FanFic {Dhris} - Keep Calm and... "Capítulo 4 - ...Don't be Scared"

Fer'Criss escribió:OHMYGLEE!
se besaron! :OO
el capitulo fue tan lindo, tan Chris & Darren :DD
Darren me mato xDD
me los imagine en cada parte del fic & me encanto n__n
sin duda lo amee<33
nesecito leer maas!
Gracias por subir este increible capitulo :DD
bueno te leeo :DD

Me da gustó que comentes desde el primer capítulo
Que bueno que lo encontraste tan Chris y Darren
Espero siempre poder captar la esencia de ellos
Gracias a ti por leer!
Asi me dan ganas de seguir escribiendo :P

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Bueno! Muchas gracias nuevamente a todos los Dhirs adict@s! ^^
Este capítulo es bien especial diría yo.
Puede ser el comienzo de algo mejor... quien sabe :P
Espero entiendan los lios mentales de este par jajajaja
Los adoro, gracias por leerme!

El beso transcurrió lento, tembloroso, delicado. Como si ambos se hubiesen puesto de acuerdo en que si llegaban a hacer algún movimiento mal hecho, romperían algo…
…quizás la conexión entre ellos.

Los labios se rosaron suave, como adaptándose el uno al otro, como explorándose mutuamente. Las piernas entrelazadas de ambos también hacían lo suyo propio rozando una contra otra. Las manos del Starkid fueron las que cruzaron el límite, y se dispararon por debajo de la camiseta del contratenor, para poder sentir la piel de las caderas del aludido con sus palmas ansiosas y desenfrenadas. Chris se dejó hacer por mientras elevó sus manos hasta el cabello del ojos hazel, porque ¡oh, si! Esos crespos le fascinaban. Jugueteó con los cabellos unos momentos para luego bajar sus manos y apoyarlas en los hombros del mayor.

Chris Colfer lo admitió en ese momento aunque sea en sus pensamientos. El moreno le encantaba.

Y a Darren Criss le encantaba Chris. ¡Por Dios, que sí!

Se dio cuenta en ese mismo instante todo lo que el menor podía provocar en él. Jadeó con fuerza al sentir los pulmones vacíos por dejar el aire en aquel beso que ya no era ni lento, ni tembloroso, ni delicado sino que apresurado, ansioso y pasional. Habían comenzado con un suave beso, pero ahora era todo más brusco y ese todo incluía labios, caderas… el cuerpo entero.

El mayor, ya no sentía autocontrol, sino desesperación y los instintos le llevaron a dejar la boca del menor para apoyar los labios en aquel cuello esterilizado del ojiazul.

- Espera… - jadeó Chris de repente.

- Dime… - contestó Darren sin abandonar lo que estaba haciendo…

- de… detente…

- no puedo… - aunque la respuesta correcta y que no se atrevió a decir era “no quiero”

- detente, Darren…

- no… no me hagas detener… - rogó.

- ¡Darren Criss! – su voz se alzo con la poca fuerza de voluntad que le quedaba.

Sobresaltado Darren levantó la vista para encontrarse con la mirada inquieta de quien se encontraba debajo suyo… - ¿hice… hice algo mal?

Chris bufó algo exasperado. Pero tenía que auto controlarse. Meditó paulatinamente las palabras adecuadas en su cabeza antes de pronunciarlas – es que… no, tu no. Creo… esto está mal.

Darren gruñó suavemente e intentó separarse del cuerpo del menor. Algo difícil porque realmente le había gustado aquel contacto físico. Con cautela se fue sentando al lado del ojiazul que permanecía tumbado de espalda sobre el colchón. Y aunque las palabras de Chris habían sido pocas, Darren había logrado comprender, porque en el fondo también sabía que aquello no estaba bien, pero la verdad era que las ambiciones de sus emociones pudieron más que la razón, y en aquella lucha interna de lo correcto e incorrecto se había dejado llevar y le había dado rienda suelta a sus pasiones.

Chris también se sentó. Se acomodó la camiseta y se cruzó de piernas como si fuese a practicar yoga o algo parecido.
Ambos se miraron unos segundos, en silencio. Respirando entre cortadamente, porque los besos le habían dejado sin aire, y sonrojados… sonrojados porque, aunque ya se conocían de hace mucho, aunque ya tenían una amistad y una confianza innegable, y aunque como Blaine y Kurt ya se habían besado antes, esta vez… era como si se hubiesen visto por primera vez y haber causado una gran impresión en el otro.

Chris fue quien rompió el silencio.

- tampoco es como para que no sigamos tratándonos como antes ¿no?

El aludido sonrío sin ganas – no… supongo que no. – trató de sonar convincente, fallando completamente.

- Cielos, Darren… no debimos… digo, fue inmaduro… y un tanto ridículo, o sea… esta bien que nos llevemos como si nos conociéramos de toda la vida… pero creo que exageramos.

Darren no escucha… no desde que la palabra “ridículo” llega a sus oídos, después de ello no oye nada mas y sin embargo los labios de Chris Colfer siguen moviéndose y por lo consiguiente emitiendo palabras… pero no las oye.

“Ridículo”

Darren sientió que algo se quiebra dentro de él. Quizás algún tipo de coraza anti-ofensas de Chris Colfer que había intentado mantener en pie desde que lo había conocido a mediados del 2010. Y no pudo contenerse he hizo lo único que sabía hacer cuando se sentía insultado, darle rienda suelta a su orgullo.

- perdón… ¿dijiste, ridículo? – soltó con todo la reprensión que le permitió su voz.

