(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Winter Winter “First Christmas as Parents”

-Es todo muy elegante…—opino Blaine mientras transitaba con Kurt por uno de los pasillos de NYADA— me recuerda a Dalton…—añadió tomando un folleto de los múltiples que habían sobre una mesa de arrimo a un costado del pasillo.
-Lo es… espera a  ver esto—dijo Kurt abriendo un par de puertas.
-¡Wow!...—exclamo Blaine mirando un salón extra grande, que parecía haber sido construido en madera tabla por tabla,
-Lo llaman “The round room”, es perfecto para cantar —explico Kurt parándose al medio del que parecía ser el escenario.
-¡Es fantástico!, la acústica debe ser divina —dijo Blaine caminando y sintiendo el eco de sus pasos a medida que avanzaba— ¿ya cantaste aquí?
-Si… en el “Winter Showcase”, ¿te acuerdas que te conté? —respondió Kurt rodeando las sillas que se encontraban apiladas en un costado del salón.
-Me acuerdo… la noche en que sorprendiste a todos —dijo Blaine sonriendo y parándose en medio, como pensando como seria su desempeño si le tocara actuar allí.
-Tanto como a todos, no lo creo… pero al menos conseguí sorprender a Carmen, y entrar aquí… —advirtió Kurt mirando a Blaine y pensando que solo él podía llenar un escenario con su sola presencia— ¿sigamos el tour?
-Claro… —respondió mirando a su alrededor de nuevo— ¿Rachel canto también aquí?
-Si en el mismo Show y cuando fue lo que Carmen llama “Debut” —explico mientras avanzaba— esa es la biblioteca… te aconsejo no ir mas allá de las seis o solo escucharas sándwich que se desenvuelven y sorbetes de soda.
-Ok…
-Esta sala es genial... —dijo abriendo otra puerta.
-¿Esta todo abierto aquí? —quiso saber Blaine al ver la facilidad con que Kurt abría y cerraba salones en toda la escuela.
-Generalmente no…  pero creo que hoy estamos con suerte —contesto feliz— mira…
-¡Un piano! —exclamo sentándose enfrente de inmediato y comenzando a tocar— ¿Qué salón es este?
-Es uno de uso de común —respondió corriendo las cortinas— y se utiliza para las clases de “Canto libre”.
-¿Canta el que quiera?
-Exacto… es bien entretenida y ecléctica.
-Eso me agrada —dijo  entonando otra pieza.
-¿Vamos?... hay mucho por ver… —dijo Kurt como entusiasmado.
-OK… —respondió cerrando la tapa que cubría el teclado para seguir a Kurt fuera del salón, salió con él y dio un par de miradas en los pasillos— ¿Qué?
-¿Qué buscas?...
-¿Cómo?
-Eso, pareciera que buscaras a algo o a alguien…
-No… nada que ver, solo me aseguro que no te metas en problemas por entrar en los salones desocupados.
-No me meteré en ningún problema no te preocupes… —advirtió Kurt haciéndole un cariño pequeño en la cara— ahora… esta sala es importante para mí porque aquí fue donde gane la “Midnigth Madness” —explico abriendo de par en par las puertas de otro salón el doble más grande que el anterior.
-Está desocupada… —dijo Blaine colocándose en el centro con las manos en sus bolsillos.
-Claro, es multipropósito igual que la otra —explico Kurt avanzando hasta los ventanales— y… debe saber Señor Anderson futuro Hummel que pienso hacer aquí las audiciones para mi banda.
-¿En serio?, ¿ya tienes todo listo?—quiso saber Blaine mientras revisaba unas partituras que estaban apiladas sobre una silla.
-Tengo la idea y lo que buscare en cada postulante, tengo hecho los posters que pondré en el hall de entrada y en algunos murales de los pasillos más transitados, solo me falta pedir la autorización, pero como aquí nos desafían a ser brillantes y creativos, no creo que existan problemas.
-No los habrá… puedes hacer lo que te propongas, de eso estoy seguro —opino Blaine mirando hacia atrás y acercándose para darle un beso después— ¿queda más por ver?
-¡Mucho!... sígueme… —exclamo cogiéndolo de una mano.
-Insisto en que deberías ser parte de la banda…
-Lo seré… pero necesito más gente, sino saldría solo al escenario y la gente comenzaría a arrojarme basura.
-¡Sabes que no!... ¿Qué haces? —pregunto Blaine al ver que su prometido pegaba una de sus orejas en la puerta de uno de los salones.
-Estoy escuchando… —dijo haciéndole el gesto de silencio con uno de sus dedos.
-¿Qué?... — contesto haciendo lo mismo— yo no oigo nada…
-Ni yo… pero debía asegurarme, este es el salón de Cassandra July y por ningún motivo deseo interrumpirla.
-Creí que dijiste que no impartía clases los sábados
-Así lo creía yo, pero te juro que un día vine y estaba enseñando a un grupo de gente adulta, ella dice que el director se lo pidió por su increíble talento, pero yo estoy seguro que es una especie de “Servicio comunitario” por conducir en estado de ebriedad o exhibicionismo en un lugar público —dijo Kurt poniendo más oído  mientras abría la puerta con sigilo— ¡no hay nadie! ¡entremos!
-¡Vaya!... este es el mejor de todos —opino Blaine sonriendo y dirigiéndose a los ventanales que rodeaban el salón.
-Lo es… aquí Rachel tuvo sus clases con tortura en un principio y yo…. bueno, yo trataba de bailar apoyado en esa barra y frente a esos espejos. —dijo Kurt haciendo una especie de “Pas de Bourrée” frustrado.
