{FanFic Spin-off} Manhattan - "Capítulo 2: Lights Off (Parte I)"

Sunny esto no es para nada un comienzo flojo, ya me dejaste toda metida en la historia!
Blaine y Kurt viviendo juntos en New York, ah claro y Quinn, Rachel, Puck y Finn. Esto sin duda se viene genial
Rawr Cameron mirando a Kurt, cuidadito que Kurt tiene dueño!
y Sam? antes de ver que era Sam me imaginaba quien podria ser, desde su papa hasta Jesse o algo asi xD
Me encanto Sunny :D

Sunny me gusto mucho!
Kurt, Blaine, Rachel, Puck, Quinn y Finn juntos en NY!
Me gusto la amistad de Rachel con Puck
:O Cameron mirando a Kurt,... y primo de Sam!!!
:O no me imagine que era el, pensé que podía ser Jesse!

Espero tu próxima actualización!!
Saludos :D

Oooh Por Dios Morii!(Literalmente xD)
Puck Y Rachel Me los Imaginaba de verdad! Jajajaa
Igual que Finn Con Blaine :)
Cameron Gay :O
Y Quinn Se reencontro Con Sam
Yo juraba que Era Jessie :S
Me encanto espero que actualices Luego
:cheers:

Un comienzo fantastico, me gusta mucho la idea de un spin-off de estos 6 chicos en new york (sobre todo rachel y finn juntitos).

te juro que te ame
ojala R M haga algo asi en su Spin off super cool
te juro que te amo

Sunny te dire que no me gusto .. Me encantoo !
No sabia que escribias pero escribes muy bien ...
Klaine en NYC ... y junto con Quinn , Rach , Puck ... aa y Finn ... Sera genial !
Cameron viendo a Kurt ?? No lo esperaba xDD
Me uno a las que creian que era Jesse :P
pero es Sam *O* !
Espero el proximo capitulo y no olvides que aqui ya tienes una fiel lectora(:

Sunny!! me super mega ultra encanto tu fic!!!,
esta bien interesante, hahahaha Noah y Rach peleando
lo mas genial del mundo hahaha, Quinn bien linda, pero terca
con Kurt, y el mas lindo que ella ahahahaha, pobre Blaine, tener
que soportar las loqueras de Rach, creo que Finn acabara durmiendo
un día en la calle hahahahaha, Cameron Gay??? o.O hahaha genial,
Sam :O dueño de la tienda donde quiere trabajar Quinn doble :OOO
hahaha xD, me imagino que harian Blaine y Kurt si vivieran solos,
Jaqueline se imagina cosas xD, creo que devo de dejar de ver esos programas
donde hablan en tercera persona hahahaha, espero actualices prontito Sunny,
que me quede queriendo mas, besos y abrazos de parte de Jaqueline xD, hahaha
ado loca hoy hahahaa, que estés bien.

sube el capi luego que quiero leerlo estoy desesperada u.u

O:! Rayos! Yo creí que ya había subido el primer capítulo, y no! Subí el Piloto solamente! Mil perdones!

Muchas Gracias por leer y esperar! Y por ansiar un siguiente capítulo! Muchas Gracias!

Bueno, antes de publicar, les explico. Estoy biendo cual es la mejor forma de narrar, así que derrepente la narreacion saldra de maneras distinta, pero es que estoy trabajando con la narración (=
Otra cosa, el capítulo es un poco desordenado creo yo, es que... son muchos personajes, y estoy viendo cual es la mejor forma de contar sus historias, pero estoy pesnando en hacer cada capitulo con alguno de protagonistas y los demas de secundarios, sino, de otra forma terminaré escribiedo capitulos de 20 paginas de word!


Espero les guste! Por favor, acepto ante todos reclamos y sugerencias! Slushies tambien!



— Vaya, esto es fantástico —. Dijo Sam sonriendo amablemente mientra les entregaba un café a cada uno de sus amigos —. Cortesía de la casa —. Guiñó un ojo confiadamente.

Allí estaban los tres, Sam, Kurt y Quinn en terraza del “Sienna Bouquet” compartiendo un café mientras los muchachos de Lima ponían al corriente a Sam, acerca de todo.

— ¡Claro que lo és! —dijo Kurt, sonriendo a Sam de oreja a oreja cuando éste se sentó. Tomó un sorbo de su café —. Digo, encontrarte aquí ha sido algo bueno, ¿no? —Preguntó mientras le daba un leve golpecito con su codo a Quinn quién era la que menos había hablado.

La rubia se veía realmente consternada por al presencia de Sam.

—. Ou… digo, si, si… claro. —. Contestó rápidamente la muchacha mientras salía de su ensimismamiento. Desde que lo había visto aparecerse por el mostrador de la tienda, Quinn no había podido quitar los ojos de enicima a Sam. —. Lo siento, lo siento… si, Nueva York es fantástica.

Sam frunció el seño ante el comentario de Quinn.

Y Kurt tuvo para evitar reirse en la cara de su amiga, llevarse nuevamente su café a la boca. El entendía perfectamente las cosas que pasaban por la mente de Quinn. Parecía una quinciañera. Sam por su parte parecía no percatarse de nada, algo que Kurt encontró sumamente adorable. El par de rubios eran el uno para el otro. Sonrió al reflexionar acerca del destino en su mente, pero era mejor continuar con la conversación que sacar conclusiones apresuradas —. Es tan fantástico como reencontrarnos con Sam —. Dijo recalcando lo último para hacer que Quinn entendiera de que estaban hablando —. Los demás tambien se pondrán contentos cuando les contemos esto.

Sam se sintió alagado —. Me encantaría poder verlos a todos, bueno… si mal no me equivoco aún les queda una semana antes de que empiecen con sus estudios, tendremos tiempo de ponernos al tanto y organizar algo. —. Sonrió tiernamente luciendo todos sus dientes perfectamente blancos.

Quinn suspiró en ese mismo instante.

Kurt no pudo evitar abrir los ojos de par en par al ver la reacción de su amiga. Es que digamos, no estaba siendo muy cautelosa.
La muchacha se sonrojó rápidamente y trató de aparentar otra cosa —. Muero de sueño. —. Dijo mirándo al suelo.

— Si —. Recalcó Kurt —. Pasamos mala noche. Porque todo era un desastre —. Finalizó con aquella mentira para ayudar a Quinn.
Pero Sam nuevamente parecía no percatarse de nada. En cambio se creyó todo. —. Entonces, ¿Dónde se están quedando? —. Preguntó.

—. En el Bramford—. Contestó Quinn tratándo de mantener la compostura de una buena vez. Realmente la presencia de Sam la había desconsetado un poco —. Es el departamento de Blaine, y todos nos quedamos con ellos, es parte del plan para que los chicos puedan estar juntos.

Kurt se sonrojó ante lo último.

—. Un momento —. Prosiguió Sam tratando de entender todo —. ¿Blaine y tú siguen juntos? ¿Aún? ¡Wow! —. Exclamó de forma divertida, realmente aquello había llamado su atención. —. Ya quisiera yo una relación tan duradera.

Quinn se atoró con su café.

— Ten, linda… —. Kurt le extendió una servilleta, e ignorando a su amiga se volteó a seguir con la vonversación —. Si… seguimos juntos. —. Finalizó apenado mientras se sonrojaba nuevamente.

— Me alegro mucho —. Dijo Sam de forma sincera. —. Y tu Quinn — Preguntó tratando de pasar desapercibido — ¿viniste con tu novio?

Kurt lanzó una carcajada —. Esta conversación se puso divertida.