El ojiazul se sorprendió de aquello, pero no pudo decir nada porque el orgullo del Starkid recién estaba comenzando a mostrar sus frutos.

- Oh… it’s okay, querido Colfer… está bien si eres lo suficientemente maduro como para sentir que esto es ridículo pero… te recuerdo que quién aceptó fuiste tu, y no me detuviste cuando sabía que terminaríamos posiblemente uno sobre el otro.

El contratenor no daba crédito a lo que veía y escuchaba – yo… bueno… - suspiró un poco avergonzado – no niego eso…

- oh, claro que no – soltó Darren que al parecer tenia muchas más cosas que decir – pero aún así te las arreglas para ser la victima ¿no?

Chris tuvo que parpadear un par de veces para intentar visualizar el momento en que la situación se había vuelto tan tensa. Pero creyó que había captado la idea del moreno - ¿te enojaste porque piensas que te estoy culpando? Darren, no… siempre he hablado en plural… ambos tenemos tanta culpa en esto…

El moreno tenía el seño fruncido y se había cruzado de brazos, sus mejillas estaban ligeramente coloradas y no precisamente porque se sintiese avergonzado, pues, realmente estaba enojado. - ¿pero culpa de que? Somos adultos, jóvenes, hormonales, ¡que se yo! Estás exagerando… y no es ridículo querer besarte.

Chris sintió la extraña sensación de no ser quien llevaba las riendas en aquella sociedad que había creado con Darren Criss. Sintió que no tenía idea de nada, que era un inexperto, un novato, y que Darren era quien debía manejar las cosas. Aquello lo aterró, y para sentirse un poco más… se puso a la defensiva:

- ¿hormonales? ¿Te das cuenta de cómo te contradices? Si actuáramos como adultos no haríamos estas tonteras, y si fuésemos realmente hormonales ¡tendríamos quince años! Y ambos tenemos sobre veinte…

Darren rió burlón y se acomodó apoyando la espalda en el respaldo de la cama. Como si nada tomó el control remoto y comenzó a cambiar de canal en canal…

- Darren… - llamó Chris – estamos hablando.

El Starkid suspiró – no… no estamos hablando precisamente… me estás atacando.

- ¡oh, vamos! – Dijo Colfer un poco desesperado, apoyándose en el respaldo también – estoy tratando de aclarar las cosas.

Darren sonrió para si mismo. Sabía que el menor sería quien intentaría aclarar las coas, ponerlas en orden. En definitiva… Controlarlas. El moreno parpadeó un poco pensativo, ordenando las ideas en su cabeza, y sus facciones tan expresivas lo delataron por un instante, por fin consiguió responder - ¿te das cuenta de que dije “no es ridículo querer besarte”?

Chris alza una ceja – si, si te escuché.

- ¿y porque tu solo recalcaste lo malo?

El ojiazul abre los ojos de par en par, no dijo nada.

- Chris Colfer… eres demasiado cuadrado.

El mayor se puso de pie y salió de la habitación.


Cuando el moreno entró al cuarto una hora después, Chris se encontraba metido en la cama y mirando la televisión con las luces apagadas. Las miradas de ambos se cruzaron y no pudieron… simplemente no pudieron no sonreírse el uno al otro.

- Hem… traje la cena. – dijo Darren acarreando consigo una caja de pizza. Como si nada hubiese pasado antes.

Aquello hizo sonreír a Colfer – ¿no está quemada?

- La mandé a pedir, chistosito… - finalizó el mayor dejando la caja sobre la cama.

- oye, pero…

- nada de peros – le interrumpió Darren adivinando lo que el ojiazul diría – si caen migas sobre el cobertor, pues ¡mala suerte!

Y Chris sintió que la sangre se le acumulaba sobre las mejillas y recordó lo último que le había dicho su compañero antes de retirarse de la habitación… y reflexionó. Y es más, se atrevió a decirlo en voz alta:

- a lo mejor si soy “cuadrado”

Darren Criss sintió esa punzada en el corazón, aquella que sentía en ocasiones cuando algo lo conmovía, cuando era testigo de alguna injusticia o cuando sentía tal empatía que podía sentir que alguien se sentía triste o avergonzado… como Chris…

- no, Chris… olvida lo que dije… fue… fue el impulso del momento.

Las dudas y temores del ojiazul se despejaron al escuchar las últimas palabras de Darren, porque realmente había temido que su amigo se las haya dicho para querer herirlo, eso lo atormentaba mucho más que el hecho de que su amigo estuviese en lo cierto. Se apoyó sobre sus rodillas he hizo el único gesto del cual fue capaz en ese momento, besó la frente de su compañero.

-¿Es en serio, Chris Colfer?- Murmuró Darren, sonriendo con extrañeza y ternura al sentir el beso en la frente - ¿nos besamos, discutimos por lo mismo y ahora vuelves a besarme? Cualquiera diría que me estás coqueteando.

El menor se sintió acorralado y desvió la mirada como si lo hubiese encontrado en medio de alguna maldad.

Darren sonrió triunfante y se conmovió al verlo desviar la mirada de esa forma, tan apenado - ¿Por qué me detuviste? – Preguntó queriendo zanjar el tema de una buena vez… es mejor que me digas la verdad.

Chris Colfer no pudo creer la cantidad de mentiras que se le vinieron a la cabeza producto de la pregunta que su compañero le había formulado, pero este mismo había hecho énfasis en que fuese sincero… le hizo caso. Tragó saliva fuertemente y miró al de ojos hazel directamente y sin parpadear – porque… me aterré.

- ¿pero porqué? – Murmura el que había hecho la pregunta, se sintió algo apenado - ¿yo te aterré?