-¿Cómo que tratabas?, eres excelente bailando —corrigió Blaine subiéndose a la especie de escalón de madera que había a todo el largo del salón, siguiendo la línea de  los ventanales.
-¿Tú crees eso?—pregunto insistiendo en el paso y añadiendo un giro.
-¿Qué cosa?...
-Eso que acabas de decir, que soy “excelente cantando y… bailando”… —insistió Kurt dando un salto como si quisiera hacer el movimiento final del “Lago de los Cisnes.”
-Por supuesto que si… ¿tú no?
-No se…—contesto mirándose en los espejos— es solo que el talentoso siempre has sido tú… por lo que yo… me limito a hacer lo mejor que puedo.
-Kurt… tu sabes que eso no es cierto, ganaste un lugar en esta escuela, ganaste esa cosa frente a Rachel, ¿de dónde vienen esas dudas?
-No lo sé…
-Kurt... si en algún momento yo te hice sentir que era más que tú o que te robaba una oportunidad, de verdad lo siento… —dijo Blaine poniéndose una mano sobre su corazón, como si aquello que dijera fuera una verdad que nadie podía rebatir.
-¡Que!... ¿por qué piensas eso?... no vuelvas  a decir algo así… nunca me sentí así contigo… es más, te debo mucho de lo que soy Blaine, solo recordé algo que me dijo alguien, pero como no podía estar más errado, ni siquiera vale la pena recordarlo— dijo encogiéndose de hombros y acercándosele
-¿Entonces?... ¿de dónde vienen esas dudas?
-No se… vienen ¿de la historia de mi vida tal vez? —agrego ubicándose entre las piernas de su futuro esposo.
-Pues es hora de que esa historia comience a cambiar… siempre he creído que te esperan grandes cosas Kurt Hummel futuro Anderson —advirtió Blaine tomándolo por las caderas.
-¿Otra vez con lo de robar mis líneas Blaine Anderson futuro Hummel? —pregunto Kurt mientras le acariciaba el pelo.
-Bueno…
-¿Qué te parece hasta ahora tu “Experiencia NYADA”?
-Bien… el lugar es fantástico y…
-¿Kurt?...—escucharon ambos desde la puerta.
-¡Odessa!... hola —dijo Kurt apartándose de Blaine— vuelvo enseguida… —le advirtió como murmurando.
-Ok… —dijo Blaine mirando a la chica a la distancia.
-¿Cómo estás? —añadió dándole un abrazo a una chica pequeña y rellenita, que usaba el pelo en un moño tan alto que parecía y tenía una palmera en la cabeza.
-¡Bien!... ¿Cómo estas tu?
-Bien también gracias… —dijo dando una mirada  Blaine, este desvió su vista hacia lo que sucedía afuera de los salones.
-¿Qué haces aquí un sábado?, ¡vas a volver al grupo! —exclamo la chica dando un salto tan pequeño como ella.
-No, nada de eso… no estoy en condiciones de volver…
-¿Es por Adam?...
-No… bueno si… me parecería un poco… —dijo Kurt menando sus manos delante de su cara como si describiera algo tan alborotado como el peinado de la propia Odessa.
-¡WOW!... ¿y esto? —exclamo agarrándolo al notar el anillo en la mano izquierda de su amigo.
-Bueno…
-¿Estas comprometido?... ¿con quién?... ¡Dios!... Adam se pondrá medio loco…
-¿Si?... es decir… ¿Por qué?
-Vamos, ¿cómo no vas a saber?… —contesto la chica alzando y bajando sus cejas, como si tuviera toda la confianza del mundo con Kurt.
-No, es decir no quiero que creas que me estoy haciendo el Ingles… aunque nunca más bien dicha la frase —dijo como murmurando por lo bajo— pero no estuvimos tanto tiempo juntos como para creer que no me puede olvidar o algo.
-Bueno, nos hace ensayar una y otra vez el “Mash-up” que creo contigo… —dijo la chica entornando sus ojos como si ya estuviera más que harta de aquello —así es que saca tú, tus propias conclusiones.
-¿Están ensayando ahora? —quiso saber Kurt apuntando hacia el auditórium.
-Si… estamos ensayando donde siempre… ¿quieres ir?... ¡Todos se volverán locos! —exclamo cogiéndole una mano como si Kurt hubiese aceptado aquello.
-¿Qué?... ¡NO!... ¡Odessa!… no puedo ir… estoy ocupado ahora —dijo Kurt apuntando hacia Blaine esta vez.
-¿Quién es él? —quiso saber la chica mirando hacia adentro. Blaine le hizo una seña como de saludo.
-El es… mi prometido… —contesto enseñando el anillo y sonriendo orgulloso.
-¿Él?...
-¿Algún problema?
-No… es muy sexy… —opino riendo medio coqueta.
-Ok… —dijo Kurt tomándola de los hombros y llevándola un poco mas afuera del salón— dime… ¿Esta Adam con ustedes?
-Si… bueno, yo voy recién, pero obvio… ¡OBVIO! que estará es el director y fundador…
-Bien… gusto en verte —dijo dándole un abrazo y empujándola de cierto modo para que siguiera su camino.
-Digo lo mismo, ¡les contare a todos que estas aquí!
-¿Qué?.. ¡NO!...—dijo Kurt atajándola.
-¿Por qué no? —respondió meneando la cabeza y haciendo que su moño alto se desordenara aun mas.
-Mira… no quiero ver a nadie, no porque no “quiera” “quiera” —dijo haciendo el gesto de comillas— sino porque estoy en otra cosa hoy día… en otra ocasión paso a saludar a todas las manzanas… ¿te parece?
-¿No quieres ver a Adam?
