FanFic: It all started with a kiss... | Capítulo Ocho.

Acabo de descubrir este fic, dioos es esta muyy buuueno me re enganchaste maaaal!!
Porfavooor actualiza prontitoo

Holi. Algo tarde, pero aquí está. Quería decirles que este fic no pasará de los diez capítulos o hasta menos, en dos capítulos más estaremos llegando al clímax de la historia.
Una pregunta: ¿Leerían un fic faberry?

Capítulo 3: Broken Inside

La arena se pegaba a su cuerpo de una manera irritante. Pasó sus manos entre sus pechos y con una cara de disgusto se sacó un poco de arena.

Heather y Naya habían ido a la playa más cercana de la casa de Dianna. La rubia no había dejado que la morena manejase mucho porque estaba un poco mareada. Heather estaba sentada cerca de la orilla, mirando como su amiga se bañaba en la playa.

A pesar de las millones de quejas de la rubia hacia la morena, Naya se había metido al mar. Heather pensaba que le daría una pulmonía, aunque estaban en primavera, además la rubia podía ver todo el cuerpo de Naya, toda su perfecta anatomía.

-Hemo.- escuchó gritar a la morena.- Vamos, ven métete conmigo.- gritó Naya.

Después de haber llegado a la playa, Naya había sacado una botella de whiskey de su bolso y ambas se habían terminado la botella. La primera en quedar totalmente borracha había sido Naya, la morena había estado siendo muy cariñosa con la rubia, y Heather se había resistido a toda clase de tentación, pero a los cinco minutos ella también había estado tan borracha que perdió la conciencia.

Miró la forma de Naya acercándose a ella y se hizo a un lado. Una muy mojada Naya se sentó a su lado. El agua caía en gotas gruesas del oscuro cabello de la morena. Heather la miró y Naya sonrió.

-La arena se me ha pegado hasta por lugares que ni te imaginas.- Heather estalló en risas y lo mismo pasó con Naya.

-¿Sabes qué hora es? – preguntó Heather. Naya negó y se tocó la cabeza, le dolía.- Son las cuatro de la mañana y nosotras estamos en el mar.- gritó la rubia moviendo escandalosamente sus manos.

-Lo sé.- Naya siguió riéndose sola. De pronto Heather comenzó a llorar.- Hey, corazón.- murmuró la morena tomando a Heather por el mentón.- ¿Por qué lloras? – Heather quitó su rostro y se encogió de hombros. Naya la abrazó, dejándola húmeda y con algo de arena.

- Te amo.- murmuró Heather y comenzó a reírse.

Naya se quedó quieta y parecía que ni siquiera estuviera respirando. A la morena se le pasó todo la borrachera en un segundo. Heather se echó en las piernas de la morena y volvió a llorar.

-¿Me amas? – preguntó Naya. - ¿No es que te parezco atractiva? – Heather asintió.

-Me gustabas en un principio y pensé que era solo eso.

Naya respiro varias veces y se hizo aire con la mano, sintió el viento recorrerle por la espalda. Heather sentía lo mismo que ella, eso era demasiado genial, era una buena noticia, pero… sabía que la rubia lo estaba diciendo porque estaba borracha, no sabía si de verdad Heather estaba diciendo eso.

-Hemo… vamos al mar.- dijo Naya mirando a la rubia, la cual estaba con la cabeza entre las rodillas. - ¡Vamos!
Heather levantó la vista y le gustó lo que vio. Una sonrisa sincera y genuina en el rostro de la persona que amaba, las gotas caían del cabello de la morena directo a los pechos de la rubia. Naya tenía la mano estirada para que Heather la tomara, lo cual hizo la rubia.

-¡Nos dará pulmonía y moriremos! – decía la rubia mientras caminaban al mar.

-Pero moriremos juntas.- la morena le sonrió y apretó su mano. – Siempre juntas.- Heather asintió.

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Un teléfono sonó en el más calmado lugar del mundo. La melodía de “like a G6” sonaba repetidamente en el bolso de cierta muchacha rubia.

Naya se sentó en su cama y abrió los ojos perezosamente. Era su cuarto, ¿Cómo había llegado hasta ahí? Solo recordaba haber estado en casa de Dianna y a Heather corriendo. La morena pasó sus manos por los ojos y los abrió por completo. Su mano izquierda chocó con algo y vio una cabellera rubia.

-¿Heather? – preguntó en un murmuro.

-¿Nay? – respondió la rubia.

Heather parecía confundida. Miró a su alrededor y arrugó la nariz. No estaba en el cuarto que compartía con Bryan. Su enorme tocador no estaba, su balcón tampoco y el usual desorden de la ropa de su novio tampoco estaba presente.

-¿Cómo llegamos a tu cuarto? – preguntó la rubia mirando a Naya. La morena se encogió de hombros. Vio a Naya tapada con una sábana y los hombros desnudos, una mirada de horror cruzó por su rostro.- ¿Qué…? Tú y yo…- murmuró una asustada rubia.