- No… - se apresura en contestar para evitar un malentendido nuevamente – yo… creo que me aterré de mi mismo…

- Well… pudiste decírmelo antes – repuso Darren queriendo cambiar el tema, había comprendido que Chris tenía un lío en su cabeza y lo mejor sería no presionarlo por ahora, pero el menor quiso concluir…

- Soy un inexperto ¿sabes? Kurt Hummel y yo no nos diferenciamos mucho… no en la parte de que somos casi vírgenes en cuanto a contacto físico se trata. Soy un ignorante al respecto y creo que quizás te hubiese complicado las cosas si yo me daba rienda suelta… quizás hasta te hubiese espantado.

Darren cerró los ojos acompañando el gesto con una sonrisa complacida. Agradeciendo la sinceridad de su compañero, sobre todo cuando el no lo siguió presionando y el ojiazul soltó su verdad por cuenta propia. Una vez que se enfocó en la conversación nuevamente miró directamente a los ojos del menor:

- No, inexperto e ignorante no… cuadrado si. – concluyó el starkid.

Chris Colfer soltó una carcajada por fin.

Darren no pudo evitar acercarse al menor nuevamente.

- que… que haces – murmuró Chris sintiendo la respiración del mayor dar contra su rostro.

- quitarte lo cuadrado… - le respondió el aludido posando sus labios sobre los del contratenor.

- no creo que…

-shh… - le silenció – te estoy besando…

Ambos se fueron cayendo sobre la cama, para quedar en la misma posición en que todo había comenzado una hora atrás. Con Darren por encima.

Los cuerpos de ambos se juntaron nuevamente. Los escalofríos eran mutuos, ambos cuerpos parecían responder hasta a la mas mínima caricia, encajando a la perfección y siendo capaz de transmitirse confianza que daban como resultado agradables sensaciones.

Darren toma las manos del menor y las lleva hacia sus caderas – vamos… descuádrate un segundo…

El menor se resiste, pero es Darren el más fuerte de ambos. Y Chris siente como el calor lo consume cuando sus manos tocan la piel desnuda del mayor que se escondía bajo esa camisa a cuadros.

Chris decide entonces despojarse de todas sus restricciones, liberarse un poco para variar y dejarse llevar…
Ambos se dejan llevar…

Son las manos de ambos las que comienzan a marcar nuevos caminos y son sus cuerpos juntos los responsables de las descargas eléctricas, que no incomodan sino más bien los hacen más adictos y son sus besos los que los dejan sin respiración…

Se están besando cuando Darren sonríe y levanta la cabeza un poco buscando el contacto visual:

- deberíamos cenar…

Chris Colfer sintió que debía reprochar. Porque cenar significaría separarse y separarse no era algo que estuviese en sus planes.

No ahora que se siente tan libre.

Pero al parecer el mayor ya lo decidió y sin preguntar se levantó de la cama.

Chris se da cuenta de que se ha quedado con una inmensa sensación de insatisfacción… algo que jamás había sentido antes.

Se sienta en la cama y observa como su compañero, como si nada hurga en la caja de la pizza…

El mayor cruzo su mirada con el, y le sonrió juguetonamente…

- ven, cena conmigo… no te olvides que viviremos juntos un tiempo… no hay apuro…

Chris gateó por la cama para llegar hacia su compañero y la comida, pero no puede evitar preguntar - ¿no hay apuro de que?

A Darren Criss los ojos se le iluminan – no hay apuro en quitarte algunas aristas…

El ojiazul parpadea un par de veces, mientras el mayor vuelve a echarle mano a la comida…

¿Qué rayo habrá querido decir Darren Criss con eso?

¡Tanto tiempo! Llevo dos días fuera del foro y se me ha hecho eterno. Gracias por sus comentarios, me han alegrado el día, la verdad no he tenido mucho tiempo para conectarme, pero si me leí sus comentarios
¡Los adoro! Gracias por leerme ;)

Les traigo entonces otro capítulo. Discúlpenme si es un poco denso, pero la verdad necesitaba hacer pasar a Darren por un par de líos mentales. Aunque necesito que me dejen sugerencias, la verdad no se si he encaminado bien la personalidad tanto de Darren como de Chris.

Gracias nuevamente por leer! Y cualquier sugerencia, reclamo o slushie será bien recibido.

Sin más el cuarto capítulo.

"KEEP CALM &...
Capítulo 4
DON'T BE SCARED"

Las manos del ojiazul buscaron significativamente el borde entre la camisa y el cinturón del Starkid. Dando un signo claro de que quería algo más, quizás… sentirlo de una forma más natural. Sin tela que impida saciar sus ansiedades. Y por supuesto; el mayor accedió obedeciendo los impulsos del menor, sin reprochar siquiera o sin medir las consecuencias. Con un poco de apuro e ímpetu y tras separarse un poco del cuerpo de Chris, se apoyó en uno de sus brazos para mantener el equilibrio y no caer pesadamente sobre el cuerpo del contratenor mientras que con la otra mano comenzó a quitarse así mismo su camisa desabotonándosela con algo de dificultad. Al final y por hacer rendir el tiempo, es el menor quien le ayuda con los botones. Una vez desabotonada por completo el moreno se deshizo de ella sin problemas lanzándola lejos, porque ¡demonios! como estorbaba esa camisa. Volvió a juntar sus cuerpos.

Estaban subiendo de nivel.

Definitivamente si.

