(FIC-Klaine) "Escenas borradas" Glee “10 days for Christmas”

Octubre de 2041





-¿Y los Ingleses no deberían de transitar por el otro lado de las aceras también? —dijo Henry soltando una risa que fue seguida por una más estridente por parte de su hermana, quien viajaba junto a él y al pequeño Noah en el asiento trasero del auto.
-¡Suficiente con los chistes sobre ingleses!, más respeto con nuestra “Madre Patria” —contesto Kurt desde el asiento del copiloto.
-¡Ay Papá!, fue un súper buen chiste… ¡hola!
-Lo fue, pero vamos a un lugar donde hay mostrar cierto respeto “Princesa”—acoto Blaine mirándola por el espejo retrovisor.
-Pues si yo encuentro a un Ingles bien guapo no lo pienso respetar… en especial si me habla como lo hace el Tío Dylan… —sentencio Lizzie mirando hacia la calle.
-¿Ese es el hospital? —pregunto Blaine soltando el volante un segundo para indicar hacia adelante.
-Lo es… vaya si es grande.
-¿Allí esta Liverpool Westbrook Stewart? —quiso saber Noah inclinándose hacia adelante para mirar por el vidrio delantero.
-Allí esta cariño, en cuanto nos bajemos llamaremos para que nos diga con certeza el número de piso y habitación —dijo Kurt estirando su mano hacia atrás para acariciar a su hijo.
-Me parece muy adecuado —añadió el pequeño abrazado de “Desmond”
-¡Pero aquí no pueden haber más hombres guapos!… ¡creo que me dio hasta calor! —exclamo Lizzie echándose aire en la cara con sus dos manos.
-¿Tu no estas saliendo con alguien allá en New York?, ¿Vincent… algo? —pregunto Henry mirando en dirección que su hermana lo hacía.
-Ya no…
-¿Cómo?
-Eso…—dijo la mirando por la ventana para continuar su inspección de los hombres de Inglaterra.
-¿Acaso y terminaste con él “Rizzie”?
-¡El termino conmigo!... me dijo que necesitaba tiempo porque… “todo iba muy rápido”… ¿Qué cosa iba tan rápido?... ¡hola!… es un cobarde, eso es lo que es —explico la chica cruzándose de brazos.
-Lizzie… —dijo Kurt haciendo un gesto que advertía que un menor de edad iba en el auto y no necesitaba conocer esos detalles.
-¿Qué?... ¡es la verdad!, además, el único que siempre iba rápido era él… si saben a lo que me refiero.
-¡Lizzie! —repitió Kurt abriendo más sus ojos al tiempo que repetía el gesto que señalaba a Noah. Henry rio contenido como si una explosión se le hubiera producido dentro de la boca y Blaine sonrió mirando hacia la calle.
-¿Corriste una carrera Lizzie Anderson Hummel? —pregunto el pequeño sin entender nada.
-Así es “Goblin” y nunca gane… ¡nunca!
-Lo siento Lizzie Anderson Hummel…—agrego Noah dándole golpecitos en una de las manos.
-Gracias “Goblin”… eres un dulce relleno —respondió su hermana dándole un beso.
-Yo diría que uno bañado en chocolate… —añadió Henry desordenándole el cabello.
-Pues bien, eres un dulce relleno y bañado en chocolate, los que debes saber y son los mejores… —añadió Lizzie dándole de mordiscos en el cuello, Henry se unió a la “tortura” con cosquillas en la panza y Noah se retorció un poco y rio de lo más encantado. Kurt miro a su esposo y este le sonrió como si pensaran lo mismo.

-Creo que aquí está bien, aunque no sé si hay que pagar o algo —dijo Blaine mirando hacia atrás y hacia los lados, mientras aparcaba el auto cerca de una de las entradas.
-¿Las tres torres serán del hospital?... creo y es una exageración —opino Kurt mientras se quitaba el cinturón de seguridad.
-Tal vez una es para la reina y sus colaboradores más cercanos —opino Lizzie haciendo lo propio en su lado del auto.
-No hables de la reina Kate, o tendremos problemas —murmuro Henry mirando a su Papá.
-¡Verdad!… —dijo la chica encogiendo sus hombros y cubriéndose la boca divertida.
-Aquí no habrá ningún problema… ¡y escuche eso!… —alcanzo a decir Kurt antes de bajarse del auto.
-¿Te ayudo “Goblin”? —pregunto Lizzie mirando a su hermano que trataba de lidiar con “Desmond”, su mochila y el cinturón de seguridad.
-No, yo puedo lograrlo —contesto ingeniándoselas para no dejar ninguna de sus pertenecías.
-Como quieras —añadió la chica bajándose del auto— ¡Amo Londres! —exclamo estirando los brazos como si recién despertara de una siesta extra larga.
-Cariño, no quiero ser pesado, pero controla tu buen humor, no sabemos cómo será la situación que veremos dentro de un instante, pero lo más probable es que sea bastante ruda —pidió Kurt acercándose a su hija.
-¡Pero Papá!, lo mejor para los pacientes es la risa… ¡hola!
-Lo se cariño, pero estoy preocupado por Noah y su reacción, ¿me ayudas enseriándote?
-Está bien… —respondió Lizzie con su entrecejo fruncido y en un tono de voz que imitaba al de un general del ejército o algo parecido.
-¿Qué hare contigo Lizzie Anderson? —añadió Kurt sonriendo— cuidado cariño —agrego al ver que los pies de Noah, parecía y no alcanzarían nunca el suelo.
-Llamare a Dylan —dijo Blaine enseñando su teléfono.
-Pero no le digas que llegamos, si no, no habrá sorpresa posible.
-No se lo diré…
-Pero si dile que estamos en… ¿dónde estamos?
-Allá hay un letrero —advirtió Henry dirigiéndose hasta el— creo y dice el nombre del estacionamiento.
-Al parecer… voy contigo —agrego Blaine al tiempo que marcaba el número de su amigo.
-¿Donde debemos ir? —quiso saber Noah mirándolo todo.
-El “Papáblen” y Henry están averiguando cariño.
-¿Puede entrar “Desmond”?
-Por supuesto que puede, además que a Liverpool le encantara verlo.
-Lo sé, por eso lo traje, también sus cosas favoritas —añadió dando un par de golpes a su mochila.
-¿Qué cosas son esas “Goblin”? —pregunto Lizzie tratando de no distraerse con un par de jóvenes doctores que pasaban por su lado, les sonrió y se tomó un par de rizos coqueta.
-Las que le gustan cuando va a nuestra casa —explico Noah abriendo su mochila— es un libro, mi pelota roja, la película de “imseptos”, el disco de nuestros Papás y la manta verde.
-Bebé… ¿cuándo empacaste todo esto? —dijo Kurt mirando dentro.
-Ayer… también quería traer mi tienda, pero no me “cabio”
-Definitivamente esa es muy grande cariño…. ahora… —contesto Kurt agachándose un poco para mirar a su hijo a la cara —¿sabes a que vinimos?, ¿verdad?
- A ver a Liverpool Westbrook Stewart —respondió Noah como si se tratara de un examen de grado.
-Así es… pero sabes que entraremos a un hospital, ¿no es así?
-Si…
-¿Y sabes lo que hay en un hospital? —insistió Kurt mientras le ayudaba a colgarse la mochila en los hombros.
-Sí, hay “doptores”, enfermeras, camillas, agujas, el Señor Sebastian Smythe…
-Cariño, cariño… no me refiero a eso —interrumpió su Papá sonriendo— me refiero a que en un hospital, hay muchas personas que requieren tranquilidad porque se están recuperando de alguna enfermedad, por lo tanto debemos evitar los gritos, las carreras y cualquier cosa que pueda molestarles, ¿entiendes?
-Yo no grito, ni hago carreras —aseguro Noah encogiéndose de hombros.
-Eso es verdad Papá, el “Goblin” es más correcto que una foto…
-Lo es, pero siempre es importante recordar ciertas cosas, ¿no crees bebé?
-Si…
-Entonces, ¿estarás tranquilo?
-Lo estaré…
-¿Prometes no soltar al mano del “Papáblen” ni la mía?
-Lo prometo…
-Pero… —dijo Kurt al ver que el menor de sus hijos enchuecaba la boca como si quisiera decir algo más.
-¿Qué pasa si quiero ir al baño?
-En ese caso podrás soltarnos, pero si no, te quiero bien agarradito de nosotros, ¿de acuerdo?
-De acuerdo.
-¿Que averiguaron? —pregunto Lizzie al ver llegar a su Papá y hermano.
-Hable con Dylan y me dio todos los datos, aparentemente están en la torre de allá, que es la “C”
Todos miraron en la dirección que Blaine indicaba.
-Vamos hacia allá entonces.
-¿Y esto tenía un nombre o no? —quiso saber Lizzie comenzando a avanzar al lado de su hermano.