Quinn fulminó con la mirada a su compañero de casa y luego contestó la pregunta —. Nada de eso… no tengo novio.

— Vaya… es que… estás muy linda… cualquiera diría que…

—. ¡Ok, Basta! — Interrumpió Kurt exasperado — No llevan ni diez minutos de haberse vuelto a ver y ya es como si cualquiera a su lado estorbara ¿Por qué no se platican acerca del empleo de Quinn? ¿Planean una cita o algo? Yo miraré la tien un rato —. Y diciendo aquello tomó su café en su mano y entró a la tienda.

Quinn palideció en ese instante. ¿Cómo Kurt pudo haberla dejado sola con Sam? Si ni ella entendía porque la presencia del rubio la había impactado tanto.

— ¿Una cita? —. Preguntó Sam repitiendo las palabras de Kurt en voz alta mientras lo veía perderse por el negocio. — ¿Escuché bien?

Quinn para distender el tema trató de hacerlo pasar por una broma —. Ya sabes, debe pensar que como tú y yo… y bueno… nos volvimos a ver… el cree… que…. bueno, tu sabes.

Sam guardó silencio un momento antes de poder decir algo, pero la verdad es que había intentado disimular mucho mejor que Quinn el impacto que le había producido haberla vuelto a ver —. No suena mala idea… —. Sonrió de lado mientras movía un pie inquietamente —. Podrías venir en la noche y bueno, enseñarte como funciona todo…

Los ojos de la rubia brillaron ligeramente y sintió como su respiración se aceleraba —. ¿Es una cita? —. Preguntó con el seño entre fruncido.

—. De trabajo… —. Respondió Sam rápidamente.

Quinn suspiró sin pudor —. ¿Eso significa que me contratarás?

—. Eso depende de cómo funcione la cita… —. Contestó el muchacho arrepintiéndose luego de haber dicho aquello.

Ambos se miraron un isntante a los ojos y para cortar la tensión rapidamente los dos tomaron su café y se lo llevaron a la boca. Miraron a cualquier parte y guardaron silencio.

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— Vamos… tienes que intentarlo, habla con él —. Comentó Puck mientras seguía con la mirada a dos lindas chicas que habían pasado a su lado, trotando en ropas deportivas. —. Creo que vendré al Central Park más a menudo —. Confesó.

Blaine que hiba a su lado, sólo se limitó a sonreir cabizbajamente.

Ambos muchachos se hallaban caminando por el Central Park, les habia tocado ir a ellos por las cosas para preparar el almuerzo, así también, aprovechando que ni Kurt ni Quinn se encontraban en el departamento, pudieron dejar a Finn y a Rachel a solas un momento.

El Ex- Warbler guardó silencio ante el consejo de Puck, que si bien era el más acertado de todos, a la vez tambien era el más complejo de llevar a cabo. No era cosa sencilla hablar de ciertas cosas con Kurt.

Cuando Noah se dio cuenta de que su compañero no le respondia volvió a insistir —. Mira, no conozco Nueva York, pero… la ciudad y todo, me refiero a como la gente actua, todo es deslumbrante… Tienes que enseñarles ciertas cosas a Kurt antes de que el las aprenda por otra parte.

Blaine detuvo su paso. —. No puedo creer que este lio sea tan grande solo porque el no quiera tomarme de la mano en público. — Comentó apretándo su telefono celular entre sus manos.

Puck trató de hacer una broma —. Que quieres que te diga… venimos de un pueblo pequeño.

Blaine rió abiertamente. Y miró la pantalla de su telefono.

—. Llamalo —. Le dijo Puck —. No creo que anden muy lejos. La tienda a la que hiban quedaba del otro lado de este parque ¿No?

—. Si —. Le contestó Blaine con la mirada perdida —. ¿Le digo que venga? Pero…

—. No te preocupes por mí —. Le dijo Puck golepandole el hombro con un puño cerrado —. Tal vez haga un poco de deporte con aquellas chicas… —. Le dijo indicando a las muchachas que hace rato habían pasado por su lado y que ahora hacian flexiones en el césped.

—. Noah… no traes ropa deportiva…

—. Detalles, amigo… detalles.

Blaine suspiró resignado, pero divertido a la vez. — Esta bien… lo llamaré. Digo… ¿pero no crees que es una tontera hacer lio simplemente por que no quiere tomarme la mano? —. Preguntó para estar seguro.

—. Si, lo es.

—. ¡Oye! ¿Y ahora me lo dices?

—. Vamos, Blaine… como querías que te dijiera algo así... pero de todos modos, no es una tontera si viene de parte de ustedes…

—. Oh… —. Dijo Blaine un poco ofendido —. Así que somos como una pareja “inexperta” tonta o algo por el estilo…

—. No, claro que no… pero así de “adorables” son ustedes dos. —. Dijo Puck encogiendose de hombros —. ¡Vamos! ¡No te ofendas! —. Exclamó mientras tomaba a Blaine de los hombros y animándolo. —. Lo que quiero decir, es que… su relación es especial… es diferente… eso es algo obvio. ¿No? Además… no tienen muchos ejemplos para seguir… porque bueno…

— Esta bien… —. Suspiró Blaine entendiendo a lo que Puck iba con su comentario —. Supongo que es cierto… la verdad es que, claro… no tengo a quien pedirle consejos… tienes razón. Entonces… supongo que esto es algo por lo que pasan las parejas gay.

—. Exacto —. Exclamó Puck de forma positivia. —. La primera crisis de los gay es la de cogerse de la mano.

—. Eres un idiota, Noah Puckerman ¿Lo sabías?

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— ¿Y porqué hoy está tan vacío? —. Preguntó Kurt al primo de Sam mientras contemplaba algunos ramos de rosas.

— Los sábados abrimos en la tarde… las mañanas las usamos para poner las cuentas al día —. Le contestó Cameron cortándo una rosa del montón. Se la extedió a Kurt… —. Parece que te gustan las flores, tómala…

— ¿Para mi? —. Preguntó Kurt con es etono tan caracteristico que adquiría su voz cada vez que algo lo sorpendría —. Gracias. —. Finalizó tomándo la rosa.

— Asi que ustedes vienen del pueblo dónde Sam había estudiado un tiempo.

—. Si —. Continúo Kurt sonriendo alegremente. —. Y la verdad es que habíamos extrañado mucho a Sam. Fue todo repentino, después de un verano, no lo volvimos a ver.

—. Si, lo sé —. Dijo Cameron rociando las flores con agua —. Siempre me habló de ustedes, hasta que se dio cuenta de que el recuerdo le dolía… ahora entiendo porqué.

—. ¿Qué recuerdo? A que te refieres… —. Preguntó Kurt con curiosidad.

—. ¿No lo ves? ¡Miralos! —. Exclamó Cameron indicándole a Kurt que viera a traves de la vitrina de vidrio. Afuera, Quinn y Sam parecían sumergidos en una charla realemnte divertida. La forma en que se miraban y conversaban, hacia pensar a cualquiera, que esos dos eran pareja desde hace mucho tiempo.

—. Vaya… —. Suspiró Kurt aniamdamente —. Quien se iba a imaginar que Quinn obtendría hoy algo más que trabajo.

Ambos chicos rieron a su haber.

—. Si… —. Suspiró Cameron como desaciendose de algúna confesion que moría por contarle a alguien —. Creeme que he oído hablar de Quinn desde que mi primo llegó a esta ciudad…

Kurt estubo a punto de contestar con otro comentario mordaz pero justo en ese momento su teléfono comenzó a sonar. Sacó su teléfono del bolsillo y contemplo el nombre en la pantalla. Sonrió como si fuese la primera vez que recibía una llamada de Blaine, contestó:

— ¿Dime? —. Preguntó atendiendo el llamado.

