
La joven se movía con gracia por el escenario, seduciendo a su publico con sus ojos azules y esos labios brillantes cargados de promesas.
Santana la había visto crecer, la había visto pasar de niña a mujer, y la naturaleza no había sido generosa con los encantos que le había dado, había sido espléndida. Brittany explotaba esos encantos mientras cantaba con sentimiento, con pasion, y su increíble voz hizo que un escalofrío le recorriera la espalda. Mientras la observaba contonearse, noto que se excitaba y esa reacción la irrito porque nunca se había permitido pensar en ella de esa manera. Apretó la mandíbula, y se recordó que la química que había entre ellos era algo prohibido.
Brittany estaba cantando una balada, lenta y sensual, en la que una mujer le hacia reproches hacia su pareja que le había roto el corazon. Santana entorno los ojos. Sabia que el sentimiento que imprimía a la letra no procedía de su experiencia; Brittany jamas le había entregado a ninguna persona su corazon. En su niñez se había encerrado en si misma, y su hermano había sido el único capaz de traspasar el muro que había levantado entre el mundo y ella.
Santana decidió tomarse el whisky después de todo. Y se bebió el vaso de un trago sin apartar los ojos ni un segundo de la joven sobre el escenario.
Los rizos dorados le caían sobre los hombros desnudos, y un vestido dorado cortisimo realzaba sus tentadoras curvas, sin dejar apenas nada a la imaginacion. El whisky le quemaba la garganta. ¿O seria tal vez la ira? No podía creer que estuviese malgastando su vida de aquella manera. Le estaba costando un esfuerzo sobrehumano no ir a bajarla del escenario y sacarla de allí a rastras, lejos de los ojos golosos y las mentes pervertidas de aquellos hombres.
Sin embargo, no quería atraer la atención sobre si. Aquella seria la ultima vez, se prometio, la ultima vez que ña joven cantaba en aquel local de mala muerte.
El camarero se le acerco, pero Santana rechazo el ofrecimiento de otro whisky sacudiendo la cabeza, y sus ojos se apartaron de Brittany para fijarse en un grupo de hombres sentados a una cuentas mesas de ella. Conocía a cada uno de ellos y sabia el peligro al que se enfrentaba. Se había equivocado al pensar que Brittany estaría mejor sin ella. Debería haberla ignorado cuando le había pedido que saliera de su vida, pero no había podido defenderse de sus acusaciones porque todo lo que le había dicho era cierto. Santana apretó los labios. Había elegido el peor día posible para reaparecer en su vida. Aquella noche era el tercer aniversario de la muerte del hermano de Brittany, y ella era responsable de su muerte.
Sabiendo de que no había tiempo, Brittany no se cambio después de su actuación y en menos de un minuto salió del diminuto cuchitril que Joe tenia la desfachatez de llamar
-¡ pero si es nuestra muñequita! - dijo una voz masculina en tono burlon. Los hombres que habían ido por ella surgieron entre las sombras.
-¿ tienes el dinero, o estas dispuesta a ofrecernos un espectáculo privado?.
El miedo hizo estremecer a Brittany, pero logro esbozar una sonrisa.
- no tengo el dinero, pero tengo algo mejor- respondió insinúe te - claro que desde tan lejos no podré dároslo - le dirigió al líder una sonrisa provocadora y le hizo señas para que se acercara - terneras que acercarte de uno en uno -
El hombre soltó una risotada. - ya sabia yo que entrarías en razon. ¿Pero por que vas tan tapada? - avanzo hacia ella, y Brittany tuvo que hacer un esfuerzo para permanecer donde estaba y no gritar
Como puse es una adaptacion y soy nueva en esto asi que espero sus comentarioss
Saludos y no pude quitarle sipnosis hasta que me digne a usar mi ordenador jejej
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
Interesante historia!!!!
Espero que publiques seguidos!!
saludos
Espero que publiques seguidos!!
saludos
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
muy interesante, al igual que el comentario anterior solo espero que actualizes regularmente, es super fastidioso que comienzen una historia y pasen 3 semanas para actualizar y para colmo con un capitulo de 3 lineas, asi que hasta pronto!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
CAPOTULO 2
-Esta lloviendo- respondio, empezando a desabrocharse los botones de la rebeca. El tipo puso unos ojos como platos y su cerebro dejo de funcionar < los hombres son tan predecibles >. Y tengo frio.
- No por mucho tiempo, muñeca nosotros te haremos entrar en calor - el tipo se detuvo frente a ella con chuleria, pavoneándose ante sus compañeros - ¿y estos zapatos de tacón sexies? - agarro la rebeca para quitársela, y como aun tenia un botón abrochado, al tirar de ella lo rasgo - espero que no te lo hayas olvidado, encanto, o tendré que castigarte-
- pues claro que no- replico ella con voz almibarada - de hecho los tengo aquí mismo - furiosa por que le hubiera destrozado su única rebeca, Brittany saco la mano derecha de detrás de la espalda, y le clavo el tacón de aguja en la ingle con todas sus fuerzas. El hombre se doblo con un aullido de dolor, se desplomo sobre las rodillas y rodó de costado. Brittany se quedo inmóvil un instante al verlo retorciéndose en el suelo, antes de dejar caer los zapatos y echar a correr.
Sus deportivas salpicaban ruidosamente el agua sucia de los charcos a su paso, el aliento jádiente le desgarraba los pulmones, y las rodillas le temblaban del modo que apenas podía controlar sus piernas.
Tras de si oyó gritos, palabrotas, y luego un estruendo de pisadas: el resto de la banda había echado a correr detrás de ella. Se sentía como una liebre siendo perseguida por una jauría de perros de caza, con el inevitable y aterrador final cerniéndose sobre ella. Fue entonces cuando choco contra algo solido y un par de fuertes y a la vez cálidas manos la agarraron, deteniendo su carrera.
Oh, Dios... uno de ellos la había dado alcance; estaba atrapada. Todo había acabado. Se quedo paralizada, igual que un pájaro asustado entre las garras de un halcon, pero al oír como los gritos y el ruido de las pisadas se aproximaban cada vez mas, su instinto de supervivencia la hizo reaccionar. Levanto la pierna para pegarle un rodillazo en la ingle a la persona que la había atrapado, pero fue mas rápida y sin pronunciar palabra la rodeo en la cintura y la apretó contra ella, asegurándose así de que no tendría espacio para maniobrar. Pegada como estaba a sus fuertes muslos, a Brittany no le paso desapercibido el cambio que el roce entre ambas había provoco en cierta parte de su anatomia. Aprovecho la situación y bajo una mano por su escultural y bello cuerpo y cubrió el notable bulto con la palma de la mano. La mujer que no se esperaba aquella treta, aspiro entre dientes y el brazo con el que la estaba sujetando se relajo. El puño de Brittany impacto con su rostro y sin perder un segundo la joven se hecho a correr de nuevo.
Sin embargo, no llego muy lejos antes de que los brazos volvieran a cerrarse en torno a ella, zarandeándola igual que a una muñeca de trapo.
-¡maledizione! No vuelvas a hacer eso - aquella voz, que reconoció de inmediato, la hizo estremecerse por dentro. Sorprendida, alzo la mirada hacia el rostro de la mujer que le acababa de dar un puñetazo.
-¿Santana...?
-¡stai zitto! Ni una palabra- le ordeno ella.
Sus dedos le apretaron la muñeca, haciéndole daño, cuando los hombres les dieron alcance, pero Brittany no podía salir de su asombro. Santana Lopez... Los recuerdos del ultimo día que la había visto acudieron a su mente como fogonazos, recuerdos que había desterrado.
-Eh, gracias por detenerla- dijo uno de los hombres. Brittany se pregunto si el tipo al que le había clavado el tacón del zapato seguiría tendido en la callejon, retorciéndose de dolor. Le daba igual; aquellos matones ya no le preocupaban. De pronto el aire estaba cargado por una tensión muy distinta, y no podía pensar en otra cosa que no fuera la mujer contra cuyo escultural cuerpo estaba pegada cada curva al suyo. Hizo un intento por zafarse, pero era como estar entre las fauces de un cepo, y Santana gruño irritada. ¿Porque había tenido que ser Santana quien acudiese en su auxilio?
- sueltame; no quiero tu ayuda-
- ya, como te las apañas tan bien sola...- le espeto ella.
Brittany enrojeció humillada.
- puedo arreglarmerlas - mascullo. Sin embargo, sabia que ella jamas la soltaria. Santana Lopez era demasiado mujer como para dejar a otra mujer de aquellos brutos. Hizo mal en pensar, porque al recordar lo que había sentido al tocarla las mejillas se le arrebolaron. Agradecida por que la oscuridad disimulase su rubor, a Brittany se le escapo una risita histerica. Pensar en algo así cuando estaban a punto de matarla. Nadie mas que Santana tenia ese efecto en ella.
- ahora apartate; es nuestra - le dijo el líder del grupo - entregárnosla y vuelve a tu lujoso coche. No tenemos nada contra ti -
¿Lujoso coch? Brittany giro la cabeza y al final de la sucia calle vio un Ferrari, simbolode lo lejos que Santana había llegado lejos. Ella había dejado atrás todo aquello; aquel ya no era su mundo. ¿Que estaba haciendo alli?.
El hombre al que había golpeado con el tacón del zapato se unió en ese momento al resto de la banda, y en sus ojos vidriosos y llenos de ira Brittany vio su propia muerte. Mientras se preparaba para el final, sus pensamientos se entornaron extrañamente indiferentes. Con Santana a su lado habría una pelea, pero era una que no podía ganar. ¿ seria un final rapido? ¿Por una herida de navaja? ¿Por una bala?
De pronto se dio cuenta de que no quería que Santana muriera; no por ella. Inspiro para hablar, pero antes de que pudiera pronunciar palabra, los labios de Santana tomaron los suyos en un beso breve pero abrasador.
Brittany estaba demasiado sorprendida como para protestar. Sus labios cedieron a la presión de los de ella, y el beso diluyo el miedo. Lejos de resistirse, le respondió con pasion, casi de un modo desesperado.