-Lo tenía, aparentemente el nombre es en honor a alguien que mur… que murmuro unas palabras al viento —se apresuró en decir Henry al ver que su Papá le ponía caras que le impedían hablar de muerte y sus derivados.
-¿Y quién fue Henry Anderson Hummel?
-Un señor llamado Winfred Collingwood —respondió este dando a sus palabras un acento inglés.
-Hablaste como el Tío Dylan Westbrook —dijo Noah soltado una risa pequeñita como él.
-Al parecer me contagie con Londres —dijo Henry abrazando a su hermana.
-¿No le dijiste que estábamos aquí? ¿verdad?
-¡Obvio que no!, ¿por quién me tomas Kurt Hummel Anderson?
-¿Por el más guapo cantautor que ha habido y habrá?
Blaine sonrió y abrió la puerta del edifico para todos.
-¿Los tíos saben que nos haremos los exámenes?
-Se los dije ayer “Princesa” y están profundamente agradecidos —respondió Blaine casi llegando al ascensor, un par de chicas se le quedaron viendo y murmuraron cosas cuando se retiraban.
-¡Es Blaine Anderson! —grito Lizzie señalando a su “Papáblen”— ¿Qué?
-¿Eso era necesario? —pregunto Kurt entrando de los primeros.
-¡Pero si pasaron murmurando!… es obvio que el “Papáblen” es quien se supone y todos creen que es… ¡hola!
-Algunas fans son tímidas “Rizzie”
-¡Que tímidas, ni que tímidas!, si yo estuviera frente a frente de alguno de mis numerosos ídolos de la música, cine o televisión, créeme y no perdería el tiempo murmurando —aseguro poniendo voz de deficiente mental cuando mencionaba lo de “murmurando”
-Tu no pierdes tiempo con nada cariño…
-Soy joven.. puedo hacerlo.
Kurt sonrió y le hizo un cariño en la cara que fue respondido por su hija con unas 5 caras divertidas diferentes.
-¿Dónde está Liverpool Westbrook Stewart? —pregunto Noah en cuanto salieron todos del ascensor.
-Pues se supone y esta… —contestó Blaine leyendo los letreros inmediatamente por encima de ellos— hacia allá —agrego apuntando.
-¡Ahí está el tío Dylan!... por dios si es guapo que podría ponerme a gritar aquí mismo… —dijo Lizzie haciéndole una seña.
Dylan vio al todo el clan Anderson Hummel y murmuro un par de groserías que fueron entendidas por todos menos por el pequeño Noah, dejo el libro que leía en una sala de espera vidriada y se dirigió casi corriendo a saludarlos a todos.
-¡Pequeño! —exclamo abrazando a Blaine de los primeros— ¡con un demonio!, ¿Qué están haciendo aquí? —pregunto mientras abrazaba a Kurt, Henry y Lizzie y le hacía un par de cariños a Noah.
-Bueno, nunca es mal tiempo para venir a Londres, así es que…
-Gracias amigo… —dijo el inglés volviendo abrazar a Blaine— vengan conmigo, nos hemos como apropiado de esa sala de allá, es el lugar más tranquilo de este hospital… ¿no tuvieron interferencia de la prensa pequeño?
-No, estaba todo muy tranquilo, ¿tú has tenido problemas?
-La verdad es que no, los tabloides se han mantenido alejados de esta situación, lo que yo y mi bonita agradecemos por supuesto, siéntense…—dijo como si estuviera de anfitrión en la sala de su casa
-¿Cómo esta Liverpool? —quiso saber Kurt tomando ubicación al lado de Blaine, se le acerco y tomo su mano de inmediato, como si presintiera noticias que lo harían necesitar contención de su esposo.
-Bien, dentro de lo que se espera, esto ha sido devastador para todos.
-¿Y la Tía Lily? —pregunto Henry sentándose junto a su hermana en otro de los sofás.
-Mi bonita ha sido una heroína, pensé que se derrumbaría pero no, ha estado 24/7 aquí en el hospital, solo se ausenta para amamantar a nuestro bebés.
-¿Cómo va todo? —pregunto Blaine apretando la mano de su esposo de manera casi inconsciente.
-Bien, lo médicos dicen que mi pequeño es muy fuerte, eso si que ya perdió su pelo y … —Dylan guardo silencio y se tomó la cabeza con una mano, todos se miraron sin saber muy bien que decir.
-¿Dónde está la Tía Lily? —pregunto Lizzie por fin.
-Esta… está hablando con el médico, le está contando que cuatro de nuestros amigos están dispuestos a hacerse los exámenes para ver compatibilidad.
Noah los miro a todos y conto mentalmente cuantas personas habían en esa habitación, pensando a su vez que claramente su Tío Dylan Westbrook tenía equivocadas sus matemáticas.
-Todos nos lo haremos Tío Dylan —dijo Henry apuntando a su familia.
-Gracias Henry, y la verdad…
-¿Blaine?... ¿Kurt?... —dijo Lily llegando a la sala de espera— ¡Qué maravilla! —exclamo apurando sus pasos. Saludo primero a su amigo de toda la vida y soltó un par de lágrimas al escuchar lo que Blaine le murmuraba al oído, luego se abrazó de Kurt por otro rato aún más largo y termino de saludar a Lizzie, Henry y Noah con un beso a cada uno.
-¿Cómo estás? —pregunto Blaine sentándose nuevamente.
-Bien, dentro de lo posible… ¿y ustedes?, que sorpresa tan reconfortante —agrego acomodándose al lado de su esposo.
-Si bueno, en cuanto supimos, nos organizamos y… aquí estamos.
-Gracias Kurt…
-¿Qué tal Joplin y Lennon?...
-Perfectos, me hubiera gustado que los conocieran en circunstancias más agradables pero bueno… luego iremos a casa y los verán, son dos hermosuras.
-Por supuesto que lo son, son iguales a su madre, ¿qué más se podía esperar? —dijo Dylan sonriéndole a su mujer.
-¿Ellos…?
-No, no son compatibles, fue lo primero que hicimos, hacernos los exámenes todos, pero…
-¿No hay donantes disponibles Tía?, ¿la Unión Europea no funciona en este ámbito?
-No Lizzie, lamentablemente no
-¿Qué hay de las células madre?, ¿no guardaron el cordón de Liverpool? —pregunto Kurt moviéndose un poco para hacerle espacio a su hijo menor que cambiaba de lugar en ese instante.
-Lo guardamos y esa es una posibilidad, la otra son los donantes compatibles y la tercera…
-¿Hay una tercera? —pregunto Henry con cierto temor, como si estuviera preguntando algo inadecuado.
-Sí, es un poco espeluznante, así es que con mi bonita aquí, la desechamos de inmediato.
-¿Qué es? —dijo Lizzie poniendo cara de impacto extremo.
-Tener otro hijo, uno que los doctores diseñen genéticamente para asegurarse de que sea compatible.
-¿Un niño donante? — dijo Kurt levantando una ceja, como si aquello fuera lo más descabellado del mundo — lo siento, no quise…
-No, tranquilo, como bien lo dices seria “un niño donante”, así es que por eso no lo haremos, no sería justo para él, además confiamos en que todo saldrá bien con las opciones que manejamos.
-Estoy seguro y así será…— dijo Blaine mientras ayudaba a Noah a quitarse la mochila.
-¿Nos decía Dylan que ya hablaste con el doctor? —añadió Kurt colaborando con su hijo también.
-Si, acabo de hacerlo, le dije que cuatro personas más se harán los exámenes.
-Cinco, Tía Lily Westbrook Stewart… —se adelantó en decir Noah enseñando sus cinco dedos.
-¿Cómo cariño? —dijo esta mirando al pequeño.
-Somos cinco, no cuatro —repitió Noah apuntando de a uno a los miembros de su familia hasta contar los cinco a los que hacía referencia.
-Bebé… tu eres muy pequeñito… —dijo Kurt sonriendo nervioso.
-No lo soy, tengo 6, casi siete…
-Para hacer lo que estamos hablando debes ser más grande —agrego mientras le acariciaba el cabello
-¿Cómo a Joplin Westbrook Stewart y a Lennon Westbrook Stewart se los hicieron?, ellos son bebés.
-Cariño…
-Papá, ya no tengo miedo a las “inyepsones” , todo estará bien…
-Noah…—dijo Blaine levantándose del asiento para agacharse frente él— si llegas a ser apto para ayudar a Liverpool, tendrás que someterte a otro procedimiento más doloroso que una simple inyección, y con el Papá no queremos que pases por eso.
-Nosotros tampoco “duendecillo” y creo que tu amigo tampoco lo querría —aseguro Dylan sonriéndole.
-Pero yo sí, Liverpool Westbrook Stewart es mi amigo y tú y el Papá dijeron que cuando un amigo está en problemas es deber ayudarlo, y yo quiero ayudar a Liverpool Westbrook Stewart, es mi “elepcion” hacerlo.