-¡No! – Gritó Naya.- Escucha, tu teléfono estaba sonando.- Heather la siguió mirando con recelo, como si la morena no le hubiera contado la verdad.- Heather no te viole o algo parecido, dios, no sé cómo llegamos aquí. NO PASO NADA.- gritó una irritada Naya.

La rubia se asustó por el cambio de actitud de su amiga. Cuando se paró vio que tenía la camiseta de ayer puesta y nada más que su ropa interior, nada había pasado. Se acercó al sofá en medio de la habitación y buscó en su bolso su celular.

Tres llamadas pérdidas de Bryan.

Heather se sobó las sienes y suspiró, seguro que Bryan armaría un gran problema por no haberle respondido el teléfono. Miró que eran las diez y media de la mañana, debería ya estar en su departamento, pasando el día con su novio. Marcó a Bryan.

-Hey.- murmuró Heather cuando Bryan respondió.

-¿Dónde estás? – la rubia volteó a ver a Naya, estaba tapada con las sábanas hasta la cabeza, la rubia sonrió.

-Con Naya.- respondió en un tono monótono. ¿Cuándo su vida se había vuelto tan horrible?

-¿Naya? – Heather asintió.- Siempre estás con ella, hoy es nuestro día para pasarla juntos y lo que haces es estar con tu amiga…-

-Bryan estoy en camino, se me hizo tarde y…- Bryan colgó. Heather tiró el teléfono al piso y gruñó, lo cual hizo que despertara a la morena.

-¿Qué pasó? – exclamó Naya desde la cama.

La rubia se encogió de hombros y recogió su jean del piso, se lo puso apresuradamente; tomó el sujetador de cabello y se hizo una rápida cola de caballo. Recogió su bolso y salió de la habitación de Naya sin decir nada.
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-Hola amor.- dijo la rubia entrando a su departamento.

Bryan estaba sentado en el sofá mirando una película, no la miró en ningún momento. Heather dejó las llaves en la mesa y su bolso, se quitó la chaqueta que llevaba puesta y fue hasta donde estaba su novio. Lo besó en los labios, Bryan la empujó.

-Hueles a alcohol.- murmuró el chico apagando el televisor.

-Bueno, estuve en una fiesta, tienes que tomar alcohol.- respondió a la defensiva la rubia, estaba cansada de la actitud de su novio últimamente.

-Apestas.- respondió.- Tengo hambre, hazme algo.- dijo sentándose en la mesa.

Heather murmuró un “vete al infierno” y siguió con su camino hacia su cuarto. La rubia se sentó en su cama y comenzó a llorar en silencio. Su vida era una porquería. Se quitó la camiseta puesta y el sujetador húmedo, lo mismo hizo con su pantalón. Sacó un vestido verde y se lo puso, soltó su cabello y se recostó en su cama.

-¡Heather! – escuchó que Bryan gritaba.

-¿qué? – respondió ella, aún recostada en su cama.

No hubo respuesta, ella se encogió de hombros y cerró los ojos, tratando de dormir. De pronto sintió pasos que se acercaban a su habitación. Bryan. Abrió la puerta de un golpe y se sentó en la cama.

-¿Porqué pasas tanto tiempo con ella? – preguntó el.

-¿Con quién? – la rubia se sentó y abrió los ojos.

-Naya.- Bryan la estaba mirando fríamente.- Siempre pasas más tiempo con ella que conmigo.- Heather quiso reírse, Bryan estaba celoso de Naya, que ironía.

-Solo estuve ayer en una fiesta y siempre estoy contigo.- respondió ella.- No te puedes quejar.- Heather se encogió de hombros.

- No. ¿Por qué no te quedaste en la casa de Dianna? – preguntó acercándose más a la rubia.

-Porque no.- respondió la rubia algo irritada.- ¿Qué tienes contra Naya? – gritó la rubia, estallando.

-Desde que empezaste a interpretar a la chica lesbiana que se enamora de su mejor amiga…- Heather abrió los ojos como platos.

-Eso se llama actuación Bryan y si te lo estás creyendo, Naya y yo debemos ser muy buenas actrices, porque ninguna es lesbiana.- Heather lo miró con rabia.

-¿Sí? – él le dio un beso en el cuello, ella se alejó.- Creo que quizás… Te voy a recordar que te gustan los hombres… - respondió el dándole besos en el cuello.

-Para, no quiero.- exclamó la rubia alejándolo de él.

Bryan hizo caso omiso a los pedidos de Heather. La rubia comenzó a gritar y morder a Bryan por dónde podía.
Bryan le quitó el vestido y se puso encima de ella. La besó en los labios y ella lo mordió con toda la fuerza que pudo. Bryan la miró directo a los ojos, con rabia, la mano de Bryan impactó el suave rostro de la rubia. Heather pasó su mano por su rostro y vio sangre, comenzó a llorar.