Durante la mayor parte de su adolescencia había fantaseado con ese momento , incluso de aquella terrible noche, cuando su mundo se oscureció y su actitud hacia ella se vio irrevocablemente alterada. Sin embargo, ninguno de todos sus sueños había sido tan real como aquel instante. Su boca alejo todo pensamiento de su mente, excepto uno ; que si tuviera que escoger un momento para morir, seria quel. En medio de la bruma que tejía el deseo, oyó las risitas burlonas de los hombres que las observaban.
- Eh, oye, deja algo para los demas- se quejo uno de ellos.
Brittany, a quien aun le daba vueltas la cabeza por el beso, no se dio cuenta que Santana la había soltado, hasta que esta avanzo, abandonando las sombras. Aquel simple movimiento ocultaba una amenaza velada, y Brittany se estremeció mientras la observaba, asustada y fascinada al mismo tiempo.
Santana no dijo nada. Su rostro permaneció impasible, fria, sin delatar emoción alguna, mientras miraba fijamente a los hombres. Y estos extrañamente, en lugar de atacarle, comenzaron a retroceder. Confundida, Brittany se pregunto porque habrían de retroceder seis hombres ante una mujer. Alzo la vista hacia Santana y entonces vio que había parado los pies a la banda de matones: la inconfundible cicatriz que recorría la mejilla izquierda de Santana era la única imperfección en un rostro tan perfecto que podría haber sido esculpido por el mismo Miguel Angel.
Uno de los hombres farfullo algo como - es la snix - y Santana les dijo algo que Brittany no alcanzo a oir. Luego se dio media vuelta y regreso junto a ella con una calma inexplicable, Brittany quería preguntarle que tuviera cuidado, que no debería haberle dado la espalda, pero los hombres parecían haber caído bajo un hechizo inmovilizador.
Cuando llego junto a ella, Santana alzo una mano y le acaricio el cabello, un gesto impropio en una situación de peligro como aquella. Fue una caricia deliberada y posesiva a la vez, como si quisiera poner de relieve la relación entre ellas, cosa que Brittany no comprendía porque ya no tenían ninguna relación. Había quedado reducida añicos tres años atrás en una mugrienta habitacion, en presencia del cuerpo sin vida de su hermano.
Santana dejo caer la mano -andiamo- le dijo a Brittany - entra al coche- .
Ella obedecio, no porque quisiera, sino porque estaba tan hipnotizada por el aura de autoridad que desprendía como los miembros de la banda. Momentos despues, cuando Santana se sentó al volante del Ferrari y puso el motor en marcha, Brittany vio que tenia la mandíbula apretada, y supo que se había equivocado: no estaba calmada en absoluto, era evidente que estaba luchando por contener la ira que estaba devorándola por dentro, y ese pensamiento la hizo estremecerse. Nunca la había visto asi; jamas la había visto perder el control.
- Santana ...
-No digas ni una palabra- la corto ella con voz ronca, los nudillos sobre el volante blancos por la tensión. Ni siquiera la miro, sino que mantuvo la vista hacia el frente mientras recorrían las calles de los bajos fondos de Londres a toda velocidad, como si estuvieran participando en un really.
Ahora que el peligro había pasado, los pensamientos de Brittany no podían ser mas confusos. La adrenalina que se había disparado por sus venas momentos antes se había diluido, y solo podía pensar en aquel beso. Su cuerpo todavía temblaba por la presión de los labios de ella sobre los suyos, y cuanto mas recordaba la pasión con la que le había respondido, mas horrorizada se sentia. ¿Habría notado Santana el modo en que había reaccionado?
¿Y como podía haber reaccionado de aquella manera? Un sentimiento de repulsión se deslizo entre los vericuetos de su alma, y se asentó en lo mas profundo de ella como una pesada y fría piedra.
¿Acaso no tenia verguenza? ¿Como podía haber respondido de ese modo al beso de esa mujer que se había pasado odiando durante los últimos tres años?
Miro a Santana los signos visibles del éxito no la habían cambiado: el caro reloj en su muñeca, el coche que estaba conduciendo... Ninguna de esas cosas habían contribuido a hacer de ella la mujer que era. Bajo aquel sofisticado exterior que le permitía mezclarse con la gente mas rica e importante de la sociedad, Santana estaba hecha de acero, pensó apartando la vista de ella.
- te llamaron "la snix"- dijo sin poder resistirse a lanzarle otra mirada - a pesar del tiempo que hace que dejaste esa vida, tu reputación aun asusta a tipos como esos. Sabían quien eras - se quedo mirándola fascinada, preguntándose porque estaba tan enfadada. -¿porque has venido a esta parte de la ciudad? -
- me habían llegado rumores sobre un puñado de matones que iban detrás de cierta chica don una voz de oro - mascullo ella cambiando de marcha con brusquedad, antes de girar y pisar de nuevo el acelerador. La cabeza de Brittany reboto contra el reposa cabezas de su asiento - ¿cuanto dinero les debía tu hermano? - Brittany esbozo una sonrisa amarga. No le sorprendía en absoluto que supiese la verdad. Santana tenia contactos en todos los estratos, una red que habría sido la envidia de la policía y de aquellos que querían llegar a escalar puestos en la sociedad.
Es una adaptacion.
-Esta lloviendo- respondio, empezando a desabrocharse los botones de la rebeca. El tipo puso unos ojos como platos y su cerebro dejo de funcionar < los hombres son tan predecibles >. Y tengo frio.
- No por mucho tiempo, muñeca nosotros te haremos entrar en calor - el tipo se detuvo frente a ella con chuleria, pavoneándose ante sus compañeros - ¿y estos zapatos de tacón sexies? - agarro la rebeca para quitársela, y como aun tenia un botón abrochado, al tirar de ella lo rasgo - espero que no te lo hayas olvidado, encanto, o tendré que castigarte-
- pues claro que no- replico ella con voz almibarada - de hecho los tengo aquí mismo - furiosa por que le hubiera destrozado su única rebeca, Brittany saco la mano derecha de detrás de la espalda, y le clavo el tacón de aguja en la ingle con todas sus fuerzas. El hombre se doblo con un aullido de dolor, se desplomo sobre las rodillas y rodó de costado. Brittany se quedo inmóvil un instante al verlo retorciéndose en el suelo, antes de dejar caer los zapatos y echar a correr.
Sus deportivas salpicaban ruidosamente el agua sucia de los charcos a su paso, el aliento jádiente le desgarraba los pulmones, y las rodillas le temblaban del modo que apenas podía controlar sus piernas.
Tras de si oyó gritos, palabrotas, y luego un estruendo de pisadas: el resto de la banda había echado a correr detrás de ella. Se sentía como una liebre siendo perseguida por una jauría de perros de caza, con el inevitable y aterrador final cerniéndose sobre ella. Fue entonces cuando choco contra algo solido y un par de fuertes y a la vez cálidas manos la agarraron, deteniendo su carrera.
Oh, Dios... uno de ellos la había dado alcance; estaba atrapada. Todo había acabado. Se quedo paralizada, igual que un pájaro asustado entre las garras de un halcon, pero al oír como los gritos y el ruido de las pisadas se aproximaban cada vez mas, su instinto de supervivencia la hizo reaccionar. Levanto la pierna para pegarle un rodillazo en la ingle a la persona que la había atrapado, pero fue mas rápida y sin pronunciar palabra la rodeo en la cintura y la apretó contra ella, asegurándose así de que no tendría espacio para maniobrar. Pegada como estaba a sus fuertes muslos, a Brittany no le paso desapercibido el cambio que el roce entre ambas había provoco en cierta parte de su anatomia. Aprovecho la situación y bajo una mano por su escultural y bello cuerpo y cubrió el notable bulto con la palma de la mano. La mujer que no se esperaba aquella treta, aspiro entre dientes y el brazo con el que la estaba sujetando se relajo. El puño de Brittany impacto con su rostro y sin perder un segundo la joven se hecho a correr de nuevo.
Sin embargo, no llego muy lejos antes de que los brazos volvieran a cerrarse en torno a ella, zarandeándola igual que a una muñeca de trapo.
-¡maledizione! No vuelvas a hacer eso - aquella voz, que reconoció de inmediato, la hizo estremecerse por dentro. Sorprendida, alzo la mirada hacia el rostro de la mujer que le acababa de dar un puñetazo.
-¿Santana...?
-¡stai zitto! Ni una palabra- le ordeno ella.
Sus dedos le apretaron la muñeca, haciéndole daño, cuando los hombres les dieron alcance, pero Brittany no podía salir de su asombro. Santana Lopez... Los recuerdos del ultimo día que la había visto acudieron a su mente como fogonazos, recuerdos que había desterrado.
-Eh, gracias por detenerla- dijo uno de los hombres. Brittany se pregunto si el tipo al que le había clavado el tacón del zapato seguiría tendido en la callejon, retorciéndose de dolor. Le daba igual; aquellos matones ya no le preocupaban. De pronto el aire estaba cargado por una tensión muy distinta, y no podía pensar en otra cosa que no fuera la mujer contra cuyo escultural cuerpo estaba pegada cada curva al suyo. Hizo un intento por zafarse, pero era como estar entre las fauces de un cepo, y Santana gruño irritada. ¿Porque había tenido que ser Santana quien acudiese en su auxilio?
- sueltame; no quiero tu ayuda-
- ya, como te las apañas tan bien sola...- le espeto ella.
Brittany enrojeció humillada.
- puedo arreglarmerlas - mascullo. Sin embargo, sabia que ella jamas la soltaria. Santana Lopez era demasiado mujer como para dejar a otra mujer de aquellos brutos. Hizo mal en pensar, porque al recordar lo que había sentido al tocarla las mejillas se le arrebolaron. Agradecida por que la oscuridad disimulase su rubor, a Brittany se le escapo una risita histerica. Pensar en algo así cuando estaban a punto de matarla. Nadie mas que Santana tenia ese efecto en ella.