Darren se sentó en la cama sobre saltado. Y tubo que parpadear un par de veces antes de entender que se había tratado de un sueño. Se llevó las manos al rostro sudado y sintió su pecho acelerado, cansado. Se volteó a mirar a un costado de si, y no vio a nadie. Mientras que por las cortinas blancas los rayos del sol se colaban sin cesar.

Darren suspiró. Asustado un poco de sí mismo. De sus sueños, de su subconsciente, de que quizás algo en su interior le quisiera dar un mensaje. Se restregó los ojos.

Lo había hecho nuevamente. Había soñado con Chris Colfer otra vez.

Y bueno, ya llevaban una semana viviendo juntos. Y la misma cantidad de días perdiéndose de repente el uno con el otro. En algún beso desenfrenado o alguna caricia astuta y coqueta… pero sus sueños estaban yendo demasiado lejos. Demasiado lejos de la realidad. Sólo una vez el menor lo había tocado debajo de la ropa, pero esa misma vez fue la última. Con el paso de los días habían acordado que esa rutina no era sana para ninguno de los dos. Que existían límites que debían respetar. Aunque esos límites era más respetados por Chris que por él, porque a él, a Darren no le importaban.

De hecho le molestaban esos límites, quizás por eso soñaba.

Darren se restreegó los ojos nuevamente y lanzó un resoplo llenode frustración. Porque no le gustaba pensar al respecto. Se convenció así mismo de que era un sueño y nada más. Ni siquiera tenía que intentar recordarlo.

Era un sueño.

Con Chris… nada más que eso importaba recordar.

Chris.

El moreno suspiró y se desplomó en la cama. Ni siquiera intentó mirar al lado, porque sabía que su compañero no estaría ahí. Observó el techo unos momentos engañándose a sí mismo, intentado concentrarse en cualquier otra cosa que no sea… Chris.

Pero no pudo evitarlo y ladeó la cabeza.

No estaba.

Y Darren sintió que el día comenzaba condenadamente mal.

Observó nuevamente la almohada, todo el espacio que el menor ocupaba para dormir. Y Darren sonrió cuando se imaginó a Chris ahí. Boca abajo, con la almohada sobre la cabeza y los audífonos del i-pod enredados en su cuello y que él se había acostumbrado a quitarle todas las noches.

Porque Chris Colfer se dormía con los audífonos puestos. Y Darren Criss era la persona encargada de quitárselos cuando el menor era derrotado por el sueño.

El Starkid concluyó en ese momento que aquella rutina podría repetirla todas las noches y sin aburrirse.
Era algo especial.

Quitarle los audífonos a Chris.

Quizás porque se convertía en la última persona con la cual el ojiazul tenía contacto en el día.
Eso era algo especial.

Una vez que Darren se concentró nuevamente y despejó su cabeza de cualquier pensamiento que involucrase al menor, se dio cuenta de que en la misma almohada en la que dormía el protagonista de sus sueños había una nota.

El moreno la tomó en sus manos, se sentó en la cama nuevamente y la leyó:


Darren sonrió entre dientes. Y sintió como una cosquilla luchaba por apoderarse de su pecho. Ese era Chris en toda su esencia, aunque sea mediante un mensaje escrito con lápiz y papel. Chris no dejaba de ser el mismo; le había escrito una pequeña indirecta que le recordaba de paso que él estaba a cargo de la casa y que debía estar todo tal sano y salvo cuando el menor volviese. Luego un recordatorio, porque Darren siempre olvidaba las cosas importantes. Después un anuncio de dónde iba a estar, quizás para que Darren no lo llamase preguntándole dónde estaba. E información adicional para que el moreno no lo interrumpiese llamándolo (nuevamente) al trabajo haciéndole preguntas innecesarias, y al final un te quiero…

Un ¿te quiero?

Darren pestañeó.

¿Cuántas veces Chris Colfer le decía “te quiero”?

La cosquilla que luchaba por apoderarse del pecho del Starkid había logrado su cometido. Acompañando la sensación con una sonrisita alucinada y dos mejillas sonrosadas.

- ¡Basta! - se dijo así mismo y en voz alta. - Esto no puede estar sucediendo…

Tomó de la mesa de noche a un costado de su cama su teléfono móvil y marcó el primer número registrado en la lista de llamadas realizadas. ¡Rayos! además de todo, había sido la última persona a la cual había llamado.
Del auricular se escuchaba claramente el tono de espera…

- ¿Qué pasa? - se escuchó ahora del otro lado del teléfono.

- ¿Demorarás mucho en volver? - preguntó el ojos hazel.

- ¿qué? ¿Sucedió algo? - inquirió una voz preocupada desde el otro lado.

- No, Chris… nada… por lo menos no con la casa… si es a lo que te refieres.

- Oh… Darren, me asusté. - Y el Starkid juraría que el menor le estaba sonriendo del otro lado con una mano puesta en el pecho debido al susto - pero… debo colgar… no sé a qué hora volveré, antes de cenar sin dudas… voy a trabajar con el libro… y…

- Está bien… puedo esperar. No te preocupes. - dijo con voz apagada.

- ¿Pero…? - se oyó un suspiro - Ok, ok… dale… tengo un par de segundos… ¿Qué sucede?

- Nada…

- ¡Vamos, Darren! No me digas que nada… me preocupaste, ahora debes decirme… sino no me concentraré durante todo el día.

Darren apretó los ojos y se rascó la cabeza desesperado, sabía que no debía haberlo llamado sino iba a decirle nada que tuviese claro. Suspiró…

- ¿Darren? ¿Estás ahí?

- si…

- ¿Qué sucede?

- Es sólo… - las palabras se escaparon de su boca sin poder detenerlas… - estoy hecho un lío.

- ¿Pero que te sucedió?