Heather gritaba en la mano de Bryan, él le estaba tapando la boca. Con una sola mano se deshizo de la ropa interior de la muchacha. La rubia gritaba de horror, su novio… su novio la iba a violar.
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Hemo… ¿Vamos a tomar café? xoxo Nay

-Hemo… ¿Vamos a tomar café? xoxo Nay.- repitió Bryan haciendo una horrible y chillona imitación de la voz de Naya.- ¡oh! Vayan a tomar café y a pasarla bien – dijo con rabia.

Heather estaba cubierta con las sábanas y llorando. No podía creer lo que había pasado hacía unos minutos, no podía creerlo.

-Eres un poco hombre.-dijo ella entre sollozos. El se encogió de hombros, se puso su camiseta y salió como si nada hubiera pasado.

Heather estaba en incontrolables sollozos, su cuerpo subía y bajaba y tenía hipo. Escuchó la puerta de la calle cerrarse. Se paró de la cama, sintió un dolor punzante en sus partes más íntimas.

Llegó al baño y miró su rostro con horror. Tenía el ojo izquierdo morado y la mejilla derecha algo hinchada. Decidió tomar una ducha fría y tratar de olvidar lo que le había pasado, aunque era demasiado difícil.

Si aceptara sus sentimientos por Naya, quizá… solo quizá todo sería más fácil.

o: pero como le pudo pasar algo asi a Hemo, tomare mi escopeta e ire a matar inmediatamente a Bryan muhahahaha... me gusto el capitulo aunque fuera triste al final y tambien me gusta que el fic sea corto, me gustan las historias cortas sin tanto relleno c:
saludos y gracias por actualizar

que idioooooooo*taaaaa lo odio, como le va a hacer eso?
aaaayyyy que bronca me dio cuando lo lei
Ahora mi Naya tiene que ponerle los puntos en claro a ese tipo.

Nooooooooooooo Hemooo, como puede hacerle algo asi? Dios lo odiooo, ES UN IMBECIL
Es verdad, NayNay debe entrar en accion!
Me encantaa tu fiic!!

Que desgraciado ese Bryan...Eso no se le hace a una mujer Que Naya lo ponga en su lugar... hell yeah!!!!!!

que clase de enfermo tiene Heather por novio.. por Dios.. juro que me llené de rabia al leerlo.. como diablos Bryan pudo llegar a ese extremo.. de verdad que esta enfermo.. aaahhhhh!!!.. quiero golpear algo o a alguien.. porque le tiene que pasar este tipo de cosas a mi Heather tan bonita =S.. y Naya ni se lo imagina.. ojala que Heater tenga el valor de hacer algo al respecto no se puede quedar asi.. lo que si amé fue cuando Heath le dice a Naya que la ama.. aunque lo dijo como que medio borrachita ^^,

sobre lo del fic Faberry de todas maneras lo leeria yo he leido varios en fanfiction y son muy cheveres aunque bueno donde hay Faberry de ley hay Brittana xP.. asi que por mi escribe todos los fics que desees yo los leería con mucho gusto ^^,

Que sepas que ODIO profundamente a Bryan, mira a ver si puedes hacer que tenga un accidente mortal o que se lo coma una manada de perros rabiosos o algo....PUAGH !!
La primera parte super bonita, las dos en la playa =)!! Espero que Naya aparezca por casa de Hemo y se la lleve a vivir con ella para siempre jaja =P

Hemo :C pobresita, donde esta Naya? necesitamos a la super women po :P

Awwd :3 Me encantó,mañana todos caemos al dpto. De Hemo y golpeamos a su bobo novio >:D

Reacciona Heather, Naya es mucho mejor & actualiza prontoooooo estoy muy emocionada por ver que sucederá :$

Q rabia con ese tipo, no se como se le ocurrio hacer eso, espero q Britt lo deje pero a las ya!!!!

Gracias por leer. Si me demoro, no es porque no quiera escribir o algo así, estoy mal, con una bronquitis terrible, pero aún así, robo la laptop y subo el capítulo xd De nuevo, gracias por leer y comentar.

Capítulo 4: Todo es más difícil ahora

Hacía un mes exactamente que no veía a Naya. Hace un mes se había aislado del mundo entero, no salía de su departamento para nada y parecía como si le hubieran consumido la vida. Su vida, se había vuelto monótona.

Bryan actuaba como si nada hubiese pasado, como si jamás le hubiera hecho daño, nunca tocaba el tema. Heather había estado de ama de casa, le había planchado su ropa para que fuera a trabajar, había limpiado el departamento, había cocinado y cómo no, había llorado incontables veces.

Tenía muchas llamadas perdidas de Naya y muchos mensajes de la misma, prefería no contestarlos, porque se pondría débil y terminaría diciendo la verdad, una verdad que la avergonzaba en lo más profundo.

Dos semanas después del incidente con Bryan, Ryan había llamado a todos para iniciar con las grabaciones y había sido exigente con la rubia, ya que la tercera temporada de Glee tenía mucha coreografía, Heather se había reportado enferma. Le había dejado de importar por lo que tanto había luchado, no le importaba si la sacaban del programa, no le importaba nada.