—. ¿Dónde están? —. Pregutó Blaine, sonaba ansioso.

—. En el nuevo trabajo de Quinn —. Exclamó Kurt divertido.

Cameron sonrió ante aquel comentario. Contempló a Kurt en silencio.

—. ¿Ya la contrataron?

—. Eso y algo más —. Contestó Kurt de manera pretenciosa —. Pero eso lo entenderás despues… ¿Necesitan que nos vayamos ya?

—. No… no, para nada… digo, si no es molestia que dejes a Quinn sola un rato ¿Podrías venir al Parque? Necesito hablar contigo.

—. ¿De verdad? ¿Estás bien? ¿Pasó algo? ¿Es grave?

—. Calma, pequeño… —. Dijo Blaine del otro lado. —. Solo quiero estar contigo a solas un rato.

—. ¡Por supuesto! —. Dijo Kurt haciendo notar toda la felicidad que aquello le provocaba.

—. ¿No se molestará Quinn?

—. ¿Molestarse? Creo que hace media hora se olvidó de mí. Bien, te veo en cinco minutos.

—.Está bien —. Dijo Blaine suspirando. Cortó.

Kurt contempló su celular un isntante con una mirada llena de recogijo. Cameron lo observo otro rato pero no aguantó la curiosidad, preguntó.

— ¿Ya te vas?

— Si —. Contestó Kurt. Estaba realmente feliz — Blaine queire que nos juntemos a solas. ¿No es encantador?

— ¿Blaine? —. Preguntó Cameron ¿Debía saber quien era Blaine?

—. Oh, lo siento, lo siento… —. Contestó Kurt tomándo el brazo del primo de Sam. —. No se en que pensaba… no conoces a Blaine… Blaine es mi novio.

Cameron sonrió de lado. — Asi que tienes novio. ¿Llevan mucho juntos?

Kurt suspiró antes de responder esa pregunta. — Un año, un poco más…

—. ¡Wow! —. Exclamó Cameron realmente sorprendido. —. Eso es mucho…

—. Y podría ser más. —. Rió Kurt. —. Ok… creo que iré a avisarle a Quinn.

—. No… —. Lo detuvo Cameron tomándolo de brazo antes de que saliera a la terraza —. Dejalos… para que interrumpirlos… yo le digo luego.

—. Oh, vaya… tienes razón. Gracias, Cameron.

—. De nada, Kurt. — Asintió el de lentes mirándo al contratenor fijamente a los ojos.

Kurt no pudo evitar sentirse de forma extraña ante esa mirada, desvió sus ojos en dirección al suelo. —. Creo que se me hace tarde.

—. Claro… —. Dijo Cameron como si nada.

— Supongo que nos volveremos a ver. Claro, si… bueno… Quinn va a trabajar acá.

—. Claro… —. Volvió a decir Cameron. Como si de pronto fuese la unica palabra que se supiera.

Kurt, un poco incomodo guardó silencio hasta que llegaron a la salida. Contempló las calles un poco para ubicarse mentalmente.

—. El parque está al frente. —. Le dijo Cameron.

—.¡Oh! Es cierto… —. Dijo Kurt un poco avergonzado. —. Que tonto soy…

—. Tranquilo… eres nuevo. —. Le contestó Cameron dándole unas palmaditas en el hombro a Kurt.

—. Si bueno… supongo… bien, fue un gusto. — Dijo antes de encaminarse a su cita.

—. El gusto es mio. — Le contestó el rubio, haciendole una seña con la mano como despedida. —. Suspiró una vez que Kurt ya no lo pudo oìr.

---

Blaine estaba sentado en una de las bancas del parque. Hacia mucho calor a esa hora del día, por lo que se había alegrado mucho al encontrar un lugar bajo la sombra. No sabía con exactitud de que lado del parque llegaría Kurt, por lo que evitó estar mirándo de un lado para otro (porque se veía tonto) y se puso a jugar con su celular en tanto su novio aparecía.

— ¿Está ocupado este asiento? —. Pregunto una voz que a Blaine hizo sonreír. Levantó la mirada y siguió el juego.

— No, claro que no… puedes sentarte si quieres. — Contestó.

Kurt rió de inmediato y se sentó a su lado. Ambos se miraron tiernamente y se largaron a reír. Blaine posó su frente en la de Kurt — Te tardaste mucho.

— Lo siento. — Le respondió el ojiazul sintiendose muy comodo en aquella poscicion. —. Creo que me perdí.

— ¿Y esa rosa? — Preguntó Blaine que no pudo evitar darse cuenta de que Kurt traía una rosa en su mano.

— Me la regalaron en la tienda a la que fuimos con Quinn.

Blaine alzó una ceja y sonrió de lado de manera maliciosa — ¿Disculpa?

Kurt rió divertido. — No te hagas… da lo mismo.

— Por supuesto que da lo mismo —. Dijo Blaine de manera suspicaz. No quería averiguar quien ni como se la había regalado, aunque se moría por saber. Pero era mejor no caer en la tentación de celar a su novio.

Kurt se separó de Blaine y dejó la rosa sobre la banca. Se acomodó apoyando su espalda contra el respaldo. — ¿y tienes algún plan o algo? —. Preguntó, queriendo saber a que se debía ese encuentro.

Blaine pensó un par de segundos aclarando sus ideas en la cabeza —. Quería hablarte de algo.

Kurt abrió los ojos con curiosidad. —. ¿Hablar de que? ¿Hice algo malo?

Blaine sonrió divertido y negó rapidamente con la cabeza para que Kurt se sintiera tranquilo. —. Eres adorable ¿Sabes?

Kurt se sonrojó.

—. Ven… —. Dijo Blaine poniendose de pie. —. Vayámonos…

Kurt frunció el entrecejo. —. Pero creí que querías hablarme de algo… —. Comentó poniendose de pie.

Blaine asintió con la cabeza y le extendió su mano a Kurt. Inmediatamente el menor se sobrecogió. Miró a todos lados y luego, asustado intercambió una mirada con el mayor. Más no le tomó la mano.

—. De esto te quería hablar, Kurt. —. Blaine suspiró y se acercó a Kurt, acortando la distancia entre ellos. — Kurt, acá no debes complicarte la vida cada vez que quiero tomarte la mano, de verdad… — Comentó Blaine con cautela y delicadeza. — Debemos poder comportarnos como cualquier otra pareja… nadie te va a mirar o te va a decir algo…y la verdad es que a mi me encantaría que todos el mundo nos viera de la mano… no sabes cuanto lo anhelo.

Kurt se entristeció en ese mismo instante y Blaine se arrepintió de haber dicho todo aquello que había dicho.

—. No, kurt… no pongas esa cara, mira olvida todo…

—. ¿De verdad esto es tan complciado que tengo que hacer que me invites a solas a conversar como si esto fuese algo de vida o muerte? —. Preguntó Kurt aún entristecido.

—. ¿Qué? —. Preguntó Blaine confundido.

—. Lo que quiero decir es que… —. Kurt suspiró. — Me siento un poco tonto…

Blaine frunció el entecejo otra vez. Estaba realmente confundido. Pero de pronto, sintió una mano entrelazarse con la suya. El mayor no pudo evitar sentir un cosquilleo al contacto de la piel del menor.