-…
-¿Kurt?
-No… la verdad es que no, y no es que termináramos de mala manera, es solo que sé que a Blaine le molestaría y no quiero hacer nada que arruine este fin de semana.
-¿Quién es Blaine?
-¡Blaine! —repitió Kurt apuntando hacia atras con su pulgar.
-¡Oh!... Si hasta su nombre es de ensueño… Blaine… ¡Blaine! —repitió Odessa estirando una de sus manos,  como si recitara el  monologo de “Ser o no ser” de Hamlet.
-Ok… ¡adiós Odessa!... suerte en el ensayo… —dijo Kurt despidiendo a la chica que avanzaba como recitando el nombre de Blaine por todo el pasillo, causando las miradas del puñado de estudiantes que transitaban a esa hora por la universidad.
Kurt la observo hasta que se perdió en una de las esquinas y miro hacia todos lados como esperando encontrarse con Adam, volvió al salón y cerró las puertas tras de él.
-Siento eso…—dijo Kurt apuntando hacia atrás.
-Esta bien…  asumo y eres la mar de popular aquí… —contesto Blaine levantándose del escalón.
-No soy tan popular…no creas —agrego tomando uno de los colgadores con ropa.
-¿Quien era? —pregunto Blaine aproximándose.
-¿Quién? —dijo Kurt hurgando en la barra donde colgaban diferentes trajes de presentación, como desentendiéndose de la situación.
-La chica esa que te saludo… ¿es amiga tuya?
-¿La chica?... ¡A claro!... ¡mira!... con corbata y todo —señalo mostrando un traje brillante como de etiqueta, pero hecho de una sola pieza.
-Elegante… —respondió tomándolo por una punta.
-¿Sabías que estos trajes los mando a hacer Cassandra solo para ella?, creo que aún le queda un poco de la  “Crazy July” que la hizo tan famosa en “Youtube”, aunque debería decir “Diva July”… —dijo Kurt como pensando aquello.
-Creo que Diva está bien… ahora… ¿Quién era esa chica y porque te pones tan misterioso con ella?
-No estoy misterioso.
-¡Como que no!, te he preguntado tres veces y me respondes con evasivas… ¿es amiga tuya?
-Claro… es una chica que estudia aquí… es muy estridente e hiperventilada, pero también muy dulce y simpática.
-¿Cómo se llama?
-Odessa, Odessa Goldhirsch.
-¿La conoces de principio de semestre?... ¿entro contigo?
-¿Me estas interrogando? —pregunto Kurt medio divertido y medio en serio.
-No…
-Porque te advierto que no me doblego tan fácil…
-Si no me quieres contar esta bien…
-No es que no te quiera contar… es…
-Está bien…—interrumpió  Blaine dándole un beso en la frente y entendiendo de cierta manera que su prometido no quería hablar de ello— ¿vamos a almorzar?
-¿Almorzar?... ¿volvemos al departamento? —pregunto Kurt ordenando los trajes en la barra.
-No… pensaba… que podríamos ir a almorzar en el Central Park, a la “Boathouse”…—dijo Blaine tomándole ambas manos— yo invito...—agrego moviendolas en redondo.
-¿La “Boathouse”?... elegante… ¿asaltaste un banco o algo así?
-No… tengo mis recursos…
-Ok… ¿Después?
-Después, podemos quedarnos en algún lugar, ya que… solo tenías el día de ayer reservado y la privacidad de tu departamento es bastante precaria…—agrego Blaine corrigiéndole el peinado.
-“¿Algún lugar?”... ¿no estás hablando del baño del restaurante? ¿o si?, porque dejame advertirte que una cosa son los autos, pero un baño… —dijo Kurt poniendo cara de asco.
-¿Recuerdas eso del auto?
-Noviembre de 2011, “Hummel Tire and Lube”, nunca había tenido en stock un auto con los vidrios tan empañados como ese sedan del ‘98.
-¿Lo recuerdas todo Kurt Hummel?
-No solo tú recuerdas cosas…—dijo mordiéndose el labio y soltando una pequeña risa— ¿el lugar?
-No te lo diré… pero te seguro que no es el baño del restaurante… ¿confías en mi?
-Por supuesto que confío en ti…
-¿Vamos entonces?
-¿Me vas a secuestrar?
-Algo así…—dijo Blaine adelantándose para guiarlo a la salida.
-Ok…—respondió Kurt más que entregado y pensando como alguna vez, en ese mismo salón, había dicho que quería  olvidar  al hombre de su vida, que quería desesperadamente olvidar a Blaine.

-Me observas cuando estamos juntos —dijo Kurt encaramado en la panza de Blaine.
-Lo sé…—respondió acariciándole el cabello.
-¿Por qué?
-¿Además de porque eres lo más hermoso que he visto en mi vida?
-Creí que pensabas que solo las chicas eran lindas y hermosas —dijo Kurt sonriendo y sintiéndose lo más hermoso  que Blaine haya visto en su vida.
-¿Yo dije eso? —contesto delineándole la nariz desde el entrecejo hasta la punta.
-Así es…—insistió Kurt recorriéndole el pecho con sus dedos— por lo tanto, tendrás que inventar otra respuesta…
-Porque es un placer mirarte…—interrumpió Blaine siguiendo con lo de las caricias— tus gestos, tú entrega,  la manera en que te mueves… todo… es irresistible para mí.