- ahora apartate; es nuestra - le dijo el líder del grupo - entregárnosla y vuelve a tu lujoso coche. No tenemos nada contra ti -
¿Lujoso coch? Brittany giro la cabeza y al final de la sucia calle vio un Ferrari, simbolode lo lejos que Santana había llegado lejos. Ella había dejado atrás todo aquello; aquel ya no era su mundo. ¿Que estaba haciendo alli?.
El hombre al que había golpeado con el tacón del zapato se unió en ese momento al resto de la banda, y en sus ojos vidriosos y llenos de ira Brittany vio su propia muerte. Mientras se preparaba para el final, sus pensamientos se entornaron extrañamente indiferentes. Con Santana a su lado habría una pelea, pero era una que no podía ganar. ¿ seria un final rapido? ¿Por una herida de navaja? ¿Por una bala?
De pronto se dio cuenta de que no quería que Santana muriera; no por ella. Inspiro para hablar, pero antes de que pudiera pronunciar palabra, los labios de Santana tomaron los suyos en un beso breve pero abrasador.
Brittany estaba demasiado sorprendida como para protestar. Sus labios cedieron a la presión de los de ella, y el beso diluyo el miedo. Lejos de resistirse, le respondió con pasion, casi de un modo desesperado.
Durante la mayor parte de su adolescencia había fantaseado con ese momento , incluso de aquella terrible noche, cuando su mundo se oscureció y su actitud hacia ella se vio irrevocablemente alterada. Sin embargo, ninguno de todos sus sueños había sido tan real como aquel instante. Su boca alejo todo pensamiento de su mente, excepto uno ; que si tuviera que escoger un momento para morir, seria quel. En medio de la bruma que tejía el deseo, oyó las risitas burlonas de los hombres que las observaban.
- Eh, oye, deja algo para los demas- se quejo uno de ellos.
Brittany, a quien aun le daba vueltas la cabeza por el beso, no se dio cuenta que Santana la había soltado, hasta que esta avanzo, abandonando las sombras. Aquel simple movimiento ocultaba una amenaza velada, y Brittany se estremeció mientras la observaba, asustada y fascinada al mismo tiempo.
Santana no dijo nada. Su rostro permaneció impasible, fria, sin delatar emoción alguna, mientras miraba fijamente a los hombres. Y estos extrañamente, en lugar de atacarle, comenzaron a retroceder. Confundida, Brittany se pregunto porque habrían de retroceder seis hombres ante una mujer. Alzo la vista hacia Santana y entonces vio que había parado los pies a la banda de matones: la inconfundible cicatriz que recorría la mejilla izquierda de Santana era la única imperfección en un rostro tan perfecto que podría haber sido esculpido por el mismo Miguel Angel.
Uno de los hombres farfullo algo como - es la snix - y Santana les dijo algo que Brittany no alcanzo a oir. Luego se dio media vuelta y regreso junto a ella con una calma inexplicable, Brittany quería preguntarle que tuviera cuidado, que no debería haberle dado la espalda, pero los hombres parecían haber caído bajo un hechizo inmovilizador.
Cuando llego junto a ella, Santana alzo una mano y le acaricio el cabello, un gesto impropio en una situación de peligro como aquella. Fue una caricia deliberada y posesiva a la vez, como si quisiera poner de relieve la relación entre ellas, cosa que Brittany no comprendía porque ya no tenían ninguna relación. Había quedado reducida añicos tres años atrás en una mugrienta habitacion, en presencia del cuerpo sin vida de su hermano.
Santana dejo caer la mano -andiamo- le dijo a Brittany - entra al coche- .
Ella obedecio, no porque quisiera, sino porque estaba tan hipnotizada por el aura de autoridad que desprendía como los miembros de la banda. Momentos despues, cuando Santana se sentó al volante del Ferrari y puso el motor en marcha, Brittany vio que tenia la mandíbula apretada, y supo que se había equivocado: no estaba calmada en absoluto, era evidente que estaba luchando por contener la ira que estaba devorándola por dentro, y ese pensamiento la hizo estremecerse. Nunca la había visto asi; jamas la había visto perder el control.
- Santana ...
-No digas ni una palabra- la corto ella con voz ronca, los nudillos sobre el volante blancos por la tensión. Ni siquiera la miro, sino que mantuvo la vista hacia el frente mientras recorrían las calles de los bajos fondos de Londres a toda velocidad, como si estuvieran participando en un really.
Ahora que el peligro había pasado, los pensamientos de Brittany no podían ser mas confusos. La adrenalina que se había disparado por sus venas momentos antes se había diluido, y solo podía pensar en aquel beso. Su cuerpo todavía temblaba por la presión de los labios de ella sobre los suyos, y cuanto mas recordaba la pasión con la que le había respondido, mas horrorizada se sentia. ¿Habría notado Santana el modo en que había reaccionado?
¿Y como podía haber reaccionado de aquella manera? Un sentimiento de repulsión se deslizo entre los vericuetos de su alma, y se asentó en lo mas profundo de ella como una pesada y fría piedra.
¿Acaso no tenia verguenza? ¿Como podía haber respondido de ese modo al beso de esa mujer que se había pasado odiando durante los últimos tres años?
Miro a Santana los signos visibles del éxito no la habían cambiado: el caro reloj en su muñeca, el coche que estaba conduciendo... Ninguna de esas cosas habían contribuido a hacer de ella la mujer que era. Bajo aquel sofisticado exterior que le permitía mezclarse con la gente mas rica e importante de la sociedad, Santana estaba hecha de acero, pensó apartando la vista de ella.
- te llamaron "la snix"- dijo sin poder resistirse a lanzarle otra mirada - a pesar del tiempo que hace que dejaste esa vida, tu reputación aun asusta a tipos como esos. Sabían quien eras - se quedo mirándola fascinada, preguntándose porque estaba tan enfadada. -¿porque has venido a esta parte de la ciudad? -
- me habían llegado rumores sobre un puñado de matones que iban detrás de cierta chica don una voz de oro - mascullo ella cambiando de marcha con brusquedad, antes de girar y pisar de nuevo el acelerador. La cabeza de Brittany reboto contra el reposa cabezas de su asiento - ¿cuanto dinero les debía tu hermano? - Brittany esbozo una sonrisa amarga. No le sorprendía en absoluto que supiese la verdad. Santana tenia contactos en todos los estratos, una red que habría sido la envidia de la policía y de aquellos que querían llegar a escalar puestos en la sociedad.
Es una adaptacion.
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
Hola!! Esta genial la historia:D
espero el siguiente cap:)
Saludos!
espero el siguiente cap:)
Saludos!
Susii********-*- - Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
vaya, que interesante, me gusta como va la historia, hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
me gusta mucho la historia bastante diferente cautivadora. esperoo los proximos cap.
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
CAPITULO 3
-veinte mil libras- respondio, deseando que la cantidad no sonora tan aterradora como era, - en realidad era el doble, y eh conseguido pagar la mitad de la deuda, pero aun no esta saldada y por eso vinieron esa noche por mi- .
Los ojos de Santana relampagueaban cuando giro la cabeza un instante para mirarla.
-¿les has pagado?- dijo ella entre dientes.
- bueno no puede decirse que tuviera eleccion- , Santana volvió de marcha casi con violencia. -pero podrías haber acudido a la policia-. Brittany se pregunto si se habría dado cuenta de que acababa de saltarse un semaforo. -eso habría empeorado las cosas -
-¿para quien? Los ciudadanos que respetan las leyes no deberían tener miedo a la policia, Brittany ¿o acaso temías que te arrestaran?
El tono de desprecio en su voz la dejo perpleja hasta que la vio lanzar una mirada irritada a sus muslos y comprendio. Creía que era una ... ¿Por eso estaba furiosa?.
La sola idea la dejo tan aturdida que tardo un rato en responder.
- ¿a que crees que me dedico?
- imagino que a lo mismo que el resto de las chicas del club-
Creía que era una prostituta. Brittany se echo a reir, esa eso o echarse a llorar, y no iba a llorar delante de el. Todo lo que había tenido que llorar ya ll había llorado, en privado.
-¿te parece gracioso? -gruño ella, pisando de nuevo el acelerador.
- hago uno de lo que Dios me ha dado. ¿Que hay de malo en eso?
Decir aquello fue una estupidez una provocacion, como agitar un pañuelo rojo delante de un toro, y aunque se arrepintió en el momento en el que las palabras cruzaron sus labios, ya era demasiado tarde.
Santana detuvo el coche con un brusco frenazo, y cuando la miro, con esos ojos incandescentes de furia, Brittany se encogió en el asiento.
- si tan desesperada estabas por conseguir el dinero- le dijo con aspereza - podrías haber acudido a mi. No importa lo que ocurrió entre nosotras; nada de eso importa. Si tenias problemas, deberías haberte puesto en contacto conmigo. -
- tu eres la ultima persona del mundo a la que le pediría ayuda - replico Brittany.
Sin embargo, sus palabras apenas sonaron convincentes, abrumada como estaba por los sentimientos que se agolpaban en su inteior: una mezcla de desprecios por si misma, y de un anhelo desesperado que la asustaba. No queria sentirse asi.
- ese orgullo puede acabar contigo Brittany -
-¡No se trata de orgullo! Y aunque hubiera querido ponerme en contacto contigo, no habría sabido como hacerlo, ya no te reconosco- le dijo. Ni tampoco se reconocía a si misma - en el mundo al que perteneces ahora, por lo que eh oido, siempre estas rodeada de gente importante y de fuertes medidas de segurodad- giro la cabeza para mirarla, y de inmediato aparto la vista, porque con una mirada a sus labios bastaba para pensar en aquel beso.
-¿de verdad habrías preferido morir antes que ponerte en contacto conmigo? - insistió Santana, como si no la hubiera escuchado.
Brittany miro al frente, y vio con sorpresa que estaban cerca del bloque de pisos en el que vivía.