—. Lo siento, Blaine —. Se disculpó Kurt mirando sus manos entrelazadas. —. Lamento si he sido tan terco… pero hoy me di cuenta… de que hay personas que nacieron para estar juntas… y yo, que te tengo siempre conmigo... solo lo estoy estropeando todo con mis niñerías —. Terminó de decir sonrojado y mirando hacia otro lado.

Blaine sintió que se derretía en ese instante. —. ¿Cómo puedes ser de verdad? —. Rio mientras tomaba el rostro de Kurt para que lo volviera a mirar. — Kurt, jamás te voy a presionar a nada… siempre tendrás tu la última palabra.

Kurt sonrió de lado. — Eso espero… ¿Caminamos?

Blaine asintió.

—. Será como estrenar un juguete nuevo —. Bromeó Kurt mientras caminaban de la mano.

—. ¿Quién es el juguete? —. Pregunto blaine aunque presentía la respuesta.

—. Tú, por supuesto.

---

Habían pasado tres horas desde que todo el mundo había desparecido del departamento. Finn caminó con los vasos de jugo de naranja desde la cocina de estilo americano hacia el amplio ventanal dónde Rachel se hallaba sentada.
La observó detenidamente antes de llegar a su lado. La brisa que entraba por el ventanal sacudía ligeramente el cabello de su novia. Esta, perdida en el exterior, seguramente tratando de memorizar todos los sitios que desde esa altura se veían, para luego ir a visitarlos. Llevaba puesto un vestido floreado y no estaba usando calzado. Era una imagen muy bonita. Finn sintió como una sonrisa tonta se apoderaba de su rostro.
Carraspeó su garganta para llamar la atención de Rachel. Ella al verle ahí de pie le extendió la mano, para que se fuese a sentar con ella en el marco del ventanal.
Se acomodó al lado de Finn mientras tomaba un poco de jugo.

— Esto es tan agradable… —. Suspiró.

Finn sintió el aroma del cabello de Rachel colarse por su respiración. Eso era algo agradable… —. Si, mucho. —. Asintió.
Ambos suspiraron al mismo tiempo.

—. ¿Te sientes más comodo ahora? —. Pregunto Rachel, que sabía que Finn aún se sentía algo complicado viviendo el la casa de Blaine.

—. Si… Blaine es el que está más feliz que todos nosotros, realmente le gusta que estemos acá… creo que ya no hay más vuelta que darle al asunto. —. Dijo, besándo la nuca de su novia.

— Bueno, como no va a estar feliz… si con todo, consiguió vivir con Kurt bajo el mismo techo.

Finn asintió —. A esos dos hay que vigilarlos bien…

Rachel rió.

—. Oye… Rachel… —. La llamó Finn una vez que esta dejo de reir. —. Hay algo de lo que quiero hablar contigo.

—. ¿Dime? —. Preguntó esta, un poco preocupada.

Finn tomó aire. —. Tu sabes que hay un cuarto, con una cama grande… y los otros dos, con dos camas cada uno.

Rachel asintió. Eso lo sabía, anoche le había tocado dormir con Quinn en la cama más grande. — ¿Por que lo mencionas?

—. Porque… porque Blaine habló conmigo, y me dijo que… era muy complicado insinuarle siquiera a Kurt que ellos compartan ese cuarto… y yo lo sé… es dificil que mi hermano acceda a eso… y yo… el me preguntó…

—. ¿Si acaso nosotros nos quedaramos con ese cuarto? —. Preguntó Rachel, considerablemente asustada.

—. Si… —. Respondió Finn poniendose de pie para luego acomodarse en frente de su novia, buscó captar la mirada de Rachel —. sé que… tu puedes pensar que yo… bueno, de verdad, no pretendo nada… en serio… confia en mi. A mi me gusta la idea… y de verdad, no significa que tu y yo… yo sé… las cosas a su debido tiempo.

Rachel escuchó a Finn con atención. No supo que decir de manera inmediata. Se mordisqueó el labio.

—. Rachel, en serio…

—. Finn. —. Dijo Rachel, silenciando a su novio. —. Yo confio en ti. —. Le dijo posando su mano en una de las mejillas de Finn. —. Y es complicado… mucho, no sabes cuanto… pero… tampoco me parece mala idea... Siempre y cuando tu me esperes, y me prometas que no me presionaras.

Finn abrió los ojos sorprendido. ¿Cuánto habían madurado este último tiempo? No lo dudó dos veces y la estrechó fuertemente entre sus brazos. —. Te lo prometo.

De pronto la puerta principal de abrió de par en par. Quinn venía entrando por ella, con un ramo de girasoles en la mano.

— ¿Dónde está Kurt? —. Pregunto verdaderamente molesta y mirando a todos lados.

Rachel y Finn intercambiaron una mirada curiosa.

—. Creí que andaba contigo…oh — Comentó Finn poniendose nervioso —. ¡Oh, por Dios! Dime que no lo perdiste.

—. Claro que no… el me abandonó. —. Contesto la rubia mientras buscaba algo en que poner sus flores. — Se fue, asi sin más…

— Vaya… — Dijo Rachel encogiendose de hombros — ¿Y esas flores?

Quinn contempló las flores un segundo antes de responder —. No van a creer lo que esta mañana me sucedió… encontramos a…

— ¡Volví, gente! ¿Me extrañaron?

Todos voltearon a mirar a Puck que entraba por la puerta principal. Se veía todo sudado y desaliñado, pero no menos contento.

— ¿Dónde está Blaine? —. Preguntó mirando a todos lados, buscando al dueño de casa.

—.¿Tu tampoco sabes dónde esta la persona con la que deberías andar? —. Preguntó Finn cruzandose de brazos. — ¿los dos se desaparecieron?… pero y a dón……oh, ya entiendo.

Rachel y Quinn rieron divertidas.

— Parece que los tortolitos querían estar solos. — Comentó la rubia. —. Bueno, si es por eso, se lo perdono… — Comentó.

— ¿Puck, porque estas así? — Preguntó Rachel extrañada.

— Pues, hice ejercicios…

—. Pero si no llevas ropa deportiva… — Le advirtió Finn como si Puck no se hubiese dado cuenta.

— A mis compañeras de ejercicios no les importó. — Dijo sonriendo, mientras agitaba dos pequeños papelitos en su mano.

En ese instante la puerta principal se volvió a abrir por tercera y última vez.

Blaine y Kurt entraron juntos.

— ¡Pero si son los desaparecidos! —. Exclamó Finn.

— ¡Hey! —. Exclamó Puck llamando la atención de Blaine. Le mostró sus papelitos, los que contenían los números telefonicos de las dos muchachas del parque— Mira esto… creo que seré algo así como un personal training de ahora en adelante. —. Y chocó su puño con el de Blaine.

—. Vaya —. Comentó el moreno chocando su puño con Puck —. Tal parece que a los dos nos fue bien —. Y le hizo un leve gesto para que viera hacia su otra mano, la cual tenía tomada la mano de Kurt.

Puck sonrió nuevamente y ambos chocaron sus puños.

Kurt frunció el entrecejo.

—.¡Kurt Hummel! —. Exclamó Quinn desde la sala y todos se voltearon a verla. —. Primera y última vez que me haces algo asi.

— Yo, este… —. Tartamudeó el ojuazul. —. Lo siento mucho, es que… Blaine…

La rubia inmediatamente sonrió. —. Es broma… ¡Fue fantástico!

Rachel y Finn intercambiaron miradas confusas otra vez.

—.Ok… —. Dijo Finn —. Para la proxima Rachel y yo seremos los que saldremos, todos llegan muy felices… y no entendemos nada… ¿Qué les sucedió a todos?