Aunque una sola cosa le daba mucho miedo. Si ella moría, ¿Qué pasaría con Naya? No le había dicho nada de lo que sentía. Si Heather moría, sería un alma en pena. La rubia no se perdonaría dejar a la morena sin confesarle nada.

Quizá fue por eso que se armó de valor.
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La morena tenía una gran sonrisa en el rostro esa mañana. Había invitado a Dianna a tomar el desayuno en su piscina. Había hablado con todos sus compañeros del elenco acerca de Heather, para que le dieran alguna señal, pero nadie sabía nada de ella. Ryan le había dicho que se había reportado enferma y si es que pasaba más tiempo, lamentablemente tenían que retirarla de Glee.

Naya no estaba segura si era la culpable. ¿Qué pasaba si la rubia se había dado cuenta que había hablado de más aquella madrugada en la playa? Quizá, ya no quería ver más a la morena por miedo a un posible rechazo o al simple hecho de tener que aceptar que le gustaba una mujer. Aunque eso era bastante infantil, ambas ya eran mujeres adultas.

Había optado por pasar más tiempo con Dianna. Era cierto que Naya tenía una amistad increíble con Heather, pero su ausencia la estaba matando. Había hecho de todo para ocupar su mente con otras cosas y no con la rubia. Ni siquiera con todo el trabajo que tenía en Glee podía olvidar a Heather. Por eso, comenzar a salir con Dianna, a tomar un café o cualquier cosa, la había mantenido ocupada.

-¿Qué piensas?- preguntó Dianna mientras se llevaba un sorbo de jugo de naranja a la boca.

Naya se quedó callada, su mente pensaba mucho últimamente. Nunca tenía un tiempo para dejar de pensar, por supuesto que no le iba a decir a su amiga que estaba pensando en Heather.

-En todo el trabajo que tenemos en el set últimamente.- Naya se encogió de hombros.

-Lo sé.- dijo la rubia exageradamente.- Si no fuera por el buen sueldo, ya me hubiera ido, además que es lo que amo.- Dianna cogió un pedazo de durazno y se lo comió.- Aunque sinceramente el baile no es lo mío.- la morena se rió ante el comentario.

-Lo mío menos, el baile siempre es de Hemo.- dijo sin querer la morena.

Dianna tenía la copa de champan entre sus manos. No sabía que decir, desde hacía un mes que la morena no hablaba de Heather. Optó por tomar un sorbo de su copa, muy lentamente.

Naya se quedó en silencio, lamentándose internamente haberla nombrado. Aunque no quería aceptarlo, dolía. ¿Por qué su mejor amiga en todo el universo no podría haberle mandando aunque sea un mensaje? ¿De verdad era tan difícil?

-Naya.- escuchó que la rubia le decía.- Tu timbre acaba de sonar.- dijo como sin nada.

-Oh claro, ya vuelvo.- se disculpó la morena.

Naya fue corriendo hacia la puerta. Cada vez que escuchaba su timbre, en su cabeza venía automáticamente la imagen de la rubia, de su único amor, pero siempre lo había estado alucinando. La morena, en su bikini, se arregló mejor el cabello y abrió la puerta.

-Naya.- escuchó que la llamaron.

Heather. Era Heather. La misma Heather de la que se había enamorado, su mejor amiga y la misma que había desaparecido hace un mes. Esta vez no era un espejismo, esta vez no era una alucinación o sueño de la morena.

Naya no respondió, lo único que hizo fue lanzarse a los brazos de la rubia. Se sentía tan bien, esos brazos eran su hogar, el aroma de la rubia era su perdición, esta era la mujer que realmente amaba.

La rubia se quedó sorprendida, no esperaba la actitud de su amiga; pensó que la morena probablemente estuviera molesta con ella por no mantenerse en contacto. Pero era Naya, ella no se enojaba sin razones. Heather la abrazó y ocultó su rostro en su cuello.

-Hemo, te he extrañado tanto.- murmuró la morena.

La rubia comenzó a llorar, no quería hacerlo. Pero esta era Naya Rivera, no la estrella de Glee, era Naya su mejor amiga, Naya su único amor. Tenía ganas de contarle lo poco hombre que había sido Bryan con ella, pero tampoco quería hacerlo porque le daba asco, ella se daba asco.

Naya se separó de ella y la miró directo a los ojos, esos hermosos ojos azules que estaban llenos de lágrimas. La morena tomó a la rubia de la mano, cerró la puerta, y la hizo sentarse en un sofá de su enorme sala.

-¿Heather? – preguntó una preocupada Naya.

-Estoy… bien.- dijo entre sollozos.

Naya no quiso presionarla. Pero definitivamente nada estaba bien. ¿Por qué estaba llorando de esa manera? Le rompía el corazón en mil pedazos.