- Creo que… no sé…. lo siento.

- ¡Darren!

- ¡Lo siento, ¿vale?! - Contestó casi irritado, o por lo menos su voz sono así. Y se apresuró en cortar. Aunque sabía que eso era peor que no haberle dicho nada concreto a Chris.

Depositó el teléfono celular en el velador y se tumbó en la cama, se cubrió completamente con las mantas. No señor, no tenía ninguna gana de levantarse aquel día. Pero se vió obligado a levantar la cabeza cuando escuchó el teléfono celular vibrar contra la mesa de noche. Temeroso estiró el brazo para cogerlo.

- ¡Fuck! - exclamó en voz alta cuando vió que era Chris quien lo llamaba, contestó la llamada con algo de nerviosismo - ¿dime?

- ¡No me vuelvas a cortar! - la voz del contratenor no sonaba nada agradable.

- oh, cielos… lo siento… es que…

- Es que nada, Darren Criss - el ojiazul se escuchaba alterado - no puedes llamarme simplemente y preocuparme así como así… ¡no vuelvas a hacerlo! - La llamada se cortó. Posiblemente porque el menor así lo había querido.

Darren se quitó el celular del oído y lo contempló con asombro. ¿Qué había sido todo ese griterío? y no pudo evitar preocuparse. Quizás si lo había interrumpido en el trabajo, o quizás el menor ya estaba con bastantes preocupaciones como para además recibir una carga extra y por teléfono nada menos.

- Bien hecho, estúpido - se regañó a si mismo levantándose de la cama. - lo has jodido completamente.

Caminó con desdén hacia el baño.

Necesitaba con urgencia una ducha de agua fría.


El día para el de ojos hazel había transcurrido con extrema lentitud. Seguía desganado y desmotivado a la vez que preocupado. Había intentado llamar a Chris durante todo el transcurso de la tarde, pero el ojiazul había apagado su telefono. Eso le preocupaba, porque realmente quería disculparse y saber que el menor se encontraba bien. Por otra parte y para fortuna de si mismo, sus lios mentales habían desaparecido.... o al menos había decidido tomárselos con calma.

(Porque los líos mentales nunca desaparecen, menos si son producto del corazón.)

Tenía dos cosas claras y por ahora eran suficientes como para no aproblemarse. Una de ellas era que le gustaba mucho estar con Chris, lo que incluía vivir con el, ser compañeros de trabajo, y hasta los besos y las caricias. La se gunda cosa que tenía clara era que precisamente eso (de que le guste estar con el, y vivir, y trabajar y desearle, etc...) NO era pecado. Así que si quería algo más con el menor, ya sea tanto fisico como emocionalmete, no le estaría haciendo daño a nadie. No estaba cometiendo delito alguno ni nada que se mereciera un castigo. Por lo que ahora Darren sentía que tenía sus emociones bajo control, o por lo menos hasta que lograse entender que era realmente lo que le estaba pasando, a esto último tenía solo cuatro alternativas.

Una de ellas era que todo lo que le estaba sucediendo se debía a Blaine y a Kurt, que las emociones no eran las suyas sino que eran las emociones del vocalista de los Warblers, y que se estaba tomando demasiado a pecho al personaje y que por ello ahora sentía aquella necesidad de Kurt. La segunda alternativa era que se trataba simplemente de la costumbre. Tantas horas trabajando juntos, intepretando a personajes que además de todo estaban enamorados el uno del otro, todos los guiones y las actuaciones del glee tour le habían pasado la cuenta y ahora actuaba así por ello, porque se había acostumbrado al contacto fisico y emocional de Chris, y necesitaba cada vez mas.

La tercera alternativa se trataba simplemente de un capricho. Porque Darren, y eso él lo sabe muy bien, es así. Caprichoso, inmaduro, obseivo compulsivo, terrritorial, celoso... y un sin fin de adjetivos que en la suma explicarían muy bien la actitud que ha estado teniendo con el menor. Y la cuarta y última pero no menos importante es que sincera y puramente estaba sintiendo más cosas por Chris, así de simple, se estaba enamorando.

Darren suspiró tranquilo luego de haberse echo este resumen mental, no había nada por lo que atormentarse tan pronto, solo necesitaba de paciencia para terminar de esclarecer las cosas, necesitaba de tiempo y de Chris.

Porque lo había decidido, hablaría con Chris al respecto.

Caso cerrado.

No... Tampoco era que se haya olvidado de todo así como así, de hecho poco fue lo que pudo concentrarse durante el día. Con suerte había conseguido salir de la ducha y limpiar el desastre del baño trás su aseo personal. Había comido solo un poco a la hora del almuerzo y había hecho aseo, eso sí, para que todo estuviese en orden cualdo Chris volviera. Había dado más de cinco, seis, siete veces seguidas a los canales de televisión sin encontrar algo que realmente lo motivase, había intentado componer canciones con su guitarra, pero sólo había conseguido una ruma de hojas arrugadas innundando el basurero. Se había sentado frente a la pantalla de la laptop y se había reido un poco al escribir la contraseña del internet, pero no quiso ni entrar a twetter, ni revisar su email. Nada de eso, nada lo entretenía. Aunque hubo un momento, un pequeño lapsus de tiempo en el que dejó libre su lado stalker y sin poder controlarse escribió el nombre del ojiazul.

- Woah! - exclamó sorprendido luego de trás navegar un poco encontrarse con las fotografías del menor, en el set de su película ocasionando toda una revolución en la web. Pero el entendía perfectamente por que aquellas imagenes causaron tanto revuelo. El contratenor era sin dudas...sexy.