Rachel rió divertida y tomó la mano de Finn.

—. Pues yo conseguí citas. —. Sonrió Puck.

—. Kurt y yo dimos un paso en nuestra relación —. Comentó Blaine explicándo también.

Finn frunció el entrecejo amenzadoramente.

—. Oh, Dios no... —. Dijo Blaine nervioso —. No es tan malo como suena, digo… es que…

—. ¿Te acuerdas de la crisis que hablamos el otro día? —. Pregunto Puck llamando la atención de Finn.

Finn asintió —. Si, si se de que me hablas.

—. Bueno, —. Sonrió Puck —. Ya la superaron.

—. Ohhh… ¡Felicitaciones! —. Exclamaron Finn, Quinn y Rachel al mismo tiempo.

—. Los odio en este momento, en serio —. Los fulminó Blaine con la mirada.

Kurt en cambio rió divertido y se apoyó en el hombro de Blaine.

—. Ok… —. Dijo Rachel que parecía entender todo hasta ese momento —. ¿Y tu, Quinn? ¿Cómo te fue?

La rubia sonrió —. No creeran lo que hoy me pasó…

Continuará…

Quinn toda ida por Sam
y Kurt los dejo solos... ellos son tan lindos juntos :D
Cameron suspirando por Kurt...
Kurt no tomaba de la mano a Blaine D:... que bueno
que superaron la crisis... tan tiernos
ah... y se me había olvidado me encanta el Sienna Bouquet xd

Espero tu próxima actualización!!
Saludos!!! :D

Hay te juro que te ame fabrevans es la pareja perfecta ellos siempre se amaran sam es unico que hace feliz a quinn !!!
el gran paso de Kurt & Blaine
Puck haciendo ejercicio
Cameron !!! es muy hermoso
ojala salga demian

Aww Sunny!! ame el capitulo
estuvo bien interesante, Quinn
toda atontada por Sam hahaa,
que tierna, Kurt los dejo solos :O
ese Kurt xD, una cita de trabajo, que se
me hace que va a haber amor esa noche haaha,
yo pensaba que tenian problemas en otra cosa hahaa,
con agarrarse las manos xD, eso estuvo genial,
ya dimos otro paso en nuestra relacion, me imagino a quien
o.O hahaha, no es lo que piensan xD haahha, porque
no duermen juntos mejor Kurt y Blaine??? seria grrr genial xD,
Puck bien picaron hahaa, a Cam le gusta Kurt :O sorprendente,
pero mi kurt es de Blaine haha que se busque a alguien mas xD,
realmente me encanto el capitulo Sunny, ya quiero otro y apenas puisste
este hahaha, que estés muy bien y te mando saludos!!!

Es un pequeño paso para cualquier pareja, pero un gran paso para Klaine xD
Me encanto Sunny
Como Cameron suspiro cuando se fue Kurt... sospechoso :O!
y Finn todo asustado porque se habia ''perdido'' Kurt y luego mas asustado cuando Blaine dice que dieron un paso en su relacion con Kurt xD
Espero el siguiente capitulo :D

ai no wow sister!
eres una genio!! el inicio que segun tu estaba flojo fue buenisimo!!! me encanta la idea de tu fic, es genial que combines varias historias, obviamente mi favorita es klaine <3 pero todas son excelentes... hiciste a cameron gay!! OMG *-*

—. ¿Quién es el juguete?
—. Tú, por supuesto.

mori con eso! que tierna "crisis" .. me matan de ternura!! ^^
que compartan habitacion kurt y blaine ^^ ok, no... el bebe pingüino no esta listo jajaja.. pero ya llegara el dia.. por ahora el primer paso fue tomarse de la mano em publico.. que ternuraaaa!!!
esta demasiado bueno tu fic! eres una excelente escritora!
espero pronto tu actualizacion! (tambien del fic Dhris!! muero por ver que pasa!)

Oooooooooooooooooh...............!
Diooos Lo ame esa relacion de amistad
entre Puck y Blaine.....! xD
Quinn y Sam :O Hermosoo
Finn y Rachel Son adorables <3
Kurt Y Blaine Perfectos :3
Cameroon Es Gay?? Le gusta Kurt :O
Espero que actualices Prontoo Plis

pues para mi tu narracion esta perfecta!! ^^
sabes que amo como escribes :D estare esperando capi nuevo :3
PD: estas on-line?

Lights off (Primera Parte)