-sabes perfectamente porque no me puse en contacto contigo-
-Si, lo se: porque me odias- respondió Santana en un tono desprovisto de emocion, aunque sus manos seguían tensas, aferradas al volante, -me culpas por todo lo que ocurrio-
-No, por todo no... Solo por eso. ¿Sabes que día es hoy?. - inquirió Brittany con voz entrecortada.
Los ojos de Santana relampaguearon de nuevo. - ¿Acaso crees que podría olvidarlo? Por si te sirve de algo, no eres la única que me culpa. También yo me culpo por su muerte.
La lluvia caía ahora con fuerza sobre los cristales, emborronando sus alrededores pensó Brittany mientras observaba como el agua formaba riachuelos en el parabrisas.
- No, no sirve de nada-
A pesar de los años que habían pasado, el recuerdo de aquella noche se cernía sobre ellas en ese momento como una nube negra de tormenta esperando a descargar sobre ellas con todas sus fuerzas.
Brittany se desabrocho el cinturón y abrió la puerta, huyendo de ese recuerdo y de una conversación que no quería tener.
- gracias por traerme-
No dijo " a casa" porque para ella aquel departamento no era un hogar. Era solo el lugar donde dormiría hasta que volviera a mudarse, cosa que hacia con regularidad.
Se bajo del coche y la lluvia la calo enseguida. Se sentía ridícula allí de pie, empapada, con aquel vestido barato, junto a un Ferrari y su dueña multimillonaria.
Brittany la prostituta ¿era eso lo que parecia? Quizá debería despedirse de su fantasía de cantar en salas de conciertos ante miles de personas.
Santana también se había bajado del coche. Ignorando la lluvia, se quito el abrigo y se lo hecho sobre los hombros y se lo cerro, como si no fuera tanto para protegerla del frío como para tapar su vestido, como si la avergonzara.
-¿eres consciente de que ninguna mujer en sus cabales regresaría sola tan tarde a un lugar como este? - le pregunto.
-me encontraron; tuve que mudarme. No saben que vivo aqui- respondió Brittany y de pronto su rostro palidecio. Horrorizada alzo los ojos hacia Santana -no me has preguntado donde vivia. ¿Como sabias la direccion?-
-hice las pesquisas necesarias para averiguarlo. Y si yo he podido dar contigo, estoy segura de que esos animales saben donde encontrarte. De hecho, calculo que tenemos menos de diez minutos para que recojas tus cosas antes de que lleguen aqui. ¡Muevete!. - le dijo Santana viéndola fijamente.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~<<~~~~~~~~~~~~~~~~~
Es una adaptacion
Y si este capitulo es corto.. Lo siento
Saludos
-veinte mil libras- respondio, deseando que la cantidad no sonora tan aterradora como era, - en realidad era el doble, y eh conseguido pagar la mitad de la deuda, pero aun no esta saldada y por eso vinieron esa noche por mi- .
Los ojos de Santana relampagueaban cuando giro la cabeza un instante para mirarla.
-¿les has pagado?- dijo ella entre dientes.
- bueno no puede decirse que tuviera eleccion- , Santana volvió de marcha casi con violencia. -pero podrías haber acudido a la policia-. Brittany se pregunto si se habría dado cuenta de que acababa de saltarse un semaforo. -eso habría empeorado las cosas -
-¿para quien? Los ciudadanos que respetan las leyes no deberían tener miedo a la policia, Brittany ¿o acaso temías que te arrestaran?
El tono de desprecio en su voz la dejo perpleja hasta que la vio lanzar una mirada irritada a sus muslos y comprendio. Creía que era una ... ¿Por eso estaba furiosa?.
La sola idea la dejo tan aturdida que tardo un rato en responder.
- ¿a que crees que me dedico?
- imagino que a lo mismo que el resto de las chicas del club-
Creía que era una prostituta. Brittany se echo a reir, esa eso o echarse a llorar, y no iba a llorar delante de el. Todo lo que había tenido que llorar ya ll había llorado, en privado.
-¿te parece gracioso? -gruño ella, pisando de nuevo el acelerador.
- hago uno de lo que Dios me ha dado. ¿Que hay de malo en eso?
Decir aquello fue una estupidez una provocacion, como agitar un pañuelo rojo delante de un toro, y aunque se arrepintió en el momento en el que las palabras cruzaron sus labios, ya era demasiado tarde.
Santana detuvo el coche con un brusco frenazo, y cuando la miro, con esos ojos incandescentes de furia, Brittany se encogió en el asiento.
- si tan desesperada estabas por conseguir el dinero- le dijo con aspereza - podrías haber acudido a mi. No importa lo que ocurrió entre nosotras; nada de eso importa. Si tenias problemas, deberías haberte puesto en contacto conmigo. -
- tu eres la ultima persona del mundo a la que le pediría ayuda - replico Brittany.
Sin embargo, sus palabras apenas sonaron convincentes, abrumada como estaba por los sentimientos que se agolpaban en su inteior: una mezcla de desprecios por si misma, y de un anhelo desesperado que la asustaba. No queria sentirse asi.
- ese orgullo puede acabar contigo Brittany -
-¡No se trata de orgullo! Y aunque hubiera querido ponerme en contacto contigo, no habría sabido como hacerlo, ya no te reconosco- le dijo. Ni tampoco se reconocía a si misma - en el mundo al que perteneces ahora, por lo que eh oido, siempre estas rodeada de gente importante y de fuertes medidas de segurodad- giro la cabeza para mirarla, y de inmediato aparto la vista, porque con una mirada a sus labios bastaba para pensar en aquel beso.
-¿de verdad habrías preferido morir antes que ponerte en contacto conmigo? - insistió Santana, como si no la hubiera escuchado.
Brittany miro al frente, y vio con sorpresa que estaban cerca del bloque de pisos en el que vivía.
-sabes perfectamente porque no me puse en contacto contigo-
-Si, lo se: porque me odias- respondió Santana en un tono desprovisto de emocion, aunque sus manos seguían tensas, aferradas al volante, -me culpas por todo lo que ocurrio-
-No, por todo no... Solo por eso. ¿Sabes que día es hoy?. - inquirió Brittany con voz entrecortada.
Los ojos de Santana relampaguearon de nuevo. - ¿Acaso crees que podría olvidarlo? Por si te sirve de algo, no eres la única que me culpa. También yo me culpo por su muerte.
La lluvia caía ahora con fuerza sobre los cristales, emborronando sus alrededores
- No, no sirve de nada-
A pesar de los años que habían pasado, el recuerdo de aquella noche se cernía sobre ellas en ese momento como una nube negra de tormenta esperando a descargar sobre ellas con todas sus fuerzas.
Brittany se desabrocho el cinturón y abrió la puerta, huyendo de ese recuerdo y de una conversación que no quería tener.
- gracias por traerme-
No dijo " a casa" porque para ella aquel departamento no era un hogar. Era solo el lugar donde dormiría hasta que volviera a mudarse, cosa que hacia con regularidad.
Se bajo del coche y la lluvia la calo enseguida. Se sentía ridícula allí de pie, empapada, con aquel vestido barato, junto a un Ferrari y su dueña multimillonaria.
Brittany la prostituta ¿era eso lo que parecia? Quizá debería despedirse de su fantasía de cantar en salas de conciertos ante miles de personas.
Santana también se había bajado del coche. Ignorando la lluvia, se quito el abrigo y se lo hecho sobre los hombros y se lo cerro, como si no fuera tanto para protegerla del frío como para tapar su vestido, como si la avergonzara.
-¿eres consciente de que ninguna mujer en sus cabales regresaría sola tan tarde a un lugar como este? - le pregunto.
-me encontraron; tuve que mudarme. No saben que vivo aqui- respondió Brittany y de pronto su rostro palidecio. Horrorizada alzo los ojos hacia Santana -no me has preguntado donde vivia. ¿Como sabias la direccion?-
-hice las pesquisas necesarias para averiguarlo. Y si yo he podido dar contigo, estoy segura de que esos animales saben donde encontrarte. De hecho, calculo que tenemos menos de diez minutos para que recojas tus cosas antes de que lleguen aqui. ¡Muevete!. - le dijo Santana viéndola fijamente.
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Es una adaptacion
Y si este capitulo es corto.. Lo siento
Saludos
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
corto si, pero cada vez mas interesante!!!!!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
A mi me encantaaaaaa. Me gusta como va todo.
Xx
Xx
iFannyGleek****** - Mensajes : 335
Fecha de inscripción : 03/10/2013
Edad : 27
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
Esta historia es muy interesante! Quiero masss! :D
Saludos
Saludos
Susii********-*- - Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
CAPITULO 4
EL BAJO... Brittany vivía en el bajo... Santana permaneció inmóvil mientras ella giraba la llave en la cerradura, esforzándose por contener la ira que estaba apoderándose de ella. " hago uso de lo que Dios me ha dado" ... Al recordar la indolencia con que Brittany le había soltado esas palabras, se giro, dandole la espalda porque no confiaba en seguir conteniéndose si la mirase o le hablase. Una imagen del pasado acudio a su mente, de Brittany de niña aferrandose al brazo de su hermano porque no comprendia que habia sido de la comoda vida familiar que habian llevado hasta entonces. No podia asociar aquella vision de vulnerable inocencia con la realidad, con aquella Brittany vestida con aquel ajustado vestido dorado, haciendo uso de lo que Dios le habia dado.
Su inocencia se habia esfumado, lo habia sabido en el mismo momento en el que habia besado sus labios y ella le habia respondido con total desinhibicion.
Se volvio al oir el ruido de la puert al abrirse.
-Ya esta- dijo Brittany - Hogar, dulce hogar. Ya puedes irte; gracias otra vez por traerme-
-no pienso irme- replico Santana antes de lanzar un rapido vistazo hacia la puerta del portal.
-Si te preocupa ese juguetito tuyo que has dejado aparcado ahi fuera, pueder irte a jugar con el- le dijo Brittany con insolencia -¡Eh!, ¿que te crees que haces?-
Exclamo cuando la agarro del brazo y dio un paso adelante -No voy a invitarte a cafe. Ya te has llevado un beso gratis-
- Ese beso te ha salvado la vida- le espero Santana.