Lily comenzó a llorar de emoción y Dylan la conforto abrazándola por la cintura y Henry y Lizzie se miraron sintiendo una ternura inmensa por el menor de sus hermanos.
Blaine miro a Kurt como diciendo “Es la elección de Noah” y este le devolvió otro con su mano como si le respondiera “¿Qué le vamos a hacer?”
-Está bien hijo, si es tu voluntad la respetaremos —dijo Blaine besándole las manos.
-Gracias “Papáblen”, el respeto es lo más importante del mundo entero.
-Lo es bebé… —dijo Kurt medio emocionado— y creo que Liverpool es muy afortunado de tener un amigo como tú.
-¿Cuándo lo poder ver?, quiero enseñarle las cosas que traje —dijo Noah apuntando su mochila que descansaba junto “Desmond” en un costado del sofá.
-Cariño, ¿te acuerdas que hablamos que tal vez no lo podrías ver?, pregúntale a los tíos si es posible —murmuro Kurt señalando a sus amigos.
-¿Tía Lily Westbrook Stewart?, ¿Tío Dylan Westbrook?, ¿es posible ver a su hijo?
-Es posible cariño —contesto Lily sonándose con un pañuelo descartable— pero debes saber, que Liverpool está en un tratamiento muy estricto, por lo que nadie puede acercársele.
-¿No lo podre ver entonces?, quería enseñarle la película que nos gusta y su manta verde.
-Lo podrás ver “duendecillo”, pero solo de lejos, cuando ya esté más recuperado podrán hacer las cosas que acostumbraban.
-Está bien… —contesto Noah soltando un suspiro de resignación.
-¿Esta en una sala de aislamiento? —pregunto Kurt mientras se levantaba junto al resto.
-Así es, pero su habitación y aun sabiendo que estamos en un hospital, es muy bonita —respondió Lily encabezando la comitiva.
-Vamos entonces… —dijo Blaine cogiendo la mano de su esposo e hijo.
-Pero antes…—agrego la Señora Westbrook— el doctor me pidió que mientras más pronto se hagan los análisis, mejor será para todo el proceso, así es que… ¿quién será el primero?
-Yo iré… —respondió Lizzie de inmediato. Se quitó la chaqueta y el sweater que llevaba, y se los entregó a su hermano, tal y como si le fueran a sacar sangre allí mismo en la sala de espera
-¡Yo sigo! —exclamo este levantando una de sus manos.
-Muy bien… gracias chicos, de verdad —termino por decir Lily dando un beso a cada uno— ¿te encargas Westbrook?
-Por supuesto bonita, ven conmigo “Princesa de Blaine”… —dijo tomando a la chica de la mano.
-Ok, luego de esto que me saquen el páncreas si quieren… ¡hola!... —exclamo Lizzie sonriendo y señalando su mano entrelazada con la de Dylan Westbrook.

Marzo de 2033





-Vi eso…—dijo Blaine apuntando la cara de su esposo con el control remoto.
-Gran cosa… —contesto Kurt enjugándose unas lágrimas— sabes de sobra que siempre lloro en esa parte —añadió tomando un pañuelo descartable desde la mesa de noche.
-Lo se… y por eso creo que debemos poner distancia entre nosotros y Satine y Christian… al menos por un tiempo —opino Blaine
-La vemos una vez por mes… —acoto Kurt sonándose— esa es distancia suficiente —añadió acomodándose en la cama junto a su esposo.
-Ok…—dijo Blaine abrazándolo.
-Nunca te atrevas a hacerme algo así.
-¿Qué cosa?
-Eso… —insistió apuntando los créditos de la película.
-¿Ir a un burdel a buscar novia?
-¡No!... ¡morir de esa forma!, ¡inesperada y trágicamente!
-Kurt, ¿de qué estás hablando?
-¡De eso!… —exclamo incorporándose— te juro y no podría soportar que me hicieras algo así, te maldeciría hasta el final de mis días.
-¿Incluso hasta bailar sobre mi tumba?
-Incluso… así es que debes prometerme que nunca, nunca, me harás algo así.
-¿No crees que hablar de eso es un poco…?
-¡Un poco que!
-Estúpido…
-Claro que no lo es… solo de pensarlo me crispa los pelos, así es que prométemelo.
-OK…
-Di lo que corresponde… —insistió Kurt cruzándose de brazos.
-Kurt…
-¡Vamos!
-Bien, prometo que no moriré de tuberculosis en medio de un escenario ambientado en la india.
-¡Blaine!
-Ven aquí… —dijo jalándolo por un brazo hacia él. Kurt se resistió un instante pero termino por acomodarse sobre su esposo de inmediato— debes saber, que no tengo planeado morir, menos dejarte solo, por lo tanto, tienes mi palabra que nada de eso pasara —añadió comenzando a acariciar su cabello.
-Gracias… —respondió este soltando un suspiro. Ciño más su cuerpo al de él y pudo sentir como el corazón de Blaine se aceleraba de a poco— tu corazón late rápido —agrego tocándole el pecho.
-Te culpo a ti… y a tu olor incomparable —respondió besándole el cabello.
-Una de las cosas que no tienen ni Satine ni Christian… ser aduladores el uno con el otro.
-Tal vez lo hacían cundo las cámaras se apagaban —añadió Blaine bajando su mano por la espalda de su esposo.
-¿Qué hay con esa costumbre de la gente de emparejar a los actores que trabajan juntos?
-Bueno… creo que como resultó para un par de ellos, se asume que podría ser así en todos los casos.
-Hasta ahora, a mí nadie me ha colgado un romance con ninguno de mis co-protagonistas —sentencio Kurt metiendo su mano por la abertura de la camisa de él, que ya tenía solo un par de botones por abrir.
-Pues eso es porque los medios saben que si hacen eso… ¡yo los colgare a ellos! —dijo Blaine tomando a su esposo entre sus brazos para rodar con el sobre la cama y acabar ubicado encima — hola… —agrego mordiéndose el labio.
-Hola… —contesto Kurt sonriendo de lo más complacido—¿harías eso por mí?
-¿Qué cosa?... —pregunto Blaine mientras le besaba el cuello.
-¿Luchar contra los periodistas mal intencionados?
-Lo haría mil veces, es más, haría cualquier cosa por ti… incluso faltarte el respeto en este preciso… instante —sentencio al tiempo que con una de sus manos bajaba por el cuerpo de su esposo hasta toparse con la hebilla de su cinturón.
-¿No están por llegar nuestros hijos?... —pregunto Kurt comenzando a desvestir a Blaine de todas formas
-No lo creo…
-Yo creo que si… pero bueno, faltan meses para el día del padre, podemos ser irresponsables hasta entonces —dijo agarrándole el trasero con sus dos manos.
-Me encanta ese tipo de irresponsabilidad —añadió Blaine al sentir donde estaban las manos de su esposo.
-Lo se… ¿Qué tal esta? —pregunto bajándole el cierre del pantalón,
-¡Papá!... ¡”Papáblen”!... —exclamo Lizzie entrando al cuarto de sus padres sin golpear como siempre.
-¡Aquí esta Kurt!... —dijo Blaine bajándose de donde estaba para simular que buscaba algo bajo los almohadones.
-¿Allí?... vaya, creí que lo había perdido —añadió este cambiando rápido de posición en la cama para terminar de cuclillas cerca de las almohadas.
-¡Ay!, ¡no tienen que hacer eso!… tengo 11 años… ¡hola! —dijo Lizzie blanqueando sus ojos.
-¿Y eso que se supone y significa? —pregunto Kurt abotonándose la camisa.
-¡Que tengo 11!… ¡hola!
-Y tener 11, ¿no significa también, que deberías recordar llamar a la puerta, antes de entrar en el cuarto de tus padres? —dijo Blaine tapándose con un almohadón la cremallera abierta.
-No… —contesto alargando al “o” al tiempo que se subía a la cama mediante una voltereta de gimnasta.
-¿Dónde está tu hermano?
-Se fue a lavar las manos y a cambiar su ropa… muy correcto para mi gusto.
-Creo que tú piensas que hasta el Señor Botones es muy correcto para tu gusto… ¿Qué quieres cariño?
-¡Papá!... ¿así me recibes luego de mi largo día de escuela?... ¿con reproches y regaños?, ¡no es justo!... ¡hola!
-Pues si entras de manera maleducada, ¿Qué esperas?
-¡Mimos Papá!... en especial porque traigo la correspondencia que me entrego el Señor Jenkins —respondió levantando sus manos llenas de cartas, revistas y todo lo que solía llegar diariamente a su casa.
-¿Y para eso tenías que entrar como un caballo desbocado?
-¡Obvio!... —dijo dándose una vuelta para quedar panza abajo— el Señor Jenkins me lo pidió como un favor súper especial.
-¿Qué tal escuela “Princesa”? —pregunto Blaine mientras ordenaba la correspondencia de acuerdo al nombre de quién pertenecían.