- A mi me sigue pareciendo que es una cita… - dijo Kurt mientras intentaba sacar arroz con los palitos chinos de su recipiente de comida china.
Todos rieron por lo bajo.
Quinn lo miró de forma fulminante. – No es una cita, es una entrevista de trabajo, ya te dije.
- ajá… - asintió Kurt sin creerle todavía. – ¿sabes que es mal visto que un empleado se ligue con su jefe?
Los demás volvieron a reír, todos menos Quinn quién suspiró exasperada.
Aún era sábado. Y todos se hallaban juntos comiendo sentados en el suelo alrededor de la mesa de centro de la sala de estar. Habían mandado a pedir comida china a un local no muy lejos del edificio, pues había resultado la decisión más factible dado que Puck y Blaine se habían olvidado de hacer las compras para el almuerzo. Beneficiándose de que todos estaban juntos para oír la historia, Quinn y Kurt aprovecharon de contarles acerca de Sam, el Sienna Bouquet y Cameron. Blaine no había podido evitar sentir una reacción bastante inusual en él, al saber que Cameron había sido el que le había regalado la rosa roja a Kurt, pero eso había sido algo que sólo había llamado su atención, pues todos los demás estaban pendientes de saber más de Sam. Realmente haberse enterado de que su ex-compañero se hallaba en New York los había alegrado en demasía.
- Me dijo que el negocio lo habían heredado de parte de su abuelo materno. Nunca habían recurrido a él, porque el padre de Sam no quería pedir ayuda – les contó Quinn quién se había pasado parte de la mañana platicando con Sam – Pero el abuelo de Sam enfermó y por ello, se vinieron a New York a cuidarlo. Y una vez que su abuelo se recuperó, quiso volverse a Italia, quiere terminaron su vida allá… les dejó el negocio a ellos. Bueno, el Sienna Bouquet es sólo una tienda de muchas que hay en este país, se hicieron famosos cuando el abuelo de Sam trajo la franquicia desde Italia…
- Cosas del destino – comentó Puck que había escuchado atentamente a su amiga. – Es una buena noticia, digo… ellos lo habían pasado realmente mal.
Todos asintieron.
- Ni que lo digas – agregó Finn recordando aquella vez que se enteró que Sam vivía en una habitación de Hotel de segunda categoría – Si mal no recuerdo, el padre de Sam era bueno con los negocios ¿no?
Quinn asintió – Si, es el que está a cargo de toda la administración ahora, y por lo que Sam me contó lo ha hecho muy bien.
Todos sonrieron.
Una vez que terminaron su plática en torno a Sam, comenzaron a ponerse de acuerdo en lo que a la casa correspondía. Como se dividirían los quehaceres y los deberes que conllevaba mantener un hogar.
- No podemos estar pidiendo comida todos los días – dijo Rachel captando la atención de los demás. Ella tenía característica de preocuparse de mínimos detalles pero que en la suma serían muy importantes para una buena estadía – nos saldrá muy caro, debemos cocinarnos nosotros mismos.
- Oh… ¡Zafo! – Exclamó Puck alzando la mano – Cocino pésimo.
- Yo no tengo ningún problema – agregó Finn con tranquilidad – si no les molesta comer tostadas todos los días, claro. – Dicho esto Puck y Finn chocaron sus manos en el aire.
- Muy graciosos, en serio… - Los miró Quinn con impaciencia. Inhaló un poco de aire y tomó la palabra – Pues… Hem… creo que algo se hacer… - Pero la verdad sonaba a que no sabía cocinar nada relevante.
Rachel se mordisqueó el labio inferior – Yo me he pasado los últimos años de mi vida perfeccionando mi lado artístico, no tengo idea de cocina… si algún día me vuelvo una estrella entonces pagaré por que me cocinen – se encogió de hombros.
Kurt y Blaine intercambiaron una mirada cómplice como sin con eso bastara para ponerse de acuerdo entre ellos. Kurt habló por los dos: - Nosotros sabemos cocinar.
Todos desviaron su mirada hacia la pareja.
- Pero no piensen que por ello caemos en la típica definición de un chico gay. Que sepamos cocinar no tiene nada que ver… digo, yo aprendí a cocinar porque desde que murió mi mamá, fue necesario para mi subsistencia.
- Si – Dijo Finn como entendiendo a Kurt – Burt cocina horrible.
Kurt asintió.
- Y yo aprendí, porque… - Blaine suspiró – Bueno, mi madre simplemente no sabía cocinar. Y me daba vergüenza tener empleados que me cocinaran. – Finalizó encogiéndose de hombros. Lo había dicho de una forma tan lastimera que Rachel y Quinn no pudieron no hacer sonidos de ternura.
- ¿Entonces ustedes se harán cargo? – preguntó Puck.
Kurt asintió – Pero con la ayuda de ustedes. La idea es que aprendan de una buena vez. – Sentenció el ojiazul.
Dicho esto y cuando por fin terminaron de ponerse de acuerdo en cuanto a la cocina, el aseo, el lavado y los horarios para utilizar el baño. Todos se fueron a atender sus propias necesidades. El que vivieran juntos no querría decir que debían pasársela todo el tiempo los seis en un mismo lugar o haciendo lo mismo. Si ahora eran algo así como una familia, cada cual podía estar en su propio lugar sin dejar de sentirse parte de esa singular familia.
Blaine se encontraba ordenando los libros en la biblioteca del departamento. Era un pequeño espacio que contaba con una sola ventana, larga pero angosta, frente a la ventana un escritorio con un sillón de cuero negro. Toda la habitación estaba rodeada de estanterías, la mayoría de los libros que llenaban dichas estanterías eran de su padre que era abogado, por lo que algunos no eran necesarios mantenerlos ahí y Blaine los estaba quitando. Y aunque parecía que el lugar se quedaría sin libros, el ex-Warbler que adoraba leer sabía que pronto tendría lleno aquel lugar de todas sus novelas favoritas (Y las de Kurt)
Puck se hallaba junto a su guitarra en el balcón que quedaba en la sala de estar. Ahí afuera, con los pies descalzos había dado con un privilegiado sitio para concentrarse en su música. Sentado en un mullido sillón de cuerpo entero de color blanco, el muchacho del mohicano se sentía completamente reconfortado con la sensación que le provocaba la mezcla de las notas que se escapaban de su guitarra junto a la tibia brisa que anunciaba el final del verano.
Rachel y Quinn se hallaban juntas en una de las habitaciones que más atención les había llamado. Era un cuarto muy amplio y completamente iluminado por varias ventanas. El contenido del lugar las había hecho muy felices a ambas. Sabían que la mamá de Blaine era una mujer que para la edad que tenía se mantenía estupendamente bien. Y entendían entonces porque de la existencia de todas esas distintas maquinas de ejercicios. Rachel amaba hacer ejercicio y en su casa tenía una que otra maquina de estas, pero jamás pensó que acá podría tener su propia caminadora. Quinn se dejó llevar en tanto por todos los dvds arrumados en un rincón con diferentes rutinas de yoga y reiki. Definitivamente este sería uno de los lugares dónde ambas pasarían la mayor parte del tiempo.
Kurt y Finn en tanto habían decidido por telefonear a sus padres. Se habían ido a encerrar al cuarto que sería de Rachel y Finn para poder hablar tranquilos con ellos. Una vez contado cada uno de sus pasos desde que habían llegado a la ciudad con lujos de detalles, y una vez que convencieron a sus padres que estaban bien, que no tenían ni hambre ni frio, sólo ahí lograron cortar la llamada prometiendo que al otro día los volverían a llamar. Cuando ambos colgaron el teléfono se quedaron conversando un poco más entre los dos, hasta que el sueño los venció a ambos y acostados sobre la cama se quedaron plácidamente dormidos.