-Naya, me tengo que ir, me acaba de llamar…- la rubia se calló de repente. – Heather.- dijo Dianna con un asentimiento, un poco confundida con la escena que se le presentaba.

-Conoces la salida, Di.- dijo la morena haciéndole un gesto, lo cual la rubia entendió.
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Nunca había hecho una sopa de pollo en su vida. Su abuela siempre le había hecho las sopas cuando ella estaba realmente mal, cuando tenía fiebre y se pasaba todo el día en su cama. La morena se limpió las lágrimas que caían silenciosas por sus mejillas.

En internet decía que la sopa era bastante fácil. Pero la cocina era una materia compleja para Naya, por eso optó por comprar una sopa instantánea que solo duró tres minutos en cocinarse, le agregó una presa de pollo e hizo un té cargado.

-Hemo.- llamó a la muchacha que se había quedado dormida en el sofá.

Heather se movió entre las frazadas que Naya le había puesto encima. La rubia parecía tan cómoda que la morena no tuvo la fortaleza para hacerla parar y que tomara su sopa. Naya le llevó la sopa y el té, los puso en la mesa de centro.

-Te hice sopa.- dijo la morena casualmente.

-Gracias.- murmuró la rubia.- Huele delicioso.- Naya se encogió de hombros.

-No es gran cosa, es instantánea.- respondió la rubia quitándole importancia.

-El hecho que la hayas preparado para mí ya significa mucho.- dijo la rubia con una sonrisa.

-¡Ay Heather! Seguro que Bryan te hace sopas y te trata mejor que princesa.- bromeó Naya.

Aunque a la morena no le agradaba su novio, hacia todo lo posible para tratar de soportarlo. Sabía que Bryan era todo un caballero con Heather, sino la morena ya hubiese ido a la cárcel por asesinato.

Heather se llevó una cucharada de sopa a la boca, de pronto dejó de sonreír. Las palabras de Naya le habían hecho doler el corazón, le habían hecho recordar el infierno que estaba viviendo.

-Bryan… siempre ha sido un caballero.- respondió la rubia aguantando las ganas de llorar.

Naya la miró sin terminarle de creer lo que decía. ¿Por qué se sentía tan incómoda respecto a Bryan? ¿Acaso había algo que no le estuviera diciendo?

-Hemo, ¿Hay algo que me quieras contar? – preguntó casualmente la morena.

-No.- respondió rápidamente la rubia.
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La rubia sintió algo raro en su estómago, no supo exactamente como describirlo. Es que no era un dolor de estómago, esos típicos que te empiezan en la boca del estómago o los dolores que sientes como si el estómago se te estuviera quemando. Esto era diferente.

Mientras se despertaba se dio cuenta que estaba en el cuarto de Naya. Era inconfundible, a la morena no le gustaba que la luz entrara a su habitación. Lo raro era que Naya no estaba en la habitación.

Heather se sobó el estómago, pero luego se dio cuenta que no le estaba doliendo, lo que le dolía era el vientre. Se sentía extraño, era diferente a todos los dolores que había tenido en su vida. Decidió que sería mejor seguir durmiendo y quizá así se le pasaría el extraño dolor, pero lo que pasó fue muy diferente.
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Naya estaba tomando una ducha en su amplio baño. Después de haber hecho que Heather tomara toda su sopa y su té, la había recostado en su habitación. Al principio le pareció extraño que la rubia le hubiera repetido varias veces que no la tocara, a pesar de lo raro de la situación, la morena no la había tocado.

Escuchó como tocaban la puerta del baño, desesperadamente.

-¡Naya! – Gritó la rubia.- ¡olvídalo! ¡Voy al baño de abajo!

¿Qué demonios estaba pasando?

La morena salió de su tina y se puso su bata sin importarle mojar todo el piso. Cogió un gancho y se amarró el húmedo cabello. Bajo las escaleras como alma que lleva el diablo.

Cuando llegó a la primera planta, escuchó las arcadas. A ella le dio ganas de vomitar también, la morena siempre había sido muy asquienta, pero esta vez no había tiempo para eso, esta vez era Heather la que estaba mal.

Entró al baño y vio a la rubia arrodillada cerca de la taza del wáter. El cabello lo tenía hacia un lado y se veía bastante pálida.

-¿Hay alguna posibilidad que haya sido culpa de la sopa de pollo? – preguntó en un susurro la morena. Estaba parada en el marco de la puerta, mirando a la rubia ahora sentada al lado del wáter.

Heather negó. No dijo nada, solo se quedó sentada ahí sin decir absolutamente nada, a Naya la comenzaba a irritar el silencio.

-¿Qué día es hoy? – preguntó la rubia en un murmuro.

-No sé.- dijo la morena.- Jueves creo.-

-¡No! – gritó la rubia, la morena se asustó.- ¿Qué día? – exigió saber Heather.

-Ok, cálmate.- le dijo la morena a la rubia.

-¿Qué me calme? No puedo calmarme, menos ahora.-

-Es que quiero saber…

-Naya, ¿Qué día es hoy? –

-Cuatro de agosto.- respondió finalmente la morena.