-Bien… ¿saben de lo que me entere?
-No si no nos lo cuentas cariño —respondió Kurt re chequeando los nombres de cada una de las pilas que su esposo iba formando al centro de la cama.
-Pues supe, que hay un club de teatro en la escuela, o se está formando, ¿o ya se formó?, la verdad es que el cartel no era muy específico.
-¿Teatro? —repitió Kurt con la mayor de sus sonrisas.
-Sí, se ve bastante entretenido… aunque no se todavía —dijo Lizzie bajando de la cama de la misma manera en que se había subido— los mantendré informados.
-Hazlo… y otra cosa que debes hacer, son tus deberes, la cena estará lista en 45 minutos… ¡exactos! —termino por decir Kurt tomando la pila de cartas que tenían su nombre.
-¡Lo sé!... ¡los amo! —grito Lizzie mientras salía de la habitación.
Kurt se quedó mirándola hasta que desapareció tras la puerta, con una sonrisa que evidenciaba lo feliz que le hacía que su hija se interesara por lo que tanto amaban sus padres. Blaine mientras tanto, se quitaba la almohada que cubría su entrepierna y solucionaba el problema de la cremallera abierta.
-¿No vamos seguir en lo que estábamos?
-Pues asumo y ahora que llegaron nuestros hijos… no.
-Está bien… pero luego de cenar continuaremos donde estábamos.
-¿Camisas y cremalleras abiertas?
-Obvio… —dijo Kurt acercándosele— créeme y el mundo sería mejor si hubieran más camisas y cremalleras abiertas —añadió soltando una risa mientras hablaba.
-Muy cierto… —respondió acariciándole la cara.
-Te amo Blaine Anderson-Hummel.
-Y yo te amo a ti… —dijo este dando un pequeño beso para acomodarse nuevamente sobre la cama después.
-Ahora… ¿Escuchaste eso? —dijo Kurt comenzando a abrir sus cartas.
-¿Qué cosa?
-Lo Lizzie y el taller teatro
-Lo escuche… ¿y?...
-¿Cómo que “y”?... ¿por qué no estas entusiasmado como yo con lo que dijo nuestra pequeña traviesa y circense?
-¿Lo del teatro? —pregunto Blaine mirando una revista que tenía una etiqueta con el nombre de su esposo, pero parecía más bien dirigida a otra persona— ¿Esto es tuyo? —dijo enseñando la publicación.
-¡Sí!...—exclamo arrebatándosela.
-¿Por qué recibes “The American Journal” de medicina?
-Porque hay artículos que me interesa conocer.
-¿Qué?
-¿Qué?...
-Ok… luego me dices a mí que tengo aficiones extrañas, sabiendo que tú ahora quieres saber sobre avances en la cura del cáncer y como una mala alimentación puede producir cálculos.
-No me interesa eso... —advirtió guardándola en el cajón de su mesa de noche.
-¿Qué cosa entonces?
-¡Ay!... ¿acaso debo contártelo todo?...
-Si… —respondió Blaine con la mayor de las calmas.
Kurt sonrió y volvió a sacar la revista desde el cajón donde la había guardado.
-Ok… —dijo tomando un poco de aire— ¿te acuerdas de una vez cuando te hable que había leído un artículo? —Blaine movió la cabeza y empequeñeció sus ojos como si quisiera recordar aquello— ¿hace como 15 años atrás?, ¿Qué decía que estaban investigando sobre la posibilidad de tres progenitores?
-¡Ah!...—exclamo cayendo en la cuenta— me acuerdo…
-Pues bien, como no se ha sabido nada sobre el tema, quiero averiguar dónde corresponde, y según mis investigaciones, esta es la revista más completa que existe —añadió comenzando a ojearla.
-¿En serio?... ¿mas que la de la “Asociación americana de medicina reproductiva”?
-¿Eso existe?
-Existe, creo que es una publicación trimestral —explico al tiempo que leía un par de folletos publicitarios.
-¿Y cómo conoces tú esa revista? —pregunto Kurt dando un respigo.
-Porque la he visto en la tienda cuando los chicos me encargan que les compre alguna.
-¡Pero esa mejor que esta estupidez!... ¿qué voy a hacer ahora?, ¡ya pague por una suscripción de un año! —exclamo lanzando la publicación lejos.
-Bueno… —dijo Blaine soltando una risa— siempre es posible anular una suscripción y en realidad si quieres saber cómo va esa investigación y cuáles son nuestras posibilidades, deberíamos de pedir una cita con el Doctor Jacobs, es más simple y rápido que querer entender el lenguaje de estas revistas —agrego levantándose de la cama para recoger lo que había tirado su esposo al piso.
-¿Y cuándo podemos hacer eso? —pregunto Kurt poniendo cara de niño voluntarioso.
-Bueno, como bien sabes, a fines de junio nos vamos a la gira por Europa, y esta semana y parte de la próxima tengo las reuniones de coordinación, por lo tanto, y como creo que sería bueno hacerlo antes de partir… ¿te parece bien la próxima semana? —explico tirándose nuevamente sobre la cama.
-¡Me parece estupendo!... ¡Por dios!... ¿no crees que sería maravilloso partir al viejo continente sabiendo que tendremos un bebé mitad tuya y mitad mía en camino?
-No te entusiasmes desde ya, solo iremos a averiguar las posibilidades.
-Sí, si… obvio que si… creo que deberíamos llamarlo Noah… o Allie, como los protagonistas de “The Notebook”, ¿Qué opinas?
-Kurt…
-¿Qué?... no estoy entusiasmado… ¡no lo estoy! —insistió al ver que su esposo le ponía cara de que no le creía nada.
-¡Claro que lo estas!, mírate, ¡ya estas eligiendo hasta los nombres! —exclamo Blaine apuntándolo.
-¡Ay está bien!, estoy más que entusiasmado, pero ¿hay algo de malo en eso? —pregunto acercándose a él de manera melosa.
-Lo hay, lo hay, si es que después no nos resulta y tu terminas decepcionado y triste.
-…
-Kurt…
-No, es decir, tienes razón… me tomare este tema con calma, pero te advierto que no lo hare con respecto a lo de Lizzie, estoy seguro y ella si seguirá nuestros pasos.
-Es solo un taller Kurt, nada garantiza que se convierta en la próxima “Bette Davis”
-Obvio que no… —respondió volviendo a revisar la pila con sus cartas— será mejor que ella —agrego levantando sus cejas.
-Seguramente y lo será si persiste en ello, pero debes recordar que Lizzie es una niña extra curiosa y que lo que le entusiasma hoy, mañana puede aborrecer…
-Lo sé “Señor Sensatez”… y no la obligare a nada si es que es eso lo que estás pensando… ahora dime mejor, ¿recibiste algo bueno en la correspondencia?
-Un par de invitaciones a recaudación de fondos, noticias de mi fan club… y mucha, mucha publicidad, ¿qué tal tú?
-Casi lo mismo, pero dos cosas interesantes, mira… —contesto entregándole un sobre pequeño y cuadrado— es una invitación para el quinto aniversario de la ceremonia que hicieran en NYADA cuando bautizaron ese salón con mi nombre.
-¿Ya han pasado cinco años? —dijo Blaine leyendo al tarjeta.
-Así es, y estoy bastante seguro que estamos libres esa semana…
-Allí estaremos entonces… ¿Qué más?
-Esta… es de un fan súper responsable que no deja de enviarme notas todos los miércoles —explico sonriendo, como si aquello fuera lo mejor del mundo.
-A ver… —dijo tomándolo— esto es raro…—agrego mirando el sobre por todos lados.
-¿Qué es lo raro?, ¿crees que solo tú puedes tener fans?
-No, no me refiero a eso, lo raro es que este sobre no tiene ni remitente, ni dirección, menos sello postal…
-¿Y?
-Y… eso significa que esta persona estuvo aquí, en nuestro edifico, tu fan súper responsable sabe dónde vives.
-¡¿Cómo?! —exclamo quitándoselo de las manos— ¡por dios! —agrego llevándose una mano a la boca— me siento como Whitney Houston en “The Bodyguard” —agrego entre divertido y asustado.
-Kurt, esto no es algo para sentirse orgulloso ni encantado —advirtió Blaine tomando el sobre de vuelta— escucha —añadió comenzando a leer— “Señor Hummel, lo espero en el café “Little Collins”, si no llega moriré”
-¡Vaya si me admira!
-¡Kurt!
-¿Qué?... vamos, este edifico es súper seguro, no creo y llegue a encontrarme con él nunca —replico sin darle importancia— ¿Dónde vas? —pregunto al ver que su esposo abandonaba la cama.
-A hablar con el Señor Jenkins —dijo Blaine poniéndose un sweater.
-¿Por qué?
-Porque claramente esto lo trajeron en persona, y quiero saber si recuerda quien fue y si no fue imprudente dando datos o algo, tal vez debamos reforzar nuestra seguridad o alertar a la policía.