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Cuando Finn abrió los ojos nuevamente y poco a poco fue despertándose se dio cuenta de que ya no entraba tanta luz por la ventana como recordaba que estaba iluminado antes de quedarse dormido, de hecho, hasta la temperatura había descendido por lo que sentía algo de escalofríos. Algo típico si uno se queda dormido sobre la cama sin cubrirse con nada. Volteó a ver a su costado y vio como Kurt aún dormía. Despacio y sin hacer ningún ruido que despertara a su hermano, Finn se levantó de la cama pero antes de abandonar la habitación cubrió a Kurt con una manta. En silencio abandonó el cuarto.
Una vez afuera, ya en el pasillo, Finn se percató de que había atardecido. Las luces estaban encendidas. Caminó hacia la sala y vio que los demás estaban realmente entretenidos. Rachel y Quinn cargaban las últimas cajas que quedaban hacia una habitación. Y Puck sentado en una silla en la cocina americana acompañaba a Blaine que estaba cocinando algo.
- Hola, cariño – Sonrió Rachel saludando a Finn mientras seguía a Quinn hacia uno de los cuartos.
Finn no alcanzó a devolverle el saludo cuando su novia y su compañera se habían encerrado en la habitación.
Desperezándose de apoco, Finn se dirigió hacia sus compañeros.
- ¡Pero si es el bello durmiente! – Exclamó Puck palmoteando a Finn en la espalda mientras este se sentaba a su lado.
- ¿Cuánto dormí?
- Como tres horas – Contestó Blaine mientras agregaba algún tipo de verduras en una olla - ¿Kurt sigue dormido?
- Si - Asintió Finn mientras se servía un poco de jugo en un vaso – no lo quise despertar.
- Buena idea. – Asintió Blaine.
Puck, que también tomaba jugo sintió curiosidad - ¿Porqué?
– Jamás despiertes a Kurt – Le miró Blaine seriamente, mientras lo apuntaba con una cuchara de palo llena de salsa de tomate, y como si de esa respuesta dependiera su vida– jamás lo despiertes.
Puck sonrió al captar el mensaje. Cuando desde una de las habitaciones llegaron las risas de Quinn y Rachel.
– ¿Qué hacen esas dos? – Preguntó Finn, ahora el era el que sentía curiosidad.
Blaine ladeó los labios antes de responder - ¿Recuerdas de que habíamos quedado en que Rachel y tu compartirían la habitación con la cama grande?
Finn asintió. De hecho había platicado con su novia de aquello en la mañana. – ¿si, porqué?
– Pues… – prosiguió Puck que también sabía lo que sucedía – Que si hacían eso, eso significaba que Quinn debería compartir cuarto o con Blaine, Kurt o conmigo…
– Y eso no es justo para ella… - sentenció Blaine.
– ¡Oh, vaya! – Reflexionó Finn una vez que entendió todo – Creo que habíamos pasado por alto eso… ¿y como lo haremos ahora?
– Pues que las chicas se apoderaron de un cuarto ya… de hecho ahí han estado estas tres ultimas horas… - le explicó Puck esbozando una sonrisa – nosotros debemos decidir como nos repartimos el resto de los cuartos… pero, no creo que haya mucho que decidir, digo… no puedes esperar que compartamos una cama entre nosotros.
Finn se dio cuenta de que ese último comentario iba dirigido a Blaine y que el “nosotros” significaba Puck y Finn.
– Lo sé, lo sé… - Suspiró Blaine. Mientras encendía uno de los platillos de la cocina a gas para poner una olla encima – pero sé que Kurt se complicará… malinterpretara todo…
– ¿Nunca han dormido juntos? – Preguntó Puck como si nada.
Y Blaine sintió como la mirada de Finn se apoderaba de él… - una vez… digo, porque yo estaba tan ebrio que no pude regresar a Dalton. – Lo dijo tan rápido como pudo para que Finn entendiera a que UNICA vez se refería.
Puck abrió los labios formando una perfecta “O” – eso quiere decir que tu y Kurt nunca…
– Exacto. – Sentenció Finn tan fuerte que Blaine se sobresaltó. – Ellos nunca. – Finalizó.
Puck rió por lo bajo. –Bueno… ¿pero que otra opción tenemos? Digo, Finn y yo somos como hermanos, pero tampoco es que vayamos a compartir una cama y todo… lo siento, Blaine.
Blaine asintió. – Lo sé… tampoco les pediría que lo hicieran, hablaré con Kurt.
Finn nuevamente llevó su mirada a Blaine. Como asechándolo.
– ¡Amigo! – Exclamó Puck entendiendo la preocupación de Finn – Kurt recién hoy accedió a tomar de la mano a Blaine en público, no te preocupes… Blaine tendrá que esperarse un buen par de años antes de que…
– Puck.
– ¿Dime?
– ¿Podrías callarte? – Le pidió Blaine tan colorado como la salsa que había estado preparando.
Puck guardó silencio inmediatamente, pero tuvo que tomar algo de jugo para que no descubrieran que aún se estaba riendo de la situación.
– ¿Parezco adecuada para pedir una entrevista de trabajo? – Preguntó Quinn llamando la atención de todos.
Los tres muchachos desviaron la mirada hacia la rubia. Llevaba un vestido celeste sobre la rodilla que al parecer no tenía mangas ni nada por el estilo, sobre este un bolero de hilo blanco de manga tres cuarto y en el cabello un prendedor pequeño de color plateado sujetándole algo de cabello del lado izquierdo. Se veía linda. No había otra definición, porque si bien Quinn lucía bien con cualquier cosa que se pusiese encima, le asentaban muy bien los vestidos cortos, que la hacían jugar a ser niña y mujer.
– Te ves perfecta para tu cita – Fue Puck quien rompió el silencio.
Blaine y Finn largaron a reír.
– No le hagas caso, Quinn – habló Rachel quien apareció por detrás de su compañera entregándole una cartera de mano a la rubia – se te quedó esto en el cuarto.
Finn extendió su mano para tirar a Rachel de su polera y la atrajo hacia él, haciendo que la castaña se sentara en una den sus piernas.
– ¿Vas a ir sola de noche? – Preguntó Finn preocupado.
– Yo la iré a dejar lo más cerca – dijo Puck bajándose de su silla. – No te preocupes, además necesito sacar dinero, así que buscaré un cajero.
– Gracias – le dijo Quinn sonriéndole.
– Bueno – dijo Finn más tranquilo – Tu también te cambiaras de ropa verdad – Le preguntó a Rachel.
– ¿Yo, y por qué?
– Por que tú y yo tenemos una cita también.
– ¡Que no es una cita! – Exclamó Quinn mientras guardaba algo en su cartera.
Blaine soltó una carcajada silenciosa.
– ¿Una cita? – Preguntó Rachel - ¿En serio?
Finn sonrió.
Rachel se abalanzó a los brazos de Finn antes de salir corriendo en dirección a su cuarto. En el camino pasó a llevar a Puck. Pero no se detuvo para disculparse.
– No me digas… – Preguntó Puck a Finn una vez que llegó a la cocina – Le dijiste de su cita.
Finn asintió.
– ¿Nos vamos Quinn? – Preguntó Puck a la rubia que se estaba mirando en un pequeño espejo de bolsillo.
– Oh, si… si – Respondió un poco sonrojada de que la vieran haciendo eso.
– Tranquila… - le dijo Puck pasando uno de sus brazos por encima del hombro de Quinn – Sam caerá rendido.
– Oh, cállate. – Le pellizcó la rubia.
– Mándale nuestros saludos – Dijo Finn antes de que sus dos compañeros desaparecieran por la puerta principal – y dile que venga a visitarnos… y, y ¡Suerte con tu cita! ¡Digo, Entrevista!
– Pobre Quinn – Comentó Blaine mientras lavaba algunas cosas en el fregadero – La hemos molestado todo el día con eso.
Finn rió. – Bueno, será mejor que yo también me vaya a arreglar.
– Claro – Asintió Blaine - Anda.

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Cuando Kurt abrió los ojos ya había anochecido completamente. Mientras lograba despertarse por completo, se quedó un buen rato mirando hacia el vacío recostado en su espalda. Una vez despierto por completo trató de ver a través de la oscuridad pero definitivamente no se podía ver nada en lo absoluto. Buscó en medio de un bostezo su teléfono celular que estaba guardado en el bolsillo de su pantalón y con este se alumbró. Buscó la mesita de noche y encendió la lámpara que había sobre ella. Por fin con luz, Kurt logró levantarse.
Caminado en silencio por el pasillo se percató del silencio que invadía el departamento. Restregándose los ojos llegó por fin a la sala de estar. Pero no encontró a nadie. Y la verdad es que la sensación de soledad no le había gustado para nadie.
– ¿Blaine? – Preguntó Kurt en voz alta lo considerablemente fuerte como para que su novio le respondiera, pero nadie le respondió. – ¿Finn?
Nuevamente no hubo respuesta.
Con un poco de congoja recorrió la sala y decidió por dirigirse cuarto por cuarto hasta encontrar a alguien. Pero en ninguna de las tres habitaciones encontró a nadie.
Cuando estuvo a punto de tomar su teléfono celular para llamar a Blaine aún por muy infantil que se viera de su parte llamarle para preguntar dónde estaba, la puerta de la biblioteca se abrió y Blaine apareció con un libro en la mano.
El moreno sonrió cuando vio a Kurt de pie en medio del pasillo. – Despertaste – Le dijo, acercándose al ojiazul para depositarle un pequeño beso en los labios.
Kurt una vez besado por su novio se abalanzó a estrecharlo fuertemente en un abrazo.
– Me estás asfixiando, cariño – Le dijo Blaine cuando después de unos minutos Kurt aún no lo soltaba - ¿estás bien? – Preguntó preocupado.
Cuando Kurt se separó de Blaine le respondió, sus mejillas blancas había adquirido un leve tinte rosa – es que… pensé que estaba solo. – contestó tomando la mano de Blaine.
El mayor suspiró. – Eres adorable. – Dijo como muchas otras veces le había dicho a su novio.
Caminaron tomados de la mano hacia la sala, y Blaine tomó asiento en uno de los sillones atrayendo a Kurt con él. El menor quedó sentado en las piernas del ex-Warbler.
– Estamos solos, Finn y Rachel se fueron a su cite, y Quinn también… – Le explicó Blaine mientras Kurt recostaba su cabeza en su hombro.
– ¿Y Puck? – Preguntó Kurt.
– Pues, fue a dejar a Quinn para que no se fuera sola de noche… aunque ya se ha demorado bastante… ya debería estar de regreso.
– Mmm… – Musitó Kurt – A lo mejor conoció a alguna chica en el camino.
Blaine rió divertido por aquel comentario. – Es muy probable. ¿Tienes hambre? Preparé una Lasagna vegetariana…
Kurt sonrió – ¿Y si mejor esperamos a que regrese Puck? Así podemos quedarnos así un rato los dos. – Concluyó escondiendo su rostro en el cuello de Blaine.
Cuando Blaine sintió la respiración de Kurt en su cuello, no pudo negarse.
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Quinn caminaba entre las flores que aún quedaban en la tienda. Sam la observaba de lejos. Verla ahí, oliendo las flores, era casi un sueño.
La muchacha había llegado hace una media hora atrás caminando por la calle. La había visto a lo lejos, se había dado cuenta de que Puck la había venido a dejar, y agradeció que el muchacho no haya querido acercarse más a la tienda, no porque no quisiera saludar a un viejo amigo, sino porque simplemente quería estar a solas con Quinn.
– ¿Sabes que las libélulas desaparecen en invierno? – Preguntó Sam captando la atención de Quinn que efectivamente estaba mirando una libélula que revoloteaba sobre un ramo de lirios.
– ¿Y a dónde van? – Preguntó ella, que realmente no sabía la respuesta.
– A sus bosques – Respondió Sam, mientras se cruzaba de brazos – Ellas se convierten en hadas en invierno.
Quinn sonrió un poco burlona. – Oh, no digas esas cosas solo para captar mi atención.
Sam sonrió mientras se acercaba a Quinn acortando la distancia entre ellos – ¿Has visto alguna Libélula en invierno? – Le preguntó de manera suspicaz.
Quinn no supo que responder. – Eso fue algo lindo. – Dijo de forma sincera.
Sam tomó la mano de Quinn en silencio y la encaminó hacia la zona del café. Ahí había una mesa preparada, con todo y velas encendidas.
– ¿Qué es esto? – Preguntó la rubia sorprendida.
– Nuestra cita.