La arrastro dentro del apartamento, cerro la puerta y palpo la pared en busca del interruptor.
Cuando lo encontro y se hizo la luz, el apartamento era tan pequeño que no le llevo mas de cinco segundos asegurarse de que no habia nadie escondido. Cerro las persianas, fue a echar el pestillo de la puerya y, volviendose hacia Brittany dijo:
-no deberias vivir en un bajo- Y nada mas pronunciar esas palabras supo que habria hecho mejor en morderse la lengua, porque ella mejor que nadie sabia porque habia escogido un bajo.
Sabiendo cual seria su reaccion dirigio la vista hacia Brittany, y la joven le sostuvo la krada desafiante.
-¿Que? Si crees que voy a derrumbarme, Santana puedes sentarte a esperar.-
Santana sacudio su cabeza, debatiendose entre reirse o estrangularla. -este no es momento de derrumbarse- le respondio sin alterarse -tienes cinco minutos para recoger lo que es importante para ti. Luego nos iremos-
Sin darse cuenta bajo la vista, y aunque se apresuro a apartar la mirada en cuanto vislumbro el escote de Brittany, el hecho de que se habia tenido que obligar a hacerlo era un claro indicador de lo cerca que estaba de perder la cabeza.
Deberia haber pensado otra manera de ponerla a salvo que no fuera besarla.
No queria mirarla, y no solo por lo atraida que se sentia por ella, sino porque con solo ver aquel vestido tan endiabladamente sexi empezaría a pensar en todos aquellos hombres del club mirándola y... ¿Cuantos de ellos le habran puesto la mano encima? ¿Porque habia esperado tres años para ir su busca? ¿Porque habia pensado que estaria mejor con el fuera de su vida?.
Aparentemente ajena a su tormento, Brittany se puso de puntillas para abrir un armarito, y al hacerlo su abrigo cayo al suelo y se le levanto un poco la falda del vestido, dejando al descubierto un liguero... Y algo mas.
Santana solto una palabrota, se acerco y le levanto el vestido a pesar del gemido ahogado de protesta que escapo de los labios de Britt.
Saco la navaja del liguero, y mientras lo sostenia en una mano, uso la otra para girar a Brittany hacia ella ella.
- maledizione ¿que es esto?
- es una navaja - contesto desafiandola con la mirada - Tu deberias saberlo. Al fin y al cabo no es la primera vez que lo ves-.
- no deberias ir por ahi con esto - dijo Santana - si no hubiera aparecido cuando lo hice...
-la habria utilizado si hubiera sido necesario.
El solo pensar en que habria pasado si hubiese sacado la navaja delante de aquellos tipos, hizo que a Santana se le helara la sangre en las venas. Habia estado a punto de perderla.
El ladrido de un perro en la calle le recordo que no habia tiempo para reflexiones ni recriminaciones, se guardo la navaja en el bolsillo y recogio su abrigo del suelo.
- busca un abrigo y date prisa - le ordeno a la rubia.
Se pregunto si no habria sido un error llevarla alli, pero luego se recordo que Brittany necesitaria su pasaporte.
-No entiendo a que viene tanta prisa, me llevara mas de cinco minutos encontrar otro sitio donde vivir - replico, sacando un vaso del armarito que acababa de abrir - ¿quieres agua? No puedo ofrecerte cafe. Hace una semana que me cortaron el gas.
-Acabas de perder treinta segundos que podrias haber empleado guardando lo que quieras llevarte- gruño Santana, yendo hasta la ventana para mirar afuera.
Le daba escalofríos pensar cuantas veces habria arriengado Brittany su vida cruzando aquella calle sucia y mal iluminada.
-tomare eso coml un no- dijo Brittany encogiendose de hombros dejo el vaso sobre la encimera y cerro el armarito.
Fue entonces cuando Santana vio que tenia los nudillos entojecidos.
-Me habia olvidado de tu mano-
-mi mano esta bien. ¿Que tal tu cara?
-Bien. Aunque debo decir que fue un buen puñetazo - contesto Santana yendo hacia el frigorico para buscarle unos hielos para la mano. Al abrirlo, se quedo con incredulidad las baldas vacias -¿es que no comes?-
-Suelo comer fuera- contesto Britt en un tono despreocupado, aunque su delgadez no decia lo mismo.
-¿no tienes hielo?
-No. Me temo que tendras que tomarte tu gic-tonic sin hielo. Lo siento- santana ignoro su sarcasmo y se recordo que la prioridad era sacarla de alli.
-Era par tu mano, pero ya nos ocuparemos de eso cuando lleguemos a mi casa. No podemos perder mas tiempo-
-No voy a ir a tu casa, Santana - replico Brittany, aun con el vaso en la mano. Se volvio hacia el grifo y lo lleno. Se lo bebio como si estuviera sedienta, pero la mano le temblaba. -Sal de mi vida-
-Lo hice una vez y las cosas no te han ido demasiado bien, ¿me equivoco?
-Te equivocas. Me va muy bien sin ti.-
-Pues lo quieras o no vuelvo a formar parte de tu vida, Brittany.-
-Eso es algo que no puedes permitirte, y no porque no tengas dinero, sino prque estoy muy por debajo de ti.-
Esta alusion velada a su dudosa profesion no hizo sino avivar la ira de Santana, que tuvo que contenerse para no empujarla contra la pared y preguntarle como habia podido caer tan bajo. Queria saber como podian haberse torcido tanto las cosas, pero sabia la respuesta. Ella era la responsable porque le habia hecho cuando Britt le dijo que la dejara tranquila, porque no habia podido protegerla.
-Has perdido otros treinta segundos. Espero que sea porque eres de esas personas que viajan ligeras de equipaje-
Se acerco a la ventana y abrio un poco la persiana. Al final de la calle se veia acercarse una camioneta negre con los foros apagados, maldijo en italiano.
-Se te ha acabado el tiempo, cenicienta. Ve por tu pasaporte.-
-Te lo eh dicho: no voy a irme contigo.-
-¡Ahora!- rugio ella y Brittany dio un respingo -Antes de que nos vueles los sesos. ¡Muevete!.-
-Pero yo...-
-Britt, te juro por Dios que como digas una palabra mas te disparare yo misma. Ve por tu pasaporte-
-¡No tengo pasaporte! ¡Eres tu la que te has unido a la jet set, no yo!.- le grito con las mejillas encendidas de irritación- ¿para que hiba yo a querer un pasaporte?-
Santana resoplo.
-Es igual. Yo te conseguiré uno.-
-Ya te lo he dicho, no pienso ir... -
-Vendrás conmigo por tu propia voluntad, o te llevare yo, aunque tenga que cargar contigo sobre la espalda- gruño -tu eliges.-
-¿A eso le llamas elegir?-
Fuera se oyó un frenazo...
Es una adaptacion.....
EL BAJO... Brittany vivía en el bajo... Santana permaneció inmóvil mientras ella giraba la llave en la cerradura, esforzándose por contener la ira que estaba apoderándose de ella. " hago uso de lo que Dios me ha dado" ... Al recordar la indolencia con que Brittany le había soltado esas palabras, se giro, dandole la espalda porque no confiaba en seguir conteniéndose si la mirase o le hablase. Una imagen del pasado acudio a su mente, de Brittany de niña aferrandose al brazo de su hermano porque no comprendia que habia sido de la comoda vida familiar que habian llevado hasta entonces. No podia asociar aquella vision de vulnerable inocencia con la realidad, con aquella Brittany vestida con aquel ajustado vestido dorado, haciendo uso de lo que Dios le habia dado.
Su inocencia se habia esfumado, lo habia sabido en el mismo momento en el que habia besado sus labios y ella le habia respondido con total desinhibicion.
Se volvio al oir el ruido de la puert al abrirse.
-Ya esta- dijo Brittany - Hogar, dulce hogar. Ya puedes irte; gracias otra vez por traerme-
-no pienso irme- replico Santana antes de lanzar un rapido vistazo hacia la puerta del portal.
-Si te preocupa ese juguetito tuyo que has dejado aparcado ahi fuera, pueder irte a jugar con el- le dijo Brittany con insolencia -¡Eh!, ¿que te crees que haces?-
Exclamo cuando la agarro del brazo y dio un paso adelante -No voy a invitarte a cafe. Ya te has llevado un beso gratis-
- Ese beso te ha salvado la vida- le espero Santana.
La arrastro dentro del apartamento, cerro la puerta y palpo la pared en busca del interruptor.
Cuando lo encontro y se hizo la luz, el apartamento era tan pequeño que no le llevo mas de cinco segundos asegurarse de que no habia nadie escondido. Cerro las persianas, fue a echar el pestillo de la puerya y, volviendose hacia Brittany dijo:
-no deberias vivir en un bajo- Y nada mas pronunciar esas palabras supo que habria hecho mejor en morderse la lengua, porque ella mejor que nadie sabia porque habia escogido un bajo.
Sabiendo cual seria su reaccion dirigio la vista hacia Brittany, y la joven le sostuvo la krada desafiante.
-¿Que? Si crees que voy a derrumbarme, Santana puedes sentarte a esperar.-
Santana sacudio su cabeza, debatiendose entre reirse o estrangularla. -este no es momento de derrumbarse- le respondio sin alterarse -tienes cinco minutos para recoger lo que es importante para ti. Luego nos iremos-
Sin darse cuenta bajo la vista, y aunque se apresuro a apartar la mirada en cuanto vislumbro el escote de Brittany, el hecho de que se habia tenido que obligar a hacerlo era un claro indicador de lo cerca que estaba de perder la cabeza.
Deberia haber pensado otra manera de ponerla a salvo que no fuera besarla.
No queria mirarla, y no solo por lo atraida que se sentia por ella, sino porque con solo ver aquel vestido tan endiabladamente sexi empezaría a pensar en todos aquellos hombres del club mirándola y... ¿Cuantos de ellos le habran puesto la mano encima? ¿Porque habia esperado tres años para ir su busca? ¿Porque habia pensado que estaria mejor con el fuera de su vida?.