-¿No estas sobre reaccionando?
-¿Cómo?
-Eso… es solo una carta… ¡gran cosa! —exclamo levantándose también.
-Acabas de decir que recibes una carta de esta persona cada miércoles... ¿no te asusta eso?
-Ahora que notaste eso del sello y demás… un poco… pero vamos… ¿de qué he de temer?, lo más probable es que sea un adolescente enamorado de mi o algo, dudo y sea Mark David Chapman.
-Kurt…
-Blaine… —dijo deteniéndolo en la puerta— hace menos de una hora me dijiste que era estúpido ponerse en escenarios trágicos… ¿lo olvidaste? — agrego cogiéndolo de las manos.
-No pero…
-Pero nada… escúchame, si esto te preocupa, hablaremos con el Señor Jenkins, pero de manera calmada, no así todo arrebatado y con el sweater al revés —dijo apuntando al etiqueta que sobresalía en su cuello— ¿de acuerdo?
-Está bien… —dijo soltando un poco de aire— es solo que… pensar que alguien puede hacerte daño… me…
-Lo se… —agrego Kurt dándole un abrazo— lo se…
-Lo siento… —dijo apoyándole la cabeza en el hombro.
-No hay porque…
-Te amo Kurt… tanto…
-Lo sé también… —respondió apartándose— ahora, si me ayudas a hacer la cena, tendremos tiempo para todo.
-¿Incluso para camisas y cremalleras abiertas?
-¡En especial para camisas y cremalleras abiertas! —exclamo levantando los brazos— ¿vamos?
-Vamos… —dijo Blaine mirando de reojo si los seguros de las ventanas eran tan inviolables como pensaba.

Diciembre de 2014







-¡Hola!... —exclamo Kurt entrando en el departamento.
-¡Hola!, ¡bienvenido de vuelta! —dijo Blaine acercándosele para saludarlo como era debido. Dejo el orden que estaba organizando en los muebles de cerca de la ventana y una vez cerca lo tomo por la cintura y le dio un beso, tal y como si no lo hubiera visto en meses.
-Mmmmm… —musito Kurt con sus ojos cerrados, como si disfrutara de lo más placentero de la vida.
-Bienvenido…
-Gracias… —murmuro tratando de recuperar el aliento.
-De nada, y como digo siempre… el placer es mío… literalmente.
Kurt soltó un suspiro y lo observo volver a lo estaba haciendo antes que él llegara, se quitó el exceso de ropa y la colgó en el perchero de la entrada.
-¿Cómo te fue?, ¿Qué tal Rachel? —quiso saber Blaine moviendo un par de sillas que habían quedado a medio camino.
-Bien, está muy bien, quería juntarse conmigo para contarme que por fin encontró un lugar donde vivir…
-¿En serio?, ¿dónde?
-En el edifico ese que construyeron hace un par de años cerca del centro comercial… ¿lo conoces? —respondió sentándose en el sofá.
-Lo conozco… y me alegro por ella, así no andará de nómade por todas las casas de sus conocidos en Lima —dijo Blaine cambiando de lugar una mesa de arrimo.
-En especial en la nuestra…
-En especial la nuestra… ¿te llevó?, ¿lo pudiste ver?
-Sí y no… —respondió quitándose los zapatos.
-¿Cómo es eso?—quiso saber Blaine volteándose hacia él con cara de cachorro curioso.
-Sí, porque pude ver el folleto promocional que le dieron donde estaba el plano y todo, y no porque no estuve allí, pero lo que si pude saber es que es bastante costoso, pero como será solo un par de meses, dice que aún tiene dinero del que gano en Broadway y cuando estuvo en Los Ángeles… ¡verdad! —exclamo corrigiendo su posición de pronto— ¿sabes de lo que me entere? —añadió apuntando a su esposo quien parecía decidido a hacer un espacio inmediato a la ventana a como diera lugar.
-¿Además de cuánto cuesta la renta en los departamentos del centro?
-Además de eso… de lo que me entere es que ella y Sam… —explico rozando sus dedos uno contra el otro como si les sacara filo.
-¿Eso qué significa?
-¡Que ellos…! —dijo repitiendo el gesto.
-¿En serio?
-Si…
-¿Cuándo?
-El día de la fiesta de despedida que hicimos de su casa.
-¿De verdad?... ¿y en qué momento se escabulleron?
-No lo sé… pero debió ser…
-¿Cuándo cantamos el segundo mejor dueto de nuestra historia musical?
-¡Exacto!… —contesto Kurt sonriendo— lo que me lleva a pensar ahora, que mientras nosotros cantábamos ellos lo estaban haciendo… —agrego poniendo cara de asco.
-¡No pongas esa cara!, al final creo y se hicieron bien el uno al otro… —dijo Blaine cambiando de opinión con respecto a la ubicación que le había dado a las sillas.
-¿Lo sabias cierto?
-¿Qué cosa?
-Esto que te acabo de contar.
-No…
-¡Blaine!... si sabias esto, jamás te perdonare por no habérmelo contado… ¡te lo advierto!…—sentencio Kurt haciendo un gesto de advertencia con sus dedos.
-No lo sabía… de verdad…
-¿Si?...—dijo Kurt sin convencerse— ¿Sam no te conto?
-No… además… —contesto caminando de un lado a otro con un jarrón de flores en la mano— con Sam estamos un poco distanciados, no sé porque.
-¿En serio?, ¿Por qué no sabía eso?
-No lo sé… pero no le doy mayor importancia, sé que es mi amigo y eso no cambiara con nada nunca —aseguro dejando las flores sobre uno de los mesones de la cocina— por lo tanto, sé que cuando lo necesite estará para mí, lo mismo que yo para él.
-De seguro y así será… —contesto Kurt estirando su cuerpo sobre el sofá usado un par de cojines como improvisada almohada.
-¿Qué más hiciste?
-Nada importante… ¿estas consiente que cuando te pones a limpiar se pierden tres cosas como mínimo?
-¿Qué?
-Lo que escuchas Blaine Anderson-Hummel.
-Eso no es cierto… ¿de dónde sacase eso?
-¡Claro que lo es!, ¿debo recordar el trabajo que me costó encontrar nuestras películas navideñas, el pasado “Día de Acción de Gracias?
-No te costó y terminaste… por… encontrarlas —aseguro Blaine mientras tomaba una escoba y barría el espacio que había conseguido desocupar con todos los cambios— por lo demás, tú fuiste el que estableció la regla de organizar las películas por tema.
-Aun así… ¿puedo preguntar qué haces? —dijo mirando las cosas cambiadas de lugar.
-Bueno… no creas que quiero tomar decisiones de diseño sin consultarte primero o algo por el estilo… pero como bien te habrás dado cuenta en nuestro calendario del refrigerador, estamos a 1 de diciembre, tiempo propicio e ideal para hacer un espacio para nuestro árbol… nuestro primer árbol de navidad como matrimonio —explico Blaine poniendo acento de importancia cuando mencionaba lo de la primera navidad como matrimonio.
-Eso es verdad… pero se supone que estaremos en New York para Navidad y Año nuevo…
-¿Cómo?
-Eso… ¿lo olvidaste?, ¿o no te lo había dicho?
-Creo que lo segundo… —respondió Blaine como pensando en aquello.
-¿Seguro?
-Muy seguro… —respondió soltando una risa, mientras dejaba la escoba y la pala devuelta en el armario de la cocina.
-Muy bien entonces… escucha esto —dijo Kurt levantándose del sofá— ¡Blaine!... ¡tengo una idea!...
-…
-Tu di: “Genial Kurt ¿Cuál idea?”
-¡Oh!... Genial Kurt… ¿Cuál idea? —repitió Blaine sobreactuando.
-¿Qué te parece que pasemos Navidad y Año Nuevo en nuestro departamento de New York? —agrego mientras caminaba hacia la cocina.
-¡Vaya!... —exclamo tomándose la cara— tu ofrecimiento me pilla de sorpresa…
-¿Por qué?... ¿acaso tiene otro compromiso Señor Anderson-Hummel? —pregunto acercándosele.
-De hecho… si…
-¿Cómo? —dijo Kurt echándose un tanto hacia atrás.
-Kurt… ya escogí el árbol y todo… y como bien sabes “Seasonal Concepts” de Columbus no acepta cancelaciones.
-Blaine…
-Mira, sé que tu no cederás en lo de New York, pero yo tampoco lo hare con esto… ya tengo casi todo listo, pero si tú quieres ir , yo no me opongo —dijo Blaine mirando todo lo que había hecho.
-¿Disculpa?, entendí mal o… ¿me estas sugiriendo que pasaremos las festividades de fin de año separados?
-Bueno… la verdad es que si, ya sabes, tengo todo planeado aquí, además no hay tiempo que perder en cuanto a las regionales… los Warblers no acaban de adaptarse… hay mucho que hacer en Lima.