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Puck había estado un buen rato en una de las bancas del Central Park. Aun de noche, parecía que la ciudad no dormía. En el ambiente, en el aire se escuchaba todo el bullicio de gente que al parecer no pensaba dormir. Todo a su alrededor eran luces y música. El Central Park solía hacer eventos así de noche, como poner películas al aire libre, u orquestas instrumentales hacían pequeños conciertos para los peatones de esas horas. Se quedó un buen rato en aquella banca sentado, uno porque le era grato y dos para darles un respiro a Blaine y a Kurt que sabía debían ya estar solos en el departamento. Cuando por fin sintió que debía regresar a casa, se dirigió a uno de esos pequeños espacios que solían haber entre tienda y tienda y deslizando su tarjeta por la ranura de la puerta entró al lugar para ocupar uno de los dos cajeros automáticos que estaban disponibles para el publico. Cuando hizo todo el trámite de insertar su tarjeta, poner su clave, retirar su dinero y volver a sacar su tarjeta, una muchacha también entró al lugar. Cuando ambos intercambiaron miradas se sonrieron amablemente. La muchacha se dispuso a hacer lo suyo en el otro cajero disponible, y cuando Puck estuvo a punto de salir del lugar, todo, absolutamente todo se obscureció.
– Otra vez no… – Comentó la muchacha.
Puck asustado se quedó en su lugar. Porque claro, sin luz, la puerta no podría abrirse.
Unas luces de emergencia se encendieron inmediatamente, y Puck pensó que quizás las puertas funcionarían, deslizó su tarjeta…
– No pierdas tiempo, no se abrirá…
Puck guardó su tarjeta y se volteó a ver a la chica que sonreía.
– Creo que nos pasaremos un buen rato aquí encerrados – Dijo ella.
Y Puck solamente sonrió.

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Cuando el mesero del restaurant les estaba entregando a Finn y a Rachel la carta, todo a su alrededor se volvió a oscuras, pero por lo menos las velas que descansaban en las mesas de las parejas que habían asistido a comer, les otorgaban a los clientes la suficientemente luz para que no se alarmaran. De hecho, todos actuaban con total normalidad.
– ¡Oh! Esto es tan romántico – Exclamó Rachel y sus ojos brillaron a la luz de las velas – ¿No lo crees?
Finn que en otro momento se hubiese preocupado, al escuchar a su novia no pudo negarse ante aquel comentario… – Claro que lo es.
Los dos se quedaron mirando un buen rato. Idos en los ojos del otro.
A su lado, el mesero carraspeó su garganta.
– ¡Oh, lo sentimos! – Exclamó Finn saliendo de su ensimismamiento y Rachel también. Y con la luz de las velas ambos leyeron su menú.
– Haremos el pedido inmediatamente. – Agregó Rachel.
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Las luces también se apagaron en todo el departamento.
Kurt se cruzó de brazos cuando se dio cuenta de que no podría terminar de ver la película que estaba viendo.
– ¡Era la mejor parte!
Blaine que lo tenía abrazado por la espalda sonrió. – Será mejor que vaya a buscar velas, papá me dijo que esto suele pasar con frecuencia.
– OH, no, no… – Exclamó Kurt deteniendo a Blaine – No me dejes aquí solo.
Blaine sonrió con ternura – Bueno, miedoso – Le extendió su mano – Acompañame.

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Cuando las luces se apagaron en el Sienna Bouquet. Sam y Quinn solo pudieron intercambiar miradas de asombro gracias a las velas que habían sobre la mesa dónde los dos se hallaban comiendo.
– No te asustes – Le dijo Sam a Quinn. – Esto pasa de vez en cuando.
– No me da susto la oscuridad – Le respondió la muchacha mordazmente, suspiro. – Bueno, ahora si puedo asegurar de que mi entrevista de trabajo se fue al carajo.
Sam rió fuertemente.
– Será una entrevista bastante particular – Aseguró él guiñando un ojo.

Continuara…
Bueno, esta es la primera parte =) dividí el capitulo en dos porque se me hizo muy largo y no me di cuenta xd Y quiero indagar más en la cita de Sam y Quinn...
Además, tengo un plan para Puck, asi que les pregunto ¿Quién podría ser la chica con la que quedo encerrado en el cajero? :3
Espero que les guste este capítulo! Gracias por leer!

Sunny me gusto mucho el capitulo!
pobre Quinn todos la molestaban por su cita... digo entrevista xd
Ya quiero ver que pasara!
Se corto la luz en todos lados... y todos están en compañía de alguien
Como resultara el asunto de las camas... como lo tomara Kurt

Espero tu próxima actualización!
Saludos :D

Con una sola mirada Kurt y Blaine se entienden todito :D
Si fuera Blaine tambien me pondria un poco celosa si a mi novio le regalan una rosa, por muy pequeña que sea
El sabio consejo de no despertar a Kurt, nunca mientras Blaine señala con la cuchara de palo xD
Finn tan protector con Kurt, no quiere que Blaine se le acerque ni un poquito y Puck, tan claro para expresar sus ideas sobre la intimidad de Kurt y Blaine

Aw Kurt tan lindo siempre buscando a Blaine y todo asustadito
Creo que el que se fuera la luz les beneficiara a todos! Incluso a Kurt que queria ver el final de la pelicula
Como siempre Sunny, un buenisimo capitulo :D