Aparentemente ajena a su tormento, Brittany se puso de puntillas para abrir un armarito, y al hacerlo su abrigo cayo al suelo y se le levanto un poco la falda del vestido, dejando al descubierto un liguero... Y algo mas.
Santana solto una palabrota, se acerco y le levanto el vestido a pesar del gemido ahogado de protesta que escapo de los labios de Britt.
Saco la navaja del liguero, y mientras lo sostenia en una mano, uso la otra para girar a Brittany hacia ella ella.
- maledizione ¿que es esto?
- es una navaja - contesto desafiandola con la mirada - Tu deberias saberlo. Al fin y al cabo no es la primera vez que lo ves-.
- no deberias ir por ahi con esto - dijo Santana - si no hubiera aparecido cuando lo hice...
-la habria utilizado si hubiera sido necesario.
El solo pensar en que habria pasado si hubiese sacado la navaja delante de aquellos tipos, hizo que a Santana se le helara la sangre en las venas. Habia estado a punto de perderla.
El ladrido de un perro en la calle le recordo que no habia tiempo para reflexiones ni recriminaciones, se guardo la navaja en el bolsillo y recogio su abrigo del suelo.
- busca un abrigo y date prisa - le ordeno a la rubia.
Se pregunto si no habria sido un error llevarla alli, pero luego se recordo que Brittany necesitaria su pasaporte.
-No entiendo a que viene tanta prisa, me llevara mas de cinco minutos encontrar otro sitio donde vivir - replico, sacando un vaso del armarito que acababa de abrir - ¿quieres agua? No puedo ofrecerte cafe. Hace una semana que me cortaron el gas.
-Acabas de perder treinta segundos que podrias haber empleado guardando lo que quieras llevarte- gruño Santana, yendo hasta la ventana para mirar afuera.
Le daba escalofríos pensar cuantas veces habria arriengado Brittany su vida cruzando aquella calle sucia y mal iluminada.
-tomare eso coml un no- dijo Brittany encogiendose de hombros dejo el vaso sobre la encimera y cerro el armarito.
Fue entonces cuando Santana vio que tenia los nudillos entojecidos.
-Me habia olvidado de tu mano-
-mi mano esta bien. ¿Que tal tu cara?
-Bien. Aunque debo decir que fue un buen puñetazo - contesto Santana yendo hacia el frigorico para buscarle unos hielos para la mano. Al abrirlo, se quedo con incredulidad las baldas vacias -¿es que no comes?-
-Suelo comer fuera- contesto Britt en un tono despreocupado, aunque su delgadez no decia lo mismo.
-¿no tienes hielo?
-No. Me temo que tendras que tomarte tu gic-tonic sin hielo. Lo siento- santana ignoro su sarcasmo y se recordo que la prioridad era sacarla de alli.
-Era par tu mano, pero ya nos ocuparemos de eso cuando lleguemos a mi casa. No podemos perder mas tiempo-
-No voy a ir a tu casa, Santana - replico Brittany, aun con el vaso en la mano. Se volvio hacia el grifo y lo lleno. Se lo bebio como si estuviera sedienta, pero la mano le temblaba. -Sal de mi vida-
-Lo hice una vez y las cosas no te han ido demasiado bien, ¿me equivoco?
-Te equivocas. Me va muy bien sin ti.-
-Pues lo quieras o no vuelvo a formar parte de tu vida, Brittany.-
-Eso es algo que no puedes permitirte, y no porque no tengas dinero, sino prque estoy muy por debajo de ti.-
Esta alusion velada a su dudosa profesion no hizo sino avivar la ira de Santana, que tuvo que contenerse para no empujarla contra la pared y preguntarle como habia podido caer tan bajo. Queria saber como podian haberse torcido tanto las cosas, pero sabia la respuesta. Ella era la responsable porque le habia hecho cuando Britt le dijo que la dejara tranquila, porque no habia podido protegerla.
-Has perdido otros treinta segundos. Espero que sea porque eres de esas personas que viajan ligeras de equipaje-
Se acerco a la ventana y abrio un poco la persiana. Al final de la calle se veia acercarse una camioneta negre con los foros apagados, maldijo en italiano.
-Se te ha acabado el tiempo, cenicienta. Ve por tu pasaporte.-
-Te lo eh dicho: no voy a irme contigo.-
-¡Ahora!- rugio ella y Brittany dio un respingo -Antes de que nos vueles los sesos. ¡Muevete!.-
-Pero yo...-
-Britt, te juro por Dios que como digas una palabra mas te disparare yo misma. Ve por tu pasaporte-
-¡No tengo pasaporte! ¡Eres tu la que te has unido a la jet set, no yo!.- le grito con las mejillas encendidas de irritación- ¿para que hiba yo a querer un pasaporte?-
Santana resoplo.
-Es igual. Yo te conseguiré uno.-
-Ya te lo he dicho, no pienso ir... -
-Vendrás conmigo por tu propia voluntad, o te llevare yo, aunque tenga que cargar contigo sobre la espalda- gruño -tu eliges.-
-¿A eso le llamas elegir?-
Fuera se oyó un frenazo...
Es una adaptacion.....
Jane0_o- - Mensajes : 1160
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Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
Ohh! Alcanzan a escapar?:s
Susii********-*- - Mensajes : 902
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Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
podria ser mas corto? brittany es terca como mula, a ver que pasa ahora!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
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Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
CAPITULO 5
Aterrada, alzo hacia los de la morena.
-Fin de la discusión - mascullo Santana.
La agarro por la muñeca, pero ella se negó a moverse.
-Espera... Hay algo que debo... - se soltó y corrió a subirse a una silla para alcanzar el armario que estaba en alto. Santana, entretanto, volvió a echar un vistazo fuera. La furgoneta se había parado, y de ella estaban bajando seis tipos, los mismos que perseguían a Brittany.
Saco su movil, hizo una llamada, y tras una breve conversación de apenas cinco segundos, guardo el aparato. Brittany que seguía subida a la silla revolviendo dentro del armario, pareció dar con lo que buscaba justo en ese momento: una caja de zapatos.
Santana iba a quitarle la caja de la mano y ayudarla a bajar, pero a Brittany le falto poco para gritarle, y apretó la caja contra su pecho, protegiéndola como lo haría una leona con su camada.
-sea lo que sea lo que hay en esa caja, ¿vale la pena que arriesgues la visa por ella?- casi le grito, pero lo dejo pasar -¿hay alguna en la parte trasera del edificio?-
Sabia que tenia que haber alguna. Brittany jamas viviría en un lugar que no tuviera mas de una salida.
Brittany abrió la puerta del minúsculo cuarto del baño al que Santana se había asomado antes para asegurarse de que no había nadie escondido.
-por aqui-
Santana entro detrás de Brittany, y la aupó para que pudiera salir por el ventanuco que ella acababa de abrir. Cuando las dos estuvieron fuera, en la obscuridad de un sucio callejon, la agarro de la mano y tiro de ella, pero cuando Brittany vio que se dirigían hacia la parte delantera del edificio, se paro en seco.
-por ahí no. Estarán esperandonos.-
-No. Han entrado en el edificio- Replico la morena.
Tiro de nuevo de su mano y echaron a correr hacia el Ferrari. Justo cuando estaban entrando en el coche se oyeron sirenas de policia en la distancia.
-¿que hay en esa condenada caja?- inquirio Santana al ver que Brittany no la soltaba ni para abrocharse el cinturon.
-Cosas- Respondio ella sin mirarla.
Santana sacudio la cabeza, puso en marcha el vehiculo, y piso el acelerador. No iba a dejar que Brittany volviese alli, ni aquella clase de vida.
Tenia la mejilla apoyada en algo blando y estaba muy calientita. Si aquello era el cielo, era un lugar maravilloso.
-¿Britt?- llamo una voz a lo lejos -Britt, ¿me oyes?.
Brittany imagino que se suponía que debía contestar, pero estaba demasiado calentita y cómoda, y ademas aquella voz parecía irritada, prefería quedarse entre las nubes del sueño, donde nada podía dañarla.
-maledizione, debería haberle quitado ese vestido mojado. Lleva demasiado tiempo durmiendo.-
-¿quiere que llame al medico, señora?- pregunto otra voz en forma respetuoso.
-No, dejalo- respondió la primera voz.
Sin embargo, a Brittany le pareció que en ella había mas que irritacion... ¿Un matiz de preocupacion? ¿De verdad llevaba mucho tiempo durmiendo? Imposible.
Rara era la noche en la que no se despertaba varias veces. Sus pensamientos atormentados y la amenaza siempre presente del peligro no la dejaban dormir.
Solo en ese momento, vagando por aquella tierra entre el sueño y la vigilia, se dio cuenta de que si había dormido tanto era porque se sentía segura.
Era la primera vez en mucho tiempo que se sentía asi, a salvo.
Abrió los ojos y se encontró con los de Santana, sentada en una silla junto a la cama en la que ella estaba tendida. Se quedaron mirándose largo rato en silencio, sin otro ruido en la habitación mas que el de la respiración de ambas. El corazón de Brittany palpitaba con fuerza.
Santana fue la primera en apartar la vista .
-Ahí tienes el cuarto de baño- le dijo, señalando una puerta - Y en el vestidor encontraras ropa. Cuando te hayas aseado y vestido hablaremos.-
Brittany se incorporo. Había un bulto cuadrado bajo la colcha, a su laso y al apartarla vio que era su caja de zapatos. Aliviada, la tomo y la estrecho contra su pecho.
Santana se quedo observansola, haciéndola sentir incomoda, pero cuando un hombre se asomo al umbral de la puerta abierta, alzo la vista hacia el.
-El inspector jefe al telefono, Señora.-
-Dile que lo llamare enseguida-
El hombre se retiro y Santana se volvió hacia Brittany, que la miro sin poder dar credito a lo que había oído.