Kurt sonrió y sintió su cara enrojecer, subió un poco por el vientre de su prometido y acerco su cara para besarlo, Blaine se alejo un poco y lo miro a los ojos, se perdió un segundo en ese mar azul e inmenso que eran los ojos de su amado y dio suspenso a aquel beso. Kurt sonrió de nuevo y rozo su nariz con la de él, respiro su aliento unos segundos y concreto el beso, se aparto feliz y se acomodo de espaldas en la cama extra grande de la habitación del hotel “Four Seasons”
-¿Puedo comer algo de ese pequeño refrigerador?—pregunto Kurt apuntando y poniendo cara de travesura.
-¿Tienes hambre? —quiso saber Blaine devuelta entre sorprendido y juguetón.
-Un poco —dijo incorporándose un tanto— ¿tú no?
-Pues preferiría hacer otra cosa con mis manos— contesto deteniendo el intento de Kurt de ponerse pie y acercándolo a él como si lazara un novillo en pleno rodeo.
-¿Si?...—dijo sonriendo y recibiendo un beso.
-Si…
-¡Pero yo si tengo hambre!… ¿puedo? —insistió levantando una ceja
-Por supuesto… —contesto dejándose caer en las almohadas al ver frustrado su intento de seducción.
-¿Cuándo reservaste esta habitación? —quiso saber escogiendo un envase de helado entre todas las cosas dispuestas para los huéspedes.
-¿Por qué necesitas esa información?...
-Porque me parece genial… porque nunca había estado aquí y porque me encanta que terminemos en habitaciones de hotel de vez en cuando —explico encogiendo un hombro como si presumiera de zapatos nuevos.
-¿Avisaste a Rachel y Santana?, ¿que pasarías la noche fuera?
-Le envié un mensaje a Rachel —dijo lamiendo el sello del envase que venía a continuación de la tapa— asumo y ella le avisara a Santana… además, ¿Por qué tengo que andar avisando?, ya soy bastante grande como para hacer lo que se me antoje —sentencio Kurt mientras se acercaba a Blaine desde el final de la cama hasta el lugar donde este se encontraba de una manera más parecida  a la que utilizaría un gato que a la propia  de un  ser humano.
-Ok…
-¿Te saco otro helado?
-Te robare del tuyo —dijo Blaine utilizando su dedo como cuchara.
-¿Y crees que voy a dejar que hagas eso? —dijo apartando el envase hacia un costado como si no quisiera compartir nada.
-Deberías…
-¿Por qué? —insistió cuchareando un poco.
-Porque nos vamos a casar y por lo tanto, todo lo mío es tuyo y vice versa… ¿Qué?
-Aun no lo puedo creer… es decir lo creo, claro que lo creo…
-¿Qué cosa?—dijo Blaine metiendo el dedo en el helado de nuevo.
-Nosotros comprometido y futuramente casados… lo creo, pero…
-¿Pero?...
-No te molestes… pero… cuando estuvimos separados… ¿llegaste  a pensar que esto nunca sucedería?
-Lo pensé… ¡Oye!... –exclamo Blaine al sentir el envase congelado sobre su cuerpo.
-¿Qué?... esta panza extra escupida es ideal como mesita de apoyo —dijo Kurt acomodando su helado sobre el ombligo de su futuro esposo.
-Tanto como extra esculpida… no lo es…
-Lo es para mí…
-Se me helara la barriga y me dará un enfriamiento… luego tendrás que llevarme a la sala de emergencias —advirtió Blaine haciendo un puchero.
-¡No seas bebé!…—reclamo Kurt comenzando a comer y distrayéndose un resto con los vellos erizados de los brazos y el pecho de Blaine que comenzaba a experimentar escalofríos— sigue contándome.
-Pues…—respondió acomodándose en las almohadas— cuando paso lo que paso… pensé que nunca me perdonarías, y cuando supe lo del tipo aquel… “¿Alan?”
-“Alan”… —dijo Kurt soltando una risa como de maestro de Kindergarten que ve repetida una travesura en uno de sus alumnos.
-Bueno, cuando supe eso… llegue a pensar que tú seguirías adelante con tu vida y que yo… ya nos seria parte de ella y fue bastante horrible en realidad.
-Blaine… lo de Adam fue… agradable y era un buen tipo, pero fue un error de principio a fin… te lo dije, no fue nada serio y los que nos rodeaban estaban más entusiasmados que nosotros… además él nunca llegaría a ser algo que deseaba desesperadamente que fuera…
-¿Buen cantante? —pregunto Blaine haciendo como una especie de retorcijón con su barriga.
-No… tú… él nunca llegaría a ser tú…





Abril de 2039

-¡Ese debe ser Henry!... —exclamo al sentir la puerta— ¡voy a saludarlo! —añadió dando un pequeño salto y tres aplausos mientras  salía de la habitación.
-¡No lo interrogues!
-¡Sabes que Lo hare!—exclamo Kurt devuelta, casi impaciente por interrogar a su hijo mayor.
Blaine sonrió pensando que era imposible ir en contra de Kurt, en todas las materias imaginables. Termino de buscar la información que necesitaba y la imprimió para mostrársela a Noah y preguntar su opinión acerca de los Talleres relacionados con ciencias que impartía la Biblioteca de New York.

-¡Me encanta este edificio! —dijo Colin entrando junto a Lizzie.
-¿De verdad?...
-¡Obvio!, la arquitectura es exquisita y los detalles… ¡por favor!... ¡mira este barandal!… además creo que “Cary Grant” y “Deborah Kerr” entraran en cualquier minuto —dijo el chico desbordando entusiasmo.
-¿Estás seguro y no eres gay? —pregunto Lizzie  mirándolo con suspicacia divertida.
-¡QUE!... ¿por qué dices eso?
-Porque te juro y ese comentario se lo escuche a alguien 100% gay —reitero la chica entrando al ascensor.