La rubia comenzó a llorar desconsoladamente de repente. Hiperventilaba y a la morena le asustó. Le había sorprendido la agresividad de su amiga, pero de todas maneras se sentó a su lado y la abrazó lo más fuerte que pudo.

-Tengo… tengo un retraso.- dijo la rubia, sin parar de llorar.

-Eso no es algo de que…- de pronto Naya lo comprendió. Se puso completamente pálida.

-Todo es más difícil ahora.- A pesar de su estado emocional, Naya abrazó a Heather dándole besos en su cabello y tratando de contener sus propias ganas de llorar.

Aaaah es que de verdad odio a ese tipo, es un ascooo! x3

Nooooooo q le cuente!!! por favor q le cuente a Naya lo q paso!!! si no ire yo a matar a ese tiiiiipo

diooooooooooos nooooo nooo noooooo por que? :'(:
Detesto a ese tipoooooooo y ahora esto!

Por dios la vida de Hemo no podia empeorar, hasta qe creaste el retraso
Porqe??? qe le cuente a Nay por favoooor!!

Holy Crap!!!!!!!.. no jo***!!!.. un retraso.. un maldito retraso.. cabe la posibilidad de que HeMo este embarazada del animal de Bryan??.. pero porque??.. sigo con las ganas de matar a Bryan.. no puedo creer que esto le este pasando a Heather y que, indirectamente, tambien a Naya.. pero ella la ama y se que la apoyarra en lo que sea.. lo que estoy rogando es que HeMo tome valor de una vez y le cuente a Naya que le paso.. bueno espero el siguiente

Hola. Dios cuando escribía este capítulo tenía ganas de llorar y luego lo deje a la mitad y me voy a twitter y que encuentro? Whitney Houston murió, dios que horrible. Una gran voz se nos fue :c En fin, espero que les guste este capítulo.

Capítulo 5 Diciendo la verdad

Naya estaba leyendo una de las tantas revistas que tenían en la sala de espera. Vio que tenían un especial de Lea en la revista, una sesión de fotos con la diva y una entrevista. Siguió pasando las páginas sin interés alguno, sería porque estaba harta de ese mundo, de la fama y todo eso. Lo único que la hacía levantarse de la cama todos los días e ir a trabajar eran los fans y una cierta rubia llamada Heather Morris.

-Lo mismo de siempre.- murmuró la morena, cerrando la revista cuando algo llamó su atención.

¿La relación de la estrella de Glee, Heather Morris y Bryan Beyer va bien como parece?

Naya frunció los labios. Había fotos en aquella nota, era Heather y su novio, parecía que discutían y en una foto más abajo Bryan jalaba del brazo a Heather y parecía que la rubia le estuviera gritando. En una tercera foto Bryan le susurraba algo al oído con un rostro molesto y oh dios… Heather lloraba.

Naya contuvo las ganas de partir la revista en dos. Una chica que estaba a su costado la miró como interrogándola, la morena también la miró y le sonrió y volvió a lo suyo. ¿Qué demonios estaba pasando? ¿Por qué Heather no le había dicho nada? Muchos dirían que no era asunto suyo, pero era asunto suyo cuando la mujer que amaba estaba siendo maltratada por ese estúpido.

Una rubia salió del consultorio murmurando un “nos vemos”. Tenía el rostro triste, la acostumbrada sonrisa y brillo en sus ojos no estaban. Tenía entre las manos unos papeles y sus llaves. Se acercó a la morena y fingió una sonrisa.

-¿Qué tal todo? – dijo una morena preocupada.

-Bien… supongo.- la rubia se encogió de hombros.
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Después de haber almorzado juntas, lo cual fue el almuerzo más silencioso e incómodo que jamás hayan tenido, fueron a la playa. La misma playa dónde Naya llevó a la rubia hacia un mes y medio. Una playa que tenía tantos recuerdos.

La morena se acercó más a la rubia y la abrazó por la cintura, descansando su cabeza en el hombro de Heather. La rubia suspiró y se acomodó mejor en el raro abrazo que su amiga le estaba dando. Heather había estado muy callada.

-¿Me vas a decir que te dijo el médico? ¿O se supone que lo tengo que adivinar? – preguntó una irritada Naya.
Heather asintió. El viento estaba haciendo que todo su cabello estuviera en su rostro, apartó algunos mechones. Sacó de su bolso unos papeles, miró a la morena directo a los ojos, con miedo, y le entregó dichos papeles.

-Ahí está.- murmuró la rubia, su voz apenas se pudo escuchar.

Naya se separó de la rubia y tomó los papeles, el material parecía cómo de las fotos. La morena frunció el ceño y le regaló una sonrisa a Heather, la cual no fue correspondida, la morena se encogió de hombros. Abrió la hoja que estaba doblada en dos y comenzó a leer lo que decía en ella.