Cerró la laptop de golpe cuando se descubrió así mismo mordiendose el labio inferior. Se puso de pie y fue a la cocina por café.

No... Tampoco era que haya querido dejar de pensar en Chris.

Estaba saboreando su café amargo cuando de pronto se escuchó desde la cocina como la llave entraba por la cerradura y trás un leve "click", la puerta de la entrada se había abierto de par en par.

El ojiazul había llegado.

El moreno dió un último suspiro. Inspiró profundo, su cabeza seguió siendo un remolino de pensamientos sin fin, pero al menos sabía lo que tenía que decir.

Se asomó hacia la entrada.

- Hey! ¿Que tal? - preguntó levantando una mano, intentando sonar casual. Sonriendo, como si su sonrisa le pudise ayudar a apaciguar las cosas.

El ojiazul le miró con el ceño fruncido. No le contestó y trás cerrar la puerta se dirigió a su habitación.

- Chris... tenemos que hablar - le llamó queriendo captar su atención. Pero no hubo respuesta de parte de su compañero. Entonces lo siguió hasta su cuarto. Sabiendo que cuando lograse mantener una conversación con el menor, comensaría lo más complejo. Cuando entró al cuarto y vió a Chris con las manos en las caderas y una mirada fulminante, lo confirmó.

Había comenzado lo más dificil de todo.

Ser sincero.

- ham... ¿estás disgustado? - preguntó con temor.

- ¿tu que crees? - le respondió el contratenor sin bajar la guardia.

- Oh!, yo... verás... I'm really... reallly sorry... - se disculpó pausadamente y sin mirarle a los ojos. - sobre todo lamento haberte cortado y lamento... - pero cerró la boca de golpe al darse cuenta de que Chris no mostraba reacción alguna.

Chris solamente lo miraba hablar. Y no mostró signo de inmutarse ante la disculpa de Darren. En cambio se sentó a la orilla de la cama con la mirada perdida. Se veía cansado, malhumorado, pero triste, si, la tristeza plagaba su rostro mucho más que el cansancio u otra cosa.

Darren no pudo evitar preocuparse - ¿estás bien? - preguntó caminando hacia Chris y sentandose a su lado, aún sabiendo que quizás el menor lo correría de aquel lugar. Pero no, no lo hizo. Dejó que el moreno se sentara a su lado y que le acariciara la cabellera. - te ves muy mal... ¿tengo parte de culpa en ello, o es por cuestiones de trabajo?

Chris le miró directamente a los ojos antes de responder - cincuenta y cincuenta.

Darren cerró los ojos lastimeramente. Iba a dar una nueva bocanada de aire, pero Chris le interrumpió:

- Darren... yo... creo que me he quedado sin aristas.

El aludido escuchó aquello con sorpresa. Eso de las aristas era un código entre ellos, y que Chris lo mencionara justo ahora era algo así como... tragicomico. Pero como el asunto tampoco necesitaba de más explicación, Darren respondió sin darle más vueltas:

- entonces... estamos a mano.

El ojiazul parpadeó un par de veces antes de entender la última frase del Starkid. ¡No podía ser cierto! incrédulo, preguntó:

- ¿Acaso... acaso te pasan cosas conmigo? - y sus mejillas blancas dejaron de serlo para darle paso a diversas tonalidades de rojo.

Darren no tenía estipulado para nada que la conversación ocurriera de esa forma, pero entendía que siempre había un momento adecuado para todo. Quizás no tenía que pensar tanto en como decir las cosas, simplemente debía decirlas así sin más. Tomó aire:

- Creo... digo, tengo que ser sincero... tampoco lo tengo claro... pero es una de mis tantas posibilidades. - Concluyó con una sonrisa. Listo, lo había dicho. No había nada má de que preocuparse. Se sintió ligero.

- Oh... - fue todo lo que el menor pudo articular.

- ¿Pero que te sorprende? - se apresuró a preguntar el moreno - Eres guapo. - Bromeó.

- ¡ridiculo! - dijo Chris al fin sonriendo. Y apoyando su cabeza en el hombro del mayor - esto... esto es complicado.

- Creeme... lo sé. He tenido un día horrible y todo porque no he podido quitarme tu imagen de mi cabeza...

- ¿Disculpa? - Chris levantó una ceja.

- Bueno... que quieres que te diga... tampoco es que pueda mentirte al respecto - sonrió Darren tranquilo, como si eso fuese evidente - eres guapo. Todo el mundo lo sabe. O por lo menos tus fans.

Chris comenzó a reír a carcajadas. Y eso terminó por romper la tensión que había en el lugar. - dices cosas tan idiotas solo para hacerme reír.

- No te las decía para hacerte reír... te las decía porque pienso que son ciertas - contrarespondió el mayor haciendo un puchero.

Las palabras de Darren aunque hechas con humor, habían sanjado el asunto.

Chris esbozó una sonrisa a pesar de pretender mantener el semblante serio. Empuñó su mano y con ella golpeó el hombro de Darren. - ¡Y todo es tu culpa! - Reclamó riendo. - ¿Que tal tu día? - Preguntó con curiosidad - ¡hum, y disculpa! Yo tambien te corté el telefono, pero eso fue producto de la otra mitad que me tenía aproblemado... se me ha echo dificil escribir... - la mirada del ojiazul se perdió unos instantes - oh, pero eso no importa... lamento haber colgado. - se encogió de hombros.

Darren sonrió tranquilo, y por un momento se permitió pensar que estaba agradecido de no haber dejado de pensar el Chris ni por un solo instante: Chris Colfer era una pequeña ambición de la que no quería perderse ni un solo segundo.