-¿fuiste tu quien llamo a la policia?-
-Para eso estan, Britt para luchar contra el crimen. Debo devolver esa llamda- dijo Santana mirando su reloj -si necesitas algo dame una voz. Estare aquí al lado.-
-No, espera... No podemos quedarnos aqui. Si sabían donde vivia, probablemente nos habrían seguido. Son peligrosos...-
Los labios de Santana se curvaron en una sonrisa sardonica.
-Yo también soy peligrosa- le dijo - ¿o acaso lo has olvidado?-
Por supuesto que no lo había olvidado. Brittany alzo la mirada hacia su fría y apuesta cara y se estremeció por dentro.
-Utilizaste a la policía para que nos diera tiempo a escapar, pero esos tipos quieres dos cosas de mi: el resto de dinero y ...-
No fue capaz de acabar la frase, pero no hizo falta; las dos sabían a que se referia.
Los ojos de Santana se oscurecieron. Se giro abruptamente, como si estuviera luchando contra algo, y fue hasta un extremo de la habitación con cristaleras que iban del techo al suelo.
-Si ni siquiera puedes decir la palabra, tal vez deberías en considerar cambiar de profesion.-
Brittany podría haberle corregido, pero prefirió no hacerlo. Mejor que pensara eso de ella, su repulsión y su desprecio le ayudarían a mantener ña distancia entre ella.
-¿Que lugar es este?, ¿Un hotel?- Le pregunto mirando a su alrededor. Era una habitación espaciosa y con todo tipo de lujos. -Bueno supongo que ha sido una buena idea traerme a un hotel. No se les ocurriría buscarme en un sitio tan caro.-
-Estas en mi apartamento- Le contesto la morena sin volverse -Y estas tumbada en mi cama-.
¿Su apartamento? ¿Su cama? Intentando no pensar en lo de la cama, Brittany trago saliva y se abofeteo mentalmente por ser tan estupida, por no saber que existían apartamentos así de grandes. Se sentía como una chica de pueblo.
-Entonces... ¿Vives aqui?-
-No todo el año. Tengo otras viviendas, para cuando tengo que pasar fuera una temporada.-
Brittany no alcanzada a imaginar lo que debía ser tener mas de una vivienda como aquella. Esbozo una sonrisa amarga. Si le hubiese dejado en medio de la jungla con su barato vestido dorado, no se habría sentido tan fuera de lugar como alli.
-No tienes porque sentirte incomoda Britt- le dijo Santana volviendose, como si le hubiera leído el pensamiento.
-No estoy incomoda- replico la rubia desafiante.
Santana suspiro.
-Y tampoco tienes porque tener miedo.-
-No lo tengo-
Mentira estaba aterrada, y no por causa de los hombres que querían matarla, ni de aquel apartamento tan lujoso. Era de ella de quien tenia miedo, de los sentimientos que despertaba en ella, unos sentimientos demasiado enrevesados, demasiado complejos.
Era una ironía del destino que hubiese sido ella quien acudiese en su ayuda.
De pronto recordó que estaba en su cama, ¡su cama! Y arrojo a un lado la colcha para bajarse de ella.
Mientras avanzaba hacia ella, sintió como los ojos de Santana seguían cada uno de sus movimientos. No debería haberla incomodado. Los hombres y mujeres solían mirarla, y era que había aprendido a ignorar y que ya no le preocupaba. A veces incluso util: en la cafetería en la que trabajaba se traducía a mayores propinas. Con Santana, sin embargo, era distinto.
De su garganta salió un gemido ahogado, y se echo hacia atras.
Como si hubiera imaginado que reaccionaria de ese modo, Santana la agarro por los hombros.
-Tranquilizate, Britt no pasa nada.-
Como el pánico estaba ahogandola, Brittany boqueo, tambaleándose en el estrecho camino entre la cordura y la histeria.
¿Que me tranquilice? ¡Estamos en el ultimo piso!- le espeto alzando la voz -¿Como has podido hacerme esto? ¿Como has podido? ¡Tengo que salir de aqui!.-
Trato de soltarse, pero Santana la agarro con fuerza por los brazos, y la zarandeo con suavidad.
-Britt, escúchame- le dijo en un tono imperioso- No estas atrapada; estas a salvo.-
La respiración de Brittany se había tornado agitada, y los fuertes latidos le retumbaban en los oidos. Todo a su alrededor empezó a dar vueltas.
Oyó a Santana maldecir entre dientes antes de agarrarla por la muñeca y arrastrarla al otro extremo de la habitacion, donde abrió una puerta que daba a una especie de tobogán de metal. Brittany se quedo mirándola sin comprender y Santana suspiro.
-Si te sientas ahí y te dejas caer, llegaras a la planta baja en menos de cuatro segundos. Lo diseñe yo misma.-
La llevo de nuevo hasta la cristalera, pulso un botón en la pared y la cristalera se abrio, como una puerta automatica. El aire frío y la lluvia hicieron a Britt dar un paso atras, pero Santana la obligo a salir al balcón para señalarle una escalera de incendios.
-Solo esta habitación tiene tres salidas de emergencia. ¿Comprendes lo que te digo Britt? Tres salidas y hay otras nueve en el resto del apartamento. Es imposible que te quedes atrapada aqui.-
-Perdona- Murmuro ella avergonzada.
-Brittany, no tienes que disculparte por nada; te sacaron de una casa en llamas cuando tenias cinco años. Se porque no te gustan los edificios, pero aquí estas a salvo. Confía en mi porfavor.
Después de allí Santana la arrastro del baño para que se aseara ya que estaba demasiado mojada y tenían que hablar.
La ropa de Santana estaba perfectamente organizada en baldas y perchas. Igual que en la sección de Damas de unos grandes almacenes, pensó mientras se acuclillaba para dejar pa caja en un rincon.
-¿todo bien?-
La voz se Santana a su espalda la hizo dar un respingo, como si la hubiera pillado robando. Se apresuro a ponerse de pie y se agarro las solapas del albornoz con una mano para asegurarse de que no quedaba al descubierto ni un milímetro de piel.
-Bien-
-Que rápida has sido. Podías haberte tomado el tiempo que quisieras en el baño- murmuro apoyándose en el marco de la puerta.
Entonces Britt recordó su platica pendiente.
-¿Creen que vendrán por mi?
-se que vendrán por ti. Querrán asegurarse de que lo que les dije era verdad. Pero no debes temer nada. Este lugar es una fortaleza no pueden entrar.-
Brittany la miro suspicaz.
-¿Que quieres decir con eso de que querrán asegurarse de que lo que les dijiste era verdad? ¿Que les dijiste? ¿Y porque retrocedieron sin siquiera pelear?-
Inquirió. El recordar esos aterradores momentos en el oscuro callejón detrás del club hizo que los latidos de su corazón dispararan y que se le pusieran las manos frias.
-¿Santana?...........¿que les has dicho?- pregunto lentamente.
-Les dije que eras mia.
Es una adaptacion....
Y los capitulos son cortos porque la historia es corta.
Saludos
Aterrada, alzo hacia los de la morena.
-Fin de la discusión - mascullo Santana.
La agarro por la muñeca, pero ella se negó a moverse.
-Espera... Hay algo que debo... - se soltó y corrió a subirse a una silla para alcanzar el armario que estaba en alto. Santana, entretanto, volvió a echar un vistazo fuera. La furgoneta se había parado, y de ella estaban bajando seis tipos, los mismos que perseguían a Brittany.
Saco su movil, hizo una llamada, y tras una breve conversación de apenas cinco segundos, guardo el aparato. Brittany que seguía subida a la silla revolviendo dentro del armario, pareció dar con lo que buscaba justo en ese momento: una caja de zapatos.
Santana iba a quitarle la caja de la mano y ayudarla a bajar, pero a Brittany le falto poco para gritarle, y apretó la caja contra su pecho, protegiéndola como lo haría una leona con su camada.
-sea lo que sea lo que hay en esa caja, ¿vale la pena que arriesgues la visa por ella?- casi le grito, pero lo dejo pasar -¿hay alguna en la parte trasera del edificio?-
Sabia que tenia que haber alguna. Brittany jamas viviría en un lugar que no tuviera mas de una salida.
Brittany abrió la puerta del minúsculo cuarto del baño al que Santana se había asomado antes para asegurarse de que no había nadie escondido.
-por aqui-
Santana entro detrás de Brittany, y la aupó para que pudiera salir por el ventanuco que ella acababa de abrir. Cuando las dos estuvieron fuera, en la obscuridad de un sucio callejon, la agarro de la mano y tiro de ella, pero cuando Brittany vio que se dirigían hacia la parte delantera del edificio, se paro en seco.
-por ahí no. Estarán esperandonos.-
-No. Han entrado en el edificio- Replico la morena.
Tiro de nuevo de su mano y echaron a correr hacia el Ferrari. Justo cuando estaban entrando en el coche se oyeron sirenas de policia en la distancia.
-¿que hay en esa condenada caja?- inquirio Santana al ver que Brittany no la soltaba ni para abrocharse el cinturon.
-Cosas- Respondio ella sin mirarla.
Santana sacudio la cabeza, puso en marcha el vehiculo, y piso el acelerador. No iba a dejar que Brittany volviese alli, ni aquella clase de vida.
Tenia la mejilla apoyada en algo blando y estaba muy calientita. Si aquello era el cielo, era un lugar maravilloso.
-¿Britt?- llamo una voz a lo lejos -Britt, ¿me oyes?.
Brittany imagino que se suponía que debía contestar, pero estaba demasiado calentita y cómoda, y ademas aquella voz parecía irritada, prefería quedarse entre las nubes del sueño, donde nada podía dañarla.
-maledizione, debería haberle quitado ese vestido mojado. Lleva demasiado tiempo durmiendo.-
-¿quiere que llame al medico, señora?- pregunto otra voz en forma respetuoso.
-No, dejalo- respondió la primera voz.
Sin embargo, a Brittany le pareció que en ella había mas que irritacion... ¿Un matiz de preocupacion? ¿De verdad llevaba mucho tiempo durmiendo? Imposible.
Rara era la noche en la que no se despertaba varias veces. Sus pensamientos atormentados y la amenaza siempre presente del peligro no la dejaban dormir.