Esto era, definitivamente era el fin para los sentimientos de la rubia. Bryan le había arruinado la vida, le había arruinado todo posibilidad de algún día estar con Naya, de confesar sus verdaderos sentimientos. Vio como su amiga leía con atención para luego abrir los ojos como platos y mirarla a ella. No tenía que hablar para que la rubia supiera lo que estaba pensando, Heather solo asintió.

-¿Qué… tú…? – Naya no encontraba las palabras, es más no sabía en qué momento había perdido la voz. Miraba con incredulidad a la rubia que tenía enfrente. ¿Cuándo había pasado esto? ¿Heather lo había planeado? ¿Y qué tal si su rubia amiga no sentía nada por ella y Naya lo estaba imaginando todo? Quizá… quizá Heather si amaba a Bryan de verdad.

-Yo… dios…- a la rubia solo le quedaron fuerzas para llorar. No podía mirar a la mujer que tenía a su costado. Sentía que la había traicionado, aunque nada de eso era su culpa, pero se sentía así.

-No llores. ¿Por qué lloras? – preguntó una confundida Naya. Se estaba aguantando con todas sus fuerzas las ganas de llorar.- Se supone que esto es lo que toda mujer quiere, ¿no? – la morena tomó aire.- Se supone que es lo que tú y Bryan quieren, ehmmm… Felicitaciones entonces.-

Hubo un silencio bastante incómodo. La morena se paró y caminó lejos de la rubia, necesitaba pensar y llorar sin que su amiga la mirara. ¿Cómo había pasado esto? ¿Había confundido los sentimientos de Heather? Pues al parecer así había sido.

Estuvo en la orilla, mirando al mar. El agua mojó sus pies, sintió escalofríos, el invierno ya estaba llegando. De pronto quería irse de esa maldita playa, porque le traía muchos recuerdos, los cuáles quisiera o no tendría que olvidar. Cuando dio la vuelta para regresar a su auto, se encontró con una rubia, con los ojos llorosos.

-¡No me felicites! – gritó la rubia. Naya dio un paso atrás, la actitud de su amiga la asustó.- No es algo bueno…- susurró ella.

- Hemo, ¿Cómo dices eso? – murmuró la morena. – Se supone que tú lo quieres, tú planeaste una familia con Bryan. ¿Qué hay de malo en eso? – TODO. Todo estaba mal en eso, pero jamás se lo iba a decir.

-¡No! ¡No! Y mil veces no.- gritó a todo pulmón. Naya se acercó para tratar de calmar a la rubia, pero esta negó y se alejó.- ¿Planear? ¿Crees que yo quería echar mi carrera a la borda? Todo por lo que he luchado, ¿Cómo demonios voy a querer eso? – Heather miró a esos ojos marrones, tratando de decir: Yo te amo a ti, solo a ti.

Naya vio la desesperación y la tristeza en los ojos de la rubia. Se acercó a Heather, la abrazó y trató de calmar. La rubia temblaba y su pecho subía y bajaba muy rápido por los constantes llantos.

-Ok… no lo planeaste, pero es una bendición. Tú y Bryan son muy afortunados por ser bendecidos de esta manera.- dijo ella en un susurro, con la voz entre cortada. – No vas a dejar de hacer lo que te gusta, solo estás embarazada, eso no te impide nada.-

Heather miró con adoración a la mujer que tenía enfrente. Por un momento pensó que Naya había estado llorando, pero luego se dijo a sí misma que no era así, que sus sentimientos no eran correspondidos. La morena valía demasiado, valía demasiado como para meterla en problemas, la estaba consolando.

-Naya…

-Dime Heather.- susurró ella.

-Bryan… - empezó la rubia. No podía continuar, no sabía cómo hacerlo, le daba asco contarle a su amiga lo que había hecho el poco hombre de Bryan, le daba vergüenza y se sentía peor sabiendo que su embarazo era fruto de una violación. Los ojos de la rubia se llenaron de nuevas lágrimas, estas eran de vergüenza e ira. Naya se dio cuenta y rápidamente abrazó a su amiga.

-Cariño, ¿Qué pasa? – Preguntó susurrando en su cuello.- Todo va estar bien, tranquila. La tía Naya va a querer mucho a su sobrino o sobrina.- Heather comenzó a reír. – Y además tú vas a ser una excelente y muy sexy mamacita.- lo último lo dijo en español. Pero la rubia sabía que significaba, se lo había dicho otras veces.

-Nay… tengo… tengo algo que decirte.- el corazón de Naya se paralizó por un momento. ¿Era posible que…? No, su único amor estaba embarazada e iba empezar una nueva vida. – Pero prométeme que no vas a cometer un asesinato…- dijo algo seria la rubia.

-No puedo prometer eso.-

-Bryan… Bryan me… - a la rubia se le hizo un nudo en la garganta. No podría decirlo, dolía y le avergonzaba demasiado como para decirlo fuerte.