- Estamos a mano. Pero para la próxima... reclamame solo si yo tengo que ver... no mezcles las cosas, no tengo culpa si tu trabajo te deja sin paciencia.

- Eres muy sinverguenza, Darren Criss - sentenció Chris negando con la cabeza - muy bien, hazte el tonto... - concluyó golpeandolo nuevamente, aunque con algo más de fuerza que la primera vez.

Y ahora fue Darren quien largó a reír a carcajadas. - ¡Auch! - Reclamó como un niño pequeño por el nuevo golpe que había recibido pero jamás quitandole a aquello el buen humor ni borrando la sonrisa de sus labios.
Era bueno volver un poco a aquella rutina, dejar las discusiones y hacer como si nada pasó. Cualquier problema que pudiesen tener, facilmente podría solucionarlo. Y era eso mismo lo que le permitía a Darren pensar en Chris más allá de los límites que se habían puesto el uno con el otro. Porque con Chris siempre estaba bien, si había problemas los solucionaban y volvían de nuevo a las bromas pesadas, las indirectas y a todo aquello que últimamente marcaba el día a día de ellos dos juntos en aquel departamento. - ¡Oh! Hay algo de lo que te tengo que hablar - le dijo captando la atención del ojiazul. - tiene que ver con... bueno... esos límites. ¿Sabes? creo que están de más. - agregó mirándolo fijamente, porque era verdad, esos límites impedían que lo suyo fuese perfecto.

- ¿Y qué si pienso lo contrario? - Preguntó Chris, y los dos sabían que no estaba molesto, ni mucho menos.

- Pero si dijiste que te haz quedado sin aristas... eso lo entiendo como que te pasan cosas conmigo y que lo estás permitiendo... - Darren se encogió de hombros - ¿No sería mejor permitirnos ciertos derechos con el otro, como para poder aclarar nuestros sentimientos?

Chris suspiró. Se puso de pie y bajo la atenta mirada del moreno se dirigió a su armario. Se quitó la polera botándola al suelo y dejando su torso al descubierto comenzó a buscar alguna otra cosa que ponerse.

Darren Criss no pudo no relamerse los labios.

- ¡Hey! - reclamó Chris desde su armario y Darren se dió cuenta de que había un espejo por el cual Chris podía verlo aún si estaba de espaldas - te estoy vigilando, DC... vi lo que hiciste.

Darren se acaloró de inmediato y bajó la mirada.

- Tranquilo, no es nada grave... - volvió a hablar Chris acercándose al mayor. Colocándose de pie entre las piernas de Darren que aún estaba sentado. - tampoco es que puedas evitar mirarme ¿cierto?

Y esa pregunta hizo que Darren levantara la mirada con asombro - ¿Me estas provocando, Chris Colfer?

El menor se cruzó de brazos, mirándo a Darren hacia abajo. - Quien sabe... Darren Criss, quien sabe... - Concluyó antes de plantarle un beso sorpresivo en los labios. Un besó que dejó sin defensas al mayor, además de una insoportable sensación de ser una victima. La piel de Darren se erizó sobre la yema de los dedos de Chris cuando este pasó sus manos curiosas por el abdomen del mayor una vez se escabuyeron por debajo de la camisa del Starkid. Ambos comenzaron a caer lentamente sobre la cama, ahora con Chris por encima.
Un espasmo recorrió toda la columna vertebral de Darren y el ojiauzl lo pudo notar con solo acariciarlo un poco. Podrían comenzar ahí mismo con su juego, podría Chris saciar la comenzón de sus dedos y el cosquilleo de su pecho, pero lo pensó mejor. Y cortó el beso dejando a Darren literalmente sin aliento. Se puso de pie y comenzó a hablar dejando al moreno boquiabirto mientras se sentaba nuevamente y sin despegar la mirada del menor:

- Con respecto a los límites... - comenzó a hablar Chris caminando nuevamente a su armario para ahora si colocarse una camiseta color veige - supongo que tienes razón. Ahora que concluí quitarme esas "aristas" y que por lo que veo te produsco tantas cosas como las que tu me produces a mi, no veo porque no deba permitirme descubrir y aclarar mis dudas... además de que por lo que acabo de comprobar.... tambien puedo tomar las riendas del asunto. - Concluyó guiñandole un ojo a Darren que no podía dar creditos a lo que estaba escuchando. - supongo que el que sucumba ante los encantos del otro primero, será el perdedor... ¿no?, bueno... ¿amigos con derecho? no sé... dime tu...

- ¿Perdón? -fue todo lo que los labios de Darren pudieron decir. Estaba atónito. Chris si se había atrevido a provocarlo y más encima se había atrevido a decir que era una simple prueba - ¿tengo razón? ¿Y que demonios es lo que acabas de comprobar? ¿Que riendas?

- si - respondió Chris cruzándose de brazos mientras se apoyaba en su espejo de cuerpo entero, pero sin apartar ningún segundo la mirada de los ojos del mayor. Se sentía muy seguro de si mismo y entendió en ese instante que quizás eso podía irritar en parte a Darren, pero bueno, el starkid lo había provocado primero hace días atrás, ahora tendría que hacerle probar un poco de su propia medicina. - que los límites están de más... en eso tienes razón, y bueno... no puedes negar que cuando te beso o estoy muy cerca tuyo tu te vuelves... no sé ¿vulnerable? creo que estamos en igualdad de condiciones. - concluyó satisfecho de su respuesta.