-¿Estás hablando enserio? —pregunto Kurt comenzando a angustiarse.
-No… —contesto aguantando la risa.
-¿Qué?...
-¡Obvio que estoy bromeando!, ¿qué crees?, que yo, que soy el fan número uno de las tradiciones familiares, ¿me perdería de alguna de las que estamos comenzando a formar nosotros?
-¡Oye!...—exclamo Kurt dándole un piquete en el estómago— ¡eso fue muy cruel!
-Debiste ver tu cara… —dijo Blaine sonriendo de lo mas encantado.
-Pues no fue gracioso —contesto cruzándose de brazos.
-¡Sí que lo fue!… debiste ver tu cara, si hubieras podido verla, sabrías que si lo fue —respondió queriendo abrazarlo.
-¡No me toques! , ¡ya me enoje contigo! —exclamo Kurt apartándose.
-Claro que no….—dijo Blaine logrando atraparlo entre sus brazos.
-¡Que sí!... —añadió queriendo zafarse— y ya deberías saber que no tolero ese tipo de bromas, en especial con las festividades.
-Está bien… lo recordare… pero, ¿cómo pudiste pensar que yo quería estar lejos de ti?
-No lo sé... lo dijiste con mucho convencimiento.
-¿Soy buen actor no crees? —pregunto Blaine poniendo cara de galán.
-Lo eres… y te odio por eso.
-Pues yo te amo… más que a nada y más que nadie… —agrego ciñéndolo más a él.
-No me vengas con frases bonitas, te advierto y me vengare de ti… ¡me asustaste!, ¡de verdad! —insistió dándole un par de golpes ene le pecho.
-No fue mi intención… pero esperare por mi castigo de la más paciente de las maneras.
-Pues hazlo porque llegara… —aseguro Kurt abrazándolo por el cuello— te juro y de verdad pensé que ya te habías hartado de mí y querías tomarte un tiempo o algo.
-Jamás haría eso, menos ahora… que por fin… eres mío… por lo demás —contesto dando un par de pequeños besos entre las palabras que pronunciaba— no quisiera que tu presencia en mi cama fuera reemplazada por una almohada nuevamente —explico acariciándole el cabello de la frente.
-¿Como?
-¿Qué?
-Eso de la almohada… ¿cuándo hiciste eso?
-Cuando terminamos… no me acostumbraba a dormir sin ti, por lo tanto me acostaba en mi lado de la cama y ponía una de las almohadas donde se supone e ibas tú…
-Blaine…
-Está bien… —dijo dando un pequeño beso.
-Mira… si sirve de algo… lo siento.
-Está bien… —repitió frotándole los brazos— ya no tiene importancia, eso quedo en el pasado, y allí se quedara por siempre, no hay para que torturarse con aquello.
-También lo creo… —agrego mirándose en los ojos de su esposo un rato bien largo— odio esa parte de nuestra historia, más que cuando terminamos la primera vez… de hecho… ven…—dijo Kurt tomándolo de la mano para guiarlo hasta el sofá— siéntate aquí conmigo.
-¿Qué planeas Kurt Hummel-Anderson? —quiso saber Blaine haciendo lo que su esposo le pidiera.
-Nada de lo que estás pensando, ya explique que me vengare de ti por el susto que me hiciste pasar, partiendo por suspender cualquier acercamiento, por lo menos dentro de las próximas 24 horas.
-Ok…
-Escúchame… —comenzó a decir Kurt acomodándose sobre los cojines para quedar frente a frente con su esposo— me gustaría que hiciéramos una promesa.
-¿Una promesa?
-Sí, una súper especial y que solo conozcamos nosotros…
-¿Algo así como una promesa “Klaine”?
-Algo así…
-¿Estas bien?... —pregunto Blaine al ver que la cara de su esposo se llenaba de nostalgia— ya te explique que fue una broma y que nada en este mundo me hará querer pasar Navidad y Año Nuevo lejos de ti… ya se… —exclamo moviéndose un poco hacia adelante para acortar distancia entre ambos— ¿Qué tal si te pido disculpas por la broma?, si es que eso hizo que tu semblante cambiara, te pido y me disculpes.
-No, está bien… no son necesarias las disculpas, ya estoy pensando el primer paso de mi venganza… —Blaine sonrió de la manera más maravillosa que encontró— lo que sucede, es que lo que paso con nosotros meses atrás es algo que quisiera olvidar.
-¿Cuál parte?
-Todo… desde lo que te dije esa noche, pasando por ti saliendo con Karofsky, hasta lo difícil que fue para mí aceptar que te había perdido… todo… por eso te pido que lo hagamos juntos.
-Yo ya lo olvide Kurt… no te preocupes —se adelantó en decir Blaine haciéndole un cariño en la cara.
-Imagino que si… pero a lo que me refiero, es que no solo lo olvidemos en nuestras mentes y corazones, si no que no lo volvamos a mencionar nunca… cuando nos mudemos New York y conozcamos otras personas, quiero que nuestra historia no tenga ese episodio.
-¿Hablas de mentir?
-No de mentir… hablo de que si alguien nos pregunta por nuestra historia, quiero sea como la imaginamos después de que tú me propusiste matrimonio en Dalton…
-¿Y eso es…?
-Que terminaste la secundaria, te mudaste conmigo a New York y todo fue perfecto hasta el día de nuestra boda.
-Pero Kurt… todos nuestros amigos conocen la verdad, también nuestras familias…
-Pero quienes no nos conocen aun… no… tampoco nuestros futuros hijos, ni nietos…
-…
-¿Piensas que soy cobarde?
-No Kurt… nunca me atrevería a pensar eso de ti.
-¿Entonces?... ¿qué piensas?
-Pienso que todos los matrimonios tienen códigos y secretos propios… ¿por qué nosotros no habríamos de tenerlos?
-¿Si?, ¿aceptas?
-Kurt Hummel-Anderson, acepto dejar ese pasado olvidado y enterrado y cuando nuestros pequeños hijos nos digan: “Papás como se conocieron”—Kurt soltó una pequeña risa al escuchar a Blaine fingir una voz pequeña y aguda— les diremos lo que acabamos de acordar.
-Gracias… —respondió rozando su nariz con la de él
-De nada… —dijo Blaine acomodándose entre sus piernas, se echó hacia atrás y termino por apoyarle la espalda en el pecho— ahora… hice un buen trabajo haciendo espacio… ¿no crees?
-Lo creo, y lo mejor es que no tocaste las áreas intocables —dijo recibiéndolo sobre él de lo más complacido.
-¿Qué son?
-Esta área de la sala, la del desayuno y la del dormitorio.
-Es decir… todas..
-No todas… casi todas…
-¿Sabes lo que creo?... creo y habría espacio para el árbol del “Rockefeller Center” allí —aseguro Blaine simulando la forma de un árbol con sus manos.
-Lo hay… ¿y sabes para que más hay espacio allí? —pregunto dándole un par de besos en el cuello.
-¿Para un mueble de diseño?
-No… para un acto amatorio… febril y desatado…—murmuro Kurt mientras le subía la camiseta y le dejaba al aire la panza y parte del pecho.
-¿En serio?... —pregunto Blaine comenzando a sentirse arrebatado— ¿allí?, ¿en el piso?… ¿cómo que no quiere la cosa?
-Bueno tú te encargaste de dejarlo extra limpio, además… podemos comenzar aquí…—dijo apartando un par de cojines— y terminar allá, junto a la ventana.
-Kurt Hummel-Anderson… ya estoy pensando que tienes “algo” con las ventanas.
-No con las ventanas… tengo “algo” contigo que es diferente.
-¿Y qué hay de la prohibición de acercamiento y el embargo a las caricias que mencionaste hace poco?
-Delirios de un esposo enojado… no hagas caso…—dijo Kurt quitándole la camiseta del todo.
-No lo hare… —respondió este mirándolo hacia arriba, se incorporó un poco y lo beso— te amo…—dijo sonriendo.
-Y yo te amo más…
-Eso es imposible… —añadió Blaine volteándose para besarlo nuevamente, lleno de amor, repleto del deseo febril y desatado que su esposo hiciera mención segundos antes.

Octubre de 2041






-¿Tía Lily Westbrook Stewart?, ¿Tío Dylan Westbrook?, ¿es posible ver a su hijo?
-Es posible cariño —contesto Lily sonándose con un pañuelo descartable— pero debes saber, que Liverpool está en un tratamiento muy estricto, por lo que nadie puede acercársele.
-¿No lo podre ver entonces?, quería enseñarle la película que nos gusta y su manta verde.
-Lo podrás ver “duendecillo”, pero solo de lejos, cuando ya esté más recuperado podrán hacer las cosas que acostumbraban.
-Está bien… —contesto Noah soltando un suspiro de resignación.
-¿Esta en una sala de aislamiento? —pregunto Kurt mientras se levantaba junto al resto.