Naya arrugó la frente. Estaba teniendo un feo presentimiento de lo que la rubia le quería decir. Heather comenzó a llorar de nuevo y trató de calmarse, tomó aire y asintió, volviendo a mirar a la morena.

-Este bebé no fue planeado porque Bryan me violó.- dijo Heather tomando las fuerzas necesarias para decirlo.

El mundo se paralizó en ese instante. Ya no podía escuchar el sonido del mar, los carros, el clásico ruido de la ciudad, tampoco podía escuchar los sollozos de la chica rubia que tenía enfrente, ni siquiera sentía que estaba respirando. Sin darse cuenta, lágrimas comenzaron a resbalarse por su propio rostro. Y luego lo sintió. Sintió la ira por todo su cuerpo, la sintió realmente.

-Me siento tan sucia… soy… soy una…

-No digas nada Heather.- dijo Naya, la ira se podía escuchar en su voz.- No eres sucia, tú no tienes la culpa de que esa poca cosa te haya hecho daño.- Naya se acercó a la rubia y trató de componerse. Con su mano limpió las lágrimas de la rubia y las de ella misma. - ¿Por qué no me lo dijiste antes? Oh dios, ese desgraciado se va a pudrir en la cárcel.- gritó Naya.- Como que me llamó Naya Marie Rivera que va a pagar por lo que te ha hecho. LO JURO.-

Heather no dijo nada. La reacción de la morena fue peor de lo que ella se pudo imaginar. Naya se acercó y la abrazo susurrándole palabras dulces en el oído, tratando de calmarla. Comenzó a darle besos en la cabeza, luego en sus ojos y llegó hasta su nariz. Ambas abrieron los ojos mirándose directamente, la rubia tenía los ojos tristes y la morena los tenía llenos de ira; pero al mirar a aquella mujer se le iluminaron. Naya besó esos labios rojos, besó a Heather como si el mundo se acabara. La rubia puso sus manos en el cuello de la morena, profundizando el inesperado beso. Se separaron cuando les faltó el aire.

Naya vio una bonita sonrisa en el rostro de Heather.

-Tienes que escucharme.- empezó la morena, tomó la mano de la rubia. – Ese bebé no tiene la culpa de nada, sé que es difícil de creerme, en especial porque yo no soy la que lleva el bebé. Pero te juro Heather, no tiene la culpa, es una vida, tú… tú tienes que quererlo.- Naya limpió algunas lágrimas de sus ojos.

-Es difícil de aceptarlo, pero de cierta manera lo que dices es cierto.- Heather asintió.- Solo quiero poder recuperarme de esto… todos los días me he sentido sin ganas de vivir, me siento sucia…

-No digas eso. Cariño, nada es tu culpa.- De pronto Naya recordó a Bryan y frunció sus cejas.- De todas maneras esto no se va a quedar así.- dijo una firme Naya.

-No… yo no quiero escándalos…

-Heather, no me importan los escándalos, me importas tú y ese bebé. Son mi prioridad ahora.- la rubia solo asintió.- Vamos a llamar a tu abogado y hacer que ese imbécil pase el resto de su vida en la cárcel.

-Tengo miedo.- admitió la rubia.

-El que debe tener miedo es el. Se ha metido con la persona que más quiero en el mundo.- Naya miró al vientre de Heather.- Bueno con dos personas que quiero.- Naya se acercó a Heather y le dio un rápido beso en los labios.

Diosss!!!.. se lo dijo!!!.. estoy llorando maldición!!!.. de por si ya estaba triste por la muerte de Whitney Houston =S.. y ahora con esto aishh!!.. Heather esta embarazada de ese son of a b**** pero ya al menos Naya ya sabe la verdad.. y tiene razón ese bebé no tiene la culpa, es una pequeño angelito que esta creciendo en el vientre de Heather.. Naya la besó con todo su amor.. todo lo que se estaban aguantando por fin.. y se nota que Naya como que quiere hacer una familia con Heather pero sobre todo destruir a Bryan.. cosa que yo también haría.. en fin espero el siguiente cap pero te reugo no demores mucho =S

Si QUE SE PUDRA!

que bonita reaccion tubo Nayaa <3

Dioooooooooos Naya te amoooo!! No existe en el mundo alguien mas dulcee!!

Gracias a dios qe Hemo le dijo la verdad Nay debia saberloo!!!

El que debe tener miedo es el. Se ha metido con la persona que más quiero en el mundo.- Naya miró al vientre de Heather.- Bueno con dos personas que quiero.- Naya se acercó a Heather y le dio un rápido beso en los labios.

Me mataste con estooo!!! Actualiza prontitooo porfii

Me mataste con este capítulo, me mataste mal.
Heather embarazada. Dios. Odio a ese hijo de p**a dklvnhfiudakv TENGO DEMASIADA RABIA.
Amo a Naya, la amo demasiado, es perfecta.
Morí de ternura, amor, dolor e ira. Eres increíble, todo lo que haces sentir!
Espero el próximo capítulo.
Actualiza pronto!
Besos!