-No lo soy… además —añadió Colin tomándola por la cintura— ¿no te he dado pruebas suficientes de aquello? —aseguro dándole un beso— es solo que... ¡Me encanta este edificio!
-Pues yo ya estoy pensando que sales conmigo solo porque vivo aquí —insistió Lizzie cerrando la reja y la puerta del ascensor.
-Pues no… salgo contigo porque eres hermosa… lista… y… pelucona —termino por decir Colin sonriendo y dando una mirada al cabello siempre alborotado de su novia.
-¿Si? —dijo Lizzie sonriendo media derretida y  sintiéndose hermosa, lista y mas pelucona que nunca.
-Si… y además porque nunca había conocido a alguien tan astuta con los números… ¿de dónde viene eso? ¿de tus papás?, aunque sabiendo a lo que se dedican no cre…
-Ok… —respondió Lizzie de pronto, deteniendo el ascensor y poniendo cara de circunstancia trágica.
-¿Qué paso?... ¿detuviste el ascensor? —dijo el chico mirando a su alrededor.
-Colin… necesito contarte algo.
-¿Por qué detuviste el ascensor? —repitió afirmándose en la barra de un costado.
-Por favor prométeme que no te espantaras con lo que te contare…
-¿Sabías que los espacios cerrados me asustan un poco?
-Mira… ¿qué?... ¿tienes claustrofobia o algo? —dijo Lizzie como molesta ante algo que desconocía.
-Un poco… —contesto Colin tomándose el cuello como si se soltara una corbata inexistente.
-¡Ay!… lo siento… —dijo poniendo en marcha el elevador de nuevo.
-Gracias… —dijo soltando todo el aire posible.
-Ya llegamos… cálmate…—añadió abriendo las puertas.
Colin salió como si hubiera estado sumergido un par de horas en el océano y tomo aire calmándose de nuevo.
-¿Qué me ibas a contar? —pregunto medio pálido.
-No sabía que eso te causaba pánico…
-Ahora lo sabes… de la peor de las maneras, pero lo sabes.
-Ok…—dijo Lizzie como con reticencia.
-Es mi única rareza te lo juro… ahora cuéntame…
-Hay algo que debes saber de mi familia…
-¿Algo?... ¿son Zombies?
-¡Colin!... —exclamo dándole un manotazo en las costillas.
-¿Qué?... eso sería algo genial, ¿te imaginas?... estarías de viral en “Youtube” en menos de un minuto.
-¡Pero irreal!... además eso de los Zombies estuvo de moda hace como 25 años.
-¡Ja!... ¿no eres tú la que está obsesionada con un par de personajes de una serie de televisión que termino hace como 30 años también?
-No es lo mismo… además tengo mis razones para admirar a “Kevin” y “Scotty”
-¿También para escribir sobre ellos?
-Lo dices porque nadie podría escribir algo sobre unos muertos vivientes.
-¿Cómo que no?, además culpo a mis Padres por hacerme fanático  de “Rick Grimes”
-¿Empezaras con eso de nuevo?
-No… lo juro… —contesto Colin acercándosela a  él por una mano y besándola otra vez.
-Bien… eso —dijo Lizzie tragando saliva y apuntando la boca de su novio—… no lo puedes hacer dentro mi casa.
-¿Por qué?
-Porque... ¡aun me llaman Princesa por todos los cielos!, dudo que les guste ver a alguien comiéndome el rostro.
-¿Te llaman Princesa?
-Ellos, ¡tú no lo hagas! —advirtió Lizzie apuntando hacia dentro de su casa y a su novio después.
-Creí y te decían “Rizzie”—corrigió tomándole un poco de pelo y haciéndole una especie de mechón torcido con sus dedos.
-Mi Hermano me llama así… ¡tu tampoco me llames así! —advirtió.
-Como quieras…
-¿Por qué eres tan condescendiente conmigo? ¿qué quieres Colin Francis Sciacchitano? —quiso saber Lizzie mientras le daba piquetes con uno de sus dedos.
-¡Auch! —se quejo el chico apuntándose el centro del estomago.
-Ay… lo siento —respondió Lizzie como sobándole.
-Está bien… ¿Qué me querías contar?
-Lo que pasa Colin es que mi familia no es como las que has conocido hasta ahora…
-Ok…
-Yo… yo tengo dos papás… mis papás son gays —dijo Lizzie por fin mirando a su novio como si esperase la peor de las reacciones.
-Lo sé…
-¿Cómo los sabes?... ¿me has estado espiando? —pregunto acercándose con el dedo estirado.
-¿Qué?... ¡NO!... —exclamo Colin alejándose de inmediato.
-¡Entonces!.. ¿Cómo lo sabes?
-Porque tú me contaste, en realidad tu les constaste a todos, es de lo único que hablas Lizzie, bueno además de números, pero en realidad de lo único que hablas es de tu Papá que es Kurt Hummel, el artista de Broadway y de tu “Papáblen” que es Blaine Anderson, el súper extra famoso cantante… —dijo Colin cogiéndola por el dedo, para evitar los piquetes a toda costa.
-¿Lo hago?
-Si… siempre hablas de ellos, de tu hermano mayor que es Henry, y del pequeño que es Noah… siempre lo haces con mucha alegría y orgullo, y eso me encanta.
Lizzie sonrió mirando el piso y recordó que aquello era cierto, estaba tan orgullosa de sus padres y hermanos que siempre terminaba contándoles historias al resto de sus compañeros de escuela, Colin Sciacchitano incluido. Lo miro un instante y le dio un beso sonriendo, Colin creyó que se desmayaría y azotaría su cabeza en el piso de madera del “foyer” de la entrada.
-Ok… gracias… ¿entremos?