-Así es, pero su habitación y aun sabiendo que estamos en un hospital, es muy bonita —respondió Lily encabezando la comitiva.
-Vamos entonces… —dijo Blaine cogiendo la mano de su esposo e hijo.
-Pero antes…—agrego la Señora Westbrook— el doctor me pidió que mientras más pronto se hagan los análisis, mejor será para todo el proceso, así es que… ¿quién será el primero?
-Yo iré… —respondió Lizzie de inmediato. Se quitó la chaqueta y el sweater que llevaba, y se los entregó a su hermano, tal y como si le fueran a sacar sangre allí mismo en la sala de espera
-¡Yo sigo! —exclamo este levantando una de sus manos.
-Muy bien… gracias chicos, de verdad —termino por decir Lily dando un beso a cada uno— ¿te encargas Westbrook?
-Por supuesto bonita, ven conmigo “Princesa de Blaine”… —dijo tomando a la chica de la mano.
-Ok, luego de esto que me saquen el páncreas si quieren… ¡hola!... —exclamo Lizzie sonriendo y señalando su mano entrelazada con la de Dylan Westbrook.
-¡Lizzie!... —exclamo Kurt tarando que su hija recordara aquello de enseriarse.
-¡No escucho!... voy de la mano de Dylan “súper sexy” Westbrook…—respondió la chica volteándose hacia su Papá.
-Discúlpala, pero bien sabes que mi hija es una demente —agrego mirando a Lily.
-No te preocupes, es hermosa y maravillosamente rara, mejor que cualquiera de las fans de mi esposo.
-¿Te incomodan las fans del Tío Dylan, Tía Lily? —pregunto Henry colgándose la chaqueta de su hermana en un hombro.
-La verdad es que no, si me preocupara por ellas me volvería loca..
-Te entiendo… yo hago lo mismo —dijo Kurt mirando de reojo a su esposo.
-¡Mentira!, tú jamás dejarías de preocuparte por la fans de Blaine, las odias a todas… ¡y a cada una! —añadió Lily soltando una risa que fue seguida por todos.
-¿Qué?... ¡eso no es cierto!, esas muchachas me importan poco o nada…
-Papá, por favor…—dijo Henry riendo con más ganas.
-¡No me importan!... ¿Blaine?
-Kurt, vamos, si hasta al Señor Jenkins le levantas una ceja cuando comienza a preguntarme cosas sobre mi trabajo.
-¡Porque su deber es cuidar al puerta!, no andar averiguando, ni alabando de manera inapropiada el trabajo de los habitantes del edificio, ¿qué?... ¿Tú también bebé? —pregunto mirando a su hijo pequeño, que ocultaba su risa tras “Desmond”
-Lo siento Papá, pero a ti no te gustan las chicas que quieren al “Papáblen”
-Porque son muy pesadas… —agrego mirando a su esposo, este le sonrió y le lanzo un beso.
-¿Dónde se están quedando?
-Helen nos consiguió reservaciones en el “May Fair”
-Pues las cancelan ahora mismo, se quedaran con nosotros —dijo Lily haciendo una seña con sus manos que no daba pie a contradecir aquello.
-Pero Lily, somos 5… —advirtió Blaine señalando a toda su familia.
-Y no queremos ser una molestia —agrego Kurt concordando con su esposo.
-¡No lo serán!, además, ¿creen ustedes que Dylan dejaría que se quedaran en otro lugar?, tenemos espacio suficiente, nos hicimos dueños del departamento contiguo.
-¿De verdad Tía Lily?
-De verdad, estuvo vacío un montón de tiempo, cuando quede embarazada Dylan y yo lo consideramos, y cuando supimos que eran mellizos, no hubo la menor duda que necesitábamos más espacio.
-Que bien… ¿y la regulación urbanística les permitió fusionar ambos departamentos? —pregunto Henry interesándose en su tema de experticia.
-Pues la verdad es que no tengo idea —señalo Lily riendo— Dylan tiene un amigo, que a su vez conoce a alguien… no se… pero el asunto es que ya es nuestro y lo estamos usando, y como los ingleses son tan correctos, creo que si estuviéramos cometiendo alguna falta ya nos habrían desalojado, y hasta ahora, nadie lo ha hecho.
-Y de la parte nueva… ¿también se ve el palacio de Buckingham? —quiso saber Kurt simulando desinterés.
-Aun de más cerca… —respondió como cantando.
-¿Las cancelas tú?...—agrego Kurt mirando a Blaine, ya convencido del todo y olvidando que hasta un par de segundos creía y sería una molestia para sus anfitriones.
-¡Genial!... —exclamo Lily dando unos aplausos— ¿Qué tal la universidad Henry?
-Bien, excelente… tome las clases relacionadas con la leyes de urbanismo y construcción, por eso me atreví a preguntar eso —dijo el chico como excusándose.
-¡Ay por dios!, puedes preguntar lo que sea, además te veo tan feliz que no podría negarte ninguna respuesta.
-Bueno, lo estoy… —dijo Henry sonriendo ampliamente. Blaine frunció el entrecejo pensando que había algo diferente en su hijo de lo que ellos no estaban al tanto y Kurt lo miro pensando lo mismo.
-¿Dónde está la habitación de Liverpool Westbrook Stewart? —pregunto Noah como con cara de aburrido — ¿iremos a verlo en algún momento del mundo?
-Por supuesto… disculpa cariño, es por aquí… —respondió Lily señalando hacia su lado izquierdo— ¡me alegra tanto que estén aquí!— dijo tomándose del brazo de Kurt— hace minutos Dylan me decía que Blaine le pedía instrucciones, asumimos que aún estaban en New York.
-Bueno, como le dijimos a Dylan, en cuanto supimos quisimos venir de inmediato.
-Y se los agradezco... de verdad… por aquí… —indico doblando hacia la derecha— ¿qué tal la obra Kurt?
-Excelente, y como le fue tan bien en los Tonys , decidí estrenar una nueva el próximo año.
-¡Es lo que oí!… ¡10 medallones en una sola entrega!, ¡sensacional!… pero me sorprende que no hayas estrenado una nueva esta temporada que comienza.
-El Papá dijo que era culpa tuya Lily Stewart Westbrook, por venirte a Inglaterra con el Tío Dylan Westbrook —dijo Noah mirándolos hacia arriba.
-¿Aun me culpas Kurt Hummel-Anderson?
-Aun te culpa…—respondieron Henry y Blaine al mismo tiempo.
-Vaya si se puede contar con ustedes guapos… y yo que pensaba que era Lizzie la más indiscreta de esta familia —señalo Kurt poniendo caras.
-No te preocupes… yo también te extraño… aun sigues siendo mi escritor y actor favorito, no he podido encontrar a nadie como tú desde que me mude aquí —explico Lily deteniéndose frente a una de las puertas.
-Pues digo lo mismo preciosa —respondió Kurt sonriéndole a su amiga.
-En fin… viejos y buenos tiempos, como lo dice tu obra —agrego mirando la puerta, como si la felicidad que tenía hasta ese instante terminaría por acabarse si la abría.
-¿Es aquí?, ¿aquí esta Liverpool Westbrook Stewart? —pregunto Noah soltando a sus Papás para poner oído en la puerta.
-Aquí es Noah… —respondió Lily tomando la manilla.
-¿Todo está bien?, podemos volver luego si es mal momento —murmuro Blaine mirando a todos.
-No, no, nada de eso, Liverpool está bien, le hicieron una “quimio” ayer, fue bastante ruda, pero hoy esta como nuevo, es solo… ¿él sabe lo que sucede aquí? —pregunto bajito y señalando a Noah que seguía con su oreja pegada a la puerta.
-Lo sabe, incluso escucho a Dylan decir que su amigo ya había perdido su cabello.
-Lo perdió… bromeamos con él para que no se sintiera mal, Hendrix se rapo para solidarizar con su hermano y Dylan lo hará mañana, luego de la sesión de fotos para su nuevo álbum, yo también quería hacerlo, pero Liverpool me dijo: “Mamá, esto es cosa de hombres”.
Todos sonrieron con nostalgia
-¿Vamos a entrar o no? —pregunto Noah impacientándose.
-Entraremos Bebé… —contesto Kurt agachándose como siempre lo hacía cuando quería mirar al más pequeño de la familia a la cara— pero hay algunas cosas que debemos conversar antes.
-Que no debo correr ni gritar, ya lo dijiste en el estacionamiento.
-Lo dije… pero hay otras cosas también.
-¿Qué cosas?
-Cariño… Liverpool está enfermo y tal vez no se comporte contigo como lo hace cuando nos vista en New York.
-¿Cómo estará?, ¿durmiendo?
-Estará bien hijo… —agrego Blaine agachándose también— pero lo que queremos con el Papá que sepas es que veras en él algunos cambios.
-¿Cómo cuáles?
-Como por ejemplo, que no tendrá cabello.