Solo en ese momento, vagando por aquella tierra entre el sueño y la vigilia, se dio cuenta de que si había dormido tanto era porque se sentía segura.
Era la primera vez en mucho tiempo que se sentía asi, a salvo.
Abrió los ojos y se encontró con los de Santana, sentada en una silla junto a la cama en la que ella estaba tendida. Se quedaron mirándose largo rato en silencio, sin otro ruido en la habitación mas que el de la respiración de ambas. El corazón de Brittany palpitaba con fuerza.
Santana fue la primera en apartar la vista .
-Ahí tienes el cuarto de baño- le dijo, señalando una puerta - Y en el vestidor encontraras ropa. Cuando te hayas aseado y vestido hablaremos.-
Brittany se incorporo. Había un bulto cuadrado bajo la colcha, a su laso y al apartarla vio que era su caja de zapatos. Aliviada, la tomo y la estrecho contra su pecho.
Santana se quedo observansola, haciéndola sentir incomoda, pero cuando un hombre se asomo al umbral de la puerta abierta, alzo la vista hacia el.
-El inspector jefe al telefono, Señora.-
-Dile que lo llamare enseguida-
El hombre se retiro y Santana se volvió hacia Brittany, que la miro sin poder dar credito a lo que había oído.
-¿fuiste tu quien llamo a la policia?-
-Para eso estan, Britt para luchar contra el crimen. Debo devolver esa llamda- dijo Santana mirando su reloj -si necesitas algo dame una voz. Estare aquí al lado.-
-No, espera... No podemos quedarnos aqui. Si sabían donde vivia, probablemente nos habrían seguido. Son peligrosos...-
Los labios de Santana se curvaron en una sonrisa sardonica.
-Yo también soy peligrosa- le dijo - ¿o acaso lo has olvidado?-
Por supuesto que no lo había olvidado. Brittany alzo la mirada hacia su fría y apuesta cara y se estremeció por dentro.
-Utilizaste a la policía para que nos diera tiempo a escapar, pero esos tipos quieres dos cosas de mi: el resto de dinero y ...-
No fue capaz de acabar la frase, pero no hizo falta; las dos sabían a que se referia.
Los ojos de Santana se oscurecieron. Se giro abruptamente, como si estuviera luchando contra algo, y fue hasta un extremo de la habitación con cristaleras que iban del techo al suelo.
-Si ni siquiera puedes decir la palabra, tal vez deberías en considerar cambiar de profesion.-
Brittany podría haberle corregido, pero prefirió no hacerlo. Mejor que pensara eso de ella, su repulsión y su desprecio le ayudarían a mantener ña distancia entre ella.
-¿Que lugar es este?, ¿Un hotel?- Le pregunto mirando a su alrededor. Era una habitación espaciosa y con todo tipo de lujos. -Bueno supongo que ha sido una buena idea traerme a un hotel. No se les ocurriría buscarme en un sitio tan caro.-
-Estas en mi apartamento- Le contesto la morena sin volverse -Y estas tumbada en mi cama-.
¿Su apartamento? ¿Su cama? Intentando no pensar en lo de la cama, Brittany trago saliva y se abofeteo mentalmente por ser tan estupida, por no saber que existían apartamentos así de grandes. Se sentía como una chica de pueblo.
-Entonces... ¿Vives aqui?-
-No todo el año. Tengo otras viviendas, para cuando tengo que pasar fuera una temporada.-
Brittany no alcanzada a imaginar lo que debía ser tener mas de una vivienda como aquella. Esbozo una sonrisa amarga. Si le hubiese dejado en medio de la jungla con su barato vestido dorado, no se habría sentido tan fuera de lugar como alli.
-No tienes porque sentirte incomoda Britt- le dijo Santana volviendose, como si le hubiera leído el pensamiento.
-No estoy incomoda- replico la rubia desafiante.
Santana suspiro.
-Y tampoco tienes porque tener miedo.-
-No lo tengo-
Mentira estaba aterrada, y no por causa de los hombres que querían matarla, ni de aquel apartamento tan lujoso. Era de ella de quien tenia miedo, de los sentimientos que despertaba en ella, unos sentimientos demasiado enrevesados, demasiado complejos.
Era una ironía del destino que hubiese sido ella quien acudiese en su ayuda.
De pronto recordó que estaba en su cama, ¡su cama! Y arrojo a un lado la colcha para bajarse de ella.
Mientras avanzaba hacia ella, sintió como los ojos de Santana seguían cada uno de sus movimientos. No debería haberla incomodado. Los hombres y mujeres solían mirarla, y era que había aprendido a ignorar y que ya no le preocupaba. A veces incluso util: en la cafetería en la que trabajaba se traducía a mayores propinas. Con Santana, sin embargo, era distinto.
De su garganta salió un gemido ahogado, y se echo hacia atras.
Como si hubiera imaginado que reaccionaria de ese modo, Santana la agarro por los hombros.
-Tranquilizate, Britt no pasa nada.-
Como el pánico estaba ahogandola, Brittany boqueo, tambaleándose en el estrecho camino entre la cordura y la histeria.
¿Que me tranquilice? ¡Estamos en el ultimo piso!- le espeto alzando la voz -¿Como has podido hacerme esto? ¿Como has podido? ¡Tengo que salir de aqui!.-
Trato de soltarse, pero Santana la agarro con fuerza por los brazos, y la zarandeo con suavidad.
-Britt, escúchame- le dijo en un tono imperioso- No estas atrapada; estas a salvo.-
La respiración de Brittany se había tornado agitada, y los fuertes latidos le retumbaban en los oidos. Todo a su alrededor empezó a dar vueltas.
Oyó a Santana maldecir entre dientes antes de agarrarla por la muñeca y arrastrarla al otro extremo de la habitacion, donde abrió una puerta que daba a una especie de tobogán de metal. Brittany se quedo mirándola sin comprender y Santana suspiro.
-Si te sientas ahí y te dejas caer, llegaras a la planta baja en menos de cuatro segundos. Lo diseñe yo misma.-
La llevo de nuevo hasta la cristalera, pulso un botón en la pared y la cristalera se abrio, como una puerta automatica. El aire frío y la lluvia hicieron a Britt dar un paso atras, pero Santana la obligo a salir al balcón para señalarle una escalera de incendios.
-Solo esta habitación tiene tres salidas de emergencia. ¿Comprendes lo que te digo Britt? Tres salidas y hay otras nueve en el resto del apartamento. Es imposible que te quedes atrapada aqui.-
-Perdona- Murmuro ella avergonzada.
-Brittany, no tienes que disculparte por nada; te sacaron de una casa en llamas cuando tenias cinco años. Se porque no te gustan los edificios, pero aquí estas a salvo. Confía en mi porfavor.
Después de allí Santana la arrastro del baño para que se aseara ya que estaba demasiado mojada y tenían que hablar.
La ropa de Santana estaba perfectamente organizada en baldas y perchas. Igual que en la sección de Damas de unos grandes almacenes, pensó mientras se acuclillaba para dejar pa caja en un rincon.
-¿todo bien?-
La voz se Santana a su espalda la hizo dar un respingo, como si la hubiera pillado robando. Se apresuro a ponerse de pie y se agarro las solapas del albornoz con una mano para asegurarse de que no quedaba al descubierto ni un milímetro de piel.
-Bien-
-Que rápida has sido. Podías haberte tomado el tiempo que quisieras en el baño- murmuro apoyándose en el marco de la puerta.
Entonces Britt recordó su platica pendiente.
-¿Creen que vendrán por mi?
-se que vendrán por ti. Querrán asegurarse de que lo que les dije era verdad. Pero no debes temer nada. Este lugar es una fortaleza no pueden entrar.-
Brittany la miro suspicaz.
-¿Que quieres decir con eso de que querrán asegurarse de que lo que les dijiste era verdad? ¿Que les dijiste? ¿Y porque retrocedieron sin siquiera pelear?-
Inquirió. El recordar esos aterradores momentos en el oscuro callejón detrás del club hizo que los latidos de su corazón dispararan y que se le pusieran las manos frias.
-¿Santana?...........¿que les has dicho?- pregunto lentamente.
-Les dije que eras mia.
Es una adaptacion....
Y los capitulos son cortos porque la historia es corta.
Saludos
Jane0_o- - Mensajes : 1160
Fecha de inscripción : 16/08/2013
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
hola me gusta mucho tu fic-adaptacion . espero por mas
marthagr81@yahoo.es-*-* - Mensajes : 3589
Fecha de inscripción : 26/09/2013
Edad : 43
monica.santander-*-*- - Mensajes : 4378
Fecha de inscripción : 26/02/2013
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
ok no me importa que la historia sea corta siempre que sea constante, es muy buena, hasta pronto!
micky morales-*-*-*-* - Mensajes : 7138
Fecha de inscripción : 03/04/2013
Edad : 54
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
Mmm$-$ quiero mas!
Susii********-*- - Mensajes : 902
Fecha de inscripción : 06/01/2015
Edad : 26
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
Bueno voy a empezar a leer esta adaptación espero actualices seguido y no dejes colgada la historia =D saludos
Caritovega****** - Mensajes : 338
Fecha de inscripción : 13/05/2015
Edad : 26
Re: (Adaptacion) La Cantante y la Millonaria -------- Sipnosis
Dale pon el siguiente capítulo, esta súper padre la historia.
Xx
Xx
iFannyGleek****** - Mensajes : 335
Fecha de inscripción : 03/10/2013
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Lun Mar 14, 2022 3:20 pm por Laidy T
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Lun Feb 28, 2022 10:01 pm por lana66
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Lun Ene 20, 2020 1:47 pm por thalia danyeli
» Brittana, cafe para dos- Capitulo 16
Dom Oct 06, 2019 8:40 am por mystic
» brittana. amor y hierro capitulo 10
Miér Sep 25, 2019 9:29 am por mystic
» holaaa,he vuelto
Jue Ago 08, 2019 4:33 am por monica.santander
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