-Eso sí… —dijo Colin evitando que abriera la puerta— ¿existe algo de lo que no debo hablar?
-¿Cómo?
-Eso… algún tema que no deba tocar.
-La verdad es que no… —respondió Lizzie como pensando— pero si te hacen sentir incomodo… es decir, ¿Qué estoy pensado?... ¡TE HARAN!, sentir incomodo, puedes salir del paso preguntándoles por su historia de amor, les encanta contárselas a los desconocidos.
-Ok… —contesto Colin como listo para la batalla— ¿no es muy larga? ¿o sí?
-No… —aseguro Lizzie sonriendo— amigos primero, luego novios, un rompimiento, propuesta, matrimonio y tres hijos… fin de la historia —aseguro la chica moviendo sus manos como si pusiera, en efecto, fin a una historia.
Lizzie saco sus llaves y abrió la puerta haciendo pasar a Colin, este  exclamo un “¡Wow!” al ver la galería de la entrada y la escalera que conducía al segundo nivel, se dirigió con su novia a la sala y vio allí a la familia Anderson-Hummel en pleno, con todo lo que Lizzie le había contado de ellos, podía identificarlos sin problemas, sintiendo casi que se había criado junto con ella,  allí mismo en el 834 de la Fifth Av.

Henry tenía Noah en sus brazos y este le explicaba lo de los libros de insectos y lo de los anteojos que usaba. Kurt insistía en cambiar el tema e interrogarlo sobre la chica con la que salía y si Amelia estaba al tanto de todo.
-¿Y no te dan miedo? —pregunto Henry mientras hojeaba el libro de los animales del desierto.
-¡Son dibujos Henry!... —corrigió el pequeño poniendo cara de sabiondo.
-¡Si pues Henry! —exclamo Lizzie entrando a la sala.
-“¡Rizzie!”... —dijo de vuelta poniéndose de pie para abrazar a su hermana— ¿Cómo estás?
-Bien… ¿tu?... ¿no tenias exámenes por rendir?
-Si pero termine antes… no había venido hace dos semanas así es que…
-Me alegra que vinieras —dijo al chica abrazándolo de nuevo. Henry, que cada vez estaba más alto y fornido le dio una vuelta completa a su hermana en medio de la sala.
-¡Ay!... —dijo soltándose y arreglándose completa— ¡hola Goblin! ¿y esos anteojos? —pregunto colocándoselos y actuando como intelectual causando la risa en su pequeño hermano.
-Hola Lizzie…
-Papá…—dijo dando un beso a Kurt.
-“Papáblen”…
-Hola Princes…. Lizzie… ¿Qué tal tu día? —se corrigió Blaine al ver que la cara de su hija se volvía un tomate extra maduro.
-Bien… miren… —dijo haciéndole un seña a Colin— les presento a este niño…
-¿Tiene un nombre este niño? —quiso sabe Kurt acercándose.
-¿Qué?... ¡sí!... ¡obvio! —contesto Lizzie apuntándose a sí misma con sus dedos y soltando un resoplido como de estupidez— se llama Colin, Colin Sciacchitano… Colin ellos son mis padres… —agrego haciéndole una seña con la cabeza.
-Hola Señores Anderson…
-Hola Colin, puedes llamarme Kurt, no hay problema —contesto estrechándole la mano.
-Gracias Señor Kurt… es decir Kurt… es decir Señor Don Kurt —respondió el chico confundiéndose por los nervios.
-A mi puedes llamarme Señor Don Blaine… —dijo este soltando una risa ante los nervios del novio de su hija.
-Y a mi Señor Don Henry…—agrego el chico colgándose de la broma.
-¡Y a mi Señor Don Noah!—añadió el pequeño riendo también.
-Ok… no empiecen por favor… —pidió Lizzie guiando a su novio hasta uno de los sofás.
-¿Qué cosa hermanita?
-“¿Qué cosa hermanita?” —repitió la chica como retrasada mental.
-¿Estas en el mismo año que Lizzie, Colin? —pregunto Kurt mientras servía gaseosa desde una lata hasta un vaso y le ofrecía al recién llegado.
-Si… estamos en el mismo año… bueno no en el mismo año, porque yo termino ahora, pero estamos en la misma escuela, eso sí.
-¿Tus Padres?, ¿viven en Manhattan? —pregunto Kurt acomodándose junto a Blaine en el sofá del frente.
-Si… viven, ¡vivimos!,  en Soho…
-¡Ay que maravilloso!, me encanta ese barrio.
-Ese es uno de los primeros barrios alternativos que tuvo New York —afirmo Henry presumiendo de sus conocimientos.
-¡Lo sé!... mis Papás son muy alternativos.
-¿Qué es “altenativo”? —consulto Noah asomándose tras uno de sus libros.
-¿Cómo?...
-¿Qué es “altenativo”? —repitió.
-Es…
-Es algo como diferente… —se adelanto a explicar Henry.
-¡Ah!... ¿tus papás son “difenentes”?
-Noah… ¿te acuerdas lo que hablamos el otro día? ¿lo que te dijimos con el Papá? —dijo Blaine levantándose y tomándolo en sus brazos con libro y todo— ¿aquello de no acosar a la gente con preguntas?, ¿lo recuerdas?
-Solo quería saber ese dato… —insistió Noah alzando sus manitos, como si hacer preguntas fuera algo obvio en una reunión social.
-¡Que sabes tú lo que es un dato “Goblin”! —dijo Lizzie riendo.
-Lo sé… ¿Tus papás son “difenentes”? —insistió.
-Ven, siéntate aquí con nosotros —añadió Blaine sentándolo en medio de él y su esposo.