-Lo sé, el Tío Dylan Westbrook lo dijo, aunque no sé por qué —dijo encogiendo sus hombros.
-Porque las medicinas que toma para su enfermedad, provocan que su cabello se caiga.
-Él tiene muy bonito cabello.
-Lo tiene, pero lo que debes pensar es que cuando se recupere le volverá a crecer.
-Está bien… ¿Qué más “Papáblen”?
-Estará con ropa de hospital, ¿recuerdas cuando tuviste el accidente de tu manito y te pusieron una bata llena de dinosaurios?
-Si…—respondió Noah sonriendo al recordar aquello.
-Pues él también estará vestido así, y cuando nosotros entremos a saludarlo tendremos que tomar algunas precauciones.
-¿Qué prep… peca…?
-Precauciones bebé… —dijo Kurt— y esas son que deberemos vestiros con unas batas y mascarillas especiales.
-¿Por qué?
-Porque su tratamiento lo demanda cielo… —agrego enchuecando su boca en un gesto divertido que hizo a su hijo sonreír.
-Entendiste todo hijo —pregunto Blaine mientras le acariciaba el cabello.
-Si… pero…
-Pero que…
-Papá, “Papáblen”… ¿no podre entregarle lo que le traje entonces?… por todo eso lo de las “pecaripciones”?
-Podrás Noah… —se adelantó en decir Lily— si las cosas están limpias, no hay problema.
-Lo están, estaban en mi habitación y el Papá siempre la mantiene limpia.
-Muy cierto, yo y la señora de la limpieza por cierto —dijo Kurt irguiéndose de nuevo.
-¿Entremos? —añadió Lily mirando a todos.
-Entremos… —dijo Kurt tomando la mano de Blaine para apretarla en el preciso segundo que su amiga abrió la puerta.
La habitación del hospital estaba divida en dos, una parte tenía un sillón y una mesa, además de un pequeño mueble de acero donde estaban guardadas todas las batas plásticas, gorros, guantes y mascarillas que los visitantes debían usar antes de entrar a la sala de aislamiento, la otra, separada por un cristal, era donde Liverpool se encontraba, había una cama y las paredes estaban pintadas con dibujos de animales y árboles, todo de color vivo y alegre, había una mesa de noche y unas repisas con juguetes.
El pequeño en efecto había perdido todo su cabello y se encontraba leyendo sobre la cama, vestía un bata clínica con dibujos infantiles y en ambos brazos tenía unas fistulas color azul, además de un brazalete con sus datos en una de sus muñecas.
Lily golpeo el vidrio con la yema de sus dedos y Liverpool se volteo al instante, se incorporó de inmediato al ver a su amigo y a todos los recién llegados, dio un par de aplausos, seguidos de unas señas a Noah para que entrara de inmediato, su Mamá le hizo otra de vuelta señalándole el protocolo que debía seguir su pequeño amigo antes de entrar y Liverpool le respondió enseñándole los pulgares arriba.
-Se ve muy bien… —dijo Kurt ayudando a Noah con la mochila.
-Lo está… como les dije, ayer fue un día difícil, pero el doctor dijo que debemos acostumbrarnos a que así será los próximos dos meses.
-¿Ya saben si esta… resultando?
-Aún es muy pronto para saber, debe pasar al menos un mes de tratamiento para hacer análisis.
-¿De sangre? —pregunto Henry sonriéndole a Liverpool que miraba expectante la entrada de Noah.
-No… es… una punción lumbar… la primera fue horrible, pero ya no quiero pensar en ello… —dijo tomándose la cabeza— así es que… —agrego abriendo los cajones del mueble metálico— solo me concentro en lo positivo— termino de decir Lily al tiempo que entregaba a Kurt los implementos para Noah —toma Kurt, estas son las más pequeñas.
-Y así debe ser… ven cariño —dijo este haciéndole una seña a su pequeño hijo para que se acercara a él. Noah se aproximó con la vista puesta en su amigo, y entre sus dos padres lo vistieron de la manera apropiada.
-¿No te moleta cariño? —pegunto Kurt mientras le ataba la mascarilla.
Noah gesticulo un no con su cabeza.
-Muy bien… envíale nuestros cariños a Liverpool, ¿de acuerdo hijo? —dijo Blaine abriendo la puerta que separaba ambos cuartos.
Liverpool se bajó de la cama de un salto y se abrazó con su amigo, Noah le dio unos pequeños golpes en la espalda y se mantuvo abrazado con él unos cuantos minutos. Ambos se apartaron riendo de algo que se habían dicho y que todos asumieron y era sobre la falta de cabello, Liverpool se señaló la cabeza y Noah hizo un gesto como de cosquillas como si no quisiera tocarla. Terminaron por reír nuevamente y ambos se subieron a la cama para conversar.
Noah abrió la mochila y le enseño todo lo que le había traído, su amigo tomo el disco que grabaran sus padres y lo puso en la radio que mantenía en el rellano de la ventana, de inmediato los dos se movieron haciendo algunos pasos de baile.
Lily y Henry soltaron una risa la ver la escena y Kurt dejo caer algunas lágrimas emocionado, Blaine sonrió para sí y de inmediato lo conforto tomándolo desde atrás por la cintura.
-Gracias… —dijo mirándolo hacia un lado —confieso que estaba preocupado por él… —explico recibiendo un pañuelo de parte de su esposo.
-Y yo… —agrego este dándole un pequeño beso en el hombro.
-Pero nuevamente nuestro hijo nos enseña lo que realmente importa… —añadió Kurt sonándose con cuidado, como si quisiese respetar el silencio del hospital en todo momento.
-Como siempre… escucha… cuando llegue…
-¡Ya termine!... —exclamo Lizzie entrando de pronto— ¡debieron ver al enfermero que me saco la sangre!... ¡era un sueño!... ¡hola!
-Creí que tu Tío Dylan era un sueño cariño…
-Ambos lo son Papá… ¡Ambos!...
-¿Cómo te fue “Rizzie”?
-Bien… el súper sexy enfermero dijo que fuera el siguiente —añadió la chica mirándose el brazo parchado.
-¿Te sientes bien “Princesa”?
-Súper… ¿no escucharon las palabras “sexy enfermero”?... ¡hola!... ¿lo has visto tu Tía Lily?
-Uno moreno de ojos verdes.
-¡EL MISMO!... quisiera estar moribunda para que me diera respiración o algo —dijo la chica echándose aire con las manos.
-Es muy guapo en realidad, ¿Y Dylan?
-Lo secuestre para hacerle todas las cosas que he querido hacerle desde que lo conocí.
-¡Lizzie!... —dijo Kurt poniendo cara de inspector de escuela.
-¡Ay Papá es una broma!... ¡hola!... me dijo que te dijera que hablara con la señora… lo olvide… pero que es para que preparen nuestros cuartos en tu casa.
-¿Seria la Señora Bancroft?
-¡Ella!... ¿ya no nos vamos al hotel ese súper engreído? —respondió sentándose en el sillón— ¡Oigan! —exclamo levantándose de nuevo— ¡el “Goblin” ya está con Liverpool!
-Cariño… control por favor…
-¡Esta súper bien!... ¡Tía Lily!, ¡qué cosa tan genial!... —añadió Lizzie acercándose al vidrio— ¡Liverpool! —exclamo golpeando. El chico la miro y le hizo una seña de saludo, Noah dijo algo que provoco risa en los dos.
-¿Te estas burlando de mi “Goblin”?... —dijo poniendo caras divertidas.
-Cariño… más seriedad por favor… por enésima vez, recuerda donde estamos —insistió Kurt sonándose nuevamente. Lizzie volvió a hacer un par de muecas y se sentó para seguir inspeccionando el lugar del pinchazo.
-¿Ahora iras tú Henry?
-Si Tía… —respondió este sacándose su ropa de abrigo.
-¿Estas bien? —dijo Blaine soltando la cintura de su esposo para parase frente a él.
-Lo estoy…. Siempre se puede contar con nuestra hija para subir cualquier animo —respondió Kurt mirando a Lizzie que al parecer seguía hablando con Lily del enfermero súper extra sexy.
-Muy bien… ¿te parece si voy con Henry?, así luego vas tú con Noah.
-Me parece muy bien.
-OK —agrego Blaine limpiando con uno de sus besos, la última de las lágrimas que rodaba por el rostro de su esposo— yo te acompaño hijo.
-Puedo ir solo “Papáblen”, es solo una muestra de sangre.
-¡Yo fui sola!… y solo soy una pequeña niña… ¡hola! —dijo Lizzie alzando una mano.
-Lo se… sé que tú eres un hombre grande y tú una pequeña niña revoltosa, pero si voy contigo hijo, es para que después tu Papá vaya con Noah, ¿de acuerdo?
-¡Oh!... en ese caso.. muy de acuerdo.
-Muy bien… nos vemos en un rato… —termino por decir Blaine haciendo una seña de adiós mientras se retiraba junto a su hijo.