Darren sacudió un poco su cabeza, como si aquello fuese algún tipo de sueño del cual tuviese que despertar. Pero no, no era un sueño. Chris Colfer había terminado por revelarse ante sus ojos. El menor se había revolucionado... Estaba más decir que ahora las cosas dependían de los dos.

Era un juego peligroso.

Pero valía la pena jugarlo.

- Entonces... - analizó el moreno tratando de mantener la calma para no ser menos frente a un Chris que parecía imperturbable - ... amigos con derecho. - finalizó.

Chris sonrió con astucia y se mordisqueó el labio inferior.

Darren se atragantó con su propia saliva al ver aquel gesto tecnico del ojiazul. Se puso de pie sin despegar ningún segundo la mirada del menor y se paró frente a el. Tomó entre sus manos aquel rostro lozano y respiró muy cerca de la boca de Chris, provocándolo.

- Oh... sabes que respondería de inmediato, DC.... pero hoy tendremos visitas ¿recuerdas? - dijo el menor con algo de burla en sus palabras y quitando las manos del mayor de su rostro - ...vamos, tenemos que preparar algo para los chicos... - y así sin más se logró escapar del controlado territorio en el que el mayor lo había puesto.

Darren intentó controlar el impulso de tomar a Chris por el brazo y atraerlo haci si, sin dejarle otra opcion al ojiazul, pero tampoco quería perder tan pronto si dejaba claro cuan loco estaba por Chris. No señor, el no sería el primero en caer... Trató de convencerse entonces de que él era una persona que necesitaba de otras personas, siempre estar rodeado de gente y de tener su atención. Por lo que querer contacto fisico de Chris esta vez no tenía nada que ver con la atracción que sentía por el, sino porque simple y sencillamente quería ser tomado en cuenta, ser el centro de atención del ojiazul. - Quiero un abrazo. - Es todo lo que se limitó a decir, inquiriendo que Chris captaria el mensaje.

Chris sonrió complacido ante la petición de Darren que dicho sea de paso, había dejado notar toda la escencia del Starkid. Titubeó un momento, claro, pero al mirar a Darren, con ese gesto de niño a punto de hacer rabieta, se decidió a complacer a su compañero. Era inevitable, Darren Criss era así, caprichoso. Rodeó al mayor entre sus brazos. - No te confundas... esto está fuera de juego - Le dijo en un murmullo al oído, pues ambos estaban tan cerca de sí que no era necesario levantar la voz.

Darren se estremeció con el abrazo y por un momento todo aquello le pesó en la consciencia, porque podía ser que estab presionando a Chris a cumplir su capricho y lo podía estar incomodando con eso y lo último que quería ahora era tener que obligar al menor a hacer algo que no quería. Iba a murmurar una respuesta, pero antes de que pudiese hablar el menor hizo ese comentario de que aquello estaba fuera dejuego... y comprendió que el menor si había entendido la razón del abrazo. Los ojos del Starkid brillaron un par de segundo - Nah, no te preocupes, esto no tiene nada que ver con nuestro juego.

- Gracias, Darren.- le respondió Chris guiñandole un ojo una vez que ambos se separaron - que bueno que quede claro... bien, ahora será mejo que vayamos a preparar todo... llegarán en cualquier momento - comentó mientras se tomaba de la mano de Darren y lo tironeaba con dirección a la cocina mientras le seguía hablando - Y que sepas, DC... que nuestro juego no es privado.

Darren detuvo su paso en seco, haciendo que Chris se detuviese tambien - ¿Disculpa?

Chris sonrió victorioso, sabiendo que había picado a Darren en algún punto vulnerable de su personalidad - claro... - agregó con algo de suspicacia - no importa dónde estemos y con quien...

Darren frunció el seño un poco, pero sería mejor seguirle la corriente, quizás Chris pensaba que diciendo eso, el se echaría para atrás, pero ¡oh, no! Darren Criss no tenía intenciones de perder. - me parece una medida sensata. De hecho, podríamos comenzar a jugar hoy... en el transcurso de la noche - y Darren tubo que evitar reírse porque Chris comenzó a ponerse nervioso a medida que el iba hablando. Seguramente Chris no se esperaba esa repsuesta de parte del mayor - total, tu lo dijiste Chris, no importa dónde estemos y con quien - finalizó guiñándole ahora el un ojo al aludido.

Chris tembló un instante. Definitivamente no se esperaba esa reacción del mayor.

¡Rayos! ¿En que lío se habia metido?

-Okay... - pronunció atónito. Tomándo nuevamente la mano de Darren - bien... estee... ¿en que estavamos?
- ibamos a preparar las cosas antes de que lleguen los chicos, Chris... - le respondió Darren disfrutando del momento. Poner a Chris Colfer nervioso era simplemente un deleite. - ¿porque te está sudando la mano, Colfer?

El ojiazul no pudo contener la sangre que en ese momento luchaba por arremolinarse en sus mejillas - oh... hace calor. - respondió haciendose el tonto y se encaminó hacia la cocina llevándose a Criss con él.

Darren lo siguió sin decir nada más. Y quizás si había sido un poco cruel al realizar aquella maldad de torturarle conscientemente. ¡Pero él sólo estaba jugando un poco! Sin malas intenciones de por medio, porque habia tanta confianza entre ellos, que aquello estába permitido. Podría haberle preguntado porque le había puesto "te quiero" en la nota que le había escrito en la mañana, pero pensó que aquello si sería demasiada tortura... Además no había prisa, ni tampoco necesidad de demorar las cosas... tampoco habían más inseguridades, y todas las fichas estaban puestas en juego... Y además, bueno, tenían toda la noche.

Toda una condenada noche de fiesta por delante...