-Señor Hummel, Lizzie me conto que, ¿se conocieron en la secundaria?
-Así es…—respondió Kurt tomándole una pierna a Blaine y mirándolo como aquel día en la escalera de Dalton.
-Te lo dije… —murmuro Lizzie por lo bajo al ver que los ojos de su Papá adquirían un brillo instantáneo, como lo era siempre que tocaban ese tema.
-¿Eran compañeros?—agrego Colin al darse cuenta que había “dado en el clavo”.
-No… estábamos en escuelas diferentes, pero el destino se encargo de encontrarnos —dijo Blaine sonriéndole.
-¿Se casaron jóvenes?
-¡Extremadamente jóvenes!... pero la edad no fue un impedimento, imagina y llevamos casi treinta años juntos y solo nos hemos separado una vez, cuando nació este enano aquí…
-¡Qué bonito!... Lizzie siempre habla de ustedes.
-¿Habla otra cosa además de números?—dijo Henry alzando sus cejas a su hermana.
-¡Pero qué gracioso! —respondió Lizzie exagerando una risotada— basta…
-No te preocupes Princesa no haremos nada que te avergüence.
-¡Acabas de hacerlo “Papáblen”! —exclamo Lizzie poniéndose colorada.
-Lo siento…—dijo Blaine tocándose el pecho.
-¿Te sientes bien? —murmuro Kurt despacio al ver el gesto de su esposo.
-¿De qué me perdí? —dijo Lizzie cambiando de posición en el sofá y adquiriendo una más atenta y alerta.
-Nada hija… —dijo Blaine mirando a Kurt.
-¿Cómo que nada?, se miraron como ocultando algo… ¿verdad Henry?
-Verdad… ¿Que sucede “Papáblen”?
Kurt le hizo a un gesto a su esposo como diciendo que sus hijos ya lo habían descubierto y no le quedaba más que decir la verdad.
-Tengo una molestia desde la mañana, pero estoy seguro y no es nada…
-¿Dónde tiene la molestia? —pregunto Colin como si le correspondiera.
-Es aquí… pero debe ser indigest…
-¿Va y viene? —continuo el chico dejando su gaseosa en  la mesa de café para cruzar sus manos sobre las rodillas, como un doctor en plena consulta lo haría.
-¿Cómo?...
-La molestia que siente… ¿va y viene?, o ¿es algo persistente?
-¿Ambos?… —contesto Blaine dando a Colin una mirada como de medio lado, con el entrecejo arrugado y todo.
-Disculpe señor Anderson pero creo y debería ver un especialista.
-¿Lo crees?
-Lo creo… ese es un síntoma de un problema cardiaco.
-¡Blaine!... —exclamo Kurt como si Colin fuera una eminencia dando un diagnostico.
-¿Cómo sabes eso? —pregunto Lizzie mirando a su novio.
-Perdonen, no quise meterme más de lo que corresponde a un recién llegado, pero mis Papás son doctores y de lo único que se habla en nuestra mesa es de diagnósticos, medicamentos y de Zombies…
-¿Cómo? —pregunto Henry poniendo caras
-¡Por favor no le pregunten!... —exclamo Lizzie como si aquello desatara la peor de las conversaciones.
-Ok…
-“Papáblen”, debes consultar a un doctor —añadió al chica poniéndose de pie para buscar el teléfono.
-¿Qué?... ¡por favor!, estamos en medio de una conversación agradable, llamare mañana…—dijo Blaine al ver que Lizzie se acercaba con el teléfono en la mano y se ubicaba frente a él  como si fuera a regañarlo.
-¡Llama ahora!… —dijo Henry parándose junto a Lizzie.
-¡Si!...—añadió Noah ubicándose al lado de su hermano imitando su actitud como de intransigencia, sin tener muy claro de lo que estaban hablando.
-Kurt… llamare mañana,  de verdad —insistió Blaine como buscando un aliado en su esposo.
-Confieso y preferiría que llamaras ahora, debes aprovechar que estas “entre discos”, así tendrás tiempo para lo que se necesite.
-Yo puedo conseguirle el numero de un especialista con mis Padres, antes de que sea demasiado tarde —dijo Colin causando la mirada de impacto de todos— es decir no estoy diciendo que vaya a morir… bueno todos vamos a morir algún día… pero usted no… ¡por supuesto que no!... no que vivirá para siempre, eso es imposible, a no ser que se convierta en Zombie, pero eso tampoco le asegura vivir para siempre, porque si se encuentra con Rick Gri…
-Busca el numero Colin…—interrumpió Lizzie deteniendo en seco la paranoia en la que había caído su novio.
-¡Sí!... ¡de inmediato! —añadió el chico llamándolos enseguida.
-Ok…—dijo Blaine ante aquella casi sentencia de muerte. Se puso de pie y disco el número que el novio de su hija le entregara. Todos lo miraron mientras hablaba cerca de uno de los ventanales, Kurt se puso de pie y comenzó a jugar con el botón del cuello de su camisa de manera nerviosa
-¿Y?...—dijeron los cuatro al mismo tiempo, Kurt avanzo dos pasos en su dirección.
-Tengo una cita mañana… —contesto dejando el teléfono en una de las mesa laterales —¿podemos seguir con la conversación? —añadió medio molesto.
-No te enojes Blaine… es algo que debes hacer y lo sabes… —sentencio Kurt acercándose mas.
-Lo sé… lo siento… —respondió dándole un beso— ¡pero no te preocupes!...—insistió al notar el asunto del botón.
-No me pidas no hacer algo que ya está en mis genes… si algo te pasa, yo…
-Nada me va a pasar… ¿quieres que haga ese paso de baile de nuevo? —agrego medio risueño.
-No, con que vayas al doctor es suficiente… —dijo Kurt besándolo de vuelta— ahora pediré la cena.
-Ok… yo mientras tanto averiguare más sobre  eso de los Zombies…




Blaine se incorporo un poco y le dio un beso que le supo a helado de chocolate y guinda.
-Gracias Kurt…—le murmuro cerca de la boca.
-¿Por qué?...—pregunto saboreándose.
-Por hacer esto, por decir eso que me hace sentir invencible e importante para ti… que es casi lo mismo —explico Blaine manteniendo su frente pegada a la de él.
-Es la verdad…
-Disculpa si anduve medio raro hoy en tu Universidad… tenía la impresión que nos encontraríamos con él —dijo Blaine apartándose y dejándose caer en las almohadas.
-Lo imagine… —respondió levantándose para dejar el envase con helado sobre el “mini refrigerador”— y en honor a la honestidad que nos prometimos —continuo alargando cada palabra más de lo normal— te contare quien es la chica esa que hablo conmigo en el salón de Cassandra…
-Ok…
-La conozco, porque es parte del coro que dirigía  Adam…
-Ok… —repitió Blaine tocándose una oreja.
-Me dijo que estaban ensayando y que Adam estaba con ellos.
-¿Por qué no me lo contaste cuando te pregunte?
-Porque no quería arruinar nuestro día, y sé que si te hablaba de él y del coro y de todo lo que Odessa me dijo, terminarías por disgustarte y no estaríamos aquí de partida.
-“¿Todo lo que Odessa te dijo?”, ¿Qué te dijo?...
-Nada… —respondió Kurt como acto reflejo.
-Ven…—dijo Blaine estirando sus brazos.
Kurt hizo un gesto con su cabeza, como si pensara que en aquello había una trampa y se resistió a la invitación de su futuro esposo.
-¿Qué?...
-¿No estás molesto?
-No… ven…—insistió.
-¿Seguro?... dije Adam como cinco veces en menos de un minuto —dijo Kurt insistiendo en su gesto circunspecto.
-Lo sé, las conté mentalmente… pero lo que vale… es que yo estoy aquí contigo a medio vestir, y no él.
-¿Se siente ganador Señor Anderson futuro Hummel? —quiso saber Kurt aceptando el lugar que Blaine tenia para él en su pecho.
-Victorioso como “Paul Revere” en  la Guerra Revolucionaria Americana —contesto abrazándolo con amor.
-Me encanta que seas presuntuoso en la justa medida —agrego Kurt comenzando a jugar con sus dedos que ya se habían entrelazados con los de Blaine.
-¿También entra esa actitud en el Top 10?
-No… eso quedo fuera…
-¿Por qué?
-Porque lo que ocupa los diez primeros lugares era más importante… —advirtió levantando una ceja— Ok…—dijo incorporándose un poco para apoyar su codo en la panza de Blaine y poner luego su cabeza en una mano— te los diré… pero debes prometer que mantendrás esa arrogancia en limites aceptables… y no te volverás engreído o algo así…
-Lo prometo —dijo Blaine dándole un toque en la nariz.
-OK… numero uno… tu voz, que me quita el aliento tanto como tus besos, dos: tu honestidad… número tres… tú entrega hacia mí, que parece que no conoce fin. Cuarto, esa sonrisa que amo —dijo Kurt señalando con sus dedos el numero cuatro y apuntando la sonrisa celestial que en ese momento esbozaba Blaine— quinto, tus ojos maravillosos…
-¿No eran mis pestañas?
-También… pero son tan ridículamente perfectas que merecen un lugar aparte, por lo tanto, sexto, tus pestañas.
-Ok…
-¿Cuantos llevaba?
-Ahora vendría el Séptimo…
-Séptimo… tus manos que son enormes y exudan virilidad en cada unos de sus dedos —dijo Kurt moviendo su palma abierta encima de la de su prometido. Octavo, tus labios que son más sexys que el infierno en plena cuaresma… Noveno… —agrego soltando una pequeña risa— tu trasero… que parece que alguien lo hizo a mano con mucha, mucha dedicación… —añadió bajando su mano para darle un agarrón allí mismo.
-¿Cómo?...—contesto Blaine riendo.
-Te dije que habían algunas medias picaras…
-¿Y el número diez?
-El número diez, que en realidad debería ser el numero uno… tienes… el segundo “equipamiento” más grande que he visto en mi vida —concluyo Kurt sintiéndose sexy y travieso.
-Ok…—contesto Blaine poniéndose un poco colorado— ¡un momento!... —agrego como reaccionando— ¿el segundo?... ¿de qué me perdí Kurt Hummel?
-De nada… pero tienes el segundo, porque el primero fue el que le vi a una escultura del  “Musei Capitolini” que trajo una muestra de arte hasta Columbus cuatro años atrás.
-¡Kurt!....—exclamo Blaine comenzando a reír— eso es bastante injusto.
-¿Por qué?, si la hubieras visto me encontrarías la razón… ¡Ay! —dijo al sentir que Blaine lo rodeaba con sus brazos y el daba una vuelta en la cama.
-Eso es injusto Señor Hummel futuro Anderson —dijo acomodándose sobre él— porque, el escultor puede echar mano a la cantidad de mármol que quiera… en cambio yo… tengo que trabajar con lo que la naturaleza me dio.
-¡Y bastante que es! —añadió Kurt tomándole la cara y riendo a la par con él—  te amo Blaine…
-Y yo te amo a ti… —contesto Blaine besándolo y sintiendo que se perdía en sus labios por una hora seguida.